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Teotihuacana

Características de la cultura teotihuacana


La cultura teotihuacana se destaca por su arquitectura monumental.

A juzgar por los restos de Teotihuacán, sus fundadores eran


expertos constructores con un sentido monumental de
la arquitectura. Son célebres sus pirámides del Sol y de la Luna,
su templo a Quetzalcóatl y otras construcciones similares, cuyas
paredes pintaban con motivos alegóricos a su religión,
su cosmovisión, así como una fina y hermosa cerámica ritual.

Los alrededores de la ciudad servían para el desarrollo


agrícola y la explotación de la obsidiana. Por eso, esta urbe era
también un importante centro comercial de la región.

Es probable que la sociedad teotihuacana se conformara, a


semejanza de otras mesoamericanas, por sacerdotes, guerreros,
comerciantes y agricultores. Se sabe que la cultura teotihuacana
poseía una fuerte impronta imperial, y conquistó otras ciudades
mayas vecinas.

Ubicación geográfica
La ciudad de Teotihuacán se ubica en el noroeste del valle de
México, en el Estado de México, municipios de Teotihuacán y
San Martín de las Pirámides, a unos 78 kilómetros de distancia
de la Ciudad de México, en el altiplano mexicano. Esta zona fue
declarada patrimonio mundial de la humanidad por UNESCO en
1987.

Por lo tanto, la cultura teotihuacana debe haberse desarrollado


en las inmediaciones geográficas de la ciudad. Su apogeo tuvo
lugar durante el Período Clásico, entre los siglos II y VII d. C.,
cuando se produjo su declive, como parte del colapso de
Mesoamérica del siglo VII d. C., producido por una combinación
de inestabilidad política y cambio climático.
Economía teotihuacana
La economía teotihuacana, como la de muchas otras culturas
mesoamericanas, se sustentaba en tres ejes:

• Agricultura. Se cultivaba especialmente maíz, frijoles,


pimientos y cereales, todo mediante técnicas de regadío
y dispuestos en terrazas.
• Comercio. Era facilitado por las enormes dimensiones
de la ciudad y su importante influencia en la región.
• Guerras. Se sabe de las gestas épicas de conquista
teotihuacana de las ciudades mayas de Tikal, Copán y
Quiriguá, durante el apogeo de Teotihuacán entre los
siglos II y IV.

Tipo de Gobierno
En Teotihuacán, la forma de gobierno desde su creación fué la teocracia. La ciudad estaba
dirigida por los sacerdotes, que estaban apoyados por el ejército. Este ejército era la razón por
la que numerosas ciudades aceptaron aliarse con los teotihuacanos.

Religión y dioses de la cultura teotihuacana


El culto a Quetzalcoatl fue continuado por muchas otras culturas mesoamericanas.

Los teotihuacanos cultivaron una religión politeísta y compleja. Posee


muchos puntos de contacto con las de otras culturas mesoamericanas,
tanto previas como posteriores, seguramente a través de dinámicas de
herencia y de contagio cultural.

El culto a la serpiente emplumada, Quetzalcóatl, por ejemplo, es


frecuente en las ruinas de otras culturas de la región. En
Teotihuacán, Quetzalcóatl es venerado en un impresionante templo,
además de estar presente en forma de estatuillas y murales.

Otros dioses importantes de su panteón fueron Tlaloc, dios de la


siembra; Huehuetéotl, dios del fuego; Tezcatlipoca, dios del cielo y la
tierra. También poseían un conjunto de animales míticos o sagrados: el
búho, el puma, el águila y la serpiente.

Es muy probable que sus ritos involucraran sacrificios humanos,


cosa común en la región. Los sacrificios eran llevados a cabo por una
élite cerrada de sacerdotes o chamanes.
Sociedad teotihuacana

En la sociedad teotihuacana existían dos clases bien diferenciadas. La clase


dirigente estaba integrada por sacerdotes, militares y administradores. Este
sector controlaba la organización de la ciudad y ocupaba todos los cargos de
gobierno y las funciones religiosas de importancia. Vivían en palacios y palacetes
del centro de la ciudad y se cree que se diferenciaban a través de sus
vestimentas.

El resto de la sociedad se ocupaba de las tareas de producción y estaba


integrada por agricultores, comerciantes y todo tipo de trabajadores artesanos,
como ceramistas, trabajadores de piedra, tejedores, escultores y pintores, entre
otros. Además podían prestar servicios militares o religiosos de apoyo a la clase
dirigente.

Ciudades más importantes


La restauración del palacio Quetzalpapálotl muestra cómo era la vida en Teotihuacán.

La gran ciudad teotihuacana y la única que sobrevive hasta nuestros


días es Teotihuacán. Tanto así, que la ciudad le da nombre a la cultura,
a pesar de que su nombre provenga de la lengua azteca.

La historia de esta ciudad fue objeto de interés y curiosidad no sólo para


nosotros, también en su momento los toltecas y mexicas hicieron de
sus ruinas un sitio de peregrinaje. En la actualidad, Teotihuacán es,
junto al Chichén-Itzá, El Tajín y Monte Albán, algunos de los lugares de
interés turístico y antropológico más importantes de la región.

Teotihuacán cubrió, en su momento de apogeo, una superficie de


alrededor de 21 kilómetros cuadrados. Se estima que albergó a
una población de entre 100.000 y 200.000 habitantes.

Son célebres su calzada de los Muertos, en eje norte-sur, atravesada en


su momento por el río San Juan, que fue desviado de su cauce. También
por las Pirámides del Sol y de la Luna, el templo a los Animales
Mitológicos, el Palacio de Quetzalpapálotl, el templo de Quetzalcóatl, o
los conjuntos habitacionales de Yayahuala, Tetitla, Xala y Zacuala.

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