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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SANTO DOMINGO.

(UASD).

NOMBRE:
Emely Sánchez Hernández
MATRICULA:
100523666.
SECCIÓN:
B01.
PROFESOR(A):
Nancy Soto Baez.
MATERIA:
Proced. Básicos En Salud.
TEMA:
Heridas y curaciones.
SEMESTRE 2021-2
TEMA 6.1 Heridas y curaciones.
1. Concepto de heridas y curaciones.

Las heridas es toda lesión


traumática de la piel y mucosas
con solución de continuación de
las mismas y afectación variable
de estructuras adyacentes. Es
una interrupción de la integridad
tisular por traumatismo,
intervención quirúrgica o
trastorno médico subyacente.

Herida es toda lesión de la piel o


mucosa accidental o intencional,
que provoque un cambio en la
coloración y características de
los tejidos, aunque no haya
pérdida de la continuidad de ello.

La curación es el proceso de
restauración de la salud de un organismo desequilibrado, enfermo o dañado.
La curación puede ser física o psicológica y no sin la recepción mutua de estas
dos dimensiones de la salud humana.

Las curaciones son maniobras asépticas efectuadas en una lesión para


realizar lavado mecánico y aplicar medicamentos o antisépticos. El tratamiento
de las heridas previene la infección y el deterioro del estado de la herida y
acelera el proceso de cicatrización.

El cuidado de las heridas es una técnica


estéril, por lo que previamente a su
realización se deberá realizar lavado de
manos y colocación de guantes. Además,
es fundamental informar al paciente sobre
el procedimiento (que en ocasiones es
desagradable o doloroso) y preservar su
intimidad (cortinas, biombos…).

El cuidado de la herida se realizará en la


posición más adecuada para el mismo
(según la localización de la herida) y
dependerá de las características de la
lesión: extensión, profundidad, zonas
afectadas…
2. Objetivo de heridas y curaciones.

El principal objetivo de la enfermería en la limpieza de las heridas es el de


retirar restos orgánicos e inorgánicos presente en la herida.

• Aprender la técnica correcta de curación de heridas con el fin de evitar


iatrogenias e infecciones secundarias al paciente por el mal manejo de
heridas, así como identificar los
• diferentes tipos de herida y manejo correcto.
• Informar sobre que es una herida, tipos de heridas que existen, su
clasificación y los cuidados que se deben de tener en cuenta para poder
lograr un buen proceso de cicatrización.
• Conseguir y facilitar el proceso de cicatrización de la herida y prevenir la
infección y/o contaminación.
• Determinar el tipo de curación correspondiente a una herida
determinada.
• Conocer y realizar la técnica adecuada de curación de una herida
simple, basada en los principios de asepsia para evitar en la práctica
hospitalaria complicaciones como la infección y la cronicidad de una
herida que ponen en peligro la salud del paciente.
• Establecer el material necesario para la realización de una curación y
favorecer el proceso de granulación y cicatrización.
• Promover el bienestar del paciente.

Objetivos de curaciones de las heridas.

• - Remover tejido necrótico y cuerpos extraños.


• - Identificar y eliminar la infección.
• - Absorber exceso de exudado.
• - Mantener ambiente húmedo en las heridas
• - Mantener un ambiente térmico
• - Proteger el tejido de regeneración, del trauma y la invasión
• bacteriana

3. Importancia.

La limpieza de una herida es importante sin importar el tipo de la lesión, pero


en las heridas crónicas como las úlceras por presión y úlceras de pie diabético,
la frecuencia de su limpieza juega un papel importante en su recuperación.

La curación de heridas es algo que todos hemos tenido que enfrentar, al


menos, una vez en nuestras vidas. Ya sea por alguna quemadura, una herida
por pie diabético, un corte o algún rasmillón, la curación es algo que
necesitamos para poder recuperarnos de cualquiera sea el tipo de herida que
hayamos sufrido.

la función principal de la piel es proteger al cuerpo de todo tipo de infecciones;


sin embargo, cuando hay una abertura en esta, se genera lo que conocemos
como «herida». En el momento que sucede esto, los microbios pueden ingresar
a nuestro cuerpo por medio de la herida y pueden causar una infección, la cual
puede traer consecuencias malas en nuestra salud.

Teniendo en cuenta lo anterior, es claro que es necesario e importante tratar


las heridas para evitar el desarrollo de cualquier infección. Asimismo, a través
de los tratamientos se ayuda a que los procesos de recuperación y
cicatrización sean mucho más rápidos y eficientes. Cabe señalar que, el no
tratar correctamente la herida puede llevar a problemas mayores, por eso es
primordial curar rápidamente, sin importar el tamaño de la herida. De igual
modo, antes de comenzar con la curación se debe identificar el tipo de herida,
ya que se tendrá que adaptar un cuidado específico para esta.

4. Principios científicos en la curación de las heridas.

El principio básico del cuidado de las heridas es


mantenerlas en un medio húmedo en forma
continua, ya que la cicatrización será mucho
mejor, rápida y eficiente, que en un medio seco.

Los principios fundamentales para el


tratamiento de las heridas son:

• Prevenir la infección
• Procurar la cicatrización por primera intención
• Promover la máxima analgesia y confort del
paciente.

El primer paso en el manejo de las heridas


crónicas es saber identificarlas y clasificarlas de
acuerdo con su etiopatogenia, conociendo las
diferencias clínicas entre los diferentes tipos de heridas.

Una vez establecido el tipo de herida a la cual nos enfrentamos, es importante


evaluar al paciente como un todo y no sólo por la herida que presenta. Hay que
contemplar todos los factores que influyen en el proceso de cicatrización, como
son el estado nutricional y metabólico, el compromiso vascular periférico, las
enfermedades asociadas, el uso de medicamentos y, muy importante, el
entorno psicosocial del paciente.

Los principios básicos en la curación de una herida son:

• Control Bacteriano de la Herida.

- Técnica aséptica.

- Limpieza.

- Desbridamiento.

• Uso de apósito de barrera.


- Aplicación de productos específicos.

- Protección.

Otros factores que se deben considerar son: el desbridamiento, con las


diferentes técnicas que existen y cuyo objetivo principal es el retiro del tejido
necrótico; el manejo de la carga bacteriana, tratando la infección cuando ésta
impida el proceso de cicatrización; proteger la piel vecina a la herida, y el
manejo del dolor.

Entre las terapias modernas con que se cuenta para el manejo de las heridas
complejas, están el grupo de los apósitos especializados y las técnicas
avanzadas.

5. Equipo.

Los antisépticos son productos y medicamentos que ayudan a evitar las


infecciones causadas por virus o bacterias. Se suelen aplicar sobre heridas o
quemaduras para desinfectarlas antes de hacer una cura.

• Jabón neutro para lavar las heridas.


• Suero salino estéril para limpiar.
• Alcohol para desinfectar el instrumental que usamos para las curas.
• Agua oxigenada para desinfectar heridas.
• Yodo para desinfectar quemaduras y heridas, que puede sustituir al
agua oxigenada.
• Tiritas para cubrir pequeños cortes y heridas.
• Gasas para limpiar las heridas y aplicar los desinfectantes.
• Algodón para limpiar las heridas.
• Compresas para parar las hemorragias o cubrir heridas graves.
• Vendas para cubrir las heridas.
• Esparadrapo para fijar las vendas y compresas.
• Guantes de látex para tratar las heridas sin infectarlas.
• Mascarillas para cubrir la boca mientras se atiende a un herido.
• Tijeras para cortar las vendas y otros materiales.
• Pinzas para extraer algunos objetos extraños de las heridas trabajando
con mayor precisión.
• Jeringuillas para aplicar productos con precisión.
• Hilo y aguja para poder tratar una herida más profunda. Se recomienda
usar solo por personas que conocen primeros auxilios y saben cómo
manejar estos instrumentos que utilizan los doctores.
• Termómetro para medir la temperatura del paciente cuando tiene fiebre.
• Medido de tensión de brazo o de muñeca para conocer la tensión del
paciente.
• Analgésicos para calmar el dolor de cabeza, dolor muscular o de
estómago.
• Antiinflamatorios reducen o previenen la inflamación en diferentes tejidos
del organismo.
• Antipiréticos para bajar la temperatura en caso de fiebre alta.
• Relajantes musculares para tratar tensión en los músculos.
• Pomada para quemaduras que se aplican sobre la quemadura para
calmarla, protegerla y ayudar a su recuperación.
• Digestivos y antiácidos para tratar problemas de estómago.

6. Técnicas de curación.

Curación Plana:

Definición:
Es una técnica de limpieza de
herida que se realiza con tórulas
empapadas en solución fisiológica
u Solución Ringer Lactato a través
de un solo movimiento de arrastre
mecánico, Es una técnica aséptica,
por lo que se debe usar material y
técnicas asépticas.

Objetivos:
o Facilitar la cicatrización de la herida evitando la infección.
o Valorar el proceso de cicatrización de la herida.
o Valorar la eficacia de los cuidados

Responsable: Enfermera/o. y Técnico Paramédico

Recursos materiales:
o Equipo de curación.
o Solución fisiológica o Ringer
o Apósito tradicional o transparente adhesivo.
o Cinta quirúrgica de plástico porosa.
o Cinta de papel

Procedimiento:
o Comprobar que el carro de curación está limpio y repuesto con todo el
material necesario
o Aportar el material no habitual del carro, si fuese necesaria la utilización
de éste.
o Lávese las manos
o Compruebe la presencia del brazalete de identificación, y verifique los
datos que registra en paciente hospitalizado
o Coloque al paciente en la posición adecuada. Retire el apósito.
o Abrir equipo de curación con técnica aséptica
o Colocar guantes estériles en extracción de puntos, sospecha de
infección, herida infectada.
o Limpie la herida con Solución Fisiológica o Suero Ringer, siempre desde
el centro hacia el exterior, retirando restos orgánicos desde lo más limpio
a lo más sucio.
o Mantenga la punta de la pinza hacia abajo para evitar contaminación.
o Valore las condiciones de la herida: observación de suturas, coloración
de la piel, palpación de la herida, integridad de la piel circundante,
presencia de exudado, sangre.
o Realice técnica de arrastre mecánico con tórula empapadas con
solución fisiológica con un solo movimiento.
o Seque con gasas estériles si es necesario.
o Coloque el apósito adecuado al tamaño de la herida: 2 a 3 centímetros
más grande que el borde de la herida.
o Fije bien el apósito con tela adecuada a la piel del paciente
o Recoja el material utilizado, deposítelo en área sucia luego de una ligera
descontaminación antes de ser recogido por esterilización.
o Lávese las manos
o Registre

Curación Irrigada:

Definición:

Es el lavado o irrigación de la herida o úlcera para eliminar los agentes


contaminantes que pueden provocar infección. Es el procedimiento más
adecuado para heridas contaminadas e infectadas o zonas de difícil acceso.
Existen distintas técnicas para realizar este fin, tales como; ducho-terapia y
lavado con jeringa y aguja

Ducha terapia: Técnica de irrigación de elección en heridas tipo 3, 4 y 5


quemaduras extensas y heridas traumáticas y permite lavar la herida a una
presión adecuada que no daña el tejido (4 Kg/cm2). Esta técnica se puede
realizar de varias formas:

o En un porta-suero se instala un matraz conectado a bajada de suero


conectado a una ducha a caída libre a 15 cms de la lesión. La llave de
paso de la bajada permite regular la velocidad de la caída y la cantidad a
usar durante la irrigación.

o Con Matraz (ducho-terapia artesanal): consiste en utilizar un matraz de


suero rígido y realizarle 20 a 30 orificios con aguja 19, previa desinfección
con alcohol. Y realizar la irrigación a la lesión.

o Con Ducha tradicional instaladas en algunos centros, usa agua potable


para realizar la irrigación y posteriormente se realiza técnica aséptica.
.
Jeringa y aguja: técnica de irrigación de elección en heridas tipo 1 y 2,
en quemaduras superficiales de pequeña extensión. Se utiliza una jeringa
de 20 – 35 ml y aguja de 19 a una distancia de 15 cm de la lesión para
irrigar suavemente (2 Kg/cm2).

Objetivos:

o Eliminar gérmenes contaminantes.


o Eliminar restos de materia orgánica y cuerpos extraños.
o Favorecer la cicatrización de la herida.

Responsable: Enfermera y Técnico Paramédico.

Recursos materiales:

o Equipo de curación
o Solución Ringer Lactato o Solución Fisiológica tibio
o Jeringa y aguja, matraz de suero, según técnica a utilizar.
o Bandeja o lavatorio estéril
o Hule o bolsa plástica con sabanilla
o Apósitos tradicionales.
o Cinta o tela de papel.

Procedimiento:

o Lavado clínico de manos.


o Compruebe la presencia del brazalete de identificación y verifique los
datos que registra en caso de paciente hospitalizado
o Reúna todos los materiales en el carro de curaciones
o Use guantes de procedimientos para retirar apósitos sucios
o Elimine los apósitos y guantes en bolsa plástica de basura
o Lávese las manos.
o Abra equipo estéril y colóquese guantes estériles.
o Solicite a técnico que coloque hule con sabanilla y ubique la bandeja
bajo la zona a irrigar.
o Valore la herida y piel circundante utilizando los diagramas de valoración
correspondientes.
o Realice irrigación según la técnica elegida
o Seque la herida con gasa suavemente sin friccionar.
o Cubra la herida con apósito tradicional o apósito avanzado según
disponibilidad
o Fije apósito
o Lávese las manos
o Registre lo observado y el procedimiento en hoja de enfermería

Observaciones:

o Valore el estado de la herida y compruebe que no hay signos de infección.


Respete durante todo el procedimiento las normas de asepsia y
esterilidad.
o Este tipo de curación requiere de dos personas un operador y un
ayudante.
o La solución empleada en la irrigación debe ser tibia para evitar
vasoconstricción
o El apósito debe sobrepasar 1.5 a 3 cms. el borde de la herida.
o Recuerde que los antisépticos son citotóxicos (ej. Povidona) por lo que no
deben ser usados en heridas abiertas ya que retardan el proceso de
cicatrización.
Curación avanzada de heridas de mayor complejidad:

Consideraciones generales

Curación avanzada:
Es un procedimiento que se realiza
limpiando la herida o ulcera con
solución fisiológica dejando como
cobertura un apósito interactivo,
bioactivos o mixto y la frecuencia de
la curación depende de las
condiciones de la lesión y del apósito
elegido.

Para realizar la curación avanzada se pueden utilizar distintos tipos de


apósitos: pasivos, interactivos bioactivos o mixtos y considerando los
algoritmos de curación avanzadas establecidos por el MINSAL, en el caso
de ulceras venosas y pie diabético.

Objetivos:
o Eliminar gérmenes contaminantes y favorecer la cicatrización de la herida.
o Minimizar el tiempo de tratamiento con mejor eficacia de los productos.

Responsable: Enfermera

Recursos materiales:
o Equipo de curación
o Solución Ringer Lactato o Solución Fisiológica tibio
o Jeringa y aguja, matraz de suero, según técnica a utilizar.
o Bandeja o lavatorio estéril
o Hule o bolsa plástica con sabanilla
o Apósitos avanzados
o Cinta o tela de papel.

Procedimiento:

El procedimiento se realizará según los pasos de la curación irrigada,


pero se utilizarán apósitos pasivos, interactivos, bioactivos o mixtos
según criterio del profesional.

7. Factores que afectan la cicatrización de las heridas.

La cicatrización es un proceso biológico mediante el cual nuestro cuerpo


trabaja para reparar el daño causado por una lesión en la piel y regenerar el
tejido que, por el motivo que sea (arañazo, corte, laceración, incisión, etc.), ha
quedado dañado.
Factores locales Factores sistémicos
Colonización bacteriana Enfermedad cardiovascular
Recubrimiento de fibrina y Neuropatía (diabéticos)
necrosis
Infección de heridas Enfermedad metabólica
Higiene deficiente de la herida Malnutrición
Aporte escaso de sangre Medicaciones (p. ej.,
corticoesteroides)
Saturación baja de oxígeno Inmunodepresión
Residuos Edad avanzada
Presión Tabaquismo

Otro factor que podría afectar la cicatrización, son las moscas, ya que pueden
ocasionar miasis en heridas abiertas.

8. Úlcera por decúbito: conceptos, sitios más comunes de


aparición, factores predisponentes, etapas,
clasificaciones, grupos de riesgos, prevención.

Concepto: Las úlceras de decúbito (escaras) son lesiones localizadas en la


piel o el tejido subyacente, o ambos, ocurren cuando los pacientes no son
capaces de cambiar de posición para aliviar la presión sobre las prominencias
óseas. Las úlceras de decúbito suelen ser dolorosas y difíciles de cicatrizar, e
impactan de forma negativa sobre la calidad de vida del paciente. Las
implicaciones relacionadas con el costo del tratamiento de las úlceras de
decúbito son considerables, lo cual agrava las dificultades de provisión de
servicios sanitarios eficaces y coste‐efectivos. Las guías internacionales
indican que para prevenir y controlar exitosamente las úlceras de decúbito se
requiere un enfoque de equipo. Por lo tanto, esta revisión se realizó para
aclarar la función de los equipos de cuidado de heridas en la prevención y el
tratamiento de las úlceras de decúbito.

Por lo tanto, es importante en primer lugar tratar de prevenirlas. Sin embargo,


cuando se producen, también es importante tratar las heridas adecuadamente.
Se espera que un equipo de cuidado de heridas proporcione mejores
resultados a los pacientes con estas heridas. Es decir, cuando se compara con
la atención del paciente por un profesional sanitario solo.

Sitios más comunes de aparición.

Los lugares más comunes donde aparecen las úlceras por decúbito son
aquellos donde el hueso está cerca de la piel, como sobre los huesos de la
cadera, el coxis, los talones, los tobillos y los codos, pero pueden aparecer en
cualquier parte.
La primera aparición de una úlcera de
decúbito se caracteriza por parches de piel
enrojecidos e irritados. En unos pocos días,
las capas externas de la piel pueden
romperse y parecerse a una gran ampolla. La
úlcera puede supurar líquido, especialmente
si se infecta. Sin tratamiento, las capas
internas de la piel y el tejido muscular, óseo y
tendinoso subyacente se dañan. La mayoría
de las úlceras por decúbito son dolorosas y
fácilmente reconocibles, aunque pueden
pasar desapercibidas en pacientes que están
desensibilizados debido a la parálisis o que
no pueden comunicarse con los cuidadores.

Las personas mayores que carecen de movilidad tienen el mayor riesgo de


desarrollar úlceras por decúbito, ya que el tejido de la piel tiende a adelgazarse
y debilitarse con la vejez. También las úlceras de decúbito son comunes en
personas que están postradas en cama o en silla de ruedas debido a parálisis,
una lesión aguda u obesidad mórbida.

Factores predisponentes.

Estos son los tres principales factores que contribuyen a las úlceras de
decúbito:

• Presión. La presión constante en cualquier parte del cuerpo puede


disminuir el flujo sanguíneo a los tejidos. El flujo sanguíneo es
esencial para llevar oxígeno y otros nutrientes a los tejidos. Sin
estos nutrientes esenciales, la piel y los tejidos cercanos se dañan
y podrían morir con el tiempo.

Para las personas con movimientos limitados, este tipo de presión


tiende a ocurrir en áreas que no están bien acolchadas con
músculo o grasa y que se encuentran sobre un hueso, como la
columna vertebral, el coxis, los omóplatos, las caderas, los talones
y los codos.

• Fricción. La fricción se produce cuando la piel roza contra la ropa o


la ropa de cama. Puede hacer que la piel frágil sea más vulnerable
a las lesiones, especialmente si la piel también está húmeda.

• Rozamiento. El rozamiento se produce cuando dos superficies se


mueven en dirección opuesta. Por ejemplo, cuando la cabecera de
una cama está elevada, puedes deslizarte hacia abajo en la cama.
A medida que el coxis se mueve hacia abajo, la piel sobre el hueso
puede quedar en el mismo lugar, básicamente traccionando en
sentido contrario.
Las etapas.

Las úlceras de decúbito se agrupan por la


gravedad de los síntomas. La etapa I es la
más leve. La etapa IV es la peor.

• Etapa I: un área enrojecida y dolorosa


en la piel que no se torna blanca cuando
se le presiona. Esta es una señal de que
se puede estar formando una úlcera de
decúbito. La piel puede estar caliente o
fría, firme o suave.
• Etapa II: se forman ampollas en la piel
o una llaga abierta. El área alrededor de la
llaga puede estar roja e irritada.
• Etapa III: la piel desarrolla ahora un agujero abierto y hundido llamado
cráter. El tejido por debajo de la piel está dañado. Usted puede ver grasa
corporal en el cráter.
• Etapa IV: la úlcera de decúbito se ha vuelto tan profunda que hay daño
en el músculo y el hueso y, a veces, en los tendones y las articulaciones.

Existen otros dos tipos de úlceras de decúbito que no encajan en las etapas.

Úlceras cubiertas de piel muerta que es amarilla, café, verde o marrón. La piel
muerta hace difícil diferenciar cuan profunda es la úlcera. Este tipo de úlcera es
"inclasificable".

Úlceras de decúbito que se desarrollan en el tejido profundo debajo de la piel.


Esto se llama una lesión de tejidos profundos. El área puede ser de color
marrón o púrpura oscuro. Puede haber una ampolla llena de sangre bajo la
piel. Este tipo de lesión cutánea puede convertirse rápidamente en una úlcera
de decúbito en etapa III o IV.

Clasificaciones.

Se clasifican en 4
estadios o grados. La
etapa o estadio I es la
más leve. La etapa o
estadio IV es la peor o
más grave.

Estadio I: Una zona


enrojecida en la piel que
no se vuelve blanca
cuando se la presiona
con el dedo. Esta es una señal de que se está formando una úlcera por
presión. La piel aún está integra, es decir no está rota. También puede estar la
piel decolorada, con calor, edematizada, y el paciente presenta dolor en la
zona. Les mostramos estas imágenes de úlceras en talón. Las úlceras de
grado I son las más leves, pero son potencialmente heridas mucho mayores si
no se curan a tiempo, y en pocas horas pueden ser de grado mayor si no
ponemos remedio.

Estadio II: Se forman ampollas en la piel o una llaga abierta. La zona alrededor
de la herida puede estar roja e irritada. La epidermis y/o dermis ya está rota, la
piel ha perdido su continuidad.

Estadio III: La piel pierde totalmente el grosor, se forma un agujero abierto y


hundido llamado cráter. El tejido por debajo de la piel, es decir el tejido
subcutáneo, está dañado. Se puede ver grasa subcutánea, no están afectados
el hueso, tendones o el músculo.

Estadio IV: La úlcera por presión es profunda y/o extensa y hay daño en el
músculo y, a veces, en los tendones y las articulaciones, llegándose a ver
incluso el hueso. Suele aparecer tejido necrótico (tejido muerto, tanto esfacelos
como escaras), y puede haber socavamiento y tunelización hacia zonas más
extensas. Les mostramos estas imágenes de úlceras sacra.

Grupos de riesgo.

Úlceras por decúbito. Es máxima en los ancianos, particularmente durante los


períodos prolongados de hospitalización o de institucionalización. Así mismo,
también presentan riesgo de aparición de úlceras por decúbito los pacientes
con lesiones medulares 26 o con accidente vascular cerebral.

Más del 90 % de las úlceras por decúbito ocurren sobre las prominencias
óseas de la parte inferior del cuerpo. La cantidad de tiempo y la presión
necesarias para producir lesiones de los tejidos dependen del número de
factores de riesgo presentes. El segundo factor etiológico, las fuerzas de
cizallamiento, están causadas por un deslizamiento de superficies adyacentes
que produce una compresión del flujo capilar de la capa subcutánea.

El riesgo de desarrollar escaras es mayor si tienes dificultades para moverte y


no puedes cambiar de posición fácilmente mientras estás sentado o en la
cama. Los factores de riesgo incluyen los siguientes:

• Inmovilidad. Esto puede deberse a una salud debilitada, a una lesión de


la médula espinal y a otras causas.
• Incontinencia. La piel se vuelve más vulnerable con la exposición
prolongada a la orina y las heces.
• Pérdida de la percepción sensorial. Las lesiones de la médula espinal,
los trastornos neurológicos y otras afecciones pueden ocasionar una
pérdida de la sensibilidad. La incapacidad para sentir dolor o malestar
puede dar lugar a que no se tengan en cuenta las señales de
advertencia y a la necesidad de cambiar de posición.
• Nutrición e hidratación deficientes. Las personas necesitan
suficientes líquidos, calorías, proteínas, vitaminas y minerales en su
dieta diaria para mantener la piel sana y evitar la ruptura de los tejidos.
• Afecciones médicas que afectan el flujo sanguíneo. Los problemas
de salud que pueden afectar al flujo sanguíneo, como la diabetes y las
enfermedades vasculares, pueden aumentar el riesgo de daño en los
tejidos, como las escaras.

9. Escala de valoración.

La escala de Braden, es un instrumento o un índice que usamos los


profesionales, para evaluar el riesgo que tiene una persona de desarrollar
úlceras por presión (UPP´s). Es fácil de realizar y con pocas molestias.

Existen otras escalas o índices de valoración del paciente, como son la escala
de Norton y la escala de Barthel, que también valoran el riesgo de UPP y las
actividades de la vida diaria (AVD) respectivamente. Esta escala de Braden
quizá sea la más específica de todas para valorar el riesgo que tiene una
persona de padecer una UPP. (Úlcera Por Presión).

En la escala Braden se valoran 6 aspectos del paciente:

• Percepción sensorial. Se mide la capacidad para reaccionar y


responder a una presión que hacemos al paciente.
• Exposición a la humedad. Se mide la cantidad de veces que la piel
está expuesta a la humedad (orina y/o heces).
• Actividad física. Medimos sobre todo la capacidad para deambular.
• Movilidad. Se mide sobre todo la capacidad para cambiar de postura en
la cama.
• Nutrición. Se mide los hábitos de nutrición tanto en cantidad como en
calidad.
• Roce y peligro de lesiones. Se valora el roce de la piel para su
movilización.

La escala de Braden sirve para poder hacer una valoración objetiva y


numérica del riesgo de úlceras por presión, y tomar las medidas necesarias
para prevenir su aparición o bien ejecutar un tratamiento.

Puntuación total de esta escala y su valoración:

Sin riesgo: de 17 a 23 puntos.

Riesgo bajo: de 15 a 16 puntos.

El riesgo es moderado: de 13 a 14 puntos.

Con riesgo alto: menor o igual de 12 puntos.


En pacientes con mayor riesgo son los que tienen una puntuación más baja.
Tanto el cuidador como el personal sanitario pueden y deben realizar algunas
acciones para cambiar y mejorar el riesgo de desarrollar una UPP.

10. Protocolo.

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