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parábola de los dos cimientos de acuerdo a Mateo 7:24-27:

A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo


compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Cayó
la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa,
pero ésta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca.  Por otro
lado, a cualquiera que me oye estas palabras y no las pone en práctica, lo
compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la
arena.  Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron
aquella casa, y ésta se vino abajo, y su ruina fue estrepitosa. (RVC)
Primero notaremos que Jesús usa esta ilustración al final de lo que ahora
llamamos el Sermón del Monte. En ese conocido sermón, Jesús da un
discurso primeramente para sus discípulos sobre los beneficios de ser
ciudadanos del reino de Dios y la responsabilidad que esta membrecía
conlleva.  El sermón también incluye una serie de advertencias para los
demás presentes, algunos quienes eran enemigos de Jesús y otros que
estaban ahí para escuchar sus enseñanzas. Al terminar de hablar el público
quedo con la opción o de aceptar lo que decía y empezar a vivir más de
acuerdo a la voluntad de Dios, o podían ignorarlo.
Es aquí que entra esta parábola.
La roca: Esta representa a Jesús  y su mensaje sobre el reino de Dios. Lo
que él estaba ofreciendo a través de su sermón era la clave para vivir una
vida segura en el sentido espiritual.  
El hombre que construyó su casa sobre la roca: Este hombre se dio
cuenta que la vida trae sus grandes tormentas, y que sería mejor tener una
base inconmovible. La persona que escucha y es obediente al mensaje de
Dios puede tener la confianza de que será sostenido por el mismo Señor
durante esta vida y en la próxima. Además de eso, al seguir a Jesús, vive una
vida libre de pecado y de las consecuencias del pecado. Aun cuando vienen
las tormentas de la vida, esta persona sabe dónde acudir para obtener ayuda,
protección y consuelo.
La arena: El mundo y todo lo que esta apartado de Dios.
El hombre que construyo su casa sobre la arena: Este no considero
las mismas cosas que el hombre prudente.  Al rechazar la roca y optar por la
arena, fundó su casa sobre un terreno inestable e inseguro. Cuando vienen
las tormentas de la vida, este hombre no tiene dirección y hasta se hunde
más.
Cada vez que escuchamos el evangelio nos quedamos en la misma situación
que aquello que estuvieron escuchando a Jesús ese día. Podemos tomar el
mensaje, guardarlo en el corazón y vivir de acuerdo a él, o podemos rechazar
las palabras del mismo Señor. Las consecuencias de ambas siguen siendo
iguales hoy.  ¿Dónde está puesta tu fe y tu confianza? ¿Tu casa está en la roca
o en la arena? Cristo continua ofreciendo oportunidades para los que quieran
construir sus casas en la roca.

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