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Sistema tergumentario

Piel
La piel es el órgano más grande del organismo y tiene un origen dual: una capa superficial, la epidermis,
se desarrolla a partir del ectodermo superficial, y una capa profunda, la dermis, que se desarrolla del
dermatoma y mesodermo lateral somático para extremidades.
Epidermis
Al comienzo del segundo mes, este epitelio se divide, y en su superficie se deposita una capa de células
aplanadas, el peridermo o epitriquio que se extiende por la superficie del embrión. Posteriormente las
células de la capa basal proliferan formando una tercera zona en la parte intermedia. Al final del cuarto
mes la epidermis adquiere su disposición definitiva, y pueden identificarse cuatro capas:

 La capa basal, o capa germinativa, es responsable de la producción de células nuevas. Esta


capa forma más adelante crestas y surcos, que se aprecian en la superficie de la piel en la huella
dactilar.
 Una capa espinosa gruesa, constituida por células poliédricas grandes que contienen
tonofibrillas delgadas.
 Una capa granulosa, que contiene gránulos pequeños de queratohialina dentro de sus células.
 Una capa córnea, que forma la superficie dura similar a escamas de la epidermis, integrada por
células muertas en aposición estrecha, que contienen queratina.
Durante los primeros 3 meses del desarrollo la epidermis es invadida por células originarias de las crestas
neurales que sintetizan el pigmento melanina en melanosomas. Al tiempo que los melanosomas se
acumulan, son transportados por los procesos dendríticos de los melanocitos y pasan por transferencia
intercelular a los queratinocitos de la piel y el bulbo piloso. De este modo, se adquiere la pigmentación de
la piel y el cabello.
Dermis
Deriva del mesénquima, que proviene de tres fuentes: el mesodermo de la placa lateral proporciona
células para la dermis de las extremidades y la pared del cuerpo; el mesodermo paraxial aporta células
para la dermis de la espalda; y las células de la cresta neural contribuyen con células para la dermis de la
cara y el cuello. Durante el tercer y el cuarto meses la dermis papilar forma las papilas dérmicas, que se
proyectan para penetrar en la epidermis. La mayor parte de estas papilas cuenta con un capilar pequeño o
un órgano terminal nervioso sensitivo. La capa más profunda de la dermis, la dermis reticular, contiene
grandes cantidades de tejido adiposo.
Al nacer, la piel está cubierta por una pasta blanquecina, la vernix caseosa, formada por secreciones de las
glándulas sebáceas, así como por células epidérmicas descamadas y pelo. Esto protege a la piel de la
maceración que le induciría el líquido amniótico.
Pelo
En sus extremos terminales las yemas pilosas se invaginan formando las papilas pilosas que son invadidas
con rapidez por mesodermo, en el que se desarrollan vasos y terminales nerviosas. En poco tiempo las
células ubicadas en el centro de las yemas pilosas adquieren configuración en huso y se queratinizan, para
formar el tallo del pelo, en tanto las células periféricas adquieren configuración cúbica y dan origen a la
vaina pilosa epitelial.
La vaina radicular dérmica es formada por el mesénquima circundante el musculo erector del pelo suele
estar insertado en la vaina dérmica de la raíz. El primer vello que aparece se denomina lanugo, que se
pierde pocos días después del nacimiento y es sustituido por pelo más grueso proveniente de folículos
pilosos nuevos.
En la pared epitelial del folículo piloso suele observarse una pequeña yema que penetra al mesodermo
circundante. Las células de estas yemas forman las glándulas sebáceas.
Unas de los dedos de manos y pies
Al final del tercer mes del desarrollo aparece en las puntas de los dedos engrosamientos de la epidermis,
que constituirán los campos ungueales. A partir de este sitio los campos migran hacia la cara dorsal de
cada dedo y crecen en dirección proximal, para integrar la raíz ungueal, en tanto la proliferación del tejido
que circunda cada campo ungueal crea una depresión superficial para cada uña. Las uñas no alcanzan las
puntas de los dedos sino hasta el noveno mes del desarrollo.
Glándulas sudoríparas
Existen dos tipos de glándulas sudoríparas: ecrinas y apocrinas. Las ecrinas se forman en la piel de la
mayor parte del cuerpo a partir de yemas derivadas de la capa germinativa de la epidermis. Estas yemas
crecen hacia el interior de la dermis y su extremo terminal se enrolla para formar las porciones secretorias
de las glándulas. El funcionamiento de estas glándulas depende de mecanismos merocrinos (exocitosis) y
participan en el control de la temperatura.
Las glándulas apocrinas se desarrollan en cualquier sitio en que exista pelo corporal, lo que incluye cara,
axilas y pubis. Comienzan a desarrollarse durante la pubertad y derivan de las mismas yemas epidérmicas
que producen los folículos pilosos. Así, estas glándulas sudoríparas drenan hacia los folículos pilosos y no
hacia la piel. El sudor que producen estas glándulas contiene lípidos, proteínas y feromonas.
Glándulas mamarias
Las glándulas mamarias son glándulas sudoríparas modificadas y aparecen por vez primera a manera de
bandas bilaterales de epidermis engrosada denominadas líneas mamarias o crestas mamarias. En el
embrión de 7 semanas estas líneas se extienden a cada lado del cuerpo, desde la base de la extremidad
superior hasta la región proximal de la extremidad inferior. Una porción pequeña de las líneas mamarias
persiste en la región torácica y penetra al mesénquima subyacente. Ahí forma 16 a 24 brotes, que a su vez
dan origen a yemas pequeñas y sólidas. Al final de la vida prenatal las yemas epiteliales están canalizadas
y constituyen los conductos galactóforos que al inicio drenan en una pequeña fosita epitelial. Poco
después del nacimiento esta fosita se transforma en el pezón, por la proliferación del mesénquima
subyacente. Al nacer, los conductos galactóforos carecen de alveolos, de modo que no cuentan con
aparato secretor. Durante la pubertad las concentraciones crecientes de estrógenos y progestágenos
estimulan la ramificación de los conductos para formar alveolos y células secretoras.

Correlaciones clínicas
Trastornos de la pigmentación

 Piebaldismo o albinismo parcial: ausencia de pigmentación en pelo y piel con distribución en


parches.
 Síndrome de Waardenburg (SW): se caracteriza por parches de piel y pelo blancos. Existen
varios tipos de SW, pero comparten algunas características en común, entre ellas albinismo
parcial en cuero cabelludo, heterocromía del iris albinismo parcial en la piel y sordera.
 Albinismo generalizado: se caracterizan por una disminución o ausencia global de la
pigmentación en la piel, el pelo y los ojos.
 Vitíligo: se debe a la pérdida de melanocitos por un trastorno autoinmunitario. Se trata de una
pérdida en parches del pigmento en las áreas afectadas, que afecta a la piel y al pelo de la zona,
así como a la mucosa oral.
Huellas dactilares
En niños con anomalías cromosómicas el patrón epidérmico de la palma y los dedos de la mano en
ocasiones se utiliza como instrumento diagnóstico.
Queratinización de la piel
La ictiosis, una queratinización excesiva de la piel, es característica de un grupo de trastornos hereditarios
que suelen transmitirse como un patrón autosómico recesivo, pero también pueden estar ligados al
cromosoma X. En los casos graves la ictiosis puede generar un aspecto grotesco, como en el caso de un
feto arlequín.
Anomalías de la distribución del pelo

 Hipertricosis (pelo excesivo): se debe a una abundancia inusual de folículos pilosos. Puede
limitarse a ciertas regiones, en particular la región lumbar inferior, y cubrir un defecto de espina
bífida oculta, o afectar todo el cuerpo.
 Atriquia: ausencia congénita del pelo, suele vincularse con anomalías de otros derivados
ectodérmicos, como los dientes y las uñas.
Anomalías de la glándula mamaria

 Politelia: es una condición en la cual se forman pezones supernumerarios por la persistencia de


fragmentos de la línea mamaria. Los pezones supernumerarios pueden desarrollarse en cualquier
punto a lo largo de la línea mamaria original, pero suelen observarse en la región axilar.
 Polimastia: se presenta cuando un remanente de la línea mamaria se desarrolla para formar una
mama completa.
 Pezón invertido: es un trastorno en el que los conductos galactóforos drenan en la fosita epitelial
original, que no sufrió eversión.

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