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Hernández Álvarez Matías Nicolás.

Mosqueda Ortiz Haziel.


LA CAÍDA DE Tapia López Angel Enrique.

TENOCHTITLAN Escuela Diego Rivera


11-12-2022
La caída de Tenochtitlán
El 13 de agosto de 1521 fue un momento decisivo en el colapso dramático
del imperio azteca que dominaba Mesoamérica. Liderados por Hernán
Cortés (1485-1547), los conquistadores españoles disponían de tácticas y
armas superiores. Además, los visitantes del Viejo Mundo trajeron consigo
nuevas y terribles enfermedades que causaron pérdidas masivas entre los
indígenas americanos.

Los aztecas (o mexicas) eran un pueblo conquistador, lo que significaba que


muchas de las ciudades que habían subyugado estaban muy dispuestas a unir
fuerzas con los españoles. Tenochtitlán era la capital política y religiosa del
mundo azteca, y sus defensores opusieron una prolongada y feroz
resistencia. La victoria de los españoles y sus aliados supuso el saqueo y la
destrucción de la que fuera la mayor ciudad de América, pero finalmente se
reconstruyó y se convirtió en la actual Ciudad de México.

Los ultimo días de Tenochtitlán

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El imperio azteca
Se construyó únicamente sobre la base de la coerción y la extracción de
tributos de los pueblos conquistados. Las comunidades subyugadas estaban
obligadas a dar riqueza y hombres para la maquinaria militar azteca. Además,
un número importante de cautivos de guerra eran llevados a Tenochtitlán
para realizar sacrificios rituales a los dioses aztecas. La religión, el arte y los
funcionarios aztecas se impusieron en las regiones conquistadas. Todo esto
hizo que no faltara el odio a los aztecas entre los mesoamericanos. Los
tarascos y los tlaxcaltecas, seguían tanteando las fronteras de su imperio.

A principios del siglo XV, se formaron varios minimperios en el Valle de


México. Las ciudades dominantes eran Texcoco, capital de la región
acholhua, y Azcapotzalco, capital de la tepaneca. Estas dos ciudades-estado
se enfrentaron en 1428 con la Guerra Tepaneca. Las fuerzas de Azcapotzalco
fueron derrotadas por una alianza de Texcoco, Tenochtitlán, la capital de los
mexicas, y varias otras ciudades menores. Tras la victoria, se formó una triple
alianza entre Texcoco, Tenochtitlán y Tlacopan. Con el tiempo, Tenochtitlán
llegó a dominar la Alianza, su líder se convirtió en el gobernante supremo.

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Mapa del Imperio Azteca

Cortés y los conquistadores


En 1518, Diego Velázquez, el gobernador de Cuba, había enviado a Hernán
Cortés que liderara 11 navíos y 500 hombres para explorar la costa de lo que
es actualmente México. Desembarcaron en marzo de 1519. La superioridad
de las armas, la caballería y las tácticas aseguró a los españoles victorias
fáciles contra cualquier pueblo hostil que encontraran. Una ventaja
importante fue la captura de La Malinche una mujer maya que hablaba la
lengua náhuatl de los aztecas y una lengua maya local, con la que uno de los
hombres de Cortés estaba familiarizado. Los invasores ahora podían
comunicarse con posibles aliados. El gobernante azteca Moctezuma, que
gobernó de (1502 a 1520) pronto tuvo noticias de estos molestos invasores.
Cortés, por su parte, estableció una guarnición en Veracruz, en la costa, y
ordenó encallar y desarmar sus barcos para recordar a sus hombres que
estaban aquí para encontrar riquezas o morir. En agosto de 1519 marchó
hacia el interior del país, luchando primero contra los tlaxcaltecas que se
aliaron y luego presionando hacia Tenochtitlán en noviembre.

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Hernán Cortes encabezo la expedición de conquista de México

Tenochtitlán
Situada en la orilla occidental del lago de Texcoco, la capital azteca de
Tenochtitlán tenía más de 200.000 habitantes, lo que la convertía en la
mayor ciudad de la América precolombina. Tenía una superficie de entre 12 y
14 km² y estaba conectada a la orilla occidental del lago.

A los conquistadores se les permitió entrar en la ciudad pacíficamente el 8 de


noviembre, y se maravillaron con los enormes templos, los jardines de flores
y agua, los canales y los mercados callejeros de productos comerciales que
llegaban de todos los rincones de Mesoamérica. Moctezuma y Cortés se
reunieron e intercambiaron regalos. Es posible que el gobernante azteca
recelara de estos visitantes, tras haber oído hablar de sus anteriores victorias
militares, pero parecía indeciso sobre qué hacer con ellos. La diplomacia, en
cualquier caso, se esfumó dos semanas después, cuando Cortés tomó a
Moctezuma como rehén el 14 de noviembre. Los españoles querían el tesoro,
y el gobernante azteca se vio obligado a jurarse súbdito del rey de España,
Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (de 1519 a

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1556). Hubo otras profanaciones, como la colocación de un crucifijo en la
cima de la pirámide sagrada azteca, el Templo Mayor.

La diplomacia entre Hernán Cortés y el rey Moctezuma duró muy poco tiempo

Cortés tenía sus propios problemas. Se había excedido en su autoridad al


avanzar sobre la capital, lo que molestó a Velázquez en Cuba, quien tenía el
único derecho de conquista en México. Para preservar su posición, Velázquez
envió una fuerza al mando de Pánfilo de Narváez a Veracruz para apresar al
conquistador. Cortés se vio obligado a abandonar Tenochtitlán y enfrentarse
a estos rivales por el futuro tesoro, por lo que, en mayo de 1520, dejó
Tenochtitlán en manos de una pequeña fuerza española al mando de Pedro
de Alvarado.

Alvarado y sus hombres demostraron ser poco sensibles a las convenciones


aztecas cuando intentaron interrumpir imprudentemente una ceremonia de
sacrificio humano y luego masacraron a miembros de la nobleza azteca. Los
aztecas se sublevaron y mataron a varios de los intrusos. Mientras tanto,
Cortés derrotó a Narváez y convenció a los hombres que le quedaban para
que se unieran a él. Regresaron a Tenochtitlán el 24 de junio, donde un
puñado de españoles aún resistía.

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Alvarado hizo su aparición al frente de un grupo de soldados y sacrificó a un gran número de los
asistentes

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La Noche Triste
Moctezuma fue sustituido por Cuitláhuac como nuevo líder azteca después
de que Cortés lo liberara tontamente de su prisión. Cuitláhuac asumió
inmediatamente el gobierno de los aztecas de su hermano cautivo y ahora
deshonrado. Cuitláhuac organizó una guerra total contra los conquistadores.
Cuando los españoles intentaron utilizar a Moctezuma para calmar la
situación, el antiguo líder fue golpeado por una roca y murió el 30 de junio.
Los españoles quedaron atrapados en el palacio real de Axayácatl y fueron
blanco de los misiles enviados desde el imponente Templo Mayor. Una feroz
batalla acabó con Cortés tomando el control del Templo de Yopico, al que
prendió fuego. El 30 de junio de 1520, Cortés huyó de la ciudad en una
batalla nocturna. Esta sangrienta retirada se conoció como la Noche Triste.
Los españoles se habían librado utilizando puentes de madera provisionales
construidos para la difícil tarea de cruzar los numerosos canales de la ciudad,
pero el precio de la libertad era alto. Cortés había perdido la mitad de sus
hombres y la mayoría de sus mejores caballos.

Noche Triste: cómo fue la "infernal" derrota de Hernán Cortés y sus tropas a manos de los
mexicas

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El asedio
Antes de llegar a la seguridad del territorio tlaxcalteca, Cortés tuvo que ganar
primero una gran batalla cerca de Otumba el 7 de julio, donde los aztecas
intentaron de una vez por todas acabar con los invasores extranjeros.
Después de varias campañas y de recibir refuerzos por mar, los españoles
acabaron regresando a Tenochtitlán diez meses después para vengarse y
cortar el corazón de este imperio que había creado tantos enemigos en
Mesoamérica que nadie se uniría a él en la guerra contra los invasores.
Primero se tomó Texcoco, el 31 de diciembre de 1520, y se convirtió en una
base y fuente de abastecimiento inestimable para Cortés. En los tres meses
siguientes se tomaron otras ciudades, a medida que el control azteca sobre la
zona que rodeaba su capital se aflojaba.

El plan de Cortés consistía ahora en sitiar Tenochtitlán, pero otro enemigo


mucho más terrible ya había arrasado con la población azteca. Se había
producido un devastador brote de viruela en los meses de septiembre y
noviembre anteriores. Los aztecas también tenían un nuevo líder,
Cuauhtémoc, después de que el propio Cuitláhuac hubiera sucumbido a la
nueva enfermedad importada.

Guerrero aztecas

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En abril de 1521, Cortés comenzó su asedio. Su fuerza incluía 700 infantes,
118 ballesteros y arcabuceros, 86 caballos y 18 cañones de campaña, muy
útiles para destruir las barricadas enemigas. Los españoles estaban
organizados en cuatro divisiones. Sus armas eran espadas, alabardas y
ballestas. Por otro lado, los aztecas eran numéricamente superiores, pero
solo disponían de armas de hoja de obsidiana, arcos, lanzadores de lanzas y
hondas, todo ello neutralizado de manera eficaz si no por completo por las
corazas europeas.

Otra desventaja para los defensores eran las estrategias tradicionalmente


empleadas en la guerra azteca. Los guerreros y oficiales de élite solían llamar
la atención con sus trajes, y los españoles no tardaron en eliminar primero a
los líderes y así causar el pánico en el ejército azteca. Superando las
deficiencias de sus armas, los guerreros aztecas lucharon ferozmente y con
valor, como señalaron los propios españoles. También se adaptaron a los
nuevos retos de la guerra europea: evitaron los terrenos abiertos en los que
dominaba la caballería, se dispersaron lejos del potencial arco de fuego de las
armas de pólvora, e incluso ataron las hojas de acero españolas capturadas a
palos para fabricar un arma que su enemigo temía enormemente. La batalla
por Tenochtitlán iba a ser mucho más igualada que los encuentros
anteriores.

Armas de españolas

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Victoria final
A los defensores aún les quedaban algunas estrategias por emplear.
Construyeron barricadas y ampliaron y profundizaron sus canales.
Esparcieron grandes piedras en las plazas abiertas para que la caballería
española encontrara el terreno más difícil para luchar. También utilizaron
bien los estrechos espacios urbanos, preparando agujeros en las murallas
para que los guerreros pudieran moverse con facilidad y no fueran
perseguidos por un enemigo montado. Sin embargo, el asedio estaba
pasando factura. El hambre, la falta de agua potable y los incesantes ataques
hicieron que muchos de los defensores empezaran a desertar o a rendirse.

Los atacantes eran decididos e implacables. Además, Cortés recibió un


inestimable impulso en hombres y recursos cuando la expedición de Juan
Ponce de León (1474-1521) desembarcó en Veracruz a su regreso de la
exploración de Florida. Tomando más y más de la ciudad, plaza por plaza,
para el 25 de julio, los españoles habían capturado el gran mercado y el
templo de Tlatelolco y así ahora controlaban toda la ciudad excepto una
pequeña área de resistencia continua. Utilizaron la pólvora para volar
sistemáticamente los edificios con el fin de despejar las líneas de fuego para
sus cañones y permitir una mayor libertad de movimiento para la caballería.

Matanza en Tlatelolco

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Finalmente, el 13 de agosto, después de 93 días de resistencia y de haberse
quedado sin alimentos ni armas, Cuauhtémoc se rindió, pero solo después de
haber sido capturado mientras intentaba escapar en una canoa. Tenochtitlán
fue saqueada y sus monumentos destruidos. Los tlaxcaltecas fueron
implacables en su venganza y masacraron a hombres, mujeres y niños al por
mayor, llegando a escandalizar a los curtidos veteranos españoles con sus
atrocidades. Los españoles, por su parte, saquearon todo y a todos en su
búsqueda de oro.

De las cenizas del desastre de Tenochtitlán surgió la nueva capital de la


colonia de Nueva España, y Cortés fue nombrado su primer gobernador en
mayo de 1523. La capital había caído, pero los españoles tuvieron que hacer
campaña en otras partes del desmoronado Imperio azteca hasta 1525. A
medida que se reprimía sistemáticamente el modo de vida mesoamericano y
se repartían las tierras a los conquistadores, Tenochtitlán, con su gran lago
drenado, se fue transformando en Ciudad de México, capital del Virreinato
de Nueva España.

Virreinato de la Nueva España

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