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ARQUITEXTOS

ISSN 1819-2939 / ISSNe 2706-8099


Año 29, Nº 37, enero-diciembre de 2022
pp. 141 - 150

El arquitecto versus la ciudadanía:


¿cuál es el rol de la participación en arquitectura?*
The architect versus the citizenry:
what is the role of participation in architecture?
Cristina Dreifuss-Serrano**
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Recibido: 30 de agosto de 2022
Aceptado: 8 de octubre de 2022

Resumen
La arquitectura participativa se ha hecho cada vez más presente tanto en el discurso
como en la práctica arquitectónica de las últimas dos décadas. Se hace importante
cuestionarnos hasta qué punto la participación es real, y si es que la completa práctica
de esta, como un libre ejercicio de la ciudadanía dentro de los procesos de diseño, no
contradice las prácticas de la arquitectura. A través de la reflexión teórica producto de
la observación de ejemplos, se proponen riesgos y lecciones de los procesos participa-
tivos, tanto para la enseñanza como para la práctica de la arquitectura en el contexto
contemporáneo.

Palabras clave: arquitectura participativa, enseñanza-aprendizaje, profesión, crítica.

Abstract
Participatory architecture has become increasingly present both in the discourse and in
the architectural practice of the last two decades. It is important to question to what
extent participation is real, and if the complete practice of it, as a free exercise of citi-
zenship within the design processes, does not contradict the practices of architecture.
Through theoretical reflection resulting from the observation of examples, risks and les-
sons of participatory processes are proposed, both for teaching and for the practice of
architecture in the contemporary context.

Keywords: participative architecture, learning-teaching processes, profession, criticism.

* Antecedentes del documento. Este artículo se escribió como parte del proyecto de investigación “Volunturis-
mo”, iniciado en 2018.
** Cristina Dreifuss-Serrano. Arquitecta por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. MSc en Arquitectura:
Teoría, Historia y Crítica por la Universidad Nacional de Ingeniería. Doctora en Teoría de la Arquitectura por la
Università degli Studi di Roma “La Sapienza”.

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Participación y controlado y los procesos de participación


procesos participativos de autoayuda (Ward, 1982). Sin embargo, y
En 1969, el ensayo fundacional de She- sin dejar de lado los problemas sociales y el
rry Arnstein, “A Ladder of Citizen Participa- hecho de que los asentamientos informales
tion” inicia con una definición potente del sean consecuencia de la pobreza y la falta de
término “participación” como un término planificación, ha habido algunos argumentos
que define el poder de los ciudadanos (Ar- de peso a favor de esta forma espontánea de
nstein, 1969, p. 216). Implica la inclusión de construcción a través de la participación de
poblaciones tradicionalmente marginadas, las comunidades.
y es, al mismo tiempo, una estrategia para John Turner, luego de extensos estudios
compartir información, fijar metas conjun- de campo en asentamientos informales en
tas, y distribuir beneficios de manera equi- Lima, afirmó que “las únicas formas y me-
tativa. Todo esto solo es posible cuando dios a través de los cuales se pueden obtener
se produce una redistribución de poder. bienes y servicios satisfactorios” es cuando
Luego de más de medio siglo, la definición son “producidos localmente a través de es-
sigue teniendo vigencia. tructuras de red y tecnologías descentraliza-
Sin embargo, al centrar nuestra aten- das” (Turner, 2009 [1976], p. 5). Christopher
ción en el campo de la arquitectura, nos Alexander, en el mismo espíritu, afirmó que
encontramos con roles tradicionales que “solo la gente puede guiar el proceso de cre-
parecen ir en contradicción con estas pre- cimiento orgánico de una comunidad. Ellos
misas. El arquitecto, el promotor, el due- saben más acerca de sus propias necesida-
ño, siguen siendo los personajes con poder des, y saben más sobre qué tan bien o qué
dentro de los procesos de la arquitectura, tan mal están funcionando sus habitaciones
y muchas veces usuarios y ciudadanos son y edificios, caminos y espacios abiertos”
vistos como un aspecto más pasivo frente (Alexander, Silversten, Angel, & Ishikawa,
al proceso de construir y al edificio termi- 1975, p. 38).
nado. Las tendencias recientes en el urbanismo
¿Es posible que ambos aspectos, la parti- DIY¹ y los estudios sobre la autoayuda y la
cipación y el rol del arquitecto, sean incom- informalidad latinoamericana han desarro-
patibles? Sea por la falta de oportunidades llado aún más este campo de conocimiento
laborales, o por una genuina conciencia éti- en los últimos quince años (Hernández, Ke-
ca y social, muchos arquitectos y colectivos llett, & Allen, 2010). Desde la perspectiva de
se volcaron hacia los proyectos de pequeña la arquitectura y el urbanismo, los estudios
escala, la acupuntura urbana, y, sobre todo, sobre procesos de diseño participativo si-
una aparente actitud de búsqueda de diálo- guen dos tendencias. La primera está cons-
go con los usuarios de los futuros proyec- tituida por las publicaciones que presentan
tos. proyectos concretos, centrados en aspec-
tos técnicos, arquitectónicos o urbanísticos
La autoconstrucción (Alexander, 2005 [1980]; Friedman Y. , 2009;
como participación ciudadana Miessen & Basar, 2009). La segunda com-
El acto de mejorar o adaptar el entorno prende publicaciones de orientación teórica
sin contar con el respaldo de instituciones que se apoyan en estudios de casos sobre
formales parece ser un rasgo intrínseco del la disciplina de la participación en la arqui-
ser humano a lo largo de su historia (Douglas, tectura (Hill, 1998), organización y procesos
2018). En América Latina y otras regiones del (Albrecht, 1988), y aspectos y contextos
mundo en desarrollo, la construcción y con- sociales (Klaufus, 2000; Jones, Petrescu, &
solidación de ciudades, sobre todo en sus pe- Till, 2005; Jenkins & Forsyth, 2010). Estos es-
riferias, ha sido posible gracias a mecanismos tudios adoptan frecuentemente enfoques
participativos espontáneos, que surgen de multidisciplinarios.
procesos de urbanización informal. Una idea frecuente que encontramos en
Podemos encontrar un gran número de la investigación sobre informalidad urba-
críticas hacia el urbanismo espontáneo des- na es que los mecanismos tienen la ventaja

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de ser cinéticos, adaptables en el tiempo y Principales errores o


respuestas rápidas a problemas cotidianos la falsa participación
(Mehrotra, 2010), así como respuestas a me- Postcolonialismo y paternalismo
canismos de autorregulación, nacidos de las La mayor parte de la literatura sobre pro-
lógicas de habitar de la misma población que cesos participativos en arquitectura ha sido
los practica. A raíz de estos hechos, se podría escrita por académicos o profesionales del
argumentar que la participación es la forma hemisferio norte. Sus descripciones de estu-
natural de hacer las cosas para los seres hu- dios de caso presentan dinámicas en las que
manos, de manera espontánea e informal ciudadanos de países desarrollados organi-
(De los Reyes & Botero, 2012). zan el diseño participativo para los habitan-
La mencionada crisis económica reciente tes de algún contexto en vías de desarrollo.
ha obligado a los arquitectos a pensar en al- Si bien existe un discurso sobre el reconoci-
ternativas a sus prácticas y es por eso que, miento del “otro” y sus dinámicas, se corre el
junto con la investigación sobre la informa- riesgo de que este quede como una anécdo-
lidad, el diseño de arquitectura “para los ta, y se perpetúa así el desbalance de poder,
pobres” se ha convertido en una tendencia. como una situación percibida entre las comu-
El arquitecto llega al asentamiento informal nidades anfitrionas y los diseñadores (Oyugi,
y ofrece sus conocimientos para construir Nocera, Dunckley, & Dray, 2008, p. 295).
infraestructura con el apoyo de la comuni- En estas experiencias, dichos académicos
dad. En algunos casos, esto responde a una del hemisferio norte con especial interés en
actitud altruista legítima. Sin embargo, se la ciudad informal del hemisferio sur organi-
ha vuelto frecuente encontrar casos en los zan grupos de estudiantes y profesores, con
que la participación no es más que “la nueva el fin de identificar un problema y proponer
moda” dentro de la arquitectura, por razo- una solución, a través de la investigación y
nes sociales o publicitarias, o simplemente el trabajo más o menos directo con la pobla-
porque el mercado de la arquitectura estrella ción local, lo que involucra una estadía en el
se ha ido agotando. lugar a intervenir². Debido a la organización
El aumento de proyectos motivados por de los cursos académicos, la colaboración en
ayudar al otro a través del diseño participa- el sitio suele ser breve, lo que hace casi impo-
tivo, coordinado y ejecutado por arquitectos sible establecer la confianza que permitiría
o estudiantes de arquitectura ha ocupado un un diálogo y una participación reales (Simp-
espacio importante dentro de la difusión de son, 2004), donde el respeto mutuo permita
la arquitectura. soluciones conjuntas.
La principal crítica es que, con frecuencia, Procesos similares pueden darse incluso
estos proyectos parten de una simplificación al interior de una misma ciudad, en la que
idealista de problemas muy complejos, con participantes de ciertas áreas consolidadas
una perspectiva superficial que no siempre buscan intervenir barrios empobrecidos
considera mecanismos de participación o, (Dreifuss-Serrano, 2018), a través de expe-
cuando los considera, no aborda sus com- riencias académicas de participación. Debido
plejidades inherentes. Arquitectos que pro- a las diferencias al interior de nuestras ciuda-
ponen “soluciones” a los problemas de las des, el desconocimiento de unos grupos so-
periferias a través de proyectos o planes ur- bre otros es casi comparable a la experiencia
banos, espacios de diálogo promovidos por extranjera.
los municipios locales, proyectos de tesis so- Para los visitantes, muchas veces el inte-
bre la ciudad informal muchas veces basados rés no está en el proceso altruista en sí mis-
en investigaciones superficiales, talleres de mo, sino en visitar un lugar que se considera
arquitectura en asentamientos periféricos, exótico, o en aumentar la suma de experien-
viajes de estudio que promueven el voluntu- cias para el currículo, para futuras oportuni-
rismo, son solo algunos ejemplos que, bajo el dades laborales (Bailey & Russell, 2012; Simp-
título genérico de “procesos participativos”, son, 2004). “Contrariamente a su propósito
se han convertido en una fuerte tendencia en moral original, la participación a menudo se
nuestra región. usa para satisfacer requisitos académicos

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obligatorios y no tiene la intención de involu- Superficialidad y difusión mediática


crar completamente a la comunidad” (Hou & La imagen del arquitecto, promovida du-
Rios, 2003, p. 20). El proceso de diseño parti- rante la modernidad, es la de un soluciona-
cipativo termina considerando a la población dor de problemas con un conjunto de valo-
local como un objeto o atractivo, donde la res establecidos (Till, 2009). Su formación
oportunidad laboral deja de ser recíproca, no siempre enfatiza la importancia de una
y el territorio local se convierte en un lugar investigación profunda de los diferentes as-
de experimentación para arquitectos y estu- pectos involucrados en el diseño. Son pocas
diantes. las oportunidades para que el estudiante dia-
A través de este enfoque postcolonial, el logue con no-arquitectos, y menos aún, para
proceso también consolida un poder asimé- involucrarse en verdaderos procesos de dise-
trico, entre los que saben y los que no, según ño participativo, en los que su papel sea el de
estándares occidentales o del hemisferio partícipe, desde su propia disciplina, y no el
norte. Esto impacta “en el desarrollo político, de director de orquesta.
económico y social tanto del antiguo coloni- Así, muchas de las propuestas son pro-
zador como del colonizado” (Pastran, 2014), ducto de ideas preconcebidas sobre el lugar
mientras transforma todas las posibilidades a intervenir, su población y dinámicas socio-
de intercambio y comunicación reales en in- culturales. “Se trata únicamente de apro-
terpretaciones libres de las opiniones de los piarse banalmente de unas realidades no
locales a través de una lente estandarizada. comprendidas, de las que en rigor se ignora
Aun en los casos en los que todos los par- completamente todo” (Massad, 2018, p. 96).
ticipantes pertenecen a la misma ciudad, las No se trata sólo de falta de herramientas de
diferencias económicas y sociales funcionan análisis, sino de una actitud que tiende a sim-
de la misma manera, estableciéndose dos plificar los problemas y, por tanto, a propo-
grupos de los cuales el arquitecto es el que ner soluciones inadecuadas. Si esto se hace
sabe y el que llega a decidir. Esta dinámica, en el marco de una dinámica que no enfatiza
de acuerdo con la idea tradicional del rol del el diálogo real, los resultados pueden no ser
arquitecto, lo asume como intérprete unidi- los que la población necesita, o incluso tener
reccional y no sólo como proveedor de los un impacto negativo en la comunidad.
requerimientos de sus clientes, sino también Las redes sociales y la opinión pública han
como quien legitima las decisiones a tomar alimentado un aura de glamour en torno al
y la medida en que los demás se involucran voluntario. Quienes participan en procesos
(Susskind & Eliott, 1983). participativos de ayuda a los más necesita-
En los países en desarrollo, la práctica dos, desde una posición acomodada de clase
de la arquitectura sigue siendo mayoritaria- media o alta, sienten que la experiencia debe
mente elitista. Durante algunos procesos hacerse pública, subiendo a las redes sociales
observamos cierta manipulación intencio- fotografías que frecuentemente los hacen
nada de la participación por parte de los in- parecer salvadores, especialmente frente
tereses de estos grupos de poder, de modo a los ojos de sus propios compañeros (Jen-
que, al final, “esta participación no es tan kins & Forsyth, 2010). Esto es especialmente
empoderadora. Son fragmentos, individua- notorio en el interés del hemisferio norte en
listas y aun frecuentemente elitistas, en el tercer mundo, aumentando a raíz de la
muchos sentidos no igualmente abiertos a crisis económica. Los arquitectos, reforzan-
todos” (Douglas, 2018, p. 171). Siguiendo los do ideas de pintoresquismo y dependencia
principios fundamentales del diseño parti- (Massad, 2018) han aprovechado la coyuntu-
cipativo, sobre el diálogo y la colaboración, ra para embarcarse en proyectos de redescu-
los arquitectos deben entender que los ciu- brimiento e intervención.
dadanos a los que sirven son co-diseñado- La difusión mediática atrae a personas
res, y que “necesitan compartir su poder que pueden no estar en sintonía con los dife-
con ellos y reconocer sus diferentes e igual- rentes aspectos y complejidades del proceso
mente valiosas experiencias” (Bratteteig & (Toomey, 2017). Por otro lado, a través de las
Wagner, 2014, p. 2). imágenes se difunden y perpetúan ideas sim-

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plistas sobre “los pobres” o “la periferia”, compromiso con las personas, y en lugar de
“basadas en dualidades y diferencias más planificar el proyecto de desarrollo de siste-
que en híbridos o en un reconocimiento de mas que lo abarque todo, el diseño partici-
las relaciones multidimensionales” (Pastran, pativo debe avanzar hacia exploraciones de
2014, p. 47). diseño experimentales e iterativas para pro-
porcionar la comprensión necesaria de los
¿Qué lecciones nos dan complejos contextos y prácticas actuales”
los procesos participativos? (Bereton & Buur, 2008, p. 101). El estudio de
La lógica de los procesos espontáneos las prácticas bottom-up³ podría resultar útil a
En los países desarrollados, la interven- este respecto.
ción sobre el espacio urbano está regulada y
controlada, por lo que las mediaciones espon- Apropiación y apego al lugar
táneas son menos frecuentes. En entornos Además de las ventajas económicas del
en desarrollo, con regulaciones superficiales trabajo participativo en la ciudad informal,
y mecanismos de control poco eficientes, junto con el fortalecimiento de las iniciati-
es principalmente a través de mecanismos vas locales y el aumento de la participación
informales y participativos que las ciudades de la población, las ventajas emocionales en
se expanden y consolidan. Los grupos veci- la construcción y consolidación del espacio
nales se organizan para designar líderes, co- público son muchas. Se ha observado que, a
laboran en la construcción de viviendas y, en pesar de la precariedad, los habitantes de la
la medida que las posibilidades lo permiten, ciudad informal muestran una cercanía afec-
intervienen en el espacio público, a través de tiva con sus hogares (Douglas, 2018) que, en
procesos creativos que permiten construir ocasiones, son una extensión de la vida fami-
lenguajes y símbolos particulares (De los Re- liar y de sus aspiraciones.
yes & Botero, 2012). Porteous (1976) ha argumentado que po-
Los resultados no siempre son exitosos, y seer una casa produce tres tipos de satisfac-
los problemas de estas ciudades informales ción: (a) control sobre el espacio per se, (b)
y su relación con las actividades y sistemas personalización del espacio como afirmación
formales son evidentes, aunque la reciente de identidad, y (c) estimulación, al pensar
consolidación de los asentamientos ha de- en posibilidades y mejoras futuras, idea que
safiado la premisa polarizada de informal/ también desarrolla Gibson (2015 [1979]), al
formal (Doherty & Lino e Silva, 2011). Se ha plantear el concepto de asequibilidad⁴. Una
observado que detrás de estas soluciones estrecha conexión con un objeto, extendi-
creativas hay grupos humanos que no solo se da a la casa o al espacio urbano, constituye
involucran con su entorno, sino que también una propiedad psicológica (Pierce, Kostova,
forman lazos de solidaridad que permiten, a & Dirks, 2003). “Cuando las personas es-
su vez, la búsqueda de soluciones a los nue- tán involucradas en resolver un problema o
vos problemas que puedan surgir. construir algo, le dan un mayor valor a esa
Cuando los procesos de diseño participa- actividad y es más probable que continúen
tivo comienzan con el aprendizaje de relacio- invirtiendo tiempo y esfuerzo en ella” (Dick,
nes y procesos ya establecidos, y se adhieren Eden, Fischer, & Zietz, 2012, p. 49). Es a través
a la idoneidad de los procedimientos, los de actos creativos cotidianos que los usua-
profesionales se convierten en aliados en las rios se apropian del espacio que les rodea
iniciativas de base (Hou & Rios, 2003), mien- (De Certeau, 2002 [1984]).
tras ayudan a las comunidades dentro de su La participación directa en el diseño y
propia área de especialización. En compara- construcción del espacio habitable también
ción con los procedimientos establecidos, las conduce a una mayor flexibilidad, de modo
dinámicas informales podrían resultar más que, a pesar de las imperfecciones técnicas,
simples y rápidas en la resolución de proble- las unidades de vivienda se adaptan a las ne-
mas, no solo para el sur global, sino también cesidades de sus habitantes, y a la variación
para las ciudades consolidadas. “Se requie- de estos en el tiempo, lo que a su vez aumen-
ren formatos exploratorios más casuales de ta los niveles de satisfacción de los ciudada-

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nos. Los estudios sobre casas de autocons- da como mercancía. Como tales, se sienten
trucción en América Latina han demostrado con derecho a tomar decisiones unilaterales
que también existe el orgullo de haber par- como parte de las prerrogativas de la dona-
ticipado directamente en la construcción de ción.
la vivienda familiar (Klaufus, 2000; Hordijk, Finalmente, debido al poco tiempo en el
2015), que a veces puede ser incluso más im- sitio y la falta de recursos, se espera que el
portante que los aspectos arquitectónicos, proyecto, y por lo tanto todo el proceso de
económicos y funcionales. diseño participativo, esté terminado una vez
que esté construido; son muy pocos los casos
¿Un nuevo paradigma para en los que los profesionales interactúan con
la disciplina? la comunidad el tiempo suficiente para hacer
Dado que el término participación y las ac- un seguimiento a mediano y largo plazo.
ciones ligadas a este ocupan un lugar desta- Es quizás la actitud de los practicantes y
cado en el discurso de la práctica de la arqui- estudiantes de arquitectura (Jenkins & For-
tectura y el urbanismo, se hace indispensable syth, 2010) el primer desafío para los proyec-
revisar tanto la literatura como la práctica tos participativos en arquitectura, ya que se
reciente que se describen como tales. Las ha construido como parte intrínseca de la
observaciones han demostrado que muchos profesión. Durante la formación en los talle-
de los llamados proyectos de diseño partici- res de diseño, es el arquitecto quien toma
pativo no lo son realmente. En estos casos, el las decisiones, en procesos simplificados que
arquitecto parece esperar una prolongación abstraen, por razones frecuentemente peda-
del mundo de la oficina tradicional, en el que gógicas, muchos aspectos complejos del pro-
la comunicación es mayoritariamente unidi- ceso de diseño arquitectónico.
reccional y su rol, protagónico. Una de las tareas del diseño participativo
Es así como se dan situaciones en las que debe ser el cambio de percepciones sobre el
los practicantes y estudiantes extranjeros proceso y el proyecto final, en el que el diá-
llegan a las comunidades anfitrionas con un logo con los demás no implique baja calidad,
diseño ya planificado, sin haber estado en el ni una situación de pérdida de autonomía,
lugar o hablado con la comunidad. El tener control o poder, sino una forma diferente de
imágenes o videos como herramientas para ser arquitecto en la que las comunidades de
conocer sitios y situaciones complejas puede acogida y los clientes tienen un patrimonio a
acercarnos hasta cierto punto a la situación compartir (Albrecht, 1988; Friedman, Nisbet,
para la que se elaborará el diseño, pero mu- & Gans, 1973). Este cambio de roles no solo
chas veces puede también dar la impresión es indispensable para un proyecto real de
de que las cosas son simples y que las solu- diseño participativo, sino que puede ser sa-
ciones se pueden estandarizar. ludable para la propia profesión (Till, 2009),
Incluso cuando se han hecho intentos de que debe aportar actitudes diferentes ante
comunicación real, puede ser difícil para los nuevas dinámicas con clientes y usuarios, en-
profesionales evitar pensar en clichés y real- tendiendo que “los afectados por una deci-
mente escuchar sobre las necesidades y las sión deben tener la oportunidad de influir en
dinámicas locales, que van desde la organiza- esta” (Pettersen, Geirbo, & Johnsrud, 2018).
ción social hasta los recursos económicos. En Esas nuevas actitudes frente al proceso
este sentido es también importante la capa- de diseño arquitectónico también deben in-
cidad de los grupos de distinguir y acotar cuá- corporar la evaluación y la crítica constantes.
les son los problemas a los que la arquitectu- Estas son herramientas que se encuentran
ra puede dar solución y cuáles se escapan de en cualquier proyecto de diseño participati-
la disciplina. vo en otras disciplinas, pero que han estado
Cuando los proyectos son financiados por muchas veces ausentes en la práctica de la
el arquitecto o por instituciones extranjeras, arquitectura.
a veces se da una situación en la que los dise- Las lógicas de la ciudad informal en tér-
ñadores se perciben a sí mismos como due- minos de la capacidad de dar respuestas
ños de una experiencia que ha sido compra- rápidas a situaciones específicas están pro-

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fundamente arraigadas en procesos de par- te sentido de identidad. Esta podría ser la raíz
ticipación constante. Dado que la ciudad de una participación exitosa, que va más allá
informal en las periferias latinoamericanas del objeto, edificio o proceso en sí mismo, y
es autoconstruida, los ciudadanos esperan constituye más bien un cambio o una afirma-
tomar parte activa en el cambio y adaptación ción en la manera en que los ciudadanos, tan-
de su entorno, y como tal, tienden a ser cons- to como grupo como en su rol de individuos,
cientes de lo que se puede arreglar o mejorar, sienten propiedad y pertenencia.
mientras que toman en consideración sus es- El arquitecto debe ser un mediador, no un
casos medios y recursos. La práctica informal solucionador. Su experiencia es una habili-
de cambiar el entorno puede contarse como dad, no un derecho a gobernar. Los procesos
un nuevo formato de participación (Bereton participativos, cuando son cuidadosos y se
& Buur, 2008), impulsada por diferentes mo- basan en la confianza y la comunicación, en-
tivaciones y valores. señan a los profesionales nuevos conjuntos
Al iniciar un proceso de diseño, tanto los de valores, prioridades y necesidades.
diseñadores como los usuarios pueden par- Podríamos aprender algunas de las leccio-
tir de esperar comportamientos de los otros nes que nos ofrecen los entornos informales
basados en preconcepciones de los roles de e incorporar sus lógicas y métodos a nues-
cada uno. El reconocer la diferencia entre gru- tras prácticas. En primer lugar, porque ha de-
pos y lugares también es una parte importan- mostrado ser, hasta cierto punto, una forma
te de un buen proceso de diseño. La propia eficaz de resolver problemas urbanísticos
conceptualización de lo que significa la parti- y arquitectónicos, pero también porque las
cipación cambia de un grupo a otro, y los di- lógicas de los procesos participativos infor-
ferentes enfoques inciden directamente en la males son profundamente humanas y están
interculturalidad y el encuentro con el otro. impulsadas por el sentido común y los me-
Finalmente, el trabajo directo sobre la canismos de autorregulación. Los procesos
propia casa, el espacio exterior contiguo o participativos pueden ayudarnos a mejorar
el espacio público compartido, como hemos nuestros propios procesos de diseño y pro-
visto, potencia el apego al lugar y un crecien- ducción.

Notas 3 Procesos que se inician en el usuario directo, y se


1 El urbanismo DIY (Do-it-yourself, hazlo tú mismo) o es- plantean a las instancias superiores, en lugar de par-
pontáneo consiste en iniciativas generadas y gestiona- tir de una toma de decisión desde las autoridades
das por los residentes, de bajo costo, y frecuentemen- que luego afecte al usuario directo o a la población.
te diseñadas para ser temporales (Talen, 2014) Se concentra en unidades de problemas y solucio-
2 Estos viajes con objetivos de ayuda son parte de una nes pequeñas que posteriormente son escaladas a
creciente industria denominada volunturismo. Los via- generalizaciones que pueden tener un mayor alcan-
jeros tienen como principal objetivo la participación ce.
directa en algún proyecto de asistencia, en áreas tan 4 En inglés, affordance. Se define como el uso o propó-
diversas como la educación, la medicina o la arquitec- sito que las personas perciben que una cosa puede
tura. Si bien dichos viajes suelen incluir experiencias de tener. Considera posibilidades a partir de los recursos
turismo local, este no es su objetivo principal. físicos y creativos de los que se dispone.

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El arquitecto versus la ciudadanía:
¿cuál es el rol de la participación en arquitectura?
Cristina Dreifuss-Serrano

Urbanización Valdivieso, San Martín de Porres, Lima. Foto Elio Martuccelli, 2015. 149
ARQUITEXTOS
ISSN 1819-2939 / ISSNe 2706-8099
Año 29, Nº 37, enero-diciembre de 2022, 141-150

150 150 San Martín de Porres. Lima. Foto Elio Martuccelli, 2015

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