Está en la página 1de 66

Johann Wolfgang Döbereiner

(Bug, 1780 - Jena, 1849) Químico alemán. Profesor en la Universidad de Jena,


estudió los fenómenos de catálisis y realizó algunos intentos de clasificación de los
elementos conocidos (tríadas de Döbereiner), agrupándolos por sus afinidades y
semejanzas: cloro, bromo y yodo; litio, sodio y potasio; azufre, selenio y teluro.

Johann Wolfgang Döbereiner

En la época de Döbereiner se conocían alrededor de cincuenta elementos, y la


determinación de muchas masas atómicas, tarea a la que contribuyó
especialmente Berzelius, proporcionó una base mucho más sólida para la
clasificación de los mismos. Johann Wolfgang Döbereiner descubrió en 1829 que
ciertas agrupaciones de tres elementos (las llamadas tríadas de Döbereiner)
presentaban propiedades muy parecidas; en tales tríadas, además, el peso
atómico del elemento central era aproximadamente la media del peso atómico de
los elementos extremos.
Hacia 1850 se habían descubierto hasta veinte tríadas, pero tales agrupaciones
seguían viéndose como curiosas coincidencias sin interés práctico. Sin embargo,
por el hecho de haberse apoyado (frente a otras arbitrarias clasificaciones
anteriores) en los pesos atómicos, el descubrimiento de Döbereiner representa el
primer paso hacia una clasificación consistente, proceso que culminaría en 1871
con el establecimiento de la tabla periódica de los elementos químicos de Dimitri
Mendeleiev y Julius Lothar Meyer.
Johann Dobereiner - Johann Döbereiner
(1780/12/13 - 1849/03/24)

Químico alemán
 Área: Química
 Reconocido por: Las tríadas de Döbereiner; La lámpara de Döbereiner.
 Padres: Johanna Susanna Göring y Johann Adam Döbereiner
 Nombre: Johann Wolfgang Döbereiner

Johann Döbereiner nació el 13 de diciembre de 1780 en Hof, Principado de


Bayreuth.

Hijo de Johanna Susanna Göring y Johann Adam Döbereiner, un cochero.

Fue aprendiz de boticario, y comenzó a asistir a conferencias de ciencias.

Fue profesor en la Universidad de Jena en 1810. Además estudió química en


Estrasburgo.
Tríadas de Döbereiner
Johann Döbereiner fue el descubridor de tendencias en ciertas propiedades de
grupos seleccionados de elementos. Pudo organizar los elementos de tres en tres
a partir de sus características atómicas. Esta forma de organización son las
Tríadas de Döbereiner y fueron antecedente de la ordenación de los elementos
químicos en la Tabla Periódica.

Intentó relacionar las propiedades químicas de dichos elementos (y de sus


compuestos) con los pesos atómicos, observando su analogía y la variación
gradual del primero al último, dando a entender que los elementos de la tabla
periódica tienen cierta relación entre sí debido a la similitud entre sus propiedades
y compuestos.

En su clasificación de las tríadas, explicaba que el peso atómico promedio de los


pesos de los elementos extremos, es parecido al peso atómico del elemento de en
medio.

Döbereiner además es conocido por su descubrimiento del Furfural; por su


trabajo en el uso del platino como catalizador, y por un encendedor, conocido
como lámpara de Döbereiner.

Se produjeron cientos de miles de estos encendedores por el fabricante alemán


Gottfried Piegler en Schleiz.

Falleció el 24 de marzo de 1849, en Jena, Gran Ducado de Sajonia-Weimar-


Eisenach.

John Alexander Reina Newlands


(Southwark, 1837 - Londres, 1898) Químico británico. Precursor en la elaboración
del sistema periódico de los elementos, estableció la ley de recurrencia, en virtud
de la cual las propiedades químicas de los elementos ordenados según su masa
atómica se repiten con cierta periodicidad, ley que demostró para varias series de
ocho elementos, conocidas como octavas de Newlands.
John Alexander Reina Newlands

Los trabajos de John Newlands, que estudiaban la distribución de los elementos


químicos en función de su peso atómico, fueron uno de los pasos que conducirían
al establecimiento de la tabla periódica de los elementos. El químico ruso Dmitri
Mendeléyev llegó a conclusiones similares, aunque ambos científicos carecían de
noticias acerca de las experiencias del otro; de hecho, los estudios de Newlands
fueron recibidos con escaso interés en su tiempo, situación que cambió cuando ya
en los últimos años de su vida obtuvo diversos reconocimientos por su
contribución a la química.
En 1864, Newlands observó que si se ordenaban los elementos según sus pesos
atómicos en orden creciente, el octavo elemento a partir de uno cualquiera tenía
características muy similares al primero. Ello le condujo a establecer la
llamada ley de las octavas: "Ordenando los elementos en orden creciente con
respecto a su peso atómico, el octavo elemento tiene propiedades muy parecidas
al primero; el noveno al segundo; etc., igual que ocurre con las notas de la escala
musical."

Dejando aparte el hidrógeno, los siete elementos siguientes (litio, berilio, boro,
carbono, nitrógeno, oxígeno y flúor) difieren mucho en sus propiedades, pero los
siete siguientes (sodio, magnesio, aluminio, silicio, fósforo, azufre y cloro) son muy
parecidos a los correspondientes de la primera octava. La tercera octava
comienza con el potasio, análogo al litio y al sodio, al que sigue el calcio, similar al
berilio y al magnesio; más allá de este elemento, la ley de las octavas de
Newlands ya no puede aplicarse, puesto que los siguientes elementos ya no
guardan ninguna analogía con los que les corresponden en las octavas anteriores.
Aunque las octavas de Newlands significaron una meritoria tentativa de
clasificación de los elementos en grupos y periodos, en su momento su idea fue
del todo incomprendida por la comunidad científica, que juzgó arbitraria su
clasificación en series de ocho; algunos miembros de la Royal Society llegaron a
burlarse abiertamente de él, aconsejándole que ordenara los elementos
alfabéticamente.

Dmitri Ivanovich Mendeléiev


(Dmitri Ivanovich Mendeléyev o Mendeléiev; Tobolsk, actual Rusia, 1834 - San
Peterburgo, 1907) Químico ruso a quien se debe una primera formulación de la ley
periódica (las propiedades de los elementos se repiten periódicamente en función
de su peso atómico), así como la representación gráfica de la misma en forma de
tabla, base de la actual tabla periódica de los elementos.

Dmitri Mendeléiev

Su familia, de la que era el menor de diecisiete hermanos, se vio obligada a


emigrar de Siberia a Rusia a causa de la ceguera del padre y de la pérdida del
negocio familiar a raíz de un incendio. Su origen siberiano le cerró las puertas de
las universidades de Moscú y San Petersburgo, por lo que se formó en el Instituto
Pedagógico de esta última ciudad.
Más tarde se trasladó a Alemania, para ampliar estudios en Heidelberg, donde
conoció a los químicos más destacados de la época. A su regreso a Rusia fue
nombrado profesor del Instituto Tecnológico de San Petersburgo (1864) y profesor
de la universidad (1867), cargo que se vería forzado a abandonar en 1890 por
motivos políticos, si bien se le concedió la dirección de la Oficina de Pesos y
Medidas (1893).

La tabla periódica de los elementos

Entre sus trabajos destacan los estudios acerca de la expansión térmica de los
líquidos, el descubrimiento del punto crítico, el estudio de las desviaciones de los
gases reales respecto de lo enunciado en la ley de Boyle-Mariotte y una
formulación más exacta de la ecuación de estado. En el campo práctico destacan
sus grandes contribuciones a las industrias de la sosa y el petróleo de Rusia.

Con todo, su principal logro investigador fue el establecimiento del llamado


sistema periódico de los elementos químicos, o tabla periódica, gracias al cual
culminó una clasificación definitiva de los citados elementos (1869) y abrió el paso
a los grandes avances experimentados por la química en el siglo XX.

Tabla periódica actual (clic para ampliar)


Aunque su sistema de clasificación no era el primero que se basaba en
propiedades de los elementos químicos, como su valencia, sí incorporaba
notables mejoras, como la combinación de los pesos atómicos y las semejanzas
entre elementos, o el hecho de reservar espacios en blanco correspondientes a
elementos aún no descubiertos como el eka-aluminio o galio (descubierto por Paul
Émile Lecoq de Boisbaudran en 1875), el eka-boro o escandio (Lars Fredrik
Nilson, 1879) y el eka-silicio o germanio (Clemens Winkler, 1886).
Mendeléiev demostró, en controversia con químicos de la talla de Béguyer de
Chancourtois, John Newlands y Julius Lothar Meyer, que las propiedades de los
elementos químicos son funciones periódicas de sus pesos atómicos. Dio a
conocer una primera versión de dicha clasificación en marzo de 1869 y publicó la
que sería la definitiva a comienzos de 1871. Mediante la clasificación de los
elementos químicos conocidos en su época en función de sus pesos atómicos
crecientes, consiguió que aquellos elementos de comportamiento químico similar
estuvieran situados en una misma columna vertical, formando un grupo. Tal como
se evidenciaría más adelante, su tabla se basaba, en efecto, en las propiedades
más profundas de la estructura atómica de la materia, ya que las propiedades
químicas de los elementos vienen determinadas por los electrones de sus capas
externas.

Convencido de la validez de su clasificación, y a fin de lograr que algunos


elementos encontrasen acomodo adecuado en la tabla, Mendeléiev «alteró» el
valor de su peso atómico considerado correcto hasta entonces, modificaciones
que la experimentación confirmó con posterioridad. A tenor de este mismo patrón,
predijo la existencia de una serie de elementos, desconocidos en su época, a los
que asignó lugares concretos en la tabla.

Pocos años después (1894), con el descubrimiento de ciertos gases nobles (neón,
criptón, etc.) en la atmósfera, efectuado por el químico británico William
Ramsay (1852-1916), la tabla de Mendeléiev experimentó la última ampliación en
una columna, tras lo cual quedó definitivamente establecida.

Robert Boyle
(1627/01/25 - 1691/12/30)

Matemático irlandés
 Reconocido por la Ley de Boyle-Mariotte.
 Obras: El Químico escéptico, La paradoja hidrostática, Hidrostato
Medicina...
 Campos: Física y química
 Padres: Catherine Fenton y Richard Boyle
 Nombre: Robert William Boyle

"Nunca se puede preparar uno suficientemente para la muerte. Otras


acciones pueden ser repetidas, se pueden volver a intentar después de la
primera vez. No es así con la muerte: aparece una sola vez y no hay
posibilidad de repetirla para mejorarla"
Robert Boyle

Robert Boyle nació el 25 de Enero 1627 en Lismore, Irlanda.

Hijo de Catherine Fenton y Richard Boyle, conde de Cork.

Cursó estudios en Eton desde 1635 a 1639.


Posteriormente viajó por Europa. Desde 1656 vivió en Oxford donde colaboró
con Robert Hooke.

Realizó importantes contribuciones a la Física y la Química, pero es sobre todo


conocido por Las leyes de Boyle en donde describe el gas ideal.

Estas leyes aparecen en el apéndice de su trabajo escrito en 1661, Nuevos


experimentos de Fisiomecánica.

El apodado como el "Padre de la Química moderna", fue el primero en emplear el


término "Análisis Químico" en su actual significado.

Es muy conocida su ley: "A temperaturas iguales, los volúmenes de los gases
están en razón inversa a la presión".

En su libro Sceptical Chymist (1661) contradecía los puntos de vista


de Aristóteles acerca de los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua. Opinaba
que la materia estaba compuesta de corpúsculos los cuales eran diferentemente
construidos sobre diferentes configuraciones de partículas primarias.

Perteneció a la Real Sociedad.

Causó una gran influencia en Isaac Newton y algún tiempo después, en otros
científicos.

Robert Boyle falleció el 30 de Diciembre 1691 en Londres.

Sabías que...
The Sceptical Chymist
Su obra The Sceptical Chymist (El químico escéptico) es considerada
fundamental en la historia de la química.

Obras seleccionadas
Científicas

1660 - Nuevos experimentos físico-mecánicos: Notas sobre la elasticidad


del aire y sus efectos
1661 - El Químico escéptico
1666 - La paradoja hidrostática
1666 - Origen de las formas y calidades de acuerdo a la filosofía
corpuscular
1669 - Una continuación de su trabajo en la primavera de aire
1672 - Origen y virtudes de las gemas
1673 - Ensayos de la astucia extraño, gran eficacia, naturaleza determinada
de efluvios
1678 - Observaciones sobre una sustancia artificial que brilla sin ninguna
ilustración anterior
1680 - El Noctiluca aérea
1682 - Nuevos Experimentos y observaciones sobre el Noctiluca Icy
1684 - Memorias para la Historia Natural de la sangre humana de la Historia
1685 - Memorias del corto experimental natural para las aguas minerales
1690 - Hidrostato Medicina

Religiosas y filosóficas

1648/1660 - Amor Seráfico


1664 - La Excelencia de Teología en comparación con la filosofía natural
1687 - El martirio de Teodora y Dídimo
1690 - El Cristiano Virtuoso

Biografía[editar]
Robert Boyle nació en el castillo de Lismore, a orillas del río Blackwater, condado
de Waterford, Irlanda, en 1627. Fue el decimocuarto hijo —de un total de quince—
del aristócrata inglés Richard Boyle, conde de Cork, y Catherine Fenton, su
segunda esposa. Richard Boyle había llegado a Irlanda en 1588, dedicándose a la
política y a la industria, y para cuando nació Robert ya poseía grandes
extensiones de tierra y se interesaba en administración, en la que llegó a Lord
Tesorero del Reino de Irlanda.
Aún siendo niño, Robert aprendió a hablar latín, griego y francés, siendo enviado,
tras la muerte de su madre, con tan solo ocho años entró al colegio de Eton, del
cual era director sir Henry Wotton, amigo de su padre. A los quince años partió de
viaje con un tutor francés. Boyle vivió cerca de dos años en Génova y
visitando Italia en 1641, pasó el invierno en Florencia estudiando
las paradojas de Galileo Galilei, quien murió al año siguiente.

Antoine-Laurent de Lavoisier
(París, 1743 - id., 1794) Químico francés, padre de la química moderna. La
revolución científica de los siglos XVI y XVII arrinconó muchas antiguas creencias
y dejó atrás disciplinas de larguísima tradición, como la alquimia. Pero pese a las
numerosas aplicaciones prácticas y a los conocimientos acumulados, en la
segunda mitad del siglo XVIII la química seguía siendo un saber más empírico y
especulativo que una verdadera ciencia. A menudo los investigadores se limitaban
a anotar y describir cuidadosamente sus técnicas y experimentos, sin que de ello
resultase la enunciación de leyes universalmente válidas que explicasen los
fenómenos estudiados.

Antoine Lavoisier

Si Antoine Lavoisier es considerado el fundador de la química moderna, es


precisamente por haber emprendido y coronado con éxito la labor de
interpretación y sistematización de los dispersos conocimientos existentes; de
hecho, buena parte de las aportaciones y descubrimientos de Lavoisier habían
sido ya intuidos por sus predecesores. Gracias a una rigurosa metodología de
mediciones cuantitativas que aplicó a sus experimentos, Antoine Lavoisier superó
definitivamente las nebulosas hipótesis heredadas de la alquimia y proporcionó los
conceptos y principios fundamentales de que tanta necesidad tenía la
química para constituirse en una nueva ciencia.
Así, con Lavoisier quedó claramente establecida la distinción entre elemento
(sustancia no descomponible mediante procesos químicos) y compuesto
(sustancia compuesta de elementos). A él se debe asimismo la definitiva
formulación del principio o ley de la conservación de la materia (Ley de Lavoisier),
según la cual la cantidad de materia permanece constante en el transcurso de una
reacción química; dicho de otro modo, la masa total de los reactantes es igual a la
de los productos de la reacción. Bajo su impulso e inspiración, además, se
prescindió de la antigua terminología alquímica y se estableció una nomenclatura
química racional para los elementos y compuestos (expresando en los mismos
nombres la composición química) que mantendría su vigencia hasta nuestros días.
Biografía
Orientado por su familia en un principio a seguir la carrera de derecho, Antoine-
Laurent de Lavoisier recibió una magnífica educación en el Collège Mazarino, en
donde adquirió no sólo buenos fundamentos en materia científica, sino también
una sólida formación humanística. Lavoisier ingresó luego en la facultad de
derecho de París, donde se graduó en 1764, por más que en esta época su
actividad se orientó sobre todo hacia la investigación científica; siguió los cursos
de matemáticas y astronomía de Nicolas Louis de Lacaille y los de química y
botánica de Guillaume François Rouelle y Bernard de Jussieu, y, a pesar de su
juventud, llevó una vida muy retirada.

En 1766 recibió la medalla de oro de la Academia de Ciencias francesa por un


ensayo sobre el mejor método de alumbrado público para grandes poblaciones; tal
estudio le había costado semanas enteras de aislamiento en la oscuridad para
hacer sensibles sus pupilas a las mínimas diferencias de intensidad de varias
fuentes de luz. Con el geólogo J.E. Guettard, confeccionó un atlas mineralógico de
Francia. En 1768 presentó una serie de artículos sobre análisis de muestras de
agua, y fue admitido en la Academia de Ciencias, de la que sería director en 1785
y tesorero en 1791.

Su esposa, Marie Paulze, con quien se casó en 1771, fue además su más
estrecha colaboradora, e incluso tradujo al inglés los artículos redactados por su
esposo. Un año antes, éste se había ganado una merecida reputación entre la
comunidad científica de la época al demostrar la falsedad de la antigua idea,
sostenida incluso por Robert Boyle, de que el agua podía ser convertida en tierra
mediante sucesivas destilaciones.
Antoine Lavoisier y su esposa (detalle de un óleo de Jacques-Louis David, 1788)

Sometiendo a ebullición durante varios días un recipiente lleno de agua cerrado


herméticamente, Lavoisier obtuvo, al igual que sus predecesores, un poso terroso
en el fondo. Sin embargo, observó que el recipiente y su contenido pesaban lo
mismo que antes de la ebullición, y tras separar el poso, notó que tampoco el
volumen de agua se había alterado. En cambio, el peso del recipiente vacío se
había reducido en una magnitud igual a la del poso, por lo que éste sólo podía
proceder de las paredes del recipiente.

Tal experiencia fue, de paso, la primera de las sucesivas confirmaciones del


principio de conservación de la materia obtenidas por Lavoisier. La hipótesis no
era desconocida entre los científicos, pero chocaba con las ideas tradicionales e
incluso con nociones que parecían empíricamente "evidentes", como que el
crecimiento de una semilla era debido a la creación de materia, o que la
combustión consistía en la destrucción de una parte de la misma.

La combustión y el flogisto
Probablemente el primer intento científico de explicar la combustión fue realizado
por el neerlandés Van Helmont (1580-1644). El escaso éxito de sus peregrinas
ideas contrasta con el de la teoría del flogisto, que dominaría el pensamiento de
los estudiosos durante la mayor parte del siglo siguiente. La teoría del flogisto fue
desarrollada principalmente por el alemán Johann Becher (1635-1682) y
especialmente por su discípulo Georg Stahl (1660-1734) a finales del siglo XVII.
Según la teoría del flogisto, los materiales combustibles contenían una sustancia
(a la que se denominó flogisto) que emitían al arder. De acuerdo con esta teoría,
un material no combustible, como las cenizas, no ardería porque el flogisto que
contenía el material inicial (la madera) ya había sido expulsado.

Sin embargo, las variaciones de peso suponían un problema importante para


dicha teoría. Muchos objetos realmente pesan más después de haberse quemado.
¿Cómo puede explicarse este fenómeno si el flogisto es expulsado del material
ardiente? Una explicación que se ofreció fue que el flogisto podía tener un peso
negativo. Para algunos tal idea era absurda, pero, a pesar de sus incoherencias, la
teoría del flogisto siguió siendo popular entre los químicos durante muchos años, y
todavía en tiempos de Lavoisier eran muchos los que se inclinaban por esta
hipótesis.

A partir de 1772, la especulación acerca de la naturaleza de los cuatro elementos


tradicionales (aire, agua, tierra y fuego) llevó a Antoine Lavoisier a emprender una
serie de investigaciones sobre el papel desempeñado por el aire en las reacciones
de combustión. De los numerosos experimentos que llevaría a cabo para
esclarecer la cuestión, el primero con trascendentales consecuencias se centró en
una de las sustancias que aumentaban de peso en la combustión: el estaño.
Después de calentar con fuego un recipiente herméticamente cerrado que
contenía estaño, Lavoisier constató que efectivamente se había incrementado el
peso del metal, pero que el peso total del recipiente y su contenido no había
variado, y que el incremento del peso del estaño correspondía exactamente con la
disminución del peso del aire.

El peso total (aire y materia combustible) no cambia en la combustión

Experimentos similares con metales como el mercurio y el platino y con otros


elementos como el fósforo y el azufre lo llevaron a establecer un nuevo concepto
de combustión y a describir con exactitud la naturaleza del aire. A partir de los
trabajos previos de Joseph Priestley, Antoine Lavoisier acertó a distinguir entre un
«aire» que no se combina con el combustible tras la combustión o calcinación (el
nitrógeno) y otro que sí lo hace, al que denominó oxígeno (de oxys genea,
productor de ácido). El aire, entendido desde la Antigüedad como uno de los
cuatro elementos, no era en consecuencia una sutancia simple, sino una mezcla
de dos gases, cuya proporción calculó con relativa precisión (73% de hidrógeno y
27% de oxígeno; en realidad, 78% y 21%).

Respecto a la combustión, Lavoisier estableció que todos los fenómenos


ordinarios de combustión consisten en la combinación del oxígeno atmosférico con
la sustancia combustible, tanto si ésta arde (madera, papel, carbón) como si se
altera, sencillamente, para dar lugar a óxidos (como lo hacen, en condiciones
ordinarias, los metales). El insigne químico hizo hincapié en el hecho de que
cuando se queman el azufre o el fósforo, éstos ganan peso por absorber oxígeno,
mientras que el plomo metálico formado tras calentar el plomo mineral lo pierde
por haber perdido oxígeno. Al arder, el carbón va menguando progresivamente
porque el carbono contenido en el mineral se combina con el oxígeno del aire para
formar un nuevo gas, el óxido de carbono; en la calcinación del estaño, el metal
gana peso porque se combina con el oxígeno atmosférico, dando lugar al óxido de
estaño.

Los resultados cuantitativos y demás evidencias que obtuvo Lavoisier se oponían


claramente a la teoría del flogisto, aceptada por entonces incluso por Joseph
Priestley: ni el flogisto ni ninguna otra sustancia hipotética se liberaba o se
adquiría en los procesos de combustión de las sustancias. Lavoisier publicó en
1786 una brillante refutación de dicha teoría, que logró persuadir a gran parte de la
comunidad científica del momento, en especial la francesa. En parte por influencia
de prejuicios nacionales, la aportación de Lavoisier no fue al principio bien acogida
en Alemania (sede de la teoría del flogisto), en Inglaterra y en otros países, pero
terminaría por imponerse incluso en Alemania, gracias a la labor de Martin
Klaproth.
Paralelamente a los estudios sobre la combustión, otras cuestiones merecieron la
atención de Lavoisier durante aquellos años. Entre ellas sobresale, sin duda, la
naturaleza del agua, que, al igual que el aire, había sido concebida como una
sustancia simple (uno de los cuatro elementos) desde los tiempos de la filosofía
presocrática. En 1781, el físico y químico inglés Henry Cavendish logró obtener
agua detonando una mezcla de aire e hidrógeno, lo que revelaba su naturaleza
compuesta. Pero fue Lavoisier quien, en 1783, interpretó correctamente los
resultados del experimento al demostrar que el agua es un compuesto formado
únicamente de hidrógeno y oxígeno.
La nomenclatura química
Las expresiones sencillas y racionales de que se sirve hoy la química y su método
de nomenclatura derivan en gran parte del esfuerzo desarrollado por Lavoisier y
algunos de sus colaboradores para librar a dicha ciencia de las expresiones
herméticas o ambiguas que constituían el residuo natural de un largo período de
sueños e ilusiones alquimistas. Antoine Lavoisier organizó con este fin reuniones
en su laboratorio químico de París, a las que asistían el químico Claude Louis
Berthollet, el dramaturgo y orador Antoine François de Fourcroy y el aficionado
Guyton de Morveau, que había ido precisamente a París para presentar su
proyecto de nomenclatura simplificada. En 1787 el nuevo Método de
nomenclatura química fue presentado a la Academia de Francia, y pocos años
después, especialmente tras la publicación del Tratado elemental de química de
Lavoisier (1789), aquella intuitiva y novedosa terminología triunfó completamente.

Antoine Lavoisier

El Método de nomenclatura química divide las sustancias en elementos y


compuestos, siguiendo un concepto ya introducido por Robert Boyle. Entre los
elementos se encuentran el oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno, cuya
denominación es debida a Lavoisier, y que intervienen en la composición del aire y
del agua, dos de los cuatro "elementos" que desde la antigua Grecia y durante
más de dos mil años se habían conceptuado como sustancias simples. Se incluye
también entre los elementos el azufre, el fósforo y los metales, contrariamente a lo
que establecía la teoría del flogisto, mientras que los ácidos fosfórico y sulfúrico,
así como muchos óxidos metálicos que eran considerados simples, quedaron
definitivamente clasificados como compuestos.
Lavoisier y sus colaboradores dividieron los compuestos en dos grandes clases:
binarios y ternarios. A los binarios pertenecen los ácidos, cuyos nombres se
forman con dos palabras: una común (ácido) y otra particular para cada uno: ácido
carbónico, ácido sulfúrico, etc. Para aquellos ácidos de un mismo elemento que
contienen una cantidad menor de oxígeno, la terminación "ico" se transforma en
"oso", como en la denominación ácido sulfuroso. Los compuestos oxigenados de
los metales que, como bases, se oponen a los ácidos, reciben el nombre genérico
de óxidos, que queda especificado con la indicación del nombre del metal que
interviene en la combinación (por ejemplo, óxido de plomo). Son también binarios
los sulfuros, fosfuros, carburos y los compuestos de dos metales, mientras que
entre los ternarios se incluyeron las sales conocidas en aquel tiempo, a las que se
aplica la terminología hoy en uso.
La expansión de la doctrina defendida por Antoine Lavoisier se vio favorecida con
la publicación en 1789 de su obra Tratado elemental de química. De este libro,
que contiene una concisa exposición de su labor, cabe destacar la formulación de
un primer enunciado de la ley de la conservación de la materia. Escrito con un
ejemplar desarrollo lógico y con un estilo que puede calificarse de cristalino, y
ampliamente difundido a través de numerosas ediciones y traducciones,
el Tratado ha sido considerado el texto fundacional de la química moderna. Ese
mismo año, en colaboración con otros científicos, fundó los Annales de
Chimie (Anales de Química), publicación monográfica dedicada a la nueva
química.
Lavoisier también efectuó investigaciones sobre la fermentación y sobre la
respiración animal. De los resultados obtenidos tras estudiar el intercambio de
gases durante el proceso de respiración, en una serie de experimentos pioneros
en el campo de la bioquímica, concluyó que la respiración es un tipo de reacción
de oxidación similar a la combustión del carbón, con lo cual se anticipó a las
posteriores explicaciones del proceso cíclico de la vida animal y vegetal. Para este
trabajo contó con la ayuda de otro famoso científico francés, Pierre Simon
Laplace (1749-1827).
Como resultado de sus estudios sobre los cambios de calor que se producen
durante las reacciones químicas, Lavoisier y Laplace dejaron asimismo sentado
uno de los principios fundamentales de la termoquímica: ambos científicos
descubrieron que la cantidad de calor necesaria para descomponer un compuesto
es igual a la cantidad de calor liberada durante la formación del compuesto a partir
de sus elementos. Esta línea de investigación sería desarrollada más tarde, en la
década de 1830, por el químico ruso-suizo Germain Henri Hess (1802-1850).
Antoine-Laurent de Lavoisier fue asimismo un destacado personaje de la sociedad
francesa de su tiempo. De ideas moderadas, desempeñó numerosos cargos
públicos en la Administración del Estado, si bien su vinculación con el impopular
Ferme Générale (un organismo privado de recaudación de impuestos) le supuso la
enemistad con el revolucionario Jean-Paul Marat. En mayo de 1794, durante la
fase de la Revolución Francesa que pasaría a la historia como «el Terror» (1793-
1794), un tribunal revolucionario lo condenó a la guillotina tras un juicio de tan sólo
unas horas.
La revolución que supuso para la química la obra de Lavoisier permitió desarrollar
la investigación de las leyes de las combinaciones químicas, investigación que se
llevó a cabo, como había enseñado el químico francés, aplicando su rigurosa
metodología de mediciones cuantitativas y utilizando como instrumento
fundamental la balanza, pero también midiendo volúmenes, presiones y
temperaturas. Apenas dos décadas después de la muerte de Lavoisier, la teoría
atómica de Dalton y la hipótesis de Avogadro proporcionaron los conceptos
necesarios para justificar los resultados obtenidos experimentalmente sobre las
combinaciones químicas, estableciendo las fecundas bases sobre las que la
química desplegaría su imparable progreso.

Julius Lothar Meyer


(Varel, 1830 - Tubinga, 1895) Químico y médico alemán, codescubridor junto
con Dmitri Mendeléyev de la ley periódica, que representó también gráficamente
en forma de tabla (punto de partida de la actual tabla periódica de los elementos).
Pese a que llegó a conclusiones muy similares en las mismas fechas y de forma
independiente, el descubrimiento suele atribuirse al químico ruso por la mayor
claridad y completitud de su formulación.
Julius Lothar Meyer

Profesor de química en Breslau y en el Instituto Politécnico de Karlsruhe, a partir


de 1876 desarrolló su labor docente en Tubinga. Dedicado al principio a
investigaciones de química fisiológica, estudió las combinaciones del oxígeno y del
dióxido de carbono con la sangre. Sus estudios se orientaron luego a la química
inorgánica y a la química física, y dieron como fruto un sistema de clasificación
periódica de los elementos.

En su obra Teorías modernas de la química y su significado para la estática


química, compilada según la reforma de los pesos atómicos de Cannizzaro,
estableció una tabla de los elementos dispuestos según el peso atómico creciente,
semejante a la de Dmitri Mendeléyev, e hizo notar que los elementos que poseen
propiedades químicas similares vienen a caer en las mismas columnas verticales.
Esta periodicidad de las propiedades de los elementos en función de su peso
atómico fue más tarde desarrollada y completada.
Publicado en Breslau en 1864, este texto constituye una importante puntualización
de las maneras de ver de la época, que son expuestas y consideradas desde un
mismo punto de vista crítico. Cuatro años antes, en 1860, en el Congreso de
Karlsruhe, Cannizzaro había reivindicado la hipótesis de Avogadro, que había
quedado ignorada u olvidada desde 1811. Meyer figuró entre los pocos que
comprendieron la exactitud de aquellas ideas, y se convirtió en su vigoroso
propugnador. En el libro expone la hipótesis de Avogadro y la discute
ampliamente, poniéndola en la base de las demás leyes de la química.

Defensor del empleo de los pesos atómicos contra el de los equivalentes, después
de haber mostrado con toda su importancia las opiniones de Gerhard sobre los
compuestos orgánicos, Meyer expone su idea acerca de las relaciones numéricas
entre estos pesos atómicos, y pone de relieve los contactos entre estas relaciones
en algunas series de elementos que tienen analogía de comportamiento químico,
y las existentes entre los pesos moleculares de algunas series orgánicas. La
ultima parte de la obra puede considerarse como un precedente de la clasificación
periódica que, independientemente de Mendeléyev, aunque de modo más
imperfecto, fue enunciada por el propio Meyer en 1869.

Clemens Alexander Winkler


 octubre 8, 2018  admin Biografias

Clemens Alexander Winkler (26 de diciembre de 1838 – 8 de octubre de 1904) fue


un químico alemán que descubrió el elemento germanio en 1886, solidificando la
teoría de la periodicidad de Dmitri Mendeleev.

Infancia y educación
Winkler nació en 1838 en Freiberg, Reino de Sajonia, hijo de un químico que
había estudiado con Berzelius. La educación temprana de Winkler fue en escuelas
de Freiberg, Dresden y Chemnitz.

En 1857 ingresó en la Universidad de Minería y Tecnología de Freiberg, donde su


conocimiento de la química analítica superó lo que le enseñaban allí. Dieciséis
años después, Winkler fue nombrado profesor de tecnología química y química
analítica en la universidad.

Descubrimiento del germanio


En 1886, Winkler recibió un nuevo mineral de la mina Himmelsfürst cerca de
Freiberg. Los químicos encontraron que el mineral, llamado argirodita, contenía
plata y azufre. Cuando Winkler analizó posteriormente el mineral, descubrió que
los componentes individuales solo sumaban aproximadamente el 93-94% de su
masa total, lo que lo lleva a sospechar que un elemento nuevo y previamente
desconocido debe estar presente.
Argirodita, mineral estudiado por Clemens Winkler
Después de varios pasos adicionales de purificación química durante varios
meses, Winkler aisló el elemento puro, germanio, el 6 de febrero de 1886 y publicó
sus resultados. El mineral argyrodita que fue el comienzo de Winkler para
encontrar germanio ahora se sabe que es un sulfuro doble con la fórmula GeS 2 ·
4Ag2S.
Para colocar el germanio en la tabla periódica, Mendeleev sugirió que podría ser
ekacadmium, un elemento que había predicho anteriormente. En contraste, Lothar
Meyer favoreció una identificación de germanio con ekasilicon, un elemento
predicho diferente.

Winkler aisló más del material puro y finalmente obtuvo suficiente para medir
algunas de sus propiedades físicas y químicas. Sus resultados mostraron
inequívocamente que la interpretación de Meyer era la correcta y que casi todas
las propiedades del nuevo elemento coincidían con las predicciones de
Mendeleev.

La estrecha coincidencia entre lo que se había predicho para ekasilicon y lo que


se encontró para germanio fue una clara evidencia de la utilidad y el poder de la
tabla periódica y el concepto de periodicidad.

Clemens Winkler y una


muestra de germanio

Además de su aislamiento y estudio del germanio, Winkler investigó el análisis de


gases. Publicó un libro sobre el tema, Manual de análisis técnico de gases, en
1884. En ese libro, Winkler describe su invención de la llave de tres vías.

Otras contribuciones de Winkler


Predijo la existencia de monóxido de silicio, SiO, y fue el primero en intentar
producirlo calentando sílice con silicio en 1890. Sin embargo, no tuvo éxito porque
no pudo calentar la mezcla a una temperatura lo suficientemente alta usando un
horno de combustión. Como no hubo reacción para él, Winkler concluyó
incorrectamente que el SiO no existe, a pesar de que C. F. Maybery informó que
se formó a partir de la reducción de sílice con carbón tres años antes.
Sin embargo, Henry Noel Potter, un ingeniero de Westinghouse, repitió el
experimento de Winkler quince años después con un horno eléctrico, lo que le
permitió aumentar la temperatura de reacción en varios cientos de grados y
observar la generación de SiO.

Winkler fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias de Suecia en 1892.


En 1893, Winkler se mudó a Hamburgo, donde se casó con su novia de la
infancia, Tanja Braun.

Winkler renunció a su cátedra en 1902. Murió en Dresde dos años después de


carcinoma a la edad de 65 años.

William Prout: 

William Prout (1785-1850) fue un químico, físico y médico inglés conocido por


sus importantes investigaciones en las áreas de fisiología, meteorología y química.
Estudió los procesos de digestión, respiración y formación de la sangre, el sistema
urinario, la orina y los cálculos urinarios. También propuso la teoría en la que
afirmaba que el peso atómico de un elemento es un múltiplo entero del peso
atómico del hidrógeno, siendo conocida como la hipótesis de Prout.

William Prout. From a miniature by Henry Wyndham Phillips, [Public Domain]


Prout mejoró el diseño del barómetro y la Real Sociedad de Londres adoptó su
nuevo modelo como estándar nacional. Fue elegido miembro de esta institución en
1819 y en 1831 pronunció la Conferencia Goulstoniana en el Real Colegio de
Médicos sobre la aplicación de la química a la medicina.

El trabajo de William Prout sobre la naturaleza y el tratamiento de las


enfermedades de los órganos urinarios aumentó su reputación y fue considerado
como uno de los químicos fisiológicos más distinguidos de Gran Bretaña.

Prout era muy escéptico con respecto a los remedios químicos, debido a los
posibles efectos secundarios, pero sugirió el tratamiento con yodo para el bocio.
También enfatizó que una dieta equilibrada y saludable debería incluir
carbohidratos, grasas, proteínas y agua. En 1824, mostró que el ácido del jugo
gástrico era ácido clorhídrico.
Prout escribió el octavo Tratado de Bridgewater, Chemistry, Meteorology, and the
Function of Digestion, considered with reference to Natural Theology.

Asimismo, publicó unos cuarenta artículos y cinco libros, principalmente en las


distintas áreas de fisiología. Muchos de sus libros pasaron por varias ediciones y,
durante mucho tiempo, se consideraron libros de texto de referencia.

Biografía

Primeros años

William Prout nació en Horton, Gloucestershire el 15 de enero de 1785. Era el


mayor de los tres hijos que tuvieron John Prout y Hannah Limbrick, una familia
humilde que se dedicaba a la agricultura.

Aprendió a leer en la escuela de Wickwar, una ciudad vecina, así como


matemáticas en una escuela de caridad en Badminton, mientras ayudaba a sus
padres con las tareas agrícolas. Por lo tanto, al igual que muchos otros médicos
de origen humilde del siglo XIX, la educación temprana de Prout fue casi
insignificante.

A la edad de 17 años, consciente de sus propias carencias educativas, ingresó en


la Academia Sherston, una institución privada dirigida por el reverendo John
Turner, donde aprendió latín y griego. En 1808, con 23 años, se matriculó en la
Facultad de Medicina de la Universidad de Edimburgo.

Mientras estudiaba allí, se alojó con el Dr. Alexander Adam, rector de la escuela
secundaria de Edimburgo. Su afinidad fue tal, que en 1814 Prout se casaría con
su hija, Agnes Adam, con la que tuvo seis hijos.
Carrera profesional

Después de su graduación, Prout se trasladó a Londres, donde completó su


formación práctica en los Hospitales de St. Thomas’s y Guy’s. En diciembre de
1812 obtuvo la licencia del Real Colegio de Médicos y en mayo del año siguiente
fue elegido miembro de la Sociedad Médica. En este último, se convirtió en
miembro del Consejo desde 1817 a 1819 y sirvió dos veces como Vicepresidente.

Su vida profesional se desarrolló en el campo de la medicina en Londres, pero


también se dedicó a la investigación química. Era un trabajador activo en química
biológica y realizaba muchos análisis de las secreciones de los organismos vivos,
que creía que se producían por la descomposición de los tejidos corporales.

En 1815, basándose en las tablas de pesos atómicos que existían en la época,


formuló la hipótesis anónima de que el peso atómico de cada elemento es un
múltiplo entero del hidrógeno.

Sugirió que el átomo de hidrógeno es la única partícula verdaderamente


fundamental y que los átomos de los otros elementos están formados por
agrupaciones de varios números de átomos de hidrógeno.

Toda la vida de Prout estuvo marcada por una sordera que lo afectó desde la
infancia. Este problema lo llevó a un aislamiento profesional y social. Su salud
empeoró en la primavera de 1850, aparentemente por problemas pulmonares.
Murió el 9 de abril de ese año y fue enterrado en el cementerio de Kensal Green
en Londres.
Aportes

Análisis de urea

En 1814 Prout anunció un curso de conferencias nocturnas sobre química animal


en su casa. Los temas fueron la respiración y la química de la orina. Prout sometió
la orina a un examen sistemático.

El objetivo de Prout era establecer una conexión coherente entre los procesos
químicos del metabolismo y la excreción, tal como se manifiestan en la orina; así
como los cambios observados en el estado clínico del paciente.

En 1825, cuando se publicó la segunda edición de su libro, ahora rebautizado


como An Inquiry Into the Nature and Treatment of Diabetes, Calculus, and Other
Affections of The Urinary Organs, se había descubierto la mayor parte de nuestro
conocimiento actual sobre la composición de los cálculos urinarios.

Prout afirmó que en la diabetes y algunas otras enfermedades de la orina, a veces


hay muy poca urea presente. Se observaron cambios en el color y la apariencia,
así como algunos sedimentos, pero no se hizo ningún examen exhaustivo con
microscopio.

El libro de Prout apareció en cinco ediciones y cambió varias veces de nombre.


Finalmente, se publicó en 1848 como On the Nature and Treatment of Stomach
and Renal Diseases; Being an Inquiry Into the Connexion of Diabetes, Calculus,
and Other Affections of the Kidney and Bladder, with Indigestion.

Algunos críticos contemporáneos criticaron a Prout por no examinar y explicar


algunas de las cuestiones teóricas involucradas en la fisiología. Para evitar la
controversia, Prout resolvió estos puntos con una fuerte convicción.

En la década de 1830, el libro se había adoptado casi universalmente, pero la


omisión de los descubrimientos y avances realizados en el continente demostraron
su incapacidad para mantenerse al día con los nuevos desarrollos en química y
fisiología; por lo que fue sustituido al poco tiempo por otros textos.

Hipótesis de Prout

Prout realizó las dos hipótesis de pesos atómicos integrales y la unidad de


la materia. Es decir, los pesos atómicos de todos los elementos químicos son
múltiplos en número entero del peso atómico del hidrógeno.

Sugirió que el hidrógeno podría ser la materia primaria a partir de la cual se


formaron todos los demás elementos. Esto se expresó en dos documentos en
los Annals of Philosophy (1815, 1816). Se titulaban The Relationship between
Specific Gravities of Bodies in Their Gaseous State y Weights of Their Atoms.

Los trabajos trataron el cálculo de las gravedades específicas (densidades


relativas) de los elementos a partir de los datos publicados de otros químicos. Él
derivó un excelente valor para el hidrógeno, que debido a su peso ligero había
sido muy difícil de determinar con precisión por experimentación.

Esta fue quizás su contribución más conocida a la química. Suscitó el interés y la


mejora en la determinación de los pesos atómicos exactos y por lo tanto en la
teoría atómica, así como en la búsqueda de un sistema de clasificación de los
elementos.

Aunque en un principio publicó su hipótesis de manera anónima, se identificó


como el autor cuando descubrió que sus ideas habían sido aceptadas por el
eminente químico Thomas Thomson, fundador de Annals of Philosophy.

Aunque la hipótesis de Prout no fue confirmada por mediciones posteriores más


precisas de los pesos atómicos, fue una visión fundamental de la estructura del
átomo. Por ello, en 1920, Ernest Rutherford eligió el nombre del protón recién
descubierto para, entre otras razones, dar crédito a Prout.
Ácidos gástricos

La digestión gástrica había sido durante mucho tiempo objeto de especulación y


experimentación. En 1823, William Prout descubrió que los jugos estomacales
contienen ácido clorhídrico, que puede separarse del jugo gástrico por destilación.

Su informe, leído ante la Royal Society de Londres el 11 de diciembre de 1823, fue


publicado a principios del año siguiente. Apenas un mes después de la publicación
de Prout, el ácido clorhídrico fue identificado independientemente en el jugo
gástrico por un método diferente llevado a cabo por Friedrich Tiedemann y
Leopold Gmelin.

Ellos dieron validez a Prout por el descubrimiento del ácido clorhídrico, pero
también afirmaron haber encontrado ácido butírico y acético en el jugo gástrico.

Obras

Prout publicó unos cuarenta artículos y cinco libros, principalmente en las áreas de
fisiología. Muchos de sus libros pasaron por varias ediciones y durante bastante
tiempo fueron considerados libros de texto de referencia.

Su primer trabajo más allá de la tesis doctoral fue publicado en 1812 y trataba
sobre las sensaciones del gusto y el olfato. En 1813, publicó una
larga memoria sobre la cantidad de CO2 emitida por los pulmones durante la
respiración, en diferentes momentos y bajo diferentes condiciones.

Desarrolló su carrera médica como experto en enfermedades estomacales y


urológicas, lo que le convirtió en un médico prestigioso en estas áreas. En 1821,
resumió sus hallazgos en su libro An inquiry into the Nature and Treatment of
Diabetes, Calculus and other Affections of the Urinary Organs. Esta obra fue
reeditada más tarde con el título On the Nature and Treatment of Stomach and
Urinary Diseases.
Por otro lado, Prout escribió el octavo Tratado de Bridgewater, Chemistry,
Meteorology and the Function of Digestion with Reference to Natural Theology que
apareció en febrero de 1834.

Los primeros 1.000 ejemplares se vendieron rápidamente y condujeron a la


publicación de una segunda edición el 7 de junio de 1834. Una tercera edición,
ligeramente modificada, apareció en 1845. Y la cuarta edición apareció
póstumamente en 1855.

Amedeo Avogadro

(Amedeo o Amadeo Avogadro di Quaregna; Turín, 1776 - id., 1856) Químico y


físico italiano. Al proponer el concepto de molécula y la ley que lleva su nombre,
Amedeo Avogadro dio el paso decisivo para confirmar la teoría atómica de John
Dalton, que había quedado en entredicho por los resultados experimentales de
Gay-Lussac.

Amedeo Avogadro

En un trabajo titulado Ensayo sobre un modo de determinar las masas relativas de


las moléculas elementales, Avogadro estableció la famosa hipótesis de que
volúmenes de gases iguales, a las mismas condiciones de temperatura y presión,
contienen igual número de moléculas; determinó asimismo que los gases simples
como el hidrógeno y el oxígeno son diatómicos (H2, O2) y asignó la fórmula (H2O)
para el agua. El número de partículas en un «mol» de sustancia fue denominado
constante o número de Avogadro en su honor.
Biografía

Orientado por su familia a los estudios jurídicos, y después de haber practicado la


abogacía durante algunos años, en 1800 se sintió atraído definitivamente por los
estudios científicos y en 1809 llegó a ser profesor de física en el colegio real de
Vercelli; años después, en 1820, fue nombrado docente de física matemática (o
física sublime, como se decía entonces) en la Universidad de Turín.

Fue precisamente en los años transcurridos entre el primer y el segundo


nombramiento cuando publicó su más famosa memoria: el Ensayo sobre un modo
de determinar las masas relativas de las moléculas elementales, en el que se
enuncia por vez primera el conocido principio de química general que lleva su
nombre. Es de advertir, sin embargo, que sólo medio siglo más tarde
(especialmente por obra de Cannizzaro) se reconoció la gran importancia del
principio citado.
La cátedra de física matemática (o "sublime") y otras más fueron suprimidas
después de las revueltas de 1821, y Avogadro conservó solamente el título de
profesor emérito y una mezquina pensión. En 1832, restablecida la cátedra, fue
asignada a Augustin Louis Cauchy, quien la desempeñó durante dos años, y luego
se dio nuevamente a Avogadro. En este segundo período de enseñanza, que duró
hasta 1850, el ilustre químico piamontés preparó también un grueso tratado en
cuatro volúmenes, Física de los cuerpos ponderables o Tratado de la constitución
general de los cuerpos, que prefigura genialmente hipótesis, teorías y leyes
atribuidas a autores posteriores. Otras obras seleccionadas de Avogadro fueron
editadas en 1911 por la Academia de Ciencias de Turín.
Publicado en 1811 en París, en el Journal de Physique, el Ensayo sobre un modo
de determinar las masas relativas de las moléculas elementales puede
considerarse como la pieza clave de las teorías sobre la constitución de la materia.
La hipótesis atómica de John Dalton, según la cual toda sustancia está formada
por átomos, había resultado insuficiente para interpretar las observaciones
experimentales de Gay-Lussac sobre las combinaciones entre cuerpos en estado
gaseoso. Las consecuencias de esta insuficiencia fueron graves. Precisaba
renunciar a la hipótesis atómica o bien admitir que los átomos, en ciertos casos,
podían "despedazarse" (es decir, renunciar al concepto de átomo), o admitir como
erróneos todos los datos experimentales.
Avogadro encontró la forma de conciliar los resultados experimentales de Gay-
Lussac con la teoría atómica de Dalton: propuso que las partículas de los gases
elementales no estaban formadas por átomos simples, sino por agregados de
átomos a los que llamó moléculas, palabra que procede del latín moles y que
significa "masa". "Moléculas elementales" en el caso de cuerpos simples,
formadas de átomos de la misma especie; "moléculas integrantes" en los casos de
cuerpos compuestos, formadas de átomos de especie diversa.

Así, pues, los gases están formados por moléculas (concepto que aparece por
primera vez con el principio de Avogadro) y éstas se escinden en átomos cuando
dos gases reaccionan entre sí. De este modo era inmediato explicar la ley de Gay-
Lussac sin más que admitir que las moléculas de los gases elementales son
diatómicas: las previsiones teóricas concordaban perfectamente con los resultados
experimentales.

La celebre memoria de Avogadro, que casi pasó inadvertida en su época, fue


dada a conocer al mundo científico por Estanislao Cannizzaro, en el Congreso de
químicos celebrado en Karlsruhe en 1860. Fue la base de la "reforma" de
Cannizzaro, con la cual la ciencia pudo finalmente, después de medio siglo de
tentativas, compromisos e incertidumbres (puede decirse que de crisis), adquirir
un concepto y un método seguro para la determinación de los pesos atómicos y de
las fórmulas de composición de las sustancias.
Consecuencia inmediata de la ley de Avogadro fue la posibilidad de determinar el
peso molecular de las sustancias en estado gaseoso. La misma ley, aplicada a las
soluciones, constituye la base de los métodos de determinación de los pesos
moleculares de los sólidos, como quedó demostrado con los célebres trabajos de
Pfeffer, Van't Hoff, Régnault o De Vries. Otra consecuencia importante de la teoría
de Avogadro es que al tomar de cada sustancia un peso (en gramos) expresado
por el peso molecular, tomamos siempre un número igual de moléculas; es decir,
en el orden de tamaño de la escala humana, puede trabajarse con cantidades que
en la escala corpuscular corresponden a las moléculas. La químico-física moderna
está basada esencialmente en la teoría de Avogadro.

Joseph Louis Gay-Lussac (1778-1850)

Químico y físico francés, nacido el 6 de diciembre de 1778, en Saint-Léonard-de-


Noblat, y fallecido el 9 de mayo de 1850, en París.
Además de ocupar cargos políticos de importancia, Gay-Lussac fue catedrático de
Física (a partir de 1808) en la Universidad de la Sorbona, así como catedrático de
Química (a partir de 1809) en el Instituto Politécnico de París.
En 1802 publicó los resultados de sus experimentos que, ahora conocemos como
Ley de Gay-Lussac. Esta ley establece, que, a volumen constante, la presión de
una masa fija de un gas dado es directamente proporcional a la temperatura
Kelvin.
En el campo de la física llevó a cabo, en 1804, dos ascensiones en globo, hasta
altitudes de 7.000 metros, en las que estudió la composición de las capas altas de
la atmósfera y el magnetismo terrestre.
Entre 1805 y 1808 dió a conocer la ley de los volúmenes
de combinación, que afirma que los volúmenes de los
gases que intervienen en una reacción química (tanto de
reactivos como de productos) están en la proporción de
números enteros sencillos.
En relación con estos estudios, investigó junto con el
naturalista alemán Alexander von Humboldt, la
composición del agua, descubriendo que se compone de
dos partes de hidrógeno por una de oxígeno.
En 1811 dió forma a la ley que Charles había descubierto
en 1787 sobre la relación entre el volumen y la
temperatura, pero que había quedado sin publicar. Este mismo año, el químico
francés Courtois, por medio de una reacción química produjo un gas de color
violeta que Gay-Lussac identificó como un nuevo elemento y le dio el nombre de
yodo, que en griego significa violeta.
Estudió también el ácido cianhídrico así como el gas de hulla. En el año 1835 creó
un procedimiento para la producción de ácido sulfúrico basado en el empleo de la
torre llamada de Gay-Lussac.
Gracias a sus mediciones químicas de precisión y a sus procedimientos exactos
de trabajo, logró obtener varios elementos químicos y establecer las bases del
análisis volumétrico convirtiéndolo en una disciplina independiente.
En la lucha de prestigio entre Francia e Inglaterra, Napoleón suministró fondos a
Gay-Lussac para que construyera una batería eléctrica mayor que la de Davy, y
así encontrar nuevos elementos.
La batería no fue necesaria, pues Gay-Lussac y Thenard empleando el potasio
descubierto por Davy, aislaron el boro sin necesidad de la electricidad. Al tratar
óxido de boro con potasio se produjo el elemento boro.
En 1809 Gay-Lussac trabajó en la preparación del potasio e investigó las
propiedades del cloro. En el campo de la industria química desarrolló mejoras en
varios procesos de fabricación y ensayo. En 1831 fue elegido miembro de la
Cámara de los Diputados y en 1839 del Senado.

Jeremias Benjamin Richter


(Hirschberg, 1762 - Berlín, 1807) Químico alemán al que se debe la formulación
de la ley de las proporciones recíprocas o ley de Richter. Desde 1794 se
desempeñó como oficial de minería en Breslau y en 1800 fue nombrado asesor
del departamento de minas y química de la fábrica real de porcelana de Berlín. En
el transcurso de sus investigaciones descubrió el elemento metálico indio y
determinó el peso equivalente de numerosos ácidos y bases.

Jeremias B. Richter

El estudio sistemático de las proporciones numéricas en que se combinan las


diversas sustancias le llevó a enunciar la ley de las proporciones recíprocas,
también conocida como ley de Richter. La ley de Richter puede enunciarse así: si
dos elementos reaccionan con una misma cantidad de un tercer elemento, los dos
primeros reaccionarán entre sí en las mismas cantidades (o en múltiples sencillos
de las mismas cantidades) con que reaccionaron con el tercer elemento.

Por ejemplo, si combinamos ocho gramos de oxigeno con tres gramos de carbono,
obtenemos dióxido de carbono; si combinamos ocho gramos de oxigeno con un
gramo de hidrógeno, obtenemos agua. Si ahora combinamos carbono e hidrógeno
para formar metano, lo harán en la misma proporción en que se combinaron con el
oxígeno, es decir, en una proporción 3:1.

Fiel seguidor de los métodos cuantitativos introducidos por Antoine de Lavoisier,


Jeremias Richter es considerado el fundador de la estequiometría, es decir, del
cálculo de las relaciones cuantitativas entre reactivos y productos en una reacción
química. En realidad, solamente expuso un caso particular de la ley antes citada,
pero con el mérito de ser anterior a la ley de las proporciones múltiples de  Dalton,
y sus intuiciones fueron sin duda más allá, como muestra una famosa frase que se
le atribuye: «Dios ordenó todo según peso y medida».

Joseph Louis Proust


(Angers, 1754 - id., 1826) Químico francés. Emigrado a España, fue profesor en
Segovia y en Salamanca y dirigió en Madrid un laboratorio que le hizo construir
Carlos IV. Miembro de la Academia de Ciencias francesa, llevó a cabo numerosos
trabajos de análisis de cuerpos compuestos y estableció la ley de las proporciones
definidas.

Joseph Louis Proust

Joseph Louis Proust comenzó a estudiar en el laboratorio de su padre, a la sazón


farmacéutico, y al mismo tiempo en el colegio de los oratorianos de su ciudad
natal. Continuó sus estudios en París, donde trabó amistad con Lavoisier y ganó
en 1776, tras un brillante concurso, el puesto de farmacéutico jefe en el hospital de
la Salpêtrière. Por aquella época publicó sus primeros trabajos e inició su labor
docente en el museo de su amigo Pilâire de Rozier, en cuyas experiencias
aerostáticas participó. Esta vocación por la enseñanza le haría abandonar París a
fines de 1778 y establecerse en Vergara (Guipúzcoa) para desempeñar la cátedra
de química en el Real Seminario Patriótico, fundado poco antes por la Real
Sociedad Económica Vascongada de Amigos del País.
Regresó a su patria en 1780, hasta que años más tarde fue llamado por Carlos
IV y designado, en 1785, profesor de química del Real Colegio o Academia Militar
para Oficiales y Caballeros Cadetes de Artillería, instalada en el alcázar de
Segovia desde 1763. Desde 1799 hasta 1806 dirigió el laboratorio que el rey le
hizo construir en Madrid. Éste era el resultado de la fusión de sendos laboratorios
dependientes de los ministerios de Estado y de Hacienda, dirigidos hasta
entonces, respectivamente, por Pedro Gutiérrez Bueno y Francisco Chavaneau.

En 1798 había contraído matrimonio con una compatriota, la aristócrata Ana Rosa
de Chatelain D’Aubigne, refugiada en España a raíz de la persecución de la
aristocracia que instauró la Convención (1792-1795), y con ella regresó a Francia
a fines de 1806, cansado y posiblemente enfermo. Allí se enteró, en 1808, del
saqueo de su laboratorio durante el levantamiento popular producido en Madrid
contra el invasor francés, así como de la pérdida de su empleo.

Tras una breve estancia en París fijó su residencia en su región natal,


concretamente en el pueblo de Craon. Fueron años de penuria económica y, al
mismo tiempo, de importantes logros científicos: en 1808 descubrió el azúcar de
uva o glucosa, después de que Napoleón invitara a todos los químicos franceses a
buscar una nueva sustancia que remediara la escasez de edulcorantes causada
por la guerra. Sin embargo, ya en España Proust había anticipado este
descubrimiento (1799), e incluso había publicado en Madrid su obra Ensayo sobre
el azúcar de uva (1806). Para la investigación y producción de dicha sustancia
recibió, en 1810, una subvención que no terminó de remediar su maltrecha
situación económica.
Las reiteradas negativas del gobierno español de Fernando VII ante la petición por
parte de Proust de una pensión o al menos de algunas compensaciones, así como
algunos problemas familiares, aumentaron aún más la natural introversión del
sabio francés, que vivió aislado en su casa de Craon hasta finales de 1817. Poco
antes, en 1816, había tenido lugar el primer reconocimiento oficial de sus méritos
científicos al ser nombrado académico de número de la Academia de Ciencias de
París. Sin embargo, la muerte de su esposa, ocurrida al año siguiente, hizo que
Proust se retirara de forma definitiva a su ciudad natal y viviera el resto de sus
días en total aislamiento, ni siquiera perturbado por sus nombramientos como
caballero de la Legión de Honor (1819), miembro de la Real Academia de Ciencias
de Nápoles (1819) y miembro asociado no residente de la Real Academia de
Medicina de París (1820).
Joseph Louis Proust fue uno de los más relevantes químicos de su época. Entre
sus aportaciones a la química sobresale, además del descubrimiento de la
glucosa, el establecimiento la ley de las proporciones definidas que lleva su
nombre y que le supuso una famosa y larga controversia (1801-1807) con su
compatriota Claude Berthollet. La ley de las proporciones definidas establece que,
cuando varios elementos se combinan para formar un determinado compuesto, lo
hacen en una relación de pesos fija. Así, por ejemplo, 1,11 gramos de hidrógeno
siempre se combinan con 8,89 gramos de oxígeno para formar 10 gramos de
agua. Si aumentamos la cantidad de oxígeno y no la de hidrógeno, se obtiene la
misma cantidad de agua: el exceso de oxígeno queda sin reaccionar.
En la reacción descrita, al hidrógeno se le llama reactivo limitante de la reacción
porque ésta deja de producirse cuando se agota esa sustancia. Con la ley de las
proporciones definidas, Proust demostró que cada compuesto contiene sus
elementos en unas proporciones fijas, independientemente del modo en que se
prepare el compuesto. Por ejemplo, el cloruro de sodio (NaCl) se puede obtener
haciendo reaccionar hidróxido de sodio con ácido clorhídrico (NaOH + HCI) o, por
el contrario, tratando carbonato de sodio con ácido clorhídrico (NaCO3 + HCI).
Comprobamos que en ambos casos llegamos a un compuesto que contiene un
39,33 % de sodio y un 60,66 % de cloro.
La influencia de Proust sobre la química española no se tradujo en la formación de
auténticos discípulos si exceptuamos a Juan Manuel Munárriz, traductor de
Lavoisier. Ello se debe en gran medida a que sus oyentes en España no eran
verdaderos profesionales, sino la misma clase social exquisita e ilustrada que él
mismo frecuentaba. Esta circunstancia no impidió que publicara en España
numerosos trabajos, como las tres notas insertas en los Extractos de las Juntas
Generales de la Sociedad Vascongada de Amigos del País (sobre los espatos
pesados, el cobalto y la composición de la bilis) y los libros Investigaciones sobre
el azul de Prusia (1794-1798), Sobre los sulfatos metálicos (1801), Indagaciones
sobre el estañado del cobre, la vajilla de estaño y el vidriado (1803) y Compendio
de diferentes observaciones de Química (1806).
Publicó, además, los dos volúmenes de los Anales del Real Laboratorio de
Química de Segovia durante su estancia en esta ciudad, y años más tarde, en
1799, participó en la redacción de los Anales de ciencias naturales junto a
Cristiano Herrgen, Domingo García Fernández y Antonio José Cavanilles. Por su
parte, las investigaciones que Proust llevó a cabo en Francia aparecieron
plasmadas no sólo en revistas especializadas, como Journal de Physique, Annales
de Chimie et de Physique o Memoirs du Musée d’Histoire Naturelle, sino también
en los volúmenes titulados Mémoire sur le sucre de raisin (1808), Recueil des
mémoires relatifs à la poudre à canou (1815), Sur l’existence vraisemblable du
mercure dans les eaux de l’Océan (1821) y Essai sur une des causes qui peuvent
amener la formation du calcul (1824).
Albert Einstein (1879-1955)

• Nació el 14 de marzo de 1879, en Ulm  (Alemania).


• Murió el 18 de abril de 1955, en Princeton (Estados Unidos de América).

Albert Einstein es quizá el científico mundialmente más conocido por el desarrollo


de la Teoría de la Relatividad que revolucionó la ciencia conocida hasta el siglo
XX.
En 1921  obtuvo el Nobel de Física por sus explicaciones sobre el efecto
fotoeléctrico e importante también fue el descubrimiento del movimiento
browniano, auspiciado por Robert Brown en 1820 pero que había quedado sin
explicación hasta entonces.

Biografía

Albert Einstein nace en el seno de una familia judía en 1879. Fue el primogénito
de Hermann Einstein y Pauline Koch. Su madre, que sabía tocar diversos
instrumentos musicales, inspira la pasión musical que Einstein demostró desde
muy pequeño. También influyó mucho en él su tío Jakob Einstein, ingeniero, que
le daba libros de ciencia para que los leyera. Además Jakob montó con el padre
de Einstein un taller dónde llevarían a cabo proyectos y experimentos tecnológicos
de la época y, a pesar de que éste fracasó, Einstein creció impregnándose de ese
espíritu inquieto y amante de la ciencia.

Fue un niño solitario que se entregaba al estudio y a la lectura concentrado y


paciente. No comenzó a hablar hasta los tres años y eso, unido a su carácter, hizo
plantearse incluso a sus padres si aquel niño sufría alguna discapacidad
intelectual. Precisamente Einstein siempre alegó que cree que fue capaz de
desarrollar la teoría de la relatividad debido a su desarrollo intelectual tardío ya
que un adulto normal no se pregunta sobre el tiempo y el espacio, sólo cuando se
es niño.

A los 4 años, en el transcurso de una enfermedad que le hizo reposar en cama, su


padre le regaló una brújula de bolsillo.  Para Einstein, según sus propias palabras,
este acontecimiento sería determinante ya que le fascinó el hecho de que aquella
aguja siempre apuntara en la misma dirección sin estar en contacto con nada.
Esa curiosidad innata sería motivada y alentada por sus padres que le educaron
en la perseverancia y la independencia.
También influyó en él, durante su juventud, un estudiante de medicina apellidado
Talmud que le llevaba libros científicos y libros de filosofía que Einstein leía y
comprendía apasionadamente.
Einsten cursó sus estudios de primaria en un colegio católico en Munich, donde la
familia se había trasladado un año después de su nacimiento, y obtuvo excelentes
calificaciones, especialmente en ciencias. La etapa de la secundaria fue más dura
para él y en 1895 se reunió con su familia en Milán (Italia), dónde debido a
dificultades económicas, se habían trasladado sus padres con su hermana
pequeña Maya. Pero Einstein no había terminado el bachillerato y, aunque trató de
acceder al Instituto Politécnico de Zurich (Suiza) mediante un examen, no pudo
debido a que no superó una asignatura de “letras”. Finalmente al año siguiente sí
obtuvo el título de bachiller y con 17 años, por fin, ingresó en la Politécnica de
Zurich para estudiar Física. Se graduó en 1900 y obtuvo el título de profesor de
Matemáticas y Física.

Entre 1902 y 1909 consiguió un puesto fijo en la oficina de patentes de Berna, en


Suiza y durante este tiempo terminó su doctorado. En ese periodo, concretamente
en 1905, publicó unos artículos de suma relevancia para la ciencia: sobre el efecto
fotoeléctrico, sobre el movimiento browniano y la teoría de la relatividad especial.
Estos artículos le valieron la obtención de su doctorado, una plaza de profesor en
1909 en la Universidad de Berna, en 1914 una plaza en la Academia de ciencias
prusiana, en Berlín,  y en 1921 el Premio Nobel de Física, pero otorgado por el
efecto fotoeléctrico, ya que la Teoría de la Relatividad Especial y General (que
perfeccionó hacia 1915) suscitaban controversia en el mundo científico.  
Durante el resto de su vida y, a pesar de que tuvo que vivir dos guerras mundiales
siendo durante la segunda el momento en que emigró a Estados Unidos para
siempre, se dedicó a la ciencia tratando de encontrar una teoría unitaria de la
gravitación y el electromagnetismo. Por toda su trayectoria, obtuvo fama y
prestigio mundiales como científico y la ecuación E=m·c 2 quizá sea de las más
conocidas de la Física.

Casado dos veces y con dos hijos reconocidos, fue un activo defensor del
pacifismo, aunque se le recuerde también por apoyar (y no participar) el “Proyecto
Manhattan”, un programa de desarrollo de armas nucleares en EEUU que daría
lugar a la bomba atómica. Pero tras el desastre de Hiroshima y Nagasaki, hizo
campaña contraria a las armas nucleares.
Einstein falleció en Princeton en 1955 dejando un legado científico que revolucionó
la ciencia del siglo XX y de momento, probablemente del XXI.

Hans Heinrich Landolt


Landolt nació en Zurich y a la edad de diecinueve años ingresó a la universidad
allí para estudiar química y física. Asistió a las conferencias de Carl Jacob Löwig y
publicó su primer trabajo sobre el estibmetilo en Schriften der Naturforschenden
Gesellschaft (Escritos de la Sociedad de Ciencias Naturales). Luego fue nombrado
asistente de Lowig y lo siguió en 1853 a Breslau. Ese mismo año obtuvo el grado
de Doctor en Filosofía con la tesis "Ueber die Arsenäthyle" (Sobre los compuestos
etílicos del arsénico) que supuso una notable contribución a la ley de valencia
química. Después de la defensa, fue a Berlín para asistir a las conferencias de
Eilhard Mitscherlich , Rose, Johannes Muller y Dubois. Las instalaciones para la
investigación experimental en química eran prácticamente inexistentes en Berlín
en ese momento, y por lo tanto Landolt se fue a Heidelberg a un instituto recién
fundado de Robert Bunsen . Después de dedicarse por un corto tiempo a la
producción electrolítica de calcio y litio, Landolt inició una investigación de los
gases producidos en el mechero Bunsen , que se había construido en el invierno
de 1854-1855. En 1856 Landolt regresó a Breslau, donde poco después se le
unieron Lothar Meyer y Friedrich Konrad Beilstein . Ese mismo año se convirtió en
profesor de química gracias a su monografía sobre "Chemische Vorgange in der
Flamme der Leuchtgase" (Procesos químicos en la llama de gases iluminadores).
En 1857 fue llamado a Bonn donde estudió el efecto de la composición atómica de
líquidos que contienen carbono, hidrógeno y oxígeno sobre la transmisión de la
luz. Los resultados se publicaron en 1862-1864 y fueron una continuación de las
investigaciones anteriores de John Hall Gladstone . Más adelante en su vida,
elaboró el trabajo de Hertz (1887-1888) y demostró que las ondas de luz se
diferencian de las ondas eléctricas simplemente por la longitud de onda, y en 1892
extendió su trabajo inicial a las mediciones de la refractividad molecular de
sustancias orgánicas para ondas de radio. En Bonn, en 1859, Landolt se casó con
Milla Schallenberg, la hija de padres suizos radicados en Bonn. En 1869, fue
nombrado director de la escuela técnica recién fundada en Aquisgrán , donde se
construyó un instituto químico según sus planes. Su trabajo allí se ocupó de las
relaciones entre las propiedades físicas y la constitución química. En particular,
hizo uso de la luz polarizada y estudió la rotación óptica mediante varios productos
químicos. En 1880, el Ministerio de Agricultura de Prusia lo llamó a la recién
fundada Escuela de Agricultura de Berlín, donde permaneció hasta 1891. Allí
construyó nuevos laboratorios y colaboró con Richard Börnstein en la compilación
del "Physikalisch-chemischen Tabellen" (Physical -tablas químicas). Su tercera
edición se publicó en 1905 con la ayuda de Wilhelm Meyerhoffer y un generoso
apoyo financiero de la Academia de Ciencias de Berlín. Reacción del reloj de
yodo. En 1882 Landolt se convirtió en miembro de la Academia de Berlín.
Alrededor de ese tiempo realizó investigaciones muy notables sobre la cinética de
la reacción del reloj de yodo entre el ácido yódico y el ácido sulfuroso . Desde
1891 hasta su jubilación en 1905, se desempeñó como director del segundo
instituto químico de la Universidad de Berlín. Allí trabajó en tres problemas
principales: (i) relación entre el punto de fusión y el peso molecular, (ii) efecto de la
cristalinidad en la rotación óptica y (iii) cambio de peso durante las reacciones
químicas. El resultado negativo de los últimos experimentos se consideró como
una confirmación experimental precisa de las leyes de conservación de la masa y
la energía. Landolt era conocido por su humor, amabilidad, puntualidad y puro.
Estuvo en forma y trabajó como de costumbre hasta la semana anterior a su
muerte, cuando tuvo una insuficiencia cardíaca y renal repentina. Fue enterrado,
de acuerdo con su deseo, en Bonn, donde pasó los años más memorables de su
vida. Hans Heinrich Landolt - https://es.qaz.wiki/wiki/Hans_Heinrich_Landolt

Claude Louis Berthollet


(Talloires, Francia, 1748 - Arcueil, id., 1822) Químico francés. Estudió medicina en
Turín (1768) y posteriormente se trasladó a París. Académico electo en 1780, sus
investigaciones con el ácido hidrociánico (prúsico) y con el cianhídrico le
condujeron a discrepar de Lavoisier en la cuestión de si la presencia de oxígeno
es esencial en todos los ácidos. Berthollet descubrió la composición del amoníaco
e introdujo el uso del cloro como agente blanqueador. En su obra sobre la teoría
de las afinidades químicas Ensayo de estática química (1803) propuso una ley de
proporciones indefinidas para las combinaciones químicas, opuesta a la de
proporciones definidas de Proust. Aunque esta ley fue rechazada, la idea de
Berthollet de que la masa influye en el curso de las reacciones químicas fue
posteriormente vindicada en la ley de acción de masas enunciada por Guldberg y
Waage.
Claude Louis Berthollet

Tras haber estudiado en Annecy y Chambéry, Claude Louis Berthollet se graduó


en medicina en Turín, y en 1770 marchó a París, donde se dedicó a la química.
Seguidor al principio de la teoría del flogisto de Georg Stahl, se decantó a partir de
1786 por la teoría de Lavoisier, de quien llegó a ser amigo. Enseñó química en la
École Normale Supérieure, y, después de 1794, en la École Polytechnique. Como
miembro de una comisión científica estuvo en Egipto con Napoleón; de él recibió
grandes honores, que conservó durante la Restauración.
Claude Louis Berthollet contribuyó notablemente al desarrollo de la química
industrial; se ocupó en particular de los tintes, introdujo la utilización del cloro en el
blanqueo de las fibras textiles y del papel, descubrió los hipocloritos alcalinos y el
clorato potásico, e investigó acerca del amoníaco, el hidrógeno sulfurado y el
ácido cianhídrico. En 1789 fundó los Annales de chimie con Fourcroy y Guyton de
Morveau, y junto a ellos figuró en el comité encargado de la revisión de la
nomenclatura química.
La mayor aportación de Berthollet a su ciencia predilecta está integrada por sus
ideas sobre la afinidad, que desarrolló en Indagaciones sobre las leyes de la
afinidad (1801) y reunió luego en el Ensayo de estática química. Modificó las
opiniones de Torbern Olof Bergman acerca de la afinidad, introdujo el concepto de
masa en las reacciones químicas y puso en duda las relaciones constantes de los
componentes en los compuestos. Las conclusiones erróneas fueron atacadas por
Joseph Louis Proust, quien logró demostrar que Berthollet había experimentado
con mezclas y no con verdaderos compuestos. La Societé d'Arcueil, fundada por
él, publicó entre 1807 y 1817 algunos de sus estudios sobre química.
Su principal obra, Ensayo de estática química (1803), fue escrita cuando ya había
abandonado completamente la teoría del flogisto para seguir decididamente
a Lavoisier; en ella se encuentra también lo que el mismo Berthollet había
publicado en sus anteriores Indagaciones sobre las leyes de la afinidad. Esto hace
que el Ensayo posea una particular importancia en la evolución del concepto de
afinidad química, que aparece como el desarrollo y a menudo como la corrección
de las ideas ya apuntadas por Bergman y otros autores anteriores.

En oposición a Bergman, Berthollet sostiene que la fuerza de la afinidad química


depende de la masa de las sustancias que entran en reacción, revelándose por lo
tanto en relación con la fuerza de gravedad. De ello dedujo que no solamente la
formación sino también la composición cuantitativa del cuerpo resultante dependía
de las relaciones entre las masas de los componentes. Esto llevaba a la
conclusión de que estos componentes debían combinarse, generalmente, según
relaciones variables, lo cual estaba en oposición con los hechos.

A partir de 1799, y durante ocho años, Berthollet tuvo una memorable discusión
sobre este punto con Joseph Louis Proust, que finalizó, sin embargo, con la
derrota de Berthollet, puesto que Proust demostró que las relaciones de
combinación no dependen de las masas de los componentes, sino que, por el
contrario, son constantes, incluso cuando los dos componentes se combinan en
distintas proporciones; en este caso, dichas relaciones varían "a saltos", no por
grados, como equivocadamente creyó Berthollet en el caso de ciertos óxidos o
sales (Ensayo de estática química, II, pág. 399 y sig.). La polémica, por tanto,
había llevado a Proust no muy lejos de la "ley de las proporciones múltiples" que
todo estudiante conoce.
El fracaso de Berthollet hizo que recobraran su auge las opuestas ideas de
Bergman, pero el concepto fundamental del químico saboyano volvió a ser objeto
de estudio (gracias a las investigaciones de Heinrich Rose, Marcelin Berthelot,
Péan de St. Gilles y otros) especialmente por obra de Cato Maximilian Guldberg y
Peter Waage en sus Estudios sobre las afinidades químicas (1867), quienes
fundaron la conocida ley de acción de masas, hoy universalmente reconocida, y
según la cual la acción química de una sustancia es proporcional a su cantidad
activa.
Si en la ley de la dependencia de la afinidad química de la masa debe
considerarse a Berthollet como precursor, más positivos son sus méritos cuando
pone claramente de manifiesto que no se puede determinar la magnitud absoluta
de la afinidad química (como Bergman sugirió en sus Opúsculos de física y
química), ya que la "intensidad" de la misma está vinculada estrictamente a las
propiedades físicas de los cuerpos en presencia. Entre éstas son principalísimas
la "cohesión" y la "elasticidad". La primera, en relación con la distinta "solubilidad"
de las diferentes sustancias; la segunda, con su varia "volatilidad". Así, explicó
esos curiosos cambios en que la separación de un precipitado o el
desprendimiento de un gas determinan el principio o el fin de una reacción; dicho
de modo más preciso, afirmó que un cambio completo de sustancias se podía
obtener solamente si (junto a la afinidad) intervenían también la cohesión y la
elasticidad, y así se establecieron unos principios nuevos, que con el tiempo
habían de producir numerosos e importantes frutos; justo es reconocer, en este
sentido, que la fisicoquímica como nueva rama de la ciencia nació con el gran
investigador francés.

Stanislao Cannizzaro
(1826/07/13 - 1910/05/10)
Químico italiano
 Reconocido por: Reacción de Cannizzaro
 Campo: Química orgánica
 Padres: Mariano Cannizzaro y Anna Di Benedetto

"En lugar de usar como unidad de peso atómico el peso de una molécula
entera de hidrógeno, se debe mejor usar la mitad de este peso"
Stanislao Cannizzaro

Stanislao Cannizzaro nació el 13 de julio de 1826 en Palermo, Italia.

Hijo de Mariano Cannizzaro y de Anna Di Benedetto.

Ingresó en la universidad de su ciudad natal en 1841 para estudiar medicina,


aunque pronto se cambió a la carrera de química.

Entre 1845 y 1846, fue asistente de Raffaele Piria, por entonces profesor de
química en Pisa.

Exiliado en Francia hasta 1851 por motivos políticos, regresó a su país


instalándose en la isla de Cerdeña.

Trabajó en un laboratorio de París (1849-1851) y más adelante es contratado


como profesor de química del Instituto de Alessandria en 1851 y en las
universidades de Génova en 1855, Pisa en 1861 y Roma en 1871.

En Alessandria descubrió la reacción que lleva su nombre: la reacción de


Cannizzaro demuestra que los aldehídos tratados con álcali concentrado dan
como resultado una mezcla de sus alcoholes y ácidos correspondientes; por
ejemplo, un benzaldehído da alcohol bencílico y ácido benzoico.

En 1858 mostró cómo las masas atómicas desconocidas de elementos en


compuestos volátiles se pueden obtener a partir de las masas moleculares
conocidas de los compuestos.

Además indicó que las masas atómicas de los elementos en los compuestos se
pueden determinar si se conoce el calor específico aunque no se conozca la
densidad del vapor.

Su trabajo sobre la teoría atómica se basaba en la ley de Avogadro, que


establece que volúmenes iguales de dos gases cualesquiera contienen el mismo
número de moléculas cuando soportan idénticas condiciones de temperatura y de
presión.

Stanislao Cannizzaro falleció en Roma el 10 de mayo de 1910.

Sabías que...
Recibió la Medalla Copley
En 1891 recibió la Medalla Copley de la Royal Society, ya que sus logros
fueron de fundamental importancia para la teoría atómica.

William Crookes

(Londres, 1832 - 1919) Físico y químico inglés. Descubrió el elemento químico


talio y fue un incansable e imaginativo inventor. Su tubo de descarga de rayos
catódicos formó parte de todos los laboratorios experimentales y permitió
descubrir el electrón y el efecto fotoeléctrico.

William Crookes

William Crookes fue el mayor de los diecisiete hijos de un sastre londinense.


Estudió en su juventud en el Royal College of Chemistry. Su primer trabajo fue
como ayudante de Hofmann. En 1854 entró como ayudante en el observatorio de
Oxford, y un año más tarde ganó la cátedra de química de la Universidad de
Chester. Tras ejercer de maestro, una sustanciosa herencia recibida le permitió
abrir su propio laboratorio de investigación en Londres y editar la influyente
Chemical News entre 1859 y 1906.

En 1861, examinando el espectro de emisión de un pedazo de selenio en bruto,


observó una línea brillante, nueva, que le llevó a aislar un nuevo elemento
químico, el talio (número 81 en la tabla periódica de los elementos), y a examinar
sus propiedades químicas. Con este fin construyó el radiómetro que lleva su
nombre, una modificación de radiómetro de Hittorf, que consta de unas aspas con
cuatro aletas muy ligeras, con sus lados de color negro, insertas en una ampolla
de cristal con un gas a baja presión en su interior. En presencia de energía
radiante, las aspas se mueven. Este aparato confirmó la teoría cinética de los
gases. Llegó a afirmar en 1879 la existencia de un nuevo estado de la materia,
que llamó materia radiante, lo que le valió un premio de la Academia de Ciencias
de Francia dotado de medalla conmemorativa y la suma de 3.000 francos. Este
premio le permitió convertirse en Académico del Instituto de Ciencias de Francia.
Crookes también estudió las descargas eléctricas en un tubo de vacío, y descubrió
que los rayos catódicos viajaban en línea recta, proyectaban sombras, calentaban
objetos sitos en su camino y se desviaban con campos magnéticos. De todo ello
concluyó que eran partículas de carga eléctrica negativa. Veinte años más
tarde, J. J. Thomson logró identificarlas como electrones.
Las inquietudes científicas de Crookes le llevaron a inventar multitud de objetos,
desde tintes químicos para la industria textil hasta antisépticos. Inventó
el espintariscopio, con el que se detectaba la emisión de partículas alfa de los
elementos radiactivos. Investigó la obtención de diamantes industriales, estudió
acerca de la obtención de azúcar de remolacha y construyó saneamientos.
Recogió en un tratado la necesidad de obtener abonos químicos a partir del
nitrógeno del aire a fin de asegurar el mantenimiento de los cultivos e incluso
elaboró una teoría acerca de la telepatía en al que se afirmaba que entre los
cerebros se establecía una comunicación ondulatoria. Crookes compensó con
creces su ignorancia en cuestiones teóricas (sobre todo matemáticas) con un
talento poco común para la experimentación. De entre sus numerosos trabajos
cabe destacar Disinfectants for Cattle plague (1866), Manufacture of Beetrot sugar
in England (1870), Dyeing and Tissue printing (1882), London Water (1896)
y Diamonds (1909).

Joseph John Thomson


(Cheetham Hill, Reino Unido, 1856 - Cambridge, id., 1940) Físico británico. Hijo de
un librero, Joseph John Thomson estudió en el Owens College y más tarde en la
Universidad de Manchester y en el Trinity College de Cambridge. Se graduó en
matemáticas en 1880, ocupó la cátedra Cavendish y, posteriormente, fue
nombrado director del Laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge.

Joseph John Thomson

Thomson investigó la naturaleza de los rayos catódicos y demostró que los


campos eléctricos podían provocar la desviación de éstos. Llevó a cabo
numerosos experimentos sobre su desviación, bajo el efecto combinado de
campos eléctricos y magnéticos, buscando la relación existente entre la carga y la
masa de la partículas, proporcionalidad que se mantenía constante aun cuando se
alterase el material del cátodo.

En 1897 descubrió una nueva partícula y demostró que era aproximadamente mil
veces más ligera que el hidrógeno. Esta partícula sería bautizada con el nombre
de electrón, designación propuesta años antes por el irlandés George Johnstone
Stoney, que había teorizado sobre su existencia. Joseph John Thomson fue, por lo
tanto, el primero que identificó partículas subatómicas, y llegó a importantes
conclusiones sobre estas partículas cargadas negativamente: con el aparato que
construyó obtuvo la relación entre la carga eléctrica y la masa del electrón.
Thomson examinó además los rayos positivos, estudiados anteriormente
por Eugen Goldstein, y en 1912 descubrió el modo de utilizarlos en la separación
de átomos de diferente masa. El objetivo se consiguió desviando los rayos
positivos en campos eléctricos y magnéticos, método que en la actualidad se
llama espectrometría de masas. Con esta técnica descubrió que el neón posee
dos isótopos, el neón-20 y el neón-22.

Todos estos trabajos sirvieron a Thomson para establecer un nuevo modelo de la


estructura del átomo que resultó incorrecto, pues suponía que las partículas
cargadas positivamente se encontraban mezcladas homogéneamente con las
negativas.

Thomson recibió el premio Nobel de Física en 1906 por sus estudios acerca del
paso de la electricidad a través del interior de los gases. Calculó la cantidad de
electricidad transportada por cada átomo y determinó el número de moléculas por
centímetro cúbico. Escribió varias obras, entre las que destacan The Discarge of
Electricity Through Gases, Conduction of Electricity Through Gases, The
Corpuscular Theory of Matter, The Electron in Chemistry y Recollections and
Reflections. En 1937, su hijo George Paget Thomson obtuvo también el premio
Nobel de Física por el descubrimiento de la difracción de los electrones.

BIOGRAFÍA DE WILLIAM PERKIN

William Henry Perkin, F. R. S., más conocido únicamente como William Perkin, fue
un químico inglés reconocido por ser el padre de los tintes sintéticos, además de
haber sido uno de los pioneros de la industria de químicos. William nació el 12 de
marzo de 1838 en la zona este de Londres (más conocida como East End),
Inglaterra, Reino Unido; y murió el 14 de julio de 1907 a la edad de 69 años,
en el municipio de Harrow, Gran Londres, Inglaterra, Reino Unido. Sus
padres, Sarah, de ascendencia escocesa, y George Perkin, famoso carpintero, lo
criaron junto a sus otros seis hermanos mayores en East End, donde finalmente
se mudaron cuando William era todavía pequeño. A los catorce estudió en la
Escuela de Londres, teniendo por profesor a Thomas Hall, quien lo motivo a que
estudiara química. A los quince, siguiendo los consejos de su maestro, William
Perkin ingresó al Real Colegio de Química, el cual actualmente hace parte del
Imperial College de la capital inglesa, y en donde fue estudiante a los 17 años de
edad del reconocido químico alemán August Wilhelm von Hofmann.
Trabajando para este en la sintetización de la quinina, una medicina con mucha
demanda en las colonias británicas de la época por ayudar en el tratamiento
contra la malaria, y aprovechando que August Wilhelm von Hofmann se
encontraba de viaja para visitar a sus familiares, William Perkin puso en prueba
una idea que tenía desde hace algún tiempo: oxidar la anilina. Tras diluirla
para su eliminación, William Perkin se dio cuenta que esta se tornaba de
color morada (color actualmente conocido como malveína o malva de Perkin,
por haber sido él quien la descubrió). De esta forma, William Perkin pasó a
ser el inventor del primero de los tintes sintéticos. A sus 18 años sacó la
patente de esta inveción.
En cuanto a su vida familiar, William Perkin contrajo matrimonio en 1859 por vez
primera con Jemima Harriet, quien tenía por padre a John Lisset. Con ella tuvo los
primeros dos de sus hijos, Arthus George Perkin y William Henry Perkin Jr. No
obstante, para 1866, habiendo pasado sólo cinco años de su primera boda,
William Perkin contrae matrimonio por segunda vez con Alexandrine Caroline,
quien tenía por padre a Helman Molwo, y con quien tuvo por hijo a Frederick
Mollwo Perkin y cuatro hijas más. Todos sus hijos varones se hicieron químicos
igual que él.

Con su hermano y su padre, William Perkin creó una fábrica para producir los
tintes que había descubierto. El color de su experimento, el violeta, había sido
a lo largo de la historia el color de la realeza por lo difícil que era producirlo
naturalmente. Este tinte se obtenía en la naturaleza a partir de los caracoles
carnívoros de mar Murex Brandaris. Y, según narran antiguos historiadores
griegos, para la producción de un gramo del color eran necesarios hasta 9
mil de estos moluscos, por lo que sólo los objetos de lujo contaban con esta
pigmentación. Con el bajo costo que necesitaba William Perkin para producirlo,
su tinte fue un gran éxito entre el público en general, con lo que William fue
millonario con tan sólo 21 años de edad. Al poco tiempo después, William Perkin
diversificaría su industria con perfumes y otros colores de tintes, dando lugar así a
la industria química. Se decía que los ciudadanos que vivían cerca de su fábrica
podían saber qué tono estaba produciendo con sólo ver el color del agua del río
que pasaba junto a esta.
No obstante, hubo ocasiones en que otras empresas patentaron los colores
primero que él, como el caso de la alizarina, un rojo brillante que fue patentado por
la compañía alemana BASF el día anterior al que lo descubrió William Perkin. Fue
así como William Perkin inició una férrea competencia con la emergente
industria química de Alemania, entre las cuales se encontraban empresas
como BASF, Bayer y Hoechst. Debido a que llegó un momento en que no
pudo seguirles el ritmo, William Perkin decidió vender su fábrica y retirarse
de la industria de los químicos en 1874, cuando tenía 36 años de edad.
Pero este no se retiró de las investigaciones que tenía en el campo de la química
orgánica hasta que murió en 1907 por una complicación de apendicitis y pulmonía.
Como legado, William Perkin descubrió una forma de conseguir ácidos grasos sin
saturación, reconocido actualmente como reacción de Perkin. Desde 1906 se ha
venido entregando la medalla Perkin a lo mejor de la industria química.
En vida, William Perkin, obtuvo los siguientes reconocimientos: la Medalla
Real; la Medalla Davy, en 1889; la Medalla Albert, en 1890; la Medalla August
Wilhelm von Hofmann, en 1906; la Medalla Lavoisier, en 1906; y la Medalla
Perkin, en 1906. De igual forma, fue nombrado Miembro de la Sociedad Real
en 1906, por lo que consiguió el título de “sir”.

William Thomson [Lord Kelvin]

(Belfast, 1824 - Netherhall, 1907) Físico y matemático británico también conocido


como lord Kelvin, título nobiliario que le fue otorgado en reconocimiento a sus
estudios e invenciones. Aunque fueron numerosas y notables sus contribuciones a
la física (y en particular a la termodinámica), es especialmente recordado como el
creador de la escala termométrica que lleva su nombre (Escala de Kelvin).
Lord Kelvin

Segundo hijo de James Thomson, profesor de matemáticas de la Universidad de


Glasgow, William Thomson ingresó en 1841 en la Universidad de Cambridge, por
la que se graduó en 1845, recibiendo además el primer premio Smith. Inició luego
una estancia de un año en París, donde trabajó en el laboratorio de Henri Victor
Regnault, quien por aquel entonces llevaba a cabo sus clásicas investigaciones
sobre el vapor.

En 1846, a los veintidós años, fue nombrado catedrático de filosofía natural de la


Universidad de Glasgow. En la Inglaterra de aquellos tiempos los estudios
experimentales no conocían un gran éxito; pese a ello, la cátedra de Kelvin se
convirtió en un púlpito que inspiró durante más de medio siglo a los científicos,
hasta el punto de que corresponde principalmente a lord Kelvin el mérito del lugar
preeminente que Gran Bretaña había de ocupar en el desarrollo de la física.

Uno de sus primeros estudios de lord Kelvin se refería a la edad de la Tierra;


sobre la base de la conducción del calor, creyó que unos cien millones de años
atrás las condiciones físicas de nuestro planeta debían de ser muy distintas de las
actuales, lo cual dio lugar a controversias con los geólogos.
En 1847 conoció a James Prescott Joule en el curso de una reunión científica
celebrada en Oxford. Por aquel entonces Joule había ya llevado a cabo las
experiencias que le habían permitido definir el calor como una forma de energía (y
establecer sus equivalencias con la energía eléctrica y mecánica), con lo que se
llegaba al primer principio de la termodinámica. Sin embargo, hubieron de pasar
varios años antes de que los físicos más eminentes se mostraran de acuerdo con
Joule. Kelvin fue uno de los primeros que lo hicieron, y a causa de ello fue
criticado por George Stokes, quien lo consideraba "inclinado a convertirse en
joulista".

Escalas termométricas de Kelvin, Celsius y Fahrenheit

Las ideas de Joule sobre la naturaleza del calor ejercieron, efectivamente, una
considerable influencia en lord Kelvin, y llevaron a éste, en 1848, a la creación de
una escala termodinámica para la temperatura de carácter absoluto y, por lo tanto,
independiente de los aparatos y las sustancias empleados. La escala de Kelvin
comienza en el cero absoluto (0 K), temperatura que equivale -273,15 ºC en la
escala de Celsius, y a -459,67 ºF en la de Fahrenheit. Mientras las escalas de
Celsius y Fahrenheit son de uso cotidiano, la de Kelvin se emplea preferentemente
en el ámbito científico.
Kelvin prosiguió el camino iniciado, y en 1851 presentó a la Royal Society de
Edimburgo una memoria titulada Dynamical theory of heat (Teoría dinámica del
calor). En este famoso texto figura el principio de la disipación de la energía, que,
junto con el enunciado equivalente de Rudolf Clausius, del año anterior, integra la
base del segundo principio de la termodinámica. De este modo, Kelvin demostró
que las conclusiones de Sadi Carnot no se oponían a la obra de Benjamin
Thompson de Rumford, Julius von Mayer y James Joule; la teoría dinámica del
calor, juntamente con el principio de la conservación de la energía, fue aceptada
por todo el mundo.
El científico llevó a cabo además diversas investigaciones en el campo de los
sistemas de unidades de medida. En 1851, Wilhelm Eduard Weber había
propuesto la aplicación del sistema absoluto de unidades de Gauss al
electromagnetismo, y Kelvin renovó tales proposiciones, hasta que en 1861 logró
constituir, en el seno de la British Association, el famoso comité destinado a la
determinación de las unidades eléctricas.
Aunque hoy es recordado como creador de la escala termodinámica absoluta, la
notoriedad que William Thomson alcanzó en su época se debió principalmente al
perfeccionamiento de las transmisiones por cables submarinos. En 1855 discutió
la teoría matemática de las señales enviadas a través de ellos y estudió los
factores que dificultaban las transmisiones; sus investigaciones culminaron con la
invención del galvanómetro que lleva su nombre y del siphon recorder, un
registrador mediante sifón que fue patentado en 1861. Aportó asimismo valiosas
contribuciones a la navegación e inventó diversos instrumentos.

En 1866, y sobre todo en reconocimiento a los servicios prestados a la telegrafía


transatlántica por medio de cables, William Thomson recibió el título de caballero;
en 1892 fue elevado a la dignidad de par en calidad de Barón Kelvin de Largs.
Hombre modesto, hasta el punto de parecer a veces retraído, lord Kelvin mostró
siempre gran afabilidad con los alumnos, y nunca se sentía más dichoso que
cuando podía ayudar y documentar incluso al más humilde investigador. Recibió
muchos otros honores y reconocimientos, y en 1904 fue nombrado rector de la
Universidad de Glasgow. Retirado de la cátedra, empleó casi todo su tiempo en la
ordenación de las conferencias celebradas en los Estados Unidos sobre la teoría
ondulatoria de la luz.

William John Macquorn Rankine


(1820/07/05 - 1872/12/24)

Ingeniero y físico británico


 Uno de los fundadores de la termodinámica.
 Obras: Mechanical Action of Heat, Manual of Civil Engineering...
 Aportación: Escala de Rankine, Leyes de la termodinámica...
 Área: Física, Ingeniería
 Padres: Barbara Grahame y David Rankine

"La ley de la Conservación de la Energía ya es conocida, es decir, que la


suma de todas las energías del universo, actual y potencial, es inmutable"
William John Macquorn Rankine

William John Macquorn Rankine nació el 5 de julio de 1820 en Edimburgo,


Escocia.

Hijo de Barbara Grahame y David Rankine, ingeniero y teniente del ejército


británico.

Trabajó como ingeniero especializado en la construcción de locomotoras.

En 1855 fue nombrado catedrático de ingeniería y mecánica en la Universidad


de Glasgow.
Desde 1840 investigó las leyes de la termodinámica; y en su Manual of the
Steam Engine (1859) desarrolló el complejo de las transformaciones del vapor en
las máquinas térmicas, estableció el ciclo termodinámico característico (ciclo de
Rankine).

La escala termométrica que lleva su nombre, basada en la división en grados


adoptada por Fahrenheit y que toma como punto cero la temperatura
correspondiente el cero absoluto (-273,16 ºC).

Su interés principal fue la transformación de energía calorífica en trabajo. En su


escrito Outlines of the Science of Energetics (1855), propone asumir los
principios de la termodinámica para comprender los fenómenos físicos.

William John Macquorn Rankine falleció el 24 de diciembre de 1872 en Glasgow.

Sabías que...
Aficiones
Le entusiasmaba cantar, tocaba el piano y el violonchelo. Además
componía canciones humorística

Thomas Graham
(Glasgow, 1805 - Londres, 1869) Químico británico de origen escocés. Llevó a
cabo importantes experimentos sobre mecánica de fluidos, campo en el que
estudió la difusión de gases y líquidos y la solubilidad. La ley de Graham establece
que la velocidad de difusión de un gas a través de un tabique poroso es
inversamente proporcional a la raíz cuadrada de su densidad.
Thomas Graham

Thomas Graham estudió en la Universidad de Glasgow y fue profesor de química


en la Anderson Institution de Edimburgo (1830-37), y después en el University
College de Londres (1837-55). Abandonó entonces la enseñanza para
desempeñar las funciones de director de la Casa de la Moneda (1865-69); fue
miembro de la Royal Society y figuró entre los fundadores de la London Chemical
Society y de la Cavendish Society.

Tras diversas investigaciones, realizadas entre 1826 y 1829, sobre la absorción y


difusión de los gases, Graham pasó al estudio de la difusión de unos líquidos en
otros, llegando a la conocida clasificación de los coloides y los cristaloides y a los
subsiguientes métodos de separación por diálisis. Importantes son también sus
estudios sobre las formas del ácido fosfórico, que lo llevaron al concepto de
"ácidos polibásicos".

De sus obras se recuerdan especialmente Elementos de química (1883) y


las Investigaciones químicas y físicas (1876), título bajo el que fueron reunidos
póstumamente (bajo la dirección de J. Young y A. Smith) una serie de escritos
anteriormente dispersos en diversas publicaciones. Las aportaciones de Thomas
Graham constituyen uno de los capítulos más importantes en el desarrollo de la
fisicoquímica.

Daniel Bernoulli
(1700/01/29 - 1782/03/17)

Científico suizo
 Obras: Paradoja de San Petersburgo, Hydrodynamica...
 Aportaciones: Teoría cinética de los gases, Principio de Bernoulli...
 Áreas: Termodinámica, Teoría de la probabilidad, Dinámica de fluidos...
 Padres: Dorothea Falkner y de Johann Bernoulli

"No he fallado he descubierto 10.000 cosas que no funcionan"


Daniel Bernoulli

Daniel Bernoulli nació 8 de febrero de 1700 en Groningen, Holanda.

Hijo de Dorothea Falkner y de Johann Bernoulli, fue sobrino de Jakob Bernoulli,


ambos investigadores que hicieron aportaciones importantes al
primitivo desarrollo del cálculo. Tuvo dos hermanos, Nicolás y Johann.

La familia Bernoulli, original de Amberes, por entonces en los Países Bajos


españoles, emigró para escapar de la persecución de los hugonotes. Tras un
breve período en Frankfurt se establecieron en Basilea, Suiza.

Aunque consiguió un título médico en 1721, Daniel y su hermano Nicolás fueron


invitados a trabajar en la Academia de Ciencias de St. Petersburgo, él como
profesor de matemáticas. Allí empezó a colaborar con Euler.

En 1724, con apoyo del matemáticoChristian Goldbach, publicó su primer trabajo


matemáticoExercitationes (Ejercicios matemáticos), que contenía contribuciones
a la teoría de la probabilidad, la mecánica de fluidos, las ecuaciones diferenciales
y la geometría.

En 1731, Daniel Bernoulli comenzó a extender sus investigaciones para cubrir


problemas de la vida y de la estadística de la salud. Dos años después, regresó a
Basilea donde enseñó anatomía, botánica, filosofía y física.

Como su trabajo más importante destaca el realizado en hidrodinámica que


consideraba las propiedades más importantes del flujo de un fluido, la presión,
la densidad y la velocidad y que dio su relación fundamental conocida como El
Principio de Bernoulli o Teoría Dinámica de los fluidos.

En su libro también da una explicación teórica de la presión del gas en las paredes
de un envase: "A lo largo de toda corriente fluida la energía total por la unidad de
masa es constante, estando constituida por la suma de la presión, la energía
cinética por unidad de volumen y la energía potencial igualmente por unidad de
volumen".

Le concedieron, entre 1725 y 1749, diez premios por su trabajo en astronomía,


gravedad, mareas, magnetismo, corrientes del océano y el comportamiento de una
embarcación en el mar.

En mayo de 1750 Daniel Bernoulli fue elegido miembro de la Royal Society.

El asteroide Bernoulli conmemora su nombre y los de su padre y su tío.

Falleció el 17 de Marzo de 1782 en Basilea, Suiza.

Sabías que...
Hydrodynamica
En 1738, publicó Hydrodynamica, y un año después, su padre editó
Hydraulica, copiando la mayoría de las obras de su hijo y dando a entender
que Daniel había basado Hydrodynamica en su libro, editando la fecha de
publicación a 1732 en lugar de 1738.
James Clerk Maxwell

(Edimburgo, 1831 - Glenlair, Reino Unido, 1879) Físico británico. Nació en el seno
de una familia escocesa de la clase media, hijo único de un abogado de
Edimburgo. Tras la temprana muerte de su madre a causa de un cáncer
abdominal -la misma dolencia que pondría fin a su vida-, recibió la educación
básica en la Edimburg Academy, bajo la tutela de su tía Jane Cay.

James Maxwell

Con tan sólo dieciséis años ingresó en la Universidad de Edimburgo, y en 1850


pasó a la Universidad de Cambridge, donde deslumbró a todos con su
extraordinaria capacidad para resolver problemas relacionados con la física.
Cuatro años más tarde se graduó en esta universidad, pero el deterioro de la salud
de su padre le obligó a regresar a Escocia y renunciar a una plaza en el
prestigioso Trinity College de Cambridge.

En 1856, poco después de la muerte de su padre, fue nombrado profesor de


filosofía natural en el Marischal College de Aberdeen. Dos años más tarde se casó
con Katherine Mary Dewar, hija del director del Marischal College. En 1860, tras
abandonar la recién instituida Universidad de Aberdeen, obtuvo el puesto de
profesor de filosofía natural en el King's College de Londres.
En esta época inició la etapa más fructífera de su carrera, e ingresó en la Royal
Society (1861). En 1871 fue nombrado director del Cavendish Laboratory. Publicó
dos artículos, clásicos dentro del estudio del electromagnetismo, y desarrolló una
destacable labor tanto teórica como experimental en termodinámica; las relaciones
de igualdad entre las distintas derivadas parciales de las funciones
termodinámicas, denominadas relaciones de Maxwell, están presentes de
ordinario en cualquier libro de texto de la especialidad.

Sin embargo, son sus aportaciones al campo del elecromagnetismo las que lo
sitúan entre los grandes científicos de la historia. En el prefacio de su
obra Treatise on Electricity and Magnetism (1873) declaró que su principal tarea
consistía en justificar matemáticamente conceptos físicos descritos hasta ese
momento de forma únicamente cualitativa, como las leyes de la inducción
electromagnética y de los campos de fuerza, enunciadas por Michael Faraday.
Con este objeto, Maxwell introdujo el concepto de onda electromagnética, que
permite una descripción matemática adecuada de la interacción entre electricidad
y magnetismo mediante sus célebres ecuaciones que describen y cuantifican los
campos de fuerzas. Su teoría sugirió la posibilidad de generar ondas
electromagnéticas en el laboratorio, hecho que corroboró Heinrich Hertz en 1887,
ocho años después de la muerte de Maxwell, y que posteriormente supuso el
inicio de la era de la comunicación rápida a distancia.
Aplicó el análisis estadístico a la interpretación de la teoría cinética de los gases,
con la denominada función de distribución de Maxwell-Boltzmann, que establece
la probabilidad de hallar una partícula con una determinada velocidad en un gas
ideal diluido y no sometido a campos de fuerza externos. Justificó las hipótesis
de Avogadro y de Ampère; demostró la relación directa entre la viscosidad de un
gas y su temperatura absoluta, y enunció la ley de equipartición de la energía.
Descubrió la birrefringencia temporal de los cuerpos elásticos translúcidos
sometidos a tensiones mecánicas y elaboró una teoría satisfactoria sobre la
percepción cromática, desarrollando los fundamentos de la fotografía tricolor.
La influencia de las ideas de Maxwell va más allá, si cabe, de lo especificado, ya
que en ellas se basan muchas de las argumentaciones tanto de la teoría de la
relatividad de Einstein como de la moderna mecánica cuántica del siglo XX.

Johannes Diderik Van der Waals


(Leiden, Países Bajos, 1837-Ámsterdam, 1923) Físico holandés. Profesor de las
universidades de La Haya (1877) y Ámsterdam (1908), es conocido por la
ecuación del estado de los gases reales (ecuación de Van der Waals) que permite
una mayor aproximación a la realidad física que la ecuación de los gases ideales,
al tener en cuenta las fuerzas de interacción existentes entre las moléculas; tal
aportación le supuso la concesión, en 1910, del Premio Nobel de Física.
Desarrolló, además, investigaciones sobre la disociación electrolítica, sobre la
teoría termodinámica de la capilaridad y sobre estática de fluidos. Estudió así
mismo las fuerzas de atracción de naturaleza electrostática (fuerzas de Van der
Waals) ejercidas entre las moléculas constitutivas de la materia, que tienen su
origen en la distribución de cargas positivas y negativas en la molécula.

J. D. Van der Waals

Entre las aportaciones de Van der Waals sobresale el citado refinamiento de las
leyes (descubiertas por Robert Boyle y Joseph-Louis Gay-Lussac) que relacionan
el volumen, la presión y la temperatura de los gases ideales. Los gases reales no
cumplen las leyes de Boyle-Mariotte y Charles-Gay-Lussac con total exactitud; la
desviación respecto al comportamiento ideal depende de la presión, la
temperatura y el gas de que se trate. A temperaturas ordinarias, al bajar la presión
los gases reales son más compresibles que lo que deberían serlo de acuerdo con
la ley de Boyle-Mariotte, hasta llegar a una determinada presión a la que empiezan
a comprimirse menos de lo que lo haría un gas ideal.

En 1873 Van der Waals argumentó que, dado el cambio de signo en la desviación
del comportamiento real respecto al ideal, esta desviación había de deberse a dos
causas opuestas. La primera es la existencia de fuerzas de atracción entre las
moléculas, que hacen que la presión observada (medida a partir de los choques
de las moléculas de gas contra la pared del recipiente) sea menor que la presión
que realmente tiene el gas. Van der Waals razonó que la desviación debe ser
inversamente proporcional al cuadrado del número de moléculas por unidad de
volumen.

La segunda es que las moléculas no son puntos materiales, sino que ocupan un
volumen, por lo que el volumen de que realmente disponen las moléculas es
menor que el volumen total ocupado por el gas; esta corrección ya había sido
introducida por Rudolf Clausius. De acuerdo con los términos de corrección
introducidos, Van der Waals formuló la ecuación que lleva su nombre, que se
ajusta mejor que la de los gases ideales al comportamiento real de los gases,
aunque tampoco es rigurosamente exacta, ya que las dos constantes que
introdujo en la formulación varían algo en función de la presión y la temperatura.

James Prescott Joule


(Salford, Reino Unido, 1818 - Sale, id., 1889). Físico británico a quien se le debe la
teoría mecánica del calor, y en cuyo honor la unidad de la energía en el sistema
internacional recibe el nombre de Julio.
James Prescott Joule

James Prescott Joule nació en el seno de una familia dedicada a la fabricación de


cervezas. De carácter tímido y humilde, recibió clases particulares en su propio de
hogar de física y matemáticas, siendo su profesor el químico británico John
Dalton; compaginaba estas clases con su actividad profesional, trabajando junto a
su padre en la destilería, la cual llegó a dirigir. Dalton le alentó hacia la
investigación científica y realizó sus primeros experimentos en un laboratorio
cercano a la fábrica de cervezas, formándose a la vez en la Universidad de
Manchester.

Joule estudió aspectos relacionados con el magnetismo, especialmente los


relativos a la imantación del hierro por la acción de corrientes eléctricas, que le
llevaron a la invención del motor eléctrico. Descubrió también el fenómeno de
magnetostricción, que aparece en los materiales ferromagnéticos, en los que su
longitud depende de su estado de magnetización.

Pero el área de investigación más fructífera de Joule es la relativa a las distintas


formas de energía: con sus experimentos verificó que al fluir una corriente
eléctrica a través de un conductor, éste experimenta un incremento de
temperatura; a partir de ahí dedujo que si la fuente de energía eléctrica es una pila
electroquímica, la energía habría de proceder de la transformación llevada a cabo
por las reacciones químicas, que la convertirían en energía eléctrica, la cual se
transformaría en calor. Si en el circuito se introduce un nuevo elemento, el motor
eléctrico, se origina energía mecánica. Ello le llevó a la enunciación del principio
de conservación de la energía, y aunque hubo otros físicos de renombre que
contribuyeron al establecimiento de este principio (como Julius von Mayer, William
Thomson y Hermann von Helmholtz), fue Joule quien le proporcionó una mayor
solidez.
En 1840 Joule publicó Producción de calor por la electricidad voltaica, en la que
estableció la ley que lleva su nombre y que afirma que el calor originado en un
conductor por el paso de la corriente eléctrica es proporcional al producto de la
resistencia del conductor por el cuadrado de la intensidad de corriente. En 1843,
después de numerosos experimentos, obtuvo el valor numérico del equivalente
mecánico del calor, que concluyó que era de 0,424 igual a una caloría, lo que
permitía la conversión de las unidades mecánicas y térmicas; este es un valor muy
similar al considerado actualmente como de 0,427. De ese modo quedaba
firmemente establecida la relación entre calor y trabajo, ya avanzada por Benjamin
Thompson de Rumford, que sirvió de piedra angular para el posterior desarrollo de
la termodinámica estadística. En estos trabajos Joule se basaba en la ley de
conservación de la energía, descubierta en 1842.
A pesar de que en 1848 ya había publicado un artículo referente a la teoría
cinética de los gases, donde por primera vez se estimaba la velocidad de las
moléculas gaseosas, abandonó su linea de investigación y prefirió convertirse en
ayudante de William Thomson (Lord Kelvin), y, como fruto de esta colaboración,
se llegó al descubrimiento del efecto Joule-Thomson, según el cual es posible
enfriar un gas en expansión si se lleva a cabo el trabajo necesario para separar las
moléculas del gas. Ello posibilitó posteriormente la licuefacción de los gases y
llevó a la ley de la energía interna de un gas perfecto, según la cual la energía
interna de un gas perfecto es independiente de su volumen y dependiente de la
temperatura.

También podría gustarte