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5ECRETAM0 DE CAYASI •

CAUSA NRO. 100 - SALA IV

CANEVARO , Ignacio Rodrigo

(Subteniente ) y SANCHEZ,

Carlos Ricardo ( Sargento)

s/Rec.Art . 445 bis C .J.M.

/// nos Aires , U2<--^ de octubre de 1994.

VISTOS Y CONSIDERANDO:

I. Que la presente causa se encuentra a

consideración de esta Sala en virtud de la admisibilidad

-fs. 569 /575- de los recursos deducidos por el Subteniente

Ignacio Rodrigo CANEVARO y el Sargento Carlos Ricardo

SANCHEZ y sus Defensores , respecto de la sentencia del Con-

sejo de Guerra Permanente para Jefes y Oficiales de las

Fuerzas Armadas , obrante a fs. 367/384 vta., por la que se

condenara al primero a la pena de DOS (2) AÑOS y UN (1) MES

de PRISIÓN MAYOR, con la accesoria de DESTITUCIÓN (art.

538 del C.J.M.) como autor penalmente responsable del deli-

to militar de "ABUSO DE AUTORIDAD" (art. 702, parte prime-

ra, primer párrafo del C.J.M.), en forma reiterada (una

vez), sin atenuantes ( art. 515 del C.J.M.) y con el agravan-

te del art. 519 inc. 50 del C.J.M. (en presencia de subal-

ternos), con abono de la prisión preventiva cumplida (art.

589 del C.J.M.), consumado en ocasión de prestar servicio

en el GRUPO DE ARTILLERÍA 161, con asiento en ZAPALA, Pro-

vincia del NEUQUÉN; y al último, a la pena de UN (1) AÑO y

UN (1) MES de PRISIÓN MENOR, como autor penalmente responsa-

ble del delito militar de "ABUSO DE AUTORIDAD" (art. 702,

=TIFICC:

f 1e su ori ~:

t! p t -N 4" . 199.4-.
parte primera , primer párrafo del C . J.M.), sin atenuantes

( art. 515 del C.J . M.) y con el agravante del art . 519 inc.

5° del mismo cuerpo legal ( en presencia de subalternos),

con abono de la prisión preventiva cumplida ( art. 589 del

C.J.M.), consumado en ocasión de prestar servicio en el G.-,U-

PO DE ARTILLERÍA 161, con asiento en ZAPALA , Provincia del

NEUQUÉN.

II. Que la apertura del recurso ante esta

instancia autoriza al Tribunal a realizar el control de to-

do lo actuado a fin de verificar si el proceso se ha cumpli-

do con arreglo a derecho , o si, por el contrario, se ha vio-

lada en su tramitación alguna norma cuya observancia, por

su esencialidad, torna írritos los actos verificados sin

acatamiento a formas rituales sustanciales. Así, por cuanto

es función primordial de esta Cámara preservar , en el esta-

do de derecho, el respeto a las garantías individuales con-

tenidas en la Constitución Nacional , cuya abrogación resul-

ta inexcusable.

III. En ejercicio de dicho ministerio,

este Tribunal advierte en lo actuado nulidades de procedi-

miento i nsubsanables , que por su esencialidad y su influen-

zia decisiva en el fallo apelado, corresponde sean inmedia-

ta y oficiosamente declaradas ( conforme a los artículos 167

r 168 , Código Procesal Penal de la Nación y a la doctrina,

sustentada v.gr. en " Casación Penal y Recurso Extraordina-

•io", de Dugo y Lugones, p. 265 ) a fin de posibilitar -sin

n mayor dispendio jurisdiccional- la más pronta y eficien-


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sECRETAAnC 01 : .

te ejecución de la ley sustantiva en salvaguarda del inte-

rés de la sociedad en su rápida realización.

IV. Atento que el Código de Justicia Mili-

tar, en su art. 445 bis , inc. 8°, prevé la anulación de la

sentencia recurrida en razón de la inobservancia de las for-

mas esenciales establecidas por la ley para el proceso

(inc. 2 °, b) y que en su inciso 9° estatuye la aplicación

del Código Procesal Penal de la Nación al trámite del recur-

so en cuanto fuere compatible con la normativa castrense,

aun cuando no contemple expresamente declaraciones oficio-

sas de nulidad de los actos del proceso (excepto el caso

del art . 391 del C.J.M.), la preceptiva de la ley supleto-

ria se torna aplicable en este punto al proceso militar.

V. Con arreglo al criterio expuesto, este

Tribunal advierte que -fs. 137- el señor Presidente del Con-

sejo de Guerra Permanente para Jefes y Oficiales de las

Fuerzas Armadas , sin norma de procedimiento alguna que lo

ampare y sin resolución fundada del Consejo en que apoyar

su decisión , devolvió al señor Juez de Instrucción -por con-

ducto del Comando de la Brigada VI- la j urisdicción que és-

te había perdido al elevarse el proceso a plenario -art.

343, C.J . M.-, excediendo de tal forma las facultades limita-

das que le incumben en el marco del código castrense, arro-

gándose una capacidad procesal propia del cuerpo colegiado

que integra.

Que la medida en cuestión , al afectar el

normal desenvolvimiento del proceso, y por ende el orden pú-

blico, deviene nula. Y nulos son también los actos cumpli-

BUENOS y iZ`J.^^ Qc- 4.E . ,le 199+


dos en su consecuencia a partir de fa. 138 y hasta fs. 153,

en las que lucen reproducidas actuaciones anteriores que,

en razón de los vicios que presentaban , no eran simplemente

renovables o rectificables del modo pretendido, sino sanea-

bles por la vía señalada en el art. 391 del C.J.M.

VI. Carentes de efectos jurídicos los ac-

tos irregulares supra indicados en razón de su nulidad, co-

rresponde determinar si las declaraciones indagatorias de

CANEVARO y SANCHEZ, de fs. 90/93 y fa. 73/74, respectivamen-

te, y los autos de prisión preventiva de fe. 94 y fs. 75

dictados respecto de los nombrados, tienen la virtualidad

necesaria para erigirse en presupuestos válidos del proceso.

VII. En lo que respecta a los dichos

indagatorios de CANEVARO obrantes a fs. 90 / 93, señálase que

vienen precedidos de su deposición testimonial de fs.

22/23, y que no obstante ello no se le hizo saber que queda-

ba relevado del juramento allí prestado, violándose de tal

suerte el art. 237 del C.J.M. y la garantía constitucional

en la que éste reposa, contenida en el artículo 18 de la

norma fundamental.

El resguardo de la garantía así vulnera-

a, sólo podrá materializarse a través de la anulación del

acto quebrantador, que no es otro que el celebrado a fs.

90/93, toda vez que la declaración de quien es juzgado

por delitos, faltas o contravenciones, debe emanar de la

libre voluntad del encausado , la que aparece enervada en el

caso de autos al ser CANEVARO requerido en ambas calidades

-como testigo e imputado- por sucesos que habrían tenido


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lugar el 6 de marzo del corriente año en horas de la tarde,

tanto como por su desempeño, en esa fecha, como Oficial de

Semana en la Batería de Instrucción del Grupo de Artillería

161.

Además , en violación a lo mandado por el

art. 229 del C.J .M., no se dio lectura total al procesado

de lo actuado a fs. 90 /93, de cuyo tenor CANEVARO tuvo un

conocimiento parcial al no constar que abarcase la redac-

ción del añadido, gravoso para él, hecho en la última parte

del acto.

VIII . La afectación -no susceptible de

convalidación - de intereses tutelados , luce también en la

declaración indagatoria de Carlos Ricardo SANCHEZ, de fs.

73/74 , en la que se ven conculcados principios rectores del

proceso al pedírsele la ratificación o rectificación de ex-

posiciones anteriores vertidas bajo juramento , sin habérse-

lo relevado previamente del compromiso de ser veraz. Ello

importa una coacción moral que invalida los dichos así pres-

tados por quien, sospechado de ser autor o cómplice de los

hechos que se trataba de esclarecer, se vio de tal suerte

obligado a declarar , vigente su juramento de decir verdad.

Por ello, contrariado el art . 18 de la Constitución Nacio-

nal, la nulificación del acto se impone.

IX. Siendo las declaraciones indagatorias

de los encausados ( art. 312 del C . J.M.) un presupuesto nece-

sario de la prisión preventiva, la anulación de aquéllas

acarrea la nulidad de las medidas cautelares de fs. 95 y

fs. 75 ( ya írritas de por sí, por carecer de fundamentación

eDil, fi el

de su or_ ^. visa.
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B-JETTOS A_ :5. 4-b OTJN(ii .3e 199 ir.
alguna acorde lo dispone el art. 313 del ordenamiento cita-

do).

X. La invalidación de tales actos esencia-

les del procedimiento , obsta a la regular progresividad de

la causa por cuanto , perdida su eficacia, afecta la vali_ 2z

de todos los posteriores por ellos determinados, y de los

que dependen específica e íntimamente.

Serán por consiguiente nulos , por su rela-

ción causal con los actos tenidos por írritos en el punto

IX todos los cumplidos a partir de fs. 75 (salvedad hecha

de las declaraciones testimoniales receptadas en el sumario

fs. 77 / 78 vta., 79/80 , 81/82 , 83/85 , 86/89 , 96/98, 105/108,

109/110, 111/112, 113/114, 115 y 116 /117 ), es pecialmente la

diligencia de elevación e informe de fs . 119/120, los dictá-

menes de fs . 121/122 y 127, la Resolución de elevación a

plenario de fs. 128 y de todo lo actuado ante el Consejo de

uerra Permanente para Jefes y Oficiales de las Fuerzas Ar-

madas desde fs. 130.

XI. Lo dicho, importa retrotraer la causa

al estado de sumario , debiendo el mencionado Consejo de Gue-

rra arbitrar la vía necesaria para su cumplimiento , a efec-

tos de que el señor Juez de Instrucción Militar, con estric-

to ajuste a las normativas del Código de Justicia Militar,

proceda a recibir, si fuere el caso , nuevas declaraciones

indagatorias, decretando en consecuencia las medidas caute-

lares que estime puedan corresponder.

Sin perjuicio de ello, adviértese al se-

ñor Juez Instructor que deberá extremar el respeto a las


(ldmaga ácisNal res w&'¿x final

formas sustanciales del procedimiento militar, observar el

orden histórico estricto y correlativo en la agregación de

las piezas del sumario, y lo dispuesto en el art. 162 del

C.J.M. en las notificaciones, así como realizar todas aque-

llas medidas que repute pertinentes para el logro del fin

último del proceso (art. 181 del C.J.M.).

Por todo lo dicho y en mérito al derecho

invocado, el Tribunal,

RESUELVE:

I. DECLARAR LA NULIDAD de lo obrado a

fs. 137 por el señor Presidente del Consejo de Guerra Perma-

nente para Jefes y Oficiales de las Fuerzas Armadas y, en

su virtud, lo actuado por el señor Juez de Instrucción Mili-

tar a fs. 138/153; y, asimismo, DECLARAR LA NULIDAD de

las declaraciones indagatorias de Ignacio Rodrigo CANEVARO

y Carlos Ricardo SANCHEZ de fs. 90/93 y fs. 73/74, respecti-

vamente, y de todo lo actuado en su consecuencia (Consi-

derandos IX y X).

II. DISPONER que los detenidos queden a

disposición del señor Juez de Instrucción Militar, quien

proveerá lo que corresponda.

Regístrese, notifíquese y vuelva al Conse-

jo de Guerra Permanente para Jefes y Oficiales de las Fuer-

zas Armadas a sus efectos (Considerando XI).

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