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De las cigarras!
Se dicen adiós…
Lluvia brumosa:
Ah, kankodori:
Tú profundizas
Mi soledad.
Muévete, oh tumba.
Mi llanto
Es el viento de otoño.
Sobre el tejado
Flores de castaño:
Un ruido de rana
Que se sumerje.
A cada brisa
Sobre el sauce.
Tendidos al sol
Lluvia de estación:
¡Torna transparente
El puente de Seta!.
Inmensa calma.
Voz de pato
Vagamente blanca…
Vámonos, veamos
La nieve cayendo
De fatiga.
Llega? No lo sé.
¡Mas es su perfume!
Mojadas,
Inclinadas:
En esta noche
Luna llena.
Ni flores, ni luna.
¡Y él tomando sake
Solo!
No me interesa ya
El huerto de camelias:
Mar agitado.
Allá en Sado,
La Vía Láctea.
Viaje de ancianos,
Este camino:
Oscuridad de otoño
La alondra canta,
Sin detenerse…
Nubes de flores…
¿La de Asakusa?
El aceite de mi lámpara
Consumido. En la noche,
Por mi ventana ¡la luna!
Para mi fatiga
¡Estas glicinas!
Primera nevada
De los junquillos.
A lo lejos, campanas.
Luna llena:
En torno al estanque…
Hierbas de verano:
Sueñan!
Brisa leve:
La sombra de la glicina
Tiembla apenas.
Barriendo el jardín
La nieve es olvidada
Por el rastrillo
Canto y muerte
De la cigarra,
En el mismo paisaje
El viejo caballo,
Sobre la nieve.
El nenúfar.
Puerta entornada.
Me acuesto en el silencio.
Placer de la soledad.
El agua helada:
Y apenas adormecida,
¡La gaviota!
Juegos y risas
Que cesan:
Luna de otoño.
Un pino dorado:
¡Interior de invierno!
¿Necesita el ruiseñor
Un farol de papel
Mi sombra
Parece congelada.
Relámpago.
Y en la sombra
Pestañean.
Un ruido dulce
Interrumpe mi sueño.
Recién lavada.
Impresión de frío.
Rama muerta,
Y posado, un cuervo:
¡Tarde de otoño!
El crepúsculo:
Retornando.
Se transforma
En casa de muñecas.
Voz de faisán:
Añoro
Flor de camelia
Que cae,
Esparciendo su agua.
Nacimiento de la poesía:
En la provincia de Oshu.
Buson
En rincones y esquinas
Fríos cadáveres:
Flores de ciruelo.
Yo me marcho.
Tú te quedas:
Dos otoños.
Se aferra al césped!
Lluvia de primavera
En el carruaje compartido
Lento día;
Un faisán
Halo de la luna:
Niña muda
Convertida en mujer:
Ya se perfuma.
Excepto el Fuji.
Reposa y duerme
La mariposa
Aire mañanero.
Se mueven
No se han mojado.
Aquí y allá
Sonido de cascadas:
Frío en la alcoba
Al pisar tu peine,
Mi muerta esposa.
Faisán de la montaña,
El sol primaveral
Pisa su cola
¡Sin deberes!
Un barrilete:
En el mismo sitio
Nada se mueve,
Labrando el campo:
Su pequeña boca
Abierta.
Indiferente y lánguido
Quemo incienso:
Anochecer de primavera.
Y retorno a casa
Hastiado de cortesanos.
¡Pareja de patos!
Los vigila.
¡Un ruiseñor…!
Y en el momento de la comida.
Toda la familia.
El luchador, ya viejo,
Estación lluviosa:
El crisantemo amarillo
Pierde su color
Ayer un vuelo;
Peonías
Labrando el campo:
La nube inmóvil
Se ha ido.
Convertido
al pie de la colina
La luna es un sello
¡Una ballena!
Arriba, su cola!
Una peonía!
El sol, poniéndose.
El ruido
¡Melancólicamente,
Asciendo la colina
De zarzas en flor!
En donde golondrinas
Van y vienen.
Capullos en el peral
Y capullos de cerezo
Irresolutos todavía.
¡Floreciente espina
En donde he nacido!
Corta noche
Un biombo de plata.
Cuentas de rocío.
Luna de verano.
Issa
Cuando muera
Grillo!
¡Insectos, no lloréis!
Aún en el cielo.
¡Cuando retornes
No olvides mi casa
Hospitalario,
El sauce.
Luciérnagas!
La nieve se deshace
De niños.
Lo alumbra!
Vanamente
De los pájaros
Arrojar arroz
Es también pecado,
¡Junto al ruiseñor
Caracol!
Rocío de este mundo…
Y entretanto…
Un pequeño niño
¡Como si fuera
En la vieja casa
Que he abandonado,
Delgada rana,
El rostro de la estrella!
¡Caracol,
Dulcemente, dulcemente,
Escala el Fuji!
Hermoso espectáculo:
La Vía Láctea.
Tu primer viaje?
No riñáis jamás,
Aves de travesía.
Gorrión, ven ligero:
Delante de mi puerta!
A pesar de ellas!
En la llanura, mariposa!
A Buda, el Salvador.
Humilde gorrión,
Apártate, apártate,
No la matéis:
Un sermón en el camino,
La gente me envidia:
Lluvia de primavera,
Mientras dormito.
A desmontar de su caballo
Obligan a un daimio
Canto de la cigarra:
¡Y a su compás
Atrae a la muerte
Es hermoso!
Hacia el hueco
A las mariposas
Camino de Shinano,
Así, así,
Fin de año.
Frío crepuscular
La campana
El gatito
Vacilando en la balanza
Aquieta su juego.
En las hogueras
La cigarra grita
Como un molino
De papel rojo.
Santoka Taneda
de luna e insomnio
De la luna
La luna ascendiendo
No espero
absolutamente nada
hasta la cocina
Estoy solo
a solas
No tengo dientes…
Camino en soledad
Vuelven a brotar
árboles y hierbas
borracho perdido
Borracho,
cubierto de rocío
en el que me purifico
expuestos al sol
se ha posado
una libélula
Sólo si tu vida
es algo no sabido,
Reconozco este
ruido de pasos
Dentro, en lo profundo,
contemplo al Buda
sólo me encontré
de nombre desconocido
para el Buda
El Buda llora
Cae la lluvia
Ando expuesto
Está lloviznando
ya me puedo quitar
el sombrero de bambú
Y yo recojo el agua
Beberla...
He bebido agua
Y me voy de vuelta
El alba
Precisamente en primavera,
Mi cuenco de mendigar
ha aceptado
dejo de mendigar
y miro la montañas
va de una mano
a otra mano
Lo recibí agradecido
Estoy satisfecho
el azul de un mar
y se vuelven
En honor de la gente
de ninguna parte
Nubes de otoño
Hace frío...
las nubes!
Se acerca el invierno
por doquier
la herida se ha agrietado
Reclusión invernal
mientras contemplo
llena la casa
en calma
Abriendo la ventana
a reventar de primavera
La mariposa revoloteando
Y guardan mi memoria
otro a un mosquito
y otro a mí mismo
Se está quemando
un insecto
Avanzado el mediodía
en lo profundo de la hierba:
en cualquier momento
Me siento en la belleza
de la hierba
que va marchitándose
Ha envejecido
hasta el sonido
que ya no está
mi vida en ruinas
anónima
Nada me queda salvo morir
por la bruma
filas de tumbas
en íntima quietud
Deambulando,
y otra tumba
El largo puente
Viento de eternidad
Canta el alcaudón
No hay sitio
con fiebre
a la tierra fría
se me ha permitido vivir
Profundamente emocionado
El simple tintineo
Los hierbajos,
llueve…
El vinto frío,
indiferente,
No hay remedio
El viento sopla
Un viento que va
de la montaña a la campanilla...
Ya no volveré a ver
en la distancia
Cuando la montaña se aquieta,
Resbalo… y caigo
Todo en la montaña
sigue su curso
Se oscurece la montaña
y escucho la voz
de la montaña
de tanta hermosura
A solas, inadvertido,
el brote de bambú
se convierte en bambú
En pleno verano,
el llanto de un bebé
De entre la escarcha
recojo el daikon 8
Crepúsculo en calma
Al pie de la montaña
En paz, vivo
Se yergue el roble
de los cerezos
Buson
De noche el monte
su bermellón
Peroles y ollas
delicias de mi casa.
Rocío al alba
El cabecilla
hoy a la luna
Issa
y dormí
Canto de grillo.
El ruido en el orinal
Me despiojo,
Shiki
Pasa la lluvia.
sendas de hormigas
Todo dispuesto.
junto al brasero
No la bebió
el agua de calabaza
la luna llena
Santoka
Tan sólo andar
pegadas al cuerpo
mi comida:
Masajo
Chie
Ni me inmuté al saber
Sachiko
Un peregrino de otoño
hace cola
en la lavandería”
Moritake
No ya en su cáliz
está el aroma
Sogi
Que ya es verano,
no le digas, tormenta,
a los cerezos
Taigi
Yo las barría
Hakuchi
Vendí mi vaca
y se fue de la aldea
entre la bruma
Ishu
Ya el otoño.
Lo supo mi pie
al despojarse
Guiodai
Está el murciélago
rondándole a la luna.
Y no se va
Shiki
Me he afeitado.
Sokan
¡Ah! si en la luna
se le adosara un mango;
Tayo Yo
Habiéndome pasado la edad
mosca de invierno
Aliviando mi vejiga…
Santoka
Basho
el pelo de la frente
Santoka
levantados, excitados
a la luz del sol!
Tablada
¡Quisiera decirme
De los enjambres es
Ordóñez Núria
afinan su deshielo:
do re mi fa sol
y el olor desprendido
inundó el valle
Los estorninos
en la garganta tienen
el grito a punto
De circunloquios
ribetean el aire,
apareadas
La frágil rama
agita su vestido
al canto suyo
El mirlo escucha
el blandir de tu canto.
Noche de hojaldre
El alma, a veces,
de primavera
batacrac batacrac to
y vino a posarse
en mi regazo
el inquietante empuje
de los almendros
Un grano de uva
a otro apretujado:
cuchicheando
Poco a poquito
hablan algarabía.
no entiendo nada
Al cielo rojizo
lo inundan todo
Es el verano
tanta aventura
Centeno y trigo
se balancean
También el fruto
presume el rojo
Llora la tierra.
Mi corazón de julio
Puntas de lanza
Brazos contiguos
alborotadas
Al sol de julio
que se despida
Casi me matan
Puertas cerradas
Algo de frío.
El gusano ya cede
a su vacuidad
Cae la noche.
comprende el poro
pisando charcos
Este fresquito
que me da en la cara.
Bendito otoño
ya es tiempo de tapar
con calcetines
Huracanado
Está enfadado
La luz decae
callada y trémula.
Tardes de octubre
formando alfombras
de terciopelo
Cambio de ropa
la de verano arriba
abajo, la otra
Ya medianoche.
junto a la olla
Con ojos vidrios
!Ay, pobrecitos¡
Hogar caliente
La rica sopa
Junto al brasero
mientras dormita
Sólo lo rompe
el tañer de campanas
a ese silencio
Mis viejos ojos
En todas partes
Con sutileza.
se van sentando
Frio intenso.
El astro sol
asoma su nariz
Callad, callad ya
cañaverales todos.
Se despereza
Puntual acude
cada veintiocho días.
¿Menstruas luna?
para alcanzarle
Y en plenilunio
vestiditos te cubren.
!Desvergonzada¡
En tu luz, luna,
!Tan indecisa¡
Olé la luna
sino lunares
Me preguntaste
¿zarzamora o cerezo?
Ella a su espalda
De noche trae
primorosas mejillas
y él lo sabe
Entre volantes
su rostro asoma
El buen caracol
no dice nada
culos al aire
Gato peludo
de áspera lavadora.
Sin suavizante
Míralo bien
hilando su capullo.
La araña teje
Tejiendo va
el gusano de seda
con parsimonia
Se le ve triste
al señor de la trompa.
Quiere su selva
A ambos lados
el perro luce
Se los llevan ya
camino del matadero.
Ellos no saben
la fresca hierba
La hiena sabe
aunque se ría
¿Aún errantes
Colita floja
Islas de otoño
Palmas y dedos
(y yo que no sé nada)
...son unas islas...
Issa, hermano,
Cuestión de pulgas
Dejaste paso
vacía de mineral,
al sentimiento
¿Están enfermos
Por ti lo digo
perfume de cerezos
que no me llega
No veo trenzas
en el país de Oriente
Amigo mío:
me dirás al oído
Es tu piel, mi bien,
Linda almendrita
Duermes, cansado.
en alguna parte
Mi vientre acude
al calor de tu noche.
!Olor a musgo¡
En tu pequita
me gustaría dormir.
Quizá en tu ombligo
Rostro hermoso:
pozo de arrobo
Te voy comiendo
!Que regodeo¡
Altar no quiero,
Salvar el barro
mandarinas silvestres.
Maripositas
Si me besaras
el mundo estallaría
suzume no ko
Reducida estoy
¿Qué me preguntas?
!Y sin un tiro¡
Muy pegadita
!Sinto bendito¡
Me dirán loca
si de repente invado
tu gayo jardín
De terciopelo
engendré un hijo
Mullidita estoy,
no sé si subo o bajo
Yo ya me rindo
Prietos olivos
Mi lecho de amor
cuando tú entras
Si tu pureza
se permitiera el beso
de tu piel tempestuosa,
gusto a manzana
Tu hashimachi
bordea mi cintura.
Y reincido
Si supieras madre
de su profundo follaje
me lo robarías
Despertar contigo,
parecida a un gusano
!Cómo me gusta¡
Muy destellante
Te acariciaba
Con un tropiezo
adelantas un paso.
el largo deambular
de sus afectos
Mi tersa piel
quiere un descanso:
ha dicho basta
Juntos pasean
Próxima estás.
No te escondas guapa
de mi fealdad
Día lluvioso.
Solos él y ella,
Bodas de plata
al son de limitaciones.
Clamor de prole
en su cabeza
¡Sabios, al cuerno!
se llama vejez
¿Y si la muerte
me cantara de pronto?
Alado viento
Miran y miran
y no ven nada
Postrada está,
esperando a la dama
que la rescate
Apenas llueve;
y sin embargo...
Si el hombre dice
ya te conozco mujer...
se vuelve cano
Estudio mucho
Rimas y besos
Cosa añadida
Me siento parche
Lo amo todo.
con su negrura...
De mi cultura:
y genuflexión
Presume, niño,
el cóndor de su collar.
Y es carroñera
Me acuerdo ahora
Como merluza
acabo frita
Unión difícil
machihembrado
Herramienta soy.
!Ay padrecito¡
No le soñé, no,
al poeta Mayakovsky
de dolor lleno
De Neruda envidio
que va tejiendo
Mi propia vejez
adivino
Como Alfonsina
De esa manera
Beso a beso
de hierbabuena el rastro
se pasa el tiempo
No sé si es amor.
Mucho presume
la atolondrada luna
de ser mi amiga
Aún sonrío
Razón oculta:
Resplandecientes
en tu cintura bailan.
Sigo el compás
Finas lentejas
de suave matiz
Cuarenta y cinco
Digo tristeza
me dan alcance
Mi pan me busco
Gran vigilante
Como a la lecha
Legitimando
Al descubrirlo
he llorado de rabia.
Haiku querido
Mira la luna
mujer embarazada.
Frío horizonte.
Llora la prostituta
de guiños caros
Los pescadores
cual peonía
Tiene el amor
la libertad del pájaro
de alas pegado
No agujerea,
es un cariño especial:
precisa anchura
Como poeta
como mendigo
de uva madura
Interpretando
que no te falten
De noche al puerto
Si a mi imprudencia
nunca sabrías
Vivir quisiera
Carta o esquela
o billete amoroso.
Derecho a entrar
Y si en invierno
el amor se prodiga
!Es la anarquía¡
En el lentisco
Nunca me canso
de deshojar margaritas.
Insisto, insisto
disimulando tanto?
¿Adónde no vas?
Lindos tomates
en tu cestita llevas
y en tus mejillas
Es un regalo
el amor desprendido
Pechos de mujer
parecen propios
Metal precioso
tostadito brillante.
Japonesito
En sus profundidades
Aguardo labios
Quizás de mayo
siempre me ha enloquecido
su fino talle
Se seca el rio.
!Ay maghrebino¡
por un oriental guapo
casi te olvido
Vino en setiembre
recién nacido
Basho
Se va la primavera:
Sandalias santas:
Me inclino: a mí me aguardan
Verano y montes.
A caballo en el campo,
Y de pronto, detente:
¡el ruiseñor!
Aroma de aguas:
Inútil ya cortar
un crisantemo.
Abriendo de par en par
¡La primavera!
Este camino,
Nadie ya lo recorre,
Salvo el crepúsculo.
Después de la lluvia
Reciente, el musgo ha
Nada indica,
En el canto de la cigarra,
Amanecen
Luna de agosto.
Sopla el poniente,
Y al Oriente se apilan
Un aguacero:
Los gorriones.
Sufriendo estaba,
¡Zarzas en flor!
Se apilan, evocando
Un viejo antaño.
Cayó bocarriba
La cigarra de otoño,
Y sigue cantando.
Un instante.
Lluvias de mayo.
un par de casas.
Santôka
Sobre la nieve,
Cae la nieve:
Estoy en paz.
Taneda
Colinas secas:
Sino fantasmas.
Li Bo
La corriente
Es fría: Guijarros
Chiboku
El ruiseñor
Kito
El sauce verde
sobre la fuente.
Moritake
No tiene nada
mi choza en primavera.
Lo tiene todo.
Sodo
Se enciende
Una luciérnaga.
Chine
Las hojas nunca caen
Chori
Ráfaga otoñal:
En este mundo.
Ensetsu
Sopla si quieres,
Se han marchitado.
Gansan
¿O eran blancos
Hasta la helada?
Godo
Hakurin
Brote en primavera
Hakusai
Un florecer y un marchitarse.
Hamei
Devuelvo mi nombre
Al entrar en
Insuki
Con el viento,
Una ráfaga
De hojas siempreviva.
Ippu
De la centinodia parecen
Copas de vino.
Isan
Ver el loto
Al otro lado.
Jakura
La familia y el médico
Jikko
En el paraíso.
Joseki
Segundo mes:
Y voy a casa.
Jowa
Ramas peladas:
Kagai
La camelia,
Plenamente florecida,
Es ya fea.
Kyoshi
El aguacero invernal,
Tokou
Kakei
Va persiguiendo
Pétalos de cerezo
La tempestad.
Teika
No es que atardezca
Otoño en la ventana.
volviendo a la rama?
Quietud:
A la intemperie,
Se va infiltrando el viento
Tras mi alma.
El cuervo horrible:
Sôgui
Arranca el águila
El vendaval.
Riota
Pétalos de ciruelo.
Kato
Naudai
Hora de partir...
Cambio de ropa.
Roshu
De la última mirada
Al monte Funji.
Kinpo
Se ven borrosos.
Ryu’n
Acerco
Mi almohada
A la luna llena.
Saiba
He visto a la luna
Ni siquiera un momento.
Seiju
Venas de agua
Matices de verde.
Sempo
En lo profundo de la maleza
Barre el sendero.
Shizan
De buen grado
Me consumo
En la ola de calor.
Shozan
Soloku
De camino al Oeste,
Me permiten orientarme.
Tanehiko
En otoño el sauce
Tanko
La luna asoma
Y esparce sombras.
Tembo
Florido.
Togyu
Permanece igual.
Tojun
Ni el rocío destilado
De mil hierbas
Toguken
Mi vida ha sido
En el más allá.
Uko
Cuchillo,
Llévame a donde
Usei
Sesenta y seis.
Utsu
Se vuelve abono
De un poema encadenado.
Yaohiko
Me despierta de un sueño
Kaikai
Kaisho
Escalofrío:
Mi alma se transforma
En icono.
Kangyu
Kari
Se vuelven nubes
Kassan
El verano
Hoja de loto.
Kiba
Mi viejo cuerpo:
Kifu
A golpes de guadaña
Emprendo el camino.
Kiko
Lo que florece,
Kin’ei
De mi plegaria contienen
Koha
Desecho el pincel.
Cara a cara.
Kyokusai
Al alba, oirás
Florecer al loto.
Masahide
Ha destruido mi almacén,
Del aroma.
Nakamichi
Mi vida
Se funde.
Kin’emon
Anoche nevó,
Fragancia de ciruelo.
Raishi
Viejo espantapájaros.
Ranseki
Un trébol musita:
“Buda, Buda...”
Ransetsu
Ahora se suma
Al viento.
Ra-In
El otoño de mi cuerpo:
Un revoltijo áspero
González de Mendoza
La gota de agua;
Cayendo, cayendo,
Se sueña Niágara.
Villaurutia
cuenta el metal
de los instantes?
Carrera
Caracol:
Benedetti
De la desdicha.
Núñez
Cangrejo, amigo,
También yo quisiera
Espliego
Al escondite
Cuando envejece.
Bulacio
Cielo y tierra
Se unen a lo lejos:
Todo es calma.
Luelir
Bert
Nosotros somos
Volcanes reflejados
Tras la ventana.
Onitsura
pero la luciérnaga
se fue volando.
Buson
Issa
la lluvia de otoño. *
Chiyo-Ni
y el viento lo recoge. *
El cazador de libélulas,
Teijo
La ?or de loto
Flotando en el agua
Tatsuko
Que observan
El arco iris.
Masajo
Se despierta y mira
Chie
Tan vieja estoy…
Ni me inmuté al saber
Sachiko
puestas a secar,
solo un sendero.
Onitsura
pero la luciérnaga
se fue volando.
Buson
Issa
Abriendo los picos,
la lluvia de otoño. *
Chiyo-Ni
y el viento lo recoge. *
¡al ?n la aurora!
El cazador de libélulas,
Teijo
La ?or de loto
Flotando en el agua
Tatsuko
El arco iris.
Masajo
Se despierta y mira
Chie
Ni me inmuté al saber
Sachiko
puestas a secar,
solo un sendero.
SHUGYO
Luna de verano
vive un hombre
ISSA
keri y Budas
SENNA
Tomando el fresco,
¡manchados de tinta!
MASAJO
como…
KYOKO
Cuando papá se emborracha,
y se vuelve transparente
KIKAKU
Una mujer…
JAKÛ
ISSA
En esa puerta,
SANTÔKA
Dentro del viento
al Buda de la Compasión
SEIJU
Ni siquiera un momento
SHIKI
Pisoteado
KYOROKU
le pesa la barriga
ISSA
¡Y muerto de frío!
Suzuki Masajo
Canta un toratsugumi,
BASHÔ
Buson
¡Una medusa!