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Figura 1: Sección transversal esquemática que muestra los depósitos auríferos Orogénicos y sus profundidades
corticales de emplazamiento. Tenga en cuenta la escala de profundidad logarítmica. Modificado de Poulsen et al.
(2000) y Robert (2004a).
Los depósitos orogénicos consisten en conjuntos de vetas de complejidad variable que muestran una continuidad vertical
significativa, comúnmente superior a 1 km, sin ninguna zonificación vertical significativa. Los minerales están enriquecidos
en Ag-As +/- W y tienen relaciones Au: Ag > 5. Otros elementos comúnmente enriquecidos incluyen B, Te, Bi, Mo.
El mineral de sulfuro dominante es pirita en esquisto verde y pirrotita en anfibolita. La arsenopirita es el sulfuro dominante
en muchos minerales alojados en sedimentos clásticos en esquistos verdes, y la loellingita también está presente en
anfibolita. Los cuerpos minerales están rodeados por halos de alteración de carbonato-sericita-pirita zonificados, que se
desarrollan de manera variable según la composición de la roca huésped.
A escala regional, la mayoría de los depósitos están asociados espacialmente con zonas regionales de cizallamiento y
ocurren en rocas de esquisto verde, consistente con la naturaleza general frágil-dúctil de sus estructuras anfitrionas.
Los depósitos orogénicos alojados en Greenstone son los más importantes del clan y el tipo mejor representado entre
los depósitos > 10 Moz , incluidos Hollinger-McIntyre, Dome, Sigma-Lamaque, Victory-Defiance, Norseman y Mt
Charlotte.
Las vetas de carbonato de cuarzo en estos depósitos típicamente combinan vetas laminadas en zonas de cizallamiento
inverso de inmersión moderada a pronunciada, con conjuntos de vetas extensionales de inmersión superficial en rocas
adyacentes competentes y de menor deformación. El carácter inverso de las venas alojadas en la zona de cizallamiento
y las depresiones superficiales de las venas extensionales dan fe de su formación durante el acortamiento de la corteza
(Sibson et al., 1988; Robert y Poulsen 2001).
En los cinturones de Greenstone, los depósitos de venas importantes se distribuyen típicamente a lo largo de
estructuras regionales específicas de compresión a transgresiva. En virtud de su asociación con estructuras regionales,
estos también están ubicados en los límites entre dominios litológicos o de edad contrastados dentro de los cinturones.
A lo largo de estas estructuras, los depósitos comúnmente se agrupan en zonas específicas, localizados en curvas o
intersecciones principales, y donde los depósitos ocurren típicamente en estructuras asociadas de orden superior (Goldfarb
et al. 2005; Robert et al., 2005). Los zonas y depósitos más grandes están comúnmente asociados espacialmente con
secuencias conglomerádicas tardías, como lo ejemplifican los conglomerados polimicticos de Timiskaming en el cinturón de
rocas verdes de Abitibi y los conglomerados de guijarros de cuarzo de Tarkwa en el Escudo Birimian.
Los depósitos ocurren en cualquier tipo de rocas supracrustales dentro de un cinturón de rocas verdes y cubren posiciones
estratigráficas desde niveles volcánicos máficos- ultramáficos inferiores, hasta niveles estratigráficos sedimentarios
clásticos superiores. Sin embargo, los depósitos grandes tienden a ocurrir estratigráficamente cerca de la discordancia en
la base de las secuencias conglomerádicas, especialmente si se desarrollan sobre rocas volcánicas máficas-ultramáficas
subyacentes (Robert et al., 2005).
A escala local, los entornos favorables para estos depósitos representan una combinación de factores estructurales y
litológicos (Groves et al., 1990; Robert, 2004b). Los entornos estructurales favorables están relacionados principalmente
con las heterogeneidades reológicas en las secuencias del hospedador. Las zonas de cizallamiento y las fallas, presentes
universalmente en estos depósitos, se desarrollan a lo largo de contactos litológicos entre unidades de competencias
contrastantes y a lo largo de delgadas unidades litológicas incompetentes.
A lo largo de estos contactos y a lo largo de rocas incompetentes, los depósitos se desarrollarán preferentemente en
pliegues e intersecciones estructurales. Las unidades de roca competentes encerradas en menos competentes favorecen
la fracturación y el veteado.
Las asociaciones litológicas comunes incluyen rocas ricas en Fe tales como basaltos toleíticos, umbrales de dolerita
diferenciada y BIF, y con reservas de pórfido competentes de composición intermedia a félsica, ya sea que intruyan rocas
sedimentarias máficas-ultramáficas volcánicas o clásticas.
En la última década, ha habido un mayor reconocimiento de que los prolíficos cinturones de cinturón de rocas verdes
contienen depósitos de metales a base de oro y solo oro que no se ajustan al modelo orogénico (Robert et al., 2005).
Ejemplos seleccionados de depósitos atípicos incluyen Red Lake, Hemlo, Malartic, Doyon, Fimiston, Wallaby, Kanowna
Belle y Boddington, y los bien documentados depósitos de VMS ricos en Au de Horne y LaRonde (Dubé y Gosselin, 2006b).
La alteración asociada con algunos depósitos atípicos es distinta en sus conjuntos de minerales aluminosos. Estos
depósitos atípicos son importantes ya que representan una proporción significativa de oro de los cinturones de rocas
verdes .
Los minerales de estos depósitos varían desde zonas de stockwork diseminado en Wallaby y Kanowna Belle, hasta vetas
de textura crustiforme con reemplazos asociados de muros de roca sulfídica en Red Lake y Fimiston, hasta vetas menos
comunes ricas en sulfuro (Robert et al., 2005). Todos estos estilos diferentes muestran una estrecha asociación espacial
con diques y diques de pórfido de alto nivel. Las texturas de mineral y los enriquecimientos comunes en Te, Sb, Hg también
sugieren un alto nivel de emplazamiento de los depósitos, muchos de los cuales han sido clasificados como epizonales
(Gebre-Mariam et al., 1995).
La mayoría de los depósitos atípicos ocurren cerca o por encima de la discordancia en la base de las secuencias
conglomeráticas. La Figura 2 ilustra la configuración común de estos tipos de depósitos de veta crustiforme y stockwork
diseminado, basado en un modelo propuesto por Robert (2001) para depósitos diseminados en el cinturón de rocas
verdes de Abitibi. Desde el punto de vista de la exploración, es importante señalar que los descubrimientos de oro en
cinturones de rocas verdes más importantes de la última década, son del estilo de stockwork diseminado (Eleonore,
Wallaby) y se alojan en la sección sedimentaria superior de la columna estratigráfica.
Figura 2 : Modelo geológico para el establecimiento de depósitos de vetas crustiformes y stockwork diseminado en cinturones de
roca verde, mostrando su proximidad espacial asociaciones con intrusiones de pórfido de alto nivel y discordancias en la base de
secuencias conglomeráticas. Modificado de Robert (2001).
Como argumentan Robert et al. (2005), muchos de estos depósitos atípicos se han formado relativamente temprano en el
desarrollo de los cinturones de rocas verdes, antes del plegado de sus unidades anfitrionas durante la mayor parte del
acortamiento de sus cinturones primarios, y normalmente están sobreimpresos por vetas orogénicas. Aunque todavía se
debate, el origen de muchos de estos depósitos es similar al de los depósitos alcalinos de estilo pórfido del clan
relacionado con la intrusión oxidada.
Solo tres depósitos alojados en BIF contienen > 10 Moz Au (Homestake, Morro Velho y Geita), pero son grandes y
representan 90 Moz de oro, de ahí su atracción como objetivo de exploración.
Los depósitos consisten principalmente en reemplazos sulfídicos de capas ricas en Fe en magnetita o silicato BIF,
adyacentes a vetas y vetas de cuarzo de desarrollo variable. Las partes centrales intensamente mineralizadas de algunos
depósitos consisten en reemplazos de paredes rocosas casi continuas que pueden oscurecer su carácter epigenético y
pueden conducir a ambigüedades sobre el momento de la mineralización (Caddy et al., 1991; Kerswill, 1996). Los
depósitos alojados en BIF se producen en cinturones de roca verde que están dominados por los volcanes o por los
sedimentos, donde se encuentran estratigráficamente cerca de los sedimentos volcánicos regionales.
Los depósitos alojados en BIF ocurren en cinturones de rocas verdes que están dominados por los volcanes o por los
sedimentos, donde se encuentran estratigráficamente cerca de la transición volcánico-sedimentaria regional, como es el
caso de Homestake y Morro Velho. Algunos depósitos, como Lupin, también ocurren cerca de los bordes de grandes
cuencas sedimentarias clásticas, en ausencia de rocas volcánicas máficas significativas. La magnetita BIF es el
hospedador dominante en las rocas de grado esquisto verde, mientras que el silicato BIF prevalece en el grado medio de
anfibolita o superior (Kerswill, 1996).
A escala local, los depósitos alojados en BIF se asocian comúnmente con las bisagras de pliegues, anticlinales o
sinclinales e intersecciones de zonas de corte y fallas. Como consecuencia, los depósitos comúnmente está n ligados
a estratos y se hunden paralelos a su bisagra de pliegue anfitrión o a la línea de intersección de las zonas de corte
de control con la unidad BIF. En los cinturones de rocas verdes, muchos depósitos alojados en BIF también
contienen concentraciones de diques y diques de pórfidos intermedios a félsicos.
Las vetas orogénicas alojadas en turbiditas (alojadas en cinturones de pizarra) son comunes, pero solo tres depósitos
contienen > 10 Moz Au, siendo Bendigo y Natalka los más importantes. Los ejemplos clásicos de este tipo de depósito
consisten en arrecifes de silla de montar apilados verticalmente en bisagras de pliegue anticlinal unidos por venas de
relleno de fallas en zonas de cizallamiento inverso y vetas extensionales asociadas.
Los depósitos de este tipo se producen en secuencias gruesas de acreción de grauvaca-lodolita, intruidas por plutones
graníticos y se encuentran en las proximidades de los principales límites de la corteza. La presencia de un sustrato
oceánico hidratado se considera favorable para el desarrollo de terrenos bien mineralizados (Bierlein et al., 2004). A escala
local, los depósitos se asocian típicamente con anticlinales verticales y de doble caída y fallas inversas de ángulo alto
(Bierlein y Crowe, 2000). Las áreas de depósito carecen típicamente de volúmenes significativos de intrusiones félsicas,
aunque pueden estar presentes diques de lamprófiros.
R. I.R.
Los depósitos de RIR están asociados espacial y temporalmente con intrusiones subalcalicas meta-aluminosas de
composición intermedia a félsica que atraviesan el límite entre las series de ilmenita y magnetita. Un elemento clave del
modelo es que los depósitos son coetáneos con su intrusión causante asociada. Thompson y Newberry (2000) definieron
las características distintivas clave de estos depósitos de oro y acuñaron el término “relacionado con intrusiones
reducidas”.
En las características clave de los depósitos RIR. la mineralización típicamente tiene un bajo contenido de sulfuro, en su
mayoría <5% en volumen, con un ensamblaje mineral reducido que típicamente comprende arsenopirita, pirrotita y pirita y
carece de magnetita o hematita. Los ensamblajes de metales combinan oro con Bi, W, As, Mo, Te y / o Sb, pero con
concentraciones bajas de metales básicos. Los depósitos también muestran una alteración hidrotermal proximal restringida
y comúnmente débil.
A escala regional, estos depósitos están asociados con provincias magmáticas más conocidas por sus depósitos de
tungsteno y / o estaño. También ocurren en entornos tectónicos muy dentro de los límites de las placas convergentes
inferidos o reconocidos.
Los depósitos del clan RIR se pueden subdividir en tres tipos basado en variaciones de estilo relativas a la profundidad de
la formación y la proximidad a las intrusiones causantes (Lang et al., 2000; Hart, 2005). Ver Figura 3 y tabla .
Figura 3: Sección transversal esquemática que muestra los depositos auríferos RIR y sus profundidades corticales de
emplazamiento. Tenga en cuenta la escala de profundidad logarítmica. Modificado de Poulsen et al. (2000) y Robert (2004a).
Las diferencias en los tipos de depósitos entre el clan RIR se reflejan además en la alteración, el estilo de mineralización y
la asociación de metales. Los dos primeros tipos de depósitos están alojados en intrusiones y se han formado en los
entornos de profundidad epitermal y mesotérmica, y aquí se denominan depósitos epizonales y mesozonales relacionados
con la intrusión.
El tercer tipo de depósito está hospedado en rocas sedimentarias clásticas y tiene un vínculo más tenue con intrusiones
reducidas; se denomina relacionado con intrusiones hospedadas en sedimentos. Estos depósitos consisten en zonas de
stockwork, con mineralización de oro diseminado y comparten muchas de las características de los depósitos RIR, en
particular asociaciones de metales y relaciones espaciales y temporales con intrusiones moderadamente reducidas (Wall
2000, 2004; Yakubchuk 2002). Este tipo de depósito es de gran importancia para la exploración, ya que incluye depósitos
gigantes como Muruntau (Wall, 2004), Kumtor (Mao et al. 2004) y Telfer (Rowins, 2000). Sin embargo, la inclusión de estos
depósitos en el clan relacionado con la intrusión reducida sigue siendo controversial y otros autores los incluyen en el clan
orogénico (Goldfarb et al., 2005).
Figura 5: Sección transversal esquemática que muestra los depósitos auríferos Tipo Carlin y sus profundidades corticales de
emplazamiento. Tenga en cuenta la escala de profundidad logarítmica. Modificado de Poulsen et al. (2000) y Robert (2004a).
La mineralización de tipo Carlin consiste en oro diseminado en caliza limosa descalcificada y variablemente silicificada y
limolita caliza, y se caracteriza por elevados valores de As, Sb, Hg, Tl, relación Au:Ag > 1, y valores muy bajos de metales
base (Hofstra y Cline, 2000; Muntean,2003).
La mayoría de los depósitos consisten en zonas ligadas a estratos estructuralmente alimentadas de mineralización de
reemplazo diseminado en horizontes específicos de limolita calcárea o de cuerpos de brechas de sulfuro de sílice de alto
grado controladas por fallas. Figuras 6 y 7.
Figura 6: Sección transversal esquemática de depósitos Tipo Carlin y sus controles estructurales.
Figura 7: Diagrama esquemático que muestra mineralización de estratos y estructura controlada discordante con respecto a zonas
silicificadas y decalcificadas en rocas receptoras de calizas en depósitos Tipo Carlin, con Jasperoide.
Figura 8: Block Diagrama esquemático que muestra mineralización de depósitos Tipo Carlin, en calizas con Dolomitización y
Jasperoide.
La mineralización principal consiste en oro en el entramado de bordes de pirita arsenical, sobre núcleos de pirita
premineral y de pirita aurífera diseminada, y es comúnmente sobreimpresa por rejalgar, oropimente y estibina de etapa
mineral tardía en fracturas, vetas y cavidades (Hofstra y Cline, 2000; Cline, et al., 2005).
Alteración
La alteración típica es Jasperoide con ensamble mineralógico de cuarzo, pirita y hematita. Ocurre con un reemplazo
completo de roca caliza, y ocasionalmente de otros tipos de rocas, por cuarzo de grano fino; a menudo asociado con la
brecha.
Los jasperoides pueden formarse como zonas regionalmente extensas, como pequeños cuerpos relacionados con
depósitos de Au alojados en sedimentos ('tipo Carlín'). La profundidad de formación es probablemente moderada (> 2 km -
'mesotérmica'), aunque pueden formarse zonas menosprofundas.
Robert, F., et al. (2007).. Models and Exploration Methods for Major Gold Deposit Types. "Proceedings of Exploration 07: Fifth Decennial International Conference on Mineral
Exploration" edited by B. Milkereit
Thompson A. J. y Thompson J.F. (2010 ) Atlas of Alteration. Mineral Deposits Research Unit. Geological Association of Canada Mineral Deposits Division. Canadá.
https://comunidad.geopersa.com/yacimientos-de-tipo-carlin/
REVISA https://comunidad.geopersa.com/yacimientos-de-tipo-carlin/