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JUNIO DE 2012
1
LICENCIATURA: PSICOLOGÍA
MATERIA:
Psicoterapia Infantil
Psicoterapia en Adultos
Cuatrimestre: 4º. 5º y 6º
PS0524
PS0627
PS0629
PRESENTACIÓN
2
La Universidad UNIVER MILENIUM siempre preocupada por ofrecer una
preparación de calidad y vanguardia a sus estudiantes que les permita hacer frente al
mercado laboral actual, ha implementado el proyecto del Curso Único de Preparación de
Egreso a la Licenciatura (CUPEGC), para evaluar las competencias de los egresados a
través de un examen integral .
La Licenciatura en Psicología ha sido dividida para este fin, en siete ejes básicos
en los cuales se agrupan las principales directrices del plan de estudios, y son: eje
formativo, eje educativo, eje social, eje laboral, eje clínico, eje de desempeño técnico y eje
de investigación.
Dentro del eje clínico está ubicada la “Psicoterapia”, que como sabemos es una de
las herramientas clave para el psicólogo, razón por la cual se realizará a lo largo de éste
material una revisión cuidadosa de los principales aspectos que intervienen en un proceso
psicoterapéutico, así como de los diversos tipos de intervención y sus características,
para ello se trabajará con las siguientes asignaturas del plan de estudios en curso:
Teoría General de la Psicoterapia.
Psicoterapia en Adultos.
Psicoterapia Infantil.
Prácticas de Psicología Clínica.
Sin embargo es necesario mencionar que el presente material tiene como objetivo
facilitar al egresado una revisión breve de todos los contenidos programáticos y en
función de las similitudes encontradas, se ha buscado compactar temas, dando a conocer
sólo los más relevantes de cada una de las asignaturas.
Los resúmenes que encontrarás fueron obtenidos de diversas fuentes de
información, para dar riqueza en lo que al contenido se refiere.
Se sugiere revises primero todo el material, y posteriormente vayas marcando las
posibles dudas, con la intención de aclararlas en tu asesoría previa al examen.
INDICE DE CONTENIDO
3
Página
4
Presentación…………………………………………………………… 3
Índice de contenido…………………………………………………... 4
Bibliografía……………………………………………………………… 9
1.3.2.2 Educativa 20
1.3.2.3 Ocupacional 20
1.3.2.4 Reconstructiva 21
1.3.2.5 Crecimiento 21
5
1.4.4 Enfoque Humanista 25
2. Psicoterapia en Adultos 27
2.1.5. Insight 33
2.3.6 Transpersonal 83
3. Psicoterapia Infantil 87
6
3.3.2 Los padres 99
Unidades de Aprendizaje
Unidad de aprendizaje: 1
7
Objetivo Actividades de Bibliografía.
aprendizaje
El alumno será capaz de Lectura y revisión Revisar notas al pie de
identificar y analizar los de conceptos clave. página y citas.
fundamentos teóricos- Discusión del tema
metodológicos de las en asesoría.
diferentes corrientes en
Psicoterapia
Unidad de aprendizaje: 2
Unidad de aprendizaje: 3
Unidad de aprendizaje: 4
8
Objetivo Actividades de Bibliografía.
aprendizaje
El alumno analizará y Revisar notas al pie de
aplicará los diagnósticos Lectura y revisión página y citas.
clínicos, las técnicas de conceptos clave.
psicoterapéuticas en el Discusión del tema
área de la psicología en asesoría
clínica para utilizarlos en
el ejercicio profesional.
Es importante recalcar que por las características del sistema de evaluación se requiere
que el alumno organice adecuadamente sus tiempos de estudio y planee una estrategia
eficiente para poder obtener un buen resultado.
Número de sesiones
Se dispondrá de una única asesoría para solucionar dudas, la fecha de la misma estará
estipulada en el calendario oficial aprobado por la institución.
En caso de requerir alguna otra asesoría solicitar el correo personal del asesor en la
Dirección Académica.
Bibliografía
9
1. Axline, V. (1975). Terapia de Juego. México: Diana.
5. Butcher, J. M. (2007). Psicología Clínica (12 ed.). España: Pearson Addison Wesley.
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13. Salama Penhos, H. (2002). Psicoterapia Gestalt. Proceso y Metodología. (3ra. edición ed.).
México: Alfaomega.
Electrónicas Especializadas
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transaccional-introduccion-el.html
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2. Association of Educational Therapists. (2007-2009). Recuperado el 03 de 07 de 2012, de
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14. Miranda Páez, J. (Julio de 2000). El modelo de la Terapia de la Realidad:Evaluación de sus
constructos. Recuperado el 12 de Julio de 2012, de Scribd:
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15. Psicoterapia Gestalt. (28 de Julio de 2011). Recuperado el 20 de Julio de 2012, de Círculo
Mágico: http://psicoterapiagestalt-mar.blogspot.mx/2011/07/circulo-magico.html
17. Rosal Cortés, R. (1986). Anuario de Psicología Num. 34. Recuperado el 03 de 07 de 2012,
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Recuperado el 29 de 06 de 2012, de Fundamentos y Límites de la Psicoterapia:
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12
option=com_content&view=article&id=30:teoria-y-tecnica-de-psicoterapia-
psicoanalitica&catid=5:libros&Itemid=18
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La mayoría de los terapeutas, como todo buen oyente, se muestran receptivos,
afectuosos y empáticos, y adoptan una estrategia que debe no juzgar a la persona que
tiene delante. Sin embargo, la terapia es algo más que solo hablar, ya que la meta del
terapeuta será que el consultante logre una nueva comprensión, conducta o ambas cosas
como resultado de la intervención.
La terapia no ofrece transformaciones mágicas, sin embargo puede ser una esperanza
incluso para trastornos mentales graves, siempre y cuando se emplee un enfoque
multidisciplinario de abordaje.
Existen tantas definiciones de psicoterapia como libros escritos sobre la misma, pero
Jerome Frank, (1982) nos ofrece un excelente punto de partida:
Si bien es verdad que la definición anteriormente descrita puede no ser del agrado de
todos, debemos notar el carácter inclusivo de la misma, sin embargo les presento otra
definición en este caso la aportada por Tizón en 1992 que define a la psicoterapia como:
14
1.1.1 ¿Por qué se busca una terapia?
Existen una infinidad de razones que pueden llevar a un individuo a buscar una terapia,
pero son quizás las personas que sufren de manera repentina una situación de gran
estrés, como un divorcio, el desempleo, la muerte de algún familiar cercano los que
pueden llegar a sentirse profundamente abrumados y por ello no considerarse capaces de
manejar la situación por sí mismos.
Estas personas suelen sentirse muy vulnerables, pero generalmente están abiertas al
tratamiento y motivadas para modificar sus estados mentales actuales, lo que en sí hace
más fácil la intervención.
Sin embargo, muchos otros comienzan un proceso terapéutico de forma mucho más
indirecta, es decir, algunos acuden al médico por problemas físicos ocasionados por
problemas emocionales no resueltos, en estos casos el sujeto suele manifestar
resistencia a la intervención de manera inicial y será labor del terapeuta generar el clima
de confianza propicio que permita la apertura emocional, y se responsabilicen de su
proceso.
Hay otros casos donde el consultante ha vivido estrés psicológico durante mucho tiempo,
y tienen una larga historia de inadaptación, generando en ellos infelicidad crónica e
incapacidad para sentirse confiado y seguro, lo que los lleva a buscar ayuda, pero si bien
estos sujetos comienzan su terapia motivados, esa motivación se puede ver disminuida
con el paso del tiempo e imponerse en ellos las pautas de comportamiento persistentes
que los conducen a la conducta inadaptada, sin embargo el terapeuta debe planear su
estrategia ante esta situación.
Otro caso, quizás el de mejor pronóstico es el de aquella persona que comienza una
terapia con la intención de desarrollar su propio potencial, fortalecer su autoconcepto o
revalorar sus expectativas.
Es necesario aclarar que no existe el paciente “Típico” ni las terapias “Modelo”, ya que
cada proceso terapéutico es único como único es el individuo que busca la ayuda.
Son varias las disciplinas que a lo largo de la historia han brindado consejo y consuelo a
personas con malestar emocional.
Los clérigos durante un lapso de tiempo importante fueron los pioneros de brindar este
tipo de ayuda, tiempo después los médicos debieron ocuparse tanto de los problemas
físicos como mentales de sus pacientes.
15
Hoy en día son dos tipos de profesionales de la salud mental que pueden brindar
tratamiento psicológico:
a. Los psicólogos
b. Los psiquiatras
Por todo ello, se entiende a la psicoterapia y las técnicas de psicoterapia como sistemas o
conjuntos de teoría, técnica y práctica. Cada psicoterapia concreta debería ser realizada
por profesionales que han de estar dotados de habilidad y empatía (características
profesionales-personales en parte educables y en parte producto de la personalidad del
individuo). (Tizon, 1992)
William Stiles, David Shapiro y Robert Elliott (1986) sugieren tres lugares comunes en la
psicoterapia:
16
2. Comportamiento del cliente: Los clientes participan activamente en el proceso
terapéutico mediante la autoexploración y la apertura al terapeuta. Los clientes
también son animados a desarrollar expectativas positivas y la creencia de que
ellos pueden cambiar y la terapia puede ser de gran ayuda.
3. Alianza terapéutica: Todas las terapias confían en construir una fuerte alianza
terapéutica entre el terapeuta y el cliente. La alianza terapéutica proporciona un
vínculo emocional y una sensación de confianza y refuerza un sentimiento de
responsabilidad compartida. Cuando existe una buena alianza terapéutica los
terapeutas y clientes piensan que están en el buen camino y trabajando por el
logro de metas mutuas.
De este modo se considera que la alianza terapéutica es una construcción conjunta entre
paciente y terapeuta, de manera que las expectativas, las opiniones, las construcciones
17
que ambos van desarrollando respecto al trabajo que están realizando, la relación
establecida y la visión del otro resultan relevantes para el establecimiento de la alianza
terapéutica, así como la alianza modula la relación.
La motivación del paciente para cambiar resulta un elemento crucial para determinar la
calidad de la alianza terapéutica, y por ende el nivel del éxito de la terapia. Un Psicólogo
clínico astuto debe ser cauteloso antes de aceptar a un paciente poco motivado.
Casi tan importante como la motivación son las expectativas de éxito del paciente.
Frecuentemente estas expectativas son suficientes por sí mismas para conseguir una
mejoría importante (Fisher y Greenberg, 1997; Frank, 1978; Lambert et al., 1986); esto
puede deberse a que los pacientes que confían en la eficiencia de la terapia se implican
más y mejor en el proceso (Meyer et al., 2002). El efecto que las expectativas tendrán en
la psicoterapia serán similares a las del efecto placebo en el área médica, sin embargo el
terapeuta que no es capaz de inspirar confianza a su consultante, comprometerá también
la eficiencia del tratamiento.
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La terapia de grupo inicia a principios del siglo XX, pero su desarrollo se aceleró hasta los
años 30’s, quizás debido a la crisis económica de la época. Al experimentar los
psicoterapeutas con la terapia en grupos, descubrieron que para muchos pacientes era
tan eficaz como la individual. (Wolf y Kutash, 1990).
Gran parte de las técnicas utilizadas en la terapia individual se han usado (o pueden
usarse) para tratar a la gente en grupos. Debido a ello existen grupos con cada uno de los
enfoques terapéuticos. De igual manera en la terapia de grupo se orientan más a un
proceso interpersonal que a proceso intrapsíquico.
Las terapias de grupo también se han utilizado con niños y sus padres, adolescentes,
pacientes que sufren distintas enfermedades físicas, con ancianos y quienes cuidan de
ellos, padres abusivos, delincuentes, homosexuales, y enfermos hospitalizados. (Lubin,
1983).
En general las terapias de grupo de distintas clases parecen tener efectos benéficos en
gran diversidad de clientes, y en algunos casos estos resultados favorables perduran al
realizarse seguimientos varios meses después.
El terapeuta debe enseñar las habilidades generales para participar en una terapia grupal
e infundir actitudes positivas hacia esta experiencia para generar apertura en el
consultante.
Otro punto importante es que las personas dependientes tienden a desenvolverse mejor
en un grupo altamente estructurado, en tanto que individuos más independientes
progresan mejor en grupos menos estructurados y que ofrecen mejores oportunidades de
autoexpresión.
Si bien son diferentes los factores que curan en distintas etapas del desarrollo del grupo,
el ingrediente más importante es la cohesión grupal, aunado al sentido de pertenencia e
inculcación de esperanza.
La forma como las parejas enfrentan tales conflictos ineludibles, determinará la calidad y
duración de su relación junta, una estrategia que adoptan unas parejas, deliberada o
inconscientemente, es no reconocer los desacuerdos o conflictos, surgiendo a largo plazo
insatisfacciones y resentimientos que los apartan más al uno del otro, y es precisamente
19
para abrir esos canales de comunicación que se busca la ayuda de un observador
imparcial, el terapeuta.
La mayor parte de la terapia de pareja es conjunta, es decir, los cónyuges están juntos en
las sesiones con el terapeuta. Al principio, las parejas no reaccionan positivamente entre
sí, cosa nada rara, por lo cual se recomienda enfocar este problema como el primer paso
para ayudar a que la pareja mejore su vida matrimonial, recobrando la capacidad de
comunicarse respetuosa y empáticamente.
En todas las formas de terapia para parejas se entrena a cada miembro para escuchar
con empatía al otro, y expresar claramente al cónyuge cómo entiende lo que le dice, y lo
que siente acerca de dichos comentarios. Una forma de mejorar la comunicación es
distinguir entre la intención de un comentario y su impacto.
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de problemas (estresores) actuales. Estimula inespecíficamente, además, la actualización
de las potencialidades del paciente. Es una terapia de Yo a Yo, que se realiza cara a cara.
(Rotondo, 1998)
Para Williard and Spackman, H.L. Hopkins y H.D. Smith (1993), es el arte y ciencia
de dirigir la participación del hombre en tareas seleccionadas para restaurar,
reforzar y mejorar el desempeño, facilitar el aprendizaje de aquellas destrezas y
funciones esenciales para la adaptación y la productividad, disminuir o corregir
enfermedades, promover y mantener la salud. De fundamental importancia es la
capacidad a lo largo del ciclo vital para desempeñar con satisfacción para sí
mismo y otras personas, aquellas tareas y roles esenciales para vivir
productivamente con dominio de sí mismo y el ambiente.
21
George Edward Barton (1917) plantea que es la ciencia que enseña y estimula al
enfermo como realizar el trabajo que le proporcionará energías, y como utilizando
actividades se obtiene un efecto terapéutico beneficioso.
La asociación libre,
El análisis de los fenómenos de transferencia/contratransferencia.
El análisis de la resistencia.
22
Junto a estos procesos se establecen unas reglas de trabajo para el paciente (la
asociación libre) y el terapeuta (abstinencia y atención flotante).
Como los conflictos han sido aprendidos a partir de la relación del niño/a con sus padres o
adultos significativos, tienden a repetirse a lo largo de la vida con otras personas
significativas. El paciente en la relación con su psicoanalista llega a proyectar o desplazar
sobre este sus conflictos no resueltos, de modo que su experiencia con este está
distorsionada por el significado inconsciente derivado de sus relaciones previas con sus
progenitores. Este fenómeno fue llamado transferencia por Freud.
El psicoanalista fomenta con la asociación libre del paciente (expresar cualquier deseo,
pensamiento, sentimiento o actividad psíquica que venga a la mente de manera directa,
por absurda que parezca) en una postura reclinada en el diván, donde el analista
desaparece de la vista del paciente (normalmente situado en su cabecera), que el
paciente vaya proyectando sus transferencias hacia el analista.
El psicoanálisis y las psicoterapias dinámicas han sido a menudo criticados por su visión
especulativa y alejada de los datos de la ciencia la ciencia empírica, y por su carácter
doctrinario y casi religioso en la forma de sus instituciones y maneras de proceder. (Ruíz
Sánchez, 2010)
23
El modelo cognitivo-conductual se basa en el trabajo con la conducta y los significados
personales, según la preponderancia que cada una de sus tres corrientes actuales de
cada uno de estos aspectos.
Los desarrollos del conductismo radical actual, traducen toda la terapia cognitiva y las
psicoterapias tradicionales a un pormenorizado "análisis funcional del lenguaje". En este
sentido es llamativa la "psicoterapia analítica funcional" de Kohlenberg y Stai (1993) que
tiene por eje el análisis de la relación terapéutica como vía de cambio a través de las
funciones del lenguaje en la relación establecida entre el paciente y el terapeuta.
Sus métodos de terapia son exploratorios más que centrados en el cambio, esto es así
porque se trata de evitar que el terapeuta imponga sus propias construcciones a los
24
pacientes. El terapeuta establece más bien las condiciones para la exploración de las
reglas tácitas que guían la vida del paciente. (Ruíz Sánchez, 2010).
De los diversos enfoques humanistas que se originaron durante la década de los años 70
y 80, han surgido diversas terapias psicológicas que centran la intervención
psicoterapéutica en los postulados humanistas, que exponemos a continuación.
25
La psicología humanista considera al ser humano como:
- Un ser global que debe ser considerado como un todo en el que figuran y convergen:
sentimientos, pensamientos, conductas, acciones, etc...
- Las conductas del ser humano son intencionales, y tienen sentido desde la perspectiva
material como desde la perspectiva personal de dignidad y libertad.
- Los hombres son seres o personas autónomas, dentro de las relaciones existenciales de
interpersonalidad tienen la capacidad de tomar sus propias decisiones, decisiones que
dirigen su desarrollo. Este principio es complementario al principio de la necesidad de un
contexto interpersonal, de tal manera que solamente una persona autónoma es capaz de
asumir sus responsabilidades dentro de las relaciones interpersonales.
- La experiencia interior del ser humano es vivenciada como personal y con un significado
que es producido por la propia persona, este significado a sus experiencias y vivencias
son ejes fundamentales del desarrollo y de las percepciones personales que sobre uno
mismo las personas desarrollan.
1.-Confianza total en la persona del cliente: Se trata de transmitir empatía por el paciente
y entender la experiencia del paciente y de su mundo, para poder comprenderle
26
2.-Rechazo total al papel directivo del terapeuta
PSICOTERAPIA EN ADULTOS
27
La entrevista como lo menciona José Bleger en su artículo “La Entrevista Psicológica. Su
empleo en el diagnóstico y la investigación” realizada en 1964, se define como:
Es precisamente por ello, que debe ser una herramienta básica en la práctica psicológica,
ya que gracias a ella podremos tener una primera impresión de la problemática a tratar.
Aunque las entrevistas pueden tener diferentes propósitos para los cuales se requieren
técnicas específicas, la dinámica de todas ellas está basada en un conjunto de base de
fuerzas psicológicas que hay que considerar para lograr una buena entrevista.
La entrevista es una situación dinámica y puede llevar a resultados variados. Así como el
que responde y el entrevistador reaccionan a las preguntas y respuestas de cada quien,
ocurren cambios en las estructuras cognoscitivas, en motivación, en actitudes y en
relaciones afectivas.
Por lo tanto, la situación de la entrevista es tal que impone una pesada carga sobre las
habilidades cognoscitivas del entrevistador, ya que deberá categorizar, recordar, evaluar e
inferir.
28
En casi todas las entrevistas hay dos niveles de respuesta: el racional o “a la vista “,
presente en un nivel superficial, y el que indica necesidades emocionales, y que están
presentes en el nivel subconsciente casi todo el tiempo pero que salen a la superficie
sólo ocasionalmente. Estas últimas se manifiestan en mecanismos que reducen la
tensión, olvidando, soslayando las respuestas, en atribuciones de causalidad y en una
variedad de mecanismos de comportamiento indicando ansiedad, repliegue,
involucramiento, entusiasmo, etc.
Las entrevistas clínicas tienen que ver principalmente con el segundo nivel, el
entrevistador debe conocer hasta qué grado de nivel emocional debe sondear, puesto que
su relevancia variará según la finalidad de la entrevista.
A continuación se muestra una tabla con las fuerzas psicológicas de la entrevista y como
interaccionan:
29
(Keats, 1992)
La entrevista psicológica al igual que las de otro tipo, se divide en 3 partes esenciales:
30
Sullivan por su parte aconseja a los terapeutas nunca asuman que saben de qué está
hablando el paciente sin corroborarlo con él.
Las metáforas permiten a los terapeutas seguir el consejo dado por Milton Erickson
“aprende a usar el lenguaje del cliente”. Las metáforas pueden ser contempladas como
instrumentos cognitivos que crean analogías o conexiones no reconocidas hasta ese
momento, que le permiten al consultante contemplar sus problemas desde una
perspectiva desconocida.
La investigación sugiere que las metáforas pueden ser a veces más eficaces que el
feedback directo para ayudar a los clientes a apreciar sus sentimientos, emociones y
reacciones afectivas. De igual manera, las metáforas pueden motivar al consultante al
crear un sentimiento de cercanía con el terapeuta y al clarificar tanto sus problemas como
sus metas.
Por su parte las paradojas no se utilizan en muchas ocasiones de forma intencional. Los
terapeutas emplean el lenguaje paradójico por diversas razones, ya sea que adopten un
rol de persuasor al intentar convencer al cliente de asumir riesgos y realizar cambios en
sus formas de pensar y comportarse, sobre todo con clientes de tipo reactivo para crear
la ilusión de que cualquier riesgo que el cliente elija asumir va a ser realmente aquel que
éste decida.
El doble vínculo es otra manera de ofrecer a los clientes la ilusión de poder elegir mientras
les asegura que cualquier elección que hagan será terapéutica. Por ejemplo, la ilustración
que emplea Milton Erickson cuando pregunta al cliente “¿Desea abordar este síntoma
primero o algún otro?” otorgándole al cliente el poder de la decisión. Así mismo, al
preguntarse en voz alta si el cliente notará una mejoría el miércoles, o posiblemente el
jueves, o tal vez incluso el viernes, se le está dando al cliente la elección del cuándo
mejorar a la vez que se le exige que la mejoría tenga lugar.
31
2.1.3. Concepto de Interpretación
Un gran peligro de las interpretaciones, que Rogers señaló en 1957, es que a menudo
conllevan una cualidad acusadora o peyorativa (Strupp, 1989). Las interpretaciones
también conllevan el riesgo de colocar al terapeuta en el rol de “experto”. Otro problema
de las interpretaciones es que pueden promover una manera intelectualizada de evitar el
aquí y el ahora (Safran y Segal, 1990). Dado que las interpretaciones conllevan este tipo
de riesgos, Strupp (1989) advierte contra su uso. El hecho de que las interpretaciones
pueden llevar a la defensión del cliente explica porqué los diversos estudios realizados no
arrojan una evidencia consistente de que las interpretaciones estén relacionadas con un
resultado terapéutico exitoso (Orlinsky y Howard, 1986).
Los cuatro criterios para realizar interpretaciones efectivas son: momento oportuno, dosis
mínima, detalle concreto y enfoque individual. También se aconseja a los terapeutas
limiten las interpretaciones a qué o cómo en lugar de a porqué.
Para Freud, las resistencias eran similares a los mecanismos de defensa, y servían para
proteger a los clientes de la ansiedad asociada a la adquisición de una conciencia sobre
conflictos psíquicos no resueltos. Las resistencias representaban un camino útil para
llegar al inconsciente del cliente, y su análisis se convirtió en un rasgo esencial del
psicoanálisis. Dado que el término resistencia suele asociarse con el psicoanálisis, las
terapias no analíticas suelen emplear otros términos para describir las dificultades que el
cliente experimenta con el cambio. Dos de estos términos muy comunes son faltos de
compromiso y fracaso para la adhesión terapéutica.
32
Otani (1989) describió los cuatro siguientes tipos de resistencia:
Será entonces labor del terapeuta identificar el tipo de resistencia que se está
presentando, y buscar alguna estrategia para que el cliente acepte que el hecho de
cambiar requiere de dolor y esfuerzo, los cuales serán recompensados con nuevas
formas de estructurar su realidad, que sean mucho más favorables y sanas.
El siguiente concepto que nos ocupa es el de la Transferencia, el cual Freud definía como
la tendencia de los clientes a transferir conflictos no resueltos en la infancia al terapeuta.
Mientras los clientes y los terapeutas enfocan su atención en aspectos y problemas del
cliente, tiene lugar un proceso interpersonal en el que los consultantes se comportan con
el terapeuta de la manera como han aprendido a hacerlo con otras personas significativas
de su vida, por lo cual la tarea del terapeuta será evitar responder a los clientes de una
manera predictiva.
Por último hablaremos del término de Contratransferencia el cual Freud utilizó para
describir las reacciones subjetivas del terapeuta al cliente. Freud creía originalmente que
la contratransferencia era un impedimento para la terapia que los terapeutas debían
superar y evitar. Ahora bien, parece tener más sentido que los terapeutas que interactúan
con clientes y se implican en una relación interpersonal con éstos, empleen estos
sentimientos y reacciones hacia el cliente como una información importante que debe ser
compartida con el cliente de una manera adecuada en los momentos apropiados. (Fisher,
1990; Strupp, 1992)
Strupp (1989) describió las siguientes etapas que los terapeutas debían considerar a
cerca del proceso en el que los clientes recapitulan sus conflictos con el terapeuta:
33
1. El terapeuta es consciente de sus sentimientos respecto al cliente y de sus
reacciones ante los comportamientos de éste.
2. El terapeuta intenta comprender el significado de los comportamientos del cliente y
cómo estos significados pueden ser entendidos dentro del contexto de las
experiencias vitales de éste y sus relaciones con otras personas significativas.
3. El terapeuta evita jugar un rol complementario en los dilemas vitales del cliente.
4. El terapeuta ayuda al cliente a ganar “insight” sobre los efectos de su
comportamiento en el terapeuta (y en otros).
Si el terapeuta puede seguir estos pasos, el cliente está obligado a alterar sus
comportamientos interpersonales y por consiguiente recibe una experiencia correctiva.
2.1.5 Insight.
Definimos Insight como la percepción del paciente del patrón o configuración que siguen
sus experiencias, sus sentimientos, su conducta y su pensar.
La fase de Insight gira en torno a ayudar a los clientes a tomar conciencia del por qué
eligen funcionar como lo hacen. Los clientes necesitan examinar sus estilos de relación
hacia otras personas y de afrontar las demandas y desafíos de sus vidas, necesitan
preguntarse si estos estilos responden a sus intereses y les están encaminando hacia
donde quieren llegar. En palabras de Sullivan “Una persona alcanza la salud mental
cuando toma conciencia de sus relaciones interpersonales”. A los clientes no se les
considera responsables de las causas de sus insatisfactorios estilos de afrontamiento,
pero sí son responsables de aprender cómo mejorar los mismos.”Cuando aumentamos el
grado de conciencia que los clientes tienen de las pautas de sus vidas, ya no pueden
continuar actuando de una manera autoderrotante sin darse cuenta de los que están
haciendo y porqué” (Kottler,1991,pág.151).
La manera en que el paciente manifieste el insight puede ser de muchas formas, puede
manifestarse como risa, cosa que los analistas llaman el “síntoma” de la risa, señal de que
algo dio al clavo; puede manifestarse con llanto, con ira; puede aparecer precedido por
manifestaciones de ansiedad. Por lo tanto el insight, propiamente hablando, es la
percepción intelectual y emocional de los comunes denominadores en el patrón de la
experiencia. El máximo grado de insight se logra cuando esa comprensión intelectual y
emocional se relaciona con patrones tal y como existen en la vida actual, con la
transferencia, con la vida anterior, y en particular con la relación entre las motivaciones
conscientes e inconscientes. (Bellak, 1980)
Método es una palabra que proviene del término griego methodos (“camino” o “vía”) y que
se refiere al medio utilizado para llegar a un fin. Su significado original señala el camino
34
que conduce a un lugar. La palabra método puede referirse a diversos conceptos. El
método científico por su parte, es la serie de pasos que sigue una ciencia para obtener
saberes válidos (es decir, que pueden verificarse a través de un instrumento fiable).
Gracias al respeto por un método científico, un investigador logra apartar su subjetividad y
obtiene resultados más cercanos a la objetividad o a lo empírico.
Para lograr concluir con la definición exacta de este término es necesario erradicar las
dudas sobre la igualdad en el significado de los términos método y técnica, erróneamente
confundidos entre sí.
La técnica consiste en las acciones precisas para llevar a cabo un método. Un ejemplo
donde se entiende claramente esta diferencia es en el plano deportivo. Todos los tenistas
poseen una técnica (revés, servicio, forma de colocar los pies o sostener la raqueta, etc.),
se trata de una habilidad natural o conseguida a partir de un arduo trabajo y que se utiliza
en función de un método (fatigar al adversario, jugar desde el fondo o pegado a la red,
etc.). En pocas palabras, en el método se organizan y estructuran las técnicas concretas
que servirán para conseguir un objetivo determinado, en el caso del tenis, ganar el
partido.
35
La psicoterapia psicoanalítica busca modificar el comportamiento y, lo que es más
importante, la estructura de personalidad del paciente mediante la utilización de la
relación analista-analizando, a través del lenguaje verbal, y en un contexto específico en
el cual se ubica esta relación.
El terapeuta aborda los elementos inconscientes por sus derivativos. Todos los
componentes repelidos del Ello y del Yo producen derivados (manifestaciones), “híbridos”
no conscientes pero altamente organizados de acuerdo con el proceso secundario y son
accesibles al Yo consciente.
Se pide al paciente que trate dentro de lo posible de dejar venir las cosas y de decirlas sin
importarle la lógica ni el orden; ha de comunicar incluso lo que le parezca trivial,
vergonzoso o descortés, etc. Dejando que las cosas le vengan a la mente, se produce
una regresión al servicio del Yo y tienden a salir a la superficie los derivados del Yo
inconsciente, el Ello y el Superyó. La tarea del analista consiste en analizar esos
derivados por el paciente.
Aunque el que padece una neurosis llega al tratamiento psicoanalítico por el motivo
consciente de desear un cambio, hay dentro de él fuerzas inconscientes que se oponen al
cambio y defienden la neurosis y el statu quo. Estas fuerzas se oponen a los
procedimientos y procesos de tratamiento y se denominan resistencias. Las resistencias
proceden de las mismas fuerzas del Yo que forman parte del conflicto neurótico. Las
resistencias interfieren con el Yo razonable y han de ser analizadas antes de que pueda
hacerse ninguna otra buena labor analítica. Porque sólo puede ser efectivo el insight si el
paciente puede tener y mantener un Yo razonable. El Yo razonable es también esencial
para la construcción y el mantenimiento de la alianza de trabajo.
36
importancia de reacciones transferenciales se debe al hecho de que si se manejan
debidamente, el paciente sentirá en la situación del tratamiento y en relación con el
analista todas las relaciones humanas importantes de su pasado que no son
conscientemente accesible a él. Es el análisis consistente de la transferencia, dentro y
fuera de la situación analítica, el que permite al paciente soportar las diferentes
variedades e intensidades de la transferencia, y comprender poco a poco a sus
transferencias.
La técnica psicoanalítica está directamente apuntada hacia el Yo, porque sólo éste tiene
acceso directo al Ello, al Superyó y al mundo exterior. Nuestro fin es hacer que el Yo
renuncie a sus defensas patógenas o que halle otras más propias. Porque las antiguas
maniobras defensivas resultaron insuficientes. La defensa nueva, diferente, o la ausencia
de defensa podrían permitir alguna efusión de los instintos sin sentimientos de culpa o
ansiedad. La descarga del Ello reduciría la presión instintual y el Yo tendría entonces una
posición relativamente más fuerte. La solución es lograr cambios estructurales en el Yo
que le permitirán renunciar a su defensa o hallar una que permita suficiente descarga
instintual.
Se invita al paciente a que examina su mente con toda libertad, a que expresa sus ideas y
sentimientos, a que dé rienda suelta a las reminiscencias y la fantasía.
Hay una limitación fundamental que el terapeuta se impone a sí mismo y cuida de poner
bien en claro ante los pacientes: “No le diré qué debe hacer; no le insinuaré qué
decisiones debería tomar, ni de qué modo pienso que debería comportarse”. Esto no
37
significa de ninguna manera, que sus actos le tengan sin cuidado: “Trataré de ayudarlo a
entender el porqué de sus acciones, y a veces contribuiré a que logre esclarecer los
motivos de sus decisiones. Pero lo que usted haga y decida depende de usted mismo”. El
terapeuta no aconseja, no administra recompensa ni establece castigos; no entabla con el
paciente una relación de maestro o amigo; mantiene una neutralidad; observa sin
participar mayormente, comenta sin juzgar. La neutralidad no quiere decir la indiferencia
ante el paciente, pero el terapeuta no gratifica la necesidad que experimenta el paciente
de ser aceptado o rechazado, recompensado o castigado, aprobado o desaprobado, ni
sus necesidades de “alimentación” o dependencia. Se tratará de evitar también cualquier
tipo de manipulación consciente.
Hay una necesidad (una, tan solo) que se podrá gratificar en el paciente y en el terapeuta.
Es la función sintética que adopta la forma de una necesidad de comprender y ser
comprendido. Sin embargo esa comprensión no tiene nada que ver con el tipo de
“comprensión” que se reduce, en última instancia, a aprobar, aceptar o exonerar al otro.
Comprender las experiencias de otra persona significa conocerlas (ser-con-el otro):
reconstruirlas y enunciarlas claramente. Adquirir conocimiento de factores
circunstanciales y supuestamente casuales es parte de ese proceso de comprensión, ya
que dicho conocimiento puede resultar inestimable para reconstruir y enunciar con
claridad esas experiencias. Saber el Porqué de las cosas suele ser un paso importante
para averiguar el Qué y el Cómo.
38
Buena parte de las transacciones por lo común tienen que ver con aspectos no
intelectuales de la conducta. A la vez, sin embargo, las transacciones en sí tienen lugar
fundamentalmente en términos verbales y cognitivos. Cuando el paciente se muestre
enojado, triste o alegre, se le alienta a que hable de estos afectos. Así se fomenta a que
el paciente experimente una amplia gama de sentimientos durante la sesión: puede reír o
llorar, sentirse regocijado o desesperanzado, dejarse llevar por la ira, el deseo o lo que
fuera. Pero no debe actuarlos sino verbalizar. La meta final es adquirir cierto grado de
control sobre los afectos. Pero esto no significa sofocarlos o inhibirlos; en efecto el
proceso analítico, muy a menudo, conduce a una liberación de afectos, una desinhibición
o descarga de emociones, liberadas del yugo cognitivo o del temor inconsciente. Por
ejemplo, la mayoría de las afecciones psicosomáticas se curan con una terapia analítica.
Una agresividad sana (poder defenderse y reclamar sus derechos), pero no la violencia,
tiene efectos positivos sobre la salud mental. El paciente aprende a ser libre, a adquirir
una autonomía relativamente mayor durante las sesiones terapéuticas.
Además, siempre existen diferencias sustantivas entre una terapia y otra. Incluso dos
pacientes muy parecidos, con problemas muy similares, que se analicen con el mismo
terapeuta, inevitablemente han de vivir experiencias terapéuticas significativamente
distintas.
De otra parte, en las cuestiones psicológicas hay también siempre notables excepciones;
es por esto que hay que tomarlos por sentado cada vez que se enuncie una proposición o
una generalización. No hay que tomar como reglas los principios técnicos, sino como
simples abstracciones o generalizaciones. En cada uno de los casos clínicos que se
presente es preciso evaluar con sentido crítico cada principio y cada prescripción o
proscripción técnica. Nada debe aplicarse en forma mecánica o automática; su
fundamento racional es lo que cuenta.
39
No necesariamente se busca aplastar el narcisismo; más bien se intenta remplazar el
narcisismo ciegamente egoísta por un enriquecimiento de las estructuras narcisistas del
Yo, ligado a las fuentes básicas de autoestima, y en el cual el dar a los objetos constituye
en sí mismo una situación de goce sopesado, así implique un cierto grado de renuncia.
Si el paciente proyecta, mejor interpretar que responder. Por ejemplo: “Tengo la impresión
que lo que le cuento hoy no le importa”, en lugar de decir “Sí me importa”, vale decir:
“Usted siente la necesidad de creer que no me importa”.
Incidentes tales como la tardanza, no llegar a una sesión, olvidar el pago, etc. pueden
resultar útiles para la labor terapéutica.
40
La psicoterapia analítica proscribe suministrar al paciente información personal sobre el
terapeuta. En caso de que el paciente pregunta algo personal, el analista no responda, el
paciente se pone furioso o triste o avergonzado, etc., hay que demostrarle, de alguna
manera, que sus sentimientos son aceptables y que no representan una amenaza para tu
persona: puedes tolerarlos, y consideras que él también puede hacerlo.
Tanto las interpretaciones como las confrontaciones pueden provocar una discusión, cosa
que por lo común hay que evitarse en terapia analítica. Con frecuencia, las discusiones
solo ponen a prueba el ingenio de las partes, su capacidad mental y facilidad de palabra.
Al entrar en pugna, cada uno trata de ganarle al otro, de no resultar perdedor. En general
hay que evitar todo tipo de altercado.
Se evita decir algo que pueda apartar del tema, se busca el modo de hacerle retomar el
hilo de la cuestión, si es pertinente, cuando comienza a apartarse.
El paciente no debe sentirse acorralado para examinar un tema, impuesto por el terapeuta
como una confrontación, que por ahora no desea examinar.
Hay varias razones para no sondear a una persona mientras guarda silencio. Una de ellas
es la implicación de que el paciente no debería quedarse en silencio.
Se dijo que “Hay que evitar los interrogatorios, fuera de las entrevistas de evaluación
inicial”. Pero cuando se presenta el caso de que no se comprende lo que dijo el paciente,
se puede preguntar: “No comprendí lo que dijo, o lo que trato de decir”.
41
un consejo, una reconvención, el perdón. Con el fin de quitar dudas, debemos estar
siempre preparados para señalarle, luego de una intervención nuestra, los significados
implícitos que no era nuestro propósito trasmitir.
Por ejemplo, a la pregunta: “¿Qué edad tenía usted en la época en que sucedió el hecho
que relata?”, el paciente podría recibir los siguientes mensajes:
1. La edad es importante.
4. El cree que estoy distorsionando los hechos (puesto que era tan joven cuando tuvo
lugar el incidente).
Otro ejemplo, “Usted se siente muy mal este lunes, es posible que se siente culpable de
no haber almorzado por la primera vez este domingo con su madre”. El paciente puede
tomar esta interpretación como una desaprobación de su actitud con su madre y
preguntar “¿Por qué tengo que comer con mi madre cada domingo?” El terapeuta debe
aclarar: “No quise decir que usted debe almorzar con su madre cada domingo”.
Los pacientes suelen sentir que toda interpretación requiere una respuesta de su parte.
Muchos se creen obligados a considerar el contenido de la interpretación; algunos sienten
que deben confirmarla o refutarla, otros sienten la necesidad de expresar gratitud por lo
que se les brinda, y reaccionan entonces de diversas formas. Todas estas reacciones
deben ser expuestas y analizadas, porque no era propósito del terapeuta provocarlas y,
por lo tanto, no son respuestas deseadas. El ideal que perseguimos es un estado de
cosas en que el paciente se sienta tan libre después de una interpretación como antes.
Por supuesto, es uno de los tantos ideales inalcanzables; pero hay que tratar de
aproximarse a él.
Con todas las precauciones y aclaraciones del terapeuta si el paciente sigue sintiéndose
impuesto, dirigido, recriminado, exonerado, aconsejado, etc. entonces se trata de un
problema de transferencia que debe ser considerado como tal.}
Para ampliar ésta información se sugiere remitirse al texto original del autor.
Para describir este apartado se tomará un resumen del texto “ Terapias Conductuales.
Apuntes para un seminario” del Lic. Jaime Ernesto Vargas Mendoza. Diplomado en
Análisis Experimental de la Conducta, en Menores Infractores y en Psiquiatría
Criminológica Presidente Honorario de la Asociación Oaxaqueña de Psicología, A. C,
elaborado en el 2009.
42
La Terapia Conductual se ha convertido, en los últimos tiempos, en uno de los temas más
controvertidos de la Psicología moderna, al apartarse, en varios puntos importantes, de
las técnicas psicoterapéuticas mas arraigadas, mismas que enfatizan causas "psíquicas",
internas y profundas, para explicar la conducta anormal. Por su parte, la Terapia
conductual se desarrolla a partir de un enfoque ambientalista y particularmente de la
Teoría del Aprendizaje y de los datos experimentales que la sustentan. Así que, conocer y
aplicar estos recursos, permitirá un mejor ejercicio de la Psicología Clínica.
Malleson (1959) presento el análisis de una fobia en el que noto que una fuente de
reforzamiento para la respuesta fóbica, consistía en la posibilidad de evitar la situación.
Se le pidió que dijera todas las consecuencias terribles que sucederían si reprobara el
examen. Al principio sudaba y temblaba, pero después de media hora, estaba tranquilo.
Cada vez que sentía una ligera ola de alarma, era instruido para no tratar de evitarla y
más bien, tratar de experimentarla completa y totalmente, fortalecerla y aumentarla.
Globalmente, entre mayor sea la duración de la implosión, mejores serán los resultados.
Especialmente si el tratamiento lo da un terapeuta.
En algunos estudios donde la implosión fue inefectiva, los sujetos, a pesar de todo,
estuvieron menos ansiosos mientras duraba la sesión de tratamiento.
43
Sin embargo, cuando terminaba el experimento, esta mejoría no se generalizaba a la
conducta abierta, mediante una prueba de conducta de evitación.
Lott y Carrera (1958) encontraron que 25 minutos de fantasía implosiva grabada, tenía
poco efecto; pero que 125 minutos, disminuía la evitación.
Luego, se van presentando estímulos sucesivamente "más fuertes", que son tratados en
forma semejante. Este método nos ha dado el poder de superar un gran número de
hábitos neuróticos, a menudo en muy poco tiempo.
44
Nos ha capacitado para tratar estos hábitos en cualquier orden que elijamos y tanto como
queramos. Los efectos autónomos que acompañan a la relajación profunda son
totalmente opuestos a los que son característicos de la respuesta de ansiedad.
Las investigaciones llevadas a cabo en la última década han indicado que la capacidad de
una persona para controlar sus propias acciones, está en gran medida, en función de sus
conocimientos y control de los factores situacionales.
Para ejercer el autocontrol, el individuo debe comprender que factores influyen sobre sus
actos y como puede modificarlos para provocar los cambios que desea. Esta comprensión
requiere que el individuo se convierta, de hecho, en una especie de científico de sí mismo
(Kelly, 1955).
La relación funcional entre conducta y ambiente fue formulada por Goldiamond (1965a)
con la ecuación C = f (x). La conducta de una persona (C), está en función (f) de su
ambiente (x). Es decir, ordenando determinadas condiciones ambientales, posiblemente
se pueda controlar si se produce o no, una determinada conducta.
45
Por mucho que se diga, nunca se exagerara la importancia para la auto-regulación de
esta interdependencia entre la conducta y el ambiente (Bandura,1971b).
Ahora bien, hablamos de autocontrol abierto para dar por sentado que las conductas
pueden verse modificadas por sus consecuencias, esto se aplicara no solo a la conducta
controlada, de la formulación anterior, sino también a las conductas controladoras.
La influencia que ejercen los pensamientos y las imágenes sobre la actividad humana
aparece, repetidamente demostrada, tanto en la historia como en la literatura.
Emile Cove, por ejemplo, popularizo hace 70 años una técnica denominada como "auto-
sugestión", en la que se enseñaba a los individuos a decirse a sí mismos en voz baja
afirmaciones positivas, tales como la famosa frase de "estoy mejorando todos los días, en
todos los sentidos".
Dale Carnegic (1948), Norman Vincent Peale (1960) y Maxwellmaltz (1960), han definido,
así mismo, el "poder de las reflexiones de carácter positivo" junto con una variedad de
técnicas que emplean las auto-alabanzas encubiertas, el modelado y las auto-directrices
(Meta instrucciones).
El estatus científico y las promesas clínicas que encierran estos métodos cognoscitivos de
cambio del comportamiento, se vienen estudiando desde hace solo muy poco tiempo.
Este notable atraso en la investigación de los procesos de carácter encubierto por parte
de los investigadores conductuales, se debe a dos factores:
46
2.- Hasta hace muy poco tiempo, muchos investigadores han considerado que los
procesos cognoscitivos eran, en cierta medida “débil”, poco científica y necesariamente
vaga e incorrecta.
Entrenando al individuo para que actúe como un científico personal, es posible estudiar y
controlar los comportamientos manifiestos (Thoresen,1973a).
Bandura (1969) y otros (Bower, 1970), Kanfer y Phillips (1970), Staats (1972) han
presentado pruebas sumamente convincentes de que los procesos encubiertos no son
solo útiles, sino también esenciales para comprender el complejo comportamiento
humano.
Se considera además, a estos fenómenos, como sensibles a las mismas leyes y principios
empíricamente obtenidos con los acontecimientos abiertos o públicos.
Esta supuesta correspondencia entre los principios por los que se rige la acción
encubierta y la abierta, se denomina "suposición de continuidad u homogeneidad".
Cuando anexamos las palabras abierta o cerrada a la gestalt, aludimos al estado original
de la necesidad, antes o después de resolverla respectivamente. Por ejemplo, cuando
tenemos hambre decimos que tenemos una gestalt abierta; si nos alimentamos hasta
satisfacer el hambre, diremos que cerramos dicha gestalt y ésta desaparece para dar
lugar a una nueva; es un proceso que ocurre continuamente.
47
Desde el punto de vista biológico, siempre estamos abriendo y cerrando gestalten ( plural
de gestalt), dado qué es parte de nuestra supervivencia, pero a nivel psicológico o
emocional si este proceso no se da, origina la neurosis.
En este enfoque se considera que cuantas más creencias falsas, asuntos pendientes o
gestalten abiertas tengamos, más débil se encontrará el Yo y nuestra calidad de vida será
menor en breve existencia si no optamos por resolverlas de una manera sana y al servicio
del propio organismo.
Sin embargo, las creencias falsas están a préstamo y siempre cabe la posibilidad de
regresarlas a sus legítimos dueños, o como señala Chopra: “No siempre lo que
heredamos debemos aceptarlo”
48
En este enfoque se centra la atención en la conducta presente y exige la participación
activa del terapeuta para facilitar en el paciente el proceso del darse cuenta de sí mismo,
como un organismo total que es, aprendiendo a confiar en él y obtener el desarrollo
óptimo de su potencial.
Lo innovador de esta corriente consiste, en que no sólo se ocupa del síntoma, sino en
investigar y favorecer la toma de conciencia de la relación que ésta tiene con lo que le
sucede en ese preciso momento para que pueda tomar el control desde la raíz y
resolverlo de acuerdo a su necesidad.
Este enfoque se ocupa de la existencia total del individuo y sus relaciones, este enfoque
holístico también incluye al ambiente.
Tomando lo que Lafarga mencionó, no podemos olvidarnos que todas las psicoterapias
son válidas, en tanto tengan como fin común el bienestar del ser humano.
Lo que importa, como terapeuta; no es lo qué se haga sino cómo se trabaje y que el
objetivo que tenga sea hacia la auto-realización del individuo.
Parte Pasiva
Parte activa
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Le llamamos parte pasiva debido a que no hay acción del organismo hacia su zona
externa, es decir que sólo se conecta con la zona interna; en la parte activa la energía
organísmica se pone en acción con su campo, dentro de un contexto único e irrepetible, o
sea, se relaciona con la zona externa.
Ya identificadas las partes activa y pasiva colocamos una línea perpendicular y tenemos
cuadrantes, donde se localizan didácticamente las zonas de relación en función del
satisfactor predominante:
Zona externa: va
Continuo de conciencia:
desde la piel hacia
Integración de las tres afuera.
zonas de relación
50
3. La fase de Formación de Figura: Se establece la figura clara de la necesidad y se
concientiza el objetivo de la sensación. En esta etapa el organismo ha diferenciado
lo que le pertenece y necesita satisfacer. Está localizada en la zona intermedia o
de la fantasía.
51
Al finalizar la etapa anterior entendiendo que no ha habido interrupción de la
energía, se vuelve a obtener el estado de equilibrio momentáneo, llamado
también, indiferenciación creativa y es cuando el organismo se encuentra listo
para iniciar el trayecto hacia la satisfacción de una nueva experiencia o gestalt y
así continuar con su crecimiento.
A continuación se muestra un diagrama que facilita la comprensión de lo antes
mencionado.
TÉCNICAS DE LA GESTALT
1. Las T. Supresivas;
2. Las T. Expresivas;
3. Las T. Integrativas.
52
experimente lo que no quiere o lo oculto a fin de facilitar su darse cuenta. 1
Expresar lo no expresado:
1. Maximizar la expresión, dándole al sujeto un contexto no estructurado para
que se confronte consigo mismo y se haga responsable de lo que es. Se
pueden trabajar con inducciones imaginarias de situaciones desconocidas
o raras, para que aflores temores, situaciones inconclusas. También se
puede minimizar la acción no-expresiva.
2. Pedir al cliente que exprese lo que está sintiendo.
3. Hacer la ronda, que el sujeto exprese lo que quiera a cada miembro del
grupo o se le da una frase para que la repita a cada uno y experimente lo
que siente.
Terminar o completar la expresión:
Aquí se busca detectar las situaciones inconclusas, las cosas que no se dijeron
pero pudieron decirse o hacerse y que ahora pesan en la vida del cliente. Una de
las técnicas más conocidas es la "silla vacía", es decir, trabajar imaginariamente
los problemas que el sujeto tiene con personas vivas o muertas utilizando el juego
de roles. También se pueden utilizar inducciones imaginarias para reconstruir la
1
Vásquez Olcese, C. (2003). Psicología Online. Recuperado el 11 de 2011, de Psicoterapia Gestalt; conceptos,
principios y técnicas: http://www.psicologia-online.com/colaboradores/cvasquez/gestalt.shtml
2
Ibidem
53
situación y vivirla nuevamente de manera más sana, expresando y
experimentando todo lo que se evitó la primera vez.
3. Técnicas Integrativas: Se busca con estas técnicas que el sujeto incorpore o reintegre
a su personalidad sus partes alienadas, sus hoyos. Aunque las técnicas supresivas y
expresivas son también integrativas de algún modo, aquí se hace más énfasis en la
incorporación de la experiencia.
Es importante recordar que estos procedimientos o técnicas son sólo un apoyo para lograr
los objetivos terapéuticos, pero que no constituyen en sí la Terapia Gestalt. Lo importante,
lo realmente terapéutico, es la "actitud gestáltica" que se adopte, el reconocimiento de la
importancia de proceso, y el respeto por el ritmo individual del cliente. No empujar el río,
54
dejarlo ser. Tampoco aplicar las técnicas estereotipadamente, son asimilar la filosofía
implícita en el Enfoque Gestalt.
EL EXPERIMENTO EN GESTALT
Es el medio del que nos valemos para conocer las demandas del organismo a pesar de
las limitaciones que le hemos impuesto a nuestro autofuncionamiento. La acción llevada
al sentimiento y a la comprensión nos lleva al descubrimiento de nuevos senderos.
Un ejemplo lastimoso es constatar que en la 1ra. sesión, un terapeuta novato la inicie con
un experimento sin rastreo previo o recabo de información.
Otro error consiste en hacer una fantasía guiada como último experimento faltando muy
poco tiempo para el cierre de la sesión. Es una equivocación debido a que la fantasía por
sí sola no sirve de cierre, sino como medio para luego hacer una vivencia.
3
Salama Penhos, H. (2002). Psicoterapia Gestalt. Proceso y Metodología. (3ra. edición ed.). México:
Alfaomega.
55
Propone un método de conocimiento humanista, en el que se rechaza el absolutismo y
hay una preferencia por la flexibilidad frente a la exactitud racionalista.
Con la influencia del existencialismo se pone énfasis en la existencia, en cómo los seres
humanos viven sus vidas, en la experiencia del ejercicio o de la renuncia a la libertad.
LUDWIG BINGSWANGER
Considera que las personas construyen esos significados mediante la toma de decisiones
de dos maneras:
56
El ser-en-el-mundo tiene estructura y por lo tanto puede ser estudiado, descrito y
rectificado.
La psicoterapia pretende entender el proyecto existencial de la persona.
La psicoterapia procura ayudar a asumir la propia experiencia en toda su plenitud,
descubriendo las formas y áreas de alineación, para recobrar la autoposesión y la
autodeterminación.
ROLLO MAY
Este concepto se origina en la capacidad del hombre para sentirse como sujeto y como
objeto al mismo tiempo. Así el terapeuta puede analizar la conducta del paciente como
objeto y empatizar con su problema como sujeto.
Aceptando este dilema no puede considerarse al ser humano como “puramente libre” o
“puramente determinado”.
CARL ROGERS
57
Rogers (1902-1987) es quizás el más influyente y conocido dentro de la psicología
humanista.
Sin embargo, a pesar de ello, hay quienes piensan que esta psicoterapia se basa
solamente en buenas intenciones, en deseos filantrópicos provenientes de la filosofía
existencialista, y en la bondad del carácter del propio Rogers. Este razonamiento
responde, creemos, más a la ignorancia que a las características intrínsecas del enfoque.
"Que el individuo tiene la capacidad suficiente para manejar en forma constructiva todos
los aspectos de su vida que potencialmente pueden ser reconocidos en la conciencia"
(Rogers, 1972, 1978).
Rogers dice que los consultantes son clientes y no pacientes: porque paciente evocaría
una dependencia y pasividad.
En síntesis, la hipótesis central propone que el ser humano puede, si se le presentan las
condiciones adecuadas, desarrollarse o actualizarse, ampliar sus capacidades y ser
conciente de lo que experimenta a fin de poder auto controlarse. "No se puede manejar
eficazmente lo que no se percibe concientemente", propone Rogers. De allí la necesidad
de ampliar el concepto de sí mismo del cliente, su self, y de incluir en él todo (o casi todo)
lo que vivencia. Pero no se pretende hacerlo actuando sobre él sino, como dice Kinget,
"acompañándolo" en la experiencia, brindándole las condiciones requeridas y dándole
seguridad (Rogers y Kinget, 1971).
58
1) La actitud que tiene el terapeuta, su filosofía operacional básica frente a la dignidad y la
significación del individuo (hipótesis básica)
Las actitudes del terapeuta deben ser trasmitidas de manera indirecta, impregnadas en
las comunicaciones pero no formuladas abiertamente en ninguna de ellas. A veces esto
no es comprendido planamente y por esta razón algunos asumen que la actitud centrada
en el cliente consiste en ser pasivos e indiferentes, en "no entrometerse". Pero ello de
plano es incorrecto y, más aún, es nocivo, porque la pasividad de hecho es asumida como
rechazo; además, suele terminar por aburrir al sujeto al ver que no recibe nada.
El enfoque plantea más bien que el terapeuta debe ayudar a clarificar las emociones del
cliente, ser un facilitador en el proceso de hacerlas concientes, y por ello manejables y no
patológicas. Pero no asumiendo un rol de omnisapiente y todopoderoso, que lleva al
cliente de la mano diciéndole "Yo te acepto" y devolviéndole "masticadito" el material que
éste le proporciona.
Si hay respeto sincero y absoluto, procurará más bien que sea el cliente quien dirija el
proceso. En este caso las intervenciones del terapeuta se plantearán como posibilidades,
casi como ecos del material expuesto, y no como juicios de valor, afirmaciones o
interpretaciones.
La imagen del eco puede servir para comprender el fenómeno: un eco es una
reproducción amplificada y modulada (que implica una adecuada percepción y una buena
dosis de empatía frente a lo reproducido), algo que suena igual y diferente al mismo
tiempo, y que permite al emisor una recaptación novedosa y más completa del mensaje
emitido (ahora es a la vez emisor y receptor de sí mismo, y ya no sólo emisor). Además,
el eco supone un "algo" en comunidad con nosotros, otra persona (un alter-ego) que nos
escucha y reproduce y/o reformula nuestros mensajes en un ambiente de aceptación.
En este diálogo con el terapeuta (que es en esencia un diálogo conmigo mismo) empiezo
a sentirme aceptado, puesto que diga lo que diga, haga lo que haga, sólo recibo como
eco empatía y calidez, en lugar de consejos, diagnósticos o interpretaciones; así, me doy
cuenta paulatinamente que no soy tan malo, tan raro o diferente como creía, y empiezo a
permitir que mi capacidad de crecer se vaya abriendo paso.
59
Según Rogers, cuando las condiciones terapéuticas están presentes y se mantienen, es
decir que:
Los sentimientos que expresa se refieren cada vez más al estado de desacuerdo
que existe entre ciertos elementos de su experiencia y su noción del Yo.
La imagen del Yo (sí mismo, self) cambia, se amplía, hasta permitir la integración
de elementos de la experiencia que no se hacían concientes o se deformaban.
El cliente es cada vez más capaz de sentir y admitir la aceptación del terapeuta sin
sentirse amenazado por esta experiencia.
60
La valoración de su experiencia se hace cada vez menos condicional, y se lleva a
cabo sobre la base de experiencias vividas. El cliente evoluciona hacia un esta-do
de acuerdo interno, de aceptación de sus experiencias.
Las características personales que Rogers considera necesarias en todo buen terapeuta
que intente instrumentalizar su enfoque son las siguientes:
a) Capacidad empática;
b) Autenticidad
c) Consideración positiva incondicional
Ello induce a pensar que el terapeuta centrado en el cliente no puede ser una persona
común y corriente, sino alguien especial, que cuenta con la tranquilidad y la coherencia
internas propias de la persona autorrealizada, autorrealización que intentará contagiar al
cliente. Sin embargo, no debe verse al terapeuta como una persona superior; es alguien
que sencillamente ha logrado dar libre paso a su capacidad de actualización, y que por lo
mismo puede manejar con más eficacia y productividad su campo experiencial y ayudar a
que los otros también lo hagan.
La segunda fase hace énfasis en las técnicas una vez que se han aclarado las actitudes
del estudiante.
La cuarta fase señala que el estudiante debe ejercer la práctica psicoterapéutica desde el
momento mismo en que ésta sea practicable.
Hay aplicaciones de esta concepción en diversas áreas como la clínica, la educación, las
relaciones de pareja, la ludo terapia, la dinámica de grupos (los famosos grupos de
encuentro), etc. Cubre un amplio espectro de edades, desde niños de dos años hasta
ancianos. Y esto es posible, creemos, porque el enfoque no directivo o centrado en el
cliente constituye además de una técnica, aplicable a tal o cual problema, una concepción
del ser humano y de las relaciones interpersonales. Por ello trasciende los linderos del
61
consultorio para conformar una teoría sobre el "buen vivir", esto es, sobre el vivir
plenamente, en constante superación, abiertos a todas las experiencias, sin miedo, con
capacidad de elección y de responsabilizarnos por lo elegido. 4
El Dr. Eric Berne (1910-1970), médico psiquiatra, fue el fundador, principal creador e
innovador del Análisis Transaccional. Elaboró su modelo a partir de sus observaciones en
la psicoterapia de grupo a principios de los años cincuenta.
Cada persona decide en su primera infancia, cómo vivirá y cómo morirá, y a ese plan
inconsciente que lleva en su cabeza, lo llama: Guión. El guión es el concepto central de
la teoría de Berne, ya que incluso el análisis de transacciones responde a la comprensión
del guión. Comparable con el guión teatral, conociendo el argumento y quién es el
personaje, se puede saber cuál será su desenlace, cuál será su rol, si será el chico
bueno, o el malo, el triunfador o el fracasado.
El objetivo del análisis de guiones es encajar el plan de vida del paciente en la gran
psicología histórica de toda la raza humana, para comprenderlo más objetivamente ya
que históricamente, todos los niños del mundo han tenido que enfrentarse con el mismo
tipo de problemas. Conociendo algunos elementos del guión, podemos predecir el
desenlace y esto es de suma importancia en los guiones llamados “hamárticos” en los que
el desenlace es soledad, presión, locura o muerte.
Las personas llevan sus guiones dentro de sus cabezas, en forma de voces paternas
diciéndoles lo que han de hacer o no han de hacer, y en forma de imágenes infantiles
“como les gustaría ser”. Ese plan para el futuro está trazado siguiendo instrucciones de la
familia. Usa los circuitos que ya están construidos y los organiza de una manera
determinada para conseguir ciertos resultados o saldos.
4
Vásquez Olcese, C. (s.f.). Psicología Online. (R. E. Psicológica, Ed.) Recuperado el 19 de 02 de
2012, de Aproximación a la psicoterapia de Carl Rogers:
http://www.psicologia-online.com/colaboradores/cvasquez/rogers.htm
62
El niño descubre lo que sus padres quieren de él y se adapta. Esta adaptación infantil a la
realidad y requerimiento familiar suele ser inadaptada en la adultez, edad en la que el
individuo quisiera tomar decisiones y se da cuenta de sus limitaciones inconscientes para
hacerlo.
Estas limitaciones proceden de sus “mandatos” internos, que no son otra cosa que
órdenes parentales negativas. La contrapartida de las órdenes son los permisos.
Es también su “niño” quien en la primera infancia decide qué sentimientos va a fomentar,
qué sentimientos son indiferentes para su familia y cuáles serán aceptados. El sentimiento
favorecido, se convierte en su reflejo condicionado y constituye su truco (rebusques). Casi
todos los sentimientos de enejo, de amor propio herido, de culpabilidad, de miedo y de
impotencia son rebusques.
Hay emociones que son auténticas y cumplen una función en el organismo que es
ecológica: la tristeza sirve para llorar un duelo de algo perdido; la rabia para defenderse y
poner límites; el miedo para protegerse; el afecto para cargar la batería humana; y la
alegría para compartir la emoción como ser social. Los rebusques son emociones
“inauténticas” que en general enmascaran el sentimiento real con lo cual nunca tienen un
curso adecuado. Estos rebusques, en general saldo de los juegos psicológicos, son los
que justifican a un individuo para cumplir con el argumento de vida. Por ejemplo: “Si no
fuera por mi marido que no me deja estudiar, yo sería profesional”.
Los rebusques, son falsas emociones que se juntan y se suman, como quien colecciona
un álbum de estampillas, y de esa manera justifican un desenlace argumental, diez
estampillas, justifican una pelea, cincuenta, un divorcio, cien un cáncer.
Hay guiones de fracaso y guiones de triunfo. Un triunfador es una persona que cumple su
contrato el mundo y consigo mismo. Alcanza sus objetivos. Un triunfador sabe lo que hará
a continuación si pierde. Un fracasado no sabe lo que hará si pierde, pero habla de lo que
hará si gana. Para Berne la resistencia a estar bien es perder las ventajas que ofrece el
estar mal. Y la dificultad del paciente para aceptar los premisos del terapeuta está dada
por la creencia de que si lo hace, su madre (la que está en su cabeza) lo abandonará.
Prefiere estar mal con síntomas que solo.
63
del Yo. Del análisis de estas interacciones, mediante los contratos terapéuticos, se
pueden corregir patrones disfuncionales e improductivos del comportamiento a los que se
llama “juegos”. Estos tienen por objeto recibir “caricias” (así llama al reconocimiento de los
otros).
Estados del Yo
El Padre: Es la conducta impuesta en la niñez por los padres o sus sustitutos. Se repite
sin analizar si es apropiada al momento presente.
Anclada en el pasado, es rígida y predecible. Utiliza el estilo imperativo. Representa “lo
que se supone que se debe hacer”.
El Niño: Es la parte primitiva. Obra según los sentimientos y las emociones. No es una
conducta responsable, sino que actúa en función de creencias mágicas. Es la ternura y el
egoísmo, el miedo y la valentía, la alegría y la tristeza. Todas las mociones y la
creatividad. Sus expresiones son quiero, no quiero, me gusta, no me gusta, etc.
Representa “lo que gusta hacer”.5
TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN
Según Berne, las personas tienen tres “hambres” básicas principales : de estímulos, de
reconocimiento y de estructura.
64
(caricias negativas de lástima) o agredirla con el gesto, con palabras o con golpes
(caricias negativas agresivas). Una persona puede llegar a preferir recibir caricias
negativas a estar sin estimulación y reconocimiento: es lo que sucede dentro de algunos
niños a quienes sus padres sólo atienden cuando hacen trastadas o en algunos adultos
que concurren a programas televisivos donde los organizadores y el público los degradan.
Considerando que hay transacciones que las personas pueden establecer en un nivel
manifiesto o nivel social y en uno oculto o nivel psicológico, al representar a cada
participante por medio del diagrama de los estados del yo y a cada elemento de la
transacción (estímulo o respuesta) mediante una flecha, podemos representar los tipos de
transacciones.
Simple complementaria: establecida en un solo nivel, están implicados dos estados del
yo y uno de los participantes responde desde el estado del yo al que el otro participante
ha dirigido el estímulo y hacia el estado del yo que lo ha emitido.
65
Ulterior angular: la persona que emite el estímulo lo hace, en nivel social o manifiesto,
hacia un cierto tipo de estado del yo y en el nivel psicológico u oculto hacia otro tipo de
estado del yo. Quien lo recibe puede responder de modo complementario desde uno u
otro de los estados del yo estimulados hacia el estado emisor.
Estímulo nivel social (Es): “Me gustaría que tomáramos otro café, pero no me queda
dinero”.
Ulterior doble: quien estimula, lo hace en el nivel social manifiesto, hacia un cierto tipo de
estado del yo y en el nivel psicológico u oculto hacia otro tipo de estado del yo. Quien lo
recibe también responde en dos niveles, desde los estados del yo estimulados a los
estados emisores.
66
Respuesta nivel psicológico “¡Vamos!”.
Berne estima que las seis formas básicas de estructurar el tiempo a corto plazo son el
retraimiento, los rituales, las actividades, los pasatiempos, los juegos y la intimidad.
UN MÉTODO DE PSICOTERAPIA
67
por un estilo de vida con autonomía, resultante de la conciencia, la espontaneidad y la
intimidad.6
Esta terapia, que hoy prefiere denominar su autor Terapia de Conducta Racional-Emotiva
(REBT) (Ellis, 1999a), incluye habitualmente muchos procedimientos cognitivos,
emocionales y conductuales integrados bajo una visión holística del proceso. Es
precisamente el aspecto conductual, la acción como motor de cambio, lo que le faltaba a
sus anteriores denominaciones (Terapia Racional y Terapia Racional Emotiva); las
alteraciones en la conducta tienen una estrecha relación con el cambio de ideas
saludables por ideas imperativas de tipo absolutista, por ejemplo: deseo tener éxito por
tengo que obtener el éxito (Ellis, 1999a).
Este enfoque propone que las creencias e ideas irracionales, a las que el individuo está
predispuesto biológicamente, son responsables de las perturbaciones emocionales y
conductuales de la persona. Se puede considerar como uno de los intentos más atrevidos
de introducir la lógica y la razón en el Counseling (Patterson, 1978).
68
de una filosofía más racional. Las once creencias irracionales que constituyen con más
frecuencia la base de los trastornos emocionales, según Ellis (1977), son las siguientes:
2) Tenemos que ser perfectos y totalmente competentes, consiguiendo todo lo que nos
proponemos, para poder considerar que somos valiosos.
3) Hay personas que son “malas” y tienen que ser culpadas y castigadas.
10) Tengo que preocuparme bastante y constantemente por los problemas de los demás.
11) Cada problema sólo admite una solución, la cual debemos encontrar puesto que lo
contrario sería catastrófico.
Estas son las ideas que tradicionalmente han considerado más extendidas, que además,
según este autor, responden a una tendencia de tipo biológico. Frente a ellas, se puede
optar por ideas y creencias racionales, que facilitaran el abandono de un pensamiento
ilógico, en favor de la superación del trastorno emocional.
El esquema teórico presentado por Ellis en 1962 y conocido como ABC justifica este
procedimiento de intervención.
Los factores o variables “activadores” (A) repercuten en la respuesta del individuo (C),
pero lo hacen mediados por el conjunto de creencias y verbalizaciones (B) que el sujeto
tiene sobre A. Es decir, A activa B, y éste, es responsable directo de las consecuencias
emocionales, cognitivas y conductuales C.
69
Este protagonismo atribuido a las ideas y creencias del sujeto en el proceso planteado,
justifica el trabajo terapéutico sobre la forma que tiene éste de interpretar los
acontecimientos. El individuo actúa seleccionando características y aspectos de los
acontecimientos de una forma sesgada por sus creencias.
Se intenta que las auto-verbalizaciones que realice la persona sobre los acontecimientos
se ajusten a la realidad, considerando que las creencias racionales permiten generar
conductas de autoayuda más positivas frente a las creencias e ideas irracionales que
conducen al fracaso y a una infelicidad.
70
La intervención del terapeuta en este proceso se puede definir como una enseñanza
directiva; discutiendo las ideas irracionales del paciente y animándole a cambiarlas por
otras más racionales.
Son numerosas las técnicas cognitivas, conductuales y emocionales que pueden ser
utilizadas durante la terapia: Ensayo de conducta, entrenamiento en habilidades sociales,
desensibilización en vivo, técnicas humorísticas, etc.
En la última fase se dedica a un análisis y debate particular sobre las ideas irracionales
detectadas a lo largo de todas las sesiones. Va adquiriendo así práctica e independencia
sobre esta labor aprendida.
El proceso acaba cuando el sujeto ha cambiado su filosofía inicial por otra más racional
que le permitirá en el futuro utilizar las adecuadas estrategias de detección, debate y
rechazo de posibles creencias irracionales.7
La Bioenergética, pues, constituye en sí misma una psicoterapia puesto que cumple con
los requisitos exigibles a una técnica para poderla denominar de este modo: hay un
paciente y hay un terapeuta que instruye al primero, actuando específicamente como un
guía en el viaje al descubrimiento y conocimiento de si mismo por parte del paciente,
utilizando como vehículo y punto de partida el cuerpo y sus manifestaciones energéticas,
de aquí que la bioenergética pueda ser considerada como una psicoterapia que utiliza
técnicas corporales como estrategias de conocimiento.
El propio nombre con que quedan denominadas las técnicas utilizadas por el terapeuta:
“Bioenergética”, no se circunscribe solamente a la terapia, sino que abarca toda una
7
Miranda Páez, J. (Julio de 2000). El modelo de la Terapia de la Realidad: Evaluación de sus constructos.
Recuperado el 12 de Julio de 2012, de Scribd: http://es.scribd.com/doc/92037059/terapia-de-realidad
71
concepción teórica del mundo y del hombre, del mismo modo que el psicoanálisis, en este
mismo sentido amplio, no es solamente terapia analítica sino también una teoría acerca
del hombre, cosa que ocurre en la totalidad de las teorías y escuelas psicoterapéuticas.
Los organismos sólo son capaces de funcionar si hay equilibrio entre cargas y descargas
de su energía. Toda actividad es una expresión del ser del sujeto. El individuo se expresa
a sí mismo en sus acciones. Cuando son apropiadas y libres le produce placer y
satisfacción la descarga de su energía. Este placer estimula al organismo a una mayor
actividad metabólica produciéndose una respiración profunda y completa que carga de
energía al sujeto. Pero cuando esta capacidad de expresarse está limitada por fuerzas
internas se reduce la capacidad del placer y disminuye la carga de energía. Para cargarse
de energía no basta solo con la respiración, es imprescindible abrir los canales de auto
expresión; carga y descarga funcionan como una unidad por lo que la bioenergética las
toma en cuenta para elevar el nivel de energía individual.
72
La psicoterapia bioenergética parte de la base de que el organismo humano está
constituido por una serie de zonas que pueden ser representadas mediante círculos
concéntricos. Estas capas son, desde la más externa a la más interna, las siguientes:
Lecho del yo
Lecho muscular
Lecho emocional
Núcleo o centro ( corazón)
Quien experimentó esta ansiedad siendo muy niño, desarrolla numerosas defensas para
proteger su corazón, del peligro de un trastorno en su funcionamiento. Podemos ver en
este punto un paralelismo con las opiniones de Melanie Klein, quien sostiene que durante
el primer año de vida del niño se incrementan una serie de ansiedades (persecutorias y
depresivas), frente a las cuales el sujeto levantará defensas para moderar su intensidad o
anularlas por completo.
“Es una técnica terapéutica, cuyo objeto es ayudar al individuo a recuperarse juntamente
con su cuerpo y a gozar en el mayor grado posible de la vida corporal. En este campo de
interés sobre el cuerpo se incluye la sexualidad, que es una de sus funciones básicas.
Pero además comprende las funciones más fundamentales todavía de respirar, moverse,
sentir y expresarse a sí mismo (...) La Bioenergética es la aventura del descubrimiento de
sí mismo” (Lowen, 1.975).”
A pesar de los diferentes nombres con los que pueda ser denominada dicha energía por
las diferentes corrientes de pensamiento -orgona para Reich- hay algo único en esa
73
energía y es que todo proceso requiere de ella para poder ser realizado y no ser
interrumpido.
Pero cuando esta capacidad de expresarse, y las actividades auto expresivas del sujeto
están limitadas por fuerzas internas se reduce la capacidad de placer, los niveles de
satisfacción y disminuye la carga de energía.
Para cargarse de energía no solo basta con la respiración, se necesita abrir, con plenitud
y espontaneidad, los canales de la auto expresión. Carga de energía mediante
respiración oxigenadora y descarga energética auto expresiva (que podrá ser
enriquecedora de los procesos metabólicos del sujeto o por el contrario empobrecedora
de los mismos) funcionan como una unidad. Considerando –la Bioenergética- a esta
unidad como base para elevar el nivel de energía individual. Al resolver un conflicto
interno se eleva el nivel de energía. Se carga mayor energía mediante profundización de
la respiración oxigenadora y el enriquecimiento de los procesos metabólicos ocasionados
por la placentera vivencia y se descarga, igualmente, más energía en actividades, auto
expresivas, placenteras, satisfactorias y creadoras.
Toda terapia se encuentra con que las estructuras sociales, la cultura vigente y el entorno
con los que se encuentra el ser humano en la sociedad actual no poseen la orientación
que posibilite la actividad creadora, placentera, gozosa y equilibradora de los individuos,
ocasionando esta situación el afloramiento de múltiples inhibiciones de la auto expresión.
La auto expresión comprende las actividades libres, naturales y espontáneas del cuerpo.
Pero las acciones y los movimientos corporales no son las únicas modalidades de la auto
expresión. La forma y contorno del cuerpo, sus matices de color, el cabello, los ojos y los
sonidos identifican no solo a la especie, sino también al individuo. Identificando también a
la especie y al individuo los sonidos y los olores.
La vida emocional del sujeto depende de la movilidad de su cuerpo que está en función
de la expansión de la excitación, cualquier trastorno en esta reduce la movilidad del
74
cuerpo por lo que debemos dejar que la excitación fluya, así seremos más resistentes a
influencias negativas, y seremos una origen de influencias positivas para los demás, al
estar más cargados de energía.
Mediante estos ejercicios alcanzará el sujeto la armonía exterior que, siempre, depende
de la armonía interior, la cual puede lograse combinando los diversos movimientos
corporales, con una adecuada técnica respiratoria.
Este es el objetivo de la Bioenergética: lograr la armonía interior, a través del cuerpo, por
medio de los ejercicios corporales.
La Bioenergética tiene como antecedente la terapia de Reich; este fue maestro de Lowen,
el cual asistió a las sesiones terapéuticas de Reich, para posteriormente independizarse,
apartándose de las concepciones de su maestro y dando inicio a lo que habría de
denominar Bioenergética.
75
La estrategia de la Bioenergética consiste en colocar al individuo en una postura física de
“estrés” denominada “arraigamiento” para comenzar así el Análisis Bioenergético.
Una vez detectados los nudos, bloqueos, etc., el terapeuta propone ejercicios adecuados
para la liberalización de las tensiones visibles por medio de respiración, actuación en las
corazas, almacenamientos de energía, etc., de esta manera el paciente pasa del
movimiento voluntario que realiza en el ejercicio a un movimiento involuntario que se
produce al relajarse los músculos y al circular la energía, el cual suele ir acompañado de
vibraciones.
Cuando el individuo percibe sensorialmente como se relaja o reduce una tensión, toma
conciencia de cómo esa tensión tenía un efecto compensatorio defensivo. Además hay
que tener en cuenta que cualquier conflicto precoz puede originar una tensión corporal,
pero la resolución intelectual del conflicto no lleva implícita una transformación o anulación
crónica. 8
La terapia breve también comprende, una actividad que sea dirigida cuidadosamente
hacia la meta, como la de las terapias de mayor duración.
8
García Jímenez, J. (s.f.). La Bioenergética; el cuerpo, la expresión y la terapia. Recuperado el 09 de 07 de
2012, de Psicotecnia.Com: http://www.psicotecnia.com/La%20Bioenergetica.pdf
76
En principio la psicoterapia breve puede ser aplicada a cualquier clase de problema
emocional, sin embargo más adelante hablaremos de algunas de sus excepciones.
La psicoterapia breve aplicada en situaciones distintas a las de una crisis tiene algunas
ventajas sobre la tradicional. Evita la consecuente dependencia de la terapia a largo
plazo. El tratamiento proporcionado en forma abreviada, con algún alivio de un disturbio
agudo, puede prevenir su aparición crónica. Si se dispone de terapia breve en un disturbio
agudo, probablemente ésta resultará mucho más eficiente que cualquier otro tratamiento
iniciado después de que la repetición ha hecho su efecto.
Existe también la ventaja económica del costo menor para el individuo. Dondequiera que
la sintomatología interfiere con el desempeño de las tareas sociales y ocupacionales del
individuo, la psicoterapia breve le proporcionará un medio de minimizar la alteración de su
vida y la de su familia o unidad económica.
Lindemann definió la intervención en crisis como “un estado provocado cuando una
persona encara un obstáculo a las metas importantes de su vida, que por un tiempo,
resulta inmanejable por medio de la aplicación de los métodos usuales para resolver
problemas. Sigue un período de desorganización y de perturbación durante los cuales se
hacen diversos intentos que abortan en la solución del problema. Eventualmente se
consigue algún tipo de adaptación que puede o no ser de interés para la persona y sus
parientes” Una teoría de intervención en crisis desarrollada subsecuentemente en la cual
algunos autores ven distintas a las terapias breve y de emergencia.
77
La eficacia de aplicar la psicoterapia breve en una amplia variedad de problemas
personales y emocionales: depresiones, estados de ansiedad, despersonalización,
desórdenes somáticos, disfunciones sexuales, crisis y emergencias de muchas clases y
problemas específicos de la edad, tales como el envejecimiento, las aflicciones y el luto,
entre otros, se deriva de la claridad de conceptualización necesaria para su práctica.
El terapeuta que quiera utilizar la terapia breve debe tener en cuenta los siguientes
elementos que le permitirán identificar si su consultante es un buen candidato para este
tipo de terapia:
a) evaluar en primera instancia la severidad del problema del consultante (este tipo de
terapias no son aconsejables para trastornos clínicamente significativos ni para personas
que tienen varias patologías);
b) tomar decisiones acerca del objetivo de la terapia, el cual debe ser definido de manera
específica;
d) explorar la disposición del consultante para el cambio (Dulmus & Wodarski, 2002).
El uso de esta estrategia terapéutica tiene una amplia aplicación en la práctica clínica
diaria, pues gran cantidad de las problemáticas abordadas en la consulta psicológica hace
referencia a excesos o déficit en el comportamiento, así como a experiencias emocionales
negativas producto de eventos transitorios o incertidumbre ante situaciones que
involucran decisiones importantes en la vida de las personas.
El origen de la terapia breve se encuentra en la orientación hacia el logro del insight como
el objetivo principal en la psicoterapia psicodinámica (Bellack & Siegel, 1983; Golfried,
78
Greemberg & Mamar, 1990), el interés en el aquí y el ahora de la terapia conductual y el
establecimiento de una relación terapéutica empática de la terapia centrada en el cliente.
La terapia breve está encaminada a fomentar la autoeficacia de las personas para lograr
la disponibilidad del cambio. En la medida en que una persona incremente su sentido de
competencia y eficacia en un contexto específico a través de la terapia, tendrá mayor
disponibilidad de cambio y se obtendrán resultados positivos.
En síntesis, la terapia breve debe ayudar a los consultantes a comprender que ellos
originan sus problemas emocionales y conductuales incitados por sus propias creencias;
en consecuencia, son ellos quienes pueden cambiarlos (incremento de la tendencia
motivacional y de la intención de cambio). Por esto, deben fijarse metas y encontrar
razones para modificar o interrumpir sus comportamientos problema e identificar las
situaciones con mayor probabilidad de presentar la conducta problema, para desarrollar
estrategias que les permita enfrentarse a ellas (inicio de la acción).9
Binder establece los siguientes conceptos básicos para una terapia breve que considera
característicos de una buena psicoterapia:
9
Hewitt Ramírez, N. y. (2009). La terapia breve: una alternativa de intervención psicológica efectiva. Avances
en Psicología Latinoamericana , 27 (1), 165-176.
79
Problemas y metas concretos: es necesario articular, juntamente con el paciente, el foco y
los objetivos del tratamiento que deben ser concretos y específicos. Un foco consistente
en los problemas más sobresalientes y las metas específicas es característico de una
buena terapia, independientemente de su longitud.
Límites y manejo del tiempo: terapeuta y paciente deben focalizarse en los temas
relevantes y el terapeuta debe estar alerta para facilitar una colaboración productiva con
el paciente.
Actitud del terapeuta: El buen terapeuta debe favorecer un diálogo activo con su paciente
y para ello debe:
También selecciona y explica los datos clínicos, planea qué hacer y evalúa las
consecuencias de un diálogo terapéutico más extenso.
Esto facilita la alianza terapéutica ya que en psicoterapia breve hay poco tiempo para
establecerla.
Estimación rápida: debe ser una prioridad desde el comienzo del tratamiento. Nos permite
conocer mejor al paciente, entenderle y poder focalizar el tipo y contenido de las
intervenciones.
Terminación: en terapia breve el apego no es tan estrecho como en las terapias más
largas por lo que la negociación del final de la terapia será menos estresante.
Primera sesión: La historia es el estado presente del pasado. Al llegar un nuevo paciente
es esencial hacer una historia exhaustiva. Pero esta historia debe estar primero
relacionada con lo que lastima actualmente al paciente; esto es, la queja principal y las
secundarias.
10
Binder, L. (2004). Competencias clave en psicoterapia breve dinámica: la práctica clínica más allá del
manual. New York: Guilford Press Inc.
80
De igual manera es en esa sesión donde se debe establecer la alianza terapéutica y el
tiempo que durará el tratamiento, también se informa al paciente que el tiempo de sesión
será de 45 a 50 minutos y el costo.
Segunda sesión: Comenzará con la pregunta de lo que el paciente pensó, sintió y soñó
después de la 1ra. Sesión. Esto ayuda a mantener una continuidad como parte de la
técnica terapéutica. Es importante preguntar al paciente sobre sus sueños y pedirle que
no se asuste de ellos. Los sueños siguientes a la sesión probablemente van a revelar
mucho acerca del fenómeno de la transferencia, entre otras cosas.
Tercera sesión: Se sigue el mismo proceso, cuando el paciente parece demostrar alguna
mejoría. Es también el momento de trabajar con cualquier ansiedad de la separación,
mencionando otra vez la separación inminente y diciendo que esta separación pueda
posiblemente ser tan amenazante como para que las cosas empeoren otra vez.
Cuarta sesión: Frecuentemente produce un paciente que se siente peor. Trabajando con
estos sentimientos, el paciente y el terapeuta pueden cubrir el material previo, la relación
con el terapeuta y la ansiedad de la separación. El facultativo debe repetir otra vez que
desea saber del paciente y que estará disponible para él si lo necesita.
De esta forma, la terapia en cinco sesiones se cambia a una de seis, o, como se pondrá
de manifiesto en cuando menos uno de los casos, en una terapia de ocho sesiones, o de
cualquier número que realmente se necesite.
En la mayoría de los casos, aún con su aparente rigidez, el modelo de terapia de cinco
sesiones funciona sumamente bien. (Bellak, 1980)
81
de rechazarlas ideas psicoanalíticas que rodeaban su trabajo como terapeuta; así
comenzó a desarrollar los principios de la R.T. con la colaboración de su maestro G.L.
Harrington, a principios de los años sesenta. Con base en un modelo de necesidades
psicológicas, la finalidad fundamental de esta técnica es ayudar al cliente a conseguir un
mayor control sobre su comportamiento, orientándole y enseñándole a elegir, de forma
más responsable y adaptativa, entre diferentes opciones de conducta para satisfacer sus
necesidades básicas psicológicas.
Glasser sostiene que aunque todos los sujetos tienen las mismas necesidades, existen
grandes variaciones en el ámbito individual en la capacidad para satisfacerlas (Glasser,
1965, 1998).Esta premisa también aparece en la concepción relacional de la motivación
de Nuttin (1980), donde el aspecto innato de las necesidades (relaciones individuo-
ambiente) no impide que la orientación del comportamiento se encuentre modelada por
factores experienciales y situacionales provocando la diferenciación de éste.
Cuatro de las necesidades básicas que sostiene la Terapia de la Realidad son de carácter
psicológico: La necesidad de Pertenencia y amor, la necesidad de Poder, la necesidad de
Libertad y la necesidad de Diversión o expansión. Junto a estas necesidades
psicológicas, se postula una necesidad básica de carácter biológico: la necesidad de
Supervivencia.
82
Ante esta última, teóricamente quedarían subordinadas las demás necesidades básicas
en un sentido evolutivo (Glasser, 1984).Esta premisa no estaría necesariamente en
desacuerdo con la concepción relacional que propone Nuttin (1980); que evita la
subordinación de necesidades psicológicas a necesidades biológicas, ya que, concibe la
complejidad de las necesidades en función de la complejidad del funcionamiento de un
ser vivo.
LA TOTALIDAD DE LA CONDUCTA
Desde la R.T., la conducta se entiende como una totalidad (conducta total) que incluye
cuatro componentes en permanente equilibrio: acciones, cogniciones, sentimientos y
procesos fisiológicos; ese equilibrio se refiere a la consistencia cualitativa que deben
guardar estos aspectos, evitando la discordancia entre ellos.
Parece que el sujeto llega incluso a deformar ciertos datos perceptuales sobre sí mismo,
para poder mantener su concepción de sí. El resto de componentes de su conducta
intentará ser acorde con esas cogniciones.
Es esa conducta total la que se considera como un intento de satisfacer las necesidades
psicológicas básicas comunes a todos los sujetos. Se orienta en cierta dirección
manifestando así la motivación es propositiva, y se regula internamente en función de los
objetivos personales establecidos. Mediante su comportamiento, el sujeto intenta alcanzar
unos resultados que se ha propuesto, según su particular visión de la realidad.
Aunque desde sus comienzos la base teórica de esta terapia ha sufrido revisiones, la
esencia de la técnica terapéutica no se ha modificado sustancialmente y hoy en día,
básicamente, se sostiene en los mismos pilares de sus orígenes. El carácter
fenomenológico de esta terapia que venimos aludiendo, se comienza a gestar en el primer
libro de Glasser (1960)donde encontramos como antecedente de los constructos que
posteriormente conformarían su modelo, la siguiente idea: la persona siente o reacciona a
83
como su ego percibe la situación real, no a la realidad de la situación tal y como los
demás pueden verla.
Con base en su modelo, la terapia parte de ciertos principios básicos que podemos
resumir así (Glasser, 1998):
Glasser ofrece la Teoría de la Elección como alternativa a lo que denomina Psicología del
control externo (Glasser, 1998); refiriéndose a la Psicología tradicional con la que
habitualmente opera el ser humano y cuya premisa describe como: "Castiga a quienes se
portan mal para que hagan lo que decimos que está bien". La Teoría que sirve de base
para la Terapia de la Realidad supone un cambio de la Filosofía del control externo,
incluso en el sentido común, hacia la responsabilidad sobre nuestra propia conducta y las
consecuencias de la misma; resaltando el componente electivo versus reactivo.11
2.3.6 Transpersonal
Una terapia transpersonal será aquella que finalmente nos ponga en contacto con nuestra
identidad esencial. En realidad, el término trans-personal hace referencia a lo que está
más allá de la persona.
Desde esta perspectiva, la terapia es un viaje que se hace “acompañado” y cuya meta es
“el sí mismo profundo” con todas sus sanadoras consecuencias. Por tanto, en psicología
transpersonal, el término “terapeuta” significa “acompañante” y lo que realmente resuelve
problemas es el crecimiento personal y la expansión de consciencia.
84
cuestión de su propia vida y sentirse orientadas hacia un desarrollo integral que dé
sentido a sus vidas.
Antes un trazar un plan y como punto de partida, toda terapia comienza por ayudar al
sujeto en conflicto a poner fin al grado de sufrimiento que pueda padecer. Posteriormente
y, una vez restablecido un cierto nivel de equilibrio emocional, el terapeuta transpersonal
guía en el proceso de apertura de sus dimensiones interiores y, para ello, el plan
terapéutico puede desarrollarse en tres etapas:
El ejercicio de la creatividad.
El ámbito de la intuición.
85
La visión de lo que en realidad somos.
La capacidad de amar sin objeto, como estado de conciencia del propio sujeto.
El sentimiento de trascendencia.
La terapia transpersonal es una forma de "Yoga Integral". Por "Yoga Integral" se entiende
al crecimiento desde las áreas:
Respiración consciente.
Estados de relajación profunda en los que se accede a áreas mentales que saben
"lo que está pasando".
Ejercicios de "regresión" hacia etapas anteriores en búsqueda de raíces y causas
de patrones conductuales no deseados
Ejercicios de identificación con el Testigo interior
Observación y análisis de los procesos cognitivos de cada miedo.
La práctica de la meditación ZEN.
86
El sujeto ha devenido consciente de la capacidad de convertir su problema en una
oportunidad de crecimiento y auto-consciencia. Un ser humano nuevo que ha ensanchado
su horizonte interior e incrementado su capacidad de ser feliz.
La evolución del "Homo Sapiens" apunta hacia el despertar del "Homo Lucens" y del
"Homo Amans" algo que, en realidad, nunca hemos dejado de ser y de lo que estamos
deviniendo conscientes.12
3. Psicoterapia Infantil
87
La entrevista es uno de los instrumentos indispensables para el psicólogo como hemos
visto anteriormente. La entrevista clínica se emplea con la finalidad de “comprender” aun
individuo o un grupo de individuos.
Como lo señala Arfouilloux (1977), aparentemente no hay nada más fácil que
entrevistarse con un niño, podría pensarse que con sólo tener intuición, sentimientos y
simpatía, bastaría para establecer la relación con el menor. Sin embargo, la experiencia
demuestra que aparte de las cualidades personales que evidentemente intervienen, la
situación de entrevista moviliza en el niño y en el entrevistador todo un conjunto de
fenómenos subjetivos que influyen en la relación y organizan el intercambio que se da en
ese proceso.
Existe un sinnúmero de literatura acerca del desarrollo del niño, de sus distintos modos
de expresión (lenguaje, juego, dibujo), pero hay relativamente pocos trabajos sobre la
manera en que los utiliza en su relación con los demás, lo que pone de manifiesto la
dispersión y falta de método de los distintos modos de abordar al niño.
13
Dührssen, A. (1966). Psicoterapia de niños y adolescentes. México: Fondo de Cultura Económica.
88
Lo anterior nos lleva hacer una serie de observaciones que debemos tomar en cuenta
cuando se trata de la entrevista con niños.
Otro aspecto importante en el que puede diferenciarse la entrevista del niño de la del
adulto es el tiempo. Para el niño puede resultar cansado estar con el psicólogo 50 minutos
o una hora, lo que tradicionalmente dura una entrevista, por lo que pueden tenerse
entonces sesiones más cortas con él. Aunque esto puede ser variable de acuerdo con la
edad del niño, cada caso es diferente. A veces el darle una sesión de duración
determinada en un día establecido, constituye ya un paso enorme en el caso de un niño
que no es tomado en cuenta por sus padres, o que no le ponen límites claros.
Al llevar a cabo la entrevista deben tomarse en cuenta algunos supuestos en relación con
la estructuración subjetiva. Freud (1983), como ya se sabe considera que el niño se
estructura en una situación edípica triangular. Esto lo han reconsiderado y ampliado
algunos otros autores psicoanalíticos, quienes si bien no hablan del complejo de Edipo en
el mismo sentido que Freud, sí le dan aún mucha importancia.
Autoras como Françoise Dolto y Maud Manoni (1965), quienes han trabajado mucho con
niños, enfatizan que aún cuando el padre esté ausente, ya sea por abandono o muerte,
de cualquier manera el niño se estructura en una situación triangular, lo cual sucede
porque vive en un mundo en el que existen dos sexos y está inmerso en él desde que
nace.
Es en esta situación triangular en la que el niño o la niña tendrá que estructurarse como
ser sexuado, como varón o mujer (Dolto en Manoni, 1965). Por tanto su identificación
psicosexual dependerá de las vicisitudes de la situación edípica. Dentro de esta dinámica
triangular existen cosas y conflictos que los padres a veces no mencionan y que, sin
embargo, el niño percibe de alguna manera, le angustian y dan lugar a síntomas. Esta
dinámica se expresará en la entrevista clínica, aunque no necesariamente acudan el
padre, la madre y el niño. La ausencia de alguno de ellos, puede ser un elemento
importante.
Para que esta dinámica pueda expresarse es necesario que no se sigan patrones
establecidos durante la entrevista clínica. Resulta más rico observar qué es lo que hacen
los padres al solicitar la evaluación y concertar la primera entrevista, si preguntan por
ejemplo, si deben llevar o no al niño.
89
En las primeras entrevistas es útil averiguar con quién duerme el niño, porque en muchas
ocasiones los niños llevados a consulta están participando de los conflictos sexuales de
los padres; cuando duermen en la misma cama que ellos, es posible que la madre lo
utilice como un pretexto para evitar las relaciones con su esposo. Otras veces, se propicia
en el niño una actividad sexual precoz y, en ocasiones hasta perversa. Por ejemplo, en el
caso de una mujer que se quejaba de que su esposos era perverso, todo el tiempo
pensaba en el sexo con ella y con otras mujeres y en la entrevista comenta que ella
duerme con su hijo de 10 años, mientras su esposo duerme con su hija de 13.
La dinámica familiar se expresa a partir de cómo la madre o la persona que lleva al niño a
consulta, hace cita por teléfono.
El trabajo con niños es más complicado que con adultos ya que además del juego de
transferencias que se presenta, en cada caso tienen que idearse las estrategias
convenientes para comunicarse con el niño y con sus padres.
PROCESO DE LA ENTREVISTA
90
no comer constituía una manera de agredir y rechazar a la madre, expresó claramente
este conflicto al hacer una muñeca de plastilina, que identificó como su madre y a la que
desbarató y picoteó con mucho coraje. Esto quizá no lo podría haber expresado
verbalmente a sus escasos cuatro años de edad.
Como en la entrevista con un niño que es llevado a consulta por su tío porque tiene
problemas en su casa y en la escuela; cuando su tío le pregunta algo no contesta, como
una manera de agredir quizá, pero también como resultado de una incapacidad para
comunicarse del modo en que se le pide. El tío se enoja y esto aumenta la dificultad de
comunicación; esta observación sirve al psicólogo como base para buscar comunicarse
con el niño de otra manera y evitar regañarlo. Lo que únicamente aumentaría su angustia.
Si se quiere trabajar con niños es necesario expresarse de tal manera que nos entiendan,
esto es ponerse a su altura; una de la virtudes de la técnica de Melanie Klein es hablarle
al pequeño en sus mismas palabras y jugar con él como si estuviera a su altura, volverse
semejante en edad durante el juego. Algo así debe hacerse en la entrevista, se tienen
que buscar estímulos que sean atractivos para el pequeño. Aunque el enfoque sea
psicoanalítico, se puede tocar al niño y permitir que él nos toque, no se le trata de la
misma manera que a un adulto. Sin embargo, también es necesario ponerle límites, pero
no de la misma forma que a los adultos.
Cuando nos entrevistamos con el niño deben observarse todas sus conductas, ya que a
través de ellas podrá obtenerse mayor información, comprensión y explicación de los
resultados obtenidos a través de las diferentes técnicas que se empleen en el proceso de
la evaluación psicológica.
La observación es un recurso fundamental del que uno debe valerse durante todo el
proceso de evaluación psicológica, ésta se inicia desde que el niño, sus papás o persona
(s) que lo acompañan están en la sala de espera, en donde quizás, al no sentirse
observados, se comporten de manera más espontánea.
Desde la primera entrevista con el niño es importante observar cómo se separa de sus
padres, cómo se relaciona con nosotros, cómo se comporta dentro del consultorio y los
espacios que utiliza. Si se trata de escolares, es conveniente averiguar de qué manera se
le planteó la situación de ir al psicólogo, qué opinión tiene de los mismos, qué significado
tiene para él ir a consulta, qué es lo que espera. Como lo menciona Arfouilloux (1977),
debe propiciarse que el niño informe sobre las cosas que le agradan y desagradan, así
91
como de sus juegos predilectos, sus actividades, sus amistades, maestros, padres,
hermanos y todas las relaciones significativas para él.
La ansiedad que el niño puede mostrar ante la entrevista, por lo común se debe a que se
da cuenta que se le lleva a consulta porque no está cumpliendo con las expectativas que
los padres tienen de él, esto le causa angustia debido al temor que experimenta al sentir
que por este motivo puede ser rechazado por sus progenitores. Por otra parte, también
puede influir la imagen que tiene de sí mismo y que en muchas ocasiones se encuentra
devaluada.
Se considera necesario insistir que al trabajar con los padres, es conveniente mostrar una
actitud comprensiva y evitar que se sientan juzgados y culpables. Cuando se observa que
existe mucha tensión y que no pueden hablar abiertamente de lo que les pasa, puede
recurrirse a ejemplificar con otros casos problemáticos semejantes para que vean que
existen otras personas que pasan por situaciones similares, lo que probablemente les
permita disminuir la carga de ansiedad que por lo general aparece en estas situaciones.
Cuando se necesita hacer la historia clínica y/o anamnesis del niño, es conveniente
conocer cuál ha sido el desarrollo de la problemática que actualmente presenta y la
dinámica familiar que ha surgido a partir de ésta. De igual manera es importante conocer
los antecedentes de los padres sobre su infancia y familia de origen, ya que estas
primeras experiencias pueden repercutir actualmente dentro de la dinámica familiar.
Al trabajar con los padres hay que considerar que todos estos aspectos afectivos y de la
dinámica familiar pueden propiciar sentimientos de culpa en los padres, los que en
ocasiones originan cierta distorsión de la realidad, por lo que al pedirles la historia clínica
del niño, ésta resulte alterada quizás por omitir, sin darse cuenta, hechos que pueden ser
significativos pero que, por la carga afectiva que tienen, pueden no recordarlos en el
92
momento, debido a la angustia que se genera en los padres y a que en ocasiones, cada
uno de ellos vive el problema de manera diferente.14
A continuación coloco un ejemplo de la primera entrevista con un niño extraído del libro de
Virginia Axline” Terapia de Juego”, pág. 38
“Tom llevaba puestos su abrigo y su sombrero cuando entró al cuarto y se sentó frente a
la mesa. Llevaba un silbato de lámina en la mano al cual le quitaba y le ponía la boquilla
mientras permanecía ahí sentado. Su expresión era muy seria y evitaba la mirada del
terapeuta.
Tom: Pues aquí estoy. Sólo vine porque... bueno, por curiosidad, sabes. No comprendí lo
que mi madre trataba de decir. Dijo que tú me ayudarías con mis problemas, pero yo no
tengo ninguno.
Terapeuta: Tú crees que no tienes problemas, pero tu curiosidad te hizo venir.
Tom: ¡Ah sí!, soy curioso. Siempre me meto en todo. Pensé que vendría a ver qué pasa.
Terapeuta: Tú quieres ver qué pasa en una sesión de orientación.
Tom: Orientación, esa es la palabra de la que no me podía acordar. Salvo que yo no
tengo ningún problema (pausa).Excepto que. . . bueno. .. un. .. mi papá. . . padrastro,
realmente... no lo soporto y él tampoco me soporta, y cuando él y yo estamos en casa hay
problemas, problemas, problemas. Yo hago mucho ruido. Pongo los pies encima de las
cosas. No nos soportamos. Sólo tolero estar en casa cuando él no está.
Terapeuta: Tu padre y tú no se llevan bien.
Tom: Mi padrastro.
Terapeuta: Tu padrastro.
Tom: Pero yo no tengo problemas.
Terapeuta: Aun cuando tu padrastro y tú no se llevan bien, no sientes que esto sea un
problema.
Tom: No. Y todos los niños me molestan. No me quieren (pausa). No sé qué decir. Mi
mamá dijo que yo debía hablar de mis problemas, pero yo no tengo problemas.
Terapeuta: Vamos a olvidamos sobre lo que te dijo tu mamá que deberías hablar. Sólo
habla de lo que tú quieras. O no hables, si no quieres hablar.
Tom: ¿Cómo del episodio con la bandera de la semana pasada? ¿Quieres oír lo que
pasó? Todos se unieron en contra mía. Porque dije: "Yo escupo en la bandera". Y dije:
"¡Heil Hitler!" Todos se me echaron encima. Pero realmente no escupí en la bandera. Sólo
lo dije para tomarles el pelo. Créeme, que sí se los tomé.
Terapeuta: Les querías tomar el pelo y realmente lo lograste. El decir algo escandaloso
como eso realmente hizo que se fijaran en ti de inmediato.
Tom: Sin embargo, no sé por qué lo hice. En verdad yo no escupiría en la bandera. Soy
un buen americano y respeto la bandera. Pero lo hice. Todos se unieron en contra mía y
me pegaron. Eran más que yo.
Terapeuta: No puedes comprender el porqué haces cosas así a veces.
Tom: No el porqué me pegaron después; pero yo no tengo problemas.
Terapeuta: No te gusta admitir que tienes problemas.
Tom (Riendo): Más o menos es eso. Realmente tengo bastantes problemas. Mi padrastro.
Nuestra maestra sustituta. ¡Caramba, sí que es mala! Y nadie me quiere. No sé por qué.
Yo creo que no existen las gentes sin problemas.
14
Esquivel, F. et al. (1999). Psicodiagnóstico clínico del niño. México: Manual Moderno.
93
Terapeuta: Entonces realmente crees que todo el mundo tiene problemas y que tú no eres
diferentes a los demás.
Tom: Nada más que yo sí admito que tengo problemas. Otras personas no lo hacen.
Terapeuta: Es un buen comienzo el admitir que tienes problemas.
Tom: Mi vida no es como un día de campo.
Terapeuta: No eres muy feliz.
Tom: ¿Se enterarán otros de lo que estoy diciendo? Mi madre u otras gentes? ¿Estás
escribiendo lo que estoy diciendo?
Terapeuta: Estoy tomando algunas notas, pero nadie sabrá lo que tú dices durante esta
hora.
Tom (Suspirando profundamente): ¿Sabes?, esta situación es bastante peculiar. ¿Estás
escribiendo esto?
Terapeuta: Algunas cosas, sólo para mi propia información.
Tom: Sí (pausa larga).
Tom: A los maestros no les importa lo que pasa. A nadie le interesa lo que a uno le pasa y
aquí estamos después de la escuela, y ni siquiera eres mi maestra y no te molesto. No te
fastidio. Y, sin embargo. .. (encoge los hombros).
Terapeuta: Crees que otras gentes no se interesan por lo que te pasa y sin embargo. . .
Tom: Yo tenía curiosidad.
Terapeuta: Tenías curiosidad.
Tom: ¡Claro! Yo... bueno, no hay algo que realmente me moleste.
Terapeuta: Crees que tienes todo bastante bien controlado.
Tom: Pues sí. Excepto que; bueno, no puedo pensar en algo qué decir. No tengo nada
qué decir.
Terapeuta: Si no tienes nada qué decir, pues no tienes nada qué decir (pausa).Si quieres
regresar el jueves próximo aquí estaré. Si no quieres venir, te agradecería me lo hicieras
saber a más tardar a las tres de la tarde el mismo día.
Tom: Sí, realmente me gustaría.
Terapeuta: Si quieres irte ahora puedes hacerlo, o si quieres quedarte más tiempo puedes
hacerlo. Utiliza este tiempo de la manera que creas conveniente.
Tom: Sí (se quita su sombrero y su abrigo). No tengo prisa.
Terapeuta: ¿Crees que te gustaría quedarte aquí otro rato?
Tom: Sí. Me gustaría echar un vistazo por aquí. ¿No te molesta, verdad?
Terapeuta: Puedes echar un vistazo si quieres.
Tom (Mirando todo lo que está en el cuarto): Te apuesto que a los niños les encanta
pintar.
Terapeuta: ¿Crees que les gusta?
Tom: A mí también me gusta, excepto que en mi salón. . . Oye, verdaderamente sí tengo
un problema es esa maestra sustituta. De todo se enoja. Parece cangrejo, excepto que si
alguien tratara de comérselo de seguro se envenenaría.
Terapeuta: No te cae bien la sustituta.
Tom: Me vas entendiendo (examina el barro). Esto ha de ser divertido también (toma la
marioneta). Yo podría inventar cantidad de obras chistosas de todos los líos en que me
meto. Mi sola biografía haría brotar lágrimas.
Terapeuta: Piensas que tu vida es triste.
Tom: Bueno, lo que quiero decir es que sin duda algo tienen. Siempre estoy metido en
líos (Tom coloca su mano dentro de la marioneta). Vamos a ver. Te voy a matar si no
haces lo que yo te digo. ¿Entiendes? (Cambia su voz totalmente: baja, profunda y
amenazante).
Terapeuta: Tienes ganas de matar a alguien.
94
Tom: Yo también siento lo mismo a veces, pero por supuesto no lo hago (ríe). Te diré una
cosa. La próxima vez que venga voy a dar una función. Primer episodio: "Mi vida y mis
problemas".
Terapeuta: Muy bien. La próxima vez que vengas harás la representación de tu vida y tus
problemas.
Tom (Jugando con las distintas marionetas): Estoy seguro que yo podría hacer unas
marionetas.
Terapeuta: Crees que podrías hacer algunas (Tom sigue jugando con las marionetas). Por
hoy, tu tiempo terminó, Tom.
Tom: Bueno, hasta luego. Te veré mañana. Desde este momento Tom usó las marionetas
la mayor parte del tiempo durante su terapia. Actuó sus problemas familiares y pudo
trabajar sobre la agresividad que sentía hacia su padrastro, hacia su hermana y hacia la
escuela.”
3.2 Lenguaje
Siendo el lenguaje algo tan difícil de definir como lo es la energía, a su vez es paradójico,
ya que es impresionante observar cómo un niño de dos años tiene la maestría de las
reglas básicas de la sintaxis y que para los cuatro o cinco años, con poca instrucción,
pueda dominar las intrincadas y complejas reglas del sistema formal de lenguaje. Más
todavía: los pequeños frecuentemente usan esta modalidad para comunicar a otros los
pensamientos y sentimientos internos. En cambio, por otro lado tenemos a aquellos niños
que sin dificultades orgánicas no pueden hablar, o bien está capacidad aparece limitada,
y nos preguntamos ¿qué pasa entonces?
Algunos autores señalan que el lenguaje es el primer ejemplo de una regla directa de un
yo organizado, por lo que ofrece una oportunidad especial para trazar una diferenciación
de la estructura del yo y el desarrollo tardío del mismo.
Los lingüistas hacen una distinción entre la comunicación, el lenguaje y el habla. Afirma
que aunque pueden aparecer fenomenológicamente sobrepuestos entre sí, cada uno se
refiere a tres conceptos esencialmente distintos:
95
Algunos de los avances en el bebé en cuanto a la producción y recepción del sonido en la
etapa pre lingüística son claves alrededor de los niveles de organización del yo y de las
relaciones objetales en una manera muy interesante.
La aparición de la sonrisa social, según Spitz, sería considerada el primer organizador del
yo y se catalogaría como una respuesta la voz de la madre. La voz incrementa la
atención hacia la cara de la madre mientras ella habla y esto provoca la primera expresión
de un sonido placentero en el bebé. Tal conducta parecería indicar la catexia del aparato
vocal-auditivo.
La ansiedad de separación manifiesta con los extraños sería, para Spitz, la aparición del
segundo organizador del yo y está asociada con el principio del ingenio para producir
fonemas con entonaciones específicas familiares; surge una clase de respuesta fuerte
hacia aspectos no maternos en la propia entonación del bebé, y aparece la primera
imitación del movimiento de la boca de la madre.
Subsecuentemente aparece una explosión del balbuceo junto a la aparición del primer
objeto transicional. Por la constitución natural del aparato vocal-auditivo, su
funcionamiento es el de un sistema de retroalimentación. Así el balbuceo y, por último, el
habla, llegan a ser el objeto transicional por excelencia, el eslabón entre yo y no-yo.
Adentro y afuera pueden ser usados por el niño de manera ilusoria para traer a la madre
junto a él o proyectarse dentro del ambiente.
El tercer organizador de Spitz se relaciona con la aparición del “no”. Ocurre un cambio
entre la inmediata descarga pulsional a través de la acción, hacia la demora de la
descarga a través de la comunicación. El uso de la palabra “no” representa el primer
evento semántico. Intrapsíquicamente esto indica la reestructuración del yo en la base de
una identificación con el agresor, es decir, el padre “frustrador”, así como un “vigilante”. El
cambio de la catexia agresiva en este período recae hacia la capacidad de abstracción.
En los recientes trabajos de Brazelton, Sten y Beebe, que están basados en una
investigación realizada con un sistema de video, de la interacción cara a cara de las
madres con los bebes, se ha demostrado la presencia de un elaborado “micronivel” de
interacción entre ambos tan temprano como a las tres semanas de edad del bebé. Esta
interacción es un sistema mutuo de regulado en donde ambos modifican sus respuestas
en un sistema de feedback provisto por el otro. Dado que interacción madre-bebé provee
una sincronía afectiva y ocurre en ritmos cíclicos, Brazelton cree que es un importante
mecanismo de homeostasis; también dice que la calidad de la interacción puede realzar la
capacidad del bebé para atender la clave de la madre.
Por otro lado, la nueva idea, en la ciencia del comportamiento en que se ha convertido la
biología moderna es el reconocimiento de una “necesidad primaria de apego”. Parece que
los hechos de observación han de organizarse de manera diferente si la relación con el
otro se concibe, en la ontogénesis, como hecho primigenio. Se diría que el apego, más
que una tendencia innata o necesidad particular, es una característica fundamental de
todo comportamiento biológico en el sujeto joven. Se desarrolla en cierta medida
96
colateralmente, a raíz de la satisfacción de las pulsiones de autoconservación. El apego
refleja la necesidad del otro, es decir, la total dependencia del lactante respecto a su
madre.
Bowbly aisló cinco expresiones de apego en el bebé: succionar, prenderse, seguir, llorar-
gritar y sonreir.15
Para estimular la comunicación y lograr una mejor relación con el niño, pueden emplearse
recursos como son el juego y el dibujo. Estas dos técnicas son de gran ayuda en el
trabajo con niños, porque es la manera en que generalmente se comunican, además de
que cualquiera de las dos actividades mencionadas, por sí mismas le provocan placer y le
permiten liberar tensiones internas a través de la fantasía y, de este modo, manejar más
fácilmente las situaciones que les resultan traumáticas.
Diferentes autores consideran al juego como algo inherente al niño y le confieren un gran
valor tanto en el proceso de evaluación psicológica como en el psicoterapéutico.
15
Ruíz,M. (2000). Lo que dicen los niños con sus actitudes. México: Pax.
97
2. Juego constructivo: es el que consiste en el uso de objetos o materiales para
construir algo, como una casa de cubos o hacer un dibujo con crayolas. Se estima
que los niños jueguen con objetos entre 10 y 15% de su tiempo
3. Juego dramático: se le denomina también juego de simulación, implica objetos,
acciones o papeles imaginarios; se basa en la función simbólica, que surge
durante la última parte del segundo año ( Piaget, 1962).
Aunque el juego funcional y el juego constructivo preceden al juego dramático en
la jerarquía de Smilansky, a menudo los tres tipos de juego ocurren en las mismas
edades.
El juego dramático alcanza su punto más alto durante los años preescolares,
incrementa su frecuencia y complejidad y luego disminuye a medida que aumenta
la participación de los niños en edad escolar en los juegos formales con reglas.
4. Juegos formales con reglas: son juegos organizados con procedimientos y
penalizaciones conocidas, como las canicas, memoria, lotería, etc.
Mildred B. Parten (1932) identificó seis tipos juego que iban del menos al más social.
Descubrió que a medida que el niño crece, su juego se torna más social, es decir, más
interactivo y más cooperativo.
Al parecer, Parten consideraba que el juego no social es menos maduro que el juego
social. (Papalia, 2010)
Erikson considera al juego como la medida autoterapéutica más natural que proporciona
la infancia. El niño lo utiliza para compensar derrotas, sufrimientos y frustraciones.
Durante la infancia media los juegos de los niños tienden a ser más físicos y los de las
niñas más verbales.
98
El dibujo es una técnica que puede utilizarse desde que el niño es pequeño y es
particularmente útil en la etapa de latencia.
El inventar una historia partiendo de un dibujo realizado, proporciona el puente verbal que
funge como intermediario entre la fantasía productora y el esclarecimiento de la
transferencia.
De igual manera se sabe que las realizaciones gráficas progresan en parte con el
desarrollo de la inteligencia es legítimo considerar el dibujo como un medio de explorar
este desarrollo.
Se puede tener una idea del grado de madurez intelectual con cualquier dibujo de un niño,
ya que en él se manifiesta como estructura su realidad.
El dibujo se puede convertir, en algunos casos, en el termómetro del estado de ánimo del
niño, ya que traduce lo que el niño siente, piensa, desea, o lo que le inquieta y le hace
estar alegre o triste.
99
Es importante considerar el valor afectivo que puede tener para ellos el responder algunos
datos de la anamnesis, por lo cual se deberá valorar si es o no oportuno tocar ciertos
puntos en la primera entrevista o dejarlo para la siguiente.
Otro punto delicado es tener prejuicios sobre la situación, ya que nublará nuestra
capacidad de observación y nos llevará a inferencias erróneas.
Sin embargo una de las habilidades más importantes del terapeuta es la actitud óptima, la
cual será el punto de partida más favorable para establecer una identificación positiva con
el mundo de valores y necesidades de los padres, o en otras palabras ser empático con
ellos.
Es necesario para los padres sentir que no son juzgados por el terapeuta, que el
terapeuta entiende sus razones, y será tarea del terapeuta quitarles la culpa por las
equivocaciones normales que surgen al vivir la paternidad.
Recordemos que los padres son los que más daño hacen con la mejor intención.
Por todo lo anterior el terapeuta al tratar con los padres debe proporcionarles consuelo y
comprensión sobre su percepción del problema y darles la confianza para expresar sus
temores, dudas, expectativas y frustraciones sin culpa, sin juicio, ayudando así a generar
la identificación positiva, que redundará en un fructífero tratamiento para el niño.
3.4.1 Psicoanálisis
100
Muchos de los más eficaces abordajes de acción de la psicoterapia y la pedagogía
contemporáneas proceden del método del psicodrama, consistente en incitar a una
persona a imaginar y dramatizar un problema en vez de limitarse a hablar de él.
El método psicodramático combina los procedimientos del análisis cognitivo con las
dimensiones de la esfera vivencial y participativa. La “ejecución” real de la interacción, con
la intervención del cuerpo y la imaginación propios, como si la situación se estuviera
desarrollando en el momento presente, traslada a la conciencia un sinnúmero de ideas y
sentimientos por lo general inaccesibles a través de la simple recreación verbal de esa
situación.
Los métodos de acción son especialmente útiles en la terapia y no sólo con pacientes de
limitada capacidad para la exploración intelectual y verbal, sino también con quienes
tienden a sobreintelectualizar sus experiencias. Una de las ventajas más significativas del
psicodrama es que guía el impulso del participante a la “actuación” hacia el cauce, más
constructivo, de la “dramatización”.
101
La dramatización le permite al individuo recuperar muchas dimensiones de su experiencia
personal desdeñadas por la sobreintelectualizada sociedad contemporánea: creatividad,
espontaneidad, drama, humor, emotividad, vitalidad, sentido lúdico, danza ritual,
movimiento corporal, contacto físico, fantasía, música, comunicación no verbal y un
extenso repertorio de roles.
Aunque en sus orígenes fue un tipo de terapia grupal, el psicodrama tuvo prontas y
creativas aplicaciones como en la denominada “terapia ambiental” entre otras.
TERMINOLOGÍA BÁSICA.
Los roles psicodramáticos no son tareas fijas, pueden cambiar y un individuo podría
desempeñar diversos roles en varias dramatizaciones. Sin embargo, el rol de director
exige dominio de un conjunto de habilidades que por lo general escapan a la formación
ordinaria de la mayoría de los psicoterapeutas y líderes de grupo.
102
en un sueño, una vaga sensación de presión o incluso los sentimientos inexpresados del
protagonista. Este último rol del auxiliar recibe el nombre de doble, el cual es una de las
técnicas que se emplean para hacer insight.
Formar parte de la audiencia demanda algo más que la simple pertenencia al grupo,
porque el director hace intervenir a aquél en el proceso del psicodrama. La audiencia
puede ofrecer retroalimentación, proporcionar auxiliares o fungir como coro. Concluido el
psicodrama, el grupo deja de operar como audiencia y reasume sus funciones habituales,
con una dinámica de comunicación más interactiva.
103
Los tres niveles, la iluminación, el balcón y el diseño fueron el resultado empírico de la
búsqueda de dramatizaciones más provechosas. Todos estos componentes son muy
útiles.
El escenario principal debe ser de al menos 3.5-4.5 metros de diámetro. Una plataforma
elevada fácil de escalar permite establecer subliminalmente en los participantes la actitud
de “como si”. El ascenso al escenario tanto del protagonista como del yo auxiliar indica
que entran en la realidad psicodramática.
Los elementos de utilería más comunes son sillas ligeras y una mesa, aunque también es
conveniente disponer de cojines, un colchón y otros objetos. Las sillas sirven no sólo
como asiento: una silla vacía puede “contener” a una figura fantástica o proyectada o
hacer de barricada, plataforma o indicador de altura, autoridad o prestigio. La mesa puede
simbolizar el techo de un edificio, un escritorio, un tribunal, desayunador o cueva, con
fines de refugio o escondite. Cojines y bats de hule espuma sirven para golpear, como
protección o para representar un bebé.
Las técnicas del doble, soliloquio, ego múltiple y monodrama; son utilizadas para
esclarecer los sentimientos del protagonista.
La amplificación, apartes y exageraciones de la comunicación no verbal o de
dimensiones como altura, espacio y posición; facilitan e intensifican la expresión
de emociones.
La reproducción en videocinta, inversión de roles, a espaldas, retroalimentación de
la audiencia, coro y ejercicios de interacción no verbal; contribuyen a que el
protagonista tome conciencia de su conducta personal ( Confrontación consigo
mismo)
La tienda mágica y la proyección futura permiten aclarar metas y valores.
Las técnicas del desarrollo del yo, comentario grupal (sharing) y contacto físico
(abrazos, etc.) son ideales para brindar apoyo.
El espectograma y la sociometría esclarecen cuestiones relativas al proceso
grupal.
Muchas técnicas especiales, como la hipnosis y la fantasía dirigida, también son
de utilidad en el psicodrama.
104
Estas técnicas permiten al director asistir al protagonista en la representación de gran
variedad de experiencias: escenas de la vida diaria, sueños, recuerdos, ilusiones, temores
y fantasías.
1. Caldeamiento
2. La acción
105
h) Mientras la escena prosigue, el director introduce las técnicas
psicodramáticas adecuadas (soliloquio, doble, apartes, etc.) para facilitar la
manifestación de los sentimientos expresados.
i) En el curso de la dramatización, el director recurre asimismo a técnicas que
permitan explorar diferentes facetas de la experiencia del protagonista.
1. Para hacer explícita la ambivalencia, varios auxiliares
podrían representar distintas partes de la psique del
protagonista.
2. La inversión de roles es útil para dramatizar sentimientos de
empatía o proyecciones del protagonista.
3. Éste puede confrontarse consigo mismo por medio de la
técnica del espejo.
4. Los recuerdos significativos se vuelven a representar
5. Planes, esperanzas y temores pueden ser simbólicamente
consumados y explorados.
6. El protagonista puede expresar emociones suprimidas-
culpa, resentimiento, temor, anhelo- mediante una vasta
serie de técnicas facilitadoras.
j) La acción transcurre hasta que el protagonista siente haber representado en
forma simbólica conductas suprimidas, lo que equivale a la consumación del
hambre de actos.
k) El protagonista obtiene ayuda para desarrollar mejores respuestas
actitudinales y conductuales a su situación, lo cual es conocido como
elaboración.
3. Cierre
a) Finaliza la acción principal, el protagonista recibe retroalimentación de apoyo
de los demás integrantes del grupo. El director los alienta a expresar los
sentimientos que experimentaron durante la dramatización, no análisis
intelectualizados del problema
b) El director emplea una extensa gama de técnicas de apoyo.
c) La conversación sigue su curso.
106
d) Por último, el director inicia el proceso de caldeamiento de otra representación
psicodramática o concluye la sesión, para lo cual dispone de técnicas de
cierre.16
Todos los analistas de niños han utilizado el juego, desde Freud y su célebre análisis del
juego del carrete del pequeño Hans, hasta las observaciones clásicas de Helmut, Anna
Freud, Klein, Winnicott y Gutton, el cual, en su reciente obra, aportó elementos que
permiten comprender mejor qué representan el juego y su utilización. Es a él a quien
usaremos principalmente como base.
¿Dónde comienza el juego? Probablemente en las primeras relaciones del bebé, en los
intercambios con su cuerpo y con el de la madre, en las actividades lúdicas con los
sonidos, los olores y el ruido.
Según Gutton, en el segundo semestre de vida y hasta el comienzo del segundo año, las
actividades prelúdicas pueden clasificarse en dos órdenes:
Jugar es actuar, es tratar de dominar la realidad, pero en el juego hay siempre una toma
de distancia: el juego presupone una suerte de liberación respecto a la situación de “ ser
como si”; la condición previa es no serlo.
107
Todo juego implica una identificación por medio de un desdoblamiento entre el sujeto-que
juega y el sujeto-jugado.
Por lo tanto, en la terapia nos encontramos ante identificaciones de niveles muy variables.
A veces hay que descubrirlas a través de un juego compulsivo: manejo de un camión que
avanza, retrocede y atropella, con el cual el niño se identifica, el juego del lobo durante la
evocación de la escena primaria. En otros casos, estas identificaciones son más
transparentes, como el juego de la muñeca, el del papá y la mamá, o el del doctor.
A veces las identificaciones siguen a las pulsiones y representan un aumento del placer,
a veces son expresión de mecanismos de defensa del yo: proyecciones,
desplazamientos, identificaciones con el agresor y el agredido se suceden en los
incesantes cambios de roles; la movilidad quizá sea, en rigor, lo que caracteriza lo
imaginario del niño. Por consiguiente, la ambivalencia está siempre presente en las
identificaciones, confiriendo ritmo y movimiento a la sesión.
El juego aporta al niño otros enriquecimientos: los de la creatividad. Cuando juega a sus
fantasías les confiere un cierto contorno, una cierta realidad. El juego es una aventura;
ante su obra, el niño es invadido por variados sentimientos de fuerza o fracaso , de
culpabilidad o de rivalidad.
El terapeuta debe de estar atento para no dejarse arrastrar a una participación en la que
sólo sería un compañero de juego. A veces al terapeuta le resulta difícil conservar su
lugar al identificarse con el niño y sin jugar completamente el juego. El niño extraerá de
ello beneficios secundarios de los cuales se servirá a modo de defensa.
108
Pero en ciertas circunstancias el terapeuta está obligado, por un tiempo, a entrar en el
juego y esperar a que el niño haya dominado suficientemente su angustia y tomado
conciencia del conflicto para entonces elaborar una interpretación.
La terapia de juego dentro de las sesiones tiene que tener un límite, que hay de fijar: los
permisos y la participación no significan liberación ilimitada de la agresividad. En el
tratamiento de los niños pequeños habrá que recurrir muchas veces al “no” organizador y,
en los niños grandes, al “todo puede decirse con palabras” y al “ no se debe golpear ni
romper de a deveras”.17
109
soldados. Primero fue derribado uno y después el otro. Ella susurró algo que el terapeuta
no pudo captar. Parecía bastante molesta por algo. Frunció el ceño, y miró hacia el
terapeuta. Cogió de nuevo la botella y empezó a beber de ella, miró de nuevo al
terapeuta, bebió de la botella, y de nuevo volvió a mirar al terapeuta.)
Terapeuta: Te agrada beber de la botella. (Emma de inmediato bajó la botella. Cogió la
pistola, la sacó de la funda y susurró i Bang!, colocándola de nuevo en la funda. Después
sacó el tren de la caja y lo armó. Lo empujó por la banca como dos centímetros y después
súbitamente lo volvió a colocar en la caja. Más tarde, aún de espaldas al terapeuta, se
mantuvo parada ahí frotando su mano por la orilla de la banca.)
Terapeuta: Ha terminado por hoy el tiempo de estar juntas, Emma. (Emma se dirigió a la
mesa y se quedó mirando al terapeuta. El terapeuta le sonrió. Emma humedeció sus
labios y sonrió a su vez pero solamente con sus labios.)
Terapeuta: ¿Deseas decir algo, Emma?
Emma (Susurrando): Sí.
Terapeuta: ¿Qué deseas decir? (Emma retorció sus manos e hizo gestos al terapeuta).
Emma (Susurrando): Deseo regresar.
Terapeuta: Puedes venir aquí todos los martes si así lo deseas, Emma (entonces Emma
sonrió de verdad. Caminó hacia la puerta).
Terapeuta: Adiós, Emma. (No hubo respuesta. Emma abrió la puerta y salió, miró hacia
atrás, susurró "Adiós" y partió.)
3.4.2 Conductismo
A modo de ejemplo podemos citar su uso por parte de educadores o maestros dentro de
la clase. Es evidente que delante un colectivo numeroso de niños, el maestro necesita
pautas de actuación concreta delante de episodios de desobediencia, agresividad, etc. En
esos momentos no hay tiempo para un análisis pormenorizado de las circunstancias de
110
cada niño y se imponen medidas concretas. Es aquí donde las técnicas conductuales
cobran mayor importancia.
Destacar también que hay que conceptualizarlas como herramientas puntuales (para su
uso por parte de maestros, educadores o padres en situaciones concretas) pero que a
nivel de intervención psicológica el uso de dichas técnicas debe ser complementada con
un análisis más detallado del caso en la que se incluyan todos los factores de riesgo para
su debido tratamiento psicológico.
1- Retirada de la Atención
Sinceramente creo que se trata de una de las técnicas más eficaces para el control de la
conducta infantil, en especial, para aquellas conductas que se manifiestan con rabietas,
pataletas, lloros, pero sin manifestaciones agresivas.
La técnica no puede ser más sencilla en su concepción: Se trata de que, ante las
manifestaciones de gritos, rabietas u otros, dejemos automáticamente de prestar atención
al niño. Este modo de actuar se justifica bajo la hipótesis de que el niño efectúa tales
manifestaciones para reivindicar ciertas demandas o llamar la atención del adulto. El niño
puede estar acostumbrado a conseguir lo que desea mediante este comportamiento
(refuerzo positivo). Así, puede haber aprendido que si efectúa cualquier petición
acompañada de lloros o pataletas, la atención de los padres es mucho mayor y es
atendido antes en sus peticiones. Esto llega a convertirse en un hábito, en un círculo
vicioso que crea malestar en la familia.
Antes de poner en marcha esta técnica, hay que analizar la situación con tranquilidad y
verificar que se está produciendo realmente la conducta del niño por la supuesta
demanda de atención. Para ello podemos valorar como reaccionamos nosotros ante la
demanda, en qué momentos sucede y qué es lo que ocurre. ¿Le presta la atención y el
tiempo que necesita el niño? ¿Normalmente cede ante sus demandas? ¿Se dirige con
frecuencia a él cuando se porta "bien" para decírselo y premiarlo o sólo lo hace cuando lo
castiga? Los episodios de rabietas, desobediencia, etc., son, en gran medida aprendidos,
y, por tanto, podemos efectuar un desaprendizaje.
Esta técnica no es aplicable en conductas que cursen con fuerte agresividad verbal o
física, con episodios de lanzamientos de objetos o, en general, para aquellos
comportamientos que signifiquen peligro potencial para el niño u otros. En estos casos
consulte siempre a un especialista antes de actuar.
Para utilizar la técnica debemos tener claros los objetivos y el método que debemos
utilizar:
111
1- OBJETIVO: Enseñar al niño que efectuando las peticiones de forma inadecuada
(rabietas, lloros, etc.) no va a conseguir nada.
En niños pequeños, si hay peligro de que se escape y está en vías públicas puede ser
necesario retenerlo físicamente. En estos casos, si opta por retenerlo, concéntrese sólo
en ejercer la fuerza necesaria para evitar su huida pero mantenga (aunque entiendo que
es una situación comprometida) toda la tranquilidad posible, es importante que el niño no
vea al adulto alterado emocionalmente, debemos transmitirle una sensación de que
tenemos el control de la situación y que con su actitud no va a conseguir nada. Siga sin
dirigirle palabra y espere a que la situación se calme. Diríjale toda la atención cuando el
niño se tranquilice.
Una vez calmado puede entonces intentar explicarle (si el niño tiene suficiente capacidad
de comprensión verbal), y sin recriminaciones, lo que ha sucedido en tono calmado.
La idea no es transmitirle: "Te has portado mal, te desprecio y paso de ti", sino: "Puedes
conseguir algunas cosas si lo pides de otra forma".
3- Una vez que la conducta empiece a bajar de tono puede progresivamente prestarle
atención de nuevo.
112
4- Se trata de una técnica que produce efectos de mejoría de forma progresiva. Nos
llevará cierto tiempo (dependiendo de las variables propias del niño y su entorno) el
conseguir resultados claros.
Es importante recalcar que la intención de éste tipo de técnicas es que el niño desaprenda
hábitos mal adquiridos y este proceso llevará un tiempo. Paralelamente debemos trabajar
y potenciar las conductas alternativas que nos interesa que el niño utilice. Insistimos en
que los padres intenten mantener la calma ya que el niño va interiorizando estos estados
emocionales. Si la respuesta a sus malas conductas es sólo más ruido y reproches fuera
de tono, es muy probable que esto nos venga devuelto al ir el niño interiorizando estos
patrones.
Esta técnica supone una variación de la anterior en tanto es una técnica que utiliza
básicamente la retirada de atención, por lo que muchos de los principios allí expuestos
son válidos aquí pero con algunas matizaciones.
Delante episodios de lloros, rabietas o travesuras más subidas de tono (por ejemplo,
cuando se produce el descontrol), puede utilizarse la técnica de "tiempo fuera", en el que
el niño se le retira físicamente del espacio actual para trasladarlo a su habitación u otro
lugar, por un breve espacio de tiempo. También pueden ser los padres los que se retiran
del lugar donde esté el niño (cuando es posible, p.e. en el comedor de la casa).
Antes de aplicar la técnica debemos tener claras algunas medidas preventivas como que
el sitio al que lo retiremos temporalmente sea un sitio en el que no tenga al alcance
juegos u otras compañías para entretenerse. No se trata de buscarle un sitio hostil sino un
sitio que sea aburrido con escasas posibilidades de que pueda hacer algo para pasar el
tiempo.
113
tienes remedio... “Sí puede explicarle, con un tono calmado pero seguro y imperativo, el
motivo de su retirada. Para ello dígaselo concretando su queja "Como has pegado a tu
hermanito no vas a poder jugar con él". Haga caso omiso de sus protestas o promesas.
Recuerde que debe mostrarse firme y con molestia por la conducta, pero no fuera de
control. La idea es lanzarle un mensaje muy claro de que ha hecho algo mal y que
estamos disgustados con él. Al respecto y de forma muy breve puede también decirle
(ajustando el mensaje a la edad del niño) algo así como: "me has decepcionado tanto
que, en estos momentos no quiero estar contigo. Me siento muy triste".
Para que la mediad sea efectiva es necesario que no permita que salga antes de tiempo
del lugar de aislamiento. Si lo hace adviértale de consecuencias más negativas como que
deberá estar más rato en esta situación.
El tiempo de aislamiento normalmente se calcula en base a un minuto por año del niño
con un máximo de 20 minutos. Sin embargo, esto debe ser valorado por los padres. No se
aconsejan tiempos más largos ya que pueden producir la conducta contraria a la que
queremos eliminar.
Si cuando lo vamos a buscar sigue con las mismas conductas inadecuadas, hay que
advertirle que si quiere salir deberá estar al menos 15 segundos sin efectuarlas.
Manténgase firme en la decisión. Si pasa la prueba es muy posible que los episodios
remitan, si cede aumentarán con toda probabilidad.
Se debe tener cuidado que esta retirada física no comporte algún tipo de beneficio
indirecto al niño. Por ejemplo si el niño consigue dejar de estudiar o evitarse comer algo
que no le gusta, lo que haríamos es reforzar la conducta inadecuada.
Ésta técnica suele ser muy efectiva si se utiliza adecuadamente y con decisión. La
efectividad de la técnica, independientemente de que le estamos retirando la atención, es
que estamos despertando, contingentemente con la aparición de las conductas no
deseadas, uno de los "fantasmas infantiles" más presentes en la etapa infantil: la
ansiedad de separación. Aunque el niño tenga suficiente edad para saber que no será
abandonado realmente, el hecho de hacerle revivir esta ansiedad puede dispararle
interiormente ciertas alarmas. Lo que ahora puede temer no es la separación física sino la
emotiva. De tal forma que el niño corregirá su conducta actual y futura no por las razones
de los padres sino por las suyas (temor a perder el respaldo emocional de los padres).
Como en todas las técnicas basadas en la retirada de atención, recuerde que deben
introducirse momentos de atención hacia el niño contingentemente a la aparición de
conductas deseadas. El refuerzo verbal y físico (halagos, abrazos, manifestación de
alegría, entrega de algún premio, etc.).
114
Algo muy importante cuando tratamos de modificar la conducta de un niño es la forma en
que irreflexivamente damos regalos o juguetes de forma fácil pese a que presentan
comportamientos disruptivos o desobedientes, si bien debemos de premiar algunas
conductas, tampoco debemos premiar indiscriminadamente. Por todo ello parte de un
tratamiento más global, es la técnica denominada "economía de fichas" la cual suele
funcionar muy bien para regular los refuerzos que recibe el niño. Para obtener un premio
(juguete, salida a parque temático, excursión, etc...) deberá efectuar una serie de
conductas deseadas (o dejar de hacer otras) que deben concretarse (portarse bien,
obedecer, estudiar, ordenar sus cosas, etc...).
1- Dichos premios deben estar pactados de antemano, ser claros y atractivos para el niño.
Busque realmente cosas que le gusten (no sirve pretender que se gane algo que necesita,
por ejemplo, unos nuevos lápices para el colegio).
3- En el caso de niños hiperactivos tenga en cuenta que hay especial dificultad para
posponer las cosas. En todos estos casos, si se entrega una ficha como reforzador, ésta
podrá ser intercambiada (al menos al principio) inmediatamente por algún objeto de su
deseo (pequeño juguete, golosinas, etc...). Deberá procederse de igual modo con niños
que presenten discapacidad intelectual.
4-Es importante que se cree una lista o cartel donde se puedan visualizar el estado de los
puntos obtenidos y los que le faltan para llegar al premio, cuando éste se demora según el
plan establecido. En caso de la aparición de mala conducta puede también utilizarse la
retirada de alguno de los puntos (coste de la respuesta).
115
6-Recuerde que cuando dé instrucciones a su hijo, debe hacerlo de forma clara y
concreta, sin contradicciones y de forma que sean comprensibles para su edad. Procure
no hacerlo acompañado de contacto físico instigador (la utilización de la instigación ha
demostrado ser un gran potenciador del incumplimiento).
Estas técnicas suelen ser muy efectivas para el control de las conductas tanto en el
ámbito familiar como en el escolar. No se trata de que el niño aprenda a funcionar
siempre a base de premios sino de darle, al principio, motivos para iniciar un cambio en
sus conductas.
Lo que se espera en el futuro es que las conductas adecuadas se mantengan no por los
premios sino por lo que llamamos "reforzadores naturales". Por ejemplo, un niño puede
empezar a no efectuar determinadas conductas disruptivas por ganarse el premio, pero
este cambio de comportamiento puede hacer que funcione mejor con sus amigos y esto
convertirse a medio plazo en un reforzador más potente que el premio inicial. Las
conductas pasan a ser controladas por las consecuencias positivas que se generan en su
entorno.
5- La intención paradójica
Es una técnica que bien utilizada puede tener un efecto fulminante sobre la conducta que
queremos extinguir. Explicado en pocas palabras se trataría de pedirle al niño o al alumno
que haga aquello que precisamente queremos evitar.
¿Qué ocurriría si un día el maestro le dice: "Hoy quiero que no hagas nada, te voy a dar
permiso para que estés todo el tiempo sin hacer ninguna actividad. No quiero ni que me
escuches. Sólo debes permanecer callado y sin hacer ruido en tu sitio".
Unas instrucciones de este tipo pueden crear en el niño una situación de perplejidad,
aunque al principio pueda vivirlo de forma gratificante. El hecho de que se inviertan los
roles, es decir, siempre la desobediencia se producía para dejar de hacer la actividad
concreta. Ahora para no hacer la actividad debo de obedecer las instrucciones, con lo cual
el niño pasa a perder su papel de desobediente.
Para este día podemos planificar unas actividades gratificantes para el resto de los niños
y en las que no podrá participar el niño que tenemos bajo las instrucciones de "no hacer
nada". Debemos procurar que se aburra lo máximo posible e incluso si interviene en
alguna actividad recordarle que él no puede hacer nada ese día.
Con esta actuación es de esperar que el niño haga un cambio de planteamientos y que
sus conductas negativistas en el aula disminuyan.
116
Evidentemente la técnica tiene sus limitaciones y debe valorarse antes su idoneidad
según el perfil del niño. Suele funcionar bien en niños de entornos problemáticos pero con
un perfil cognitivo normal.
Se colocan dos ejemplos de cómo se puede implementar ésta técnica en el ámbito clínico.
Ejemplo 1:
Supongamos que J. es un niño de 9 años con buen nivel intelectual pero con muchas
limitaciones en su funcionamiento social debido a que presenta obsesiones recurrentes
acerca de lo bien o mal que realiza sus actividades. De forma repetitiva necesita de la
aprobación constante del adulto y si no la obtiene o considera que ésta no ha sido
suficientemente clara le crea un gran desasosiego y ansiedad. Aquí la intervención iría
encaminada a pedirle al niño que ejecute mal deliberadamente alguna actividad, a que
deje de ser por un momento perfeccionista. En definitiva, a que se enfrentara con sus
temores de una forma controlada y que aprendiera que no se producen las temidas
consecuencias catastróficas.
Ejemplo 2:
P. es una niña con 7 años de edad. Su nivel intelectual es normal pero ha aceptado muy
mal la separación de sus padres. Su rendimiento escolar ha bajado mucho hasta el punto
que su profesora está muy preocupada. Han aparecido ciertos comportamientos
disruptivos y autolesivos que antes no estaban presentes en el repertorio de la niña.
Actualmente sigue un tratamiento cognitivo-conductual, pero una de las conductas que
más preocupa a sus padres, es la de morderse los dedos o uñas de la mano hasta el
punto de provocarse erosiones. Es evidente que la intervención psicológica se está
produciendo a diferentes niveles, sin embargo, en la conducta concreta de morderse las
uñas (si no hay avances) podemos intentar una solución drástica con la intención
paradójica.
En una situación controlada, vamos a pedirle que no deje de morderse los dedos (siempre
vigilando la intensidad de la misma y en el caso de que no haya contraindicación médica o
lesiones en la zona afectada) durante períodos cada vez más largos. Se le recriminará si
deja de hacerlo antes del tiempo previsto.
18
Banús Llort, S. (Mayo de 2011). Psicodiagnosis.es. Recuperado el 20 de Julio de 2012, de Psicología clínica
infantil y juvenil: Una aproximación a su conocimiento:
http://www.psicodiagnosis.es/areaespecializada/tecnicasdeintervencion/
tecnicasconductualesaplicadasanios/index.php
117
3.4.3Terapia Gestalt
También llamado “Circulo de aprendizaje”, es una técnica que tiene por objetivo integrar
aspectos emocionales y sociales al aprendizaje.
118
Esta técnica subraya la importancia de la prevención en contraste con la terapia, pues
consiste en un programa preventivo, creado para desarrollar habilidades personales y
sociales en los seres humanos en las etapas en que es más fácil aprender: “La infancia y
adolescencia”.
Por ser una técnica estructurada para crecer paulatinamente, requiere de parte del
facilitador una actitud interna y externa que esté de acuerdo con la filosofía del programa.
Las sesiones
• Organización
• Introducción
• Reglas
• Tema
• Participación
• Revisión
• Resumen Cognoscitivo
• Cierre
Metodología
Contenido
119
manera, una vez que se reflexiona sobre el contenido de trabajo a fin de que con la
orientación del experto encuentren la solución
Hay ciertas conductas que facilitan la comunicación como: que exista un silencio
acogedor, un adecuado lenguaje corporal, establecer contacto visual, hacer ruidos
amistosos, formular preguntas abiertas y resumir o parafrasear las intervenciones.
De igual manera debemos evitar las barreras de la comunicación como son: Interrumpir,
confrontar, dominar, interrogar, aconsejar, juzgar, interpretar, o denigrar.
3.4.4 Humanista
Parece ser que en todo individuo existe una fuerza poderosa que continuamente lucha por
alcanzar su plena autorrealización. Esta fuerza se puede describir como un impulso hacia
la madurez, la independencia y la autodirección. Este impulso continúa implacablemente
hasta llegar a realizarse, pero necesita de un ambiente que favorezca el crecimiento para
poder desarrollar una estructura bien balanceada. Tal como una planta necesita del sol,
de la lluvia y de una tierra fértil, para poder llegar a su máximo desarrollo, así el individuo
necesita el permiso para ser él mismo y de una aceptación total, tanto por parte de sí
mismo como de los demás.
Para poder obtener una satisfacción directa de su impulso de crecimiento necesita asumir
el derecho de ser un individuo con el privilegio innato de dignidad que posee todo ser
humano. El crecimiento es un proceso de cambio como una espiral, relativo y dinámico.
Las experiencias hacen que cambie el enfoque y la perspectiva del individuo.
Esta característica del cambio también se aplica a las respuestas de la conducta. Las
respuestas que aparentemente parecen similares día tras día a veces se les nombra
19
Psicoterapia Gestalt. (28 de Julio de 2011). Recuperado el 20 de Julio de 2012, de Círculo Mágico:
http://psicoterapiagestalt-mar.blogspot.mx/2011/07/circulo-magico.html
120
hábitos, pero los hábitos desaparecen y parecen esfumarse cuando el individuo ya no
siente necesidad de ellos o cuando descubre otro tipo de conducta más satisfactoria.
Un niño generalmente perdona y olvida con facilidad aquellas experiencias que le han
sido negativas. A no ser que las condiciones hayan sido realmente desfavorables, el niño
acepta la vida tal como la encuentra y de la misma manera acepta a las personas con
quienes vive. Expresa en todos sentidos un anhelo, una curiosidad, un gran amor hacia la
vida que lo emociona y hace que se deleite con los placeres más simples.
Muchas veces se ha dicho que en cada individuo existen ciertas necesidades básicas y
que el organismo lucha constantemente por satisfacerlas. Cuando alcanza una
satisfacción relativamente plena se dice que el individuo está bien adaptado. Cuando el
esfuerzo por buscar esta tranquilidad de sus necesidades se encuentra impedido, toma
caminos desviados para lograr la satisfacción y se dice en este caso que el individuo está
mal adaptado. Esta es una simple explicación de lo que significa adaptabilidad o
inadaptabilidad, aunque realmente no parece adecuada para explicar la complejidad de
los logros del organismo humano.
Ciertamente, esta explicación sobre la conducta humana es muy pobre para justificar
aspectos como "respeto por el individuo" y la "dignidad a la que todo ser humano tiene
derecho" .En realidad, en esta exposición uno se inclinaría mas a admirar al tipo de
conducta "mal adaptada" porque parece más compleja, más ingeniosa y más selectiva
que aquella otra que sólo se basa en la satisfacción directa de las necesidades. La
personalidad parece no admitir ser clasificada, estereotipada o fragmentada. Un individuo
que actúa como rígido y temeroso ante una situación particular o con una determinada
persona, reacciona muchas veces de manera bastante diferente bajo otras circunstancias
y en relación con otros individuos. La conducta del individuo parece estar regida en todo
momento por un solo impulso, que es el llegar a una completa autorrealización. Cuando
este impulso se encuentra bloqueado por presiones externas, el crecimiento hacia ese
objetivo no cesa, sino que continúa con creciente ímpetu debido a la fuerza que generan
las tensiones creadas por la frustración.
121
Cuando un individuo se encuentra ante una barrera que le hace más difícil alcanzar la
completa realización de su Yo, forma un área de resistencia, fricción y tensión. El impulso
hacia la autorrealización continúa y la conducta que adopta el individuo demuestra que
está satisfaciendo este impulso interno por medio de luchar abiertamente para establecer
su autoconcepto dentro del mundo real, o bien que lo está solventando en forma vicaria,
reprimiéndolo en su mundo interno donde podrá establecerlo con menor esfuerzo.
Entre más se internaliza más peligroso es, y entre más se aleja del mundo real más difícil
será ayudarlo. Las manifestaciones de conducta que se exteriorizan dependen de la
integración de las experiencias pasadas y presentes, de las condiciones e interrelaciones,
pero están dirigidas hacia la satisfacción de este impulso interno que siempre continúa
mientras exista vida.
Por otro lado, cuando el individuo carece de la suficiente confianza en sí mismo como
para poder dirigir su curso de acción abiertamente, parece estar satisfecho decrecer en su
autorrealización en forma vicaria en vez de directamente y casi no hace nada para
canalizar este impulso en una dirección más productiva y constructiva, entonces se dice
que está mal adaptado. Los distintos tipos de conducta inadaptada tales como el soñar
despierto, retraimiento, compensación, identificación, proyección, regresión, represión y
demás mecanismos a los que se les nombra como característicos de la desadaptación,
parecen ser manifestaciones de los intentos del yo interno para aproximarse a la
realización de su autoconcepto, pero de una forma encubierta.
Entre más alejados se encuentren la conducta y el concepto, tanto mayor será el grado de
inadaptación. El individuo reacciona de una determinada forma debido a la configuración
total de todas sus experiencias. Su reacción es un complejo gravoso que necesita
clarificarse, ser objetivo, poder aceptarse y también desarrollar el sentido de
responsabilidad para hacer algo al respecto.
122
actitudes, pensamientos y sentimientos que hacen posible llegar a la introspección:
requisito indispensable para que una terapia tenga éxito.
TERAPIA DE JUEGO
El poder actuar estos sentimientos por medio del juego hace que emerjan a la superficie
expresándolos abiertamente, así el niño puede enfrentarse a ellos, aprendiendo a
controlados o a rechazarlos. Cuando logra alcanzar una relajación emocional empieza a
darse cuenta del poder interno que tiene para ser un individuo con derechos propios, de
poder pensar por sí mismo y tomar sus propias decisiones, de lograr una mayor madurez
sicológica; y al hacer lo llega a realizarse plenamente.
Puede probar sus ideas y expresarse abiertamente, pues este es su mundo en donde no
tiene que competir con otras fuerzas tales como la autoridad del adulto o la rivalidad de
otros niños, o también situaciones en donde se le toma como instrumento en el juego
entre dos padres quisquillosos o se convierte en el blanco de las frustraciones y
agresiones de otra persona. Ahí es un individuo con sus propios derechos y se le trata
con dignidad y respeto. Puede decir todo lo que se le venga en gana y seguir siendo
respetado plenamente. Puede jugar con los juguetes de la manera que él quiera y
aceptársele del todo. Puede odiar, amar o ser tan indiferente como una estatua, y seguirá
siendo aceptado. Puede ser rápido como un remolino o lento como la melaza, mas no se
le limitará ni se le apresurará. El sentir que repentinamente desaparecen las sugerencias,
mandatos, reprensiones, restricciones, críticas, desaprobaciones, apoyo e intrusiones del
adulto es una experiencia única para un niño.
123
Todo esto se remplaza en la terapia por una completa aceptación y permiso para ser él
mismo. No es de sorprender que durante su primera sesión de terapia de juego, el niño
frecuentemente parezca confundido. ¿De qué se trata todo esto? Está sospechoso y
curioso a la vez.
Siempre ha tenido a alguien que le ayude a vivir su vida y quizá hasta alguien con la firme
determinación de vivir su vida por él; de repente esta interferencia desaparece y ya no
está viviendo bajo la sombra de alguien que inevitablemente es más poderoso que él. Se
encuentra afuera, a la luz del sol y las únicas sombras serán aquellas que él mismo desee
crear.
Es un reto, y algo muy profundo dentro del niño responde a este abierto reto a ser él
mismo, ejerciendo ese poder vital interno, dándole dirección, convirtiéndose en un
individuo con más propósito y decisión.
Además de ayudarlo a adquirir una mejor comprensión por medio de reflejarle sus
emociones, el terapeuta le hace sentir que lo comprende y que lo acepta en todo
momento, independientemente de lo que diga o haga. De esta manera el terapeuta lo
estimula a ahondar, cada vez con mayor profundidad, en su mundo interno haciendo que
surja su verdadero Yo.
Para el niño, la terapia constituye un reto a ese impulso interno que lucha constantemente
por realizarse. Es un reto que jamás ha sido ignorado por esta autora durante su
experiencia con niños. La velocidad en que el niño utiliza esta oportunidad varía según el
individuo, pero el hecho de que ocurre el crecimiento en distintos grados durante la
experiencia en la terapia de juego ha sido demostrado muchas veces.
124
El niño es capaz de resolver sus propios problemas, tomar decisiones y,
responsabilidades, de las que generalmente se le permite tener.
La respuesta es, al parecer, la aceptación del niño y la firme convicción de que es capaz
de autodeterminación. Es el respeto a la habilidad que tiene el niño para ser un individuo
pensante, independiente y constructivo. El aceptar también implica comprender ese
constante impulso que lucha por llegar a la completa autorrealización, o sea, la plenitud
de sí mismo como un individuo sicológicamente libre para que pueda funcionar a su
máxima capacidad.
Las maneras para lograrlo son muchas y variadas, aunque siempre parece haber alguna
resistencia por parte misma del individuo que le impide llegar a esta madurez e
independencia. Aun el niño dominado, que se vuelve rígidamente dependiente, parece
lograr controlar su independencia de esa manera. El niño "chiquiado" que se resiste a
aprender a leer en la escuela parece a simple vista estar luchando contra su
independencia y madurez. Podría ser que este sea el medio más efectivo que él ha
descubierto para controlar la situación y en realidad represente una satisfacción debido a
que es una expresión de su poder para autodirigirse e individualizarse.
Son muchos los casos que prueban que lo único que el individuo necesita para satisfacer
este impulso interno es poder despojarse de las cadenas, ser libre y permitirle desarrollar
plenamente su Yo sin tener que luchar contra frustraciones y prejuicios. Esto no significa
que se vaya a volver tan centrado en sí mismo que el resto del mundo deje de existir para
él. Quiere decir que el individuo adquiere libertad para satisfacer su impulso interno de
una manera natural, pero sin que esto se convierta en la mira principal de toda su
existencia o canalice todas sus energías para atacar violentamente las barreras que le
125
impiden alcanzar su madurez haciendo que fije su atención sólo en sí mismo. Cuando
este impulso interno se llega a satisfacer de una manera natural y constante, se convierte
en algo dinámico, ya que el crecimiento es un proceso continuo que existe mientras haya
vida.
Al mismo tiempo que el individuo adquiere su madurez física, asimismo adquiere madurez
sicológica para lograr un equilibrio positivo.
Así como el individuo utiliza su creciente independencia corporal para aumentar los límites
de su capacidad física, también utiliza su creciente independencia sicológica para
extender los límites de sus capacidades mentales. El niño que sabe correr llega más lejos
que el bebé que sólo gatea. El niño que ha aprendido a hablar se puede comunicar mejor
que el bebé que balbucea.
Junto con la madurez viene la expansión del individuo que puede abarcar al mundo hasta
donde le sea posible incorporarlo en su esquema de vida. Y así es durante toda la vida. El
niño que se ha liberado desde el punto de vista psicológico, puede lograr más de una
manera creativa y constructiva que aquel que gasta todas sus energías en una lucha
frustrante y tensa para obtener su libertad y situación en el mundo como individuo.
El niño será un individuo y si no puede lograrlo por medios legítimos entonces lo hará
valiéndose de acciones sustitutas. Así, el niño hace berrinches, fastidia, está
malhumorado, sueña despierto, pelea y trata de escandalizar a otros con sus acciones.
En muchas ocasiones los maestros han dicho que la mejor manera de controlar a un niño
que está tratando de llamar la atención es darle una razón real para que pueda lucirse.
"¡Que tome parte en la obra de teatro. Denle responsabilidad en el salón de clases!"; y así
como éstos se han utilizado otros medios para satisfacer la necesidad que tiene el niño de
ser considerado como una persona valiosa. Esta oportunidad para desarrollar ese poder
interno que lo impulsa a ser él mismo, se da al niño en forma semejante durante la hora
de terapia.
Cuando el niño juega libremente y sin dirección está expresando su personalidad. Está
experimentando un periodo de pensamiento y acción independiente y está liberando
aquellos sentimientos y actitudes que han estado luchando por salir al descubierto. Según
esto no parece ser indispensable que el niño sea consciente de que tiene un problema
para que pueda obtener beneficio de la terapia. Son muchos los niños que han pasado
por una experiencia terapéutica y han mostrado visibles señas de adoptar actitudes y
conductas más maduras y, sin embargo, nunca tuvieron otra idea más que sólo se trataba
de una hora de juego libre. La terapia no-directiva no debe ser considerada como un
126
medio para sustituir una conducta "no deseable" por otra más aceptable de acuerdo con
las normas fijadas por el adulto. No se trata de imponerse al niño de una manera
autoritaria diciendo:
Cuando esto sucede, el niño opone resistencia, ya sea activa o pasiva. No quiere que se
le vuelva a moldear ya que ante todo está luchando por ser él mismo. Los patrones de
conducta que no son de su agrado resultan endebles y no vale la pena el gastar tiempo y
esfuerzo en tratar de imponérselos. El tipo de terapia que aquí estamos describiendo está
basada en una teoría positiva de las habilidades que posee el individuo. No limita ningún
aspecto de crecimiento individual. Es una terapia abierta, activa, que comienza en la
etapa en que está el individuo y permite que ésta llegue hasta donde él es capaz de
hacerla.
Hasta ahora sólo se ha hablado de terapia individual pero en la actualidad las técnicas de
la terapia de juego no-directiva pueden aplicarse también a grupos. La terapia de grupo es
una experiencia no-directiva a la que se agrega el elemento de evaluación
contemporánea de la conducta más las reacciones entre las diferentes personalidades. La
experiencia de grupo introduce un elemento muy realista, ya que el niño vive en un mundo
con otros niños tiene que tomar en cuenta las reacciones de otros individuos y aprender a
ser considerados con los sentimientos de los demás.
Es evidente que la terapia de grupo puede ser más efectiva que la terapia individual en los
casos en que los problemas del niño se centran en su adaptación social. Por otra parte,
127
en los casos donde los problemas están centrados en una profunda dificultad emocional,
la terapia individual es más apropiada. Ya que generalmente es imposible determinar cuál
es la base de los problemas del niño; quizá lo mejor sea ofrecerle tanto contactos
individuales como de grupo, en la medida que este tipo de arreglo sea posible.
Los principios básicos que guían al terapeuta en todos sus contactos terapéuticos no-
directivos son muy sencillos, pero de enormes probabilidades cuando son ejecutados con
sinceridad, consistencia e inteligencia. Los principios son los siguientes:
1. El terapeuta debe desarrollar una relación interna y amigable con el niño, mediante la
cual se establece una armonía lo antes posible.
4. El terapeuta está alerta a reconocer los sentimientos que el niño está expresando y los
refleja de nuevo hacia él de tal forma que logra profundizar más en su comportamiento.
5. El terapeuta observa un gran respeto por la habilidad del niño para solucionar sus
problemas, si a éste se le ha brindado la oportunidad para hacerlo. Es responsabilidad
del niño decidir y realizar cambios.
6. El terapeuta no intenta dirigir las acciones o conversación del niño en forma alguna. El
niño guía el camino; el terapeuta lo sigue.
8. El terapeuta establece solo aquellas limitaciones que son necesarias para conservar la
terapia en el mundo de la realidad y hacerle patente al niño de su responsabilidad en la
relación.
Cuando un niño llega para terapia de juego, es por lo general debido a que algún adulto lo
ha traído o enviado a la clínica para su tratamiento. El chico aborda otra singular
experiencia en igual forma que afronta todas sus nuevas experiencias -ya sea con
entusiasmo, temor, precaución, resistencia o cualquiera otra forma que sea típica de su
manera de reaccionar ante nuevas situaciones-. El contacto inicial es de gran importancia
para el éxito de la terapia. Es durante este contacto cuando se prepara el escenario, por
así decirlo. La estructuración es presentada al niño, no solamente por medio de palabras,
sino también con la relación que es establecida entre la terapia y el niño.
128
Terapeuta: Deseas hacer algo de arcilla.
Dickie: Dije "hagamos". Usted también haga algo.
Terapeuta:¿Qué deseas que haga?
Dickie (Frunciendo el ceño y rascando su cabeza):Deseo que haga un gato. Lo esconde
detrás de una gran roca.
Terapeuta (Empezando a hacer el gato de arcilla, así como también la roca para
esconderlo tras ella):Te agrada ordenarme.
Dickie: Usted haga lo que le digo (el terapeuta y Dickie hacen figuras de arcilla. Dickie
hace un conejo y una pila de rocas para esconderlo). Ahora empieza la pelea (el
terapeuta acerca su gato hacia su conejo. El niño de inmediato hace saltar a su conejo
encima del gato del terapeuta y lo desbarata). Listo. Este es el final del viejo gato. Haga
otro.
Terapeuta (Haciendo otro gato): Arruinaste mi primer gato y ahora quieres que haga otro.
Dickie: Sí (de nuevo el gato del terapeuta se enfrenta al mismo destino). Haga otro, y esta
vez haga que su gato salte sobre mi conejo (así lo hace el terapeuta, pero en el momento
preciso el conejo de Dickie le arranca la cabeza al gato y pellizca el resto de él entre los
dedos del terapeuta).
Terapeuta: Te agrada ensañarte con mi gato.
Dickie: Claro que sí. Me gusta pelear.
Terapeuta: También te gusta pelear.
Dickie: Así es. Y también me gusta ganar las peleas. Ahora haga una víbora.
Terapeuta: Deseas que yo haga una víbora (así lo hace. Dickie también hace otra. Se
inclina y alcanza la víbora del terapeuta y la compara con la suya. Después, en forma
deliberada, hace su víbora más grande que la del terapeuta). Quieres que tu víbora sea
más grande que la mía.
Dickie: Sí. Y va a derribar la cabeza de su víbora de un solo golpe. Listo. Esconda su
víbora tras esta roca. La mía está escondida aquí. (Dickie tiene a su víbora protegida
entre una enorme pila de rocas.)
Terapeuta: Quieres que tu víbora esté bien protegida.
Dickie: En esta ocasión voy a permitir que su víbora mate a la mía. Vamos. Hss.Ssss (las
víboras son acercadas una a la otra, pero en el momento en que la víbora del terapeuta
está a punto de atacar a la de Dickie, él deja caer una gran bola de arcilla encima de ella,
para luego aplastarla con su mano, desbaratando así la víbora del terapeuta. Ríe
jubilosamente). Lo burlé. Logré engañarlo.
Terapeuta: Te gusta poder burlarme, y hacerme creer lo que dices.
Dickie: Claro. Ahora vea si puede burlarme. Haga el intento a ver si puede.
Terapeuta: Tú deseas que yo vea si puedo burlarte.
Dickie: Sí. Trate de hacerlo.
Terapeuta: Tú no crees que yo pueda.
Dickie: No. Yo no creo que pueda, pero inténtelo (el terapeuta y Dickie maniobran con las
víboras de arcilla. La víbora del terapeuta arranca la cabeza del a víbora de Dickie. El niño
se retira bruscamente de la mesa y grita al terapeuta). ¡Mire lo que hizo! ¡Mire lo que le
hizo a mi víbora!
Terapeuta: Tú me dijiste que intentara burlarte, y luego cuando lo hice no te agradó.
129
Dickie: No. No me agrada. Ahora coloque de nuevo la cabeza en mi víbora. Cúrela.
Terapeuta: Deseas que yo coloque su cabeza de nuevo en su sitio, ya que fui yo quien se
la arranqué.
Dickie: Deseo que haga lo que digo.
Terapeuta: Te agrada darme órdenes.
Dickie (Riendo de repente): Esto es divertido. En realidad no me importan esas feas
víboras. Sólo estoy jugando (aguarda hasta que el terapeuta ha arreglado su víbora,
después le levanta por la cola y la presiona hasta hacer de ella una pelota. Después se
dirige al estante y alcanza los soldados empezando así otra batalla. Ene sta ocasión el
niño da la espalda al terapeuta).
Terapeuta: Estás sosteniendo una gran batalla.
Dickie: ¿Por qué no guarda silencio?
Terapeuta: Deseas que deje de hablar cuando tú lo ordenes.
Dickie: Sí. ¿Por qué no obedece? (el terapeuta guarda silencio. Dickie 'mira de reojo al
terapeuta y se nota complacido por su éxito en Silenciarlo). ¿Puedo regresar de nuevo?
Terapeuta: Sí. Si tú lo deseas.
Dickie: Sólo estoy jugando con usted. Usted dijo que podía jugar en la forma quedeseara.
Terapeuta: Sí. Eso fue lo que dije, y lo sostengo.
Dickie: ¿También puedo decirle lo que yo quiera?
Terapeuta: Sí.
Dickie: ¿Podría maldecir aquí, si lo deseara?
Terapeuta: Si eso deseas.
Dickie (Riendo con hilaridad): ¿Cuándo puedo venir de nuevo? ¿Todos los días?
Terapeuta: Puedes venir cada miércoles de todas las semanas a esta misma hora.
Dickie: Usted ya es un adulto y puedo decirle lo que deseo (ríe).
Terapeuta: Piensas que es divertido decir todo lo que desees a un adulto.
Dickie: Sí (sonríe). Cállese, señora X (el nombre de su maestra en la casa hogar).
Cállese, señora X.
Terapeuta: Te agradaría en ocasiones decirle a tu maestra que se callara.
Dickie: Cállese, señor M (el superintendente de la casa hogar). ¡Cierre su enorme boca!
Terapeuta: En ocasiones te agradaría decirle al señor M que cerrara "su horrible y enorme
boca".
Dickie: Eso quisiera, pero ¡no me atrevería!
Terapeuta: Te agradaría decirle eso, pero no te atreverías.
Dickie (Tomando asiento frente al terapeuta):¿Sabe una cosa?
Terapeuta: ¿Hmm?
Dickie: Quiero beber de la mamila.
Terapeuta: Ahí está, sobre el estante. Bebe de ella si lo deseas.
Dickie: ¿Sabe una cosa?
Terapeuta: ¿Hmm?
Dickie: Quiero arrastrarme por el piso y beber de la botella.
Terapeuta: Deseas actuar como un bebé. Bueno, adelante (mientras Dickie medita). No
sabes si hacerlo o no. (Dickie alcanza la botella, toma asiento frente al terapeuta y cierra
130
sus ojos a la vez que bebe de la botella. Después se baja al piso, se acuesta en él y
succiona el chupón con los ojos cerrados.)
Dickie: Soy un bebé.
Terapeuta: Te agrada ser un pequeño bebé.
Dickie: Ummhumm (permaneciendo acostado en el piso bebiendo durante el resto de la
hora)”
Es interesante hacer notar la forma en que Dickie utilizó su primera entrevista. Parecía
estar expresando sus sentimientos contra la autoridad demasiado opresiva de la casa
hogar. Escogió un objeto de plástico que pudiera manipular fácilmente, así como
controlarlo debidamente en lo concerniente a tamaño y durabilidad. Utilizó al terapeuta en
forma poco usual, introduciéndolo en el juego como símbolo de la autoridad que ejercían
los adultos y de esa manera poder expresar los sentimientos que no se atrevía a
exteriorizar ante los adultos que lo tenían bajo su cargo. Fue interesante observarlo actuar
de ser un niño dominante y dictatorial a convertirse en un indefenso bebé.20
20
Axline, V. (1975). Terapia de Juego. México: Diana.
131
que se han diferenciado hasta la fecha. Por otro lado, es importante contar con estas
herramientas porque unifican criterios, lo que favorece la investigación y brinda la
posibilidad de hablar en lenguaje común entre los profesionistas que laboran en el campo
de la salud mental.
El uso de estos manuales no debe sustituir los juicios y las hipótesis que el clínico se
forma a partir de la propia observación, de sus conocimientos, y de su experiencia. El
ceñirse rígidamente al uso de DSM o del ICD puede dar lugar a una visión reduccionista y
parcial del ser humano que sufre y que acude al psicólogo en busca de ayuda.
Es preciso recordar siempre que los seres humanos somos únicos incluso en las
soluciones que damos a nuestros conflictos y las formaciones sintomatológicas que
generamos.21
Toda entrevista clínica debe ser planeada, estructurada y revisada para que pueda
cumplir con su propósito.
Las habilidades que debe poseer el terapeuta para realizar una adecuada entrevista
fueron planteadas anteriormente.
El psicólogo clínico debe conocer las características de cada instrumento a utilizar con la
intención de evitar subjetividades al momento de la evaluación.
La tarea, al hacer una historia, es obtener datos que iluminen las experiencias personales
del paciente, y que permitan la formulación del diagnóstico. El primer paso consiste en la
obtención de la historia de la molestia principal, de su descripción, y de todos los aspectos
disponibles relacionados con su iniciación. La finalidad de este segmento del
interrogatorio es la de obtener una comprensión completa de los factores precipitantes y
21
Solloa García, L. (2006). Los Trastornos Psicológicos. México: Trillas.
132
de toda la situación vital contemporánea. Esto requiere del terapeuta, además de que sea
capaz de obtener datos sobre la dolencia actual, consiga además datos concernientes a
la forma de vida actual del paciente, que averigüe las relaciones con los demás, y la
situación vocacional y social.
Otro punto clave sobre todo en el caso de niños y adolescentes es averiguar sobre la
conformación de la familia, y tipo de convivencia que domina al interior de ella.
El requisito siguiente es una exhaustiva historia del desarrollo, con el propósito de utilizar
esa información para la comprensión del crecimiento y ambiente familiar que rodea o
rodeo al paciente, con la intención de ligar esa información con la situación actual y
analizar si pueden o no estar conectadas entre sí.
Una historia sólo se considera completa si como resultado de ella, el origen del
padecimiento actual se puede comprender completamente en términos dinámicos y se
puede relacionar con los sucesos genéticos, de desarrollo y culturales que lo precedieron.
Por supuesto, hacer la historia también debe incluir una atención detallada al desarrollo
psicológico, a las enfermedades y a cualquier desorden orgánico que posiblemente tenga
importancia dentro del problema del paciente en la actualidad.
No se puede dar una receta en torno a la estructura de la historia clínica pero se sugiere
llevarla estructurada en un formato para que el paciente lo vaya llenando de manera
previa, y posteriormente en la entrevista se revise y se añadan los datos que sean
pertinentes en cada caso.
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Nombre completo y firma de quien realizó el estudio, además del grado académico
que el psicólogo ha obtenido y el número de su cédula profesional.
Para integrar el informe se buscan los temas y tendencias comunes en los hallazgos de
los instrumentos empleados y las entrevistas. Los datos obtenidos de la evaluación deben
integrarse dentro de las perspectivas teóricas que lo sustenten, utilizando un lenguaje
común que pueda entender la persona que recibe el informe.
Una vez que se han determinado los síntomas, el terapeuta debe dedicarse a la labor de
deshacer. El terapeuta debe de establecer aquellos factores que requieren cambio o que
se prestan más fácilmente para ello. Estos a su vez llevan a la elección de la intervención;
ésta puede consistir en operaciones verbales o seleccionadas entre las medidas adjuntas
de las que dispone el terapeuta.
Hoy en día la práctica clínica se caracteriza por el tratamiento multimodal, ya que se han
flexibilizado las orientaciones teóricas dando origen al “eclecticismo”, que significa la
intención de recoger y combinar conceptos y técnicas procedentes de diversas escuelas,
en función de lo que parezca más adecuado a cada caso. Esta tendencia intenta incluso
combinar la terapia sistémicas individual y familiar con las perspectivas biológicas y
psicosociales.
134
la naturaleza de cada caso al ser tan particular no permite que generalicemos ni
circunstancias ni tratamientos.
Por desgracia, cada una de esas fuentes de confirmación tiene sus limitaciones
específicas.
Todo proceso terapéutico llega a un momento en que las sesiones están cerca de su
finalización. Esto puede ocurrir en el instante en el que el paciente asume que ya no es
necesario continuarlas. Este momento debe ser esperado por el terapeuta con afecto y
con satisfacción ya que se trata del éxito de un trabajo profesional en el cual el paciente
logró su autoapoyo y ya conoce cómo resolver los problemas que se le presenten.
135
Se sugiere entonces que aunque surja una amistad el acompañamiento profesional
termine no así la relación amistosa, sin embargo probablemente se viva como duelo.
Esto significará que el proceso de duelo que se da ante la finalización del tratamiento, que
se manifestará una negación a la ruptura del vínculo creado.
Este proceso finalizará dependiendo del tiempo que duró la relación y la entrega que hubo
en la misma, sin embargo no pasa de un año por lo general, dejando la sensación en
ambos de una puerta abierta que estará entre ambos para lo que se necesite.
4.3.3 Derivación.
-Cuando el caso lo justifique, por ejemplo que el código de valores entre ellos sea
substancialmente diferente o que el tipo de patología del paciente vaya más allá de la
competencia del terapeuta.
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