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EL AMOR Y OTRAS MATERIAS (ADAPTACIÓN)

BEATA: que el amor está de moda. Qué descaro. ¿Amor? Será libertinaje. El mundo está perdido,
el amor se volvió un tema de los noticieros, los periódicos… es un negocio de los publicistas…
ahora un jabón (como si se bañara) nos hace cantar de la dicha en el baño y un perfume nos puede
hacer más bellas y seductoras (huele alrededor) huele a bestia en celo.
VAGO: ¿Qué haces, preciosura?
BEATA: No te me acerques, corrompido.
VAGO: Bravas, como me gustan, como me la recetó el médico.
BEATA: Soy Carmen Peralta y nunca un hombre me ha tocado un dedo. Aléjate, animal de monte.
VAGO: Ven a mis brazos, Carmencita.
BEATA (mostrando la camándula): Vade retro, Satanás.
VAGO: Tú te lo pierdes, tengo 53 clases de besos, desde piquitos de colibrí hasta mordidas de
jabalí. (Moviéndose hacia Carmen). Todo lo que yo trabajo, todo es para ti… Cesó la horrible
noche… No lo dudes que la fuerza me acompaña.
BEATA (aterrada): Socorro, auxilio. Bomberos. Policía. Defensa civil. Cruz Roja. Amnistía
Internacional.
VAGO (cantando): Ven, ven, ven no tardes tanto, mi niña, ven.

El vago persigue a la beata y salen del escenario. Entra el hombre 1. Mira su reloj, da vueltas y se
sienta en una silla.

HOMBRE 1: Este es el lugar y esta la hora. Solo falta el amor. ¿Cuándo aprenderán las mujeres el
arte de la puntualidad?
Entra la mujer vestida con elegancia. Se pasea y se sienta en el otro lado de la silla.

MUJER: Se me pasó la hora. Este es el lugar. Solo falta el amor. ¿Cuándo aprenderán los hombres
un poco de paciencia? (Mira al hombre y sonríe). Perdone, tengo una cita. Tuve un amor en el
colegio, un amor ridículo, como todos los amores, que me escribía cartas ridículas como todas las
cartas de amor. Acá está la carta (la saca del bolso): me escribía “Quiero jugar ajedrez con los
cuadros de tu falda”. (Suspirando) Parece que mi geografía alborotaba su geometría. “Los cuadros
de tu falda son más hermosos que los cuadros de Van Gogh.”
HOMBRE 1: Van Gogh se cortó una oreja.
MUJER: Y se la envió a su novia por correo.
HOMBRE1: En persona y no tenía novia, se la dio a un amigo envuelta en papel regalo.
MUJER: Dicen que la oreja escuchaba por su cuenta.
HOMBRE 1: Ese pintor estaba más loco que una cabra. ¿Puede leerme otra línea?
MUJER: Todo es sobre los cuadros de mi falda, creo que quería quitármela.
HOMBRE 1: Los hombres…
MUJER: ¿Quién los hizo así?
HOMBRE 1: ¿Y tiene más cartas?
MUJER: Muchas, en ese entonces el amor estaba prohibido.

Entra el profesor y se sienta en la mitad de la silla. Cree que es un salón de clases.

PROFESOR: No quiero suspiros ni corazones atravesados por flechas, no quiero avioncitos de


papel, no quiero ver sonámbulos. (Se tapa la cara con las manos). No quiero verlos.
HOMBRE 1: El profe anda mal, como muchos en este país.
MUJER: Me encantan sus palabras, su vocabulario.
HOMBRE: El gobierno los acosa.
PROFESOR: (Al público). Amor, ¿quién inventó esa palabra? Es una vulgaridad, deberían sacarla del
diccionario. Muchachos, concéntrense en el álgebra, la química, el teorema de Pitágoras… cosas
importantes.
HOMBRE 1: Les pagan mal, les dicen qué deben enseñar.
PROFESOR: El sistema respiratorio, el aparato digestivo, la vía láctea, la velocidad de la luz, la
fotosíntesis, las raíces griegas y latinas…
HOMBRE 1: Señora, ¿su enamorado le enviaba avioncitos de papel?
MUJER: Siempre, tenía más aviones que la Fuerza aérea.
PROFESOR: Los ojos son el cielo, los dientes las perlas, la boca es una rosa, los avioncitos… guácala

MUJER: Acá me escribió que yo era su lengua, su religión, su historia, su seno y su coseno…

HOMBRE 1: Interesante…

PORFESOR: Otra cosa es otra cosa, es otra cosa…


Entra un vendedor de periódicos

VENDEDOR: (moviendo un periódico). Atención. “Dos jóvenes fueron expulsados del Colegio La
virgen de los 7 puñales por graves faltas a la moral. La causa fue que se miraron por 7 minutos.”

PROFESOR: Excelente, que les claven todos los puñales de la virgen y que anden por las calles de la
ignorancia.

VENDEDOR: Atención, última hora. “Niña fue expulsada de su colegio por subirle un centímetro a
la falda.”

PROFESOR: (Feliz) Qué bien, que le caiga el peso de la ley en la cabeza. La ley es la ley o no es la
ley.

VENDEDOR: Atención. “Miope fue expulsado por acercarse mucho al cuaderno de su compañera.

PROFESOR: (Corre detrás del vendedor). Véndeme tres. Estas noticias le dan sentido a la vida.

HOMBRE 1: Qué trágico panorama.

MUJER: la corte constitucional decretó el amor en los colegios.

Entra el vendedor perseguido por el profesor.

VENDEDOR: La Corte Constitucional permite declaraciones de amor terrestres, acuáticas y aéreas,


en los salones, calles, carros, hoteles… Comuníquese y cúmplase. (Sale junto al profesor)

HOMBRE 1: corazoncitos, frases de amor con mala ortografía, citas a la salida del colegio, dibujos
en los baños. ¡Qué bien!

MUJER: Creo que fue peor.

Entran los estudiantes (HACER CARTELES). Llevan música y hacen escándalo

HOMBRE 1: ¿Y qué pasó con su amor de cartas?

MUJER: No pasó mucho. El tiempo pasó de prisa y nunca abrimos esa caja de chocolates. Como
Romeo y Julieta, casi nos matamos. Cada uno se dedicó a trabajar y buscó el amor por su cuenta,
se casó, se llenó de hijos. Y pasaron 20 años. La vida me duele.

HOMBRE 1: La vida es un juego y no conocemos las reglas.

MUJER: Esta mañana me llamó mi primer amor y me citó en este parque.

HOMBRE 1: El de las cartas ridículas.

MUJER: Ay, no, por Dios. ¿Cómo será ahora? ¿Tendrá bigote, canas, arrugas, ganas? Mmmmm,
mejor que no aparezca.
HOMBRE 1: Podemos tomarnos un café.

MUJER: No es mala idea.

HOMBRE 1: Endulzado con la miel de sus besos.

MUJER: Ay, no, ¿usted también?

HOMBRE 1: Dígame su nombre para saber el motivo de mis desvelos.

MUJER: Adela, pero no se propase, solo le doy el nombre…

HOMBRE 1: Ay, Adela. Su nombre me sabe a hierba.

MUJER: No pensará fumarme.

HOMBRE 1: Adela, mi amor, mi noche, mi luna llena, mi mermelada, mmi desayuno y mi café…

La mujer huye, el hombre la persigue. Entra el vago corriendo. Celia Cruz canta “Usted abusó”.

VAGO: Esa mujer me salió candela. Le ofrecí unos cuantos besos y abusó. Me fundió los fusibles.
Me volvió un 8. Me… me voy.

Entra la beata, acosadora

BEATA: Mi vida, mi infierno. Solo me has dado 50 clases de besos. Ven a terminar lo que
empezaste, amorcito.

VAGO: Fui por lana y salí trasquilado. Ay, mi madre. Este curso se cancela.

BEATA: Reprobado, mi amor. Tenemos que repetir el curso entero y luego pasar a otro nivel. Esta
no es mi única materia pendiente.

Vago: Socorro, auxilio, policía, hermanitas de la caridad, hijas de María…

BEATA: (cantando): Ven no tardes tanto, mi amor, ven, ven.

Salen corriendo. Entra hombre 2 con una carta, despeinado, nervioso.

HOMBRE 2 (escribiendo en el aire): Empecé a escribir una carta a las 10 de la mañana y se me hizo
tarde. Hice tres borradores. Tal vez Adela ya vino y se fue. Se aburrió. O tal vez no vino… (Se
acuesta en la banca) ¿Cómo será su cara? Cuando la conocí era una niña y se ensuciaba el
uniforme con el helado de chocolate. Fui su primer amor… tal vez ahora no la reconozca. Tal vez
no me reconozca. Ni yo mismo me reconozco. El azar nos hizo encontrarnos otra vez cuando
marqué un número equivocado. Su voz me devolvió el paraíso. ¿Eres Adela? Nos citamos en este
parque, pero estaba nervioso, salí tarde, paré a tomarme un café para tener valor, cogí el bus
equivocado…
BEATA (entra descalza y despeinada): ¿Me esperabas?

HOMBRE 2: ¿Eres Adela?

BEATA: Si tú quieres.

HOMBRE 2: Soy tu primer amor

BEATA: Hace rato tuve mi primer amor y me quedó gustando.

HOMBRE 2: ¡Qué extraña suena tu voz!

BEATA: Estuve gritando

HOMBRE 2: Te ves diferente

BEATA: Pagué la penitencia de la soledad, ahora quiero pecar.

HOMBRE 2: Te escribí una carta de 10 páginas

BEATA: Vamos a leerla en la casa le buscaremos las metáforas, los símiles, las hipérboles, los
apostrofes, las anáforas, las paradojas y las parajodas, los ángulos y los triángulos, la raíz cuadrada,
la hipotenusa.

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