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CAMALEÓNICO

ESCENA 1: Dos niños jugando, armando una nave espacial para viajar. Ellos tienen un
deseo grande de aprender. Los niños ingresan trayendo en sus manos los materiales para
armar su nave espacial. Se ubicarán al centro del escenario
Gracia: ¡Benja! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Ya es hora de comenzar! Hay que aprovechar el tiempo.
Esta nave no se va a armar sola.
Ingresa Benja, trayendo una caja grande con muchos materiales en sus manos,
tambaleándose de un lado a otro.
Benja: ¡Tranquila! ¡Yo puedo! ¡Yo puedo! ¡No necesito ayuda! (Hace sonidos de cansancio)
– Llega al centro del escenario y coloca los materiales, haciendo un gesto exagerado de
cansancio.
Gracia: ¡Qué emoción! Hemos esperado tanto para este momento. No hay que perder
tiempo. – Comienza a pedir los materiales
Gracia: ¡Alicate! – Benja repite y entrega la herramienta / ¡Tijeras! ¡Goma! ¡Chicle! – Se lo
mete a la boca - ¡Tornillos! – Sonidos de fondo que algo se está armando.
Benja: ¿Ya terminamos? ¿Falta mucho?
Gracia: Ya casi, Ya casi… ¡Listo! ¡Hemos terminado! Te presento a: “La Súper Nave” –
Benja se sorprende.
Gracia: Antes de comenzar con el viaje tenemos que codificar La Súper Nave. ¡Ayúdame a
buscar el código! Tenemos que ponerlo en este lugar para que funcione la nave. Creo que lo
dejé por aquí. – Los niños comienzan a buscar hasta que encontrar una Biblia
Benja: ¡Lo encontré! ¡Lo encontré! ¡Aquí lo tengo! ¡Pongamos a funcionar La Súper Nave! –
Benja y Gracia leen una inscripción que se encuentra en la Biblia: “Al iniciar este viaje
mucho cuidado han de tener, muchos cambios pueden suceder, pero algo claro deben
tener: YO NUNCA CAMBIARÉ”
Los niños colocan la Biblia y La Súper Nave se enciende.
VOZ EN OFF: Los llevaré a donde la historia comienza – Gracia y Benja gritan juntos:
¡Acompáñanos en este viaje! (Salen de escena)
ESCENA 2: La Creación (acto de sombras y figuras)
VOZ EN OFF: En el comienzo de todo no había tierra ni cielo ni mar ni animales. Y luego
Dios habló en la oscuridad: “¡que se haga la luz!” e inmediatamente la luz se hizo,
dispersando la oscuridad y mostrando el espacio infinito. “¡Es bueno!” dijo Dios. “De ahora en
adelante, cuando haya oscuridad será la “noche” y cuando haya luz será el ‘día’.”
El ocaso llegó y pasó la noche y luego la luz volvió. Era el primer día.
El segundo día, Dios hizo la tierra y sobre ella colgó cuidadosamente un amplio cielo azul.
Se apartó y admiró Su creación. “¡También es buena!” dijo Dios y era el final del segundo
día.
La mañana siguiente, Dios miró a su alrededor y pensó: “la tierra necesita estar un poco más
organizada.” Entonces, Él puso toda el agua en un lugar y toda la tierra seca en otro. Cuando
había terminado de hacerlo, Dios hizo las plantas para cubrir la tierra. Aparecieron dientes de
león y narcisos. Comenzaron a crecer toda clase de árboles y pastos. “Se ven maravillosos”,
dijo Dios y era el final del tercer día.
El cuarto día, Dios miró alrededor y pensó, “la luz del día aún necesita más trabajo y la noche
es demasiado oscura.” Entonces, hizo el sol para alumbrar el cielo durante el día y la luna y
las estrellas para agregar un poco de brillo a la noche. Los colgó en el cielo y se apartó para
admirar su trabajo. “Está resultando muy bien,” dijo Dios.
El día siguiente, Dios puso su atención en el agua que había recogido en los océanos.
“¡Quiero que en estas aguas abunde la vida!” y tan pronto lo dijo, así fue. Inmediatamente,
había millones de pequeños peces nadando rápidamente en la superficie del agua y grandes
peces nadando en el océano. Dios también hizo a las aves. Las envió a volar surcando el
aire. “¡Ah, esto SI es bueno!,” dijo Dios. El anochecer cayó sobre las aguas y el cielo se
oscureció y fue el final del quinto día.
El sexto día, Dios agregó las criaturas de la tierra. Hizo a los leones y a los tigres y a los
osos. Hizo a los conejos, y las ovejas y a las vacas. Agregó toda clase de animales, desde
hormigas hasta cebras a la tierra. Pero aún sentía que algo faltaba. Así que Dios agregó al
hombre y a la mujer (Adán y Eva) para que disfrutaran y cuidaran de todo lo que Él había
creado. Dios miró a su alrededor y estuvo muy feliz con todo lo que Él había hecho.
Después de seis días, todo el universo estaba completo. El séptimo día Dios se tomó un
largo y agradable descanso y disfrutó observando todo lo que Él había creado.
VOZ EN OFF: Dios le dio instrucciones a Adán y Eva; les dijo que tengan cuidado de no
comer del fruto prohibido porque les iría muy mal y que se cuidaran de un malvado
personaje: “Camaleónico” (Música de fondo para que aparezca por un momento este
personaje). Lamentablemente las cosas no resultaron de buena manera:
Eva: ¡Qué hermoso todo lo que Dios ha creado! Es tan maravilloso y ordenado porque Dios
lo hizo así.
Camaleónico: ¡Shh! ¡Shh! ¡Muchacha! ¡Ey tú! ¿Te llamas Eva verdad?
Eva: Sí, me llamo Eva ¿Cuál es tu nombre?
Camaleónico: Soy Cam… ehmm, ¡Soy serpiente! Y quiero ser tu amigo. Me gustaría
invitarte algo de comer. – Señala el árbol que está en medio del huerto
Eva: ¡No! ¡No! De ese árbol no podemos comer, porque moriremos ¡Así lo ha dicho Dios!
Camaleónico: ¡Eso es mentira! Dios sabe que si comes de este fruto tus ojos se abrirán y
vas a conocer cosas que Él no te ha dicho. ¡Vamos! ¡Anímate!
Eva: Parece agradable y me gustaría conocer más, … ¡Está bien! – Come del fruto y le da
de comer a Adán (Mientras eso sucede, se escucha la risa malvada de Camaleónico)
VOZ EN OFF: Ese día Camaleónico confundió el plan hermoso de la creación de Dios. Y
prometió que no descansaría hasta confundir y destruir por completo todo plan que Dios
haga.
Gracia: ¡Todo comenzó tan bonito! La tierra estaba tan ordenada y cada cosa cumplía un
hermoso propósito. ¡Pero Camaleónico lo echó todo a perder! ¡Uy, Ese Camaleónico! ¡Me
pone muy fu…! – Benja la interrumpe para calmarla
Benja: ¡Cálmate Gracia! Recuerda que la historia recién comienza. Así que no sabemos lo
que sucederá después. – Sonido de motor
VOZ EN OFF: El viaje para ustedes continúa. Los llevaré a conocer a alguien que nunca
dudó de lo que yo tenía preparado para él.
ESCENA 3: Abraham
VOZ EN OFF: Hemos llegado a Ur de los Caldeos, aquí veremos la determinación de un
hombre que obedeció el plan de Dios.
Dios: “Deja tu país y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te
mostraré. Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición
para otros. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio.
Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti”.
Abraham: ¡Wao! ¡Qué ofertón!... Digo ¡Qué tremenda propuesta! Será un viaje largo, debo
alistar todas mis maletas. – Abraham comienza a empacar sus pertenencias.
Suena la música de Camaleónico
Camaleónico: ¿Así que Dios te ha dicho que te vayas? ¿Vas a dejar el lugar seguro que
tienes aquí en Ur junto a tu familia? ¿Crees de verdad que Él cumpla con todo lo que te ha
prometido? ¿Sabes que si te vas ya no tendrás opción de regresar? ¿Verdad?
Abraham: Uhmmm ¿Y quién eres tú?
Camaleónico: Soy camaleónico y me encargo de abrirle los ojos a todos los que lo
necesitan. Estoy aquí para ayudarte y para guiarte a no creer en todo lo que te digan. Es
necesario que pongas en duda todo lo que te diga alguien que ni siquiera puedes ver.
Puedes confiar en mí con toda seguridad.
Abraham: Gracias por tu ofrecimiento, pero tengo 75 años y he aprendido a conocer a las
personas y conozco el corazón de Dios. Y sé que puedo confiar en Él más que en cualquier
cosa. Porque yo vivo por lo que creo y no por lo que veo. Así que ¡Adiós! ¡Good bye! –
Abraham sale de escena.
Se escucha el grito molesto de Camaleónico – Sale de escena
Benja: ¡Viste Gracia! ¿Lo viste? ¿Lo viste? Camaleónico trató de engañar a Abraham así
como lo hizo con Eva.
Gracia: Sí, lo vi. Pero tú viste cómo Abraham estuvo determinado a obedecer a Dios y no
dudó de Él. ¡Eso fue sorprendente! ¡Este viaje se está poniendo interesante! – Sonido de
motor
VOZ EN OFF: ¿Listos para continuar el viaje? Porque ahora iremos a ver a una mujer que
ama la vida y el hermoso regalo que Dios le dio.
ESCENA 4: Isaac y Rebeca
VOZ EN OFF: Isaac tenía cuarenta años cuando se casó con Rebeca. Él oró a Dios en favor
de su esposa, porque ella no podía tener bebés, ya que era estéril. El Señor escuchó su
oración, y ella quedó embarazada. – Isaac y Rebeca ingresan juntos
Isaac: El Señor siempre cumple sus promesas, nos ha bendecido con nuestros mellizos.
Rebeca: ¡Tienes razón!, estamos muy felices, esperando este gran momento para tenerlos
en nuestros brazos y verlos crecer. Amor se me antojo un poco de agua.
Isaac: No te preocupes ahora te traigo – Isaac sale de escena y Rebeca queda tocando su
pancita.
Camaleónico: Ingresa lentamente asechando a Rebeca – ¡Qué linda pancita! Tener hijos
uffff ¡Qué gran responsabilidad!
Rebeca: ¡No te imaginas! Los malestares, las náuseas, las pataditas… Pero disfruto mucho
este momento con mi esposo.
Camaleónico: ¡¡¿Disfrutar dices?!! Mira tu cuerpo, los malestares y dolores; mientras tu
sufres y llevas toda la carga, tu esposo no tiene nada. ¿Crees que eso es disfrutar? Y eso
que cuando nazcan, como dice tu Dios, multiplicará tus dolores y tu esposo te mandará. ¡No
tendrás vida! Recapacita ¡Es tu cuerpo, nadie debe mandar sobre tu cuerpo!
Rebeca: Estas muy equivocado, en estos dos niños está el inicio de dos grandes naciones y
yo sé que Dios tiene un propósito grande para ellos y son un regalo que él me ha dado.
Camaleónico se incomoda y muestra actitud de revancha.
Ingresa Isaac con el agua y se retiran juntos hablando a la pancita.
Gracia: ja ja ja, Don metiche no pudo, digo camaleónico no pudo confundir a Rebeca
Benja: Eso es, como dice Rebeca todos los niños son un regalo de Dios y tienen un
propósito grande.
VOZ EN OFF: Recuerden que Dios dice: Antes de que nacieras, ya te había elegido.
¡Siguiente parada!
ESCENA 5: Débora
VOZ EN OFF: Hubo un tiempo donde los israelitas estaban batallando por haber pecado
contra Dios; en esa época, una jueza y profetiza llamada Débora era la jefa. Los israelitas
iban a verla para que les solucionara sus problemas.
Débora: ¡Barac! ¡Barac!
Barac: Si Débora, dígame
Débora: El Dios de Israel, que es el Dios verdadero, te ordena reunir a 10 mil hombres para
ir a la batalla. No tengan miedo que Dios les dará a ustedes la victoria.
Barac: Iré solamente si tú me acompañas. De otra manera, no iré.
Débora: Está bien, te acompañaré. – Barac sale de escena
Camaleónico: Autoridad, fuerza, valentía, liderazgo, ¡Bravo! ¡Bravo! Eres una verdadera
mujer, un verdadero símbolo del empoderamiento femenino. No necesitas de ningún hombre.
Al contrario, ellos te obedecen, tú tienes el control.
Débora: ¿Crees que ser la jueza de Israel me hace superior a todos los hombres?
Camaleónico: ¡Por supuesto! Y eso es lo que debería desear toda mujer, para que ninguna
se sienta menos.
Débora: Si tengo esta responsabilidad es porque Dios me la designó, las cualidades y
fortaleza que tengo son de parte de Dios. Y así como yo, cualquier hombre o mujer que
dependa de Dios puede tenerlas; sabiendo que siempre tenemos que respetarnos y honrar la
posición que Dios nos da. Y si ahora soy líder no es para aprovecharme sino para servir a los
demás.
Camaleónico: ¡Qué tonta manera de pensar! Pero estoy seguro que muchas mujeres
comparten mi opinión, así que no descansare hasta empoderarlas a todes.
Benja: ¡Que increíble! Todas las mujeres son importantes y valiosas para Dios.
Gracia: ¡Só! y todos los hombres son importantes y valiosos para Dios también.
VOZ EN OFF: ¿Creen que este viaje llego a su fin? Pues ahora los llevare a otro lugar.
ESCENA 6: José y familia
José: ¿Cómo pudo suceder? ¿Cómo está pasando esto? ¿Qué dirá la gente? ¡Yo no podría
estar con maría!... Pero si no me caso con ella le puede ir muy mal.
Dios, ¿Qué puedo hacer? ¿Tienes algún plan para esta situación? – Muestra cansancio y se
acuesta a descansar.
Ángel: ¡José! ¡José! – José, hijo de David, no temas miedo con casarte con María. porque el
bebé que espera es Hijo de Dios. Cuando ese bebé nazca lo llamaran JESÚS, porque él va a
salvar a todos de sus pecados.
Camaleónico observa y escucha todo
José: ¡Señor gracias por responderme! Esta tarea es grande, voy a obedecer y formar una
familia.
Camaleónico: ¡Obedecer? ¿Estás seguro? ¡¡¡Pero si ese no es tu hijo!!! ¡¡¡Y tú sabes que no
es tu hijo!!! No te metas en problemas, deja que ella se las arregle.
José: El niño que va a nacer tiene un propósito muy grande que ayudará a todo el mundo,
Dios me ha escogido para cuidarlo y voy a obedecer y junto a María y al bebé formaremos
una hermosa familia.
Camaleónico: Habré fracasado en mi intento de destruir esta familia, pero aún hay muchos
tontos que caerán en mis redes.
ESCENA 7: Jesús

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