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PISO SIETE

En festivo ambiente estaban todos los integrantes del corporativo,

cuando llego la calaca buscando algún ejecutivo,

Patitas, ¿pa que las quiero? dijo uno y se echó a correr,

pero presta la pelona, lo hizo entumecer.

Otro creyéndose muy listo, entono una canción,

dijo - ¡hey huesuda! tomate esta botella conmigo,

dame una oportunidad que quiero ser tu amigo,

la malquerida respondió - José Alfredo es mi amigo y cuando quiero me canta,

a ti, ¡ni quien te aguanta!

La parca despachó a muchos entre rezos y sollozos,

los Godínez no querían irse, querían seguir dichosos,

la pálida no complació a ningún mortal,

ella simplemente hace su jale y nunca queda mal.

De luto amaneció el corporativo, pues no quedo ¡ni uno vivo!

los socios se lamentaron, por la empresa que fundaron,

La fría les dijo - no se aflijan no hay por qué temer,

a ustedes también les toca y así no habrá negocio que perder.

Pareciera una tragedia, sin embargo, en la otra vida solo hay fiesta,

mientras los vivos se preocupan por cuentas y amores funestos,

en la muerte hay descanso, pues ya nadie paga impuestos.

Así que no le temas a la tembeleque, que llega siempre sonriente,

llega quieras o no, pues en 2021 años, no hay registro de que a alguien perdonó.

La vieja huesuda viene desde lejos cada año,

para traerte parientes de antaño,

pon tu altar, llénalo de flores, sal, agua, ceniza y comida a montones,

la muerte es algo seguro, mejor que te agarre maduro.

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