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Johann Wolfgang Döbereiner

(Bug, 1780 - Jena, 1849) Químico alemán. Profesor en la Universidad de Jena,


estudió los fenómenos de catálisis y realizó algunos intentos de clasificación de
los elementos conocidos (tríadas de Döbereiner), agrupándolos por sus afinidades y
semejanzas: cloro, bromo y yodo; litio, sodio y potasio; azufre, selenio y teluro.
En la época de Döbereiner se conocían alrededor de cincuenta elementos, y la
determinación de muchas masas atómicas, tarea a la que contribuyó
especialmente Berzelius, proporcionó una base mucho más sólida para la
clasificación de los mismos. Johann Wolfgang Döbereiner descubrió en 1829 que
ciertas agrupaciones de tres elementos (las llamadas tríadas de Döbereiner) presentaban propiedades muy
parecidas; en tales tríadas, además, el peso atómico del elemento central era aproximadamente la media del
peso atómico de los elementos extremos.Hacia 1850 se habían descubierto hasta veinte tríadas, pero tales
agrupaciones seguían viéndose como curiosas coincidencias sin interés práctico. Sin embargo, por el hecho
de haberse apoyado (frente a otras arbitrarias clasificaciones anteriores) en los pesos atómicos, el
descubrimiento de Döbereiner representa el primer paso hacia una clasificación consistente, proceso que
culminaría en 1871 con el establecimiento de la tabla periódica de los elementos de Dimitri Mendeleiev y Julius
Lothar Meyer.

John Alexander Reina Newlands


(Southwark, 1837-Londres, 1898) Químico británico. Precursor en la elaboración del
sistema periódico de los elementos, estableció la ley de recurrencia, en virtud de la cual
las propiedades químicas de los elementos ordenados según su masa atómica se
repiten con cierta periodicidad, ley que demostró para varias series de ocho elementos,
conocidas como octavas de Newlands.
Los trabajos de John Newlands, que estudiaban la distribución de los elementos
químicos en función de su peso atómico, fueron uno de los pasos que conducirían al
establecimiento de la tabla periódica de los elementos. Mendeléiev llegó a conclusiones
similares, aunque ambos científicos carecían de noticias acerca de las experiencias del otro; de hecho, los
estudios de Newlands fueron recibidos con escaso interés en su tiempo, situación que cambió cuando ya en
los últimos años de su vida obtuvo diversos reconocimientos por su contribución a la química.
En 1864, Newlands observó que si se ordenaban los elementos según sus pesos atómicos en orden
creciente, el octavo elemento a partir de uno cualquiera tenía características muy similares al primero. Ello le
condujo a establecer la llamada ley de las octavas: "Ordenando los elementos en orden creciente con respecto a
su peso atómico, el octavo elemento tiene propiedades muy parecidas al primero; el noveno al segundo;
etc., igual que ocurre con las notas de la escala musical."

Dejando aparte el hidrógeno, los siete elementos siguientes (litio, berilio, boro, carbono, nitrógeno, oxígeno
y flúor) difieren mucho en sus propiedades, pero los siete siguientes (sodio, magnesio, aluminio, silicio,
fósforo, azufre y cloro) son muy parecidos a los correspondientes de la primera octava. La tercera octava
comienza con el potasio, análogo al litio y al sodio, al que sigue el calcio, similar al berilio y al magnesio;
más allá de este elemento, la ley de las octavas de Newlands ya no puede aplicarse, puesto que los
siguientes elementos ya no guardan ninguna analogía con los que les corresponden en las octavas
anteriores.
Aunque las octavas de Newlands significaron una meritoria tentativa de clasificación de los elementos en
grupos y periodos, en su momento su idea fue del todo incomprendida por la comunidad científica, que juzgó
arbitraria su clasificación en series de ocho; algunos miembros de la Royal Society llegaron a burlarse
abiertamente de él, aconsejándole que ordenara los elementos alfabéticamente.

Dmitri Ivanovich Mendeléiev

(Dmitri Ivanovich Mendeléyev o Mendeléiev; Tobolsk, actual Rusia, 1834 - San


Peterburgo, 1907) Químico ruso a quien se debe una primera formulación de la
ley periódica (las propiedades de los elementos se repiten periódicamente en
función de su peso atómico), así como la representación gráfica de la misma en
forma de tabla, base de la actual tabla periódica de los elementos.

Su familia, de la que era el menor de diecisiete hermanos, se vio obligada a


emigrar de Siberia a Rusia a causa de la ceguera del padre y de la pérdida del
negocio familiar a raíz de un incendio. Su origen siberiano le cerró las puertas
de las universidades de Moscú y San Petersburgo, por lo que se formó en el Instituto Pedagógico de esta
última ciudad.

Más tarde se trasladó a Alemania, para ampliar estudios en Heidelberg, donde conoció a los químicos más
destacados de la época. A su regreso a Rusia fue nombrado profesor del Instituto Tecnológico de San
Petersburgo (1864) y profesor de la universidad (1867), cargo que se vería forzado a abandonar en 1890
por motivos políticos, si bien se le concedió la dirección de la Oficina de Pesos y Medidas (1893).

Entre sus trabajos destacan los estudios acerca de la expansión térmica de los líquidos, el descubrimiento del
punto crítico, el estudio de las desviaciones de los gases reales respecto de lo enunciado en la ley de Boyle-
Mariotte y una formulación más exacta de la ecuación de estado. En el campo práctico destacan sus grandes
contribuciones a las industrias de la sosa y el petróleo de Rusia.

Con todo, su principal logro investigador fue el establecimiento del llamado sistema periódico de los
elementos químicos, o tabla periódica, gracias al cual culminó una clasificación definitiva de los citados
elementos (1869) y abrió el paso a los grandes avances experimentados por la química en el siglo XX.

Aunque su sistema de clasificación no era el primero que se basaba en propiedades de los elementos
químicos, como su valencia, sí incorporaba notables mejoras, como la combinación de los pesos atómicos y
las semejanzas entre elementos, o el hecho de reservar espacios en blanco correspondientes a elementos
aún no descubiertos como el eka-aluminio o galio (descubierto por Boisbaudran, en 1875), el eka-boro o
escandio (Nilson, 1879) y el eka-silicio o germanio (Winkler, 1886).

Mendeléiev demostró, en controversia con químicos de la talla de Béguyer de Chancourtois, John


Newlands y Julius Lothar Meyer, que las propiedades de los elementos químicos son funciones periódicas de sus
pesos atómicos. Dio a conocer una primera versión de dicha clasificación en marzo de 1869 y publicó la que
sería la definitiva a comienzos de 1871. Mediante la clasificación de los elementos químicos conocidos en su
época en función de sus pesos atómicos crecientes, consiguió que aquellos elementos de comportamiento
químico similar estuvieran situados en una misma columna vertical, formando un grupo. Tal como se
evidenciaría más adelante, su tabla se basaba, en efecto, en las propiedades más profundas de la estructura
atómica de la materia, ya que las propiedades químicas de los elementos vienen determinadas por los
electrones de sus capas externas.

Convencido de la validez de su clasificación, y a fin de lograr que algunos elementos encontrasen acomodo
adecuado en la tabla, Mendeléiev «alteró» el valor de su peso atómico considerado correcto hasta entonces,
modificaciones que la experimentación confirmó con posterioridad. A tenor de este mismo patrón, predijo la
existencia de una serie de elementos, desconocidos en su época, a los que asignó lugares concretos en la
tabla.

Pocos años después (1894), con el descubrimiento de ciertos gases nobles (neón, criptón, etc.) en la
atmósfera, efectuado por el químico británico William Ramsay(1852-1916), la tabla de Mendeléiev experimentó
la última ampliación en una columna, tras lo cual quedó definitivamente establecida.

Julius Lothar Meyer


(Varel, 1830 - Tubinga, 1895) Químico y médico alemán, codescubridor junto
con Dmitri Mendeléiev de la ley periódica, que representó también gráficamente
en forma de tabla (punto de partida de la actual tabla periódica de los elementos).
Pese a que llegó a conclusiones muy similares en las mismas fechas y de
forma independiente, el descubrimiento suele atribuirse al químico ruso por la
mayor claridad y completitud de su formulación.

Profesor de química en Breslau y en el Instituto Politécnico de Karlsruhe, a partir de 1876 desarrolló su labor
docente en Tubinga. Dedicado al principio a investigaciones de química fisiológica, estudió las combinaciones
del oxígeno y del dióxido de carbono con la sangre. Sus estudios se orientaron luego a la química inorgánica
y a la química física, y dieron como fruto un sistema de clasificación periódica de los elementos.

En su obra Teorías modernas de la química y su significado para la estática química, compilada según la reforma de los
pesos atómicos de Cannizzaro, estableció una tabla de los elementos dispuestos según el peso atómico
creciente, semejante a la de D. I. Mendeleiev, e hizo notar que los elementos que poseen propiedades
químicas similares vienen a caer en las mismas columnas verticales. Esta periodicidad de las propiedades de
los elementos en función de su peso atómico fue más tarde desarrollada y completada.
Publicado en Breslau en 1864, este texto constituye una importante puntualización de las maneras de ver de
la época, que son expuestas y consideradas desde un mismo punto de vista crítico. Cuatro años antes, en
1860, en el Congreso de Karlsruhe, Cannizzaro había reivindicado la hipótesis de Avogadro, que había quedado
ignorada u olvidada desde 1811. Meyer figuró entre los pocos que comprendieron la exactitud de aquellas
ideas, y se convirtió en su vigoroso propugnador. En el libro expone la hipótesis de Avogadro y la discute
ampliamente, poniéndola en la base de las demás leyes de la química.

Defensor del empleo de los pesos atómicos contra el de los equivalentes, después de haber mostrado con
toda su importancia las opiniones de Gerhard sobre los compuestos orgánicos, Meyer expone su idea acerca
de las relaciones numéricas entre estos pesos atómicos, y pone de relieve los contactos entre estas
relaciones en algunas series de elementos que tienen analogía de comportamiento químico, y las existentes
entre los pesos moleculares de algunas series orgánicas. La ultima parte de la obra puede considerarse como
un precedente de la clasificación periódica que, independientemente de Mendeléiev, aunque de modo más
imperfecto, fue enunciada por el propio Meyer en 1869.

Henry Gwyn-Jeffreys Moseley


(Henry Gwyn-Jeffreys Moseley; Weymouth, 1887 - Gallípoli, 1915) Físico inglés que
demostró la relación entre el número atómico y la carga nuclear de los elementos,
llamada en su honor Ley de Moseley. Procedente de una familia de científicos, realizó sus
estudios en Oxford, donde obtuvo su título en 1910. Rutherford lo acogió bajo su tutela
en Manchester; pero tan sólo estuvo dos años con él y volvió a Oxford.

Un año después, en 1914, ante el estallido de la Primera Guerra Mundial, marchó a


Australia, y se alistó en el Royal Engineers como oficial de transmisiones. Moseley fue
una de las muchas víctimas de la catástrofe. Encontró la muerte durante la campaña de
Gallipoli, en el desembarco de la bahía de Suvla Bay, al recibir un disparo en la cabeza que le asestó un
turco emboscado.

Moseley centró su actividad en el estudio de los rayos X, utilizando para ello los trabajos que sobre dichas
radiaciones habían hecho otros científicos como Bragg y Von Laue, en los que habían demostrado,
respectivamente, que los rayos procedían de los metales usados como anticátodo en los tubos de rayos X, y
que las frecuencias de estos rayos podían ser calculadas por una técnica de difracción cristalográfica.

En 1913, el joven Moseley, que conocía este último método, se hallaba en Manchester intentando hallar la
medición exacta de las longitudes de onda de los rayos X, pero prefería servirse de cristales, en lugar de
rejillas de refracción, para producir una deflexión de los rayos dependiente de la longitud de onda. Probó con
más de treinta metales -que incluían desde el aluminio al oro- como anticátodos, descubriendo que las ondas
de rayos X variaban regularmente de posición al pasar de un elemento a otro, pero siempre siguiendo el
orden que ocupaban en la tabla periódica de los elementos.
Este patrón de variación le permitió establecer que el número que marca la posición de un elemento, en una
serie ordenada, es el mismo que da la carga eléctrica del núcleo, es decir, que la carga nuclear era igual al
denominado por el propio Moseley número atómico. La veracidad de estas teorías significaba poder determinar
la carga nuclear de cualquier elemento, al igual que el número de electrones de su átomo, con sólo mirar el
lugar que ocupaba en la lista.

El punto oscuro de la teoría (la ausencia de seis elementos en la tabla periódica) pronto se subsanó, ya que
se descubrieron estos elementos desconocidos. La relación existente entre la frecuencia de los rayos X y su
número atómico fue bautizada como Ley de Moseley.

Stanislao Cannizzaro

(Palermo, 1826 - Roma, 1910) Químico italiano. Se dedicó al principio a estudios de


Medicina y posteriormente a los de Química con Piria en la Universidad de Pisa. Desde
1851 a 1856 fue profesor de Química en el Colegio Nacional de Alessandria; de allí
pasó después a la Universidad de Génova y luego a las de Palermo y Roma (en ésta,
de 1871 a 1910).

Tomó parte en los movimientos del "Risorgimento" y fue nombrado senador. En París,
en el laboratorio de Chevreuil, había descubierto la cianamida en colaboración con Cloez. Entre sus
investigaciones hay que recordar la referente a la santonina y la reacción que figura con su nombre y que le
llevó a descubrir el alcohol bencílico.
Pero su fama se encuentra vinculada a la reforma atómica, a la que llegó después de largos estudios. En
aquel tiempo no se hacía una distinción clara entre átomos y moléculas, y una misma sustancia se
representaba con fórmulas diversas, pese a que científicos insignes, como Avogadro y Gay-Lussac, habían dado
a conocer los resultados de sus investigaciones.

Después de largas reflexiones sobre los estudios de los químicos que le habían precedido, especialmente
sobre los de Berzelius, Dumas, Laurent y Gerhardt, Cannizzaro llegó a establecer una clara distinción entre
átomos y moléculas. Aplicó la hipótesis de Avogadro a la determinación de los pesos de las moléculas,
poniendo la molécula de hidrógeno = a 2, el peso del átomo = a 1, y refiriendo a éste el peso de los
elementos. Llegó así a enunciar la famosa "ley de los átomos", que interpretaba de modo riguroso los hechos
sin haber de recurrir a otras hipótesis sobre la constitución de la materia.

Éste fue el sistema expuesto por él en el Resumen de un curso de filosofía química, publicado primeramente en
el Nuovo Cimento (1858) y presentado dos años más tarde en el Congreso de Karlsruhe, donde fue acogido con
entusiasmo, si no por todos, por muchos científicos, como Kekulé, Strecker y Lothar Meyer. En 1896, en
ocasión del setenta cumpleaños de Cannizzaro, fue reimpreso con otros extractos, discursos, notas, etc.,
en Escritos sobre la teoría molecular y atómica y sobre la notación química.

Johann Dobereiner 1780 - 1849 En 1829, clasificó algunos elementos en grupos de tres, que denominó triadas. Los elementos de cada
triada tenían propiedades químicas similares, así como propiedades físicas crecientes. Ejemplos: Cl, Br, I Ca, Sr, Ba

John Newlands 1838 - 1898 Ley de las Octavas En 1863 propuso que los elementos se ordenaran en “octavas”, ya que observó, tras
ordenar los elementos según el aumento de la masa atómica, que ciertas propiedades se repetían cada ocho elementos.

Lothar Meyer 1830 - 1895 Al mismo tiempo que Mendeleeiev, Meyer publicó su propia Tabla Periódica con los elementos ordenados de
menor a mayor masa atómica.

Dmitri Mendeleev 1834 - 1907 En 1869 publicó una Tabla de los elementos organizada según la masa atómica de los mismos.

Propuso que si el peso atómico de un elemento lo situaba en el grupo incorrecto, entonces el peso atómico debía estar mal medido. •
Estaba tan seguro de la validez de su Tabla que predijo, a partir de ella, las propiedades físicas de tres elementos que eran
desconocidos.

Henry Moseley 1887 - 1915 En 1913, mediante estudios de rayos X, determinó la carga nuclear (número atómico) de los elementos.
Reagrupó los elementos en orden creciente de número atómico.

Método de Cannizzaro
Dado que los átomos son indivisibles, en una molécula debe haber necesariamente un número entero, y casi siempre
sencillo, de átomos de cada clase. Si se determina el peso molecular de los compuestos de un elemento y el porcentaje en
que entra este elemento en cada uno de los compuestos, las cantidades halladas son múltiplos sencillos del peso
atómico del elemento.
Fue Cannizzaro —en un artículo de 1858 Sunto di un corso di Filosofia Chimica [Bosquejo de un curso de filosofía química],
en el que insistió en la distinción entre peso atómico y peso molecular, acabando de fijar la hipótesis previamente efectuada
por Avogadro1 2 3 — quien determinó que un mol de gas ocupaba un volumen de 22,4 litos en condiciones normales (c.n.).
Su método permitió determinar la masa atómica.
Compuestos de carbono
En la tabla se muestra como ejemplo de la utilización
de este método para varios compuestos de carbono.
Masa de  % de Masa de N.º de átomos de C en 1
A partir del dato del volumen molar (22,4 l de Compuesto
22,4 l carbono C molécula
compuesto) Cannizzaro averiguaba la masa
molecular de un determinado compuesto gaseoso del
elemento (p. el carbono), como se muestra en la Acetona 58 62,1 % 36 36 / 12 = 3
segunda columna de la tabla.
Metano 16 75,0 % 12 12 / 12 = 1
A continuación se hacía un análisis elemental de cada
compuesto, hallando el porcentaje del elemento
Etanol 46 52,2 % 24 24 / 12 = 2
(ver composición centesimal) en cada uno de los
compuestos analizados (segunda columna).
Formaldehído 30 40,0 % 12 12 / 12 = 1
Finalmente se calculaba la masa del elemento en la
masa molecular de cada compuesto (haciendo el Acetileno 26 92,3 % 24 24 / 12 = 2
producto de los datos contenidos en la columna
segunda y tercera).
La masa así calculada debe ser la masa atómica (si en el compuesto entra un sólo átomo de carbono por molécula) o un
múltiplo entero de éste si entra más de uno.
Si se elige un número suficiente de compuestos, es muy probable que al menos uno de ellos contenga un sólo átomo por
molécula de compuesto, de este modo la masa atómica debe ser el valor más bajo (es decir, el máximo común divisor de
todos los valores obtenidos). Por ello este método se conoce también como método del máximo común divisor.

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