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Sistema Universidad Abierta

y Educación a Distancia
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales UNAM

Derecho Constitucional
Aspectos generales

Video de bienvenida
https://youtu.be/frxnawoCmQU

Datos de identificación

• Institución responsable: Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Suaed. UNAM.


• Licenciatura: Relaciones Internacionales
• Asignatura: Derecho Constitucional
• Autores: María Guadalupe Peña González, Maximiliano García Guzmán
• Semestre: Tercero
• Créditos: 08
• Carácter: Obligatoria
• Clave: 2307

Objetivos

OObjetivo general
Al término de la materia el alumno será capaz de:
• Conocer, analizar y explicar la evolución histórica y los principios fundamentales del constitucionalismo contemporáneo, así
como las instituciones y los procesos políticos propios del Estado constitucional democrático.
Objetivos específicos
• Explicar las distintas concepciones y el objeto de estudio del Derecho Constitucional, así como su ubicación disciplinaria.
• Identificar la formación histórico-política del Estado constitucional democrático, las instituciones, procesos políticos y elementos
esenciales que integran las constituciones y los principios del constitucionalismo moderno.
• Conocer los principios, conceptos y elementos del constitucionalismo contemporáneo y la teoría política y constitucional a partir
de sus manifestaciones particulares en el derecho constitucional mexicano.

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Temario
Unidad 1. Evolución histórica, concepción, objeto y fines del derecho constitucional

1.1. Ubicación disciplinaria del derecho constitucional


1.2. Teoría política, teoría constitucional y derecho constitucional
1.3. Conceptualización del derecho constitucional
1.4. Naturaleza, objeto y fines del derecho constitucional
1.5. Significación y caracterización del derecho constitucional

Unidad 2. El pensamiento constitucional universal: organización política de la sociedad y el Estado

2.1. El pensamiento constitucional: del preconstitucionalismo al constitucionalismo contemporáneo


2.2. Las ideas sobre la Constitución: los clásicos, Carl Schmitt, Fernando Lasalle, Hans Kelsen y otros doctrinarios
2.3. Clasificación y caracterización de las constituciones: escritas y no escritas (consuetudinarias); rígidas y flexibles; extensas y
concretas; otros criterios
2.4. La Constitución como elemento central de la organización política del Estado y la sociedad
2.5. Contenidos de la Constitución

Unidad 3. El estado constitucional: elementos y corrientes fundamentales

3.1. La sociedad como originadora del Estado, el Derecho y la Constitución


3.2. La soberanía e inmunidad de jurisdicción. Los principios rectores
del ejercicio de las competencias
3.3. Proceso constituyente. Modificación e interpretación de la Constitución. Jurisdicción constitucional
3.4. Los derechos humanos como premisa del constitucionalismo contemporáneo y la democracia plural como consecuencia
organizativa
3.5. El constitucionalismo social en el siglo XXI
3.6. Centralismo, federalismo y regionalismo
3.7. Justicia constitucional: control constitucional concentrado y difuso

Unidad 4. Constitucionalismo, poder, instituciones y sistema políticos

4.1. Concepciones teóricas del poder


4.2. El poder en la conformación de la organización política y jurídica del Estado
4.3. La Constitución como origen de las instituciones políticas y del sistema político y jurídico del Estado
4.4. Evolución del pensamiento filosófico-político sobre la división de poderes
4.5. División de poderes: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial (la dicotomía extraconstitucional división-equilibrio
de poderes)
4.6. Otras formas de poder: sociedad y poderes fácticos
4.7. Nuevas formas de la división de poderes: órganos constitucionales autónomos y otros

Unidad 5. Derecho constitucional mexicano: elementos dogmáticos

5.1. Antecedentes histórico-críticos


5.2. Fuentes del derecho constitucional mexicano
5.3. El contenido social de la Constitución mexicana
5.4. Garantías individuales y derechos humanos
5.5. La jerarquía de la norma en el derecho constitucional mexicano
5.6. La soberanía en el Estado mexicano
5.7. El sistema representativo y el régimen federal
5.8. La justicia constitucional
5.9. La rectoría del Estado

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Unidad 6. Derecho constitucional mexicano: elementos orgánicos

6.1. Los partidos políticos


6.2. El sistema presidencial de gobierno
6.3. Organización y funcionamiento del Poder Ejecutivo
6.4. Organización y funcionamiento del Poder Legislativo
6.5. Organización y funcionamiento del Poder Judicial
6.6. Las entidades federativas, municipios y Distrito Federal
6.7. Responsabilidad de servidores públicos
6.8. Regulación del trabajo y la previsión social

Unidad 7. Ejemplos prácticos de derecho constitucional comparado

7.1. Naturaleza y objeto del derecho comparado


7.2. Breve historia del derecho comparado
7.3. El método comparativo aplicado al derecho constitucional
7.4. Los sistemas contemporáneos de derecho
7.5. El derecho constitucional francés
7.6. El derecho constitucional estadounidense
7.7. El derecho constitucional argentino

Bibliografía complementaria

Unidad 1. Evolución histórica, concepción, objeto y fines del derecho constitucional

Arteaga, E. (1999). Tratado de derecho constitucional. México: Oxford University Press.

Arteaga, E. (2013). Derecho constitucional. México: Oxford University Press.

Carbonell, M. (ed.) (2007). Teoría del neoconstitucionalismo: ensayos escogidos. Madrid, Trotta.

Ferrajoli, L. et ál. (2001). Derechos y Garantías, la ley del más débil. España: Trotta.

Ferrajoli, L. et ál. (2013). La teoría del derecho en el paradigma constitucional. Madrid-México: Fontamara.

Gargarella, R. (2008). Teoría y crítica del Derecho Constitucional. Argentina: Perrot.

Habërle, P. (2001). El Estado Constitucional. México: IIJ-UNAM.

Orozco, J. (1985). El derecho constitucional consuetudinario. México: UNAM.

Sánchez E. (2007). Derecho Constitucional. México: Porrúa.

Unidad 2. El pensamiento constitucional universal: organización política de la sociedad y el estado

Arteaga, E. (1999). Tratado de derecho constitucional. México: Oxford University Press.

Arteaga, E. (2013). Derecho constitucional. México: Oxford University Press.

Carbonell, M. (ed.) (2007). Teoría del neoconstitucionalismo: ensayos escogidos. Madrid, Trotta.

Ferrajoli, L. et ál. (2001). Derechos y Garantías, la ley del más débil. España: Trotta.

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Ferrajoli, L. et ál. (2013). La teoría del derecho en el paradigma constitucional. Madrid-México: Fontamara.

González, R. (2007). Panorama de Derecho Constitucional, México: UIA-Noriega Editores.

Hauriou, A., Gicquel, J. y Gélard, P. (1980). Derecho constitucional e instituciones políticas. España: Ariel.

Unidad 3. El estado constitucional: elementos y corrientes fundamentales

Arteaga, E. (1999). Tratado de derecho constitucional. México: Oxford University Press.

Arteaga, E. (2013). Derecho constitucional. México: Oxford University Press.

Caballero, J. y Ferrer, E. (2014). Derechos Humanos en la Constitución: comentarios de jurisprudencia constitucional e


interamericana. México: SCJN/IIJ-UNAM.

González, R. (2007). Panorama de Derecho Constitucional, México: UIA-Noriega Editores.

Habërle, P. (2001). El Estado Constitucional. México: IIJ-UNAM.

Hauriou, A., Gicquel, J. y Gélard, P. (1980). Derecho constitucional e instituciones políticas. España: Ariel.

Unidad 4. Constitucionalismo, poder, instituciones y sistema políticos

Biscaretti, P. (2000). Introducción al Derecho Constitucional Comparado. México: FCE.

Bogdandy, A. et ál. (2013). Ius constitucionale commune en Derechos Humanos en América Latina. México: Porrúa/IMDPC/Max
Planck Institute.

Bonilla, D. (2006). La constitución multicultural. Colombia: Universidad de los Andes-Javeriana/Siglo del Hombre Editores.

Caballero, J. y Ferrer, E. (2014). Derechos Humanos en la Constitución: comentarios de jurisprudencia constitucional e


interamericana. México: SCJN/IIJ-UNAM.

Unidad 5. Derecho constitucional mexicano: elementos dogmáticos

Caballero, J. (2009). La incorporación de los tratados internacionales sobre derechos humanos en España y México. México:
Porrúa.

Carbonell, M. y Salazar, P. (coords.) (2011). La reforma constitucional de derechos humanos: un nuevo paradigma. México: IIJ-
UNAM.

Ferrajoli, L. et ál. (2013). La teoría del derecho en el paradigma constitucional. Madrid-México: Fontamara.

Ferrajoli, L. et ál. (2001). Derechos y Garantías, la ley del más débil. España: Trotta.

Vázquez, R. (ed.) (2011). Normas, razones y derechos. Filosofía Jurídica Contemporánea en México. España: Trotta.

Unidad 6. Derecho constitucional mexicano: elementos orgánicos

Caballero, J. (2009). La incorporación de los tratados internacionales sobre derechos humanos en España y México. México:
Porrúa.

Tena, F. (2007). Derecho Constitucional Mexicano. México: Porrúa.

Vázquez, R. (ed.) (2011). Normas, razones y derechos. Filosofía Jurídica Contemporánea en México. España: Trotta.

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Unidad 7. Ejemplos prácticos de derecho constitucional comparado

Biscaretti, P. (2000). Introducción al Derecho Constitucional Comparado. México: FCE.

Bogdandy, A. et ál. (2013). Ius constitucionale commune en Derechos Humanos en América Latina. México: Porrúa/IMDPC/Max
Planck Institute.

Caballero, J. y Ferrer, E. (2014). Derechos Humanos en la Constitución: comentarios de jurisprudencia constitucional e


interamericana. México: SCJN/IIJ-UNAM.

Ferrer, E. (2005). Interpretación constitucional. México: Porrúa/UNAM.

Guastini, R. (2008). Teoría e ideología de la interpretación constitucional. México: Mínima Trotta/IIJ-UNAM.

Vallarta, J. (2002). Introducción al estudio del derecho constitucional comparado. México: Porrúa.

Velázquez, J. (1994). Temas Selectos del Nuevo Derecho Internacional (Derecho internacional constitucional). México: FCPS-
UNAM.

Bibliografía complementaria
Becerra, M. (2012). La recepción del derecho internacional en el derecho interno. México: IIJ-UNAM.

Boaventura, S. (2009). Sociología Jurídica Crítica. Para un nuevo sentido común en el derecho. España: Trotta.

Carbonell, M. (ed.) (2003). Neoconstitucionalismo. España: Trotta.

Castro y Castro, J. (2006). Garantías y Amparo. México: Porrúa.

Ciaramelli, F. (2009). Instituciones y normas. Sociedad global y filosofía del derecho. España: Trotta.

Duverger, M. (1971). Instituciones Políticas y Derecho Constitucional. España: Ariel.

Dworkin, R. (2008). El imperio de la justicia: de la teoría general del derecho, de las decisiones e interpretaciones de los jueces y
de la integridad política y legal como clave de la teoría y práctica. España: Gedisa.

Ferrajoli, L. ( 2008). Democracia y garantismo. España: Trotta.

Fitzpatrick, P. (1998). La Mitología del Derecho Moderno. México: Siglo XXI Editores.

Habermas, J. (2008). Más allá del Estado nacional. México: FCE.

Habermas, J. (2008). Facticidad y Validez. España: Trotta.

Sayeg, J. (1991). El Constitucionalismo Social Mexicano. México: FCE.

Velázquez, J. (s. f.). La reforma constitucional en materia de derechos humanos de 2011 y jerarquía normativa en México. México
y el Derecho de los tratados internacionales [en prensa]. México: FES Acatlán/FCPS-UNAM.

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Velázquez, J. et ál. (2012). La construcción del Estado de derecho nacional e internacional a partir de la reforma constitucional y
del Estado. Estado de derecho internacional. México: IIJ-UNAM.

Villarroel, D. (2004). Derecho de los tratados en las constituciones de América. México: Porrúa.

Zagrebelsky, G. (2007). El derecho dúctil. España: Trotta.

Sitios de interés
Cámara de Diputados. (s. f.). Consultado el 10 de noviembre de 2016 de http://www.diputados.gob.mx

Instituto de Investigaciones Jurídicas. (s. f.). Consultado el 10 de noviembre de 2016 de http://www.juridicas.unam.mx

Secretaría de Relaciones Exteriores. (s. f.). Consultado el 10 de noviembre de 2016 de http://www.gob.mx/sre

Senado de la República. (s. f.). Consultado el 10 de noviembre de 2016 de http://www.senado.gob.mx/index.php

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Evolución histórica, concepción, objeto
y fines del Derecho Constitucional

Introducción

El derecho constitucional, considerado como rama del derecho público, nace como una disciplina autónoma y sistemática,
a partir del siglo XIX, factor determinante para consolidar a la comunidad de Estados en la Era Moderna. Es en esa época
en la cual se delimita su objeto de estudio, describiendo de manera precisa y ordenada los alcances y significados de las
normas e instituciones constitucionales de la organización política denominada Estado.

Por tanto, es prioritario que para el estudio del derecho constitucional se cuente con una visión científica y metodológica
completa, con el objetivo de comprender las causas y orígenes de su conformación, así como su desarrollo en el proceso
histórico del Estado moderno.

Objetivos particulares

Al término de la unidad el alumno será capaz de:

• Explicar las distintas concepciones y el objeto de estudio del derecho constitucional, así como su ubicación
disciplinaria.

Temario

1.1. Ubicación disciplinaria del derecho constitucional


1.2. Teoría política, teoría constitucional y derecho constitucional
1.3. Conceptualización del derecho constitucional
1.4. Naturaleza, objeto y fines del derecho constitucional
1.5. Significación y caracterización del derecho constitucional

Exposición de los temas

1.1. Ubicación disciplinaria del Derecho Constitucional


http://prezi.com/qd5pjnyb9psc/?utm_campaign=share&utm_medium=copy&rc=ex0share

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1.2. Teoría política, teoría constitucional y derecho constitucional

Teoría política

Rama de la ciencia política enfocada a la reflexión teórica sobre la relación entre las instituciones políticas y los ciudadanos.

Teoría constitucional

Es la rama del derecho constitucional enfocada a la reflexión teórica sobre la Constitución, sus elementos, su función, la
supremacía constitucional y la jerarquía de las leyes.

Derecho constitucional

Rama del derecho público, conjunto de normas que organizan la estructura y funcionamiento del Estado mexicano.

1.3. Conceptualización del derecho constitucional


Según Maurice Duverger (1982) la denominación de Derecho Constitucional aparece en Francia en 1834, con la creación de
la nueva cátedra con el mismo nombre, cuyo titular fue el profesor italiano Rossi, en la ciudad de Pavia Con el tiempo fue
extendiéndose a toda Europa y, posteriormente, hacia el continente americano en las universidades de países que poco a poco
iban suprimiendo los regímenes coloniales.

Maurice Duverger [ilustración]. Tomada de: http://bit.ly/2dGLvj6

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Derecho constitucional:

1. Es un conjunto de normas que regulan el Estado y a la organización de los poderes, según Daniel Moreno (1990, p. 6).

2. Es un conjunto de normas que organizan la estructura y funcionamiento del Estado mexicano, según Elisur Arteaga (2015, p. 1).

Constitución:

1. La Constitución es identificada o conocida como igual a los poderes de un país, los cuales la crearon, logrando con ello
mantener la estructura de un país y, por ende su evolución, interpretando a Ferdinand Lasalle (1999, p. 11).

2. La Constitución mantiene y protege los principios básicos, los cuales forman la estructura del Estado y la relación que ella tiene
para con la sociedad, es decir, “la constitución es la norma jurídica fundamental” como bien lo define Mario de la Cueva (1982, p. 5).

3. La Constitución contiene la esencia y estructura de toda unidad política, la cual permite dar una estabilidad congruente a un
país, mediante su unión Estado-sociedad.

La Constitución, sin importar las definiciones otorgadas por diferentes autores, mantiene una esencia jurídica, otorgadora y
protectora de las leyes, así como derechos fundamentales para la sociedad, y por ende para la estructura del Estado donde ésta
se desarrolla.

1.4. Naturaleza, objeto y fines del derecho constitucional


Naturaleza

Según José Antonio García Barrera (2002), ésta radica en el contenido de sus disposiciones constitucionales y del cual obtiene
que las mismas, por ser preceptos que crean, regulan e invisten de autoridad a los poderes públicos, son de naturaleza pública y
que por consiguiente es público también el derecho constitucional que las contiene.

Objeto

El estudio y organización de las instituciones políticas y judiciales, las cuales dan sustento y fundamento a un Estado, mismas
que se encargan del ejercicio, división y regulación del poder que mantiene en desarrollo y estabilidad a una nación, siempre
respetando las garantías o derechos naturales del ser humano con base en la Constitución.

Fin

Es la creación de una armonía entre el gobierno y la sociedad, mediante el correcto uso y comprensión de la Constitución, dicha
armonía es entre las leyes que mantienen y regulan a un Estado, para con ello manejar un sistema basado en libertades, igualdad
y derechos, mismos que buscan mantener un orden social y político.

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Derecho Constitucional [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2feJT2p

1.5. Significación y caracterización del derecho constitucional


El derecho constitucional estudia la forma de gobierno, es decir, si ese país es una república o una monarquía y qué clase de
república o monarquía es.

Los órganos de gobierno tienen que ser creados por la misma Constitución, y generalmente son tres: ejecutivo, legislativo y
judicial, y es la propia ley fundamental la que los organiza. Así, por ejemplo, respecto al Poder Ejecutivo lo puede organizar
unitaria o colegiadamente, indicar los requisitos que se necesitan para poder ser presidente, la duración del periodo, etc., y lo
propio hace respecto a los Poderes Legislativo y Judicial.

Una vez que los órganos de gobierno son creados y organizados, les otorga su competencia, es decir, les señala lo que pueden
hacer y todo aquello que no les indica, no lo pueden realizar.

Entre los órganos de gobierno existen relaciones y las que resultan entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo configuran el sistema
de gobierno de ese país, que con varias modalidades, principalmente será un sistema presidencial o uno parlamentario.
Hasta aquí, el derecho constitucional estudia los mecanismos del gobierno tal como se puede contemplar en un sistema perfecto
de relojería: cuáles son sus piezas, cómo se mueven esas piezas, cuál es la función que cada una de ellas debe realizar.
Pero, además, el derecho constitucional otorga un mínimo de seguridad jurídica: existen en la Constitución una serie de derechos
individuales que se le reconocen a todos los hombres y que los órganos de gobierno están obligados a respetar.

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Bibliografía
Arteaga, E. (2015). Manual de Derecho Constitucional. México: Oxford University Press.

De la Cueva, M. (1982). Derecho Constitucional Mexicano. México: Porrúa.

Duverger, M. (1982). Instituciones políticas y derecho constitucional. Barcelona: Ariel.

García, J. (2002). Curso de garantías individuales y sociales. México Facultad de Derecho-Universidad Autónoma de Sinaloa.

Lasalle, F. (1999). ¿Qué es una constitución? México: Colofón.

Moreno, D. (1990). Derecho Constitucional Mexicano. México: Editorial Pax.

Para saber más...


Sesión solemne en el marco del Seminario: La Constitución, análisis rumbo a su centenario

Senado de México, 15 de abril de 2015.


https://www.youtube.com/watch?v=RPOwbWkWJ4M

Carbonell, M. et ál. (2009). Tendencias del constitucionalismo en Iberoamérica. México: UNAM/Instituto Internacional
para la Democracia y la Asistencia Electoral/Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo/
Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional.

En conclusión…

• El Derecho Constitucional se aplica a las instituciones políticas. Su objeto es la organización jurídica del Estado. Su contenido
atiende a la relación entre el Estado y Constituciones, y entre el Estado y los individuos.
• La finalidad del derecho Constitucional es la garantía de la libertad y la dignidad del individuo, mediante la sumisión del
Estado.
• Una constitución vale para el ser humano porque en ella se reconocen la libertad y la igualdad, más porque en ella se
distribuya el ejercicio del poder.
• La Constitución mexicana, asediada por innumerables reformas de todo signo, mantiene su orientación social.

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Asamblea constituyente en Querétaro 1917 [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2dU3lfa

Fuentes básicas de consulta

De la Cueva, M. (2016). Apuntes de derecho constitucional tomados de la cátedra que imparte el Dr. Mario de la Cueva. Primera
parte (pp. 1- 24). México: IIJ-UNAM.

Córdova, L. (2005). Repensar la historia del constitucionalismo en tiempos de la globalización. En Ruipérez, Javier, El
constitucionalismo democrático en los tiempos de la globalización, México: IIJ-UNAM.

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El pensamiento constitucional universal:
organización política de la sociedad y
el estado

Introducción

Nuestra Constitución de 1917 es un ícono para el constitucionalismo mundial por ser la primera en establecer derechos
sociales en el siglo XX; derivada de un movimiento revolucionario, a pesar de las múltiples reformas que ha sufrido, sigue
siendo un referente para los expertos constitucionalistas.

Cabe destacar que la Constitución es un elemento vivo, una institución de carácter sociopolítico y sociohistórico,
convertido en un dispositivo primordial para el control del poder político bajo principios, normas, reglas de organización y
funcionamiento del Estado.

Por tanto, encontrarás por ejemplo las referencias históricas y de teoría constitucional que dan forma al concepto
moderno de Constitución, las distintas características y clasificaciones más comunes que se le hacen y el contenido de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Objetivos particulares
Objetivos particulares
Al término de la unidad el alumno será capaz de:

• Identificar la formación histórico-política del Estado constitucional democrático, las doctrinas, las características y
contenido del constitucionalismo moderno.
• Identificar la influencia del ideario político de los principales doctrinarios en el contenido del derecho constitucional.

Temario
2.1. El pensamiento político y constitucional: del preconstitucionalismo al constitucionalismo contemporáneo
2.2. Las ideas sobre la Constitución: los clásicos, Carl Schmitt, Fernando Lasalle, Hans Kelsen y otros doctrinarios
2.3. Clasificación y caracterización de las constituciones: escritas y no escritas (consuetudinarias); rígidas y flexibles;
extensas y concretas; otros criterios
2.4. La Constitución como elemento central de la organización política del Estado y sociedad
2.5. Contenidos de la Constitución

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Exposición de los temas

2.1. El pensamiento político y constitucional: del preconstitucionalismo al constitucionalismo


contemporáneo
http://prezi.com/etnyu23wew95/?utm_campaign=share&utm_medium=copy&rc=ex0share

2.2. Las ideas sobre la Constitución: los clásicos, Carl Schmitt, Fernando Lasalle, Hans
Kelsen y otros doctrinarios
http://prezi.com/uvxof-liihya/?utm_campaign=share&utm_medium=copy&rc=ex0share

2.3. Clasificación y caracterización de las constituciones: escritas y no escritas


(consuetudinarias); rígidas y flexibles; extensas y concretas; otros criterios
Entre los criterios utilizados para clasificar a las constituciones se encuentran los que aluden a éstas atendiendo a su forma
jurídica o bien su origen o su reformabilidad. En atención a su forma jurídica, surgen otras subclasificaciones, dando lugar a las
constituciones escritas y consuetudinarias o no escritas, definiéndoles en la forma siguiente:

• Constituciones escritas son aquellas cuyas disposiciones se plasman, con claridad y precisión, en un solo documento.
• Constituciones consuetudinarias o no escritas son disposiciones de las que no existe un documento específico en el que se
contenga la totalidad de las normas básicas.

Por su origen, las constituciones, se clasifican en otorgadas, impuestas y pactadas o contractuales:

• Constituciones otorgadas son documentos que el rey, monarca o gobernante en turno, en su carácter de titular de soberanía,
los concede.
• Constituciones impuestas son documentos que el parlamento impone al rey.
• Constituciones pactadas o contractuales son los documentos sustentados en la teoría del pacto social.

Atendiendo a su reformabilidad, las constituciones se clasifican en rígidas o flexibles:

• Constituciones rígidas son aquellos documentos en los que se establecen un procedimiento especial para su reformabilidad.
• Constituciones flexibles son aquellas constituciones que pueden ser reformadas por medios ordinarios, es decir, no por
especiales.

Otros criterios utilizados son los que atienden a su carácter ontológico:

• Constituciones normativas son aquellos documentos cuyas normas constitucionales están en concordancia con la realidad
del proceso de poder.
• Constituciones nominales son aquellas cuyas disposiciones no están acorde con las condiciones sociales actuales, sino que
están en espera de convertirse en normativas.
• Constituciones semánticas son aquellas cuyas disposiciones no sirven para limitar el poder, sino que son instrumentos al
servicio de los detentadores del poder real, en ocasiones, aparentando ser constituciones normativas.

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2.4. La Constitución como elemento central de la organización política del Estado y sociedad
La Constitución es una pieza de ingeniería política que surge de la ruptura política o social, de la independencia, de la caída o
derrocamiento de un régimen político o de la reconstrucción después de una revolución guerra civil o entre naciones. Generalmente
es elaborada por los ganadores, por lo que refleja sus intereses y objetivos, la composición de su poder y las necesidades que
consideren urgentes para configurar su idea de Estado.

El Estado es una realidad política. Es un hecho social de naturaleza política, en el que los hombres se agrupan con sus semejantes,
estableciendo entre sí una serie de relaciones, una intercomunicación de ideas y de servicios, fundamentalmente por la división
de tareas.

Francisco Porrúa Pérez (1999, p. 198), en su libro Teoría del Estado, señala:

El Estado como ente cultural tiene por objeto la obtención de un fin. Ya sabemos que todo producto de la cultura se caracteriza
por llevar dentro de sí una finalidad, aquello para lo cual es creado por el hombre. Siendo el Estado una institución humana, tiene
naturalmente un fin. No puede dejar de tenerlo. Los hombres que componen el Estado, los gobernantes y los gobernados, al
agruparse formando la sociedad estatal, persiguen un fin. El Estado encierra en su actividad una intención que es la determinante
y el motor de toda su estructura...El fin será el que determine las atribuciones, la competencia material de los diferentes órganos
del Estado, y en función de esa competencia se crearán órganos. En este fin está la razón última del Estado y su diferencia
específica con otras sociedades.

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El Estado es la comunidad que engloba a todos los individuos que habitan un territorio determinado en una corporación única,
dotada de un poder de mando originario y que fue fundada sobre la base del interés general y común que une entre sí, a pesar
de las diferencias que separan a los hombres que viven juntos en un mismo país.

(s. a.) (2015). Constitución [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2gmVYTG

2.5. Contenidos de la Constitución


La división más conocida del contenido de la Constitución, considerada ya como un criterio tradicional, es la que resulta de separar
sus disposiciones en dos grandes apartados. El primero es la denominada parte dogmática y la segunda la parte orgánica.

En la medida que el criterio utilizado para la división anterior no ha resultado ser suficiente para explicar el contenido de las
disposiciones constitucionales, consecuencia de las constantes reformas a la Constitución, se han realizado otras divisiones que
atienden el contenido.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos tiene nueve títulos: el primero, de los derechos humanos y sus garantías;
el segundo, de la soberanía nacional, forma de gobierno, de las partes integrantes de la federación y del territorio; el tercero prevé
la existencia del principio de división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial); el cuarto establece inmunidades para ciertos
servidores públicos, de la unión y de las entidades federativas, los sistemas para suspenderlas o para que sus titulares las
pierdan; el quinto, de manera implícita, reconoce la autonomía de los estados miembros de la unión, establece bases generales
para su organización, consigna prohibiciones y obligaciones, sienta las bases de la organización municipal. Como parte de la
unión y asiento de los poderes federales, contiene un apartado destinado a organizar el Distrito Federal; el sexto está destinado

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a normar el trabajo y la previsión social; el séptimo, bajo el rubro prevenciones generales, contiene una miscelánea de materias
que difícilmente pudieran ser ubicadas en otros títulos; el octavo, formado por un solo artículo, regula el proceso de reformas a
la constitución y determina los poderes y órganos que deben intervenir; el noveno, bajo el rubro genérico de inviolabilidad de la
Constitución, niega el derecho a la rebelión.

Aunque en su contenido se identifican normas de distinta índole, la secuencia de temas es la anteriormente relatada.

(s. a.) (2016). Constitución Política [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2f8FEnc

Bibliografía
Porrúa, F. (1999). Teoría del Estado. México: Porrúa.

Para saber más…


Carbonell, M. (2005). La constitución en el tiempo: una nota. En López, M., Cienfuegos, A. (coords.). Estudios en
homenaje a don Jorge Fernández Ruíz (pp. 105-115).México: IIJ-UNAM.

18
En conclusión…

• Conforme evolucionó el hombre en sus relaciones sociales, necesitó establecer un orden. Históricamente, la Constitución
simboliza ese orden y también la transformación del Estado moderno.
• El constitucionalismo nació como movimiento ideológico y político.
• La Constitución es la norma suprema, los poderes públicos están sometidos a ella y el Estado como tal en ella se fundamenta.
• La Constitución formula los valores que tienen vigencia en una comunidad y es la expresión consecuente de las fuerzas y los
elementos sociales que los representan.

(s. a.) (2016). Constitución Política [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2f8FEnc

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Fuentes básicas de consulta

Monroy, G. (2005). Concepto de constitución (pp. 13-42). En Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano.
México: IIJ-UNAM.

Ramírez, J. (2000). Capítulo I. Derecho y teoría constitucional (pp. 3-14). En Derecho constitucional sinaloense.
México: Universidad Autónoma de Sinaloa.

Videos

Educatina. (17 de septiembre de 2013). Características de las Constituciones I. Consultado de https://www.


youtube.com/watch?v=fJVQKkeDgm0

Educatina. (17 de septiembre de 2013). Características de las Constituciones II. Consultado de https://www.
youtube.com/watch?v=Fo0n2vClfsc

Educatina. (17 de septiembre de 2013). Características de las Constituciones III. Consultado de https://www.
youtube.com/watch?v=YLkoLBNd_04

20
Sistema Administrativo Público

Introducción

Para abordar el constitucionalismo es necesario un acercamiento a todos los elementos y corrientes que le dan el carácter de
contemporáneo. Aunque el constitucionalismo, tal como lo conocemos, es una suma de experiencias jurídicas europeas, la
historia y el pensamiento latinoamericano son lo que le dan la distinción doctrinal al constitucionalismo denominado social.

El gran ejemplo siempre será la Constitución de 1917, que tanto para América Latina como para el mundo arroja algunos
elementos que enriquecen a los sistemas jurídico-políticos. En tanto, los mecanismos normativos e institucionales resultan
necesarios para controlar los poderes del Estado y modificar la vida constitucional de un país.

Por tanto, el presente tema abarca desde algunas reflexiones en torno a la soberanía y la inmunidad de jurisdicción, pasando
por la modificación e interpretación de la Constitución, jurisdicción constitucional, los derechos humanos como premisa del
constitucionalismo contemporáneo hasta la denominada justicia constitucional.

Objetivos particulares

Al término de la unidad el alumno será capaz de:

• Diferenciar los elementos fundamentales del Estado constitucional.


• Analizar las principales corrientes del Estado constitucional.

Temario
3.1. La sociedad como originadora del Estado, el Derecho y la Constitución
3.2. La soberanía e inmunidad de jurisdicción. Los principios rectores del ejercicio de las competencias
3.3. Proceso constituyente. Modificación e interpretación de la Constitución. Jurisdicción constitucional
3.4. Los derechos humanos como premisa del constitucionalismo contemporáneo y la democracia plural como consecuencia
organizativa
3.5. El constitucionalismo social en el siglo XIX
3.6. Centralismo, federalismo y regionalismo
3.7. Justicia constitucional: control constitucional concentrado y difuso

21
Exposición de los temas

3.1. La sociedad como originadora del Estado, el Derecho y la Constitución


El hombre como individualidad se da cuenta de que no puede vivir aislado ni como un ermitaño estar en una isla como Robinson
Crusoe, y que, para transcender, requiere de otros hombres para proyectarse plenamente como un ser social. Esa agrupación
que forma ya sea voluntariamente, por ser un animal generoso y bueno (Rousseau) o por ser hombre egoísta (Hobbes), es lo
que va a dar origen a una agrupación de hombres que generará la sociedad y que en realidad ésta es producto de la interacción
dinámica.

La sociedad a su vez está condicionada por dos elementos: elementos naturales y elementos culturales.

Los elementos naturales en una sociedad son el clima, la flora, la fauna, es decir, todo aquello que va a conformar a la sociedad
dentro del ámbito espacial en que se asentó, y estas condiciones naturales imprimirán sus características al grupo social y lo hará
muy diferente a las demás agrupaciones.

Otro elemento es el cultural, el cual tiene su fuerte en el espíritu del hombre, quien a través de su razón transforma el elemento
natural, así como también crea nuevas ciencias, entre las cuales el derecho regirá su conducta social con el objeto de proyectarlo
más allá de la escala biológica y hacer de su quehacer cotidiano un haz pleno de proyección axiológica.

Por tanto, la sociedad es un producto cultural, porque parte de la razón del hombre es vivir gregariamente, con un sentido y fin
propios que lo hace hacer cosas valiosas, con sentido y trascendencia.

La cédula primordial del derecho es el ser humano, quien a través de este proceso hace posible la permanencia de las normas y
sus instituciones políticas. Entendiendo que el derecho es un producto cultural de la sociedad que parte del espíritu del hombre,
el Estado se da como expresión de una obra humana objetivada.

El Estado y el derecho se encuentran en un principio mezclados con otras disciplinas, pero poco a poco el hombre a través de su
experiencia separa ciertas conductas y las eleva a la categoría de normas jurídicas apartándolas de otras ciencias.

Así como el derecho ha estado siempre en desarrollo y movimiento, también esta dinámica se observa en el Estado, cuya
conformación primaria y natural son los pequeños barrios, demos o feudos, que al florecer van configurando la ciudad y después
la ciudad-Estado con sus divisiones municipales.

Es con el advenimiento del Estado moderno cuando el hombre inicia una nueva fase de conocimiento, que a través de la
Revolución francesa, lega la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, lo que proyecta un sentir
universal al declarar que existen derechos primarios, esenciales en todo ser humano. Por ejemplo, esa proyección sirvió para que
muchos pueblos de otro continente encontrarán la inspiración para buscar su independencia y nacer a la comunidad internacional.
La sociedad, el Estado y el derecho se encuentran en constante implicación; del equilibrio de estos tres dependerá que un Estado
y un derecho logren cristalizar las necesidades y urgencias de su sociedad en forma armónica, y el instrumento que ayudará a
una concepción integradora de estos conceptos será la equidad como medio posible para lograr que las civilizaciones futuras
vivan dentro de un marco de armonía.

3.2. La soberanía e inmunidad de jurisdicción. Los principios rectores del ejercicio de las competencias
Resulta común que en el desarrollo de las relaciones internacionales, los Estados admiten que otros Estados extranjeros realicen y
mantengan relaciones jurídicas de diverso tipo dentro de su ámbito territorial. Así, los Estados extranjeros realizan en otros Estados
funciones de carácter administrativo, judicial o notarial a través de sus representantes diplomáticos y funcionarios consulares, pero
también los Estados extranjeros pueden comprar o alquilar inmuebles, contratar servicios, emitir empréstitos, recibir herencias o
legados, etc. Como consecuencia de estas actividades pueden surgir litigios en los que los Estados pueden acudir a los tribunales
de otro Estado como demandantes o demandados. Sin embargo, como tanto el Estado extranjero como el Estado territorial (es decir,
aquel ante cuyos tribunales se juzga al otro Estado) son dos entes dotados de independencia y de soberanía.

22
El principio de la soberanía territorial y de la independencia protege el interés del Estado territorial de legislar, juzgar y decidir las
relaciones que se desarrollan en el ámbito de su competencia.

En tanto, el principio de la soberanía e igualdad del Estado extranjero protege el interés de dicho Estado de que, en todo caso,
o al menos en determinados supuestos, no deba someterse a los órganos judiciales y administrativos del Estado territorial. Para
armonizar estos intereses contrapuestos se ha desarrollado en el ordenamiento jurídico internacional el principio conocido como
inmunidad del Estado o inmunidad soberana, en virtud del cual los Estados, en determinadas circunstancias, no están sometidos
a los tribunales u órganos administrativos de otro.

La inmunidad es un derecho que tiene alguien (persona o Estado) frente a otro (autoridad o Estado) que “no puede” ejercer su
poder. En el orden internacional y en relación con los Estados extranjeros, la inmunidad presenta dos modalidades:

• La inmunidad de jurisdicción, en virtud de la cual el Estado extranjero no puede ser demandado ni sometido a juicio ante los
tribunales de otros Estados.
• La inmunidad de ejecución, en virtud de la cual el Estado extranjero y sus bienes no pueden ser objeto de medidas coercitivas
o de aplicación de las decisiones judiciales y administrativas por los órganos del Estado territorial.
• Ahora bien, la inmunidad del Estado no es absoluta, dado que, como todo derecho, puede ser objeto de renuncia y tiene
límites según la naturaleza del asunto:
• Los Estados extranjeros están obligados a observar las leyes del Estado en el que desarrollan sus actividades. La inmunidad
existe únicamente respecto a la jurisdicción de los órganos judiciales y administrativos del Estado territorial.
• Los Estados extranjeros están obligados a observar sus obligaciones internacionales y, en el orden jurídico internacional, no
gozan de ninguna inmunidad.

Por tanto, la inmunidad de jurisdicción del Estado se refiere sólo a los procedimientos judiciales ante los tribunales de otros países
y no afecta, en absoluto, a la responsabilidad internacional del Estado en el caso de incumplimiento de sus obligaciones conforme
al derecho internacional y a las controversias en que los Estados sean parte ante tribunales internacionales.

Históricamente el principio de la inmunidad de los Estados extranjeros se desarrolló a partir del reconocimiento de las inmunidades
y privilegios de los soberanos extranjeros y de sus representantes diplomáticos. Reconocida la de éstos en primer lugar, es a
partir de comienzos del siglo XIX cuando empieza a admitirse la inmunidad de los Estados en cuanto tales.

• La institución de la inmunidad del Estado se basa en el principio de la igualdad soberana de los Estados y se expresa en la
máxima “par in parem non habet imperium” (“los iguales no tienen jurisdicción uno sobre otro”). Por otro lado, pone de relieve
que la razón de ser de la inmunidad de jurisdicción radica en la propia conveniencia de los Estados y en las ventajas que para
ellos tiene el trato recíproco que recibirán ante los tribunales de otros Estados.
• La inmunidad de jurisdicción puede considerarse como una consecuencia del principio de la soberanía que tiene el Estado
que la invoca. Desde esta perspectiva, la inmunidad es un derecho que posee cualquier Estado y una limitación que tienen
los demás Estados en su facultad para dictar las normas que determinan la jurisdicción de sus tribunales o las competencias
de sus órganos administrativos. Este enfoque destaca la soberanía de cada Estado y las consecuencias que de ella se
derivan en la limitación de la jurisdicción de los demás Estados.

La práctica de los Estados ha sufrido una evolución, partiendo de una concepción amplia de la inmunidad de los Estados
extranjeros (doctrina de la inmunidad absoluta), se ha ido configurando progresivamente como circunscrita a los actos propios de
las funciones oficiales (doctrina de la inmunidad restringida).

Doctrina de la inmunidad absoluta

Según la concepción amplia de la inmunidad del Estado, los Estados extranjeros no pueden ser demandados ni sometidos a la
jurisdicción de los tribunales de un determinado país, incluso si se trata de asuntos civiles o mercantiles. Esta concepción ha sido
mantenida durante muchos años por los tribunales británicos y americanos.

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Doctrina de la inmunidad restringida

El criterio seguido consiste en reconocer la inmunidad a las actuaciones públicas de los Estados extranjeros y en negarla en los
casos en que actúen como podría hacer un particular. Esta concepción restringida fue iniciada a principios del siglo XX por los
tribunales belgas e italianos y después fue seguida por Francia, Suiza, Austria, la República Federal de Alemania y otros Estados.
La distinción entre actos jure imperii y actos jure gestionis

La doctrina de la inmunidad restringida se ha desarrollado partiendo de la consideración de que las actividades del Estado pueden
dividirse en un esquema dualista. Los componentes de esta dualidad se expresan de diverso modo, aunque la distinción más
generalizada consiste en la siguiente consideración:

• Gozan de inmunidad los actos realizados por el Estado en el ejercicio de su soberanía, llamados acta jure imperii.
• No pueden ampararse en la inmunidad los actos propios de las actividades de gestión o administración de bienes privados,
llamados acta jure gestionis.

El problema más difícil que se plantea en la aplicación de la doctrina de la inmunidad restringida radica en que no existe un criterio
universalmente válido para determinar si cierto acto o actividad de un Estado es un acto jure imperii o un acto jure gestionis.
Para algunos, el criterio decisivo consiste en saber si el acto o la actividad tienen una finalidad pública, mientras que para otros
el criterio decisivo viene dado por la naturaleza del acto o actividad.

La Convención de las Naciones Unidas sobre las inmunidades de los Estados de 2004 adopta una fórmula transaccional que
combina el criterio de la naturaleza del acto con el de su finalidad.

3.3. Proceso constituyente. Modificación e interpretación de la Constitución. Jurisdicción


constitucional
“La soberanía primaria, el poder constituyente, reside esencialmente en el pueblo, en la totalidad y en cada uno de sus miembros, y
por lo tanto, se ve que el derecho propiamente dicho sólo puede concebirse en el Estado una vez formado éste, y por consiguiente,
es inútil buscar el fundamento o la génesis jurídicos del Estado.”

Carl Schmitt

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El artículo 135 establece, en forma resumida, un procedimiento para las modificaciones o adiciones a la Constitución, en el que
además de la aprobación del Congreso de la Unión se debe contar con la aprobación de la mayoría absoluta (la mitad más uno)
de los congresos de los Estados de la República.

En la actualidad, las legislaturas estatales dirigen el decreto (acuerdo o resolución) de aprobación o no a cualquiera de las
cámaras, en virtud de que no existe disposición expresa que señale que deben enviarse específicamente a alguna de ellas.

En la práctica, lo anterior genera problemas y dilaciones en el cómputo y declaratoria de reforma constitucional, pues al recibir
ambas cámaras (Diputados y Senadores) los decretos relativos por parte de los congresos de los estados, cada una de ellas
lleva su cómputo por separado, sin que exista una comunicación permanente y eficiente entre ellas para hacer un conteo global,
y no es sino hasta que alguna de ellas recibe la mitad más uno de los decretos aprobatorios, cuando solicita de la otra le remita
los que tenga para proceder a hacer el cómputo global, siguiendo los pasos mostrados en el Diagrama de Flujo del Proceso de
Reforma Constitucional.

24
Parecería que lo lógico sería que los congresos de los Estados respondan a la Cámara del Congreso de la Unión que les remitió
el proyecto de decreto de reforma constitucional y a ella remitan el decreto relativo.

Por ello, se impone la conveniencia de que se adopte un acuerdo para la recepción y escrutinio de votos a los proyectos de
reforma constitucional que remitan los congresos de los estados, que podría ser aprobado paralela o complementariamente por
los plenos de cada una de las Cámaras.

La interpretación es la actividad intelectiva que tiene por objeto explicar, desentrañar, aclarar o precisar el contenido de la norma,
permitiendo establecer sus alcances y el sentido profundo de la misma.

Al respecto, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció que de conformidad con el artículo 14 de la
Constitución General de la República, el órgano jurisdiccional, al resolver una cuestión jurídica que se somete a su consideración,
deberá́ hacerlo conforme a letra o a la interpretación jurídica de la ley y, a falta de está, se fundará en los principios generales del
derecho.

Tomando en cuenta lo anterior, dicho Cuerpo Colegiado concluyó que los juzgadores no están obligados a aplicar un método de
interpretación específico, por lo que pueden utilizar el que, de acuerdo a su criterio, sea el más adecuado; no obstante, señala
que en principio debe utilizarse el literal, esto es, lo que establece expresamente el ordenamiento jurídico, ya que la disposición
constitucional de mérito, así lo establece en primer lugar.

Respecto a la interpretación constitucional, existen tres aspectos que distinguen las normas constitucionales de las normas
secundarias: su origen (Poder Constituyente y Poder Legislativo), su estructura (norma superior y norma inferior) y su contenido.
A la interpretación de la Constitución se le aplican las reglas generales que se utilizan para la interpretación de las otras normas
del orden jurídico, pero como la norma constitucional posee especiales características derivadas de su materia, su carácter
de suprema, del órgano que las crea y modifica y de su rigidez, existen aspectos peculiares en la interpretación de la norma
constitucional.

El vocablo jurisdicción constitucional está compuesto de dos voces claramente diferenciadas y que tienen larga data. La jurisdicción
es un atributo del Estado para decir el derecho, es decir, declararlo, aplicarlo y hacerlo efectivo, referido generalmente a conflictos,
diferencias o acciones que buscan la paz social. Así entendida desde Roma, si bien es relativamente nuevo el hecho de que
ella esté atribuida o entregada a un cuerpo o ente judicial. Por otro lado, lo constitucional también es nuevo, pues las primeras
constituciones se dan a fines del siglo XVIII con la llamada revolución atlántica y que aparece en dos documentos célebres: la
Constitución de los Estados Unidos de 1789, precedida por la declaración de independencia de 1776, y la Constitución francesa
de 1791, que siguió a la Declaración de los Derechos de Hombre y del Ciudadano de 1789. Pero la conjunción de ambas voces
sólo ocurre después, cuando Europa adopta el modelo jurídico de Constitución y deja de lado el modelo político que lo acompañó
en todo el siglo XIX. Aparece así el concepto de jurisdicción constitucional primero en Francia y de uso extendido —si bien por
poco tiempo— y luego en el mundo germano, por iniciativa y gestión de Kelsen.

La jurisdicción constitucional nació en un momento para proteger la pirámide jurídica, es decir, la jerarquía normativa, pero luego
se amplió a los derechos fundamentales, dependiendo según el modelo o sistema que cada país ha creado o adoptado. También
esto tiende a ser supranacional, pero entiendo que cuando trasciende las fronteras del país, estamos ya en un derecho distinto,
como es el derecho internacional, que puede ser sustantivo o instrumental (procesal). En nuestro caso, son conocidos, tratándose
de derechos humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José, y el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos, con sede en Estrasburgo. Existe otro tipo de tribunales supranacionales que afectan o protegen otro tipo de derechos
e indirectamente la jerarquía normativa.

25
3.4. Los derechos humanos como premisa del constitucionalismo contemporáneo y la
democracia plural como consecuencia organizativa
El derecho es una construcción humana, es un fenómeno social integrador, que debe contemplar y totalizar armónicamente
el contenido moral, ético, social y político vigente en una sociedad determinada. El deber de todo sistema jurídico político es
el alcance de la justicia, la cual se convierte en el fin máximo; la justicia implica el respeto y reconocimiento de prerrogativas
esenciales e inherentes a los individuos, tales como la libertad, la igualdad, la seguridad, entre otras. Dichas prerrogativas son
llamadas de muy diversas formas, pero existe consenso universal de atribuirles el nombre de derechos humanos.

El nacimiento de estos derechos se dio hasta el siglo XVIII, con el cambio de paradigma del fenómeno político y el surgimiento
del Estado democrático, la Revolución francesa de 1789 y el posterior documento conocido como Declaración de los Derechos
del Hombre y del Ciudadano derivaron en la exigencia de reconocimiento —por parte del Estado— de un minimun esencial de
derechos —en la Constitución— a favor de los gobernados.

La aparición de estos derechos difundió su ideología de manera casi inmediata, reflejándose en los documentos jurídico-políticos
base de los Estados, pues se convirtieron en una condición sine qua non de un Estado. Las constituciones recogieron esa
exigencia y en sus textos plasmaron la existencia de dichas prerrogativas, haciendo garante al Estado de su cumplimiento. Sin
embargo, la observancia y cumplimiento de estos derechos no fue inmediato pese a su existencia legal, pues existían múltiples
problemas en su aplicación.

Con el tiempo y las reivindicaciones sociales, se abrieron paso algunas prerrogativas económicas y sociales que se fueron
uniendo al catálogo de derechos indispensables para los seres humanos.

Es en el periodo de la segunda posguerra, a raíz de la sensibilización internacional ante la serie de violaciones a la dignidad
humana y el temor de que esos acontecimientos se repitieran, que se planteó la necesidad de que las conductas lesivas a la
humanidad fueran proscritas, para que nunca volvieran a darse, es así que nacen los derechos humanos en la forma que hoy los
conocemos. El establecimiento de los nuevos instrumentos que organizaran a la sociedad internacional tuvo como parte aguas
en 1948, a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU; dicho documento aglutinó los anhelos de la comunidad
internacional y le dio vida jurídica a los nuevos derechos, que encontraban su fundamento en la dignidad humana, extendiendo
el alcance de protección a todos los seres humanos, sin distinción ni condición alguna.

26
En conclusión…
• Las constituciones, al haber incorporado toda una serie de valores, se convierten en un objeto susceptible de modificación e
interpretación que atiende al contexto de cada sociedad.
• La inmunidad significa la falta de poder, o la necesidad de no ejercerlo o suspenderlo, en determinados casos. La inmunidad
es un derecho que tiene un Estado frente a otro (autoridad o Estado) que “no puede” ejercer su poder.
• La justicia social es la expresión más humana, solidaria y racional para poder convivir con armonía con los demás.
• El constitucionalismo social de América Latina se explica y justifica como un antídoto para aminorar las asimetrías tanto en
la distribución del ingreso como de la riqueza.

(s. a.) (2016). Constitución Política [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2f8FEnc

27
Fuentes básicas de consulta:

Ferrer, E. et ál., (2014). Diccionario de derecho procesal constitucional y convencional (2.ª ed.). México: IIJ-UNAM. Consultado de
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv/detalle-libro/3683-diccionario-de-derecho-procesal-constitucional-y-convencional-2a-ed

Gargarella, R. (2014). El nuevo constitucionalismo latinoamericano. En El País. Disponible en http://elpais.com/elpais/2014/07/31/


opinion/1406816088_091940.html

Robles, E. (1980). Sociedad, Derecho y Estado. México: Facultad de Derecho-UNAM.

Sandoval, J. (s. f.). Prontuario de Términos, Prácticas y Procedimientos más Usados en el Trabajo Parlamentario de la Cámara
de Diputados del Congreso de la Unión.

Sánchez, R. (2012, julio-diciembre). La trascendencia del constitucionalismo social en América Latina (caso México). En
Cuestiones Constitucionales, 27. México: UNAM.

Videos

Gargarella, R. (11 de agosto de 2015). El constitucionalismo democrático. La sala de máquinas de la Constitución. Consultado de
https://www.youtube.com/watch?v=zHCMHQdbEuQ

28
Constitucionalismo, poder, instituciones
y sistema políticos

Introducción

Como se ha analizado en las unidades previas, el constitucionalismo refleja el estudio y práctica de la regulación del poder político
y su ejercicio en una comunidad humana por medio del contrato social. Sin embargo, la idea de control del poder como una de
las bases de la llamada Carta Magna es relativamente reciente en comparación con toda la tradición filosófica sobre la naturaleza
del poder, pues éste ha transitado a lo largo de los siglos por múltiples concepciones que van desde su origen divino hasta su
caracterización estrictamente secular.

En este sentido, la Constitución —como fenómeno jurídico producto de las ideas liberales gestadas a partir del siglo XVIII
principalmente por la ilustración y la Revolución francesa— es un documento que si bien tiene una dimensión normativa muy
clara y definida al ser el sustento de todo el andamiaje normativo del Estado, en realidad —como se percibe en el nombre la Carta
Magna de México— se trata de un documento de naturaleza política, pues es precisamente en su contenido donde se define en
quién reside el poder, quién lo ejerce, quién lo acata, en qué condiciones, a través de qué instrumentos, cómo se transmite y,
sobre todo, los límites de su aplicación respecto al ámbito de competencia individual y colectiva de cada ciudadano.

En consecuencia, en esta unidad abordaremos precisamente la naturaleza política de la Constitución moderna como eje
articulador del ejercicio y control del poder público, así como las instituciones que le dan orden y sustento y que están referidas
básicamente al principio clásico de la división de poderes.

Objetivos particulares

Al término de la unidad el alumno será capaz de:

• Comparar y analizar el fundamento político de la Constitución como un documento que estructura las bases del Estado
moderno, particularmente en lo que se refiere a la organización del poder público, sus alcances, atribuciones y limitaciones
en relación con el ciudadano.
• Explicar el principio clásico de la división de poderes expresado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
como uno de los elementos definitorios del sistema jurídico y político nacional.

29
Temario

4.1. Concepciones teóricas del poder


4.2. El poder en la conformación de la organización política y jurídica del Estado
4.3. La Constitución como origen de las instituciones políticas y del sistema político y jurídico del Estado
4.4. Evolución del pensamiento filosófico-político sobre la división de poderes
4.5. División de poderes: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial (la dicotomía extraconstitucional división-equilibrio
de poderes)
4.6. Otras formas de poder: sociedad y poderes fácticos
4.7. Nuevas formas de la división de poderes: órganos constitucionales autónomos y otros

Exposición de los temas

4.1. Concepciones teóricas del poder


El estudio del poder ha sido una preocupación y ocupación humana desde que el individuo sentó las bases de la convivencia
social. El paso del tiempo y la creciente complejidad de las distintas sociedades hicieron cada vez más necesario establecer
reglas sobre el ejercicio del mandato, es decir, de definir los atributos que permitían a unos mandar y a otros ser mandados con
objeto de preservar condiciones de estabilidad.

En efecto, desde la filosofía griega, principalmente con Sócrates, Platón y Aristóteles, se exponía ya con mucha claridad la
importancia de definir al poder y de distinguirlo de otro tipo de relaciones humanas condicionantes, como el dominio. Luego, en la
época medieval predominó la idea de su origen divino, dando lugar a la conformación de reinos controlados por señores feudales.
Santo Tomás y San Agustín son claros exponentes de esta doctrina. Posteriormente, el surgimiento de la clase burguesa y las
revoluciones del siglo XVII y XVIII pusieron el acento en la necesidad de controlar el ejercicio del poder (sustentados en las ideas
de la Ilustración) por medio de normas jurídicas que favorecieran los procesos de acumulación.

A partir de lo anterior, la filosofía y la ciencia políticas han desarrollado un cúmulo de fundamentaciones teóricas en las que
se definió la idea de poder (político) como eje articulador de la vida colectiva, así como vía para la preservación de la vida y la
solución de conflictos entre las libertades de cada individuo.

30 Sócrates [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2frtOCD


San Agustín [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2frxwMn Platón [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/1P0YveE

Aristóteles [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/1nHWRp5 Santo Tomás [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/1MMIiJx

31
4.2. El poder en la conformación de la organización política y jurídica del Estado
Como se analizó en el subtema anterior, la noción de poder ha transitado por diferentes concepciones teóricas e institucionales.
En este sentido, conforme ha evolucionado la sociedad se ha establecido que el poder político es la forma de interacción humana
más eficiente para regular la vida pública, pues permite el ejercicio del mandato sobre bases racionales sustentadas en la idea de
que ser “gobernado” o ser “gobernante” no son roles inamovibles (como sí ocurre en la idea de dominio, que desde luego recae
más bien en un ámbito doméstico), sino que, por la propia estructura de gobierno y de designación de autoridades, las potestades
públicas se ejercen por un individuo únicamente de manera transitoria.

Es por ello que en la concepción moderna del Estado, éste se define genéricamente como la organización política de la sociedad,
es decir, alude a la estructura creada para favorecer la convivencia pacífica y productiva de los individuos. Para ello, formaliza su
existencia por medio de un contrato social donde se establecen las condiciones en que los individuos desplegarán sus actos de
poder mediante la vía política.

4.3. La constitución como origen de las instituciones políticas y del sistema político y jurídico
del Estado
Como se ha analizado en los subtemas previos, en la época medieval el poder adquirió una nueva naturaleza al sustentar
su origen en una divinidad, es decir, se atribuía al emperador por potestad de Dios, lo cual permitió sustraerlo de todo control
humano. Es por ello que se dio paso a la conformación de feudos que estuvieron en constante lucha por la defensa y la conquista
de nuevos territorios en los cuales ejercer su soberanía.

Tiempo después, principalmente con la llegada del movimiento de Reforma, el sisma cultural conocido como el Renacimiento y,
posteriormente, el nuevo pensamiento político de la Ilustración, se planteó e intensificó el cuestionamiento al carácter omnipotente del
monarca e iniciaron los reclamos por instaurar reglamentaciones de carácter civil (y no religiosas) que dieran orden al régimen político.

En el fondo, lo que en realidad estaba germinando era la imperiosa necesidad de imponer límites en el ejercicio del poder, lo cual
tuvo como punto culminante la Revolución francesa de 1789, pues básicamente el alzamiento armado fue guiado por la naciente
clase burguesa que demandaba el respeto de sus libertades individuales como requisito sine qua non para su naciente proceso
de acumulación.

Todo ello dio lugar al movimiento constitucionalista de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, pues se definió a la Carta
Magna como el instrumento por excelencia para controlar el ejercicio del poder político, como se refleja en la constitución de los
Estados Unidos.

4.4. Evolución del pensamiento filosófico-político sobre la división de poderes


A principios del siglo XVIII, las condiciones económicas de Europa —caracterizadas fundamentalmente por una intensificación de
su actividad productiva y comercial— requirieron nuevas formas de organización política que permitieran favorecer los procesos
de acumulación de la naciente clase burguesa.

Desde luego, este proceso no se desarrolló de manera pacífica, pues implicaba limitar las atribuciones de los monarcas en
términos de control de fronteras, impuestos y regulación de la actividad económica.

La bandera filosófico-política que se utilizó para esa nueva forma de organizar el poder fue el pensamiento de la Ilustración,
magistralmente expuesto por pensadores como Rousseau, Locke, Montesquieu, entre otros, pues en él se comenzó a cuestionar
la naturaleza divina del poder y se argumentó ampliamente sobre su origen terrenal, es decir, su secularización y división (en
varios poderes).

32
A partir de entonces, el fenómeno de poder y su regulación se ha desarrollado sólo a partir de la idea del Estado moderno, que
justamente también fue producto de este tránsito entre los señoríos feudales a monarquías absolutas que luego fueron objeto de
control constitucional mediante la división de poderes.

Así, hasta nuestros días —desde luego pasando por corrientes teóricas como el liberalismo, el institucionalismo, el marxismo,
etc., y por elaboradas construcciones filosóficas contemporáneas como las de Nietzsche y Foucault—, la idea de controlar al
poder ha quedado asentada como una de las bases normativas del Estado moderno, pero lo que sigue siendo objeto de discusión
y practica institucional es la manera de hacerlo, de ahí que las constituciones se reformen para actualizarse y ajustarse a las
demandas societales de las que son objeto.

4.5. División de poderes: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial (la dicotomía
extraconstitucional división-equilibrio de poderes)
Desde su nacimiento como Estado soberano, México adoptó el principio liberal de la División de Poderes como forma de
organización política. Ello se vio reflejado fundamentalmente en las constituciones de 1824 y sobre todo en la de 1857.

Actualmente, la constitución vigente (de 1917) señala expresamente que el poder reside en el pueblo y que éste lo delega, para
su ejercicio, en autoridades electas y divididas en tres esferas institucionales: legislativa, ejecutiva y judicial.

A la letra, la Carta Magna señala lo siguiente respecto al poder, su ejercicio y división:

“Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y
se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su
gobierno”.
“Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal…”.
“Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión…”
“Artículo 49. El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial…”.

La Constitución, en su parte orgánica, señala puntualmente el ámbito de competencia de cada poder y también contiene los
medios de control de su actividad. En el siguiente cuadro se exponen sus rasgos fundamentales:

Característica/Poder Legislativo Ejecutivo Judicial

Depositario Congreso de la Unión Presidente de la República Suprema Corte de Justicia de la


Nación

Integración Cámara de Diputados Administración Pública Suprema Corte (11 ministros)


Definición constitucional Cámara de Senadores centralizada y paraestatal Tribunal Electoral del Poder
Comisión Permanente Tribunales administrativos Judicial de la Federación
Auditoría Superior de la Procuraduría General de la Consejo de la Judicatura
Federación República Tribunales Colegiados de Circuito
Órganos reguladores en Materia Tribunales Unitarios de Circuito
de Energía Juzgados de Distrito

Artículo 50. El poder legislativo Artículo 80. Se deposita el Artículo 94. Se deposita el
de los Estados Unidos ejercicio del Supremo Poder ejercicio del Poder Judicial de
Mexicanos se deposita en Ejecutivo de la Unión en un solo la Federación en una Suprema
un congreso general, que se individuo, que se denominará Corte de Justicia, en un
dividirá en dos cámaras, una de Presidente de los Estados Unidos Tribunal Electoral, en Tribunales
diputados y otra de senadores. Mexicanos. Colegiados y Unitarios de Circuito
y en Juzgados de Distrito.

33
4.6. Otras formas de poder: sociedad y poderes fácticos
Como se analizó en el subtema anterior, el artículo 39 señala que el poder reside en el pueblo, lo cual es fundamental en el sentido
de que los individuos conservan frente al Estado un ámbito de competencia propia que no puede ser trasgredido, representando
así la conformación de poderes fácticos. Al respecto, la constitución expresa en su artículo 35 lo siguiente:

“Artículo 35. Son derechos del ciudadano:

I. Votar en las elecciones populares;


II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular, teniendo las calidades que establezca la ley. El derecho de
solicitar el registro de candidatos ante la autoridad electoral corresponde a los partidos políticos así como a los ciudadanos
que soliciten su registro de manera independiente y cumplan con los requisitos, condiciones y términos que determine la
legislación;
III. Asociarse individual y libremente para tomar parte en forma pacífica en los asuntos políticos del país;
IV. Tomar las armas en el Ejército o Guardia Nacional, para la defensa de la República y de sus instituciones, en los términos
que prescriben las leyes;
V. Ejercer en toda clase de negocios el derecho de petición.
VI. Poder ser nombrado para cualquier empleo o comisión del servicio público, teniendo las calidades que establezca la ley;
VII. Iniciar leyes, en los términos y con los requisitos que señalen esta Constitución y la Ley del Congreso. El Instituto Nacional
Electoral tendrá las facultades que en esta materia le otorgue la ley, y
VIII. Votar en las consultas populares sobre temas de trascendencia nacional, las que se sujetarán a lo siguiente…”

Como se observa, la Constitución reconoce la vida ciudadana como motor del espacio público, por lo que los derechos civiles
de expresión, asociación y comunicación son sustanciales para el ejercicio de la democracia como forma de gobierno. En este
sentido, los poderes fácticos organizados, son en sí mismos una especie de control de la autoridad pública.

4.7. Nuevas formas de la división de poderes: órganos constitucionales autónomos y otros


Como se ha analizado a lo largo del curso, si bien las constituciones son la parte más estable del sistema jurídico al ser su base
fundamental, ello no significa que sean compendios normativos inamovibles, desde luego son objeto de actualización.

Una de las figuras que recientemente se han incorporado a la Carta Magna son los llamados órganos autónomos, los cuales son
instituciones que no se insertan propiamente en la esfera de competencia de los poderes tradicionales (legislativo, ejecutivo y
judicial), dado que requieren, como su nombre lo indica, un grado determinado de autonomía para poder tomar decisiones con
relativa libertad en relación a los intereses de otros actores.

Sobre la naturaleza jurídica y las características de los órganos constitucionales autónomos, la Suprema Corte de Justicia de la
Nación a dictado la siguiente tesis jurisprudencial:

1001339. 98. Pleno. Novena Época. Apéndice 1917-Septiembre 2011. Tomo I. Constitucional 2. Relaciones entre Poderes Primera
Parte-SCJN Primera Sección- Relaciones entre Poderes y órganos federales, p. 522.

Órganos constitucionales autónomos. Sus características

Con motivo de la evolución del concepto de distribución del poder público se han introducido en el sistema jurídico mexicano, a
través de diversas reformas constitucionales, órganos autónomos cuya actuación no está sujeta ni atribuida a los depositarios
tradicionales del poder público (Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial), a los que se les han encargado funciones estatales
específicas, con el fin de obtener una mayor especialización, agilización, control y transparencia para atender eficazmente las

34
demandas sociales, sin que con ello se altere o destruya la tradicional doctrina de la división de poderes, pues la circunstancia
de que los referidos organismos guarden autonomía e independencia de los poderes primarios, no significa que no formen parte
del Estado mexicano, ya que su misión principal radica en atender necesidades torales tanto del Estado como de la sociedad
en general, conformándose como nuevos organismos que se encuentran a la par de los órganos tradicionales. Ahora bien, aun
cuando no existe algún precepto constitucional que regule la existencia de los órganos constitucionales autónomos, éstos deben:
a) estar establecidos y configurados directamente en la Constitución, b) mantener con los otros órganos del Estado relaciones de
coordinación, c) contar con autonomía e independencia funcional y financiera y d) atender funciones coyunturales del Estado que
requieran ser eficazmente atendidas en beneficio de la sociedad (SCJN, 2011).

El número de órganos constitucionales autónomos en México ha ido en aumento en años recientes. El primero de ellos fue el
Banco de México, pues en 1993 se le asignó su actual rango jurídico, pero es a partir del año 2012 que se ha intensificado su
creación y hoy día alcanzan un total de 10, razón por la cual son un capítulo fundamental en el estudio de las constituciones.

Órganos autónomos y su fundamento constitucional [esquema]. Tomado de http://bit.ly/2fIl79P

35
Bibliografía
SCJN. (2011). Órganos constitucionales autónomos. Sus características. Consultado el 3 de octubre de 2013 de
http://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/1001/1001339.pdf

Para saber más…


Sobre el tema de la concepción filosófica del poder y su control constitucional mediante la división de poderes, se
recomiendan las siguientes cápsulas:

Canal del Congreso. (25 de octubre de 2013). Anímate con Tu Constitución: División de Poderes. Consultado el 15
de noviembre de 2016 de https://www.youtube.com/watch?v=AEvwoyUYDTo

Daniel felipe ballen rojas. (22 de abril de 2015). Charles Louis Montesquieu. Consultado el 15 de noviembre de
2016 de https://www.youtube.com/watch?v=zsHWO3xqIxs

International IDEA. (11 de marzo de 2015). ¿Qué es una constitución? Consultado el 15 de noviembre de 2016 de
https://www.youtube.com/watch?v=KlWkAWER0l0

En conclusión…

• El poder ha sido objeto de reflexión y regulación a lo largo de la evolución de la humanidad como estructura social.
• El ejercicio del poder público ha dado lugar a diferentes tipos de Estado con distintas formas de gobierno.
• El fundamento del poder ha sido terrenal y divino, por lo que ha sido explorados por diversas corrientes filosóficas.
• La Ilustración y las consecuentes revoluciones del siglo XVIII dieron lugar a los postulados del control de las potestades
públicas mediante la división de poderes.
• La Constitución, como contrato social, es el espacio donde se ordena el poder político y se establecen sus límites en
función del ámbito de competencia individual.
• Actualmente, la participación ciudadana y la conformación de órganos constitucionales autónomos representan
formas novedosas de control de los poderes tradicionales.

36
Firma de la Constitución de los Estados Unidos de América [ilustración].
Tomada de https://goo.gl/224NFs

Fuentes básicas de consulta

Carmona, J. (2007, enero). La división de poderes y la función jurisdiccional. Reforma Judicial. Revista Mexicana de
Justicia, 45-65.

37
Derecho Constitucional Mexicano:
elementos dogmáticos

Introducción

Como se ha analizado en las unidades previas, las constituciones modernas (como elemento político-normativo de control del
poder público) establecen la estructura estatal y gubernamental (parte orgánica) bajo la cual se ejerce la potestad de la autoridad
o mandatario, y también definen la esfera de derechos individuales y sociales de cada persona (parte dogmática), que pueden
agruparse en las garantías de libertad, igualdad, propiedad y seguridad jurídicas.

Esta parte dogmática está presente al inicio de la Constitución mexicana, pues representa justamente el propósito o razón de ser
del contrato social, ya que el cumplimiento de los derechos que ahí se expresan corresponde al espíritu o función esencial de las
instituciones públicas que se definen en la parte orgánica.

Este capítulo de derechos humanos fue, en su momento, un componente novedoso de las constituciones y la mexicana fue pionera
en su incorporación, al menos en lo que se refiere a las llamadas garantías sociales. Esta unidad está dedicada precisamente al
análisis de la dimensión dogmática de nuestra Carta Magna.

Objetivos particulares

Al término de la unidad el alumno será capaz de:

• Conocer y analizar el fundamento dogmático de la Constitución como un capítulo en el que se consagran los derechos
individuales y sociales que integran el ámbito de competencia de cada persona frente al ejercicio del poder público.
• Explicar las características que adquiere el Estado mexicano para dar cumplimiento a esos derechos, que básicamente se
refieren a sus funciones rectoras, así como a su conformación en un sistema federal, democrático y representativo.

Temario

5.1. Antecedentes histórico-críticos


5.2. Fuentes del derecho constitucional mexicano
5.3. El contenido social de la Constitución mexicana
5.4. Garantías individuales y derechos humanos
5.5. La jerarquía de la norma en el derecho constitucional mexicano
5.6. La soberanía en el Estado mexicano
5.7. El sistema representativo y el régimen federal
5.8. La justicia constitucional
5.9. La rectoría del Estado

38
5.1. Antecedentes Histórico-Críticos
La Europa de finales de la Edad Media fue el escenario político, económico, social y cultural propicio para el surgimiento de los
derechos humanos en su acepción contemporánea, pues, como se revisó en la unidad anterior, el fenómeno de acumulación del
capital trajo como consecuencia la necesidad de controlar las atribuciones del monarca frente a los ciudadanos.

Específicamente, Inglaterra fue el país donde se registraron los primeros antecedentes de la protección a los derechos humanos,
pues ahí surgieron los siguientes instrumentos en el marco del constitucionalismo: la Petición de Derechos en 1628, la Ley de
Habeas Corpus de 1679 y la célebre Bill of Rights o Carta de Derechos en 1689.

Bill of Rights o Carta de Derechos [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2gmppSn

39
En ese contexto, el pensamiento político de la Ilustración también contribuyó ampliamente a la fundamentación de los derechos
humanos como una de las responsabilidades básicas de los nacientes Estados modernos. De hecho, a partir de sus postulados
surgieron documentos normativos como la Constitución de los Estados Unidos de América en 1787, así como la Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano, emitida en 1789 en Francia.

Bill of Rights o Carta de Derechos [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2gBIXVT

En la siguiente línea del tiempo se presentan los antecedentes históricos doctrinariamente reconocidos:

40
Línea del tiempo de los Derechos Humanos [esquema]. Tomada de http://bit.ly/1OyNmR5

5.2. Fuentes del Derecho Constitucional Mexicano


De acuerdo con la doctrina jurídica (véase por ejemplo a Carpizo, 1991), las fuentes del derecho constitucional mexicano pueden
clasificarse jerárquicamente de la siguiente manera: 1) la propia Constitución, pues es la norma fundamental del sistema jurídico,
2) la jurisprudencia, es decir, los criterios de interpretación que emite la Suprema Corte de Justicia de la Nación ante las zonas
poco claras de la ley, 3) la costumbre, como expresión de los valores sociales, 4) las leyes que reglamentan la Constitución, que
son ordenamientos secundarios que especifican los preceptos generales expresados por la Carta Magna, 5) la doctrina, que se
refiere a los estudios académicos especializados sobre el derecho y 6) algunas reglas del sistema político, que alude a las formas
operativas de interrelación entre actores.

Las fuentes constitucionales del derecho son importantes dado que permiten aclarar y alimentar el significado de los postulados
de la Carta Magna como principal elemento normativo del país.

41
5.3. El contenido social de la Constitución Mexicana
El contenido social de la Constitución de México de 1917 es quizá su rasgo distintivo frente a otras normas fundamentales de los
diferentes países, incluso de aquellos de corte democrático liberal que habían avanzado en el terreno de control del poder político
desde el siglo XVIII.

Las garantías sociales que consagró la Constitución de México se refirieron básicamente: 1) a la protección del trabajo (salario
mínimo, seguridad social, jornada laboral, derecho de asociación sindical, de huelga, etc.), lo cual se incorporó en un capítulo
especial en el que figura esencialmente el artículo 123, y 2) a la propiedad de la tierra y, en general de los recursos naturales,
donde destacan los artículos 25, 26 y, en particular, el 27, el cual estableció límites a la propiedad privada y creó la figura del ejido
como una expresión de la tenencia comunal.

Así, la Carta Magna mexicana inició lo que hoy se conoce como el constitucionalismo social, que permitió complementar los
derechos individuales con otros de tipo colectivo.

5 de febrero (constitución social) [cartón]. Tomada de http://bit.ly/2fS1ITz

42
5.4. Garantías individuales y derechos humanos
Si bien la doctrina jurídica no manifiesta un consenso sobre las similitudes y diferencias entre conceptos como derechos humanos,
garantías individuales, derechos fundamentales o subjetivos, etc., existe la tendencia a distinguir fundamentalmente dos rubros
que están expresados en el primer título de la Constitución. Se trata de lo siguiente:

Título Primero
Capítulo I
De los Derechos Humanos y sus Garantías

Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su
protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.

Como se observa, la Constitución distingue entre derechos y garantías, pero sin definirlos de manera particular. Al respecto, la
doctrina ha señalado en términos generales que los derechos humanos y las garantías individuales son inherentes al individuo, es
decir, se nace con ellos y son irrenunciables, inalienables e imprescriptibles; en consecuencia, la diferencia estriba en que cuando
un derecho humano —expresado de manera general en la Constitución— adquiere una estructura jurídica de protección frente al
Estado, en ese momento se denomina garantía, dado que existe un estructura normativa que le da cumplimiento y que le permite
al ciudadano tanto poner límites a la actuación de la autoridad sobre su esfera de competencia, como exigir el cumplimiento de
sus obligaciones.

Para otros especialistas, existen también diferencias en cuanto al alcance de ambos elementos, por ejemplo, señalan que
los derechos humanos son universales (no distinguen fronteras nacionales), no limitables y correspondientes únicamente al
individuo; en tanto que las garantías son generales (aplicables sólo en un territorio y tiempo determinados), limitables (mediante
el cumplimiento de requisitos y restringibles en función del contexto) y protegen tanto a personas físicas como morales.

5.5. La jerarquía de la norma en el Derecho Constitucional Mexicano


Una de las instituciones del constitucionalismo es el establecimiento de la jerarquía de las normas que integran un sistema
jurídico. Desde luego, es claro que la ley fundamental o la más importante es la Carta Magna, dado que de ella emana toda la
reglamentación aplicable en un país.

En el caso de México, esta jerarquía está definida en uno de los artículos de la Constitución, que a la letra señala: “Artículo 133.
Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la
misma, celebrados y que se celebren por el presidente de la república, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda
la Unión. Los jueces de cada entidad federativa se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones
en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de las entidades federativas”.

De acuerdo con interpretaciones de la Suprema Corte, la Constitución y los tratados internacionales son la base de nuestro sistema
jurídico y luego vienen, en orden de importancia, las leyes generales y federales que expide el Congreso de la Unión. A partir de
ahí se configura el resto del entramado jurídico, compuesto por reglamentos administrativos, así como por las constituciones y
normas jurídicas de cada entidad federativa.

5.6. La soberanía en el Estado Mexicano


El concepto de soberanía es quizás uno de los más difusos en términos de la norma, pero también de la doctrina. En principio,
sin ser una postura generalizada entre los especialistas, alude a la capacidad de autodeterminación de un pueblo, es decir, a la
facultad irrenunciable que tiene de decidir su forma de organización, las instituciones que conducirán la vida social y los alcances
en la actuación tanto de la autoridad como del ciudadano.

43
Respecto a lo anterior, los artículos más importantes de la Constitución de México son los siguientes:

“Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo
y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma
de su gobierno.”

“Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de la competencia de éstos,
y por los de los Estados y la Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente
establecidos por la presente Constitución federal y las particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en
ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal.”

Como se observa, la Constitución consagra a la soberanía como una potestad del pueblo mexicano, y precisa que será ejercida
mediante los poderes que para tal efecto ha creado.

5.7. El sistema representativo y el régimen federal


Como se analizó en el tema anterior, México es una nación soberana, es decir, tiene la potestad de definir la forma de gobierno
que más se ajuste a los intereses del pueblo que la integra.

Al respecto, esta forma de gobierno está definida en el artículo 40 constitucional, que a la letra señala: “Es voluntad del pueblo
mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos
en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los
principios de esta ley fundamental.”

Lo anterior significa:

1. República representativa: se refiere a una forma de organización política donde las autoridades que representan los intereses
de la comunidad son electas, es decir, no hereditarias como en la monarquía y, en consecuencia, ejercen su encargo por un
periodo determinado.

2. Democrática: alude a un régimen político sustentado en la participación de la comunidad como expresión de la voluntad
popular, ya sea mediante elecciones (votar y ser votado) o formas diversas de incidir en la toma decisiones públicas.

3. Laica: significa que el poder público es secular, es decir, está exento de la influencia religiosa.

4. Federal: indica que el país está integrado por un conjunto de entidades soberanas (como Hidalgo, Chiapas, Veracruz, etc.)
unidos en un pacto federal, lo que da origen a los Estados Unidos Mexicanos.

5.8. La justicia constitucional


En términos de la doctrina, se conoce como justicia constitucional a aquellos instrumentos jurídicos de carácter procesal que
regulan y resuelven la actuación de las instituciones públicas en caso de que éstas excedan los límites establecidos por la
propia Carta Magna en el ejercicio de sus atribuciones públicas y, particularmente, en relación con la esfera de derechos de los
individuos.

44
De acuerdo con los especialistas, la justicia constitucional está integrada por varias garantías y no hay un consenso establecido
sobre el número determinado, pero en general pueden enunciarse las siguientes: 1) el juicio de amparo, 2) acción de
inconstitucionalidad, 3) controversia constitucional, 4) juicio político, 5) controversia entre facultades de entidades federativas, 6)
designación de gobernador, 7) juicio de revisión electoral.

Cada una de ellas aplica para casos específicos y han sido objeto de adhesión y modificación en los últimos años conforme se
ha transformado el texto constitucional, pues, por ejemplo, en 2007 se eliminó como garantía la facultad de investigación que en
su momento tuvo la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Justicia Constitucional [cartón]. Tomado de http://bit.ly/2g3glnW

5.9. La rectoría del Estado


Una de las principales áreas de transformación del Estado mexicano desde la década de los ochenta del siglo pasado, ha sido
sus atribuciones en materia de gestión económica. En efecto, a partir de esa fecha, el modelo interventor en la economía fue
sustituido por una visión neoclásica que, entre otros postulados, enarboló la idea de retirar de ciertas áreas del mercado el control
estatal mediante procesos de privatización, liberalización y desregulación.

Las facultades que en materia económica puede ejercer el Estado mexicano están definidas en el artículo 25 constitucional, que
a la letra menciona lo siguiente (se presenta una selección del contenido):

Artículo 25. Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral y sustentable, que
fortalezca la Soberanía de la Nación y su régimen democrático y que, mediante la competitividad, el fomento del crecimiento

45
económico y el empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad
de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución. La competitividad se entenderá como el
conjunto de condiciones necesarias para generar un mayor crecimiento económico, promoviendo la inversión y la generación de
empleo.

El Estado velará por la estabilidad de las finanzas públicas y del sistema financiero para coadyuvar a generar condiciones
favorables para el crecimiento económico y el empleo. El Plan Nacional de Desarrollo y los planes estatales y municipales
deberán observar dicho principio.

El Estado planeará, conducirá, coordinará y orientará la actividad económica nacional, y llevará al cabo la regulación y fomento
de las actividades que demande el interés general en el marco de libertades que otorga esta Constitución.
Al desarrollo económico nacional concurrirán, con responsabilidad social, el sector público, el sector social y el sector privado, sin
menoscabo de otras formas de actividad económica que contribuyan al desarrollo de la Nación.
(…)
Asimismo podrá participar por sí o con los sectores social y privado, de acuerdo con la ley, para impulsar y organizar las áreas
prioritarias del desarrollo.
Bajo criterios de equidad social, productividad y sustentabilidad se apoyará e impulsará a las empresas de los sectores social y
privado de la economía, sujetándolos a las modalidades que dicte el interés público y al uso, en beneficio general, de los recursos
productivos, cuidando su conservación y el medio ambiente.
(…)
La ley alentará y protegerá la actividad económica que realicen los particulares y proveerá las condiciones para que el
desenvolvimiento del sector privado contribuya al desarrollo económico nacional, promoviendo la competitividad e implementando
una política nacional para el desarrollo industrial sustentable que incluya vertientes sectoriales y regionales, en los términos que
establece esta Constitución.

Como se observa, el artículo 25 constitucional configura una economía mixta en la que concurre el sector público, privado y social
como corresponsable del desarrollo.

Bibliografía
Carpizo, J. y Madrazo, J. (1991). Derecho constitucional. México: UNAM.

Para saber más…


Sobre el tema de los derechos humanos que consagra la parte dogmática de la Constitución, se recomiendan las siguientes
cápsulas:

Cossío, J. (6 de marzo de 2012). Justicia constitucional e interpretación. Consultado el 15 de noviembre de 2016


de https://www.youtube.com/watch?v=nfI1JIFRq9M

Carbonell, M. (31 de octubre de 2013). ¿Qué son los derechos humanos?. Consultado el 15 de noviembre de 2016
de https://www.youtube.com/watch?v=9PBZLy4dgCs

Carbonell, M. (7 de noviembre de 2013). Características de los derechos humanos. Consultado el 15 de noviembre


de 2016 de https://www.youtube.com/watch?v=nG9M-qt-1Ik

Carbonell, M. (2 de enero de 2014). Teorías que explican el origen de los derechos humanos. Consultado el 15 de
noviembre de 2016 de https://www.youtube.com/watch?v=6id-x4rDWjk

46
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos [ilustración].
Tomada de http://bit.ly/2frZKc6

En conclusión…

• El movimiento constitucionalista surgió a partir de la necesidad de controlar el ejercicio del poder político, lo cual favoreció el
nacimiento del Estado moderno y la expansión de la actividad económica.
• La Constitución, si bien es la norma suprema de un país, requiere de fuentes que alimenten y precisen su contenido,
particularmente ante la complejidad de la sociedad actual.
• La Constitución mexicana fue pionera en incorporar derechos sociales como el de la propiedad de los recursos naturales
(artículo 27) y las protecciones al trabajo (artículo 123). Con ello se inaugura el llamado constitucionalismo social.
• Existen diferencias de alcance y contenido entre derechos humanos y garantías individuales, como su alcance universal o
general, respectivamente.

47
• La Constitución es la norma base de todo el sistema jurídico mexicano, junto con los tratados internacionales; a partir de ahí
se desprenden las leyes generales, federales y los reglamentos administrativos. Luego concurren las constituciones y leyes
estatales.
• México es una nación soberana, en el sentido de que el pueblo tiene en todo momento la capacidad de autodeterminarse,
lo cual hace por medio de sus autoridades constituidas. La forma en que el país ha decido organizarse corresponde a una
república representativa, democrática, laica y federal.
• Existen medios de control constitucional para evitar que la actuación de las instituciones atente contra la esfera de
competencias de los individuos y de otras instituciones.
• El Estado ejerce atribuciones de regulación y gestión económica para promover el desarrollo nacional en conjunto con los
sectores privado y social.

Fuentes básicas de consulta

Carpizo, J. y Madrazo, J. (2013). Derecho Constitucional. México: UNAM.

Morales, C. (s.f). La justicia constitucional en México, avances y perspectiva. Una propuesta. México.

Reyes, E. (s.f). Derechos humanos, garantías individuales y derecho a la información.

48
Derecho Constitucional Mexicano: ele-
mentos orgánicos

Introducción

Hasta este punto del curso hemos analizado el origen y fundamento político de las constituciones, así como su expresión
normativa en un documento que contiene el contrato social entre gobernantes y gobernados. En particular, examinamos en la
unidad pasada el sentido dogmático de nuestra Carta Magna.

En adición a lo anterior, en esta unidad corresponde conocer y reflexionar sobre el contenido orgánico de la Constitución mexicana,
es decir, los artículos que dan forma y estructura a las instituciones gubernamentales para que, por medio de sus atribuciones,
competencias y jurisdicciones, cumplan con los fines públicos para los que fueron creadas y que están expresados precisamente
en la parte dogmática.

Al respecto, cabe puntualizar que la parte orgánica de la Constitución del país se ha complejizado de acuerdo a las necesidades
de diseño institucional de las diferentes épocas de la historia moderna de México, razón por la cual esta sección da cuenta de
una nueva configuración de los órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal) y la división de poderes (Legislativo, Ejecutivo
y Judicial).

Objetivos particulares

Al término de la unidad el alumno será capaz de:

• Conocer y analizar la parte orgánica de la Constitución, particularmente lo que se refiere a la estructura de gobierno expresada
en los tres poderes, así como en el régimen federal en el que se articula la república mexicana.
• Explorar los elementos que apoyan la integración y el funcionamiento de las instituciones gubernamentales, tales como
el régimen de partidos y el de servicio público, con énfasis en las responsabilidades del Estado en materia de trabajo y
seguridad social.

Temario
6.1. Los partidos políticos
6.2. El sistema presidencial de 
gobierno
6.3. Organización y funcionamiento del Poder Ejecutivo
6.4. Organización y funcionamiento del Poder Legislativo
6.5. Organización y funcionamiento del Poder Judicial
6.6. Las entidades federativas, municipios y Distrito Federal

6.7. Responsabilidad de servidores públicos
6.8. Regulación del trabajo y la previsión social

49
Exposición de los temas

6.1. Los partidos políticos


Las democracias modernas tienen como uno de sus principios fundamentales el de la elección de representantes o autoridades
mediante el voto universal, libre y secreto. Para ello, el medio más eficiente que se ha diseñado para la renovación pacífica de los
encargos públicos es el sistema de partidos, es decir, la conformación de organizaciones políticas mediante los cuales se definen
candidatos a ocupar puestos de elección popular.

Actualmente, al menos en el caso de México, se ha creado como complemento al sistema de partidos la figura de candidaturas
ciudadanas, las cuales si bien no requieren de una asociación política tradicional para ser impulsadas, en realidad deben de
contar con el respaldo de organizaciones civiles que apoyen la postulación.

Partidos políticos en México [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2fXqn6D

El sistema de partidos es importante en el diseño institucional del gobierno dado que es el medio que permite elegir a sus titulares,
concretamente al poder ejecutivo y al legislativo, tanto en el orden federal, como estatal y municipal de gobierno.
Sobre el tema, la Constitución señala en el artículo 41 lo siguiente:

La renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante elecciones libres, auténticas y periódicas, conforme
a las siguientes bases:

50
I. Los partidos políticos son entidades de interés público; la ley determinará las normas y requisitos para su registro legal, las
formas específicas de su intervención en el proceso electoral y los derechos, obligaciones y prerrogativas que les corresponden.
Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los
órganos de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder
público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo,
así como las reglas para garantizar la paridad entre los géneros, en candidaturas a legisladores federales y locales. Sólo los
ciudadanos podrán formar partidos políticos y afiliarse libre e individualmente a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención
de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa.

6.2. El sistema presidencial de gobierno


El régimen político, incluso en los países materialmente democráticos, tiene sus especificidades de acuerdo con lo que cada país
elige. Por ejemplo, existen Estados cuya fuerza política y jurídica radica en el parlamento (o lo que en México conocemos como
Congreso de la Unión) y en otros casos este rol lo juega el presidente o primer ministro.

En el caso de México, la distribución de competencias asigna al presidente de la república el papel central al conferirle diferentes
funciones: jefe de Estado (representa al país en la comunidad internacional), jefe de gobierno (dirige la política interna), jefe de
las fuerzas armadas (tiene bajo su control el brazo coercitivo del poder público) y jefe de la administración pública (es titular de los
medios materiales para satisfacer las necesidades de la sociedad), es decir, es el eje principal del régimen político.

Al respecto, cabe mencionar que conforme fue transcurriendo el siglo XX, la figura del presidente en términos de importancia
institucional se ha ido atenuando, pues es sabido que la historia del país ha girado en torno a la posición del titular del ejecutivo,
lo que llevo a México a erigir un régimen presidencialista, en lugar de presidencial.

Presidentes de México (1958-2018) [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2gCmO6V

51
6.3. Organización y funcionamiento del Poder Ejecutivo
Como se abordó en el tema anterior, una de las figuras centrales del régimen político en México es el presidente de la república.
De acuerdo con la división de poderes tradicional, al titular del Ejecutivo le corresponde aplicar y hacer cumplir las leyes,
programas, políticas y planes que satisfagan las necesidades colectivas. Por su propia naturaleza, concentra los elementos
materiales (principalmente contenidos en las instituciones de la Administración Pública) que se requieren para tal efecto.

La Constitución de México señala lo siguiente respecto a su naturaleza y principales responsabilidades:

Artículo 80. Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo, que se
denominará ‘Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.’
(…)
Artículo 89. Las facultades y obligaciones del Presidente, son las siguientes:
I. Promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión, proveyendo en la esfera administrativa a su
exacta observancia.
II. Nombrar y remover libremente a los Secretarios de Estado, remover a los embajadores, cónsules generales y
empleados superiores de Hacienda, y nombrar y remover libremente a los demás empleados de la Unión, cuyo
nombramiento o remoción no esté determinado de otro modo en la Constitución o en las leyes;
III. Nombrar, con aprobación del Senado, a los embajadores, cónsules generales, empleados superiores de Hacienda
y a los integrantes de los órganos colegiados encargados de la regulación en materia de telecomunicaciones,
energía y competencia económica;
Fracción reformada DOF 09-08-2012
IV. Nombrar, con aprobación del Senado, los Coroneles y demás oficiales superiores del Ejército, Armada y Fuerza
Aérea Nacionales;
(…)
VI. Preservar la seguridad nacional, en los términos de la ley respectiva, y disponer de la totalidad de la Fuerza
Armada permanente o sea del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea para la seguridad interior y defensa
exterior de la Federación.
VIII. Declarar la guerra en nombre de los Estados Unidos Mexicanos, previa ley del Congreso de la Unión.
(…)
X. Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, así como terminar, denunciar, suspender, modificar,
enmendar, retirar reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos, sometiéndolos a la aprobación
del Senado.
(…)
XII. Facilitar al Poder Judicial los auxilios que necesite para el ejercicio expedito de sus funciones.
(…)
XVIII. Presentar a consideración del Senado, la terna para la designación de Ministros de la Suprema Corte de
Justicia y someter sus licencias y renuncias a la aprobación del propio Senado;
(…)
Artículo 90. La Administración Pública Federal será centralizada y paraestatal conforme a la Ley Orgánica que
expida el Congreso, que distribuirá los negocios del orden administrativo de la Federación que estarán a cargo de
las Secretarías de Estado y definirá las bases generales de creación de las entidades paraestatales y la intervención
del Ejecutivo Federal en su operación.

6.4. Organización y funcionamiento del Poder Legislativo


Otra de las figuras claves del régimen político en México lo constituye el Poder Legislativo, el cual tiene como principal función
el crear y promulgar leyes que permitan la convivencia social pacífica y productiva. Asimismo, funge como un elemento de
contrapeso a los dos poderes restantes al ratificar algunas de sus decisiones y nombramientos en su integración.

52
El legislativo federal está depositado en el Congreso de la Unión, el cual se integra por una Cámara de Diputados (con 500
miembros) y una Cámara de Senadores (con 128 representantes). Ambas instancias desempeñan sus funciones en periodos de
sesiones y en sus recesos se instala una Comisión Permanente (con 19 legisladores). Asimismo, como parte de la cámara de
los diputados, se encuentra la Auditoría Superior de la Federación, cuya función central es fiscalizar las cuentas públicas de la
nación.

Cabe destacar, como elemento adicional, que los diputados representan a la población, mientras que los senadores representan
a los estados que integran el pacto federal.

La Constitución de México regula todo lo anterior en sus artículos 50 al 79, y en términos generales expresa lo siguiente:

Artículo 50. El poder legislativo de los Estados Unidos Mexicanos se deposita en un Congreso general, que se
dividirá en dos Cámaras, una de diputados y otra de senadores.
(…)
Artículo 51. La Cámara de Diputados se compondrá de representantes de la Nación, electos en su totalidad cada
tres años. Por cada diputado propietario, se elegirá un suplente.
(…)
Artículo 56. La Cámara de Senadores se integrará por ciento veintiocho senadores, de los cuales, en cada Estado y
en la Ciudad de México, dos serán elegidos según el principio de votación mayoritaria relativa y uno será asignado
a la primera minoría.
(…)
Artículo 61. Los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus
cargos, y jamás podrán ser reconvenidos por ellas.
(…)
Artículo 65. El Congreso se reunirá a partir del 1o. de septiembre de cada año para celebrar un primer periodo
de sesiones ordinarias, excepto cuando el Presidente de la República inicie su encargo en la fecha prevista en el
artículo 83 de esta Constitución, en cuyo caso se reunirá a partir del 1o. de agosto; y a partir del 1o. de febrero para
celebrar un segundo periodo de sesiones ordinarias.
(…)
Artículo 66. Cada período de sesiones ordinarias durará el tiempo necesario para tratar todos los asuntos
mencionados en el artículo anterior. El primer período no podrá prolongarse sino hasta el 15 de diciembre del
mismo año, excepto cuando el Presidente de la República inicie su encargo en la fecha prevista por el artículo 83,
en cuyo caso las sesiones podrán extenderse hasta el 31 de diciembre de ese mismo año. El segundo período no
podrá prolongarse más allá del 30 de abril del mismo año.
(…)
Artículo 78. Durante los recesos del Congreso de la Unión habrá una Comisión Permanente compuesta de 37
miembros de los que 19 serán Diputados y 18 Senadores, nombrados por sus respectivas Cámaras la víspera de la
clausura de los períodos ordinarios de sesiones. Para cada titular las Cámaras nombrarán, de entre sus miembros
en ejercicio, un sustituto.
(…)
Artículo 79. La Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados, tendrá autonomía técnica y de gestión
en el ejercicio de sus atribuciones y para decidir sobre su organización interna, funcionamiento y resoluciones, en
los términos que disponga la ley.

6.5. Organización y funcionamiento del Poder Judicial


De acuerdo con lo que establece la Constitución de México, el poder judicial se deposita en el ámbito federal en la Suprema Corte
de Justicia de la Nación (SCJN), la cual se integra por 11 ministros que, para el ejercicio de sus funciones, se dividen en dos salas.
En cada una de ellas hay cinco integrantes y el restante funge como presidente de esa institución.

53
La función central del poder judicial es la resolución de conflictos de acuerdo con los instrumentos normativos vigentes, por lo
que funge como garante del orden jurídico. En este sentido, para el cumplimiento de sus funciones la SCJN tiene como órganos
de apoyo: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el Consejo de la Judicatura, los Tribunales Colegiados de
Circuito, los Tribunales Unitarios de Circuito y los Juzgados de Distrito.

Sobre el poder judicial, la Constitución menciona lo siguiente:

Artículo 94. Se deposita el ejercicio del Poder Judicial de la Federación en una Suprema Corte de Justicia, en un
Tribunal Electoral, en Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y en Juzgados de Distrito.
(…)
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se compondrá de once Ministros y funcionará en Pleno o en Salas.
(…)
Artículo 96. Para nombrar a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, el Presidente de la República someterá
una terna a consideración del Senado, el cual, previa comparecencia de las personas propuestas, designará al
Ministro que deba cubrir la vacante. La designación se hará por el voto de las dos terceras partes de los miembros
del Senado presentes, dentro del improrrogable plazo de treinta días.

6.6. Las entidades federativas, municipios y Distrito Federal


Como se ha mencionado en unidades previas, México está organizado como una república federal, es decir, el país está
compuesto por estados libres y soberanos en su régimen interior y que, a su vez, están integrados por municipios, los cuales
también se conciben como un orden de gobierno.

En este sentido, la Constitución establece los ámbitos de competencia de las entidades federativas y de los municipios; ambos
órdenes tienen la potestad de elegir la mejor forma de organización política que se ajuste a sus intereses, siempre y cuando no
contravengan lo dispuesto por la propia Carta Magna.

Un elemento singular en este contexto, es lo que corresponde al Distrito Federal, recientemente transformado en Ciudad de
México, la cual es la sede de los poderes federales y, por ende, capital del país. Justo por esta razón, la forma de organización
política de esta entidad tiene ciertas restricciones en comparación con los demás estados de la república, pues algunas funciones
públicas las ejerce precisamente la federación al tener asentadas sus instituciones en esta extensión territorial.

Este entramado institucional desde luego supone retos constantes en materia de coordinación intergubernamental, pero se
estima como una forma de organización política necesaria en virtud de la heterogeneidad que supone cada región del país.

6.7. Responsabilidad de servidores públicos


Como creaciones humanas, las instituciones gubernamentales requieren de un régimen de servicio público a través del cual se
puedan asignar responsabilidades a las autoridades por las consecuencias del ejercicio de sus atribuciones.

La Constitución dedica un título completo de la parte orgánica a la regulación del servicio público y define tres tipos de
responsabilidad: política, penal y administrativa. Asimismo, recientemente se incluyó en esta sección la creación del Sistema
Nacional Anticorrupción, pues tradicionalmente ha sido una patología en las estructuras de gobierno la falta de probidad.
Sobre lo que se entiende por servicio público, la Constitución señala lo siguiente:

Artículo 108. Para los efectos de las responsabilidades a que alude este Título se reputarán como servidores
públicos a los representantes de elección popular, a los miembros del Poder Judicial de la Federación, los
funcionarios y empleados y, en general, a toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier

54
naturaleza en el Congreso de la Unión o en la Administración Pública Federal, así como a los servidores públicos
de los organismos a los que esta Constitución otorgue autonomía, quienes serán responsables por los actos u
omisiones en que incurran en el desempeño de sus respectivas funciones.

6.8. Regulación del trabajo y la previsión social


Una de las características esenciales de la Constitución de México es, sin duda, su dimensión social. Como se exploró en
unidades previas, la Carta Magna del país fue pionera en incluir garantías sociales como medida de protección a la clase
trabajadora y al amplio sector rural.

Al respecto, el artículo 123 es icónico como expresión de un régimen laboral que establece derechos básicos para regular los
factores de la producción, tales como el salario mínimo, la jornada laboral, el derecho de huelga y asociación sindical, entre otros.
Para efectos de lo anterior, el artículo 123 se subdivide en dos apartados: uno para los empleados del sector privado (A) y el otro
para los trabajadores al servicio del estado (B). Textualmente señala lo siguiente:

Artículo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación
de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley.

El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán:

A. Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo:
I. La duración de la jornada máxima será de ocho horas.
III. Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de quince años. Los mayores de esta edad y menores
de dieciséis tendrán como jornada máxima la de seis horas.
IV. Por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el operario de un día de descanso, cuando menos.

Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el
orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Los salarios mínimos profesionales se
fijarán considerando, además, las condiciones de las distintas actividades económicas.

Para saber más…


Sobre el tema de los Poderes de la Unión, se recomiendan las siguientes cápsulas:

Ciudadanía Tec de Monterrey. (30 de julio de 2013). México/Poder Ejecutivo [Archivo de video]. Consultado el 25
de noviembre de 2016 de https://www.youtube.com/watch?v=PVXVyWo0woY

Ciudadanía Tec de Monterrey. (23 de agosto de 2013). Legislativo [Archivo de video]. Consultado el 25 de noviembre
de 2016 de https://www.youtube.com/watch?v=fCHj6sK23MY

Laura Velázquez. (18 de julio de 2013). El Poder Judicial en México [Archivo de video]. Consultado el 25 de
noviembre de 2016 de https://www.youtube.com/watch?v=MOk_QgTzF9c

55
En conclusión…

• El sistema de partidos es el principal medio para la renovación pacífica de las autoridades electas en el país.
• El régimen político de México está articulado bajo el esquema presidencial, pues asigna diferentes roles de gobierno al titular
del poder ejecutivo.
• La Constitución señala en su parte orgánica la manera en que se distribuyen las competencias entre los tres Poderes de la
Unión.
• El país se articula como una república federal, es decir, se integra por estados y municipios como órdenes de gobierno.
• La Carta Magna regula el ejercicio del servicio público y define tres tipos de responsabilidades: penal, política y administrativa.
• El artículo 123 de la Constitución regula la materia laboral en México y es uno de los ejemplos más representativos de la
dimensión social de la Carta Magna.

Poderes de la Unión [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2gbpGJZ

Fuentes básicas de consulta

Carpizo, J. y Madrazo, J. (2013). Derecho Constitucional, 1742-1763. México: UNAM.

56
Ejemplos prácticos de derecho
constitucional comparado

Introducción

El derecho constitucional establece principios, reglas generales y fundamentos que permiten a cada Estado definir el catálogo de
derechos y el andamiaje institucional mediante el cual se configura la relación entre gobernante y gobernado.

Al respecto, es importante aclarar que sería poco funcional entender al derecho constitucional como una estructura rígida que
impone las mismas características a cada país en cuanto al establecimiento del contrato social. Desde luego, cada Estado tiene
la potestad para autodeterminarse y señalar el régimen político mediante el cual conducirá sus relaciones de poder público.

En este sentido, es como el derecho constitucional comparado adquiere sentido y relevancia, pues se define como aquella rama
de estudios jurídicos que analizan los patrones de diseño institucional de los distintos contratos sociales que existen en el mundo
en aras de ubicar las mejores prácticas sobre regulación y control del ejercicio del poder político.

Es por ello que en esta unidad analizaremos el significado del derecho constitucional comparado y se explorarán casos específicos
(Estados Unidos, Francia y Argentina).

Objetivos particulares

Al término de la unidad el alumno será capaz de:

• Conocer y analizar el significado, fundamento y relevancia del derecho constitucional comparado como un medio de estudio
para la definición de las mejores prácticas en la configuración política de los Estados.
• Explorar ejemplos específicos de diseño constitucional, con énfasis en los casos de Estados Unido, Francia y Argentina para,
en consecuencia, ubicar sus similitudes y diferencias con lo que corresponde a México.

Temario

7.1. Naturaleza y objeto del derecho comparado


7.2. Breve historia del derecho comparado
7.3. El método comparativo aplicado al derecho constitucional
7.4. Los sistemas contemporáneos de derecho
7.5. El derecho constitucional francés
7.6. El derecho constitucional estadounidense
7.7. El derecho constitucional argentino

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Exposición de los temas

7.1. Naturaleza y objeto del derecho comparado


El derecho comparado se define como una disciplina de los estudios jurídicos cuya naturaleza se refiere al análisis de las
similitudes y diferencias entre las figuras jurídicas que se registran en las diversas comunidades, por lo que su objeto es que, a
partir de ese contraste, se puedan perfeccionar los diseños institucionales y se encuentren las mejores prácticas en cuanto a la
legislación que corresponde.

Sin duda, la práctica del derecho comparado siempre ha sido relevante, pero su utilidad se ha visto potenciada teniendo en
cuenta el contexto actual, el cual se caracteriza por la intensificación de los procesos de comunicación e interacciones entre los
individuos y las colectividades, lo cual ha desdibujado las fronteras tradicionales de los Estados.

Derecho comparado [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2gJsStJ

7.2. Breve historia del derecho comparado


El interés por la comparación de las distintas figuras jurídicas está ligada a la historia de la comunicación entre las diversas
agrupaciones humanas. En efecto, ya en la época de la Grecia clásica se realizaban ejercicios de derecho comparado,
particularmente referidos a las diferentes constituciones que en ese territorio se emitieron, tal como lo hizo Aristóteles.

58
Años más tarde, los romanos también recurrieron a la práctica de la legislación comparada para establecer las figuras normativas
(por ejemplo la Ley de las XII Tablas) que les permitieron controlar y sostener su dominio en el imperio que constituyeron a partir
de la conquista de territorios.

Posteriormente, a finales de la Edad Media se intensificó el estudio sistemático del derecho en países de tradición anglosajona,
como Inglaterra, donde se instituyeron cátedras de derecho diplomático que, desde luego, supusieron el estudio de las distintas
tradiciones jurídicas en aras de fortalecer la comunicación con los otros reinos.

Finalmente, llegamos a la época en que el derecho comparado registró un mayor auge: siglo XVIII y XIX, debido principalmente al
movimiento constitucionalista y a los marcados cambios políticos que dieron origen a la figura del Estado moderno. En este caso,
Francia fue el país que se colocó a la vanguardia de esta disciplina al instaurar cátedras especializadas de derecho comparado
y reconocer esta práctica como apoyo a las fuentes del derecho.

Alegoría de la Ley de las XII Tablas [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2hnpTL9

7.3. El método comparativo aplicado al derecho constitucional


Sin duda, uno de los campos donde ha germinado con mayor auge y éxito la práctica del derecho comparado es la rama
constitucional, pues es ahí donde el contraste entre las diferentes figuras jurídicas se plasma con mayor claridad y, en consecuencia,
permite con fluidez examinar las similitudes y diferencias entre los distintos contratos sociales para ubicar las fórmulas que han
tenido éxito en la regulación del poder político.

59
Desde luego, la comparación entre las distintas constituciones puede ser tan específica o general como se requiera, pues, por
ejemplo, se puede analizar desde la división clásica de poderes o el catálogo de derechos humanos establecidos, hasta las
competencias concretas de cada una de las instituciones públicas o incluso el tipo de técnica jurídica utilizada.

Derecho internacional comparado [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2hdjZvS

7.4. Los sistemas contemporáneos de derecho


El sistema jurídico se entiende como el conjunto de estructuras, normas, prácticas, creencias y valores que sobre el derecho
define una comunidad. En este sentido, dadas las particularidades de cada país, los Estados representan en sí mismos diferentes
sistemas jurídicos.

Al respecto, la doctrina ha establecido que existen diferentes familias o tradiciones jurídicas que permiten clasificar en varios
grupos a las distintas naciones. Por ejemplo, se encuentra el sistema neorromano o escrito (como el que predomina en la mayor
parte de Europa y América Latina), el consuetudinario o también conocido como Common Law (ubicado esencialmente en países
anglosajones). Asimismo, algunas clasificaciones aluden a las familias híbridas, socialistas, religiosas, entre otras.

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Sistemas jurídicos comparados [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2giVuZt

7.5. El derecho constitucional francés

Desfile militar del 14 de julio [fotografía]. Tomada de http://bit.ly/2htT37z

61
Su forma de gobierno está organizada como una nación que está regida por un sistema semipresidencialista con el nombre oficial
de República Francesa.

La actual Constitución de Francia, conocida también como la Constitución de la Quinta República, fue aprobada bajo referéndum
en el año de 1958, y desde ese momento cada uno de los presidentes que han ido incrementando su poder.

El presidente es elegido por sufragio universal para un mandato de cinco años y no podrá servir por más de dos periodos
consecutivos, utilizando un sistema de votación mayoritaria a dos vueltas: si ningún candidato recibe una mayoría absoluta
de votos en la primera vuelta, una segunda vuelta tiene lugar entre los dos candidatos más votados. Para tomar parte en
las elecciones, los candidatos deben obtener 500 firmas patrocinadoras de los funcionarios elegidos a partir de al menos 30
departamentos o territorios de ultramar.

El Consejo de Ministros

El presidente nombra al primer ministro, que a su vez designa a los otros ministros nombrados por el presidente. En tanto, el
primer ministro y el gabinete sólo pueden ser removidos por la Asamblea Nacional.

Cuando los miembros de un mismo partido político obtienen la mayoría de la Asamblea Nacional, el presidente y el primer ministro
provienen del mismo partido. Y por el contrario, si el partido opositor al presidente controla a la Asamblea Nacional, los ministros
de dividen con los propuestos por el presidente, a esto se le conoce como la cohabitación. Hubo tres periodos de convivencia,
con una duración total de nueve años.

Mientras que el presidente conserva un poder independiente en la determinación de la política exterior, todas las decisiones en
materia de política interna deben ser aprobadas por el primer ministro.

Los ministros integrantes del gabinete determinan la política interna y la forma de llevar la administración pública, pueden proponer
ya sea reformas o nueva legislación según su materia de competencia.

El Poder Legislativo

El Poder Legislativo francés es bicameral, compuesto por el Senado y la Asamblea Nacional. La Asamblea Nacional es elegida
por sufragio universal para un mandato de cinco años. En la actualidad se compone de 577 diputados elegidos por voto popular
en dos rondas: si ningún candidato obtiene la mayoría de los votos en la primera vuelta, cualquier candidato que reciba el
equivalente a 12.5 % de los votos registrados pueden participar en la segunda ronda, en la que el candidato con más votos gana.

El Senado es elegido indirectamente por los colegios electorales para cada departamento (distrito), que consta de un total de más
de 100 000 concejales de los diferentes niveles de gobierno local. El sistema electoral es proporcional en los departamentos con
tres o más asientos, pero mayoritario en los departamentos con uno o dos asientos.

Los departamentos se dividen en dos clases, la mitad de todos los senadores son elegidos cada tres años, por un periodo de seis
años. En un total de 321 integrantes, el Senado tiene menos poder que la Asamblea Nacional, ya que ésta siempre tiene la última
palabra en cualquier controversia. Además, se cuenta con un consejo constitucional que se encarga del control constitucional de
las leyes y del contencioso electoral.

El Poder Judicial

El sistema judicial francés, heredado de la Revolución de 1789, se apoya en un derecho escrito que consta de un conjunto
de textos compuesto por las leyes votadas por el Parlamento, la Constitución de la Quinta República (4 de octubre de 1958),
convenciones y tratados internacionales, el derecho comunitario europeo, la jurisprudencia y las costumbres.

62
La sustentan principios fundamentales:

• El acceso al derecho para todos: puesto que “la ignorancia de la ley no excusa de su cumplimiento”, ha sido creado un
dispositivo de ayuda para acceder al derecho que permite que todos conozcan mejor sus derechos y obligaciones, los hagan
valer y ejecutar, concretamente por medio de los Consejos Departamentales de Acceso al Derecho (CDAD).
• El acceso a la justicia para todos: todas las personas tienen derecho a acceder a la justicia, a hacer oír su causa, a ser
juzgadas y a ser asistidas.
• La independencia y la neutralidad del juez.
• El control de la aplicación del derecho por el Tribunal de Casación.
• La gratuidad: los litigantes no pagan a sus jueces (son funcionarios pagados por el Estado). Ahora bien, deben abonar los
honorarios y emolumentos de los auxiliares de justicia (abogados, peritos). Las personas que no disponen de recursos
suficientes para sufragar estos gastos pueden beneficiarse de la asistencia jurídica gratuita.
• La permanencia: la justicia actúa de modo ininterrumpido, sin intervalo entre sesiones que se celebren periódicamente.
• La publicidad de las decisiones de justicia: para proteger al sujeto pasivo contra una justicia secreta, el juicio es público (la
publicidad del veredicto es una garantía absoluta, la de los debates está sujeta a excepciones).
• La motivación de las decisiones: el juez debe explicar las razones de hecho y de derecho que le hacen tomar esa decisión.
• El derecho a un juicio justo.
• El recurso de apelación y el doble grado de jurisdicción: las jurisdicciones están jerarquizadas. Las “jurisdicciones de primer
grado” (juzgado de primera instancia, juzgado correccional...) conocen de las causas por primera vez, mientras que las
“jurisdicciones de segundo grado” (tribunal de apelación) juzgan la causa por segunda vez y pueden reformar lo que ha sido
dictado en primera instancia.

El sistema jurisdiccional francés se caracteriza por una estructura piramidal doble. Coexisten dos órdenes distintos: las jurisdicciones
administrativas y las jurisdicciones judiciales. Cada uno de ellos tiene estructura piramidal: en lo alto, una jurisdicción única y en la base
jurisdicciones variadas. Quien no se conforme con una decisión de la justicia puede impugnarla ante la jurisdicción jerárquicamente superior.
Una jurisdicción única, en cada orden, asegura, en última instancia, la unidad de interpretación de la ley por las jurisdicciones inferiores.

Las jurisdicciones administrativas resuelven los litigios entre los ciudadanos y los poderes públicos:

• El Consejo de Estado: juzga en primera y última instancia, es a la vez consejero del gobierno y juez administrativo supremo.
• Las jurisdicciones con competencia general: los tribunales administrativos, los tribunales administrativos de apelación y el
Consejo de Estado (como jurisdicción).
• Las jurisdicciones administrativas con competencia especial: las jurisdicciones financieras (Tribunal de Cuentas, cámaras
regionales de cuentas, tribunal de disciplina presupuestaria y financiera) y otros (como las comisiones disciplinarias de los
órdenes profesionales).

Las jurisdicciones judiciales resuelven litigios entre personas y sancionan las agresiones contra las personas, los bienes y la
sociedad. Son de tres tipos:

Las jurisdicciones de primer grado:

• Las jurisdicciones civiles: los juzgados de primera instancia, los tribunales mercantiles, los juzgados de lo social, los tribunales
paritarios de arrendamientos rústicos, las jurisdicciones de la seguridad social.
• Las jurisdicciones penales:
• De derecho común: tribunal de policía, tribunal correccional y tribunal de lo criminal.
• De excepción: las jurisdicciones competentes en materia de menores y en materia militar, las jurisdicciones políticas y
el tribunal marítimo mercantil.
• Las jurisdicciones de proximidad: pueden depender de las jurisdicciones penales y civiles. Fueron creadas por ley de 9 de
septiembre de 2002 para atender la necesidad de una justicia más accesible, más rápida y capaz de ocuparse mejor de los
pequeños litigios de la vida cotidiana. Los jueces de proximidad no son profesionales.
• Las jurisdicciones de segundo grado: los tribunales de apelación.
• La jurisdicción suprema: el Tribunal de Casación se encarga de velar por el respeto de las reglas de derecho aplicadas
por las jurisdicciones inferiores.
• Juzga la forma, no el fondo, al contrario de las jurisdicciones de los dos primeros grados, que juzgan los hechos.

63
Consejo Constitucional Francés [fotografía]. Tomada de http://bit.ly/2gl3Wwd

7.6. El derecho constitucional estadounidense

La Casablanca [fotografía]. Tomada de http://bit.ly/2giUTr2

64
La Constitución se compone de un preámbulo, siete artículos y 27 enmiendas. En ella se establece un sistema federalpor
medio de la división de poderes entre el gobierno nacional y los gobiernos estatales. Se instituye también un gobierno nacional
equilibrado, separando los poderes independientes: ejecutivo, legislativo y judicial. El poder ejecutivo, el presidente, hace que
las leyes nacionales sean cumplidas; el Poder Legislativo, el Congreso, elabora las leyes nacionales, y el Poder Judicial, la
Corte Suprema y otros tribunales federales, aplica e interpreta las leyes cuando resuelve en materia de disputas legales en los
tribunales federales.

Entre los poderes federales citados en la Constitución figura el derecho de recaudar impuestos, declarar la guerra y regular el
comercio interestatal y exterior. Además de estos poderes delegados o expresos (los que se mencionan en la Constitución),
el gobierno nacional tiene poderes implícitos (aquellos que los poderes delegados implican en forma razonable). Los poderes
implícitos permiten que el gobierno responda a las cambiantes necesidades de la nación. Por ejemplo, el Congreso no tenía
poderes delegados en forma específica para imprimir papel moneda. Sin embargo, ese poder está implícito en las facultades
delegadas en él para pedir préstamos y acuñar moneda.

En algunos casos, el gobierno nacional y los estatales tienen poderes concurrentes, es decir, que los dos niveles de gobierno
los pueden ejercer. Las leyes del gobierno nacional tienen la primacía en caso de conflicto. Los poderes que la Constitución no
confiere al gobierno nacional ni les niega a los estados, los poderes reservados, pertenecen al pueblo o a los estados. Entre
los poderes de los estados figura el derecho de legislar en materia de divorcios, matrimonios y escuelas publicas. Los poderes
reservados para el pueblo incluyen el derecho de tener propiedades y de ser juzgados por un jurado.

La Corte Suprema tiene la autoridad definitiva para interpretar la Constitución. Ella puede anular cualquier ley —federal, estatal o
local— que los jueces, por mayoría, consideren que está en conflicto con cualquier postulado de la Constitución.

Enmiendas

La Constitución de los Estados Unidos de América ha sido enmendada 27 veces, con inclusión de la Carta de Derechos. Las
enmiendas pueden ser propuestas por dos terceras partes de cada una de las cámaras del Congreso o mediante una convención
nacional convocada por el Congreso a solicitud de las legislaturas de dos tercios de los estados. Una enmienda llega a formar
parte de la Constitución cuando ha sido ratificada por las asambleas legislativas de tres cuartas partes de los estados o por
convenciones realizadas también en tres cuartas partes de los estados. El Congreso decide qué forma de ratificación se debe
emplear y de cuánto tiempo dispondrán los estados para considerar cada enmienda. En muchos casos, el Congreso ha elegido
un periodo de siete años para dicha consideración.

Las 10 primeras enmiendas, conocidas como el Bill of Rights, surgieron como una necesidad de calmar los temores de los
Estados respecto a los posibles excesos sobre los derechos de las personas. Estas enmiendas limitan el poder del gobierno
federal y garantizan los derechos y libertades de las personas. Entre éstos se encuentran: la libertad de expresión, la libertad de
asamblea, la libertad religiosa, la libertad de petición, y el derecho a tener y portar armas; el derecho a no ser sometido a registros
e incautaciones irrazonables o a castigos crueles e inusuales; el derecho a no testificar contra uno mismo, al debido proceso, y a
un juicio rápido con un jurado imparcial y local. Además, la Carta de Derechos establece que “la enumeración en la Constitución,
de ciertos derechos, no debe ser interpretada para negar o menospreciar otros retenidos por el pueblo”.

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Enmiendas vigentes a la Constitución de los Estados Unidos de América

# Enmienda Fecha de la Fecha de la


propuesta promulgación

Primera Libertad de culto, de expresión, de prensa, de petición y de reunión. 25/09/1789 15/12/1791


Segunda Derecho a poseer armas. 25/09/1789 15/12/1791
Tercera Alojamiento de soldados en casa privada en tiempos de paz. 25/09/1789 15/12/1791
Cuarta Interdicción de registros e incautaciones irrazonables, es necesaria una
orden de registro para buscar personas o bienes. 25/09/1789 15/12/1791
Quinta Derecho al debido proceso y prohibición de la autoincriminación. 25/09/1789 15/12/1791
Sexta Derechos del acusado. 25/09/1789 15/12/1791
Séptima Derecho a un juicio ante jurado en los casos civiles. 25/09/1789 15/12/1791
Octava Fianzas y multas excesivas; castigos crueles e inusuales. 25/09/1789 15/12/1791
Novena Derechos no numerados que tienen las personas. 25/09/1789 15/12/1791
Décima Poderes reservados para los estados o para el pueblo. 25/09/1789 15/12/1791
Undécima Inmunidad de los estados ante demandas judiciales extranjeras. 04/03/1794 08/01/1798
Duodécima Revisión del proceso de las elecciones presidenciales. 09/12/1803 15/06/1804
Decimotercera Abolición de la esclavitud. 31/01/1865 06/12/1865
Decimocuarta Ciudadanía, debido proceso estatal, igual protección. 13/06/1866 09/07/1868
Decimoquinta Sufragio racial. 26/02/1869 03/02/1870
Decimosexta Impuestos federales sobre los ingresos. 12/07/1909 03/02/1913
Decimoséptima Elecciones directas para el Senado de los Estados Unidos. 13/05/1912 08/04/1913
Decimoctava Ley seca (revocada por la 21º enmienda). 18/12/1917 16/01/1919
Decimonovena Sufragio femenino. 04/06/1919 18/08/1920
Vigésima Inicio del periodo del Congreso (3 de enero) y del Presidente (20 de enero). 02/03/1932 23/01/1933
Vigesimoprimera Revocación de la Decimoctava Enmienda; se permite que cada estado o 20/02/1933 05/12/1933
Vigesimosegunda localidad establezca leyes secas.
Limitación del presidente a dos periodos. 24/03/1947 27/02/1951
Vigesimotercera Representación de Washington D. C. en el colegio electoral. 16/06/1960 29/03/1961
Vigesimocuarta Prohibición de los impuestos de capitación en relación al voto. 14/09/1962 23/01/1964
Vigesimoquinta Vacancia e incapacidades presidenciales. 06/07/1965 23/02/1967
Vigesimosexta Se baja el mínimo para el sufragio universal a la edad de 18 años. 23/03/1971 01/07/1971
Vigesimoséptima Variación del salario de los miembros del Congreso. 25/09/1789 07/05/1992

El Control de Constitucionalidad

La Constitución de Filadelfia de 1787 establece en su art. VI, 2.º párr. que: “Esta Constitución, las leyes de los Estados Unidos
que en su consecuencia se dicten y todos los tratados celebrados o a celebrarse bajo la autoridad de los Estados Unidos, serán la
suprema ley del país y los jueces de cada Estado estarán sujetos a ella no obstante cualquier disposición en contrario contenida
en la Constitución o las leyes de cualquier Estado”.

66
A su vez, el art. III, sec. 2 dispone que: “El poder judicial se extenderá a todo los casos de derecho y de equidad que surjan en
virtud de esta Constitución, de las leyes de los Estados Unidos y de los tratados celebrados o que se celebraren bajo su autoridad;
[…]”.

De estas normas surge el control de constitucionalidad de las leyes, que, no está explícitamente establecido en el texto
constitucional, sino que surge de él, a través de la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia en ejercicio de sus poderes
implícitos y de las normas legales como la Judiciary Act de 1789.

El Poder Judicial

En la cúspide del Poder Judicial, como “cabeza de poder” e intérprete último de la Constitución, se encuentra la Corte suprema
de Justicia, que se desempeña igualmente como Tribunal de las Garantías Constitucionales y que, al ejercer la última y definitiva
instancia del control de constitucionalidad, cumple el eminente rol de alta política, al ser un “Poder moderador” entre los diversos
poderes del Estado, ya sea entre los poderes que integran el orden horizontal —el gobierno federal—, como entre los otros
poderes y competencias que integran el orden vertical de su distribución entre el Estado federal y los estados locales.

El Caso “Marbury vs. Madison”

El 13 de febrero de 1801 el Congreso de los Estados Unidos de América aprobó el Circuit Court Act, cuando los republicanos ya
habían ganado las elecciones, pero Jefferson, presidente electo, aún no había tomado posesión del cargo. Mediante dicha ley,
los federalistas habían creado los tribunales de circuito y otros órganos jurisdiccionales, cubriendo dichos puestos con partidarios
del derrotado presidente Adams (federalista).

Asimismo, se encontraba vacante por la renuncia del Juez Elsworth, el cargo de chief justice (presidente) de la Corte Suprema
de Justicia, y cuando todos pensaban que sería nombrado el juez de la Corte William Paterson, el presidente Adams optó por
designar a su Secretario de Estado, John Marshall.

La precipitación política de esos momentos, que llevó a Adams a nombrar a Marshall y a nominar jueces conocidos por sus
convicciones federalistas, fue tal que algunas nominaciones de estos magistrados no llegaron a notificarse con la debida
antelación al cambio de gobierno; entre ellas, la de William Marbury.

El nuevo Secretario de Estado de Jefferson, John Madison, se negó a dar curso a estas notificaciones, y entonces Marbury y
otros jueces (Dennis Ramsay, Robert Townsend Hooe y William Harper) se dirigieron a la Corte Suprema solicitándole un writ of
mandamus que obligara a la Administración a permitirles ocupar sus puestos, tal y como se preveía en la Judiciary Act de 1789.
La Corte concluyó que, aunque era cierto que le asistía un derecho a Marbury y que este merecía tutela, la ley que habilitaba a
la Corte Suprema a resolver un mandamus como el presentado contravenía lo dispuesto por la Constitución: señaló que si bien
la Judiciary Act la habilitaba para conocer algunos mandamus en primera instancia, dicha competencia resultaba inconstitucional,
pues no se ajustaba a lo dispuesto por la Constitución (que disponía que, salvo algunos pocos supuestos, la Corte Suprema sólo
ejercía competencia “por apelación”).

Importante señalar que la Corte sostuvo que la Constitución establecía límites para los poderes públicos, los cuales no podían ser
rasados por éstos, prohibición que había sido desatendida por el Congreso al dar la Judiciary Act. Y lo más relevante: precisó que
cuando una ley se opone a la Constitución, ésta deja de ser válida y, siendo así, declaró que la ley que establecía la competencia
de la Corte Suprema para que ésta resuelva mandamus de manera directa no podía ser aplicada, por ser inconstitucional.

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Suprema Corte de Estados Unidos [fotografía]. Tomada de http://bit.ly/2hdos1z

7.7. El derecho constitucional argentino

Casa Rosada [fotografía]. Tomada de http://bit.ly/2gsWOfI

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La organización política de la República Argentina se fundamenta en la forma representativa republicana federal de gobierno,
consagrada en la Constitución adoptada en Santa Fe el 1 de mayo de 1853, por el Congreso General Constituyente de la
Confederación Argentina. Fue objeto de reformas en 1860, sustancialmente la incorporación de la provincia de Buenos Aires que
estaba separada de la Confederación Argentina en 1853.

En 1949, una convención constituyente reemplazó el texto de 1853/1860 por uno nuevo que, a su vez, fue dejado sin efecto por
el gobierno provisional mediante la proclama de 27 de abril de 1956 que repuso el texto anterior. El 22 de agosto de 1994, la
Convención Nacional Constituyente aprobó reformas a la Constitución nacional que entraron en vigor el 24 de agosto de 1994.
Estas reformas refieren, sustancialmente, a la parte orgánica de la Constitución.

Integran la República Argentina 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires: Bueno Aires, Catamarca, Corrientes, Córdoba, Chaco,
Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis,
Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán, Tierra del Fuego.

Cada provincia dicta su propia constitución en la que debe asegurar su administración de justicia, su autonomía municipal,
reglando el alcance y contenido del orden institucional, político, administrativo, económico y financiero. Elige sus autoridades:
gobernador, legisladores y demás funcionarios de la provincia. A través de sus instituciones locales dictan su legislación foral y
están facultados para celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no
afecten las facultades delegadas al gobierno federal o el crédito público de la Nación. De igual modo pueden celebrar tratados
parciales para fines de administración de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común, con conocimiento del
Congreso Federal.

Las provincias no pueden celebrar tratados parciales de carácter político, ni expedir leyes sobre comercio o navegación interior
o exterior, ni establecer aduanas provinciales, ni acuñar moneda, ni establecer bancos con facultades de emitir billetes, sin
autorización del Gobierno Federal, ni dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal y de Minería después que el Congreso los haya
sancionado, ni dictar leyes sobre ciudadanía y naturalización, bancarrotas, falsificación de moneda o documentos del Estado, ni
establecer derechos de tonelaje ni armar buques de guerra, ni nombrar ni recibir agentes extranjeros.

La Constitución argentina de 1853 establece la división de Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

El Poder Judicial

El Poder Judicial de la nación es ejercido por la Corte Suprema de Justicia y por los demás tribunales inferiores que el Congreso
establezca en el territorio nacional (art. 108). En ningún caso puede el presidente ejercer funciones judiciales, arrogarse el
conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas (art. 109).

Hasta la adopción de las reformas, los jueces eran nombrados por el poder ejecutivo nacional con acuerdo del Senado. De
conformidad con el nuevo texto constitucional y las nuevas disposiciones legales, la designación se efectúa con base en la
propuesta en terna vinculante del Consejo de la Magistratura.

El Consejo de la Magistratura se integra periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la representación de los
órganos políticos resultantes de la elección popular, de los jueces de todas las instancias y de los abogados de la matrícula
federal, como asimismo por otras personas del ámbito académico y científico, en el número y la forma que indica la ley especial
de su creación.

Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la nación conservan sus empleos mientras dure su buena
conducta. Su remoción es decidida por un jurado de enjuiciamiento integrado por legisladores, magistrados y abogados de la
matrícula, por causales de mal desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones o por crímenes comunes.

Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la nación, el conocimiento y decisión de todas las causas que
versen sobre puntos regidos por la Constitución, por las leyes de la nación y por los tratados con las naciones extranjeras,
ejerciendo la Corte Suprema su jurisdicción por apelación según las reglas y excepciones que prescriba el Congreso.

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Sin perjuicio de lo anterior, la Corte Suprema de Justicia de la nación ejerce competencia originaria y exclusiva en las causas
concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros, las causas de almirantazgo y jurisdicción marítima; los
asuntos en que la nación sea parte; las causas que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los vecinos de
otra; entre los vecinos de diferentes provincias y entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero.

En el régimen judicial argentino la administración de justicia es un poder concurrente de la nación y de las provincias. En tal
sentido, los artículos 5 y 123 de la Constitución Nacional establecen que cada provincia dictará para sí una constitución de
acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la ley suprema “que asegure su administración de justicia”. Eligen sus
propios funcionarios y jueces sin intervención del gobierno federal. Concordantemente, el artículo 31 de la Constitución Nacional
dispone que ella misma, las leyes que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados con Potencias extranjeras son
la ley suprema de la nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ella, no obstante cualquiera
disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones provinciales.

Al poder judicial de cada provincia corresponde la administración de justicia ordinaria, dentro del territorio provincial, aplicando
los códigos mencionados en el artículo 75, inciso 12o —esto es, los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería y del Trabajo y
Seguridad Social—, según que las cosas o personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones.

En cuanto a la justicia nacional, el artículo 116 de la Constitución Nacional establece que corresponde a la Corte Suprema y
a los tribunales inferiores de la nación el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la
Constitución y por las leyes de la nación, con la reserva de lo que corresponde a las jurisdicciones provinciales. En estos casos,
según el artículo 117, la Corte Suprema ejerce su jurisdicción por apelación.

Congreso de la Nación Argentina [fotografía]. Tomada de http://bit.ly/2hnnosz

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Para saber más…
Sobre la importancia del derecho comparado en la actualidad y los casos expuestos en la unidad, véase:

IIJUNAM. (1 de julio de 2011). La Importancia del Derecho Comparado, actualidad-Nuria González Martín [Archivo
de video]. Consultado el 25 de noviembre de 2016 de https://www.youtube.com/watch?v=2ZwNqQZJC3M

C’est pas sorcier. (16 de mayo de 2013). Jeu de Loi (Les institutions de la Ve République) [Archivo de video].
Consultado el 6 de diciembre de 2016 de https://www.youtube.com/watch?v=uOd-c8Z9RPQ

Greatest Audio Books. (27 de enero de 2013). The Bill of Rights- U.S. Constitution [Archivo de video]. Consultado
el 6 de diciembre de 2016 de https://www.youtube.com/watch?v=31zRfrGU0P4

InterAmerican Institute for Democracy. (14 de noviembre de 2015). Conferencia “Argentina Ahora” por el Dr.
Guillermo Lousteau [Archivo de video]. Consultado el 6 de diciembre de 2016 de https://www.youtube.com/
watch?v=d5cB_skYLaM&t=101s

En conclusión…

• El conocimiento del universo constitucional tiene como finalidad el perfeccionamiento del estudio de los sistemas
internacionales.
• El estudio del derecho constitucional comparado cumple con la mejor comprensión de las instituciones que le dan funcionalidad
al Estado moderno.
• Tanto la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y la historia constitucional francesa son fuente histórica
del derecho moderno.
• La Constitución de los Estados Unidos de América sirve de inspiración de forma directa e indirecta a los países latinoamericanos
en su concepción de federalismo.
• Los países de América Latina comparten rasgos comunes respecto al constitucionalismo, por eso el ejemplo para su análisis
es Argentina.

Perecho internacional comparado [ilustración]. Tomada de http://bit.ly/2htWhI6

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Fuentes básicas de consulta

Aguirre, P. (2001). Sistemas Políticos y Electorales Contemporáneos. Francia. México: Instituto Federal Electoral.

Carpizo, J. (2006). Derecho constitucional latinoamericano y comparado, en Anuario de Derechos Humanos, Nueva Época, Vol
7 265-308.

Departamento de Estado de los Estados Unidos. (2004). Sobre Estados Unidos. La Constitución de los Estados Unidos de América
con notas explicativas, Consultado el 7 de noviembre de 2016 de http://photos.state.gov/libraries/amgov/30145/publications-
spanish/constitution_sp.pdf

INE, Argentina. (s. f.). Sistemas políticos electorales contemporáneos. Consultado el 8 de noviembre de 2016 de http://www.ine.
mx/documentos/DECEYEC/argentina.htm

Ministerio de Justicia francés. (s. f.). Consultado el 7 de noviembre de 2016 de http://www.justice.gouv.fr/organisation-de-la-


justice-10031/lordre-judiciaire-10033/

Natale, A. (2000, enero-julio). La reforma constitucional argentina de 1994. Cuestiones Constitucionales. Revista Mexicana de
Derecho Constitucional (2). Consultado el 8 de noviembre de 2016 de https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/cuestiones-
constitucionales/article/view/5588/7261

Serna, J. (2013). Globalización y derecho constitucional comparado, 71-91. UNAM

(s. a.) (s. f.). Constitución de los Estados Unidos de América. Consultado el 7 de noviembre de 2016 de https://www.archives.gov/
espanol/constitucion.html

(s. a.) (s. f.). Historia Constitucional de Francia. Consultado el 7 de noviembre de 2016 de http://www.constitutionnet.org/es/
country/constitutional-history-france

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