Y seremos justos, buenas gentes y cariñosos como siempre. Cuando todo haya pasado jugaremos en el barrio y tomaremos las calles como si fueran estadios y gritaremos al unísono ¡Gooooooooool! Por haberlo vencido aún cuando nuestras reservas eran dudosas por ese maléfico juego de políticas de estados que no auguraban nada pródigo para vivirlo en calma, sin gritos, sin miedos, sin más nada que lo que nos hemos ofrecido: Ser felices cada día, cada mañana alegrándonos de nuestra flora y de nuestra fauna. De nuestro cielo limpio y de nuestros lagos, ríos y mares justamente bien cuidados sin resquicios de basuras ¡Todo limpio! Listo para ser estrenados. Respirando oxígeno nuevo sin bacterias, sin virus, sin nada que se les parezca. Cuando todo esto haya pasado regresarán nuestros niños a las escuelas y los maestros/as docentes abrirán sus brazos para regalar abrazos. Cuando todo esto termine seguro seremos más humanos. Cuidaremos lo que es nuestro y administraremos los bienes no nuestros pero siempre a favor de ellos. Cuando esto haya terminado seremos un pasado de seres que ahora hemos aprendido poniéndonos empáticos. . Cuando esto esté terminado gritaremos ufanos ¡ya todo pasó, es cosa del pasado, la batalla la hemos librado! Y cantaremos jubilosos tomados de las manos a una sola voz como lo habíamos soñado. Y si en mi despertar me doy cuenta que todo ha sido engaño, ese de haber cambiado, elegiré dormirme y seguiré soñando. Miguel Ángel. Pandemia 2020.