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L.A.MARÍA DE JESÚS L.

LIMÓN

El fenómeno económico y el principio de la elección.


L.A.MARÍA DE JESÚS L.LIMÓN

Sólo en un mundo ideal, cuya posible existencia se hace cada vez más difusa y en la
cual la naturaleza fue tan pródiga que el hombre no requirió realizar esfuerzo alguna
para subsistir, pudo no conocerse el fenómeno económico. Acaso tampoco en los tipos
de organización primitiva en que el medio proporcionaba más de lo que se necesitaba
e hizo que no se captara el valor de las cosas. Pero pronto habría de crecer el número
de consumidores y por tanto de necesidades, a la vez que la naturaleza se agotaba en
su prodigalidad haciendo que los bienes naturales resultan insuficientes para
cubrirlas y nació el fenómeno económico.

Cuando el hombre sintió frío se protegió de la intemperie introduciéndose en una


cueva; arrancó frutos silvestres que para entonces había en abundancia o cazó
animales a su alcance para saciar su hambre. Pero al paso del tiempo, el crecimiento
natural de los pobladores, reflejó los primeros rasgos de lo que iba a ser una
dramática competencia, y así, las inclemencias del clima hicieron que el nombre, al no
encontrar refugio en cuevas ya ocupadas por competidores más fuertes, pensase en
la construcción de las primeras chozas; los animales, por instinto, huyeron a zonas
poco accesibles al habitual cazador y al no encontrar frutos que otras manos ya habían
arrancado, le hizo meditar en la siembra y cuidado de algunas especies comestibles.
En la historia del hombre se iba a gestar así el cambio de su actitud nómada por la
vida sedentaria.

Ferguson narra con profundo realismo la formación de ese estado angustioso en que
se colocó el hombre como miembro de la sociedad primitiva y de los esfuerzos que
para aquél entonces tiene que realizar “por conseguir lo que necesita para satisfacer el
número siempre mayor y más variado de sus necesidades. La naturaleza rara vez
otorga sus dones con liberalidad y proporciona un nivel normal de nacimientos más
elevado que el de muertes naturales.

Por eso jamás tendrá fin la lucha de la humanidad para escapar de la necesidad. El
hombre, preso entre sus deseos insaciables y una naturaleza tacaña, dedica la mayor
parte de sus horas de vigilia al drama económico en el que inevitablemente se ve
envuelto”. En efecto, el problema se presenta al hombre en forma de multitud de
interrogantes que le acosan y que le instan a pensar, al tratar de disiparlas, acerca de
qué tipo de actividad es a la que ha de dedicar su esfuerzo, bajo qué sistema habrá de
organizarse para el cultivo de sus campos y si será o no conveniente dedicarse a
producir sólo algunos objetos útiles para cambiarlos después por bienes producidos
por otra tribu vecina; de ahí que la actividad del homo occonomicus encaminada a
resolver tales interrogantes, se agua encerrado en los siguientes supuestos:
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A)Existe un conjunto de necesidades o de finalidades por alcanzar, las cuales,


en ciertas condiciones pueden adquirir distinto grado de importancia.

b) Los medios apropiados para la satisfacción de varias necesidades resultan


escasos, por lo cual no todas pueden ser satisfechas dando nacimiento a un
cierto mecanismo de elección;

c) Un mismo satisfactor puede servir para superar diversas necesidades;

d) Pueden utilizarse uno o varios medios combinados para la satisfacción de


una necesidad o la consecución de una finalidad determinada.

De aquí que, tomando en consideración que el medio proporciona satisfactores en


forma escasa, el hombre debe proceder a una cuidadosa elección y decidir , entre
otras, las siguientes cuestiones:

• Escoger entre las múltiples necesidades o fines los que considere más importantes;
• Escoger entre los varios usos a los cuales puede destinarse un bien los que le
resulten más útiles;
• Elegir entre las maneras de alcanzar un fin determinado las que crea más
convenientes.

Teoría de la escasez: un fenómeno económico con impacto social

El elemento dominante de todo problema económico reducido a su máxima expresión es


la escasez de recursos frente a las ilimitadas necesidades que deben ser atendidas. El
problema surge entonces de la interrelación entre lo que se requiere y lo que está
disponible.
Las necesidades del hombre en términos de bienes y servicios exceden la cantidad que
de ellos la economía puede producir con los recursos que tiene a la mano, quedando
siempre algunas de estas insatisfechas.

La escasez se conceptualiza como la insuficiencia de diversos recursos -salvo el aire


que se considera un bien libre- tales como el agua potabilizada, los alimentos, las
energías transformadas, la vivienda y el vestido, entre otros, que se consideran
fundamentales para satisfacer la supervivencia; o de productos no básicos que suplen
distintas necesidades en las sociedades humanas en distintos ámbitos.

Ningún colectivo posee todos los recursos suficientes para cubrir de manera adecuada
las necesidades de su población, por lo que se precisa el intercambio y el comercio de
bienes y servicios.
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La escasez obliga a priorizar las necesidades dado que todos los agentes económicos
estamos supeditados a diversas restricciones presupuestarias.

Este fenómeno representa un problema de orden mundial, en el sentido de que existe


el deseo o necesidad de adquirir una cantidad de bienes y servicios mayor a lo que
está disponible.

El concepto de escasez se refiere a una determinada relación entre los recursos


económicos y las necesidades. Los recursos económicos como la fuerza de trabajo, la
tierra, el capital y la tecnología tienden a ser escasos, por lo que la cantidad de bienes
y servicios que pueden producirse son igualmente limitados.

La escasez es uno de los fenómenos fundamentales en la economía y, más aún, de ella


nace el problema económico. Se la suele definir como aquella situación que surge
cuando, dada una relación entre medios y fines, estos resultan ser cuantitativamente
más que aquellos: de allí surge que esos medios son "escasos".

La economía como ciencia se ocupa de estudiar esa asignación eficiente de los


recursos escasos entre los fines múltiples, dando origen así al "proceso de
economización".

Cabe destacar que existe la idea de una relación entre pobreza y escasez, pero la causa
de la pobreza no es la escasez. La causa de la pobreza -bajo la perspectiva económica-
es no conocer y por tanto no respetar la naturaleza de la escasez.

Ese fenómeno se plasma en un complejo proceso de mercado y encuentra en él su


solución cuando se cruzan la oferta y la demanda; pero esto no implica su eliminación,
sino solo su satisfacción. La escasez es una cuestión que impacta la sociedad y por
tanto tiene fuertes consecuencias en la estabilidad socioeconómica.

Desde el año 2007 hasta el presente se ha incrementado el nivel de escasez, debido a:

1) Un aumento de la demanda interna: el Gobierno nacional ha obtenido ingresos


externos extraordinarios por el alza de los precios petroleros, lo que le ha permitido
estimular el consumo, originándose durante este lapso un impulso parcialmente
artificial de la demanda, a través de una política fiscal expansiva y el financiamiento
monetario del gasto corriente, subsidiando fuertemente insumos primarios para el
consumo interno como la energía y las divisas; y

2) La contracción de la oferta agregada por el deterioro de la producción interna


inducido por la imposición de anacrónicos controles, regulaciones de precios,
expropiaciones e intervenciones, lo que ha mellado las relaciones entre los agentes de
producción y la confianza en los emprendedores.

La caída de la producción nacional y por lo tanto de la oferta agregada en los últimos


años ha determinado una disminución del Producto Interno Bruto (PIB) del sector
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privado, reduciendo los niveles de empleo establecidos y disminuyendo la creación de


nuevas plazas con mayor notoriedad en el sector secundario.

Con el objeto de indicar mejores resultados del PIB nacional, se ha presentado una
expansión del sector público con la finalidad de ocupar esos espacios
tradicionalmente atendidos por el sector privado. Esto, aunado al cambio
metodológico sobre las mediciones tradicionales para cuantificar la actividad, a través
de modificaciones en las estadísticas sobre el sector petrolero y gubernamental,
provistas por diversos organismos públicos al Banco Central y al Instituto Nacional de
Estadística (INE), ha procurado proyectar una imagen de bienestar económico pleno
que no es tal.

La combinación de impactos abruptos de la demanda que hacen que esta crezca


significativamente y la merma de la producción interna privada han dado lugar a un
elevado nivel de "relativa escasez", que se puede medir a través del
desabastecimiento, que trasciende más allá de los bienes de primera necesidad.

Se puede afirmar que las clases populares son las que más sufren el fenómeno de la
relativa escasez. Por lo tanto, son ellas las que más sobrellevan el desabastecimiento
propiciado por las políticas públicas erradas basadas más en el principio de represión
que en la confianza.

Las políticas económicas deben fomentar la maximización de beneficios sociales de


diversa índole para todos los agentes que integran la sociedad, lo cual exige a su vez
un contexto favorable para la producción que eleve los inventarios e incremente
sustantivamente la oferta; y esto -por su parte- requiere ingentes inversiones
aparejadas a la confianza en el sistema de parte de los emprendedores e
inversionistas.

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