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EL SATANISMO COMO EXPRESION DE LA

PRECARIEDAD DE LA SOCIEDAD.

En los últimos años, el fenómeno del Satanismo ha


reaparecido en formas llamativas. Se ha encontrado en el Satanismo un
buen motivo para aumentar lectores y oyentes en los medios de
comunicación. Además de algunos medios, también publicistas y
propagandistas, cantantes de rock… y toda una pléyade de curiosos
personajes, han campeado a la sombra de Satán. El Padre Carlos
Arboleda, experto del Observatorio Pastoral del CELAM, explica este
fenómeno del Satanismo como una expresión de la precariedad de la
sociedad.

Pretendemos en este estudio, mostrar una versión más objetiva del


fenómeno, tratando de salir de lo simplemente morboso, publicitario y
con fines económicos. Pasar de la visión superficial de la llamada
“cultura del amor al mal”, para tratar de ir a lo que subyace detrás y
que es la esencia y fuente del satanismo.

Del satanismo contemporáneo hablaremos solamente de dos aspectos:


la posesión diabólica y las sectas satánicas.

1. LA POSESION DIABOLICA

La primera, la posesión diabólica, muy en boga en los siglos a caballo


entre la edad media y el renacimiento (y especialmente en el siglo
XVII), había pasado a lugares muy secundarios en la época de la
modernidad, especialmente tras los primeros estudios de la sicología y
la siquiatría. En los últimos años del siglo XX, gracias al pentecostalismo
protestante primero, y luego al movimiento carismático, en sus formas
más extremas y acríticas 1 , se ha venido creando toda una mentalidad
de la acción cotidiana y extraordinaria de Satanás. Así surgieron las
fuertes iglesias pentecostales de Africa, América del Norte y Suramérica,
expresándose en verdaderas mega-iglesias, de rápido crecimiento y que
se han convertido en verdaderas multinacionales. 2

1
Es de notar que algunos estudiosos colocan al pentecostalismo como un movimiento de protesta a la anomia
social y a la esclerotización de las instituciones religiosas. Cfr, Cartazo Rolim, F, Pentecostais no Brasil.
Uma Interpretaçao do Protestantismo Brasileiro, Río de Janeiro, Voces; Bastian, J.P., Breve historia del
Protestantismo en América Latina, México, CUPSA, 1986
2
Beltrán Cely, William Mauricio., Fragmentación y recomposición del campo religioso en Bogotá. Un
acercamiento a la descripción del pluralismo religioso en la ciudad. Bogotá, Universidad Nacional de
Colombia, 2004. Este autor hace un buen estudio de las megaiglesias en la ciudad de Bogotá con énfasis en
los grupos pentecostales. .

1
Una de las características del pentecostalismo es la insistencia en buscar
explicaciones sobrenaturales a hechos naturales. Así interpreta los
problemas de la humanidad como signos del reino de Satanás. Nuestra
lucha es contra espíritus de arriba y no contra potestades de este
mundo, indican. Medio para luchar contra el mal presente en las
personas, es la interpretación de los signos negativos del sujeto como
posesión, molestia, infestación por parte de espíritus, y la solución
recurrir a exorcismos y oraciones de liberación, para sanarlo. El
concepto de “guerra espiritual” es fundamental en la mayoría de los
grupos pentecostales. “La "guerra espiritual estratégica" es la aplicación
de una serie de «técnicas» orientadas a "atar" a las potestades
satánicas, según su jerarquía, para que la evangelización tenga los
frutos o resultados esperados.” 3 Prácticamente, para los pentecostales,
la guerra se da entre los hombres espirituales y los satanistas, pues
éstos son los mediadores de Satanás. Y Satanás es el causante de las
depresiones, la angustia, el sufrimiento, la homosexualidad, la guerra, el
odio, la rabia, la soledad, la pobreza, etc. Todo tiene una causa
sobrenatural y la solución es el exorcismo y la liberación, armas
principales de la guerra espiritual.

Qué decir de estas posesiones? Un estudio realizado en la


Universidad Pontificia Bolivariana por el grupo “Religión y Cultura” sobre
31 personas con supuesta posesión diabólica, llegó a las siguientes
conclusiones:

• En los 31 casos evaluados (100%), se encontraron signos y


síntomas de tipo orgánico y emocional que justifican intervención
médica y/o siquiátrica.

• Veinticuatro de los sujetos (77.4%) reúnen criterios de


investigación según el DSM-IV, para establecer el diagnóstico de
Trastorno disociativo de trance.

• En estos casos se estableció además otro diagnóstico de


comorbilidad siquiátrica en 13 casos (54.1%)

De ahí, el grupo presentó las siguientes pistas de futuros trabajos en


este campo:

3
Campos, Bernardo. La guerra espiritual un desafío a la misiología actual. Red de teólogo(a)s e
Investigadore(a)s Sociales del Pentecostalismo en América Latina y El Caribe. (RTISPALC).
http://www.geocities.com/atipalc/guerra.html.

2
- Aumento en el Área Metropolitana de Medellín de los casos de
posesión, exorcismo y trance. Aparecen ligados a la situación carente
de la sociedad, a las dificultades que presenta al individuo una
sociedad golpeada duramente por la recesión, la inseguridad y los
problemas de transición de una sociedad premoderna a una
moderna.

- Frente a esa situación carente, la presencia de los fenómenos


religiosos conocidos como pentecostalismo y renovación carismática,
son una respuesta que pretende dar sentido y solución a los
problemas de carencia y marginación, haciendo una explicación
religiosa de algo que es simplemente natural y explicable por las
ciencias.

- La persistencia de una sociedad que culturalmente es todavía


metafísica y religiosamente influida por el paradigma cristiano, hace
que la figura del mal personificada en demonios, espíritus u otros
seres esté presente en forma significativa y permite que el recurso a
la posesión sea plausible. Si toda la sociedad, o al menos un sector
mayoritario, acepta la posibilidad de posesión ésta se realiza y se
convierte en capital simbólico al que se puede recurrir para dar
sentido a la vida en sus momentos difíciles.

- En los casos estudiados, se presentó sintomatología psiquiátrica y


sicológica, además de influencia sociocultural.

Como muestra, presentamos algunos testimonios de vida:

“Fuimos tres hijas y cuatro hombres. Mi papá y mis hermanos


trataron de violarnos cuando estábamos más pequeñas. Yo tenía
siete años. Mi papá ya murió de tomar aguardiente. Mi mamá está
conmigo. Mi papá una vez me iba a tirar al río. Iba a la casa sólo a
pegarnos. Me dio un machetazo en la cabeza. El papá nos dio mala
vida. Tenía dos fincas y se las bebió. Mi papá tenía unos libros con
dibujos con cachos y con cola”.

Otra mujer dice:

“Siento cosas que no son mías. Quedo inconciente cuando rezo…


Me dolía el abdomen pero ya no. Era por lo que tenía y aquí me lo
sacaron con la oración. En el momento de la oración, en alguna
ocasión, me salieron gusanos del cuello. Sufrí ataques de mujeres
homosexuales pero sin suceder nada. A los diecisiete años me

3
violaron tres de los vecinos pero me lo callé por temor. Tuve
violaciones y relaciones muy repetitivas. Llegué al aborto por una
relación… estaba sola, sin trabajo, no tenía a nadie. Tuve cuatro
hermanos todos de uniones distintas. Tuve intentos de suicidio”.

Un exguerrillero cuenta:

“Fui guerrillo. Maté a un indígena. Ahora el indio vudú me posee.


Mi papá era muy grosero y nos trataba mal. Consumí marihuana
desde los ocho años hasta los treinta y tres.”

En ninguno de los 31 casos se presentó posesión diabólica, según los


criterios teológicos oficiales de la Iglesia católica. 4

Es de anotar que la Iglesia católica no niega, y está dentro de su


doctrina histórica, la posibilidad de la posesión diabólica. Desde el
Concilio de Braga en el año 561, pasando por el IV Concilio Lateranense,
Inocencio III, hasta llegar al último “Manual de exorcismos”, se ha
venido recordando la existencia del diablo como criatura que estorba el
plan de Dios 5 . Así mismo, desde los tiempos apostólicos se señala como
una de las señales de la divinidad de la iglesia, la expulsión de
demonios 6 .

El último manual de exorcismos trae toda esta doctrina sobre la


existencia del diablo y la forma de hacer los exorcismos. 7 Pero la Iglesia
con toda prudencia, coloca ciertas cautelas como las siguientes:

- La persona debe pasar primero por peritazgos médicos, siquiátricos y


religiosos. Este último para descubrir los signos que la teología coloca
para juzgar a una persona como poseída y que son: glosolalia,
criptognosis, sansonismo y adversión vehemente a las cosas
sagradas 8 .

- El exorcista siempre debe ser sacerdote, autorizado por su obispo y


de buenas cualidades síquicas y religiosas.

4
Arboleda Mora, Carlos. (dir), Trastorno de trance y posesión vs posesión diabólica en el Area Metropolitana
de Medellín, en Revista Cuestiones Teológicas, Vol 28, 2- 2001. N.70, pp. 87-105.
5
Arboleda Mora, Carlos. El pensamiento actual de la iglesia sobre el exorcismo, en Cuestiones Teológicas,
Vol 28, 2- 2001. N.70, pp. 19-24.
6
Ibidem., p. 21.
7
Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos. De exorcismis et supplicationibus
quibusdam, Roma, Typis Vaticanis, 1999.
8
Ibidem., p. 23.

4
- Se debe seguir el ritual oficial y celebrar el exorcismo en forma
privada y sin presencia de medios de comunicación, en ambiente de
oración y con asistencia de pocas personas.

Normalmente, se ve que los exorcismos practicados en forma


indiscriminada, no cumplen con los requisitos ni médicos ni pastorales.

En conclusión, podemos afirmar que, sin negar la posibilidad de la


posesión, los casos estudiados hasta ahora, sólo muestran personas con
problemas sociales, sicológicos o siquiátricos interpretados,
culturalmente, como posesión. En la gran mayoría de los casos son
sujetos con Trastorno disociativo de trance o posesión. En términos más
sociales, se puede decir que una sociedad enferma produce personas
enfermas. Una sociedad con graves problemas de conflicto, pobreza,
violencia intrafamiliar, drogadicción, inseguridad vital… necesariamente
produce en los individuos mecanismos mentales de defensa. Parece que
disociar la mente es una forma de escapar a la locura total en este país.

Los grupos pentecostales, al hacer una interpretación cultural-religiosa


de estos casos, hacen que la persona no asista al médico o siquiatra,
sino que recurran al exorcismo. Es de notar que el exorcismo realizado
tiene un efecto de placebo. Así las personas aparentemente descansan y
se curan, pero a los ocho o quince días tienen que volver al exorcista,
generando una dependencia del rito y del ejecutor del exorcismo.

2. SECTAS SATANICAS.

El segundo tema que se enfoca es el del satanismo activo o “sectas


satánicas”. Este es un fenómeno moderno que, de alguna manera,
tiene sus fundamentos filosóficos en Nietzsche, y Aleister Crowley. El
primero con sus conceptos acerca del superhombre, la autonomía y
autogobierno del sujeto, su rechazo o relectura de la moral tradicional
de las iglesias, leídos en clave de absoluta autonomía, rechazo de toda
institución, individualismo y cierto resentimiento frente a la sociedad
actual. El segundo, Crowley, como el mago que escribió El Libro de la
Ley (The Book of Law), en 1904, el cual anunciaba además una nueva
era y una nueva religión en la que él mismo sería el profeta. En su
doctrina cada hombre y cada mujer es una estrella cuyo fin supremo
debe ser el traspasar el abismo. Se consagraba a las drogas, a las orgías
sagradas y a veces firmaba La Bestia, pretendiendo ser el Diablo.

En el año 1966, Anton Zsandor La Vey establece la iglesia de Satán. Su


finalidad no es exactamente adorar al diablo, pues no cree en su
existencia, sino adorar lo que Satán significa: el placer, el cuerpo, la

5
absoluta libertad (hacer lo que quieras es la máxima ley). Este se
considera el gran padre del satanismo. Luego aparecen multitud de
grupos como la Iglesia de Seth, I Bambini di Satana… y se da una
oleada de crecimiento del satanismo en el mundo, aprovechada por
unos para predicar la invasión de Satanás y fomentar la cruzada
antisatanista, y por otros para lucrarse del negocio del mal.

Para comprender mejor este satanismo activo lo clasificaremos en tres


categorías, aunque los sociólogos presentan diversas tipologías 9 :

- Satanismo de adolescentes.
- Satanismo ácido.
- Satanismo racionalista.

El satanismo de adolescentes es propio de personas pre o adolescentes,


que forman grupos satánicos, aunque no conocen nada de satanismo.
Lo hacen llevados por curiosidad y movidos por una búsqueda de
identidad y de autoafirmación frente a los adultos. Generalmente lo
hacen en búsqueda de afectividad y de socialización. Sus costumbres
son reunirse los viernes por la noche, tomar licor, escuchar música rock,
y con algún iniciado en el Satanismo, van profundizando el
conocimiento de la filosofía del movimiento. A veces, si hay un adulto en
el grupo es quien los inicia en actos inmorales, adulto generalmente con
dificultades sicológicas o éticas.

El satanismo ácido reúne a personas que ya realizan actos más graves


como consumo de drogas, realización de actos sexuales y orgías, y
posiblemente actos delictivos. Generalmente son jóvenes, en alguna
manera desviantes, que escogen ese comportamiento como manera de
agregarse y de expresar poder ante sus coetáneos o ante el grupo
social. Generalmente no conocen la teoría del movimiento satanista,
sino que utilizan el nombre para crear temor o miedo entre las demás
personas.

El satanismo racionalista es propio de personas cultivadas


intelectualmente, que generalmente han leído obras de Nietzsche y
Crowley. Su satanismo es fruto de una opción personal y de una filosofía
de vida. Son personas comunes y corrientes, no realizan
necesariamente rituales y no entran en conflicto con el grupo social en
que se mueven. Simplemente no están de acuerdo con los

9
Introvigne, Máximo en Studi scientifici resentí sul satanismo, Genova, Quadrivium, 1989, habla de ocho
tipos de satanismo: tradicionales, salvajes, sicóticos, sexo-orgiásticos, anticristianos, baphometistas,
carismáticos y racionalistas.

6
convencionalismos culturales, religiosos o legales de la sociedad actual.
Este sería el auténtico satanismo con motivaciones filosóficas.

Ante esta realidad, se presentan dos interpretaciones. Una,


antisatánica, que cree que el satanismo es como una mafia que está
organizando un complot contra las buenas costumbres, contra la iglesia
y contra las religiones. Se crea el rumor-pánico que produce noticias
como éstas: el 31 de Octubre se van a robar los niños para matarlos en
misas negras; en este barrio van a secuestrar a las mujeres
embarazadas para sacarles el niño del vientre; los satanistas van a
matar a todos los curas… Dentro de esta visión, todo niño que se
extravíe, lo es por obra de los satanistas. Hay así una especie de
multinacional del mal que quiere acabar con todo lo cristiano. Al servicio
de la conjura contra la cristiandad universal, se pone la música rock, los
juegos de fantasía, los mensajes subliminales y hasta empresas como
“Procter and Gamble” patrocinarían el complot. En otras palabras, sería
el flagelo apocalíptico del Anticristo hecho realidad.

De verdad que es una exageración, llevada a cabo dentro de los grupos


fundamentalistas cristianos, pues sí hay actos cometidos por grupos
satánicos, pero no en la proporción que ellos calculan. En la Fiscalía hay
denuncias de este tipo, y se han hallado personas realizando actos
delictivos e inmorales pero sin llegar al extremo de ser la gran
conspiración contra la cristiandad y la cultura occidentales. Se recuerda
que en 1998, Colombia se estremeció por el asesinato de varios niños.
Inicialmente la investigación se enfocó hacia la prostitución infantil, el
satanismo, el tráfico de órganos y pedofilia. Luego se descubrió que Luis
Alfredo Garavito Cubillos era el responsable de 172 crímenes cometidos
contra menores en 11 departamentos del país, entre 1992 y 1998. Pero
ya los medios de comunicación habían sugerido que todo era obra de
grupos satánicos.

La otra interpretación lleva a una actitud más crítica y más real. El


satanismo no es la obra maestra de la multinacional del mal, sino la
expresión de los problemas de la sociedad. La falta de afecto en la
familia y la destrucción de la misma, la marginalidad y la exclusión
sociales, y el vacío espiritual de una sociedad competitiva, consumista e
individualista, son el caldo de cultivo del satanismo. Los adolescentes
que crecen sin la presencia de los papás, los jóvenes que no han tenido
oportunidades en la vida, y la falta de una genuina experiencia religiosa
en un medio voraz, crean las bases para la aparición de la ideología
satánica como medio compensador de carencias o expresión de la
carencia.

7
En los años 1970, se creó, dentro de las ciencias sociales, el término de
pánico moral o rumor pánico para explicar cómo algunos problemas
sociales son hiperconstruidos para generar miedo. Y se colocan como
verdaderos complots contra la sociedad organizada. Así ocurre con el
satanismo. Se presenta como una confabulación internacional contra la
sociedad. Philip Jenkins, un investigador de los pánicos morales, dice
que la situación de pánico y complot es una explicación irracional de una
amenaza, y es el resultado de temores no bien analizados que
convierten a un grupo particular en objeto de prejuicios y en chivo
expiatorio. 10

Los niños en peligro son, por ejemplo, el tema del pánico ante el
satanismo. Se habla de sádicos que recorren las calles en Halloween
con paquetes llenos de confites envenenados o manzanas con cuchillas
de afeitar por dentro. Mary de Young, otra estudiosa del fenómeno,
explica que los niños expresan una metáfora del futuro que todos
esperamos y por eso tememos por ellos. Toda amenaza contra ellos se
considera como un gran peligro. Pero esto se hace, sin caer en cuenta
de que quienes de lamentan, pueden ser personas que no cuidan a sus
niños, que los dejan solos, que los tratan mal. Al considerar a un grupo
como el causante del peligro, se rebaja la ansiedad individual y se
escapa de la propia culpabilidad. La amenaza se ve en otros grupos y no
en el propio modo de cuidar los niños. 11

Hay una construcción social del satanismo en la que tienen mucho que
ver los grupos cristianos fundamentalistas, los organismos anticultos y
los medios de comunicación. Estos se apoyan en los temores sociales
que se crean, perjudicialmente, contra ciertos colectivos que, se cree,
van a destruír la sociedad (satanistas, judíos, sidosos, islámicos…). 12

Los estudiosos sociales del satanismo han llegado a los siguientes


hallazgos en este campo:

1. El comportamiento y las actitudes satanistas las toma el sujeto


que tiene una predisposición a ellas. Hay unos marcadores

10
Jenkins, Philip, Pedophiles and Priests. Anatomy of a Contemporary Crisis, Oxford University Press, New
York - Oxford 1996, p. 170
11
Young, Mary de. Sociological Views on the Controversial Issue of Satanic Ritual Abuse: Three Faces of
the Devil. http://users.cybercity.dk/~ccc44406/smwane/de_young.htm.
12
Estudiosos de esta construcción social son: Richardson, J.T. The social construction of satanism:
understanding an international social problem. Australian Journal of Social Issues v.32 no.1 Feb 1997: 61-85.
Lippert, Randy, “The Construction of Satanism as a Social Problem in Canada”, Canadian Journal of
Sociology, 1990, 15: 417-439. James T. Richardson, Joel Best, and David G. Bromley (ed). The Satanism
scare. New York, Aldine de Gruyter, 1991. Victor, Jeffrey. Satanic Panic: The Creation of a Contemporary
Legend, Illinois, Open Court Publishing Company, 1993

8
desencadenantes como serían la falta de afecto, la marginalidad y
la crisis familiar. No necesariamente éstos sujetos son enfermos
mentales, sino que tienen unas carencias que impulsan a
pertenecer al grupo satánico. Esta sería la condición de quienes
apenas se inician en el satanismo. El adolescente adecuado para
estos grupos de satanistas curiosos es el muchacho inteligente,
creativo, curioso, de clase media, con baja estima de sí mismo,
con relaciones difíciles con padres y compañeros, falto de afecto,
crítico de la religión de sus padres. Los síntomas de ingreso al
grupo son: obsesión con el rock y los juegos de fantasía, deseo de
estar solo, secretismo, uso de signos y pinturas bizarros. 13

2. Dentro del satanismo ácido, sí puede haber sicópatas, neuróticos o


sicóticos, que encuentran allí el medio para alcanzar sus deseos o
calmar sus obsesiones: degradar a la víctima como objeto de
satisfacción libidinosa, calmar la perversión a través de ritos o
ceremoniales, expresar enfermedades mentales…Algunos de
éstos, pueden recurrir a exorcismos en templos católicos o
protestantes.

3. También hay sociópatas que tienen incapacidad de relacionarse


socialmente, no aceptan los valores comunes socialmente
aceptados, no tienen conciencia ética, y necesitan excitación y
emoción para responder a sus frustraciones. Como se sienten que
han fallado en su vida, necesitan hacer signos de omnipotencia.

4. Por tanto, el problema no es el satanismo, sino lo que hay detrás


del satanismo. Qué es lo que impulsa a los jóvenes a pertenecer a
un grupo o a realizar actos satánicos? La pregunta no es cuál es el
peligro del satanismo, sino que hemos de esta sociedad que los
jóvenes tienen que buscar soluciones o respuestas en esos
grupos. Una de las notas distintivas de esta sociedad, es la
evasión de la propia responsabilidad, y eso es lo que hacemos
cuando decimos que la culpa no es de padres, profesores,
sacerdotes, pastores, políticos, gobernantes… sino de Satanás. Un
estudio bastante sugestivo es el de Kathleen Lowney 14 con un
grupo de satanistas a quienes directamente entrevistó y conoció
durante un año (lo que no ocurre generalmente entre los
estudiosos del satanismo). Allí descubrió que su estilo de vida es
una crítica a la cultura dominante, a los valores y normas de la

13
Del Re, Michele. Satanismo e New Age.
http://www.airesis.net/LeStagionidellaFollia/stagioni%202/del%20re%20satanismo.htm
14
Lowney, Kathleen S. “Teenage Satanism as oppositional youth subculture”, Journal of contemporary
Ethnography, Enero 1995, vol. 23- 4, pp. 453-484.

9
sociedad. Como no tienen el poder material de cambiar el sistema
social o escolar, su oposición es sólo simbólica y desafiante. Llega
a la conclusión de que las explicaciones siquiátricas y hasta
folclóricas son inadecuadas. Los adolescentes analizados no eran
enfermos mentales ni estaban involucrados en delitos mayores.
Las violaciones de la ley eran consumo de alcohol, vandalismo
menor (pintar grafittis) y manejar vehículos en estado de
embriaguez, lo que muchos otros adolescentes hacen. Y lo que
deseaban era cuestionar los valores básicos de su municipio:
atleticismo, tipo de cristianismo puritano, y las actitudes de logro,
belleza y poder. Puede ser que estemos buscando un chivo
expiatorio: demonizamos un grupo para salvarnos de nuestra
propia responsabilidad social y personal.

“Se construye un grupo de malos a los que se puede acusar de


todos los entuertos. La persecución es obligatoria, pues no hay
zona gris, toda lectura de la realidad social se hace dicotómica y
sin tonos medios: los responsables son las brujas, los herejes, los
comunistas, los negros, los judíos, las sectas… La cruzada
antisatanista no será otra cosa que la manifestación de esta
construcción social de la desviación imaginaria” 15 .

5. Algo similar ocurre con la música rock, satanizada como rock


satánico. El rock es una forma cultural como tantas otras con
mensajes que pudiéramos clasificar unos positivos y otros
negativos. Es posible que, como dice Fabio Pasqualetti, estudioso
del rock actual, cuando la vida es un infierno, eso se puede
expresar en la música infernal de los jóvenes.

“Desafortunadamente, es necesario reconocer que Occidente ha


usado y abusado del nombre de Dios. También en la última guerra
(la de Irak), Dios no ha salido indemne y ambos contendientes
han querido colocarlo de la propia parte. A todo esto se añade una
difusa ignorancia de la historia occidental: muchos jóvenes
heredan… graves prejuicios con relación a la iglesia y a la religión
cristiana, sin disponer de elementos de juicio. Añadimos la
dolorosa constatación que también aquellos que deberían
representar la institución eclesial, no siempre lo han hecho

15
Victor, Jeffrey S. "The Dangers of Moral Panics. What Skeptics (and Everyone Else) Need to
Know". Skeptic 3(1995), n°3, 44-51. Quellet, Bertrand. La croisade contre les satanistes.
Estudio aparecido en el dossier Satan, en Théologiques 5/1 (1997) pp.59-88. (Facultad de
Teología de la Universidad de Montreal).

10
bien…Estas experiencias poco felices alejan los jóvenes de la
religión.” 16

El mundo que se les ha dado a los jóvenes hace que ellos construyan
una música dura que expresa las durezas de la vida. Cuando la vida es
un infierno, la filosofía es también infernal.

6. En cuanto a los mensajes subliminales, comenzamos recordando


la experiencia, poco científica, realizada en l957 por James Vicary,
cuando introdujo mensajes pequeñísimos (Drink Coca-cola) cada
cinco segundos en un film. Esta experiencia hizo carrera y hoy hay
muchas personas que aseguran la eficacia de dichos mensajes. En
este campo hay estudios científicos serios que relativizan el efecto
de esos mensajes. Podemos citar los siguientes: Subliminal
Perception de Philip M. Merikle del Departamento dei Psicología de
la Universidad de Waterloo (USA) 17 ; Subliminal Tapes: How to Get
the Message Across de Brady Phelps y Mary Exum del
Departamento de psicologia de la Utah State University, Logan,
Utah (USA) 18 ; Scientific Consensus and Expert Testimony:
Lessons from the Judas Priest Trial de Timothy E. Moore del
Departamento de Psicologia del Glendon College, York University –
Toronto, Ontario (USA) 19 . Básicamente, los resultados de estos
análisis son: no hay pruebas científicas de la eficacia de estos
mensajes, el hecho de existir el mensaje no indica que sea eficaz,
no todos los jóvenes se suicidan… Más bien, son personas ya
predispuestas las que encuentran allí la razón para suicidarse,
como ocurrió en el famoso caso de la demanda contra una canción
de Judas Priest en 1990.

CONCLUSIONES

- El satanismo se sitúa en la Nueva Era. Hay un reflorecimiento de lo


mágico para poder lograr poder, riqueza. Se trata de hacer un
superhombre a través de la magia potenciadora. De lograr rápido lo
que un orden social no permite alcanzar pues se siente como una
sociedad hostil que no da belleza, riqueza y felicidad. Y hay que
atacar lo que simboliza lo sagrado de esa sociedad: la religión y sus

16
Pasqualetti, Fabio, “Il lato semioscuro dell´heavy: il rock satanico”.
http://www.cnos.org/cspg/npg2003/03-08-67.html
17
http://www.arts.uwaterloo.ca/~pmerikle/papers/SubliminalPerception. html .
18
http://www.csicop.org/si/9204/subliminal-tapes.html.
19
http://www.csi cop.org/si/9611/judas_priest.html

11
representantes, el código ético tanto civil como religioso, la inocencia
simbolizada en la infancia y la virginidad.

- Los padres no pueden estar con los jóvenes la misma cantidad de


tiempo que antes. Aparece un vacío de afecto y compañía que puede
ser llenada por el grupo satánico. El problema no es del satanismo,
sino de los padres. Es fácil evadir la propia responsabilidad, echando
la culpa a grupos satánicos. “Vivimos en una sociedad donde el
individuo cada vez se encuentra más aislado. Es frecuente encontrar
familias donde los dos progenitores trabajan fuera de casa y donde la
familia extensa (abuelos, tíos, primos, etc) están poco presentes.
Esta situación favorece que la educación de los hijos recaiga casi
exclusivamente en el colegio o en otro tipo de cuidadores que no
tienen un excesivo vínculo emocional con el niño. Los padres, cuando
están con su hijo, tienden a compensar su ausencia accediendo a
todos los deseos del niño, lo cual hace que les cueste mucho poner
límites y normas. Esta ausencia de límites puede favorecer la
aparición de trastornos de conducta en los jóvenes. Un fenómeno que
aumenta en el caso de las familias desestructuradas. Es evidente que
la situación es más complicada en estas familias” 20

- Los excluidos pueden reaccionar a su situación de diversas formas


(rebelión, espiritualismo, conformismo…), pero también con el
recurso a las drogas, la anomia y el resentimiento. Así encuentran en
el comportamiento satánico el cauce a sus desahogos y la
legitimación “filosófica” de su acción. Las patologías de la sociedad se
muestran bajo el síndrome de satanismo, pero la solución no está en
curar el síndrome, sino la enfermedad que él manifiesta. 21

- Otras personas no encuentran en el discurso religioso, cultural y


filosófico tradicional, un sentido adecuado para sus vidas y ejercitan
su libertad en el esfuerzo de la completa autonomía moral y
doctrinaria. Ante lo poco auténtico y coherente de los mediadores de
los grandes relatos, escogen el satanismo racionalista como forma de
vida.

- Una pregunta es esencial, cuál es más satánico, el que usa símbolos


satánicos y se reúne en grupos llamados satánicos, o el que produce
una guerra sin razones, el que masacra diez o quince campesinos, el

20
Alda, José A. ¿Por qué aumentan los trastornos mentales en los países occidentales? Forum Libertas.com.
Diario digital. 27/07/2004. www.forumlibertas.com
21
Cfr. Robbins, Susan. The social and cultural contexts of satanic ritual abuse allegations. En Institute for
Psychological Therapies Journal. Vol 10, 1999.

12
que roba el salario de sus obreros, el que se roba los bienes del
estado, el que es infiel a su misión?

- Finalmente, parece que se exonera a los grupos satánicos o a los


jóvenes de toda responsabilidad. No es esa la realidad. La gran
mayoría de quienes ingresan a esos grupos lo hacen con
conocimiento, voluntad y libertad, aunque luego pierdan algunas de
esas potencialidades. Pero el medio alimenticio, se ha creado con los
sistemas socio-económicos que establecidos (desiguales,
competitivos, antihumanos, más preocupados por lo institucional que
por las respuestas a lo humano, violentos y guerreros), con los
modelos de familia en crisis, con grandes relatos (religiosos,
culturales, ideológicos…) que no han sido capaces de llenar los vacíos
de sentido y de dar testimonio de que lo duro y difícil sí es la forma
de construir una vida humana verdadera y auténtica. Pero siempre
seguirá una pregunta: la pregunta por el misterio del mal. Misterio
que acompaña ontológicamente la existencia humana en el punto de
la libertad. El misterio de la libertad va unido al misterio de la
iniquidad. Un plano trascendente que se le escapa a las explicaciones
racionales. No se puede, sin embargo, renunciar a la libertad
aceptando la acción directa de Satanás en el hombre, o invocando el
poder omnímodo del diablo sobre los dictados de la voluntad y el
conocimiento.

Carlos Arboleda Mora, Pbro.


Equipo de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso
Observatorio Pastoral del CELAM
E-mail: carlosam@cis.net.co ; carlosam@upb.edu.co

OBSERVATORIO PASTORAL – CELAM


Teléfonos (57-1) 6711124/6670110/20 Ext.231 /219
Correo electrónico: observatorio@celam.org
web site http://www.celam.org

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