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Resumen Capítulos 2 y 3. Alabanza a la Disciplina. Foster.

Las disciplinas espirituales: Puerta a la liberación

La lectura de los capítulos 2 y 3 de Whitney presentan distintos aspectos y metodologías


relacionadas a la disciplina espiritual de la asimilación de la Biblia. Establecen las Escritura
como la disciplina más importante, fundamento y punto de partida para todo lo demás. En cuanto
al abordaje del asunto, se puede decir que llevan un orden secuencial. El capítulo dos elabora en
las prácticas de escuchar, leer y estudiar la palabra de Dios.

Cada una de estás contiene consejos y mejores prácticas para desarrollarlas. Cabe
destacar que cada una de estas no son opcionales, es decir, aunque como personas creyentes
tenemos nuestras preferencias de interacción con el contenido de las Escrituras: leer, oír y
estudiar, las tres tienen su lugar y debemos esforzarnos por incluirlas en nuestro repertorio. No se
puede leer la Escritura y estudiarla sin prestar tiempo a la escucha activa en el servicio. Podemos
leer la Biblia mas si no volcamos esta actividad al estudio nuestro aprovechamiento se verá
menoscabado y claramente no se puede estudiar sin leer.

El capítulo 3 continua con la integración de la verdad bíblica. Ambos capítulos continúan


el hilo de pensamiento objetivo establecido anteriormente que es llevar al creyente a la piedad;
esta última se define cómo semejanza o imitación de Cristo. Esta sección profundiza en varias
metodologías necesarias para la tarea establecida: asimilar la verdad. Dentro de las actividades
necesarias para esta actividad se encuentran la memorización, la meditación y la aplicación
bíblicas. Todas ofrecen beneficios espirituales y naturales reales. De manera semejante al
capítulo anterior, cada una de estas actividades están íntimamente relacionadas y son
mutuamente dependientes. Asimismo, cada una de estas iniciativas cuenta con respaldo bíblico.

Acerca de la memorización, el autor utiliza la idea de que está actividad nos brinda
contenido el cual el Espíritu Santo puede acceder y poner a nuestra disposición situaciones
particulares. La memorización de las Escrituras brinda agilidad espiritual al cristiano. Funge
además como la plataforma para la meditación y aplicación bíblicas.
La meditación es el catalizador que permite la incorporación de la verdad eterna al
pensamiento del individuo.
La aplicación apunta a la obediencia y seguimiento de lo aprendido. Es la culminación
del proceso.

Comentario personal:
Josué 1:8 "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque
entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien."
Esto texto nos dice que todo nos saldrá bien, si meditamos en las Escrituras de día y de noche.
Para meditar se necesita un objeto de atención. La lectura disciplinada de las Escrituras provee el
contenido necesario para impulsar el hábito de la meditación bíblica. 

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