Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Diezmo 28-11
Diezmo 28-11
Nos sentimos bien cuando prosperamos, cuando estamos un poco mejor económicamente.
Cuando tenemos menos deudas; o ya no tenemos ninguna.
Pero muchas veces perdemos de vista; o tal vez; nunca supimos que la prosperidad
material va de la mano con la prosperidad interior o espiritual. Porque quiero
prosperar material o económicamente, pero estoy estancado en mi desarrollo, en mi
crecimiento.
Y en realidad, para prosperar en lo material, primero debo serlo en lo espiritual.
Vamos a compartir juntos la Palabra de Dios.
Fijensé, como en una ocasión el Apóstol Juan le escribe a Gayo, su Amigo y Hermano
en Cristo.
3 Juan 1:2 RVR 1960
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así
como prospera tu alma.
¿Se dan cuenta que la prosperidad comienza en el interior?
¿Y qué es prosperar interior o espiritualmente? Se trata de adquirir la Sabiduría
que Dios nos comparte en su Palabra. A través de esa Sabiduría, podemos ejercer el
dominio propio que nos fue dado por Gracia, y así vamos a acabar con la
impulsividad.
Entonces tomamos mejores decisiones. Porque si no nos desarrollamos personalmente,
no podremos avanzar en la prosperidad en todas las cosas como dice la Palabra de
Dios.