PUBLICAbA POR EL

MINISTERIO DEL AIRE

1 r nfl
AÑo XXVI - NUMERO 312

T L5LLLJuu(í
NOVIEMBRE

Depósito legal: M’5.416-1960

1966

irección y Redacción: Tel. 2 442812 - ROMERO ROBLEDO, 8 - MADRID -8 — Administración: TeL 2 44 2819

NUESTRA PORTADA:
Torre de Control del Aeropuerto
Interne cional Dulles, en Wáshington.

SUMARIO Póo s.

Por J. J. B. 939
Mosaico mundial.
El Servicio Nacional de Helicópteros. Por Luis Serrano de Pablo.
General de Aviación. 943
El «Géminis XII». Por Antonio de Rueda Ureta.
General de Aviación. 949
Diario de un galaxionauta. Por José Fernández-Amigo.
Doctor Ingeniero Aeronríutico. 954
El hombre en la danza de la Bioastronáutica. Por José Aparicio de Santiago.
Coronel Médico rIel Aire. 961
¿La Luna, objeto del Derecho? Por Martín Bravo Navarro.
Ca pitón Auditor del Aire. 965
Primera salida de Don Quijote. Por José Sánchez Egea.
Comandante Meteorólogo. 970
Dos entidades internacionales de la mayor importancia mundial. 973
Actividades de la Comisión Nacional del Espacio. 980
Cuando se esté totalmente de vuelta. 984
«Rendez-vous» (con lupa política). 986
«Vademécum» (satélites). 988
993
Concurso de Artículos «Nuestra Señora de Loreto».
994
Información Nacional.
Información del Extranjero. 995
Las realidades del esfuerzo norteamericano en Vietnam. Por J. 5. Butz.
(De Air Force and Sparc Digest.) 1007
La investigación espacial, clave del progreso técnico. Por Ettore Gargnoli.
(De Rivista. Aeronautica Astronautica
Missilistica.) 1013
El «Nimbos II», satélite meteorológico. 1023
1026
Bibliografía.

LOS CONCEPTOS EXPUESTOS EN ESTOS ARTICULOS REPRESENTAN LA OPINION PERSONAL DE SUS AUTORES

Número corriente15 pesetas. Suscripción semestral 90 pesetas.

Número atrasado25 » Suscripción
anual180 »
Suscripción extranjero300 pesetas.
Una formación de los nuevos Ligktnng en servicio en la R. A. F.
Wtrneio 312 Noviembre 1966
-
MOSAICO
La estrategia «Yo-Yo».
U n clamor universal pide a los americanos
que retiren sus tropas (lel sudeste asiático.
Un clarnr en el que se confunden las voces
de personalidades tan dispares como Mao,
De Gaulle, Fullbright y Lord Russell, aun
citando tal vez, sean los mismos americanos
los que más sinceramente desean librarse de
esta segunda edición de la guerra de Corea.
Pero, librarse de lo que está pasando en el
Vietnam, no quiere decir desentenderse de
los problemas del continente asiático, entre
los cuales, la expansión del comunismo ocupa
un lugar preferente, aun cuañdo existan
otros dignos de atención.
Los que piden la retirada de las tropas
americanas de Asia, olvidan, tal vez, que,
en el más amplio sentido de la palabra, los
americanos no pueden retirarse de Asia.
Casi desde la fecha de su nacimiento como
nación los Estados. Unidos han estado pre
sentes. en Asia, y esta. presenciase ha inten
sificado con el paso de lo.s años. Cinco (le
sus estados bordean el Pacífico y UflO (le
ellos está enclavado en el centro de este
Océano. Los americanos lucharon a vida o
muerte contra los japoneses. en apoyo de sus
intereses en las. regiones próximas a Asia.
Más tarde intervinieron decididamente en
Corea para evitar que la península fuera
dominada por la agresión comunista. Ahora,
de de hace cinco aEos, combaten en. el Viet
nam, en donde han perdido la vida, más (le
cinco mil americanos. Pero si todo esto no
fuera suficiente para justificar la presencia
de los. Estados Unidos en Asia, hay que
939
REVISTA DE AERO7 A UTICA
Y AsTRONAUTICA
MUNDIAL
Por 1. J. B.
añadir que están comprometidos en la inde’
p.endencia de Formosa, están ligados por
trata.dos con dieciocho naciones y facilitan
alimentos y to.da clase de ayuda económica
a otros países del continente. Todo esto hace
que’, mientras. sus actuales responsabilidades
en Asia no sufran una transformación ra
dical, los americanos no’ puedan retirarse
del continente por muy universal que sea el
clanior de: los, partidarios de la retirada. Si
aho.ra abandonan al Vietnam, mañana ten
(irían que abandonar a Thailandia. y más
ta.rde, a Formosa y Filipinas..
A pesar de’ todo, no debemos extrañarnos
demasiado si esta retirada se’ produce tan
pronto como las circunstancias la hagán
posible. Naturalmente, no se trata. (le una
retirada sin condiciones. Antes de que se pro
duzca, será necesario que’ una cierta pacifi
cación se e’xtienda sobre’ los frentes de com
bate’. Los Estados. Unidos no se proponen
abandonar a sus. aliados de ioy. Es p.iobable
que replieguen sus. fue’rzas tan. pronto como
unas mínimas condiciones, de seguridad lo
hagan posible, pero, es.te’ propósito es inse
parable de’ la voluntad ‘de’regresar al escena
rio de la, lucha., en el caso’ de que el enemigo
intente’ sacar .partido’ de la ausencia ameri
cana. En lugar de’ una pr-esencia física es
tática, se piensa re’currir a la movilidad
apoyada en los actuales. medios. técnicos:.
En los últimos cinco años, el Pentágono,
ha incrementado’ en un 300 por 100 la capa
cidad del transporte aéreo y en los, próximos
cinco años se multiplicará por diez. En
efecto, en 1971 ya estarán en funcionamiento
los “Lockheed C 5A”, veinticinco de los
-
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA
cuales pueden transportar los 15.000 hom
bres de una división. El material pesado
(le estas divisiones estará depositado previa
mente en las regiones en donde el conf:licto
sea lógicamente, previsible. Por ejemplo, en
Thailandia ya está depositado el material de
guerra necesario jara equipar 6.000 hombres.
En Okinawa, está almacenado todo lo nece
sario para una división. Un cierto número
de buques depósito, como los que ahora están
estacionados en Filipinas, facilitarán el ma
terial necesario a las tropas paracaidistas que
operen en las regiones costeras. Con esta
nueva. movilidad y un cuidadoso estudio de
la información disponible, los Estados Uni
dos piensan que es posible regresar al con
tinente antes de que cualquier acto de agre
sión tenga tiempo de consolidarse. La ca
pacidad •de las fuerzas militares americanas
para volver a hacer acto de presencia en
Asia debe ser una garantía para los países
aliados y un medio de •disuasión para los
agresores en potencia.
Esta “retirada limitada” en perspectiva, ha
sido muy bien acogida, tanto en los Estados
Unidos, como en los países asiáticos. Los
americanos, con responsabilidades en todos
los continentes esperan obtener buenos divi
dendos de una estrategia que dotará a sus
medios militares de una flexibilidad hasta
ahora inexistente. De acuerdo con las expe
riencias de la segunda guerra mundial y la
de Corea, cuanto más tiempo: permanecía
una unidad americana estacionada en tiempo
de paz en cualquier país extranjero, más
difícil resultaba enviarla a otro, en caso de
emergencia, por ser las fuerzas militares,
con frecuencia, simples rehenes de la política
exterior.
Desde el punto de vista (le los asiáticos, la
retirada (le las tropas americanas, si va
acompañada de las garantías debidas, será,
todavía, mejor recibida que en los Estados
Unidos. Por mucho que se empeñen en evi
tarlo, las tropas, por sus necesidades masivas
revo:lucionan y perturban las economías lo
cales. La verdad es que, por muy necesarias
que sean, nadie se siente feliz con tenerlas en
casa. Por otra parte, los dirigentes asiáticos
opinan que la presencia del soldado americano
y su relación con la población civil, destruye
los valores culturales tradicionales y alteran
el normal desarrollo de la política local.
Pero, por muy natural que sea el deseo de
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Número 312 Noviembre
- 1966
verse libres de los americanos, por ahora, los
asiáticos tienen que resignarse a su presencia
y protección, aún cuando ésta última se apoye
en lo sucesivo en una movilidad que permita
a las fuerzas permanecer invisibles, dentro
(le ciertos límites. El Pentágono: prevé que,
en el inmediato futuro, cuando: se produzca
alguna tensión en los países asiáticos, el go
bierno americano enviará fuerzas arinadas a
estos países, en los que realizarán ejercicios
disuasivos y demostraciones aéreas a partir
de los aeródromos existentes en el continente
o en las islas adyacentes. Cuando la crisis
se considere resuelta, las tropas regresarán
a sus bases en los Estados Unidos, en las
posiciones insulares en el Pacífico:, o a bo:rdo
de los buques estacionados en los, puertos de
la región afectada. Este envío de tropas hacia
el continente, seguido de su retirada a las
bases propias, es conocido con el nombre de
estrategia “Yo-Yo”, en la que cada movi
miento de avance es seguido de un repliegue
a las bases de partida..
En las condiciones creadas por la estrate
gia “Yo-Yo”, se espera que los pueblos asiá
ticos puedan encontrar el camino de su des
arrollo, bajo: el gobierno de sus propios di
rigentes y con. la ayuda económica y técnica
de los Estados Unido:s. Esta. ayuda se elevará
a unos mil millones de dólares por año, a lo
laigo’ de un período: de diez años, en los que,
entre otras cosas, está prevista la realización
(le un vasto: plan de valorización de río
Mekong. El principal objetivo de este plan,
es la creación de una comunidad de países
no comunistas, aún cuando: no tienen por
que ser agresivamente anti-comunistas, que
puedan equilibrar la presencia de la China
Ro:ja, y sentar las ba.ses. de una fructífera
cooperación.
La crema. de la leche.
Hace tinos días, el señor Hlammarkjold,
Director genera.l de la JATA, ha pronuncia
do en Vancouver, ante los representantes del
turismo canadiense, uno de sus sustanciosos
discursos. Como de co.stumbre, el Director
de la IATA, no se limitó’, en su expresiva
charla, a pasar revista a los problemas ac
tuales de la Asociación del Transporte Aéreo,
sino que extendió su estudio a los aspectos
más generales de la aviación comercial dentro
de un mundo que, si no: puede considerarse
Número 312 Noviembre 1966
-
hostil, ofrece, por lo menos) ciertas resisten
cias al normal crecimiento de la navegación
aérea. Damos a continuación algunos de los
puntos más importantes de la interesante
charla:
“La interdependencia de la industria, de las
líneas .aéreas y la del turismo mundial, está
creciendo, al igual que la interdependencia
entre las con pa?íías aéreas internacionales y
El helicóptero sigue desempeñando un papel muy importante en la guerra del Vietnarn.
los gobiernos, La industria de las comunica
ciones aéreas se halla en un período de tran
sición y, en la actualidad, nos encontramos
en uno de los puntos decisivos de nuestra
historia. En realidad, creo que, desde la
creación de la JATA, en 1919, las compañías
han estado en una situación de transición;
el desarrollo técnico no les ha permitido
nunca alcanzar una cierta estabilidad.
A pesar de ello, vale la pena ponderar el
efecto que en el turismo’ mundial producirán
algunos de los nuevos tipos de aviones que
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REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUT1CA
han de ponerse en servicio’ en los próximos
años. Quisiera mencionar, en partcular, el
reactor de gran capacidad, más popularmente
denominado “Jumbo Jet”. Estos aparatos,
que pueden acomodar hasta 500 pasajeros,
entrarán en servicio en 1969. Aún cuando
inicialmente volarán sobre la ruta del At
lántico, no pasará mucho tiempo antes de
que extiendan sus alas sobre el Pacífico y
penetren hasta los cuatro rincones del mundo.
La mayor parte (le los terminales del mundo
se verán inundados por la llegada de uno
de estos gigantes del aire’, con su carga total
de 500 pasajeros. Lo’ que ocurrirá cuando
tres o cuatro de estos aparatos lleguen a un
tiempo, cosa muy verosímil, reb’asa todo’ lo
imaginable. No hay duda de que’ el “Jumbo
Jet” será un gran éxito en manos de las
compañías aérreas, pero’ no será un éxito
total si las instalaciones en tierra son ma
decuadas.
REVISTA DE AERO7 A UTICA
Y ASTRO NAUTICA
Están muy bien las presiones ejercidas
sobre las compañías aéreas en pro de tarifas
cada vez más bajas, pero deben aplicarse
las mismas presiones sobre otros sectores. de
la industria turística, si se quiere que el via
jero sea cortejado con éxito. En la pasada
primavera, las compañías aéreas introdujeron
tarifas reducidas sobre el Atlántico Norte,
pero el hotel y otros precios parece que
subieron en la misma cuantía en que se re
dujeron las tarifas aéreas. El beneficio resul
tante de la acción de la IATA a favor del
talonario de cheques cid turista fué nulo : el
dinero que ahorró en su tarifa aérea tuvo
que abonarlo a las empresas explotadoras de
hoteles y visitas. Renito que es absurdo pre
tender que las compañías aéreas rebajen sus
tarifas sin ejercer tina presión equivalente
sobre otros sectores de la industia. turís
tica.”
Pero, tal vez, la parte más interesante de
la charla del señor H’ammarskjoid, fué la
dedicada. al estudio de la actuación (le los
llamados servicios irregulares. Según el Di
rector de la JATA, los padres de la Conven
ción de Chicago, no llegaron a vislumbrar
el fantástico desarrollo de la explotación
irregular, por lo que, en la actualidad, los
“charter” disfrutan de reglas internacionales
que solo pretendieron cubrir vuelos no regu
lares por aviones ambulancia y otrós análo
gos. “El grueso del tráfico mundial —dijo
el señor Hammars.kjold—, es transportado
por las compañías aéreas reguJares, las cuales
tienen que operar lo mismo en las pequeñas
rutas antieconómica.s que en las sustanciosas,
tales como aquellas en las que las compañías
auxiliares acaban de recibir autorización para
volar por parte de la. Oficina de Aeronáutica
Civil de los Estados Unidos. Las compañías
aéreas regulares, limitadas po.r sus compro
misos con los gobiernos y con el púhllco,
para proporcionar servicio regular y seguro
con aviones que, vtielan lo mismo. vacíos que
llenos, no pueden llevarse la crema. (le la leche
como hacen los “charter”. Lbs repercusio
nes internacionales vendrán a continuación.
Los países más pequeños, y sus empresas (le
(le transporte nacionales pueden no permane
cer en actitud pasiva, y han (le vigilar si su
tráfico disminuye a causa de la invasión (le
un gran número’ de compañías no designa
das, de uno o más países mayores, empeñados
en aprovechars.e de ‘las libertades concecli
das por el artículo’ 5 de la Convención de
Chi cago.”.
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IVúmero 312 Noviembre
- 1966
Benecios de’ guerra.
Como’ es sabido, el Japón no interviene
niilitarmerite en la guerra del Vietnam, como
tampoco intervino en la de Corea. Sin em
bargo, los partidos políticos de izquierda del
Japón aseguran que su país “participa hipó
critamente en una guerra colonial”. Razones
(le esta afirmación : la gtierra del Vietnam,
constituye un magnífico negocio. para la in
dustria japonesa. Según los citado.s partidos
políticos, los japoneses venden a los ameri
canos trajes de combate, fibras sintéticas,
embalaj es, aparatos electrónicos, etc.
Los soldados americanos, chapotean en los
fangales calzados con botas fabricadas en el
Japón y, también, son japoneses los colcho
nes sobre los que descansan después del coro-
bate. En el curso del primer semestre (le este
añç, las compras americanas aumentaron
un 50 por 100 en relación al año anterior.
En Yokoama, se hace la revisión de los
aviones y buques procedentes cid Vietnam, y
en Nagoya, la factoría gigante’ de Mitsihushi
trabaja (lía y noche en favor del esfuerzo
(le guerra americano. Esta zona está, (lis-
creta, pero eficazmente’ vigilada por la po
licía. Los hombres (le negocios japoneses,
afirman que sólo se trata de trabajos (le ma
tenmiento pero los sindicatos opinan que
se trata de tina participación directa en la
(tuerra.
Por otra parte, el Japón se heneficia, igual
mente, de la participación de otros países en
el conflicto vietnamita. Situados geográfica
mente próximos al teatro de la lucha, al mis
mo tiempo que utilizan tina mano de obra
poco costosa y muy capacitada, los japoneses
reunen las condiciones ideales para trans fo’r
marse en la principal fuente (le apro’visio
namiento (le la batalla.
lJltiniamente su espíritu comercial los ha
llevado un poco. lejos: los americanos comien
zan a sospechar que los japoneses, no satis
fechos con vender su producción industrial
a los Estados Unidos y a los países que co
laboran en la lucha contra el comunismo en
el Vietnam, están equipados también a los
soldados rojos que combaten en la jungla.
Por lo menos, los japoneses, que’ venden a
los americanos la casi totalidad de la. sangre
para transfusiones que se utiliza en el Viet
nam, venden, Igualmente a los rojos el equipo
(le transmisiones que emplean las unidades
(le combate.
 REVISTA DE AERONAUTICA
Número 312 Noviem&re 1966
- Y ASTRO7’ZAUTICA

EL SERVICIO
NACIONAL
DEHELICOPTE
DESUORGANIZACION
Y POSIBILIDADES
Por LUIS SERRANO DE PABLO
General de Aviación (S. 17.)

O. Antecedentes. creó el Servicio de Helicópteros, por Decre

to de 27 de julio de 1964 (“B. O. del Esta
do” núm. 214, de 5 de septiembre) y se pro
La Ley de 28 de diciembre de 1963, al cedió a la adquisición del material necesario,
aprobar el Plan de Desarrollo Económico conforme a un plan cuatrienal que permi
y Social, asignó créditos por varios cientos tiese la inversión de los créditos presupues
de millones de pesetas para atender un ser tados, tanto en la compra como en la parcial
vicio de helicópteros que respondiese a las y progresiva nacionalización, bajo licencia,
necesidades del propio Ministerio del Aire de componentes, montajes, mantenimiento y
y a las civiles de otros Departamentos. revisiones. He aquí lo ocurrido hasta la f e-
Para dar cumplimiento a lo anterior, se cha en que esto escribimos. Ahora, permíta
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 REVISTA DE AERONAUTIQA
Y ASTRO2ALJTICA
senos ánalizar el decreto de creación con vis
tas a una adecuada estructuración orgánica
y funcional del Servicio citado.
1. Análisis hennenéutico del decreto.
“Nacidas del Convenio Internacional de
Aviación Civil, firmado en Chicago en 1944,
y ra;tificado por España. —dice el preámbu
lo—, aparecen. obligaciones a: carqo del Mi
nisterio del Aire; la: dotación. para atender
las, permitirá a dicho Departamento acudir
en cierta medidá a; los estados de emergen
cial que puedan producirse por razones sani
tarias, catástrofes, salvamentos o de otra
suerte, a: requerimiento de otros Ministe
rios.”
Esas obligaciones no pueden ser otras
que’ las. que se’ especifican en el Anexo 12,
“Búsqueda y Salvamento”, y ellas fueron
las que promovieron la creación del Servi
cio de Búsqueda y Salvamento Aéreo espa
ñol (Decreto de 17 de junio: de 1955), al
que se le encomendó la misión de’ “localizar
a las aeronaves siniestradas dentro del es
pacio aéreo español o áreas de responsabili
dad española y hacer llegar lo más. rápida
mente posible al personal de las mismas los
auxilios que pudiera necesitar, así como
cooperar con otros organismos civiles y ini-
litares cuando por haberse producido un. a;c
cidente, catástrofe o calamidad piíblíca, se
requiera; su colaboración”.
En la parte’ dispositiva del Decreto obje
to de este análisis, artículo 1.0, se lee: “Se
crea un Servicio de Helicópteros de ámbito
nacional .. “,o’ sea, que por crearse se inter
preta que’ no existía y que, por tanto’, se
trata de algo nuevo; y como el Servicio de
Búsqueda y Salvamento Aéreo subsiste, por
no afe’ctarle el Decreto:, quiere decirse que
es un Servicio: nuevo, distinto del SAR y
coexistente con él. Al asignarle el Decreto
ámbito nacional, se le puee denominar con
propiedad “Servicio: Nacional de Helicópte’
ros”. En el mismo artículo: 1.0 se le señala
la misión: “... atenderá a las necesid des
del propio Ministerio del Aire y las civiles
de otros Departamentos”. Las necesidades
del propio: Ministerio’ del Aire se: interpreta
han de ser civiles también, porque las mili
tare’s corresponden al Ejército del Aire, que,
aunque’ las. necesidades de éste, lo: son tam
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Niímero 312 Noviembre
- 1966
bién del Ministerio que: lo rige y adminis
tra. Se desprende —pero no rigurosamen
te— que se refiere’ a las necesidades civiles
y no’ a las castrenses. Podemos., pues., deja.r
sentado que se’ trata de: 1. Un Servicio
organismo, además de’ un Servicio-función,
2. Un Servicio nacional, y 3. Un Servicio
civil.
El resto del Decreto’ se’ refiere’ a la depen
dencia y al órgano’ administrativo’ del nue
vo’ Servicio’, así como’ a la constitución de
una Junta de’ Gobierno’ de’ carácter mixto
(representantes de Gobernación, Hacienda
y Aire), que’ conocerá de los asuntos rela
cionados con el Servicio de Helicópteros
que se crea, esencialmente en su p’arte pro
gramática.. El encuadramiento’ orgánico:, o de’
pendencia, está claro: en la Subsecretaría
de Aviación Civil, sin especificar departa
mento. Nada se habla de .quién ha de se’r el
director del nuevo Servicio’ ni cuál s.u or
ganización, y sí solamente de esa especie’ de
Consejo de Administración, cuyo’ presiden
te’ es el Subsecretario’ de Aviación Civil o
persona. en quien él dele g’u.e.
2. Bosque/o orgánico del Servicio Nacio
nal de Helicópteros.
Con estos materiales, inspirados en el im
pe’rativo’ de’ la misión encomendada y den
tro’ del marco’ de la situación, hemos de’ le’-
yantar el armazón orgánico del Servicio’;
por supuesto el que mejor respo’nda a los
fines, que el legislador persigue, aunque es
tos fines, expuestos impiícitamente hayan
de ser complementados por la intuición y el
buen sentido.
Así p.ues, el imperativo de misión del
Servicio’ puede quedar definido’: “Atender
las necesidades no militares del Ministerio
del Aire’ las civiles, de’ los, demás Depar
-
mentos. ministeriales, así corno las que pue
dan satisfacerse’ en beneficio de’ otra.s en
tidades paraestatales. y privadas, que’ lo
requieran y cuidar de la adquisición y man
tenimiento del material que se’ le’ dote y
afecte”. Y el de situación, así: “Un Ser
vicio-organismo’, civil y nacional, ubicado
en la Subsecretaría de Aviación Civil y re
gido por una Junta de Gobierno’ interminis
terial, que preside’ el Subsecretario: de’ Avia
ción Civil, o persona en quien él de’legue;
 REVISTA DE AERONAUTTCA
Número 312 Noviembre 1966
- Y AsTR0NAVTIcA

bas. y puestas a punto, almacén de repuestos,

financiado por el Plan de Desarrollo Eco relaciones directas con la industria y casas
nómico y Social y por el Organismo Autó
suministradoras.
nomo “Aeropuertos Nacionales”.
Se nos lleva de la mano, en consecuencia, Los helicópteros del Servicio son “aero
a. precisar la dependencia orgánica y f un naves de Estado, civiles”. El mantenimiento
cional del Servicio: De la Secretaría Gene de línea corresponderá al personal especia
ral Técnica de Aviación Civil y del Trans lista que esté destacado con el material y el
porte Aéreo, por estar en ella encuadrado (lel Segundo Escalón al que se halle cen
el Organismo Autónomo “Aeroiuertos Na tralizado en Cuatro Vientos, que también se
cionales”, dentro del cual y como una Sec ocupará del primero (1). El mantenimiento
ción independiente (en lo presupuestario y del Tercer Escalón corresponderá a la casa
contable) figura el órgano administrativo licenciada.
del Servicio. El material de vuelo’ debe ser intercam
2.1. Establecida la dependencia, a modo biable desde el punto de vista operativo, a
de primer ladrillo de la estructura, surge la fin de garantizar los, servicios, dentro, na
necesidad de determinar la persona respon turalmente de las peculiares característi
sable que haga las veces de “director, ge’- cas de cada Sección de Operaciones.
rente, consejero delegado o jefe”, y surge a La División de’ Material debe’ estar ser
nuestros o] os la conveniencia _recomenda vida por un ingeniero aeronáutico,, uno o
ción— de que éste sea Corot el de Aviación dos. ayudantes de’ ingenieros aeronáuticos
(5. y.) (H’), de reconocidas dotes de man y el personal especialista que las progresi
do y competencia en el empleo y explota vas ne’ce’sidade’svayan requiriendo.
ción de helicópteros. Si a este Jefe, le asig
namos una Oficina de Planes y una Secre 2.2.3. División de Operacio’nes.—Efltien
taría, hemos completado los órganos de di de’ de’ cuanto concierne al aspecto operativo
rección de nuestro sujeto orgánico, a saber: del Servicio y se’ divide a su vez en S’e’c
Presidencia, Junta de Gobierno, Dirección, cione’s de aplicación de servicios a pres.tar,
Secretaría, Oficina de Planes y Sección Ad en consideración a las. caracte’rísticas dif e
ministrativa. renciadas de la.s misiones.
2.2. El sujeto orgánico que estamos es La Subdivisión de Secciones, atendiendo
tructurando (Servicio Nacional de Heiicóp a los, cometidos especiales previstos, se’ con
teros) requiere, además de aquellos órga sidera conveniente, aunque. se pueda inter
nos de dirección, órganos de ejecución, y, cambiar el material. Sin embargo, es menes
a nuestro juicio, éstos deben ser: ter respetar la personalidad operativa de’ las
2.2.1. División de personal, que entien Secciones; que’ podrían ser:
de de cuanto concierne al personal del Ser 2.2.3.1. Sección de Control de’ Tráfico
vicio: registro y clasificación de personal (le’ Carreteras.—Para las misiones que le
especializado y especialista, hojas de vuelo, son propias, servida por personal de’ la Je’
cursos, destinos, contratos e información. fatura de ontro’l de’ Tráfico.
Todo especialista (pilotos, mecánicos (le 2.2.3.2. Sección de Vigilancia Fiscal.—
célula, mecánicos de mecanismos y mecáni Para la vigilancia de costas y fronteras, ser
cos de motores y turbinas.) tiene cabida en vida po’r personal afe’cto a Hacienda y Guar
el servicio sea cual fuere su procedencia. L
(ha Civil.
personalidad y el binomio capacidad-compe
tencia, son, principalmente, tenidos en cuen 2.2.3.3. Se’cció’n de Asistencia Sanita
ta para la elección del personal del Servicio. ria.—Con fines .de rescate y evacuación de’pa
Al frente de’ la. División de Personal es cientes; el material e’stá especialmente’ equi
taría un Jefe’ especializado en Helicópteros. pado con fines sanitarios y es a base de esta
2.2.2. División d.c material.
— Entiende
(le cuanto concierne al material de vuelo y
(1) Admitiendo que sea Cuatro Vientos (RACE)
de tierra: Adquis.ición,
abastecimientos, adaptación mantenimiento
de equipos, prue y la Base Aérea del Servicio de Helicópteros.

945
 REVISTA DE AERONA UTiGA
Y ASTRONÁUTICA
Sección donde cabe la. posibilidad de inter
cambio ociativo con el SAR.
2.2.3.4. Sección de Servicios Agríco
las.—Para atender las misiones de fumiga
ción, lticha contra las heladas (le naranja
les, peticiones (Id Ministerio de Agricultura.
2.2.3.5. Sección de Servicios Diversos.—
Concebida para atender las diversas peticio
nes de los ministerios civiles, de entidades,
organismos (transporte de personalidades,
vigilancia de líneas de conducción (.le ener
gía eléctrica, protección antihielo de líneas
telefónicas, vigilancia de embalses por Obras
Públicas; Televisión Española, No-Do, Com
pañía.s Cinematográficas, etc.).
Al frente (le la División (le Operaciones
debe estar un Jefe muy calificado.
2.2.4. Divçfón de Servicios.—Para aten
der los (liferentes servicios necesarios al
buen funcionamiento del Servicio Nacional
(le Helicópteros: Automóviles, Contra In
cendios, Combustibles, Servicios de Pista,
Energía., Teléfonos, Limpieza, Conserva
ción, Transporte, Equipos (le personal de
vuelo, Equipos de trabajo, Sanidad, Segu
ridad, etc.
Esta División debe estar regida por un
jefe, no necesariamente piloto, ni helicopte
rista, sino por persona. de categoría y for
mación adecuada a. la función que ha de
desarrollar.
3. Ubicación física..
3.1. La Dirección (101 Servicio debe ra
(licar en el Ministerio del Aire (Subsecreta
ría (le Aviación Civil, Secretaría. General
Técnica (le Aviación Civil y (le Transporte
Aéreo).
3.2. Los órganos. (le ejecución deben ra
(licar en el Aeródromo (le Cuatro Vientos.
(Para ello es menester montar un hangar
grande entre los dos existentes en el RACE,
con los adosados necesarios para instalar
las oficinas y (lependencias (le las Divisio
nos.)
4. Financiación.
4.1. L.a adquisición del material de vue
lo, con sus repuestos y herramental necesa
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Número 312 Noviembre
- 1966
rio, está asegurada por la asignación de los
créditos presupuestos en la Ley de Desarro
llo Económico y Social para el plan cuatrie
nal.
4.2. Para la puesta en marcha del Ser
se requiere la asignación de créditos
especiales con cargo al Organismo Autóno
mo a base de la siguiente estimación:
4.2.1. Año 1967, cinco millones de pese
tas; año 1968, cinco millones de pesetas;
año 1969, tres millones de pesetas.
4.2.2. A partir del año 1968, se prevé
que el Servicio Nacional de Helicópteros
podría contribuir a autofinanciarse median
te el cobro de sus servicios, cuyo’ montante,
en modo alguno, sería suficiente para su
sostenimiento, y será, por tanto, necesario
contar con subvenciones o aportaciones anua
les del Organismo Autónomo en cuantía
aproximada a. la mencionada, pa.ra el soste
nimiento (lel Servicio; más otras, difíciles de
estimar, para la renosición del material.
5. Flota revista.
5.1. La flota prevista, al final del cua
trienio referido al principio., sería de 16 he
licópteros medios. del tipo BeIl 205 y (le
media docena de helicópteros ligeros del
tipo BeIl 47 J. 3B.1, todo ello aproximada
mente.
6. Fisonomía. del Servicio.
Debe ser civil en todos stis aspectos : ex
ternos e internos. Das. tripulaciones deberán
ir vestidas con un uniforme especial (de
corte internacional, como las Compañías
Aéreas) y los helicópteros, con matrícula
civil, sin cocarda. El personal militar, en
situación “al servicio de otros ministerios”.
7. Posibilidades oerativas.
7.1. LVI
editac iones previas’.—Trato, en el
presente trabajo, de esclarecer criterios acerca
(le una cuestión de’ suyo flúida y escurridiza:
el control de vuelo de’ los helicópteros. Las
opiniones van desde el extremo más liberal,
al extremo más riguroso.. Esto es, desde
qtuen propugna tina libertad casi absoluta.,
hasta el que postula el mismo rasero aplicado

Número 312 Noviembre
- 1966
a las (lemas aeronaves. Argumentos para
todos los gustos —sustentados en razones
atendibles— vienen a estar comprendidos
entre ambos extremos. “Si la humanidad
—arguyen unos ha (lado por fin COfl ci
artefacto capaz de posarse, pararse Y elevarse
sobre, y desde, cualquier lugar, y su reali
zación ha supuesto milenios (le sacrificios,
ansiedades, suens y tentativas, no parece
natural ap:licar a su empleo criterios tan
severos de control que constriñan —e incluso
castren— las peculiares posibilidades opera
tivas de tal ingenio. Al helicóptero hay que
(le’]arle en libertad (le m )vimientos si empre
que’ los vuelos los realice’ sin salir (le la. an
tigua. capa de libre circulación, en VER sin
otras limitaciones que las que puedan serle
impuestas por el Control (le Aeródromo,
dentro de sus zonas, y la. Guardia ‘Civil fuera
(le ellas. Pero cuando quiera navegar como
Dios manda, y esté dotado para ello se habrá
de someter a las normas ordinarias del
ATC”.
“El helicóptero —replican otros— es una
aeronave más pesada que’ el aire, (lotada de
grupos de potencia propios, que nr tiene por
qj gozar de privilegio alguno, o. renunciar
a sus derechos, en lo tocante al control de
sus movinflentos.”
(Es obvio que en estas c(.,nsi(leraciones no
queremos podar el vocablo “control” (le
ninguna de sus frondosísimas acepciones
cuando se aplica al vuelo de aeronaves; pero
(le entre ellas nos referinms principalmente
a “ordenación” “vigilancia / inspección” y
“conducción”). Como siempre ocurre, la sen
sa.tez, o buen sentido, la encuentra quien sabe
adentra.rse —sin pasión o tendencia—--, por
los intrincados senderos. del inter-land. No
pretendo otra. cosa que rebuscar por ellos
—como un sabueso— la solución más ra
cional.
7.2. El helicóptero’ no puede, por supues
to vivir al margen de la. Ley—El helicóptero’,
como tal aeronave —pensamos— no puede
estar al margen de las Leyes de Navegación
Aérea ni de los Reglamentos que rigen e1
empleo y movimiento de las mismas, sino
dentro’ de’ sus. mandatos (lo mismo opinamos
respecto a los aviones VTOL el día que se
pongan de largo’); con la única salvedad —o
condición— de’que’ parte’ (le dichos mandatos,
eso si, lo’ sea.n con específica. dedicación a las
947
REVISTA DE AERONAUTICA
Y AsTR0NAVTIcA
características “s.ui generis.” del helicóptero,
que entre’ las más resaltantes figura la
de estar libre’ (‘le’las servidumbres de exten
sión terrestre e instalaciones especiales que
las aeronaves —digamos normales— req uie
ren para sus operaciones. de desp’e’gue y ate
rrizaje’. Tienen, por supuesto’, aquellos man
(latos, que conf igurarse con tal respecto
hacia la versatilidad operativa del helicóp
tero, que en ningún usuario’ pueda inculparle’s
(le ahogar en traba.s los fines para. los que
tan maravilloso’ invento fué concebido; sin
el temos (le pecar, por otra parte, (le “flojos”;
porque el helicóptero, que’ es cap’a.z (le’ con
sumar servicios inefables., no está todavía
resuelto, desde el momento’ que’ es carísimo
de adquirir y difícil de mantener y pilotar.
El avión VTOL, en vía.s (le realización, está
todavía más lejo’s (le resolución que’ el heli
cóptero; y presumimos, no sin fundamento,
qu.c (lifícilmente el helicóptero llegará ‘por
ahora a. vuigarizarse y extende’rse hasta
hacerse tan utilitario’ como’ el automóvil. No
obstante’, su uso —e’l del heiicóptero— le ve
moS comenzar a extende’rse en España aun
(Inc dentro (le’las limitaciones impuestas por
ese’ trinomio (coste, mantenimiento y pilo—
taje) ; y a.l .extenderse’, se impone el estableci
miento’ y aplicación (le’ regulaciones especia
les, (lentro’ (le una reglamentación general
(pero, repetimos, sin que aquellas regulacio
nes mengüen o’ perjudiquen sus posibilidades,
operativas que’ especifiquen con el detalle’ ne
cesario cuanto concierne’ a sus requisitos de
aeronavegah’ilidad, clasificación, o’pe’racio’ne’s,
limitaciones, control de vuelo, etc.
Al Padre’ L.ana, ocüp’a.ro’n antaño las
derivaciones (le índole jurídica que necesaria
mente’ había (le implicar la presencia del
avión e’n el escenario de’ las relaciones huma
nas y le llevaron a inttur la. posibilidad (le
realización (le semejante engendro’ por lo’que
aquél suponía. (le serlo’ contra natura. Y eso
que él enjuiciaba exclusivamente’ al avión,
que al sobrevolar los hogares violaría la in
timidad (le la morada. Hasta qué punto se
habría escandalizado el Padre Lana (le hal.)er
vislumbrado la realización del he’licóp’te’ro
que no: se co’nforma ccn pasa.r (le’largo sobre
la morada ajena sino qtie es cap’az (le de
tc’ne’rse en su vuelo’ a fisgonearla, e incluso
a posars.e en el corral, como pavo (le Navi
dad, sin contar co’n el dueño’!
 REVISTA DE AERONA UTIC’A
Y ASTRONATJTICA
Hay misiones. que el helicóptero lleva a
término partiendo de un helipuerto para arri
bar a otro (caso del transporte regular (le
pasaje y mercancía). Hay otros muchos que,
despegando de un helipuerto tienen por meta
una heliestación o helisuperficie “declarada”
y autorizada (caso de transporte oficial de
personalidades). Pero con el tiempo serán
muchas más las misiones que impliquen ope
raciones de aterrizaje y despegue en helisu
perficies tornadas al azar, o lugares inipro
visados, no declarados ni expresamente auto
rizados (caso de servicios de vigilancia de
líneas de conducción de energía eléctrica, de
oleoductos, embalses, obras públicas, etc.)
Respecto a las primeras, el problema del
control de tráfico no se diferenciará del nor
mal de las aeronaves corrientes que se despla
zan de aeropuerto a aeropuerto. En las segun
das, el problema se verá alterado por el hecho
de no poder controlar las llegadas ni salidas
(le las helisuperficies. Para las terceras, el
control (vigilancia/inspección) es imposible
y solamente tiene por limites la Guardia
Civil y la Ley Penal y Procesal de la Navega
ción Aérea. Mas, ¿cómo renunciar al ejer
cicio del control de los vuelos realizados, en
éste tercer caso, ante el riesgo de que a. su
amparo, puedan ser ejecutados con finali
dades punibles (contrabando, terrorismo,
robo, caza furtiva)?
7.3. So lución. racional. —El nuevo Regla
mento de Circulación Aérea, Tercera. parte,
Capítulo XI tiene en cuenta la presencia del
helicóptero en el tráfico aéreo. A primera
vista, la. reglamentación puede inducir a su
poner que refleja. criterios demasiado restric
tivos. Sin embargo no es. así. Lo que pasa es,
que así como la reglamentación italiana
—por ejemplo— se refiere a helicópteros
civiles y compendia en un par de páginas lo
que pueden hacer y lo que les está vedado,
con una simplicidad admirable, la. reglamen
tación española generaliza los preceptos a
civiles y militares, y se extiende —a nuestro
juicio— con prolijidad, a restringir acá y
allá, para dejar después la puerta abierta a
la misma libertad postulada en las normas
de casi todos los países.
De entrada, apiícanse al helicóptero, las
normas de alturas mínimas de seguridad;
operaciones de aeródromo; planes de vuelo;
948
Número 312 - Noviembre 1966
aterrizajes. fuera del aeródromo; vuelos, vi
suales y nocturnos VFR de carácter general
para toda clase de aeronaves, pero salpicadas
(le cuando en cuando con excepciones si se
trata de helicópteros. Luego., dedica. un ca
pítulo, el décimo-primero, solamente a heli
cópteros (ocho páginas), con un casuismo y
minuciosidad dignos del mayor encomio que
tal vez asusten al lector, pero que, tras un
detenido examen, se desprende que el heli
cóptero. puede operar muy libremente.
Es una solución nacional y adecuada que
merece nuestro aplauso. Puestos a opinar,
estimamos que sería deseable una simplifica
ción al estilo de los italianos, cuya regla
mentación viene a decir: “Los helicópteros
civiles pueden despegar y aterrizar, además
de’ en toda clase de aeropuertos. y aeródromos
abiertos al tráfico, en cua.lquier otro sitio
que se les ocurra con tal de que no den lugar
a que intervenga la fuerza pública y vuelen
en condiciones VMC ateniéndose a ciertas
alturas”. Los vuelos regulares. se rigen por la
misma norma.
¿?. Despliegue.
No queremos terminar el presente trabajo
sin apuntar ciertas posibilidades de desplie
gue de la flota prevista.
8.1.—El grueso de la flota, en Madrid,
Cuatro Vientos, por la posición geográfica
central de este aeropuerto de Madrid, decli
cado ya a la aviación ligera y deportiva.
8.2.—Destaca.mentos en:
— Gando: 2 Bell 205.
— Palma: 2 Bell 205.
— Santander: 1 Beil 205.
— Valencia/Reus: 1 Bell 205 en cada
base.
— Zaragoza 1 Bell 205.
— Sevilla 1 Beil 205.
En total, ocho o’ diez, de turbina destaca.-
(lOS. No se mencionan los helicópteros del
Servicio de Control de’ Tráfico. de Carrete
ra ni los de Vigilancia Fiscal, porque’ esta
rán destacados allá donde sus. propias ne
cesidades lo aconsejen en cada circunstancia.
El resto, en Madrid, a disposición de la Di
rección del Servicio.
Nimero 312 Noviembre 1966
-
(ULTIMO
VUELO
DEL
PROGRAMA
BIPLAZA
AMERICAN
IE principio,se fijó este lanzamiento para
el miércoles día 9 de noviembre, y en con
secuencia, siendo un vuelo de unos cuatro
días, se anunció que para el domingo 13
sería televisado (vía “Pájaro del Alba”), el
regreso, amerizaje y recuperación de la cáp
sula y sus dos tripulantes. Asimismo se había
prometido para el día 15, la transmisión por
televisión de toda la información del vuelo.
Inconvenientes en el sistema de corduc
ción automática del ingenio lanzador eleva
dor “Titán-II” que viene siendo’ utilizado’
para estas cápsulas biplazas del programa
“Gémini “, obligaron a cuarenta y ocho horas
de retraso en su ejecución.
James A. Lovell, de treinta y ocho años
(le edad, y capitán de la Marina, nos era
conocido de cuando trip’uló anteriormente
la cápsula “Gémini-Vil” (lanzada el 15 de
diciembre de’ 1965), en unión de Frank Bor
man; la que hizo ‘de “liebre”, para que sobre
ella efectuasen el primer “rendez vous”
-
americano (sin atraque) los tripulantes de
la “Gémini-VI” (Walter Schirra y Thomas
Staffo’rd), que se habían. quedado’ sin ser
lanzados por haber fallado su “Agena-Oh
949
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRO7’AUTICA
EL GEMINIS XII
Por
ANTONIO DE RUEDA URETA
General de Aviación
jetivo Móvil”; y que por eso la cápsula “VI”
se lanzó varios días. después. de la “VII”,
que la esperaba en órbita para aquel “rendez
vous”.
Ahora James A. Loveil, ha ido acompa
ñado en su cápsula “Gémini XII” por el
comandante de las Fuerzas. Aéreas Eldwin
E. A’ldrin, de treinta y seis años., a quien
le correspondía, en el programa de este vuelo,
efectuar un “paseo espacial” fuera del ha
bitáculo satelitario.
Es frecuente este emparejamiento de un
marino con otro de las Fuerzas Aéreas, en
los intentos espaciales; se empezó esta unión,
cuando los intentos de lograr la satelización
de aquel “avión-cohete” que se llamó “X-15”,
y en cuyo triunfo se hallaban comprometidos
los deseos de las Fuerzas Aéreas y de la
Marina; turnaron pilotos, de ambas fuerzas
armadas. Algunos de aquellos pilotos pro
badores de los, prototipos sucesivos del
“X-15”, han venido a ser tripulantes de las
cápsulas habitables americanas, y ya conocían
el fenómeno del “cielo negro”, en cuanto se
sale fuera de las. capas densas. de nuestra
atmósfera respirable; sobre’ cuya negrura
 REVISTA DE AERONA UTICA Número 312 Noviembre 196
Y ASTRONAtJTIcA -

brillan las estrellas las veinticuatro horas del completamente anormal de enlace de las
(lía espacial. estaciones de control terrestre con la cáp
En el programa (le este vuelo de la “Gé sttla “Gén ini-XII”. Se intentó el enlace
mini-XII”, último del proyecto biplaza ame cuando debía estar pasando sobre la estación
ricano, se prometían varios intentos; un (le seguimiento de las Islas. de la Ascensión,
nuevo ensayo de dejarse arrastrar por el sis sin lograrlo; hasta que después de una vuelta
tema motor del “Agena-liebre” que posee entera, y al pasar sobre el sector correspon
(como ya se vió con el vuelo del “Gémini-X” diente a la estación de Tananarive (Mada
y en el del “Gémini-XI”), capacidad de gascar), a eso de las veintitrés horas treinta
re-encendido y gran fuerza (le rernolque; minutos, se consiguió restablecer el enlace
puesto que al “Gémini-X” lo elevó hasta y la tranquilidad volvió a la Central Gene
764 kilómetros de distancia a la Tierra, y ral (le Control del Vuelo de Houston (Cali
al “Gémini-XI” hasta 1.368 kilómetros. Se fornia). Todas las horas que hemos venido
trataba ahora de superar esas rnavcaz de altu apuntando son en hora española. Desde la
ra e intentar también una maniobra de giro cápsula se informó, que el vuelo se conti
(lel “Géminis-XII” y del “Agena” (enlazados nuaba sin más novedad que un nial funciona
entre sí por un cable) el uno alrededor del miento en el sistema automático (le segui—
otro, a fin de provocar una “gravedad arti mientoradar del “Objetivo Móvil Agena”,
ficial” a bordo (le la cápsula tripulada, qtie por lo que se estaba intentando lograr el enla
evitase los graves inconvenientes que se vie ce y “rendez-vous” a la vista. Desde el con
nen observando a catisa del estado (le “ingra trol terrestre se les tra.tó de proporcionar toda
videz prolongado”. También un “paseo es la ayuda. posible; pero parece, según se ha
pacial” a cargo de Aldrin, lo que siempre in formado, que el éxito del “rendez-vous”
implica la prueba de un equipo escafandra logrado y del “atraque” entre ambos móviles
individual, y de tina “unidad espacial (le perfectamente efectuado, ha sido en un 90
maniobra”, que tan nial resultado han venido por 100 mérito persona.l de la tripulación.
(lando hasta ahora, y que se consideran in Se logró, a la una y treinta y un minutos de la
dispensables para un obrero en órbita sateli noche, al pasar del viernes día 11 al sábado
tana terrestre y para “el hombre en la Luna”. (lía 12 (seguimos (liciendo hora española)
Tras lo dicho y programado, veamos lo A las dos, se verificó el “a.traque” en el
conseguido: Trasladado el lanzamiento al “muelle” (le enlace del “Agena”. Una. vez
viernes 11, el regreso resultaba (dada la (lu enchufados ambos ingenios, se procedió a in
ración (le cuatro (lías) al martes día 15 de tentar el re-encendido del sistema. motor del
noviembre. “Agena”, para que con él y con su combus
tible remanente en sus depósitos. (tras el
A la.s veinte horas ocho minutos, se lanzó apagado de entrada a órbita) poder repetir
con tun “Atlas” el ingenio “Agena” que había lo que se hizo con los “Agena” (le los “Gé
(le hacer de “Objetivo Móvil” a alcanzar,
mini” números “X” y “XI”, que los, llevaron
para el ejercicio del “rendez-vous”, que re a los “records” de altura que hemos dejado
stiltó perfectamente colocado en una. órbita
dichos (764 kilómetros y 1.368 kilómetros
satelitaria casi circular a tinos 330 kilómetros
(le altura. A esa distancia (le la Tierra, la respectivamente), y que ahora se quería su
perar. Tra.s repetido intentos infructuosos,
primera velocidad espacial (la (le Sateliza
hubo que renunciar a esta parte del programa
ción) es tal que, la vuelta entera alrededor (le vuelo.; y desde las cinco horas. treinta mi
(le la Tierra se produce en una hora y treinta nutos (le’la madrugada del sábado 12, hasta
y ocho minutos; en ese momento, pues, o sea, las doce’ horas treinta minuto (le ese medio
a las veintiuna hora cuarenta y seis minutos,
(lía, se les dejó dormir. A las veintitrés, se
se efectuó el lanzamiento del “Titán-JI” por
prepararon para colocar la cápsula orienta.(la
tador del “Gémini—XII” y sus (lOS tripulantes,
iacia el Sol, para tomar fotografías (Id eclip
momento en que el “Agena” (ya satelizado)
pasaba por la vertical de Cabo Kennedy; y se total que se verificaría, y que ellos debe-
cían fotografiar (po.r primera, vez desde
con la subida, se inició la persecución.
fuera (le la atmósfera. y 5j los engaños óp
Tras el lanzamiento, se produjo una falta ticos que’ ésta provoca) ; dicha toma de vista

950
 REVISTA DE AERONA.UTICA
Ndmero 312 Noviembre
- 1966 Y AsTRONAUTIcA

Jebía coincidir con el paso de la :ápsula en el Sol, que por las radiaciones que ello
‘Gémini’ sobre las Islas Galápagos, a las provocaría lo podían hacer peligroso. En el
veintitrés horas cuarenta y cinco minutos del lugar de’amaraje al regreso, el día 15, martes,
sábado (lía 12. Luego se siguió la llamada las condiciones del mar no’ parecían prometer
vigilancia espacial” abriéndose una (le las el ser todo lo buenas que fuera de desear,
ventanas de la cápsula tras su previa desco’m por lo que e’l portaviones “Wasp” se hallaba
presión, sacando Aldrin medio cuerpo fuera pendiente de situarse en donde se le’ p’udiera
y dedicándose a retratar estrellas durante indicar, p’ara efectuar la e’spe’ra y recupera
unas dos horas, se inició antes de pasar sobre ción de la cápsu’la “Gémini-XII” y sus tri
Australia y se cerró la compuerta, y volvió pulantes en las mejores condiciones posibles.
crearse en el interior de la cápsula las con Pero el domingo’ 13 de noviembre, continua
diciones artificiales de habitabilidad, (lesptlés ban el vuelo, tratando de llenar el n’áximo
de haber vuelto a pasar nuevamente sobre posible’ (le sus misiones programadas y cf cc
Australia. tuar el regreso’ en la fecha que se terna pre
vista, no obstante’ haber a bordo’ algunas di
En algunas (le las exposiciones que han ficultades, por no’ funcionar lo’ eléctrico en
tenido lugar en las secciones del Congreso
perfectas condiciones.
de Astronáutica, celebrado recientemente en
Madrid, entre’ otras cosas realmente intere Corno no se pudo alcanzar una posición
sante fué expuesto que, en vez (le estarse muy alejada de la Tierra, arrastrados po’r
forzando las condiciones de’ adaptabilidad los motores ‘del “Agena”, que’ no se’ pudie
hurnapa a las. que proporcionan las cápsulas ron poner en marcha (según parece po’r el
habitábles espaciales, debería tratarse por fallo’ de una bomba), hubo’ que renunciar al
todos los medios posibles de’lograr que (lichas estudio de las radiaciones provenientes (le
cápsulas y sus condiciones artificiales de ha las primeras o más próximas •cap’as del lla
hitah’ilidad, coincidan plena y ampliamente mado Cinturón Radiactivo de Van Hallen,
con las condiciones humanas, tanto en lo fí también figuraba en el programa de
sico, como’ en lo psíquico y biológico, sin este último vuelo “Gémini “.

exigir que’ las posibilidades naturales sean Los pronosticados peligros que las man
forzadas, y entre esas exigencias, se halla la chas solares significarían para el “paseo es
creación de una “gravedad artificial” dados pacial” (le Aldrin, o eran totalmente mfun-
lo’s peligros de’ un estado’ de’ “ingravidez” dados y pesimistas, o tales manchas habían
prolongado, o de poca “gravedad” en la su desaparecido con laudable oportunidad has
perficie lunar; pues el corazón hun’iano se ta otro día; pues la experiencia (que al pa
halla colocado a unas distancias de la cabeza recer hab’ía sido muy ensayada y muy bien
y de los pies que son precisamente las me preparada por el astronauta, incluso con va
jores para que el riego sanguíneo en postura rios ardides y hábiles elementos de’ auxilio’)
(le en pie, se efectúe ‘en las mejores condicio se verificó sin tropiezos ni cansancio, llegando
nes de reparto a igual presión hacia la cabeza incluso a manejar diversos utensilios espa
(frenada la circulación por la gravedad que ciales y permaneciendo fuera (le la cápsula
tira hacia abajo, y siendo menor la distancia algo más de (los horas y casi durante dos
(Id corazón a la cabeza), que’ hacia los pies, vueltas en órbita; lo cual significa un verda
que aunque la distancia e’s mayor, la grave de’ro “record personal” y una buena prueba
dad tira hacia abajo y ayuda en vez d’e frenar. p’ara los equipos que’ llevaba puestos el pa
La postura de’ acostado, no’ e’s tan natural seate. Esta prueba tuvo lugar durante las
como la de en pie, y por eso’ si se prolonga primeras horas de’ la tarde’ ‘del domingo
muchos días produce enfermedad; mucho
Durante’ la permanencia fuera de su cp
peor es la situación prolongada de ingravide’z.
De aquí que se imnone la consecución de’ una sula “Gémini-XII”, Aldrin colocó unos e’le
“gravedad artificial” a bordo de’ ‘las nave’s me’ntos que facilitaban la maniobra de p’asar
espaciales para viaj es largos. del “Gémini” al “Agena”, y unió ambos in
genios con el cable de’ r’emolque de unos
Otro inconveniente que se presentaba al 30 metros (le longitud.
cumplimiento del “paseo espacial” de Aidrin,
e’ra la aparición d’e numerosas manchas También (lurante’ la tarde’ del domingo

951
 REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA
se comunicó que las dificultades que se ha
bían venido sufriendo, por no funcionar to
talmente bien el sistema de las neurálgicas
“células de combustibles” para la produc
ción de energía eléctrica a bordo del “Ge
mini”, se había conseguido vencerlas y que
todo iba bien en el vuelo, por lo que se espe
raba poderlo, continuar hasta la fecha pro
gramada del martes 15.
Durante el domingo 13 y el lunes 14 fue
ron lanzados al paso del «Géminis XII»,
sobre la Base francesa de 1-Iammaguir
(en el Sahara), de acuerdo con la NASA,
dos ingenios Centauro portadores de ele
mentos para crear en la alta atmósfera
nubes de sodio, seguramente para probar
si eran observadas y fotografiadas por los
tripulantes del «Géminis XII», en un ejer
cicio que, a nuestro juicio, debe corres
ponder a misiones de vigilancia desde el
espacio, de lanzamiento de misiles ene
migos, aunque lo que se han dejado decir
las informaciones es que ello formaba
parte de una cooperación entre Francia
y la NATO, cori fines de estudios de
vientos (¿y para eso les ceden ingenios
Centauro, nada menos, que aunque las
nubes de sodio las suelten a 80 kilóme
tros llegan a los 160?).
El domingo comunicó el Centro de
Houston que las dificultades aparecidas a
bordo por entorpecimientos de las dicho
sas «células de combustible» habían sido
vencidas, como también las de ciertos co
hetes de maniobra.
A las 18 horas 33 minutos se descom
primió la cápsula, y Aldrin salió completa
mente fuera unido por un cable de segu
ridad de unos 9 metros, pero con provi
sión propia de oxígeno y medios de co
municaciones autónomos; se hallaban so
bre el Pacífico, a unos 300 kilómetros de
altura y poco antes de empezar a verse
el Sol, que’ se hallaba al otro lado de la Tie
rra; durante todo el tiempo de su “paseo es
pacial», que duró 2 horas 9 minutos
(4 minutos más que el de Eugene E. Cer
nan durante el vuelo del «Géminis IX»,
en junio), ya que no ha sufrido ahogos,
temperaturas extremadas y aumentos de
pulsaciones que le obligasen a un regreso
precipitado al vehículo, hasta las 20 horas
42 minutos, en que lo dió por terminado,
952
Número 312 Noviembre 1966
-
se dedicó a probar ciertos utensilios y
efectuar maniobras, entre ellas la de unir
ambos ingenios (el «Agena» y el «Gémi
nis») mediante un cable de 30 metros que
se destina a las pruebas de remolques y
volteos como ensayos de creación de «una
fuerza que pueda sustituir a la de la gra
vedad», o sea «romper la ingravidez».
Se ha comprobadoS que en esos vuelos
en que ambos vehículos van enlazados en
tre sí, el cable que los une tiende a orlen—
tarse en dirección a la Tierra.
Los movimientos que Alclrin efectud
fuera de su cápsula fueron tomados por
una cámara fotográfica emplazada fuera
del ingenio, y como el «paseo espacial»
duró más de una vuelta a la Tierra y, por
tanto, se verificaron ratos de plena luz
solar y ratos de hallarse en el cono de
sombra que proyecta la Tierra cuando el
astronauta se encuentra acompaEando a su
cápsula al lado contrario de donde está
el Sol, en estos casos se utilizaron dos
potentes focos que permitieron no inte
rrumpir la toma de la película cinemato
gráfica de sus actividades en el vacío.
Resaltaremos para algunos lectores que
en los enlaces de las cápsulas «Géminis»
con los vehículos «Agena» que han veni
do haciendo de «liebres» u «objetivos mó
viles» para los ensayos y prácticas de
«rendez-vous» y de «atraques», deben no
ser confundidos aquellos en que tras el
dicho “atraque” (enchufados materialmen
te en el llamado «muelle» de atraque)
quedan los vehículos formando un solo
cuerpo, que reencendiendo los motores
del «Agena» se han servido de ellos y su
fuerte potencia (ya que se trata de un
cuerpo o fase de un misil) para llegar a
las alturas o distancias a la Tierra, que
han marcado los «raids de alturas ameri
canas”, de aquellos otros enlaces entre ve
hículos mediante un cable de 30 metros
de largo, en que se han hecho pruebas
de «remolque» y de hacer girar ambos
vehículos (separados por esos 30 metros
de distancia), el uno alrededor del otro,
en pruebas o intentos de «gravedad ar
tificial».
El lunes 14 fueron despertados 1 hora
y minutos antes de lo debido para adver
tirles desde el control de Houston que
Número 312 Noviembre 1966
-
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA

observaban anormalidades 1.290 kilómetros al este de Cabo Kennedy,

en una de las
dos baterías que proporcionan en que las condiciones del mar se presentaban
la energía
eléctrica (siempre las encantadoras y se preveían buenas, para las 20 horas 33
célu
las de combustible que no quieren acabar minutos en que se fijaba el momento de ame-
de portarse bien; menos mal que ahora rizar en su regreso.
llevan dos), aunque por lo pronto no sig Por lo visto, no quedó satisfecho Edwin
nificaría el tener que interrumpir el vuelo. E. Aldrin, con sus 2 horas 27 minutos, el
También luego se averió uno de los pe sábado día 12, en pie en la cápsula des
queños impulsores de maniobra para va comprimida y con medio cuerpo fuera
riar la posición de la cápsula en órbita haciendo toda clase de fotografías espa
(pero también se pudo suplir combinando ciales y astronómicas, a cuyo tiempo sumó
los efectos de los otros tres que posee el el domingo día 13 las 2 horas y 9 minu
sistema de mandos) ; lo cierto es que ¡no tos de su «paseo espacial», puesto que el
se gana para sustos! Se saca la consecuen lunes 14 (y tal vez por no tener otra cosa
cia de que todavía se hallan muchas con que hacer, o por llevarle la contraria a
secuciones en «agraz», y que la tan ca las contrariedades que les fabricaba el
careada «confiabilidad» brilla por su au «Fiado Malángel») decidió darse otro pa
sencia. Para suplir esa falta de «confiabi seíto; podríamos decir, rememorando a
lidad» que todavía se experimenta en tan los dos guardias de la «Verbena de la
recién nacidos mecanismos e instalacio
Paloma”, “otra vueitecita a la manzana”, y
nes, se viene acudiendo al recurso de la se volvió a salir del «Géminis XII» como
duplicidad, pero ello aumenta el peso de si ya estuviera demasiado aburrido de es
las instalaciones y merma el verdadero tar encerrado en él, permaneciendo esta
de «carga útil»; uno de los aumentos de vez 2 horas 29 minutos; en total entre
peso en algo útil sería para poder llevar los dos paseos, 4 horas y 38 minutos, a
un sistema potente de «frenado», para al lo que han de sumarse las 2 horas 27 mi
regreso poder aterrizar en vez de amarar, nutos de medio cuerpo fuera; es un «ré
ya que en la Luna lo de llamar «mares» cord personal” sin posible competencia.
a aquellas extensiones de su suelo es ga
A las 19 horas 46 minutos (hora espa
nas de embarullar; ja ver cómo ameri
ñola) de la tarde del martes 15, y desde
zan allí los ingenios tripulados america el punto de su órbita sobre el Pacífico
nos! En cambio, los soviéticos, que hace antes de llegar a las costas de California
mucho tiempo vienen aterrizando en nues pusieron en marcha los «retrocohetes» de
tro suelo, también lo podrán hacer en el desprendimiento de órbita y se inició la
suelo lunar; claro que tienen que suplir larga curva de descenso que cruza sobre
lo que «frena automáticamente» nuestra
el territorio de los Estados Unidos hasta
atmósfera, que allí no existe y todo ha el punto de amerizaje prefijado, que antes
de ser por «reacción pura de retrocohe hemos dicho, en que se zambulleron en
tes»; pero también la gravedad lunar es la forma clásica 1 hora y 5 minutos an
mucho menor que la terrestre (los pe
tes de completarse los cuatro días de vue
sos allí, muchísimo menores que en la Tie lo, a 10 kilómetros escasos del navío
rra). Esos puntos o problemas quedan sin «Waps», a bordo del cual fueron trans
resolver para “lo tripulado”. portados rápidamente por uno de sus he
Cuando consideraron que los ensayos licópteros, y posteriormente, su cápsula.
de remolque o giros de ambos vehículos El recibimiento a bordo fué el muy me
sujetos por el cable no daban más (le sí, recido por tan completo rendimiento dado
se libraron de él haciendo estallar una pe y espíritu demostrado, venciendo todas
queña carga explosiva, y se prepararon las repetidas dificultades durante su me
durante la tarde española del martes (pri ritorio vuelo, que ha cerrado con dignísi
meras horas americanas de ese día), para mo broche el Programa «Géminis» bi
su regreso al lugar que se les indicó a unos plaza.

953
 REVISTA DE AERONAuTICA
Y ASTRONAUTICA
DIARIO DE UN GALAXIONALJTA
(Trabajo
Hoy es el día 157 del año 2185. Yo.,
K. L., soy el viajero 114 de la galaxionave
M-3 que dejó la Tierra el año 2065 y se
dirige a la exploración de otros universos
en un viaje que durará alrededor de dos
siglos y medio. En la M-3 todo, absoluta
mente todo, está previsto y reglamentado.;
pero yo, K. L. 114, que nací en ella y que
debo morir aquí, precisamente a los seten
Número 312 Noviembre 1966
-
Por JOSE FERNANDEZ-AMIGO MUÑOZ
Doctor Ingeniero Aeronáutico
premiado en el XXII Concurso de Artículos N. S.” de Loreto.)
ta años, nueve meses y pocos días, siento
la necesidad de trasladar al papel mis
personales impresiones. No’ sé por qué, en
verdad, pues nadie habrá de leerlas. Pero,
aunque rígidamente disciplinado., como es
obligado entre nosotros, los galaxionautas,
siento como una sublevación interior a la
que he de dar salida de tan inocente ma
nera. Escribiré, mas rio sobre nuestra ta
954
!‘h’imero 312 -Noviembre 196
rea, nuestro viaje, nuestros propósitos,
pues ello figura ya registrado con todo
detalle en las crónicas de a bordo; sino
sobre nuestros sentimientos que parecen
haber quedado afuera en el lejano planeta
Tierra, de donde veníamos y al que, varias
generaciones después, llegaremos.
Yo tengo cuarenta y cinco años, y a mi
cargo la sección G de los motores ióniCOS
que nos propulsan al despegar, que nos
permiten cambiar de órbitas y trayecto
rias y que dan energía a nuestro mundo,
a nuestra nave.
No sé apenas otra cosa que mi tarea,
pues, ya a los diez años, comencé mi es
tudio y no he cesado de perfeccionarme en
él. Mi madre es una de las 35 mujeres que
conviven con nosotros y a la que ni sique
ra conozco pues, por lógica razón de efi
cacia, se ha barrido casi completamente
la barrera diferencial del sexo: se trabaja,
viste y vive indistintamente, y hasta la
inseminación es artificial y matemática.
Ocurrió, como es norma absoluta, el mis
mo día en que el más viejo’ de aquellos
hombres cumplió los setenta años y yo
nací nueve meses y veintiún días más
tarde. Comprobada mi perfecta integridad
orgánica, funcional y cerebral, aquel hom
bre recibió la reglamentaria dosis de «plus
sueño» y su cuerpo rápidamente entre
gado para el reaprovechamiento. Porque
aquí no puede perderse nada para conser
var la autarquía que nos permite navegar
por siglos y siglos.
Ya hace mucho tiempo que se elimina
ron las enfermedades y, en nuestra nave,
plenamente aséptica, no hay más posible
causa de fallecimiento que el accidente,
muy problemático. Tampoco interesa con
servar la vida demasiado tiempo, y se ha
marcado la edad de setenta años como
tope para el aprovechamiento’ integral de
las posibilidades humanas. Entonces se
inicia el relevo engendrando un nuevo ser,
a cuyo nacimiento se hará la eliminación
del sobrante, porque todo está previsto
para un número exacto de seres a bordo
y no podemos tener inútiles excesos, con
sumiendo alimentos, agua y calorías.
Día 165.—Hemos tenido’ unos días muy
movidos como consecuencia de un cambio
955
REVISTA D’ AER(XNAUTICA
Y ASTRO7AVTICA
de rumbo’. No entro en su objeto y com
plejidad porque ya dije que es asunto de
la crónica oficial que lleva puntualmente
LR-27. Sólo quiero hablar de las cosas que
apenas si tienen importancia dentro de
nuestro mundo limitado. Aquí somos,
nada más, una rueda p’er’fecta del compli
cado’ engranaje. Nacemos por exigencias
matemáticas de relevo y pasamos el um
bral del «pitis sueño» cuando llega un
nuevo ser capaz de reemplazarnos. Yo, en
algunos ratos, me encierro en la «micro
filmoteca» donde tenemos reproducida
toda la documentación y libros que había
en la Tierra al despegue, y también cin
cuenta y tres años más tarde, que fué
cuando perdimos el enlace. Por lo que leo
y oigo en grabaciones, hemos superado un
curioso estado de discriminación y lucha
sexual que allí, sobre todo en los siglos an
teriores, impregnaba la vida y, tal vez,
retrasaba su progreso. Había una especie
de magnética atracción de polos opuestos
y había también curiosas formas de satis
facer un instinto que, entre nosotros, ha
sido’ exterminado por completo mediante
un periódico intercambio de hormonas.
Así no hay problemas ajenos a la plena
eficacia del individuo, aunque me temo
que, tal vez, hayamos matado también
sentimientos que eran clave de toda la
vida.
Día 170.—Otra cosa que me hubiera
gtistado conocer es lo referente a la fami
lia. Cuando la M-3 salió de la tierra era lo
que llamaban «tina institución en crisis».
Y, en efecto, hay un evidente contraste
entre lo que se publicaba en revistas de
aquella época y en la lejana fecha de la
edad media, del siglo XIX.
Aquí entre nosotros ni existe ni se re
conoce vinculación alguna entre indivi
duos, sino en razón de su trabajo’ y, de
pequeños, se nos cr’ía y luego se nos for
ma, exclusivamente por los especialistas
de cada tarea. Mis estudios básicos y los
de NG-115, AF-116 y LS-117 estuvieron
a cargo de JR-49 y, en cambio, la especia
lización fué dirigida por XS-63. De mi padre
y madre no tengo otra referencia ni conoci
miento que la clave de mi nombre KL, que
sólo los pentarcas conocen a quien corres-
 REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA
ponden. De esa forma se evitarán dege
neraciones por afinidad, pues los cruza
mientos se hacen entre las ramas más
alejadas. Quizá deha decir que el número
a continuación de las siglas es el orden
por el que hemos nacido en la M-3.
Se ha luchado también, y casi total
mente vencido—a veces hay pequeñas re
beldías que se cortan radicalmente—con
las afinidades electivas, con eso que fué
tan cantado por escritores y poetas con el
nombre de amistad. No es posible, en
efecto, convivir de modo irrenunciable
definitivo durante generaciones y genera
ciones un número fijo e inmutable de per
sonas agitadas por pasiones y sentimien
tos desordenados. Aquí hemos de ser
perfectos para sobrevivir y para engendrar
a los que han de reemplazarnos. Y lo mis
mo que dejamos fuera a bacterias, bacilos
y virus, hubo que dejar también a pasiones
y debilidades.
Pero yo pienso: ¿todo ello, para el hom
bre, es su debilidad o su fortaleza? No sé.
Día 170.—Al poner la fecha recuerdo
que antiguamente contaban los hombres
su tiempo de un modo muy extraño. Ha
bía días naturales, luego semanas artificia
les de siete días y, por último, meses de
veintiocho a treinta y un días. Eso era, tal
vez, divertido; pero escasamente lógico.
¡Bueno, tampoco es lógico que aquí con
temos por días o años, estando a millones
de kilómetros del sistema solar Pero se
guimos hablando de días para llamar (le
algún modo ese período de veinticuatro
horas (cada uno sigue teniendo 86.400 se
gundos, y un segundo: es el tiempo en que
se producen 109 vibraciónes del cario a
una temperatura de 1.000 grados).
Otra cosa que también quedó ya supe
rada desde la lejana fecha de nuestro des-
pegue terrestre fué el absurdo juego de
las luces, las noches y las estaciones. Se
explica que la humanidad, en su prehis
toria—que acaba en Grecia—en su edad
antigua que llega hasta el año 1900 y en
su edad media que termina el 2000, haya
progresado tan poco, sujeta, como estaba,
al disparatado juego de sol y luna, calor
y frío, lluvia y sequía, enfermedades y ca
tástrofes. Su terminología era, por demás
956
Número 312 Noviembre 1966
-
divertidísima en cuanto había algo que
no entendían (y casi nada entendían) se
lo atribuían al azar o a la Providencia. ¡Y
ya estaba! Todo eso quedó fuera al dejar
la Tierra. Aquí se regula la luz y la oscu
ridad, la temperatura y ventilación, hasta
los accidentes que van a ocurrir con una
estricta y exacta programación. Nada im
previsto y nada sin explicación. No hay
poderes mágicos y no hay fuerzas sobre
nosotros. Lo qtie aún no controlamos son
estos infinitos astros que nos rodean y
y entre los que nos movemos como uno
más; pero sabemos sus frías leyes, su me
cánica inexorable y esperamos ver dónde
y cómo se acaba este universo de soles,
constelaciones y galaxias para confirmar
su origen, sentido y destino.
Día 172.—Estos días pasados he vivido
una curiosa experiencia. Fué con motivo
del llamado «Día del Frío» que se realiza
cada cincuenta. En él, la temperatura de
nuestra galaxionave se hace descender du
rante veinticuatro horas hasta 13 grados
tan solo, y ello con objeto de producir en
los organismos un contraste necesario
para mantener vivas reservas y a punto los
equipos fisiológicos de regulación térmica.
Poi- lo visto, si continuamente viviéra
mos a la temperatura regulada y normal
de M-3, que es de 21,6, no habría forma
de garantizar nuestro estado invariable de
perfección fisiológica e ininterrumpido
funcionamiento mental. Parece así que,
allá lejos en la Tierra—que suponemos es
tará todavía dando vueltas como una par
tícula de polvo alrededor de esa pequeña
estrella llamada Sol a la que sólo vemos
con el más poderoso de nuestros telesco
pios—, hay temperaturas incluso de 40 y
5Q2 bajo cero, a las que nuestros remotos
ascendientes casi se acostumbran, Tal vez
sea esto sólo una leyenda o una de esas
supersticiones a que son tan aficionados;
pero, desde luego, aquí, a bordo, 13 grados
sobre ce’o es el máximo frío que podría
mos, según creo, soportar porque produce
desagradables sensaciones y nos obliga a
movernos sin sentido y llevar sobre los
cuerpos gruesas capas de plásticos espon
jados...
En el fondo, sin embargo, la cosa es ge-
 REVISTA DE AERONAUTICA
Número 312 Noviembre. 1966
- Y ASTRONAVT1CA

sufrido merma alguna mi regularidad fi

neralmente divertida; pero, en la presente siológica y mental, hube de pasar un
ocasión, se produjo un acontecimiento ex período de aislamiento y reconocimiefl
traño que motivó el revuelo de los especia tos exhaustivos en busca de razonables
listas y la consulta apresurada de kilóme
explicaciones.
tros y kilómetros d e grabaciones de
nuestra microfilmoteca. Sé que algunos pensaron en la remo
tísima probabilidad de un germen pató
Y yo, sin proponérmelo, fui la causa de geno de la contaminada Tierra que hubie
todo ello. se quedado como muerto_esporulado
Voy a intentar contarlo en forma tal en algún rincón de la M-3 y resucitado al
que parezca medianamente verosímil: Lle cambiar alguna circunstancia ambiental.
vábamos ya cuatro horas del «Día del Sé también que se habló de admini.strarnle
frío» y no había tenido apenas tiempo de una dosis de «plus sueño» para eliminar
protegerme completamente porque, en radicalmente posibles contagios engen
aquellos momentos, hubimos de cambiar drando al mismo tiempo en una de nues
las células de un motor y precisaba que tras mujeres un nuevo ser para reemplazar
los otros diesen una potencia adicional. De al que, como yo, habría dejado de ser útil
pronto, sentí algo extraño en mi interior: e innocuo. Sé también que la idea del «no
algo así como un cosquilleo retronasal y ser», ignoro por qué retorcidos y extraños
la totalmente incontrolada e irresistible atavismos, no me resultaba agradable.
necesidad de aspirar violentamente un Sin embargo todo, al fin, pudo expli
volumen no usual de aire. Quedé enton
ces unas décimas de
segundo, como en sus
penso, con las fosas
dilatadas y la boca en
treabierta p a r a, segui
damente, como si de
pronto se me hubiese
comprimido el pecho,
soltar todo el aire
acumulado a través de la
boca y nariz, produciendo
un ruido análogo al de
una y á 1y u 1 a d e gas
cuando se abre de
golpe.
El esfuerzo d e todo
ello f u é extraordinario
y quedé como dolorido;
p e r o lo m á 5 curioso
era la sensación agradable
que, a pesar d e todo,
tenía algo así como si
hubiese expulsado un oh
leto que se me atragantase
en el esófago.
En la grabación ionos
c ó p i c a donde quedan
registradosparacon
trol todos los trabajos a
bordo, e s t a b a perfecta
mente retenida mi expe
riencia tan extraña y, por
ello, no obstante mi insis
tencia en que no habían
957
 REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRONA(JTIc
carse de modo razonable: Mi enfermedad
apenas si lo era porque, allá en la Tierra,
fué tan conocida que, incluso, por ocultar
razones, no tenía ni tratamiento. Se lla
maba «resfriado» y era resistente a todos
los remedios poderosos que acabaron con
cánceres y anginas de pecho. A pesar de
su levedad costaba más en jornales y pro
ductividad que todas las otras enfermeda
des juntas. Y el síntoma que yo tuve—mi
molesto cosquilleo, mi forzada inspiración,
mi violenta salida de aire—se llamaba algo
así como «estornudo».
Día 175.—Ya dije que suprimimos a
bordo toda referencia a noche-día-semana
y verano-invierno; pero hay aig-o que,
inexplicablemente, conservarnos : el núme
ro del año, partiendo de una concreta re
ferencia al nacimiento de un niño al que
por siglos y siglos, se le consideró como
un Dios. Este Dios, esta figura sobre la
que tanta literatura, filosofía y arte se ver
tió en la Tierra, quedó también fuera de
958
Número 312 No-ztiernbre 1966
-
nuestra nave, porque aquí no hay lugar
para lo maravilloso o sobrenatural bastan
do nuestra ciencia para probar todo y
nuestros medios para prevenirlo. Lo que
no saben nuestros especialistas está regis
trado en nuestra microfilmoteca y, por
tanto, no precisamos de explicaciones que
no puedan darnos o que no podamos des
cubrir nosotros. ¿Por qué entonces seguir
manteniendo una referencia precisa a una
fecha concreta? Si, por lo menos, fuese la
de implantación de lo que se llamó «Go
1)ierno Universal» superando naciones, es
tados y pueblos... O la de nuestro des
pegue. -. Pero, eleg-ir la del nacimiento de
un niño en un comedero para bestias, sin
higiene ni climatización, al que no se le
pudo ni aun vacunar; que lueg-o, más tar
de, perdió su tiempo predicando entre los
hombres un amor y paz que sólo se i)udO
imponer con la bomba iónica en poder (le
un solo grupo y que, al final, murió vio
lentamente y de forma estremecedora.
Todo ello me parece un poco extraño.
Número 312 Noviembre 1966
-
Día 193.—Ha pasado mucho tiempo
desde mis anteriores escritos y no ha sido,
ciertamente por falta de hechos que re
gistrar, sino por sobra de ellos. Voy a ver
si puedo ordenarlos de algún modo y fi
jarlos aquí.
Los antecedentes son algo lejanos y
confusos. Yo. no sé cuando comenzó la
cosa; pero sí que hacía tiempo que, en
presencia de RG-150, quien siempre ha
trabajado en mi sección de un modo efi
caz, silencioso y compenetrado, me notaba
como nervioso. Varias veces cruzamos la
mirada y, muchas, me pareció ver en sus
ojos una especie de fulgor y humedad al
tiempo que sus labios temblaban. Aquello
no tenía ninguna explicación, pues el he
cho de que RG-150 fuese una mujer, no
creo que hastara a la altura de una civili
zación tan perfecta y aséptica como la
nuestra; pero, hace veinte días, cuando
estábamos poniendo a punto sobre la mesa
unos datos para corregir el rumbo y se
pararnos de una gran estrella que nos
cegaría, se inclinó sobre mi brazo y yo
noté a través de mis ropas y de las suyas
el calor vital de un cuerpo que me estre
meció como una sacudida. Fué sólo un
segundo, acaso medio, porque en seguida
sonó el dispositivo de llamada urgente y
en la pantalla del intervisor aparecieron
las imágenes de dós de nuestros pentarcas,
ordenándonos fuésemos a su presencia.
Algo raro debía pasar en mí, porque
apenas si pude entender lo que se me de
cía y, aún menos, lo que hablaban entre
ellos y con RL-20 que tiene a su cargo
toda. la regulación de la fisiología. Se habla
ba de no extinguidos atavismos, de resi
duos animalistas, de circunstancias anti
sociales y sobre todo de la necesidad
inmediata de eliminar factores de pertur
hación mediante la supresión, asepsia o
esterilización de genes. Por lo visto se nos
había venido observando hacía tiempo, y
sólo faltaba el último gesto para que se
nos aislase en cuartos rodeados de apara
tos quirúrgicos, se nos durmiese con «me
dium sueño» y, al despertar, quedásemos
con la rara sensación de un mal sabor de
boca.
Ya hemos vuelto al trabajo completa
mente curados de tan inútiles sensaciones.
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONATJTICA
RG-150 sigue trabajando a mi lado; pero
ya en su mirada no hay sino una especi.e
de resignación y tristeza. ¿Por qué? Ya
volví a dormir tranquilo, sin aquellos sue
ños inquietos que había padecido, sin
aquellas representaciones oníricas donde
me parecía, como si estuviese ocurriendo,
coger la mano de RG-.150 y apretarla en
tre las mías, frotándola sin cesar suave
mente para notar más y más su contacto.
¿Por qué?
La verdad, verdad, es que apenas si
entiendo nada de lo que pasa. Hemos lle
gado, desde luego en esta galaxionave, a
un total estado de perfección y fueron to
talmente eliminadas todas las causas que
podían alterarlas. Somos, los habitantes
de ella, ruedas matemáticas de una má
quina sin fallos y eterna, pero, a veces,
pienso si un estremecimiento, como aquel
que yo sentí cuando RG-150 se volcó sobre
mi brazo en el tablero, no promete, no
hace esperar, no es prenda de algo que
hemos dejado fuera de circulación y que
vale más que todo esto. No sé, no sé...
Día 215.—Hace quince días se hizo un
curioso experimento. Quisiera poderlo
contar con detalle pues, aunque no tenga
nada que ver con mis estudios sobre mo
tores jónicos, ha logrado maravillarme.
Todo empezó cuando un día se nos dijo
que desde el despegue de la Tierra con
servábamos a bordo algunas semillas bien
hibernadas de plantas que tenían aún la
tente su poder vital y que, con una de
ellas, se iba a hacer una comprobación.
Consistía simplemente en ponerla como
rodeada por una mezcla de sílice, carbo
nato cálcico y alúmina en estado de hu
medad. Todo el planeta Tierra está hecho
de algo parecido y por eso, como recuerdo,
conservábamos muestras en nuestro mu
seo arqueológico. La semilla estaba en
vuelta en un sobre, tenía el aspecto de una
esfera muy poco regular, con diámetro de
2 milímetros y correspondía a una planta
indescifrable, porque su nombre estaba
escrito en una lengua casi prehistórica: la
que hablaban los fundadores de Roma.
Ninguno creía que de aquel granito pu
diese salir nada por simple contacto, con
lo que no, era más que el recuerdo de la
lejanísima Tierra, pero, a los pocos días,
959
 REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA Número 312 Noviembre
- 1966

se esponjó y lanzó haéia abajo yloé ládós tante imaginación, qué ausencia total de
unos filamento-rajcjllas se llaman—para normalización y sentido práctico, según
alimentarse y hacia arriba un tallo que algunos!
alcanzó la superficie y salió verde y fresco.
Se le dió luz, se le humedeció y aquello Pero yo estaba—y estoy—muy lejos de
crecía más y más hasta que, días más tar pensar tales cosas. Para mí, en la flor que
de, formó una especie de botón que re se abrió, como si se desperezara en el la
ventó luego, para dar escape a unas hojas boratorio de a bordo, en aquellos pétalos
de fantásticos colores, de un olor muy frágiles y deslumbrantes, en aquella apa
agradable y de un tacto suave, en cuyo rente falta de funcionalidad, creía—y sigo
centro había unos órganos para la repro creyendo_ver la mano deun ser supremo
ducciói y formación de nuevas semillas. y poderoso que ha creado no sólo los estú
pidos y reglamentados astros que nos
Reconozco que aquello era demasiado rodean; sino la vida, ese fenómeno que se
para mí y si no me maravillo, ni ninguno deja estudiar y que luego al final se nos
(le nosotros, de nuestra travesía perfecta, escapa entre electrón y electrón del ultra
i del movimiento matemático de los as microscopio. Esa fuerza todavía descono
tros o de la infinidad (le las galaxias que cida que mantiene unidas moléculas y
iremos atravesando, la flor que teníamos átomos en estructuras absolutamente irn
al alcance y su historial, que habíamos
probables corno se comprueba al verlas
seguido hora a hora, resultaba tan iii (leScomponer rápidamente cuando ella
creible corno algunas delas fahulsas his falta. A pesar de la cibernética y de nues
torias que se contaban en las edades an tra sabiduría, no hemos logrado hacer un
tiguas de la Tierra. esquema matemático de este hecho real
•Todo me obligaba a penetrar más y más y palpable, porque la vida nc admite fór
en su estudio y conseguí un permiso para mulas ni integrales y es toda ella cam
hacerlo durante horas libres en que me biante e imprevisible.
encerré en la microfilmoteca y consulté
A la vista (le esa flor que supo desper
metros y metros (le grabación. Apenas si tar (le un sueño de sig-los, reconocer la
podía salir de mi asombro. Por lo visto, adecuación del medio en que se encon
esta maravilla es frecuente en la Tierra traba, hacer salir su raicilla para captar
Millones y millones de flores, pertenecien elementos nutrientes y subirlos por el tallo
tes a millares y millares de especies, cada para crear la aparentemente inútil fanfa
segundo, abren su deslumbrante espec rna (le pétalos y corolas; en todo esto,
táculo para brillar sólo unos minutos, qui donde se contrasta un racionalísimo apro
zá varias horas, muriendo a veces mustias vechamiento de las posibilidades y un des
y olvidadas, otras pisadas o devoradas por pliegtie lujoso y deslumbrante de las
el hombre o los animale5. soluciones halladas, está la mano de un
Pero no para ahí todo : las flores consti Dios al que creíamos haber desterrado.
tuyen unalocado espectáculo de variedad Un Dios que no es el Señor del Trueno,
y fantasía en su aspecto y función. ¿Quién
como creían los griegos, y tampoco ese
ha organizado de este modo tan anárquico
I)ios Supercientífico del Universo al que
las tareas reprodtictoras? En unos casos nuestras exploraciones intergaláxicas no
precisan de mariposas, que atraídas por han podido encontrar. Debe ser un Dios
su color y aroma, vengan a posarse para menos estruendoso y menos matemático.
llevar en sus patas a las flores hembras Tal vez, ese lejano niño que nació hace
el polen; en otros es un vilano fecundador 2185 años y al que llevamos 2185 años
provisto de ligeras pelusas el que se confía tratando de no entender, aunque su men
al viento; en algunos es precisamente un saje (a través de una flor o de un dormido
animal el que ha de cornérselas para regar pensamiento de amor, gloria o grandeza),
con sus boñigas la semilla de otras plantas. está siempre, y cada vez más, claro y
¡Qué mareante fantasía, qué deconcer claro.

960
 REVISTA DE AERONA UTICA
Número 312 Noviembre 196ó
- Y ASTRONAtJTICA

ELHOMBRE
ENLADANZA
DELABIOASTRON
Por JOSE APARICIO DE SANTIAGO
Coronel Médico, Director del Centro
de Investigcliciófl de Medicina A ero-
náutica.
- bioastronóuticcL
«L4 parece doninar la atención de los delegados
asistentes a las reuriOneS». De «ABC» del dla de la Hispanidad de 1966.

le actualidad al jesuíta vallisoletano

La era espacial, comenzada tan solamen
te hace nueve años, ha impreso a los
hombres de hoy día, la idea y la forma de
la prisa. Hay prisa para superarse, hay
prisa para llegar a donde sea y hay, hasta
prisa también, para no saber lo que que
remos y, si no, ahí está ese metafísico
concepto de evasión hacia nuestro saté
lite y otros campos astrales, como preten
dido remedio de nuestra superproducción
demográfica terráquea.
Los que no tienen prisa son los sabios,
pues para los sabios no corre el tiempo.
Ahora, al cabo de los acontecimientos
deslumbrantes y espectaculares de la tec
nología, todo parece centrarse hacia el
hombre viajero.
Esto es tanto como revalidar y dar-
P. José de Acosta, auténtico fundador de
lo que, siglos más tarde, se iba a llamar
Medicina Aeronáutica. Lo que en la His
toria Natural y Moral de las Indias Oc
cidentales se dice intuitivamente, en la
referencia descriptiva del paso del Paria
caca, es una pieza maestra del «mal de
montaña», y si a esto añadimos ciue dos
siglos más tarde Priestley descubría el
oxígeno, el mérito tenía mucha más den
sidad, pues el gas mencionado sigue siendo
hoy día el principal caballo de batalla en
la conquista del espacio. No olvidemos que
el hombre, predestinado como conquis
tador de los misterios del «Cosmos», es
un producto puesto en vigencia a través
de una fisiología atmosférica y, si apura-

961
 REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRO7AUTc Número 312 Noviembre 1966
-

mos mucho el concepto, de una fisiología representado’ un peligro, los animales su

de planicie. periores lo han sustituído. Menudo honor
A este respecto, es de agradecer la gen lara el chimpancé—de juventud experi-’
tileza del Profesor Strunghold al calificar mental extremada, pues pasados los seis
al P. Acosta como el «Colón de la Medi años, ya se comporta con una agresividad
cina espacial.» Tal calificativo, por sí solo, peligrosa—el haber ocupado el cometido
insinúa la posibilidad de poder denominar, (le ‘un ser humano en nombre de la inte
para el futuro, a cualquiera de nuestros ligencia automatizada a través de la es
Centros sanitarios y muy especialmente pontaneidad, puro atributo éste de la vida
al nuestro, como «Centro de Investigación a u im al.
de Medicina Aeronáutica José de Acosta», Pasando a la gravedad cero, que ocasio
porque si nosotros tratamos como pieza
na la Inerma y deterioro, tanto de la
fundamental de nuestro quehacer, al ser
capacidad perceptiva como de la medida,
humano, es a los hombres precisamente, ambas se han remediado en gran parte,
a lo argo del tiempo, a quien nos corres con la cosmoadaptación. En esto, los la
ponde reparar los olvidos, con actos de
boratorios americanos de }-Iollo’man, a
nostálgica justicia.
través de Von Beckh y de Brooks A. E.,
* * * en San Antonio (Texas), por mediación
(le Douglas y Col., han obtenido esplén
En el XVII Congreso de Astronáutica, ce’ didos resultados
lebrado recientemente’ en Madrid, ‘los tecnólo
gos de los dos. grandes países en pugna, de’ la El hombre va desfilando, repetimos,.
«carrera espacial», han expuesto sus pri ante nuestros ojos y a través de la bioas
tronáutica, como la pieza fundamental de
sas por llegar primero a la Luna y después
a donde sea, despertando con ello el inte la conquista del espacio. De ahí que se
haya valorado su importancia y que los
rés boquiabierto del gran público; pero
lo verdaderamente importante es haber desvelos de la Medicina espacial, Medici
conseguido sensibilizar la afición por los na cósmica que la titula el Profesor Ga
problemas (le hioastronáutica Con ello, si zcnko, vayan encaminados hacia las po
tuamos al actor—al hombre—, como fi sibilidades (le ampliar las «constantes
gura estelar de los acontecimientos. fisiológicas».
EJ «milagro» arranca de la cosmoadap ¿Pero es que estas constantes tienen
tación. El organismo humanó, más que el una distensión infinita ?
de muchos animales de distinto rango, es La fisurizacjói (le estas líneas (le con
fama cjue ha gozado siempre de un gran tención, pueden acarrearnos la irreversa
poder de aclimatación y adaptación al nue tiliclad de los acontecimientos y entonces
vo, medio y «mundo» de su vida. En el l)odríanlos afirmar que, hasta ahí pre
caso de la cosmoadaptación tendría que cisamente—dentro de las tolerancias indi
ocurrir lo mismo, pero siempre y cuando viduales—es hasta donde se puede llegar,
que se respetasen los principios inmuta pues no estamos autorizados a crearnos
bles de su supervivencia (oxígeno, presión estados (le patología consumada.
barométrica, etc.), y para ello se creó lo
que ha dado en llamar ecología acomo Siguiendo la línea (le la cosmoadapta—
dada. Así ha ocurrido, y por ese medio se ción en el campo soviético, y por los Pro
fesores ‘V. V. Parin, E. M. Baevsky y
ha descubierto y muy especialmente en la
incógnita de la gravedad cero, la gran im O. G. Gazenko, del Instituto (le Fisiolo
gía Normal y Patología y Medicina de
portancia de la elasticidad de las constan
tes fisiológicas, el remedio a la merma y Ciencias Médicas de Moscú, se ha expe
deterioro a la capacidad perceptiva, como rimentado la adaptación del organismo a
el de la medida y desorientación agravita las condiciones del vuelo cósmico, en
cional. donde las reacciones cardiovasculares tie
nen un papel importante. «S’e está des
Donde el propio hombre ha sido motivo arrollando. una nueva disciplina en la car
de ensayos sobre sí mismo, así se ha he diología. La cardiología cósmica. El re
cho, pero en aquellas otras circunstancias gistro de los parámetros cardiovasculares
en que la experimentación podría haber durante el’ vuelo cósmico, tropieza con

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 REVISTA DE AERONAtJTICA
Número 312 Noviembre 1966
- Y ASTRO2’AUTICA

dificultades considerables, las más impor guido estados de aptitud humana insos
pechados, hay otras causas de tremenda
tantes son: la transmisión radio-telemé
hostilidad hacia el ser orgánico a lo largo
trica de las informaciones, el peso, el es
de todas sus escalas. Nos referimos a la
pacio y la energía necesarias para el fun
radioactividad del espacio exterior; y si
cionamiento de los aparatos, así como las
condiciones específicas del funcionamiento se tiene en cuenta que los estudios con
certeza llevados a cabo sobre esta contin
de los electrodos y de los órganos sen
gencia no han pasado de los 22.000 kiló
sitivos.
metros de espesor o de distancia, la pro
En las jilveStigaciones soviéticas sobre blemática subsiste.
los vuelos cósmicos, se emplean seis mé
No obstante, el manantial de radioacti
todos de exploración cardiológica: la elec
trocardiografía, la fonocardiografía, la es vid ad corpuscular, ele ct roma gil é ti ca y
cósmica, además del subyugante mundo
figmografía, la seismocardiografía, la ci
netocardiografía y la oscilografía arterial. de los neutrinos, hacen, hasta ahora, in
Se han podido obtener datos experimen hóspito el medio para el hombre.
tales importantes en cuanto a los efectos Efectivamente, se trata por todos los
del estado de gravedad cero Soi)re la cir medios de obtener para el ser humano
culación de la sangre. protección contra esta agresividad cósmi
He aquí los cambios típicos en el auto ca. Lo racional sería la envoltura por el
matismo del corazón: normalización tar plomo, estadio final de todo material
día del ritmo después de la aceleración radioactivo y «muerto». Su peso nos im
inicial, 1iraclicarclia relativa variabilidad posibilita toda teiltativa. Se ensayall afa
aumentada de la frecuencia del pulso. No nosameiite mezclas y hasta combinacio
se han observado cambios de excitahili nes de diversas sustancias y materiales,
dad y de conducción cardíaca. Se produ es decir, que caminamos hacia factores
cen ciertos cambios de la regulación ner que, ior ser neutralistas, son puramente
viosa de la circulación y una elevación del negativos. El ideal sería el aumentar la
tono parasimpático. El sistema nervioso resistencia orgánica. Se tuvieron esperan
central tiene un papel importante en la zas en la parathornlona de Zonclec, en el
adaptación del sistema cardiovascular y zirconium y en deteminadas vitaminas
en donde hay cine atribuir una importan (ácido piridoxínico y ácido ascórbico y
cia primordial a ciertas reacciones de hasta glucosa), pero todo: esto último pa
adaptación provocadas por la excitación rece que fué una yana esperanza.
del nervio simpático y sistemas asociados. El sugestivo temario sobre Medicina
En el estado de ingravidez se produ espacial o cósmica, es cuestión de interés
cen, igualmente, cambios en la hemodi extraordinario, sobre todo para los pro
námica intracardíaca. Las reacciones car fesionales. L.a tutela del médico hacia el
diovasculares en las condiciones del vuelo hombre ha sido el incentivo: que ha pues
cósmico se presentan por fases. En el es to en marcha a infinidad de profesionales
tuclio de los problenias de la cardiología al servicio de tan especulativa causa. Qui
cósmica, se utilizan también datos obte zá no sea tan vertiginosa la progresión
nidos en ocasiones de vuelos reales, así en la ciencia médica para con el hombre,
como los obtenidos en los exámenes (le conio lo ha siclo la tecnología para la con
laboratorio y datos clínicos. En las con secución de los ingenios, pero dentro del
diciones clínicas, se pueden observar los estiramiento de posibilidades, bien podría
mismos disturbios hemodínámicos que mos decir que gracias a lo conseguido se
pueden producirse durante los vuelos ha llegado a comprender mejor los pro
cósmicos y con similitud de técnicas y cesos del intercambio gaseoso, sobre todo
métodos aplicados a la cardiología cósmi en las atmósferas artificiales de precario,
ca. Existe, pues, un acoplamiento induc como se nos muestra en la ecología occi
tivo (<couplage o reaction») entre la me dental. En este concreto problema es, sin
(licina clínica y la cósmica en la investi duda alguna, donde el hombre ha resulta
gación cardiovascular». (De Cor et Va (lo sujeto pasivo, es decir, que no ha habi
sa 7 (3): 165-184, 1965.) (lo necesidad de cosmoadaptarle, ya que
Mas si la cosmoadaptación ha conse se ha conseguido proporcionarle, a tantos

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 REVISTA DE AERONAurIcA
Y ASTRONAUTICA Número 312 Novembye
- 1966

por ciento variables, la cantidad de oxí
geno necesario para asegurarle todas sus
combustiones orgánicas.
El camino más penoso a recorrer, en
la línea de la cosmoadaptaciói es el de
la lucha frente a la «gravedad cero», el
aislamiento y, muy importante también,
el silencio. La preparación del hombre,
entre otras hostilidades ambientales,
penosa, pero efectiva en casi la mayoría
de los entrenados El incidente en la ope
ración «rendez vous» del «Géminis VIII».
donde los protagonistas Armstrong Scott,
en marzo de 1966, aguantaron giros de
vértigo (90 vueltas por minuto) y logra
ron resolver el problema que se les plan
teó, es tina muestra palmaria de lo que
puede aguantar y soportar el organismo
humano, previamente entrenado
Pero en los momentos actuales, cuando
se dice qtie está cercano el día en que ha
de pisar la Luna el hombre, con todas
las garantías de regreso al punto de par
tida (motivo este de la encuesta del Pre
sidente (le la «Euratom»), las cosas se
hacen aún más espectilables. Pregun ta
do en nuestro II Ciclo (le Conferencias
(le Medicina Espacial, el Profesor
Hernam Schaefer sobre si el retraso en
el lanzamiento del hombre al espacio ex
terior fué por causa de un no conocimien
to perfecto del cosmos, respondió que su
composición está perfectamente estudiada
(opinión esta que no la comparten todos
los físicos) y que si a algo habría que
atribuir la demora, es precisamente refe
rida al estudio de los medios de protec
ción radioactiva Esta «razón» incrementa
el potencial de adversidades que el horn
bre ha de sobrellevar como «habitante»
ltinar.
Perdónesenos una digresión sobre tal
posible acontecimiento
El P. Benito Jerónimo Feyjoo y Mon
tenegro, en su Discurso VII, Carta 34
(página 208 del Tomo 8., editado en el
año MCCLXV), contestaba a la pregunta
de si los planetas son habitables : «Esto és
capaces de que en ellos se engendren y
sustenten algunas especies de animales.
Algunos antiguos los concedieron, no
sólo habitables, sino habitados: y habita
dos no sólo de brutos, mas también de
hombres. De este número fueron llera
clides, Xenophanes y los Pythagóricos,
como se colige en Plutarco, Stoheo y Lac
tancio. Macrobio dice, generalmente, que
ésta fué opinión de los Phisicos. De los
habitadores de la Luna, dice Stoheo que
los que los confirmaban, los hacían quin
ce veces mayores que los de la Tierra,
tanto hombres como brutos. A lo que pa
rece aludió aquel Herodoto Hercleota,
es citado en Atheneo, diciendo que las mu
eres lunares son ovíparas, y producen
tinos huevos de los que se forman hombres
quince veces mayores que nosotros. Tam
bién parece relativa a ésta la fábula de
León Nemeo, de prodigiosa mag-nitud,
que se dixo bayer caído de la Luna, y
fué muerto por Hércules. Lo que decían
de la excesiva corpulencia de hombres y
brtitos, lunares, extendían también a las
plantas. »
He aquí expuesta una antiquísima as
piración de la entidad humana por aclap
tarse con el pensamiento a todas posibles
lucubraciones, con tal de «despegarse» de
la Tierra.
La decisión es noble y tesonera, a pe
sar de los inconvenientes que, de día en
H. (lía, se van encontrando.
Y como colofón, ¿habremos llegado al
límite de las posibilidades del hombre?
Este es el viento que corre a última hora.
* * *
Pero después de esta dedicativa de la
Medicina por el hombre, en que parecen
acortarse distancias con la tecnología, da
la sensación de como si aún nos movié
semos entre los rescoldos de la llamada
«Ciencia Ficción» y nos dejásemos mecer
en la línea de la fantasía.
En el Congreso de Atenas de 1965, se
leyó una comunicación sobre «Los pro
blemas de arquitectura adaptados para la
construcción de la Luna». Presumimos
que estos estativos ecológicos no tendrían
otro objeto que representar un punto de
apoyo en las transferencias de los astro
nautas, desde las estaciones espaciales, a
la Luna. Con este propósito se incorpo-an
a la realidad del espacio un nuevo esta
mento corporativo de la vida terrestre.
Esta es la síntesis de lo que ha sido
expuesto a lo largo del II Ciclo de ile
dicina Espacial, en el Centro de Investi
gación de Medicina Aeronáutica.

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 REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA

¿LA LUNA,
OBJETO DEL
DERECHO?

por MARTIN BRAVO NAVARRO

Capitán Auditor del Aire
y Doctor en Derecho

L aatención a la Luna ya no es exclusiva

de astrónomos, o de ensonadores y poetas.
en rigurosos cálculos científicos, se en
cuentran en estado muy avanzado de eje
Los temas sobre el viaje, exploración y cución, conforme se ha podido apreciar,
conquista de nuestro satélite han dejado a través de las numerosas ponencias y
de ser una mera distracción de quienes, comunicaciones presentadas en el XVII
tan bien dotados de imaginación como Congreso Internacional de Astronáutica,
recientemente celebrado en Madrid.
desprovistos de solidez científica (1), en
contraban en esa aventura un campo pro Ya en 1959, el Profesor Boris Kukar
picio para alimentar su fantasía. nin, Vicepresidente del Consejo Astronó
mico de la Academia de Ciencias de la
Y es que la llegada a la Luna está al
Unión Soviética, auguraba que el sueño
alcance del hombre en un futuro inmedia
to. Esta afirmación, que hubiera sido de volar a la Luna y volver a la Tierra no
tardaría en realizarse. Con la misma se
arriesgado lanzar hace sólo una década, guridad se han pronuiciado figuras de
hoy es posible sentar con razonable fun tanto relieve en el campo de la ciencia y
damento y credibilidad, si se tiene en la tecnología del espacio, como Von Kar
cuenta que los proyectos actuales, basados m a u, Sedo.v, Von Braum y William
Pickering.
Por tanto, si estas previsiones sobre la
(1) Advirtamos que esta observación no envuelve proximidad del acontecimiento vienen
desprecio alguno para quienes, a lo largo de la His
toria, precedieron con sus ensueños y fantasías, a los avaladas desde hace tiempo por personali
paladines de la actual aventura técnico-espacial, cons dades y especialistas, cuyo rigor científico
cientes como somos del papel, que la intuición y el de y seriedad intelectual están fuera de toda
seo de revelar el fascinante desconocido, juega como duda, hoy—insistimos——, cuando gran par
factor determinante, incluso de las realizaciones más
serias y escrupulosamente científicas del hombre. te de los proyectos preparados para la

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 REVISTA DE AERONAUTICA N6rnero 312 Noziiernbre 1966
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Y ASTRONAUTICA

conquista del satélite han sido ya verifi gastos—que en otro orden de aplicaciones
cados y contrastados por los trascenden podrían subvenir tantas necesidades hu
tales éxitos alcanzados en las pruebas manas perentorias—, podrán frenar aque
preparatorias de los últimos años, no pa lla carrera, en razón a la poderosísima
rece que sea aventurado anticipar que la atracción que ejerce ese mundo nuevo, ese
exploración y alunizaje del propio hom «sexto continente», que se abre a la hu
bre pueda convertirse en cualquier mo manidad en el momento más «estelar» (le
mento en noticia que salte a la primera su Historia.
plana de los periódicos.
Y si aceptamos que no hay límites apa
rentes del progreso técnico en la navega
El hecho técnico-espacial y el Derecho. ción espacial, hemos de convenir que los
avances, a realizar en este campo serán
Subsiste, sin embargo, la incertidumbre cada día mayores, muchas veces sensacio
sobre la oportunidad de intentar, en el nales y nunca definitivos.
estado actual de la navegación espacial, Por otra parte, debe tenerse en cuenta
un estudio serio y profundo de los pro
blemas jurídicos que pueda implicar esta que si bien no es lícito olvidar por com
nueva aventura humana. Es decir, se pre pleto el principio «Ex Fcto Tus», hay que
reconocer igualmente que los avances téc
gunta, si el fenómeno técnico-espacial
nicos si no van acompañados y en algunos
ofrece ya los suficientes datos de expe casos precedidos de unas normas que los
riencia y detalles de hecho, para justificar encaucen y orienten, pueden desembocar
un planteamiento de su correspondiente en la anarquía de los hechos arbitraria
cobertura jurídica. mente consumados, con las funestas con
Si hemos de responder a esta cuestión, secuencias que el imperio de la Ley de la
conviene previamente puntualizar algunos selva suele llevar consigo, en toda actua
extremos. ción humana que se realice en tales cir
En primer lugar, se ha de advertir que, cnn sta n cias.
cualquiera que sea la atención que preste Por ello, sin desconocer la relevancia
el jurista, lo seguro es, que la conquista
y eventual aprovechamiento de la Luna
es tarea que, por venir a colmar una aspi momento en cápsulas espaciales y previsiones sobre
futuras navegaciones, así como sobre las condiciones
ración constantemente sentida por la hu de habitabilidad de la Luna, sintetizamos las siguientes
manidad no se abandonará nunca, por mu conclusiones:
chas que sean las dificultades e incluso — Se han registrado en los cosmonautas alteraciones
fracasos que puedan presentarse antes de fisiológicas (disminución de peso, anormalidad en
la circulación de la sangre, deshidratación, tras
alcanzar aquellos objetivos. Y es que hay tornos cardiovasculares, hiperhidruria, descalcifi
un postulado fundamental que condiciona cación y dificultades en la recepción de alimentos
los límites de la actividad humana: nada y excreción) y psicológicas (vértigo, desorienta
de lo que es técnicamente posible realizar ción, soledad, incomunicación, pérdida del equi
librio y facultades sensoriales) -
dejará de intentarse; tanto más, en el caso
Dado que en las regiones espaciales las condi
de la navegación y exploración del espa ciones físico-químicas son diferentes del espacio
cio, en que las dificultades a superar, no terrestre, el hombre deberá vivir dentro de una
son sino un incentivo más para impulsar envoltura protectora, en la que lleve su propio
la carrera hacia las estrellas, porque en ambiente. Igualmente, se supone, que la perma
nencia fuera de la cosmonave en los cuerpos
esta aventura en que el ensueño y la poe celestes dependientes del sistema solar nc es
sía e incluso el afán (le dominio, sirven viable, a menos que se adopten precauciones es
(le motor a la investigación técnico-cien peciales de aislamiento.
tífica, ni los riesgos para la vida del hom — En concreto, el hombre habrá de superar en la
bre (2), ni los cuantiosos esfuerzos y Luna cambios bruscos de temperatura, intensa
radiación de rayos cósmicos, potentísima ilumi
nación de los rayos solares que afectará a su vi
sibilidad y, por último, defensa contra los mi
(2) De entre las aportaciones científicas presenta crometeorítos. De igual forma, habrá de resolverse
das al XVII Cngreso de la 1. A. F.—que se caracteri el problema de los medios de subsistencia (ali
zó por la especialísima atención que dedicó a la Bio mentos, agua, oxígeno, etc.), que implicará el de
astronáutica—, respecto a experiencias psicosomáticas transporte desde la Tierra o su eventual explota
deducidas de los vuelos humanos realizados hasta el ción en el satélite.

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Número 312 Noviembre 1966
-
del supuesto fáctico condicionante de la
norma y la inestabilidad del hecho técnico
en constante evolución, se hace preciso, no
obstante, en el estado actual de los prepa
rativos para la conquista de la Luna,
sentar unos principios básicos o normas
generales que puedan servir de cimiento
O: punto de arranque de una futura regla
mentación, ofreciendo al mismo tiempo
por su misma generalidad y amplitud, una
flexible acomodación a los datos de expe
riencia que más tarde pudieran o.frecer las
nuevas conquistas espaciales. No se tra
ta—como advierte Bauza Araújo (3)—,
de prefabricar un Derecho ‘Astronáutico,
Interplanetario, Intersideral, Espacial, o
como quiera llamarse, tarea por demás
ociosa o al menos inconsistente en este
momento, sino—importa insistir—de sen
tar las bases de una futura reglamenta
ción, para que la aventura espacial, en
lugar de ser un foco más de discordia, se
convierta en un poderoso instrumento al
servicio del pacífico desenvolvimiento de
los esfuerzos de los hombres para obtener
los máximos, beneficios de la Creación (4).
En esta misma línea de anticipación
jurídica, juristas interesados en la, explora
ción astronáutica e incluso las Náciones
Unidas, han abordado ya algunas de las
numerosas cuestiones que plantea el acon
tecimiento que se avecina. Pero para salir
al paso en forma efectiva, de la arbitraria
valoración que respecto a la legitimidad
(3) Véase Bauza Araújo (A.), pionero en el es’
tudio en lengua castellana, de los prob’lemas jurídicos
que plantea el fenómeno técnico-espacial, en su obra
Derecho Astronáutico. Ecl. «El Siglo Ilustrado». Mon
tevideo, 1961, página 27. (Segunda edición de «Hacia
un Derecho Astronáutico» 1957.)
(4) De momento, cabe ya registrar algunos proyec
tos de convención y extensa bibliografía jurídica sobre
los satélites artificiales, de entre los cuales deben desta
carse los utilitarios en materia de comunicaciones y te
levisión, así como los de previsión de determinadas
circunstancias atmosféricas (lluvias, ciclones, huracanes),
que pueden reportar importantísimos beneficios para la
humanidad, y hacer rentables en un futuro no muy
lejano, las ‘ingentes sumas empleadas para su puesta en
órbita.
Por otra parte, débese hacer constar los adelantos
que el propio fenómeno técnico-espacial está producien
do en todas las ciencias’ que contribuyen a su mejor
realización (física, matemática, química, electrónica,
etcétera), sin contar los, descubrimientos en el campo
de la medicina y biología, de tantisimo interés para un
mejor conocimiento de las posibilidades humanas de
vida, en situaciones y a velocidades, increibl’es hasta
hace muy pocos años.
REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRONAUTICA
de sus operaciones sobre el satélite, pu
diera hacer cualquier Estado embarcado
en tal aventura, urge que nuevamente los
juristas, en tinión con los Organismos y
Asociaciones internacionales dedicados a
los problemas del espacio, y muy especial
mente el Instituto internacional de Dere
cho. Espacial, colaboren con el Comité de
las Naciones Unidas para usos pacíficos
del espacio exterior, en’ la tarea de fijar
los principios y normas jurídicas generales
a que habrán de ajustarse tales operacio
nes y que deberán concretarse sin dilación,
en reglas de conducta vinculativas (5),
tanto para las potençias que en la actua
lidad intentan arribar al satélite como para
los demás países que lo’ hayan de intentar
en el futuro.
Como aportación a esa tarea, y con mo
tivo del iX Coloquio de Derecho Espa
cial, recientemente celebrado en Madrid,
con ocasión del XVII Congreso de la Fe
deración Astronáutica Internacional, tu
vimos la oportunidad de exponer en sín
tesis, bajo el título de «Principios y
normas generales sobre derechos y res
ponsabilidades en la exploración lunar»,
los presupuestos que seguidamente trans
cribimos, junto. con las precisiones que en
el estado actual del progreso hacia la con
quista de la Luna, nos era dado enunciar.
1.—Presupuestosi.
La regulación de las cuestiones que
plantea la conquista y eventual explota
(5) Hemos de hacer notar, que si bien ES. UU. y
Rusia han reiterado’ su criterio de no considerar la
Luna como objeto’ de apropiación, y que las NN’. UU.,
por resolución de la Asamblea General de 20 de di
ciembre de 1961, han recomendazio que el espacio cós
mico y los cuerpos celestes han de ser accesibles a todos
los Estados a los, fines de exploración pacífica y de
utilización conforme, a la Ley internacional, no siendo
admisible por ningún medio reclamación alguna, de
soberanía, y que. por resolución de la misma Asamblea
General de 13 de diciembre de 1963, han declarado
solemnemente principios, similares, hay que advertir
también, que tales acuerdos, al no haber sido recogidos
en un Tratado Internacional, no vinculan jurídicamen
te a ninguno, de los Estados’ miembros; son meras
declaraciones o. recomendaciones de carácter más bien
internacional o moral, sin más compromiso para estos
Estados que el que ellos mismos: quieran asumir (sobre
este particular puede verse más ampliamente Cooper
Cobb (J.), en su trabajo’ «A quí appartiendrá la Lune.
Necesité. d’une réponse.» Revue Francaise de Droit
Aerien, núm. 2-66).
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 REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA
ción de la Luna, debe inspirarse en el
espíritu que informa el derecho tradicio
nal positivo, especialmente el Derecho
internacional, y en su defecto, por los
principios del Derecho Natural que en
cuanto participación de la Ley eterna
«manda conservar el Orden Natural y Estados actuales o futuros, en cuyo nom
prohibe perturbarlo» (6).
— La Luna es un bien común, indivi
sible (7). Todas las naciones de la Tie
rra son titulares a partes iguales, de una
cuota del satélite que les confiere dere
chos (le exploración—y eventualmente
de uso y aprovechamiento—, bajo un
mismo régimen de libertad y responsabi
lidad. En razón a que no cabe una de-
(6) El derecho del espacio exterior no puede ser
nunca un derecho de naturaleza y fundamento esen
cialmente distinto a las demás ramas del derecho tradi
cional, sino más bien el resultado de los esfuerzos por
hallar en las veteranas disciplinas jurídicas, los prin
cipios inspiradores de las normas que hayan de regular
las nuevas situaciones jurídicas a que dé lugar la con
quista de ese espacio y de los cuerpos celestes que sean
susceptibles de ocupación por el hombre; cuando estos
supuestos fácticos desborden las previsiones de aquel
derecho tradicional positivo, deberá acudirse al De
recho Natural que, por tener sus raíces en la Ley eterna
que rige en su totalidad el orden armonioso de la
creación, proporcionará siempre a la razón humana la
inspiración o la fuente de las normas que hayan de re
gularlas.
Intentamos, como se ve, al formular este primer
presupuesto, fijar las fuentes generales normativas del
futuro Estatuto. de la Luna, saliendo al paso de alguna
original teoría de algún autor, que quizás excesivamen
te impresionado po.r las sensacionales novedades téc
nico-espaciales, y olvidando las posibilidades creadoras
de aquellas fuentes tradicionales, ha llegado a vislum
brar la aparición de un «Metaderecho».
(7) Al considerar la Luna, como un bien común e
indivisible, rechazamos como lesivos a la comunidad
internacional, cualquier intento por parte de la primera
potencia que alunice, de justificar sus pretendidos de
rechos de soberanía, sobre la totalidad o parte del sa
télite, basándose en su condición de «res nullius» y
prioridad en alcanzarlo. Ello no obsta a que puedan
concederse por las NN. UU. aprovechamientos tempo
rales y condicionados del satélite, en base a las razones
que luego se dirán.
Por supuesto, que afirmamos convencionalmente la
indivisibilidad de la Luna, puesto que nada impide di
vidirla como algunos han pretendido en zonas o
suburbios, de extensión proporcionada a la población
y potencia de las naciones de la Tierra. Precisamente,
porque consideramos que esta parcelación perpetuaría
las fricciones a que da lugar en el planeta, ea por lo
que afirmamos la condición de bien común e indivisible
del satélite.
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Número 312 Noviembre 1966
-
terminación permanente de los E.stados
miembros de la comunidad, y en garantía
(le un ejercicio ordenado y pacífico de los
derechos que les corresponden, se hace
necesario, en la práctica, un Organismo
permanente representativo de todos los
bre y bajo cuyos auspicios, sean aquellos
derechos realizados, y a quien correspon
dería asimismo la sanción de las infrac
ciones contra las normas internacionales
que se convengan sobre la posible explo
tación del satélite.
— Sólo se reconocerá como legítimo
el uso y explotación del satélite, cuando
se realice con fines pacíficos (8), con
arreglo a las normas y bajo el control de
la Comunidad Internacional, debiendo,
entretanto se acuerden estas normas y se
cree el organismo competente, reconocer-
se como lícitas todas las operaciones rea
lizadas o por realizar con aquellos fines,
por aplicación del principio de que es
lícito, todo lo que no está prohibido.
— Normas internacionales d eh e r á u
también convenirse en su caso, para de
terminar los derechos preferentes y obli
gaciones de los países explotadores del
satélite, con respecto a los demás miem
bros de la Comunidad internacional.
11.—Precisiones.
— Por ser la Luna un bien común de
la Sociedad Internacional, se ha de pro
clamar el libre acceso a cualquiera de los
Estados miembros que la componen, de
biendo, no obstante, proceder a la expe
dición hacia el satélite, un aviso (9) a la
Comtinidad u organismo qtie la represen
te, a los efectos de vigilancia y control
(8) Dada su condición de bien común al servicio
de la humanidad, está claro que en ningún caso podrá
autorizarse la explotación o uso del satélite con fines
agresivos. Por el contrario, todas las naciones tendrán
derecho a utilizar la Luna con fines pacíficos (comu
nicaciones, base de partida para otros viajes espaciales,
observatorio astronómico, obtención de datos Cientí
ficos, etc.).
(9) Este preaviso.podría servir también para iniciar
los trámites de inscripción del lanzamiento o la ex
pedición, en el Registro que con tal fin debiera crearse
en el seno de las NN. UU.
Número 312 Noviembre
- 1966 REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONATJTICA

que sean procedentes (carga pacífica, au rán patentes mediante los datos que se
sencia (le gérmenes nocivos, etc.). obtengan en las primeras exploraciones
lunares, la Comunidad internacional, en
— El lugar ocupado por la cosnionave caso afirmativo, fijará las condiciones en
o establecimiento científico, que se asien
ciue deberá ser realizada aquella explota
te en la Luna, deberá gozar mientras per ción, teniendo en cuenta qtie si bien en
dure la ocupación de los beneficios de principio los derechos de todas las nacio
extraterritorialidad del Estado’, bajo el nes con respecto a los presuntos recursos
cual se realice la expedición (10).
naturales del satélite, son iguales, para
— Cualesquiera que sea el Estado que poder disfrutar de los bienes y ventajas
alunice, podrá explorar el satélite y uti que eventualmente pueda obtener otro
lizarlo libremente, siempre que sea con E.stado, habrán de contribuir a los gastos
fines pacíficos, no atente a su naturaleza, realizados por éste, sin perjuicio, además,
ni impida la exploración y aprovecha de los derechos preferentes de explota
miento simultáneo o futuro de otros Es ción ciue sobre aquellos recursos pueda
ta dos. reservarle temporalmente la propia Co
Todos los Estados con base de opera munidad, como premio a sus esfuerzos
ciones en el satélite, deberán compromfl por la obtención de tales beneficios, tanto
terse a prestar asistencia a los cosmonau en provecho propio como de toda la Hu
tas, sea cual fuere su nacionalidad, en los ma ni dad.
casos de peligro o cualquier otra (lificul — El Estado explotador se hará res
tad en que pudieran éstos encontrarse, polis2llle ante la Sociedad Internacional
tanto para subsistir en el satélite, como del mal. ejercicio——doloso o imprudente—-—
para su regreso a la Tierra. de sus derechos de explotación, a cuyo
— A la vista de la viabilidad y renta efecto se hará necesaria la creación (le un
bilidad (le la explotación (11), que se lia— servicio de policía internacional del espa
cio, para el control e inspección de las
explotaciones, así como un Tribunal In
(10) Tal ficción de extraterritorialidad, no supone ternacional de Justicia, para la resolución
la admisión de una aprobación, siquera sea temporsl, de los conflictos e imposición en su caso
de una parte de la Luna por el estado de pabellón de de las sanciones cue correspondan, por el
la cosmonave, sino el medo indispensable para que incumplimiento de las normas internacio
éste pueda ejercer los derechos de soberanía, que han
de continuar reconociéndosele, tanto sobre el vehículo nales que se convengan para el correcto
espacial como sobre su tripulación. t150: y aprovechamiento del satélite.
Entretanto no se creen ese Organismo
(11) En el XVII Congreso de Astronáutica, recien
temente celebrado en Madrid, se expusieron las posi y Tribunal específico, corresponderían
biliçlades de utilizar los propios recursos naturales de tales funciones y competencias a los ac
la Luna, para conseguir medios de subsistencia de los ttialmente existentes en el seno de la
cosmonautas o la implantación y futura explotación de O. N. U. y al Tribunal de Justicia Inter
los que pudieran ser transportados desde la Tierra.
a c ion al.
Aunque en este momento se desconoce con certeza
la explotabilidad de los recursos naturales de la Luna,
ni—de ser positiva—aparece próximo su aprovecha
miento, ya que los proyectos actuales p01. ser funda que algunas de las actuales puedan unirse o eacindirsc
mentalmente científicos no buscan ese objetivo, es para constituir otras, y dado que la realización inde
admisible pensar, que si esos recursos reportaran utili pendiente de sus respectivos derechos puede dar lugar
dad notoria al hombre, a no tardar serían objeto de a la anarquía y abuso de las naciones más adelantadas,
comercialización, incidiendo en la economía terrestre se impondrá la creación—como ya dejamos sentado
y planteando nuevos problemas en orden a determinar en presupuestos—de un Organismo permanente su
los derechos del explotador y de la comunidad inter pranacional que represente a todos ios Estados actuales
nacional. o que puedan surgir en el futuro, bajo cuyo amparo
y control sean. aquellos ejercitados y realizados y al
Pues bien: por recaer el derecho de explotación so cual las naciones menos desarrolladas pudieran confiar
bre un bien comón internacional, su ejercicio debería
acomodarse a los acuerdos que hayan de suscribirae a los suyos propios, gozando—una vez abonada la con
traprestación que se determinare por el organismo co
tal fin por la propia Comunidad. Por otra parte, debe
también tenerse en cuenta que al no existir un nilimero munitario—de los bienes y ventajas de todo orden que
fijo e invariable de naciones, e incluso siendo posible pudieran obtenerse.

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 REVISTA DE AEROJ’fAUTICA Nimero 312 ATovernbre 1966
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Y ASTRO7qAUTICA

SALIDA
PRIMERA DEDONQUIJOTE
Por JOSE SANCHEZ ÉGEA
Comandan te Meteorólogo.

Aca,so alguno de los que lean este artículo no vean su «encaje» en

una revista de aviación. Nosotros no lo vemos así, ya que en él se trata
¿e algo tan importante para el aviador como es el tiempo atmosférico.
Y en cu4nto a su campo de aplicación en este caso, deberdn tener en
cuenta que el «sujeto» ¿e este estudio del tiempo es un caballero—el
primero ¿e los caballeros—que no sólo «voló» materialmente por los aires
lanzado por aquel gigante que a su escudero Sancho le pareció un molino
de viento, sino que fué ademés un auténtico cosmonauta que, sobre «Ola
vileño», precedió en tres siglos y medio a Tun Gaganin. Finalmente, y
para concluir esta justificación, debemos señalar que estamos total y
absolutamente seguros que Don Quijote, de haber nacido hoy, hubiera
sido aviador y habría realizado sus hazañas sobre una avioneta cualquiera
o a bordo de un viejo «Jun.ker».

(Estudio meteorológico). hero de la Triste’ Figura”, como lo motejó

Sancho en la segunda, ni el “Caballero de los
D elas tres panes de que consta la vida del
Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Man
Leones”, que merecidamente alcanzó en la
tercera. Sólo le conoce la historia por el pri
cha, correspondientes. cada una a las tres su mero y más universal de sus nombres., que él
cesivas salidas que Cervantes nos relata, la mismo ideó, de Don Quijote’ de la Mancha.
primera aún no la hace en compañía de su Caballero’ sobre Rocinante, solo y con el
fiel escudero. En ella todavía no es “caba corazón y la. mente’ puestos en sti dama, la

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Número 312 Noviembre 1966
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REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRO7’ZAUTLCA

sin par Dulcinea del Toboso, se incrusta nues debió ser extraordinaria, aunque a atarde
tro hidalgo en la epopeya al emprender la ce’r se redujese po’r el efecto: óptico’del rever
primera de’sus salidas; la más breve de todas, bero: del sol sobre los duros campos siegados
pues sólo alcanza al espacio que va desde el y no: labrados aún, y en donde! “un porquero
amanecer de un día al ocaso del siguiente, andaba recogiendo’ de unos rastrojos una
y de la cual vamos a intentar deducir el manada de puercos (que, sin perdón, así se
tiempo: atmosférico del que Cervantes da llaman) “. Po’r ello’ tuvo n:e’ce’s:idad
nuestro
numerosas referencias en las poco más de caballero “de mirar por todas partes por si
treinta y seis:horas de esta p:rimera etapa de ve’ía... donde’ recogerse’ y remediar su mu
la vida del Ingenioso Hidalgo. cha necesidad” p.ara alcanzar a descubrir “no
lejos del camino por donde iba una venta”.
Este período, sabemos por Cervantes, dió “D’ió:se’prisa a caminar y llegó a ella a tiem
comienzo: en “una mañana antes del día (que po: que’ anochecía”, cubie’rtode’polvo (levan
era uno: de los calurosos del mes:de julio) “,
tado por los, cascos de “Rocinante” al gol
que “a dicha acertó a ser viernes:”. Mañana pe’ar, en su último’ trote’, el duro suelo’ del
que debió ser más bien fresca y totalmente camino’, re’seco’tras un día de intenso’ so’l)
despejada, sin, una nubie:que :empañara el hasta el ro’stro’,que’ mostró “seco y polvo’
puro: cielo manchego’: una mañana fresca, de riento” cuando’ finalizado el primer día de
suave viento y aire puro y estimulante, en la
que Don Quijote “salió al campo con gran camino’ “alzó la visera de papelón”.
dísimo: contento” ¡ Y tan contento! Radiante, En. esta hora vespertina la temperatura
más. que contento’,iba Don Quijote cabalgan empezó a bajar con rap’idezy el ambiente’ se
do frente a aquel amanecer, que un hombre hizo’ más agradable’, por lo: que para cenar,
como él, “gran madrugador y amigo de la apunta Cervantes, le’ “pusieron la mesa a la
caza”, no exaltaría con el lirismo de su pri puerta, po’r el fresco”. Terminado’ el yantar,
mer monólogo, si la naturaleza no le hubiese se o’cupó ‘Don Quijote’ en dar cima a la. jor
dado verdaderos y muy extraordinarios mo nada armándo’se’caballero’,para lo’que’, p’re’
tivos p:ara ello’. Con seguridad que esta re’ viamente’ y por indicación del ventero, pro’
gión manchega, de tan distar tes: extremos cedió, a “velar las armas”, que “p’uso sobre
térmicos diurnos, había permanecido total una p’ila que junto’ a un pozo” hab’ía “en un
mente despejada durante la noche, a la que co’rra.l grande’ que a un. lado de la venta es
el amanecer hacía huir; una noche de intensa taba”. En esto’“acabó de cerrar la noche’co’n
radiación, a lo largo’ de’ la cual la tierra se’ tanta claridad de’la luna que po’día.co.m.p’etir
enfriaría bastante y la temperatura de aire co’n el que se la p’restab’a: de manera que
descendería hasta dieciséis o quince grados, cuanto’ el novel caballero’hacía era bien vis.to
y que la ligera brisa haría parecer más baja de’ todos” aquellos que’, curiosos, “fuéronle
en esta ho:ra ‘del orto a la que se:p:ro:ducela a mirar de lejos.”.
mínima térmica diaria.. Más tarde, el cielo Como’ s.e’deduce’ de’ los, párrafos. anterio
azul y el mes de julio’se encargarían de hacer re’s trasladados’, la noche’ fué desp’ejada e,
pagar su imprevisión a Don Quijo’te que’, indudablemente, fre’sca. Sobre aquel lugar de’
como buen cazador, debió de’tener en cuenta la Mancha existía, en la fe’cha que’nos ocu
que en esta época del año:, mediado el día, el pa, una masa de aire’ relativamente’ frío’ y
sol pega siempre fuerte en “el antiguo Cam casi en calma, que daba a la luna e’l brillo
po’ de Mo’ntiel”, aunque la madrugada pro de’ las noches invernales y permitió al ven
metiera o’tra co’sa. Y más aun si, absorto
como iba en sus pensamientos, “caminaba tan tero realizar la ceremonia. de armar caballero
despacio:” que “el sol le entraba tan aprisa ade Don vela
Quijote tan sólo’a la luz de “un cabo’
que traía un muchacho”, que no se
y con tanto ardor que fuera bastante a de’
rretirle los sesos”, como e’s co’rriente en el apagó.
extremado clima manchego’, donde la conti “La de’l alba sería cuando Don Quijote
nentalidad influye’ en tan alto’ grado’ en la salió de’ la venta” y emprendió el. camino de
o’scilación termométrica diaria. regreso’ a su aldea, a la cual llegó molido’ a
Y bajo’ este cielo:extraordinariamente hm palos “a la hora en que anochecía” a ‘lomos
p’io’y con un sol de justicia “casi todo el día de un jumento’ conducido: po’r “un labrador
caminó”, por lo’que’ “Al anochecer su rocín de su mismo’ lugar y vecino’ suyo”. So:b:re
y él se hallaron cansados y medio’ muerto’s este segundo día no da Cervantes referencias
de hambre”. La visibilidad durante aquel día meteorológicas, que suponemos de’ caracte
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 REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTIcA
Número 312 Noztiembre 1966
-

rísticas semejantes a 1 anterior, TT:..

aunque algo más caluroso.
Tampoco (la u o ti c i a alguna
d e 1 tiempo atniosféi-ico habido (1
en lOS (lías que precedieron a
esta primera salida, pero es fácil
deducirlo si volvemos atrás y lee
mos detenidamente lo que nos
cuenta (le Don Ouiote el texto
que antecede a la etapa que es—
tu (1ia m os.
En él se (lescribe cómo tras un
período (le tiempo más o menos largo
(le enfrascada lectura, en que “se le
pasaban las noches leyendo (le claro
en claro y los días de turbio en
turbio”, toma la decisión (le “hacerse
caballero andante”. Y a partir de
aquí va creciendo su agitación; su
actividad va en aumento y, decidido
va, “limpia y adereza unas armas
iue habían sido de sus bisabuelos”,
suple la falta (le la celada con otra
medida que “de cartones hizo”, la
cual refuerza “poniéndole unas ba
rras (le hierro por dentro” y acopla
al morrión. Y entregado (le
lleno a su idea, concluye esta
febril etapa de sti imaginación
desbordada poniendo nombre a su
rocín, a sí mismo y, cii últi
ma estancia, a su dama.
Toda esta exacerbación de su mente en nes“—, su estado—soltero aún a los casi cin
ferma puede muy bien indicar una corres cuenta años—su amor platónico por una la
pondencia con ciertas condiciones meteoro bradora del Toboso—Sancho, que conocía
lógicas bien determinadas y comprendidas bien a Aldonza Lorenzo nos la describirá más
bajo la denominación común de situación de adelante—y su timidez—que le impidió sa
tormentas. Es, pues, probable, que el vera car a luz sus amorosos sentimientos—nos
no en que se producen estos hechos se inicia revelan.
ra con un período de tormentas—las que no Y así fué. Dichosa predisposición y (licho
faltan en junio—y que éstas se manifestasen sas tormentas oue, en feliz conjunción, rom
repetidamente a lo largo’ de todo el estío, pieron el inestable equilibrio mental de Alon
hasta unas fechas antes de que Don Quijote so Quijano y lo impelieron a irse por el mun
emprendiera su aventura. En estos días en (lo’, con sus armas y caballo’, a buscar aven
qtie alternan el calor fuerte con el bochorno, turas... donde’ cobrar eterno nombre y fama”.
pesadez y electrización de la atmósfera y se En los (lías que inmediatamente precedie
producen las bruscas e intensas variaciones ron su salida, las tormentas de calor debie
(le presión que llevan consigo estos fenóme ron volver a manifestarse más intensas y, la
nos (nos las muestran las curvas del baró depresión barométrica que frecuentemente
grafo en estas situaciones) que dieron al se forma en el verano sobre la región man
traste con el ya enfermo—o por lo menos chega, dió lugar a la turbulencia que limpió
anormal—estado mental de Don Quijote, que la atmósfera y la purificó para recibir dig
su físico—”seco de rostro y enjuto de car namente al más excelso (le los caballeros.

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Número 312 Noviembre
- 1966 REVISTA DE AERONA UTiCA
Y ASTRONAUTICA

DOSENTIDADES
INTERNACIONAL
DE LA MAYOR
IMPORTANCIA
MUNDIAL
(ELA.G.1 AÑO
GEOFISICO
Y LOS
CONGRESOS
DE
ASTRONAUTICA)

«El Afio Geofísico Internacional». renta estaciones en (listintos puntos de la

región boreal y algunas en Africa. Este se
gundo Congreso del año polar fué presidido
uanúo se creó, y por primera vez se por el Doctor La Cour, de copenhague, y su
reunió en 1882-1883, se le llamó año polar; programa fué elaborado por un Comité
pues, aunque se dedicaba al mejor cono especial, formado en el seno de la Unión
cimiento de nuestro planeta la Tierra, Geodésica y Geofísica Internacional.
principalmente en lo que afecta a Meteo
rología y Magnetismo, su mayor interés Los propósitos comprendían no sólo el
se volcaba precisamente sobre las regiones dicho establecimiento de observatorios
polares ártica y subantártica ; o sea am temporales en aquellas regiones en que
bos polos, en los cuales se provocan los no fuese posible establecerlos permanen
fenómenos atmosféricos más importantes tes, sino en ir penetrando mediante son—
que afectan a aquellas dos especialidades deos en la alta atmósfera, utilizando glo
bos y los nuevos medios que se fuesen
que hemos dejado señaladas.
de su 1udiendo utilizar, tales como cohetes, pro
Al cumplirse el cincuentenario yectiles y cuando se pudiera otros tipos
primera reunión, se acordó celebrar el se de ingenios.
gundo año polar; ttivo, pues éste, su Con
greso en el transcurso de los años 1932 al El tercer año polar se verificó veinticin
1933; eran años de gran crisis mundial por co años después del anterior, y su reunión
lo que no se pudó lograr todo cuanto hu tuvo lugar en España (Barcelona), duran
biera sido de desear, en cuanto a instalar te el ciclo solar 1957-1958. Le precedió
varias estaciones de observación y estudio inmediata, la Cuarta Sesión del llamado
en la región austral, pero sí dos nuevas, Comité Especial de la Unión Geodésica
en otras partes del mundo (una en Punta Geofísica Internacional, durante la cual, y
Arena (Chile) y otra en Orcadas del Sur por acuerdo de la «O. M. M.» (Organiza
(Argentina), se contaba ya con unas cua ción Meteorológica Mundial), aprobado

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 REVISTA DE AERONAUTICA Número 312 - Now’embre 1966
T ASTRONA UTICA

también por la «C. M. 1.» (Comisión Mix «Los Congresos de Astronáutica

ta de la Ionosfera), se aceptó que en lo Internacionales».
sucesivo dicho año polar se intitulase «Año
Geofísico Internacional» (A. G. 1.). Dos Congresos de Astronáutica han te
Fué la última reunión del mencionado nido su celebración en España.
Comité Mixto; y a continuación se inició El VIII, en su orden, tuvo lugar en Bar
el (A. G. 1.) «Año Geofísico Internacio celona, del 6 al 12 de octubre de 1957.
nal» con sus fines ampliados, que pasaron
a ocuparse también del aprovechamiento Aquel Congi-eso (le Astronáutica fmi
(le satélites artificiales alrededor de la presidido el día de su inauguración por
Tierra, cosa que se consideraba posible (le S. E. el Jefe del Estado, Generalísimo
intentar por determinadas naciones de in Franco, y asistieron a él destacados inge
dustria potente y muy desarrollala técn nieros, investigadores y hombres de cien
ca, y así se les rogó a cuantas se conside cia de las más importantes empresas cons
rasen capaces de intentarlo. Esa petición. tructoras de aviones, cohetes y aparatos
hecha en aquel ciclo solar 1957-1958, dió de precisión, de Alemania, Inglaterra,
lugar a la iniciación de una terrible com Francia, España, Austria, Dinamarca, Ita
petición entre Oriente y Occidente, entre lia, Holanda, Noruega, Polonia, Suecia,
la Rusia Soviética y los democráticos Y Suiza, Yugoslavia, Rusia, Japón, como
capitalistas de Estados Unidos de Norte asimismo muy especialmente de los Esta
américa, cuya competición llevó al terreno (los Unidos (le Norteamérica, Argentina,
de lo espacial la llamada guerra fría psico Brasil, Chile; y de Africa asistieron repre
lógica del comunismo internacional. sentantes de Egipto y Stidáfrica.
La duración (le aquel Año Geofísico in En la representación española se conta
ternacional fué realmente desde el día 1 ban personalidades de varios ministerios,
de julio de 1957 hasta el 31 de diciembre entre ellos naturalmente del Aire, la Co
(le aquel 1958, o sean, dieciocho meses: misión Nacional (le Astronomía, el Comité
pues no sólo se incltiyó como siempre un del Año Geofísico, que se estaba celebran
ciclo solar completo, sino que se mantuvo do en aquella fecha y en aquella ciudad (le
abierto hasta que quedasen en él com Barcelona, y representantes (id INTA
prendidos, además de los dos primeros (Instituto Nacional (le Técnica Aeronáu
satélites artificiales soviéticos (los «Sput tica).
niks 1 y II»), el primero norteamericano, Aquel Congreso (le Astronáutica cele
el «Explorer 1». bróse en los salones del Congreso Supe
Quedaron, pues, abiertas las puertas del rior de investigaciones Científicas ; y sus
Espacio Exterior, y las misiones de esta sesiones estuvieron especialmente orien
entidad quedaron notablemente amplia- tadas hacia los problemas que planteaba la
cIas, al llamarse Geofísico en vez (le Polar; Navegación Espacial más allá (ld los lími
pasando a incluir en sus misiones (le es tes (le nuestra atmósfera terrestre.
tudio, además (le lo meteorológico, la
Física (le la Ionosfera, el Geomagnetismo, Coincidiendo con aquel Congreso de
la Glaciología y las variaciones climáticas, Astronáutica, se reunió el pleno de la Fe—
(leración Internacional de Astronáutica
los rayos cósmicos, la radiación nuclear,
los aspectos meteorológicos de la energía (A. 1. F.), que nornbró Presidente a Mís—
atómico nuclear, la Oceanografía, y sobre ter A. G. Haley, norteamericano.
todo, la utilización de los satélites artifi Durante él se presentaron varias ponen
ciales terrestres y la Astronáutica. cias, entre las cuales recordanios las si
guientes
Con la celebración de ese Año Geofí
sico 1957-1958, celebrado en España, y Ponencia sobre la generación de tem
con el lanzamiento de aquellos primeros eraturas hasta 30.000 1<., por Peter
satélites artificiales, coincidió en fecha y E. Glaser; con especial atención a las uti
en lugar (Barcelona), el VIII Congreso lizaciones de las radiaciones electromag
de Astronáutica, que tuvo lugar desde el néticas.
6 al 12 de octubre de aquel año 1957. Otra Ponencia, sobre el problema del

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Número 312 Noviembre 1966
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REViSTA DE AERONA UTICA
Y ASTRONAUTICA

empuje variable, por W. H. Heat, y el greso de Astronáutica, se han hallado tam

empleo de gran número de cohetes pe b i é n representadas cincuenta d e las
queños. Asociaciones Nacionales de Astronáutica,
naturalmente entre ellas la española, pre
Otra, sobre detalles de proyección y ca sidida por el señor Huarte-Mendicoa, y
racterísticas de aeronaves espaciales con organizdora de este Congreso, bajo la
sistema de propulsión jónica, por Ernst égida de la Federación Astronáutica In.
Stvhlinger. ternacional.
También una ponencia, sobre peso de Han sido siete las entidades aeronáuti
los vehículos orbitales de costo mínimo, cas y astronáuticas nacionales que han
por Bjón Bergqvist, de la Sociedad Sueca destacado representaciones a este XVII
Intrplantaria. Congreso, que se ha desarrollado en las
Como una sobre proyectiles balísticos amplias y cómodas salas de conferencias
interplanetarios, por S. F. Singer, y su de la Casa Sindical, las cuales funcionaron
lanzamiento sobre la Luna, llevando ca de manera permanente, mañana y tarde,
bezas constituídas por bomba «Ti». practicándose el sistema telefónico indi
vidual y mediante cabinas con traductores
Y con lo dicho, dejaremos hecha refe
simultáneos para los respectivos idiomas.
rencia a aquel VIII Congreso, primero de
los dos celebrados en nuestra nación, para La diversidad de los temas desarrolla
pasar a ocuparnos del número XVII (le dos en las diferentes ponencias, puede
los que van reunidos, y que ha hecho el considerarse exhaustiva por su número e
segundo que elegía España para su cele interés. Entre los temas desarrollados, po
bración, esta vez en la capital de la nación, demos y merece la pena destacar los si
este Madrid en tan amplio desarrollo. guientes:
Sabido es que, cada nación afecta a estos Propulsión astronáutica, conducción o
periódicos Congresos Internacionales de guía, pilotaje, localización de ingenios y
Astronáutica, ha de tener organizada su de naves espaciales, problemas de los re
propia Asociación Nacional. gresos y de la recuperación, síntesis de
estudios de sistemas, satélites utilitarios
En la mañana del 5 de octubre de este y sobre todo, se resalt& extraordinaria
año 1966, el Excmo. Sr. Ministro del Aire mente la importancia que en este Con
recibió en su despacho oficial a la Comi greso se le ha concedido a todas las cues
sión Organizadora del XVII Congreso In tiones relacionadas con la hioastronáutica
ternacional de Astronáutica, que había de y a la habitabilidad de las naves espaciales
celebrarse del 9 al 17 del ya dicho mes de tripuladas.
octubre.
Realmente hay que decir que ha precio-
El Presidente de la Asociación Españo minado el criterio general de que este
la de Astronáutica es el Ilmo. Sr. Coronel XVII Congreso de Astronáutica ha sido
de Ingenieros Aeronáuticos don Pedro por antonomasia el Congreso de la Bioas
Huarte Mendicoa. tronáutica; o sea que, el propósito princi
Se anunció como singularidad, que du pal deducido de él y la consecuencia, es la
rante la celebración se encontrarían for principal necesidad de poner a punto esa
mando parte de él, entre otras muchas máquina maravillosa que es «el cuerpo
personalidades importantísimas de unos humano», la fisiología y biología del hom
cuarenta países, el científico soviético bre para lograr que pueda ser plenamente
Leonidas Sedof (llamado en la URSS, <el capaz de vencer las dificultades, que lógica
padré de lbs satélites artificiales»), y él de j natuialmente, presenta su adaptación a
origen alemán, pero al servicio de los un ambiente extraño y hostil por no ser
Estados Unidos de Norteamérica Vón el suyo natural.
Braun, su competidor en la «carrera es Por otra parte, tuvieron lugar separa
pacial». damente ciertos simposiums parciales, en
Además de los cuarenta países que he tre ellos uno importante e interesantísimo,
mos dicho asistieron a este XVII Con- para promover una contribución interna-

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 REVISTA DE AERONA UTICA Número 312 Noviembre 1966
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Y ASTROAUTICA

cional a fin de lograr la construcción y co en que trabajan los satélites artificiales

locación de un Laboratorio Espacial Lu ni e t eo ro lógicos.
nar; y otro sobre la proliferación de las
experiencias y enseñanzas logradas; tam España viene ya de algún tiempo
cooperando en lo espacial mediante sus
bién uno sobre Astronáutica (Navegación
Espacial) y un interesante coloquio sobre estaciones de seguimiento (le cápsulas ha
Derecho Espacial. bitadas norteamericanas «Mercury» y
«Géminis», estaciones situadas una en Ca
Dada la todavía modesta organización narias (Masapalonias) y otra en Robledo
espacial española y la actual limitación (le de Chavela (Madrid), que pertenecen a la
nuestro programa en principio de des NASA en colaboración con España y per
arrollo, la representación (le nuestro país sonal especialista nacional. Por otra parte,
no es comparativamente igual, y por otra viene hace algún tiempo interesada y to
parte, el número de las comunicaciones mando parte en colaboración con Organis
presentadas que han sido unas dieciséis, mos internacionales como es la de cons
nos ha dejado colocados en cuanto a esto, tructores de material aeroespacial, y el
1 tercer lugar tras Rusia y los Estados 1 NTA español sabemos que sostiene con
Unidos, muy especialmente en cuanto a venios con la NASA norteamericana y el
Bioastronáutica que tanta importancia ha CNES francés, organizaciones ambas de
recibirlo en este Congreso y también en que tanto se ha tratado y divulgado en
cuanto a propulsión y a Derecho Espacial. esta «Revista de Aeronáutica y Astronáu
en lo que España presentó siete interven tica» muy repetidamente, de todo lo cua.l
ciones. se desprenderán grandes ventajas para
Según informó el señor Ruarte-Mendi nuestras industrias de esos ramos.
coa, la labor organizadora de este Congre Merece la pena hacer una hg-era refe
so comenzó hará un año, cn cine se tuvo rencia a la natural tensión psicológica que
la decisión de que se celebraría definitiva entre la misión norteamericana y la sovié
mente en España ( Madrid ). Y la parte tica, no podía menos de provocar la pugna
científica del programa col-rió a cargo. y competición tan largamente sostenida
como correspondia, de la F ederacion in en lo espacial y asti-onáutico, desde que
ternacional de Astronáutica. I-Ia costado los «sputniks» rompieron la barrera del
tres millones de pesetas la organización, espacio exterior y se asomaron a las úl
sufragados por el Gobierno español, a timas capas (le la más tenue atmósfera
quien le correspondía abonarlos con cargo (le la Tierra.
a los Ministerios (le Asuntos Exteriores Si a las personalidades que componen
y del Aire.
este XVII Congreso les hubiéramos de
Precisamente en estas mismas fechas entresacar lo que podríamos llamar con
será presentado a nuestro Gobierno, el un idionia de lo espectacular, sus pri1i—
Plan ya elaborado p01- la Comisión Nacio pales «estrellas» habría de ser esta la del
nal de Investigación (Id Espacio, que con astronauta Conrad para el «gran público»,
una duración no inferior a unos cinco años, que se ocupa y alcanza más los ídolos de
puede significar unos dispendios conjuntos lo deportivo o lo cine provoca «suspense»
de seiscientos millones de pesetas, del cual que las figuras sobresalientes de lo cien
Plan han empezado en la base onubense tífico o los premios Nobel: realmente Con
de Arenosillo unos lanzamientos modestos rad hizo por el Congreso una pasada fu
que sólo significan ensayos y aprendizajes gaz. En otro aspecto, las figuras más
del personal y pruebas de las instalaciones, destacadas y más directamente observa
pero que llegarán en el plazo dicho a lan das, han siclo el científico norteamericano
zamientos de determinada importancia W. H. Picke-ing. del Laboratorio de Pro
con sondeos mediante ingenios-cohete, pulsión a Chorro de Pasadena (Califor
que alcanzarán cerca de los 200 kilómetros nia) y el ruso soviético Profesor Leonidas
de altura y a partir de unos 40 kilómetros, 1. Sedov (<el padre de los sputniks»), des
zona la menos explorada por ser la que tacadísima figura en su país y en el mundo
queda entre el alcance de los globos me entero,
teorológicos de mayor cota y la mínima Por parte (le los norteamericanos su

976
 REViSTA DE AERON4ÇJ
Número 312-Noviembre 1966

carácter más abierto y tan amigo de la doscientas en aviones de reacción. Como

publicidad, les ha estado haciendo derro astronauta ha tripulado la cápsula mono
char cifras, gráficos y explicaciones, Pic plaza «Mercury» y luego la bplaza «Gé
kering dijo que en su opinión este Con dió en laEnEmbajada
minis». la Conferencia de Prensa pie
greso iba a ser el más constructivo de los a impresiones de su propia de su país, se limitó
basta ahora celebrados; como asimismo vida en tierra
y en vuelo. La comunicación
que estima seguro el llegar a poner el presentaría al Congreso de Astronáutica que dijo
hombre su planta en la Luna. versaría asimismo sobre sus propias emo
Los rusos se muestran más reservados, ciones y experiencias eersonales deducidas
como si obedeciesen una consigna de no de sus vuelos espaciales en las dichas
exponerse a ninguna indiscreción o a opi cápsulas tripulables. Confesó con franque
niones futuristas de un optimismo que za que no estaba al tanto del futuro pro
luego no se verificase, prefiriendo su es grama del «Apollo-Triplaza», pues sólo ha
tilo que podríamos bautizar con frase de pertenecido a los del Mercury» y del «Gé
la tauromaquia ca toro pasadoit. En algu minh-biplaza», pero que sabe q u e la
na ocasión, alguna frase de doble conte NASA tiene su nombre entre los que en
nido o sentido algo humorista que hacia su momento tripulen los varios vuelos del
relación a su mantenida ventaja respecto «Apollo-triplaza», aunque no sabe quie
a lo norteamericano, pero sin llegar a lo nes puedan ser en su día sus compañeros
mordaz ni ofensivo. En cuanto al Profesor de tripulación.
Sedov es escuchado (lo mismo que lçs
demás delegados soviéticos, entre ellos el Entre las sesiones más interesantes, po
Profesor Gazenko, «padre de la bioastro demos referimos a la primera de estudios
náutica rusa») con el más completo e sobre el tema de propulsión, bajo la pre
interesado respeto. El Profesor Gaienco sidencia del representante de la Univer
ha sido *iutor de una frase que sintetiza sidad Libre de Bruselas M. Jauniotte. La
más que otra cualquiera la situación actual segunda sobre Bioastronáutica, presidida
de la ciencia y el conocimiento de los por el norteamericano Mr. E. Konecci, del
otros cuerpos celestes de nuestro sistema Consejo Nacional de Astronáutica y del
solar: «Sabemos y conocemos hoy, más de Espacio de su país. Otra, que consistió en
la Luna, por ejemplo, que lo que sabían y un coloquio sobre organización de la ense
qonocíande Aménca los españoles (que la ñanza de la Astronáutica, presidida por
M.
ignoraban totalmente) cuando fué descu También un Lune, de la Universidad de Varsovia.
coloquio sobre Derecho Es
bierta. Por eso admiramos su descubri pacial, que fué
miento. Hoy es más, fácil conseguir el lle presentante de presidido por el doctor re
gar a la Luna de lo que fué entonces llegar nas. España señor Tapia Sali
en el siglo XV al continente americano.»
Entre varias comunicaciones de diversos
Por parte del astronauta Conrad, no representaqtes,
deja de ser tan raro como simpático, el una referencia curiosa se conoció por primera vez
hecho de haber llevado en el vuelo que a cierto experimen
hizo en su cápsula espacial una bandera es dos ingenios satélites que Tierra,
to de choque dirigido desde entre
pañola, que ha tenido la gentileza de rega rodeaban la
lar al Teniente General Muñoz Grandes, Tierra; parece que el fondo del experi
durante la visita de cortesía que le hizo, mento pertenece a lo que puede interesar
durante su presencia en España, con mo aenemigos.la Defensa, respecto a destruir satélites
tivo del Congreso de Astronáutica for Se informó que después de lo
mando parte de la representación norte grado dicho choque provocado, ambos in
americana. Parece q u e es costumbre genios, debido a su forma especial, rebo
americaná que en cada vuelo espacial lle taron y siguieron sus propias trayectorias,
ven los astronautas banderitas de las di aunque ligeramente variadas por la coli
ferentes naciones que forman parte de la sión entre ambos. Los satélites, seg&n se
ONU. Aparte de _eso, es un astronauta informó, habían sido construidos al efecto
que llevaba antes como aviador tres mil por la General Electric Company norte
hóras de vuelo, de ellas unas dos mil americana. Esa comunicación fué hecha
977
 REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRONArJTIcA
por Mr. Hilliard W. Paige, y que había
tenido lugar el año pasado.
Una propuesta interesante ftié la presen
tacia por los ingenieros norteamericanos
Rosati, Bono y Senator, sobre la economía
que resultaría de poder emplear repetida
mente, al menos, la sección superior del
gigantesco ingenio elevador «Saturno»,
mediante una recuperación de regreso or
denado desde tierra cuando se hallase en
la órbita alta, en la cual logró introducir
y satelizar la «carga útil» de que se tra
tase; y en su caída pendiente (le para
caídas lograr que aterrizase lo más suave
mente posible en las vastas llanuras (le
Tejas. La orden de recuperación por re
greso le sería dada hallándose en el «apo
geo» de su subida, que nunca sería menos
de a 200 kilómetros de cota satelitaria. El
lugar de Tejas, que les parece mejor para
esas recuperaciones de los carísimos «Sa-
turnos», no estaría muy lejos (a unos 160
kilómetros de seguridad) de la Ciudad del
Paso.
También, entre otras comunicaciones
curiosas e interesantes, se encontró la que
Presentó el doctor A. V. Larecoa, de la
General Electric, que como Director de la
Sección (le Sistemas de Propulsión Avan
zacla para la División de Proyectiles Es
paciales hizo referencia al descubrimiento
(le un «micro-impulsador eléctrico», para
control de posición y corrección de trayec
toria para los ingenios de esta segunda
generación, que por ser conductibles
enormes distancias, mediante órdenes ra
(liadas y sus sistemas de recepción y cum
plimiento (le esas teleórdenes, merecen ya
(aunque aún no sean tripuladas), la cali
ficación de naves espaciales en ciernes.
Por parte (le España y científicos y téc
nicos españoles, han sido presentadas tres
interesantes comunicaciones en la espe
cialidad de propulsión espacial; corrieron
a cargo de los doctores de la Escuela Téc
nica Superior de Tarrasa, señores R. Ca
rreras Planelis, M. V. Ortega, A. Calvet
y Rihe y Pvl. Villena; y por los del Insti
tuto Nacional de Técnica Aeronáutica
(INTA) señores 1. Da Riba y j. E Urru
tia. Otra ha sido presentada por los docto
res, también del «INTA», C. Sánchez Ta
rifa y P. Pérez del Notario, sobre el mismo
tema de la propulsión espacial. Tanto es-
978
Número 312 Noviembre 1966
-
tos estudios que ya se vienen haciendo en
el «INTA» sobre propulsión como otros
interesantísinios sobre extinción de incen
dios, han interesado notablemente a los
Estados Unidos, muy especialmente a su
Ministro de Agricultura, métoTo comple
tamente inédito deducido como un sub
producto de los estudios sobre propulsión.
Los soviéticos Gazenko y Gurzian, (le
la Academia de Ciencias de Moscú, y
los norteamericanos Charles A. Berry
y R. 5. Johnston, ambos de la NASA, ce
lebraron una rueda de prensa en la que
trató principalmente sobre Bioastronáu
tica.
Se ha lamentado que, ciado el estado tan
adelantado que en la cuestión de propul
sión espacial se les supone a los soviéticos
no hayan presentado más que una sola
comunicación sobre tal tema ; habiendo
sido en total unas cuarenta las preseiitadas
en el desarrollo del Congreso, por otros
países. Ha quedado patente el propósito
(le reservarse en ese terreno lo más posi
ble tales conocimientos y logros, básicos
para la llamada «carrera de las grandes
cargas útiles», en órbita satelitaria terres
tre y en trayectorias hacia la Luna ; ltlnto
o fase en que actualmente se encuen
tra la competencia ruso-norteani ericana.
J. G. Joulev y V. A. Kosanrekoff. mieni
l)ros ambos de la Academia de Ciencias
(le la URSS, han sido los encargados de
disimular ese deseo de ocultación median
a te la dicha única comunicación presentada
y en la que nada ha sido descorrido el velo
del secreto (le su superioridad en fuerzas
impulsivas ni en combustibles especiales,
que tanto interesaba a todos.
Aumenta el contraste, con el contenido
y significado de la visita de galante aten
ción llevada a efecto por la delegación
griega, al Ministro del Aire español; y las
afectuosas palabras del Presidente de la
misma, en forma de saludo en nonibre de
los científicos, técnicos y Fuerzas Aéreas
(le su país. El Ministro español del Aire le
correspondió en la misma forma e hizo
votos por una estancia feliz y provechosa
en España.
En las últimas comunicaciones, antes
del acto de clausura del Congreso, fueron
presentadas algunas por los delegados re
presentantes de la Unión Soviética, Fran

Número 312 Noviembre
- 1966
c i a, Canadá, Estados Unidos, Japón,
Bélgica, Inglaterra y la República Federal
de Alemania. El Profesor W. Bollay, de
la Universidad de Stanford (California),
que ha sido Presidente de las sesiones de
«diseño de sistemas espaciales», trató de
las posibilidades en cuestión de antenas
parabólicas, e hizo alusión a los alcances
y a precisión de la existente en Goldstone
(le unos ochenta metros.
Discrepó Wáshington de Moscú, en la
cuestión del empleo de tipos de animales
a bordo de los vuelos de ensayos con seres
vivos, y en el empleo de drogas por los
tripulantes humanos durante los vuelos.
El americano señor Berry habló pocas ve
ces y su compatriota el señor Johnston se
reservó.
Se hizo resaltar, sobre todo lo demás,
la Bioastronáutica y la preferencia por los
trajes especiales ligeros, en lo que también
coincidieron los norteamericanos diciendo
que «la fase de los trajes pesados ya ha
bía pasado». La Farmacología espacial
también fué tocada; como asimismo lo
mucho que aún queda por completar res
pecto a la ingravidez, la bebida y la ali
mentación. Fué este tema objeto de una
de las ponencias soviéticas durante
Congreso. También hizo una sutil refe
rencia a que no se crea que durante el
pasado período de unos nueve meses, en
que solamente los norteamericanos han
estado efectuando lanzamientos y ensayos
tripulados con su cápsula biplaza «Gémi
nis», los rusos no hayan estado haciendo
ni logrando y preparando nada en el se
creto de sus laboratorios e instalaciones de
entrenamiento y fabricación ; pero no fué
más explícito. Sí dijo que la presencia de
médicos en los vuelos tripulados
irremplazable. El problema de la salida
(tel hombre al espacio exterior, desde sus
cápsulas espaciales, es un grave problema
físico y psíquico; su salida de la cápsula
en la superficie de la Luna es un grado
superior de dicho problema mixto, y
cuando se trate de enviar hombres a Mar
te o Venus, el problema se agiganta. Falta
bastante por experimentar, conocer y re
solver en ese terreno, pues el problema
puede llegar ser psiquiátrico. Como esto
es fundamental para los vuelos espaciales
tripulados e interesa tanto a Wáshington
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA
como a Moscú, parece ciue en esto se ha
convenido en un mutuo cambio de infor
mación, para llegar a lograr el mantener
al hombre en estado normal durante los
vuelos interplanetarios.
Rober P. Havilland, de la General Elec
tric Company, ha declarado a los informa
dores que próximamente los españoles
podrán seguir por televisión programas
directos de televisión enviados desde los
Estados Unidos.
También una de las mañanas se reunió
la sección plenaria cte los miembros del
Instituto Internacional de Derecho Espa
cial, en la cual, además, fueron elegidos
miembros del Consejo de Directores, dos
nuevos representantes, uno español y otro
italiano. En el actual Consejo figura ya el
doctor Tapia Salinas.
El día 15, y en edificio y salón princi
pal de la Casa Sindical, tuvo lugar el acto
final de la clausura de este XVII Con
greso Internacional de Astronáutica, ce
lebrado en España por segunda vez. Pre
sidió su clausura con la representación del
Ministro del Aire, el señor Coronel inge
niero Aeronáutico y Presidente de la Aso
ciación Española cte la Federación Inter
el nacional de Astronátitica señor Huarte
Mendicoa, acompañado por el Presiclente
y Vicepresidentes de la Federación y otras
destacadas personalidades del Congreso.
Como final del acto, se proyectó un iii
teresante documental, relacionado con al
gunas de las materias en él trazadas.
Una interesante declaración del Profe
sor N. Bollay, de la Universidad de Stan
ford (California), en el acto de la clausnra
y al presentar el informe de lo trata(lo en
las sesiones de «diseño de sistemas espa
era
ciales», fué que «el hombre puede perma
necer durante años en el espacio».
Puede estarse satisfechos y hasta or
gullosos por parte de nuestro país, no sólo
por la elección de Madrid para la cele
bración de este Congreso Internacional de
Astronáutica, sino en cuanto a todos los
detalles de su celebración y a la manifes
tación que a su terminación ha sido hecha,
de que será entre todos los celebrados has
ta ahora en el mundo, aquel del cual se
espera una más importante y amplia gama
de consecuciones.
979
 REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRONATJTIc
ACTIVIDADES DE LA COMISION
NACIONAL DEL ESPACIO
Reaimente, la ciencia y técnica riel es
pacio, hay que admitir que hoy día cons
tituyen fases importantísimas del progre
so actual, y no ya solamente por sí mis
mas, sino por lo que podríamos llamar
«herencia en subproducciones» que ]legan
hasta lo más íntimo y útil incluso de la
vida del hogar doméstico. Por lo primero
cia gran categoría al país; por lo último
se refleja muy beneficiosamente en toda
la industria, la técnica y el comercio na
cional, al inclependizarlos riel extranjero
y elevar el nivel de vida.
En algunos casos, la repercusión es in
mediata y muy clara (microminiaturiza
ción, electrónica, comunicaciones, televi
sión...) ; en otros casos, los estudios y
consecuciones técnicas que ha exigido el
(lesarrollo de los llamados «vehículos es
paciales», ha repercutido en beneficio del
logro de aleaciones ligeras (le altísima
resistencia al calor, como también en el
desarrollo (le los sistemas de propulsión
y en los propios propulsantes líquidos y
sólidos, en servomecanismos, etc., que
tienen extensas y variadísimas aplicacio
nes en tantas otras Posibilidades (liversas
y ajenas a lo espacial; ciencias y progre
sos que, sin el esfuerzo hecho en lo es
pacial (no ajeno a la competencia de pres
tigio nacional entre Rusia y los Estados
Unidos), se hubiera tardado mucho más
tiempo en verlo lograrlo.
No se trata, pues. de una razón única
de investigación (que podría ser suficien
te), y para no tener que copiar o com
prar lo extranjero, sino que se trata de
no queclarse atrás totalmente en lo que
hoy día marca el nivel comparativo de
unas naciones respecto a otras y no pa
sar al montón de las «subclesarrol1adas>
Se trata de lograr un proceso de mo
ciernización en la industria nacional, más
en cnanto a calidad de lo producido que
en cuanto a cantidad: y tratar de apro
ximarla a una posibilidad de competición
mercantil, que le permitan atacar reali
980
Número 312 Noviembre
- 1966
zaciones espaciales europeas. Nuestra po
sjbilidad nacional para ello ha siclo ya de
mostrada por los contratos adjudicados
por ESRO (Organización Europea de In
vestigación del Espacio, de la que España
es miembro. en unión de otras once na
ciones), que si bien se han reducido a un
estucho de órbitas en nuestro INTA, y
otro iara la construcción de una «torre
(le lanzamiento de cohetes» asignarlo a la
firma SENER (totalizando 41 millones
de pesetas), se le da a nuestra industria
la posibilidad y con ello la oportunidad
de cooperai- con firmas extranjeras; en
el futuro podría aumentar considerable
mente en proyectos de mayor enver
gad ura.
Sobre esos mismos conceptos, el Go—
hierno español creó la «Comisión Nacional
de Investigación del Espacio» (CONIE),
que fué aprobada por Ley de 18 de julio
che 1963: debiendo formular un piograma
nacional, adecuado a nuestras posihilicla
cies y mejores conveniencias técnico-mer
cantiles, precisamente sobre el espacio y
a nivel internacional. Se pueden concretar
sus objetivos en los puntos Siguientes
1. Fomentar, coordinar y desarrollar
en España la ciencia y la tecnología
del espacio.
2. Preparar a nuestros científicos y
técnicos, a fin che cine puedan cola
borar en los programas internacio
nales.
3. lntrodticir en nuestra industria los
progresos derivarlos de la dicha tec
nología espacial.
4. Constituir el enlace con «ESRO».
colaboración en sus programas, pu
ticipar en concursos de estudios y
desarrollos, beneficiándonos de ello
y compensar así la cuota (aunque
sea en parte), que hay que satisfacer
a esa organización
La Comisión Nacional de Investigación
del Espacio (d<CONIE»), cumpliendo sus
 REVISTA DE AERONAUTICA
ATúmero 312 Noviembre
- 1966 Y ASTRONAUTICA

fines, ha desarrollado’ en 1?rmP1o tin alcance de los investigadores españoles

una instalación (le tamaña envergadura.
«programa preparatorio» durante el trans
I-Iay, pues, una labor inicial que ya vie
cul’ SO(le los años 1964-65-66, que incluye:
ne desarrollando la «Conie», y de la cual
1. Redacción del programa nacional. ha (le ser continuación el Programa Na
2. Preparación (le personal científico y cional, que se somete a la aprobación del
y técnico. Gobierno a través del Ministerio del Aire.
3. Preparación de un «campo de lanza Se ha tratado de hacerlo posible con una
mientos» de cohetes (le sondeo. inversión muy modesta, de solamente
4. Instalación de ciertos laboratorios unos 600 millones de pesetas en cinco
de preparación (le «cargas útiles». años; o sea, un presupuesto anual de 120
5. instalación de un laboratorio de vi millones (le pesetas.
b raciones. En cuanto al programa científico, dire
mos que comprende el estudio (le ciertos
6. instalación (le un laboratorio (le am- temas (le investigación espacial:
bien ta ció u.
Atmósfera neutra, Aeronomía y Me
7. Realización de un programa de ex
te o ro lo gí a.
periencias y proyectos espaciales.
8. Realización de un modesto progra — Ionosfera.
ma meteorológico, mediante lanza Medio interplanetario.
miento de cohetes hasta baja cota — Sol.
(unos 70 kilómetros). — Astronomía estelar y galáctica.
El Programa Nacional se considera una — Radio-astronomía.
extensión de ese programa meteorológico — Rayos «X», «Y» y cósmicos. Par
de carácter preparatorio; en el Nacional se tículas energéticas.
terminarán algunos trabajos y se am
pliarán otros. — Geomagnetismo y Geodesia.
El programa preparatorio consta de dos Entre esos temas, se marcan coeficien
partes bien definidas el programa cientí tes de grados de importancia e interés
fico y el programa de medios técnicos y de para las modalidades del Programa Nacio
desarrollos tecnológicos. La primera parte nal; y a su vez, en cada tema, van espe
tiene, pues, fines científicos ; la segunda cificadas las experiencias más adecuadas
los de completar las instalaciones básicas y los medios de realización que se requie
necesarias, y así poder desarrollar un pro ren. Se han incluído investigaciones desde
grama de investigación básica aplicada tierra y mediante globos, cohetes e incluso
para lograr los conocimientos necesarios satélites. Se hace constar que, con los me
y familiarizar al personal con sus misiones dios económicos que se solicitan, no se
espaciales. pretende desarrollar un satélite de estudio
Se ha preferido darle al programa gran y construcción nacional; pero los cientí
amplitud de temas, aunque haya tenido ficos españoles tienen la posibilidad y
que ser sacrificando su profundidad; el oportunidad (le utilizar los que desarrollen
objeto ha sido dar entrada en las activi las organizaciones (europea «ESRO») y
dades de la investigación espacial (intere (norteamericana «NASA»), que ofrecen
sar en ella) al mayor número posible de sus satélites y sondas espaciales; lo cual
centros nacionales y entidades que guar permite no renunciar (desde un principio)
den cualquier tipo de relación con los fines a practicar en el futuro esas experiencias.
del programa. Por cuya razón, aparecen El programa de medios técnicos y de
incluidas ciertas especialidades que real desarrollos tecnológicos, tiene por objeto
mente han de requerir un esfuerzo econó lograr la instalación (le laboratorios y
mico indudablemente grande, pues impli equipos básicos, disponer de medios técni
can la utilización de medios muy costosos. cos y del personal técnico y especialista
Pero algunas (le ellas (por ejemplo, la que hagan de soporte a lo científico-espe
especialidad de radio-astronomía que se cial.
halla en ese caso), está, en cambio, favo La aprobación (le este Programa Nacio
recida por la existencia en España de la nal de cinco años (le desarrollo, es de tal
estación para el espacio profundo instala importancia capital I a r a la «Conie»,
da en Robledo de Chavela, que pone al que su aplazamiento, o incluso solamente

981
 REVISTA DE AFRONA UTICA Número 312 Noviembre
- 1966
Y ASTRO2.AUTIcA

un retraso importante en su desarrollo o personal destinado en «ESRO» (cuatro

continuidad (que se ha de iniciar en 1967), ingenieros).
significará una pérdida del trabajo básico
ya realizado, el incumplimiento de los con
venios internacionales iniciados favorable Personal Becario.
mente y su falta de continuidad la pérdida
(lel equipo obtenido con categoría de prés La Comisión se ha interesado de que
tamo (de los Estados Unidos, la NASA), gran número de titulados españoles con
que solamente se puede retener empleán sigan becas de «ESRO», habiendo tota
dolo y hasta posiblemente la pérdida del lizaclo (hasta ahora 22) ; estos 22 han ad
quirido formación en diversas actividades
personal que se hubiera logrado especia
lizar para lo nacional. espaciales, en centros (le Europa y de
La preparación (le ese personal cientí América.
fico y técnico incluye tres aspectos dife
rentes personal especialmente preparado Campo: de lanzamiento de cohetes.
para la «CON1E», personal que preste sus
servicios en centros especiales Becarios.Con carácter provisional, tras un estn
dio, se ha elegido en una zona de la costa
Personal para «CONIE». suroeste de Huelva; pero probablemente
se correrá más lejos (le esa zona que en el
Ocho técnicos en NASA (lanzamientos, futuro pueda interesar a instalaciones
seguimiento y recepción de datos desde turísticas que conviene alejar.
el espacio) ; dos técnicos en Inglaterra Las instalaciones provisionales han sido
(mismos fines), un técnico en la estación solamente elementales, de infraestructura
(le Air sur l’Adour (Francia), en operacio para esta primera campaña de lanzamien
nes de lanzamiento de globos, un equipo, tos de cohetes meteorológicos iniciada a
de un científico y un técnico en el laho— mediados de octubre (le 1966, entre la ins
ratono de Physique Cosmique (Francia), talación dos rampas de lanzamiento; equi
para preparación de «cargas útiles» en los po de seguimiento y telemedidas (que lo
globos destinados a rayos cósmicos; otro mismo que el laboratorio de «cargas úti
equipo, de un científico y tres técnicos les» son móviles, remolques que contienen
para las experiencias de emisión (le nubes el «radar» y el «calculador», «puesto de
de iones, asistieron con material propio mando», «recepción de telemedida» y el
a una campaña de lanzamiento de cohetes (licho de «cargas útiles»). Se dispone de un
visor óptico y de un equipo meteorológico;
de la Organización «ESRO» (en Cerde
ña) ; un técnico, en los U. S. A. para vi en breve se completará con un radar, ce
dido p o r el Centro Espacial francés
braciones, un equipo de seis técnicos en la
firma Saprtain (de Francia), para cámaras «CNES». El Centro Tecnológico (INTA)
es quien opera en ese campo de lanza
(le ambientación, un equipo de ocho técni
miento: de cohetes. La instalación se ha cul
cos en electrónica aplicada a la inves
tigación espacial, en la firma Hawker minado (en su elementalidad) en solo tres
Siddeley (U. K.); un técnico en proyectos meses. La instalación de laboratorios (para
primera fase, es. de la «CONIE»), se ha rea
de cohetes, en la firma Bristol Aerojet; lizado en el «INTA» y está prácticamente
un científico en el «IGN» (Institute Geo— terminada, a falta de un equipo: de vibracio
graphique National, Francia), para el em
nes que se recibirá dentro del plazo’ de un
pleo de cámaras fotográficas para el se
ano.
guimiento de satélites geodésicos.
Experiencias y proyectos.
Respecto a Personal de Servicio en Centros
Espacicrles: Son trabajos para el «INTA», y ciertas
adquisiciones («cargas útiles», dos de ellas
Se incluye el (le las estaciones (le Mas-
palomas, Robledo de Chavela y Sardina, ptra medidas ionosféricas y otras dos para
emisión de vapor en la alta atmósfera, en
que está actualmente constittiído por unos medida de vientos y temperaturas), pro
doscientos españoles (25 titulados) ; y el yecto y realización de un sistema de

982
 REVISTA DE AERONA UTICA
Número 312 Noviembre 1966
- Y ASTRO7AVT1CA

telemedida de cohetes (en estado avan comprobación general de todas las insta
laciones del campo y operativas, en lo que
zado), iniciar un proyecto de cohete (le
se incluyó el lanzamiento de un cohete
sondeo y otros varios en realización. Ad
tipo «Judi-Dart» para medida de vientos;
quisición de equipo científico de tierra
cuyas pruebas resultaron todas satisfac
(sondeador ionosférico, espectrofotóme
torias. Posteriormente se han lanzado tres
tro, equipo de medida de micropulsaciones
cohetes más de ese mismo tipo «judi
y tres cámaras «ING» para seguimiento Dart», en los días 21 y 26 de octubre y 2
de satélites geodésicos); todo ello está ad de noviembre, todos satisfactorios.
quiriclo, y en gran parte recibido, como Del tipo «Skua» se lanzó uno con resul
asimismo encomendado su empleo a de
terminados Centros científicos. tado satisfactorio el día 15 de octubre; y
el segundo «Skua» el día 19, en cuyo lan
zamiento se produjo un fallo debido a la
El programa de lanzamiento’ de cohetes. rotura de la pieza (le obturación del lan
zador; cuyo fallo dió origen a que se
Es lo más conocido del público por ha provocase un efecto de succión sobre la
ber sido de lo que más se ha venido ocu pieza de centrado del cohete en el lanza
pando la prensa. Es un proyecto coopera dor, que la adhirió al ingenio, no despren
tivo con la «NASA» norteamericana, que diéndose a la salida de éste por la boca del
ha cedido (en concepto de préstamo) el tubo lanzador; causando durante la inicia
equipo (le tierra indispensable. ción de la subida, la inestabilidad del mó
Tiene como plan elemental, el lanza vil y, por tanto, su trayectoria anormal
miento de unos veinte ingenios cohete que lo hizo caer pronto a tierra.
para obtención de datos meteorológicos, La segunda campaña de 1967 compren
vientos en distintas alturas y temperatu derá el lanzamiento de unos seis cohetes
ras, sin pasar por ahora de 70 kilómetros tipo «Judi-Dart», que ya hemos dicho son
(le cota. Se proyecta realizarlo en dos cam para medida de vientos y temperaturas.
pafías; la primera se inició el 15 de octubre Para España, lo mismo que para la ma
de este año 1966 y ha de durar hasta di yoría de los países, la investigación espa
ciembre, la segunda debe tener lugar du cial no puede hacerse aisladamente y con
rante el año próximo 1967. un carácter exclusivamente nacional. Re
Para la primera se programó lo si quiere colaboración internacional. La Or
guiente ganización española «CONIE», compren
a) Lanzamiento de nueve cohetes tipo diéndolo así, ha establecido colaboración
«Judi-Dart» (americanos), para bilateral, p o r un lado con la NASA
medida de vientos por el método (National Aero Spacial Administration)
de «chaff», que consiste en la eyec de los Estados Unidos de Norteamérica,
ción de un paquete de filamentos y por otra parte con «CNES» (Centre
metálicos que son arrastrados por National d’Etudes Spatiales) de Francia,
el viento y cuyo seguimiento se que está interesada en el establecimiento
efectúa mediante el radar, hasta (le una estación para su red de seguimien
que se dispersan; se obtiene así to de satélites, en Sardina (Gran Canaria)
un perfil del viento. La NASA colabora en el programa pre
b) Lanzamiento de cinco cohetes tipo paratorio español y en el nacional, faci
«Skua» (ingleses), con una «carga litando el material de apoyo científico y
útil» equipada para la medida de técnico indispensable; y además, el de
temperaturas, que se obtienen des tierra para el campo de lanzamientos, cvi
de tierra por telemedidas. La «car tándose así un gasto considerable. La
ga. útil» se desprende del cohete al colaboración es para los cinco años del
llegar a su máxima cota de alcance, programa completo, pero con el derecho
y desciende con un paracaídas me a retirar todo el material prometido y
talizado que se puede seguir con el prestado, si se interrumpe su empleo. Esto
radar, durante cuyo descenso per último exige una continuidad en el des
mite medir el perfil del viento. arrollo de nuestro programa, ya que si lo
retirase, sería improbable el volverlo a
El día 15 fué el primer lanzamiento
conseguir.
oficial, pero el día antes se realizó una
983
 REVISTA DE AERONA UTIC’A Nirnero 312 Noviembre
- 1966
Y ASTRONATJTIcA

CUANDO
SEESTE
TOTALMENTE
DEVUELTA
No somos inmortales; y yo, por mi par ser tripulantes más o menos voluntarios de
te, no quisiera serlo. La vejez no me pa nuestro planeta Tierra; y mucho que aquí
rece lo suficientemente encantadora para falta por hacer en beneficio de su propia
agarrarse a ella como una lapa y no que « tripulación».
rer soltar la vida. Ni siquiera si se pu
No obstante, así corno hay que pasar
diera repetir indefinidamente el mito de de niños las viruelas y el sarampión, para
Fausto, una renovadora juventud, dejaría no pasarlos de adultos que es mucho peor,
de hastiar por repetida, perdiendo toda
así también sin dar con la cabeza en el pe
gracia y gusto. Sería necesario olvidar sebre del desinterés de vida en la.Luna Marte
todo lo vivido y renacer con un espíritu o Venus, no parece que la humanidad se
y gustos también recién nacidos y en vaya a conformar con ser una “tripulación
consonancia con los de las nuevas y su sedentaria de la Tierra”.
cesivas juventudes; puesto que el sen
tirse absoluta y totalmente diferente de Y aquí está el verdadero motivo y ra
cuantos nos rodean, es otra forma de zón de nuestra curiosidad, que nos hace
soledad que no haría amar la vida. Deci desear el vivir ¿hasta qué...? Hasta que
clidamente creemos que no nos gustaría todo eso haya ocurrido; para saber cómo
ser terrenalmente inmortales. será la humanidad cuando nada de aque
llo le interesa ya.
En cambio, la curiosidad por algo, pue En cambio, no se nos ocurre que se
de significar un gran interés por alargar vaya a tener interés por ir el hombre a
la vida durante un tiempo determinado...
Mercurio (que, por así decirlo, se halla
¿hasta qué...? en ebullición, por su proximidad al Sol,
Así, nosotros reconocemos que nos ya que habría que ser «salamandras»);
gustaría vivir, ¿hasta cuándo?; pues hasta ni tampoco a los lejanísimos gigantes de
que el hombre llegue a poner su planta nuestro sistema solar, Júpiter, Saturno,
en la Luna, en Venus y en Marte. ¿Y Urano, Neptuno, Plutón, que cada vez
porqué esa curiosidad, que no parece su más sumergidos en la gélida noche de sus
ficiente motivo para un cambio tan ab inmensas distancias al Sol, lo ven desde
soluto y radical de manera de ser y de ellos como una estrellita de (cada vez)
sentir, después de lo que hemos dejado más insignificante magnitud, sin recibir,
dicho? por tanto, de él calor, luz ni vida. ¿Qué
se le habría perdido allí al hombre?
Pues sencillamente, porque cuando eso
se pase, y todos se convenzan (si es que Y no digamos nada, de que se nos pue
ya no lo están), de que por allá no hay da ocurrir el ir a Alfa del Centauro, la
seres pensantes con los que poder comu estrella más próxima (mejor diremos me
nicarnos y entendernos (y no nos enten nos lejana) de ese Universo parcial nues
demos ni con nuestros semejantes de la tro (la nebulosa o galaxia vía láctea a que
Tierra, tal vez por aquello de que «no pertenecemos como un puntito insignifi
hay peor cuña que la de la propia ma cante en el filo de la inmensa lenteja),
dera»), ni tampoco atmósfera respirable pues ya las distancias se miden en años
para ntiestra constitución física, y que la luz; lo que quiere decir que, aun su
vida con escalandra, no vale la tena; cree poniendo que se hiciese el viaje con la
«velocidad de la luz» (lo cual es una
mos que se dejarán de intentos espaciales
tripulados, aunque es lógico, y nos parece utopía), la duración de la vida humana
que hasta obligado, el continuar las ten no bastaría para llenar la ida y el regreso.
tativas sin tripular; como prolongación de Habría que viajar en un vehículo que per
lo astronómico y lo radio-espacial (teles mitiese tener hijos durante la ida, para
que regresasen los nietos si es que po
copios y radio-telescopios).
dían y querían.
Pero lo tripulado, en casita, basta con Es forzoso reducirse a la Luna, Venus

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Número 312 Noviembre 1966
- Y ASTRONAUTICA
y Marte; y aun eso, a base y a fuerza de
«escafandras», sin poder salir sin ellas de
los refugios climatizados a en mangas de
camisa y oxigenados para supervivencia.
¿Es eso atrayente?
Otra cosa es pensar en colocar observa
torios o laboratorios tripulados alrededor
de la Tierra, como satélites habitados ex
clusivamente por un reducido número de
científicos, especialistas y técnicos (con
una preparación y un entrenamiento largo
y durísimo, que exigiría una naturaleza
fuera de lo corriente; como ocurre con el
personal escogido y preparado para tri
pular los ingenios que se están experimen
tando y para lo que muy pocos sirven).
No obstante, eso aparece dentro de cier
ta posibilidad, ya que sólo significa una
ampliación y perfeccionamiento lógico de
las cápsulas tripuladas que se vienen lan
zando por soviéticos y norteamericanos.
Asimismo, unas especies de modestas ins
talaciones en la Luna, en provecho de la
ciencia y (si llegase a ser necesario) para
seguridad militar; pero habitados circuns
tancialmente y por tiempos muy limitados,
por los especialistas y científicos, que en
provecho de la ciencia y el progreso mun
diales se sacrificasen a tan peligrosa y
durísima vida en tales refugios lunares.
¿Hasta cuándo se mantendrían esos
destacamentos de científicos y especialis
tas, mediante continuos y dificilísimos re
levos de personal y suministros de oxí
geno, alimentos y todos 1 o s demás
elementos de vida y trabajo? En el me
jor de los casos, hasta que se estimase que
allí no quedaba nada importante que ha
cer ni averiguar, personalmente, para la
ciencia; haciendo de cenobita espacial o
ermitaño lunar.
Para comprender mejor la inútil prolon
gación de tales situaciones, nosotros nos
hacemos las siguientes consideraciones y por bastarles sus bases avanzadas en el
comparaciones. Si nos salimos de nuestra
situación de vida normal humana, en la
superficie de la tierra firme, pero sin sa
lirnos de nuestro planeta y su atmósfera,
podríamos instalar en el fondo del océano
(como se ha hecho) o alrededor de la
Tierra como se viene repitiendo satelita
riamente, una construcción científica ha
bitable. ¿Durante cuánto tiempo? Duran
te el máximo tiempo posible, según sus
REVISTA DE .AERÓNAtJTICA
elementos de habitabilidad y superviven
cia, o hasta que parezca que se logró o se
averiguó, lo que interesaba y era posible
conocer. El mantenerlas o continuarlas
después, aparece tan caro como inútil y
hasta estúpido. Pues eso mismo nos pare
ce respecto a cuanto se llegue a lograr,
en lo que afecta a instalaciones lunares;
y más aún en lo que afectaría a instala
ciones habitadas en Venus y en Marte, si
a ello se llegase alguna vez. Asimismo pre
guntaríamos: ¿Pa.ra siempre, y a fuerza
de relevos difíciles de concebir como po
sibles y normales? ¿Por cuánto tiempo?
¿Hasta cuándo?
La respuesta sería la misma que hemos
dicho para el fondo del mar y para la si
tuación satelitaria terrestre habitada.
¿Cuándo sería eso? Ni lo sabemos ni
nos atrevemos a pronosticarlo. Pero es lo
cierto, que nos gustaría vivir hasta que la
humanidad se hubiera desengañado de
todo eso y estwuierai totalmente de zmelta.
Cbnste que no somos de los que creen
que todo lo que se hace en cuanto a lo
espacial es perdido para lo terrestre, no
ya sólo en cuanto a la ciencia, sino en
cuanto al progreso mecánico puramente
terrestre, que como «subproducto» de lo
espacial se está logrando en amplísima,
variadísima y utilísima escala, que llega
en muy gran parte a lo doméstico de las
clases más necesitadas, que es a las que
suelen referirse aquellos que opinan, que
lo que se está gastando en una competen
cia con los soviets se debía emplear en
mejorar la situación de clases sociales ne
cesitadas.
Por otra parte, son los Soviets los que
han hecho un traslado de la «guerra fría»
a lo espacial; valiéndose de la posesión
del misil intercontinental (que sólo nece
sitaban para amenazar a los Estados Uni
dos de Norteamérica); mientras a estos,
Rhin y Turquía y los misiles de alcance
medio, no lograron tan poderosos impul
sadores de satélites y naves lunares,
hasta muy entrado el año 1965 y el 66.
Pero los norteamericanos han sido real
mente arrastrados a esos enormes gas
tos y precipitados intentos espaciales, a
cañsa de un prestigio nacional puesto en
berlina por los soviéticos, que influía po
derosamente en su política internacional.
985
 REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRONArJTICA
“RENDEZ-VOUS”
(CON
LUPA
POLITICA)
E1 afán de sensacionalismo que en la
Prensa tan frecuentemente se convierte en
nefasto vicio que desencaja la que debiera
ser su única misión y principal preocupación
educadora, en este caso del gran éxito espa
cial norteamericano de la fase doble del pro
grama “Géminis”, con las cápsulas núme
ros VI y VII, y sus tripulantes, el par de
gemelos Schirra-Stafford y Borman-Lo.veil,
no ya aparece como justificado, sino que in
cluso, aunque se hubiera roto la presa del
entusiasmo y la. propaganda de su importan
cia nos habría parecido bien merecido.
Si nos acompaña el lector a considerar ese
hecho, desde otro punto de vista que ci de la
curiosidad, y desde otros ángulos que los (le
un “epatant”, como dirían los franceses, o
un “suspense”, que dirían los ingleses, puede
que nos den la razón de que el caso merece
un más serio e importante análisis.
Es barato..., resulta, tirado..,, aquello de
salir diciendo con aires de suficiencia y sen
timentalidad_como, han dicho algunos—que
los miles de millones que se vienen gastando
en la impulsión de lo espacial, a ritmo’ de gas
tos en. tiempos de gue’rra podrían con mayor
beneficio y justicia aplicarse a otras cosas
mucho más necesarias, que están haciendo
falta a ras del suelo.
Es una verdad, pero “una verdad” taima
da y oportunista, e incluso con el contraban
do de un propósito poco justo, al no acom
pañarles “otras verdades, t a n verdades
como esa”.
En primer lugar, no solamente para la
Ciencia y la Técnica espaciales, se están obte
niendo logros y grandes adelantos de impor
tancia suma, sino que, como fuente de sub
Productos rúcticos, se están aplicando todas
aquellas. consecuciones. en utilísimas aplica
ciones, y en una amplia escala o gama,
para mecanización de transportes por tierra,
mar y aire, radio y televisión, comunicacio
nes y transmisiones, mundiales, micrornecá
nica, industrias de metalurgia y plásticos Ii-
986
Número 312 Noviembre
- 1966
geros y resistentes, medicina y cirugía, elec
tricidad, radiaciones, armas, astronomía y
cultura, y aplicaciones en mineralogía, agri
cultura y domésticas, etc., etc.
En segundo lugar, no es que el impulso
que ha merecido y se le viene dando a “lo
espacial” sea como si fuese en una guerra,
sino que, efectivamente, lo exigía así porque
era una guerra y qué guerra! Guerra. de la
peor clase, del peor estilo, del tipo más peli
groso y nuevo que existir pueda; la guerra
psico’lógica la guerra subversiva la que apro—
vecha todo lo que puede y se le presenta
ocasión para dignificar, prestigiar y super
ponderar lo’ “marxista-soviéticocomunjsta”,
contra y sobre todo lo “tradicjo.nal-eurocris_
tiano y ecuménico”...
Es, desde el punto de vista de estas consi
(leraciones, cómo este triunfo espacial ame’
ricano, marca, señala y de’ja bien firmemen
te hincado “un hito”, que cierra todo un
período angustioso y abre otro nuevo que se
promete preponderante y triunfal...
Se ha cerrado efectivamente el período de
neurálgica y en muchos. monentos. crítica ca.
rrera de lo norteamericano, en agotadora
persecución d e lo soviético, persecu
ción con la lengua fuera, los pulmones asfi
xiados y el corazón a punto de saltar...
Era la llamada “carrera por los, grandes
pesos o cargas útiles”, consecuencia de una
falta de “fuerza impulsiva” inicial por parte
norteamericana.., que se inició con la sor
presa bien preparada en el mayor de los se
cretos... del lanzamiento de los primeros, sa
télites artificiales soviéticos..., los grandes
y pesados “Sputniks.”, que ya implicaban la
posesión por parte de Rusia del misil inter
continental y la iniciación de’ la guerra psi
cológica en el terreno’ de’ lo espacial.
Bajo’ ese “signo” se ‘empezó a impulsar un
prestigio’ y poder “ruso-soviético” de’ prepon
derancia oriental y un desprestigio de’ lo
“americano-occidental” (cornunismo-inarxjs_
 Nmero 312 - /ovie’mbre 1966
ta y ateo), contra “democracia-capitalista
cristiana”. No era otra cosa lo que se ponía
en juego, ni era menos lo que se ventilaba;
algo que se aprovechaba de’ una torpe, necia
e’ inoportuna política de’“libertad de los pue’
bios colonizados.”, llevada sin, experiencia ni
norte, a troche y moche’, sin ponderación, dis
criminación ni concierto, a base’ de conceder
“una libertad” a menores- de edad p’oiítica,
pueblos que se hallaban en. agraz y en. ca
mise ta en lo’ social y lo’ económico, incapaces
de valerse, gobernarse y administrarse por
sí mismos, creando’ así un estado de’ caos. y
de anarquía mundial en cuyo río revuelto
podían “hacer su agosto’ los pescadores de
aguas turbias.” (léase’ el comunismo ruso y el
asiático chino), abriendo la’ espito a la lucha
de’ las. razas. de color contra la raza blan
ca...; o’ sea, en general, a lo oriental contra
lo occidental... Bien contenido y bien claro
puede’ verse (si se’ desea y no se cierran los
ojos a lo’ evidente’) en los nombres con que’
los ruso’s bautizaron muchas de sus cápsulas
espaciales (“Vostok” = “Oriente”; “Vos
ho’d” = “Auro’ra”, o sea. “amanecer”, y ama
nece por Oriente’).
Era lógico que, ante un prestigio de Cien
cia, Técnica y Po’der ruso-soviético’, y ante
las promesas. incump’lib’les y las ayudas. fi
nancieras de propaganda y acción política
contaminadora d e 1 comunismo’ marxista,
- enorme’ favor de suponer que’ lo dicen de
aquellos pueblos tan crudamente’ e’ inoportu
namente librados de’ la tutela colonizadora se
inclinarían hacia el “árbol que mejor sombra
prometiera ofrecer”, y hacia “el Sol que más
pareciera que’ iba a calentar”, mo’rdiendo’ en
los dorados. “anzuelos” embaucadores de
aquella prodigiosa táctica de los soviets...
Pero la cosa es que’ aquellos pueblos consti
tu.yen muchedumbres. que’ en caso de’ gue’rra
podían ser por los orientales utilizadas como
carne de caílón, y habitaban en extensiones
geográficas que habían de ser en ese mismo
caso’ de’ guerra “espacio’ vital” robado a las
Democracias occidentales. con aquellos señue’
los...
Todo e’so’y bastante más se ventilaba con
esa “guerra fría” iniciada por los “Sputniks”
- rusos en el terreno de lo espacial...
Entonces...., nos parece que’ se puede de’
cir, como dijo’ aquel Rey francés... “París
bien vale una misa”. El dinero’ gastado’ y
que’ se sigue’ gastando’ en esta guerra fría,
y a ritmo’ de guerra, bien gastado y forzosa-
iE VISTA DE AERONAUTIÓÁ
Y ASTR07-AUTICA
y mente gastado está, ya que’ en realidad se
trata de’ una’ verdadera guerra, y bien peli
gro’sa. En ella había que’ gastarlo, puesto que
se’ trata de’ “una guerra que’ no’ se’ puede
perder”.
Se vaya a la Ltrna o no’ s.e vaya a ella,
se llegue a ir a Venus y a Marte, o no’ se
llegue’ nunca a ir a ellos.... Valga o’ no’ valga
la pena de’ hab’e’rido’, o’ habe’r dejado de’ ir...
“París. b’ien vale’ una misa”, y aunque fuera
misa mayor.
Esa gue’rra., planteada en e’l terreno de’ lo
espacial, no po’día despre’ciarse ni minimizar-
se, o’ tratar de ignorarla a lo avestruz; no se
podían cerra.r los ojos. ni ta.p’ars.e los oido’s.,
ni vo’lve’rse de espaldas» ante’ una realidad (le
tal importancia y un peligro’ ecuménico tan
vital... Había que enfrentarse’ con el “dra
gón” como’ Sigfrido’, el héroe de’ la tetralo
gía s.infónica alemana de’ los Nibelungos, y
había que matar al dragón. El comu
nismo vive’ de ganar triunfo’s. parciales, y
triunfos. barato’s para él; no puede resistir
“victorias pírricas” ni conquistas de ruinas
que sólo’ contengan cadáveres; ne’ces.ita victo
rias sin grande’s. sacrificios...; po.r todo’ eso
no’ había más. remedio’ que’ “ir al toro”, co’s
tas.e’ lo’que’ costase’; y los sentim’entalistas. que
opinan y cacarean otra cosa, haciéndoles. e’l
buena fe’ y no con. “lágrimas d’e cocodrilo
marxista y co’rnunistoide”, hemos de’ recono
cer que’ padecen de’ ingenua mio ‘íai y que’ el
de’jarse equivocar por sus susp’iro’s, sería ha
ce’rle’ ‘el ‘caldo gordo a los soviets y al comu
nismo ruso-chino-marxista; y po’r p’arte’ Oc
cidental un necio suicidio’... Repetirnos que
se trataba de una guerra que: hab’ía que
ganar.
Po’r lo de’más y como siempre ocurrió
con to’da.s las. guerras. d’e la historia, sus lo
gros forzados a:ritmo’ dE guerra, rep’e’rcutirán
en un progreso’ de’todos. los, órdenes bastante’
adelantado’ en las Ciencias y las Técnicas, y
revertirán en una elevación general del
nivel de y i d a de la. humanidd, in
cluso en lo doméstico de la vida fa
miliar de los menos favorecidos por la for
tuna y de los menos. cultos...; es decir, p’re’
cis.amente en aquello a que se referían los
que más. criticaban el empleo’ de estos. gastos
en la competencia espacial que’ ellos califi
cab’a.n d’e‘estúpida y estéril.
987
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRO2vAUTrCA
‘‘VADEMECUM’’
(SATELIrES)
La etimología de la palabra “Satélite”
según el Diccionario de la Academia de la
Lengua tiene los siguientes significados y
sentidos : “de.l latín “Sateiles itis”; soldado
de escolta real; defensor; guardia noble; y
también de “sátago”; cuidar, procurar so
lícitamente. Nosotros bajo ese sentido po
dríamos resumir diciendo’ “guardaespaldas”.
También si le damos a la palabra latina “Va
demecurn” su verdadero e íntimo sentido
“inseparable” (va siempre conmigo) podría
mos considerarla sinónima de “Satélite “.
Tiene también como aplicación su sinónimo
de “Alguacil”, en esa su primera acepción;
y en la figurada “persona o cosa que depende
de otra y que experimenta todas sus vicisi
tudes, o la sigue y acompaña de continuo”.
Aquí ya estamos en la raíz y razón de su
acepción astronómica: “Cuerpo celeste opaco,
que solamente brilla cuando refleja la luz
del Sol; y cuya órbita es. alrede’ror de otro
Cuerpo celeste’ primario de los que describen
órbitas circulares o elípticas, con su foco en
el Sol”.
Es útil y curioso, pues el saber no ocupa
lugar y a veces divierte, conocer los, diferen
tes. satélites naturales o lunas que’ existen
alrededor de casi todos. los, planetas de
nuestro sistema solar. Hoy se’nos. ha ocurrido
recordarlos aquí, ya que aunque muchos los
cono’cerán, para otros. resultará ameno y
hasta puede’ que con alguna novedad.
Todos los satélites conocidos. son teles
cópicos (no se ven a simple vista) desde’ la
Tierra, excepto el nuestro llamado la Luna,
po’r demasiado próxima a nosotros y no por
ser .de los, mayores.. Recordaremos de pasada,
988
Número 312 Noviembre
- 1966
que’ la Tierra tiene otro satélite además de
la Luna, pero tan pequeño que se’ le suele
tener despreciado y olvidado’.
Además de nuestra Luna, son hoy día
conocidos unas treinta más.; y es continuo
el descubrimiento de “partículas” de tamaño
microscópico, parecidas a “algas fósiles” en
meteoritos carbonosos. (“Nature”, Vol. 192,
página 595). Se supone que provienen del
cinturón de los, llamados, Asteroides; cuerpos
más pequeños, que giran asimismo alrede’ror
del Sol, también llamados Planetoides; ya
que por girar alrededor del astro rey cumplen
la condición de planeta, aunque por su ta
maño no deba considerárseles como tal.
Si fuéramos a ocuparnos, también de los
llamados. Asteroides, habríamos. de enumerar
a muchos miles. que ni s.iquiera tienen nom
bre, sino solamente’ una cifra en el catálogo.
Las. partículas de tamaño microscópico. pa
recidas a “algas fósiles” y meteoritos car
bonosos que giran entre ellos., constituyen
un chorro de materiales en la zona compren
dida entre Marte’ y Júpiter, que provienen
en su co’njunto’ de algún planeta qu.e no llegó
a poderse constituir o que en primeras fases
de’ formación hizo’ explosión, d iseminándos.e
en trozos y polvo más o menos gruesos. Tal
planeta, de haber llegado’ a formarse, ‘hubiera
tenido’ su órbita alrededor de Sol entre
Marte y Júpiter.
No obstante, algunos de ellos que’ tienen
tamaño algo mayor que esa pléyade’ han
merecido para diferenciarlos el nombre de
Planetoides que vienen a ser unos. trescien
tos. Nombraremos los principales., antes de
pasar a. lo’s satélites.
 REVISTA DE AERONA UTICA
Nsímero 312 Noviembre 1966
-
Y ASTRO7’ZAUTICA

El mayor es. Ceres que no llega a los 30 e’s.tudio que’ se ave’cina de Marte’ entrará el
kilómetros de diámetro; tenemos. a Eros que de ‘sus dos. satélites.
tiene algo más de’ 20 km. de diámetro, y que En algún artículo anterior sobre Marte
al girar en su órbita llega a colocarse de la ya. hicimos referencia a sus dos satélites co
Tierra a unos 22 millones y medio de kiló nocido’s Phobo’s. y De’imos.
metros, que viene a ser la mitad en. números Phobo’s tiene un diámetro’ ‘de’unos 19 kiló
redondos. de la mínima distancia nuestra a metros y gira alrededor ‘de Ma.rte a unos
Marte. El llamado Eros, también es conoci
9.300 kilómetros de’ distancia. En cuanto’ a
do por Amor. Al comenzar el siglo XIX se De’imos tiene’ 9 killómetros de’ diámetro’ y
descubrieron los, cuatro primeros que fueron
circunvala a su planeta central a. no’ menos
Ceres, Palas, Juno y Vesta. También nom’ de’ 24.000 kilómetros.
bra.remos. a Apolo; y para dar idea ‘de lo
pequenos que son muchos ‘de ellos citaremos Ambos satélites ‘de Marte’, fue’ron des
a Hermes de un kilómetro de diámetro so cubiertos p’o’r A. Hall desde’ Washington
lamente y con un.a órbita. tan extendida que respectivamente’ en 11 y en 17 del mismo
tarda. en volver a pasar por su distancia mes. ‘de’agosto’ de’ 1877. Sus órbitas so’n sen
mínima a la Tierra unos. catorce años. En siblemente circulares y en u’n mismo’ plano
cuanto a Icaro, desde bastante más allá de que forma un ángulo’ de’ uno’s 27° con’ e’l de
la órbita de Marte, y traspasa la nuestra e la órbita de Ma.rte.
incluso la de Mercurio y le da la vuelta al A Júpiter se’ le conocen 12 “lunas”. Las
Sol a solamente 30 millones de kilómetros. en cua.tro’ más i’mpo’rtantes, por influencias
su perihelio. mutuas sufren alteraciones en sus órb’itas
Sería absurdo pensar en posarse con un sate:litarias.; las o’tras o’cho’son menos impo’r
ingenio espacial en uno de estos mayores tante’s por su menor tamaño.
Asteroides.; pero en un artículo publicado en Las cuatro’ oue’ hemos dicho más inipor
uno de nuestros números de la REvIsTA de tante’s, las enumeraremos a continuación:
años anteriores, no pudimos resistir la ten
tación de referirnos (al estilo de Julio Verne) “lo”, “Europa”, “Ganimede’s” y “Ca
lixto”. Las. cuatro’ fueron descubiertas por
a un viaje espacial a bordo de Hermes.
el propio’ Galile’o’, apenas .dispuso del an
Pasemos. a tratar de los satélites, que era teo’jo ópt.ico’. Sus. órbitas son sensiblemente
el objeto principal de este trabaj O (le hoy. circulares y muy poco’ inclinadas respecto
A Mercurio y a Venus no se les conocen a.l e’cuador ‘de’Júpiter y a su órbita.
satélites. La Tierra,, ya hemos dicho que Nos referimos a los’ otros o’cho’ satélites
además ‘de la Luna tiene’ otro’ que por lo de’ Júpiter: En 9 de’ sep’ti’e’mb’r’e de 1892, E.
pequeño lo tenemos olvidado. Barnard, desde’ Monte’ Hamiltón, descubrió
A Marte se’ le conocen dos. que’ por cierto el quinto muy pequeño’ y ‘sin nombre’, s.iendo
han traido’ siempre interesados a los astró además de’ órbita interior a la de los’ cuatro
nomos en razón a determinadas anomalías primeros y por tanto más próximo a Jú’pite’r;
el sexto fué de’scubie’rto p’o’rC. D. Pe’rri.n el
que presentan por no ser sus órbitas sate
litarias exactamente las que parecen que 3 de’diciembre de 1904 desde’ Mo’nte’ Hamil
debían ser con arreglo a masas y volúmenes. ton; el séptimo por ‘el ‘mismo’ astrónomo y
Incluso algunos de’ los enamorados de la ide’a de’sde el mismo’ lugar, en 2 ‘de enero’ de’ 1905;
el octavo’ por S. B. Nicho’lson en 21 de’ julio
de que Marte’ si no está habitado lo haya de’ 1914, desde Monte Hailmilton; este octavo
podido’ e’star, llegaron a suponer que esos
satélite a causa de una fuerte perturbación
satélites’ del planeta rojo no’ estuviesen ma
provocada .po’r el Sol tiene un movimiento
cisos y por tanto’ fueran cre’aciones. artificia
muy complejo’ y ‘con inclinación ‘de órbita
les de’ una humanidad inteligente’ ya desa
d’e más de’ 90°, por lo que su movimiento’ en
parecida en la noche .d.e los. ‘tiempos que ella resulta retrógrado’, como asimismo’ les
hubieran dejado en ‘el espacio ese recuerdo ocurre a los otros cuatro’.
o monumento’ gravitato’rio’ a la inmortalidad
de’ su r’e’moria La verdad es que no’ han sido Nu’estro’s lectores’ que’ se encuentren en
todavía plenamente’ estudiado’s y que en e’l poder del te’so’rode una ‘buena imaginación,
989
 REVISTA DE AERONAUTICA Número 312 Noviembre
- 1966
Y ASTROATJTIca

pueden figurarse el inimitable espectáculo habia impuesto’ en nuestras. escuelas y centros

que deben ser las noches de Júpiter en algún d’e estudios. y enseñanza. Se vió. asimismo
lugar de su superficie en cuyo cenit coincidan ¿Lmenazado de’ excomunión si no la retiraba
por casualidad periódica, la mayor parte de y conservaba la Geocéntrica y Doctrinal. No
sus “lunas” y que esten en cuarto creciente
se’ negó rotundamente a ello’ nuestro buen y
muy avanzado o’ plenilunio... ¡ Doce’ Lunas!
cristiano Rey, pero impuso como condición
Júpiter, como saben nuestros lectores, es que le’‘presentasen otra teoría en que’ se cum
el gigante de’ nuestro sistema Solar; es el p’lie’sen los movimientos, que se’ obse’vaban
mayor de los cuerpos celestes., después del en la Teo’ría Heliocéntrica de Galileo, ya
Sol que equivale’ en cuanto a su masa a la qtie’ en la Geocéntrica parecían no ‘cu.mplirse
suma total de todas. las masas de’ todos los entonces. le presentaron la llamada de los
Planetas, Satélites y Astero’ide’s. Epiciclos; la Tierra e’sta.ba en. el centro, el
Sus “lunas” o’ satélites son de muy dif e- Sol giraba a su alrededor y los planetas al
rentes tamaños; “Calixto” y “Ganímedes”, rededor ‘del Sol. Comprobó nue’stro sab’io
son aproximadamente’ del mismo tamaño que Rey la posibilidad de aquella teo’ría en cuanto
ci planeta Mercurio. “Jo.” y la llamada a coincidir lo’ supuesto en ella con lo obser
“Europa” son aproximadamente como nues vado astronómicamente, y obedientemente y
tra casta. Diana. En cuanto a las otras ocho, para evitarse mayores. co’mplicacione’s con la
se’ pueden comparar con los. mayores. Aste Iglesia la aceptó (o’ hizo ‘como’que’ la acep
roides que’ circulan alrededor del Sol y que taba) ; pero en vista de la endiablada com
en stis afelios se alejan de’ la órb’ita de Marte pl’ejidad de ella., se’ permitió de’cir con acen
y se’ “timan” con ‘la de Júpiter; hasta pu’ede tuadísimo humorís.mo que... “si Dio.s le
que alguno ‘de los más, atrevidos ‘hayan s.ido hubiera consultado a él, para crear nuestro
caa.dos por la fortísima atracción de la Sistema Solar, él le hubiera aconsejado la
gravedad de Júpiter en Uno’ de sus buceos Teoría Heliocéntrica de’ Galileo... “.

por su región de predominio’ gravitatorio, y

d’e ahí las anomalías, de las órbitas. retrógra. Otro de los, importantes estudios y (les-
das... e’s de suponer. cubrimientos para que’ sirvieron los satélites
de Júpiter, fu p’ara un astrónomo dinamar
Recordaremos a nuestros lectores, que’, qués llamado Romer, discutiendo y estudian
precisamente’ esa profusión de “lunas” de do en 1675 sobre’ los, eclipses ue periódica
Júpiter, atrayendo la atención y los estudios
mente sufrían los satélites de este’ gigantesco
de los astrónomos, sirvieron a su vez p’ara plane’ta, hallase’ un procedimiento pa.ra de’-
que uno de ‘ellos, al que’ ya ‘hemos nombrado
por hab’er sido el que descubrió’ los cuatro terminar por primera vez la velocidad de’ la
mayores con su elemental anteojo’ (Galileo), propagación de la Luz. Como. corolario’ a es.te
le vinieron a servir para confirmar y tratar artículo y ‘para no interrumpir la hilación
de convencer a todos de la realidad de su de cuanto venimos exponiendo sob’re’ saté
“te’oria heliocéntrica” en vez d’e la Geocén lites, nos referimos, a este’ primer p’rocedi
trica que imperaba; ‘cuyo intento le costó miento al final de’ esta.s vulgarizaciones.
tina amenaza (le’ excomunión y tener que De Saturno, además del doble anillo de
abjurar de su supuesta ‘herejía, ya. que la maravillosos to’nos., se conocen diez saté
Biblia sostiene que Josué ‘babia p’arado el lites. Se dice un doble anillo, po’rque en s.ti
Sol sobre Jericó p’ara tener tiempo’ de’ afian centro hay una franja en. negro que no
zar su victoria sobre el enemigo, y ‘el natural o’be’dece a materiales de ese’ color, sino a
oscurantismo de la época le’ salió’ “respondón” una ausencia total de’ materia en ‘toda la
y altamente peligroso. También creernos anchura o’ distancias al Planeta que’ com
haber contado otra anécdota picante, relacio prende e’sa franja sin color. Se ha compro
nada con ese momento de la prohibición bajo hado que, en todo. ese esp’acio’, ni existen
amenaza de excomunión si se adoptaba la ni pueden existir cuerpos. materiales., p.ues
teoría heliocéntrica ‘de Galileo. Esta anécdota no hay posibilidad de que nada gire ahí gra
se refiere a nuestro’ rey español Alfonso vitacio’nalmente; es. ‘de’cir, que no’ se puede
llamado el Sabio; que como era inteligente provocar en ese’ espacio de la franja negra
y aficionado a la Astronomía, habia aceptado (que separa. los. dos anillos) ninguna primera
la nueva teoría por estimarla ve’rdadera y la velo ciclad espacial de’s’atelización; por tanto,

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Número 312 Noviembre
- 1966 REViSTA DE AERONA UTICA
Y ASTRONAUTICA

cualquier cuerpo que se lanzase en órbita Sa Los cinco’primeros circulan muy cerca de
telitaria en esa zona neutra sería absorbido Saturno, y muy poco inclinados en sus órbi
por el anillo exterior o por el interior. tas respecto al plano’ del anillo coloreado
El espectáculo de su doble anillo, visto (Encelade, Dione y Rhea, con un ángulo
desde Saturno, debe de ser un decorado fan de 1°-6) (Minas y Tethys, con un ángu
tástico; una curiosidad dentro•de otra, una lo de 10_1). Adeiás, los tres primeros, con
curiosidad de segundo grado. La zona ne unos 28°-1 de inclinación respecto a la Ec’líp
gra es conocida por tica; Minas, entre 26°
“división de Cassini”, y 29°, y Tethys, entre
y por lo que liemos de 27° y 29°.
jado dicho, la propia Por la rapidez con
ley de la gravitación
que Saturno gira alre
universal ha barrido de dedor de su eje, se
ella los materiales tan ha aplanado bastante
menudos que constitu
marcadamente.
yen las dos coronas,
hacia una •de ellas o Urano dis fruta, por
hacia la otra.. lo menos, de cinco “lu
nas” y satélites.
Saturno tiene un co
lor amarillento; en la Neptuno tiene dos
relación de los Plane conocidas; ti n a (le
tas con los metales se ellas, cuya inclinación
le asigna el plomo (pc llegó a pasa.r de los 90°,
sadez); dista del Sol resulta de movimiento
nueve veces lo que la
retrógrado; llega a los
Tierra, y como hemos
dicho disf ruta de diez 138°-6 en tina órbita
“Lunas”. M u fre sensiblemente circular;
cuentemente sele ha este satélite fué descu
confundido e identifi bierto por W. Lasell
cado en mitología con el (lía 10 de octubre
Kronos (el tiempo), le 1846, en Starfield.
A su “Luna”, primeramente descubierta en A Plutón no se le conoce ninguna, lo que
septiembre de 1789 por W. Herschei, se le no significa que no las tenga.., pues dada
bautizó “Minas”; la segunda “Encelade”, por su terrible lejanía, se sabe poco de él y me
el mismo astrónomo en agosto de 1789; flOS (le cuerpos pequeños que puedan girar

“Tethsy”, por J. D. Cassini, en marzo de a su alrededor. Ni siquiera se considera con

1684, “Dione”, por el mismo, en diciembre
de 1684; “Rhea”, también por el mismo, en
diciembre de 1672; “Titán”, por Huygens, en
marzo de 1755; “H’yperion”, por W. Bond,
en 16 de septiembre de 1848, desde Cam
bridg (EE. UU.), y por W. Lasell, dos días
después, desde Stardfieid (Liverpool); “Ja
fet”, por J. D. Cassini, en octubre de 1671;
“Phoebé” (fotográficamente), por EL Pi
kering, el 16 de agosto de 1898, en Cmbridg
(EE. TJIJ.); “Thernis”, por el mismo y mis
mo procedimiento, en dos series de clichés,
obtenidos •entre el 10 de abril de 1900 y el
16 de abril de 1904; se trataba de un saté
lite sumamente pequeño.
seguridad que sea totalmente sólido pese a que
su temperatura debe ser terriblemente bajo
cero y el Sol debe verse desde él como una
pobre estrellita de cuarta o quinta magnitud,
que no le enviará luz ni calor. Puede que esté
constituido por un núcleo’ frío (líquido’?)
mezclado con una envoltura gaseosa muy
gruesa.
¿ Qué decir de varios de esos Planetas lla
mados exteriores? Algunos piensan que’ si
alguna vez se intentase ir hasta ellos habría
que suponer la posibilidad de que si no son
sólidos, sino pastosos o licuosos; en las capas
más exteriores de sus superficies, habría que
hundirse en su masa hasta la cercanía de sus

991
 REVISTA DE AERONALTTICA Numero 312 Noviembre
- 1966
Y ASTRONAIJTIcA

núcleos, en que se verificase’ una línea de son los cuatros primeros satélites o Lunas.
flotabilidad por igualación del pe’so de la
El núm. 1 le sirvió al astrónomo dinamar
nave espacial con la materia de’ que estu qués Ro’mer, que en 1675 discutía las ob
viese co’nstituído el Planeta,, como’ cuando se
servaciones de esos eclipses en cada revolu
hunden navíos en zonas oceánicas de enor ción, y ha.lló en ellas ciertas irregularidades;
mes profundidades, que no’ llega el navío como consecuencia de ese estudio’ le condujo
naufragado’ al fondo’, sino que se queda f lo al primer procedimiento para determinar la
tando’ a una cierta profundidad en que se velocidad de la propagación de la luz, que a
nivela co’n la densidad continuación vamos a
del agua... O como un exponer, por ser curio
globo en la atmósfera, -- so y hábil.
o como un submarino
sumergido a una pro’— Observando’ momen
fundidad determina- tos de emersión del
(la... La nave espacial satélite del cono (le
T” i_—— —— so’mbra en las posicio
se hundiría en sus ma-
1 T nes Sol-Tierra-Júpiter
sas, buscando alguna (STJ), cu.ando el Sol y
solidez gélida, o una Júpiter se hallan en
masa de su misma den u “oposición” vistos (les
sidad que equilibrase / (le la Tierra, y asimis
su peso... Sabemos de
mo observando tam
esos grandes y lejaní- ‘,
bién la emersión si
simos Planetas tan po guiente en la situación
co’, que no es posible
/ yT’J’, que se puede
salirse del terreno de suponer que las (listan
lo especulativo. Son cias TJ y T’J’ son sen
tan diferentes de los -
siblemente iguales, el
que están entre Júpi t i e m p o transcurrido
ter y el Sol... 1 Por entre ambas observa
otra parte, y en sentido’ contrario, también el ciones será el verdadero transcurrido’ entre
Planeta Mercurio, probablemente incandes dos eclipses consecutivos del satélite de Jú
cente o derretido, debe ser una habitación piter tras él, en el cono de so’mbra opuesto
solamente para salamandras..., si es que allí al Sol.
existen salamandras... La Tie’rra, por tene’r ó’rbita más próxima
Pasemos ahora al coloralio que prometi al Sol, va más de p’risa angularmente’, y por
mos; es decir, a exponer cómo el astrónomo ello se adelanta y se aleja cada vez más de
(linamarqués Romer logró por primera vez Júpiter, y el •eclipse que’ ocurra cuando’ se
un procedimiento para averiguar la veloci hallen en las posiciones T” y J” será obser
dad de la propagación de la luz, valiéndose hado’ desde la Tierra con un retraso (le tieni
(le los eclipses continuados de’ algunos de los po respecto a los observadores en las otras
satélites de Júpiter. (los posiciones anteriores, que’ equivaldrá al
tiempo’ que’ tardó de’ más en franquear la
(listancia J” T” respecto a la J’ T’. Este
Primer método ‘ara hallar la velocidad de retraso irá aumentando más cada ve’z, hasta
Pro pagaeión de la luz. Eclipses de los saté llegar a la posición T” 5 J”, y en este mo
lites de Juiter for Iw3la,rseaproximadamente mento’ la suma de’ todos los retrasos e’qui
en el pidno de su ecuador y en el de su propia valdrá al tiempo que la luz tarda en reco
órbita, afrecfedor del Sol. rer el diámetro’ de la órbita terrestre’. Divi
diendo’, pues, este diámetro por el retraso
total, obtendremos la velocidad de propaga
Sufren un eclipse en cada revolución ailre ción de la luz. Luego, los retrasos empiezan
dedor de Júpiter, los más importantes que a disminuir hasta otra “oposición “.

992
Nimero 312 Noviembre
- 1966
11111 P Atiltillos
(olldllíso do“lloitdO
AOíUllllll(il
YfiS1ílllll
PREMIOS “NUESTRA SEÑORA DE LORETO”
REVISTA DE AERONA UTICA Y segundo de 5.000 pesetas para. el tema b),
ASTRONA UTICA, y con el ánimo de alen
tar a sus colaboradores, ha decidido convocar
un nuevo Concurso de Artículos, previa
aprobación. Superior, con las siguientes
BASES
Primera.—Se admitirán. a este concurso
todos los trarbajos originales e inéditos que
se ajusten a las condiciones que se estable
cen en estas bases.
Segunda.—El contenido de los trabajos
versará sobre algunos de los siguientes temas:
Arte Militar Aéreo, Técnica y Material
Aéreos y Temas Generales y Literarios.
Los autores harán constar, de manera
concreta;, a’ cuál de estos tres temas concursan
con sus trabajos.
a) Tema. de Arte Militar Aéreo.
Podrán presentair trabajos sobre este tema
todos los Generales, Jefes y Oficiales de los
Ejércitos de Tierra., Mar y Aire, quienes
tendrán ampUa libertad para. tra;tar dicho
tema en cualquiera; de sus diversos aspectos,
tanto en lo rete tino a estrarteqia y táctica
aéreas organización ‘ enseñanza, como en
aquellos correspondientes a las pasibilidades
que presenta. para. el futuro el Arma. Aérea,
b) Temas técnicos.
Podrán. presentar trabajos sobre este tema,
además del personal indicado en el apartado
anterior, los Ingenieros, Arquitectos ‘ Li
cenciaóos de las distintas Técnicas.
c) Temas generales y literarios.
No se establece limitación alguna. entre
los concursantes ni en los asuntos que se
traten, siempre que guarden relación con la
Aeronáutica.
Tercera.—Se concederán. seis premios, por
un importe total de 40.000,00 pesetas, dis
tribuidas en la siguiente forma:
Un primer premio de 10.000 pesetas y un
segundo de .5.000 pesetas para el tema a);
un. primer premio de 10.000 pesetas y un
993
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAÍJTICA
y un. primer premio de 6,000 pesetas y un
segundo de 4.000 pesetas para el tema c).
Si los trabajos no alcanzasen, a juicio del
Jurado, la condiciones para obtener los
premios, el concurso p.odá ser declarado
desierto to tal o parcialmente.
Los trabajos premiados pasarán a ser pro
piedad de REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRONA UTICA. Aquellos que, sin
haber sido premiados, mereciesen la publi
cación, pasarán también a ser propiedad de
la Revista, siendo retribuidos en la forma
habitual para nuestros cola;bora’dores. Los
trabajos no seleccionados podrán. ser retiro.
dos una vez que sus autores hasan sido
convenientemente informados.
Cuarta.—Los trabajos destinados al con
curso se enviarán en sobre cerra(o, en mano,
a. nuestra Redacción (Ministerio del Aire,
Romero Robledo, 8), o por correo certificado,
dirigido art Director de REVISTA Di.?
A ER ONA UTICA Y A STR ONA UTICA
(Apartado oficial, Madrid), consignando:
“Para el concurso de artículos”. Vendrán
firmados solamente con un lema o seudónimo,
y en el sobre no figurará ninguna indicación
que permita identificar al autor. Con los
pliegos se incluirá otro sobre cerrado, que
llevará escrito solamente el lema o seudónimo,
y contendrá una; cuartilla con el citado lema.,
más el nombre ‘ dirección del autor del
trabajo.
Quinta.—L)os artículos irán escritos a
máquina, por una sola. cara, .s-uextensión
no será inferior a 20 cuartillas apaisadas de
15 líneas ni superior a 30, pudiendo ser
acompañados de fotografías directas, cro
quis o dibujos, realizando éstos en tinta
chinar sobre fondo blanco aptos para su
reproducción.
Sexta—El plazo improrrogable de admi
sión de trabajos terminará el 28 de febrero
de 1967, a. las doce horas.
S éptirna.—Lo $ trabajos presentados al
concurso serán. examinados juzgados por
un Jurado previamente designado por la
Superioridad.
 REVISTA DE AERONAUTICA Número 312 Noviembre
- 1966
Y ASTR0’?AUTICA

c&stació&tllc&cioui1
JURA DE BANDERA

Corno en ocasiones anteriores, durante el al número, el que tuvo lugar en la Base.

presel te mes, han tenido lugar en diversas Aérea de Getafe que fué presidido por
Bases aéreas y otros Centros del Ejército el General segundo jefe de la Región
del Aire, numerosos actos para dar solemni Aérea Central.
dad a la Jura de’ Bandera de los reclutas que Una gran parte de’ la Irensa nacjonal y
han de prestar sus. servicios durante los pc otros medios de (lifUSiÓfl como’ TVE, han
riodos de compromiso. dedicado espacios al comentario y realce de
Destaca, por su importancia en cuanto los citados actos.

INVESTIGACON ESPACIAL ESPAÑ OLA

La investigación espacial española sigue El plan espacial es, sin embargo, más am
en marcha. En el campo de Arenosillo de la bicioso, toda vez que según se’ desprende de
playa de’ Mazagón (Huelva), se sigue lan las declaraciones citadas, tendrá cinco años
zando cohetes con finalidad exclusivamente de duración y con él se pretende’ no solo
meteorológica. satisfacer inquietudes científicas sino avan
El programa actual de lanzamiento según zar en el campo de los medios técnicos y
declaraciones del General Calvo’ Rodés, se desarrollo tecnológico de gran interés para
realizará en dos fases que finalizarán en el la industria nacional. Este plan será sometido
próximo año. Los cohetes utilizados son al Gobierno para su aprobación y su impo’rte
“Judi-Dart” para la medida del viento, y los ascenderá a 600 millones de pesetas en los
“Skua” para la medida de temperaturas. cinco años.

EL EXCMO. SR. GENERALJEFEDEL E. M. A., EN LA ARGENTINA

Con motivo de la celebración de’ la XX Se con la Orden de Mayo al Mérito Aero

mana Aeronáutica y Espacial en la Argentina
han sido invitados, para asistir a los actos con
memorativos el General Jefe’ del E. M. A. es
pañol, el cual fué condecorado por el
Jefe de las Fuerzas Aéreas Argentinas,
náutico.
Con esta ocasión se’celebró en el aeródromo
de’ San Juan, de’ Buenos Aires, un festival
etéreo en cl que participó el ex-campeón mun
dial de acrobacia Capitán Castaño.

994
Número 312 Noviembre 1966
-
1.4atstacicitdelxtuteo
AVIACION
El piloto’ de un helicóptero entrega en mano la. orden escrita de comenzar el ataque al
Jefe de una unidad de misiles, en las maniobras que realiza actualmente la. Unión
ESTADOS UNIDOS
Siete mil cabezas nucleares
a disposición de la NATO.
Estados. Unidos ha aumen
tado su inventario de cabezas
nucleares tícticas en Europa
en ms de un 100 por 100 des
de 1961, lo que significa una
cifra total de unas 7.000 cabe
zas nucleares a disposición de
Rfi
MILITAI
Soviética.
las fuerzas de la NATO, decla
ró ante los periodistas el Se
cretario norteamericano de Es
tado, Robert Mac Namara.
Mac Namara añadió que ha
bía dado este número en el
curso de una reunión celebrada
por el «Comité Interno» sobre
planeamiento nuclear de la
N1ATO. Señaló que el hacer
pública la cifra representaba
un mentís a algunas informa-
995
VISTA DE AERONA UTICA
Y ASTROAUTICA
ciones aparecidas en la Prensa
europea, según las cuales Esta
dos Unidos estaba reduciendo
sus efectivos nucleares en Eu
ropa occidental.
Al emplear la expresión «ar
mas nucleares tícticas», Mac
Namara se refería a ingenios
atómicos relativamente peque
ños, tales como los, que pueden
emplearse contra tropas. y otros
objetivos limitados y no los
 REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRO2AUTICA
de efectos devastadores que
pueden ser arrojados contra
ciudades, por ejemplo.
Nuevas medidas del Departa
mento de Defensa.
El secretario de Defensa Ro
bert McNamara declaró a los
periodistas, en presencia del
presidente de los Estados Uni
dos y del jefe del E. M. del
Ejército, que tenían noticias de
Las Fuerzas Armadas rusas han dado a la publicidad esta fotogra±ía en la que se
ve un cohete listo para ser disparado, en la noche sovética, durante unas maniobras.
que Rusia estaba desplegando
un sistema antimisil. En conse
cuencia, el Departamento de
Defensa había considerado una
serie de medidas en las que se
incluía la posible amenaza por
parte de la Qhina roja.
Las principales de estas me
didas que iban a ser sometidas
ITúme7o 312 Nozdembre
a la aprobación del Congreso
eran las siguientes:
a) Sustitución de los misi
les atómicos «Polaris» por los
nuevos misiles «Poseidon», de
mayor alcance y potencia des
tructiva.
b) Despliegue por todo el
territorio de los Estados Uni
dos de un gran sistema de mi
siles anti-misiles tipo «Nike-X»,
que estín actualmente en fase
de experimentación y en los
cuales se lleva ya invertida la
cantidad de 2.000 millones de
dólares. La construcción y des
pliegue de este sistema costa
ría unos 20 a 30.000 millones
de dólares. Si alguno de los mi
siles balísticos enemigos tras-
pasara la barrera defensiva de
los «Nike», se encontraría con
996
- 1966
una segunda barrera de pro
yectiles ultrarrípidos de menor
tamaño, tipo «Sprint», q u e
completarían la defensa en pro
fundidad.
U.R.S.S.
La URSS produce diez sub
marinos nucleares por aío.
Noticias de Londres sefíalan
que la Unión Soviética conti
núa aumentando su potencial
naval en cuanto a «missiles» se
refiere, y se ha puesto de re
lieve que dispone en la actuali
dad de más de cien proyectiles,
que pueden ser disparados des
de submarinos.
Sin embargo, se reconoce que
el potencial soviético de «mis-

Número 31 Noviembre 1966
siles» estí. muy por debajo del
de los norteamericanos.
Mientras tanto, se informa
que la pro;ducción de submari
nos nucleares en Rusia se man’
tiene a un nivel de 10 por afio.
VIETNAM
Estaci&n volante de televisi&n.
Los soldados norteamerica
nos que prestan servicio en el
Vietnam y el personal civil que
reside en aquel país podrán
contar con un programa de
TV a partir de ahora, gra
cias a una interesante iniciativa
de la Unidad de Supervisión
Aérea de la Marina.
La interesante iniciativa ha
consistido en la transforma
ción de un Superconstellation
El misil “Martel” diseñado y
industrial franco-británic,
C-121J en estudio de televisión
y emisora volante, que podrá
transmitir simultáneamente en
dos canales, y también efec
tuar emisiones de radio en onda
corta, media y frecuencia
modulada.
El «Aguila Azul», como se
ha designado a esta emisora
volante, transmitirá por el ca
nal número 9 programas des
tinados a los vietnamitas,
base de música, noticias y va
riedades. El canal número 11
estará reservado a las tropas
norteamericanas y residentes
civiles, y trasmitirí. noticias de
portivas, acontecimientos de la
vida norteamericana y varias
clases de noticiarios. Los estu
dios y estaciones de TV de los
Estados Unidos facilitarín pe
lículas, cintas de video y otro
construido como consecuencia
comienza ser e%perimentado en Inglaterra.
997
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA
material de televisión para los
programas.
La estación volante se man
tendr en servicio describiendo
círculos de unos 12 kilómetros
de diámetro en el £rea de
Saigón.
El proyecto, que fué conce
bido por el Capitán George
Dixon, de la Marina Norte
americana, se desarrolló des
a pués con la colaboración de
un grupo de oficiales y técni
cos navales, Lockheed Aircraft
Service Comp any, Technical
Material Corporation y Radio
Corporation de América.
Los trabajos de transforma
ción del avión en emisora vo
lante de radio y de TV se lle
varon a cabo en el aeropuerto
Kennedy de Nueva York.
de la colaboración
 REVISTA DE AEROJ’iATJTíQA
Y ASTRONAUTICA Namero 312 Noviembre
- 196d

ASTRONAUTICA Y MISILES

En la Base Aérea de Mather, en Ca;lifoi-nia se carga a bordo de un gigantesco avión

Super Gu.py la segunda fase de un mi-sil “Apolo Saturno 203” para su. traslado a
Florida,
ESTADOS UNIDOS
El observatorio espacial
«Tela de araa».
La posibilidad de poner en
órbita un observatorio radio-as
tronómico de varias millas de
diámetro: está siendo considera
da ahora por la Administración
Nacional de Aeronítutica y del
Espacio de los Estados Unidos.
La mencionada Administra
ción ha concedido contratos a
varias Compañías para que ha
gan estudios que pueden dar
por resultado la colocación de
esas estructuras en órbitas muy
altas; tal vez hasta a ochenta mil
millas sobre la Tierra. Un ob-
lo que supone un ahorro de tiempo de’dos semanas-.
servatos—jo colocado así sobre
nuestra atmósfera, permitiría
estudiar las señales de radio de
onda larga que se originan den
tro del sistema de la Vía Láctea,
así cono las señales procedentes
de universos que están a una
distancia de varios millones de
años-luz.
Para medir esas señales, es
necesario que el observatorio
esté encima de la capa de par
tículas de gas cargadas eléctrica
mente, que queda a una altura
de cincuenta o más millas sobre
la superficie terrestre. La ionos
fera actúa como un espejo que
impide que las ondas. de radio
largas lleguen a la Tierra. Esta
misma acción, similar a un es
pejo, permite a su vez las co
municaciones terrestres. de lar
ga distancia. Las ondas de radio,
lanzadas por un aparato trans
misor, son reflejadas en la io
nosfera y regresan a la Tierra
a gran distancia del punto de
d o n de salieron. Del mismo
modo, las señales de radio pro
cedentes del llamado: «espacio
exterior» son reflejadas por la
ionosfera y regresan a sus fuen
tes, sin llegar nunca a la super
ficie terrestre.
Cónforme aumenta la fre
cuencia de radio—y los, largos
de onda disminuyen—-, la ionos
fera se hace transparente y las

998
Nsmero 312 Noviembre 1966
-
REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRONAtJTICA

«RAE»—sigla de las palabras mes antenas y que giran en ór

ondas de radio; pued.en salir o
inglesas «Radio Astronomy Ex’ bitas altísimas. Un plan consi
entrar libremente en la atmós
plorer», o sea «Explorador Ra’ dera, un sistema de dos satélites
fera de la, tierra. Es con las. on
das cortas como el astrónomo dio;astronómico»—, seré lanza que irían cambiando de posi
do al espacio el año próximo’, ción hasta formar précticamente
puede estudiar las señales del
Sol, los planetas y las galaxias. si todo sale bien Este satélite una larga antena.
Las trasmisiones desde los sa llevaré un. par de antenas de Los experimentos prelimina
mil quinientos pies de longitud res indican que alguna clase de
télites; deben ser hechas también
para dbtener las primeras me’ señales importantes de radio
a altas frecuencias, para que

Fotografía de la cara óculta de la luna obtenida el 26 de’ agosto de 1966, por el

“Iuna Orbiter 1”, que nos muestra el poco habitual fenómeno’ geológico de’ superposición
de cráteres.

no sean obstaculizadas o ate
nuadas poir la ionosfera.
El radiotelescopio que se es’
tudia requeriré una larga an
tena, de varios miles de pies y
aun de varias millas de longi
tud’, que debe ser guardada y
manejada por un vehículo side
ral relativamente pequeño;. El
didas de ondas largas de tadio
hechas en el mismo espacio.
Pero para obtener los detalles
que los astrónomos desean, las
antenas tendrén que ser de va
rias millas de longitud.
Otros estudios que se llevan
a cabo tienen en común la ne
cesidad de aparatos con enor
999
procedentes del «espacio exte
rior» es absorbida o refractada
por la ionosfera. Estudiando
«desde el espacio» señales de
onda larga nacidas en fuentes
tales com.oJúpiter, el Sol, restos
de estrellas que estallaron, el
espacio interestelar y las distan
tes y poderosas galaxias, Io as-
REVISTA DE AERONAuTICA iVinero 312 Noviembre
- 1966
Y ASTaOaAL7TIc

trofísicos ganarán, ciertamente,
nuevos conocimientos sobre la
naturaleza y la evolución de
nuestro universo.
El vasto aumento de conoci
míentos sobre éste, comenzó sóo
después de la Segunda Guerra
Mundial, cuando los aparatos
de radar, ya no necesitados para
fines bélicos, fueron transfor
mados en radiotelescopios por
ingeniosos astrónomos e ingenie
ros. Si la misma proporción de
progreso se mantiene por una
década más, las posibles respues
tas a muchas incógnitas sobre
el universo puede hacer de ésta
la década dorada para la astro
nomía. Vivimos en una época
excitante y el radioastrónomo
puede poseer la clave del uni
verso en estos futuros telesco
pios orbitales.
Una violenta tempestad so-
lar, causa del fracaso del «Sur
veyor)).
«El fracaso del «Surveyor
II» se debió a una violenta tem
pestad solar», declaró el sismó
logo italiano Raffaele Bendan
di, quien posee un observatorio
astronómico en Faenza.
«Desde hace algunos días—
Sostuvo Bendandi—, torrentes
de gas inflamado Son lanzados
desde el Sol en el espacio inter
planetario a través de grandes
manchas solares, que son vi
sibles a simple vista. Este
plasma en llamas, que viaja a
la velocidad de 800 kilómetros
por segundo, ha sido fatal para
el cerebro electrónico del «Sur
veyor II», desorientándolo y el desfile militar celebrado en
causando de esta manera el
desastre. Por ello, el fracaso de
la tentativa debe atribuirse a
causas cósmicas, terminó di
ciendo.
U.R.S.S.
El «Molniya.1» puede ser ac
cionado. desde tierra.
El último satélite de comuni
caciones soviético «Moiniya-l»
puede ser accionado en el es
pacio, por control remoto desde
Tierra, según se ha revelado
últimamente.
El cuarto «Molniya-l», lan
zado el 20 de octubre ante los
dirigentes comunistas de varios
países europeos, fué utilizado
para transmitir a Vladivostok
Moscú a 9.000 kilómetros.

Modelo reducido del “Lunar Orbiter”, realizando su misión fototrófica sobre una
simulada superficie lunar.

1000
Número 312 Novi’embr
- 1966 REViSTA DE AERONAUTICA
Y ASTR0AUTICA

MATERIAL AIREO

En la; fotografía podemos ver un. avión “Liqhtning” probando, a 130 kilómetros por
hora, una extención de 360 metros de longitud cubierta de gravilla preparada; a conti
nuación de la cebecera de u-no pista de aterrizaje con el fin de detener a los aviones
que’ fallen el des pegue o el aterrizaje.

ESTADOS UNIDOS
El SST de la casa Boeing,.
La casa Boeing ha exhibido
la maqueta a tamaño natural
del prototipo con, el que va a
competir en el concurso del
avión de transporte supersóni
co.. Esta maqueta presenta bas
tantes diferencias respecto a los
primeros diseños que se hicie
ron. Han aumentado las dimen-
siones y el peso que va a tener
el avión, que ha pasado de
600.000 a 675.000 libras para
incrementar el akance, con una
capacidad para 350 pasajeros,
y se espera que en el futuro.
se aumente el peso hasta las
800.000 libras.
El avión, tiene alas de geome
tría variable, y la casa Boeing.
espera—si ganara el concur
so—tener en vuelo’ el prototipo
para finales de 196.9, y a dis
posición de las líneas aéreas
para mediados .de 1970.
Sus características. son las si
guientes:
Longitud, 91,8 m.
Envergadura (con ala en fle
cha de 309), 53,3 m.
Envergadura (con ala en fie
chade 729), 32,,6m.
Altura, 14,6 m.
Peso máximo al despegue,
302.750 kg.
C.arga útil, 33.750 kg.

1001
 REVISTA DE AERONAUTIcA
Y ASTRONAtJTICA
Pasajeros, de 250 a 350.
Alcance con 313 pasajeros,
6.500 km.
Velocidad de crucero, 3.000
kilómetros-hora
Altitud óptima de crucero,
19.500 m.
Tren de aterrizaje, 4 conjun
En la competición para elegir el motor del avión super
sónico de transporte, la General Electric (USA) prueba
acolando en Y, dos motores J—79una tobera que ro por
cionará 60.000 libras de empuje.
tos principales de 4 ruedas ca
da uno, más otro conjunto de
2 ruedas en el morro.
Si se desea que vuele en sub
sónico, se colocan las alas en
flecha de 42° y se extienden
los flaps, sólo lo suficiente para
que prolonguen el borde de sa
Número 312 Noviembre 1966
lida del ala, aumentando la su
perficie de la misma. Con los
planos en esta posición, el SST
desarrollará un económico vue
lo de crucero a velocidades del
orden de 0,85 Mach. Cuando
se colocan las alas en flecha
de 72 desarrolla una velocidad
- en la parte del borde de salida
supersónica del orden de 2,7
Mach.
El disefio de los flaps y res
to de superficies sustentadoras
adicionales le permitirá la uti
lización en los aeropuertos de
las pistas de longitud normal.
con el peso máximo podrá des’
1002
-
pegar a una velocidad de 270
kilómetros-hora en 2.317 me
tros y la aproximación final en
el aterrizaje la hará a 248 kiló
metros-hora, utilizando 1.951
metros de pista.
La Boeing afirma que el ala
de flecha variable le permite
llevar 140.000 libras más que
si tuviera ala fija. Se va a ms-
talar una cámara de televisión
del plano fijo de cola para que
ayude al piloto a manejar el
avión en el suelo. Este dispo
citivo le facilita una visión de
las medas del morro que le
ayuda en el rodaje.
Otro rasgo característico de
este avión es el de la doble ar
ticulación que lleva el morro.
JJna articulación cerca de la
cabina de la tripulación que le
permite bajar, proporcionando
mayor visibilidad y otra articu
lación, más hacia adelante que
«remanga» la parte delantera
del morro, cuando éste está
abatido, a fin de distanciarlo
del suelo, por razones de se
guridad.
El presidente de la Pan
American Airways. dijo, en una
reunión de la Asociación de
Transporte de la Defensa Na
cional que, en su opinión, tan’
to este proyecto de avión su
persónico de la casa Boeing,
como el que está perfeccionan
do la Lockheed, deben conse
guir contratos d e 1 Gobierno
para su construcción, ya que
son dos modelos radicalmente
diferentes, y tanto en Inglate
rra como en Rusia se afanan
en conseguir algo similar. Los
aviones—dijo-_deben ir des’
provistos de todo lujo o dispo
sitivo no esencial.
El DC-8, serie 50, rebaja m
nimos para la toma.
El reactor comercial Douglas
DC-8, serie 50, ha recibido la
aprobación de la Federal Avia
Número 312 Noviembre 1966
-
tion Agency para realizar apro
ximaciones y aterrlZajeS auto-
acoplados bajo las condiciones
iniciales de la categoría 2 «todo
tiempo».
La autorización sigaifica que
un DC-8, equipado con piloto
automático avanzado Sperry
(SP-30A), radioaltímetro Col
iins e instrumentos de apoyo
puede efectuar en mal tiempo
aterrizajes con visibilidad has
ta de 150 pies (45 metros) so
bre la pista y con visión fron
tal de unos 1.600 pies (480 me
tros).
Posteriormente, cuando los
mínimos totales de la catego
ría 2 se hagan efectivos por
familiarización de la compatía
El ala basculonte del Cmadar CL-84, le capacitadjxirc permarne’Ceren. vuelo estccionarw,
como un helicóptero’. Las fotografías nos lo nuestra en una. operación simu.lad de sal
vasnento que duró solo’un minuto.
REVISTA
aérea con el método, el «pun
to decisivo» del piloto se se
ducirá a 100 pies (30 metros)
y la visión frontal a 1.200 pies
(360 metros).
Estos mínimos reducirán en
una mitad los actuales requi
sitos establecidos para la cate
goría A, hoy en vigor en gran
parte del mundo,
Antes de que las aproxima
ciones y aterrizajes de la cate
goría 2 del DC-8 se conviertan
en práctica rutinaria, las com
pa?iías explotadoras, sin embar
go, estarán obligadas a entre
nar a las tripulaciones en. los
procedimientos de la catego
ría 2 y equipar sus aviones con
venientemente.
1003
bÉ EOAUTICÁ
Y ASTRONAtJTICA
Para calificarse dentro de la
categoría 2, los,aeropuertos de
ben tener un sistema de aterri
zaje instrumental (ILS) de di
cha categoría 2, aprobado por
la F. A.. A. y un equipo per
feccionado de iluminación y ba
lizaje de pistas.
Cierto número de terminales
aéreos de importancia están
equipados para operar en apro.
ximaciones y aterrizajes de la
categoría 2 y otros estarán en
condiciones en 1967. .Sin em
bargo, en todo caso se necesita
un permiso específico de la
E. A. A. antes de que un aero
puerto pueda inaugurar su ac
tuación en la categoría 2.
 kEVISTA DE AERONA UTICA N2nzero 312 Novienibre 1966
-
Y ASTRO2ÇAUTicA

AVIACION CIVIL

El bimotor Piper “Aztec” C, con capacidad para seis pasajeros, es uno de los aviones mós
interesantes, entre los de su clase, actuaZniente en producción en los Estados Unidos.

INTERNACIONAL de 1951 a 1964, el informe consecuencia de la entrada en

Las aeronaves de reacción
reducen los costes de explo
tación.
En un informe sobre los ros
tes de explotación del transporte
aéreo, publicado por la Organi
zación de Aviación Civil Inter
nacional, se destaca el balo cos
te de explotación de la moder
nas aeronaves de reacción A
pesar de la enorme y casi mun
dial inflación de precios regis
trada durante los catorce años
muestra que el coste medio de
cada tonelada-kilómetro (o to
neada-milla), vendida por las
líneas aéreas de los Estados
Contratantes de la OACI en los
servicios internacionales, dismi
nuyó en un tercio durante ese
período.
El informe de la OACI seña.
la la razón para esto: «El brus
co cambio ascendente en las cur
vas de tendencia correspondien
tes a la velocidad y capacidad
de las aeronaves y su resultante
productividad es, por supuesto,
servicio, en 1959, de las aero
naves de reacción de gran radio
de acción. Estas aeronaves, es
decir, los distintos modelos de
Boeing 707 y 720, Douglas
DC-8 y Convair 880 y 990,
tienen, corno promedio, aproxi
madamente el doble de veloci
dad y de capacidad de carga de
pago de los cuatrimotores de
émbolo de gran radio de acción.
El impacto de los aviones de
reacción de gran radio de ac
ción se reflejó primeramente en
los servicios internacionales., ya

1004
 REVISTA DE AERONA UTICA
Número 312 Noviembre
- 1966 Y ASTROAUTICA

relación con los aviones de velocidad debieran conseguir

que se utilizan principalmente
en las rutas largas que son pre reacción del mismo grupo de una productividad de un 66 por
radio de acción. Además, las 100 mayor.»
dominantemente internaciona
les. Su efecto en los servicios aersiones ampliadas de los reac «Después de 1970.---Para la
del interior ha sido menos no tores de gran radio de acción, década de 1970, esiste la posi
tales como la serie DC-8-61/ bilidad de que haya aviones sub
torio, ya que únicamente muy
62/63, que se está fabricando sónicos de reacción, tales como
pocos Estados tienen rutas del
interior bastante largas para
utilizar muchos aviones de esta
clase.»
Los datos referentes a las ca
tegorías de aviones de carga
también muestran el efecto de
la productividad sobre el coste
unitario’ directo. Cuando una
aeronave está preparada para el
transporte de carga en vez de
pasajeros, la capacidad de carga
de pago’ de la aeronave aumenta
grandemente debido a la falta
de diversos servicios para los 44
pasajeros. Püede verse que la
capacidad media de las aerona
ves de émbolo de 4 motores au r
menta de 7,9 a 15,4 toneladas,
es decir, casi se duplica, mien
tras que la de las aeronaves de
reacción de cuatro motores au
menta de 14,7 a 39,0 toneladas,
es decir, aumenta más de dos
veces y media.
Para un futuro próximo, es
decir, hasta 1970 aproximada
mente, hay factores tales como
la utilización más generalizada
de los motores de turbofán, la
puesta a punto de técnicas de
control de la corriente laminar
y de la capa límite, estructuras
mas ligeras y la aparición de
versiones ampliadas de los tipos
actuales, que sugieren que los La rusa Eugenle Martova, ha establecido un nuevo record
costes unitarios directos de los aéreo femenino, al recorrer con el avión. E-76 que aparece
aviones subsónicos de reacción ¡unto a ella, 2.000 kilómetros en os horas catorce minutos
y, por consiguiente, los costes a una velocidad media de 895 kilómetros hora.
unitarios de la. flota de trans
porte aéreo mundial en conjun
ahora, reducirán su coste uni los proyectados Boeing 747 y
to, quizá puedan reducírse aún Douglas DC-10, muchísimo más
más. Los fabricantes, de nuevos tario’ directo’, tanto’ para los pa
sajeros como’ para la carga por grandes, con capacidad del or
aviones bimotores de turho’fán,
debajo de su nivel actual míni den de 500 asientos, en lugar
tales como los de corto’ y medio
mo. El D’C-S-61 y el 63 ten de los 250 que tendrá el pró
radio de acción Lear-40, F-28,
drán una capacidad ile carga de ximo’ DG-8/61/63. Es de espe
BAG111, B-737 y DC-9 sos
pago’ que será un 66 por 100 rar que estos aviones, relativa
tienen la opinión de que estos
mayor aproximadamente que la mente grandes, redtzcan aún
aviones reducirán efectivamente
del DC-8-50 y con la misma más los costes unitarios directos.
los costes unitarios directos en

1o0
 REVISTA DE AERONAUTIcA
Y ASTRO2’AUTICA
Sin embargo, antes de que apa
rezcan tales aviones, quizá en
tren en servicio los transportes
supers6nicos. Son demasiado los
factores nuevos que intervienen
para que pueda hacerse una es
timación válida de sus costes
unitarios directos. Su capacidad
será similar a la de los actuales
aviones de reacción subsónjcos
o a la de los que pronto’ entra
rán en servicio, pero, por su
puesto, su velocidad óptima de
crucero’ será dos o tres veces
mayor; lo cual debiera hacer
que, paralelamente, aumente su
productividad Sin embargo, su
velocidad’ y las limitacios’jes que
puedan derivarse del ruido de
los motores y del estampido
transónico’, quizás los hagan
menos flexibles que los aviones
Dibsjo del moderno avión soviético de transporte comercial “YcJe-40” de silueta muy
parecida a sus análogos del mundo occidentaL
Número
subsónicos de reacción, en lo
tocante a explotación por las lí
neas aéreas. Si esto’ fuera así,
su bajo índice de utilización po’
dría producir un efecto adverso
en los costes unitários.
Europa/Oriente Medio/Africa
y Asia/Australasia
La Conferencia de Honolulú
acordó introducir un gran nú
mero de nuevas tarifas para
jiras «‘todo incluído», princi
palmente entre Europa y el
Oriente Medio’, de una parte,
y el Oriente y Australasia, de
la otra. Estas tarifas permitirán
a los agentes de viaje ofre:er
reducciones sustanciales en el
precio al organizar jiras «todo
incluído» para una variedad de
1006
312 Noviembre 1966
-
composiciones en los grupos,
en comparación con los precios
actuales para grupos turísticos,
siendo el promedio de la rebaja
de un 20’ por 100 poco’ más
o menos, que en algunos casos
llega hasta el 37 por 100. En
muchos casos, los períodos de
validez de estas tarifas, han sido
ampliados y son ahora aprove
chables, en su mayoría, a lo
largo’ de todo’ el aóo•. El nú
mero mínimo de personas inte
gradaras de los grupos varía,
según la zona, de 4 a 25 per
sosias.
Para promover los viajes de
turismo, se ofrecerán tarifas de
grupo’ con reducciones’ de hasta
el 36 por 100’, desde Japón y
Hong Ko’ng a Europa, Oriente
Medio y Africa.
Número 312 Noviembre 1966
-
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA

LAS REALIDADES DEL ESFUERZO

NORTEAMERICANO EN VIETNAM

Por J. S. BUTZ, fr.

(De Air Force aid S/xtce Dqest.)

La escalada en la guerra del Vietnam hacer inventario y tratar de establecer

con claridad los resultados básicos.
aumenta más rápidamente en el aspecto
político que en el militar, y el torbellino de Algunos aspectos de este inventario
la mal informada opinión pública sigue son tan desagradables como innegables.
reduciendo las posibilidades de la gente La gran acumulación del poderío militar
para comprender la verdadera situación en de los Estados Unidos, que empezó hace
Vietnam. E más que probable que antes algo más de un año, no ha puesto todavía
del día de las elecciones en noviembre, se fin a la guerra. Los bombardeos en el
alcance un nuevo nivel de sensacionalismo Norte y la interdicción de las líneas de
y confusión, por lo que resulta ahora aprovisionamiento rojo para el Sur se han
apropiado echar una ojeada hacia atrás, intensificado, pero el esfuerzo de guerra

1007
 REVISTA DE AERONA UTICA N6mero 312 Noviembre 1966
-
Y ASTRONAUTICA

nordvjetnamjta no parece haya disminuí-
do. La victoria no está a la vista y sólo
se puede esperar una guerra larga y cos
tosa.
Las elecciones del Congreso, ya muy
próximas se verán fuertemente influen
ciadas ior este SOmbrÍo panorama y la
mayor parte (le los políticos siguen en
focando el prol)lema de forma cautelosa.
La mayoría respalda con reservas la polí
tica del Presidente Lyndon B. Johnson.
La principal Oposición a la guerra proce
de actualmente de un pequeño grupo de
senadores, de cierto número de distingui
dos militares, de especialistas en tenias
del Lejano Oriente cine ahora se encuen
tran sin carteras ministeriales y de una
amplia parte de la prensa sindicada. Esta
oposición es incansable, determinada
articulada. En el presente, algunos de los
más prominentes portavoces han escalado
sus argumentos mucho más allá de lo es
crito en el pasado año. La discusión ló
gica está siendo sustituída por fuertes vi
tuperios. Por ejemplo, el columnista Wal
ter Lipprnan, en un reciente artículo pu
blicado en «Newsveek» predica que «la
Administración se ha disparado adorando
falsos dioses en su persecución del poder
mundial». Esto es mucho más fuerte que
una acusación aislada de que los Estados
Unidos se han convertido en un agresor
indeseable en Asia.
El aspecto más desagradable de estas
habladurías es la certeza de que muy
pronto se harán mucho peores. Los costes
(le la guerra vietnamita van en aumento.
Las bajas stifriclas por los Estados
Unidos en los últimos meses ascienden
por término medio a 600 entre muertos
y heridos. Si esta tendencia continúa, se
pueden pensar que habrá más de 60.000
bajas antes de las elecciones presidencia
les de 1968.
El desgaste está costando caro en pér
diclas dé aviones sobre el Norte. En los
últimos meses ha sido derribado por tér
mino medio un avión diario, lo que repre
senta un 25 por 100 más que el pasado
año. Si esto sigue así durante otros dos
años, la guerra en el Norte habrá consu
mido por lo menos 1.000 ó posiblemente
1.500 costosos aviones (le combate. Esto
representa, adoptando los cálculos norma
les del Pentágono, una pérdida de 3.000
a 5.000 millones de (lólares si se cuenta
el entrenamiento de los pilotos. Si se su
man los aviones perdidos en accidentes
ajenos al combate, el combustible, los re
puestos y otro material, el coste total de
la guerra aérea contra el Norte y contra
las líneas de abastecimiento en Laos, al
canzaría los 10.000 millones (le dólares en
el momento en que la nación iría a las
urnas en 1968.
A no ser que se produzca un cambio
espectacular en los acontecimientos, para
mejorar, la política de guerra será la do
minante en la elección de nuestro próxi
mo Presidente. Los gastos hasta 1968
y resultarán lo suficientemente moderados.
Pero cuando se hable de unos diez a vein
te años (le guerra, los votantes se exci
tarán. Las bajas se elevarán a centenares
(le miles y los gastos a muchos, muchos
miles de millones. Un conflicto (le diez
años costaría más del doble en (lólares y
vidas que lo que costó la guerra (le Corea.
Dos años más (le (lura lucha en jet
nam, sin perspectivas (le victoria, podrían
ser el aspecto más decisivo en la política
norteamericana (le nuestros (lías. incluso
nuestro sistema de (los partirlos podría
fraccionarse. Los principios básicos (le
nuestra política exterior después (le la
segunda guerra mundial se verán some
tidos a un fuerte ataque y los Estados
Unidos quizá se vean obligados a ceder
gran parte de su jefatura de los intereses
del mundo libre sobre grandes partes del
globo. Evidentemente, esto es lo que Ho
Chi Minh cree cjue ocurrirá si persevera
y se mantiene alejado de la mesa (le con
ferencias. Nada servirá para animar más
al mundo comunista.
El escenario para una lucha feroz en
la política (le los Estados Unidos está vir
tualmente montado. Jamás han sido tan
favorables las oportunidades para ejercer
la demagogia y la distorsión. Las repu
taciones políticas podrán edificarse en
los cimientos de
unas realidades duras,
desagradables e irrefutables de una larga
guerra de desgaste, como ya hemos co-

1008
Número 312 Noviembre
- 1966 REVISTA DE AERONA UTICA
f ASTRON’AUTICA

mentado. Partiendo de esto, el fuego po caer en un estado de incertidumbre y con

drá ser alimentado con eruditas discusio
nes de los expertos, que mantienen que
los ietnamitas representan una cultura
ajena que jamás podremos comprender
completamente, una cultura que debemos
dejar a sus propios deseos y a sus vecinos
más próximos.
Después, las emociones pueden ser ele
adas al rojo vi o pintando casi cualquier
cuadro que se desee de traición, negligen
fusión bajo el machaqueo de acusaciones
y contraacusaciones entre los <halcones>
y las «palomas» y los que quieren «echar
toda la carne en el asador» y terminar
y los que proponen una rápida pero «hon
rosa retirada». En un futuro no muy dis
tante, los otantes norteamericanos ten
drán que formarse su propia opinión so
bre qué política es la correcta. Con el
tiempo, todos ellos habrán de hacer su

7 P

131 caza F 5 tuvo za baatismo de fuego en Vietnam y demostró su combatividad. Sus

ataques contra objetivos norvietnamitas empezaron a finales de febrero último. En la
fotografío puede verse a tres F-5 después de repostar de combustible en vuelo, din
qirse a uno de sus objetivos en el Norte

cia criminal, cobardía, rapiña, ljrutaldad, propio in»entario basándose en lo que

trapacería política, camarillas, etc. Los leen, oyen y ven sobre esta compleja si
survietnamitas han sido citados en nues tuación a medio mundo de dislancia.
tra preisa y por arios americanos por Con base en un iaje de diez semanas
todas estas maldades. Las acusaciones en
qe hice al Vietnam en los primeros me
la prensa contra nuestro propio gobierno ses de este año, haré una sugerencia a
van desde ineptitud, estupidez y falta de aquellos que traten (le hallar una respues
habilidad en la elección de amigos apro ta. Aunque un viaje tan corto no hace de
piados hasta la acusación de complicidad uno un experto, sí proporcionó una opor
con los vietnamitas en sus crímenes y en tunidad para recorrer las cuatro áreas,
el bombardeo indiscriminado. desde Da-Nang, en el norte, hasta el san
Pocos americanos han logrado evitar tuario comunista (le Au-Xuyen en el ex-

009
REVISTA DE AERONA UTICA Número 312 Noviembre 1966
-

Y ASTRONAtJTICA

tremo meridional del Delta. Y ello hizo ¿Deseai lüs survietnamita nzstr ayudad?
posible que pudiese hablar con docenas
y docenas de personas en todos los nive Actualmente hay dos categorías princi
les de las organizaciones norteamericanas pales de americanos en Vietnam. El tipo
y vietnamitas. Cuando se está cerca, el más numeroso, con mucho, presta sus ser
cuadro de la guerra que se obtiene es muy vicios en las unidades importantes norte
cli fe re u te. americanas y tiene muy pocas oportuni
Puede simularse esta visión cercana en dades de mezclarse con los vietnamitas,
los Estados Unidos recordando que los excepto en los bares o cuando recorren
titulares de las primeras páginas en los tiendas cuando están con permiso. Son
periódicos muy a menudo no reflejan ya éstos los que dicen que los vietnamitas nos
la «cosa normal» en Vietnam como tam engañan y huyen en el combate. Estos son
poco lo hacen con las situaciones corrien los que preguntan: ¿Por qué estamos
tes en Estados Unidos. Lo insólito crea
noticias en todas partes y esta realidad
tiende a confundir a quienes tratan de
comprender la actividad y sentimientos
característicos de cualquier zona no fami
liar. No es extraño que los hechos nor
males de las operaciones militares y de
la actividad civil sean mal interpretados
no maliciosamente, sino por ignorancia de
detalles.
Pero recordando constantemente las
limitaciones de nuestro sistema de comu
nicaciones públicas y concentrándonos en
la comprensión de unos pocos aspectos
básicos, se puede llegar a un punto de
vista razonable sobre el Vietnam. Debe
darse respuesta a tres preguntas básicas.
Si no pueden contestarse positivamente
y con seguridad en sentido afirmativo, la
política de los Estados Unidos está ver
daderamente tambaleándose. Son estas
las preguntas:
(1) ;Desea la mayoría del pueblo
sudvietnamita la ayuda de los Estados El Servicio de Recuperación y Salvamento
Unidos? realiza numerosos y valiosos serviCiQspara
(2) ¿Están los Estados Unidos em rescatar a los pilotos y tripulantes drri bados
pleanclo su inmenso poderío militar clig n zonas ocupadas por el Vietcong.
namente, con apropiada restricción y evi
tando las bajas innecesarias en sus opera
ciones militares? aquí? Realmente muy poco puede hacer
(3) ¿Puede un ejército guerrillero ser esta gente para evitar las tensiones y los
derrotado con fuerzas relativamente con malos sentimientos que tradicionalmente
vencionales empleando las tácticas actual se producen entre las grandes unidades
mente utilizadas por los Estados Unidos? militares y la población local. Con inde
Estoy convencido que todas estas pre pendencia de su rendimiento en combate,
guntas pueden contestarse con un cate estos hombres no son una buena fuente
górico sí. Siendo esto cierto, resulta en de información a este respecto. Si uno se
tonces posible poner la mayor parte de fiase de los jóvenes soldados norteameri
los informes de Vietnam en su perspecti canos para formar una opinión de los in
va apropiada. gleses, franceses, alemanes e incluso com

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Número 312 Noviembre 1966
-
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONALTTICA

patriotas cercanos a las grandes bases en mismo que esto es una política de «gran
los Estados Unidos, la opinión sería sor restricción».
prendentemente baja. La realidad de los hechos es que no se
La otra categoría de americano está en puede igualar los tonelajes de bombas
una posición mucho mejor para conocer arrojadas sobre Vietnam con los de la Se
y evaluar a los vietnamitas. Se trata de gunda Guerra Mundial. La ecuación no
los hombres de las Fuerzas Especiales del significaría nada. Las ciudades y aldeas de
Ejército y de los asesores del Ejército, Vietnam no son destruídas como ocurrió
Marina y Fuerza Aérea que prestan sus en Europa. Hay un estrecho control en la
servicios en unidades vietnamitas; les selección de objetivós, tan sólo un pe
acompañan día tras día en sus operacio queño porcentaje de las bombas se lanzan
nes, comen con ellos, luchan con ellos y en las aldeas y en las zonas pobladas, y
todos, con mucha frecuencia, mueren con ello tras un estudio considerable y cuando
ellos. media una gran provocación. Con. altavo
ces y octavillas se advierte del bombardeo
Una de las formas más rápidas de ente antes del ataque. Controladores aére.os
rarse es preguntar a estos hombres por avanzados, que vuelan bajo y a poca ve
qué el Ejército sudvietnamita no combate locidad en pequeños aviones, guían a los
tan bien como el Viet Cong o por qué los cazas de ataque. Jamás han sido tan es
vietnamitas no se unen, olvidan sus dife trechamente controlados y lanzadas con
rencias internas y ganan la guerra si real tanta precisión las armas aéreas.
mente son anticomunistas.
El consumo de la mayor parte de las
No se pretende negar que existan serios bombas tiene lugar en la selva y en zonas
problemas en el Gobierno de Saigón o en de la jungla. La primera impresión que
la administración (le nuestra ayuda, ni tiene el visitante es que están siendo
nadie considera la reciente historia del malgastadas y así sería si se mira desde el
Vietnam como algo distinto a una serie punto de vista (le la Segtinda Guerra Mun
(le tragedias. Pero existen grados de tra dial. He sido testigo de muchas pruebas
gedia y es evidente que la gran mayoría de este hecho en varios vuelos con los con
(le los americanos que conocen mejor a troladores aéreos avanzados. En la zona
los vietnamitas (el 100por 100 de los que (le Quang Ngai, por ejemplo, donde el
he hablado) y también la gran mayoría de Vietcong está fuertemente atrincherado,
los sudvietnarnitas, piensan que una reti el territorio rebelde empieza a un par de
rada (le los Estados Unidos sería la tra millas del oeste de la capital de la pro
gedia definitiva y que superaría a todo lo vincia. Volamos sobre unos maravillosos
acontecido antes. Estos americanos creen valles verdes de aspecto próspero, llenos
que en estas circunstancias, los sudvietna (le granjas y ganado. Durante más de seis
mitas han dado muy buen resultado, que horas de vuelo sobre esta zona, no pude
es gente eminentemente valiosa y que hay ver otras trazas de guerra que no fuesen
esperanzas para el futuro. los campamentos fortificados de las Fuer
¿Están los Estados Unidos empleando zas Especiales y puestos avanzados del
su potencia dignamente? Ninguna acusa Gobierno arrasados por las llamas después
ción es tan penosa como la de que Norte (le haber sido asaltados por el Vietcong
américa se dedica a un bombardeo sin Ninguno de los pueblos ocupados por los
discriminación. Un reciente artículo de guerrilleros comunistas mostraba señales
James Reston, periodista del New York de daños. El controlador aéreo avanzado
Times al que usualmente se da crédito, es con quien volaba, dirigía los ataques aé
un buen ejemplo de esta opinión tan ex reos y todos eran contra chozas, mitad
tendida. Reston dijo: «El Presidente John ocultas en la jungla o contra senderos de
son ha lanzado más bombas al mes en montaña que iban hacia el Oeste aden
trándose en Laos.
Vietnam que el término medio mensual
de las arrojadas sobre Europa en la última Los vuelos realizados sobre otras partes
Guerra Mundial, y se ha convencido a sí del país ofrecían las mismas caracterís

1011
 REVISTA DE AERONAUTICA Número 312 Noviembre
- 1966
Y ASTRONAUTICA

ticas. Quien quiera que crea que se están siguiendo unidades enemigas y las zonas
destruyendo sistemáticamente o sin dis de descanso y puntos de almacenamiento
criminación las zonas pobladas de Viet son sistemáticamente destruídos por los
nam del Sur, tanto si están controladas ataques de bombardeos B-52 y por la ac
por el Gobierno como por el Vietcong, ción terrestre. Parece sólo cuestión de
está completamente equivocado. tiempo el que la fuerza principal del Viet
En las incursiones contra el Norte está cong y las unidades norvietnamitas sean
ampliamente extendida la creencia de que eliminadas.
la reciente escalada comprendía algo más Estas operaciones norteamericanas no
que los bombardeos a las zonas de depó se ajustan generalmente a los métodos
sitos de combustibles. La revista «News aceptados de lucha de guerrillas como, por
week», por ejemplo, informaba que el 95 ejemplo, los empleados por los ingleses en
por 100 de los objetivos militares en Viet Malasia, ya que el Ejército no está em
nam del Norte habían sido destruídos. peñado predominantemente en la limpieza
Esto es completamente falso. Las zonas de zonas, manteniéndolas libres de guerri
de los muelles de Haiphong siguen estan lleros del Vietcong y «pacificando» a es
do intactas. Tan sólo una de las grandes tos. La pacificación final es una operación
centrales eléctricas ha siclo destruída. El de tipo policial, en la ciue intervienen las
complejo de fábricas, cerca cíe Hanoi y fuerzas de seguridad locales contra los
Haiphong, no ha sido atacado. Los alma terroristas y unos programas para estimu
cenes e instalaciones (le carga para el lar la estrecha cooperación entre ciudada
transbordo cíe mercancías siguen en fuii nos y gobierno, tanto económica como
c jo na mi en to.
política. Los Estados Unidos separan las
Nadie pretende afirmar qtie en las gue operaciones militares contra el principal
rras, al igual que en otras empresas, que se ejército enemigo de la pacificación de los
cometen errores o que en la excitación del pueblos. Vietnam del Sur se convertirá en
combate jamás se producen excesos. Sin un lugar enteramente diferente cuando las
embargo, son preponderantes las pruebas fuerzas del Vietcong sean derrotadas, y
que los Estados Unidos siguen una pOlÍ esto parece posible citie ocurra en un plazo
tica de restricciones que se ejecuta con de dos años.
éxito.
Las tácticas norteamericanas son ntie-,
vas, porcue ninguna nación ha utilizado
¿Pueden las tácticac de los Estados Unidos gran número de cazas de ataque y helicóp
derrotar al T/ie’tconcj? teros contra las guerrillas. Todo indica
que estas tácticas y este equipo deten
Según muchos especialistas, los Estados clrán a los Ejércitos del Vietcong y pro
Unidos han lanzado a la lucha tanta po veerá una razonable posibilidad para pro
tencia aérea y terrestre en Tietnam del
ceder a la pacificación.
Sur que la guerra se ha convertido en
convencional más ciue en conflicto de La respuesta sí, a estas tres preguntas,
guerrillas. En cualquier caso, la victoria presenta un aspecto optimista sobre el re
del Vietcong que parecía inminente a sultado final de la guerra. Sin embargo, no
principios de 1965, ha quedado desvane puede haber optimismo sobre el precio
cida y los comunistas han sido resonante- final. No existe un atajo fácil. Mientras
mente derrotados en una serie de impor éste no sea aeptado por la mayoría de los
tantes batallas. Actualmente, es imposible americanos, nuestras crecientes pérdidas
para el Vietcong emprender operaciones desencadenarán ciertamente un gran ca
diurnas con experiencia de éxito. Los ata taclismo. político. De producirse una crisis
ques aéreos, que se asestan a los pocos así, las realidades de la situación vietna
minutos del aviso, han detenido esta clase mita podrían oscurecerse y la nación que
de operaciones. Las tropas transportadas daría á merced de la información falsa y
en.helicópteros están constantemente per de sus emociones.

1012
ATúmero 312 Noviembre 1966
- REVISTA
LA INVESTIGA ClON ESPACIAL, CLAVE
DEL PROGRESO TECNICO
I.—La. investigación, espacial.
La extraordinaria belleza. del Universo,
la complejidad (le los fenómenos que tie
nen lugar en el mismo, el drama de la
Humanidad empujada por una continua
necesidad (le evadirse de los limitados
confines de sus conocimientos, el deseo
del hombre de refugiarse con la imagi
nación en un mundo sin límites, el fasci
nante encanto de la aventura y el temor
del alma por haber osado desafiar las
leyes Divinas, han hecho que florezca
toda una literatura sobre el espacio que
va de las más antiguas y simbólicas fá
bulas y romances, a las realidades alcan
zadas hasta nuestros días.
Con toda seguridad, la imposibilidad
de poder definir con exactitud el moder
no concepto de «investigación espacial»,
sea el principal motivo existente para es
tablecer definitivamente los límites entre
lo abstracto y lo concreto, entre los sue
ños y la realidad, entre lo inverosímil y
lo inesperado...
Pero si el establecer tal definición re
sulta difícil, no ocurre lo propio para de
terminar que la investigación espacial
representa el más grande (le los esfuer
zos científicos y técnicos que nunca se
hayan realizado por la Humanidad para
aproximarse, más y más, a las fronteras
de su insaciable deseo de saber y conocer.
Realmente, la investigación espacial no
sólo estudia el espacio en sí al objeto de
sacar conclusiones que permitan estable
cer de forma categórica, los orígenes del
1013
DE AERONÁUTICA
Y ASTRONA UTICA
Por ETTORE GARGNOLJ
(De “Rivista A eronaaticaiAstronatica
IVfissilistica”.)
Universo, las leyes que lo gol.)iernan, el
principio de la vida y de la materia, etc.,
sino también el estudio y la realización
(le los medios y técnicas que conduzcan
al logro de tales objetivos.
Por tanto, se puede hablar de una «in
vestigación espacial fundamental», enten
diendo por tal las indagaciones y expe
riencias que se lleven a cabo para conse
guir un más exacto conocimiento cientí
fico de los problemas espaciales, y de una
«investigación espacial aplicada», vuelta
no sólo al mejoramiento de tales cono
cimientos, sino también a la adquisición
de la necesaria capacidadtécnica para re
solver los mencionados problemas.
¿Qué sectores interesan mayormente al
campo espacial? e
Es evidente que la ciencia y la técnica
espaciales deben preocuparse de realizar
equipos que, siendo lo más livianos posi
ble, den al propio tiempo la máxima se
guridad de funcionamiento con el mínimo
consumo de energía.
Pero esto sólo es uno de los aspeÇtos
del problema, pues además de los ingenios
que se quieran lanzar al espacio y poner
en órbita, es preciso realizar aquellos
otros que sirvan para transportarlos al
espacio en condiciones de extrema segu
ridad, así como los eficientísimos sistemas
de tierra para guía y control de misiles
y satélites, los ‘modernísimos laboratorios
de estudio, los perfectos sistemas para la
rápida recepción y automática iiiterpreta
ción de los datos emitidos, etc.
Todo ello significa que los hombres que
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA
trabajan en estos sectores—científicos
técnicos—deberán tener en cuenta que los
productos terminados alcancen la máxima
perfección técnica, lo que conducirá a un
indudable progreso tecnológico y cientí
fico que, con toda certeza, repercutirá en
todos los sectores de la actividad humana.
Evidentemente, aquellas industrias que
sean empleadas en un esfuerzo tan pode
roso, con capacidad para resolver proble
mas tan complejos, habrán alcanzado tam
bién más elevado nivel técnico respecto
a las no utilizadas, lo que viene a signi
ficar que cualquier país, por grande o pe
queño que sea, si ha dejado de partici
par en tal evolución, sufrirá inevitable
mente un subdesarrollo técnfco, pues su in
clustria no estará en condiciones de man
tener el ritmo ni el nivel técnico de la
(le otros países que pusieron a su servicio
hombres capacitados y emprendedores,
además de perfeccionados medios cientí
ficos y técnicos.
Se quiera o no admitir, lo cierto es que
el mundo del 2000 tendrá las caracterís
ticas y estructuras que determine el pro
greso alcanzado por la Astronáutica y la
investig-ación espacial—parte más avanza
da de la investigación científica—.
11.—La investigación espacial
en los Estados Unidos.
Recordemos que los Estados Unidos
destinan anualmente a la investigación es
pacial imponentes sumas que, en 1965,
fueron incrementadas hasta los siete mil
millones de dólares, de los que 5,2 se
asignaron a la N. A. S. A.
Como consecuencia de ello:
— La industria aeroespacial americana
ha llegado a ser, considerando el
número de personas que en ella tra
bajan, la primera de los Estados
Unidos, superando incluso a la del
automóvil y a la del acero.
— Se ha venido creando un poio de
atracción para científicos y técnicos
extranjeros que está empobreciendo
de «materia gris» a muchas otras
naciones.
— Se ha exaltado’ en grado máximo la
concurrencia entre las industrias, a
Número 312 Noviembre
- 1966
y fin de alcanzar las más altas metas
de la competencia, con el cada vez
más lisonjero futuro de la nación y
del bienestar de sus ciudadanos.
Realmente, en los Estados Unidos no
pasa un día sin que se patente un nuevo
invento o se halle la posibilidad de apli
car, en su aspecto práctico, los inventos
o adelantos tecnológicos obtenidos en
campo aeroespacial.
Para comprenderlo mejor, baste pensar
en los productos derivados de los progre
sos obtenidos en la microelectrónica, que
han sido ampliamente aplicados en todos
los campos de la actividad científica e in
dustrial de los calculadores electrónicos,
de los programadores, de los simulado
res, etc.
Parándose sólo a considerar los calcu
ladores electrónicos, a los que van asocia
dos los sistemas para la interpretación y
explotación de los datos, así como los de
control y verificación, se comprueba que
las ventas en 1965 ya tuvieron un creci
miento del 70 por 100 aproximadamente,
y tal tendencia va decididamente en au
mento por la enorme demanda existente
en el mercado mundial.
Para hacerse una idea exacta de esta
demanda, y como botón de muestra, oh
sérvese que sólo para los seis países rniem
bros del Mercado Común están previstas
adquisiciones por valor de dos billones de
liras para los próximos cinco años.
Verdaderamente, los progresos alcanza
dos en estos aspectos son asombrosos y
no existe la menor duda de que la causa
determinante de tales progresos hay que
buscarla en las imperiosas necesidades na
cidas de las actividades espaciales.
De ahí que por considerarse factores
comunes el volumen y el peso, el empleo
de cualquier conjunto en la investigación
aeroespacial, va determinado por la ne
cesidad de disponer de aparatos de redu
cidísimas dimensiones, cuyo funcionamien
to sea extremadamente seguro, ya que,
una vez lanzados al espacio, no existe por
el momento la posibilidad de repararlos
y, menos aún, de sustituirlos.
En efecto, si se observa que la seguri
dad de un conjunto es a su vez la de cada
uno de sus componentes, y que cualquier
1014
Número 312 Noviembre 1966
- REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONA UTICA

calculador está compuesto por varias de de un gigantesco esfuerzo científico y tec

cenas de elementos, se ve rápidamente nológico, que ha comenzado ya a dar sus
que para obtener una aceptable seguridad primeros frutos, que serán mucho más
de funcionamiento de todo el conjunto, notables y numerosos en un futuro pró
es necesario que la totalidad (le sus xim o.
componentes sean prácticamente perfec
tos (1). 111.—La investigación espacial en Rusia.
Dicha necesidad ha obligado a desarro
llar •técnicas tales como las de «estratos Aun contando con la falta de noticias
sutiles», de «semiconductores», de «cir para poder determinar con exactitud los
cuitos híbridos» e «integrados», y no debe fondos que Rusia destina anualmente a
estar lejano. el día en que se llegue al la investigación espacial, no es descabella
desarrollo de las « morfológicas». do pensar, dados los brillantes resultados
Ha sido preciso detenerse en el sector que ha obtenido en este campo, sean de
(le la microelectrónica tanto por conside una cuantía aproximada a la empleada
rar representa un problema altamente fas por los Estados Unidos si no superiores,
cinante como por su meteórico desarrollo, ya que si se observa que el nivel de des
que se observa a diario. arrollo técnico e industrial ruso era, y aún
Mas la microelectrónica es sólo un as hoy lo es, inferior al norteamericano, sólo
pecto del progreso técnico que, con toda se tienen motivos para opinar que los fon
seguridad, no será el más importante de dos asignados a la investigación espacial
los logrados por los Estados Unidos como en la Unión Soviética, sean ciertamente
consecuencia de la carrera del espacio. mayores.
¿Qué se puede decir de las nuevas téc En un sereno estudio (le las actividades
nicas utilizadas en la metalurgia, de los desarrolladas hasta ahora por ambos paí
progresos alcanzados en la industria quí ses y de la confrontación de sus cápsulas
mica y en los campos de la automatiza habitables más caracterizadas, las «Vos
ción, de la organización, etc.? Cada uno tok» y las «Gémini», se puede fijar con
de estos argumentos es merecedor de un bastante aproximación que los rusos:
largo estudio, que no es el fin perseguido — Se preocupan, ante todo, de obtener
en este trabajo. Ispectaculares y propagandísticos
Es un hecho, pese a que no todo el efectos.
mundo piensa de igual forma, que un sa — Han buscado siempre alcanzar los
télite no es sólo una especie de halón máximos efectos y resultados con el
—más o menos grande y de mayor o me mínimo esfuerzo.
nor interés científico y técnico—que gira
en el espacio, así como que un misil no — No han dedicado a la «microminia
es solamente un cilindro lleno de prope turización» la atención y abundancia
lente que arroja fuego por uno de sus ex de medios prodigados por los ame
tremos y sirve para lanzar al espacio. di ricanos, y ello, se deduce de que es
chos satélites, además (le para transpor tando en posesión de potentes misi
tar artefactos nucleares. Se trata de com les, como lo estaban, ponían en ór
plejísimas máquinas, totalmente automa bita satélites y cápsulas de peso y
tizadas, llenas de mandos hidráulicos, de dimensiones tales como para conte
aparatos electrónicos y de radio, de gi ner equipos imperfectamente califi
róscopos, termostatos y de un sin fin de cados como «convencionales».
otros instrumentos, que son el producto — Por falta de mercado internacional,
la industria no ha podido’ aprove
charse plenamente hasta ahora de
(1) Los circuitos «micrologic» de la Fairchild han los conocimientos alcanzados en el
dado los siguientes datos de seguridad: Sobre un total
de 70.000.000 componentes/hora, ha habido un índice campo espacial, al objeto de haber
de ineficacia del 0,00032 por 100 durante mil horas los podido explotar en aplicaciones
de funcionamiento, y en el programa «Apollo», sobre de carácter práctico.
50.000.000 componentes/hora y mismo tiempo de fun
cionamiento, sólo ha sido hallado un error. La investigación espacial en Rusia

1015
REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRONAUTICA
tomó rápidamente un significado concre
to al disponerse de misiles lo suficiente
mente potentes y seguros, dictados por
la necesidad de transportar bombas ató
micas y nucleares hasta territorio ene
migo.
Al inicio de los aflos 50, la situación.
po co más o menos, era la siguiente
— Los americanos habían miniaturiza
do ya sus bombas de un megatón,
con potencia suficiente para batir
cualquier objetivo (le carácter mi
litar.
— Los rusos habían también construí
do algunas bombas nucleares, pero
en estado rudimentario, si así puede
decirse.
Prácticamente, una bomba rusa era, en
peso y dimensiones, unas cinco veces ma
yor que la análoga en potencia americana.
Por ello, el problema que se presenta
ba a rusos y norteamericanos era de muy
diferente aspecto, pues mientras éstos pre
cisaban un misil (le potencia media con
los que lanzar sus artefactos atóniicos, los
soviéticos sentían la necesidad de un in
genio de elevada potencia. Estos misiles,
una vez iniciada la carrera por la conquis
ta del espacio, proporcionarían los prime
ros y sensacionales éxitos.
En la actualidad parece que el famoso
«gap» existente a favor (le los rusos hasta
finales del pasado afio en el campo es
pacial, está ya superado por parte de los
norteamericanos, pese a que los misiles
USA, salvo la introducción de algunas
mejoras en este período, son práctica
mente los mismos. Ello se debe sólo y
exclusivamente al excepcional desarrollo
alcanzado por las técnicas de vanguardia,
así como al empleo de tecnologías extre
madamente refinadas.
Como ejemplo, obsérvese el nuevo sis
tema realizado iara la producción (le ener
gía, como es el empleo de células de com
bustible ciue pesa1, aproximadamente, 1/4
(le un batería clásica.
No se trata con esto de negar la capa
cidad y actividad de los científicos rusos
por el contrario, estamos prontos a recti
ficar si, hechos concretos, demostraran lo
contrario. Lo que sí está fuera (le dudas,
1016
Núnero 312 IVoviefl?b?é 1966
-
es que si los rusos quieren estar al día— ¡e
indudablemente querrán estarlo!—, debe
rán realizar un supremo esfuei-zo no sólo
para hacerse con tales técnicas, sí que
también para hacerlas accesibles al sector
industrial del país.
Por tanto, no parece lejano el día en
que la industria rusa pueda aplicar, a gran
escala, los resultados científicos y técnicos
derivados de la investigación espacial, lo
que repercutirá en el mejoramiento de los
productos, en la disminución de los costos
y, como consecuencia de ello, en una
mayor concurrencia a los mercados inter
nacionales.
¿Qué hará Europa cuando, llegado di
cho momento, se encuentre «oprimida»
por ambos colosos?
Es obvio que esta pregunta debe hacer
meditar muy seriamente.
IV.—La investigaci6n espacial en Europa.
Europa, en 1965, destinó para la inves
tigación espacial alrededor de los 1.170
millones de dólares, o lo que es lo mismo,
la sexta parte de lo destinado por los Es
tados Unidos y menos todavía de lo em
pleado por Rusia, lo que hace pensar en
un declive técnico absoluto, si las cosas no
cambian en un futuro próximo.
Por otra parte, las pocas iniciativas eu
ropeas tomadas en el sector espacial, no
han sido lo suficientemente ilustradas, ni
oportunamente propagadas como para
encontrar a la opinión pública dispuesta
a aceptarlas.
El progreso técnico es tan rápido que
escapa a la mayoría de los hombres y, sal
vo los iniciados, no pueden apreciar el
grado (le incidencia que el conocimiento
y dominio (le las nuevas tecnologías ten
cirán en el futuro (le nuestras vidas y, por
tanto, en el (le las naciones.
Ya se ha dicho, pero se hace oportuno
recordar lo que una gran mayoría (le los
mortales piensa respecto de los satélites y
de los misiles.
Y el caso es que, exagerando mucho las
cosas, puede incluso estarse (le acuerdo
COn esta forma de pensar, pero es evidente
citie el estudio, proyección y realización
 REVISTA D AERC)NAUTICA
N’dniero .12 Noviembre 196 Y ASTRO7sAVTICA

Apenas el 0,05 por 100 bruto del producto

tanto ‘de un satélite como de un misil, son nacional, y esta cifra no precisa de crítica
cosas mucho más complejas y serias. Por
otra parte, un lanzamiento espacial exige, alguna, pues se comenta ella sola.
además de uña poderosa organización téc No obstante, es evidente que con asig
nica y científica en tierra, un desmedido nación tan modesta, no puede pensarse
esfuerzo por parte de científicos, investi que Europa enjugue el déficit existente,
gadores y técnicos, así como el empleo de respecto de rusos y americanos, en co
laboratorios y centros de estudio y cálculo. nocimientos y técnicas, por lo que se
Se trata, en suma, de lograr una ver condenará a’ Europa a representar papeles
dadera competición científica y técnica, y muy secundarios y, en el futw&, a ser vatsaLlla
no de un juego de niños, que es el mejor de la voluntad ajena’ y esclava de las posibi
estimulante para el progreso, verdadero dades que quieran ofrecerle.
generador de bienestar y prosperidad. Se acaba de aludir a las posibilidades de
Otro error viene siendo el de detenerse ofertas de colaboración científica y téc
a examinar el importe de los programas nica, de misiles, de licencias, etc., pero
espaciales europeos antes que estudiar los todo ello significaría una casi completa——
resultados prácticos que de ellos se pue si no total—renuncia a desarrollar cual
den derivar o, más aún, el nivel científico quier política espacial autónoma, por los
y tecnológico por alcanzar. contrastes de intereses que de ella se de
rivarían.
Y en este punto, surgen espontáneas las
siguientes preguntas: ¿Por qué gastar Como es bien sabido, los programas es
tanto dinero en la investigación espacial paciales europeos pueden dividirse en dos
cuando existen tantos problemas—falta categorías: los integrados (ELDO-ESRO)
de escuelas, hospitales, carreteras, etcé y los nacionales (inglés, francés, italiano,
tera—por resolver en nuestro planeta? alemán, etc.).
Cualquiera que haya visitado Rusia o Los programas E.LDO y ESRO, son
1 o s Estados Unidos, pongamos como ya lo suficientemente conocidos como para
ejemplo, sabe que tales. problemas existen volver sobre ellos de nuevo pero, no obs
y, sin embargo, emplean en la investiga tante, y aunque sólo sea en forma resu
ción espacial el 1,1 por 100 bruto de la mida, diremos que el programa ELDO
producción nacional. (European Launcher Development Orga
nization) está suscrito’ por seis naciones
A este respecto se puede añadir que si europeas (Inglaterra, Italia, Francia, Re
ninguna crítica puede hacerse de la Unión
Soviética, donde los gastos vienen ini- pública Federal Alemana, Bélgica y Ho
puestos por el Kremlin y los ciudadanos landa) y por Australia. Tiene por objeto
se ven obligados a sufrirlos calladamente, la construcción de proyectis espaciales
no puede decirse otro tanto de los Esta y los correspondientes equipos de concep
dos Unidos donde el Congreso y la opo ción europea, así como el desarrollo de las
sición ejercen una acción de control muy tecnologías espaciales en Europa.
eficaz, (le lo que se deduce que la opinión Por su parte, el programa ESRO (Eu
pública norteamericana está vivamente in ropean Space Research Organization)
teresada en la cuestión y piensa, con justa está suscrito por doce naciones europeas
razón, aparte l estímulo que pueda re (las seis del programa ELDO, más Aus
presentar la carrera empeñada con la tria, Dinamarca, España, Noruega, Suecia
Unión Soviética, que los esfuerzos que y Suiza). Prevé una actividad de investi
realizan en .el campo espacial, les permiti gación científica que comprende, princi
rá alcanzar resultados prácticos extrema palmente, el estudio y la construcción de
damente interesantes en los aspectos cargas para cohetes sondas, de satélites y
técnicos y científicos, de los que se bene sondas espaciales que contengan aparatos
ficiará toda la industria norteamericana científicos suministrados por los Estados
y redundará en el progreso y bienestar de miembros, la selección y análisis de los
la nación. datos, la difusión de las informaciones, et
¿ñé asta’,p’ó•r el contrario, Europa? cétera.

1017
 REVISTA DE AEROJ’.AUTICA
Y ASTRONAUTICA
Como se ve, la idea es buena, pero estas
dos organizaciones—y no una como acon
sejaría la lógica—., llevan una vida tau
penosa, por razones de carácter político,
como para temer por su existencia.
Los escasos recursos económicos dispo
nibles para las indtistrias, son ávidamente
disputados por los miembros de las or
ganizaciones y no siempre destinados al
mejor uso.
Además, y por si esto fuera poco, no
existe ninguna cohésión entre ambos pro
gramas, lo que crea otros problemas no
menos importantes.
En los programas nacionales europeos.
las cosas van todavía peor si se exceptúa
el francés, que responde a una lógica evi
dente y que tiende, además, de modo ra
cional, a hacer que la industria y la ciencia
francesas puedan, si bien a cierta distan
cia, mantener el ritmo con la rusa y la
americana.
Tales programas que, bajo muchos as
pectos son altamente apreciables, no re
presentan más que loables tentativas para
encajarse en la actividad espacial. Por
otra parte, estos programas son incohe
rentes entre sí y cada nación tiende a
desarrollar sus temas que, por los escasos
recursos que le son destinados, quedarán
en simples tentativas con el correr de los
años.
Por ello, si no prende rápidamente
los Gobiernos europeos la necesidad de
participar más decididamente en la inves
tigación espacial, destinando a esta acti
vidad las sumas necesarias para llegar a
crear una especie de NASA europea y a
formular programas coherentes en los que
se haga converger los niveles científicos
y técnicos que se pensaba alcanzar, suce
derá—notablemente aumentado—lo que
acontece actualmente a la industria aero
náutica que, después de años de predomi
nio absoluto, ha terminado por dar paso
a la más intrépida industria americana,
relegándose a un segundo plano, hasta
cierto punto humillante.
V.—La investigación espacial en Italia.
Italia participa en la investigación es
pacial a través de los programas integra
Nímero 312 Noviembre 1966
-
dos E.LDO y ESRO, y del nacional «San
Marco».
Con relación al gasto, contribuye en
cada uno de ellos como sigue:
— Programa. ELDO: Con el 9,78 por
100 del total, contra el 38,79 por 100
de Inglaterra, el 23,93 por 100 de
Francia y el 21,01 por 100 de la Re
pública Federal Alemana.
— Programa ESRO: Con el 10,5 por
100 del total, calculado sobre la base
de la renta nacional.
— Programa nacional “San Marco”: In
tegramente si se excluyen los mi
siles y materiales suministrados por
la NASA.
En total, Italia prevé un gasto hasta
1970, para los tres programas, de 35/40
mil millones de liras, de los que unos 12,5
mil millones (1) irán a arar al Programa
ELDO en cinco años; otros 20 mii mi
llones, en ocho años, al Programa ESR.O,
y, aproximadamente, 4 mil millones que
darán para al Prograrha «San Marco»,
lara cuatro años.
Lo que viene a representar una media
anual, para la década 1960/70, de unos
5/6 mil millones de liras.
Ahora bien, si se tiene en cuenta que
los gastos efectuados hasta ahora por el
país en los programas auropeos, regre
en san casi por completo a Italia bajo forma
de pedidos a la industria, se puede afir
mar que tales inversiones son altamente
productivas por cuan’to, además, permi
ten a los científicos italianos asomarse a
esta nueva actividad, y a la industria no
sólo adquirir las nuevas técnicas, sino
convertirse en más competitiva en ciertos
particulares sectores.
Naturalmente, todo ello no se traduce
a numerario, pero. el mismo hecho de que
en las cercanías del Aeropuerto Urbe se
haya podido construir un modernísimo
centro aeroespacial regido conjuntamente
por la Universidad de Roma y por la
Aeronáutica, así como que las industrias
más importantes se hayan podido moder
(1) Posiblemente, tal cantidad deberá ser aumen
tada, ya que el programa RLDO vendrá a costar más
de lo previsto en un principio.
1018
Número 312 Noviembre 1966
- REVISTA DE AERONAUTIÓÁ
nizar con nuevas instalaciones de trabajo
e investigación, y que se hayan organi
zado núcleos de ingenieros, científicos y
técnicos que trabajan asiduamente en el
sector espacial, recogiendo preciosa infor
mación técnico-científica que dará innega
bles frutos en un futuro próximo, trae
como consecuencia que los gastos reali
zados hasta ahora han producido ya re
sultados altamente satisfactorios.
Si a tales ingresos, visibles e invisibles,
se añaden los que se derivan del Polígono
(lel Salto di Quirra poi- parte del Progra
ma ESRO, el panorama adquiere un más
consistente aspecto positivo, ahuyentando
cualquier sombra que pudiera subsistir
sobre la oportunidad y la necesidad de
que un país como Italia deba o no parti
cipar en la actividad espacial.
Y cuando se habla de tal tipo de acti
vidad, no puede pensarse limitarla tratan
do sólo de satélites, pues del mismo modo
cine no se puede hablar de aviones y auto
móviles sin pararse a pensar en células,
carrocerías, motores y accesorios, tampo
co se puede hablar de investigación es
pacial si, de entrada, se renuncia a hablar
de los misiles, de los accesorios y de toda
la organización de tierra que lleva con
sigo.
Excluir los misiles de la actividad es
pacial, significaría limitar el campo de la
investigación en su punto de más alto in
terés técnico, ya que un misil es un. con
junto armónico, de extrema precisión,
automático, cuyos componentes deben ga
rantizar, con docilidad y absoluta seguri
dad, los momentos más crítiéos, cuales
son el despegue, la separación de las fa
ses, la puesta en órbita (le las cargas
transportadas, etc.
E.s lamentable que, aparte de aquellos
que pertenecen a un sistema de investi
gación espacial, sean pocos los que se den
cuenta de la complejidad y de las dificul
tades que existen en la coordinación de
un lanzamiento, así como de la grandiosi
dad dé los elementos necesarios pára su
ej ecuión.
Cada posibilidad de error humano debe
ser suprimida, y ello lleva consigo una
sucesión de rigurosas pruebas, cuidadoso.s
controles, complejos automáticos y, en
suma, una perfecta organización.
1O9.
Y ASTRONALJTICA
Es cierto que hacer funcionar a la per
fección, en un momento dado, cada uno
de los componentes de la organización
puede resultar hasta fácil, pero contraria
mente y por los motivos que es obvio’ se
ñalar, es bastante difícil tratar de poner
en perfecto funcionamiento tan imponen
te máquina, por lo que, para satisfacer
esta imperiosa necesidad, la ciencia y la
técnica no encuentran un sólo instante de
reposo, renovándose continuamente hasta
alcanzar la cima de la más alta perfec
ción.
Ello’ ha motivado el nacimiento de la
industria científica que, con sus descubri
mientos, dará vida al mundo del mañana.
Dejar, por tanto, de interesarse de los
misiles como de su organización de tierra,
significaría cometer un gravísimo error;
un evidente signo de cegtiera mental.
Cierto que ello no obliga, de momento,
a pretender la inmediata construcción de
misiles tipo’ «Titán» ni «Saturno», pero
sí al establecimiento de programas cohe
rentes y factibles, armonizando las nece
sidades con las posibilidades del país.
Americanos y rusos han dotado ya a
sus satélites «Transit» y «Cosmos» de pe
queños motores nucleares, lo que viene a
representar el primer paso hacia la utili
zación masiva de esta fantástica forma de
energía. Y a este respecto’, cabe pregun
tarse: ¿No son las fuentes de energía,
además de la capacidad técnica e indus
trial, las que forman la riqueza de los
pueblos?
Si se observa que contra las 900 y más
industrias norteamericanas comprometi
(las solamente en el proyecto «Apollo»,
existen en Italia unas treinta interesadas,
apenas marginalmente, en cuestiones es
paciales, se comprenderá fácilmente cuál
es el camino que queda aún por recorrer
para adquirir, siquiera sea de forma so
mera, el conocimiento de los problemas
relacionados con el espacio.
Por consiguiente, se hace preciso poner
en manos de nuestros investigadores, cien
tíficos, ingenieros y técnicos, la posibili
dad de que también ellos puedan vivir
esta maravillosa aventura . d e nuestra
época.
Con ello evitaremos su dispersión y,
 REVISTA DE AERONAUTICA Número 312 Noviembre
- 1966
Y ASTRONAUTICA

sobre todo, no limitaremos ni su inicia Pero lo que parece preocupar más al

tiva ni sus posibilidades, creando así las
premisas para un futuro más justo y hu
mano.
VI.—Reflexiones sobre la investigación
espacial en el aspecto militar.
Nacinvien to de las Fuerzas- A croes paciaTes.
En un artículo aparecido el pasado año
en el diario moscovita «Izvestia», el au
tor, Coronel Go.lyshev, se lanza contra los
llamados países capitalistas, y en particu
lar, contra los Estados Unidos de Améri
ca, acusándolos de desarrollar una activi
dad dirigida a apoderarse del espacio para
fines militares, y de este modo poder ejer
cer un papel predominante en este nuevo
teatro de operaciones.
Según dicho artículista, las autoridades
militares norteamericanas prevén el lan
zamiento al espacio, durante los próximos
15 años, de un millar de satélites (le doce
diferentes versiones, entre los que se en
cuentran una serie de «Samos» (1) y sus
derivados, todos de concepción puramente
militar.
Como es sabido, los «Samos», famosos
satélites espías que han sustituído a los
aviones U-2, pueden tomar fotografías a
objetivos de apenas 16/20 metros cuadra
dos (le extensión, desde excepcionales al
turas, por lo que están en condiciones de
(lescubrir y definir la exacta ubicación (le
plataformas para lanzamiento de misiles
intercontinentales, de nuevas bases, aéreas
y submarinas, así como de ejercer un efi
ciente control (le tráfico en las aerovías.
meiicioiado autor soviético es:
— Las sumas ordenadas por el Pentá
gono para la investigación (1/4 del
total asignado para la Defensa).
— Los experimentos con fines milita
res llevados a cabo por los tripulan
tes (le las cápsulas «Géminis», y
— El programa MOL. (Manned Orbi
ting Laboratory) de la USAF, que
permitirá la creación (le puestos de
mando en el espacio, la intercepta
ción de satélites enemigos y el lle
var a cabo una laboriosa acción (le
re cono cimiento.
No es la primera vez, ni será la última,
que los rusos reprochan a los norteame
ricanos el quererse adueñar del espacio
para fines militares, pero tampoco resulta
difícil hallar en revistas y publicaciones
estadounidenses idénticas consideraciones
respecto de los rusos.
La verdad es que, pese a afanarse am
bos países en repetir hasta la saciedad
que el espacio debe ser explotado y uti
lizado sólo para fines pacíficos, no pue
den por menos que valuar la enorme im
portancia que el espacio ha adquirido, y
asumirá en el futuro, a los fines militares,
y se comprende que no es posible echen
en olvido este aspecto, dedicándole lógi
camente la atención que por su impor
tancia merece.
La realización práctica de las estacio
nes interplanetarias está más próxima de
cuanto se podía prever, pero antes (le que

(1) Otros satélites a los que se refiere el Coronel «TRANSIT».—Satélites que forman parte de un
Golishev, son: sistema espacial operativo de la USNavy. Estos fun
cionan con energía nuclear, utilizando generadores ter
— «SECOR» (Sequential Collation of Range moeléctricos de plutonio SNAP de 9 amperes 25 W
Construído por la CUBIC por encargo de la «Intelli «0V2».—Satélite de la USAF para investigación
gence and Mapping Research Development Agency» espacial.
para la realización de investigaciones geodésicas. Este
satélite puede llevar a cabo mediciones geodésicas so — «ICBM . ALARM» (antes «Midas»). —. Satélite
«eariy warning» para descubrir lanzamientos de misiles
bre la Tierra desde una altura de 1.000 kilómetros, con ICBM por medio de rayos infrarrojos (Programa
la precisión de 30 metros. Por tanto, puede servir 239/A de la USAF).
para la construcción de cartas topográficas de las más
importantes bases de Rusia y países satélites. — «MILITARY COMMUNICATIONS SATELLI
TE» (Programa 369).—Será sustituído por el «Pro.
— «TIROS».—Satélíte meteorológico para la reali grama Avanced Communícations Satellite» que entrará
zación de previsiones meteorológicas del globo terrá en fase operativa en 1968.
queo. El total de «Tiros» lanzados al espacio hasta la — «SATELUTE INSPECTOR».—Programa 706
fecha, han enviado unas 500.000 fotografías con datos. de la USAF.

1020
Número 312 Noviembre 1966
-
REVISTA DE AERONA UTICA
Y ASTRONAUTICA

ello suceda, el espacio habrá sido utiliza orbitales y dos (1) de ellos salieron, en
do para fines militares, aunque sólo sean pleno vuelo, de sus respectivas cápsulas
de tipo defensivo como reconocimientos, en paseo espacial; satélites de comunica
vigilancias, control de eventuales activi ciones han permitido ver en directo acon
dades ofensivas del enemigo, descubri tecimientos que tenían lugar a miles de
miento de rampas de lanzamiento de mi kilómetros; satélites meteorológicos reali
siles, actualización de cartas topográficas. zan precisas previsiones del tiempo, et
e t cé te ra. cétera.
Además, los sucesivos perfeccionamien Y, aun cuando esto pueda parecer sufi
tos que se vayan introduciendo en las ciente ior tanta maravilla conseguida,
cápsulas habitables, ya sea por lo que debe pensarse que con ello sólo han siclo
respecta a su pilotaje, ya al confort que (lados los primeros pasos de un largo ca
ofrecerán a los astronautas, o a sus mayo mino, así como que la investigación espa
res dimensiones, harán que en un futuro cial y la tecnología a ella asociada, están
próximo, las más significativas actividades aún en estado embrionario.
de las Fuerzas Aéreas, se trasladen al es El problema más inmediato por resolver
pacio, asumiendo éstas una particular es el de prever cómo serán los períodos
fisonomía que, ciertamente, modificará su próximos y cuánto tiempo deberá trans
actual apelativo de «Fuerzas Aéreas» por currir antes de que esta fascinante aven
aciuél más preciso de «Fuerzas Aeroespa tura alcance su mayoría de edad.
c jales».
Volviendo la mirada, observemos a las
cine podría considerarse como padres de
VII .—Conclusiones. esta nueva actividad la Aeronáutica y la
« inisilística».
Apenas han pasado poco má (le nueve Menos (le cincuenta años han sido sufi
años desde que el primer satélite artificial
cientes para, desde el «milagro» de los
de la historia, el «Sputnil. 1», fuese puesto hermanos Wright, llegar a las maravi
en órbita (4 (le octubre de 1957) y nadie llosas realizaciones aéreas de nuestros
hubiera podido prever que en tan breve
(lías, y menos aún—unos veinte años—
espacio de tiempo se alcanzarían tan ini-
portantes progresos en el campo espacial. para, desde las V-2, lograr tan fantásticos,
potentes y seguros misiles como los «Ti
Y efectivamente, nadie, ni aun los más tán» y «Saturno» americanos, y sus simi
entusiastas y optimistas expertos, habría lares soviéticos.
aventurado entonces que para poder pen Resaltemos también el influjo que la
sar en desarrollar cualquier actividad es
investigación, la técnica, la tecnología y la
pacial sería necesario disponer de, por lo misma aeronáutica, han tenido durante
menos, diez años de laboriosas investiga
estos últimos años en otros aspectos de la
ciones y estudios.
vida conio, ejeniplo, en el científico,
Y ¿cuál ha sido la respuesta? en el industrial, en el comercial y, sobre
El límite mínimo previsto ha sido larga tcdos, en el del bienestar de los pueblos.
mente acortado y, además, antes de que Por todo, es de resaltar en grado sumo,
la década terminara, nació la segunda ge aun cuando con ello se peque de macha
neraciól1 de satélites de reconocimiento, conería, ciue la cuestión es extremada
de comunicaciones y meteorólogos, entre mente seria, y se cometería un grave error
otros. si, por no mirar adelante, se dejara morir
Así, pues, hasta el momento, más de el espirítu de iniciativa de los científicos
500 satélites y cápsulas tripuladas han y técnicos europeos, en cuyo caso, los go
sido puestas en órbita terrestre o extrate
rrestre entre los Estados Unidos y la (1) NOTA ou R. un A. y A.—Este artículo está
Unión Soviética, en la proporción de 3/2 escrito con anterioridad al lanzamiento de los «Gémi’
a favor de los norteamericanos; una vein nis X y XI», por lo que la cifra de 2 hoy no es co’
tena de astronautas han efectuado vuelos rrecta.
1021
 REVISTA DE AERONAUTICA Número 312 Noviembre 1966
-
Y ASTRONAUTICA

biernos del viejo continente que persistan niendo en cuenta las justas aspira
en su ceguera, podrán ir entonando el ciones de los centros de estudio y de
«mea culpa», cuando en los próximo 5/10 invéstigación científica.
afios vean cine la concurrencia a los mer
cados mundiales se exacerba y las indus — Desarrollar oportunas acciones de
trias de los países europeos que represen propaganda e información, al objeto
tan, no tendrán la más mínima posibilidad (le tener despierta la atención de los
de competir. hombres de gobierno, científicos, in
vestigadores y de industria, sobre los
Ciertamente el camino es largo pero,
problemas espaciales y sobre el al
Precisamente por ello, parece es llegado cance que la actividad espacial ten
el momento de las decisiones, entre las
drá en el futuro de la nación.
que cabría tomar:
— Sensibilizar al personal de la aero
náutica militar, a fin de que sigan
De ámbito europeo:
más de cerca y con mayor interés los
diferentes aspectos de la actividad
— Concentrar la actividad espacial eu
espacial.
ropea en un único ente que se en
cuentre en condiciones de asumir Con todo lo que antecede, hemos inten
toda la responsabilidad directiva y taclo condensar en pocas páginas los con
que, al propio tiempo, despliegue ceptos esenciales que interesan hoy de la
hacia los diversos gobiernos una efi investigación espacial, pero aún queremos
caz acción de estímulo y propaganda resurnirla más, para finalizar, senalanclo
dirigida a garantizar, del mejor — La necesidad absoluta de que todos
modo posible, las exigencias de cien los países, por pecluefios que sean,
tificos, investigadores y técnicos, narticipen en la investigación espa
evitando así su marcha hacia otras cial, dado el enorme alcance que ten
naciones que puedan satisfacer me clrán sus resultados en el futuro
jor sus intereses y aspiraciones. bienestar de los pueblos.
— Definir mejor los programas, hacién — Que la investigación espacial ejerce
dolos coherentes entre ellos y for una fascinante atracción sobre los
mulándoios de tal modo que eviden jóvenes, por lo que es exasperante el
cien los principios científicos sobre incomprensible riesgo de perderlos,
los que se basan; las investigaciones
caso de no encontrar en su propio
que se intentan efectuar y, lo que país las posibilidades que satisfagan
es más importante, los niveles técni sus justas aspiraciones.
cos que se quiere alcance la industria
e u ro p ea. — Que la industria de un país qtie ig
nore las técnicas de vanguardia ín
timamente ligadas a la investigación,
De ámbito nacioijl: espacial, está destinada a una pro
gresiva (lecadencia que determinará,
— Confiar a un único ente la dirección, inevitablemente, la condena (le su
tanto de la actividad espacial nacio
nal como de la que se desarrolle en país a ejercer el papel (le «sul)des
arrollado técnico».
cooperación con otras naciones—eu
ropeas o no—, a fin de centralizar Por lo que se refiere al especto militar,
esfuerzos y obtener los máximos auguramos vivamente que la investigación
resultados con el mínimo gasto. espacial, aun dirigida al empleo del espacio
— Definir los programas nacionales para fines militares, puede crear en tan
para hacerlos armoniosos y, además, nuevo elemento las condiciones ideales
compIemeitarios de aquellos (les Iara comprender mejor lo absurdo de las
arrollados en el campo internacional. luchas entre los hombres, así como que
éstos, una vez arriba, más cercanos a
Definir los temas n relación a los Dios, se unan en fraternal abrazo para
niveles técnicos que se quieren hacer gozar de las joyas situadas por El en el
alcanzar a la industria nacional, te- LTiiiverso.

1022
 REVISTA DE AERONAUTICA
Número 312.- Noviembre 1966 Y ASTRONAUTICA

EL SATELITE
METEOROLOG
“NIMBUS
II”

L0 meteorólogos europeos que trabajan

con el satélite meteorológico «Nimbus II»
de dos a tres semanas, en vez del actual
límite de unos pocos días.
están colaborando en el desarrollo de la El «Nimbus II» fué construído- por- la
futura tecnología, -necesaria para predecir División de Misiles y Espacial de la Ge
el tiempo con semanas de adelanto. neral Electric de los Estados Unidos.
Equipos meteorológicos en Francia, Lanzado el 15 de mayo último, el «Nim
Alemania Occidental, Reino Unido, Ho bus II» ha sido- ya descrito por los técnicos
landa, Dinaniarca, No-ruega y Suiza, reci del observatorio Go-ddard como el de ma
ben muchas de las 3.000 fotografías que el yor éxito.
vehículo espacial norteamericano trans Este satélite se ajusta idealmente a su
mite cada día. Por lo menos 150 estaciones papel de investigación y desarrollo, debido
terrestres en 27 países recogen las foto a su gran carga útil de equipo- experimen
grafías meteorológicas diurnas y noctur tal y a su exclusivo sistema de estabiliza
nas, enviadas por el satélite. ción de tres ejes, proyectado por la
El «Nimbus II», el mayor d.e los saté General Electric no rt eamerican a, qn e
lites meteorológicos hasta ahora lanza mantiene sus «ojos» siempre dirigidos ha
dos, supone un importante paso hacia el cia la tierra desde su órbita de 1.3O0.lil-
desarrollo de un sistema meteorológico metros. Con s u s 410 kilogramos, el
glolal. vehículo espacial pesa 3 kilogramos más
ue el. <Nimbus I».jos satélites futuros
Los meteorólogos confían en que las de la serie «Nimbus» transportarán cargas
enseñanzas que se desprendan del «Nim útiles todavía más pesadas.
bus» servirán para dar forma a una red
mundial de satélites meteorológicos, de -La carga- útil del «Ii.Embus II» compren
comunicaciones y computadores para
-
de cámaras para el levantamiento de ma
1970. El objetivo de una red de esta na pas regionales y configuraciones meteoro
turaleza es predecir con precisiófl las con lógicas a gran escalar .y equipo de medició)n
diciones meteorológicas con in adelanto de la radiación para investigaJQeÇ4T

1023
 ÍtE VISTA DE AERONAUTICA Número 312 Noviembre 1966
Y ASTRO7AUTIcA -

Una. vista de la zona del Mediterráneo que muestra claramente a Italia, EspcÁia y el
Norte de Afrka tomada a 700 millas de altitud por el satélite dela NASA “Niinbus II”.

tura atmosférica q u e rodea el globo. Radiómetro (le infrarrojos de Alta Reso

El equipo de cámaras se compone de lución (HRIR). El AVCS incluye tres cá
un Sistema Avanzado de Cámara Vidicon maras (le televisión que toman imágenes
(AVCS), dispositivo para la Transmisión a gran escala, más una grabadora magne
Automática de Imágenes (APT) y un tofónica para almacenar las fotografías

1024
Nimero 312 Noviembre 1966
- REVISTA DE AERONAUTICA
Y ASTRO7’ZAUTICA

hasta tanto son transmitidas a las esta cionar la respuesta a las tendencias me
ciones de control de Fairbanks (Alaska) teorológicas a largo plazo y a los cambios
y Rusman (Carolina del Norte). El AVCS (le clima.
toma una nueva fotografía cada 91 se Un grupo (le la Cooperación Meteoro
gu n dos. lógica internacional ha recomendado se
El sistema APT transmite una fotogra realicen más experimentos meteorológicos
fía diurna a las estaciones• terrestres carla globales. Uno de estos conceptos emplea-
208 segundos y normalmente una de es ría una combinación de satélites meteoro
tas estaciones puede recoger alrededor de lógicos, con sensores a bordo de globos
tres fotos cada vez que el «Nimhus 11» (le altitud constante, boyas oceánicas y
pase sobre su zona. El HRIR envía imá estaciones terrestres.
genes nocturnas (le capas de nubes a las El tercer satélite «Nimbus» experinien—
estaciones terrestres y asimismo mide las tará este concepto en 1967. El Centro Na
temperaturas de la parte superior de las cional (le Estudios Espaciales (CiES)
nubes. (le Francia proyecta colaborar con la
Las estaciones terrestres en Europa y NASA pai el desarrollo del sistema fran
en cualciuier otro lugar difieren en coste (le observación meteorológica mmi-
según su equipo; lero las mismas pueden dial (EO’LE), que también empleará glo
obtenerse comercialmente por unos diez bos y satélites.
mil dólares. La General Electric. (le Estados Uni
No obstante, algunos técnicos han cons (los, Con mayor experiencia en el desarro
truído sus propias estaciones terrestres llo (le los complejos satélites sin tripular
por sólo 1.000 dólares. Además de la ini CliC cualquier otra compañía cii el mtindo,
portancia que supone la permanencia a y con sus vehículos espaciales «Nimbus»,
largo plazo del «Nimbus», resulta de in está ayudando a ponel los cimientos a
mediato beneficio por colocar a todas las esta labor futura.
partes del mundo bajo una observación Además de ampliar los conocimientos
diaria regular que permite la rápida ela mundiales (le las condiciones atmosféri
boración de los datos necesarios para las cas, la información del «Nimbus» es em
predicciones meteorológicas. pleada en geología, levantamiento (le ma
Una nueva pieza de quipo a bordo del pas topográficos, en zonas forestales, re
«Nimbus II» es un Radiómetro de mfra- conocimiento (le acumulación de hielo,
rojos de Resolución Media (MRIR), que hidrología y oceanografía. Por ejemplo,
mide el equilibrio de calor de la Tierra. la información transmitida ior el «Nim—
Significa esto ciue detecta la cantidad bus 1» hizo cambiar de lugar en el mapa
de rayos solares que la Tierra retiene en una montaña. Sus fotografías (le la An
su atmósfera. Ello es muy importante, ya tártida obligaron a los cartógrafos a co
que lás meteorólogos creen que esta in locar de nuevo, a unos 80 kilómetros más
formación puede servir para explicar el al oeste, una montaña (le 3.000 metros de
nacimiento y muerte de las tormentas. Se altura. Algunos expertos consideran que
sabe que existen puntos de calor que se las fotografías infrarrojas pueden también
mantienen sobre ciertas zonas de la Tie ser (le gran valor para la predicción de
rra, aunque sigue siendo un misterio el erupciones volcánicas e inundaciones.
papel que desempeñan en la formación Cuando los científicos descubran lo que
de situaciones atmosféricas tipo. origina las condiciones atmosféricas, la
El <Nimbus II» y otras versiones más siguiente mcta consistirá en aprender a
avanzadas de este satélite de la General modificarlas y a amoldarlas a nuestros
Electric norteamericana, pueden propor pro.pios deseos.

1025
REVISTA DE AERO7’ZAUTICA
Y ASTR07-AUTICA
Di &¿ ¿
TEXTOS INTERNACIO
NALES SOBRE EL
ESPACIO, por el doctor
Luis Tapia. Salinas y el
doctor J. López Gutié
rrez, Li. M.; de la Sec
ción de Derecho A ero-
náutico y del Espacio
(Instituto “Francisco de
Vitoria”, Madrid), del
Consejo Superior de In
vestiqaciones Científicas
‘ Ministerio del Aire. Un
volumen de 600 páginas
y de 16 por 21 cnis, edi
tado por Gráficas Virgen
(le Loreto. Madrid.
Verdaderamente que ya el
solo hecho del intento de un
libro en materia del espacio,
puede ser considerado casi como
un atrevimiento, que sólo pue
de tener justificación (con pa
labras del propio autor) por
representar lo que esta obra
que viene a llenar un hueco
con una labor resumen, selec
ción y facilitación para su uso
por aquellos que aquí encon
trarán reunido lo hoy esparci
do y disperso. Esta es eviden
temente la faceta. que se ha
procurado conseguir y que sin
duda se ha logrado plena
mente.
Es cierto que el especialista
de cualquiera de las múltiples
facetas. que presenta y com
prende la naciente ciencia es
pacial, vive en lo concretamen
te suyo y al margen de las res
tantes materias que la constitu
yen; y si exagerado sería efec
tivamente pretender que, por
Número
a .
LIBROS
ejemplo, el químico encargado
del logro de un inmejorable
propulsor se preocupase del
problema de la legislación apli
cable en el espacio, no. lo sería
menos que el médico dedicado
al estudio fisiológico y psicoló
gico del cuerpo del astronauta
pueda sentirse preocupado por
la ratificación o no de un Con
venio referente a las telecomu
nicaciones. En cambio, debe
considerarse totalmente lógico
y normal que todos y cada uno
de los interesados y dedicados
a cuestiones espaciales, encuen
tren en un momento y una ne
cesidad dados, las bases míni
mas sobre las que se desarrolla
toda la colaboración internacio
nal que puedan serle indispen
sable conocer.
No es, pues, este libro una
obra más de carácter puramen
te científico, ni trata de ser
una aportación más al mejor
desarrollo de la técnica (como
el doctor Tapia declara paladi
namente en su Prólogo), sino
una obra y un meritorio tra
bajo de refundición y selección
de textos, que en cualquier mo
mento puede encontrar en sus
manos aquel que lo haya de
necesitar probablemente, encon
trándose resuelta la fatigosa
búsqueda de datos, sobre el es
tado actual de la colaboración
internacional que le interese.
La dicha aportación no se ha
querido reducir exclusivamente
a los textos jurídicos, sino que
se han recogido como en el ín
dice figuran, las resoluciones,
recomendaciones y Cónvenios.,
1026
312 Noviembre
- 1966
ía
que se refieren a una gran di
versidad de materias del mayor
interés y posible necesidad;
aunque, por otra parte, tampo
co haya existido un propósito
exhaustivo, en la elección de
las materias, sino más bien en
lo referente a los producidos
por Organismos de indudable
solvencia y prestigio que con
toda probabilidad habrían de
ser los más frecuentemente y
especialmente necesitados.
Por otra parte, no se dudó
ni un soin momento en la gran
conveniencia y hasta necesidad
de una edición bilingüe (espa
ñol e inglés) para su mayor
difusión en países que no sean
de origen hispánico’, como para
su más explícito carácter inter
nacional. En los casos en que
se trata de Organismos que
consideran ambas lenguas como
oficiales, se han tomado las
versiones del propio Organis
mo; y en los supuestos de ser
textos ratificados por España,
sus autores han utilizado la
versión oficial del Gobierno es
pañol.
La ganancia de tiempo (de
otro modo perdido en buscar y
llegar a encontrar) que esta re
copilación pueda significar, no
es necesario hacerla resaltar,
pues que resulta evidente; esa
ha sido la principal preocupa
ción de sus. autores y la. impor
tancia de la aportación que al
campo de lo ‘espacial viene a
significar esta obra.
El doctor Luis Tapia Salinas
es Profesor de Derecho. Aéreo
y del Espacio en la Universi
Número 312 Noviembre 1966
-
dad de Madrid. Pertenece al
cuerpo Jurídico del Ministerio
y Ejército del Aire y es Asesor
Jurídico del Instituto Nacional
de Técnica Aeroespacial y Jefe
de la Sección de Derecho Ae
ronáutico y Espacial del Insti
tuto «Francisco de Vitoria», y
ostenta el cargo de Presidente
del Instituto Iberoamericano de
Drecho Aeronáutico y del Es
pacio. Miembro del Instituto
Internacional de Derecho del
Espacio y miembro correspon
diente de la mayoría de las Aso,
ciaciones e Institutos americanos
de la especialidad y de una
gran parte de los europeos, ha
biendo’ tomado parte en nume
rasos Congresos internacionales
de estas materias, lo que garan
tiza la competencia de su tra
bajo. Ha corrido a su cargo y
cuidado: la dirección y selección
de los textos que componen la
obra.
En cuanto’ al doctor Juan
J. López Gutiérrez, Li. M., que
ha sido’ el encargado de la
coordinación y revisión de tex
tos, es Becario de la Sección de
Derecho Aeronáutico y del Es
pacio, del Instituto «Francisco
de Vitoria», Secretario General
de la Asociación Española del
Transporte Internacional por
carretera y miembro de la Dele
gación Española, que negocia
los acuerdos bilaterales sobre
dicho’ transporte. Es Becario en
el Seminario Conciliar de Ma
drid (Filosofía 1952-1957),
Universidad de Madrid (De
recho 1959-1962), Universidad
de McGill (Derecho Aéreo y
del Espacio 1963-1965), como
también en la Academia de De
recho Internacional de La Haya
(verano 1966) y en el Centro:
de Investigación de la Universi
dad de Ciencias Comparadas de
Luxemburgo; (otoño 1966). Ma-
ter of Laws, por McGill y
Doctor en Derecho por Madrid,
es autor (lo mismo que el doc-
REVISTA
tor Tapia Salinas), de varias
publicaciones: en esta materia.
El doctor López es miembro vi
talicio’ de la Asociación del Ins
tituto’ de Derecho: Aéreo; y del
Espacio, en Montreal; de aquí
que su producción de publica
ciones hayan aparecido tanto en
español como en lengua inglesa
directamente.
Siendo; imposible la enumera
ció’n de los 35 datos diferentes
que figuran en el índice del vo
lumen, tenemos que concretarlo
a solamente sus capítulos:
Indice de la obra. Tras un
ameno prólogo, la primera parte
trata de las’ resoluciones, reco
mendaciones y propuestas de
organismos internacionales gu
bernamentales: capítulo prime
ro, resoluciones aprobadas por
la Asamblea General de la
ONU (cinco resoluciones e in
formes); capítulo: segundo, re
comendaciones’ y propuestas de
la Comisión sobre la utilización
del espacio’ ultraterrestre con fi
nes pacíficos de la ONU (dos
recomendaciones:, subdivididas
en nueve consideraciones); capí
tulo tercero, resoluciones apro
badas por organismos especiali
zados de la O’NU (dos resolu
ciones, subdivididas en catorce
apartados) - La segunda parte
trata de resoluciones y propues
tas de otras instituciones inter
nacionales. Capítulo’ primero’,
resoluciones y propuestas de ins
tituciones científicas’ (subdivi
dido en resoluciones del Comité
de Investigaciones del Espacio
(CIE.) mayo’ de 1964, y pro’-
puestas de EUROSPACE
(1966); capítulo segundo, reso
luciones y proyectos: de institu
ciones jurídicas. (dividido en
resoluciones: de la Asociación de
Derecho Internacional, con siete
apartados; y cuatro’ referencias
diversas más).
La tercera parte de esta obra
trata de recomendaciones y pro’
puestas. de Gobiernos. Capítulo
1027
DE AERONAUTICA
Y ASTRO5AUTICA
primero, recomendaciones de
Gobierno. citadas por la resolu
ción 1802 de la Asamblea Ge
neral de la ONU, sobre el espa
cio’ ultraterrestre (subdividido
en siete’ apartados., referentes. a
proyectos de la URSS y de los
Es.tados Unidos sobre principios
fundamentales y sobre asistencia
a astronautas; y sobre responsa
bilidad por daños (Estados Uni
dos.), cooperación internacional
(RAU), proyecto’ del Reino
Unido sobre principios’ funda
mentales (y de Estados Unidos
sobre el mismo: tema); capítulo
segundo, propuestas sobre un
Convenio: de responsabilidad
po.r dafios (Propuestas Hún
gara, Estados Unidos y Belga).
La cuarta parte trata de
Acuerdos internacionales (con
cretados en Acuerdos de Wás
hington (sistema comercial mun
dial de telecomunicaciones por
satélites (1964-65) y varios;
Tratado’ de Moscú sobre prohi
bición de pruebas. con armas’ nu
cleares en la atmósfera, en el
espacio ultraterrestre y bajo el
agua (1963); y Memorándum
de Inteligencia entre la (E SRO)
y la (NASA) de 1964.
Quinta y última parte, que
trata de Acuerdos constituciona
les de Centros relacionados con
el espacio’ ultraterrestre (Con
greso para. la Organización eu
ropea de Investigaciones Espa
ciales (OEIE/E.SRO 1962), Or
ganización europea para el des
arrollo de impulsores de inge
nios (CECLE,S/ELDO’ 196.2),
Estatutos de la EUROS:P’ACE;
Estatutos de la Asociación In
ternacional de constructores de
material espacial; Estatutos de
la FAI; Estatutos del Instituto
Internacional de Derecho Espa
cial) - To.do: ello va expuesto’, a
la vez, en castellano y en len
gua inglesa paralelamente, ocu
pando el inglés las sucesivas
carillas del lado izquierdo del
libro y enfrente, en español,
REVISTA DE AERONAUTIOA Número 312 Noviembre 1966
-
Y ASTRONAUTICA

las carillas del lado derecho. y con agradable presentación. en lomo del volumen; y forro en
Por todo: lo expuesto, esti su encuadernación en tela roja verde, blanco y negro, con gra
mamos el mérito y el acierto: de y título y letreros en plata, tan bado espacial en relación al
esn obra, limpiamente editada to en la portada como en el tema de la obra.

REVISTAS

ESPAÑA Energía Nuclear, juiio’agoaro 1966, Nú’ glaa PD’808a.—Deralles dci aPipen Nava’
etcro 42,—Tratamiento de Ion residuos joa.—Frncana el aSurvryor 2a.—Parogra’
radioactivas procedentes del rcproceao de fían del cGómini 1 la,
Africa, septiembre 1966, Núm. 297.—’ los combustibles irradiados, Soluciones
La obra de España en saa provincias de adoptadas por la j. E. N.—Tendencia IFlight, Núm. 3.064, 4 dr uctahi e
Guinea Ecnatorial.—Don Pedro Navarro, de los costes en Energía nuclear—Ven’ ale 1966.—El autobús aéreo——El cara
conde de Alivete, y su acción africana.— tilación de laboratorios activos. — Re’ VG—el transporte supersónico de Boeing.
Notas parciales anbre la economía fami unión del grupo de expertos sobre utili’ La anamblea de la Asociación dr propie’
liar en los territnrios de Guinea Ecija’ ración de líquidos orgánicos como refni’ tanios de aeródromos—El ‘rnident de
tonal—Loa ehausasa y su Islam—Elo geranrea de reactorea.—El desarrollo de Tupolev.—El Control de Tráfico Aéreo
gios de la O. N. U, a España pnr su ma arman nucleares en China, en la actualidad.—Comhusriblea de avia’
labnr en las provincias africanan.—No’ cióc.—Necesidad de una política brirá’
ticiano—Ceuta conmemora el paso del Ingeniería Aeronáutica y Astronáutica, rica del espacio—El gobierno dr Esta’
aConvoy de la Vicrnnias.—(eura: Non’ jalio-agoaro 1966, Núm. 90.—Iniciación al alas Unidos aumenta la compra de aviasen
nana. — Melilla: Noticiario. Nombra’ rataidio drl mercado de transporte aéreo.— tic asalto.
miento del nuevo Comisario general y de Entudio del movimiento en un acelerador
Comisario general adjunto—Visita de ale planma de railes—Coloquio del GACE. Flight, Núm. 3.005. 13 ale ucsahrc
nna comisión de las Nacionen Unidas.— Noticiario—Boletín de la CONIE.— de 1966.—Avionen de líticas napernúrtican.
Noticiario—Ifni: Solemne jura de San’ Notaa aeroespacialea.—Oolcsín ATECMA. Acción y reacción——Ro Estados Uridos
dera en Sidi Ifni.—Noticiario.——Sahara: nc fomentan los vuelos acharrera.—1966:
Nuevo alcalde en Aaiún. — Noticiario. Revista General de Marina, octubre 1966, nial año respecto a seguridad aérea.—
Enpecraciún diplnmática en el Mogreh.—’ Portaviones, Islas, Prenupurstoa.—Por una Convención dr controladores dr Tráfica:
El futuro incierto de Nigeria—IDe nuevo doctrina de la enseñaoza militar—Tan’ Aéreo—Boeing presenta su 5. 5. T. y
el Congo (Kinahana).—La decisión dci trisas—Dr estrategia—Un tema de ac’ el 747.—Separación vertical—La ncc’
Tribunal de josticia de La Haya en el tualidad.—Trea predicciones típicas del trúnica en 1966.—Asamblea dr Aviaciú:t
problema del Suroeste africano—Hiato’ tiempo—El fantasma de Nuremberg.— de nrgacioa.—Puntua dr vista gabertsati’
ria de 51 días.—Prnblemaa de la Liga Historias dr la mar.—San Pedro de Ea’ vos en el esfuerzo espacial h:itánicn.—
Arabe, al margen de la suspendida Con’ niro.—Miacelánean,—Informacionea diver’ prrición de construcción de alenrrstcro:cn
ferencia Cumbre—Presagio del daacquili’ nas, con misiles.
brio en el Oriente Medio—Historia de
31 días—Triple frente de subversión.— Fight, Núm. 3.007, 27, ale octt:hrc
La Asociación Afroasiática de Periodistas INGLATERRA da 1966.—Pérdida de autobús aéreo, fe’
proyecta su reunión en Argelia—Noii’ cha de entrega—El coste del Concorde.—’
cianio.—Dien años de nacionalización del Reconaideraciún de licrociaa.—Evalaació::
Canal de Suez—Revista de Prenaa.—Pn’ Flighr, núm. 3.501, 15 de neprienobre de aoemúmetroa.—El sistema SCAT.-—
hlicacioncn.—Leginlación. tic 1966.—Farnborough 72a.—La rompe’ La OACI toma interés en loa satélites.—
tetina técnica—El eConcordes costará 500 El Fournier RF’3.—Liata de aviones de
Avión, Núm. 245, julio 1966.—Musco saillonra de libras—Loa científicos y el línea—El mercado dr aviones usadas,
del Aire—AVIACO 1965.—La industria 6ST.—La semana en Farnbourough.—Laa “umencialea.—El Congreso astronáutico da
aeronáutica francesa—Loa grandes din’ novedades en la eshibicióa.—El nuevo Madrid—Progreso del Phastosa británica.
giblea alemanea.—Vola:tdo alrededor del Jefe del Estado Mayor—Las fotografían
mundo,—Cannra.—aló. O-a del RACE.— del Lunar aOcbiters. Journal of che Royal Aeronatical So’
Salones Internacionalea de la Aeronóo:ica. ciery, Núm. 668, vol. 70, agosto 1966.—
Pipen aCherolaeea 23SB. Flight, núm. 3.002. 22 de septiembre El futuro de lo aeroespacial re Inglaterra.
de 1966.—Las ventas de aFarahorougha.— Noticias—Sir Siddnry Camm.—El Sian’
Ejérciro, aepriemhre 1966, Núm. 320.— El aOlimpus 593s probado ro vuelo.— posio sobre aaatrnialrs metáliros.—Unaa
I.oa cimientos de la vieja Patria—La La SEA en 1965’66.—Filoaofía del ajera’ aprosimació:s al transporte espacial, eco’
Bíblica Ciudad de Tarreao.—Mrrodolo’ troncan—Congreso Contenario.——Vehículoa ttómico. — Nota técnica. — El «Garden
gía y Enaeñanna Militar—España de hoy sobre colchón de aire—La propulaion de Pantys, del centenario,
y de mañana—La aoniología militar—El los vehículos sobre colchón de aire—La
Cantillo de Olite.—Teatigo presencial.— industria internacional—La Conferencia de Journal of tIte Royal Aeronautical So’
Loa Servicios de Información Adminiatra’ la IAOPA.—La USAF y el HSl25. ciery, Núm. 669, vol. 70, septiembre
tiva.—La opinión pública.—Toberaa en la de 1966.—Noticias—Algunas pasibilidades
carahilitación de cohetes. — Identificación Flighr, naúan. 3.005, 29 de arptirmnbcr y limitaciones sobre el STOL.—La So’
por aviones de la Artillería A. A.: de l966.—oPorquó nacionalizar las lloran ciadad de Compañías Acrorapanialea bni’
El arma dr reconocimiento alemana.— céreasl—El aTridenna de Tupolrv.—El tánicaa.—El proyecto UK Polanis.—El
Notan brevca.—Pancioeamienro del Equipo transporte de carga de BEA.—Coogrrno transporte espacial aaoaúmica,-—Los mala’
de Inspección de Alimentan ea la Ter’ Ceotenacia.—Lecciooes del TSR’2.—Un das de la propulsiún en rl Concorde.—
cera Región Militar.—Quía bibliográfica. aDarta en las monrañaa.—El aPiaggin-Dou’ Notas técnicas.

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