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Hombres que cuidan, protegen, quieren, expresan sus emociones, desprecian sus
privilegios, profanan los roles que se les otorga socialmente, apoyan y resisten ante una
llamamiento a no perder de foco que el machismo más que una cuestión de géneros es
una patología estructural que carcome las entrañas mismas de las instituciones sociales,
de lxs cuerpxs feminizadxs como el principal foco del trabajo enajenante y explotador,
derivados es decir, trabajos de cuidado, trabajos domésticos, trabajos donde exigen “el
instinto maternal”, el “carisma”, “la ternura” y “la docilidad” sean características propias
de las trabajadoras.
Toda profesión de cuidado o trato con la otredad exige del devenir mujer un
carácter materno de manera implícita, ejemplo de ello son el trabajo de las profesoras, de
conducta esperados en las mujeres y los hombres que asumen determinados trabajos y,
en personas que se espera los exijan. En consecuencia, a todxs nos afecta esta estructura
machista toda vez que demanda actitudes de nosotrxs que oprimen nuestro ser auténtico
en el mundo. Por tanto, el machismo no es cuestión de géneros y poco o nada ayuda a la
Cada persona tiene maneras propias y únicas de asumir su vida que son
invisibilizadas cuando somos reducidos a ser “una cuestión de género” y a sentir rechazo
por otrxs a partir de esta categoría. Sin embargo, más acá del género hay que fortalecer la
tesis de que el problema del machismo no son los hombres cis* sino su estructura
capitalista (Deleuze y Guattarri, 1998), patriarcal y misógina son las que señalan que una
mujer soltera no es una mujer plena como tampoco lo podrían ser aquellas que no quieren
Esas mujeres, las mismas que dicen que hay que soportar todo tipo de maltratos
por razones sexo-afectivas son víctimas-aliadas del machismo al llevarlo en sus ovarios y
posesionarse desde allí como mujer cisdeterminadas en su ser por la estela patriarcal. Es
cierto que hay grados de alienación en las víctimas que reproducen el machismo de
manera inconsciente que no les permite ver que ningún maltrato es soportable en una
del machismo. Mujeres con cargos políticos pueden ser verdugas absolutas de políticas
del cuidado, de la reivindicación del derecho a una maternidad libre, de otras formas de
ser mujer no cis, por ejemplo, y que, a lo sumo, lo que exigen es la conservación de la
machista.
A las mujeres aliadas del machismo hay que hablarles desde el cuidado y sobre la
deconstrucción de la mujer patriarcal y la fuerza del devenir mujer para que ellas mismas
comprendan desde su ser/cuerpx que toda fuerza reactiva que aplica el sufrimiento, la
humillación, el maltrato y la opresión sobre las propias carnes violenta el propio ser y lejos
un soso discurso de clase. Tampoco una pueril exigencia sobre derechos ante el Estado.
Cabe decir aquí que el feminismo de Estado es insuficiente porque olvida que la
emancipación de la mujer tiene que ser económica, cultural, educativa y no solo política.
Asumo que esta categoría puede desconocer los diferentes matices existentes en
el feminismo. Sin embargo, también logra mostrar el quid por el cuál muchas mujeres
(pueblo, oprimidxs, explotadxs, locxs, lxs nadie, etc.) que, también sufren la crueldad de
anarquistas, por ejemplo, en la Argentina de finales del siglo XIX y principios del siglo XX,
no abrazaron tan precozmente el feminismo como las mujeres de la alta sociedad. Las
sociales; de aquí su grito de “Ni Dios, ni patrón, ni marido” proclamado por la icónica y
presente desde el origen de éste último y sus anales teóricos en el siglo XIX al pugnar por
dominación[1].
sociales en general, toda vez que él es el fundamento y garantía del sostenimiento de las
abiertamente cis es un discurso excluyente que desconoce las diferentes maneras de ser
mujer) tiene que ser la realización del devenir mujer libre de toda violencia coercitiva en
todos los escenarios sociales y, en cuyo origen la materialización de una comunidad libre
de opresión es necesaria.
Sin que se trate de coherencia, pero sí de cohesión, el feminismo en su práctica
dominación que gesta el Estado bajo la concepción del derecho y su abstracción de base y
mercantilización de la reproducción.
contexto ético pueden potenciar el rol de la mujer dentro del Estado sino es a costa de la
supervivencia del propio patriarcado. El origen del argumento radica en una contradicción
económicas como jurídicas son mendigantes ¿es viable la inclusión de lxs cuerpxs
embarazos adolescentes?, ¿es posible la inclusión de las mujeres en el Estado que niega el
Hay que decir que no se asiste en este texto a opiniones comunes como que son
los victimarios y no las víctimas los responsables directos de las relaciones de abuso, no.
Tampoco es una mera crítica al machismo en ciertos feminismos y una salvaguarda a los
hombres traidores del patriarcado, ni una invitación a que los hombres “defiendan” la
patriarcado. Este escrito es un intento por llevar la discusión a un nivel estructural donde
discurso del privilegio que se hagan instituciones de cuidado solo para las mujeres cuando
tantos otrxs cuerpxs ni siquiera se lo pueden pensar. También cabe hacer autocrítica a
ninguna institucionalidad ha mostrado que puede acabar con el trabajo reproductivo (sea
para la producción de obrerxs o de carne para su consumo) como el principal foco del
Me llama la atención la reflexión que realiza Silvia Rivera Cusicanqui sobre “la
mujer tejedora”, en la cual menciona que nosotras como mujeres tendríamos que
tocan el punto más sensible de esta reflexión porque el ser mujer no tiene que reducirse a
exigido, todo lo contrario. Ser mujer es una experiencia que comulga con nuestro estar en
el territorio, con nuestro ser para el mundo en un experenciar el cuerpx en las originarias
relaciones con las otredades. Tampoco el ser hombre comulga necesariamente con el
machismo sino en cuanto se asume en su ser social, político y económico como sujeto del
privilegio. De aquí que algunas masculinidades no pueden ser tenidas como machistas
subsiguiente a los propios modos de expresión en los cuales asumir la lucha de un mundo
sin dominación es un llamado que nos convoca a todes y ante el cual somos aliades,
*Es un neologismo que intenta presentar a lxs individuxs cuya identidad de género
berlin.de/es/e-learning/projekte/frauen_konzepte/projektseiten/frauenbereich/
barrancos/transcrip/transcrip2/index.html
política con Agamben desde y más allá del paradigma del biopoder. En: Dossier: Lógicas
del poder. Miradas críticas. (Méx.) vol.19 no.52 México sep./dic. Recuperado: 02-2020 de:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-57952006000300003
-Rivera Cusicanqui, Silvia (2018) Un mundo ch'ixi es posible: ensayos desde un
https://www.elsaltodiario.com/feminismo-poscolonial/silvia-rivera-cusicanqui-producir-
pensamiento-cotidiano-pensamiento-indigena
del siglo XIX, incluso, dentro de los mismos movimientos sindicales o libertarios, sin
sujetarse a una postura feminista, pero sí como anarquistas, como mujeres anarquistas. A
[2]La nuda vida es un concepto utilizado por Agamben para mencionar que hay
vidas que las formas de poder totalitario reducen a su condición orgánica siendo
despojadas de todo reconocimiento político. Es la vida limitada a ser pura vida separada
de todo contexto y no atendida como forma de vida, así se puede disponer de la misma
para excluirla. Para ampliar este concepto recomiendo el artículo de Laura Quintana De la
Nuda Vida a la 'Forma–de–vida'. Pensar la política con Agamben desde y más allá del