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oe? we Alberto Boixadés LA IV REVOLUCION MUNDIAL NEw AGE: CRONICA DE UNA REVOLUCION ANUNCIADA Primera: la Reforma Segunda: la Francesa Tercera: la Marxista LA CUARTA: guna sin igual red de redes -digital y global- liderada por la NEW AGE (Conspiracién de Acuario)? Prélogo de Rafael Gambra GLADIUS Prélogo En este tiltimo lustro del siglo XX, a medida que se acerca el tercer milenio de la Era de Cristo, por todo el mundo se extiende una indefi- nible: impresién de aceleracién vertiginosa, algo asf como el impulso que adquieren las aguas de un gran rio cuando se acerca a una catara- ta. Cada uno experimenta esta vivencia a su modo y en el dmbito de su medio, de su quehacer, de su familia, de su calle. Para unos se trata de una transfarmacién subita en los medios de comunicacién y trabajo: la electronica aplicada a las comunicaciones y a la informatica convierte n “analfabeto informdtico” a quien no renueva anualmente sus conoci- mientos y técnicas laborales, Otros lo experimentan en su entorno hu- mano, particularmente en sus hijos qué, educados por la TV, los orde- nadores y la nueva escuela, resultan rdpidamente ajenos a cuanto ellos han conocido y amado, incluso a un didlogo sosegado, participativo y con puntos comunes de referéncia. Ellos -y no suele ser por su culpa— viven en las prisas y en el hedonismo, porque es lo. tnico que han reci- bido: Ia intuicién espontdnea de que la vida pasa de prisa y el principio inculcado de que “no hay otra vida que Ia presente”, que “sdlo se vive una vez”. Sus medios para vivir, en un mundo arrolladoramente tecni- ficado, son inmensos, pero no conocen -ni tienen tiempo para plantedr- selo- los fines u objetivos de esa vida. De aqui la propensién creciente a las depresiones patolégicas y al suicidio, incluso entre jévenes. En tales condiciones, la soledad que conlleva la ancianidad se hace dramdtica al término de las vidas humanas. Otros, en fin, los fildsofos -no digo de profesién sino vocacionales- sufren esta vivencia inquietante en un plano superior, universal o césmi- co. Porque esta impresién de aceleracién stibita y creciente abarca des- de la escuela primaria hasta la religién recibida, pasando por los esque- mas mentales, el arte, la politica, las costumbres, la intimidad del pen- sar y del estar. Este “cierto sabor a fin de mundo (o de época)” se hace hoy comtn, por mds que se prefiera no hablar de ello ni mencionarlo, como acontece a quienes padecen una enfermedad sin retorno. Aun para los espiritus mds refractarios a cdbalas escatolégicas, se han conver- tido de pronto en textos de curiosidad acuciante el discurso escatolégico de Cristo, el Apocalipsis de San Juan, o las profecias de San Malaquias en el s.XII. Es este plano superior o totalizador en el que se mueve Alberto Boi- xadés. Como fildsofo {y fildsofo de la Historia) no puede quedarse en un nivel parcial de hechos o de modas, o en Ia resignada aceptaci6n de Ia evolucién, sino que se pregunta por la causa de las cosas y por las causas supremas, de las que depende esta amplisima y profunda muta- cién. Ya anteriormente habia buceado en esta acuciante problemdtica en varios libros de gran riqueza de datos y sagacidad interpretativa. Me refiero a Arte y Subversién y El Nuevo Orden Mundial y el Movimiento de la New Age o Humanismo Césmico, a los que sigue el que tienes, lector, frente a ti: La 1V Revolucién Mundial. Cronica de una Revolu- cién Anunciada. En él, el Prof. Boixadés, sobre un inmenso acopio de hechos significativos, realiza una hermenéutica en profundidad de cuanto esta sucediendo ante nuestros ojos; proceso, o mds bien mutacién, que, por mds que se realice en miltiples frentes con un entrelazamiento de movimientos aparentemente distintos, posee.una mayor unidad de lo que podia creerse. El autor escudriria este complejo mundo hasta cuan- to permiten la experiencia actual y la pretérita, en busca de un dicta- men esclarecedor de cuanto estdé ocurriendo en esta hora de la humani- dad, tan perturbadora para los cristianos. Imagino lo que habra sufrido en esta busqueda y cémo habré recordado aquella sentencia: idesdi- chado el que comprende! Tuve la suerte de conocer a Boixadés y a su esposa en un Congreso Internacional celebrado en Lausana (Suiza) hace mds de treinta afios; para ser exactos, en 1965. Todavia no habia estallado esto que conoce- mos hoy como postmodernidad. Ya nos inquietaba, sin embargo, el in- cierto desarrollo del Concilio Vaticano II, que daba mucho que temer. Alla nos fue dado conocer a las figuras mds destacadas de Ia contrarre- volucién intelectual catélica en Francia y Bélgica: Marcel de Corte, Jean Ousset, Gustave Thibon, Madiran... Yo quedé entonces cautivado por el matrimonio Boixad6s, por la cordialidad y bondad que emanaban de Alberto, y la dulzura de ella, muy joven a la saz6n; por la elegancia y dis- tincién de ambos. Alli qued6 sellada nuestra amistad, que se ha mante- nido a través de los aftos con cardcter més bien epistolar y de intercam- bio de publicaciones, aunque revivida episodicamente en viajes de uno y otro a Espana o Argentina. Si hubiéramos de caracterizar en un trazo esto que he llamado la postmodernidad, en la que nos encontramos inmersos, yo diria que es el abandono por parte del hombre contempordneo de Ia fe o el ideal racionalista que se forjaron a lo largo de la edad Moderna. Han pasado el existencialismo y los diversos tipos de historicismo y vitalismo, asi co- mo una larga experiencia historica. Ya no existen para ese hombre ni la fe religiosa ni la fe en el progreso indefinido del saber humano hacia una omnisciencia en la que nada escape a la investigacién racional o cientifica. Ahora, reducido a su existencialidad pura y, a la vez, divinizan- dose a si mismo, se propone el objetivo de la comprensidn universal y la asimilacién de cuanto es humano, de toda creacién cultural humana. Este ideal se expresa en la tolerancia y en un didlogo por principio exento de cualquier limite preconcebido; abierto y, por ello mismo, enriquece- dor del Hombre, objeto unico de adoracién. La democracia sin princi- pios preconstitucionales y el ecumenismo sincretista seran los correlatos de esa actitud en el orden politico y en el religioso. La ruptura de toda frontera nacional, cultural, religiosa, moral o familiar, la guerra sin cuartel contra toda autoridad, norma o principio, serén los supuestos necesa- rios para este didlogo integrador. Un relativismo antropocéntrico sin li- mites y un imperativo de antitrascendencia serdn, en definitiva, sus ras- gos determinantes. (Los grandes promotores de las diversas corrientes postmodernas viajan continuamente en confortables aviones a reac- cién. Seria de ver el terror que se apoderaria de ellos si, en pleno vue- lo, se les comunicara que se han suprimido las rutas y niveles obligato- rios de navegaci6n aérea y que desde ese momento pueden los aviones volar a su arbitrio, sin control terrestre, y aterrizar como y donde quie- ran. Quizé meditasen entonces en el viejo principio qué tratan de olvi- dar: “donde todo es posible, ya nada puede hacerse”.) En medio del hervidero actual de sectas gndésticas, movimientos libe- radores y sincretismos panteistas mds o menos orientales, destaca el movi- miento autodenominado New Age (Nueva Era), también conocido como Conspiracién de Acuario y Humanismo Césmico, que es, clarividente- mente, el objeto principal de los dos tltimos libros de Alberto Boixadés. Podria caracterizarse a New Age como una inmensa gnosis de aspira- cién planetaria; pero no una gnosis defensiva como las que surgieron entre el siglo Il y el IV en el dmbito europeo, sino una gnosis agresiva y envolvente que aspira a crear un orden nuevo coincidente con el ingre- so de nuestro planeta en la constelacién de Acuario, por abandono de la de Piscis, que estuvo regida por una cosmovisién cristiana. Gnosis, como se sabe, significa sabiduria plenamente humana (em- pirica o racional) y se oponia a pistis, que significa la fe. Los movimien- tos gnésticos de aquella época helenistico-romana surgieron como reac- ci6n del espfritu greco-latino frente a la irrupcién de las nuevas religio- nes monoteistas, sobre todo el Cristianismo. Esto era visto por griegos y romanos como una humillaci6n a su propia civilizacién, por més que la religion politeista estuviera en esa época en plena crisis de descreimiento. Los gnésticos, serialadamente Plotino, constituyeron un sincretismo fi- los6fico-mistico a base de una interpretacidn peculiar de Platén, al que mezclaban remotos esoterismos griegos como el pitagorismo y los mitos Orficos. Esto era para ellos la verdadera sabiduria y una reivindicacién de Ia tradicién greco-latina, al paso que el cristianismo seria sdlo una fe, especie de versién popularizada de esa misma sabiduria para uso del vulgo, incapaz de comprenderla si no es mediante tales narrativas. Se trata asi de una reivindicacién de la cultura clasica por oposicién al cris- tianismo, al que interpreta como mera fabulacién popular. El gnosticismo antiguo pasé: ni salué a la religin pagana que corrié hacia su extincién final, ni detuvo el avance impetuoso del cristianismo. Sdlo dejé una he- rida en el cuerpo de la Iglesia: el arrianismo, que fue la primera gran herejia del cristianismo y que resulté del contagio de las gnosis neoplaté- nicas, que pretendian hacer del cristianismo una causacién no divina de la emanacién plotiniana. Vencido éste también, solo quedé de aquella gnosis el recuerdo y un germen latente, nunca desaparecido, de rebel- dia humanista y panteista. New Age representa en nuestro tiempo una nueva e inmensa gnosis - que no es ya defensiva sino invasora y agresiva; tampoco se circunscribe aun dmbito cultural, sino que es (o pretende-ser) planetaria, universal. Se trata det surgimiento de una nueva pretendida sabiduria universal, de la desvinculacion del hombre de cuantas ligaduras 0 cauces han creado en torno a él ta historia, las creencias y las costumbres, trabandole en su expansion y posibilidades. Las demds cosmovisiones y religiones podran verse, a lo sumo, como prefiguraciones superadas de esa'liberacién univer- sal. El mundo. nuevo no estardé, como para los descubridores del siglo XV-XVI, en alcanzar nuevos mundos aqui en Ia tierra, ni siquiera en las va posibles aventuras espaciales: ese mundo estaré en nosotros mismos, en las drogas psicodélicas y las misticas orientales que abrirdn el espiritu humano a nuevas “longitudes de onda” en que se liberara del medio de constriccién y normas que é[ mismo se ha creado. Cabe preguntarse si New Age es un movimiento planificado desde su origen por un fundador o por un grupo para que sea centro de irra- diaci6n o influencia sobre las numerosas tendencias que en filosofia, en politica, en las artes, en las ciencias y hasta en religién parecen llevar hoy su marca; o si, por el contrario, se trata mds bien de la convergen- cia de diversas corrientes que forman un ambiente cada vez mds homo- géneo hasta culminar en la New Age, que seria como su autoconciencia y aglutinacién ultima. Creo més acorde con los hechos esta segunda su- posicion, sin perjuicio de que, una vez autodefinida, New Age se haya convertido posteriormente en centro poderosisimo de irradiacién. Esto ha sucedido con todos los grandes movimientos o revoluciones de Ia historia humana, con las sucesivas revoluciones mundiales, en tér- minos de Boixadés. El gnosticismo de la época helenistico-romana no fue inventado por Plotino, por mucho que fuese el autor més significati- vo de dicha época. Existieron cinco 0 més gnosticismos confluyentes ha- cia el neoplatonismo emanatista de Plotino, que brotard més bien de un ambiente generalizado en la época: Ia irrupcin en el Imperio del mo- noteismo judeo-cristiano y el impulso defensivo de Ia civilizacién greco- rromana. Tampoco, siglos adelante, fue la ruptura protestante una in- vencién de Lutero: su rebelién no hubiera pasado de un episodio aisla- do prontamente restafiado por la Cristiandad si no hubiera caido en un ambiente de rebelién y ruptura con Roma por parte de los paises del norte de Europa, resultado final de aquellas guerras civiles de la Cris- tiandad que se conocieron como Guerras de las Investiduras. Ni el mo- tin parisino que dio origen a la Revolucién Francesa hubiera pasado de un suceso local de no haber prendido en el marco descreido y rebelde de Ia Ifustracién y de las Societés de Pensée, extendido previamente entre aquellos estratos sociales que hubieran debido ser el sostén de la Monarquia y del Viejo Orden. No existieron en la Revolucién que cam- bid Europa y América figuras eminentes o significativas. Sdlo mds tar- de, un Napoleén, tomaré conciencia de sf en las luchas contra los mo- narcas europeos e irradiard la Revolucion a ambos continentes. La tinica revolucién que se ha dado en Ia historia con una fecha pre- cisa y el nombre de un Fundador fue el Cristianismo, que carecié de antecedentes, salvo las profecias, y de toda convergencia de origenes di- versos. El Cristianismo, que cimentard toda una civilizacién y una Edad, nacié de la persona de Cristo, de su encarnacién, y comenz6 como fe- némeno religioso y social el dia de la primera predicacién de Cristo. Parece, pues, que New Age ha tenido la misma génesis que todos los movimientos humanos: un oscuro rebullir de tendencias mas o me- nos afines a partir de los turbulentos arios sesenta; impulsos diversos de un anarquismo totalitario, de un individualismo rebelde, de una aver- sién sorda a todo género de limites y constriccin. Su primer y casi uni- co estallido puiblico fue el Mayo de 1968 en Paris, que, sin objetivo apa- rente, hizo tambalearse al Estado francés, Fue asi la convergencia y el ensayo de sistematizacién de tales corrientes lo que daria lugar a la New Age o Conspiracién.de Acuario, que, a su vez, se ha convertido en cen- tro de irradiacién y financiacién de otras redes de movimientos asimila- dos a su propio espiritu. En la construccién de un mundo nuevo sin norma y sin Dios, en orden sélo a las pulsiones elementales y al bienestar hedonistico uni- versal, ha tenido la Conspiracién de Acuaria que emplearse sobre todo en la destruccién de la familia, que es vista como el centro de toda constriccién. Dicese que las revoluciones ascendentes encuentran ense- guida sus métodos. La social-democracia y el progresismo se los depara abundantemente: Ia ley del divorcio vincular, la propagacion de fa con- tracepcion para separar el sexo de la funcién reproductora, la des- penalizacién del aborto, !a legalizacién de “parejas de hecho”, incluso homosexuales... son los medios para una disolucién de la familia como habitat normal del hombre. Ello se completa con avances técnicos, como Ia generalizacién de la TV, cuya sola existencia en los hogares es un disolvente de la intimidad y comunicacién familiar, aun sin tener en cuenta el aspecto de sus contenidos. Otro gran enemigo que batir para alcanzar el “humanismo césmico” es la religién, bésicamente la Iglesia Catdlica, que ha constituido duran- te casi dos milenios fa estructura ultima del orden y disciplina moral, mediante Ia idea de pecado, de expiacion, de Ley divina. Aqui el espiri- tu de New Age parece contar con la experiencia del positivismo de Au- gusto Comte y con la tactica de Gramsci para transformar, mds bien que destruir, la religi6n dominante. No se puede destruir la religion por si misma, como acontece con Ia familia, a favor de las propias pasiones humanas, porque el hombre es religioso por naturaleza. Es preferible pertertir la religién desde dentro para convertirla en lo que Georges de Nantes llama el MASDU (mouvement d'animation spirituelle de la demo- cratie universelle), y a los sacerdotes en asistentes sociales o humanita- rios. Y quizd sea éste el dmbito en que, por permisidn divina, se haya dado el éxito mas rapido y visible del Humanismo Césmico. El triunfo en el Concilio Vaticano II de la corriente modernista que corroia secto- res de Ia Iglesia desde el siglo pasado, se ha traducido en las corrientes progresista y ecumenista que, ante nuestros ojos, disuelven hoy la es- tructura eclesidstica hasta hacer de lo que fue el principal antemural de la fe y la moral una inconsciente colaboradora de su rapida disolucion. Pero para esta delicuescencia césmica de la que se supone naceré la duténtica libertad humana y un mundo feliz, hard falta también atacar a la misma personalidad humana despojandola de cuanto le haya aporta- do la naturaleza, la gracia y la propia historicidad individual y colectiva. Una gigantesca labor de desarraigo de! hombre respecto a su familia, su patria y su fe, se intentaré mediante una ensefianza neutra y un condicio- namiento de reflejos. Pero varios factores nuevos han venido a poten- ciar esa desmedulacién psicolégica: de un lado, la propagacién de las drogas (herencia de la guerra de Vietnam) que introducen a los jévenes en placenteros mundos virtuales que les enserian a desligarse de Ia rea- lidad circundante hacia estratos psicodélicos. Ello unido a la propaga- cién (fomentada y financiada) de las misticas orientales, sobre todo la budista, que, mediante sus técnicas de yoga y meditacién trascendental, procuran diluir la individualidad hacia objetivos panteisticos. De otra, el avance vertiginoso de Ia informatica que pone a todo el mundo en rela- cién potencial con todos y-se muestra capaz de satisfacer cualquier ne- cesidad 0 deseo humano, con tal de que éste no trascienda de la esfera de lo sensible y placentero. De otra parte, en fin, la contaminacién de la propia Iglesia Catdlica, valladar hasta ahora de Ia integridad personal humana y de una moral de principios y mandamientos. Las reuniones ecuménicas tipo Asis (y las proyectadas para un cercano futuro), asi co- mo las aperturas constantes a todas las religiones de! mundo, son sinto- mas de este fendmeno. Incluso la propia relacién del hombre con su entorno —la vida cognos- citiva y la vida apetitiva~ quedardn vaciadas en la Nueva Era o Conspi- racién de Acuario..Un proverbio escoldstico dice: nihil volitum nisi prae- cognitum (no se desea mds que lo previamente conocido). Nadie de- seaba en el siglo XVIII, por ejemplo, un receptor de radio o de TV. Lo cual puede leerse también a la inversa: nada se conoce sino lo que de alguna manera se quiere o se ama. En.efecto, dos hombres que cami- nen juntos por el campo —digamos un campesino y un poeta— no ven las mismas cosas ante idéntica realidad circundante. Los cultivos y su tempero que ve el rtstico pasan inadvertidos para el artista, al paso que aquél permanece ciego para los aspectos estéticos o pintoréscos del Paisaje que se contempla. Para percibir objetos son necesarias lo que se ha llamado prenociones apercipientes. A Ia inversa —como escribid Saint Exupéry-, “no se ve mds que con el corazén”, el amante descubre en el rostro o en la voz del amado rasgos e inflexiones que no encontrarén los demés. EI turista en paises 0 civilizaciones extrarias no ve en lo que contempla ni una minima parte de lo que capta quien ama o se interesa por lo que visita. También esta ultima interrelacion de conocer y querer se verdé atacada por la nueva civilizaci6n que la New Age nos propone. Desvinculado el individuo de su raiz familiar, de su patria y de los lazos con las cosas en que consiste la vida humana, ¢se le podran aplicar aque- las palabras de Homero: sin familia, sin ley, sin hogar? ¢Y el comenta- rio que de ellas hace Aristételes: un hombre asi sdlo respiraria guerra porque seria incapaz de entrariarse con nadie, como sucede a las aves de rapiria? (Politica I). Viene a mi memoria aquella frase de Caro Baroja poco tiempo antes de su muerte: “cuando yo era nino, los viejos de entonces nos miraban con envidia a los nifios diciendo: éstos verdn las maravillas del siglo XX, nosotros, no, desgraciadamente. Ahora que somos viejos miramos a los nirios de hoy pensando: éstos conocerdn el siglo XXI; nosotros, no, afortunadamente”. 11 Tal vez el mundo humano tltimo que nos ofrece la New Age vaya mas lejos que El Mundo Feliz de Aldous Huxley y haya de buscarse, a través de un soporte psicodélico, en la vida virtual que nos pinta Barja- vel en su novela Le diable l'emporte (Paris, 1955): el “Civilizado” soli- tario que se exhibia en un museo del ario 2000 permanecia sentado en un sillén anatémico en cuyos brazos disponia de un doable teclado de ordenador cuyo uso le proporcionaba todas las sensaciones, imagenes y placeres que pudiera desear mediante excitaciones sensoriales y ner- viosas. Ese futuro “Civilizado”, captado por un mundo virtual, imagina- rio, sdlo sabré decir “je suis heureux” (soy feliz). Seria asi la culmina- cién del ideal psicodélico y hedonista que por multiples vias propone hoy la New Age. También Io seria de la lucha materialista 0 socialista por “le bien étre universel”. éQué hacer para preservar nuestro mariana cercano y Ia vida de quie- nes dejemos, de este movimiento arrasador de cuanto es forma, medi- da o simplemente posee realidad? Boixados apela ante todo a la necesi- dad de buscar nuestras raices, apoyarse en ellas y en ellas buscar alimen- to, como los arboles encuentran en sus raices la resistencia a los vientos huracanados. Entre esas raices seriala (como argentino) la Hispanidad. A través de los esparioles, en efecto, recibid América su fe y su civiliza- cidn. La Espana renacentista y tridentina del siglo XVI prolongo Ia civili- zacién cristiana en una Europa que traicionaba esa fe. De esa salvifica prolongacion son hijos en el espiritu y en la sangre los actuales hispano- americanos. Para todos, hijos de la auténtica tradicion cristiana, los tiempos actua- les de confusién y apostasia programada constituyen el mayor peligro que historicamente se ha dado para la preservacion de la fe y, consiguien- temente, de la esperanza. “Tiempo de velar y orar para no sucumbir a estos males venideros y comparecer confiadamente ante el Hijo del Hombre” (Le 21, 36). Atin cuando Ia rebelion luciferina que entrana la New Age lleque a inundar el mundo que viene, y la confusién ecumenista se aduene de Ia Iglesia visible, seria éste el tiempo de asirse a las pala- bras de Nuestro Serior en su discurso escatolégico (Mt 24, 1-14; Mc 13, 1-3; Le 21, 5-7), en el cual nos previene que “cuando vedis que fa abo- minacién de la desolaci6n esté instalada en el Lugar Santo, ésa seré la hora”. Pero en el que también nos asegura misericordiosamente que “el que persevere hasta el fin, ése serd salvo”. Raract GaMBRA 12 Portada: Goya, Aquelarre (Museo del Prado). Todos los derechos reservados Prohibida su reproduccién total o parcial. Queda hecho el depésito que previene la ley 11.723. © 1997 by Ediciones Gladius. 2. Sis Con las debidas licencias. LS.B.N. 950-9674-39-

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