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Universitas Psychologica

ISSN: 1657-9267
revistascientificasjaveriana@gmail.com
Pontificia Universidad Javeriana
Colombia

Pulido-Martínez, Hernán C.; Carvajal-Marín, Luz Mery; Cabruja-Ubach, Teresa


El sinuoso fluir de la psicología crítica: una conversación con Teresa Cabruja Ubach
Universitas Psychologica, vol. 8, núm. 3, septiembre-diciembre, 2009, pp. 583-599
Pontificia Universidad Javeriana
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=64712155003

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El sinuoso fluir de la psicología crítica:
una conversación con Teresa Cabruja Ubach*
The Winding Flow of Crítical Psychology: a Conversation
with Teresa Cabruja Ubach
Recibido: mayo 30 de 2009 Revisado: junio 16 de 2009 Aceptado: junio 19 de 2009

Hernán C. Pulido-Martínez** Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia


Luz Mery Carvajal-Marín Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia
Teresa Cabruja-Ubach Universidad de Girona, España

Resumen
En esta entrevista Teresa Cabruja considera los orígenes y el desarrollo de
la Psicología crítica en España, así como el lugar de su trabajo en relación
con la constitución de este campo. A lo largo de la entrevista emergen
momentos claves en los cuales se va configurando un conocimiento psi-
cológico, que se aparta de las visiones convencionales de la disciplina. Se
resalta la importancia que tienen los nodos locales para la producción de
las perspectivas críticas, así como los encuentros internacionales para la
expansión y cimentación de estas visiones alternativas al conocimiento
psicológico convencional.
Palabras clave autores
Psicología, Psicología Crítica, Psicología Social, Historia de la Psicología.
Palabras clave descriptores
Teresa Cabruja Ubach-Entrevistas, Psicología crítica-España, Psicología-Historia,
Psicología social.

Abstract
In this interview Teresa Cabruja traces the origins and development of críti-
cal psychology in Spain and considers the place of her own work as regards
the constitution of this field. During the interview some key moments that
configured crítical psychology emerged. The importance of local nodes for
the production of knowledge, as well as the international meetings for the
expansion and consolidation of alternative views to the mainstream psy-
chology are pointed out.
*
Entrevista realizada con motivo de la publicación Key words authors
del presente número monográfico en el año 2009. Psychology, Crítical Psychology, Social Psychology, History of Psychology.
**
Facultad de Psicología, Cr. 5 # 39-00 piso 2, oficina Key words plus
203. Correos electrónicos: cpulido@javeriana.edu. Teresa Cabruja Ubach, Interviews, Critical Psychology-España, Psychology-History,
co; lmcarvaj@javeriana.edu.co Social Psychology.

Univ. Psychol. Bogotá, Colombia V. 8 No. 3 PP. 583-599 sep-dic 2009 ISSN 1657-9267 583
H ernán C. P ulido -M artínez , L uz M ery C arvajal -M arín , T eresa C abruja -U bach

Acerca de Teresa Cabruja Ubach gica dedicado a la Psicología Social. La entrevista


se inició en la ciudad de Cardiff, Reino Unido, y se
Doctora en Psicología Social y Licenciada en Fi- complementó por vía telefónica. Las grabaciones
losofía y Letras por la Universidad Autónoma de fueron transcritas y revisadas en conjunto, la ver-
Barcelona. Profesora Titular de Psicología Social sión final fue autorizada por la profesora Teresa
en la Universidad de Girona. Directora del Grupo Cabruja Ubach.
Discurso, Género, Ciencia y Cultura [DIGECIC]
del Instituto de Recerca en Qualitat de Vida de la • Hernán C. Pulido-Martínez: Queremos iniciar
UdG y del Instituto Interuniversitario de Cataluña con una pregunta relacionada con uno de los
en Estudios de Mujeres y Género. focos de tu trabajo, la crítica fuerte que le haces
Realizó estancias de investigación pre y post- a la disciplina psicológica. En este sentido te
doctoral en l’École des Hautes Études en Sciences queríamos preguntar ¿cómo llegaste a interesar-
Sociales - Paris (1987-88), en la Universidad de te por este tema? Y segundo, ¿cuál es el foco, o
Utrecht (1990) y, más recientemente, en la School el centro que asumes para formular esa crítica
of Social Sciences de la Universidad de Cardiff, a la disciplina?
Gales (2006). Profesora invitada en la Facultad • Teresa Cabruja: Bueno, es un poco difícil cons-
de Psicología de la UNAM de México (1996). truir unos antecedentes de forma clara sobre
Organizadora del Máster Internacional e Interdis- cómo me llegué a interesar por los temas que
ciplinario de Cooperación en Relaciones de Género trabajo, pues hay un poco de todo: azares, vo-
e Intervención Social en El Salvador (1997-2001). luntades, dificultades, pasiones… Más, a nivel
Actualmente, forma parte de la Comisión Coor- de la crítica a la Psicología, si que coincidieron
dinadora Interuniversitaria del Máster Oficial en una serie de circunstancias y encuentros que
Estudios de Mujeres, Género y Ciudadanía. Docente hicieron posible ciertas iniciativas y colabora-
en diversos programas de doctorado. ciones, que permitieron incursionar en una Psi-
Ha editado el libro Psicología: perspectivas de- cología distinta a la hegemónica o dominante.
construccionistas. Subjetividad, psicopatología y ci-
berPsicología (2005), y el manual Sociogénesis de la A nivel personal, me parece que provenir de
Psicología Científica (2003). Ha coordinado el nú- una familia trabajadora, gracias a su esfuerzo, ex-
mero monográfico sobre Violencia e Intervención cepcional energía y apoyo constante, hizo posible
Psicosocial de la revista Intervención Psicosocial: que tuviera una educación que me permitió, des-
Revista sobre la Igualdad y Calidad de Vida (2004). pués, acceder a los estudios universitarios; esto ha
Tiene más de 80 publicaciones en artículos de libros sido muy importante y estimulante para mí. He si-
y en revistas como Revista de Psicología Social Aplica- do enormemente afortunada de poder contar con
da, Archipiélago, Intervención Psicosocial, Anthropos, ellos. Así como, de una manera u otra, con las
International Journal of Crítical Psychology, Athenea experiencias de familiares en el exilio político y
Digital, y otras. Una de sus mas recientes publica- económico, y con la experiencia de cercanía a la
ciones Testimoni@s/activ@s molest@s. Prácticas frontera, al morar en Girona, creo que todo esto
discursivas y dispositivos sociosexuados en Psicología y ha participado en este interés por la subjetividad, la
Derecho (2009), aparece en el libro Género y domi- memoria, las distintas formas de creatividad en el
nación. Críticas feministas del derecho y del poder. día a día. No sé... Pero quizás, también, ser una lec-
tora empedernida de literatura y una adicta al cine.
O quizá, las movilizaciones políticas y asociativas
La Entrevista de finales de los años setenta y principios de los
ochenta en España, en un contexto muy específico.
Esta entrevista se realizó principalmente para el Bueno, todo ello, de alguna manera, aunque no sé
número especial de la revista Universitas Psycholo- cuál, ha participado en que me interesara por los

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recuerdos, los viajes y relatos, por la extranjería y la ciencia. Pero, por supuesto, fue el curso de Tomás
alteridad, por los márgenes en relación a las normas Ibáñez (que hacía relativamente poco que había
sociales (de ahí el interés por la construcción social llegado de Francia) sobre “Relaciones de poder”,
de la “locura”) y por el cambio social en relación que supuso un cambio radical en las perspectivas
a las desigualdades sociales, económicas y otras de continuar en Psicología. Él procuró un espacio
condiciones, como el género, las sexualidades, la reflexivo y dinámico, que abrió vías para un futuro
cultura, etc. Y ahí estaban también, revistas que, distinto en el campo de la disciplina psicológica.
en ese momento en Cataluña1, o en España, hacían Nos introdujo muy especialmente a la obra de
circular críticas. Pienso, por ejemplo, en AjoBlan- Michel Foucault y, por supuesto, a muchos otros
co, difusora de cierta contracultura, también de autores franceses, como Cornelius Castoriadis,
comics, o música, o con textos de antipsiquiatría, Pierre Clastres, Hélène Védrine, relacionados con
u otras movilizaciones en Europa. Y, a finales de el tema de la libertad y el poder, así como sobre el
los años setenta y principios de los ochenta, se dan cuestionamiento al estatus de verdad de la ciencia
distintas experiencias con equipos psico-médico- y la legitimidad del conocimiento producido. Tam-
pedagógicos con propuestas2 de trabajo comuni- bién nos presentó la crítica a partir de la Psicología
tario y asociativo, con influencias situacionistas o Social de Martín-Baró. Además, ambos se conver-
de la antipsiquiatría italiana y que ya tenían que tirían a lo largo del tiempo, no sólo en tutores y/o
ver, precisamente, con cuestionar la construcción compañer@s de investigación, sino, sobre todo, en
social de lo patológico y de cómo socialmente se grandes amigos de un inestimable valor. Conside-
actuaba, en una cultura concreta, a partir de las ro que su trabajo, y su forma de actuar están, de
instituciones y sus efectos de poder. hecho, inextricablemente unidas. En una reseña
Pero claro, en Psicología, fue sobre todo al lle- reciente sobre uno de los últimos libros de Tomás
gar a la Universidad Autónoma de Barcelona, que Ibáñez (Cabruja, 2005), comenté que ha promo-
encontré un espacio, aunque muy minoritario, para vido condiciones y “municiones”, parafraseando
estas sensibilidades y complicidades. Pues, cuando su propio título, para el desarrollo de la Psicología
empecé a estudiar Psicología, a principios de los crítica. De forma parecida a la labor constante de
ochenta, en general estaba bastante decepcionaba, Verena Stölcke “con” y “sin” integración curricu-
ya que, con el predominio de la experimentalidad lar para el sexismo y el racismo en la ciencia y la
se veía muy poco lo social, e incluso la clínica. Por tecnología. Sus aportaciones son indispensables, a
no hablar de la ya siempre presente falta de relación mi modo de ver, para cualquier análisis de las pre-
con la intervención o lo aplicado. En estas circuns- siones hegemónicas del neoliberalismo y de la
tancias se produjeron dos encuentros importantí- ciencia y la tecnología en términos de sexismo,
simos para mí. ¡Fundamentales! Ambos surgieron racismo y autoritarismo. Ha sido un privilegio para
de la elección de dos asignaturas optativas. Por una mí, haberlos conocido. Así como tener la suerte
parte, las clases de “Antropología Social” de Verena de estar rodeada de compañer@s que, a lo largo de
Stölcke que había trabajado en Brasil y Cuba, quien este tiempo, de una manera u otra, han constituido
introdujo las temáticas de las relaciones patriarca- entrañables colaboradores, amig@s y fuente inago-
les en la sociedad, la cultura y la ciencia. Para mí, table de inspiración por su trabajo y por su apoyo.
supuso el primer contacto con el feminismo en la Pienso, muy especialmente, en Félix Vázquez y
su excepcional trabajo sobre memoria colectiva, en
Lupicinio Iñiguez y sus exquisitos trabajos sobre
1 De hecho, en Barcelona, ya se había dado una polémica a finales el discurso y la Psicología socioconstruccionista, o en
del XIX-principios del XX , respecto a si génesis biológica o en-
torno psicosocial en la personalidad que influenciaron, junto con
Juan Muñoz, Ana Garay y, por supuesto, el resto
el feminismo, iniciativas progresistas de la República. de compañer@s de la, afortunadamente, en es-
2 Pienso, por ejemplo, en Guillermo Rendueles, Ramón García, tos momentos, larguísima lista de la Universidad
Manuel Desviat o Carmen Sáez-Buenaventura que ya abordaban
temas de género en salud mental. Autónoma de Barcelona. O, en Madrid, Ángel

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Gordo y Concepción Fernández-Villanueva. O, de intercambios inolvidables en modalidades bien


en Palencia, Carmen García Colmenares con su distintas, desde virtuales, a ires y venires de textos
detectivesca labor con las psicólogas españolas, y personas de lado a lado del océano.
en el exilio. Bueno y, por supuesto, también en la Lo que me preguntas sobre el foco o centro de
lista, no por más pequeña menos importante, de las mi trabajo, siempre me cuesta bastante definir y
excelentes compañeras en la Universidad de Gi- presentar. Comentaré que empecé con la construc-
rona como Antonia Dorado y Nicole Schmal. Y, ción socio-histórica-cultural de la locura desde la
seguro que me dejo un montón de nombres. Pero antipsiquiatría y las aportaciones de Foucault, y
ya irán saliendo... pasé, más en general, al interés por la intersubje-
El grupo que se formó en la entonces área de Psi- tividad y las relaciones de poder (gobernabilidad
cología Social de la Autónoma de Barcelona, partió y resistencia). Mezclé la perspectiva feminista
de fuentes tales como el trabajo de Tomas Ibáñez postestructuralista y la crítica étnica-cultural post-
(1982) en el libro Libertad y Poder y de sus cursos. Se modernista, con la crítica a la Psicología. Preocupa-
inscribió en la crisis de la Psicología Social y el cam- ciones o inquietudes que, para mí, tienen que ver
bio de paradigma de aquellos años. Se desarrolló a con los valores e ideologías y los efectos autoritarios
partir de convocar encuentros plurales nacionales que emergen, aun cuando se intenta trabajar, con
e internacionales para debatir sobre estos temas. muy buena intención o profesionalidad desde la
En este sentido, tal y como Ibáñez (1990) comenta, Psicología, por haber sido construida como una
se dieron factores internos y externos de cambio disciplina científica, racional y objetiva, omitiendo
social que la influenciaron. En aquel momento, el carácter sociohistórico, tanto de sus objetos de
no se hablaba de Psicología postmoderna, ni de investigación como de la propia institución cientí-
Psicología socioconstruccionista o de la Psicología fica donde está inscrita. Todo esto manifestado en
crítica, o muy poco, sino de relaciones de poder en términos del androcentrismo, el colonialismo, el
la Psicología, de su alejamiento de lo social y de etnocentrismo, el sexismo y el clasismo de la cien-
los efectos de un discurso de verdad. Pero, quiero cia que acaban generando prácticas reguladoras y
resaltar, también, que se crearon unas posibilidades normativas. Además del lugar especial que ocupan
y abrieron espacios con un trabajo colectivo, aun- las prácticas psicológicas para poder “nombrar” y
que sea heterogéneo y con trayectorias diversas. Se “conocer” la subjetividad (su normalidad-normati-
cuestionó el carácter autoritario de la Psicología, vidad) desde un discurso de verdad, entorpeciendo
se introdujo el tema del compromiso político en su comprensión más social. Entonces, creo que mi
la acción social; cuestión que estaba en sintonía trabajo se articula alrededor de la pregunta: ¿cuá-
con lo que estaba pasando en otros lugares como les son los efectos del “discurso de verdad” de una
Inglaterra con la Crítical Psychology (Walkerdine, disciplina respecto a la experiencia humana, al ser
2001) o en Estados Unidos con el socioconstruc- humano? Me interesa, por supuesto, la deconstruc-
cionismo (Gergen, 1985) o, también, con lo que ción de la “psicopatología”, no me refiero tanto a
pasaba en América Latina en Psicología de la libe- lesiones de corte neurológico, sino, sobre todo, a lo
ración (Martin-Baró, 1985) y la comunitaria y de que se presenta como definición última de las
intervención-investigación-acción social, desarro- personalidades y sus trastornos, forzando a entrar
llada por Maritza Montero (1994) en Venezuela, problemas sociales en categorías nosológicas, sin
Mary Jane y Peter Spink en Brasil (Spink, 2000); la tener en cuenta los propios marcos de interpreta-
Psicología colectiva, de Pablo Fernández-Christlieb ción. En parte, tiene que ver con lo que trabajé en
en México (Fernandez-Christlieb, 2004), la de gé- la representación social de la locura, en el 1986,
nero en Puerto Rico con Heidi Figueroa (Figueroa, cuando aún era muy difícil presentar un trabajo
1994) y las experiencias con los grupos de mujeres cualitativo y cuando lo más social de la Psicología
en El Salvador, entre muchas otras, por ejemplo. Social, se encontraba en esta línea, interesante
Todos ellos han constituido una fuente inagotable pero más sociocognitiva, con los trabajos de Serge

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Moscovici y Denise Jodelet, que se encuentra en • Hernán C. Pulido-Martínez: Nos dices que
el libro que coordinó Tomás Ibáñez de “Ideologías estos intereses por la Psicología crítica y tu
de la vida cotidiana” (1988). En París, el encuentro mismo proceso de formación, han tenido lugar
con ellos fue muy estimulante pero cada vez estaba en las particularidades de España; en este sen-
más interesada en la deconstrucción y el pensa- tido, contemporáneamente, se discute mucho
miento feminista y lo que, en aquellos momentos en relación con el lugar de producción y de
suscitaba el debate modernidad-posmodernidad apropiación del conocimiento psicológico. Nos
en distintas disciplinas, más próximo, a mi modo gustaría preguntarte: ¿Qué particularidades le
de ver, a las cuestiones foucaultinas de la antipsi- imprime la sociedad española al trabajo que
quiatría, y de la crítica feminista, y de la etnicidad. realizas y, en general, a la Psicología crítica que
Además, más interdisciplinaria, pues se producían allí se realiza?
más diálogos entre lo que sucedía en las ciencias • Teresa Cabruja: Bueno, como no soy muy par-
sociales con los estudios de arte y cultura popular, tidaria de territorializar o esencializar, justa-
etc. Así pues, y aunque me acuerdo que Moscovici mente, ni culturas, ni identidades, y quizás
me había hecho un comentario sobre lo extraño tocaría a historiadores contarlo, se me hace
de trabajar la posmodernidad, siendo psicóloga, un poco difícil encontrar la manera de poder
continué con el interés en la deconstrucción y hablar, efectivamente, de un contexto muy
el análisis de las relaciones de poder alrededor concreto, histórico, político y culturalmente,
de la subjetividad y la intersubjetividad, para la en el que se han producido condiciones como
ciencia, el género y la cultura. Así como también, las que comenté al principio. A nivel académi-
­interesada en las distintas formas de ideologías co, seguro que ha favorecido esta encrucijada
de diferencias construidas sobre la salud mental, de fluires respecto a la producción europea y
que impregnan juicios político-morales que se latinoamericana. Así como las condiciones de
reflejan en las definiciones científicas de las “per- posibilidad para una Psicología distinta, como
sonalidades” e “identidades”. Esto me permitió, cuando comenté la emergencia del grupo de
más adelante, retomar los distintos procesos de Psicología Social con origen en la Universidad
psicologización y psicopatologización de compor- Autónoma de Barcelona, que actualmente se
tamientos, experiencias y acciones individuales y halla también en la de Universidad de Girona
colectivas. Los consideré desde la psicopatología y en la Universitat Oberta de Catalunya. Pero,
de finales del XIX hasta la globalización, en rela- también, en el mismo estado español, por l@s
ción con los malestares y precariedades diversas investigadores3 psicólogos sociales y sociólogos
y su interpretación desde el complejo “psi”. Me que en Madrid, Oviedo, el país Vasco, Valencia
interesan muchísimo las resistencias, transgresio- o Andalucía, realizaban cuestionamientos muy
nes y resignificaciones de todo tipo: individuales, potentes a esta Psicología dominante desde el
colectivas, intencionales o no, las experiencias psicoanálisis, el Interaccionismo Simbólico o
alternativas tanto de transformación social como con el debate cualitativo-cuantitativo y que
de intervención, desde los ensayos de desinstitucio- estaban en contacto con la producción nor-
nalización a activismos diversos, propuestas menos teamericana, por ejemplo, con los trabajos de
dogmáticas en la línea de las terapias narrativas o Kenneth Gergen (1973). Pero es que, además
redes, grupos y colectivos autogestionados que se de la influencia del pensamiento crítico euro-
desarrollan en diversos países y que resignifican y peo, especialmente el francés y sus desarrollos
retan los discursos dominantes y las formas hege- en la Psicología anglosajona, encuentro que las
mónicas de imaginar la subjetividad, de escapar a
las bio-políticas y los bio-poderes.
3 Como José Ramón Torregrosa, Jiménez Burillo, Concepción
Fernández-Villanueva; Eduardo Crespo, Anastasio Ovejero, etc.
Y, otra vez, seguro que me dejo a alguien.

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valiosas aportaciones de la Psicología comuni- • Teresa Cabruja: Es muy interesante, tu co-


taria y la Psicología de la liberación en América mentario sobre la forma en que se incorporan
Latina (de finales de los años setenta y ochen- los desarrollos y debates de la Psicología y el
ta), ya habían avanzado un cuestionamiento preguntarse hasta qué punto la Psicología crí-
al imperialismo norteamericano y europeo, tica es apropiada o no, para aplicarla en otros
tomando muy en serio los problemas sociales y contextos, tal cual. Y más aún, cuando lo que se
el compromiso de la Psicología con la transfor- propone es recuperar lo local y lo posicionado.
mación social, por el rol de la Psicología en la Tiene que ver, de hecho, con lo que abordas
intervención, por incorporar voces y participa- profundamente en tus investigaciones sobre
ciones. Me parece que todos estos movimientos las dimensiones neocoloniales de la Psicología
y circunstancias favorecen el desarrollo de lo en el mundo del trabajo en Colombia o, tam-
que preferiría llamar “perspectivas críticas” en bién, lo que cuestionan otr@s autores del giro
la Psicología española. Además que entonces postcolonial sobre el eurocentralismo. O de si
no se hablaba todavía, propiamente, de Psico- la Psicología crítica se toma como un “saber
logía crítica ni de Psicología postmoderna y, de casi acabado”, cuando tantos autores y autoras
hecho, por ejemplo, Iñiguez (2002) establece han planteado la necesidad de estar siempre en
diferencias entre una Psicología crítica y una cuestionamiento. Pues sí, coincido totalmente
Psicología radical. Pero sí se coincidiría en el con tu apreciación, que, además, tiene que ver
rechazo al hegemonismo del paradigma expe- con esta globalización del “complejo psi” y con
rimental positivista dominante y las preocupa- la necesidad de desarrollar procesos dinámicos,
ciones por los componentes éticos y políticos autocríticos y reflexivos.
de la Psicología, así como el uso y búsqueda de
referentes anteriores o experiencias innovado- Acerca de cómo se desenvuelve la Psicología
ras. crítica en España, insistiré en esta diversidad de
• Hernán C. Pulido-Martínez: Tú has sido una perspectivas críticas, acompañadas del indispen-
figura pionera en el campo de la Psicología sable debate sobre cierto grado de instituciona-
crítica en España, has estado involucrada en lización como plantea Lupicinio Iñíguez (2005)
su constitución, por ejemplo, has indicado los o de nueva “psicologización” con la reutilización
campos en donde se puede localizar la crítica del psicoanálisis por parte de Psicología crítica,
a la Psicología y al trabajo psicológico. En este tal y como plantea Ángel Gordo (2002). Pero,
sentido, nos parece muy importante tu visión igualmente, tengo cierto reparo en trazar algún
acerca de cómo el campo de la Psicología se ha “mapa” de la Psicología crítica o postpositivista
ido constituyendo allí, pues, para nosotros aquí en España, pues seguro que voy a dejar personas,
en Colombia, y según parece en muchas partes sucesos, circunstancias, e iniciativas, más o menos
de América Latina, nos estamos apropiando de explícitas, que pueden haber contribuido a que
la Psicología crítica como un saber casi acaba- pueda desarrollarse una Psicología Social distinta.
do, donde se supone, como en otras áreas del Por una parte, porque, cuando empecé, no conocía
saber, que una vez que se traduce, la crítica que muy bien el funcionamiento universitario y, por
se formula es igual de pertinente aquí, como lo otra, porque “hacer memoria” es un ejercicio con
es, o fue, para el contexto en el que fue prescrita imprecisiones, versiones y parcialidades. Preferi-
(Ibarra-Colado, 2006; Staeuble, 2003). Es decir, ría hacerla colectivamente y convocar más voces
no consideramos en mayor grado nuestro lugar que, seguro, son imprescindibles y enriquecerían
en el mundo para apropiarnos de esa crítica. o matizarían lo que voy a comentar. Además, ya
Entonces, nos parece fundamental si pudieras cuando con Ángel Gordo escribimos el texto so-
hacer un esquema de la manera en que se de­ bre la Psicología crítica en España, para el número
senvuelve la Psicología crítica en España. monográfico del International Journal of Crítical

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Psychology (Cabruja & Gordo, 2001) que aparece más de un momento, donde las esperas en mitad
después del encuentro del milenio de Psicología de la carretera, por ejemplo, podrían haber resul-
crítica en Sydney que organizó Valerie Walker- tado bastante suculentas para cualquier psicólo@
dine, en los resultados ya se apreciaba una gran crítico ¿o no? A este especial encuentro asistieron,
heterogeneidad. Partimos de una convocatoria, por ejemplo, Kenneth Gergen, Rom Harré, John
que hicimos a través del correo electrónico, en Shotter y los filósofos Roy Bashkar y John Searle,
la cual preguntábamos sobre qué se entendía por entre otros. Sus intervenciones se hallan reunidas
Psicología crítica y quién se identificaba con ella. en el libro que coordina Tomás Ibáñez que sale un
Aunque se coincidía en reconocer a la Autónoma par de años después, en 1989: El conocimiento de la
de Barcelona y la Complutense de Madrid como realidad social. Y más tarde, en 1993, se organizó4
centros, aparecían iniciativas locales, discontinuas; un “small meeting group”, específicamente sobre
unas grupales, otras más individuales y con gran Psicología Social crítica, en Barcelona. Mientras
diversidad de nombres. De todas formas, algunas que el anterior se había centrado en formular cues-
“acciones” que se llevaron a cabo desde finales de tionamientos a la Psicología Social a partir de las
los ochenta hasta ahora, me parece que fueron de críticas interdisciplinares al paradigma científico,
extrema importancia y de gran emoción tanto para éste se centraba en la reflexión crítica a la Psico-
mí como para otr@s compañer@s. Un encuentro logía mainstream y las nuevas propuestas. Para este
académico, que fue fundamental para acercarnos encuentro se solicitaron papers muy abiertos, con la
al debate epistemológico e interdisciplinario en los intención de plantear debates y poder discutir. Con
inicios de la Psicología crítica, fue organizado por una participación mayoritaria de la producción an-
el área de Psicología Social la Universidad Autó- glosajona. Pero que no es tanto una importación, si-
noma de Barcelona con l’Escola Universitària de no una sincronización, diría yo, con lo que sucedía
Girona, la Universidad Complutense de Madrid, en el estado español. Asistieron Valery Walkerdine,
la de Valencia y la del País Vasco (universidades Charles Antaki, Ian Parker, Erika Burman, Sue
que contaban con investigadores con preocupa- Wilkinson, Rex y Wendy Stainton-Rogers, Steve
ciones parecidas). Se reunieron psicólogos, junto Reicher, Jonathan Potter, Mike Michael, Karen
con filósofos de la ciencia y del lenguaje, pues Knorr-Cetina y, en la producción francesa, en cam-
tenía mucho que ver con el “giro lingüístico”. Fue bio, solamente Erica Apfelbaum e Ian Lubeck, que
el primer coloquio internacional, que yo sepa, en trabaja en Canadá. ¡Curioso! Cuando, justamente,
que se consideró la crisis de la Psicología Social en gran parte de las fuentes de pensamiento son muy
el contexto de la crisis del paradigma dominante francesas (Michel Foucault, Jacques Derrida, De-
de la racionalidad positivista en distintas discipli- leuze y Guattari, y del pensamiento feminista de
nas. Este International Meeting in Social Psychology: Julia Kristeva o Hélène Cixous). Pero, en cambio,
Problems and Basic Issues se realizó la mitad en en la Psicología francesa no conozco que hubiera,
Girona (Cataluña) y la otra mitad en San Sebas- en aquel momento, ni ahora, quizás, algo como una
tián (País Vasco) en 1987, con lo cual incluyó la Psicología crítica, más allá de lo que se desarrolla
experiencia de viajar tod@s entre debate y debate, bajo las representaciones sociales. La editorial Sage,
pero no juntos y no exactamente a la vuelta de la publicó el libro que coordinaron Lucipiño Iñiguez
esquina, pues estas dos ciudades distan unos 600 y Tomás Ibáñez (1997), Crítical Social Psychology,
kilómetros una de la otra. Teniendo en cuenta que donde se reunieron las aportaciones y debates de
una de las ponencias, la de John Shotter, se basaba 1993, con temas tales como: el compromiso con
en la novela de “Esperando a Godot” de Beckett la metodología cualitativa, la autoreflexividad, la
para mostrar cómo la espera de un personaje que Psicología feminista o la crítica al individualismo
no aparece en toda la obra que transcurre en un
día, gestiona las actividades y el tiempo de la pare-
4 Financiada por la Autónoma y por la European Association of
ja protagonista (el tercero epistemológico), hubo Experimental Psychology.

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de la Psicología. Así como las discusiones surgidas además de incluir traducciones de Charles
sobre el realismo, el materialismo y la resistencia. Antaki y de Ian Parker. El libro de Psicologías,
Yo creo que estos dos encuentros fueron bastante discursos y poder, que coordinaron Ángel Gordo
fundamentales. Y, después, para la Universidad y José Linaza (1996), reunió investigaciones de
Autónoma de Barcelona, hay un cambio impor- las mismas universidades pero organizadas más
tante cuando se organiza un doctorado mayori- por ámbitos o temáticas, a la par que se tradu-
tariamente en Psicología socio-construccionista, jeron bastantes textos del mundo anglosajón
coordinado por Lupicinio Iñíguez y con muchísimo (Hollway, 1996; Wetherell & Potter, 1996;
intercambio, muy dinámico con América latina, Parker, 1996; Burman, 1996) y se incluyeron
con todo tipo de cooperaciones, también de in- otros como el de Heidi Figueroa, sobre género
vitaciones, congresos internacionales, etc. Mas y ciberpsicología de Puerto Rico (Figueroa-
recientemente, han tenido especial relevancia los Sarriera, 1996). Después, está el monográfico
Encuentros Críticos celebrados en distintas ciudades de Anthropos que coordinan Tomás Ibáñez y
españolas a iniciativa de estudiantes, conectando Miquel Doménech (1998) donde, básicamen-
academia y acción social. Hay algunas otras publi- te, se presentan las trayectorias de los últimos
caciones monográficas de la producción española. ocho o diez años, en la Psicología crítica o socio-
¿Vale la pena que las cite? construccionista que se estaba haciendo en la
Autónoma. Con textos, entre otros, por ejem-
• Hernán C. Pulido-Martínez: Sí, muchísimo, plo, sobre la memoria como construcción co-
porque una de las cosas que nos llama la aten- lectiva y acción social (Vázquez, 1998), sobre el
ción es la cuestión de la traducción y apropia- discurso tecnocientífico (Pujol, 1998), sobre
ción y elaboración de los trabajos, así como el la Psicología Social crítica, la posmodernidad
lugar de España dentro de la Psicología crítica. y la subjetividad (Cabruja, 1998) y, por cierto,
Aquí, en Colombia, la obra Tomás Ibáñez se una buena reseña de libros de Psicología crítica
convierte en un referente importante para (Feliu, Garay, Martínez & Tirado, 1998). Y, más
quienes estaban buscando hacer otro tipo de recientemente, hay un monográfico en Política
Psicología. Podrías entonces hablarnos de estos y Sociedad coordinado por Enrique Ema y Juan
referentes conceptuales, estos autores que han Sandoval (2003) donde se presentan los desa-
escrito en español, los cuales quizá son mas rrollos, revisiones y críticas al socio-construc-
pertinentes para la Psicología que queremos cionismo en el estado español. Allí hay distintos
hacer en nuestros contextos que los referentes tipos de colaboraciones, por poner sólo algunos
anglosajones, que son muy útiles, pero que di- ejemplos, el tema del cuerpo se introduce en
cen poco sobre las particularidades de nuestras la discusión (Pujol, Ballasch & Montenegro,
realidades. 2003), así como, se examina la relación entre el
• Teresa Cabruja: Pues, que recuerde, aparte de deseo y el psicoanálisis (Pujal, 2003), no se deja
las publicaciones distribuidas en distintos libros sin examinar el énfasis en la discursividad de la
de Psicología Social y que sería demasiado ex- Psicología socio-constructivista (Ema, García
tenso citar, hay un monográfico sobre Metodolo- & Sandoval, 2003) y se explora la relación en-
gías cualitativas, coordinado por Iñíguez (1995) tre la Psicología crítica y la Psicología feminista
en la Revista de Psicología Social aplicada, que (Cabruja, 2003). Quizá, lo más reciente, conti-
ya reúne un buen número de contribuciones nuando con los monográficos en revistas, es el
sobre el análisis del discurso, de la conversación volumen sobre Psicología crítica que publicó la
y retórico, provinentes de la UAB, Madrid, Gi- revista Archipiélago (Psicología crítica. Entre el
rona, la UOC y de compañer@s de la UB que malestar íntimo y la miseria social, 2007). Los
trabajan sobre Psicología cultural e historias de textos de ese volumen proponen una actualiza-
vida, como Javier Serrano y Pepe García-Borés; ción de la Psicología y la Psiquiatría crítica con

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El sinuoso fluir de la psicología crítica : una conversación con T eresa C abruja U bach

relación al neoliberalismo y la globalización, y se la Universidad Autónoma de Barcelona. Pero,


abordan tanto el tema de la gestión terapéutica me gustaría insistir en que, aunque a veces se
como el de las redes sociales. Los textos reúnen desarrolle un movimiento de forma colectiva,
psiquiatras, sociólog@s y psicólog@s del estado a la vez, no existe uniformidad, es bastante
español que han participado en la antipsiquia- heterogéneo. Y también resaltaría que aún
tría, y quizás menos directamente en la Psico- hoy continúa constituyendo una tarea difícil,
logía crítica, aunque se incluyó la traducción a mi modo de ver; pues, a pesar de las mismas
de un texto de Nikolas Rose sobre Terapia y tensiones, cuestionamientos y dilemas en su de-
poder (2007) y uno de Ian Parker (2007) sobre sarrollo, la Psicología mainstream es positivista y
deconstrucción de la psicopatología, o el mío los criterios y valores en las publicaciones, o las
sobre psicopatologización de precariedades valoraciones del trabajo científico, continúan
(Cabruja, 2007). También hay que mencionar muy regidos por una determinada manera de
a la revista Athenea Digital. Revista de Pensamien- concebir la producción del conocimiento psi-
to e Investigación Social, editada por Lucipiño cológico, donde coexisten e interseccionan
Íñiguez y Juan Muñoz, que reúne y difunde, distintas jerarquías: lingüísticas, culturales,
on line, textos nacionales e internacionales de económicas, geográficas (también en la misma
investigaciones contemporáneas especialmente Europa, por supuesto), entre otras. Por su-
de Psicología, así como también de pensamiento puesto, existen afortunadas pero minoritarias
crítico e investigación social, esta revista es una excepciones que apoyan nuevas propuestas y
referencia fundamental para tod@s nosotr@s. cambios.
• Hernán C. Pulido-Martínez: Hay una cosa que • Hernán Camilo Pulido-Martínez: Una cues-
nos llama la atención de lo que estás diciendo, tión adicional con respecto a España y su lugar
pareciera, en términos generales, como que hay dentro de la comunidad Europea. Nos podrías
dos focos de producción de la Psicología crítica, comentar: ¿cómo ves esta relación en términos
uno localizado en Madrid y otro en Barcelona, de las implicaciones para la Psicología y para la
o más ampliamente en Cataluña. Nuestra pre- Psicología crítica?
gunta va dirigida a esto: ¿qué, en el ambiente, o • Teresa Cabruja: Creo que España puede estar
en el contexto de Cataluña, favorece o permite en conexión con producciones distintas, pero a
que se produzcan esos desarrollos críticos, que la vez, la hegemonía, por ejemplo, simplemente
no parecen ocurrir en otros lugares de España? de la lengua inglesa es muy importante, como
• Teresa Cabruja: Mira, creo que no lo sé; no sé lo son también los criterios para decidir qué es
deciros bien. Alguien más podría responder ciencia y que no, y cómo se contabiliza desde un
mejor a esta pregunta. Para mí es una mezcla modelo muy positivista y competitivo de pro-
entre, las condiciones de posibilidad que cité, ducción científica, con lógicas mercantilistas y
en la Universidad Autónoma de Barcelona, de producción de “sujetos flexibles” y todo lo
las iniciativas de Tomás Ibáñez y las iniciativas asociado a la producción material e inmaterial,
de otros investigadores, en diferentes lugares a las subjetividades y el tiempo de vida, con las
en España. También, sobre las conexiones que nuevas tecnologías digitales y electrónicas, la
emergen con lo que sucede en otros ámbitos de deshumanización, a partir de unos cambios que
activismos fuera de la universidad, en conjunto conllevan transformaciones en las maneras de
con constituir puntos neurálgicos de circula- vivir, de ser, de estar, de decir, y de sentir. Por lo
ción de ideas, acciones y personas. No se puede tanto, no sólo tiene que ver con la Psicología
apartar el contexto histórico que también co- crítica en España, sino con los procesos de glo-
menté, un poco antes. Aunque, actualmente, balización y de mercado neoliberal en general,
yo resaltaría la posibilidad que existe de realizar para el conocimiento, la investigación y la do-
un tercer ciclo de investigación (doctorado), en cencia. Tanto para los estudios de género como

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H ernán C. P ulido -M artínez , L uz M ery C arvajal -M arín , T eresa C abruja -U bach

para la metodología cualitativa, por ejemplo, otras condiciones. En todo caso, un ir y venir
se dan rápidos procesos de asimilación, que muy importante con estas compañías y con es-
aparecen bastante no comprometidos política tudiantes, fuente de estímulo incesante. Con la
y éticamente. Aparecen nuevas ideologías le- intención de abrir vías, a partir de las energías
gitimadoras. También nuevos malestares ante y agitaciones dirigidas a remover la Psicología,
unas condiciones de vida insostenibles. Por otra sus fundamentos y sus prácticas, a fin de trazar
parte, en estos momentos, en España, la adap- líneas de escape aunque sean desde posiciones
tación al plan de Bolonia, para la integración temporales, subalternas, fronterizas, colectivas,
en Europa, está conllevando muchos cambios, híbridas, nómadas, cambiantes, en “tránsito”
desde reducciones con fragilidades para asig- y en “ensayo” incesante, pero que confluyan
naturas más críticas o más alternativas, pero, distintas perspectivas/acciones críticas, que las
sobre todo, por estas lógicas mercantilistas hacen fluir.
que se están instalando en la Universidad. Sin • Luz Mery Carvajal-Marín: Hay otra cosa que
embargo, a la vez, hay movilizaciones de estu- nos gustaría preguntarte en relación con una
diantes y algún@s trabajadores en docencia y faceta muy interesante de tu trabajo, que tiene
administración de las universidades públicas que ver con la relación entre el género y la Psi-
catalanas, no tanto porque se cuestione el tema cología; particularmente, tu interés por el lugar
de la adaptación al espacio europeo o el modelo que tienen las mujeres dentro de la disciplina.
pedagógico del plan Bolonia, sino porque no se En términos particulares, ¿cómo ves el lugar de
ha hecho con participación de los grupos im- las mujeres dentro de la Psicología crítica en
plicados y porque incrementa estas lógicas de España?
mercantilización de la universidad, hacia un • Teresa Cabruja: Tal y como suele suceder, en el
modelo neoliberal de gestión universitaria. No mundo académico, con una ciencia androcén-
sé qué van a implicar para la Psicología crítica. trica e inscrita en unas relaciones patriarcales,
O si va a surgir algo distinto. De momento, para aunque se den cambios y avances, continúan
mí, no puedo terminar sin volver a insistir en bastante vigentes, desgraciadamente, fenóme-
lo afortunada que he sido en los encuentros, nos como el techo de cristal para las mujeres.
intercambios intelectuales-afectivos durante Éste es, apenas, una muestra de las prácticas y
todo este tiempo, a raíz de esto que, de momen- mecanismos sexistas que existen. Quizás estas
to, serían perspectivas críticas en la Psicología. prácticas y mecanismos son ahora más sutiles,
Entre ellos, nuestras conversaciones, Hernán, puesto que ya difícilmente se cuestionan las
en Cardiff y las preocupaciones sobre las sub- capacidades de las mujeres. Actualmente, se
jetividades y la globalización o, ahora mismo, desarrollan dinámicas de poder sexistas, en la
esta entrevista con vosotros, aunque me an- interacción, en la cotidianidad de la docencia
gustie un poco. No sé cual puede ser el futuro y en la investigación; además de presentarse el
de la Psicología crítica. Seguramente, varios sexismo institucional con sus mecanismos de
futuros: desapariciones, institucionalizaciones, discriminación. También, por otra parte, está
revisiones, proyecciones. Probablemente una la cuestión del reconocimiento de la “autori-
buena dosis de postcolonialismo, de feminismo dad femenina”. Bueno, en fin, todo lo que se
y de activismo. Como, por suerte, al menos de ha puesto de manifiesto desde las aportaciones
momento, una característica de las perspec- feministas, que incluyen desde condicionantes
tivas críticas en Psicología es su cualidad de sociales y dinámicas de poder discriminatorias,
“en continuo movimiento”, “en tránsito”, de hasta mecanismos institucionales de exclusión.
un lado al otro, y con compañías diversas, en Pero, sobre todo resaltaría que, desde mi pun-
conexión con las transformaciones actuales, to de vista, continúa siendo difícil incorporar
pues esperemos que, urgentemente, genere la epistemología y la metodología feminista,

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El sinuoso fluir de la psicología crítica : una conversación con T eresa C abruja U bach

que no es lo mismo que incluir los estudios de puesto que valoro y me inspira enormemente, pero,
diferencia sexual, las mujeres o el género. Es lo que abarcan sobre todo tecnologías y sexualidades.
que planteé en la investigación que realicé, a Y, aunque sea muy bienvenida la proliferación de
partir de entrevistas y grupos de discusión con investigaciones innovadoras en este sentido, hay
psicólg@s sobre la incorporación de las muje- estudios y experiencias de que también para la
res, de los estudios de género y el feminismo en investigación socio-construccionista y narrativa,
la formación psicológica. Esta discusión la pre- continúa siendo dilemático; además de los propios
senté bajo el título “¿Quién teme a la Psicología dilemas en estas “identidades feministas”. De he-
feminista?...” (Cabruja, 2008a). Parece que la cho, de estas complicadas relaciones académicas,
introducción, por ejemplo, de la variable dife- ya daba cuenta en la tesis que presenté en 1991,
rencial por sexo continuaría con la tradicional pues para contextualizar flujos de influencias en la
división de las muestras, el género, la cual no Psicología crítica en relación con la comprensión
resulta tan problemática y tiene un “aire pro- de la subjetividad, era especialmente relevante el
gresista”, ésta es asimilada con cierta facilidad, debate iniciado por las mujeres de la tercera ola y
pero con bastante desconexión del movimiento el debate posmodernidad-modernidad (Cabruja,
y del pensamiento feminista y sus compromi- 1991). Algo a destacar, fue, justamente, la poca
sos. Es una versión muy neoliberal, o de libre cantidad de autoras convocadas en las publicacio-
mercado y poco comprometida, que puede ser nes al respecto, cuando, precisamente, grandes ejes
asimilada a la misma producción psicológica de este debate tenían que ver, explícitamente, con
positivista, de una forma aproblemática, a di- lo local vs. lo universal, la relación ciencia-política,
ferencia de cuando lo que se incorpora es una los saberes situados, la crítica a la racionalidad, etc.
perspectiva feminista. La perspectiva feminista, En fin, lo que desde los inicios del feminismo apa-
me permitió conectar con otros estudios más rece en la proposición lo personal es político, y que
de corte etnográfico o de biografías de muje- conecta política, epistemología, subjetividades y
res científicas, contando las dificultades, en práctica; intenciones y agencias de transformación
distintos países y continentes, pero recogiendo social y compromiso ético, así como la parcialidad
las argumentaciones, el imaginario construido y la subjetividad del sujeto que conoce y el lugar
y las justificaciones en los debates de grupo y de las emociones y todo lo afectivo. Por eso, se
en las entrevistas. Y, para mí, el hecho de que produjeron bastantes debates cuestionando un
la Psicología se haya investido del paradigma lugar “autorizado” para “dirigirlo”, nuevamente
de racionalidad y experimentalidad, más allá de masculino, nuevamente eurocentralizado; inter-
reconocerse como una actividad humana, in- pretado como nuevas formas de colonización o de
crementa las resistencias para reconocer los reapropiación, tanto para el género, como para la
valores e ideologías que participan en sus teo- cultura o la etnia. En fin, ahora sería un poco largo
rías, temas, métodos y prácticas concretas (de de reproducirlo. Y, además, que casi se podría caer
forma parecida, por supuesto, al racismo por lo en una especie de victimismo y tampoco se trata de
que respecta a las etnias y culturas, al clasismo esto. Pero tampoco sirve señalar que sí se incluye
o a la heterosexualidad normativa, por lo que o cita a alguna mujer. En este sentido, me refería a
respecta a las sexualidades y todas estas inter- las condiciones de seducción, prácticas de tokenismo
secciones). y nuevas astucias de la razón (Cabruja, 2003), tanto
para las aportaciones feministas como lo femenino,
Y, respecto a la Psicología crítica, aunque quizás aunque afortunadamente, también aparecen nue-
pueda haber más sensibilidad, tengo la impresión vas subversiones y creaciones e iniciativas.
que, a menudo, se incorporan sólo unas determi-
nadas aportaciones. Por ejemplo, las de Donna • Luz Mery Carvajal-Marín: Ha sido muy inte-
Haraway y las de Judith Butler, cuyo trabajo por su- resante todo lo que has dicho a este respecto.

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Quisiera preguntarte sobre el trabajo que has jería. De forma parecida a los estudios femi-
reportado en algunas publicaciones, como en la nistas en América Latina de mujeres criollas e
revista Archipiélago (Cabruja, 2007), en donde indígenas de la historia o la literatura, respecto
se presentan los estudios que has adelantado al dualismo ciencia-superstición, respecto a la
con psicólogas mujeres que trabajan en terapia construcción de las naciones y el colonialis-
con otras mujeres. Tú sugieres que el trabajo mo. En definitiva, de poéticas y políticas de la
terapéutico dirigido a la individuación de la transgresión. De la lucha por los procesos de
mujer no es el camino más pertinente, pues se interpretación hegemónicos. De la lucha por
deja de lado aspectos de tipo psicosocial que toda la regulación moral de las mujeres a partir
son, precisamente, los que deberían ser consi- de su ciclo reproductor, de su cuerpo y de sus
derados. ¿Podrías contarnos un poco más sobre sexualidades, a fin de reprimir las disidencias
este trabajo tuyo? en un orden social dado. La construcción de la
• Teresa Cabruja: El tema de la psicopatologi- “monstruosidad femenina” o lo “abyecto” que
zación de lo femenino y de las mujeres por sus van de las ciencias mentales hasta la cotidiani-
cuerpos o por las normas conductuales, es un dad con los significados de “estás loca” o “estás
tema que me interesa mucho, desde hace mu- paranoica” como respuesta a las contrariacio-
cho tiempo; y que incluye, también, el trabajo nes/disidencias respecto de unas relaciones
con biografías, correspondencias o relatos de heteronormativas y patriarcales. Por supuesto
vida en el arte y la ciencia, así como con las que tampoco se trata de una romantización.
inventivas de supervivencia y agencias en la Sin embargo, el cambio de un siglo a otro, del
vida cotidiana que experimentamos o que apa- XIX - principios del XX con las “histéricas” a
recen en entrevistas, observaciones o grupos de la actualidad, ha sido menos substancial de
discusión y, claro, el impacto que tienen estas lo que parecen. Me refiero a la producción
vivencias en términos de dolores y malestares. discursiva histórico-cultural sobre las mujeres
Yo creo que, además, lo que sucede es que relacionadas con la patología o la psicopato-
esta relación “mujer-locura”, materializa muy logía, por sus órganos sexuales (la relación
claramente los dualismos de la representación enfermedad mental-útero) y su capacidad re-
occidental. Actúa colocándola del lado de lo productiva, por su saber no institucionalizado
irracional o lo emocional y, por esta razón, ya o por sus comportamientos poco normativos,
anteriormente, pero sobre todo a partir del siglo que han regulado prácticas legales, educacio-
XVIII, es un tema recurrente en el feminismo nales, etc. (Cabruja, 2005), en intersección con
en la literatura, la filosofía o la medicina, pues otras condiciones como clase social, sexualidad,
encarna o la rabia, o la agencia, o las conse- extranjería, etnicidad, etc. Los maquillajes y
cuencias (o todas a la vez, pues incluiría desde modificaciones responden, por supuesto, a los
grandes protestas a microreacciones), respec- cambios de época, sin embargo reproducen y
to a los procesos creativos o participativos en legitiman igualmente aspectos parecidos, con
unas sociedades patriarcales. De pequeña me una creciente dependencia de l@s expert@s.
encantó la lectura de Jane Eyre, una novela Aunque desde hace muchos años no tengo
del siglo XIX escrita por Charlotte Bronte que contacto directo con la intervención terapéu-
me regaló mi tía, y que, más adelante, he ido tica del día a día, excepto para la formación
reencontrando una y otra vez, pues uno de sus de psicólog@s o en temas de intervención en
personajes principales, la “loca” Berta Mason, violencia machista. Sin embargo, del trabajo
ha constituido una figura fundamental en el que inicié a finales de los años ochenta sobre
imaginario europeo, en los análisis feministas los efectos que puede tener una intervención
y postcolonialistas para el estudio tanto de las terapéutica desde un marco cultural concreto,
relaciones con la creación como con la extran- unos valores concretos y, sobre todo, desde

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El sinuoso fluir de la psicología crítica : una conversación con T eresa C abruja U bach

una construcción de lo que es normal y lo que nen, de distintas maneras, en distintos momentos,
es patológico con una idea de subjetividad ­como puede funcionar, también, la medicación con
que a mí me parece muy problemática (por no psicofármacos. Pero, me parece que la cuestión no
hablar ya del más a menudo denunciado penoso es ésta. Pues, muchísimas experiencias podrían
“circuito” que se inicia tanto de estigmatiza- ser de otra forma, si no se topara con la rigidez de
ción como de de-socialización comunitaria), interpretación, de protocolos y, en definitiva,
me parece, desgraciadamente, muy vigente y de institucionalización de la intervención psico­
muy necesario. Especialmente, porque hay un lógica. En el momento en que se abordan estos
resurgimiento de las hipótesis biologicistas, por ­problemas desde los enfoques tradicionales de la
una parte, con la excesiva medicalización de los Psicología y la Psiquiatría, son psicopatologizados,
malestares (sin hablar de las industrias farma- tal y como pusieron de manifiesto Michel Foucault
céuticas) y, además, porque con la globalización con sus análisis sobre la locura, la tríada saber-
y las nuevas precariedades y los flujos de pobla- verdad-poder y en su crítica institucional, y Phyllis
ción o las nuevas lógicas laborales, se vuelve Chesler con su análisis de las terapias patriarcales
a psicologizar e individualizar condiciones de y las intervenciones morales de la Psicología, pues
malestares personales que provienen de ma- son interpretados desde esta subjetividad indivi-
lestares sociales y de condiciones muy claras de dualista y desde la intervención individual, en vez
desigualdad o explotación social y económica, de relacional. De hecho, lo que se hace es “nom-
de género, de raza, de cultura. Lo que aparece brar”, etiquetar según un diagnóstico formal, cada
como “colonización de la intimidad”, “gestión vez más medicalizado, como si los síntomas exis-
y capitalización de experiencias”, transforma- tieran aparte de una temporalidad, y una historia
ción de conflictos y desigualdades laborales, cultural y social concreta. Es lo que he trabajado en
en problemas interpersonales y prototipos, etc. distintos momentos, por una parte como subjetivi-
Pues, en estos momentos, se ha generado una dades “supuestas”, “impuestas” u “ocupadas” (en
gran dependencia hacia los expertos “psi” en relación a las dinámicas de subversión) o, también,
todos los sentidos y, a la vez, no hay lugar para como “violencias de la Psicología a las mujeres”(en
las emociones ni los duelos, en términos, otra relación con la regulación) (Cabruja, 2001, 2007,
vez, de garantizar la productividad y “recetar 2008b). Desde lo que comentábamos, anterior-
tranquilidad” (utilizando las palabras de Mabel mente, de sexismo institucional en la producción
Burín). Es decir, con la autogobernabilidad del de saber, hasta la psicopatologización de lo feme-
self y la gobernabilidad de lo social. nino, de la ruptura de normas o de la traducción
en categorías nosológicas de lo que en realidad son
Encuentro muy interesantes los trabajos que se respuestas a vivencias en situaciones de desigual-
están haciendo para volver a relacionar, reconstruir dad, opresión y abusos de poder, pero que en vez
o re-significar de otra forma aspectos que según el de entender las agencias y subversiones de estas
DSM Manual de Diagnóstico aparecen como si mujeres a organizaciones morales, de relaciones
fueran síntomas de personalidades con trastornos, patriarcales, o demandas sociales, se convierten en
con patologías, con psicopatologías. La segunda síntomas de categorías de psicopatología.
problemática parte de la misma Psicología y de la Y, claro, hay autoras que cuestionan hasta qué
psiquiatría, las cuales producen una relación de punto se está empoderando o no a las mujeres,
control/regulación social, cuando intervienen ante cuando se hace este tipo de intervención terapéu-
las personas que sufren o tienen malestares que pa- tica, porque se interviene desde una Psicología que
recen íntimos y que son tratados como personales. es patriarcal, androcéntrica y racista en sus con-
Pero, claro, una de las grandes preguntas es sobre ceptos, técnicas y métodos. O, incluso, desde otro
qué hacer, pues, con el sufrimiento y el dolor. Y, punto de vista, si incluso empoderarlas no reper-
por supuesto, que no dudo que las terapias funcio- cute, aunque de otra forma, en una ­despolitización

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de las causas y de las reacciones. Pues, justamente, con la Psicología? Cuando se examinan los
se trata de la cotidianidad de resistencias o subver- efectos que tiene sobre los sujetos, ¿se busca en-
siones y agencias variadas de mujeres al contexto tonces que no exista esta disciplina? Por otra
social, lo que planteo, por ejemplo, como “cuerpos parte, ¿cuál es el lugar de la Psicología crítica
inquietos/mentes indisciplinadas” (Cabruja, 2006) o en este panorama? ¿es su único lugar el mundo
como “locas con causa”, en relación a los estereo- de la academia? Y si en los pregrados se enseña
tipos, a las contradicciones público-privado, el los conocimientos básicos que conforman el
cuerpo, las emociones y la subjetividad, la creati- cuerpo de la disciplina, ¿debería la Psicología
vidad y el orden moral o político. Es decir, lo que crítica estar solamente en los postgrados?
ha constituido su comprensión como distintos • Teresa Cabruja: Sí, claro, es complicado este
tipos de psicopatologizaciones de experiencias, así tema que planteas, Luz. Porque las iniciativas
como el interés por otras formas de operar cambios que genera la Psicología crítica, son muy he-
o interpretarlas, para la creación, para disidencias terogéneas, muy diversas. Y porque la volun-
políticas, para supervivencia. Es una Psicología que tad de explicitar los efectos “autoritarios” de
puede ser reproducida tanto por hombres como por la Psicología o su participación como ciencia
mujeres porque es la socialización en el aprendi- “psi” en el gobierno de lo social, de las subje-
zaje de la Psicología y de cómo se interviene, tal tividades, pues, de alguna forma, puede llevar
y cómo se observa en las investigaciones que he a cuestionar su propia existencia. No lo sé.
participado sobre curriculum oculto en la carrera o Foucault, ya hablada de las dos vertientes,
sobre interacciones comunicacionales prejuiciosas ¿no? La productiva, en hacer visibles aspectos
y discriminatorias. Es decir, que la intervención de la experiencia humana, y la regulativa, con
que se puede hacer desde la Psicología se produce la disciplinarización. Lo que se cuestiona es sus
desde una ciencia androcéntrica, unas relaciones efectos, tal y como la conocemos, tal y como se
patriarcales y una heterosexualidad normativa y, desarrolla, en estos momentos, la legitimidad
por lo tanto, se da todo un abanico de relaciones con la que se ha constituido. ¿Cómo transfor-
de poder en la misma terapia. De ahí, lo que me mar la Psicología? Es verdad que es más difícil
preguntabas, Luz, respecto a esta complicada rela- formar a psicólogos y psicólogas en todo lo
ción en la intervención clínica que va desde recetar que está siendo, lo más nuevo, más creativo
tranquilizantes a las mujeres, según los prejuicios e innovador, en las formas de investigar o en la
respecto a la escucha que se realiza y a la construc- intervención con el propósito de transformar
ción de las identidades de género y el entender que socialmente, de emancipar, de cambio. ¿Cómo
no se las empodera, ni en la interpretación de sus formar en experiencias que se están generando
síntomas, ni en el tratamiento; al contrario, se las desde lugares distintos, con intentos distintos
psicopatologiza. Las nuevas iniciativas se dirigen en y en perspectivas tan alejadas de la Psicología
la línea de reautorizar/reposicionalizar los relatos tradicional? Por ejemplo, en Psicología crítica,
en contra de terapias esencialistas. Pero, aún así, de cómo intervenir comunitariamente y parti-
se presentan dilemas de las consecuencias de des- cipativamente, en investigación-acción, o en
responsabilizar socialmente y científicamente y de terapia intentando no reproducir los efectos
des-colectivizar otras respuestas y se despolitiza. autoritarios de la ciencia, cuestionando los
discursos hegemónicos sociales y científicos so-
• Luz Mery Carvajal-Marín: Esto nos lleva a otras bre la subjetividad, intentando no reproducir
preguntas que a los que estamos en el mundo relaciones jerárquicas de experticia y efectos
académico nos parece que es de difícil respues- de poder, atendiendo a las acciones colectivas
ta, en la práctica. Por una parte, cuando se y autogestionadas de transformación política y
manifiestan estas críticas a la Psicología emer- social, pero con un compromiso emancipador
ge una pregunta: ¿se pretende, acaso, acabar más local y temporal. Pues, no lo sé. Es un ­reto,

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El sinuoso fluir de la psicología crítica : una conversación con T eresa C abruja U bach

pero sumamente necesario ¿no? Creo que hacer Referencias


circular y dar a conocer tanto los análisis críti-
cos como las nuevas experiencias es muy intere- Blackman, L. (2001). Hearing Voices: Contesting the voice
sante, pues tanto la práctica del día a día como of reason. Londres: Free Association Books.
el conocimiento también contienen improvisa- Cabruja, T. (1988). La imagen popular de la locura. En
ción y creación. Y, a la vez, estar en permanente T. Ibáñez (Ed.), Ideologías de la vida cotidiana (pp.
disposición de autoreflexividad y debate, pues 183-204). Barcelona. Sendai Ediciones.
tampoco está dado lo que se genere. Por ejem- Cabruja, T. (1991). Versions de la postmodernitat i propos-
plo, me fascinan, las experiencias, si continua- tes sobre l’individu. Barcelona: Edición Microfichas.
mos en el campo de la terapia, de personas que Cabruja, T. (1996). Posmodernismo y subjetividad:
intentan trabajar con las historias de personas, construcciones discursivas y relaciones de poder.
que a lo mejor durante años, han sufrido pro- En A. L. Gordo & J. Linaza (Coord.), Psicología,
cesos de diagnóstico de ­esquizofrenia, y que discurso y poder: metodologías cualitativas, perspecti-
consiguen des-psiquiatrizarlas, des-estandarizar vas críticas (pp. 373-389). Madrid. Visor.
diagnósticos y que se insertan nuevamente en Cabruja, T. (1998). Cultura, género y educación: la
la comunidad, a partir de versiones alternativas construcción de la alteridad. En X. Besalú, G.
a su experiencia. O los grupos que se autoor- Campani & J. M. Plaudarias (Comps.), La educa-
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