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CIUDADANO 

  
       
JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL PENAL
DEL ESTADO ZULIA

SU DESPACHO

Quien suscribe, CARLOS MIGUEL PERCHE LINARES, venezolano, mayor


de edad, soltero, titular de la Cédula de Identidad N°: V-28,335,646, Abogado
debidamente inscrito en el Instituto de Previsión Social bajo el número de INPRE:
283.356, número de teléfono 0424-671-9611, y correo electrónico
CARLOSPER71101@GMAIL.COM, con domicilio procesal en el escritorio jurídico
Ley y Justicia, ubicado en el local N°4 del edificio Costa Verde de la avenida Bella
Vista de la ciudad de Maracaibo, Municipio Maracaibo del Estado Zulia, en mi
condición de defensor privado de la ciudadana MARYANGELI PAOLA COLINA,
venezolana, mayor de edad, soltera, titular de la cédula de identidad N°: V-
28,137,928, número de teléfono 0424-682-1999, y correo electrónico
COLINAMARYANGELI@GMAIL.COM, de profesión contadora pública,
domiciliada en el Municipio Maracaibo del Estado Zulia, urbanización Nuevos
Horizontes casa N°5-42,

a quien se le sigue  Asunto Penal N° VP-140345-23, por la presunta


comisión de delito de hurto en grado de frustración y lesiones personales
intencionales leves; muy respetuosamente   de conformidad con lo previsto en el
artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, ocurro en virtud de que
corresponde a su competente autoridad  ser el    rector del  proceso y por ende
regulador del ejercicio de la acción penal en esta fase,  facultades estas 
concedidas por  el legislador quien expresamente les otorga la vigilancia y control
de los principios y garantías establecidos en el Código Orgánico Procesal Penal, la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, tratados, convenios y
acuerdos internacionales,  con el fin de solicitar nuevamente LA REVISIÓN Y
SUSTITUCION  de la medida judicial de PRIVACIÓN PREVENTIVA DE
LIBERTAD, por alguna de las MEDIDAS CAUTELARES SUSTITUTIVAS DE
PRIVACIÓN DE LIBERTAD, establecidas en el artículo 242 ejusdem, que tenga a
bien imponer el Tribunal, por las razones siguientes razones:
 Mi defendida, la ciudadana MARYANGELI PAOLA COLINA, es una mujer
luchadora, con una reputación intachable en sus labores profesionales, y en las
calles del sector donde, no posee antecedentes penales, y la misma posee
óptimas condiciones económicas producto de su trabajo y esfuerzo, hecho que
desvirtúa por completo las acusaciones dado que las mismas se fundamentan en
que el supuesto intento de hurto fue producto de las necesidades que padece mi
defendida. Por otra parte, mi defendida se encuentra casada, tiene dos hijas tal y
posee varios negocios a lo largo de la ciudad de Maracaibo tal y como queda
demostrado mediante las pruebas presentadas en la oportunidad correspondiente,
razón por la cual no existe riego alguno de fuga que pueda impedir el normal
desarrollo de las investigaciones o del proceso.

Con fundamento a las consideraciones  antes referidas muy respetuosamente


apelo de su sapiente criterio, Ciudadano Juez,  al principio de proporcionalidad y
presunción de inocencia, afirmación de libertad y debido proceso, con el fin de
solicitar nuevamente, LA REVISIÓN de la medida judicial de PRIVACIÓN
PREVENTIVA DE LIBERTAD en SUSTITUCIÓN por alguna de las MEDIDAS
CAUTELARES, establecidas en el artículo 242 en sus numerales 1,3 y 5, informo
al Tribunal, que mi defendido está dispuesto a cumplir con cada una de las
obligaciones que se les impongan de concedérsele alguna de las MEDIDAS
CAUTELARES SUSTITUTIVAS, establecidas en el referido texto legal.
    De acuerdo con el artículo 9 Código Orgánico Procesal Penal, la norma sobre
restricción a la libertad personal son de interpretación restringida y conforme al
régimen legal vigente en Venezuela, la privación de libertad y demás medidas
cautelares de coerción personal aplicables en el proceso penal son providencias
de excepción que sólo son autorizadas por la ley, como medios indispensables
para el aseguramiento de las finalidades del proceso.

     Así, el legislador faculta a los operadores de justicia para que en caso de ser
procedente la imposición de otra medida menos gravosa a la privación judicial
preventiva de libertad que pueda satisfacer razonablemente los supuestos que
motivaron a dictarla, se le imponga alguna de las medidas previstas en el Artículo
242 ejusdem; razón por la que solicito  con todo respeto reconsidere la medida de
privación y se le permita a mi defendida,   ser procesado en libertad como un
derecho constitucional que le asiste, pues como se ha podido observar la
audiencia preliminar no se ha podido realizar por causa independientes a la
voluntad de mis defendidos  no obstante estando privados de libertad, siendo esta
una de  las finalidades del proceso.                 
 En este mismo orden de ideas, en el caso que nos atañe el delito acogido
por el Tribunal, de acuerdo a la precalificación fiscal, fue el delito de HURTO EN
GRADO DE FRUSTRACION, previsto y sancionado en el artículo 452 en
concordancia con el artículo 82 del Código Penal, el cual establece una pena de
dos (02) a seis (06) años de prisión; aunado a ello se debe tomar en consideración
la rebaja establecida por la ley con relación al grado de frustración. Siendo
necesario en este punto señalar, el parágrafo primero del artículo 237 del Código
Orgánico Procesal Penal, que establece: 

“…Parágrafo Primero: Se presume el peligro de fuga en caso de hechos punibles


con penas privativas de libertad, cuyo término máximo sea igual o superior a diez
años.”
En razón a las normas jurídicas señaladas anteriormente, Ciudadano juez,
en el presente caso no existe presunción de peligro de fuga, tomando en cuenta,
la pena que podría imponerse. Igualmente debe quedar acreditado el peligro de
fuga, caso este que no se percibe en las presentes actuaciones, ya que la
ciudadana antes identificada no presenta conducta pre delictual, así mismo se
aprecia que dicho ciudadano tiene residencia fija en la Ciudad de Maracaibo, del
Estado Zulia, que tiene arraigo en el país y en la jurisdicción. En este sentido, es
necesario destacar que la medida privativa de libertad es una excepción, la cual
solo debe imponerse, cuando las medidas cautelares no sean suficientes para
garantizar las resultas del proceso, aunado al hecho de que a los
prenombrados imputados lo ampara el principio contenido en el Código Orgánico
Procesal Penal en su artículo 229 el cual establece: “…. Toda persona a quien se
le impute participación en un hecho punible permanecerá en libertad durante el
proceso, con las excepciones establecidas en este Código. La privación de
libertad es una medida cautelar, que sólo procederá cuando las demás medidas
cautelares sean insuficientes para asegurar las finalidades del proceso.” En total
armonía con lo anteriormente planteado es necesario señalar el contenido del
artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, dispone: “..Siempre que los
supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad pueden ser
razonablemente satisfecho con la aplicación de otra medida menos gravosa
para el imputado o imputada, el tribunal competente, de oficio o a solicitud del
Ministerio Público o del imputado o imputada, deberá imponerle en su lugar,
mediante resolución motivada, alguna de las medidas cautelares sustitutivas.
En este punto resulta ilustrativa la decisión Nª 151 de la sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 02-03-05, con ponencia del Magistrado
Arcadio Delgado Rosales, en donde señala: 

“…el principio del estado de libertad deviene de la inviolabilidad del derecho a la


libertad personal. De allí, que toda persona a quien se le impute la participación en
un hecho punible tiene derecho a permanecer en libertad durante el proceso,
excepto por las razones determinadas por la ley y apreciadas por el juez en cada
caso. Dichas excepciones nacen de la necesidad del aseguramiento del imputado
durante el proceso penal, cuando existen fundados elementos en su contra de la
comisión de un delito, así como el temor el fundado de la autoridad de su voluntad
de no someterse a la persecución penal. Estas dos condiciones constituyen el
fundamento del derecho que tiene el Estado de perseguir y solicitar medidas
cautelares contra el imputado.”, (se reitera sentencia 2608 del 25 de septiembre
de 2003). 
Igualmente, en relación a la concurrencia de los extremos exigidos en el
artículo 236 del Código Orgánico Procesal Penal para que proceda la medida
privativa de libertad, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia,
en sentencia dictada en fecha 29 de junio de 2006, expediente N° 2006-0252.
   Es por esto que apelo de su sapiente criterio Ciudadano Juez, al principio de
proporcionalidad y presunción de inocencia, afirmación de libertad y debido
proceso y solicito la revisión y sustitución de la medida privativa de libertad.

         Es justicia, que espero en la ciudad y Municipio Maracaibo del Estado Zulia a
la fecha cierta de su presentación.

____________
ABG. CARLOS PERCHE
C.I: 28.335.646.
TELÉFONO: 0424-671-9611.
CORREO: CARLOSPER71101@GMAIL.COM

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