EL ALCALDE, SR. PRADO Y PALACIO ( x ) , DIRIGIENDO UN DISCURSO A LOS GUARDIAS MUNICIPALES AL ENTREGARLES AYER MAÑANA LAS RECOMPENSAS QUE SE LES HAN CONCEDIDO POR SU COMPORTAMIENTO DURANTE LA HUELGA GENERAL. (FOTO DUQUE) rre sobre el temperamento nacional, tan pro- que algunos españoles de buena voluntad la teoría? No, porque lo que ocurre es que p'cio á los desmayos de la voluntad. "A pe- tratamos de-buscarle el antídoto. Lo que aún el medso polít'co, que no e's distinto del ge- sar—escribe—de las desventuras seculares me sobresalta es que, poí el gran prestigio neral, pero que puede representarse por una ?. cumuladas en el proceso de líuestra deca- de ciertos nombres, inicuamente explotados, zona de él más refractaria á las influencias, dencia, nuestro espíritu" nacional había con- caiga alguien todavía en la trampa de un más contumaz, más impenetrable, ha levan- servada, hasta las postrimerías del siglo xix pesimismo irracional. Esa es la explicación tado una' barrera que en cierto modo lo los sentimientos de dignidad, altivez y con- de que yo haya intentado en estos artículos aisla. Una - ciudadanía vigorosa arrasaría^ fianza en sí mismo adquiridos en los t'empos el esfuerzo de señalar la que juzgo verda- 'esas.murallas de la China que'son las oli- de la supremacía. Pero con la fatídica efe- dera interpretación de las doctrinas de Joa- garquías, el -caciquismo, las organizaciones mériJe de 1898 se deshicieron súbitamente quín Costa,, de Ganivet, españoles hasta los decrépitas; y por la primera brecha" que se esos sentimientos... Habituados á la idea de tuétanos, y tan. distintos enfsu fisonomía es- abriera, penetraría el aire puro que, por lo que la grandeza de' una nación se mide por piritual y en sus doctrinas' de como se ha pronta, sería huracán que barrería todas las la extensión, del territorio, la pérdida de los querido pintarlos. impurezas. últimos restos de nuestro Imperio colonial, Mucho más difícil es declararse optim's- Pero el'progreso que yo. he señalado na que nos dejamos arrebatar casi sin defen- ta cuando, se trata del medio político. -No llega á tanto. Hay más cultura, más apti- derlos, fue para nosotros como si nos arran- sólo se oponen al optimismo las liquidacio- tud para la vida pública; pero todavía eñ caran el órgano más vitaL Entonces—añade nes áe la vida política de que habla el se- potencia; es decir, sin llegar á la acción. Sánchez de Toca—quedó invertida la men- x ñor Sánchez de Toca, sino de otras muchas El hábito de no pra<cticar la ciudadanía, -la talidad nacional." ~ realidades que representan el peso m'uerto repugnancia á penetrar en un med'o vicia- En "realidad, al ptfeblo español le enervó que España arrastra en su esfuerzo de re- do, el desdén, que ha dé ser mayor cuanto mis la ruina de la leyenda que la pérd'da de novación. Sin embargo, ese mismo medio de más grados alcance ía cultura, son -otras las colonias. Y cuando, además, le dijeron la vida política tiende á mejorar. El impu- tantas facilidades que la incipiente España que había sido imbécil al tener fe en su dor clásico de ciertos gobernantes ya no nueva da á la supervivencia de "los -orgar raza y al creer en su historia, rotos todos los encuentra el ap'auso cínico de la tertul a. nismos políticos y al estancamiento del resortes de su energía, se tumbó en el surco. No se alardea de dar1 batallas k la ciudada- medio. En esta inercia, en esta abdicación, funda nía, y allí donde se presenta, por temor ó Resulta de esto un fenómeno curioso y el Sr. Sánchez de Toca una buena parte de por honradez, se la respeta. Ya no se siem- lamentable. No dando el asalto á las mu- su pesimismo. Yo me perm'tiría decirle al bra la semilla de la inmoralidad lanzándola rallas chinescas la verdadera ciudadanía, la sabio comentarista de aquellos infortunios: despreocupadamente á boleo, caiga donde que ha progresado, la que empieza á reno- También en este aspecto hemos progresado. caiga. A lo más, se escoge una tierra, de la varse, la suplanta una minoría que ha sa- TLsth iniciada una visible reacción contra el quede antemano se sabe que es apta para lido del m'smo medio de la política. Esos abatimiento de 1898. Y un síntoma todavía recibir ciertos cultivos. La mentalidad de ios hombres se descuelgan ladinamente por el inás favorable: España va soltando el vene- políticos va cambiando en los hombres de muro, se disfrazan de ciudadanos'y fingen no con que la intoxicaron algunos médicos ayer y es otra Jen los de hoy. el asalto; pero cuidando de no-abrir la bro- de "cabecera. En cuonto á la juventud de Es posible que se me señale una contra- ncha por donde penetre el aire puro, porque hoy, comienza' ya á formar su juicio propio, d'cc'óh; pero es- sólo aparente. Si afirmo que ambiente, noquelo acaban ellos,"como de salir del misma necesitan para respirar á á reírse un poco de los agoreros y á entrar .el medio general se ha modificado en senti- sus más resueltamente en la vida. A-mí no'me do favorable^ y de esta modificación hay que anchas. 'aspiran ningún temor las influenc'as que Estos asaltantes disfrazados son lo que esperar-la" del medio político, lo cual signi- vulgarmente aún pudieran ejercer sobre los jóvenes, so-' fica que, en realidad, no hay más que un oposición. Ellos se conoce con el nombre de bre los hombres nuevos, las últimas tufara- medio, ¿ el admibir uno que progresa y otro vicios claman también contra los 4s<¡ asfixiantes de aquella crítica letal, á la que permanece casi inalterable, no destruirá más que de la vieja, política,,ellos alborotan nadie, aturdiendo nos con-la reno-