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Arnold Natanael Santana López Reporte de lectura 5

En la segunda mitad del siglo XIX predomina el positivismo como cultura de pensamiento
filosófico. Está también presente el krausismo en un momento inicial, pero luego que
surge el apogeo del positivismo, esta queda desplazado.

El positivismo en América fue a través de tres etapas: la primera, en sus inicios, bajo la
influencia de Comte, el segundo Spencer en sustitución de Comte y la tercera terminaría
con la decadencia y desaparición de esta influencia.

El positivismo se fue propagando por toda América. Pero este proceso fue diferente para
cada país, ya que la naciente burguesía encontraba en el positivismo una justificación
ideología para su existencia, así como una estocada final a los vestigios de la escolástica.
El positivismo que llego a América fue muy variado, desde Comte, pasando por Spencer
hasta Stuart Mill. Algunos filósofos concuerdan con decir que el Positivismo fue para
América, lo que la ilustración para Europa. Ya que la ilustración en América sirvió para
la libertad, pero fue el positivismo quien fundo las bases para el futuro pensamiento
filosófico propio de América.

Al final, al igual que otras corrientes de pensamiento europeas, el positivismo término


fracasando en Latinoamérica; ya que el confort y progreso que promulgaba, solo llego
hasta un grupo reducido de personas, lo que genero el descontento. También porque el
progreso inmediato que decía proveer, no se vio.

Como nota final, vale la pena resaltar la figura de José Martí. Aun viviendo el krausismo
y el positivismo, no podemos identificarlo con ninguna de las 2. Martí entiende que no
hay una sola filosofía, abstracta y universal, sino que lo que hay es solamente filosofías
contextuales, filosofías propias de culturas y de contextos históricos específicos. Por eso
que Martí propone «la creación de una filosofía nuestra-americana que sería justo la
filosofía nacida de la ocupación con la historia y el contexto de Nuestra América.

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