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Cada cosa en su lugar

Escrita por: Alicia María Uzcanga Lavalle


Adaptación de los alumnes del Taller de Teatro de la Escuela Carlos Pereyra
★ Ruben (ladrón) - 25 años, joven bastante impaciente, terco.
★ Carmen - 30 años, es coqueta, insistente y atrevida.
★ Matilde - 57 años, distraída, cariñosa, paciente, trabajadora, dedicada.
★ Nat (nieta) - 18 años, coqueta
★ Esposo de Matilde - 57 años
★Jefe y esposa: 57 años
★ Portero - edad indefinida, persona +LGBTQ
★ La vecina - 25 años, tiene dificultades auditivas, es amigable.
★ Locutor de noticiero - 25 años, voz grave
★ Juan (El tóxico) - 32 años, celoso, controlador.
★ Basurero (Pablo) - señor de aproximadamente 45 años, humilde, atento.

Lugar: Un departamento
Representación del departamento: cocina, comedor y sala.Todo en la casa en desorden,
todo tirado, las cosas menos esperadas regadas por el suelo. Se podría pensar que nadie
recoge nada. El departamento es pequeño. Al abrirse el telón aparece Matilde en la
cocina; mal peinada con crema en la cara, tubos en el cabello, con bata y chanclas. Hecha
en la licuadora dos huevos, agua y otras sustancias. En el celular que está en la mesa se
empieza a escuchar la noticia.

Locutor: .… y por ese motivo suplicamos a todas las personas de la ciudad tengan sumo

cuidado, ya que va armado y puede ser peligroso.

Matilde: ¿Hay alguien ahí?

Noticiero: Estamos aquí en tele noticias… (matilde suspira aliviada )

captando la persecución del ladrón Rubén Macías de la Concha-Manto de la Virgen

(matilde va hacia el televisor)

Noticiero: Les advertimos a las personas que tengan mucho cuidado, ya que ese ladrón

va armado y puede resultar muy peligroso, la policía repartió…. (Matilde lo apaga de


golpe)

Matilde: ¡Qué mentira Sr. noticiero!, ese tal ladrón Rubén Macías de la

Concha-Manto de la Virgen no puede andar rondando por aquí si la colonia Villas de la

fuente es la más segura de todo Uruapan.

(Matilde continúa con la preparación de la cena). En ese momento entra Rubén Macías
de la Concha-Manto de la Virgen a la casa de Matilde con una pistola en mano e
intenciones de robar, al entrar tropieza con una andadera, pero sigue caminando muy
serio. Apunta a Matilde, la cual contesta siempre atendiendo a sus cosas y sin prestar
atención a Rubén.

Rubén: ¡Ah…ah…ah…arriba las manos!

Matilde: Imposible joven. ¿No ve que si subo las manos se me va a caer la mezcla que

estoy preparando?

Rubén: ¡Es una orden!

Matilde: No. esto es para cuatro órdenes, hoy viene a cenar el jefe de mi esposo con su

esposa.

Rubén: Me refiero a que le acabo de dar una orden. ¡Suba las manos!

Matilde: Bueno, al rato cuando me desocupe con mucho gusto lo haré.

Rubén: ¡Señora!... ¡Basta!... ¡Soy Rubén Macías de la Concha Manto de la Virgen!

Matilde: Mucho gusto joven de la concha y no se que tanto. Yo me llamo Matilde.

(Le extiende la mano derecha mientras que con la otra sigue mezclando, totalmente
atolondrado, con la pistola en ella Rubén la extiende también, lo saluda tomándolo por la
pistola. Ella recapacita, se limpia la mano en el delantal).

Matilde: Bueno ahora que ya nos presentamos, ayúdeme por favor. Mi esposo dice que

cada cosa en su lugar y cada lugar con sus cosas y es muy cierto. Yo por eso siempre soy

muy ordenada. Quite la andadera de en medio, alguien se puede tropezar.


Rubén: ¡Está bien, pero suba las manos!

Entonces se escucha que alguien toca la puerta algo insistente (Exclama sorprendida)

Matilde: ¡Ay mi nieta se me olvidó por completo que venía hoy!. Esta criatura del Señor,
viene cuando se le da la gana y sin siquiera avisar hora, usted siga moviendo aquí que
luego se hace grumos, (dirigiéndose a Rubén) ¡ah! y deje esa cosa por aquí, cada cosa en
su lugar (señalándole la pistola).

Matilde va a la entrada a recibirla y mientras tanto Rubén atiende a las indicaciones de


ella. Nat, la nieta, se asoma a la cocina pudiendo ver a Rubén.

Matilde: ¡Hija mía, pasalé, que bueno que llegas!

Nat: ¡Hola Abuela! (distraída en el celular, pero se percata de Rúben, baja su celular y

fija la mirada en él) ¿quién es este joven tan guapo!

Matilde: Es un joven que me está ayudando a preparar la cena para tu abuelo y su jefe pero

no hija, dudo que sea de tu estilo.

Nat: ¡Ay abuela de qué hablas! Es alto, guapo y se ve que hace ejercicio, y muy mayor a

mi no se ve.

Matilde: Ay mi niña a ti te gustan todos (entre dientes)

Nat: ¿Eh? (Confundida)

Matilde: Nada mi niña, mejor entra a ayudarme con la cena.

Entran a la cocina

Rubén: ¿Quién es ella?

(Natalia levanta la mano para saludar, Rubén la ve con rareza)

Nat: Soy Nat mucho gusto.

Rubén: ¿Nat?

Nat: Bueno Natalia, pero no me gusta que me digan así. ¿Y usted es…? (Coqueta)
Rubén: Eso no le importa

Nat: Ay pero que grosero

Rubén: (ignorándola) agch soy Rub…

Nat: ¿Qué?

Rubén: (balbuceando) Rube…

Nat:Queee

Rubén: (responde a la fuerza) ¡Que soy Rubén!

Nat: Ay pero no te enojes. Bueno y ¿a qué te dedicas?

Rubén: Soy un vendedor, digamos que consigo cosas de otras personas y las distribuyó por

ahí.

Nat: Ahh suena interesante, ¿no me puedes meter al negocio?

Rubén: ¡Quee? NO! No es un buen trabajo y no soy una buena persona.

Nat: Ay, si no fuera así, no estarías aquí ayudando a mi abuela. (Coqueta)

Rubén: Eso es una larga historia.

Nat: No te preocupes, tenemos tiempo (Coqueta)

Matilde: Ya dejen de hablar tanto y mejor ayúdenme con esto. Tú sigue mezclando

(apuntando a Rubén) y tú parte el queso (apuntando a Nat).

Nat: ¡Ay abuela, déjame! (Molesta) No vez que nos estamos conociendo (Coqueta)

Rubén: (Le susurra a Matilde) ¡Aléjala de mí no soy una buena persona!

Matilde: ¡Deja de repetirte eso. Está en tus manos tomar esa decisión!

Nat:Mmm, sii saben que es de mala educación susurrarse enfrente de otras personas.

Matilde: No seas metiche y ponte a partir el queso.

Nat: ¡Ay ya abuela deja de acapararlo! Tu ya tienes al abuelo y a…

(Matilde tose nerviosamente y Rubén las mira con rareza)

Nat: (Voltea sonrientemente con Rubén y coqueta) Bueno continuando con lo que
estábamos, ¿tú tienes novia ?

Ruben: ¿Novia? Yo no tengo tiempo para eso aparte son bien dramas, se enojan y por todo

se quejan.

Nat: Ay pero no todas son así, se nota que no tienes mucha experiencia, pero bueno si

cambias de opinión yo estoy soltera (le sonríe con cara coqueta)

Rubén: Ja ja, ¿tú?. No creo.

Nat: ¿Qué te pasa? Estoy hermosa.

Rubén: No digo que no seas linda simplemente no eres mi tipo.

Nat: ¡Ay que directo! pero, me gusta me gusta. Tú no te preocupes, yo me adapto a todo.

(Le guiña un ojo)

Rubén: Igual cuando sepas cómo soy en verdad dudo que aún te siga gustando.

Nat: Pero qué dices se ve que eres una gran persona.

Rubén: No lo soy ya te lo he dicho. (Se exalta enojado) Es que porque nadie me cree que

soy una mala persona.

Nat: (se ríe) es que tienes cara de que no aplastarías ni a una mosca.

Rubén: (se levanta enojado y golpea la mesa, nat se asusta con el golpe) Basta yo solo

quiero ro…

Nat: Cálmate sólo es una broma, simplemente digo que no creo que seas una mala persona.

(acercándose a Ruben)

Matilde: (Matilde mira su reloj y con ganas de que Nat se vaya) Nat no tenías que volver a

ésta hora a tu casa.

Nat: Cierto se me pasó el tiempo volando. (agarra sus cosas apresuradamente) Bye ya me

tengo que ir.

Rubén: Bye.

Nat:Me dio mucho gusto conocerte.


Matilde: No olvides volver para la cena.

Nat: Cómo podría olvidarlo, tengo una buena razón para volver. (Sale de la casa)

Rubén: Gracias a Dios ya se fue. (Saca su arma) ahora si ma….

Matilde: No, no es momento de eso. Ya sabes que aquí todas las cosas van en su lugar,

déjala ahí (apunta a un cajón)

Suena el teléfono.

Matilde: ¡Oh! (exclama y corre a buscar por el departamento el teléfono) Hola. (Contesta

amablemente y hace una pausa). ¡Hola querido!. (Rubén le hace señas desesperadamente

para que no vaya a hablar de él). ¡Sí!, la casa en orden; no, no he visto a nadie, aquí hay

un joven que me está ayudando, no creo que tenga prisa. (Camina por la habitación

mientras Rubén le sigue, ella voltea y Rubén se asusta un poco.) Pues es un poco raro,

pero… Parece buena gente (mira a Rubén de arriba hacia abajo y hace una pequeña

pausa). No, no necesito nada. ¡Ah! Si, tráeme por favor servilletas, si ya sé que me trajiste

ayer unas servilletas pero, por equivocación las eché a la mezcla del pastel…Si mientras

encuentro la llave. Si no te preocupes. Gracias querido, adiós. (Cuelga el teléfono y lo deja

en el piso).

Matilde: (a Rubén) y eso que hace ahí (señalando la pistola) ¡Cada cosa en su lugar!

Rubén: (enojado) ¡Señora, basta!, ¡No ve que tengo una pistola!

(Matilde le interrumpe)

Matilde:¡Pero claro que me doy cuenta!, si la anda dejando ahí por todas partes.

(Comienza a limpiar la mesa.)

Rubén: ¡señora escúcheme... Soy malo muy malo, y vengo a refugiarme de la policía y

usted es mi prisionera y si usted no me hace caso le juro que…!

En ese momento suena el timbre de la puerta que hace que Rubén deje de hablar. Matilde
deja de limpiar, se acomoda el pelo y se dirige a abrir la puerta.
Matilde: ¡Buenas tardes, qué milagro!

Vecina: No vecinita chula, ahora si tengo limones, ahora quiero un poco de azúcar, se me

termino

Matilde: No hay problema, bueno (la agarra del hombro) pero no pase por que este señor

tiene un arma (señala a Rubén).

Vecina: (sorprendida, entra al departamento). ¡Hay que bueno! Siempre he querido

aprender a usar un arpa, ¿cuánto cuesta?

Matilde: (dirigiéndose a Rubén). ¡No se preocupe es más sorda que Beethoven, imagínese!

(risa traviesa)

Rubén: (dirigiéndose a Matilde viendo a la vecina) Dígale ¡Que no vendo nada!,

¡que se largue!

Vecina: (a Rubén) ¡Pero claro! ¡Me encantaría que la marqué con mi nombre!

Matilde: (a la vecina) Vecina, él no vende nada, esa no es su profesión.

Vecina: ¡Por dios vecina!, que ocurrencia, como me la llevaría en camión. ¡no, no! Yo paso

a donde quiera que la tenga

Rubén: (desesperado) ¡Qué estrés!

Vecina: ¡En el Campestre!, no si me queda muy lejos

(Matilde le da la taza de azúcar)

Matilde: Aquí está lo que quería no tengo tiempo, gracias (la empuja hacia la puerta).

Vecina: (Se regresa a Rubén) ¿Entonces cuando nos podemos ver en un punto medio?

Rubén: ¡Que no vendo eso! ¡no vendo eso! ¡Entiéndame! ¡Ha... ¡Me van a volver loco

entre los dos! (enojado se quita su gorro y lo arroja al piso).

Vecina: Pues son las diez y quince, quizás como a las dos

Rubén: (acercándose desesperado a la vecina) ¡Señora, entiéndame! ¡No vendo nada! ¡No

vendo nada!, ¡NO VENDO ESO!, (a Matilde) ¡Por favor dígale que se vaya o no respondo
de mi!

Vecina: ¿Cuesta mil pesos? No, prefiero una menos costosa. Bueno ya me voy, gracias por

el azúcar.

Matilde le acompaña a la puerta y sale de casa.

Matilde: Siento mucho lo ocurrido. (disculpándose con Rubén) Es, un poco, sorda. Bueno

ya casi acabo, ándele ayúdeme a tener todo en orden.

Rubén: ¡No yo no la voy a ayudar en nada! Entiéndeme ¡Soy malo! ¡Muy malo! ¡Si no me

responde..!

En ese momento vuelve a sonar el timbre de la puerta. Matilde se dirige a ella y abre.

Matilde: ¿Dígame?

Carmen: Buenas tardes, vengo de la boutique con el vestido que me encargó.

Matilde: Ay sí pase usted.

Carmen: Gracias.

Entra Carmen al departamento, caminando coquetamente. Rubén se encuentra en la mesa

comiendo una manzana que se acababa de robar.

Carmen: ¡Hola guapo! (dirigiéndose a Rubén).

Rubén: Hola

Matilde: Enseguida vuelvo, no tardo nada en ir por el dinero. En ese momento sale

Matilde de la habitación.

Carmen: ¡Si está bien!. Oiga qué simpática es su prima (a Rubén)

Rubén: (con tono nervioso dirigiéndose a Carmen) No es mi prima.

Carmen:(comienza a acercarse a Rubén)Hay, ya decía yo que el parecido era tan,

extraordinario porque de seguro son hermanos (le agarra el hombro).

Rubén: No somos hermanos.

Carmen: Hay pero si tienen el aire de familia.


Rubén: Sí, verdad.

Carmen: Si, el hombre de mis sueños es muy parecido a usted.

Rubén: Será también de familia.

Rubén se está agarrando la pistola que en ese momento la traía oculta en la parte trasera
del pantalón.
Carmen: ¡Viera que no le he preguntado! Pero en el próximo sueño lo haré, oiga, y, ¿Qué

esconde con tanto interés?

Rubén: Es una de ¡esas!, para él este, (le responde con voz misteriosa).

Carmen: ¡Hay! Que interesante (Rubén comienza a caminar para atrás y ella le sigue.)

Se ve que usted es un hombre muy culto.

En ese momento a Rubén se le cae la pistola.

Carmen: (sorprendida) ¡Ha! Hay pero que hombre (tocándose por el cuello

provocativamente) si hasta una pistola tiene, con lo que he soñado un hombre así.

Rubén recoge la pistola y se le acerca a Carmen rápidamente.

Rubén: Si. ¡Señora está usted en mi poder! (apuntándole con la pistola).

Carmen: ¡Ay señor! Pero creo que es inútil que me amenace, si quiere que le corresponda

sólo diga TE DESEO (diciéndole con voz provocativa a Rubén) y yo no tendré

inconveniente en correr a sus brazos. Pero díganme ¿A qué vino aquí? La señora es casada,

en cambio yo estoy libre para usted, dígame cuándo va a asaltarme a mí.

Rubén: ¡Silencio, Está usted en mi poder!

Carmen: ¡Ay sí! Y no deje que se me escape (lo abraza).

En ese momento Matilde regresa a escena.

Matilde: (le da el dinero a Carmen) Aquí está el dinero, gracias, adiós.

Carmen: Oiga pero adiós ¡no!, creo que su hermano me quiere invitar a salir

Matilde: ¡Adiós! Carmen. ¡Hay! (mientras Matilde la lleva del brazo hacia la puerta ella

le grita) Aparte, ¿Usted no tiene el tóxico? El, hay como se llama el chavo ese.. ¡El Juan!
Carmen: Pues sí.. ¡Pero estar a dieta no significa no ver el menú Señora matilda, además

no se debe de enterar ¿Cómo cree que reaccione el tóxico? No No No, me va a quitar mi

dinero para mis uñas buchonas del mes. ¡Y yo que llevo esperando mi dinerito de AMLO

ese..!

De lo lejos se escuchan gritos llamando por Carmen

Juan: ¡Carmen!¡Carmen! donde estas mujer.

Juan encuentra el departamento de Matilde y entra.

Juan: Pos si aquí estás.

Carmen: Pos donde más piensas que estaría.

Juan: Ay no empieces morrita, no te da pena andar así enfrente el muchacho, por cierto

¿Que hace este aquí?, a poco este te encargo el vestido.

Carmen: Hay como crees, si este muchacho presente es todo un hombre.

Juan: Y tu como sabes eso, apoc-

Ruben: No se preocupe yo solo estoy aquí para ayudar a la señora Matilde.

Juan: Pos eso espero, porque a esta ya la conozco, usted porque cree siempre la acompañó,

por que si no se vuela. (Dijo mientras se sentaba, Ruben solo lo miró confundido.), con su

permiso me voy a sentar, que ando bien cansado, pura vuelta y vuelta con esta mujer .

Carmen: Pues tu solito estás aquí porque quieres.

Juan: ¡Ora!, todo esto lo estoy haciendo por ti, que no ves lo mucho que me esfuerzo.

Carmen: Pero nomas andas dice y dice que “ya me conoces” que “por algo me

acompañas”.

Juan: Apoco no estoy en lo correcto ,a poco usted cree que le estoy mintiendo. (Juan

voltea a ver a Rubén esperando una respuesta, Carmen le hace señas para que Ruben no

diga nada)

Ruben: Yo no me quier-
Carmen: Irá siempre me haces esto,tu crees que yo soy feliz asi, yo n-

Juan: Pos apoco tu crees que yo si.

Matilde: Y ora, ¿qué está pasando aquí?, dejen de gritar porque no tengo tiempo de estas

cosas. Tenga, esto es lo del vestido, muchas gracias.

Carmen: No muchas gracias a usted señora Matilde, y que pena con este, disque viene a

ayudarme y nomas me hace pasar vergüenzas.

Juan: Pena te debería dar a ti, ya mejor vamos y hablamos esto en el camino, que todavía

nos faltan muchas entregas.

Carmen: En serio como eres yo tratando de arreglar las cosas entre nosotras y me sales

con esto. Ya vámonos que nomas le estamos quitando el tiempo a la señora Matilde.

(Los dos salen del apartamento gritando entre ellos.)

Matilde: (a Rubén) ¡Hay pero qué barbaridad! Yo que con tantas cosas, estas parejitas tan

locas, y esta mujer lanzándose con usted y según ella que están casi casados,

(Rubén se sienta y se recarga en la mesa)

Rubén: ¿Qué hice para merecer esto? La señora se puso a hablar de AMLO, del dinero y

de sus uñas buchonas, ¿Y yo que tengo que ver con todas esas cosas? Yo no me meto en la

política Señora.. Aparte, ni tan guapa está.

Matilde: No,no,no.. Usted ni se imagina a esa Carmen, está loquita. Siempre se la pasa

hablando de sus bolsas de ese tal “Luis Buston” y su “Cuchi” o cómo se diga.. (Hay una

pausa de silencio) ¡Estoy muy ocupada! Pero para el chisme siempre hay tiempo Joven.

Rubén: ¿No es Loui Vuitton?

Matilde: ¡No! Que ella dice que es ropa fina, que no se consigue en Coppel.. Que su “Luis

Buston” es EX-CLU-SI-VO y que ella es millonaria con sus catálogos de

AVON, ese que vende en la Boutique.

Rubén: Ay, yo le debo a una de esas señoras con los catálogos esos, le compre unos
toppers para mi madrecita santa, pero nunca se los pague ahora que lo recuerdo.

Matilde: Ande y luego fíjese que se iban a casar en Agosto y todo, en la iglesia esa de San

Juditas por el centro, pero siempre no porque estaba muy caro y que el bárbaro de Juan …

(Ruben saca unas palomitas para disfrutar del chisme) tenía que pagar la manutención de

los hijos de su Ex-esposa, esos chiquillos, uno se llama igual que él, Juan Urrutia de la

Garza Juan de Dios Pantoja.. Y la otra chamaquita se llama Kimberly Britney María Jose

Guerrero. Luego Carmen no sabía de la existencia de esos niños hasta que andaban viendo

lo del dinero, por que el los tuvo con la vecina de la otra cuadra, está…. Estefany de la

Mora Alejandra Santa María Tercera, ahí por el ejido ese del San Benito.

Rubén: ¿Cómo?¿Estefany de la Mora Alejandra Santa María Tercera? ¿De pura casualidad

no se apellida García?

Matilde: Andele sí, esa.

Rubén: ¡No sabía que tenía hijos! La otra vez salí con ella por unas Kitty-Caguamas al

centro, ahí por la bodega Aurrera. No, ni de broma, yo no quiero mantener a chamaquitos,

y menos con esos nombres tan feos.

Matilde: ¡Nombre ya se!... bueno pónganse a amasar esos tamalitos que tengo preparados

desde hace un buen..

(Matilde le da el resto de la masa. Rubén se acomoda para hacerlos pero reacciona)

Rubén: ¡Usted no me manda! ¿Qué hago aquí con usted? ¡Quiero asaltar, amenazar! ¿Por

qué estoy chismeando con una señora, sobre un matrimonio infeliz de una buchona y un

tóxico que parece el meme ese de Shrek de Coppel?

(Matilde lo agarra del hombro)

Matilde: Ándele no se desanime, escogió un mal día no se desespere ande sea bueno y

ayúdeme.

Rubén:¡No señora! Esta vez si me atenderá o disparo.


(Rubén saca la pistola, en ese momento Matilde se empieza a asustar y se comienza a

escuchar el hombre de la basura)

Basurero: (grita desde lejos de la casa) ¡La basura! ¡La basura! ¡La basura!

(El basurero toca la puerta)

Basurero: ¡Señora no ha sacado la basura!

Matilde: Ay disculpe usted, no he tenido tiempo con tantas cosas pasando al mismo

tiempo, mejor pásele usted al patio por la basura, que yo no tengo tiempo.

(Matilde va a la cocina, el basurero va al patio por la basura y de regreso nota que Rubén

está ahí.)

Basurero: y usted, ¿quién es?, nunca lo había visto por aquí, aunque… se me hace

conocido..

Rubén: (enojado y asustado) ¡No es de tu interés quién soy yo!

Basurero: (indiferente al mal carácter de Rubén) que humor, alégrese el día, este esta

lleno de buenas sorpresas, bueno vea ya que no me quiere contar su historia, yo le contaré

la mía ya es mi último turno entonces tengo tiempo. (El basurero toma asiento en el sillón

que se encuentra al lado de Ruben). Mire usted, yo tengo una familia grandísima, tengo a

mi mujer, dos criaturas, tengo que mantenerlos a todos, y no solo a ellos, también está mi

suegra, mi suegro y mis jefes. No me es fácil mantener a tanta gente. Yo no pude terminar

ni la secundaria, entonces las oportunidades de trabajo no son tan buenas, pero bueno, uno

trabaja como puede. Mi sueldo no es suficiente para tanta gente, pero he aprendido mucho

en mi trabajo, me ha dejado buenas enseñanzas y a ser agradecido con lo que tengo y por la

gente que me rodea. En mi familia muchas veces comemos solo una tortilla con pocos

frijoles, pero la hora de la comida sin dudar es la mejor, todos compartimos nuestro día y

agradecemos por lo que tenemos.


(Ruben queda impresionado y sonríe)

Basurero: Cuénteme ¿quién es usted?

Rubén: Bueno solo por que me cayo bien, te cuento me llamo Ruben, tal vez ya a oido de

mi antes, Rubén Macías de la Concha-Manto de la Virgen, me llaman el mantita ya sabe

por lo del manto de la virgen. ¿Y no tiene hambre?, la señora que vive aquí estaba

preparando muchísima comida para una cena.

Basurero: Qué amable es usted, pero no se me haría justo para mi familia llegar bien

cenado y ellos sufriendo.

Rubén: Pero véalo del lado bueno, le puede donar su tortilla y sus frijoles a alguien de su

familia para que coma más.

Basurero: Aprecio mucho que quiera que me alimente pero la verdad es que ni si quiera

esta es su casa, y yo a la señora Matilde le respeto, también a su casa y sus cosas, ella

trabaja muy duro para poder pagar todo esto y no se me hace justo que yo llegue, le robe

sus cosas asi nada mas.

Rubén: Enserio lo admiro mucho a usted.

Basurero: Si es difícil, pero se acostumbra (se ríe), aparte lo más importante es siempre

ser honestos, en mi familia no tendremos mucho dinero pero valores nos sobran al igual

que la felicidad.

(Ruben sonríe amablemente)

Basurero: ¡Ándele! Justamente así, siempre sonría y sea feliz.

(El basurero sale de la casa y se olvida de la basura)

Rubén: (gritando) ¡Señor, la basura!

Basurero: (agitado por haber corrido) Ay Dios mío, qué distraído soy, ya no le vuelvo a

contar mi vida a nadie que luego no trabajo. Hasta luego jóven, recuerde la honestidad y la

paz ante todo.


(El basurero se lleva la basura y sale del departamento. En ese momento se escucha de

nueva cuenta el timbre. Matilde se dirige hacia la puerta, mientras Rubén se da media

vuelta y se oculta debajo de la mesa, el portero se desespera y le pasa)

Portero: (con voz asustada) ¡Muy pero muy buenos días!,

Matilde: ¡Buenos días y con confianza pasale! (se saludan con doble beso en la mejilla)

(Matilde da la vuelta y se dirige a la cocina, el portero la sigue.)

Portero: ¡Vengo A S U S U S T A D I S I M O! ¿Ya oíste la noticia?

Matilde: ¿Qué noticia?

Portero: ¿No has oído nada? Yo en cuanto lo supe, dije ¡Hombre de dios corre y vuela a

decirle a tus amigos que tengan mucho cuidado! Por eso vengo a ver a tu esposo.

Matilde: Pues lo siento mi esposo no está, y yo tengo mucho que hacer así que si me

disculpas.

Portero: Por mi ni te preocupes, sería muy mal amigo y peor aún, mal portero si no te

cuidara, así que me quedaré aquí hasta que regrese tu esposo, para que no tengas miedo. Yo

anoche me encerré con doble llave, porque dicen que ese hombre del mal revés es ¡malote

malote! Y como uno nunca sabe qué intenciones llevan.

(En ese momento Rubén sale de la mesa.)

Rubén: ¡Pues yo le aseguro que de las que usted se imagina ninguna! (con pistola en mano

reacciona inmediatamente y la esconde).

Portero: (a Rubén)¡Hay hombre de dios! Que susto me has dado muchachote. (se le

acerca sigilosamente)

Matilde: (a Rubén) El señor es amigo de mi esposo y portero del edificio.

Matilde: Amigo ¡Íntimo! El esposo de Matilde es muy bonito conmigo.

Rubén: ¿Y usted le permite esas amistades a su esposo?

Matilde: Si, el señor es el único que viene aquí. (señalando al portero).


Portero: Bueno joven y usted de dónde salió

Rubén: ¡Es lo que yo le pregunto a usted, ¿ de dónde salió? Y con esas fachas!

Portero: Hay groserote esta ropa es el último grito de la moda si quiere ir un día a mi

departamento es el primero a la derecha (señalándole con la mano) tengo una colección de

camisetas soñadas se las mostrare con mucho gusto y si alguna le gusta se la regalo (le

agarra la mano, inmediatamente Rubén se hace hacia atrás)

Matilde: (al portero) Bueno el señor es una PERSONA MUY INTERESANTE.

(señalando a Rubén).

Portero: Sí sí, luego luego se le nota de seguro está aquí para protegerte de ese terrible

bandido y qué bueno que vine porque aquí con usted estamos seguras (tose) ¡seguros!

Rubén: (al portero) Pues yo opino que debería de bajar a su departamento no sea que su

mujer...

Portero: ¡Lagarto! no soy casado que horror

Rubén:¡También se le puede ocurrir al ladrón robar su colección de camisas por eso opino

que debería bajar a su departamento!

Portero: ¡No y no voy! no es que tenga miedo pero el ladrón puede (hace una pausa), al

verme cambiar de opinión y en lugar de robar querer aprovecharse de mi tan solo de

pensarlo, ¡me estremezco! hay no prefiero morir, ¡no y no! yo me quedo y me quedo con

usted me siento seguro.

Rubén: (a Matilde) ¡Por favor dígale que se largue!

Matilde: (a Rubén) Bueno lo haré aunque pierda tiempo, usted me cae bien. (Matilde va a

la ventana) ¡Un hombre muy guapo está tocando a su puerta!

Rubén y el portero: ¡¿QUÉ?!

Matilde: Hay es muy guapo y de ojos azules parece como si viniera del Ciencias, y creo

que quiere informes


Portero: (emocionado) ¿Si? Bueno, debo ir a cumplir con mis obligaciones. (sale

cantando “Todos me miran” de Gloria Trevi)

Rubén: (a Matilde) Espero que ese que vio no sea policía

Matilde: ¿Cuál?

Rubén: ¡Pues ese que dice que vio!

Matilde: No hay nadie, fue para ayudarle a usted…

Rubén: ¿A mí?

Matilde: Si usted me lo pidió. Bien ya está todo terminado ahora solo debo de arreglarme

(se agarra el pelo) ¿se queda a cenar con nosotros? Mi esposo no debe tardar.

(Todos los personajes en escenario se quedan parados haciendo parecer que Ruben habla

en su inconsciente)

Rubén: (suspira) Wow es impresionante como tu día pude haber sido parte de la vida de

muchos. Pensé que estaba bien con lo que hacía, en mi barrio lo hacen ver como una

profesión como si fuera honorable pero no lo es…el señor Pablo trabajaba diario

consiguiendo aunque sea pocas monedas para su familia recogiendo la basura, la señora

Matilde incluso se portó linda conmigo… pero ese no es el caso, yo solo tomo el camino

fácil aprovechandome de las personas, quitándoles la paz y las cosas por las que trabajan,

ya no puedo es demasiada culpa, me voy a entregar, ¡si! me voy a entregar es momento de

hacer algo correcto.

(Todos en escenario vuelven a sus actividades)

Rubén: ¡No señora, no gracias.. Siento que ya fue mucho para mi y para usted, prefiero

simplemente irme de aquí. Vine a robar, vine a amenazar, vine a asustar, ¡Y mire como

termine!. La ayudé a amasar su comida, que por cierto se ve riquísima, le conté sobre mi

vida amorosa, vimos a una pareja pelear, conocí a su nieta, por cierto, super linda

muchacha.. y lo mejor de todo es que me enseñó una valiosa lección. Prefiero hacer lo
correcto.

(Ruben se dirige al comedor principal donde hay una mesita de madera con un teléfono y

unas fotos de Matilde, su esposo y su nieta Natalia. se le queda observando con ternura, y

decide marcar)

Rubén: ¿Hola? Si, soy yo Policia, la verdad me quiero entregar, porque usted ni se

imagina, acabo de vivir el día mas locochon de mi vida, no, una señora súper chismosa,

una señora infiel, un esposo con unos hijos con nombres horrendos. Por dios policía, usted

debería arrestar al señor ese por ponerles nombres tan horrendos. Pero en fin…¡Vengan

por mí!

(Matilde se dirige al teléfono y se lo arrebata, lo tapa)

Matilde: ¿Qué haces jovén? Me has ayudado a preparar todo esto,

(Matilde muestra la mesa puesta, llena de unos vasos de vidrio preciosos, una colección de

cubiertos tan elegantes, un hermoso adorno de flores y su pistola colgada a la mitad de la

mesa) ¿Y te vas a ir? no me importa quien eres y qué has hecho, tal vez te conozco de hace

poco pero tu me ayudaste a preparar todo esto, quédate (le sonríe), me diste la tranquilidad,

la paz, que me faltó el día de hoy. (dirigiéndose al teléfono) Una disculpa oficial, mi nieto

haciendo sus travesuras, aquí no hay ningún ladrón, muchas gracias. (cuelga el teléfono)

(Suena el timbre de la casa)

Matilde: ¡Es mi esposo, con toda la gente, ya están llegando!

(entran a escena la nieta, el esposo de Matilde con su jefe y esposa)

Esposo de Matilde: ¡Amor! (se abrazan), te quedo genial y como siempre te lo he dicho

cada cosa en su lugar. Mira te presento a mi jefe y a su esposa.

Matilde: Mucho gusto, de hecho les quería quería presentar a alguien, él es Rubén, me

ayudó a preparar la cena.

Jefe del esposo de Matilde: espera tu no eres…


Matilde: si, eso es una larga historia, vengan siéntense están en su casa.

(Se acomodan, se escucha música final de fondo, ya no hay diálogos solo se les ve convivir

en la mesa) (Se cierra el telón)

FIN

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