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HILANDO EL FUTURO EN LAS MONTAÑAS

Por: Krisia Espinoza

Los extensos dominios territoriales del Apu Pariacaca dieron fruto a una de sus hijas,
bendecida en el ancestral arte de tejer, Mariela Lázaro Reyes. Y es que a sus cortos
siete años desplegaba su pasión en el hilado y tejido con mucha facilidad. Su madre
dedicada al pastoreo de alpacas y teniendo un guardaparque como padre influyeron en
ella, la pasión por conservar y potenciar sus técnicas heredadas de sus antepasados.

Pero la vida en las alturas de las montañas no es fácil. Por ello, a insistencia de sus
padres descendió de las cumbres del anexo de Yupanca al distrito de Tanta (Yauyos-
Lima) para iniciar sus estudios escolares. Sus abuelos fueron artesanos y le
transmitieron el don que su abuela Dolores Jiménez, con el tiempo, se encargó de
fortalecer.

Aunque sus padres se oponían el tiempo que dedicaba a sus tejidos, Mariela se
empeñaba en Puchcar (hilar) las fibras de alpaca y tal vez, por esta razón a los ocho
años creó un múltiple accesorio para el juguete de su hermano, una gorra que era
pasamontaña y chullo a la vez. La ágil destreza de ‘Mary’ atemorizaba a su padre que
ese pasatiempo dedicado por su hija, le impidiera continuar los estudios universitarios,
“¿no te cansas de tejer? tienes que estudiar, Mariela” le repetían.

Hoy en día, Mariela es contadora de profesión, aún se dedica al tejido de diversas


prendas a través de su empresa TEXTANTA y ganó, consecutivamente, la Feria Nor
Yauyina a “Mejor artesana” en el 2019, 2018 y 2017. Muy ligado a su pasión, ‘Mary’
ejerce su carrera en un emprendimiento para producir hilos de fibra de alpaca en la
comunidad de Tanta –a más de 4 000 m.s.n.m.- con mujeres artesanas del lugar, a fin
de diversificar la oferta de productos y abrir el acceso a mercados justos con equidad
de género.
Publicado en octubre de 2019 / revista Gazeta magazine

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