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UNION DE SOCIEDADES DE ESFUERZO CRISTIANO

DE LA COSTA DE CHIAPAS.
H. PRESBITERIO DE LA COSTA DE CHIAPAS

SEMANA DEL ESFUERZO CRISTIANO 2023


INDICE
¿CUÁL ES MI LUGAR EN LA IGLESIA?

Lección 1. Forjando el carácter

Lección 2. Una generación confusa.

Lección 3. ¿Anhelas tu lugar en la Iglesia?

Lección 4 ¡Causas! ¿Por qué la juventud no está motivada para servir en la Iglesia?

Lección 5 La mejor motivación la gloria de Dios.

Lección 6 ¿Indispensables o necesarios?

Lección 7 Una analogía más. ¡La Iglesia como un equipo!

Presentación
Las lecciones de este temario están divididas en 7 lecciones.
Comenzamos abordando el tema una generación confusa, pues hoy en día, tenemos a una juventud
que no ha aprendido a tomar decisiones concretas y correctas, estos temas responden a la pregunta
¿Cuál es mi lugar en la Iglesia?
Con el paso de los temas también nos va a decir: Cómo descubrir nuestro deber y que hacer dentro de
este mismo cuerpo que más bien dicho es el cuerpo de Cristo del cual somos parte y por lo tanto es
nuestro deber y privilegio ponernos en nuestro lugar indicado y hacer lo que Dios nos mande o donde
Él nos ocupe.
Como pastores y líderes en la iglesia es nuestro deseo; que podamos recordar la tarea y la labor de
cada joven dentro de la misma. Una tarea y labor que nos ha sido encomendada con la autoridad de
Dios y la dirección de su Espíritu Santo, recordándonos nuestro sacerdocio universal como creyentes.
Que estos temas puedan ser un aliciente a cada joven, para llevar a la acción nuestro deber. Y así,
fortalecer a nuestra Iglesia Nacional Presbiteriana.

Obrero. Josué Rubén Velázquez Gutiérrez


Consejero UPECCCH

FEBRERO 2023

Edición del material, el sacerdocio universal de los creyentes, fanal de jóvenes de la Iglesia Nacional
Presbiteriana de México.
Lección

1 Forjando el carácter

Objetivo. Enfatizar que hemos sido llamados a imitar a Cristo y es nuestro deber trabajar en áreas de nuestra vida.
Dinámica Introducción. Recuerdo una frase que escuche alguna vez:- todo poder, conlleva una gran responsabilidad.
De esta manera, queda manifiesto que nosotros como cristianos, hijos de Dios, debemos tener cambios en nuestra
vida, en nuestro carácter para poder afrontar las situaciones de nuestro diario vivir. No olvidemos que el
sacerdocio lo desarrollamos las veinticuatro horas, los siete días de la semana. Esto, conlleva una gran
responsabilidad.
En el evangelio de San Mateo capítulo 18 encontramos algunos aspectos que señalan directamente a nuestro
carácter. Todo comienza con una pregunta que los discípulos hacen a Jesús: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
(v.1).
I. Humildad. ¡Es increíble la manera en que Jesús va a responder al cuestiona- miento de los discípulos! Jesús comienza
ejemplificando: llama a un niño y lo pone en el centro (v. 2), para terminar de responder: Así que, cualquiera que se
humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. (v.4)!sorprendente! La grandeza comienza con la
humildad, de hecho, la palabra humilde en este versículo expresa globalmente el estado de baja posición, podemos decir
que; hacerse voluntariamente bajo significa: invertir los criterios. ¿Quién es mayor? Nuestra mente pronto nos lleva a
pensar en los gobernantes o la jerarquía que se establece en un Reino. Sin embargo, cuando Jesús pide humildad, tiene
que ver con un cambio radical en nuestras vidas. Pero tenemos que entender la palabra “cambio”, porque no debe ser
entendido de manera simple, cambiar de iglesia, de religión, de calcetines, de gustos. Más bien tiene que ver con la
“conversión”. ¿Se dan cuenta, lo que Jesús pide a sus discípulos? Exige de sus discípulos un “cambio” radical. Esto nos
lleva a pensar que en nuestro carácter se tiene que forjar con esta idea, ya que nuestro servicio no lo hacemos con el fin
de la grandeza, si no, con el pensamiento del evangelista Juan: Es necesario
que él crezca, pero que yo mengüe. (Jn 3:30).
Finalmente, debemos recordar que, esa baja posición libremente elegida, tiene luego la promesa del reino de los cielos.
II. 3 aspecto que el evangelio EL
Lealtad. El segundo deFANAL DE J
Mateo habla en este capítulo, tiene que ver con la
lealtad, la transparencia de las personas. Todo esto, tiene queÓVENES
ver con la pregunta que se realizó desde el ver- sículo
uno.
Vivimos en la época de los filtros. En las redes sociales encontramos un sinfín de fotografías que se suben, pero el
90 % de esas fotografías que subieron fueron editadas y usaron los filtros que las mismas redes ofertan. Nuestra vida
ha llegado a ser así sin darnos cuenta, está llena de filtros porque no queremos que nos vean ciertos aspectos en nuestra
vida. Por no decir, en nuestra cristiandad. Hay chicos o chicas que cuentan con doble cuenta en las redes para que
puedan dar una a sus papás y otra a los amigos.
El versículo seis dice: Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí… la palabra
tropezar tiene la idea de poner trampas, realmente somos leales a Dios o es una trampa, es un filtro, para que vean lo
que quiero. Ante esto, Jesús usa una hipérbole, es decir, una exageración: Por tanto, si tu mano o tú pie te es ocasión de
caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado
en el fuego eterno. (v.
8) Esta imagen es para expresar que no quedará sin castigo aquel que trate de usar trampas y que, por culpa de este,
muchos dejen de creer en el hijo de Dios. ¿Sabes? una de esas trampas que se cocina en muchos lados es creer que
podemos tener dos vidas, una en la iglesia y otra en el mundo. Una verdadera trampa, pero no somos leales con el Rey
que nos ha dado la ciudadanía en el Reino de los cielos.
Estos Dos aspectos de nuestro carácter que necesitamos ir trabajando. También debemos ser claros en decir, que por el
hecho de que hablemos de estos aspectos de nuestro carácter, no significa que no halla jóvenes humildes o leales. Si tú,
lector, cuentas con estas dos grandes virtudes, no dudes en seguir trabajando en ello. Es bueno recordar que vivimos en
un mundo caído y por lo cual, no somos perfectos. Es necesario tocar lo que el evangelio de Mateo nos menciona en
cuanto a otras áreas de nuestro carácter. Continuemos con otros factores importantes de nuestro carácter.
Perdón. v. 15- 22. En un grupo donde se reúnen más de dos personas, también se suscitarán situaciones de conflicto
y esto ocurre como dice el dicho “hasta en las mejores familias”. Los grupos cristianos no están exentos de esto; la
situación aquí es cómo manejar estas desavenencias que pudieran darse (v. 15-17) esto marcará la diferencia entre
los cristianos y los no cristianos. En el Evangelio de Mateo los procesos son descritos paso a paso, a fin de llevar a buen
término la situación, con soluciones bíblicas en bien del prójimo y la honra a Dios.
Hay un llamado a la reconciliación y al perdón. El perdón, acción y efecto de perdonar, además de ser una virtud,
para el cristiano es un mandato de Cristo y consecuencia de que al cristiano se le han perdonado multitud de pecados
Esta conversación se lleva algo más personal cuando Pedro se acer- ca a Jesús y pregunta: “Señor, ¿cuántas veces
perdonaré a mi herma- no que peque contra mí? ¿Hasta siete?” Respondiéndose al mismo tiempo: ¿siete?
Probablemente llevándolo a la plenitud. Contrario a lo que Pedro espera, Jesús responde de una manera abundante:
“setenta veces siete” subrayando que el perdón no tiene límites. Es un don otorgado de manera abundante a fin de
actuar de la misma forma.
¿Cómo lidias con situaciones de conflicto? ¿Es el perdón una actitud en tu vida?
Empatía. V. 23-35. Siguiendo esta misma línea la siguiente narración describe una situación entre el rey y un hombre.
Este hombre tenía una deuda la cual era verdaderamente grande y no podía pagarla, como consecuencia él debía ser
vendido como esclavo junto con su esposa, hijos y sus pertenencias. Viendo tal desgracia en su vida se postra pidiendo
tiempo para pagar. El rey al ver la actitud de este pobre hombre es movido a misericordia de tal forma que no le
concede tiempo, sino que le perdona la gran deuda.
Por un lado, el rey había actuado con justicia hacia el hombre al obligarle a pagar la deuda. Pero la justicia se
convierte en un acto no solo de perdón sino de amor, la gracia del rey para el hombre al darle lo que no merecía. La
actitud del rey es digna de alabar.
En un acto seguido este hombre al cual se la ha perdonado una enorme deuda sale del palacio del rey y se encuentra
con un compa- ñero que le debe una cantidad muy pequeña; se abalanza contra él y le exige que le pague. El deudor se
arrodilla (acto que él había hecho ante el rey) y suplica lo mismo: tiempo para pagar el dinero. El cuadro se repite solo
que el ya no es el deudor. Sin embargo, la reacción es la me- nos esperada; no solo no le da tiempo, sino que lo manda a la
cárcel.
Uno esperaría que este hombre que ha sido perdonado compren- diera este acto a la perfección. Que se pusiera en el
lugar del otro, porque ha vivido esta situación, ha sentido la angustia ante esta situación; que fuera empático con él. Uno
esperaría que de igual forma le concediera el perdón porque es lo que han hecho con él, y porque la deuda no se
compara con la de él.
Al final este hombre recibe lo que merece, es castigado y debe pagar la gran deuda. El rey es alabado porque sintió
empatía sobre el otro, no conociendo ese sentir se pone en ese lugar y es movido a actuar misericordiosamente. El
hombre
EL FANAL DE 4
JÓVENESes castigado porque aun conociendo ese sentir no se pone en su lugar, sino actúa como un verdugo.
Conclusión. Nuestro sacerdocio debe ser desarrollado con esta empatía. Pero, debemos tener muy en cuenta que ser
empáticos no nos debe llevar a la tolerancia del pecado. Ciertamente, debemos orar a Dios y pedir que nos guie con su
Espíritu y Palabra para que nuestro carácter refleje a un mayordomo fiel. Pero, sobre todo, que nuestro carácter refleje
a Cristo.
Sin duda alguna, debemos trabajar en distintas áreas de nuestra vida, pues la tarea que tenemos conlleva una gran
responsabilidad. Una responsabilidad que tenemos delante del creador, de aquel que nos ha llamado de las tinieblas a
la luz, de nuestro Redentor. No nos confundamos, ciertamente servimos en una iglesia, pero no es ella quién nos ha
llamado, apoyamos a un pastor, pero no es él quien nos ha llamado. Tanto el Pastor como la Iglesia son instrumentos de
Dios para nuestro llamado. Seamos humildes y leales a nuestro Dios sirviendo en su iglesia y en el mundo que él hizo.
Una generación Lección

confusa 2

Pro 29:18 Donde no hay un buen


gobernante, el pueblo no sabe qué
hacer; pero Dios bendice a los que
obedecen su ley.

Propósito
Reflexionar con los jóvenes la realidad imperante, la falta de involucramiento en el trabajo de la Iglesia por parte de
la mayoría de los jóvenes, como el fundamento para las siguientes lecciones de este estudio.
Dinámica: ¡El currículo!
Propósito de la dinámica: Evaluar a los chicos de mi sociedad o grupo juvenil cuán convencidos y seguros están de
su vocación en la vida.
nombre, dirección, estudios, profesión. El que dirija el ejercicio planteará la siguiente escena: Están sin trabajo, se
acaba de abrir una nueva empresa, todos tiene 35 años, con carreas terminadas, se pide que entreguen su currículo
donde se pide que escriban su carrera profesional.
Introducción
Una de las características del joven posmoderno es: “No saben lo que quieren en la vida” son la generación que
menos claridad en cuanto a su futuro tiene, no saben a qué se van a dedicar, por supuesto que esto también afecta a los
jóvenes cristianos. Muchos de los jóvenes de hoy desisten a la mitad de la carrera universitaria, se salen a mitad de sus
estudios universitarios con el pretexto de que no es lo que quieren. Vemos en la juventud de hoy una confusión en
cuanto a su vocación.
Somos testigos de una generación que se la pasa “probando” cosas, profesiones, relaciones, identidades, doctrinas. Al
final se quedan con un sin sabor, se quedan insatisfechos de todo lo que prueban, renunciado a todo y se quedan sin
hacer nada. De ahí, que a muchos se les ha llamado “ninis” este famoso dicho que subraya a un joven que ni estudia, ni
trabaja, es decir, no saben lo que quieren.
La Juventud cristiana también…
}La juventud cristiana también ha sufrido los efectos de la confusión, vivimos en medio del mundo, no podemos
escapar de nuestro contexto, como creyentes nos encontramos en una lucha diaria para vivir en el mundo, pero sin ser
afectados por el mundo.
Los jóvenes cristianos inmersos en esta cultura terminan siendo “ninis” espirituales, no sirven y no ponen sus
talentos y dones al ser- vicio de la Iglesia, no han descubierto la voluntad de Dios para su vida, no saben lo que Dios
quiere y no han atendido el llamado que se les ha hecho. Regularmente cuando preguntamos a los chicos ¿Sabes cuál es
la voluntad de Dios para tu vida? 5 Vemos en sus respuestas dudas, confusión, terminan diciendo: No sé. Y esto nos
lleva a tener jóvenes que no están sirviendo en la Iglesia, no vemos jóvenes fructíferos en la vida cristiana, solo vemos
en ellos indecisión y confusión.
Una etapa de muchas preguntas.
Tampoco quiero convertirme en critico insensible, el hecho de estar escribiendo acerca de esto es porque he
caminado con los jóvenes, siento mucha carga e inclinación hacia la pastoral juvenil y ciertamente ser joven es
sinónimo de preguntas y decisiones unas que afectarán nuestra vida y determinarán nuestro futuro, otras decisiones
diarias son simples y no tienen trascendencia. Como jóvenes vivimos envueltos en un sinfín de preguntas, la generación
pasada no tenía tantos dilemas como la generación de hoy, tenían bien definido que es lo querían hacer de su vida, o
por lo me- nos eso nos dicen cuando les preguntamos acerca de este tema, una de las metas para todos los jóvenes de
hace unos 20 años era de carácter general y casi eran un absoluto. Estas metas consistían en tener una familia, casarse
tener hijos, un trabajo para sostener a su familia. Eso es parte del pasado, hoy en día vivimos en una hecatombe en
cuanto al matrimonio, los jóvenes de las iglesias ya no saben si quieren casarse, muchos de ellos se ven viviendo una
vida en soltería, esto es tan real y sorprendente. Además, en cuanto a su vocación muchos de ellos no saben qué hacer.
Es en esta etapa maravillosa donde se gestan las decisiones más importantes de nuestra vida, pero como jóvenes
pensamos y no encontramos respuestas: los jóvenes viven en medio de un mundo de cuestiones: ¿Me casare? ¿Qué
debo estudiar? ¿Debo tener hijos?
¿A qué universidad iré? ¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida? ¿Cómo debo servir en la iglesia? ¿Debo servir
en la Iglesia? ¿Cuál es mi lugar en la Iglesia?
Esta última pregunta es la que en este estudio nos interesa, hay tanta confusión en cuanto la voluntad de Dios para
la vida del joven, muchos se siguen preguntando ¿Qué me ha llamado Dios a hacer en la Iglesia?
Donde no hay visión el pueblo se desenfrena.
Es importante que podamos ubicar el contexto en el que estamos viviendo, sin caer en las generalizaciones, porque
seguro que hay contextos dentro de nuestro país donde hay muchos jóvenes estables y seguros del llamado de Dios
para su vida.
Por otro lado, en la mayoría de la Iglesia vemos el efecto de la pérdida de dirección y visión en la vida de la juventud,
el efecto es lo que dice nuestro texto clave de hoy, los jóvenes se han desviado de la meta que Dios tiene para su pueblo.
Salomón nos ha dejado uno de los proverbios que nos recuerdan esta realidad que nos toca hoy por hoy presenciar,
este proverbio nos habla de la visión y sus consecuencias. Cuando hablamos de visión no estamos refiriendo aquello que
dirige tu vida, una visión dará forma a todas tus decisiones, tus motivos. Estarás completamente convencido hacia dónde
vas, de dónde vienes y para qué estás aquí.
El texto se preocupa más por el lado negativo del texto, es decir; las consecuencias de vivir sin visión, sin llamado,
sin un objetivo cla- ro de nuestra vida. La consecuencia grave de vivir sin visión sin la dirección de Dios el pueblo
“perece” buscando otras tradiciones. Me gusto muchos la Nueva Versión Internacional que traduce:
Donde no hay visión, el pueblo se extravía; ¡dichosos los que son obedientes a la ley! Literalmente podríamos
decir que no sabes el rumbo de tu vida, estás en medio del caos, estás perdido, y eso es precisamente lo que vivimos
con la juventud de hoy. Por eso, se presentan en “El Fanal” para jóvenes esta serie de temas que son importantes,
porque Dios quiere que vivas con dirección y sentido. De esto estaremos hablando en estas lecciones y profundizaremos
más en lo porvenir.

PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN EN GRUPO


¿Por qué crees que la Juventud de hoy sufre en cuanto su vocación?
¿Ya sabes a lo que te vas a dedicar el resto de tu vida?
¿Cuáles son las consecuencias de vivir sin dirección en la vida?

EL FANAL DE JÓVENES 6
¿Anhelas tu lugar Lección

3
en la iglesia?

Objetivo
Analizar la realidad de los jóvenes que tienen sus anhelos lejos del liderazgo en la Iglesia y buscar que los jóvenes
reflexionen en sus motivos y anhelos para servir en la Iglesia como un deseo honorable.

Introducción.
Todos hemos escuchado de uno de los lemas del Esfuerzo Cristiano: ¡Esforzador una vez, esforzador toda la vida!
Siempre me he preguntado cuales son las implicaciones de esta declaración, definitivamente todos conocemos a
hermanos en la iglesia que no se quieren salir del Esfuerzo Cristiano, pero ¿cuál es la edad para salir del Es- fuerzo
Cristiano? ¿Qué pasa después del Esfuerzo Cristiano? ¿Cuán- do estás listo para lo siguiente?
El asunto no solo pasa por la edad, sino de preparación ¿Te pre- para el Esfuerzo Cristiano para servir y encontrar tu
lugar en la Iglesia? ¿Estás listo para servir en la iglesia? En la época actual tenemos una situación mucho más
compleja, ¿quieren los jóvenes servir en la iglesia? Sin caer en generalizaciones, vivimos en tiempos donde los
jóvenes francamente tienen otras prioridades, otras aspiraciones y anhelos.
Al leer el pasaje de primera de Timoteo 3:1 pensamos que es sólo para los adultos, sólo para personas mayores,
tendemos a hacer una selección de pasajes, este pasaje habla de aquellos que deseen ser líderes de la Iglesia, que
anhelen ser ancianos de Iglesia, Pablo dice: ¡Si alguno anhela ser líder (obispado) de la Iglesia buena obra desea!
Aspiraciones en la juventud de hoy.
¿Qué es lo que los chicos anhelan hacer? En mi caminar como pastor, en los campos donde he caminado, me he
encontrado con una triste realidad, los jóvenes de hoy no se ven liderando a la iglesia, también me he topado con esta
realidad en mi ministerio como conferencista juvenil, los jóvenes de hoy no anhelan tomar su lugar en la Iglesia. Hace
algún tiempo leí una encuesta de George Barna, dicha encuesta dice:
Cuando se les preguntó a los jóvenes acerca de las cosas que más les importaban, los adolescentes priorizaron la
educación, el desarrollo de una carrera, la amistad y el viajar. La fe era significativa para ellos, pero tiene una posición
muy baja en los logros de la vida y no es necesariamente percibida como algo que afecte su habilidad para perseguir sus
sueños.
¡Sorprendente no! La generación llamada como los “millennials” tienen otras aspiraciones, el efecto lo vemos en las
iglesias, cada vez son menos los jóvenes que desean servir en las Iglesias, con el paso de los años los especialistas nos
dicen que habrá más migración de los chicos, muchos salen de su lugar de origen para ir a las grandes ciudades a llevar a
cabo su preparación universitaria, dejando su Iglesia local, pocos buscan una Iglesia donde congregarse, si lo hacen,
7
únicamente con el motivo de congregarse pero no involucrarse en el servicio.
Aspiraciones lejos de la iglesia. El servir en la Iglesia no figura en la juventud de hoy, recuerdo que cuando estaba en el
Esfuerzo Cristiano de la Iglesia, muchos jóvenes mayores que yo, anhelaban ser ancianos. Alguno de los que eran parte
de la sociedad con el tiempo formaron una vida, se casaron estudiaron una carrera, hoy sirven como ancianos. Los
jóvenes de hoy no tienen los mismos deseos, se ven alcanzando otras metas lejos de la Iglesia.
Necesariamente esto nos lleva a otra situación ¿Quiénes serán los futuros ancianos de la Iglesia? Muchas de nuestras
iglesias sufren de la falta de nuevos líderes, candidatos al liderazgo, hay iglesias que tienen ancianos de iglesia por años,
esto se debe a dos causas principales: el caciquismo en el liderazgo, líderes que no quieren ceder el liderazgo, la
segunda, la falta de candidatos, los jóvenes no anhelan puestos de servicio en la Iglesia.
Hay por ahí algunos que dicen que están a punto de entrar al tiempo de los “millennials” en el liderazgo de la Iglesia, esto
es preocupan- te, porque lo dicen en un tenor de revanchismo, aún más delicado porque no estamos trabajando como
iglesia en un discipulado intencional para equipar a la siguiente generación.
Sin duda que cuando Pablo le escribe a Timoteo está hablando acerca del ancianato y el diaconado, vemos que se
describe en este pasaje también las virtudes de carácter que deben tener aquello que han de ocupar los cargos y
funciones en el liderazgo de la Iglesia. En el contexto general de la carta nosotros podemos ver la importancia del
liderazgo en la iglesia, una de las necesidades o situaciones que dan lugar a la carta del Apóstol Pablo a Timoteo es la
necesidad de buenos líderes, líderes que puedan guiar a la Iglesia naciente.
observemos el versículo 1 del capítulo 3: La siguiente declaración es digna de confianza: «Si alguno aspira a ocupar el
cargo de anciano en la iglesia, desea una posición honorable». (NTV)
Había miembros de la Iglesia, adultos y jóvenes que deseaban, que anhelaban, aspiraban ser líderes de la Iglesia. Pablo
nos recuerda que uno del anhelo honorable es servir en el liderazgo de la Iglesia. ¿Qué hemos hecho mal de tal manera
que hoy los jóvenes no anhelan servir en la Iglesia?
No solo hablamos aquí de los jóvenes varones, las señoritas debe- rían desea ser la siguiente generación que anhele
trabajar en el servicio de la Iglesia. No solo en el área de la “sociedad Femenil” lo preocupan- te es que ya no se ven en un
grupo de mujeres de la Iglesia tomando clases bíblicas. Oramos y deseamos que Dios nos ayude a trabajar arduamente
para encontrar las causas y poner manos a la obra para que tengamos una juventud que anhele servir en la Iglesia de
Cristo.

PREGUNTAS DE REPASO
• ¿Anhelas servir en la Iglesia?

• ¿Te preocupas más descubrir tu llamado divino o carrera profesional?

• ¿Por qué la generación de hoy ya no anhela obispado?

• ¿Cuáles creen que son las causas de que los jóvenes no se incluyan en los ministerios de
la Iglesia?

EL FANAL DE JÓVENES 8
¡ Causas! LECCION
4
¿Por qué la juventud no está motivada
para servir en la iglesia

Propósito
Que los jóvenes puedan encontrar las causas y a partir de ahí encontrar soluciones para motivar a los chicos a
descubrir su lugar en el cuerpo de Cristo. Hemos visto a manera de esbozo, que los jóvenes están involucra- dos en su
preparación académica, en su carrera como profesionales, llega a ser esto algo tan preponderante que ya no les da
tiempo para servir en la Iglesia. Muchos jóvenes me han expresado: ¡Desearía tener un ministerio en la Iglesia, pero no me
da tiempo por mis estudios!
El asunto no termina ahí, los jóvenes al terminar su carrera se alejan totalmente de la Iglesia, sus trabajos les consumen, el
porcentaje de profesionales que sirven en la Iglesia es bajo, hay jóvenes muy ca- paces, con grandes talentos y una
preparación de alta calidad, pero no lo están poniendo a los pies de Cristo y servicio de la Iglesia. No hay una conexión
entre su trabajo y el servicio a la Iglesia, en ese sentido tenemos una mala teología del trabajo. Se hace necesario recuperar
el tema de la vocación desde la cosmovisión reformada.
Enseñanza dualista. Desde mi punto de vista la razón por la que tenemos esta realidad es porque se ha descuidado la
educación cristiana desde la niñez y la adolescencia; hemos enseñado una vida cristiana dualista. Dividimos la vida en
dos partes, mi vida “secular” y mi vida “espiritual, esto ha sido un mal que ha atacado a la Iglesia desde el siglo I, esta
herejía que incluso los apóstoles refutaron debido a que no es el Evangelio, lo cierto es, que sigue vigente en nuestros
tiempos, seguimos dividiendo la vida en partes, esto nos lleva a reducir la santidad.
La reducimos sólo a cuestiones cúlticas y disciplinas religiosas, creemos que somos santos sólo si hacemos ciertas cosas
“espirituales” tenemos que enseñar que la santidad incluye y abarca cada aspecto de la vida por eso es “integral”. de
servir a Dios! y se entregan totalmente a otras actividades, olvidan que el servicio a Dios es en cada área de nuestra vida,
servimos a Dios en todo.
Servimos a Dios en todas las áreas de nuestra vida, no solo cuando hacemos ciertas actividades cúlticas, esto nos ha
llevado a ver generaciones secularizadas dejando a un lado a la Iglesia y su servicio. Ver la vida desde esta perspectiva
lleva al desánimo. Los jóvenes dicen: ¡estoy tan lejos
Brecha generacional
151
Otra razón que los jóvenes han expresado
EL FANAL DE JÓVENES
la razón de su ausencia en el trabajo de la Iglesia es la lucha generacional; y
la falta de con- fianza de la generación adulta en los jóvenes ha dañado mucho, bajo este argumento se ha negado el
trabajo de la Iglesia a los jóvenes. Este es un tema delicado, me ha tocado escuchar el testimonio de muchos jóvenes con
dolor en su corazón expresan que se han ido de la Iglesia, porque no les dejaron trabajar.
Desde luego que este no es un problema de la “generación adulta” los jóvenes acusan a la generación adulta de no
recibir el apoyo necesario para continuar desarrollando sus talentos y ministerio dentro de la Iglesia. Estuve en el
primer foro que organizo la Respetable Asamblea General de nuestra Iglesia en el estado de Tabasco para tratar el tema
del Esfuerzo Cristiano, uno de los clamores de los jóvenes ahí reunido es que no recibían el apoyo de parte de los
pastores y consistorios en el desarrollo de sus actividades.
Como pastor también he escuchado el otro lado del asunto, la generación adulta está preocupada por la
actitud de los jóvenes y sobre todo por la “forma” de pensar y de hacer el ministerio. Encontramos un choque en
las nuevas aspiraciones y proyectos de los jóvenes ya que son novedosos, diferentes a cómo la Iglesia está
acostumbrada a hacer las cosas, quizá ahí está la raíz del conflicto. La preocupación de la generación adulta en el
fondo no está mal debido a que su de- seo es salvaguardar el Evangelio y la sana doctrina, la fidelidad a la
Escritura.
Como iglesia debemos trabajar en este aspecto, como generación adulta necesitamos cambiar la forma que
preparamos a nuestros niños para la vida y para el ministerio. Necesitamos de manera urgente trabajar en el
discipulado de nuestros jóvenes para que cuando llegue el tiempo de servir en la Iglesia estemos confiados que
hemos hecho un gran trabajo, estaremos tranquilos del desarrollo del ministerio de los jóvenes en la Iglesia, debido
al trabajo que hemos invertido en ellos.
Debemos analizar mejor nuestra estructura en la medida que los jóvenes puedan desarrollar su ministerio y el
ejercicio de su dones y talento en la Iglesia.
Discipulado intencional
El Apóstol Pablo veía el discipulado como una relación de padres e hijos, en el lenguaje de la Teología Paulina
no aparece tanto el término “discípulo” pero sin el término de “hijos espirituales”
A Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro
Señor. (NBLH).
Pablo ha discipulado a Timoteo, ha invertido tiempo, vida, recursos en Timoteo y ahora él está listo para
trabajar en la Iglesia, él se queda como encargado de la Iglesia de Éfeso, a la distancia Pablo sigue escribiendo a
Timoteo, sigue enseñando, aconsejando, este es el modelo que debemos seguir como iglesia para preparar a los
jóvenes para la obra del ministerio.
Pablo llama a Timoteo su hijo en la fe, en otras palabras, es su padre espiritual, ha sido su maestro, él fue
quien lo instruyó en todo aspecto de su vida, en la iglesia de manera especial para que Timoteo desarrollara los
dones y talentos que había recibido bajo la multiforme gracia de Dios. Pablo trabajó y le dio lugar para que
pudiera crecer en el Señor. Este es un llamado a invertir nuestra vida en los jóvenes y al mismo tiempo los
jóvenes deben entender la necesidad que hay de maestros, antes de asumir mi lugar en la Iglesia yo debo recibir
un discipulado bíblico y me refiero a tener un maestro que invierta su vida en mi hasta que yo llegue a ser un
maestro.
Esto es lo que vemos en Jesús y Pablo pasaron todo el tiempo junto a sus discípulos, al grado tal que Pablo llego
a considerarlo como un hijo suyo. De igual manera, usa esta referencia con Tito (Tito 1:4) y Onésimo (Filemón
1:10).
Este es el círculo que debemos seguir. De acuerdo con el texto clave de esta lección, debemos trabajar en el
discipulado, lo que hemos aprendido tenemos que enseñar a otros, yo soy discípulo, pero no paso toda mi vida
ahí, debo llegar a ser maestro. Tenemos que discipular a los jóvenes para que estén listos para asumir su lugar en
la Iglesia, es el medio bíblico para que se pueda romper esta brecha generacional.

PREGUNTAS DE REPASO
• ¿Cuál es desde tu punto de vista la razón por la que los jóvenes no están tra- bajando en la obra de Dios?
• ¿Tu iglesia tiene una estructura que te permite descubrir y desarrollar tus dones?
• ¿ves en tu iglesia local esta pugna generacional?

EL FANAL DE JÓVENES ¿Cómo podemos generar 152 confianza en la generación adulta?
La mejor motivación:
Lección

la gloria de Dios 5

Propósito
Que esta lección ayude a examinar por qué no estamos motivados para servir en la Iglesia, el mayor problema
es nuestra falta de comprensión de la vida, hemos sido creados para glorificar a Dios.
Introducción
La apatía de los jóvenes de hoy servir en la iglesia es otra causa de su ausencia en la obra de Dios, como hemos
dicho anteriormente, no quiero generalizar, pero un gran porcentaje de los jóvenes no muestra deseos de servir con sus
dones y talentos en la edificación del cuerpo de Cristo, la razón se encuentra dentro de ellos mismos, no tienen motivos
correctos.
Nuestras Motivaciones están equivocadas
No hay motivación para servir en la Iglesia, y las motivaciones que hay están equivocadas; se nos ha olvidado
que hemos sido creados para glorificar a Dios. Ignoramos que la única razón de nuestra existencia es vivir para la
GLORIA DIOS. No hay otra razón, pero aun así todos los días intentamos sobrepasar esa gloria mediante “glorias
terrenales”. ¡Qué lamentable! Y es en ese intento de vivir para glorias terrenales es donde encontramos nuestras
motivaciones o razones de ser.
¿Te has preguntado alguna vez qué te motiva a hacer las cosas? Cuáles son las motivaciones de tu corazón,
cual es el móvil que te lleva a hacer las cosas. Te sorprendería escuchar que la mayoría de las veces Dios no es nuestra
motivación, sino que somos nosotros mismos.
¿Por qué lo digo? Porque lamentablemente nuestras vidas se enfocan siempre en una auto proclamación y
auto realización. Esto se manifiesta no solo en lo que hacemos en nuestra vida diaria, también en nuestra vida cristiana,
cuando hacemos algo dentro de la iglesia no se trata sobre Dios, sino que se trata sobre nosotros.
Nuestro servicio en algún ministerio no lo vemos como una oportunidad de contribuir en el Reino, o como
dijera el Apóstol Pablo “como una oportunidad para que el evangelio progrese”. Al contrario, lo vemos como una
plataforma para lucirnos y hacernos notar. Y eso si es que estamos sirviendo en algún ministerio. Si no estás en ningún
ministerio, pues, qué podemos comentar.
Nuestras “buenas acciones” ni siquiera son frutos del Espíritu Santo, si no actos de grandeza o superioridad
moral. Nuestro cono- cimiento sobre Dios no es resultado de una íntima relación con Él y de una profunda lectura de
su palabra, sino del aprendizaje de alguna cosa bonita que vimos en Facebook.
Motivaciones correctas
Joven, para encontrar tu lugar en la iglesia necesitas recordar esta verdad: Fuimos creados para glorificar a
Dios. Sí eres un joven cristiano debes entender esta verdad, fuiste creado para glorificar a Dios, esta es la motivación
santa por la que servimos en la Iglesia y en nuestra vida.
Pero ¿qué es la gloria de Dios? La Gloria de Dios en un sentido profundo es: El esplendor majestuoso de
todo lo que Dios hace y Es. Leemos en Salmos 19:1 Los cielos cuentan la Gloria de Dios y el firmamento anuncia la
obra de sus manos.
La tierra refleja la Gloria de Dios. Por lo tanto, todo lo que Dios ha creado incluyendo tu vida es para su Gloria.
Entonces en un sentido práctico la Gloria de Dios es: La única razón de tu existencia.
Leemos en Romanos 11:36 Porque de Él, y Por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la Gloria por los
siglos. Amén.
Fuimos creados para reflejar su Gloria, no existe otra razón por la cual vivir. ¡Por más que busques no la hay!
Entonces debemos entender que solo glorificaremos a Dios cuando por fin entendamos que “Todo, Todo, Todo” se trata
sobre Dios y no sobre nosotros. Por esta razón la primera pregunta del Catecismo Mayor de Westminster dice: ¿Cuál es
el fin principal y más noble del hombre? Y la respuesta es, Glorificar a Dios y gozar de Él para siempre.
Principios que debo recuperar en mi vida.
Para recuperar la motivación en descubrir mi lugar en la Iglesia y comenzar a servir en ella, debo tener
presente las siguientes verdades en mi vida.
Nuestra vida ni siquiera nos pertenece. Es en la juventud donde queremos “comernos el mundo de un bocado”
tenemos el vigor, la pasión, pensamos que vamos a SER eternos, queremos divertirnos un rato y después allá cuando
ya sea adulto comenzaré a servir en la Iglesia. Pero ignoramos lo que Dios nos dice:
1 Corintios 6: 19-20: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el
cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro
cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
No vivimos para hacer lo que nosotros pensamos y deseamos, somos hijos de Dios, nuestra vida ahora debe
estar bajo el Señorío de Cristo.
Ya no tenemos que vivir para nosotros. El estar lejos de la Iglesia, el asistir periódicamente y solo ser un joven
de domingo refleja que estoy viviendo para mí, cuando dices que no tienes tiempo para la Iglesia has perdido el
enfoque, te has olvidado de que ahora vives para Cristo.
Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que, si uno murió por todos, luego todos murieron; y
por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 2 corintios
5:14-15
Tenemos que vivir para Cristo. Si has centrado tu vida en lo que haces para ti, te has olvidado del llamado
radical del Evangelio, tu vida ahora no solo se trata de oír tus deseos e instintos, de tu profesión o de la mujer de tu vida,
nosotros hemos sido llamados a vivir para Cristo. Me encanta ver en la Biblia a muchos jóvenes que ya no existían
para sí mismos sino para Dios. Daniel, José, Esther, y muchos más que son descritos como jóvenes que viven para
hacer la voluntad de Dios, es ahí donde encuentran el fin supremo de su vida.
Pablo hablando de esto expresa: Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes
bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Filipenses 1: 20-21
Aplicación.
Creo que antes de seguir era necesario que pudiéramos hablar de este tema tan importante que para mí es la
causa principal del por qué los jóvenes no están involucrados en la obra de Dios, se han olvidado de la razón de nuestra
existencia, del llamado de Dios para nuestra vida, la razón por la que respiramos: LA GLORIA DE DIOS. Hasta que
no entendamos esta verdad podremos tener grades programas, instalaciones, esto no servirá de mucho.
¡Joven, ya no vivas para ti, vivamos para glorificar a Dios! 1 Corintios 10:31: Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra
cosa, haced todo para la Gloria de Dios.

EL FANAL DE JÓVENES 152


¿Indispensables Lección

o necesarios? 6

Propósito
Que los jóvenes puedan analizar que Dios tiene un lugar para ellos en la Iglesia; es lugar diseñado de manera
exclusiva para cada creyente, nadie podrá hacer aquello que Dios me ha llamado a hacer”
Dinámica: “Las partes de mi cuerpo”
Propósito: Romper el hielo con los jóvenes, entender de una manera mejor la analogía del apóstol Pablo de la Iglesia
como el cuerpo de Cristo.
Desarrollo: Formar a los jóvenes en un círculo.
Cada uno de ellos dirá cuál es la parte favorita de su cuerpo y ¿por qué? Una vez que todos los jóvenes han
contestado a las preguntas, ahora se les preguntará: ¿Cuáles son los miembros más importantes del cuerpo humano?
¿Cuáles son las menos importantes?
Repaso: En la última lección aprendimos que los jóvenes cristianos no debemos vivir en confusión, que la Biblia
nos dice cuál es nuestro llamado, hemos sido llamados a servir a Dios, ese es nuestro propósito en la tierra, servir a
Dios en todo lo que hacemos, de manera especial somos llamados a servir en la Iglesia.
Introducción.
Dios nos ha llamado a servir, por la gracia y la misericordia de Dios hemos sido salvados de una manera vana de
vivir, de una vida sin sentido y confusión y trasladados a una vida de servicio en el cuerpo de Cristo. ¡Dios nos está
llamando! Pero no queremos venir, sin embargo; en estas lecciones vamos a aprender que Dios te llama a su iglesia
porque tiene un lugar importante e irremplazable en su cuerpo para ti. ¡Joven eres indispensable en el cuerpo de
Cristo!
Pregunta de discusión grupal. ¿Eres indispensable en el cuerpo de Cristo? ¿Eres irremplazable en el cuerpo de
Cristo?
Tal vez muchos no estarán de acuerdo conmigo en esto, pero voy a tratar de mostrarte que cada creyente es una
pieza fundamental en el cuerpo de Cristo, debemos tratar esto con humildad, no desde la perspectiva del egoísmo
como muchos lo hacen dentro de la Iglesia, cuando hablo de indispensable no me refiero a que la obra de Dios se
detenga porque un miembro de la Iglesia no está desarrollando su función, más bien me refiero a la singularidad de
cada persona, Dios nos ha hecho únicos, cada persona y cada creyente es único.
Cada creyente es único en personalidad, en carácter, talentos. Hablando de esto Rick Warren en su libro una vida con
propósito escribe: Dios diseñó cada característica de tu cuerpo. Eligio tu raza a pro- pósito, el color de tu piel, tu
cabello y cualquier otro detalle. Hizo tu cuerpo a la medida, tal y como él lo quería. También dispuso todos los talentos
naturales que posees y la singularidad de tu personalidad.
Es en ese sentido que somos irremplazables en el cuerpo de Cristo, es decir; nadie más podrá hacer lo que tú haces,
esto nos lleva a pensar en lo siguiente: Cuando tú no estás desarrollando tu ministerio en la Iglesia, haces falta; es
necesario que tomes tu lugar único en el cuerpo de Cristo.
La obra de Dios sigue sin ti por la Soberanía de Dios.
La obra de Dios continúa aun cuando yo no esté tomando mi lugar en el cuerpo, Dios es soberano y puede llevar a
cabo sus planes, pero en la Biblia también Dios afirma que si tú eres parte del cuerpo de Cristo trabajará contigo hasta
que estés cumpliendo su propósito en el cuerpo de Cristo. Esto lo podemos ver en Filipenses 1:6: Estoy seguro de que
Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese.
(DHH)
Este texto nos presenta una promesa de Dios, que Él cumplirá su propósito en tu vida, si eres parte del cuerpo de
Cristo, pero no estas realizando tu función, el trabajará contigo hasta que descubras que tu propósito en la tierra es ser
parte del cuerpo de Cristo para desarrollar una función en específico, para que la iglesia cumpla con el proyecto
general de Dios para su Iglesia.
Todos los miembros son necesarios.
Sin duda que cuando hiciste el ejercicio de esta lección, pudiste analizar que tenemos miembros vitales, como el
corazón, el cerebro, miembros que son más difíciles de “reemplazar” y seguramente algunos jóvenes también
mencionaron algunos miembros del cuerpo “menos importantes” lo cierto es que todos sim importantes aun los que
creemos débiles. Lo mismo sucede en el cuerpo de Cristo por eso Pablo escogió la analogía del cuerpo humano para
hablar de la Iglesia.
Esto lo vemos de manera magistral la Epístola 1ª. a los Corintios capítulo 12. El versículo 18, nos dice que Dios
según su voluntad ha designado tu lugar en el cuerpo de Cristo, por eso eres único. Cuando avanzamos a los versículos
21-22 Pablo remarca esto que venimos diciendo. La importancia de cada miembro en el cuerpo de Cristo. El versículo
21 dice: Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Se introduce aquí en el tema de la necesidad, todos los miembros en el cuerpo de Cristo son necesarios; para que el
cuerpo opere de manera óptima y eficaz se necesita que todos los miembros estén llevando a cabo su función.
Avanzamos al v. 22. Por el contrario, la verdad es que los miembros[o] del cuerpo que parecen ser los más débiles,
son los más necesarios. (NBLA)
Tendemos en la Iglesia a hacer este tipo de clasificaciones, los más importantes y los menos importantes, Pablo habla
en otra categoría de lenguaje, los miembros que nosotros consideramos como débiles dice Pablo son las más
necesarios.
Es necesario para continuar con este tema que entiendas que eres una parte necesaria en el cuerpo de Cristo, esta es
la verdad que nos enseña la Escritura. Me encanta como lo maneja Paul Tripp cuando comenta este pasaje.
La figura aquí es el cuerpo de Cristo como un organismo que funciona con muchos miembros que son mutuamente
indispensables, que están interrelacionados y que son recíprocamente contribuyentes. La interconectividad y la
interdependencia de estos miembros son tan indispensables a la correcta salud, actividad y crecimiento del cuerpo que
Pablo dice que es imposible que un miembro le diga a otro, “Sencillamente no te necesito”, o “Soy capaz de servir
bastante bien por mi propia cuenta, gracias”, o “He llegado al punto donde ya no necesito lo que tú tienes que ofrecer”.
Todos nos necesitamos el uno al otro, de manera general el cuerpo de Cristo te necesita, espero motivarte con esta
verdad Bíblica para que comiences a darte cuenta del llamado que Dios te ha hecho es uno de los privilegios más
grandes en esta tierra, pero también con- lleva una gran responsabilidad que sólo es para ti de manera perso- nal; Dios
te llama y si hoy por hoy no estás involucrado en tu ministe- rio, déjame decirte que el cuerpo te necesita, haces falta,
¿Qué esperas para llenar ese lugar que es exclusivamente para ti?

PREGUNTAS DE REPASO
¿Cómo te sientes al saber que eres necesario en el cuerpo de Cristo?
¿Cómo podemos enseñar esta ver- dad Bíblica sin causar egoísmo en los jóvenes?
¿Habías visto tu ministerio desde esta perspectiva?

EL FANAL DE JÓVENES 152


Una analogía más. Lección

¡La iglesia como un equipo! 7

Propósito
Enseñar a los jóvenes que la Biblia describe a la iglesia como un equipo, el llamado de Dios para servir en su obra
es un trabajo de todos.
Introducción.
Creo que todos conocemos la historia de Nehemías, así que recordemos un poquito lo que sucedió antes de llegar
al capítulo 3. Nehemías escucha la situación de oprobio de sus hermanos, toma la resolución de hacer algo por ello,
por eso pide dirección a Dios para hacerlo, no deja tirado su trabajo; ora Dios para que toque al Rey; Nehemías
recibe autorización del Rey, lo asombroso es que cuando eso sucede Nehemías ya tiene un plan, pide cartas del rey
para que las aduanas lo dejen pasar, cartas para solicitar madera, y señala el tiempo en que va a reconstruir los muros.
Le autorizan todo… Y emprende el viaje… llega a Jerusalén después de días de inspección, ora a Dios y lanza el
llamado al pueblo.
Entonces les dije: «Ustedes ven la mala situación en que estamos, que Jerusalén está desolada y sus puertas
quemadas a fuego. Vengan, reedifiquemos la muralla de Jerusalén para que no seamos más motivo de burla»
(Nehemías 2:17 NBLA)
Lo que viene a continuación es fundamental, es el llamado de Nehemías al pueblo a hacer equipo, “venid y
edifiquemos”.
Nehemías tiene la visión, tiene el llamado de Dios, pero es un llamado a hacerlo en comunidad, el reconoce que, si
se ha de construir el muro necesita de todo el pueblo.
La historia de Nehemías es un llamado a hacer el trabajo en equipo, todos haciendo su parte, esta verdad es la
esencia del libro. Cuando lees este libro te das cuenta cómo todos se involucraron las familias, las mujeres y
hombres, jóvenes, niños, todos llevan a cabo la reconstrucción, cuando te imaginas esta escena la piel se te pone
chinita, es inevitable no pensar y desear que así sea la Iglesia de hoy.
El pasaje de hoy nos enseñará a reconocer que Dios nos ha diseñado para unir fuerzas, cada uno haciendo su
parte, así es como la obra de Dios avanza. Esto es algo que agrada a Dios: ver a su pueblo trabajar y servir a un solo
ritmo.
El pueblo entendía que era una obra para todos.
No sabemos cuánto tiempo trascurrió del capítulo dos donde Nehemías hizo el llamado de construir la obra de
Dios, pero cuando llegamos al capítulo tres, lo que si podemos notar con precisión es que no perdieron el tiempo y
comenzaron a trabajar. La motivación sin acción solo se queda en buenas intenciones.
EL FANAL DE JÓVENES 192
El capítulo tres pone de manifiesto la extraordinaria capacidad de Nehemías para motivar y organizar, en el
Capítulo tres podremos observar cómo lo imposible comenzó a ser posible, esa muralla que había estado derribada
por años, además muchos habían intentado reconstruir, pero nadie lo había logrado, en este capítulo podemos ver el
gran avance que tuvieron cuando todos aceptaron su llamado.
El gran avance que notamos en la reconstrucción del muro es el resultado de que todos asumieron su parte en la
obra de Dios, cuando no tomamos nuestro lugar en la obra de Dios el trabajo se vuelve más difícil, se vuelve
complicado.
Cada uno haciendo su parte.
¿Te imaginas a Nehemías comenzar solo la reconstrucción? La es- cena cambiaria rotundamente si el pueblo no
hubiese entendido que Nehemías no iba poder solo, que la obra de reconstrucción era una labor de todos.
Bueno, esa imagen de Nehemías trabajando solo se hace realidad en muchas Iglesias, que viven en un
“pastorcentrismo” o el pastor como “todólogo” el pastor haciendo absolutamente todo, dirige, evangeliza, predica,
visita, un pastor que hace todo, pronto termina- rá agotado. Jóvenes, la obra de Dios es diseñada para un trabajo en
equipo. No ha sido diseñada para una sola persona. ¡Joven; el pastor no puede solo!
En el capítulo tres vemos este principio; el capítulo enumera 41 tramos y los equipos que los construyeron.
Reconstrucción del muro norte, 3:1–3. Reconstrucción del muro occidental, 3:4–13
Reconstrucción del extremo sur de la muralla, 3:14, 15. Reconstrucción del muro oriental, 3:16–31.
Cada uno tomo su lugar, se dividieron el trabajo, algunos trabajaron frente a su casa. (vv. 10, 23, 28, 29). Otros
trabajaron lejos de su casa (vv. 2, 5, 7, 19,22). La labor se repartió entre grupos ya existen- tes: familias, habitantes de
determinada ciudad o región y diversos gremios (sacerdotes, levitas, servidores del templo, orfebres, perfumistas y
comerciantes).
Tu lugar en la iglesia local.
No es casualidad que asistas a la Iglesia que asistes, Dios te ha de- jado ahí para que le sirvas y hagas equipo con los
demás miembros de dicha Iglesia local. Él nos coloca en una comunidad, con un propósito divino. Tal vez, tu Iglesia
local no ha desarrollo todo su potencial, quizá no haya cumplido el propósito que Dios tiene y la razón por la que la
establecido en el contexto en el cual se encuentra, es porque no han entendido que todos necesitamos hacer nuestra
parte.
¡Qué haríamos sin la femenil! Expresan los varones en las congregaciones, yo expreso: ¡Que haríamos sin el
trabajo de los jóvenes! Todas las sociedades y organizaciones tenemos que asumir nuestra parte en la obra de Dios y
mayormente los jóvenes.
Aplicación.
Si unimos corazones y manos y aprendemos el uno del otro, podremos mostrar al mundo lo que Dios puede hacer
con la iglesia que hace equipo, pero necesitas entender que sin tu parte en la obra de Dios se hará más lento y difícil.
El capítulo de Nehemías enseña que una de las cualidades esenciales del líder es la humildad y la disposición de
llevar a cabo la tarea de reconstrucción en equipo.

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