Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema 08
Tema 08
ÍNDICE
Objetivos 2
Conocimientos previos 2
8.1.- Bases y sistemática del método de orbitales moleculares: Concepto de
orbital molecular (O.M.) 3
8.2.- Aproximación CLOA 4
8.3.- Estudio de la molécula ión – hidrógeno 6
8.4.- Estudio de la molécula de hidrógeno 14
8.5.- Refinamientos cuantitativos 16
8.6.- Comparación de los métodos de E.V. y de O.M. 18
Referencias bibliográficas 20
Actividades 21
Cuestiones 21
Problemas 22
Soluciones de las cuestiones 23
Soluciones de los problemas 24
QUÍMICA FÍSICA I
OBJETIVOS
• Comprender los fundamentos del método de orbitales moleculares y especialmente de la
aproximación que se basa en la combinación lineal de orbitales atómicos.
• Construir la función de onda de la molécula ion – hidrógeno y de la molécula de hidrógeno
utilizando el formalismo del método de orbitales moleculares.
• Definir las integrales de Coulomb, de resonancia, de recubrimiento y de intercambio, y
comprender su significado físico.
• Razonar la formación de orbitales moleculares enlazantes y antienlazantes.
• Extender el estudio de la estructura electrónica molecular desde el estado fundamental a los
estados excitados mediante el concepto de orbitales moleculares.
• Efectuar un estudio crítico comparativo de los métodos de enlace de valencia y de orbitales
moleculares para la descripción de los enlaces químicos.
CONOCIMIENTOS PREVIOS
Combinación lineal de funciones de onda
Orbitales atómicos
Ecuación de ondas para la molécula de hidrógeno
Método de variaciones
Método de enlace de valencia
2
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
El objetivo básico es encontrar una función de onda aproximada para la molécula, en la que cada
electrón está descrito por una función de onda monoelectrónica, o sea dependiente sólo de las
coordenadas espaciales de dicho electrón. En general, esta función de onda monoelectrónica se
extiende por toda la molécula y por tanto recibe el nombre de orbital molecular (abreviadamente
O.M.). Los orbitales moleculares se asemejan a los orbitales atómicos en que son funciones de onda
monoelectrónicas que permiten resolver la ecuación de ondas para el sistema considerado, en este
caso la molécula. Difieren de los orbitales atómicos en que la molécula contiene varios núcleos en
lugar de uno solo, como el átomo. La función de onda total del conjunto de electrones de la
molécula se formula a partir del producto de tales orbitales moleculares. Éstos se combinan con las
correspondientes funciones de onda de espín, de tal modo que cada uno de ellos no pueda aplicarse
a más de dos electrones, de acuerdo con el Principio de exclusión de Pauli.
En general, para moléculas de cualquier número de átomos, este tratamiento da lugar a una
superficie de energía potencial. Los mínimos que aparecen en dicha superficie indican las posiciones
de equilibrio de los núcleos. En el caso particular de las moléculas diatómicas, el problema se
simplifica, como es lógico. En lugar de una superficie se obtiene una curva de energía potencial, cuyo
mínimo revela la distancia de equilibrio entre ambos núcleos. La mejora del método se realiza por
aproximaciones sucesivas. Se parte de una función de onda molecular de prueba, que después se va
refinando añadiendo más términos y parámetros ajustables. En principio esta función puede ser
arbitraria. Como es obvio, cuanto mejor sea la función de partida tanto más fácilmente se podrá
refinar después.
3
QUÍMICA FÍSICA I
En la aproximación CLOA, los orbitales atómicos que componen la función de onda inicial pueden
ser hidrogenoides, pero no es totalmente necesario ya que en los cálculos de moléculas complejas
puede ser más conveniente utilizar orbitales de Slater o simplemente funciones gaussianas, cuyo
tratamiento matemático resulta más sencillo que el de los orbitales hidrogenoides.
La aproximación CLOA comenzó a utilizarse en 1928 por el físico suizo Felix Bloch para analizar la
estructura electrónica de los sólidos cristalinos, y por los físicos rusos B.N. Finkelstein y G.E. Horowitz
para construir la función de prueba de la molécula de H2. Las aportaciones más relevantes se deben a
Friedrich Hund, físico alemán ya conocido por las reglas de multiplicidad de los átomos
polielectrónicos (Tema 6) y al químico físico estadounidense Robert S. Mulliken. Ambos elaboraron
por separado, aunque de forma amistosa, la terminología, el formalismo y las aplicaciones del
método CLOA - O.M. en sus estudios de espectroscopía molecular realizados desde 1926. Poco
después, el físico británico John E. Lennard-Jones introdujo en 1929 esta aproximación de modo
sistemático para construir los O.M. de los electrones de valencia en moléculas diatómicas
homonucleares (Figura 8.1). En 1951, el ingeniero y físico holandés Clemens C.J. Roothaan propuso
aplicar este método a las ecuaciones de Hartree – Fock, lo que supuso la mejora técnica de
transformar el tratamiento matemático de las ecuaciones diferenciales originales en un problema de
álgebra lineal, que resulta más comprensible y fácil de resolver en la práctica.
Conviene advertir que en el método CLOA se forma una combinación lineal de O.A. individuales,
pero no una combinación de los productos de estos O.A., como en el método de E.V.. Por ello, la
función de onda de prueba que inicia todo el procedimiento es más sencilla en el método de O.M.
que en el método de E.V.
4
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
Se podría pensar que en caso de utilizar O.A. idénticos, que son degenerados, su combinación lineal
debería dar una función de onda que tuviese la misma energía que ellos mismos, lo que resultaría
trivial y sin utilidad para el estudio del enlace químico. Este sería el caso de utilizar, por ejemplo, dos
orbitales 1s de un mismo átomo, tal como el de hidrógeno. De hecho no es así, ya que la nueva
combinación se aplica a un sistema diferente a los átomos originales y de superior complejidad que
ellos, por lo que no tiene por qué salir la misma energía que antes. En efecto, los O.A. quedan
centrados sobre núcleos distintos dentro de la molécula, a diferencia de los átomos idénticos
originales, y se obtienen dos nuevas funciones de onda, una con menor energía y otra con mayor
energía que los O.A. de partida. Estos valores de energía resultan al aplicar la condición del método
de variaciones para que la energía sea mínima en la molécula formada, de modo similar a lo que se
ha visto en el método de E.V. descrito en el Tema 7.
Como es habitual, una vez construída la función de onda electrónica de posición hay que añadir las
funciones de onda de espín. Cada O.M. correspondiente a un único electrón se puede combinar con
una de las funciones de onda de espín, dando un espín – orbital molecular. La función electrónica
molecular completa se construye como el producto antisimétrico de todas estas funciones de onda
monoelectrónicas, de modo similar a como se procede en el caso de los átomos polielectrónicos
(recordar Tema 6).
5
QUÍMICA FÍSICA I
R
A B
El hecho de que exista solamente un electrón implica una diferencia muy importante con respecto a
la molécula de hidrógeno. Da lugar a dos consecuencias principales:
1) No existe repulsión electrónica. Esto simplifica mucho el problema desde el punto de vista físico.
2) Como se demostrará, el sistema es más estable que sus constituyentes por separado. Por tanto,
el enlace químico es posible aunque no exista un par electrónico, que es la condición básica del
método de E.V.. La molécula ión – hidrógeno es un ejemplo de enlace covalente con un único
electrón.
Conviene advertir que, además de su interés teórico evidente, esta molécula tiene existencia real, ya
que fue descubierta en los rayos catódicos por J.J. Thomson y también se encuentra en medios
interestelares como producto de la ionización de la molécula de H2 por los rayos cósmicos. Los
valores experimentales que debería reproducir el modelo teórico son De = 270 kJ mol-1 y Re = 106 pm.
Se observa que estos valores indican que el sistema es menos estable que la molécula de H2
estudiada en el Tema 7, cuyo enlace está formado por dos electrones en lugar de uno solo.
Como es costumbre dentro de la teoría cuántica del enlace químico, se parte de la aproximación de
Born –Oppenheimer. Los núcleos se consideran fijos y se calcula la energía electrónica en función de
la separación R existente entre ellos, resultando una curva similar a la obtenida para la molécula de
hidrógeno (Tema 7). El mínimo de esta curva tiene coordenadas que corresponden a la separación de
equilibrio entre los núcleos y a la energía de la molécula en ese estado electrónico concreto.
6
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
De acuerdo con el esquema representado en la Figura 8.2, la energía potencial viene dada por:
1 e2 e2 e2
=V − − (8.1.)
4πε 0 R rA rB
El primer término expresa la repulsión entre los dos núcleos. Los otros dos términos representan la
atracción del electrón por cada uno de los núcleos. Aunque este potencial es mucho más sencillo que
el de la molécula de hidrógeno (recordar ecuación 7.1), no es separable directamente, debido a la
existencia del primer término. No obstante, la separación de variables se puede conseguir aplicando
unas coordenadas elípticas especiales, mediante un procedimiento ingenioso desarrollado por el
físico danés Burrau en el fructífero año de 1927, cuyos detalles no se van a considerar aquí 1.
Como se indicó en el Tema 7, el hamiltoniano electrónico es la suma de dos términos que dan cuenta
de la energía cinética de los electrones y la energía potencial del sistema, respectivamente:
− 2 2
Hˆ=
el ∇ +V (8.2)
2me
El cálculo de los O.M. se realiza mediante la aproximación CLOA. La función de onda electrónica, o
sea el orbital molecular ψ, se representa por la combinación lineal de los dos orbitales atómicos φ1 y
φ2, individuales y monoelectrónicos, cada uno de ellos centrado en un núcleo diferente. En principio,
la combinación lineal puede ser tanto una suma como una resta. Si se toma la suma resulta que:
ψ c1φ1 + c2φ2
= Método de O.M.
(8.3)
De modo similar al método de E.V., los coeficientes arbitrarios c1 y c2 se determinan aplicando el
método de variaciones para que den la energía más baja posible. Se parte de la expresión ya
conocida que da una energía aproximada:
E=
∫ψ * Hˆψ dτ (8.4)
∫ψ *ψ dτ
Si se sustituye ψ por la combinación lineal de φ1 y φ2, resulta que:
1
Algunos detalles de este procedimiento se pueden consultar en: I.N. Levine, Química Cuántica, Prentice Hall,
Madrid, 5ª ed. (2001), págs. 369-370, donde a su vez se remite a textos de Matemáticas más especializados.
7
QUÍMICA FÍSICA I
Esta expresión es formalmente similar a la obtenida en el método de E.V. (ec. 7.28), salvo por el
significado concreto de las funciones de onda φ1 y φ2, que en este caso son O.A. y por tanto son
diferentes de las funciones ψ1 y ψ2, que en el otro método son productos de O.A.
= H 22 ≡ α
= H= ∫ φ Hˆ φ dτ H Integral de Coulomb
*
H ij ji i j 11
Sij = ∫ φi*φ j dτ S=
11 S=
22 1 ya que φ1 y φ2 están normalizados
La integral de Coulomb α (cuyo símbolo no se debe confundir con la función de onda de espín)
representa la energía del O.A. φi dentro de la molécula. Su expresión detallada para φ1, obtenida al
desglosar los términos que forman el operador hamiltoniano, es la siguiente:
− 2 2 1 e2 1 e2 2 1 e2 2
α ∫ φ1 (
= ∇ φ1 − φ1 )dτ − ∫ φ1 dτ + ∫ φ=
1 dτ
2me 4πε 0 rA 4πε 0 rB 4πε 0 R
1 e2
= E0 − J + ≈ E0 (8.7)
4πε 0 R
Se observa que la integral de Coulomb dentro del método de O.M. incluye la energía E0 del electrón
en el átomo de hidrógeno, representada por la primera integral, más dos nuevas contribuciones
electrostáticas que surgen en la molécula, representadas por otras tantas integrales, que describen la
atracción del electrón por el 2º núcleo (J, cuyo signo es negativo, o sea estabilizante) y la repulsión
entre los dos núcleos (cuyo valor es positivo). No obstante, estas nuevas contribuciones se cancelan
aproximadamente entre sí en tanto que sea rB ≈ R, con lo que resulta una energía similar a la del
átomo de hidrógeno aislado. Esta energía por sí sola no justifica la formación del enlace.
8
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
La integral de resonancia β (que aunque parezca obvio, conviene advertir que también difiere de la
función de espín así simbolizada) es más compleja, ya que representa la mezcla de los dos orbitales
φ1 y φ2, que va a ser decisiva para que se pueda formar enlace. Su expresión detallada es la siguiente:
− 2 2 1 e2 1 e2 1 e2
=β ∫ φ1 ( ∇ − )φ2 dτ − ∫ φ1 φ2 dτ + ∫ φ1 =φ2 dτ
2me 4πε 0 rB 4πε 0 rA 4πε 0 R
1 e2
= E0 ∫ φ1φ2 dτ − K +
4πε 0 R ∫
φ1φ2 dτ
=
1 e2
= E0 + S − K < 0 (8.8)
4πε 0 R
Tras unos cálculos sencillos pero algo prolongados (Problema 8.1a) resultan las ecuaciones seculares
ya conocidas, de las que se obtienen dos soluciones para la energía, que difieren en un doble signo:
α +β
E+ = (8.11)
1+ S
α −β
E− = (8.12)
1− S
9
QUÍMICA FÍSICA I
1 1 e2 1 e2
=
E+ E0 − J + + E0 S + S=
−K
1+ S 4πε 0 R 4πε 0 R
1 1 e2 1 e2 J + K
= 0
( E + )(1 + S ) − J − K = E + − (8.13)
1+ S 4πε 0 R 4πε 0 R 1 + S
0
1 1 e2 1 e2
=
E− 0
E − J + − E S − S=
+K
1− S 4πε 0 R 4πε 0 R
0
1 1 e2 1 e2 J − K
= 0
( E + )(1 − S ) − J + K = E + − (8.14)
1− S 4πε 0 R πε 1− S
0
4 0 R
Para E+ la energía resulta menor que la de los constituyentes por separado, o sea que el enlace es
estable. El término más importante para la formación del enlace es la integral de intercambio K,
incluida en la integral de resonancia, que interviene restando. Por el contrario, para E- la energía
resulta mayor, debido a que K interviene sumando. En consecuencia el enlace no es estable. Desde el
punto de vista físico, el valor de E+ corresponde al estado fundamental, y el de E- corresponde al
primer estado excitado del H2+.
Tal como se hizo para el método de E.V., se pueden determinar los valores de los coeficientes c1 y c2
(Problema 8.1b). Los resultados que se obtienen son:
1
c= c= para el estado cuya energía vale E+ (8.15)
2(1 + S )
1 2
1
c1 =−c2 = para el estado cuya energía vale E- (8.16)
2(1 − S )
Al sustituir en la función de prueba inicial (8.3) se obtienen las expresiones de los dos O.M.
respectivos:
2
Detalles del cálculo de estas integrales se tratan, por ejemplo, en: I.N. Levine, Química Cuántica, Prentice Hall,
Madrid, 5ª ed. (2001), págs. 376-377; P. W. Atkins y R.S. Friedman, Molecular quantum mechanics, Oxford
University Press, Oxford, 4ª ed. (2005), págs. 255-257. La referencia clásica es: H. Eyring, J. Walter y G.E.
Kimball, Quantum Chemistry, John Wiley, New York (1944), págs. 196-198.
10
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
1
ψ + =c1φ1 + c2φ2 = (φ1 + φ2 ) (8.17)
2(1 + S )
1
ψ − =c1φ1 + c2φ2 = (φ1 − φ2 ) (8.18)
2(1 − S )
donde φ1 y φ2 se pueden representar por O.A. hidrogenoides 1s, que es lo más común, si bien no es
estrictamente necesario y se pueden usar otras funciones si conviene.
En este caso concreto no hay dificultades con el intercambio de electrones, ya que sólo hay un
electrón, y por tanto las funciones de posición obtenidas se completan añadiendo simplemente la
función de onda de espín de un electrón individual, para formar el correspondiente espín – orbital
molecular.
Como sucede en general con las funciones de onda, la interpretación física de los O.M. viene dada
por el cuadrado de las funciones respectivas, o sea (ψ+)2 y (ψ-)2, que representan la densidad de
probabilidad electrónica en cada caso.
Para (ψ+)2 se produce un aumento de la densidad de probabilidad entre los núcleos con respecto a
los átomos separados. Es lo que corresponde a un estado que es favorable al enlace.
En contraste, para (ψ-)2 hay una disminución de dicha densidad. Por tanto, el estado es desfavorable
al enlace.
Una vez efectuados los cálculos numéricos con O.A. hidrogenoides 1s, los valores obtenidos para el
estado fundamental, cuya energía viene dada por (8.13), resultan ser: De = 170 kJ mol-1 y Re = 132 pm,
que difieren de los valores experimentales en un 37% y 25%, respectivamente. Por tanto las
discrepancias son bastante considerables. Se concluye que las funciones obtenidas son sólo una
aproximación bastante cruda a los O.M. “verdaderos”.
El cálculo de los O.M. se puede mejorar introduciendo más parámetros en los O.A. de partida, los
cuales se optimizan después aplicando el método de variaciones. Pero una opción mucho mejor sería
utilizar un campo auto-consistente interno de la molécula, análogo al de los átomos polielectrónicos
(Tema 6). En este punto es oportuno recordar una reflexión del propio Mulliken, que expresó en su
lección del Premio Nobel (12-12-1966):
“En el caso de los O.M., las aproximaciones designadas como CLOA son bastante familiares. No
obstante, cuando se habla de la estructura electrónica de los átomos o moléculas, o de sus estados
excitados, en términos de O.A. o de O.M., se está pensando realmente en los O.A. u O.M. verdaderos
11
QUÍMICA FÍSICA I
que sabemos que tienen que existir, conozcamos o no sus formas exactas. Así que quisiera sostener
que en el concepto de orbital, la norma adecuada es la del auténtico y preciso O.A. u O.M. de un
campo auto-consistente.”
Una ventaja importante del método de O.M. respecto del método de E.V. es que, además de
caracterizar el estado fundamental de la molécula, proporciona también una sistemática para
obtener los estados excitados. Para comenzar, el primer estado excitado del H2+ está representado
por la función ψ - de (8.18). En cuanto a los siguientes estados excitados, es razonable esperar que
den como productos de disociación un protón y un átomo de hidrógeno excitado, el cual puede
encontrarse en un estado 2s, 2p, 3s, …, etc. Por tanto, se pueden escribir O.M. aproximados para
estos estados excitados introduciendo estos mismos O.A. del átomo de H, que siguen al 1s, en las
expresiones genéricas (8.17) y (8.18).
La notación sistemática para esta colección de O.M., que también se aplicará a otras moléculas más
complejas, procede de los primeros estudios de Hund y Mulliken relacionados con la espectroscopía
electrónica de las moléculas. Se puede recordar que los O.A. hidrogenoides se designan a partir de
los valores del número cuántico del momento angular orbital. No obstante, en el H2+ no hay un
equivalente al número cuántico l, ya que la simetría no es esférica sino axial. Por ello resulta
conveniente utilizar, no ya el propio momento angular orbital, sino la componente del momento
angular orbital del electrón a lo largo del eje internuclear (que por convenio es el Z). Los valores
posibles son LZ = mħ, donde m = 0, ±1, ±2,…. Estos valores se indican mediante un código de letras
griegas: σ, π, δ, φ,…, que equivalen a las utilizadas para el átomo de hidrógeno: s, p , d, f,….
Cuando se combinan dos O.A. 1s, cuyo momento angular orbital electrónico es nulo a lo largo del eje
molecular, los dos O.M. que se forman tienen m = 0, por lo que son de tipo σ (“sigma”). El orbital ψ+
que es favorable al enlace se denomina enlazante y el orbital ψ - desfavorable al enlace se denomina
antienlazante (esto se indica con el signo *). También se utilizan los subíndices g y u (del alemán
gerade y ungerade, que significan “par” e “impar” respectivamente) para indicar que la función tiene
el mismo valor en dos puntos opuestos con respecto al centro de la molécula, en el primer caso, o
bien que cambia de signo, en el segundo caso. Por tanto, los O.M. ψ + y ψ - obtenidos por
combinación de los O.A. 1s se designan de modo más completo como: σg1s y σu*1s,
respectivamente.
Estas ideas se ilustran en la Figura 8.3, que muestra las curvas de energía potencial correspondientes
a diferentes estados electrónicos de la molécula de H2+, en función de la distancia internuclear R. Las
12
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
curvas originales fueron calculadas por Mulliken en 1932, en uno de los primeros trabajos del
método de O.M., y además de su valor histórico permiten apreciar la riqueza de información que se
obtiene en este método con respecto al método de E.V. En este sentido, es conveniente compararlo
con la Figura 7.4, que muestra las curvas que se calcularon para la molécula de H2, por el método de
E.V., en el trabajo original de Heitler y London.
13
QUÍMICA FÍSICA I
1 e2 e2 e2 e2 e2 e2
V= − − − − + + (8.19)
4πε 0 r1 A r1B r2 A r2 B r12 R
− 2 2
=
Hˆ el
2me
( ∇1 + ∇22 ) + V (8.20)
Como ya se sabe, las coordenadas no son separables en ningún sistema debido al término de
repulsión entre los electrones, por lo que la ecuación de ondas no se puede resolver de modo exacto.
No obstante, utilizando los resultados del estudio previo de la molécula de H2+, es razonable describir
el estado fundamental mediante una función de onda aproximada del tipo:
ψ CLOA = σ g 1s (1) × σ g 1s (2) = N [1s A (1) + 1sB (1)] × [1s A (2) + 1sB (2)] (8.21)
Al situar los dos electrones 1 y 2, los diferentes términos que contribuyen a la función de onda
reflejan la movilidad de los electrones en el espacio alrededor de los núcleos. En particular, se
observa que en el método de O.M. las formas iónicas aparecen de modo natural, sin tener que
introducirlas una por una de modo forzado como en el método de E.V..
Por otra parte, al existir dos electrones es necesario tener en cuenta el Principio de exclusión de Pauli
en relación al espín. Como se recordará, la función espacial (8.21), que es simétrica respecto del
intercambio de los electrones, se ha de multiplicar por la función de espín antisimétrica ya conocida,
que es α(1)β(2) - β(1)α(2). El resultado de esta operación es el siguiente:
ψ=
completa σ g 1s (1) × σ g 1s (2) [α (1)β (2) - β (1)α (2) ] (8.22)
Esta función de onda completa admite una expresión más compacta en forma de determinante, tal
como se indicó en el Tema 5 para el átomo de helio:
14
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
Con esta metodología, la estructura electrónica de las moléculas se construye situando cada electrón
en un O.M., que puede acoger hasta dos electrones de diferente espín. Por tanto, el par de
electrones no es una exigencia previa para formar el enlace, como en el método de E.V., sino que
surge como una consecuencia natural de aplicar el Principio de exclusión de Pauli a cada uno de los
O.M. resultantes. De este modo se adopta un procedimiento análogo al utilizado para los átomos,
cuya estructura electrónica se describe en principio en términos de O.A. hidrogenoides. Por otra
parte, la colocación de los electrones por pares se puede considerar como el paso inicial para
abordar el tratamiento de la repulsión electrónica en un sistema tan complicado como una molécula.
Los O.M. obtenidos se caracterizan por una densidad de probabilidad electrónica elevada y repartida
a lo largo de toda la molécula, lo que no apoya el concepto de enlace direccional de la Química
práctica que debería tener explicación en la teoría electrónica del enlace químico.
En cuanto a los estados excitados del H2, el O.M. del estado excitado más bajo es σ u*1s, igual que
en la molécula de H2+. Por tanto, al excitar la molécula desde el estado fundamental se alcanza la
configuración (σ g1s)1(σ u*1s)1. Como siempre que hay dos electrones desparejados, resultan dos
términos espectrales, uno de ellos singlete con un espín total S = 0 y el otro triplete con un espín
total S = 1, que es el más estable. Por tanto, el término triplete representa el primer nivel electrónico
excitado del H2, situado directamente sobre el estado fundamental. Dado que los dos electrones
están repartidos entre un O.M. enlazante y otro O.M. antienlazante, no cabe la posibilidad de un
enlace estable, y en efecto, la curva de energía potencial no muestra un mínimo.
15
QUÍMICA FÍSICA I
expresan como funciones propias, no del operador hamiltoniano sino de otro operador de Fock Fˆi ,
El operador de Fock es algo peculiar porque depende de forma complicada de las funciones ψi, y por
tanto ni él mismo ni dichas funciones se conocen de un modo definitivo hasta que la ecuación se ha
resuelto. Esta tarea se lleva a cabo en forma iterativa o auto-consistente, hasta que los resultados ya
no varían significativamente. Se obtienen así los orbitales de Hartree - Fock y los correspondientes
valores de energía, que conviene advertir que no son los auténticos del sistema, sino solamente
aproximados.
En el tratamiento habitual del método de Hartree - Fock, los orbitales moleculares se construyen
mediante el método CLOA, utilizando un conjunto de funciones que se designan con el nombre de
base. En moléculas sencillas, tales como las diatómicas, se utilizan orbitales atómicos hidrogenoides.
Por ejemplo, se puede indicar que 2 orbitales 1s forman la base para un orbital σg1s. Pero al
aumentar la complejidad de las moléculas, los cálculos directos con este tipo de orbitales (que
aparentemente son sencillos) se hacen cada vez más difíciles. Por ello hay que recurrir a otras
funciones de más fácil manejo, tales como los orbitales simplificados de tipo Slater, o simplemente
funciones matemáticas del tipo de la “campana” de Gauss, centradas en los núcleos atómicos. El
significado físico de estas funciones gaussianas es mucho más dudoso que el de los O.A., pero
resultan muy convenientes para los cálculos prácticos y aun siendo un mero recurso auxiliar
conducen a resultados bastante aproximados a costa de un esfuerzo bastante razonable.
16
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
Otras posibles mejoras pretenden dar cuenta de una mayor movilidad de los electrones. Para ello, las
funciones de onda utilizadas incorporan nuevos términos que posibilitan el desplazamiento de las
distribuciones electrónicas lejos de las posiciones de los núcleos. Este refinamiento recibe el nombre
de polarización. Los cálculos se pueden mejorar todavía más si la base utilizada se refuerza con
funciones difusas, que son funciones gaussianas que ayudan a reproducir especialmente bien la
porción de los orbitales atómicos que se encuentra más alejada de los núcleos
No obstante estos retoques, el método de Hartree - Fock está limitado por no tener en cuenta que
existe una correlación instantánea entre los movimientos de los electrones, que hace que la
probabilidad de encontrar a cada uno de ellos en una cierta posición en el espacio dependa de la
posición de los demás. En consecuencia, la energía del sistema real difiere de la energía del sistema
simplificado de electrones independientes, aun sometidos a un campo autoconsistente promedio.
Para una descripción más rigurosa se dispone de otros métodos más elaborados, que tienen en
cuenta dicha correlación electrónica y que en conjunto se designan como post-Hartree-Fock. Entre
ellos, el método denominado de interacción de configuraciones utiliza funciones de onda que
combinan la configuración del estado fundamental y las de los primeros estados excitados, a fin de
favorecer que los electrones estén más separados y se eviten mutuamente, con el consiguiente
aumento de la estabilidad global del sistema, cuya energía resulta más próxima al valor
experimental.
De un modo que ya no debe resultar sorprendente, se observa que a medida que en el modelo
teórico se incrementa la movilidad de los electrones, introduciendo más términos en las funciones
de onda, se obtienen unos resultados que se aproximan cada vez más a los datos experimentales.
Esta tendencia revela que dentro de la metodología cuántica no se puede alcanzar una explicación
satisfactoria de los enlaces químicos utilizando modelos sencillos, compatibles con la intuición
química, sino que hay que recurrir por necesidad a modelos que son intrínsecamente complejos
desde el punto de vista matemático y que entrañan dificultades de cálculo.
17
QUÍMICA FÍSICA I
En primer lugar, hay que destacar que la clave del método de E.V. es que preserva la identidad de los
átomos individuales. El motivo es que los electrones están asociados a núcleos concretos desde
antes de que exista la molécula. Las fuerzas interatómicas que dan lugar a la formación de la
molécula se consideran como contribuciones adicionales a la energía del sistema constituido por los
átomos separados. La molécula se forma cuando dichos átomos se acercan, posibilitando que los
electrones interaccionen entre sí hasta conseguir la mayor estabilización posible. Inicialmente, la
interacción se describe como una compartición estricta de electrones entre dos átomos para formar
un enlace, que en principio queda localizado en el espacio. Esto se concilia bastante bien con la idea
tradicional de los enlaces químicos y aporta un esquema conceptual cualitativo para interpretar las
reglas empíricas de la valencia. Pero como se ha comprobado, la descripción se complica mucho
cuando se va mejorando el modelo para reproducir mejor los resultados experimentales.
En particular, resulta problemático que existan regiones submoleculares en las que los electrones
adopten unas posiciones entre los núcleos, tales que se puedan identificar con los enlaces
tradicionales de los químicos. En efecto, la estabilización se consigue tanto con el enlazamiento
inicial como, sobre todo, con la inlocalización posterior de los electrones. La mejora de los
resultados, en particular una buena aproximación a la energía de disociación experimental, exige
introducir más y más términos que den cuenta de la movilidad de los electrones, recargando el
modelo físico y apartándose cada vez más de la imagen clásica del enlace químico.
En cuanto al método de O.M., ya desde un primer momento abandona la idea, tan estimada por los
químicos, de la molécula construida a partir de átomos individuales, para considerarla como una
unidad autónoma, constituida por núcleos y electrones. Por tanto, los electrones se representan
desde el primer momento como formando parte, de modo natural, de la molécula en conjunto. En la
forma más pura de este método, todos los electrones de la molécula quedarían alojados en orbitales
moleculares. Pero en la práctica suele ser más conveniente construir dichos orbitales sólo para los
electrones compartidos entre los átomos, y describir los electrones restantes mediante orbitales
atómicos. En ese aspecto hay cierta semejanza con el método de E.V. También de modo similar, los
refinamientos del método de O.M. se basan en utilizar funciones de onda con más términos, que
18
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
significan una mayor flexibilidad en la distribución de los electrones, llegando incluso a considerar
conjuntamente el estado fundamental y los estados excitados para dar cuenta de la correlación
electrónica y conseguir así una mejor aproximación a la realidad.
El balance de los resultados obtenidos por los dos métodos destaca el valor complementario de
ambos. El método de E.V. está más relacionado con las fórmulas estructurales que se siguen
utilizando en Química para la representación simbólica de las moléculas y la predicción de sus
propiedades y reacciones. Por otra parte, el método de O.M. está más relacionado con los niveles
electrónicos detectados en los espectros moleculares, y resulta más fácil de desarrollar y generalizar
dentro de los complejos procedimientos computacionales que caracterizan a la Química cuántica
actual. Pero cuando uno y otro método evolucionan suficientemente desde sus posiciones iniciales
respectivas, se llega a una situación intermedia que da una descripción coherente de la molécula.
Cabe examinar si las respuestas que aportan uno y otro método permiten dilucidar la cuestión
fundamental de qué son los enlaces químicos y hasta qué punto dichos enlaces tienen una realidad
física objetiva. Se concluye que tanto en un método como en otro se justifica la formación de unos
enlaces que resultan ser: poco submoleculares, no muy direccionales, y más bien inlocalizados. Si
esta conclusión fuese plenamente cierta, la teoría cuántica del enlace químico en su forma actual
llevaría a matizar la imagen estructural de los enlaces que se encuentra en la raíz de la química
moderna desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días.
Pero los resultados obtenidos pueden estar condicionados por la metodología utilizada, que se basa
en la aproximación de Born – Oppenheimer. En efecto, la explicación cuántica del enlace químico se
ha centrado fundamentalmente en la descripción de la estructura electrónica, que se hace tanto más
afinada cuanto más se atribuye a los enlaces unas características de inlocalización que son típicas de
los electrones, pero no de los núcleos. La consideración conjunta de núcleos y electrones, que daría
sin duda la descripción más completa de la molécula, queda fuera del alcance de la aproximación
electrónica a la teoría del enlace químico.
Por ello se ha adoptado un nuevo enfoque, en el que la molécula se considera como un conjunto de
regiones conectadas entre sí en el espacio, en las que los conceptos fundamentales son los de
proximidad y vínculo. Tales regiones conservan las características propias de los átomos y grupos
funcionales tradicionales de la Química. Este es el fundamento de la aproximación topológica actual,
que de tener éxito podría superar la aproximación electrónica vigente hasta ahora, de modo similar a
como ésta hizo lo propio con la aproximación geométrica que la precedió.
19
QUÍMICA FÍSICA I
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
P. Atkins y J. de Paula, Química Física, 8ª ed., Editorial Médica Panamericana, Buenos Aires (2008).
J.N. Murrell, S.F.A. Kettle y J.M. Tedder, The chemical bond, John Wiley and Sons, Chichester, 2ª ed.
(1985).
F. Hund, Z. Phys., 36, 657-674 (1926). Reproducido en: H. Hettema, Quantum Chemistry : Classic
scientific papers, World Scientific, River Edge, New Jersey (2000).
R.S. Mulliken, Phys. Rev., 32, 186-222 (1928).
R.S. Mulliken, Rev. Mod. Phys., 4, 1-86 (1932).
J. Lennard-Jones, Proc. Roy. Soc. London Ser. A, 198, 1–13 (1949).
C.C.J. Roothaan, Rev. Mod. Phys., 23, 69-89 (1951). Comentado en: M.C. Zerner, Theor. Chem. Acc.,
103, 217-218 (2000).
20
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
ACTIVIDADES
Cuestiones
Cada pregunta puede tener una o varias respuestas válidas. Señale la respuesta o respuestas que
considere correctas e incluya una breve justificación de por qué las ha elegido.
Pregunta 8.2 Al estudiar la molécula ion-hidrógeno por O.M., ¿cuál es el resultado más importante?:
a) El átomo de H y el ion H+, por separado, son más estables que la molécula de H2+.
b) Los términos electrostáticos son los que condicionan la formación del enlace.
c) La inlocalización del electrón entre ambos núcleos contribuye a estabilizar el enlace.
d) Hay que incluir muchas formas iónicas en la función de onda de prueba.
Pregunta 8.3 Según el método de O.M., ¿cómo es el estado electrónico fundamental de la molécula
de hidrógeno?:
a) Existen dos electrones que se describen mediante un O.M. enlazante.
b) La función de onda es simétrica respecto a la reflexión sobre un plano internuclear.
c) Presenta un mínimo en la curva de energía potencial en función de la distancia internuclear.
d) Tiene una energía más alta que los estados excitados.
Pregunta 8.5 ¿Cuál es la principal ventaja del método de O.M. frente al método de E.V.?:
a) Es capaz de calcular la energía de enlace con mucha más precisión.
b) Posibilita una generalización más fácil y rigurosa.
c) Explica la estabilidad del enlace basándose en la inlocalización de los electrones.
d) Tiene en cuenta la interconversión de formas iónicas límites.
21
QUÍMICA FÍSICA I
Problemas
Responda de modo concreto y razonado a las preguntas que se proponen a continuación. Utilice
tablas o gráficas si pueden ser útiles para expresar sus respuestas con más claridad.
Problema 8.2 Obtener la expresión de las energías de los orbitales moleculares enlazante y
antienlazante para la molécula ion – hidrógeno en los siguientes casos:
a) Cuando la integral de recubrimiento vale S = 0.
b) Cuando la integral de recubrimiento vale S = 0,25.
Interpretar los resultados obtenidos en uno y otro caso.
Problema 8.3 Si se denominan A y B los orbitales atómicos correspondientes a los dos átomos que
forman la molécula ion - hidrógeno, determinar:
a) La constante de normalización de los orbitales moleculares enlazante y antienlazante.
b) La función de densidad de probabilidad electrónica de ambos y explicar sus diferencias.
Dato.- Tomar un valor de la integral de recubrimiento S = 0,59.
Problema 8.4 La energía total de la molécula ion - hidrógeno vale –16,4 eV para la distancia
internuclear de equilibrio igual a 106 pm. Calcular:
a) La energía de repulsión electrostática entre los núcleos, en eV.
b) La contribución de la energía de los electrones, en eV.
c) La energía de enlace, en kJ mol-1.
Datos: ε0 = 8,854×10-12 C2 N-1 m-2; carga eléctrica elemental = 1,602×10-19 C; energía del átomo de H
en el estado fundamental = - 13,6 eV; NA = 6,022×1023 mol-1.
22
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
Pregunta 8.2
Solamente es correcta la respuesta (c). El resultado más significativo para la formación del enlace es
que para el estado enlazante, la energía resulta menor que la de los constituyentes por separado (el
átomo de H y el ion H+) y el enlace resulta estabilizado. El término más importante para la formación
del enlace es la integral de canje J, incluida en la integral de resonancia, que expresa la inlocalización
del electrón. Los términos electrostáticos por sí solos no justifican la formación del enlace.
Pregunta 8.3
Son correctas las respuestas (a), (b) y (c), ya que todas las características descritas corresponden al
estado fundamental. La (d) es falsa porque por definición, el estado fundamental tiene menor
energía que los estados excitados.
Pregunta 8.4
La única respuesta correcta es la (d), ya que en los dos primeros estados excitados de la molécula de
hidrógeno los dos electrones están desparejados, dando un nivel singlete y otro triplete, pero el más
estable es el triplete, por lo que la (c) es falsa. Las respuestas (a) y (b) son también falsas porque
todos los estados excitados de la molécula de hidrógeno tienen mayor energía que los átomos
separados, y por tanto no dan lugar a enlace estable.
Pregunta 8.5
La única respuesta correcta es la (b), ya que la principal ventaja del método de O.M. es que en
principio se puede generalizar a moléculas complejas de modo más sencillo que el de E.V., añadiendo
orbitales de modo similar a como se procede para los átomos. La respuesta (a) es falsa porque el
cálculo de la energía no suele funcionar bien en el método de O.M. Las respuestas (c) y (d) son
comunes para ambos métodos y no representan ventajas particulares del método de O.M.
23
QUÍMICA FÍSICA I
Problema 8.1.
a) El ejercicio es muy similar al problema 7.3. Se parte de la expresión de E en la ecuación (8.9):
α − E β − ES
=0
β − ES α − E
(α − E ) 2 =( β − ES ) 2 ⇒ (α − E ) =
±( β − ES )
24
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
α ±β
E± =
1± S
b) Esta parte del ejercicio se realiza de forma análoga al problema 7.5. Los coeficientes c1, c2 se
pueden determinar a partir de las ecuaciones seculares y de la condición de normalización de la
función de prueba. El procedimiento se detalla a continuación.
De acuerdo con el apartado precedente, la 1ª ecuación secular es:
c1 (α − E ) + c2 ( β − ES ) =
0
Sustituyendo E por el valor de E+ y reordenando se obtiene que:
α +β
(c1α + c2 β ) − (c1 + c2 S ) =
0
1+ S
(c1α + c2 β )(1 + S ) = (α + β )(c1 + c2 S )
c1 = c2
Por otra parte, la 2ª ecuación secular es:
c1 ( β − ES ) + c2 (α − E ) =
0
Sustituyendo E por el valor de E- y reordenando se obtiene que:
α −β
(c1β + c2α ) − (c1S + c2 ) =
0
1− S
(c1β + c2α )(1 − S ) = (α − β )(c1S + c2 )
c1 = −c2
Queda por tener en cuenta la condición de normalización, que es:
∫ψ ∫ (c1φ1 + c2φ2 ) dτ =
dτ =
2 2
1
25
QUÍMICA FÍSICA I
∫c φ2 2 dτ = c2 2 ∫ φ22 dτ = c2 2 ×1= c2 2
2
2
∫=
2c c φ φ dτ
1 2 1 2 c1c2 ∫ φ1φ2 dτ 2c1c2 S
2=
Problema 8.2.
La resolución de las ecuaciones seculares (ver problema 8.1) da dos valores de E, que son:
α +β α −β
E+ = (orbital enlazante) y E− = (orbital antienlazante).
1+ S 1− S
donde los términos que aparecen tienen el siguiente significado:
α Integral de Coulomb ≈ E0
β Integral de resonancia < 0
S Integral de recubrimiento
a) Si S = 0, entonces E+ = α + β y E- = α - β. El O.M. enlazante ψ+ está estabilizado respecto a los O.A.
φ1 y φ2 en una cantidad β, que es la misma que desestabiliza al O.M. antienlazante ψ-. Los niveles
de energía se distribuyen simétricamente con relación a los O.A. de partida.
26
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
ψ−
E- = α - β
φ1 φ2
Energía
E0 = α
E+ = α + β
ψ+
b) Si S = 0,25, entonces E+ = 0,80 (α + β) y E- = 1,33(α - β). El O.M. antienlazante ψ- está más
desestabilizado respecto de los O.A. φ1 y φ2 que lo que está estabilizado el O.M. enlazante ψ+. Los
niveles de energía ya no quedan repartidos simétricamente respecto de los O.A. de partida. Este
efecto será tanto más acusado cuanto mayor sea el valor de S.
ψ−
E- = 1,33 (α - β)
φ1 φ2
E0 = α
Energía
E+ = 0,80 (α + β)
ψ+
Problema 8.3.
a) El orbital molecular enlazante está formado por la siguiente combinación lineal de orbitales
atómicos (CLOA):
ψ + N ( A + B)
=
donde N es la constante de normalización, y A y B son los orbitales atómicos que forman la CLOA.
∫N
2
τ N 2 ∫ A2 dτ + ∫ B 2 dτ + 2∫ ABdτ=
( A + B) 2 d= 1
Puesto que los orbitales atómicos están normalizados, se cumple que: A2 dτ = 1 y ∫ ∫ B dτ = 1
2
y por el dato del enunciado se sabe que la integral de recubrimiento vale: ABdτ = 0,59 ∫
Por tanto:
∫N
2
τ N 2 [1 + 1 + (2 × 0,59)
( A + B) 2 d= = ] 3,18 N=2 1
=
resultando que N = 0,56 y que ψ + 0,56( A + B)
En el caso del orbital antienlazante, se tiene que:
N 2 [1 + 1 − (2 × 0,59)
τ N 2 ∫ A2 dτ + ∫ B 2 dτ − 2∫ ABdτ= ] 0,82 N=2 1
∫N ( A − B) 2 d= =
2
27
QUÍMICA FÍSICA I
y ψ − 1,10( A − B )
de donde N = 1,10=
ψ=
2
+
N 2 ( A + B)=
2
N 2 ( A2 + B 2 + 2 AB )
El primer término dentro del paréntesis indica la probabilidad de que el electrón esté en el orbital A,
el segundo indica la probabilidad de que esté en el orbital B, y el tercero representa la probabilidad
de que el electrón esté en la zona internuclear. Por tanto, es un término aditivo que contribuye a
aumentar la probabilidad total de encontrar al electrón dentro de la hipotética molécula.
Procediendo de forma similar para el orbital antienlazante, resulta:
ψ=
2
+
N 2 ( A − B)=
2
N 2 ( A2 + B 2 − 2 AB )
Los términos primero y segundo tienen el mismo significado que en el caso anterior, pero el tercer
término es negativo, lo que significa que se reduce la densidad de probabilidad electrónica entre los
núcleos. Puede concluirse que el electrón se encuentra preferentemente fuera de la zona
internuclear y no contribuye al enlace. Por ello se trata de un orbital antienlazante.
Problema 8.4.
a) De acuerdo con la ley de Coulomb expresada en el sistema SI, la fuerza de repulsión electrostática
entre 2 núcleos de hidrógeno (protones) a una distancia R puede calcularse de un modo muy
sencillo:
1 e02
Frepulsión =
4πε 0 R 2
donde e0 es la carga eléctrica elemental. Por tanto, la energía de repulsión vale:
1 e02
=
Erepulsión F=
repulsión R
4πε 0 R
Sustituyendo valores numéricos para R = 106 pm, se obtiene que:
28
8. MÉTODO DE O.M.: MOLÉCULA DE HIDRÓGENO
b) La energía total de la molécula, que depende de R, viene dada por el balance entre la energía de
los electrones y la energía de repulsión entre los núcleos, cada una de ellas con su signo:
Emolécula (R) = Eelectrones + Erepulsión núcleos
de donde:
Eelectrones = Emolécula (R) - Erepulsión núcleos
Para Re = 106 pm, se obtiene que:
Eelectrones = -16,4 –13,58 = -30,0 eV
Se comprueba que esta contribución es la que favorece la estabilidad de la molécula, ya que es
grande y negativa, en tanto que Erepulsión núcleos se opone a la estabilidad.
c) La energía de enlace viene dada por la diferencia entre Emolécula (R), particularizada para la distancia
internuclear de equilibrio que vale Re, y la energía EH del átomo de hidrógeno que se une a un protón
para formar la molécula – ion H2+. Realizando la conversión de unidades resulta que:
Eenlace = Emolécula (Re) - EH = -16,4 – (-13,6) = -2,8 eV = -4,49×10-19 J = -270 kJ mol-1.
Este es el valor de energía que se supone que debería obtenerse con el método teórico utilizado para
estudiar el enlace de esta molécula.
Problema 8.5.
La condición de normalización establece que:
∫ψ dτ
= ∫ ( N [1s (1) + 1sB (1) ] × [1s A (2) + 1sB (2) ]) 2=
dτ 1
2
CLOA A
∫ψ
2
CLOA dτ N 2 ∫ ([1s A (1) + 1sB (1) ] × [1s A (2) + 1sB (2) ])=
= 2
dτ
∫ [1s (1) + 1sB (1) ] dτ= ∫ 1s (1)dτ + ∫ 1sB 2 (1)dτ + 2 ∫ 1s A (1) ×1sB (1)dτ
2 2
A A
∫ [1s (2) + 1sB (2) ] dτ= ∫ 1s (2)dτ + ∫ 1sB 2 (2)dτ + 2 ∫ 1s A (2) ×1sB (2)dτ
2 2
A A
29
QUÍMICA FÍSICA I
de donde:
1
N2 =
[ 2(1 + S )]
2
1
y N= es la constante de normalización buscada.
2(1 + S )
En el caso más sencillo posible de que la integral de recubrimiento S valga cero, la constante de
normalización queda simplemente:
1 1 1
=N = =
2(1 + S ) 2(1 + 0) 2
Entonces la función de onda se expresa como:
1
ψ CLOA =× [1s A (1) + 1sB (1) ] × [1s A (2) + 1sB (2) ]
2
30