Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2 Victoria
¡Has ganado! O lo ha hecho algún otro. De cualquier manera, el conflicto está
llegando a su fin. Si el ganador eres tú, sé magnánimo y clemente, y, si puedes, haz
las paces con tu adversario. Si en cambio no has salido victorioso, sé cortés en la
derrota. A partir de ahora sigue adelante con actitud positiva.
En cualquier caso, escucha los mejores lados de tu naturaleza y afrontarás con mayor
fuerza los retos que se te presenten en el futuro.
3 Distracción
El entorno diario de hoy en día es un parloteo caótico de información y opiniones.
Tenerlo todo bajo control es una tarea imposible, pero a pesar de ello mucha gente lo
sigue intentando. Los medios de comunicación hacen todo lo posible para minar tu
capacidad de concentración. Tu atención está siendo debilitada por pequeñas
distracciones e interminables estímulos electrónicos. Has olvidado qué significa obrar
por ti mismo, sin compartir cada pensamiento y experiencia con otros. Estas
distracciones te están picoteando como pájaros inquietos. Espántalas.
4 Curiosidad
Sentir curiosidad positiva es bueno. Es lo que impulsa a la exploración y la
invención. El deseo de expandir tu esfera de conocimiento te mantiene entusiasmado
y comprometido con el mundo. Pero cuando te sientes atraído por la vida privada de
otras personas, sopesa bien cuánto necesitas saber de verdad. No busques
información que no pedirías cara a cara. Analiza cuánto das de tu vida privada a la
curiosidad ajena y redúcelo si es necesario.
5 Consanguinidad
Algunas personas nos hacen sentir como en familia, tanto si comparten nuestra
misma sangre como si no. A veces los amigos pueden estar más cerca que cualquier
pariente, porque nos atraen los mismos intereses y valores. ¿Quiénes son estas
personas en tu vida? ¿Les estás dando suficiente tiempo y atención? Acércate a tu
alma gemela. Confíale tus esperanzas y temores más íntimos.
Has tenido guardadas muchas cosas en tu interior demasiado tiempo. No estás solo.
6 Compasión
Si alguien te ha lastimado, tu dolor e indignación son reacciones más que justificadas.
Pero si te encuentras atascado en el lugar donde te han herido, puedes curar tu
corazón llenándolo de compasión. La compasión no es pena o perdón. Es “sufrir con
ponerse en el lugar del otro e imaginar por lo que está pasando. Incluso la peor gente
merece una pizca de compasión. A fin de cuentas, tienes que sentirte de verdad muy
herido para querer hacer daño a otra persona.