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El Evangelio De Einstein
Prefacio
Para lograr sostener con estima lo que aquí se expone, el lector debe
estar preparado para alejarse de todo lo que ha aprendido respecto de los,
hasta ahora, incuestionables fundamentos que se le han entregado
durante su etapa de formación. Por tanto, no ha de considerarse
caprichoso el abandono de ciertos paradigmas como la barrera que separa
la ciencia actual del misticismo o pensamiento religioso, así como otros
modelos de pensamiento aún más abstractos y a la vez pragmáticos como
el movimiento, las distancias y el tiempo durante la lectura del presente
documento.
«La ciencia sin religión es coja; la religión sin ciencia ciega», declaraba
Albert Einstein en uno de sus más conocidos libros llamado «Mis
Creencias». Si producto de mi trabajo, el lector logra encontrar un vínculo
perdurable entre sus creencias religiosas y sus ideas científicas, me
declararé por completo satisfecho.
Cabe señalar que dejo fuera del análisis las enseñanzas que la religión
occidental se ha encargado de perpetuar, ya que, por su naturaleza
dogmática, mitológica y valórica, la discusión y evolución de ideas en este
campo me resulta infructuosa.
¿Puede dar este libro un propósito a la vida del lector? No lo sé. Todas las
personas buscan un propósito en algo distinto. Solo creo estar bendecido
para proponer nuevas ideas dentro de la carrera humana por develar los
misterios de la naturaleza. Eso es suficiente para mí.
Capítulo 2
Lo que pocos saben acerca de este libro es que algunas fuentes como la
propia sobrina de Albert Einstein afirmarían que el físico mantenía una
copia de esta singular obra en su despacho, la cual habría consultado con
frecuencia. Este hecho se corroboró, después de la muerte de Einstein, al
hallarse un volumen del mencionado libro en su otrora escritorio.
—¿Qué hace este libro aquí? —dice Brown, haberle preguntado con
impertinencia, incapaz de controlar su curiosidad.
Es como una caja de golosinas mezcladas. Uno nunca sabe que te tocará.
Por ejemplo, hay cosas que me han impresionado y otras con las cuales
no puedo estar de acuerdo. No puedo creer que el individuo sobreviva a la
muerte de su cuerpo, como ella dice. Creo que solo las almas débiles
pueden albergar tales pensamientos.
Este concepto indica que nada en el cosmos es lo que parece ser. Esto es,
por que nada tiene una existencia absoluta; todas las cosas de este
mundo tienen significado cuando un observador las relaciona con otras y
logra aislar por oposición un modelo de propiedades relativamente
estable. Añade Blavatsky que «maya o ilusión es un elemento que soporta
todas las cosas sustanciales ya que, todo lo que existe tiene solo una
relativa, no una absoluta, realidad, pues: La apariencia que el oculto
noúmeno asuma, depende del poder de cognición del observador de
turno». Esto es, si se requiere, metafísica, pero, al parecer, sirvió de
modelo para que Einstein abordara su extraordinaria tesis.
Al acercarse, palpó la frente del hombre. Eso bastó para descubrir que su
temperatura había subido a niveles críticos. Pulsó en el acto el botón de la
alarma para pedir ayuda.
Tres días antes, los pequeños dolores abdominales que había comenzado
a sentir desde comienzos del año se hicieron más fuertes, acompañados
de náuseas y vómitos.
Albert Einstein, considerado el científico más influyente del siglo XX, autor
de la teoría de la relatividad, dejó de existir a los 76 años, a causa de la
hemorragia que le ocasionó la ruptura del aneurisma que mantenía en la
aorta abdominal. Murió mientras dormía.
Era común que Brad fuera convocado por distintos medios como LIFE o
The Mirror, pidiéndole que cubriera algún caso. Siempre estaba dispuesto
a ir y cubrir los hechos y su curiosidad aumentaba sobre todo cuando los
llamados eran recibidos en la madrugada porque asumía que estaba
frente a un caso importante y que era urgente de abordarlo para tener la
exclusiva.
Eran las 8:00 de la mañana cuando Brad llegó al lugar y se percató que
las actividades en el instituto estaban comenzando como cualquier día
normal. Solo un par de empleados se presentaban en la ventanilla del
conserje para ser visados antes del ingreso al edificio.
—Buenos días, ¿En qué le puedo ayudar? —preguntó el hombre con gesto
amistoso. Un señor calvo, de ojos pequeños con cara rozada y regordeta.
—El conserje se quedó sin respirar unos segundos, como atragantado por
el sándwich que estaba comiendo. Se levantó de un brinco de su silla y
movió la cabeza de un lado para el otro, como buscando algo que le diera
significado a la noticia que acababa de escuchar.
Brad caminó detrás del hombre por unos sombríos pasillos y subieron
unas cuantas escalinatas. El edificio era frio como un hospital. Finalmente,
después de unos instantes, llegaron a su destino; la oficina de Albert
Einstein.
Quizás, tan solo se trataba del caos dejado por el propio científico
trabajando en el discurso que debía dar en la televisión israelí y que había
estado preparando en su oficina justo antes de ser trasladado al hospital.
Incluso se dice que se llevó consigo el borrador para seguir escribiendo
allí.
Era el sitio propicio. La gran roca, sobre la loma, les obsequiaba un punto
de buena visibilidad y un estupendo escondite para esperar el paso de los
animales.
Peter y Arnold, eran dos jóvenes cazadores que llevaban varios días
siguiéndole el paso a una manada de unos doce alces. No era temporada
en la zona y ya habían visto varios carteles advirtiendo la prohibición de
cazar. Así es que tuvieron que seguir a la manada hasta un sector lo más
alejado posible del poblado para así evitar ser detenidos por los guardias
forestales del lugar.
Estaban frente al Peñón del Indio. Un elevado risco que, con un pintoresco
perfil de roca natural que recordaba el contemplativo rostro de un viejo
jefe Cherokee, quebraba el paisaje boscoso en dos.
Una vez que estaban en su posición, avanzando con sus codos para
acomodarse sobre el borde de la roca, Arnold llamó a su amigo con una
seña de manos con el objetivo de hacerlo mirar, sin hacer ruido, hacia
donde acababa de aparecer, desde la espesura del bosque, la esquiva
manada de alces qué habían estado acechando.
«Es normal que en Alaska se vea este fenómeno, pero no de manera tan
nítida y al medio día cuando los rayos del sol adquieren su mayor
perpendicularidad con la tierra» —pensó Arnold, recordando la nota que
había leído sobre el tema en una revista, en uno de sus tantos vuelos por
el mundo; momento en el que se quedaba hipnotizado por el bello
espectáculo de luces que estaba presenciando.
Peter volteó los ojos hacia arriba, blanqueándolos, mientras una vertiente
de sangre corría por su frente. La punta del cañón se despegó lento bajo
su mentón y el joven cayó hasta golpear las rocas muy cerca del lugar en
donde yacía su camarada.
Capítulo 5
De pronto, Shian Chen levantó la vista intrigado por el sonido emitido por
los motores de un grupo de helicópteros que sobrevolaban aquella área de
espesa selva.
Tras la orden, los hombres siguieron el paso, pero el avance se hacía cada
vez más difícil a medida que el caudal del rio iba creciendo junto con la
arremetida de la inusual lluvia.
De pronto, una bandada de aves voló sobre sus cabezas instantes previos
a la aparición, derribando los árboles a su paso, de una colosal pared de
agua que en segundos acabaría con sus vidas.
Marcus hacía honor entre sus pares por sus numerosos aciertos como
agente de inteligencia, logrando desbaratar en pocos años distintas redes
de corrupción y terrorismo. Esta vez se encontraba tras los pasos de un
millonario empresario llamado Arthur Storm.
Marcus seguía la pista de los presuntos vínculos de este sujeto con el alto
mando de la fuerza aérea como proveedor en distintas iniciativas de alto
secreto para la defensa de los Estados Unidos. Su línea investigativa lo
había guiado a la persona de Storm y a un proyecto bautizado con el
nombre de «HAARP», cuya fachada era la de ser una actividad de
investigación universitaria, pero que recientemente había descubierto
como un proyecto vinculado al pentágono.
Esta investigación era desarrollada por Castell sin una orden de sus
superiores. Algunos relatos de testigos sobre extraños sucesos climáticos
que se habían manifestado con mayor intensidad en Alaska, motivaron a
Marcus a seguir la pista del proyecto «HAARP» que se suponía estudiaba
con impulsos electromagnéticos la atmósfera.
—Sí, con él. Agente Castell al habla, ¿En qué puedo ayudarle?
—El señor Arthur Storm puede verlo hoy mismo a las 15:00 horas
—Marcus sostuvo la respiración por un par de segundos. No esperaba que
su diligencia diera resultado tan rápido. Storm era un hombre esquivo.
—¿Agente Marcus?
—En su residencia, acá en Washington. Por favor sea puntual —el hombre
cortó el llamado sin dejar decir a Marcus ni una sola palabra.
El joven agente miró su reloj, eran las 12:00 horas en punto. Tomó su
abrigo que colgaba detrás de la puerta y cogió del escritorio su
inseparable cigarrera para guardarla en uno de sus bolsillos.
Todos los días pasaba por el lado de la imagen y nunca había reparado en
ella. Sin entender por qué se había detenido, se percató que el semáforo
más adelante había dado el verde y siguió su camino con dirección hacia
al lugar de su entrevista.
—Tengo una entrevista con el señor Storm reservada para el día de hoy,
justo a esta hora —volvió a decir Marcus acercándose al comunicador,
después de un momento de espera sin respuesta.
Al entrar, Marcus pudo comprobar el lujo en que vivía este hombre. Todo
el interior de la casa, así como el exterior, estaba recubierto de diferentes
tonos de mármol blanco; crema y gris. Lo primero que destacó a su vista,
fueron dos grandiosas escalinatas que escurrían cayendo serpenteantes,
por ambos lados, desde un segundo nivel coronado por seis arcos junto a
sus respectivas columnas.
—Es solo una figura geométrica utilizada por varias culturas con distintos
nombres. La estrella de Salomón o la estrella Tartésica, como se le conoce
usualmente, es el resultado de la superposición de dos cuadrados girados
cuarenta y cinco grados de manera concéntrica —decía el hombre,
mientras Marcus giraba su cabeza buscando los cuadrados según
avanzaba—. Se le considera un signo de buen augurio; por eso fue elegida
por el arquitecto —dijo sonriendo Storm.
A parte de los sillones que rodeaban una noble alfombra persa y de unos
cuantos helechos decorativos que se levantaban sobre sendos jarrones de
piedra en cada uno de los extremos de la sala, se erguían las figuras de
dos perros pastores de porcelana de tamaño natural que permanecían en
eterna vigilancia a ambos lados de la chimenea. En la parte superior de
ésta, Marcus pudo ver una figura de bronce de unos treinta centímetros
de altura, al parecer de procedencia hindú, de un hombre en posición de
meditación.
—Bueno, usted dirá señor Marcus —el detective fue sacado de golpe de su
contemplación.
—Señor Storm…
—Bueno.
—¡En seguida señor!, ¡Le aseguro que no probará en otro sitio un café
más extravagante y exquisito! —exclamó sonriendo el joven, rompiendo
su protocolar seriedad.
—Bueno…Arthur —vaciló.
Marcus había sido criado por un padre severo, muy apegado a las
tradiciones patriarcales de su familia. De su crianza, aún le quedaba la
tendencia a tratar por usted a las personas mayores en edad que él. Esto
y su gusto desenfrenado por el Basquetbol.
—Mire, estoy acá porque sé que usted está vinculado con Roger Bennett,
mayor general de la fuerza aérea y uno de los directores de la agencia
DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada para la
Defensa de los Estados Unidos.
Marcus buscó respuestas una y otra vez hasta que el tiempo terminó por
dejar a su sospechoso fuera de toda vinculación con el caso HARP.
Capítulo 7
Roberto tomó aire profundo para calmar su pecho agitado por los nervios,
mientras sostenía el escrito en sus manos.
—¡A dónde iremos a parar con todas estas noticias cada vez más terribles!
—exclamó molesto el anciano.
«En América del sur. Solo dos de las cincuenta ballenas varadas en la
costa sur del Perú pudieron ser devueltas al mar. Es un total misterio el
motivo por el cual estos especímenes viajaron tantos kilómetros, hasta
esas latitudes, para morir varados en la playa».
«En Oceanía. A trescientas veinte crecen las víctimas del huracán que
arrasó la costa oeste del continente. El que fuera un pequeño frente de
Ante tanta calamidad Henry decidió al fin cambiar de sintonía al canal del
deporte, en donde se transmitía un partido de Basquetbol, su deporte
favorito. Cuando tomó el control remoto pasó a llevar la taza de café que
había acomodado en una pequeña mesita arrimada a su sillón— ¡Marta!
—gritó el hombre para pedirle a su mujer que viniera presurosa a limpiar
el desastre que él mismo había ocasionado.
Capítulo 9
—Entonces señor Wood, usted nos quiere decir después de toda esta
increíble experiencia vivida…—El periodista, un hombre de unos 60 años,
de raza negra, muy bien peinado y vestido con un impecable traje
obscuro, hace una pausa mientras mantiene la mirada fija en el
científico—, el mensaje que usted nos quiere entregar a partir de toda
esta historia es que cada persona, cada uno de nosotros, ¿Es una especie
de dios?
—¡Si claro!
Aun cuando esta mesa pueda sentirse muy sólida, venimos de una
indeterminación tan etérea como una sombra; como la música —contestó
el profesor con un dejo de entusiasmo al sentir que ya se adentraban en
el tema.
Samuel dio una mirada al público y respondió— Una vez lo dijo un gran
inventor de origen serbio, Nikola Tesla, «Si lo que quieres es encontrar los
secretos del Universo, piensa en términos de energía, frecuencia y
vibración». Somos el sonido del cosmos y el sonido es una vibración, una
frecuencia.
Indicaba que todo lo que fue, es y será, incluyendo las decisiones que
cada individuo haya o no tomado en su vida, es parte de un complejo
desencadenamiento de variables que no podemos identificar, pero que
están ahí esperando su turno para interpretar su papel en la magnífica
obra escrita por el cosmos, mucho antes de que el primer rayo de luz
pudiera fugarse de un joven y denso universo en expansión.
Recordemos que para Einstein la gravedad no era una fuerza, sino más
bien un evento muy singular de la geometría del espacio-tiempo que se
curva en torno de la masa, provocando, cuando se trata de una cantidad
considerable reunida, una evidente caída hacia ella de los objetos que se
encuentran cercanos.
¿Por qué ocurre esto?, Esta llamada fuerza de atracción, ¿No debería
actuar proporcionalmente a la masa de cada objeto?, la respuesta es no;
y es que la gravedad no es una fuerza en verdad.
Einstein pudo explicar muy bien los efectos de la gravedad, mas nunca
entregó algún argumento que clarificara sus causas y de cómo está
conformado el espacio-tiempo; ni de qué manera la masa de los planetas
puede curvarlo; ni menos alguna idea del porqué los cuerpos se aceleran
en esta curvatura.
—Sí, pero esa frase fue escrita por un periodista un año después de su
muerte y repetida hasta el cansancio en distintas publicaciones hasta que
se popularizó como si fuera del propio Einstein —refutó Samuel, sin darse
cuenta de que acababa de bombardear el enorme ego de Russell.
—En resumen, señor Wood —cortó en seco—, usted plantea que Albert
Einstein defendió su «Constante Cosmológica» hasta que fue humillado
por la observación de Hubble conocida como «El Corrimiento» y no pudo
rebatirla.
—Déjeme decirle profesor que en vista de las ideas que nos plantea, usted
parece ser algo más que un científico. Es también, en mi opinión, un
vehemente filósofo que no teme abordar temas que sus contemporáneos
descartarían de inmediato por considerarlos dentro del terreno de la
metafísica.
¿Es la gravedad entonces el origen del poder del cual nos habla profesor?
El abismo entre las ideas que Einstein publicó y las que guardó para sí se
asoció a su negativa por dar a conocer el hecho de que el Universo, al
contrario de cómo fue establecido, no es infinito, sino que es, desde un
determinado punto de vista, estático y restringido. Con esto se plantea
que la consciencia humana juega un gran rol en cómo se manifiesta la
realidad pues, el movimiento de las cosas, las distancias y el tiempo son
una ilusión de nuestra consciencia.
—Quiero decir que todo lo que el hombre puede percibir como espacio-
tiempo y materia es relativo a la escala de su propia consciencia. Cuando
usted viaja por ejemplo de Londres a París, no es usted el que se desplaza
en ese trayecto, sino que es el espacio-tiempo entre los dos puntos el que
se modifica.
La mitología oriental cuenta que Brahma fue despertado por Shiva con un
gran ruido. Esta interferencia es nuestra línea de programación básica, los
acordes de la música creadora de la materia.
—¿Por qué ocurre esto con las partículas al ser restringidas profesor?
—Porque las partículas más pequeñas que han podido ser detectadas no
son fragmentos pequeños de nuestra realidad material. Se trata solo de
información que viaja a la velocidad de la luz. Es la huella de energía
unificada que se rompió en el Big-Bang
Cuando queremos determinar en un laboratorio la posición de estas
partículas como el caso de un electrón, estamos restringiendo su nube de
probabilidades; estamos reduciendo el tamaño cuántico de la partícula en
el tiempo y el espacio, entonces aumentamos la velocidad con la que
puede estar en algún punto, luego aumenta la densidad de su nube, su
masa y energía, perdiendo a su vez certeza acerca de su posición.
—¿Es decir profesor que solo podemos aislar la energía que constituye a
las partículas y nunca determinar su posición exacta?
—Conocer por completo el secreto del universo. Saber cómo piensa dios.
Tal vez el hombre sí posee una especial forma de ver las cosas, pero
¿Tendrá algún control sobre aquello que lo rodea solo producto de su
actividad mental? —acotó Redman con elocuencia renovada—. Usted me
dice que el hombre es o puede llegar a ser, ¿Una especie de dios?
—Isaac Newton afirmaba que los objetos caían por una fuerza misteriosa
llamada gravedad, sin embargo, él mismo no estaba satisfecho con esta
explicación.
Newton pensaba que los objetos caían porque algo los estaba
jalando…pero ¿Qué es lo que los está jalando?
No lo sabía, así que se encogió de hombros y dijo ..., «No lo sé, así que
voy a proponer una fuerza y la llamaré «Atracción Gravitacional».
Esto aún suena como una locura, ¿No Russell?; el tiempo y el espacio son
elásticos. Ahora debemos preguntarnos, ¿Por qué la Tierra gira alrededor
del sol?
Podemos decir que el sol atrae a la Tierra hacia sí en forma circular pero
no, esto no es así. La órbita de la Tierra se debe a que el Sol distorsiona el
espacio-tiempo, luego el planeta al estar cerca cae en esta distorsión y es,
de alguna forma, arrastrado y no atraído hacia el astro.
¿Podemos decir con esto que el planeta tenía previamente una trayectoria
recta y para él su trayectoria sigue recta, aunque en realidad se haya
curvado?
—La respuesta es…no. Albert Einstein nunca explicó por completo como
ocurría en verdad la dilatación del espacio-tiempo y como la gravedad es
en realidad una ilusión de un empuje y no una atracción.
Quizá esa desconfianza fue la que motivó al Dios bíblico cuando decidió
prohibir a los primeros hombres comer del fruto prohibido para evitar la
aparición de una nueva inteligencia.
—¡Interesante idea!
—Bueno, sobre eso muy poco se puede decir. Einstein solo se limitó a
indicar, como lo dije antes, que el hombre tenía su destino fijado
—Redman puso cara de asombro.
—Permítame interrumpirlo profesor una vez más, ¿Es aquí donde entran
en juego nuestros amigos del actual proyecto HAARP en Alaska?
Capítulo 10
—Humm. Bueno. Es una energía que fue descubierta hace algunos años
que no se puede ver, pero que tiene efecto sobre la gravedad y el
movimiento de las galaxias.
—¡Bien respondido señor!, …hasta que mencionó que esta fuerza «fue
descubierta». Sabrán que muchas de las ideas que plantean la existencia
de fuerzas invisibles, obscuras o misteriosas son solo eso, buenas ideas y
no se encuentran probadas. Son creencias basadas en observaciones
directas o indirectas como la fuerza de atracción de gravedad
supuestamente invisible que mantiene la unificación de las galaxias, pero
no corresponden a hechos probados. Ni siquiera está probado que la
gravedad sea una fuerza de atracción. —los alumnos murmuraron
probablemente opinando en contra de la afirmación recién hecha por su
nuevo profesor—. Entiendo su incomodidad al escuchar esto. Se que en
todo momento podemos ver los efectos de la gravedad por lo que
claramente no debería haber discusión acerca de la existencia de esta
fuerza de atracción. Pero el hecho es que en ciencia no se trata de ver y
creer en lo evidente.
¿En verdad pueden creer que algo pueda existir fuera de nuestro
pensamiento solo por el hecho de pensar en ello?, un filósofo diría que sí;
su trabajo es conocer el mundo solo con el pensamiento.
Con todo lo anterior, las ciencias exactas, incluso la física, nos han
mostrado fenómenos que no entendemos bien todavía y no está claro
cómo debemos interpretar algunas observaciones de la naturaleza, pero lo
mágico queda descartado en mi clase.
Einstein dijo «Quiero saber cómo dios creó este mundo. No estoy
interesado en tal o cual fenómeno. Quiero conocer sus pensamientos; lo
demás son detalles», pero no se apresuren a pensar que Einstein era un
deísta si mencionaba la palabra dios en alguna ocasión. Al igual que el
nobel, no tengo ninguna convicción religiosa. No creo en un dios personal,
pero nunca lo negaré. Quiero que quede claro desde el principio. En esta
nuestra primera clase. No lo repetiré otra vez. No Me importa si usted es
creyente y tampoco quiero destruir su fe. Si hay algo en mí que pueda
llamarse religioso es la ilimitada admiración por la estructura del mundo,
hasta donde nuestra ciencia pueda revelarla.
En relatividad aún falta mucho por definir. Recuerden que Einstein nunca
describió lo que era la gravedad en su origen y solo la definió en sus
efectos como un espacio-tiempo curvado. En vez de resolver este
problema, ocupó gran parte de su vida en encontrar una ecuación que
uniera la relatividad con la cuántica, pero no tuvo éxito. Y, ¿Si realmente
no existiera un límite entre la cuántica y la relatividad porque
simplemente son parte de una teoría mayor como la teoría de cuerdas?
Lo que más alabo de Einstein es que aun cuando parecía que había
cometido el mayor error de su carrera con su «constante cosmológica», al
parecer estaba en lo cierto. Entonces, si Einstein no encontró una imagen
formal y una ecuación que uniera ambos mundos de la física, es porque la
diferencia entre ellos talvez no exista y el mundo de las influencias a
distancia puede ser descrito con una geometría relativista.
Hoy la cuántica está tan sobre valorada que cualquier predicción que se
haga a partir de ella se cree ciegamente, como la antimateria o el
entrelazamiento cuántico, pero son fenómenos demostrados solo en
términos matemáticos.
La escalada de espejismos numéricos ha llegado en el caso de los teóricos
de cuerdas a niveles de extrema extravagancia, los que aún no son
capaces de unir la relatividad con la cuántica, aun cuando encontraron el
escenario propicio para hacerlo en un mismo lugar y tiempo como parte
de una cuadrícula de once dimensiones.
No es una cuestión solo de creer que la luna existe solo cuando la miras…
La revista se enfocaba al rol del alumnado por lo que Lana fue la única
que destacó, dejando atrás cualquier reconocimiento de mi colaboración
en el trabajo.
—Los cuerpos no son atraídos a los planetas por la gravedad, sino que son
«empujados». Esta simple diferencia cambia toda nuestra perspectiva
acerca de este fenómeno y nos revela el gran error que estábamos
cometiendo.
Lana, lo que empuja a los cuerpos hacia los planetas es…—de pronto, vi
por la ventana que el portero de la facultad se acercaba con apuro hacia
mi oficina.
—¡No te entiendo!
—La idea de un universo que crece está apoyada por el corrimiento al rojo
que muestran las galaxias —exclamó Lana golpeando sus muslos
Dígales por favor Thomas que estoy en una reunión en este instante y
que, si quieren verme, deben reservar una entrevista, registrándose con
la secretaria en la recepción de la facultad.9.– El ego de un embustero:
Todo en George resultaba demasiado bueno para ser cierto, pero pese a
tantas aptitudes, era también un embustero experimentado. No era igual
de brillante como estudiante, pero no tuvo ningún inconveniente para
ingresar a la carrera como alumno de física y astronomía acogiéndose a
una beca deportiva.
Así George fue elegido para ser uno de los primeros egresados que irían
como asistentes académicos a Oxford. Tres años de vida inglesa
incrementaron claramente su buena reputación, así como su ego, y volvió
al campus como profesor a honorarios del plantel, con un estilo de vestir y
acento británico.
—¡Creo que se equivoca! —sonreí—. Todo físico debe saber que a pesar
de lo que se ha publicado, este experimento ha sido solo un experimento
pensado, dadas las complicaciones de trabajar a nivel atómico —rebatí al
extraño, descartando de entrada que estos hombres fueran científicos.
—Al disparar una partícula de ácido a la vez por una sola rendija abierta
—prosiguió diciendo Raimon—, éstas han dejado una sola marca como era
de esperar en el caso de la materia y las ondas, pero al abrir las dos
rendijas, la materia mostró su real naturaleza ondulatoria, amplificando su
espectro; generando de esta manera el hermoso y enigmático patrón de
interferencia propio de las ondas. Y no solo se pudo observar esto.
Al tratar de medir la posición de las partículas para ver si había algún tipo
de error en la medición, éstas comenzaron a reaccionar al instante
aumentando su masa para dejar solo una marca en la pizarra a pesar de
continuar las dos rendijas abiertas.
De pronto recordé que era mejor no dar más detalles acerca de mis ideas,
ya que todas formaban parte de mi investigación, la que al parecer por fin
empezaría a dar frutos.
—Pero no vinieron hasta acá a escuchar viejas teorías del Universo, ¿No?,
¿Que necesitan de mí?, tengo entendido que el proyecto «HAARP» fue
desmantelado por su elevado costo o ¿Me equivoco?
—No, tal vez porque en ese tiempo estábamos asignados a otro lugar.
—La mala reputación que este proyecto estaba generando a nivel mundial
también debe haber influido en algo —interrumpí—. Ustedes saben…con
todas esas teorías de conspiración, publicadas en revistas y programas de
televisión pseudocientíficos y sus acusaciones de ser «HAARP» un
proyecto militar para la creación de una especie de arma para el control
del clima o incluso un proyecto para el control mental de la población.
¡Que loco! —sonreí burlón.
—En fin, ¿En qué podría ayudarlos?, ya casi es hora de irme —corté la
conversación consultando mi reloj.
—Lo siento. Como académico de esta facultad estoy muy agradecido por
su aporte, mas no puedo acompañarlos. Además, como les dije, estoy en
un momento muy importante de mi carrera y no tengo tiempo para
ninguna actividad extra.
—Bien, si no hay nada más que discutir —les dije a los extraños, abriendo
la puerta de mi oficina, mientras hacía un ademán con la mano para
mostrarles la salida.
Los fondos que destinaba la facultad para fines de investigación eran cada
vez más escasos, reservándose solo para la compra de licencias y
pequeños equipos de experimentación. Me preguntaba si George iba a
comprender mi negativa a colaborar con ellos.
—Que tipos raros, ¿No crees? —dijo Lana, curiosa por saber de quienes se
trataba.
—Vamos, entremos que tengo algo que contarte —le dije a Lana un poco
apenado, la que me siguió con curiosidad; instante en el que volvía en mí
el optimismo al recordar mis nuevas ideas.
—Toma asiento por favor. Como te decía antes de ser interrumpidos; por
años nos hemos preguntado cual es el origen de la gravedad, sin lograr
nunca obtener alguna idea sólida al respecto.
—¡Claro Samuel! estabas a punto de enseñarme algo nuevo, ¿Verdad?
Asentí con la cabeza junto con una sutil sonrisa de niño travieso.
—Está bien, ¿Entonces las cuerdas vendrían a ser una especie de amarras
que mantienen en tensión al Universo? —preguntó Lana.
—Pero Samuel, para que fuera posible lo que dices, la materia tendría que
generar una especie de vacío de espacio-tiempo muy poderoso.
Cada átomo está conformado por una pequeña porción de «falso vacío
cuántico». Es el rastro del universo unificado donde no existe el espacio-
tiempo ni la masa, la supersimetría antes del Big bang. Luego la cuerda
unificada se rompió en infinitas cuerdas enrolladas. Cada cuerda cerrada
es una partícula.
—¿Que es un electrón?
—La verdad, es que las matemáticas solo nos entregan símbolos para
poder representar modelos; axiomas y topologías que nos permiten
visualizar y pensar sobre algo, y como el lenguaje, estos modelos no nos
prueban la sustancia de nada en lo absoluto.
—Es curioso que cuando quieres entonar una melodía requieres del
silencio, ¿No? —cortó Lana—. Necesitas de un campo de acción y este
parece ser el vacío cuántico. Como si una infinidad de pequeños agujeros
negros hubieran aparecido para interrumpir el falso vacío del Universo
unificado.
—¿Azúcar?
—No gracias.
Ahora imagina que tienes dos pistas de idéntica longitud por donde viajan
dos naves de luz. En la pista número uno, el espacio-tiempo se ha
dilatado mucho más que en la pista dos. En la pista uno, la nave tendría
que demorarse más en recorrer ambos extremos del camino, pero puesto
que para la luz se trata virtualmente de la misma distancia en ambas
pistas, ambas naves llegan mismo tiempo. En la pista uno, supuestamente
más larga, donde nos tomaría más tiempo en llegar a la meta, la luz no
puede acelerar más de lo que se le está permitido, entonces para llegar al
mismo tiempo que la nave de la pista dos, es el espacio el que se contrae.
—Es por eso Lana que si el tamaño del planeta es mayor, mayor será la
fuerza de empuje que ejerza la gravedad sobre los objetos, luego,… ¡Más
intensa será la aceleración que manifiesten!
12.– ¡Eureka!:
El verme proyectado al infinito entre dos espejos era algo que me había
fascinado desde pequeño, cuando imaginaba que yo era parte de un
infinito batallón militar.
Apenas el ascensor abrió sus puertas, tomé mi teléfono móvil para marcar
el número de Lana a quien le dije cuando contestó— Lana, mañana
debemos encontrarnos a primera hora en mi oficina, ¡tengo la topología
que necesitamos para nuestros cálculos!, ¡Estaba al frente de nuestras
narices, todo el tiempo!
Después de arribar a la Argentina junto con otros hombres del alto mando
alemán, una mañana del 29 de abril de 1945, Auricht había decidido viajar
al País del norte. Él estaba convencido de que era más seguro esconderse
al lado del enemigo que en un país lejano. En efecto, muchos nazis que se
refugiaron en Sudamérica, utilizando nuevas identidades, fueron
encontrados y extraditados a Europa o secuestrados y trasladados al
estado de Israel por el Mossad para su juicio, hasta pasados muchos años,
después de la caída del Tercer Reich en Berlín. Auricht en cambio, había
podido hacer su vida con total normalidad viviendo en Washington D.C.,
llegando a amasar una gran fortuna gracias a sus obscuros negocios con
el ejército de los Estados Unidos.
«Tito», decía tener en su poder los pasaportes falsos que Auricht junto a
su más fiel camarada Varick Trommler, habían utilizado para entrar al país
americano. Ambos pasaportes habrían sido emitidos por la Cruz Roja y
visados por el gobierno argentino.
–––…¿Qué es esto?
El hombre hizo una pausa acompañada de un largo suspiro como si por fin
estuviera descansando de una gran carga, llevada durante largos años.
Luego Roberto enfocó sus ojos en Marcus y dijo:
Al bajarse del bus, Roberto se sintió aliviado con una placentera sensación
de optimismo; había cumplido su misión —«Tal vez era momento de
volver a las aulas» —pensaba, cuando una voz ronca lo sacó de sus
nuevos anhelos.
—¿Roberto Beatia?
—El extraño dio una sonrisa burlona y disparó. Roberto fue enceguecido
por un intenso resplandor. Sintió calor en la frente mientras miles de
estrellas rodeaban su cabeza antes de golpear el pavimento de costado.
Shiva es quien danza para crear nuestra existencia ilusoria y pasajera; así
como también es la que destruye lo innecesario para guiar a las personas
en los tiempos de crisis o cambio.
En los archivos se indicaba que sus familiares perdieron todo rastro del
profesor y su familia justo después de su viaje a Alaska, donde eran
esperados por personal del proyecto HAARP para ubicarlos en una
residencia, donde vivirían mientras el académico desempeñara las labores
por las cuales fue contratado.
Una nota del cónsul en Alaska, indicaba que personal de HAARP no tenía
antecedentes de haber recibido al profesor como se había acordado.
Esa misma noche, el día en que fui visitado por los sujetos de HAARP,
después de llamar a Lana a la salida del metro, entré a mi casa y preparé
la tina para darme un baño. Comenzaba a desvestirme en mi habitación,
cuando el choque de una bala contra la ventana expulsó una pequeña
nube de cristales a un costado de mi rostro. Me arrojé al piso de
inmediato.
Cuando tenía doce años, una noche en la que no podía dormir, esperando
una más de mis pesadillas, encendí el radio. Al girarme en la cama, podía
observar por la ventana las luces de la ciudad y más arriba, el estrellado
cielo nocturno; solo así, después de un rato, podía entregarme al sueño.
—Iba a ser asesinado profesor —dijo Anan—. Corre peligro estando solo.
—Nikola Tesla para ser precisos —le dije al extraño, dándole una mirada
por sobre el hombro.
—Señor Wood. Muchos desearían tener ese poder y harían cualquier cosa
por conseguirlo, así como otros preferirían que nunca viera la luz, ¿No?
—Comprender los principios del Universo, ¿Ha pensado que talvez lo estén
espiando?
—¡Por supuesto que no!, solo quiero saber quiénes son ustedes o voy a
llamar a la policía.
—Hay muchas cosas por saber profesor antes de comprender bien cómo
funciona todo. Le aseguro que nuestra compañía le será muy provechosa.
Además, le daremos protección, poniendo todos nuestros recursos con tal
que no reciba otro ataque.
Todo ser consciente que exista en esta dimensión, solo podrá imaginar un
cosmos siempre en movimiento, más su realidad se sustenta en una
radiación que se propaga a partir de esta «dona», ubicada en un nivel tan
elemental y sutil que no se puede ver, pues no interactúa con la masa,
puesto que es demasiado pequeña.
—Ya. Ahora dígame, ¿Cómo pueden estar tan seguros de que yo podré
completar esta secuencia?, ¿Saben que hasta hoy ningún físico ha tenido
éxito en esta tarea?
—No soy conocedor de informática. Un chico de doce años sabrá más que
yo de computación, pero no puedo imaginar la existencia de un algoritmo
tal que funcione como una especie de oráculo. La realidad es tan confusa
que no creo en ningún juguetito que tenga la capacidad de la adivinación.
Para la ciencia actual el universo, al igual que el de los peces del acuario,
consiste sólo en aquellas cosas que se pueden ver o tocar o medir, aun
cuando todo lo que podemos ver y tocar es el resultado de lo que nuestro
cerebro nos muestra, evolucionado por selección natural a reaccionar solo
ante las cuatro dimensiones conocidas y no frente a una quinta.
Si recordamos la paradoja de Fermi y el principio de mediocridad de John
Richard Gott, podemos encontrar una aparente contradicción entre las
estimaciones que afirman que hay una alta probabilidad de que existan
otras civilizaciones inteligentes en el universo y la ausencia de evidencia
de dichas civilizaciones. Ante esta paradoja, ¿Podemos pensar que
podríamos estar confinados en un zoológico cósmico, mantenidos en
cuarentena por parte de seres superiores con el fin de observar nuestra
evolución hasta que alcancemos estados culturales menos destructivos
para el vecindario galáctico?
Esta es la razón por la que las cuatro fuerzas elementales que conocemos
de la naturaleza parecen diferentes. Nuestro mundo es una jaula para las
leyes de la física.
—Para que entienda cómo pudimos crear una dimensión más alta en
nuestros cómputos —continuó diciendo Raimon— y hacernos las cosas
más sencillas, pensemos en cómo eran las guerras para las civilizaciones
antiguas. Se desarrollaban campos de batalla donde reinaba la confusión y
la fuerza bruta, y los ejércitos más débiles sucumbían moviéndose a
ciegas, rodeados por todos lados, sin claridad alguna del enemigo.
Entre los nuevos algoritmos que hemos utilizado se encuentran las redes
neuronales, y su rendimiento ha sido espectacular, logrando predicciones
de manera eficaz para un espectro muy diverso de problemas.
Como ves Samuel, usar la fuerza bruta nunca fue el camino más
inteligente. Los algoritmos mantienen su linealidad aun cuando se incluya
un volumen descomunal de variables entre sus capas. El sistema seguirá
siendo plano sin adaptabilidad ni capacidad de comprensión. Como una
planilla de cálculos muy compleja.
—¡Probabilidades!
En una red neuronal, cada neurona se interrelaciona con otras para pasar
de tener la capacidad de resolver ante variables binarias con un verdadero
o un falso a responder con resoluciones que incluyen tendencias o
saturaciones hacia una u otra opción, es decir, aparece el poder de la
elección.
Así es como, en conjunto, las neuronas pueden no solo resolver entre las
opciones «AND» y «OR», también aparece la opción «XOR», cuya salida
puede ser verdadera aun cuando las entradas sean distintas a las
establecidas. Cuatro funciones sigmoides por ejemplo con orientación
diferente, en cada cuadrante, podrán formar una loma de posibilidades.
—¡Exactamente profesor!
La quinta dimensión es tan chica que no hay lugar para el espacio ni para
el tiempo. El tiempo y el espacio ahí son planos. Es el observador quien
amplifica su presente en tiempo y espacio para experimentar la realidad
material como la fusión entre lo pasado y lo futuro en un ambiente
dinámico.
Para usted o para mí, el tiempo parece tener una linealidad; una dirección
que adquiere sentido en la causa y el efecto, en un instante y lugar
determinado. En esta cadena de sucesos que hemos llamado «la flecha del
tiempo» existen reglas claras y difíciles de romper —Anan se acercó al
escritorio y tomando una figura aromática continuó diciendo—. Si tomo
esta figura de cerámica y la dejo caer al suelo, lo esperable es que se
rompa en varias partes y siga de esta forma. No es predecible que vuelva
a su estado inicial a partir de sus fragmentos. Esto iría en contra de
nuestro sentido común.
—¡No la deje caer por favor! —dijo Samuel al notar la motivación didáctica
de Anan—, es el regalo de alguien especial.
—Claro que es una idea conocida por lo menos hasta este punto —dijo
Anan—. Lo nuevo es considerar que no eres solo un espectador de esta
cadena de sucesos y podemos cambiar nuestro destino.
¿Esto nos indica que somos máquinas que gobiernan nuestros genes para
asegurar su existencia, y que no podemos elegir y solo somos
espectadores del libro de nuestra propia vida? —continuó diciendo
Raimon.
Aun no entiendo por qué el hombre prefiere creer que nuestra existencia
no es más que un grupo de pequeños ladrillos apilados, si la elección
depende de nosotros y de nuestra medición y visualización. Todo nace de
la información presente más allá del vacío cuántico y no desde lo material,
luego todas nuestras expectativas sobre lo que pueda ocurrir influirán en
los resultados.
Talvez una mosca que para nosotros nace y muere en tan solo un día, en
realidad experimenta una vida análoga a vivir ochenta años.
—No es nada agente Marcus; dígame, ¿En qué puedo serle útil?
—contestó George, sonriente.
Mire, …voy a serle franco. Yo no estoy aquí por una entrevista de rutina.
Vine para conocerlo —Dijo Marcus, acercándose un poco a Samuel,
apoyando el brazo en el borde del escritorio—. No me va a creer, pero…yo
sé mucho de su vida.
—Samuel…
—Samuel…
—Samuel, debes escuchar nuestro mensaje —cantaron las voces, esta vez
con un tono más potente, al tiempo en que el joven era abatido por una
fuerte descarga eléctrica que lo segó en una intensa luz blanca.
—¿Advertirme de qué?, …no he hecho nada malo —por fin respondió con
algo de angustia.
Había algunas voces cuyo tono era suave y otras muy agresivas que le
hacían sentir miedo.
¡Eres nadie!, …¡Eres nada!, ...¡Eres nadie!, …¡Eres nada! —repitieron una
y otra vez las voces, mientras Samuel se tapaba los oídos y cerraba los
ojos con desesperación.
La luz del sol que entraba por la ventana lo despertó, junto con el canto
de un millar de pájaros silvestres.
Los días de su juventud pasaron sin nada especial que recordar. Nunca
más pensó en lo ocurrido.
Esa mañana, el joven Samuel les pidió a dos de sus mejores amigos que
lo acompañaran a un lugar apartado para poder quemar sus registros. Y
así lo hicieron. En un viejo tarro de acero a los pies de un cerro cercano a
su casa, fueron consumidas sus ideas mientras los tres jóvenes miraban
embelesados el resplandor del fuego.
Capítulo 19
—¿Qué dices?, ¿Acaso te volviste loco?, ¿Por qué harías eso? —preguntó
sobresaltado el hombre—. Estudiar en la carrera de Música era todo lo que
querías hacer y ni siquiera has asistido a tu primera clase.
—Si papá, pero ahora quiero algo distinto. Esperaré un año y me inscribiré
en la carrera de Astrofísica de la Universidad de la República —respondió
el muchacho; ante lo cual, su padre reaccionó como si se tratara de una
broma.
—Pero, ¡Qué estás diciendo hijo mío, ¡Nunca has sido bueno con los
números! …y al parecer en esta carrera se necesitan muchas habilidades
para las matemáticas… que tú no tienes.
Samuel notó que sus habilidades intelectuales ahora eran mucho más
intensas, cambio que lo asoció con su paso a la madurez. Se sentía
vigoroso, y que nada le era imposible de realizar.
Así fue como un año más tarde rindió por segunda vez la prueba de
admisión a las universidades, consiguiendo obtener puntaje nacional en
varias disciplinas; lo que le permitió ingresar con beca completa de
estudios a la carrera de astrofísica como lo había decidido.
El padre lleno de orgullo organizó una cena familiar para celebrar el éxito
de su hijo. Todos los invitados, familiares y amigos, le felicitaron, mas su
repentino progreso fue algo inexplicable. Samuel los imaginaba diciendo—
«Tu siempre fuiste un alumno mediocre, ¿Cómo has logrado tan buenos
resultados en tus exámenes?» —se veía suspicacia en sus rostros cuando
brindaban.
Capítulo 20
—Si claro, es muy bonita —le contesté, mirando a la joven, quien sonrió
coqueta por mí alago.
—Por lo mismo, créame cuando le digo que pronto serán confirmadas las
tesis planteadas por los más ancestrales maestros del conocimiento y
serán coherentes con las ideas que juntos desarrollaremos.
—¿Podrás creer ahora que la luna existe solo cuando la observas? —dijo
Raimon, contemplando el cuerpo celeste que ya asomaba su solemne
circunferencia por la ventanilla.
—La verdad Raimon, es que aún me resulta increíble aceptar que una
vibración pueda presentarse como materia sólida al ser medida y que
además podamos interferir en su manifestación como energía y masa
—sostuve mientras tocaba mi reloj—. ¡Vaya que el tiempo parece volar
cuando se sostiene una entretenida conversación!
Dicho esto, Raimon cerró sus ojos y se mantuvo inmóvil por unos
segundos; momento en que el avión comenzó a recibir los embates
producto de la más terrorífica de las turbulencias que jamás me había
tocado experimentar.
—¡Lo Siento Samuel!, solo quiero mostrarle que si observa un papel justo
por el canto —tomó la bolsa de papel del asiento de Raimon—, podrá ver
una línea casi imperceptible, como una cuerda en silencio, ¿Verdad?, pero
si la arrugamos —arrugó la bolsa en forma de balón—, ya tiene un
volumen que puede golpearlo.
«Las turbulencias pueden ocurrir en cualquier lugar del cielo, sin embargo,
hemos experimentado una actividad inusual. En los innumerables vuelos
realizados en esta misma ruta, nunca habíamos tenido que sortear un
fenómeno parecido con este nivel de intensidad. Este fue un caso
anómalo, poco común, así es que estabilizado el avión no hay más que
temer. Las probabilidades de que volvamos a toparnos con una situación
similar son muy bajas. Los invito a que se relajen y disfruten el resto del
viaje»
—«Señores pasajeros, soy el primer oficial del avión. Les informo que nos
encontramos sobre el océano Atlántico. Llegaremos a la costa española en
dos horas, donde aterrizaremos para cargar combustible. Ante cualquier
consulta, favor anuncie su posición pulsando el botón de llamado de su
asiento. El personal a cargo le prestará la ayuda que necesite».
Cuando desperté, unos hermosos rayos de luz se colaban entre las nubes.
Raimon leía muy serio una revista.
—A su indeterminación.
—¡Por supuesto que sí!, los fotones son también partículas que al tener
energía van por el espacio-tiempo curvo, tal como si tuvieran masa, ¿No?
—mantuvo el silencio—. Sé que esperaba una respuesta más profunda,
pero primero debe asumir la real naturaleza del Universo, y por su
pregunta veo que aún no lo ha hecho —finalizó Raimon sin sacar los ojos
de su revista.
Esta teoría tiene su centro que son las cuerdas constituyentes. Explica
incluso que mientras más energía reúno, las fuerzas se unifican en una
sola cuerda en dimensiones más elevadas, pero pierde su centro cuando
busca resolver el origen de la gravedad de los planetas o determinar la
energía de un protón con cálculos extremadamente complejos que ni los
físicos entendemos. Todo se debe Russell a que nadie, hasta ahora, ha
encontrado una imagen formal clara y simple que explique el fenómeno.
Imaginemos que usted puede caminar muy rápido casi hasta alcanzar la
velocidad de la luz. Según la contracción de Lorentz, cuando un cuerpo se
desplaza provoca que el espacio-tiempo delante de él se contraiga para
equilibrar la ecuación de velocidad de la luz, dado que la luz no puede ir
más rápido. Entonces cuando usted comienza a caminar el tejido de
espacio-tiempo adelante suyo se contrae y mientras más se acerca a la
velocidad de luz, el espacio-tiempo, adelante suyo, se vuelve plano y se
contrae en un punto.
...Esto era lo que iba a mostrarle a Lana, pero las cosas fueron distintas.
Mi idea unificadora que por fin le daba sentido a la teoría de cuerdas con
la ayuda de una imagen relativista, tenía que esperar.
Capítulo 24
—¡Claro que sí! nos contaba acerca de la conversación que tenía con los
dos extraños sujetos en su viaje…
Anan que parecía ser el más didáctico de los dos personajes se acercó y
me dijo—La noción del tiempo y del espacio en el que nos movemos es
otorgada por nuestra capacidad de resonar con una ínfima parte de la
melodía emitida por cuerdas constituyentes que vibran en acordes hasta
ahora indeterminados a los que llamamos «funciones de onda cuántica».
—«Si Lana supiera las barbaridades que estoy diciendo» —pensé, cuando
volvía en mí el escepticismo que me caracterizaba desde que ingresé a la
carrera de Astrofísica buscando algo tangible para sostener mi vida— «Lo
ocurrido en el avión debió ser una gran casualidad».
Capítulo 25
En un día nublado, después de haber llovido toda la noche, los tres
salimos rumbo al museo arqueológico de Jordania a donde llegaríamos
luego de una hora de viaje.
En una de las paradas que tuvimos que realizar, obligados por el alto
tráfico de aquella hora, bajé la ventanilla para respirar el aire del exótico
lugar, cuando escuché un emotivo canto ceremonial que a través de unos
altavoces invitaba a los fieles a acudir a orar a una majestuosa mezquita
emplazada en la intersección de dos calles cercanas. El canto se podía
escuchar a varias cuadras del templo, cuyo blanco frontis ostentaba a
ambos lados dos colosales torres que se clavaban en el cielo como dos
columnas de sal. Me sentí sobrecogido.
Lo primero que vi, al subir por el acceso vehicular perimetral del complejo,
fueron las murallas de la antigua fortificación que rodean todo el parque
arqueológico. Arriba, distribuido en una extensa meseta, recorrimos un
impresionante museo al aire libre en donde puedes ver parte del
desarrollo de la humanidad.
Dicho esto, los tres subimos por una escalinata al centro de una sencilla
fachada de piedra. Atravesamos por el centro de un salón, rodeados por
distintas figuras de piedra que parecían darnos la bienvenida confinadas
en sus urnas de vidrio. Se trataba de las más antiguas estatuas que se
habían esculpido por alguna civilización humana.
—Mire profesor, el detalle con que fue grabado cada símbolo de estos
documentos. Observe los trazos y la estructura de cada grupo.
Dígame Tamiel, ¿En qué se diferencia este escrito a otros documentos que
usted haya estudiado, pertenecientes al mismo periodo histórico?
Capítulo 26
—El libro de Enoc profesor, cuenta la historia de 200 ángeles que fueron
expulsados del paraíso tras desobedecer una ley celestial que prohibía
cualquier enseñanza de ciencia o tecnología al ser humano.
En estas negociaciones fue llevado, sito textual, «sobre las montañas y los
mares hasta los siete cielos» y fue devuelto a la tierra por un plazo de
treinta días; período que tuvo para transcribir su experiencia. Finalizado el
plazo fue llevado de nuevo a «los siete cielos», lugar del que nunca más
regresó.
Como puede ver Samuel, hay mucho por conocer antes de encontrar
algún indicio que nos guie hacia las respuestas que buscamos.
—¡Interesante!
—Este documento no es una obra literaria como los demás, sino que es un
texto que algunos estudiosos identifican como un mapa que indica los
lugares en donde se esconden sesenta y cuatro tesoros que fueron
extraídos del templo de Jerusalén, antes de ser incendiado y destruido por
los romanos en el primer siglo de nuestra era.
3Q15
Como ve profesor, se trata de indicaciones muy vagas con las que se hace
muy difícil identificar algún emplazamiento concreto hoy en día.
Raimon caminó pensativo hacia una de las ventanas del recinto y después
de contemplar por unos instantes la ciudad volteó y dijo con seguridad
—Estimados, ¡Puede que los tesoros que se mencionan en este rollo talvez
ya fueron encontrados!
—Digo que estos tesoros podrían no ser objetos de plata, oro o piedras
preciosas, sino que pueden ser los manuscritos que ya fueron encontrados
en las cuevas, y tal vez otros por encontrar. Digo, me parece que en
aquellos tiempos se estilaba ocultar los conocimientos codificando su
contenido o ubicación por tanto las descripciones que aparecen en estos
manuscritos podrían no ser taxativas.
«En el pozo de la sal que se encuentra bajo los pasos hay cuarenta y un
talentos de plata».
—Quizás se trate de otro sitio —cortó Raimon— ¡Sin una orientación clara,
podríamos buscar por años sin tener suerte!
Capítulo 29
—Mi señor, imploro su atención —dijo con voz profunda el recién llegado.
Con una voz que parecía envolver todo el lugar, su maestro le habló:
—Mi amado Gabriel. Quieres interceder por Shemiaza una vez más. Sabes
que Enoc no tuvo mi aprobación y ¿Tú te atreves a solicitar su perdón?
—¿Acaso pretendes decidir por mí?, ...tú solo ves las cosas que te rodean,
mas yo las que vienen desde el interior.
Capítulo 30
podía dar rienda suelta a sus emociones —«Eso era cosa de mujeres»—.
Recordó lo que su padre le había enseñado a punta de golpes.
Rápidamente, los párpados que reconfortaban su pena, acariciando el
brillante lagrimeo de sus ojos, recalaron profundo en sus cuencas y sus
grandes ojos se enrojecieron por la ira. Eran duros recuerdos de Viena—
¡Maldita ciudad! Su falsa vitalidad multicultural me asquea, …solo se trata
de judíos. Ellos, junto a esa basura de políticos socialistas y marxistas
apuñalaron por la espalda a los alemanes… —declaró Hitler en la soledad
de su cuarto, mientras alzaba su mano derecha empuñada con el ceño
arrugado.
De pronto con el rostro impactado cuan súbita agonía, dejó caer la mano
sobre su pecho, justo cuando un fuerte y sostenido dolor le hiciera torcer
la espalda.
Recién despertando del desmayo una voz le llamó por su nombre. Miró
hacia ambos lados y descubrió que se encontraba tendido en el piso, en el
espacio que quedaba entre la pared y el costado de la cama.
Al mirar hacia sus pies, otra oleada de terror cubrió su cuerpo. Una
estilizada figura humana permanecía quieta, frente a su cama.
Hitler dio un grito seco, tapándose los oídos, justo en el instante en que
su cuerpo perdía el equilibrio y se iba con fuerza al piso, en dirección del
primer peldaño para impactar el rostro contra el lustroso parqué.
—¡Tranquilo, no tienes nada que temer, …no vengo a hacerte daño! —dijo
el extraño.
Los humanos son nuestra creación. Algunos más puros, están destinados
a gobernar a la humanidad por nosotros y tú eres uno de nuestros
elegidos.
Debes buscar al que conocen como «Herr Doktor», …Albert Einstein, pero
tu primera misión será investigar un pequeño partido llamado «Partido
Obrero Alemán». Este grupo es de origen nacionalista, pero tus superiores
lo desconocen y sospechan que puede tratarse de un partido socialista o
comunista. ¡Los sorprenderás con tu trabajo!
30.- El escape:
Sentado en un cómodo sofá, observé por la vitrina que daba hacia la calle,
un grupo de alrededor de diez vehículos negros que acababan de aparcar
en fila, frente a la entrada principal. A simple vista, pensé que se trataba
del arribo de alguna visita ilustre. En eso, sonó mi teléfono. Era Raimon.
—«Al final del corredor encontrará unas escalinatas que conducen hasta
los estacionamientos subterráneos y a la salida posterior del edificio. No
baje aún. Entre por la puerta que está a su derecha y escóndase en uno
de los baños. Espere ahí».
una pequeña sala con estantes guarda ropa y luego a una gran sala de
baños individuales y duchas.
Por su seguridad, debe venir con nosotros —dijo el hombre con un leve
acento asiático. Yo me subí sobre el retrete para poder ver de quien se
trataba.
Al mirar por sobre el panel del módulo, pude ver a un sujeto vestido con
pantalón y chaqueta de lino, todo de negro y que parecía ser albino por la
blancura de su cabello y piel.
Sus grandes pero almendrados ojos lucían bajo una discreta frente un
hermoso color violeta. Su rostro era simétricamente redondo; de mentón
recto con labios finos y pómulos prominentes. Una fisonomía con
marcados rasgos asiáticos.
Sin decir palabra alguna, salió del lugar y yo lo seguí corriendo por el
pasillo hasta las escalinatas. Entonces pude ver que el traje de Raimon
incluía en su espalda una capa cuyo aspecto era similar al plumaje de los
cuervos. Un especial tipo de escamas oscuras, alargadas y con un
llamativo brillo igual al del conjunto.
Miré hacia adelante y adiviné por la luz que entraba una salida disponible
hacia el exterior, pero las siluetas de otros tres sujetos más aparecieron
para bloquear el paso.
31.- El salto:
—¿Dónde estoy?
Ante la seriedad de Raimon y después de frotar mis ojos con los puños,
ladeando la cabeza para ambos lados como para salir rápido del
aturdimiento, murmuré más serio.
—Lo que sucedió profesor, obedece al control que nuestro grupo tiene
sobre una tecnología aún desconocida para el resto de los hombres, y es
la posibilidad de transportarnos en el tiempo. Es así como justo en el
momento en el que íbamos a ser alcanzados, pudimos dar un salto hacia
el futuro de seis meses.
—Pero, ¿Cómo fue posible algo así?, ¿De donde obtuvo la energía
necesaria para eso?, ¿Cómo resistieron nuestros átomos?...
—Entiendo bien su confusión. Se lo explicaremos más adelante. Todo en
su momento.
Capítulo 33
Los tres, nos dirigimos por un luminoso y largo pasillo hasta una puerta
que parecía ser una bóveda hermética. Raimon, dio un soplido sobre una
lámina gris que se encontraba en un costado y la puerta se abrió.
El hombre debió haber tenido unos sesenta años de edad, pero tenía una
estampa juvenil. Su piel se veía tersa y fresca, y su cabello ondulado
brillaba en un tono castaño claro, escasamente encanecido, anudado a la
altura de la nuca con un lazo.
Raimon me reveló algo que me resulta difícil de creer. Dijo que hemos
viajado seis meses en el tiempo, ¿Cómo puede ser?, Puedo aceptar en
teoría la posibilidad de un viaje al futuro si nos desplazáramos a grandes
velocidades, pero, ¿Es eso posible?
Capítulo 34
Así como las interacciones entre las fuerzas que conocemos —continuó
diciendo Maxwell—, se dan a través del intercambio de determinados
cuantos, en nuestra línea del tiempo se intercambian «cuantos de
memoria». Estos cuadros contienen cada estado idealizado de nuestro
entorno que evoluciona para que podamos comprender nuestras tres
dimensiones y el paso del tiempo.
—Si profesor.
—Bueno…
—Y si vamos un poco más allá con el juego numérico, podemos decir que
si bien, las dimensiones presentadas por la teoría de supercuerdas suman
una cantidad que se mueve entre un máximo y un mínimo de 10 y 26
dimensiones, podemos obtener un segmento de 16 dimensiones básicas
disponibles para componer todo nuestro universo, pero, si tomamos en
cuenta que nosotros vivimos inmersos en cuatro dimensiones, tres del
espacio y una del tiempo y ordenamos las 16 dimensiones básicas en una
trama de cuatro casillas, tenemos finalmente un número total de 64
modos por cada dimensión como ingredientes básicos para preparar la
receta de nuestro universo.
—Por supuesto que no. También es correcto afirmar que la densidad del
espacio-tiempo que experimentamos cambia según aumentemos nuestra
velocidad al movernos por nuestro cosmos cuatridimensional, ya que,
para avanzar, los cuerpos requieren de la aplicación de energía y como la
energía es igual a la masa, a mayor masa, mayor es la dilatación que
experimenta el espacio-tiempo a nuestro alrededor y mayor será la
contracción del espacio en el mismo sentido de nuestro desplazamiento.
Anan hizo una reverencia; gesto con el que pidió la palabra a su líder.
—Sabemos Russell que el sonido es una onda que viaja por un medio,
¿Verdad?
Recordemos que para los fotones desde el primer instante en ser liberados
su tiempo se detiene, entonces también el espacio lo hará para ellos. Por
tanto, la luz no necesita de un medio, ya que para la luz no existe el
espacio-tiempo.
Capítulo 36
35.- De Javu:
Las flechas del tiempo, tanto la del cosmos como la nuestra, se desplazan
por el mismo carril a una velocidad constante y no se pueden sobrepasar.
Sería como adelantar un ferrocarril moviéndonos en otro ferrocarril que va
más atrás por las mismas vías. Para lograrlo, debemos ignorar las cuerdas
que nos atan al universo y saltarnos el tejido de espacio-tiempo. Para esto
existen dos alternativas relativistas que utilizan correcciones de la
cuántica. Aplicamos la energía suficiente para enrollar el espacio-tiempo y
disminuir la barrera de potencial que nos separa de la espuma de
multiversos y luego esperamos que por el efecto túnel nuestra nube de
onda cuántica nos haga aparecer en un universo vecino similar al nuestro,
en un tiempo futuro o viajamos hasta acercarnos al perímetro de nuestro
universo para obtener el mismo efecto con el peligro de ser arrastrados
hacia su horizonte de sucesos. Sin embargo, existe una posibilidad distinta
que está basada en la teoría de cuerdas y es cambiar de tono o vibración
para materializarnos en el lugar del tiempo y el espacio que queramos.
Todas las cosas a las que se les deja de aportar energía están destinadas
a desmoronarse y desaparecer, pero la entropía no actúa en la quinta
dimensión, donde toda la existencia se presenta en un solo instante.
Esta experiencia muestra que las niñas en realidad son parte de la misma
cuerda resonante, cuyo tono, restringido en nuestro plano, se ha separado
en dos manifestaciones físicas distintas pero similares, en el mismo
periodo histórico del tiempo.
Cuando querías enfocar tu vista más allá del límite de las paredes éstas
perdían opacidad, tornándose transparentes para convertirse en
generosos ventanales. Todo el lugar era realmente alucinante.
¿Me acompaña?
—¡Claro!
Capítulo 39
—«¡Por fín!»…
—«¡Otra vez!»…
—En síntesis, tenemos que la palabra Edén tiene varios orígenes, mas por
su antigüedad una sola raíz, y representaría a «siete cúpulas flotantes,
donde reina un Dios, entre las cuales se encuentra un increíble huerto».
Una frase en el libro hace alusión al giro catastrófico sufrido por el planeta
venus. Dice que: «Tras la destrucción, el viejo león se dio media vuelta».
Otros estudios astronómicos definen que la última vez que este grupo de
estrellas brilló sobre los cielos nocturnos de Egipto fue justamente hacia el
9.700 A.C.
—Según lo que nos expone —dije levantando la mano—, pareciera ser que
a partir de unos cuantos grupos de homínidos erguidos, surgió de pronto
el hombre actual, ¿Qué factor podría haber gatillado esta improbable
aceleración evolutiva?
—Señor Redman; tengo muy claro que lo que les voy a contar provocará
escozor en mucha gente de ciencia y en más de algún escéptico o devoto
creyente dentro del público —dijo Samuel mirando por unos segundos a
un público expectante—, pero debo cumplir con transmitir todo lo que he
vivido para que finalmente sea el espectador el que saque sus propias
conclusiones.
Al ver que los demás entraban de nuevo al salón, Raimon sonrió y dijo—
Vamos profesor, tenemos que volver.
—Si, cuénteme.
—Se me ocurrió que los esenios no pudieron elegir otro lugar para
esconder un documento de tanta importancia más que un sitio que
representara para ellos algo trascendental e íntimo a la vez, de tal forma
que su búsqueda se hiciera difícil de realizar para otros.
Te advierto que se trata solo de una intuición, pero creo que el lugar
elegido pudo ser precisamente el punto en donde estuvo construido el
jardín del Edén —. Raimon se quedó serio mirando el piso por unos
instantes.
Será algo con que continuar. Hablaré después con Artagof para que nos
comparta un respaldo con los resultados de su investigación.
Lo creas o no, hace mucho tiempo gobernó la tierra una civilización que
nació como la primera especie inteligente del Universo, cuyo desarrollo
evolutivo los ubica en el tipo dos; una civilización cósmica que alcanzó a
controlar la gravedad y los viajes por el espacio-tiempo, proveniente de
una de las seis estrellas más cercanas a nuestro sistema solar.
Justo antes de que Shemiaza cayera al suelo abatido, uno de los vigilantes
lo tomó y lo llevó a una ventana de la nave mientras eran blindados por
otro grupo de compañeros fieles. El ángel abrió la ventana activando un
dispositivo manual y arrojó a Shemiaza al exterior para acompañarle,
seguido por el resto de vigilantes que los cubrían.
Mientras caían, el Edén se elevó rápido para desaparecer entre las nubes.
El grupo pudo salvarse casi en su totalidad al caer sobre los pantanos del
lugar.
—Adelante Samuel.
—Espero que no se ofenda por lo que le diré, pero usted puede estar
haciendo calzar todas estas pruebas en fabor de sus creencias personales.
—¿Las religiones?
Los documentos que buscamos, son el rastro de las últimas verdades que
han logrado llegar hasta nuestros días sobre el poder del hombre en las
antiguas eras.
Capítulo 45
Al mirar hacia atrás, desde el último asiento del furgón en el que iba junto
Raimon y otros cinco ocupantes, vi cómo nos alejábamos de la espléndida
fortificación en la que había pasado los últimos días. Era un grupo de
cúpulas blancas de diferentes tamaños que parecían ir desapareciendo
entre los distintos tonos verde del paisaje.
—¿Qué es esta cosa? —le pregunté a Raimon, cuando subíamos lento por
una de las escaleras de acceso.
En el interior nos esperaba una doble fila de butacas que miraban, desde
el eje longitudinal central de la cabina, hacia ambos laterales.
—Estamos muy lejos de Irak, sin embargo, nuestro viaje será breve.
Viajaremos en algo mucho más rápido que un Dron, ya verás —contestó
Raimon con una sonrisa.
—«¿Será posible viajar tan rápido?, ¿Me encontraba acaso en una nave
impulsada por deformación de espacio-tiempo?»
En teoría, bastaba con generar delante del móvil una gran masa para
deformar el espacio-tiempo y recrear la gravedad de un planeta,
permitiendo así su aceleración.
tradición bíblica, podría haberse encontrado el mítico Jardín del Edén, así
como increíbles secretos por descubrir.
Capítulo 47
Una vez que fue situado un punto de seguridad, bien iluminado, al interior
de la caverna, me decidí a ingresar al agua quedando otros dos ayudantes
en la superficie. La visibilidad era escasa, sin embargo, no me fue difícil
seguir el camino conectado a una resistente argolla que se deslizaba a lo
largo de la soga que se había dispuesto como guía.
Al salir del agua percibí un agradable aire fresco que debía entrar a la
caverna desde algún respiradero. Raimon permanecía de espaldas en
silencio junto a sus acompañantes, mirando inmóviles hacia la obscuridad.
En el acto, apunté con el foco de luz que traía conmigo hacia donde
Raimon miraba y pude ver dos majestuosas figuras que se alzaban a casi
ocho metros de altura. Las estatuas parecían estar talladas en roca
volcánica. Una de ellas mostraba rasgos masculinos y la otra femeninos.
Ambas lucían un robusto pero armonioso cuerpo desnudo; hombros
anchos y cabezas alargadas.
—He visto estas figuras y no me refiero a los Moais —dijo Raimon, quien
seguidamente le solicitó a uno de sus asistentes que fotografiara las
imágenes y se las enviaran a Tamiel para su análisis—. Necesitamos más
información acerca de su procedencia. Mientras tanto debemos seguir
investigando el lugar a ver que más encontramos.
—Bien, por lo menos tenemos algo para iniciar una nueva búsqueda —dijo
Raimon.
Capítulo 48
Me llamaba la atención cuando los veía llegar solo con un maletín; nada
de bolsos u otra cosa en donde traer comida, ropa o elementos
Fueron casi siete meses en los que no supe nada de ti. Todos me
preguntaban dónde estabas y no sabía que decirles. Incluso hice una
denuncia policial por tu presunta desgracia. Temí lo peor, considerando lo
que ocurrió con Hans.
En eso, Lana se percató de una figura que cruzaba uno de los pasillos
hacia el interior de la sala de estar. Le conté entonces que por mi
seguridad me encontraba con un resguardo permanente, así es que le
pedí que mantuviéramos la conversación en voz baja.
—No lo sé.
—Ni siquiera sabía en qué lugar del mundo me encontraba. Sin olvidar la
amenaza de aquellos hombres que atentaron contra mí vida en mi casa y
luego me persiguieron en el hotel. Tenía que ser cauteloso. Nunca recibí
malos tratos y a pesar de todo me sentía seguro.
—Lo que me parece más extraño —dijo Lana levantándose de su silla para
contemplar la calle desde la ventana— es la excelente calidad teórica del
conocimiento que te han dado. Estos supuestos científicos, cuyo discurso
parece haber sido sacado de libros de filosofía oriental, manejan una
excepcional elegancia en sus planteamientos acerca de la física.
¿Por qué Lana?, él sabía de mis sentimientos por ella, ¿Por qué tuvo que
seducirla?, si él tiene acceso a la mujer que se le plazca. Por fin cuando
mis sentimientos estaban claros, me enfrentaba a esto.
—¡Se lo que hago!, ¿Acaso eres mi padre? —fue lo último que me dijo,
antes de darme una última mirada que, adiviné, era de decepción y
desapareció tras la puerta de entrada.
—Usted dirá.
—La verdad es que no, no puedo. He estado muy ocupado estos días,
pero dígame, ¿Qué ha descubierto?, por favor sea breve.
¿Está insinuando que el proyecto HAARP tiene algo que ver con la
desaparición de Hans y los inusuales eventos climáticos que han ocurrido
últimamente?, ¿En qué han podido beneficiar estas catástrofes al gobierno
de los Estados Unidos?
Se trata de una firma cuya propiedad fue del señor Arthur Storm…y que
ahora es de su nieto Vladimir. No tengo pruebas de aquello, ya que sus
nombres no figuran en ningún documento oficial, lo que me lleva de
nuevo a un punto de partida —dijo Marcus bajando la mirada un poco
desanimado, pero en seguida clavó los ojos en Samuel y continuó
diciendo— …Arthur Storm fue un agente nazi, ¿Lo puede imaginar?
—Su verdadero nombre era Rudolph Auricht. ¿Estarán los nazis metidos
en mi caso?, pensé.
—¡De acuerdo Marcus!, seguiremos con esto hasta el final. —se animó a sí
mismo en voz alta.
Marcus giró el rostro para ver hacia el expreso detenido, justo cuando
abría sus puertas. Sintió el deseo de zafarse de la extraña, pero no pudo
con la curiosidad y dejó que el tren siguiera su camino. El hecho de que la
mujer le mencionara un manuscrito bastaba para despertar su interés.
—Al igual que como sucedió con nuestra inspiradora, madame Helena
Blavatsky, cada cierto tiempo los antiguos maestros toman a un elegido
para respaldar el conocimiento ancestral y regresar a la tierra los libros
sagrados del «Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal» y el libro del «Árbol
de la Vida Eterna» que han sido alterados, ocultos o destruidos.
—Sí señor —Marcus asintió con la cabeza—. Los árboles del paraíso son
los que aparecen en el Antiguo Testamento en el relato del Jardín del
Edén. Según el Génesis, estaba prohibido para Adán y Eva comer de los
frutos del árbol de la ciencia, mas no del árbol de la vida, y por
desobedecer el divino mandato fueron expulsados.
—Sí, conozco la historia…, pero, ¿Quiénes son los antiguos maestros que
usted menciona?
—Lo siento, pero debo irme —cortó Marcus, levantándose levemente del
escaño al sentir los silbidos de otro tren que se acercaba.
En las manos apropiadas estos libros pueden ser de mucho valor para la
humanidad.
—No entiendo a donde quiere llegar madame con todo esto —cortó
Marcus.
—Mire, la verdad es que no logro entender bien todas estas ideas propias
de la «New age». Lo único que me queda claro es que existe un grupo
muy bien organizado que parece estar en contra del desarrollo humano y
quiero saber de quiénes se trata y cuáles son sus intenciones.
—Señor Castell, ellos viven en la luz, ¿Puede usted eliminar su sombra sin
apagar la luz?
Cuando por fin veamos la verdad seremos libres, pero para que eso
suceda uno de ellos debe desaparecer, y uno de ellos son todos a la vez.
Un trozo de su universo se desmorona y todo desaparece; un trazo del
nuestro se ilumina y un nuevo todo renace.
—Sé que junto a Rama'el estuvieron estudiando los rollos del mar muerto,
¿Le dijeron también quienes fueron realmente los vigilantes?
—Hubo una vez un sabio patriarca llamado Amram, padre de Moisés. Una
tranquila noche, cuando se encontraba descansando en su choza, tuvo un
sueño muy especial. En este sueño, aparecían ante sus ojos dos hombres
muy altos, como nunca antes había visto, que discutían por la posesión de
su alma. Él les preguntó: «¿Quién sois, que tenéis poder sobre mí?»,
Entonces respondieron: «A nosotros se nos ha dado el poder y el gobierno
sobre toda la humanidad», y prosiguieron preguntando: ¿A quién de
nosotros escogerías tú para que te gobierne?
Entonces Amram levantó los ojos y vio que uno de ellos era terrorífico. Su
rostro era el de una víbora, vestido con una capa muy oscura con
destellos en tornasol. Entonces le preguntó, ¿Quién eres?, y él respondió:
«Soy un vigilante, mis tres nombres son Belial, Príncipe de las Tinieblas y
el Rey del Mal».
Esa mañana recibí el llamado de Raimon, quien me pedía volver con ellos
a Jerusalén para retomar la búsqueda del rollo de plata en el subsuelo de
aquella histórica ciudad.
Capítulo 52
Sin mucha dificultad, Storm pudo hacer ingreso al edificio, sorteando uno
de los muros perimetrales. Aún era joven y su entrenamiento incluía las
artes marciales por lo que su agilidad sobresalía del resto de las personas
comunes y corrientes.
—Mi señor —dijo con voz suave un hombre vestido con una túnica de
gruesas y oscuras fibras de lino, cuya capucha no dejaba ver su rostro.
Capítulo 53
Una vez instalado en Jerusalén, Samuel fue llamado por Raimon. —¡Claro
Raimon, ahí estaré! —respondía el profesor guardando seguidamente su
móvil.
Todo lo que hacía mientras esperaba el día de mi viaje, el que esta vez
realizaría sin acompañantes, era visualizar esta escena una y otra vez.
Solo pensaba en Lana, tratando de entender como las cosas habían
terminado de esta forma.
El resto sucedió tal como si se tratara del guion de una novela. Tal cual
como lo había visualizado en mi casa a excepción de una significativa
diferencia. Sus evasivas justo cuanto yo pretendía iniciar el tema acerca
de nuestra relación o sin darme cuenta me la quedaba mirando sin hablar
como hipnotizado, sumergido en la profundidad de sus ojos, me indicaban
que Lana mantenía su sentimiento de amistad hacia mí y su decisión de
acompañarme tenía en efecto el objetivo de alejarse de George.
Raimon, ¡Esto parece ser una de las descripciones que nos faltó por
descifrar! —exclamé apuntando hacia la antigua edificación—. Según esto,
se encuentran diez documentos escondidos en un canal que debiera salir
desde aquel punto.
Nos adentramos unos metros más, aguas abajo, llegando hasta el costado
de una cámara por donde entraba y salía el agua que descendía por un
canal desde el estanque. Con la ayuda de picotas, se removió la parte
superior de la cámara y en su interior encontramos diez placas que
parecían ser de plata, de unos ochenta por sesenta centímetros cada una,
cubiertas por una especie de cera protectora.
—¡Aún resta un lugar por encontrar! —exclamé con fuerza, logrando sacar
por un segundo a los hombres de su tarea.
«En el pozo de la sal que se encuentra bajo los pasos, hay cuarenta y un
talentos de plata». Esta es la última indicación y es la más enigmática de
todas las referencias. «Bajo los pasos», ¿Querrá decir bajo tierra?, el pozo
de sal debe tratarse, en mi opinión, de una mina de sal.
3 Él les respondió: La luz camina como el agua del rio; veintisiete mil
setecientos setenta y siete berus completan cada paso.
Y fue que después de oír que lázaro estaba enfermo de muerte, Jesús
volvió con sus apóstoles a Judea.
Y continúo…
Pilato le dijo entonces: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra tuya?,
¿No temes por tu suerte?
2 Mis pies están amarrados a este reino solo con un hilo de oro. Y el
mismo hilo que me liga a mi amante y a mis enemigos.
¿Cómo es posible que estas ideas puedan provenir de una cultura tan
antigua? —exclamó Lana.
—Lo llamaré en seguida para coordinar una reunión acá en el hotel, ¿Le
parece profesor? —propuso Tamiel, tomando su teléfono móvil para
marcar un número.
Capítulo 55
54.- Jesús:
—¡Saludos Samuel!
Sin entender aún que relación podrían tener los vigilantes, los esenios y la
figura de Jesús, decidí plantearle a Raimon mi idea de buscar bajo las
quince estaciones del Viacrucis.
—Solo puedo decir que, según como está escrito, él nunca murió
—contestó Raimon, dejando unos billetes en la barra por la cuenta de su
consumo y el nuestro para luego marcharse.
Después de un par de días y en plena noche con el fin de eludir a los miles
de visitantes y el estricto resguardo armado que el ejército musulmán
hacía en las calles, comenzamos con la búsqueda de las cuarenta y una
placas faltantes según la cantidad descrita en el rollo de cobre
descendiendo, según mi idea, bajo tierra a través de la formación
descubierta hasta situarnos bajo el inicio del recorrido de las estaciones
que se creía habían conformado el trayecto de Jesús, cargando su cruz,
camino a su muerte. Se trataba de la llamada «Vía Dolorosa». Un
recorrido a lo largo de unos 400 metros a través de estrechas calles, en la
vieja ciudad de Jerusalén, en la que se encuentran marcadas nueve de las
quince estaciones del Viacrucis. Las restantes, se ubican al interior de la
Iglesia del Santo Sepulcro.
Nuestro avance terminó en una robusta losa que fue derribada con el
manto de resonancia utilizado anteriormente.
—¡Treinta y nueve! —interrumpí para corregir la cifra dada por Lana —Leí
una vez que habrían sido treinta y nueve latigazos.
«Cuarenta menos uno» era la expresión que se usaba para el castigo dado
a un infractor de la ley. Por una parte, la cifra era una muestra de
misericordia para no herir al condenado más de la cuenta. Esto estaba
estipulado en la Ley de Moisés que no permitía que las penas fuesen
excesivas. El castigo debía tener un propósito correctivo más que
vengativo o cruel.
—¡Cuarenta y uno! —cortó Raimon—. Cuarenta más uno fueron los azotes
que recibió, ¿Por qué creen que los tesoros que encontramos aquí son
precisamente cuarenta y uno?
Por el sonido de sus pisadas en las piedras, adiviné que un grupo de unos
diez sujetos bajaban por el terraplén de acceso hacia el interior de la
formación.
—«Tal vez podamos salir al exterior por otro lado» —pensaba, cuando un
sujeto apareció entre la humareda cayendo al piso, al parecer muy mal
herido. Se trataba de Raimon quien nos miró y gritó— ¡Corran y vayan
con Maxwell!
Capítulo 57
Uno de los soldados presentes le agarró los vestidos y los desgarró hasta
que su pecho quedó al descubierto.
Así quedó, durante lo que para él fueron horas, en las cuales creyó haber
dormido por lo menos en tres ocasiones producto de su estado de shock.
—¡Flagrum taxillatum! —gritó uno de los soldados. Al mirar notó que otro
soldado le alcanzaba un curioso objeto desde un mesón de madera.
Sin aviso previo comenzó a sentir uno a uno los flagelos de aquel
instrumento y a pesar de la brutalidad de los golpes, el hombre agradeció
a la noble herramienta que había asumido el papel de ser la primera en
ungirlo como el asiento en el cual la humanidad obtendría el descanso
prometido.
Los soldados romanos tomaron este acto como una burla, un desafío a su
autoridad. Y al no estar obligados por el límite de azotes definido por la
ley judía, colgaron nuevamente al condenado y le dieron azotes hasta que
se cansaron.
Su respiración era cada vez más dificultosa y sintió que su pecho saltaba
al ritmo de las palpitaciones erráticas de su corazón y un persistente
deseo de orinar se hizo su fiel acompañante.
Al desatarle las cuerdas, cayó sin fuerzas sobre el charco de sangre que
había emanado de su cuerpo y un ardiente malestar lo envolvía por
completo. El dolor era ahora su única existencia.
Capítulo 58
—Si lo desea le puedo dar ahora mismo una muestra, pero antes debe
hacerme llegar el protocolo con su firma para liberar los fondos que le
pedí.
Créame que nuestros esfuerzos en retro ingeniería nos han llevado una y
otra vez al fracaso —continuó diciendo Lobo uno, cuyo nombre era Roger
Bennett, un alto comandante de la fuerza aérea de los estados unidos.
Capítulo 59
58.- El prisma:
…Lograron llevarse las placas que encontramos. Esto es algo muy grave.
No me importaban las famosas placas, solo quería a Lana con vida. Pensé
en salir de alguna forma del lugar y buscar ayuda policial, pero tendría
que haber explicado el contexto surrealista en el cual habían sucedido los
eventos. Lo más probable es que habrían terminado culpándome de su
desaparición.
—¡Sé que Lana está viva!, ¿Qué es lo que podemos hacer para rescatarla?
—La tenemos. El grupo que nos atacó formaba parte de nuestra propia
organización, pero se apartaron de nuestros objetivos, liderados por un
desalmado ex Nazi llamado Rudolph Auricht.
Se cree que con la ecuación del todo se puede controlar el poder del
cristal. El que fácilmente se puede desbordar y provocar una singularidad
que podría poner en peligro la existencia de todo el universo.
—Por ahora los hombres de Auricht solo han podido intervenir en el clima,
provocando distintas catástrofes como parte de la estrategia militar
aprobada por algunos altos mandos del pentágono a cambio de grandes
sumas de dinero.
—Así es. Nosotros descubrimos este elemento que puede alterar los
campos electromagnéticos cercanos y a partir de aquello sintetizamos el
cristal, cuyas propiedades superan la resistencia de cualquier material
conocido.
—Cuando uno de sus hombres me cubrió con su capa, tuve unas visones
de HAARP. Aun soy escéptico en estas cosas, pero si sirve de algo…
—El lugar estaba rodeado por un camino y al centro se veía una extensa
cancha con antenas.
—¿Color?, ... ¡Claro que sí!, recuerdo un color. Pero pensé que se trataba
de un simple tono, seleccionado para destacar diferentes zonas se uso
práctico.
—Como le dije fue solo una visión, pero en vista de todo lo que he visto,
nada me sorprende…recuerdo unas líneas pintadas de verde en el
pavimento.
—¡Ahí está lo que buscamos!, gracias Samuel. Prepararé todo para salir lo
antes posible.
Capítulo 61
—¡Bien!
Avancé siguiendo el débil sonido que emitía el hombre hasta que entré a
lo que parecía ser un laboratorio. Después de una dificultosa inspección
visual, seguí sus llamados hasta una pequeña oficina. Solo podía distinguir
siluetas en la obscuridad gracias al resplandor de los leds de algunos
artefactos electrónicos que se encontraban energizados.
—Debes irte Samuel. Pensaron que yo los podía ayudar, pero no…
Me lo preguntaron una y otra vez, … una y otra vez. Eran cientos de ellos.
—¡Voy a sacarte de aquí Hans!, pero por favor guarda silencio, … nos
descubrirán —le imploré, justo antes de que se desplomara en mis brazos.
Capítulo 62
61.- La singularidad:
—¿Dónde estoy?
—Los Vigilantes han sido los que nos han enseñado este poder y por ese
motivo ustedes los han perseguido —interrumpí.
—¿Sabes que es muy poco probable que seamos los únicos? Los números
apoyan la probabilidad de vida extraterrestre, dada la cantidad de
planetas que existen en el cosmos.
—Son los costos asociados a nuestra ayuda, pero créeme que nuestro
trabajo es fundamental para la futura existencia de nuestra especie.
Buscamos recomponer al ser humano, entregándole las herramientas que
no tuvimos en nuestro pasado.
Capítulo 63
Todos los componentes del equipo con los que has interactuado durante
estos meses son en verdad agentes que defienden los intereses de una
esfera de poder muy influyente y que supieron perdurar desde que
aparecieron en la primera mitad del siglo XX hasta el tiempo en el que tu
vives. Ellos son una facción aún activa del tercer Reich.
—¿Para qué?...
Todos los adelantos que los hombres puedan llegar a alcanzar en el futuro
dependen de este códice.
Con lo que han obtenido de ti hasta ahora fue suficiente para crear todo
su equipamiento. Imagina cuando tengan la ecuación del todo.
Tuvieron que pasar siete años, después de que Albert Einstein publicara la
relatividad especial para ser tomado en cuenta, en los que tuvo que
ganarse la vida como un empleado de tercera clase, en una oficina de
patentes. Cuando se hizo popular, se decía que solo tres personas en el
mundo podían comprender su teoría.
—Lo harás pronto. Es la primera vez que alguien está tan cerca de
conseguirlo.
—Tu miedo al fracaso es tal que has evadido el amor por años. ¿Estás
dispuesto a sacrificar a Lana por guardar tu secreto?
Algo no iba bien con la insistencia de este ser angelical. Al fin, una
mentira sobre otra es sumamente difícil de identificar. Quizá se trataba de
un engaño más para obtener de mí la famosa fórmula.
—¿Puedes decirme que significan esas palabras? …No es primera vez que
las escucho.
Capítulo 64
—Si, en este caso … ¡Estoy de acuerdo con eso! —interrumpió Albert con
entusiasmo, pero con un dejo de cansancio en su voz.
Siempre he creído que la ciencia sólo puede ser concebida por quien, de
manera profunda, se encuentre «empapado» de religiosidad y sienta un
impetuoso deseo de obtener la verdad de las cosas.
—«La ciencia sin religión es coja y la religión sin ciencia es ciega», dicen
por ahí, ¿No? —cortó Albert sonriendo.
¿Cómo se puede premiar o castigar a los hombres por sus actos, ante tal
ser todopoderoso?, ¿Cómo entender esta paradoja con la bondad y
rectitud que se le otorga a Dios?
—Le contestaré con las mismas palabras que Einstein talvez hubiera
elegido; «Como hombre de ciencia, mientras esta idea pueda refugiarse
en aquellos lugares en los que aún no ha logrado caminar el conocimiento
científico, no podré refutar nunca la existencia de un Dios personal que
interviene en los hechos de la naturaleza y del hombre».
La naturaleza sólo nos muestra la cola del león, pero no tengo duda de
que un león se encuentra delante de ella, aunque no pueda mostrarse de
una vez debido a su enorme tamaño.
Darse cuenta que en cualquier cosa que pueda experimentarse hay algo
que nuestra mente no puede y quizás nunca llegará a entender y cuya
belleza y sublimidad nos llega solo como un reflejo débil e indirecto, es la
fuente de mi religiosidad.
—Tanto más evolucionado sea el espíritu del hombre, Albert, más cierto
resultará que el conocimiento racional será el rumbo hacia la verdadera
religiosidad y no la culpa ni el miedo a algo «humanamente divino».
—Quiere decir que estos tipos a quienes usted ayudó, finalmente, ¿Lo
engañaron con esa historia de seres superiores en pugna, ángeles y
vigilantes?
Pero existe una cierta posibilidad, poco probable, de dejar de ser árboles
en el viento y es despertando en la verdad.
—El camino correcto es el que nos lleva hacia el poder de la fe. Cuando
veas que tu fe ha movido una montaña sabrás que te encuentras
finalizando el buen camino, y cuando por fin logres entrar en la verdad ya
no tendrás que seguir el camino, porque tú serás el camino.
Capítulo 66
—¿Y qué sucedió al fin con la ecuación que tanto buscaban?, ¿Pudo
obtenerla a partir de estos antiguos documentos?
Russell abrió sus grandes ojos —Quiere decir entonces que… —Samuel
asintió con su cabeza y dijo— Si. Hasta hoy soy el único en la tierra que
conoce la secuencia.
—¿No teme que, en este mismo instante, allá afuera lo estén esperando
agentes federales para detenerlo y obligarlo a hablar?
—¿Por qué estos seres no quieren nuestro despertar profesor?, ¿En qué
les perjudica a ellos nuestra evolución, tratándose de una raza tan
avanzada?, podrían buscar otro planeta y ya, ¿No cree?, No me quedan
claros sus propósitos.
—Ellos no son de este mundo y tampoco de esta existencia. Son seres que
habitan una dimensión más elevada que la nuestra. Si nuestro mundo
despierta, su universo desaparece.
—Me preocupa su estado de salud profesor, ¿Será que es producto del uso
del poder?
—Usted mismo nos contó acerca de las consecuencias físicas que arriesga
el que experimente con el poder que usted ha conocido.
66.- El espíritu:
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EL ESPÍRITU
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3 Como un estruendo de los cielos; un gran bullicio que brama como olas;
como muchas aguas resuena el estruendo de espadas, la voz de las voces.
Este segmento nos habla del primer principio del noúmeno: «La materia
es mente». La energía se hizo mente interpretando como «tonos
musicales» agrupados en «acordes» funciones bien definidas de la cuerda
primordial que yace en la quinta dimensión.
«Porque no eres más de lo que mi Padre es», quiere decir que somos
parte de un todo cuya composición no es la unión de sus elementos, sino
que es un conjunto indivisible.
4 Para separar la noche del día; y sean por señales, y estaciones, y sus
días y sus años.
Los ingenieros del CERN que observan las colisiones de partículas han
observado que al fusionar una partícula no se obtienen partes más
pequeñas si no que se crean nuevas partículas de vida muy corta.
67.- El cuerpo:
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EL CUERPO
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2 Así que tú, hijo mío, descansa en la gracia que es en Cristo Jesús.
4 ya que no se deben mirar las cosas que se ven, sino las que no se ven,
porque las cosas que se ven en el firmamento son temporales, pero las
que no se ven son eternas.
68.- La ilusión:
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LA ILUSION
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2 deberán salir los ancianos y los jueces de las ciudades que están
alrededor para medir la distancia hasta cada pueblo y así determinar
quién debe darle sepultura.
5 Entonces vendrán los sacerdotes que a ellos los escogió tu Dios para
decidir en su nombre; más nunca conocerán la distancia que los separa; Y
por la palabra de tu Dios se determinará quién cargará con el muerto.
—Está claro, ¿No? Todo lo que el hombre pueda medir es ilusorio, así
como el movimiento, las distancias, el tiempo y la gravedad que lo ancla
al piso. La verdad es indescriptible e inconmensurable y supera nuestras
cuentas.
A Adán Dios dijo: Por cuanto obedeciste la voz de tu mujer y comiste del
árbol del cual te ordené, diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra
por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
2 Mas nunca será la carga tan pesada para que tus piernas se dobleguen,
ni la prueba tan dura para hacerte padecer.
69.- La proporción:
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LA PROPORCION
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Y dijo Jesús: Así que, no está ciego el que no ve, sino el que no quiere
ver; porque nada hay a encubierto que no haya de ser visto, ni cara
oculta que no haya de voltearse.
3 Mi padre me dijo: Vosotros sabéis que dos hijos me dio a luz mi esposa;
uno salió de mi lado, y pienso de cierto que será despedazado. El otro
permanece a mi diestra; pues es hombre quieto, que habita solo en mi
reino.
Capítulo 71
Una vez leído el evangelio, guiado solo por mi intuición, recordé una vez
más la tarjeta estereográfica que aun guardaba. Levanté una de las placas
y concentré la mirada en la agrupación de segmentos de líneas continuas
y quebradas que estaban grabadas en ella.
¡He aquí las variables de nuestra existencia! —grité, alzando los brazos.
Pensé entonces que— «La secuencia debería incluir las otras dos
variables, relacionadas por medio del símbolo de proporcionalidad. La
espiral que simboliza a la energía y la masa, y…»
Has dado con la única puerta al poder que tu especie ha estado deseando
por miles de años.
¡Lana te amo!...
Pensé que era un sueño cuando Lana me abrazó. Algo distinto había en
ella. El color de su cabello era levemente más claro y sus ojos ahora
tenían un tono verdoso, y el cielo; sus colores eran algo surrealista con
arreboles amarillos y violeta.
Después de mirarnos por unos segundos nos besamos por primera vez. En
ese momento noté algo en mi bolsillo, era la tarjeta estereográfica que
aún guardaba. Le eché un último vistazo y la lancé con fuerza hacia el
interior del gigantesco agujero.
—¡Abajo Samuel! —un grito seco, seguido de dos disparos me sacó del
placentero trance amoroso. El agente Marcus Castell empuñaba su pistola,
de la que brotaba una tenue humareda.
Antes de salir del set, al volver la vista atrás, Samuel notó que en la silla
en la que estaba sentado había olvidado un pequeño papel en el que había
dibujado, mientras daba su entrevista, una simple secuencia de tres
símbolos que encerraban en sí toda nuestra existencia.
Epílogo: