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Dirección de Adoración
Seminario de Danza
FUNDAMENTOS
Elaborado por:
Richard Rondón
Septiembre, 2017
INDICE
I Adoración………………………………………………………………… 2
II Alabanza ………………………………………………………………… 8
CAPÍTULO I
ADORACIÓN
En el siguiente cuadro podemos observar las dos palabras que en las escrituras conseguimos para
denotar o definir la palabra Adoración:
En el cuadro vemos que en el caso del original hebreo, la palabra para Adoración es Shakjá, esta
palabra denota el postrarse, pero no hace distinción entre el acto de postrarse ante un Rey o ante
Dios, por lo cual dependerá de manera estricta al contexto donde la palabra se encuentre
introducida, ejemplos:
“Y dieron aviso al rey, diciendo: He aquí el profeta Natán; el cual, cuando entró al rey, H4428|
H7812
se postró delante del rey inclinando su rostro a tierra”. 1era Reyes 1:23 (RVR1960)
Esto nos muestra claramente nuestra adoración debe ser dirigida a nuestro Señor y Rey, a
Jesucristo, el cual venció y pago el precio (Ap. 5:11-14/Ap. 17:14).
En cuanto al griego, se hace una diferenciación clara en cuanto a la adoración (como acto espiritual)
y el postrarse (acto físico), ejemplo:
“Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se
postraronG4098 sobre sus rostros, y adoraronG4352 a Dios”. Apocalipsis 11:16 (RVR1960)
Por lo que podemos ver que la Adoración tiene dos implicaciones, iniciando con la rendición de
nuestro ser, derrumbando nuestras estructuras mentales con la finalidad de llegar al punto de tener
una actitud espiritual de sumisión, y demostrar así que estamos sujetos al dominio del Padre.
La adoración (Proskunéo) significa: besar, como el perro lame la mano del amo, por ello de
acuerdo a los especialistas de la conducta canina indica que la razón por la cual los perros lamen la
mano de sus amos son entre la más destacada:
“Cuando nos lame las manos, también es una señal de lealtad. De afecto”. Cesar Millan-El
Encantador de Perros
“Cuando un perro lame la cara o las manos de su amo puede estarlo identificando,
pidiéndole algo de comida o simplemente le está pidiendo que le muestre atención, que lo
acaricie o como una muestra de sumisión para establecer que él está sujeto bajo su dominio”.
Edgar Saenz-www.mascotadecasas.com
Esto nos permite definir la Adoración de acuerdo a las propias definiciones del griego y del hebreo
en: la postración de nuestros ser (cuerpo, alma y espíritu), con actitud de humillación y sumisión
plena a nuestro único Señor y Rey.
Hay un pasaje en Los Evangelios, que se puede decir, que es el fundamento de un adorador, el cuál 3
es el siguiente:
“Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores(1) adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es
Espíritu(2); y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. Juan 4:23-24
(RVR1960).
La promesa:
“En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré
sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado”. Amos 9:11 (RVR1960)
Durante el Concilio de Jerusalén, una vez expuesta la forma como el Espíritu Santo fue derramado
en los Gentiles por parte del Apóstol Pedro, el Apóstol Santiago (Jacobo) hace referencia al Profeta
Amos:
“Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha
contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su
nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de
esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo
volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles,
sobre los cuales es invocado mi nombre”. Hechos 15:13-17 (RVR1960)
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Aquí el Apóstol Santiago expone el propósito de la restauración del Tabernáculo de David, el cual
es que todos los hombres vuelvan su corazón a Jesús por medio del Espíritu Santo (1Co. 12:3) y
esto incluye a todos los gentiles.
El escritor de la carta a los Hebreos, expone esta restauración: “sino que os habéis acercado al
monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos
millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a
Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del
nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel”. Hebreos 12:22-25
(RVR1960).
En este punto basándonos en lo que el Apóstol Pablo expone en su carta a los Colosenses: “todo lo
cual es sombra de lo que había de venir” Col 2:17a (RVR1960). Hablando sobre todo lo que la
Ley exponía, en éste caso, el Antiguo Testamento, el Tabernáculo establecido por David, era sólo
sombra de lo que Cristo, como el Cordero Inmolado desde antes de la fundación del mundo iba a
establecer en los Cielos, debido a su victoria en la Cruz. Partiendo de esto, podemos establecer
como el Apóstol Juan relata la visión que le fue mostrada, en el Libro del Apocalipsis, hablando
también de la Restauración del Tabernáculo de David, junto a lo escrito por el autor de Hebreos:
a. “Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte Sion”. Apocalipsis
14:1a/“sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo,
Jerusalén la celestial”. Hebreos 12:22a (RVR1960)
Y es por esto que hoy nosotros como ministros de un nuevo pacto (2Co. 3:6), acerquémonos
confiadamente ante el trono de la Gracia (Heb. 4:16) por medio de aquel que se entregó por
completo (Heb. 10:19) y ofrezcamos a nuestro adoración genuina, humillando todo nuestro ser
(cuerpo, alma y espíritu) al único que es digno de recibir gloria, honra y alabanza, al que vive y
reina, al vencedor, a Jesucristo nuestro Señor.
CAPÍTULO II
ALABANZA