MODELO PARA EL ANÁLISIS DE PLATAFORMAS DE

INTERMEDIACIÓN ELECTRÓNICA
Francisco Valera, José Ignacio Moreno

Departamento de Ingeniería Telemática, Universidad Carlos III de Madrid

Avda. de la Universidad 30, 28911 Leganés (MADRID)
Email: fvalera@it.uc3m.es, jmoreno@it.uc3m.es

Abstract
Based on the fact that the great number of different technologies and the particular properties of the
environment where they are deployed, have considerably increased the complexity associated to electronic
commerce, this article presents a model to analyse electronic brokering platforms. Developers are now asked
for a much more specific knowledge about many more technologies and enterprises are being obliged to
change their technology selection process, because the option of building applications instead of buying them
is not worthwhile anymore. In addition, technologies and architectures appearance rate is still very high and
their analysis or classification is becoming more and more difficult. Based on the different criteria emerging
from the formalization of the concept of complexity, this article proposes a generic model in order to
facilitate the analysis of electronic commerce architectures characteristics, mainly focusing on technological
issues and paying special attention to electronic brokering, understanding it as an advanced business model
for electronic commerce.

1. Introducción vez resulta más complicado analizarlas o clasificarlas y

La tecnología asociada al mundo del comercio
electrónico ha visto en estos últimos años cómo se
pasaba de un período de incertidumbre inicial, en el que
no estaba claro lo que dicha tecnología podía dar de sí, a
un período de tremendo optimismo en el que,
coincidiendo con el auge de las denominadas ‘empresas
punto-com’, se desarrollaron multitud de tecnologías de
todo tipo con gran rapidez.
Actualmente, diferentes combinaciones de esas
tecnologías han llevado a la construcción de
arquitecturas, aplicaciones y plataformas con propósitos
diversos que necesariamente han de convivir e
interaccionar unas con otras. Por ese motivo, se aprecia
ahora la notable necesidad de desarrollar nuevas
tecnologías y mecanismos orientados principalmente a
salvar toda esta heterogeneidad existente.
saber exactamente para qué se utiliza cada una de ellas,
qué diferencia unas de otras, cuáles son las ventajas que
ofrecen, dónde se encuentran sus mayores puntos
débiles, etc.
Apoyándose en diversos criterios que surgen de una
formalización del concepto de complejidad, este artículo
propone un modelo genérico para facilitar el análisis de
las características de las arquitecturas de comercio
electrónico centrándose principalmente en los aspectos
tecnológicos de las mismas y haciendo un especial
hincapié en las posibilidades de las plataformas de
intermediación electrónica entendidas estas como un
modelo avanzado de negocio de comercio electrónico.
El artículo expone el resultado principal obtenido a
partir de la elaboración de una tesis doctoral con el
mismo título [Val02].

Este artículo parte del hecho de que esta gran cantidad

de tecnologías diferentes y las características tan
particulares del entorno que las engloba, han elevado la
complejidad del sector de forma muy considerable. Por
un lado, a los desarrolladores de aplicaciones se les
exigen unos conocimientos muy detallados sobre
muchas tecnologías distintas. Por otro, las empresas se
están viendo forzadas en muchos casos a cambiar sus
procedimientos de selección tecnológica pues el clásico
esquema de desarrollo a medida, está empezando a no
ser rentable.
Además, el ritmo de aparición y evolución de
tecnologías y arquitecturas sigue siendo muy alto y cada
2. Intermediación electrónica
El hecho de que según la Asociación de Usuarios de
Internet [AUI], más del 50% de los contenidos
accedidos en Internet en España sean páginas de
buscadores, directorios, servicios de información, etc.,
pone de manifiesto que la utilización que actualmente se
hace de la red es principalmente como fuente de
información y que la cantidad de información es tan
grande y su contenido tan heterogéneo, que es
imprescindible la utilización de herramientas que
faciliten su localización.
En este sentido, son interesantes las conclusiones a las
que están llegando diferentes estudios llevados a cabo
sobre mecanismos de búsqueda en Internet. Parece
razonable que si en un alto porcentaje de ocasiones los
usuarios acceden a servicios de búsqueda de
información, los accesos al resto de sitios Web
provengan también con gran probabilidad de dichos
motores de búsqueda.
Sin embargo los estudios vienen a demostrar que el 52%
de los usuarios llega a los sitios Web mediante
navegación o por introducción directa del enlace en el
navegador (típicamente bookmarks). Sólo un 7% de los
usuarios accede a los sitios Web a través de buscadores.
Este fenómeno (diferentes autores lo denominan ‘search
gap’), no le quita en absoluto relevancia a los
buscadores. Se puede observar por un lado, el efecto
que está teniendo el notable incremento de la publicidad
y el marketing de los sitios Web en los medios de
información y por otro el hecho de que una vez que los
usuarios han encontrado sitios que cubran sus
necesidades, pasando generalmente por los
correspondientes buscadores, no suelen buscar mucho
más y se quedan en él (a partir de ese momento ya saben
dónde ir y no necesitan un buscador).
Todas estas observaciones son en general válidas desde
el punto de vista del comercio electrónico. La
proliferación de aplicaciones y sitios Web de comercio
electrónico, la cantidad de productos, de información y
de servicios disponible es muy grande y además se va
incrementando continuamente (de manera análoga,
también es habitual el aumento de la cantidad de
información demandada por parte de los clientes como
se ha visto).
Todos esos servicios electrónicos están principalmente
basados en un intercambio de información eficiente y
preciso entre las diferentes entidades implicadas en las
transacciones (típicamente cliente y proveedor), usando
la infraestructura de comunicaciones existente. Cuando
el cliente requiere algo, crea una demanda en el
• Facilita a los proveedores la búsqueda de clientes y
la propagación de sus ofertas.
• Posibilita transacciones comerciales completas con
garantías de seguridad (incluyendo pago, etc.).
Esta plataforma de intermediación es por lo tanto una
especie de versión electrónica avanzada de unos grandes
almacenes (como se verá posteriormente, este tipo de
plataformas suele llevar asociados importantes servicios
de valor añadido en el campo de la intermediación de
información). Los usuarios del servicio serían tanto los
clientes (compradores finales) como los proveedores de
contenidos (suministradores) y el cometido de la
plataforma sería en definitiva, poner a ambos en
contacto, hacer búsquedas inteligentes de información
(brokering o intermediación de información) y facilitar
transacciones comerciales seguras como mecanismos de
pago o distribución electrónica (ver [Vil+99]).
En este artículo las plataformas de intermediación se
analizan enfocándolas como un modelo de negocio
avanzado de comercio electrónico (ver [Tim98] y
[Rap02]).
3. Intermediación de información
Cuando se habla de plataforma de intermediación
electrónica, lo cierto es que el nombre es lo
suficientemente genérico como para dar cabida a
prácticamente cualquier esquema de negocio existente
en Internet.
Lo que se aprecia en los modelos de negocio actuales,
se utilice la clasificación que se utilice es una tendencia
a comprimir la cadena de valor en la medida de lo
posible y a aportar servicios de valor añadido,
generalmente en forma de información.
Integración
Integraciónde
decadena
cadena
Mercados
Mercadosde
deterceros
terceros
Integración funcional

mercado. Por otro lado, los proveedores proporcionan

Plataforma
Plataformade
decolaboración
bienes y servicios, generando ofertas en el mercado. colaboración

Comunidad
Comunidadvirtual
virtual
Es necesario algún tipo de funcionalidad o mecanismo Galerías
Galeríaselectrónicas
electrónicas
que permita a los clientes y a los servidores Proveedor
Proveedorde
deservicios
serviciosde
decadena
cadena
intercambiar información de manera fluida y precisa, Subastas
Subastaselectrónicas
electrónicas
tratando de minimizar el tiempo que normalmente
Procuración
Procuraciónelectrónica
electrónica
emplean ambos en encontrar información Servicios
Serviciosde
deconfianza
confianza
verdaderamente útil, que suele ser bastante alto. Tiendas
Tiendason-line
on-line
Servicios
Serviciosde
deinformación
información
En el contexto del comercio electrónico, es también
imprescindible que una vez que se haya localizado la Nivel de innovación
información, se pueda acceder a diferentes servicios Figura 1. Modelos de negocio en el entorno del comercio
electrónico [Tim98]
transaccionales adicionales. Una plataforma de
intermediación sería precisamente la encargada de llevar
Así, lo que normalmente se va a entender por
a cabo todas estas tareas, actuando como lugar de
plataforma de intermediación está en la línea del
encuentro entre ofertas y demandas:
modelo de “Integración de cadena” de Timmers (Figura
1, [Tim98]) o del “Modelo de intermediación” de Rappa
• Facilita a los clientes la búsqueda y la puesta en
[Rap02]. Se trata de ahorrarle al cliente de la plataforma
contacto con los proveedores.
de intermediación (sea este usuario, vendedor,
proveedor, etc.) tiempo y dinero a base de realizar una
concentración generalizada de servicios, productos,
pasos de la cadena de valores, etc. y dotar a todo ello de
un valor añadido fundamentado en el enriquecimiento
de los flujos de información.
Una consideración terminológica a tener en cuenta y
que en ocasiones tiende a ser confundida, es la
diferencia entre ‘broker de servicios’ y ‘broker de
información’ (donde broker podría traducirse por
‘intermediador’ en este caso). El primero se suele
utilizar normalmente como sinónimo de plataforma de
intermediación que, como modelo de negocio avanzado
de comercio electrónico, ya se ha dicho que permite que
vendedores y compradores se encuentren de forma
transparente y trata de englobar el conjunto de tareas
que, se supone deben regir toda transacción que tenga el
funcionamiento del comercio electrónico aportando a
cada una de ellas un servicio de intermediación de
información: seguridad, distribución, contabilidad,
facturación y conectividad.
DOMINIO DOMINIO
DEL DEL
USUARIO BROKER DE INFORMACIÓN PROVEEDOR
D
O
E SEGURIDAD DISTRIBUCIÓN
M
F
E
A
N
R servidores de aplicaciones, proveedores de servicios
T
D
A CONTABILIDAD FACTURACIÓN A Web, etc.) es muy difícil encontrar una verdadera
CONECTIVIDAD
Figura 2. Broker de información en el contexto de la
intermediación electrónica
La intermediación de información sería por tanto una
parte integral del broker de servicios, responsable de
buscar y tratar la información relevante al tipo de
servicio que los usuarios requieran (ver Figura 2).
Algunas de estas ideas se vienen aplicando actualmente
a la información de Internet. Los clásicos buscadores
(Altavista, Fast, Hotbot, etc.) permiten que los usuarios
resuelvan sus peticiones de una forma muy rápida y
eficiente examinando una serie de índices de
información que mantienen y devolviendo al usuario
una lista con los enlaces a los proveedores de
información que supuestamente contienen información
relacionada con la petición del usuario.
Hay otro tipo de buscadores especializados en la
búsqueda catalogada de información (Yahoo) que
permiten a los usuarios navegar por una determinada
estructura de conocimientos y encontrar los proveedores
asociados.
Pese a que al principio las diferencias entre los diversos
tipos de motores de búsqueda estaban bastante
marcadas, en los últimos tiempos han evolucionado
enormemente y muchos de ellos han pasado a auto-
denominarse ‘portales de Internet’ ofreciendo una
cantidad de servicios muy diversa (buscadores,
catálogos, chats, correo electrónico, páginas amarillas,
canales de Web, etc.). Normalmente son capaces de
ofrecer también personalización de usuario (los clientes
pueden estructurar la información del portal en función
de sus preferencias), meta-buscadores (con la
posibilidad de agregar las respuestas de diferentes
buscadores, ahorrando tiempo de búsqueda por parte del
cliente) y muchos otros servicios que aparecen
diariamente.
En cualquier caso, todas estas alternativas tradicionales
de portales y buscadores, además de tener gran cantidad
de limitaciones relativas sobre todo a la precisión de la
información que proporcionan y estar por tanto su
utilización muy restringida en ámbitos de comercio
electrónico, ofrecen unos valores añadidos de
información muy escasos dentro de lo que sería la
cadena de valores, que los brokers (intermediarios) de
información tratan de resolver (ver [Vil+99]):
responsabilidad sobre contenidos, búsqueda
especializada, evaluación y comparación de respuestas,
construcción inteligente de peticiones, preprocesado de
peticiones, perfiles de usuario, soporte para
proveedores, etc.
Aunque es posible encontrar en Internet una gran
variedad de interpretaciones de lo que debe ser un
broker (buscadores, portales, intermediadotes,
plataforma con un paradigma de intermediación de
información como el que se viene perfilando.
Dentro del presente marco de especificación, hay varias
aproximaciones que pueden utilizarse para implementar
un broker de información y muchos de ellos han sido
desarrollados en proyectos de investigación financiados
por la Comisión Europea a través de diferentes
programas como el ACTS [ACTS], el ESPRIT
[ESPRIT] (ambos pertenecientes al Cuarto Programa
Marco, de 1994 a 1998) o actualmente con programas
como el IST [IST] (Quinto Programa Marco, de 1998 a
2002).
La siguiente lista es un ejemplo de algunas de estas
aproximaciones tal y como se han implementado en
diferentes proyectos:
• Arquitectura de intermediación genérica de
referencia con un especial énfasis en las tareas de
seguridad, (proyecto SEMPER).
• Una federación de motores de búsqueda
convencionales, con cada buscador especializado
en un área de conocimiento determinada, buscando
información en diferentes proveedores específicos
(proyecto ABS).
• Intermediarios especializados que ayudan a los
clientes a contactar con los proveedores apropiados
(sólo buscan a los proveedores y no necesariamente
obtienen la información de ellos) (proyecto
ABROSE).
• Catálogos homogéneos especializados, donde el
valor añadido del broker se encuentra en la
 capacidad de agregar catálogos procedentes de
diferentes proveedores (proyectos OSM y
COBRA).
• Buscadores dinámicos inteligentes, donde el broker
es capaz de preprocesar y postprocesar las
peticiones de los usuarios basados en diferentes
criterios. La información puede ser obtenida
totalmente de los proveedores pero el intermediario
puede dejar esa tarea a los clientes dándoles una
lista con los proveedores útiles (proyecto ABS).
• Intermediarios con un sofisticado enfoque de
representación de conocimientos (redes
conceptuales, agentes inteligentes u ontologías),
para facilitar el análisis y el tratamiento de la
información que proporcionada por usuarios y
proveedores (proyectos ABS, ABROSE y
SMARTEC).
• Plataforma capaz de interpretar una petición de un
cliente, descomponiéndola en los subservicios que
considere oportunos y contactando con los
proveedores necesarios para resolver todos y cada
uno de esos servicios de manera óptima para la
petición global (proyecto SMARTEC).
4. Contexto tecnológico
El auge del comercio electrónico ha hecho evolucionar
de forma muy rápida tanto los modelos de negocio
como los esquemas de desarrollo de aplicaciones que se
utilizaban hasta hace unos pocos años. Eso ha forzado la
realización de urgentes revisiones tecnológicas y ha
dejado obsoletas a una gran cantidad de arquitecturas y
metodologías.
Además de la aparición de numerosas herramientas,
enfoques, tecnologías, etc., que en la mayoría de los
casos han entrado en mutua competencia, lo que
definitivamente ha contribuido a la amalgama
tecnológica que actualmente destaca en el sector, ha
sido la proliferación de muchos nexos de unión entre
diferentes tecnologías.
Evidentemente las plataformas de intermediación
electrónicas como modelos de comercio electrónico que
son, no se han quedado al margen de toda esta
revolución
Al principio prácticamente todas las aplicaciones
interactivas de Internet (que no estaban basadas en
esquemas cliente/servidor propietarios) se establecían
sobre sencillos formularios que el cliente podía enviar a
un servidor Web. Este procedía posteriormente a pasarle
los datos a un programa encargado de analizarlos y de
generar algún tipo de respuesta.
Dicho mecanismo es el ya clásico modelo de
comunicación basado en CGIs (Common Gateway
Interface) con un cliente que generalmente era un
programa (navegador o browser) capaz de interpretar
contenido HTML, que le era transferido por el servidor
de contenidos HTML utilizando el protocolo HTTP. A
la vez este protocolo se utilizaba para devolver los datos
al servidor y allí eran procesados por programas que se
ejecutaban (o se interpretaban, ya en muchos casos no
eran sino scripts) en la misma máquina que el servidor.
Posteriormente fueron apareciendo tecnologías que en
general iban orientadas a potenciar las funcionalidades
del lado del cliente como fue el lenguaje de
programación Java, que se utiliza para programar
applets (pequeñas aplicaciones que se ejecutan por los
propios navegadores) o el lenguaje Javascript, que
incluido en el propio código HTML es interpretado por
el navegador.
Con Java llegó también la posibilidad de utilizar un
protocolo alternativo a HTTP para transmitir datos (el
protocolo RMI). Dicho protocolo inicialmente sólo
permitía invocar métodos de forma remota, pero
progresivamente fue evolucionando y se le fueron
incorporando servicios adicionales (seguridad, servicio
de directorios, etc.).
Java se convirtió en el lenguaje estándar de Internet y
aunque en muchos casos se ha ido abandonando la
utilización de Java en los clientes, por lo pesado que
resulta desde el punto de vista de recursos consumidos o
del tiempo de ejecución, su presencia en los servidores
se ha ido incrementando cada vez más. Primero fueron
los servlets, que no son sino servidores Web con toda la
potencia del procesado Java de soporte y posteriormente
los servlets se flexibilizaron con la aparición de la
tecnología JSP (JavaServer Pages).
Con respecto a la posición de las arquitecturas de
distribución, la tecnología se fue moviendo
progresivamente hacia esquemas más abiertos, capaces
de adaptarse mejor a los requisitos del mercado y de
integrarse y reutilizar mejor los diferentes recursos de
almacenamiento de datos disponibles. Son las
denominadas arquitecturas multicapa.
Arquitecturas como J2EE o .NET rivalizan hoy en día
por convertirse en la base de la implementación de las
futuras aplicaciones de comercio electrónico. Ambas
vienen apoyadas por tecnologías bien asentadas como
son Java y RMI en el caso de J2EE o DCOM en el caso
de .NET y ambas pretenden integrar todas las
tecnologías que sus respectivos fabricantes han ido
desarrollando a lo largo de estos años y combinarlas con
otras tecnologías como XML, que parecen estar
implantándose de forma definitiva en el sector. J2EE es
la culminación arquitectural del mundo Java desde el
punto de vista del soporte a aplicaciones distribuidas de
comercio electrónico y .NET es la réplica de Microsoft
para adaptar la tecnología del mundo Windows al
desarrollo de servicios Web.
Y en todos los casos, siempre se ha tenido un cuidado
especial por mantener la ‘etiqueta’ de la
interoperabilidad, haciendo que cualquier arquitectura
fuese, al menos en teoría, ampliable y adaptable usando
puentes como CORBA, que desde hacía tiempo se había
consolidado como seguro de interoperabilidad entre
mundos tecnológicos heterogéneos.
5. Complejidad
Son tantas las tecnologías que forman parte de una
determinada aplicación eBusiness y tienen entre ellas
tantas interacciones que es difícil realizar un análisis
sistemático y pormenorizado de la complejidad que
dicha aplicación incorpora.
El objetivo que se plantea, más allá de la mera
interpretación de esa complejidad como muy
heterogéneo o algo difícil de entender, es afrontar todo
el tema de la diversidad, complicación y redundancia,
de forma sistemática, englobando en el concepto de
complejidad todos los aspectos que contribuyen a
dificultar el entendimiento integral de las arquitecturas
de comercio electrónico, concretadas aquí en el modelo
de negocio de las plataformas de intermediación
electrónica.
La complejidad como concepto genérico, por la gran
cantidad de ideas que lleva asociadas y por las
componentes subjetivas que acompañan a dichas ideas,
es algo que no resulta sencillo definir.
Resulta más sencillo sin embargo, el tratar de
desagregar la complejidad en otros conceptos que de
forma intuitiva se identifican como relacionados con lo
complejo, que pueden considerarse de hecho fuentes de
complejidad y que son estudiados y cuantificados en
algunos casos por diferentes ciencias (estadística,
ciencia del caos, etc.): azar, desorden, redundancia,
caos, complicación, incertidumbre, etc.
La Figura 3 muestra cómo están relacionadas estas
fuentes entre sí y cómo contribuyen a aumentar o
disminuir la influencia de unas en otras.
+ objetos. En nuestro caso, habría que tener en cuenta
CAOS DESORDEN
+ -
+ tecnologías que constituyen la base de cualquier
AZAR + REDUNDANCIA
+ +
-
INCERTIDUMBRE COMPLICACIÓN
+ +
C
COMPLEJIDAD
OMPLEJIDAD
Figura 3. Relación de conceptos asociados a la complejidad
[Sae94]
Siguiendo con los términos que normalmente se
utilizan, es habitual que alguien considere que
determinada cosa es compleja cuando le resulta difícil
de entender, lo cual implica algo bien conocido y muy
importante en las teorías de complejidad: la complejidad
es un concepto subjetivo que depende estrechamente del
observador y por lo tanto de sus intereses, percepciones
y capacidades.
La siguiente definición de complejidad [Sae94] es
particularmente interesante en tanto que además de
estos factores que se han comentado, incluye uno que no
suele ser tratado por las ciencias tradicionales, pero que
puede ser considerado sin duda como la fuente más
importante de complejidad: el factor sociológico.
“Complejidad es el nombre que le damos a la condición
de los seres humanos, objetos, fenómenos, procesos,
conceptos y sentimientos cuando cumple uno o varios
de estos requisitos:
1. Son difíciles de entender o explicar.
2. Sus causas, efectos o estructura son desconocidos.
3. Requieren una gran cantidad de información,
tiempo o energía para ser descritos o gestionados,
o un esfuerzo muy amplio y coordinado por parte
de las personas, equipos o maquinaria.
4. Están sujetas a varias percepciones,
interpretaciones, reacciones o aplicaciones que,
frecuentemente, son contradictorias o
desconcertantes.
5. Producen efectos deseados y no deseados (o
difíciles de controlar).
Su comportamiento, dependiendo del caso, puede ser
impredecible, extremadamente variable o contra-
intuitivo.”
Bajo la óptica amplia de esta definición y con el
objetivo de empezar a clasificar las ideas entorno a la
complejidad, el modelo de tres niveles de Sáez Vacas
fue específicamente diseñado para analizar la
complejidad que caracteriza a los entornos informáticos,
aunque es posible generalizarlo y aplicarlo en otros
entornos [Sae83]:
• Nivel 1: El primer nivel abarca los aspectos de la
complejidad relativos a objetos aislados sin
considerar sus posibles interacciones con otros
aquí la complejidad asociada a cada una de las
aplicación o implementación de una arquitectura de
intermediación electrónica.
• Nivel 2: En este nivel no se trata solamente de un
conjunto de elementos independientes, sino que de
la unión de estos surgen una serie de propiedades
nuevas que no se podían obtener simplemente con
la suma de las propiedades de cada elemento
aislado. Se considera pues en nuestro caso la
complejidad que se desprende de la puesta en
contacto de todas las tecnologías anteriores (APIs,
mecanismos de comunicación, protocolos, procesos
de negocio, etc.).
• Nivel 3: El tercer nivel de complejidad
(complejidad antropotécnica) surge de la
interacción de los sistemas tecnológicos y los
sistemas sociales, apareciendo así fenómenos
relacionados con el desorden, la incertidumbre, la
desorganización, etc. En este nivel se mezclaría por
un lado la clásica problemática de la interfaz
 hombre-máquina (condicionante en muchos casos,
a la hora de seleccionar un vendedor u otro) y por
otro los diferentes factores derivados en general de
las estrictas imposiciones del entorno del comercio
electrónico y de su relación con la sociedad
(económicas, comerciales, políticas,
medioambientales, etc.).
En base a una translación que se hace de este modelo a
al modelo de comunicaciones de sistemas distribuidos
(ver [Sae94]) y posteriormente a una adaptación y
ampliación a las arquitecturas de intermediación
electrónica (ver [Val02]), surge el modelo de análisis de
plataformas de intermediación que se propone en la
siguiente sección.
6. Modelo de análisis de plataformas de
intermediación
Son tantas las tecnologías que forman parte de una
determinada aplicación de comercio electrónico y tienen
entre ellas tantas interacciones que es difícil realizar un
análisis sistemático y pormenorizado de la complejidad
que dicha aplicación incorpora.
La metodología que se propone, a través de la
normalización de la idea de complejidad y la
formulación de una serie de modelos específicos que
permiten por un lado adaptar el concepto al mundo de
las tecnologías de la información y por otro hacer
conscientes los detalles de ese tipo de adaptaciones
(creación de modelos), permite abordar el análisis del
sector de las plataformas de intermediación electrónica
con unos criterios mucho más amplios que la mera
comparación de prestaciones tecnológicas.
A través de las cinco diferentes fases de que consta el
modelo (ver Figura 4), diseñado específicamente para
adecuarse a dichos esquemas de intermediación
electrónica y de integración y acercamiento de
compradores, proveedores y servicios, se especifican las
diferentes etapas que han de seguirse de cara a
posibilitar un análisis detallado de la circunstancia
tecnológica (complejidad no exclusivamente técnica) de
una determinada aplicación ede comercio electrónico.
El objetivo de dicha metodología al aplicarla sobre una
plataforma de intermediación concreta, es desagregar
los factores que asociados a cada una de las tecnologías
que la conforman, contribuyen a aumentar o disminuir
la complejidad de la arquitectura, posibilitando así la
posterior realización de un análisis completo de todos
los aspectos tecnológicos que la constituyen y
permitiendo una comparación detallada con otras
posibles plataformas en las que se efectúe el mismo
análisis.
Las diversas etapas de las que consta el modelo se han
desarrollado a partir de las experiencias extraídas de la
participación en diferentes proyectos financiados por la
Unión Europea a través de sus programas de
investigación ACTS e IST, que siguen esta línea de
plataformas de intermediación electrónica que se ha
comentado.
Fase de ubicación
Se propone aquí, antes de proceder a análisis ulteriores,
la localización precisa de la plataforma de
intermediación por medio de diferentes clasificaciones,
dentro de la amalgama de modelos de negocio,
iniciativas arquitecturales, opciones funcionales, etc.
que presenta el sector del comercio electrónico.
Para la caracterización del entorno, en esta fase se
sugiere una clasificación de la arquitectura atendiendo a
cuatro criterios básicos: en función de las entidades que
potencialmente pueden participar en una interacción (en
ocasiones la arquitectura puede ser lo suficientemente
genérica como para que este criterio no sea aplicable,
pues la arquitectura es válida en cualquier entorno), en
función del origen de la iniciativa de la arquitectura, en
función del modelo de negocio que se haya seguido con
la arquitectura y en base al objetivo funcional genérico
que predomine en la arquitectura.
En algunos casos las tipologías pueden solaparse y
ofrecer información redundante (clasificación según
tipos de interacción y según modelos de negocio, o
según modelos de negocio y objetivo funcional, en
algunos casos) y complicar por tanto la ejecución de
esta etapa. Sin embargo, actualmente es tal la cantidad
de entornos diferentes que se manejan y los nombres
distintos con los que se denominan dichos entornos tan
abundantes, que merece la pena el esfuerzo adicional de
salvar la complejidad descriptiva, de cara a ubicar
perfectamente la arquitectura antes de proceder a
cualquier tipo de análisis pormenorizado.
Fase tecnológica
Esta fase analiza la complejidad relacionada con las
diferentes tecnologías básicas que se utilizan para
construir las plataformas de intermediación, recorriendo
en orden de abstracción creciente, desde los recursos
hardware a los servidores de aplicaciones.
La información que se obtenga de la aplicación de esta
fase (y en general ocurre lo mismo con el resto), no se
espera en ningún caso que sea solamente un listado de
las tecnologías utilizadas (caso del análisis) o las
tecnologías a utilizar (caso del diseño o de la docencia),
sino que además se espera obtener información sobre la
complejidad asociada a cada tecnología y a los
problemas que puedan surgir de la interacción de las
mismas (complejidad de acoplamiento).
 ESTANDAR

TIENDA B2B
INTEGRAC. CLASIFICACIÓN
PROCURAC. INICIATIVA C2B
FUNCIONAL A2C
COMERCIAL
TERCEROS GALERÍA ORIENTACIÓN
ORGANIZ. COMERCIAL
MODELO DE PRIVADA
NO LUCRO
COLABORA. NEGOCIO SUBASTA B2A C2C
HARDWARE
B2C
SOFTWARE SISTEMA
COMUNIDAD CONFIANZA
ADICIONAL
FASE 1:
OPERATIVO
SERVICIOS INFORMAC.
COMPLEJIDAD
UBICACIÓN INTERNA

FASE 5: BASES DE
DATOS
LENGUAJ.
PROGRAM.

COMERCIAL FASE 2:
LENGUAJ.
DESCRIPC.

TECNOLÓGICA
PROTOCOLOS

INTERMEDIACIÓN COMUNIC.

SERVIDORES PROTOCOLOS
APLICACIONES APLICAC.
INTERIORIZACIÓN COMUNICACIÓN

FASE 4: FASE 3: CLIENTES/

TECNOLOGÍAS
SOCIOTÉCNICA ARQUITECTURAL DISTRIBUCIÓN SERVIDORES

EXTERIORIZACIÓN DISEÑO DE
INTERFACES MODELO DE
INTEGRACIÓN NEGOCIO
MODULAR

FUNCIONALIDAD
MODULAR
COLABORACIÓN
MODULAR

Figura 4. Modelo para el análisis de plataformas de intermediación electrónica

Dividida en dos etapas, esta fase propone analizar Fase arquitectural

primero lo que denominamos ‘complejidad interna’
evaluando las tecnologías de forma independiente,
contemplándose también para obtener detalles
adicionales los aspectos relativos a la complejidad de
acoplamiento. Yendo desde lo más cercano a la
máquina hacia lo más externo, los puntos que se
propone revisar, bien durante el análisis de una
arquitectura existente o bien durante la fase de diseño de
una nueva y por supuesto teniendo en cuenta que dichos
puntos pueden aumentar o disminuir en la medida en
que la arquitectura a analizar o el analista/docente
(observador) así lo requiera, incluirían los puntos que se
mencionan a continuación: recursos hardware, sistema
operativa, lenguaje y entorno de programación, lenguaje
de descripción de datos, sistemas de almacenamiento de
datos, software adicional.
La segunda etapa analiza los mecanismos que permiten
la interacción de los elementos vistos en la etapa
anterior, así como la complejidad que se desprende de la
puesta en comunicación de los mismos (complejidad de
comunicación). La evaluación de tecnologías se hará en
orden de complejidad creciente (complejidad de
comunicación) de tal forma que a medida que se pase de
una tecnología a otra, el número de elementos que se
incorporan a la comunicación y a la interacción será
mayor. Se propone evaluar por tanto: protocolos de
comunicación de datos, protocolos de nivel de
aplicación, clientes y servidores, tecnologías de
distribución y servidores de aplicaciones.
Esta fase evalúa la complejidad que surge de la
consolidación en forma de una estructura modular de la
lógica de negocio asociada a la plataforma de
intermediación electrónica (definición de interfaces,
definición de un modelo de datos, etc.) y de la puesta en
contacto de todos esos módulos (localización e
intercambio de servicios, de interfaces, de modelos de
negocio, etc.).
De nuevo se ha dividido esta fase en diferentes etapas
que serán evaluadas en orden de especificación
creciente, desde el diseño de la plataforma hasta su
implementación.
• Modelo de negocios: el objetivo en esta etapa pasa
por tomar conciencia de las implicaciones que
desde el punto de vista de complejidad a nivel
arquitectural tiene la plataforma en función de lo
ambicioso de la misma desde la perspectiva de las
funcionalidades que espera conseguir.
• Funcionalidad modular: La idea de esta etapa no
es analizar la complejidad de un determinado
diseño modular o evaluar si los patrones de diseño
empleados son los más apropiados. El objetivo es la
localización de los módulos que forman parte de la
arquitectura y que por tanto estarán inmersos en el
proceso de colaboración. Evidentemente a mayor
número de módulos, mayor complejidad de
colaboración será previsible. De la misma forma se
trata también de localizar qué módulos tienen
interacciones entre sí.
• Integración modular: Localizados los diferentes
módulos que forman (o formarán) parte de la
arquitectura, la siguiente etapa a considerar sería la
integración de todos ellos, con lo que quedará
fijado el mecanismo de colaboración. Para realizar
dicha integración habrá que evaluar en primer lugar
la interfaz que cada módulo le ofrece al resto así
como la secuencia de mensajes que hay que
intercambiar para llevar a cabo cada uno de los
procesos de negocio.
Fase sociotécnica
Esta fase completa el modelo de complejidad ofreciendo
una perspectiva que pese a que no suele ser tenida en
cuenta en arquitecturas, diseños, proyectos, etc.
representa una de las mayores fuentes de complejidad,
puesto que incorpora el comportamiento humano como
origen importante de la complejidad en las plataformas
de intermediación, proponiendo el análisis de aspectos
como la dificultad de asimilación de conocimiento, el
trato con las personas, el mantenimiento de código
programado por otros, impacto ecológico, social, etc.
Se ha dividido en dos etapas diferentes en las que se
propone la evaluación de la complejidad sociotécnica
existente desde el punto de vista interno de la
plataforma de intermediación (derivada del hecho de
que los diseñadores, analistas, implementadotes, etc. de
una plataforma de intermediación, son en definitiva
seres humanos con una serie de condicionantes y
limitaciones bien conocidos) y desde la perspectiva de
la relación de la plataforma con el exterior (analizando
los factores que provienen de las relaciones externas que
necesariamente surgen como consecuencia de que los
usuarios de la plataforma son también seres humanos y
la utilización de la plataforma les afecta tanto desde el
punto de vista individual como desde el punto de vista
colectivo (sociedad)).
Fase comercial
Como última fase del modelo y quizá un poco más
desvinculada de lo que pueda ser la teoría de la
complejidad que se ha tratado hasta el momento lo que
se propone es cerrar el análisis de la arquitectura en
cuestión, examinando su proyección comercial.
En función de que el modelo de análisis se esté
aplicando a una plataforma existente o se esté utilizando
para diseñar una nueva, evidentemente la tarea a realizar
será totalmente diferente.
Mientras que en un caso el objetivo es estudiar la
penetración en el mercado de la plataforma analizada, el
coste de la plataforma (de adquisición, de
mantenimiento, de formación, etc.), implementaciones
existentes en el caso de que se trate de una
especificación, etc., en el segundo caso el objetivo será
evaluar el coste de implementarla, crear el propio plan
de explotación, etc.
Para detalles más específicos sobre la aplicación de las
diferentes fases, puede consultarse [Val02].
7. Conclusiones
El modelo para el análisis de plataformas de
intermediación electrónica (en muchos casos será
extrapolable también a otros modelos de negocio del
comercio electrónico), que se ha descrito en este
artículo, permite desglosar la complejidad que dichas
plataformas llevan asociadas desde puntos de vista muy
diversos y lejos de perderse en los detalles tecnológicos
(que en cualquier caso no se dejan sin evaluar),
proporcionan una perspectiva general muy completa
sobre la plataforma y todo su entorno de interacción.
En este sentido, se han identificado dos campos
principales en los que aplicar este modelo:
• La investigación y el desarrollo: tanto a nivel
empresarial como a nivel de investigación
académica, la aplicación del modelo permite en
primer lugar la posibilidad de llevar a cabo una
selección tecnológica más precisa (en el caso de
que se pretenda adquirir una plataforma o alguna de
las tecnologías que la integran), pues permite
extraer criterios comparativos sobre gran cantidad
de parámetros diferentes. La aplicación sistemática
a una determinada plataforma permite generar un
informe completo sobre todos los detalles
involucrados en su arquitectura, incluyendo muchos
puntos que no están estrictamente relacionados con
la tecnología, pero que no por ello dejan de
influenciarla activamente. Desde el punto de vista
del desarrollo de plataformas, el modelo se puede
utilizar como referencia de garantía de que no se
está pasando por alto ningún detalle que pueda
contribuir a complicar el proceso de desarrollo
posteriormente.
• La docencia: el modelo puede ser utilizado como
base a la hora de dar soporte a diferentes labores
docentes (planteamiento de planes docentes, cursos
de empresa, etc.) puesto que la estructuración de las
diferentes fases presentan un esquema de
complejidad creciente muy apropiado para este tipo
de objetivos.
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Services. Disponible [Internet]:
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[IST] Information Society Technologies Programme.

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[Val02] Valera Pintor, Francisco. Modelo para el

análisis de arquitecturas de intermediación
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Ingeniería Telemática. Universidad Carlos III de
Madrid.

[Vil+99] Villagrá, Víctor A., José I. Moreno, Julio J.

Berrocal y Juan I. Asensio. El papel de los
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Ingeniería Telemática, JITEL (2ª, 1999, Leganés,
Madrid). ISBN: 84-89315-14-0. pp: 157-162.