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1
Dedicatorias
2
Agradecimientos
3
Resumen: La presente investigación se propone identificar los conocimientos y la
formación en materia de conservación que posee el personal que se desempeña en
bibliotecas que tienen escaso presupuesto, así como relevar las prácticas de
preservación que llevan adelante, las políticas bajo las que trabajan y el
presupuesto destinado a tareas de esta índole, focalizando el análisis en las
bibliotecas populares ubicadas en la ciudad de La Plata que reciben el subsidio de
la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).
Para llevar a cabo esta investigación se realizó, en primer término, un relevamiento
bibliográfico, a fin de establecer el marco teórico del trabajo. Luego se procedió a
relevar y analizar los planes de estudio de las carreras de Bibliotecología de la
Universidad Nacional de La Plata (UNLP), del Instituto Superior de Formación
Docente y Técnica Nº8 (ISFDyT Nº8) y del Instituto de Formación y Capacitación
Docente y Técnica de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) con sede
en esta ciudad, con el objetivo de detectar la presencia de contenidos y
competencias relacionados a la conservación de fondos bibliográficos. A
continuación, se recurrió al uso de una encuesta dirigida al personal que se
desempeña en estas bibliotecas para determinar conocimientos y prácticas de
conservación. Finalmente, se exponen los principales resultados del estudio.
4
Abstract: The purpose of this investigation is to identify the knowledge and
instruction on preservation that the staff working in libraries with low budgets have,
as well as to research and gather the preservation practices that are performed, the
preservation policies that guide them and the budget destined for this tasks,
focalizing the analysis on popular libraries located in the city of La Plata that that are
funded by the subsidy from the National Commission of Popular Libraries
(CONABIP).
In order to fulfill this investigation, a bibliographic research was performed in first
place, with the purpose of establishing a theoretical framework. After that, the the
curricula for Library Sciences study at the National University of La Plata (UNLP), the
Higher Institute of Teacher Training and Technical Formation Nº8 (ISFDyT Nº8) and
the Higher Institute of Teacher Training, Qualification and Technical Formation of the
Federation of Buenos Aires Teachers were analyzed, with the objective of detecting
the presence of content and competences related to the subject of preservation of
bibliographic funds. Then a poll directed to the staff of the selected libraries was
implemented, to determine knowledge and preservation practices. The document
finalizes with the exhibition of the main results of the study.
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Tabla de contenidos
1. Introducción 8
2. Objetivos 11
3. Conservación documental 12
3.1. Preservación, conservación y restauración: aclaraciones conceptuales 12
3.2. Conservación preventiva 16
3.3. Agentes de deterioro 18
3.3.1. Agentes químicos de deterioro 18
3.3.2. Agentes biológicos de deterioro 20
3.3.3. Agentes físicos de deterioro 21
3.4. Conservación con bajo presupuesto 22
6. Metodología 34
6.1. Muestra 34
6.2. Métodos y técnicas 42
6
10. Prácticas y políticas de conservación en las bibliotecas estudiadas 66
10.1. Estrategias de conservación aplicadas 66
10.2. Políticas de conservación y presupuesto, una relación necesaria 72
11. Conclusiones 75
12. Bibliografía 78
13. Apéndices 84
13.1. Listado de Bibliotecas Populares de la ciudad de La Plata, inscriptas en
CONABIP 84
13.2. Encuesta 86
7
1. Introducción
8
material requerido para satisfacer sus necesidades de información (Dobra & Ríos,
1999). Sin embargo, la mayoría de estas bibliotecas cuentan con un presupuesto
mínimo para su funcionamiento, donde una buena parte del mismo es cubierto por
subsidios que ofrecen distintas entidades gubernamentales del país (municipales,
provinciales y nacionales), en particular la Comisión Nacional de Bibliotecas
Populares (CONABIP).
Por lo dicho hasta ahora se podría suponer que, en este tipo de unidades de
información, las acciones orientadas a la conservación de los materiales deberían
ser constantes por el uso que los documentos reciben y por los escasos ingresos
económicos disponibles. No obstante, pareciera que poco o ningún presupuesto se
destina al mantenimiento de la colección, siendo éste tan sólo uno de los
inconvenientes a la hora de pensar la preservación en el contexto de las BP
argentinas.
***
9
obtenidos a partir de la revisión bibliográfica y las encuestas realizadas, agrupados
en cuatro aspectos, a saber: la formación del bibliotecólogo en las instituciones
educativas platenses, las bibliotecas populares platenses, conocimiento y formación
del personal de las BP acerca de la conservación, y prácticas y políticas de
conservación en las bibliotecas estudiadas. Para finalizar, se exponen las
principales conclusiones y algunas recomendaciones a la hora de pensar la
incorporación de la preservación a la formación y conocimientos de los
profesionales actuales y futuros. Culmina el documento con el listado de la
bibliografía consultada. Complementa el trabajo un apéndice que incluye, por un
lado, el listado de Bibliotecas Populares de la ciudad de La Plata inscriptas en
CONABIP, y por el otro, la guía utilizada durante las encuestas.
10
2. Objetivos
Objetivo general:
Determinar si existe relación directa entre los conocimientos de preservación
que tiene el personal que se desempeña en BP, las prácticas de conservación que
realizan y las políticas que establecen, con los recursos económicos disponibles.
Objetivos específicos:
- Detectar la presencia de contenidos relacionados a la conservación en los
planes de estudio de las escuelas de bibliotecología localizadas en la ciudad de La
Plata.
- Identificar los conocimientos que posee el personal de las bibliotecas en
estudio, en lo que respecta a conservación y restauración de materiales
documentales.
- Relevar las prácticas actuales de conservación y restauración que tienen lugar
en las BP platenses.
- Examinar las políticas de conservación preventiva de las bibliotecas
estudiadas.
- Establecer qué porcentaje del presupuesto total de la biblioteca se destina a
conservación y restauración de la colección.
- Relacionar las prácticas de conservación y restauración detectadas en las
bibliotecas con el conocimiento que posee su personal y el presupuesto destinado a
este rubro.
3. Conservación documental
11
hizo necesaria la consulta de trabajos más generales para poder establecer el
marco teórico pertinente.
Desde los inicios de los primeros registros escritos han existido técnicas
destinadas a conservar la información contenida en ellos. Pero no fue hasta el siglo
XIX que los términos conservación y restauración fueron acuñados, y la
conservación -como disciplina- recién se consolidó entrada la década de 1970. Allo
Manero (1997) separa la historia de la conservación de documentos en dos grandes
períodos: el Precientífico, comprendido entre la Antigüedad y finales del siglo XIX; y
el Científico, desde comienzos del siglo XX hasta la actualidad. En el período
Precientífico las técnicas eran diversas, ya que la variación de soporte a soporte no
permitía la definición de acciones que fueran aplicables a todos. Sin embargo, ya en
ese momento se podían ver distintos tipos de medidas, de acuerdo a la finalidad de
cada una: centradas en la elaboración de soportes, de manera tal que duren más;
para la prevención de plagas (“sistemas de defensa pasiva”); y en la preparación de
los edificios y los sistemas de instalación de documentos. El período Científico se
caracteriza por el surgimiento y desarrollo de la conservación y restauración de
documentos y su consolidación como disciplinas, resultado de tres hechos
importantes que tuvieron lugar en el siglo XX en el contexto de las Guerras
Mundiales: la repentina rapidez de los avances tecnológicos y científicos, el
surgimiento de un interés mundial en el patrimonio cultural y la conciencia sobre la
necesidad de la gestión de recursos dentro de un marco de cooperación.
12
bien diferenciadas. La corriente latina, por su parte, sostiene que la conservación
comprende, por un lado, la conservación preventiva -una actividad que implica
conservar y prevenir- y, por otro, la restauración. Para echar un poco de luz sobre
este manojo de términos, se incluyen a continuación las definiciones de cada uno de
estos conceptos a partir de la bibliografía consultada.
13
son indirectas -no interfieren con los materiales y las estructuras de los
bienes. No modifican su apariencia (2012, p. 21).
14
medidas de último recurso, aplicables únicamente cuando un objeto se encuentra en
un estado de deterioro tal que no puede ser consultado, y deben ser confiadas a
profesionales especializados. La reparación pretende paralizar el proceso de
deterioro desde su inicio, e implica que no debe exigir una gran inversión económica
ni de dedicación; esta actividad se basa en tres premisas: la reversibilidad de la
modificación realizada, la inocuidad de los materiales, y la conveniencia de la
aplicación de esos procesos (Sánchez Hernampérez, 1999a).
15
3.2. Conservación preventiva
Para que una biblioteca pueda llevar a cabo una buena conservación
preventiva, es indispensable que se planifique de antemano y que esté plasmada
por escrito en un documento conocido como política de conservación. Este
documento debe contener una descripción de todos los pasos a seguir, las
herramientas y las responsabilidades de cada sector y del personal, tanto en las
actividades preventivas como en caso de una emergencia. Es la finalidad de toda
política de conservación que la biblioteca pueda cumplir su objetivo primordial:
facilitar el acceso a la información. Como señala Sánchez Hernampérez, (1999c), si
un usuario se encontrara impedido de acceder a la información que necesita a
causa de la alteración del estado de los documentos, entonces el sistema no estaría
funcionando .
Este mismo autor plantea siete premisas clave para una adecuada
conservación:
16
3. Cada colección difiere en sus contenidos y finalidad, de forma que la
política de conservación ha de acomodarse a los objetivos de la
biblioteca.
4. La conservación debe ser considerada como una responsabilidad de
gestión al más alto nivel.
5. La política de conservación debe estar consolidada como parte
continuada del presupuesto de la biblioteca.
6. La conservación debe implicar a toda la plantilla de la biblioteca y ha
de formar parte de todas las rutinas.
7. Son inherentes a cualquier tipo de biblioteca la formación de usuarios
y trabajadores, la planificación de desastres, la limpieza y la
colocación.
Para que todo esto funcione, es decir, para tener una buena política de
conservación y lograr efectivamente un proceso continuo de conservación
preventiva, es indispensable que quienes lo lleven a cabo tengan pleno
conocimiento de la institución en la cual están trabajando, las debilidades y
17
fortalezas tanto materiales como inmateriales, y las herramientas a las cuales se
tiene acceso.
18
Entre los factores exógenos más importantes se encuentran (Sánchez
Hernampérez, 1999a):
● Humedad: si bien el papel requiere de humedad en el ambiente para
mantener su equilibrio, el exceso de ésta facilita el desarrollo de plagas
(microorganismos, insectos), además acelera varios de los procesos
químicos y causa el desvanecimiento de ciertas tintas, provocando
pérdida de información.
● Temperatura: las altas temperaturas facilitan el trabajo de la humedad,
acelerando y potenciando los procesos de alteración química, así como
también el desarrollo de plagas, ya que el calor es indispensable para la
reproducción de insectos y microorganismos.
● Luz: la exposición directa de los materiales a la luz -sea natural o
artificial- durante largos períodos de tiempo destruye tanto la celulosa,
provocando degradación y decoloración del papel, como las tintas,
generando el desvanecimiento de un gran número de pigmentos (Goren,
2010).
● Contaminantes atmosféricos: se encuentran en grandes cantidades en el
aire. Es indistinto si son naturales, como el polvo o el ozono, o generados
por maquinaria creada por el hombre. Los documentos tienen la
capacidad de absorber dichos contaminantes, lo cual genera reacciones
que devienen en la destrucción de soportes y encuadernaciones, así
como también el desvanecimiento de las tintas.
19
Existen cuatro categorías diferentes dentro de las cuales se pueden clasificar
los agentes biológicos (Sánchez Hernampérez, 1999a), a saber:
● Microorganismos: se encuentran en todos los ecosistemas y varían en su
composición y sus efectos, se nutren de una amplia gama de sustancias
y son capaces de sobrevivir en las condiciones más extremas. Sus
efectos pueden ser sumamente negativos, ya que atacan sustancias que
les sirven de alimento y sustrayendo el carbono de las moléculas de
celulosa, al tiempo que excretan ácidos y pigmentos que manchan y
debilitan los materiales. De todos los que afectan a los libros, los más
relevantes son:
○ Bacterias: son organismos unicelulares que, en condiciones
desfavorables, se convierten en esporas y viajan en el aire y el
polvo hasta encontrar un ambiente orgánico favorable. Los
materiales bibliográficos entran dentro de esa categoría, y los
pigmentos que excretan pueden ocasionar manchas en el papel.
El calor y la humedad hacen que las bacterias se reproduzcan
más rápido.
○ Hongos: viven como parásitos, descomponiendo los materiales
que les resultan beneficiosos, capaces de absorber una gran
variedad de sustancias para obtener energía. Los hongos
celulófagos, que son los que se suelen encontrar con más
asiduidad en las bibliotecas, atacan principalmente papel viejo,
pergamino y encuadernaciones y se reproducen rápidamente en
ambientes húmedos y de temperaturas elevadas. En los libros, un
ataque de hongos puede causar una pérdida total de la estabilidad
física de los materiales, haciendo que sea muchas veces
imposible su restauración.
● Insectos: causan daños estéticos y físicos, generando erosión en los
documentos, y en zonas tropicales pueden llegar a desintegrar un libro en
cuestión de días. Son muy versátiles y se adaptan casi a cualquier tipo de
ambiente, aunque por lo general prefieren condiciones de humedad y
temperatura altas, así como también oscuridad.
● Roedores: las ratas, los ratones y los murciélagos son nocturnos y suelen
destruir más de lo que usan para alimentarse, ya que emplean los
20
materiales para afilar sus incisivos frontales y para construir sus nidos, y
como depositarios de heces y orina. Se suelen acumular en los depósitos
en busca de restos de alimentos y desperdicios, y su presencia es nociva
no sólo para los libros sino también para los trabajadores, ya que son
portadores de enfermedades. Igual que los demás agentes biológicos,
buscan la oscuridad, la humedad y el calor.
● Pájaros: si bien los pájaros no atacan directamente a los libros, suelen
anidar en lugares altos y muchas veces encuentran aberturas u orificios
por los que entran a los depósitos. La suciedad provocada por los nidos,
excrementos y cadáveres (cuando no logran volver a salir), genera un
medio apto para la reproducción de microorganismos (Goren, 2010).
Las causas de alteraciones más frecuentes son, sin embargo, las agresiones
físicas, debido a que al ser los materiales intrínsecamente frágiles, cualquier tipo de
fuerza ejercida sobre ellos puede provocar roturas, daños permanentes y pérdida
del contenido original, especialmente si previamente los documentos fueron foco de
daños químicos o biológicos.
21
● Exposiciones: las exposiciones y muestras muy frecuentes pueden
acarrear serios daños estructurales, ya que el proceso de embalaje,
transporte y exhibición de los materiales no suele realizarse de manera
adecuada.
● Catástrofes naturales: las inundaciones, los incendios y los terremotos,
son factores de deterioro masivo e imprevisibles, que suelen acarrear
pérdidas enormes. Las transformaciones físicas a las que son sometidos
los documentos en estos casos son variadas y terribles, y en muchos
casos -aunque no se haya destruido el material durante la catástrofe-, los
costos y recursos de reparación pueden ser prohibitivos.
● Casos de destrucción masiva intencionados: son especialmente dañinos,
ya que el daño es selectivo y cultural. En esta categoría entran los
conflictos bélicos, censuras, saqueos, robos y actos vandálicos, así como
también las mutilaciones y los provocados por lectores poco cuidadosos
que escriben, subrayan, resaltan y doblan los documentos durante su
uso.
22
(Fredericks, 1992, p. 97) un proceso que implicaba tomar los originales y pasarlos a
microfichas en blanco y negro, a través de las cuales los usuarios podían consultar
la cantidad de veces necesaria sin temor a que la información se perdiera. Esta
práctica, sin embargo, se volvió peligrosa con el tiempo ya que los originales, en
muchos casos, fueron luego olvidados o desechados.
Tal como señala Sánchez Hernampérez (1997), pocas son las bibliotecas que
poseen laboratorios de restauración, y menos aún las que destinan a las actividades
de conservación el personal necesario para esas tareas. Para las bibliotecas más
pequeñas y modestas, pensar en políticas de conservación puede resultar
imposible, hasta utópico; sin embargo, este tipo de políticas son imprescindibles
para la conservación de la colección y la información en ella comprendida.
23
adecuada conservación es indispensable para evitar gastos innecesarios. En este
sentido, cabe señalar que el primer acercamiento de los lectores a las bibliotecas
suele ser a través de instituciones barriales, de manera que si no se les inculca
buenos hábitos de manejo y cuidado de los materiales, las malas costumbres se
trasladan luego con ellos a otras instituciones más grandes.
La lucha contra el deterioro debe ser encarada por los agentes involucrados, a
saber: a) el bibliotecario, que destina el lugar y la posición adecuados para cada
documento; b) el auxiliar de biblioteca, que realiza un manejo cuidadoso de los
materiales; y c) el lector, evitando manipulaciones incorrectas, como apoyarse,
manchar, romper, escribir, doblar, etc. Todos somos responsables de las
colecciones y su durabilidad en el tiempo, desde los encargados de la colección
hasta los usuarios que la acceden; la idea de que solo los restauradores y
encuadernadores pueden hacer algo para evitar el deterioro es inexacta y
contraproducente, tal como señala Meden (2012).
24
cuenta con recursos económicos ni humanos específicos para la tarea. En este
sentido, plantea una serie de acciones generales que todas las políticas de
conservación deberían abarcar, independientemente del tipo de biblioteca y tamaño
de su colección:
25
● Colocación: colocar los libros adecuadamente en el estante, para evitar
deformaciones y roturas. No apretar ni dejar espacios libres. En caso
necesario, utilizar un sujetalibros.
● Protección: las cajas de cartón libre de ácido ayudan a proteger revistas,
boletines y otros materiales.
● Siniestros: elaborar un plan de siniestros es una prioridad. Si existe sistema de
alarmas debe ser chequeado periódicamente.
● Ejemplares dañados: los ejemplares muy dañados deben sacarse de
circulación.
● Educación: la formación de usuarios y la concientización acerca de la
importancia del cuidado de los libros es fundamental.
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4. Conservación, formación bibliotecológica y perfil bibliotecario
Como se menciona anteriormente, a pesar de la relevancia que tiene la
aplicación de estrategias de preservación y de técnicas de conservación para
favorecer la longevidad de los acervos documentales, sobre todo en el contexto de
bibliotecas con escaso presupuesto, es bajo el porcentaje de unidades de
información que realizan acciones de conservación en su amplio espectro,
limitándose principalmente a reparaciones rápidas que aseguren el retorno de los
materiales a las estanterías lo antes posible.
Uno de los factores que genera este desfase entre el valor de la conservación
preventiva y la falta de aplicación en las bibliotecas podría ser la poca importancia
que se le da a la disciplina en la formación de los profesionales, ya que a pesar de
ser uno de los temas de interés planteados en los Encuentros de Directores y
Docentes de Escuelas de Bibliotecología y Ciencia de la Información del MerCoSur 1
(Biblioteca Nacional, 2015), es notoria la ausencia de materias y áreas específicas
en los planes de estudio de las instituciones educativas de la zona, como se verá
más adelante.
1 Las materias que se encuentran marcadas con un * son las asignaturas de tercer año que no se
encuentran agrupadas por ejes en el documento que se tenía a disposición, por lo que fueron
ubicadas en la tabla de acuerdo a la categorización de las demás materias y la información
proporcionada por las otras dos resoluciones.
27
Para indagar más sobre este asunto, se recurrió a varios artículos, relatorías y
actas de diferentes Encuentros de Escuelas de Bibliotecología del MerCoSur. En
estos encuentros se busca definir las áreas de conocimiento de la Bibliotecología,
así como también los nombres de las materias y los contenidos básicos que
deberían darse en cada una. Según la bibliografía, las materias estarían agrupadas
en siete áreas del conocimiento, a saber (Miranda, 2017):
● Niveles de intervención
● Materialidad de los soportes y agentes intrínsecos
● Agentes externos
● Planificación y gestión de conservación
● Gestión de riesgo
2 Es importante recordar que varios participantes respondieron las preguntas mediante correo
electrónico y en varios casos no hubo oportunidad de solicitar información aclaratoria o ampliatoria.
28
p.71). Los planes de las demás escuelas argentinas no presentan asignaturas
abocadas en exclusividad a la conservación.3
3 Esta biblioteca sufrió un incendio poco antes de iniciado este estudio, por lo cual quedó fuera del
mismo.
29
forma cooperativa; se requiere conocimiento de la institución a nivel jerárquico y
geográfico; es indispensable la capacidad de aprendizaje continuo ante nuevos
retos; la comunicación y el compartir saberes es vital para que la política se
mantenga a lo largo del tiempo y más allá de las personas que transitan la
biblioteca; y por sobre todo, la necesidad de ofrecer un servicio de excelencia a los
usuarios.
30
5. Bibliotecas populares argentinas
5.1. Conceptualización
Las BP argentinas son asociaciones civiles autónomas, poseedoras de
personerías jurídicas, lo que las califica como organizaciones no gubernamentales
(ONG). Surgen de la iniciativa y esfuerzo de una comunidad o grupo de vecinos de
un barrio o localidad, y son administradas por una comisión directiva elegida de
manera democrática en una asamblea de socios. Tradicionalmente, poseen
colecciones de carácter general, conformadas por varios tipos diferentes de
formatos y soportes, sean bibliográficos o multimediales, puestas a disposición del
público, sea o no parte de la comunidad en la que surge la biblioteca (Dobra y Ríos,
1999). Por su parte, la CONABIP señala que se trata de:
31
5.2. Breve historia
Las BP como se conocen hoy en día surgen del trabajo de Domingo Faustino
Sarmiento para incorporar al país núcleos educativos y culturales. Luego de su
primera visita a Estados Unidos, Sarmiento vuelve con las propuestas de Benjamin
Franklin sobre la creación de centros de lectura que nucleen actividades sociales,
ideas que finalmente resultaron en la creación de las bibliotecas públicas de New
York (Planas, 2008). Sarmiento toma los ejes centrales de la propuesta de Franklin,
y en 1866 funda en San Juan la primera biblioteca popular de Argentina (CONABIP,
2020b), pero comprendía que a lo largo del país la aplicación no podía ser idéntica,
por lo que propuso un modelo que conjugaba lo público y lo privado: las BP debían
ser organizadas y gestionadas por los ciudadanos, pero controladas por el Estado
(Planas, 2008). De esta forma, las BP “se constituyeron como una política de la
lectura cuyo fundamento se arraigó a la vez que reforzó los procesos de
construcción y consolidación del Estado, por una parte, y de expansión de la
sociedad civil, por otra” (Planas, 2015, p.37).
32
5.3. CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares)
33
6. Metodología
La presente investigación es de tipo exploratorio, ya que se pretende conocer la
situación de las BP platenses en relación al tema de la conservación de los fondos
bibliográficos en soporte papel disponibles en estas unidades de información.
6.1. Muestra
Biblioteca Descripción
BP “Florentino Ameghino” Funciona en las instalaciones de la Asociación Cultural
(Alborada) (REG: 165) Alborada, por lo cual es más conocida con ese nombre.
Fundada el 2 de mayo de 1918, con el nombre original de
“Centro Independiente y Biblioteca Vicente De Tomaso”, hacia
1924 cambió su nombre al de Centro y Biblioteca Popular
Alborada; en 1942 volvió a cambiar a Universidad Popular
Alborada; y finalmente en la década de 1950 adquirió su
denominación actual (CONABIP, 2020c). Brinda diversos
servicios a la comunidad, entre ellos, préstamos de
4 La modificación del plan de estudios de la carrera de la FaHCE se realizó en 2015, un año antes de
la actualización del nombre de las áreas señaladas en la página 29, por lo que en este cuadro se
mantienen las denominaciones anteriores, tal como figuran en el plan.
34
documentos, consulta en sala y formación de usuarios.
BP “Alejo Iglesias” (REG: Fue fundada en la localidad de Villa Elisa (partido de La Plata)
249)
el 8 de junio de 1920, con la denominación original de Centro
Social y Biblioteca "Villa Elisa". En 1926 adquirió su
denominación actual, en homenaje al fundador de la institución.
(CONABIP, 2020d)
BP “Dr. Nicolás Fue fundada el 9 de septiembre del año 1928, con el nombre
Avellaneda” (REG: 1747 )
original de Centro de Fomento y Cultura "Circunvalación".
(CONABIP, 2020f)
BP “Euforion” (REG: 1973) La Biblioteca Juan Bautista Alberdi “Euforión”, fue fundada el 3
de agosto de 1927 por un grupo de alumnos del Colegio
Nacional de La Plata, motivados por la idea de generar un
espacio de renovación constante, dirigido a lograr las más
sanas aspiraciones. La biblioteca fue creciendo para
convertirse en una asociación que actualmente nuclea también
la Escuela Primaria y Secundaria Euforión. Ofrece un amplio
catálogo de materiales, así como un interesante servicio de
bibliobús que sale a zonas rurales y sectores alejados de la
ciudad desprovistos de material bibliográfico, acercando libros
y promoviendo la lectura. (Euforión, s/f)
35
promover la cultura y la educación. (Centro de Fomento
General San Martín, 2020)
BP "Don Luis A. Repetto" Con un fondo bibliográfico de más de 17.000 ejemplares, entre
(REG: 2127 ) los que destacan una colección de material escolar que abarca
los niveles primario y secundario de educación; una colección
de literatura actualizada y un incipiente sector de literatura
infantil y juvenil, presta los servicios de: sala de lectura,
préstamos de libros, consultas y renovación telefónica y
reserva de material bibliográfico. (Sociedad de Socorros
Mutuos de Policía, 2014)
Centro de Fomento Los Se funda el 23 de mayo de 1933, dentro del marco del Centro
Hornos y Biblioteca de Fomento Los Hornos, el cual a partir de ese momento
Popular Bartolomé Mitre cambia su nombre a Centro de Fomento y Biblioteca Los
(REG: 2271) Hornos. (CONABIP, 2020h)
36
sala de computación y una Biblioteca Tesoro con más de 25
ítems que poseen valor histórico y bibliográfico. (Biblioteca
Popular Juan Vucetich, 2018)
BP “Dardo Rocha” (REG: Fue fundada el 16 de noviembre de 1947, dentro de la sede del
2644) Club Deportivo La Plata, con la idea de que los socios y
vecinos de la comunidad pudieran tener acceso a la parte
cultural del club. La biblioteca realiza actividades tales como
talleres y encuentros vecinales, así como también visitas
escolares.
37
BP "Dr. Román S. El 14 de marzo de 1987 se inaugura la biblioteca, dentro del
Harosteguy" (REG: 3211) Centro de Fomento Manuel B. Gonnet. Un año antes surge la
idea en el club de crear una biblioteca para atender las
necesidades de la comunidad, solicitando por intermedio del
Semanario Norte del Diario El Día, la donación de libros. La
Comisión Directiva del Centro de Fomento propuso honrar la
memoria de algún habitante de Gonnet que se hubiera
destacado en obras para la comunidad, eligiendo así el nombre
del Dr. Román S. Harosteguy, quien había desarrollado una
tarea filantrópica como médico y fundamentalmente por sus
condiciones de bien.
38
biblioteca para satisfacer la creciente demanda social, cultural y
educativa de la región. (Centro Cultural y Biblioteca Popular
Homero Manzi, s/f; CONABIP, 2020k)
Casa del Tango La Plata y Surge dentro del marco de la Casa del Tango La Plata en 1985
Biblioteca Popular Carlos y cuenta con material bibliográfico, discográfico, colección de
Gardel (REG: 3954) importantes fotos de músicos, letristas, cantantes, bailarines y
una valiosa serie de partituras originales de las primeras
décadas del tango y otros ritmos populares. Además, la
biblioteca cuenta con una colección general, abierta al público,
que comprende tanto textos literarios como educativos. (Casa
del Tango, s/f)
BP “Tupac Amaru Infantil y Fundada el 12 octubre de 1999, es una sociedad civil sin fines
Juvenil” (REG: 4066) de lucro que no depende de ningún organismo municipal,
provincial o nacional y sus objetivos son garantizar el derecho a
la información, fomentar la lectura y demás técnicas para la
39
investigación, la consulta y la recreación. Además busca
promover la creación y difusión de la cultura y la educación
permanente de la comunidad sin importar raza, religión o
nacionalidad. (Biblioteca Popular Tupac Amaru Infantil y
Juvenil, s/f)
BP “Carlos Bormida” (REG: El 4 de noviembre del año 2001, en asamblea de vecinos del
4140) Barrio de San Carlos, se fundó el Centro Cultural y Social
“Compartir” y Biblioteca popular “Carlos Bormida”, denominado
así en honor a quien fuera vecino pionero del barrio (llevó a la
zona la primera estafeta, el primer teléfono, el primer micro y
fundó el Club Las Quintas situado en 32 e/137 y 138). El lugar
fue cedido por su propietario, Don Gustavo Marsicano. Desde
su fundación se vincula activamente con las instituciones
educativas de la zona, desarrollando actividades en forma
conjunta: visitas guiadas; jornadas de promoción de la lectura y
formación de usuarios. .
BP “Del otro lado del árbol” Fundada el 2 de abril de 2011. El proyecto se sostiene en tres
(REG: 4288) pilares fundamentales: salud, educación y cultura, atravesados
siempre por la literatura. Se proponen ámbitos de mediación de
la lectura, y la promoción y protección de los Derechos del
Niño. Desarrolla un proyecto en el que las actividades propias
de una BP fueron el punto de partida y para un trabajo mucho
más amplio: interactuar con distintos centros de salud de la
ciudad, visitas de escuelas, “los sábados culturales” como un
espacio artístico, taller de murga, Espacio de Bebeteca, entre
40
otras actividades culturales para toda la comunidad. (Biblioteca
Del otro lado del árbol, 2020)
41
● Tecnicatura superior en
Bibliotecología.
42
Observación de planes de estudio: la observación es un procedimiento
empleado para recolectar información y, de esa manera, lograr inspeccionar, captar
y registrar la realidad de manera fiel (Yuni y Urbano, 2006). Para esta investigación
se relevaron los planes de estudio de las carreras de Licenciatura en Bibliotecología
y Ciencia de la Información de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), de
Bibliotecario de Instituciones Educativas, Bibliotecólogo y Tecnicatura Superior en
Bibliotecología del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº8 (ISFDyT
Nº8) y de Bibliotecario de Instituciones Educativas y Bibliotecología con orientación
en Educación y Tecnologías Educativas del Instituto Superior de Formación y
Capacitación Docente de la Federación de Educadores Bonaerenses (ISFyCD FEB)
de La Plata, con el objetivo de detectar la presencia de contenidos relacionados a la
preservación y conservación de fondos bibliográficos. Cabe señalar que este
análisis se basó en los planes en vez de los programas de las materias. Si bien la
UNLP dispone de los programas en línea a través de su repositorio institucional
Memoria Académica,6 el ISFDyT Nº8 y el ISFyCD FEB no contaban con igual
situación, y debido al Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) que regía
al momento de este trabajo, acercarse a los establecimientos para una consulta
presencial no estaba permitido. Asimismo, se intentó varias veces establecer
contacto vía mail y ante la falta de respuesta, se optó por continuar el análisis a
partir de los planes disponibles.
43
ASPO impuesto por el Estado Nacional desde mediados de marzo de 2020 -el cual
siguió vigente a la fecha de las encuestas-, se debieron reprogramar las mismas
para su realización a través de medios virtuales, utilizando diferentes herramientas
(videollamadas de Whatsapp, audios de Whatsapp y correo electrónico) según
conveniencia y elección de los encuestados. Esto determinó que no resultara
sencilla la solicitud posterior de información aclaratoria.
44
7. La formación del bibliotecólogo en el contexto de las
instituciones educativas platenses
Con miras a detectar la existencia de contenidos relacionados a la
conservación en la enseñanza de la Bibliotecología que se imparte en la ciudad de
La Plata, se analizaron los planes de estudio de las carreras de Licenciatura en
Bibliotecología y Ciencia de la Información de la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) 7;
Bibliotecólogo, Bibliotecario de Instituciones Educativas y Tecnicatura Superior en
Bibliotecología, del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº8 (ISFDyT
Nº8), y Bibliotecario de Instituciones Educativas y Bibliotecología con orientación en
Educación y Tecnologías Educativas, del Instituto Superior de Formación y
Capacitación Docente de la Federación de Educadores Bonaerenses (ISFyCD
FEB). La selección de los planes de estudio se debió a cuestiones geográficas, ya
que se buscó definir el nivel de profundidad con que se enseña el tema en las
instituciones de la zona, y poder así comprender con qué conocimientos se gradúan
los Bibliotecarios y Bibliotecólogos en La Plata.
7 Cabe señalar que, a nivel regional, para 2014, sólo Uruguay y Paraguay presentaban planes de
estudio con materias específicas sobre preservación y conservación. Asimismo, del evento celebrado
en ese año, tan solo 2 de los 53 trabajos expuestos tratan temáticas relacionadas con la
conservación de documentos.
8 Ver listado completo en Apéndice 1.
45
Tabla 3: Áreas de conocimiento y asignaturas de la carrera
de Licenciatura en Bibliotecología y Ciencia de la Información de la UNLP
Área Denominación del Materias del plan 2015 de la UNLP
Nro. área
Como se puede observar, no hay entre las áreas ni entre las materias del plan
una que se dedique exclusivamente a la conservación y preservación de
colecciones. Se mencionan, sin embargo, entre las incumbencias de la carrera, el
“Preservar y conservar los materiales albergados en las unidades de información”
(Plan de estudios, 2015, p.8), que luego se reflejan en los contenidos mínimos
incluidos en las asignaturas “Introducción a la Bibliotecología”, donde se menciona
46
la conservación como una función de las unidades de información, y “Gestión de
Colecciones”, que comprende básicamente la preservación y conservación de
documentos y la planificación ante situaciones de desastre.
1. Formación básica
2. Formación técnica
3. Instrumental
4. Espacio de prácticas
47
2 Formación técnica Descripción Documental
Análisis Documental
Administración de Unidades de Información y
Servicios I
Fuentes y Servicios de Información I
Descripción y Análisis Documental I
Administración de Unidades de Información y
Servicios II
Fuentes y Servicios de Información II
*Descripción y Análisis Documental II
*Administración de Unidades de Información y
Servicios III
*Fuentes y Servicios de Información III
*Documentación
Nuevamente, no existe dentro del plan de estudios una materia que se dedique
exclusivamente a la conservación y preservación, y en este caso tampoco se
menciona dentro de los contenidos mínimos de ninguna de las 32 materias listadas
en la resolución.
9 Los valores totales y promedio son en base a la muestra seleccionada y los resultados obtenidos.
No son aplicables por fuera de este estudio.
48
Bibliotecólogo (es decir, ser Auxiliar de Biblioteca) es un requisito indispensable,
junto con otros, para poder anotarse.
En esta carrera se encuentran los mismos cuatro ejes que en la anterior, con
algunas diferencias en las materias impartidas y sus contenidos, pero además se
suman dos ejes propios de la carrera:
1. Formación básica
2. Formación técnica
3. Instrumental
4. Espacio de prácticas
5. Fundamentación pedagógica
6. Especialización por niveles
49
6 Especialización por niveles Psicología y Cultura de la Educación
Psicología y cultura del Alumno
Esta tecnicatura tiene, al igual que las otras dos carreras del ISFDyT Nº8, tres
años de duración, 32 materias en total y otorga el título de Técnico Superior en
Bibliotecología. Asimismo, las asignaturas están divididas, pero no en ejes sino en
espacios de aprendizaje (Resolución 6161, 2003):
1. Formación básica
2. Formación específica
3. Práctica instrumental y experiencia profesional
4. Formación ética y mundo contemporáneo.
50
Análisis Documental II
Fuentes y Servicios de Información II
Tecnologías de la Información y de la
Comunicación I
Práctica Profesional I
Formación de Usuarios
Descripción Documental III
Análisis Documental III
Diseño de Proyectos
Desarrollo de Colecciones
Tecnologías de la Información y de la
Comunicación II
Práctica Profesional II
51
Bibliotecario de instituciones educativas
Esta carrera tiene dos años de duración, el Instituto ofrece el primer año de
manera común con la carrera de Bibliotecología y para el segundo aplica las
mismas materias que el ISFDyT N°8 (ver tabla 5). Sin embargo, para poder
inscribirse a esta carrera en la FEB es requisito indiscutible poseer título docente.
52
8. Bibliotecas populares de La Plata
En la ciudad de La Plata, situada en la Provincia de Buenos Aires, existen
actualmente 31 bibliotecas inscriptas en la CONABIP, de las cuales 30 son BP y una
es biblioteca pública.10 De ese total, solo 16 pudieron ser relevadas en la presente
investigación, lo que da un grado de cobertura del 51,6%. En cuanto a las
bibliotecas que quedaron excluidas del estudio, una había sufrido un incendio
recientemente, por lo cual su personal se encontraba ocupado en los trabajos de
recuperación y no estaba en condiciones de ser encuestado. Otras siete solo
ofrecían desde sus webs el contacto mediante un teléfono fijo y, dado el contexto de
aislamiento establecido por el Estado Nacional ante el COVID-19, nadie estaba
acudiendo a las instalaciones para poder atender los llamados. Además, seis
bibliotecas nunca respondieron los mails enviados o los mensajes escritos a través
de sus redes sociales, y una respondió que no iba a participar por cuestiones
organizativas.
53
Gráfico 1: Cantidad de volúmenes que conforman la colección de la biblioteca
Fuente: elaboración propia
54
Gráfico 2: Cantidad de usuarios activos registrados en las bibliotecas
Fuente: elaboración propia
55
Gráfico 3: Relación entre acervo y cantidad de usuarios activos. Cantidad de usuarios cada cien
libros.
Fuente: elaboración propia
56
Gráfico 4: Relación entre acervo y cantidad de usuarios activos (sin BC Sábato). Cantidad de
usuarios cada cien libros.
Fuente: elaboración propia
57
las personas que participaron del estudio. Puntualmente, se les preguntó su opinión
personal acerca del estado general del edificio, las condiciones del almacenamiento
y el estado de la colección, solicitando la inclusión de aclaraciones que consideraran
pertinentes para poder completar la información brindada. Todas las preguntas
realizadas en este sentido tenían como opciones de respuesta las siguientes: malo,
regular, bueno, muy bueno y excelente; sin embargo, como se ve en los gráficos 5,
6 y 7, las dos opciones extremas no fueron utilizadas por ninguna de las personas
encuestadas.
58
Tabla 7: Respuestas sobre el estado del edificio
Respuesta Comentarios
Como se puede ver en la tabla 7, las respuestas aportan una mirada subjetiva
que no necesariamente reflejan el verdadero estado del edificio. Se pueden tomar
como ejemplo las dos bibliotecas que tienen goteras en sus instalaciones y que
indicaron como estado tanto “regular” como “muy bueno”; otro ejemplo es el de dos
bibliotecas que tienen edificio nuevo y edificio refaccionado, y que eligieron como
respuesta “bueno” y “muy bueno” respectivamente, aunque es probable que el
estado general de ambos espacios sea similar.
59
con discapacidad. Otra aclaró que el edificio es alquilado, por lo que no existe
opción alguna de acondicionamiento ni expansión para generar más espacio. Una
tercera contó que el lugar destinado a la biblioteca se redujo con el paso del tiempo
porque fue otorgado a la escuela que funciona en el mismo edificio. Todo ello nos
demuestra que otro de los desafíos de las BPs es la permanencia en sitios que sean
adecuados para las colecciones y las personas que estas instituciones convocan,
sean estos trabajadores o usuarios.
60
Gráfico 7: estado de la colección
Fuente: elaboración propia
El estado es muy bueno salvo en las salas más antiguas que si bien la
humedad o la filtración en el techo no afecta directamente al material,
sí se percibe en el aire esa humedad y se crean telarañas con
facilidad.
Esto lleva a pensar que, a pesar del esfuerzo puesto en el mantenimiento de
las colecciones, existe cierta falencia en los conocimientos básicos del personal de
estas bibliotecas que repercute negativamente en el estado de conservación de los
acervos disponibles.
61
9. Conocimiento y formación sobre conservación por parte del personal
de las bibliotecas populares platenses
Uno de los aspectos que interesaba relevar en el presente estudio tiene que
ver con el personal que se desempeña en las BP platenses. Se busca conocer la
cantidad de personal, su formación profesional y los conocimientos que posee en
materia de conservación preventiva.
62
Otras variables de interés fueron el tipo y nivel de estudio del personal de la
biblioteca, pero dado el contexto suscitado por el ASPO, solo se pudo establecer
contacto con algunas personas que forman parte del plantel; así, se logró encuestar
a una persona por biblioteca estudiada. De las encuestas realizadas se desprende
que solo dos personas no eran bibliotecarias, sino miembros de la Comisión
directiva del club y el centro cultural que albergan dichas bibliotecas. De las 14
personas restantes, ocho eran graduados del ISFDyT Nº8, tres egresados de la
UNLP, uno era estudiante de la UNLP y dos no especificaron dónde realizaron sus
estudios.
63
Al preguntarles a todos los encuestados si habían realizado cursos o talleres
de conservación en forma particular, nueve respondieron que sí y siete que no
(56,2% y 43,7% respectivamente).
64
Estos son los resultados que se obtuvieron:
65
10. Prácticas y políticas de conservación en las bibliotecas
estudiadas
66
Gráfico 11: frecuencia de limpieza del ambiente
Fuente: elaboración propia
67
Gráfico 12: frecuencia de limpieza de libros
Fuente: elaboración propia
Según se puede ver en el gráfico 14, el control de plagas es una actividad que
el 75% de las unidades de información relevadas tiene en cuenta y que realizan con
cierta frecuencia: 11 efectúan controles en intervalos que varían entre una vez al
mes y una vez al año, y una declaró realizar controles cuando se presenta la
necesidad.
68
Gráfico 14: frecuencia del control de plagas
Fuente: elaboración propia
69
actividades orientadas a la reparación de libros. Cabe señalar que 12 de las 16 BP
relevadas (75%) dijeron realizar reparaciones. Del resto, tres se justificaron por la
falta de presupuesto y conocimientos, y una mencionó que cuando el material está
muy roto directamente lo retiran de circulación y cambian por una copia nueva. En
cuanto a la frecuencia de realización, se observa que ésta se ve afectada según sea
el propio personal de la biblioteca quien realiza las reparaciones o se encargue a un
tercero externo; en este último caso, es común que se reúna cierta cantidad de
material, tal como indicó un encuestado: “se juntan varios libros rotos y mandan todo
junto”.
70
Gráfico 17: personal destinado a la reparación de los documentos
Fuente: elaboración propia
71
Gráfico 18: frecuencia de la formación de usuarios realizada
Fuente: elaboración propia
Otro asunto relevante que se buscaba conocer en este estudio era si las
prácticas de conservación que se aplican en las bibliotecas son hechos aislados o
forman parte de un plan de acción concreto. Para ello se indagó si las unidades de
información poseen políticas de gestión de colecciones (PGC) y, si dentro de ellas,
se encuentra un apartado sobre conservación. Al respecto, 9 de las 16 bibliotecas
72
(56,2%) indicaron que no poseen una PGC, así como tampoco una política de
conservación. Las instituciones restantes (43,7%) afirmaron tener una PGC pero
ninguna incluía un apartado específico sobre conservación, ni contaba con una
política a parte. Esto permite inferir que las diferentes técnicas aplicadas son, en
efecto, aisladas y no parte de un plan organizado que apunte a prolongar la vida útil
de los documentos.
Alborada (165) No No
Euforión (1973) Sí Sí
Gonino (2098) Sí Sí
B. Mitre (2271) Sí No
J. Vucetich (2436) No Sí
73
Dardo Rocha (2644) No No
Harosteguy (3211) No No
La Chicharra (4371) Sí Sí
Como se puede ver en la tabla 8, hay cuatro bibliotecas (25%) que cuentan
tanto con PGC como con presupuesto, mientras que cinco (31,2%) no poseen ni
política ni presupuesto, lo que demuestra una coincidencia entre las variables del
56,2%. No obstante, hay un importante porcentaje de bibliotecas (43,7%) en que la
relación PGC-presupuesto no se observa, ya que puede no existir una política pero
disponerse de un presupuesto para conservación y viceversa. Por lo tanto, se puede
afirmar que ambas variables no están relacionadas entre sí, y que si una biblioteca
tiene PGC no necesariamente va a contar con un presupuesto destinado a
conservación.
74
11. Conclusiones
Alrededor del mundo la conservación documental es una disciplina que
lentamente se va insertando en el campo de la bibliotecología, dejando de lado la
vieja creencia de que estas prácticas sólo son aplicables a libros antiguos, archivos
y museos. No obstante, sigue vigente la idea de que para preservar colecciones es
necesario contar con importantes recursos económicos, por lo que muchas
unidades de información relegan las prácticas de conservación.
En Argentina, las BPs son las más conocidas y utilizadas por el público en
general, son las que están en contacto directo con el barrio -en ocasiones incluso
una localidad entera- y la gente que habita en él, y conoce sus necesidades. Estas
bibliotecas suelen manejar presupuestos escasos -y en algunos casos, nulos, ya
que varias no reciben ningún tipo de subvención- y tienen que llevar adelante sus
tareas con lo mínimo e indispensable, muchas veces en edificios viejos, pequeños y
en mal estado, con humedad y falta de iluminación.
75
información y la comunicación, y adyacentemente se olvida la importancia de
disciplinas más tradicionales, o sencillamente más manuales, como es la
preservación de documentos.
Asimismo, cabe señalar que existe una relación entre los conocimientos del
personal, las prácticas y las políticas de conservación y los recursos económicos
disponibles en las BP ya que, al no tener el personal una formación adecuada, no
puede llevar a cabo las prácticas requeridas para preservar el acervo. Al mismo
tiempo, si carece de los conocimientos necesarios para fundamentar las políticas de
conservación, es menos probable que las comisiones directivas a cargo de la
asignación de los presupuestos entiendan la verdadera trascendencia de la
aplicación de dichas políticas.
76
Se vuelve relevante el desarrollo de nuevas técnicas que puedan utilizarse en
diferentes contextos, de manera que las bibliotecas incorporen estrategias de
conservación preventiva en sus colecciones sin la necesidad de invertir grandes
presupuestos, independientemente del tipo de biblioteca que sea. Se torna una
necesidad el contribuir al desarrollo de la disciplina y generar nuevas alternativas a
las actuales técnicas de conservación, que sean de bajo costo o gratuitas, para que
las BP y de bajo presupuesto puedan llevarlas a cabo en sus instituciones, sin el
impedimento obvio que significa la falta de recursos económicos, de personal
capacitado y de tiempo.
77
12. Bibliografía
A continuación se presenta la bibliografía utilizada para la elaboración del presente
trabajo, según las normas APA 6ta. Edición.
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de-apoyo.html
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- Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación. Departamento de Bibliotecología (2015). Licenciatura en
Bibliotecología y Ciencia de la Información (Plan de estudios 2015).
Recuperado de Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/planes/pl.91/pl.91.pdf
83
13. Apéndices
84
Biblioteca Pública Central “Ernesto
Facebook,
Sábato” (Gral. José de San Martín) Calle 47 N°510 221 4254954
Instagram
(REG: 3313)
BP “E. S. Discépolo para la Cultura Calle 13
221 4532495
Nacional” (REG: 3681) N°2226
Calle 57 N°379 bib.homeromanzi@g
BP “Homero Manzi” (REG: 3717) 221 4272346 Facebook
(e/2 y 3) mail.com
Calle 31 e/510
BP “José Hernández” (REG: 3736) 221 4840387
y 511
BP “Instituto Platense de Cultura
Calle 6 N°1040 221 4226327
Hispánica” (REG: 3786)
BP “Vida y lucha de Elizalde” Calle 81 s/n (e/
221 4571864 Facebook
(REG: 3877) 20 y 21)
Casa del Tango La Plata y
Biblioteca Popular “Carlos Gardel” Calle 43 N°413 221 4226730 Facebook
(REG: 3954)
Calle 15
BP “Gonnet Bell” (REG: 3956) 221 4846900 Facebook
N°4080
BP “Tupac Amaru Infantil y Calle 9 Nº 17 221 5881631 Facebook,
Juvenil” (REG: 4066) (e/506 y 507) 221 3075057 Instagram
Calle 38
bibliopcarlosbormida
BP “Carlos Bormida” (REG: 4140) N°2023 (e/135 221 4703223 Facebook
@yahoo.com
y 136)
Calle 521
BP “Enlazando palabras” (REG:
N°4568 (e/140 221 4705297 Facebook
4171)
y 141)
Calle 14 (e/66 y
BP “Del otro lado del árbol” (REG: delotroladodelarbol
67, Parque 221 5658093 Facebook
4288)13 @hotmail.com
Saavedra)
Calle 71
BP “La Chicharra” (REG: 4376) Instagram
N°1138
Fuente: elaboración propia en base a datos proporcionados por Conabip
85
13.2. Encuesta
Sobre la biblioteca
Marque con X las prácticas de conservación que suelen realizar, y la frecuencia con
la que se realizan (una vez por semana, una vez por mes, cada tres meses, una vez
al año, etc.):
Limpieza de libros
Limpieza de estantes
Formación de usuarios
Reparación de libros
Control de plagas
86
¿Hay un apartado dedicado a la política de conservación?
¿Se aplica?
De ser posible, adjuntar una copia del documento con esta encuesta.
5. ¿Utiliza algún libro, sitio web o autor de cabecera para resolver cuestiones de
conservación en su biblioteca?
Sobre el personal
87
2. ¿Qué rango de edad tiene?
a. 18 a 30
b. 31 a 40
c. 41 a 50
d. Más de 51
a. Si la tiene
i. ¿Hizo carrera formal en Instituto o en universidad o hizo algún curso
intensivo?
b. Si no la tiene:
i. ¿cursa o piensa cursar en algún momento la carrera?
ii. ¿Dónde?
iii. ¿La incorrecta manipulación de los materiales puede causar tanto o más
daño que las plagas?
88
iv. ¿El porcentaje ideal de humedad es de 50%, ni muy húmedo ni muy seco?
v. ¿La formación de los usuarios respecto del correcto manejo de los materiales
es igual de importante que la de los empleados?
89