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APUNTES DE CARTOGRAFIA

FRANCISCO ANTONIO HANSEN ALBITES

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CONTENIDO

INTRODUCCION

CONCEPTOS BASICOS

CARTOGRAFIA

PRODUCTOS CARTOGRAFICOS

PLANOS
MAPAS
CARTAS
SECCIONES
MODELOS
GLOBOS

ETAPAS DEL QUEHACER CARTOGRAFICO

DISEÑO
COMPILACION
EDICION
REPRODUCCION
ANALISIS
USO

MAPAS

NATURALEZA
OBJETIVOS INTRINSECOS DE LOS MAPAS
FUENTES DE INFORMACION
Fuentes Primarias
Fuentes Secundarias

CONTENIDO DE LOS MAPAS

CARTOGRAFOS
Geocartógrafos
Topocartógrafos
Aerocartógrafos
Técnicos cartográficos

CIENCIAS Y TÉCNICAS ASOCIADAS A LA CARTOGRAFÍA


Geografía
Geomorfología
Geodesia y Topografía
Fotogrametría y Fotointerpretación
Diseño grafico
Matemáticas
Computación

BREVE BOSQUEJO HISTORICO

CLASIFICACION DE MAPAS

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Clasificación por la escala
Clasificación por nivel de información
Clasificación por el sistema de producción
Clasificación por el propósito del mapa
Clasificación conforme a la precisión
Clasificación de acuerdo con el origen
Clasificación por la forma de presentación
Clasificación por el tipo de información

CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS DE LOS MAPAS

Vista vertical
Escala
Fracción representativa
Escala grafica
Escala declarada
Selección
Generalización
Simbolización
Simplicidad
Pequeñez
Distintividad
Facilidad de dibujo y manejo
Énfasis
Titulación, rotulación y tipografía

SISTEMAS DE COORDENADAS
Sistema curvilíneo o geográfico
Primer nivel de aproximación
Segundo nivel de aproximación
Tercer nivel de aproximación
Cuarto nivel de aproximación

Sistema rectangular
Usos del sistema rectangular
Determinación de coordenadas
Determinación de distancias
Determinación de direcciones
Áreas por coordenadas

CLAVES CARTOGRAFICAS

SISTEMAS DE REFERENCIA GEOGRAFICA


Conceptos sobre Dátum
Dátum horizontal; el NAD27 y el ITRF92
Conceptos sobre Elipsoide y Geoide

El Dátum vertical. Nivel medio del mar.

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PROYECCIONES CARTOGRAFICAS

Requisitos de las proyecciones

Mantenimiento de la escala

Factor de Escala
Preservación de áreas
Conservación de formas
Exactitud en las direcciones

Tipos de proyecciones

Proyecciones cilíndricas
Proyecciones cónicas
Proyecciones acimutales (o cenitales)

LA PROYECCIÓN UNIVERSAL TRANSVERSA DE MERCATOR (UTM)

FOTOGRAFIAS AEREAS Y MAPAS


Características de las fotos.
Testigos fieles.
Escala.
Propiedades métricas.
Proyección central.
Tonos continuos.
Cubrimiento.
Relieve.
Distorsiones.
Identificabilidad.
Informacion indiscriminada.
Informacion incompleta.
Fotointerpretabilidad.
Digitabilizidad

Comparación entre fotografías aéreas y mapas

Puntos de coincidencia
Escala
Vista vertical
Propiedades métricas
Cubrimiento
Relieve
Identificabilidad
Falta de información
Interpretabilidad

Puntos de discrepancia
Fidelidad
Discriminabilidad
Titulación y rotulación
Proyección
Continuidad tonal
Distorsiones

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Coordenadas

IMAGENES DE SATELITE

FORMAS DE REPRESENTACION DEL RELIEVE

Topoformas en perspectiva
Hachurado
Curvas de nivel
Características de las curvas de nivel
Interpretación y uso de las curvas de nivel
Sombreado plástico
Tintes hipsométricos
Combinaciones
Modelos tridimensionales
Modelos digitales de elevación

NOCIONES SOBRE CARTOGRAFÍA AUTOMATIZADA

CARTOGRAFÍA Y SISTEMAS DE INFORMACION GEOGRAFICA

Los enfoques de SIG

El enfoque cartográfico
El enfoque de base de datos
El enfoque de análisis espacial

RELACIÓN ENTRE SIG Y CARTOGRAFÍA

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APUNTES DE CARTOGRAFÍA

Francisco Hansen A.

INTRODUCCION

Estos apuntes se presentan como una contribución del autor al conocimiento de la Cartografía en
nuestro medio, tratando con ello de contribuir a resolver la falta de literatura y documentación en nuestro
idioma sobre el tema. Resume en mucho el contenido de algunos cursos que se ofrecieron e impartieron
por el autor a personal de la DGG del INEGI en otras acasiones

No se pretende ser exhaustivo ni cubrir la gran cantidad de conceptos que se manejan en la práctica
cartográfica, ni mucho menos imitar a los grandes cartógrafos como Raisz, Robinson y más recientemente
Morrison, por mencionar unos cuantos, que en otras lenguas han escrito verdaderos documentos para el
conocimiento y práctica de la Cartografía. Más bien se ha tratado de hacer mención de algunos conceptos
básicos, de llamar la atención sobre algunos detalles de interés, de lo que a menudo no se escribe mucho,
pero que son significativos, ello acompañado de algunos ejemplos de aplicación que el autor estima
pueden ser de utilidad.

Algunas cosas que se estiman nuevas son la clasificación de mapas conforme a diferentes puntos de vista,
y el tratamiento de las fotografías aéreas como insumos fundamentales que permiten una práctica
cartográfica acorde con las actividades que sobre la materia se emplean y se seguirán empleando en la
mayor parte del mundo. En este sentido, se incluye la caracterización de las fotografías, y su comparación
con los mapas, dese el punto de vista de las semejanzas y diferencias entre aquellas y éstos. Sin embargo,
no dejan de tratarse los sistemas de Percepción Remota como posibles sustitutos de la Fotografía Aérea,
lo que se estima se logrará en relativamente poco tiempo.

No se ha tratado de ir a detalle sobre la Cartografía Asistida por Computadora, ya que se ha tratado de


evitar publicitar determinados productos y se estima que ello puede ser cubierto por la literatura existente
sobre la temática y contenida en los sistemas de software y artículos abundantes en Internet. Las
referencias al respecto en estos apuntes son de carácter muy indicativo y general.

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Se ha hecho igualmente una breve referencia a los sistemas de información geográfica y su relación con la
cartografía desde el punto de vista un tanto conceptual. Mucho de lo que se trata en estos apuntes es
producto de varias décadas de experiencia sobre el tema y de lo que ha podido percibirse por la actuación
del autor como colaborador de la Dirección General de Geografía del INEGI. Ello explica la continua
referencia a esta Institución en el cuerpo de los apuntes.

Los errores que aparezcan en este trabajo son única y exclusivamente de la responsabilidad del autor.

Finalmente, se espera que este trabajo pueda contribuir en algo al conocimiento y a despejar dudas sobre
la esencia y práctica de la Cartografía.

Aguascalientes, febrero de 2008

CONCEPTOS BASICOS

CARTOGRAFIA

Se considera a la Cartografía como el arte, ciencia y técnica de hacer mapas y el estudio de éstos
como documentos científicos y obras de arte. Esta es la definición clásica adoptada durante mucho
tiempo, dada originalmente por la Asociación Cartográfica Internacional (ICA). Durante la 17ava.
Asamblea General de esta Asociación, celebrada en Barcelona, España en septiembre de 1995, se adoptó
una nueva definición, que se expresa en los siguientes términos: Cartografía es la disciplina que trata
sobre la concepción, producción, difusión y estudio de los mapas. En relación con la primera de estas
definiciones, el diagrama de la figura 1 establece la relación funcional de los tres aspectos considerados
en la definición.

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C A R T O G R A FI A

ARTE CIENCIA TECNICA

MAPAS

Figura 1

El hecho de incluir los tres aspectos, arte, ciencia y técnica, representa una solución de compromiso
en la definición, ya que dentro del mundo cartográfico hay quienes favorecen y defienden una
determinada corriente de pensamiento en el sentido de que la cartografía es fundamentalmente un arte.
Para otros, en la cartografía todo es científico y muy poco hay de artístico, y para un tercer grupo, es más
que todo una técnica, considerada ésta como el conjunto de procedimientos asociados a un arte o ciencia.
Los defensores del primer concepto aducen que con el fin de crear un mapa es necesario poseer un cierto
sentido artístico para balancear la información representada, situar adecuadamente los rótulos, utilizar los
colores, dibujar las líneas. Para el cartógrafo-artista la presentación del mapa es lo esencial y la
información en sí es secundaria; sus productos tienen un carácter pictórico fundamental. En el polo
opuesto, los cartógrafos-científicos defienden con celo la idea de que es necesaria una base científica para
la creación de un mapa: matemáticas, geodesia, física, electrónica, etc.; sus productos son muy precisos, a
veces en extremo y en ocasiones difíciles de interpretar en términos de la información contenida. En el
caso de los cartógrafos puramente técnicos, para producir un mapa basta con seguir una tecnología
establecida, sin que sea necesario conocer su fundamento.

Un poco de reflexión puede conducir a la conclusión de que favorecer una sola corriente de
pensamiento constituye una idea equivocada, ya que en la realidad y como se tendrá oportunidad de
reconocerlo más adelante, los tres aspectos concurren en la producción de mapas: la ciencia en lo que
respecta a los sistemas de producción, para la determinación de relaciones espaciales y para la definición
de parámetros en la información, el arte como elemento esencial para efectos de presentación, y la técnica,
que viene en apoyo de las otras dos.

Por lo tanto, la definición de cartografía inicialmente expresada, es una definición racional


perfectamente aceptable, en la que los aspectos científicos, artísticos y tecnológicos son concurrentes y no
deben ser perdidos de vista.

Por otra parte, se ha considerado conveniente incluir en la definición el estudio de los mapas como
documentos científicos y obras de arte. Desde el punto de vista del interés general puede ser más
importante el aspecto científico traducido en consideraciones sobre al producción y evaluación de la
información contenida, su uso y aprovechamiento racional.

La segunda de las definiciones merece cierto comentario: en primer lugar, hace de la cartografía una
disciplina, entendida ésta como una rama del conocimiento que desemboca en un conjunto de reglas y
métodos aplicables a una determinada actividad. En segundo término, la definición tiene una orientación
hacia los procesos involucrados en la actividad cartográfica, desde la concepción, hasta el empleo de los

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mapas. Esta nueva definición procura ser suficientemente comprensiva y trata de evitar la aparente
confrontación entre los aspectos científicos, artísticos y técnicos.

PRODUCTOS CARTOGRAFICOS

Conforme a la definición, el objetivo inmediato y primario de la cartografía es hacer mapas. Con el


fin de generalizar un poco más el concepto, se hará una exposición de los diversos tipos de productos
cartográficos, a fin de centrar la atención sobre sus posibles variedades, conforme se indica en la figura 2:

MAPAS

PLANOS CARTAS

PRODUCTOS
CARTOGRAFICOS

GLOBOS SECCIONES

MODELOS

figura 2

PLANOS

Son documentos de información gráfica relativos a un aspecto específico de la misma, usualmente


referidos a proyectos de ingeniería o a información especializada, dibujados a escalas grandes y
normalmente referenciados en un sistema local de coordenadas cartesianas, cubriendo extensiones
relativamente reducidas.

MAPAS

Documentos de información gráfica relativa a toda o una parte de una superficie real o ideal, que
contiene información seleccionada, generalizada y simbolizada, sobre una cierta distribución espacial de
un área grande, usualmente la superficie terrestre. La información es de carácter general y se presenta en
escalas relativamente reducidas con referencia a un sistema de coordenadas universal.

La anterior es la definición que se ha manejado con mayor generalidad. Como en el caso de la


cartografía, la 17ava. Asamblea General de la ICA emitió una nueva definición de mapa como una
imagen simbolizada de la realidad geográfica que representa detalles o características seleccionados, el
cual resulta del esfuerzo creativo del su autor a través de la ejecución de sus preferencias y que se
diseña para ser utilizado cuando las relaciones espaciales son de relevancia primaria.

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Posteriormente se tendrá la oportunidad de discutir con mayor detalle algunos aspectos de la primera
definición. Por ahora, puede ser interesante señalar que las diferencias básicas entre planos y mapas son
las que se relacionan a continuación en la figura 3.

PLANOS MAPAS

- Contienen información específica - Contienen información general

- Son de escalas grandes - Son de escalas relativamente chicas

- Generalmente están en un sistema - Están en un sistema universal de


local de coordenadas coordenadas

- Cubren áreas reducidas - Cubren áreas grandes

- No toman en cuenta la curvatura - Consideran la curvatura terrestre


terrestre

- Procesos de producción sencillos - Procesos múltiples y bastante


complicados

- Administración simple - Requiere de un sistema complejo


de administración
Figura 3. Comparación entre planos y mapas

CARTAS

En el medio mexicano se ha acostumbrado hacer del término carta sinónimo de mapa. En el medio
cartográfico universal la diferencia entre carta y mapa está en el carácter específico de la información
contenida en las cartas, orientada a la satisfacción de determinadas necesidades. En el mapa, la
información es de índole general, de interés para la mayoría de los usuarios; en la carta, la información es
de carácter especializado, de interés para determinados usuarios. Fuera de esto, las características de las
cartas son las mismas.

Tanto en el caso de plano, como de mapas y cartas, la información es de vista vertical, como si fuera
observada desde una plataforma elevada.

SECCIONES

Constituyen representaciones gráficas de la información geográfica vista horizontalmente, sobre


algún detalle de interés, a lo largo de un cierto alineamiento y a una escala relativamente reducida.
Ejemplo de este caso son las secciones que se elaboran para mostrar la distribución de las rocas hasta una
cierta profundidad (secciones geológicas, figura 4), o bien las secciones que se dibujan para mostrar la
distribución de la orografía a lo largo de una cierta alineación de interés, figura 5.

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En todos los casos vistos hasta el momento, la característica común es la de una representación
bidimensional, proyectada sobre una superficie plana.

MODELOS

Constituyen una representación gráfica de información en tres dimensiones, vista en perspectiva, a


una escala muy reducida. El modelo puede ser en forma de maqueta, o bien simulando en un plano la
tercera dimensión, ya sea por técnicas manuales o con programas de computadora. La figura 6 en la
siguiente página es un ejemplo de modelo y del aspecto que tiene cuando sale de una computadora. La
elaboración de estos modelos requiere normalmente la existencia previa de mapas, cartas, e inclusive
secciones, de los que se deriva la información necesaria para elaborarlos. En la actualidad, este tipo de
productos se deriva mayormente del tratamiento computacional de modelos digitales de elevación.

GLOBOS

Son esferas de diversos materiales sobre las cuales se ha impreso información geográfica general de
toda la Tierra a una escala extremadamente reducida. Han caído en desuso y fuera de su carácter
decorativo tienen pocas aplicaciones prácticas; por ejemplo, con fines didácticos y en los centros de
investigación sísmica para determinación de epicentros de temblores.

A estos tipos se podrían agregar los mapas o cartas de vista horizontal, los que constituyen
proyecciones sobre un plano vertical de un cierto conjunto de detalles de información; por ejemplo cartas
geológicas de zonas localizadas en terreno muy abrupto. No son lo mismo que las secciones.

Algunos términos empleados hasta el momento, tales como escala y sistemas de coordenadas, serán
tratados con mayor profundidad más adelante.

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ETAPAS DEL QUEHACER CARTOGRAFICO

La elaboración y utilización de todo producto cartográfico requiere necesariamente de un proceso


general ordenado que sigue las etapas indicadas en la figura 7.

Las etapas así indicadas están sumamente generalizadas y debe reconocerse el hecho de que en los
aspectos específicos dentro de un sistema de producción establecido, se pueden definir con mayor detalle
etapas, subetapas, actividades, subactividades y tareas.

Puede notarse en el cuadro que se definen cuatro etapas fundamentales; planeación, producción,
evaluación y retroalimentación, las cuales siguen una secuencia lógica y están asociadas con las etapas de

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diseño, compilación, edición y reproducción, análisis y uso. Normalmente y hasta ahora, el proceso se
detiene en lo que erróneamente se ha considerado la etapa final, la reproducción, o sea el momento en que
el producto cartográfico sale de las prensas y se pone a disposición de los usuarios. La relativa falta de
una cultura cartográfica y el desconocimiento de la existencia de los productos dan lugar a que éstos se
acumulen en las bodegas y a que su utilización sea muy limitada. Por esta razón, es que se incluye dentro
de las etapas del quehacer cartográfico el análisis y uso de los productos por parte de los usuarios, lo que
dentro del mismo quehacer permite, a través de una adecuada retroalimentación, revisar los criterios de
diseño y reiniciar el ciclo.

DISEÑO

Esta es la etapa en que se planea el mapa y en la que tienen que tomarse decisiones serias en cuanto a
los objetivos y propósitos del mismo, de modo que éstos puedan ser razonablemente satisfechos. En esta
etapa se tiene que definir:

* La naturaleza, nivel y volumen de la información,


* Cómo se va a mostrar la información,
* La escala de publicación,
* El formato de presentación y área de cubrimiento,
* El o los sistemas de coordenadas por emplear,
* La simbología y tipografía que se utilizarán,
* Los colores por emplear,
* En qué proyección estará el mapa o mapas,
* Normas y especificaciones,
* Requisitos previstos de actualización,
* Sistema de producción,
* Posibilidades de utilización,
* Modificaciones que se puedan hacer sobre la marcha,
* Costos y presupuestos,
* Aspectos administrativos varios.

Esta planeación o diseño debe ser hecho con el mayor cuidado y de ello deben estar a cargo
cartógrafos experimentados, ya que una vez tomadas las decisiones, dada la magnitud de la labor, resulta
muy difícil y costoso hacer cambios. Una de las cosas que se piden de los productos cartográficos es la
uniformidad general; los cambios en el diseño deberán hacerse sólo cuando una adecuada
retroalimentación que tenga en cuenta las necesidades de los usuarios los justifique.

COMPILACION

Una vez que se ha hecho el diseño, da principio la fase de producción, la cual se inicia con al etapa
de compilación, dentro de la cual se consideran varias subetapas y actividades. El término compilación
significa "recopilación de la información", y en general está constituida por todas aquellas actividades
orientadas a generar, captar, extraer, integrar, reunir datos y organizarlos en información con base en los
criterios de diseño previamente establecidos. En este sentido, en el caso de la actividad geográfica en la
mayoría de las organizaciones cartográficas, las operaciones de toma de fotografías aéreas y adquisición
de imágenes satelitales, apoyo geodésico y topográfico, procesos fotogramétricos y recopilación de
información toponímica y de clasificación de detalles para la producción de la carta topográfica,
pertenecen en conjunto a la etapa de compilación.

Buena parte de estas actividades requieren de trabajo de campo y otras, como las referidas a
procesos fotogramétricos son estrictamente de gabinete. La secuencia es, en términos generales, la
indicada anteriormente; a esto se pueden agregar las técnicas y actividades de fotointerpretación para la
producción de cartografía temática, y dentro de lo más sofisticado de la época actual, el tratamiento

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digital de imágenes por percepción remota y el desarrollo de los modernos sistemas de información
geográfica.

EDICION

Una vez que se ha completado la etapa de compilación, el proceso continúa con la etapa de edición,
la cual está orientada a la ejecución de todas aquellas operaciones tendientes a dar al mapa su
presentación final. Lo mismo que en el caso del editor de un libro que recibe un borrador para su
publicación, (información compilada), el editor cartográfico recibe los productos de la compilación y se
encarga a continuación de procesar la información para su presentación final. Esto incluye
tradicionalmente la adopción de técnicas fotográficas asociadas a las artes gráficas, de dibujo y grabado,
separación de colores, tipografía y simbología, y el ejercicio de los criterios de selección y generalización,
que se verán más adelante. Es en esta etapa que con la ayuda de ciertas técnicas se ejerce el aspecto
artístico de la cartografía, a diferencia de la compilación, en la que predomina el aspecto científico. Por
otra parte, hoy en día, mucho del trabajo de edición se hace con sistemas automatizados apoyados en lo
que se denominan sistemas CAC o de cartografía asistida por computadora.

REPRODUCCION

Al terminar la etapa de edición, se pasa a la de reproducción, en la que sobre la base de ciertas


técnicas específicas, el material editado es reproducido en su forma final de presentación en papel.
Normalmente se emplea el sistema offset de impresión. El proceso de producción termina con esta etapa y
el mapa está entonces a disposición del usuario. En la actualidad, es posible también generar
presentaciones en formato digital, contenidas en diversos medios, ópticos o magnéticos, para ser
desplegados en pantalla de computadora, así como obtener originales para efectos de impresión en papel

ANALISIS

En esta etapa, se pretende juzgar la validez de la información cartográfica presentada, desde el


punto de vista de su adhesión a las normas y especificaciones adoptadas en el diseño, para lo cual se
pueden establecer sistemas de control de calidad, y también desde el punto de vista de los usuarios que la
han utilizado y pueden dar opiniones respecto a su bondad. Mediante encuestas entre los usuarios es
posible detectar el nivel de utilidad de los productos y ya sea en forma independiente o en conjunto con
los resultados del control de calidad, retroalimentar en primera instancia al sistema de producción, y
eventualmente adoptar modificaciones a los criterios de diseño.

USO

Para que cumpla con los propósitos y objetivos planteados, la información debe ser usada. Esta
etapa, como es natural, ya no depende del todo de la institución cartográfica, sino del usuario. Sin
embargo, sí puede considerarse como de responsabilidad institucional la orientación y el fomento del uso,
lo que se procura implementar mediante seminarios o cursos externos de capacitación, programas de
promoción y difusión, distribución de los materiales cartográficos y la elaboración de ejemplos de
utilización. Esta etapa está ligada a la de análisis y en conjunto y a través de los resultados obtenidos por
el uso, se retroalimenta al diseño, reiniciando el ciclo para el mejoramiento de los productos o la
generación de versiones o productos nuevos.

MAPAS

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NATURALEZA

Los mapas son los productos cartográficos por excelencia. Volvamos por un momento a la definición
expresada en párrafo anterior, la cual requiere de cierta discusión con el objeto de captar a cabalidad la
naturaleza de los mapas.

- En primer lugar, los mapas son descripciones, o documentos de información gráfica, lo que los
distingue de cualquier otro tipo de descripción, escrita, verbal o de otra naturaleza.

- La información representada se refiere a toda o a una porción de una superficie física, real o
ideal. Esto indica que los mapas no están limitados a la representación de la superficie terrestre,
que en este caso es una superficie física real, sino que su acción se extiende a la representación de
superficies ideales. Las cartas socioeconómicas por ejemplo, aún cuando están sobre una base
cartográfica de referencia, representan información intangible, fenómenos sociales y económicos
que por sí mismos no tienen forma o color, pero que en la carta lo adquieren. Otro ejemplo puede
ser el de las cartas geomagnéticas en las que se representan uno o varios parámetros del
magnetismo terrestre; intensidad del campo, declinación e inclinación magnéticas. Todos ellos son
parte de un fenómeno que no se ve o se siente directamente, pero que son susceptibles de medida,
análisis y representación gráfica. Así, los mapas de isógonas (mapas de declinación magnética),
conforman una superficie ideal representativa del fenómeno de interés.

En términos generales, puede decirse que cualquier elemento o conjunto de elementos de


información que sean susceptibles de ser representados gráficamente, pueden dar origen a un
mapa. Siendo tan extensa la diversidad de fenómenos, la variedad de mapas es prácticamente
inagotable y está limitada solamente por la imaginación.

- Los mapas contienen información selectiva, generalizada y simbolizada. A reserva de discutir


estos aspectos con mayor extensión, baste decir por ahora que en lo que respecta a selección, la
información por mostrar es discriminada con el objeto de que en el mapa aparezca solamente
aquella que es necesaria e importante para los propósitos del mismo. En relación con la
generalización, la información se presenta conforme a las limitaciones impuestas por la escala, lo
que quiere decir que las formas reales de los detalles son imposibles de reproducir con toda
fidelidad, por lo que se hace necesario generalizarlas. Finalmente, el uso de símbolos es
característico de los mapas, debido a que para efectos de presentación, interpretabilidad y
uniformidad, todos aquellos detalles que tienen características comunes, aunque posean diferencias
individuales menores en cuanto a forma y dimensiones, son englobados en una forma única e ideal
de representación, constituida por un símbolo.

- La información representada corresponde en los mapas a una distribución espacial de los detalles
(en dos o tres dimensiones), sobre un área relativamente extensa. Esta área es muy frecuentemente
la superficie terrestre, aunque ya hay mapas de la superficie lunar y de algunos planetas. Esta
superficie es la base sobre la cual se ubican en posición los diferentes detalles de información.

- Cuando se dice que la información es de carácter general, significa que corresponde a un cierto
nivel de detalle concordante con la escala y con los criterios definidos en el diseño. Esto quiere
decir que los mapas tienen limitaciones en cuanto al volumen de información representada, la que
en toda instancia es aquella que según el diseño constituye lo fundamental e importante para los
propósitos del mapa.

- La presentación de los mapas se hace en escalas relativamente reducidas, lo que representa una
necesidad obvia. La reducción en escala permite la observación inmediata de grandes extensiones
sin mayor esfuerzo, y facilita el uso y manejo de la información.

- Los mapas están usualmente referidos a un sistema universal de coordenadas, lo que se hace para
efectos de ubicación y darles características métricas a los mismos.

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OBJETIVOS INTRINSECOS DE LOS MAPAS

Independientemente de los objetivos particulares especificados para un mapa o serie de mapas en


términos de la satisfacción de las necesidades de información y en función de su utilización proyectada,
los mapas tienen ciertos objetivos propios y comunes:

1. Permitir una visión de conjunto de los diferentes detalles representados. Esto es sumamente
importante, por cuanto de dicha visión global se pueden de inmediato formular juicios acertados
sobre la naturaleza del área representada. Compárese, por ejemplo, la descripción gráfica contra
una descripción escrita, la que dentro del mismo nivel de información, puede resultar muy extensa;
requiere de una lectura ordenada que lleva tiempo, además del necesario para analizar, sintetizar y
hacer juicios adecuados. Con el mapa no ocurre esto, pues el objetivo de proporcionar una visión
de conjunto resulta decididamente más efectivo y rápido que con cualquier otra forma de
descripción.

2. Permitir un conocimiento generalizado del área representada en términos de su ubicación y de


los detalles de información contenidos. Ya se expresó con anterioridad esta característica al
discutir el hecho de que la información es de carácter general y que por lo tanto, los mapas tienen
limitaciones.

3. Permitir la asociación, dentro de los diferentes elementos de información, de aquellas


características por las cuales se pueden establecer juicios válidos sobre otras características no
explícitamente definidas. Por ejemplo, en un mapa en el que se observa un área relativamente
plana, con predominio de áreas cultivadas, muchos pozos, cruzada por una red de canales y con
una buena red de caminos, conduce de inmediato a la idea de un área de producción agrícola
intensa dotada de un sistema de riego, y por lo tanto, de un área económicamente desarrollada.
Otro ejemplo: un área con abundancia de corrientes superficiales de régimen perenne, sugiere la
existencia de suelos impermeables, con pocas probabilidades de existencia de fuentes de agua
subterránea.

4. Permitir el conocimiento de la distribución espacial de los diferentes detalles representados, los


que deben estar lógicamente relacionados. Esto es importante, ya que constituye la base, en
términos de observación, en que se apoya el análisis y formulación de juicios.

5. Permitir la realización de medidas sobre el mapa. En este sentido, se dice que los mapas tienen
características métricas, lo que hace posible, dentro de ciertos límites de aproximación, determinar
distancias, orientaciones, alturas, áreas, perímetros, volúmenes, perfiles, pendientes y posiciones
geográficas.

FUENTES DE INFORMACION

Durante la etapa de compilación es necesario recurrir a diferentes fuentes de información, las que
pueden ser de distinta naturaleza, como se indica en la figura 8 a continuación.

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Fuentes Primarias

Estas son las más importantes y usadas con mayor frecuencia en la elaboración de mapas nuevos,
donde no existe información previa, o donde ya no se puede confiar en la existente.

La primera fuente primaria está constituida por las relaciones históricas de viajeros y exploradores.
Esta es una fuente que en la época actual ha caído en desuso, pero que fue muy utilizada en tiempos
pasados, cuando no era posible recurrir a las otras dos fuentes apuntadas. No debe dejar de reconocerse
sin embargo, la magnitud de la contribución a la cartografía de personalidades como Marco Polo,
Humboldt y Cook, por sólo mencionar algunas.

Una fuente primaria muy importante está representada por los levantamientos de campo, geodésicos
y topográficos, constituidos por triangulaciones, poligonales geodésicas y topográficas, trilateraciones,
nivelaciones de distinta índole, observaciones astronómicas, mareográficas, gravimétricas, geomagnéticas,
y en los últimos tiempos las técnicas de interferometría y la geodesia satelital, en particular dentro de esta
ultima, el sistema de posicionamiento global o GPS, como se le conoce universalmente y que ha
desplazado a la mayoría de las técnicas tradicionales. Dentro de los levantamientos de campo se
encuentran también los dedicados a la recopilación toponímica (nombres geográficos) y de clasificación
de detalles, así como los levantamientos de información relacionados con recursos naturales en el caso de
cartografía temática.

Fuente muy importante en la actualidad es la constituida por imágenes obtenidas a través de sensores
remotos. El término se refiere a cualquier medio físico sensible por el cual se puede obtener información a
distancia. El caso clásico es la fotografía aérea, en la que la cámara y la película constituyen el sistema
sensor al cual llega la radiación luminosa dentro de ciertos márgenes del espectro electromagnético,
proveniente de objetos situados a distancias apreciables, radiación que queda impresa en la película aérea.
Otros tipos de percepción remota responden a la radiación ultravioleta, infrarroja, de radar y microondas,
las cuales ya tienen una buena cuota de explotación cartográfica en los tiempos actuales.

Fuentes Secundarias

Este tipo de fuentes se emplea predominantemente en la elaboración de mapas derivados o en la


actualización de los existentes.

La más importante de las fuentes secundarias de información está representada por los mapas ya
existentes, de los cuales se puede extraer información para la generación de otros mapas, normalmente a
una escala más reducida. Por ejemplo, la carta topográfica del INEGI a la escala de 1:250,000 se elabora

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normalmente a base de la información existente en la cartografía de la misma institución a la escala de
1:50,000.

Otra fuente secundaria de información está constituida por libros, revistas, publicaciones
especializadas, artículos técnicos, datos estadísticos y socioeconómicos, etc., es decir, fuentes
documentales distintas a los mapas, que pueden y deben utilizarse, sobre todo en la elaboración de ciertas
cartas temáticas o de información especializada.

El uso de fuentes secundarias no excluye el empleo de fuentes primarias donde éstas son
convenientes y viceversa. La actualización topográfica puede requerir por ejemplo de nuevas fotografías
aéreas y de visitas de campo. La elaboración de la carta topográfica del INEGI a la escala de un millón
hizo uso de toda la información disponible; cartografía del Instituto a las escalas de 1:50,000 y 1:250,000,
cartas de otras instituciones, fotografías aéreas, imágenes de satélite y fuentes documentales diversas.

CONTENIDO DE LOS MAPAS

En lo general y si se habla por ejemplo de los mapas topográficos, se dan dos tipos fundamentales de
información: Información física e información cultural.

En el primer caso, se tiene aquella información referida al medio físico, tal como la orografía y la
hidrografía, que representan detalles geográficos cuya característica es la estabilidad en el tiempo; es
decir, no sufren cambios apreciables a lo largo del tiempo, excepto en el caso de grandes cataclismos o
fenómenos naturales, tales como grandes terremotos, inundaciones y causas diversas que cambian el curso
de los ríos. Por esta característica de estabilidad es que la información física no requiere de mucha
actualización.

Por su parte, la información cultural se refiere a todos aquellos detalles en los que interviene la mano
del hombre y que en su conjunto forman parte de la infraestructura asentada sobre la superficie terrestre.
Caminos, vías de comunicación en general, presas, canales, áreas urbanas, casas aisladas, estructuras
diversas, etc., forman parte de este tipo de información, que a diferencia de la información física, se
caracteriza por su temporalidad, ya que en términos relativos sufre de cambios continuos que requieren de
esquemas de actualización con una determinada periodicidad definida en la fase de diseño.

Una situación similar se da en el caso de la cartografía temática de recursos naturales; hay una cierta
componente de información física que no cambia con el tiempo y que se puede extender al tema objeto de
la carta. Por ejemplo, la información geológica y la de suelos o edafología es bastante permanente, en
tanto que por ejemplo, el uso del suelo es uno de los temas que presenta mayores proporciones de
modificación en el contexto temporal.

CARTOGRAFOS

Los cartógrafos son en general aquellos que se dedican a hacer mapas. Es conveniente sin embargo
establecer algunas formas de diferenciación entre los mismos, de acuerdo con sus actividades. Conforme a
la clasificación establecida por E. Raisz, se tienen los siguientes tipos:

Geocartógrafos
Topocartógrafos
Aerocartógrafos
Cartotécnicos

Geocartógrafos

Son personas que tienen un entrenamiento fundamental en geografía. Investigadores de fenómenos y


relaciones geográficas, utilizan la cartografía como una herramienta complementaria de su trabajo, útil
para representar los resultados de sus estudios; están más que todo interesados en la elaboración de mapas
especiales a escalas pequeñas. Dentro del quehacer cartógrafico pueden estar ubicados en la fase de
diseño.

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Topocartografos

Su base de conocimiento se ubica en ingeniería civil, topográfica o geodésica; su interés principal


está en la elaboración de mapas a escalas grandes y medianas. Dentro del quehacer cartográfico se les
puede situar dentro de la etapa de compilación en lo que respecta a los levantamientos de campo.

Aerocartógrafos

Se encargan de la transformación de fotografías aéreas en mapas; su trabajo está muy relacionado


con el de los demás, aunque estas personas están más que todo especializadas en fotogrametría y su
trabajo se ubica dentro de la etapa de compilación de gabinete.

Técnicos cartográficos

Este tipo de cartógrafo está entrenado básicamente en artes gráficas, procesos fotográficos, de
edición e impresión. Está encargado de las etapas de edición y reproducción.

La anterior clasificación representa el punto de vista particular de su proponente y se puede o no


estar de acuerdo con ella, sobre todo en el caso de los aerocartógrafos, representativos de una tecnología
específica que induce a considerar un aspecto un tanto particular de la producción como fundamental. Si
bien esto ha sido real durante mucho tiempo, la situación actual y el advenimiento de nuevas tecnologías
dan lugar a cambios en la concepción del papel que juegan los cartógrafos en el entorno de la disciplina
cartográfica y su relación con los modernos sistemas de información geográfica.

CIENCIAS Y TECNICAS ASOCIADAS A LA CARTOGRAFIA

El desarrollo de los conocimientos y criterios cartográficos se apoya en un conjunto de ciencias o


técnicas básicas, como se indica a continuación:

- Geografía,
- Geomorfología,
- Geodesia y topografía,
- Fotogrametría y fotointerpretación,
- Diseño gráfico,
- Matemáticas,
- Computación.

Geografía

La referencia es a la geografía física y analítica, no a la geografía descriptiva a la que normalmente


se está acostumbrado. Dentro de la cartografía es muy conveniente el conocimiento de las relaciones
geográficas fundamentales relativas a los aspectos físicos, ambientales y de interacción entre los mismos,
que permitan representaciones cartográficas adecuadas. En los tiempos modernos se hace mucho énfasis
en la necesidad de conocimientos relacionados con geografía cuantitativa, análisis geográfico y sistemas
de información geográfica.

Geomorfología

Es una rama de la geografía física dedicada al estudio de las formas terrestres, su origen y evolución.
Un fotogrametrista por ejemplo, puede observar las fotografías aéreas en tres dimensiones y apreciar las
diversas formas del terreno que se presentan, para ajustar con ello el trazo de las curvas de nivel, de modo
que representen con la mayor fidelidad las características del mismo. De igual modo, el conocimiento de

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la geomorfología es de gran ayuda en los estudios relacionados con aplicaciones temáticas de la
cartografía.

Geodesia y Topografía

En relación con la cartografía, la geodesia es una ciencia que sirve de apoyo a la ubicación de puntos
en el terreno para los efectos de posicionamiento geográfico y establecer el vínculo real de ubicación entre
el mapa y la superficie terrestre. La geodesia toma en consideración la curvatura terrestre, mientras que en
la práctica topográfica tradicional esto no es un requisito. Sin embargo, el nivel de los conocimientos en
topografía debe ser relativamente avanzado y extenderse por lo menos al campo de la geodesia elemental.
Estos conocimientos son evidentemente aplicables a la acción de los topocartógrafos mencionados
anteriormente.

Fotogrametría y Fotointerpretación

Poco conocidas a nivel general, son necesarias a diversos niveles para los llamados aerocartógrafos.
La Fotogrametría es fundamental para transformar fotografías aéreas en mapas y durante mucho tiempo ha
sido la base de la producción cartográfica. Es conveniente apuntar que al lado de los conocimientos
requeridos, se necesitan ciertas habilidades para el desarrollo del trabajo, tales como buena visión
estereoscópica y sensibilidad manual.

La fotogrametría tiene que ver con la producción de cartografía topográfica, mientras que la
fotointerpretación es una técnica fundamentalmente orientada a la producción de mapas temáticos
relacionados con ciencias de la tierra, y como su nombre lo indica, tiene que ver con la interpretación de
la información contenida en las fotografías aéreas a través de un conjunto de técnicas de análisis y síntesis
que ahora también se están aplicando a otras imágenes de percepción remota.

Diseño grafico

Muy útil para implementar la etapa de edición, es importante en lo que se refiere a hacer de los
mapas documentos atractivos para los usuarios.

Matemáticas

El nivel de conocimientos requeridos es variable, desde lo más elemental para la ejecución de


operaciones sencillas, pasando por los conocimientos de apoyo para topografía y fotogrametría, hasta los
más complicados en especialidades geodésicas, proyecciones cartográficas, fotogrametría avanzada,
ciertas aplicaciones en cartografía automatizada, y geografía cuantitativa. Sin embargo y desde el punto de
vista de la práctica normal, no es mucho lo que se requiere de matemáticas.

Computación

Las ciencias computacionales han tenido un sorprendente desarrollo que ha llegado a permear los
sistemas cartográficos y su producción. El entorno actual, con el desarrollo y explotación de sistemas de
cartografía automatizada o asistida por computadora, agrega el conocimiento y relativo dominio de los
sistemas computacionales a las necesidades básicas de todo cartógrafo.

Es evidente que la preparación cartográfica irá en paralelo con el grado de dominio y profundidad
que se adquiera en cada una de las ramas del conocimiento apuntadas.

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A continuación, se hará un breve paréntesis para incluir un breve bosquejo histórico relativo al
desarrollo de la cartografía, más que todo con el propósito de enriquecer los criterios y ayudar a centrar
las formas de pensar en relación con el tema general de la cartografía.

BREVE BOSQUEJO HISTORICO

Se aclara que se trata solamente de un ligero apunte histórico del desarrollo de la cartografía, por lo
que resulta evidente que en lo que sigue harán falta muchos detalles.

La primera representación cartográfica de que se tiene noticia como una forma de documento
impreso, es una tabla de arcilla con caracteres grabados que data del año 2800 a.C., encontrada en la
Mesopotamia Asiática, la cual constituye en esencia una carta catastral elaborada con fines impositivos.
Se sabe también de documentos similares muy antiguos en Egipto, la India y China.

Sin embargo, no debe pensarse que la cartografía nace con la tablilla mesopotámica; la realidad es
que el ser humano es un cartógrafo por naturaleza, poseedor de un cierto sentido que le lleva a tratar de
ubicarse dentro del medio físico. El aborigen más atrasado es capaz de orientarse y dar direcciones y
cuando se inclina para dibujar sobre el polvo caminos, ríos, lugares poblados, está haciendo cartografía.

La cartografía principió en la antigüedad a tener un carácter científico en la Grecia clásica, en la que


como parte de los estudios filosóficos se llegó a descubrir la forma aproximadamente esférica de la Tierra,
cuyas dimensiones se establecieron con una aproximación sorprendente dados los recursos técnicos con
que se contaba. Producto de la época y asociada con el anterior concepto fue la definición de los polos, el
ecuador y los trópicos, que dio lugar al desarrollo del sistema de coordenadas curvilíneo, constituido por
el conjunto de meridianos y paralelos, sistema que ha subsistido a través del tiempo, hasta nuestros días.
Se dice que fue Ptolomeo el creador de este sistema.

Durante la época romana se adoptaron los criterios desarrollados por el humanismo griego. Sin
embargo, la cartografía romana se caracterizó por tener una orientación decididamente utilitaria, desde el
punto de vista de la expansión del imperio. Los mapas romanos, fueron más que todo mapas militares del
mundo conquistado o por conquistar, dentro del concepto del "Orbis Terrarum" (figura 9), que situaba a
Roma en el centro del mundo hasta entonces conocido, circunstancia que aunque equivocadamente
concebida, fue parte de la motivación que llevó a Roma a la conquista del orbe, tratando con esto de
cumplir con una especie de destino manifiesto. Nótese como una situación de naturaleza geopolítica
modeló el carácter cartográfico de la época. El concepto geográfico derivado fue tan dominante, que los
mapas "Orbis Terrarum" se siguieron copiando mucho durante la Edad Media.

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Entre los siglos II y XIII se desarrollaron los mapas y atlas ptolemaicos, los cuales tratan de mostrar
el mundo conocido en representaciones cartográficas que ya incluyen un sistema de proyección, con un
canevá en el que los meridianos son convergentes.

La Edad Media, como en muchos otros órdenes, se caracterizó por un decidido oscurantismo
determinado por influencia religiosa. De acuerdo con esto, el mundo como obra divina tenía que ser de
formas perfectas y por lo tanto los mapas conocidos, con sus representaciones tan irregulares, eran una
herejía. Se desarrolló entonces el concepto de los mapas "T en O" (figura 10), en lo que en un mundo
circular perfecto se situaban los tres continentes conocidos, con Jerusalén en el centro y el Paraíso
Terrenal en la parte superior e inexplorada del Continente Asiático. Nuevamente, se llama la atención al
hecho de cómo la cartografía resultó modelada por el carácter de la época.

Durante la segunda mitad del siglo XIII y como consecuencia del descubrimiento de la brújula, se
incrementó la navegación con propósitos comerciales, principalmente por parte de los genoveses. Se
sintió entonces la necesidad de contar con cartas de navegación que mostraran las rutas comerciales. Se
desarrollaron entonces las llamadas Cartas Portulanas (cartas de puertos o cartas de marear) en las que
aparecía la delineación de las costas y ubicación de puertos, información obtenida previamente con ayuda
de la brújula, así como la representación de las rutas marítimas en una red que con frecuencia resultaba
complicada. En la figura 11 se da un ejemplo (inventado) de este tipo de carta.

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Durante la época del Renacimiento se nota un fuerte incremento de las cartas portulanas como
consecuencia del aumento en las actividades comerciales y el desarrollo de los viajes de exploración y los
grandes descubrimientos. Fue la época de la invención del grabado y la impresión, lo que permitió la
edición y publicación de cientos de cartas. Se nota un retorno, en lo que respecta a cartografía, a las
culturas griega y romana, y los mapas son de carácter ptolemaico. En general, hay un florecimiento, pero
con mucha confusión. Algunos hitos importantes de la cartografía de la época fueron el primer intento de
mapa de América hecho por el piloto Juan de la Cosa en 1500, el primer mapa de Norteamérica, que la
muestra como parte de Asia, elaborado por Contarini en 1506, el primer mapa que lleva el nombre
"América", hecho por Wadseemüller en 1507 y el primer mapa del Océano Pacífico elaborado por Ribero
en 1529, el cual no muestra la costa occidental del Continente Americano.

A finales del siglo XVII ocurre lo que se ha dado en llamar la Reforma de la Cartografía, a la cual
principia a darse un carácter más científico con los trabajos desarrollados por la Academia Francesa; el
siglo XVIII define la edad de la razón, se principian a hacer trabajos de levantamientos geodésicos
formales con fines de investigación, se realiza la medida de grandes arcos de triangulación y se impulsa la
cartografía topográfica, estableciendo con esto las bases para el desarrollo cartográfico del siglo XIX, en
el que ya la disciplina es menos decorativa y más científica. Se produce una alta demanda de mapas, entre
otras, por necesidades militares.

Para satisfacer tal demanda se recurre entonces a levantamientos de carácter nacional a cargo de
organizaciones oficiales, con lo que los cartógrafos independientes vinieron a menos y tuvieron que
asimilarse al sistema. A modo de paréntesis, se puede mencionar que en épocas anteriores los mapas eran
la obra de individualidades, las que a menudo dedicaban varios años a completar un mapa; cartógrafos
eruditos, ponían grandes dosis de entusiasmo y paciencia en su obra; la falta de conocimiento geográfico
en una determinada zona era remediada con la inclusión de viñetas, dibujos y figuras mitológicas,
elementos decorativos que ayudaban a incrementar el carácter artístico del mapa.

Con el desarrollo científico de la época, la demanda de información geográfica dejó de estar limitada
a los mapas de información general y éstos empezaron a diversificarse, dando lugar a la aparición de
cartas geológicas, económicas, educacionales, de transporte, y de otros temas, con la ocurrencia
simultánea del advenimiento de nuevas técnicas y avances científicos.

La invención de la fotografía en el siglo antepasado y el desarrollo de la fotografía aérea representan


uno de los avances más espectaculares de la cartografía. En la época más reciente y con pocas
excepciones, la fotogrametría ha sido de fundamental importancia para la cartografía al permitir
esquemas de producción muy precisos, exactos, rápidos y económicos.

Sin embargo, el desarrollo cartográfico no se agota con estos avances; la computación electrónica y
su incidencia en el ámbito cartográfico ya no es materia de experimentación, lo cual señala también un
hito de extrema importancia en el desarrollo de la disciplina, que en la actualidad se encuentra inmersa en
el campo de la automatización, los sistemas de cartografía numérica, computadoras de muy alta
capacidad, instrumentos de gran precisión, sistemas diversificados de percepción a distancia y el
advenimiento de los sistemas de información geográfica y, últimamente el desarrollo de los conceptos
sobre Infraestructuras de Datos Geoespaciales, muy en boga desde el principio de este siglo XXI .

CLASIFICACION DE MAPAS

Los mapas pueden ser clasificados con muy diversos criterios, de acuerdo con el interés particular
que se tenga sobre ellos. En este apartado se incluyen ocho tipos de clasificación, en función de:

- La escala,
- El nivel de información,
- El sistema de producción,
- El propósito del mapa,
- La precisión del mapa,

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- El origen del mapa,
- La forma de presentación,
- El tipo de información

Clasificación por la escala

De acuerdo con la escala, los mapas se clasifican en mapas de escala grande, mediana y chica
(algunos autores agregan las escalas superchicas). Esto depende del valor del denominador de la escala en
la fracción representativa. Más adelante se verá esto con detalle. En términos generales y para efectos de
esta discusión, la escala es la relación que existe entre las distancias obtenidas en el mapa con respecto a
las correspondientes distancias en el terreno. Una escala es grande cuando el denominador de la fracción
que representa esta relación es pequeño y viceversa. En cuanto a valores numéricos que definan los límites
en la clasificación, no parece haber un acuerdo universal. Un esquema de los más usuales es el siguiente:

Mapas de escala grande Escalas hasta 1:50,000


Mapas de escala mediana Escalas entre 1:50,000 y 1:250,000
Mapas de escala chica Escalas de 1:250,000 y menores

Conforme a lo anterior, el grupo de cartas del INEGI en las escalas de 1:50,000 y 1:250,000, se
ubica dentro del grupo de escalas medias, los fotomapas en la escala de 1:20,000 son de escala grande y
el mapa de la República Mexicana en la escala de 1:1,000,000 es un mapa de escala chica.

Otro rango de niveles es el siguiente:

Escalas grandes Denominadores menores que 250,000


Escalas medianas Denominadores entre 250,000 y 1,000,000
Escalas chicas Denominadores mayores que 1,000,000

Lo anterior es indicativo de la falta de acuerdo universal y hace que cualquier clasificación conforme
a este parámetro caiga en el terreno de lo subjetivo. Para efectos prácticos, se pueden adoptar los rangos
inicialmente expresados. Se reitera el hecho de que el calificativo de la escala es inverso al valor del
denominador en la fracción representativa, o lo que es lo mismo, directo con el valor numérico de dicha
fracción. Así, por ejemplo, entre las escalas de 1:10,000 y 1:50,000, la más grande es la primera; esto es:

Escala grande 1:10,000 (o lo que es lo mismo, 1/10,000)


Escala menos grande 1:50,000 (o lo que es lo mismo, 1/50,000)

Ya que 1/10,000 = 0.0001 es mayor que 1/50,000 = 0.00002

Clasificación por nivel de información

De acuerdo con este criterio, los mapas se clasifican conforme a la densidad de información
contenida, en la forma siguiente:

- Esquemas básicos de campo,


- Mapas de reconocimiento general,
- Mapas semidetallados,
- Mapas de detallados,
- Mapas de gran detalle

Los esquemas básicos de campo son documentos rápidamente preparados, en extensiones hasta
donde alcanza la vista, sin mayor precisión, muy generalizados y sin más detalle que el estrictamente

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necesario, con el propósito de dar distancias y direcciones aproximadas, así como la ubicación relativa de
detalles de interés.

Los mapas de reconocimiento general son un poco más formales y en un nivel superior al puramente
esquemático; contienen información que muestra el carácter regional a gran visión en escalas
relativamente pequeñas, sin mayor precisión. Por ejemplo, un mapa calcado de un mosaico fotográfico no
rectificado, que contiene los detalles de información más relevantes, es de este tipo. Su objetivo es el de
proporcionar información de primera mano de un área extensa, con propósitos de reconocimiento, de
ubicación general, para estudios muy preliminares y planeación a grandes rasgos.

En cuanto al resto, la densidad que aparezca en cada caso depende de las necesidades previstas en el
diseño. Lo mismo que en el caso de clasificación por escala, no existen límites numéricos precisos que
permitan separar por ejemplo el nivel de detalle del de semidetalle; el criterio es más bien subjetivo y
dado por la experiencia. En términos generales, hay una relación con la escala y los mapas más detallados
corresponden a las mayores escalas y viceversa. Para un mismo formato y escala, el mapa más detallado
es el que contiene mayor densidad de información. Cabe señalar que existe un límite práctico dado por la
experiencia para el gran detalle, con el propósito de no incurrir en congestionamiento de la información,
ya que el detalle en exceso es nocivo para el mejor uso del mapa.

Clasificación por el sistema de producción

De acuerdo con el sistema empleado para producir los mapas, estos pueden ser:

- Mapas preparados a base de esquemas de campo,


- Mapas preparados con base en levantamientos de campo,
- Mapas fotográficos,
- Mapas fotogramétricos,
- Mapas automatizados, con base en sistemas digitales

Los primeros no son objeto de mayor discusión; son hechos sobre la base de esquemas y
descripciones elaboradas en el campo, normalmente a mano alzada.

Los mapas elaborados con base en levantamientos de campo fueron los tradicionales antes del
advenimiento de la fotogrametría. En su producción intervienen levantamientos masivos de campo,
básicamente triangulaciones y poligonales, nivelaciones de detalle, levantamientos con plancheta y mucho
uso de los principios de intersección y resección para la ubicación de detalles. Las operaciones incluyen el
levantamiento de información toponímica y de clasificación de la información, así como la edición por
técnicas de dibujo a mano.

Los mapas fotográficos se apoyan en la fotografía aérea, sin mucho tratamiento numérico. Dentro de
las posibles variedades se cuentan:

- Mosaicos fotográficos simplemente ensamblados, sin control, y mapas calcados sobre la


base de este mosaico.

- Mosaicos fotográficos semirectificados, en los que se han reducido algunas de las


distorsiones propias de las fotografías, y mapas calcados sobre tal base.

- Mosaicos fotográficos rectificados, en lo que se ha logrado un máximo de eliminación de


distorsiones fotográficas, y mapas elaborados sobre esta base.

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- Fotomapas elaborados sobre la base de mosaicos rectificados, con información toponímica y
referencia a un sistema de coordenadas.

- Pictomapas, que son fotomapas en los que se ha incluido un proceso de artes gráficas para
mejoramiento de imágenes fotográficas y separación de colores en tonos continuos.

-Ortofotomapas (véase más abajo)

Los mapas fotogramétricos tienen también una base fotográfica, pero requieren de un proceso mucho
más elaborado, con mucho apoyo numérico y el empleo de técnicas especiales. En su producción
intervienen levantamientos de campo, pero éstos son los mínimos y necesarios para apoyar los procesos
fotogramétricos. Normalmente y debido a la alta precisión relativa de estos procesos, las operaciones de
producción asociadas (edición y reproducción), tienen que ajustarse a dicha precisión. Dentro de sus
variedades están incluidos:

- Mapas elaborados a base de técnicas de triangulación radial.

- Mapas restituidos, con sistemas de ajuste gráfico.

- Mapas restituidos, con sistemas de ajuste numérico.

- Mapas de alta rectificación u ortofotomapas. Estos pueden caer dentro de la clasificación


de fotográficos, pero dominan en ellos las técnicas fotogramétricas complicadas y de muy
alta precisión, con el empleo de aparatos sumamente sofisticados.

Cabe mencionar que con el avance tecnológico de la época los sistemas fotogramétricos han
experimentado un alto desarrollo que en la actualidad se traduce en el empleo de sistemas de base digital
que han hecho caer en obsolescencia los tipos de mapas y procesos señalados inicialmente en la relación
de las líneas anteriores.

Los mapas automatizados resultan del empleo de nuevas técnicas en las que intervienen la
digitalización de la información, su almacenamiento en bases de datos, el manejo en computadoras de alta
capacidad y la utilización de graficadores automáticos de alta resolución, todo dentro del entorno de la
cartografía automatizada o cartografía asistida por computadora.

Clasificación por el propósito del mapa

De acuerdo con su propósito, los mapas pueden ser muy variados, pero en términos generales se
podría mencionar la siguiente clasificación:

- Mapas murales, pictóricos o decorativos,

- Mapas de ubicación e información general,

- Mapas para planeación,

- Mapas de estudios o proyectos específicos

Los mapas murales sirven más que todo para decorar paredes, oficinas o escritorios; su presentación
y colores son atractivos y normalmente son mapamundis, mapas de todo un continente, un país, o de una
cierta unidad administrativa.

Los mapas de ubicación e información general son ya documentos de consulta y trabajo; no son muy
detallados y normalmente están en escalas chicas de presentación. Por ejemplo, la carta Turística y de
Transporte de la Secretaría de Desarrollo Social (antes SEDUE y SAHOP) a la escala de 1:3,500,000, es
de este tipo.

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Los mapas para planeación son documentos de trabajo, contienen información cuidadosamente
elegida para el propósito y para satisfacer las necesidades de los planificadores, la que es susceptible de
cuantificación y análisis para la elaboración de anteproyectos; usualmente se presentan en escalas medias
con un nivel de información que va del semidetalle al detalle. La serie cartográfica del INEGI a la escala
de 1:50,000 es de este tipo.

Los mapas de estudios o para proyectos específicos son resultantes en lo general del trabajo de
planeación ejecutado con los anteriores, cuando existen. Presentan resultados y conclusiones de los
estudios, junto con las propuestas específicas de planeación y sus alternativas, a escalas grandes y a nivel
de detalle.

Clasificación conforme a la precisión

De acuerdo con su precisión, los mapas se clasifican en términos del grado de conformidad que
tengan con respecto a las especificaciones adoptadas en el diseño. Por ejemplo, para mapas de planeación,
se pueden establecer las siguientes especificaciones:

Para planimetría (detalles en el plano), en un sistema de evaluación o de control de calidad, no más


del 10% de los puntos probados que no estén desplazados por simbolización u otras necesidades,
podrán tener errores en posición mayores que 0.3 mm. a la escala de publicación.

Para altimetría (alturas), no más del 10% de los puntos probados podrán tener errores en elevación
superiores a media equidistancia básica (la equidistancia es la separación vertical uniforme entre
curvas de nivel vecinas).

Para la información complementaria (toponimia y clasificación de detalles), no más del 10% de los
detalles de información pueden estar en error.

Conforme a las especificaciones adoptadas, los mapas se pueden clasificar, de acuerdo con su
precisión en la forma siguiente:

Tipo A Adecuados Los que cumplen cabalmente con las normas


Tipo B Utilizables Los que las cumplen parcialmente,
Tipo C Inadecuados Los que apenas cumplen con las especificaciones

Los mapas que no cumplan del todo con las normas son inútiles, de muy baja calidad, deben ser
retirados de la circulación y hechos de nuevo.

Al lado de cada clasificación A, B o C, se pueden dar niveles, por ejemplo, de 1 a 4, relacionados


con la especificación complementaria, definiéndose con las calidades de excelente, buena, regular y mala.

Clasificación de acuerdo con el origen

En relación con el origen, los mapas son dos tipos:

a) Mapas básicos; mapas nuevos cuyas fuentes de información son primarias y como su nombre
lo indica, sirven como base sobre la cual se puede agregar o sobreponer la información para otros
mapas. Son mapas originales en el sentido de que se elaboran normalmente donde antes no había
cartografía, comúnmente se les considera como la cartografía fundamental de un país y en relación
con otra cartografía, constituyen las llamadas bases cartográficas.

b) Mapas derivados. Son los que emplean fuentes de información secundaria para su elaboración.

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Clasificación por la forma de presentación

En este contexto, se puede hacer una clasificación en dos grandes grupos:

- Mapas analógicos, que son los normalmente conocidos, impresos en papel o representados en
cualquier medio físico: En la jerga moderna se les llama productos de copia dura (hardcopy).

- Mapas digitales, que son los que existen en los archivos de bases de datos en forma de un
conjunto de puntos, líneas y áreas, los que se presentan en las pantallas de computadoras y de los
que se dice que tienen vida efímera, y los contenidos en medios tales como cintas magnéticas y
discos ópticos. A los mapas que se despliegan como imágenes electrónicas se les da en llamar
productos de copia suave (softcopy).

En relación con los mapas analógicos, se puede hacer una subclasificación conforme al esquema que
se indica en la figura 12.

Los mapas planos, como su nombre lo indica se presentan sobre una superficie plana que normalmente es
una hoja de papel y comprenden los denominados mapas a línea y mapas de tonos continuos.

En el caso de mapas a línea, los detalles se presentan con formas geométricas definidas y precisas;
puntos, líneas y áreas; hay contraste marcado entre los colores, los mapas son dibujados o se emplean
técnicas de grabado y separación de colores. En el entorno moderno a esto se le dice que está en formato
vectorial.

Los mapas de tonos continuos contienen información a línea sobre una base fotográfica, que es
esencialmente de tonos continuos, en una escala de grises como en los fotomapas, o de colores como
pueden ser los pictomapas. La continuidad tonal está asociada a lo que se denomina el formato ráster.

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En todos los casos de mapas planos, la presentación puede ser en blanco y negro o bien a color;
asimismo, la vista puede ser vertical (la más usual), en perspectiva (poco frecuente) o de vista horizontal
(muy rara).

Los mapas volumétricos, constituidos por maquetas, modelos tridimensionales y globos son poco
usuales, requieren de técnicas especiales para su elaboración y no se discutirán aquí.

Clasificación por el tipo de información

De acuerdo con el tipo de información presentada, los mapas se pueden clasificar como se indica en
el siguiente cuadro (figura 13):

Topográficos
De áreas grandes
Planimétricos

Generales Regionales
De países
De áreas De continentes
muy grandes Atlases
Mapamundis

Cartas marinas
MAPAS
De navegación
Cartas aeronáuticas

Geología
Uso del suelo
Vegetación
Edafología
Uso potencial
Cualitativas Turismo
Div. Política
Historia
De caminos
Especiales Temáticas Hidrología
Etc., etc.

Estadísticas
Económicas
Cuantitativas Científicas
Climáticas
Catastrales
Etc., etc.

Cartogramas
Otras cartas Cartas de ilustración y propaganda
Etc., etc.

Figura 13. Clasificación según el tipo de información

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En el primer nivel de la clasificación se encuentran los mapas de información general, orientados a
satisfacer las necesidades de la mayoría de los usuarios. Esto debe ser racional, ya que tratar de
satisfacerlos a todos es prácticamente imposible y puede conducir a problemas de congestionamiento de la
información o a tratar de emplear escalas de presentación más grandes, lo que a menudo incide
fuertemente en los costos. Este problema debe resolverse en la etapa de diseño, y lo que conviene hacer es
prever las necesidades con auxilio de encuestas entre los posibles usuarios. De esto puede resultar una
amplia gama de elementos de información supuestamente necesarios, los que hay que juzgar en función de
su frecuencia y utilidad. Por ejemplo, si resulta que el 95% de los posibles usuarios requiere de
información altimétrica cuantitativa, se decide incluirla en forma de curvas de nivel; si el 50% de los
usuarios pide información sobre líneas de transmisión, también se puede incluir este tipo de información,
pero si solamente unos cuantos usuarios requieren que los símbolos que representan estaciones de
poligonal vayan en color rojo, no se atenderá la petición, debido a que para satisfacerla es necesario
aumentar un color o lo que es lo mismo, una placa de impresión adicional y una corrida más de impresión,
con el consiguiente aumento en el costo para un requerimiento que no es de trascendencia.

Dentro de los mapas de información general, se hace una subdivisión en mapas de áreas grandes
(escalas grandes y medianas) y mapas de áreas muy grandes (escalas chicas). Con relación a los primeros
se mencionan los mapas topográficos , entendidos como aquellos que llevan información altimétrica, de
preferencia cuantitativa, y los mapas planimétricos o "mapas planos" que no incluyen tal información y
por lo tanto no tienen representada la tercera dimensión (alturas del terreno).

En relación con los mapas especiales, a los cuales genéricamente se les llama "cartas" (de ahí el
término cartografía), la información contenida está orientada a satisfacer las necesidades de ciertos
usuarios, por lo que su utilidad pierde la generalidad característica del grupo anterior. Se puede decir que
las cartas o mapas de información especial están orientados a representar información para usuarios
específicos dentro de una cierta disciplina de interés

Un grupo importante de los mapas especiales está constituido por las cartas de navegación, ya sean
marinas o aeronáuticas, las que contienen información que facilita el trabajo de navegantes en el mar o en
el aire. Así, en el caso de las cartas marinas se da información relativa a la ubicación de puertos,
profundidades marinas, localización de boyas y faros, escollos, bancos de arena, naufragios ocultos,
canales de navegación, dirección y velocidad de las corrientes, etc. En las cartas aeronáuticas la
información es sobre ubicación de aeropuertos y sus características, información geográfica generalizada
que pueda ser reconocida desde el aire, altimetría semi-cuantitativa con énfasis en alturas máximas o que
puedan ser peligrosas, zonas restringidas al tráfico aéreo, localización de estaciones de radio-ayuda, etc.
En general, en ambos tipos de carta, la información es sobre ayudas y obstáculos para la navegación.

Otro grupo muy importante de las cartas especiales es el que engloba a las cartas temáticas, referidas
a un solo tema o factor de información, a veces muy específico. Dicho factor o tema puede ser de orden
cualitativo cuando la información es predominantemente de orden descriptivo, sin que se puedan obtener
relaciones numéricas directas de inmediato, y cuantitativas en el caso contrario, cuando los elementos de
información contienen datos numéricos explícitos. Así por ejemplo, una carta geológica que contiene
información sobre la distribución de los diferentes tipos de rocas (litología), localización de fallas,
fracturas, alineamientos, ejes de anticlinales y sinclinales, etc. (Estructuras) y ubicación de minas, bancos
de material, pozos, etc., (geología económica), es estrictamente cualitativa, mientras que las cartas de
precipitación o temperaturas con sus isoyetas o isotermas (curvas de igual precipitación o temperatura),
son predominantemente de orden cuantitativo, por cuanto de ellas se puede extraer información numérica
de inmediato. Es evidente que habrá cartas que participen de ambas características, cualitativas y
cuantitativas, pero el orden a que pertenecen será el predominante en la carta.

En ambos casos, se han incluido en el cuadro de la figura 13 algunos ejemplos de cartas temáticas,
en el entendido de que la lista puede ser mucho más extensa, dependiendo del tema. De acuerdo con esto,
las posibilidades son prácticamente inagotables y nuevamente, se recalca el hecho de que el límite no está
más que en al imaginación de los interesados y que para cualquier tema de información, en tanto que sea
susceptible de un análisis que conduzca a posibilidades de expresión gráfica en una distribución espacial
definida o sistema de referencia, se puede hacer una carta.

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Un tercer grupo de cartas, menos significativo, incluye los cartogramas (diagramas cartográficos)
que son representaciones muy simbolizadas referidas a datos geográficos estadísticos, y las cartas de
ilustración y propaganda, en las cuales dominan los aspectos de generalización y simbolización con el
objeto de llamar la atención sobre algún evento o producto. En general, son cartas para publicidad.

Con esto se concluye el tema relativo a la clasificación de mapas, en el entendido de que los diversos
enfoques no están necesariamente agotados. Cualquier mapa cae dentro de todas las clasificaciones
indicadas y así por ejemplo, la carta topográfica de la DGG- INEGI a la escala de 1:50,000 se puede
definir:

- Conforme a la escala, como un mapa de escala media,

- Por el nivel de información, como un mapa de semidetalle,

- Según el sistema de producción, como un mapa fotogramétrico, restituido, con un sistema de


ajuste numérico. Las versiones más recientes constituyen productos digitales obtenidos a partir de
la modernización del sistema de producción,

- Por el propósito, como un mapa para planeación y más estrictamente, para planeación regional a
nivel de anteproyecto,

- Por su precisión, es un mapa clase A-1,

- Por su origen, se cataloga como un mapa básico (de hecho es el mapa básico nacional),

- Por su forma de presentación, es un mapa plano a línea, y

- Por el tipo de información, es un mapa de información general, sobre un área grande


(aproximadamente 1,000 Km. cuadrados)
Por hoja, y de tipo topográfico.

CARACTERISTICAS INTRINSECAS DE LOS MAPAS

Los mapas son documentos de información gráfica que tienen ciertas características propias, sin las cuales
difícilmente se conciben como tales. Dichas características son en su mayoría fundamentales y de otras se
puede decir que dominan en casi todos los mapas. De esta manera, se puede decir que los mapas:

* Generalmente son de vista vertical,


* Están a una cierta escala,
* Son selectivos,
* Están generalizados,
* Están simbolizados,
* Hacen énfasis sobre cierta información,
* Llevan títulos, rótulos y tipografía,
* Están referidos a por lo menos un sistema de coordenadas,
* Están en una determinada proyección cartográfica.

A continuación se discutirá cada uno de estos temas.

Vista vertical

Este es el tipo de vista más generalizado, como si el terreno fuera observado desde una plataforma
elevada en una proyección ortográfica (esto es, no en perspectiva). Esta característica puede ser
demasiado obvia, pero se menciona por el hecho de que la vista vertical es la que permite el máximo de
observación a una escala uniforme. Si la vista es inclinada, la escala pierde uniformidad y además, y sobre

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todo en terreno accidentado, habrá información que se pierda por bloqueo o interferencia de ciertos
detalles. Piénsese por analogía, en el caso de fotografías aéreas inclinadas, en las que montañas que están
en un cierto plano no dejan ver lo que hay detrás.

Escala

Todo mapa está necesariamente a una cierta escala, que como ya se mencionó, se define en la etapa
de diseño. El propósito de la escala es el de permitir la representación de áreas grandes en un documento
manejable de pequeñas dimensiones, de modo que la escala se define como una relación lineal de las
dimensiones del mapa con respecto a las dimensiones reales en el terreno, o bien, como la relación entre
una medida de distancia en el mapa con la correspondiente medida en el terreno.

En términos cartográficos, la escala tiene tres formas de enunciación o representación:

a) Por la fracción representativa,

b) Por la escala gráfica,

c) Por la escala declarada.

Fracción representativa

Es una expresión numérica dada en forma de fracción como 1/50,000, ó de relación como 1:50,000,
en la que el numerador representa una unidad de medida en el mapa y el denominador indica el
correspondiente número de unidades de medida en el terreno. Las unidades empleadas pueden ser
cualesquiera, pero uniformes, tanto para el numerador como para el denominador; es decir, si la escala es
de 1:50,000:

1 cm. en el mapa equivale a 50,000 cm. en el terreno


1 mm en el mapa equivale a 50,000 mm en el terreno,
1 pulgada en el mapa equivale a 50,000 pulgadas en el terreno,

Y así sucesivamente para cualquier unidad de medida.

Su uso es sencillo; para obtener la distancia entre dos puntos en el terreno, hay que medir la distancia
en el mapa con ayuda de una regla o escalímetro, multiplicar el resultado de la medida por el denominador
de la escala y hacer las reducciones necesarias para tener la distancia en la unidad de medida deseada. Por
ejemplo, si en el mapa a la escala de 1:50,000 se midió entre dos puntos una distancia de 17.86 cm., la
correspondiente medida en el terreno es:

17.86 x 50,000 = 893,000 cm.;

Corriendo dos decimales, distancia en el terreno:

8,930 m ó bien, 8.93 Km.

Si se trata de un área, hay que multiplicar por el cuadrado del denominador de la escala. Ejemplo, si un
área medida en el mapa, con planímetro o por cualquier otro medio, resultó de 27.36 cm 2 :

Cuadrado del denominador de la escala:

(5 x 104)2 = 25 x 108
Entonces:

27.36 x (25 x 108 ) = 684 x 108 cm2

32
Para obtener el área en metros cuadrados, hay que dividir por 10,000, lo que da:

Área en el terreno = 684 x 104 m2 = 6,840,000 m2

Si se quiere en hectáreas:

Área en el terreno = 684 Ha, ó bien, en kilómetros cuadrados: 6.84 km 2

Si se trata de obtener un volumen, por ejemplo el volumen del embalse de una presa, el proceso se
basa en la determinación de las áreas encerradas por las curvas de nivel hasta la boquilla y la obtención de
los volúmenes parciales, conociendo la equidistancia entre curvas (en lo general, 10 metros para las cartas
topográficas del INEGI-DGG en la escala de 1:50,000). Los volúmenes parciales se obtienen con la
siguiente expresión:

Volumen entre dos curvas sucesivas = 0.5i ( An + An+1)

En donde An es el área encerrada por una curva de nivel,

An + 1 es el área encerrada por la siguiente curva, e

i es la equidistancia entre curvas

Al final se hace la sumatoria de los volúmenes parciales encontrados y se lleva a efecto la reducción
de los decimales para obtener el resultado en las unidades deseadas. A continuación se hará un ejemplo en
el que las áreas se dan en kilómetros cuadrados y la equidistancia está en metros. A fin de mantener
consistentes la unidades, si i = 10 m, hay que multiplicar por 10/1,000 = 0.01

n An An + 1 0.5 ( An + An + 1) 0.5i (An +An+1)


_________________________________________________________________________

1 6.84 5.76 6.300 0.06300


2 5.76 4.39 5.075 0.05075
3 4.39 4.03 4.210 0.04210
4 4.03 3.50 3.765 0.03765
5 3.50 0.00 1.750 0.01750
_______________________________________________________________________

SUMA: 0.21100 Km3

VOLUMEN = 211,000,000 m3

Escala grafica

Esta es un dibujo en forma de barra semejante al de la figura 14, en la que se han hecho divisiones
correspondientes al equivalente de una cierta unidad de medida en el terreno, con la adición de una parte
subdividida en la unidad inmediata inferior.

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Este tipo de escala se utiliza tomando la distancia en el mapa, sin medirla, y trasladándola al
diagrama o escala gráfica, donde se lee la distancia. Se puede usar un compás de puntas secas, una tira de
papel, el borde de una hoja, o un trozo de hilo (muy útil para distancias en curva). Si la distancia por
medir es mayor que la longitud de la escala, simplemente se van tomando y sumando las partes enteras de
la escala hasta llegar a la parte fraccional (semejante a lo que hacen los dependientes en las tiendas de
venta de tela).

Escala declarada

Esta es una expresión, una frase, una declaración, que indica las relaciones de distancia entre mapa y
realidad en unidades diferentes de medida. No es muy usual en el medio nacional, pero sí frecuente en
países de habla inglesa. Por ejemplo, en Inglaterra se habla de la serie de mapas "one inch to the mile", o
mapas de una pulgada por milla, queriendo decir con esto que una pulgada medida en el mapa equivale a
una milla medida en el terreno. Como puede verse, a diferencia de la fracción representativa, las unidades
son distintas.

En el caso de México, la escala declarada no se emplea explícitamente, pero puede formularse una
con facilidad. Por ejemplo, para el caso de la escala de 1:50,000:

Se sabe que 1 cm. en el mapa equivale a 50,000 cm. en el terreno, o bien, 500 metros.

Si se multiplica por dos esta relación:

2 cm. en el terreno equivalen a 1,000 metros, o lo que es lo mismo, 1 kilómetro .

Por lo tanto, una escala declarada para esta cartografía es de 2 centímetros por kilómetro. Aunque
esta escala no es explícita, puede ser de utilidad, sobre todo si se considera que las cartas en la escala de
1:50,000 tienen una cuadrícula trazada en cuadros de 2 cm., o un kilómetro por lado, de modo que cada
cuadro representa un kilómetro cuadrado en área. Es evidente que el conocimiento de la relación expuesta
y su expresión gráfica pueden ser de mucha utilidad para determinaciones rápidas de distancia y
estimación de áreas (contando el número de cuadros y fracciones).

De los tres tipos de escala indicados, la escala gráfica es obligatoria, mientras que las otras dos son
opcionales y podrían no aparecer del todo en el mapa. Lo normal es que en los mapas se indiquen tanto la
fracción representativa como la escala gráfica, en beneficio de los usuarios.

La razón de la obligatoriedad respecto a la escala gráfica se debe a que el papel en que se imprimen
los mapas puede sufrir cambios dimensionales debidos a efectos de temperatura, humedad o manejo.
Cuando esto ocurre, de inmediato queda alterada la fracción representativa y ya no es válida para
determinaciones que requieren cierta exactitud. Véase el siguiente ejemplo:

Supóngase que un mapa a la escala de 1:50,000 sufre una deformación por cualquier causa, tal que
en 50 cm. en una cierta dirección es 2 Mm más largo, o sea que en realidad tiene ahora 50.2 cm. Esto
quiere decir que la escala ya no es 1:50,000, sino que tiene un valor más grande, que puede determinarse
con una simple operación de regla de tres:

50 cm. son a 1/50,000


Como 50.2 cm. son a 1/X

Haciendo operaciones, resulta

X = ( 50 x 50,000) / 50.2 = 49,801

De modo que la nueva escala es de 1:49,801

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Si la distancia de 17.86 cm. medida en el ejemplo anterior está afectada por este cambio, significa
que en lugar de la distancia de 8,930 m que se había calculado, se tiene ahora:

17.86 x 49,801 = 889,446 cm. = 8,894.46 m,

Lo que significa un error de

8894.46 - 8,930.00 = -35.54 m

que en determinadas circunstancias podría ser inadmisible.

Lo mismo ocurriría en el caso de la escala declarada. Con respecto a la escala gráfica, si el papel se
deforma, también lo hace la escala, generalmente en la misma proporción, y aún cuando se pierda la
escala original en términos numéricos, la relación mapa-terreno se mantiene razonablemente. Es por esta
razón que la escala gráfica es mandatoria.

Por otra parte, cuando se hacen reducciones o ampliaciones fotográficas de los mapas, ocurre lo
mismo; la escala numérica se pierde, pero se mantiene la escala gráfica, debido a que ésta ha sufrido la
misma proporción de reducción o ampliación. Una nota de advertencia: en estos casos se reproduce
fotográficamente la escala dada por la fracción representativa, lo cual induce a error si no se tiene en
consideración el proceso.

Selección

Todo mapa lleva una cierta proporción de información que ha sido seleccionada, lo que quiere decir
que de todos los elementos de información compilados se hace una discriminación para mostrar aquellos
que son esenciales y relevantes para el propósito del mapa y para mostrar el carácter de la región
representada. El límite inferior en cuanto a volumen de información está dado por las necesidades básicas
definidas en la etapa de diseño, mientras que el límite superior se fija por consideraciones prácticas: lograr
una distribución equilibrada de la información que no deforme el carácter de la región representada,
evitar sobreposiciones de la tipografía y símbolos empleados, y en general, evitar el congestionamiento.
Hay que recordar que el mapa debe ser manejable y fácilmente interpretable. Si la información está
congestionada, ya no se puede hacer esto y el mapa pierde utilidad, además de que el poner información
en exceso consume tiempo y recursos.

No existen reglas precisas para el ejercicio del criterio de selección, el que en todo caso depende en
mucho del juicio y experiencia del cartógrafo. Probablemente una buena regla subjetiva sea la siguiente:
omítase lo innecesario (para el propósito del mapa); reténgase lo importante y no se caiga en
congestionamiento. Lo difícil de esta regla está en interpretar adecuadamente los términos "innecesario" e
"importante", que son muy subjetivos.

Normalmente, el trabajo de selección se hace durante la etapa de edición o mediante una pre-
selección en la etapa de compilación.

Entre selección y escala se puede observar que existe una relación inversa, tal que para escalas
grandes la necesidad de seleccionar la información es menor que para escalas pequeñas. Así, un mapa de
1:4,000,000 contiene información altamente selectiva, mientras que en una carta urbana a la escala de
1:5,000 es muy poco lo que se ha suprimido.

Para el usuario común y corriente que no conoce de este aspecto, puede ocurrir que detalles para él
conocidos no aparezcan en el mapa y que de inmediato atribuya esto a omisiones imperdonables. En
ocasiones es así, pero en la mayoría de los casos se debe a que se ejerció el criterio de selección.

35
Generalización

Todo mapa está generalizado en cierta medida, en el sentido de que es prácticamente imposible la
reproducción absolutamente fiel de las formas en los detalles, como consecuencia de las escalas que se
tienen que manejar. En este sentido, generalizar significar eliminar detalle en las formas, limitando su
práctica a la conveniencia de conservar el carácter de la información, lo que quiere decir que no se debe
generalizar tanto como para deformar indebidamente y quitar carácter a la información. Algunos ejemplos
servirán para ilustrar el tema:

Una población de unos 10,000 habitantes puede aparecer con prácticamente todos sus detalles en
una carta urbana a la escala de 1: 5,000: calles, manzanas, edificios, servicios públicos, etc., con
predomino de la delineación a escala de los diversos elementos y relativamente pocos símbolos. En una
escala media, por ejemplo 1:50,000, la misma población es necesariamente de menores dimensiones en el
mapa y ya no se pueden reproducir los detalles con toda libertad. Probablemente todavía se puedan
delinear calles y manzanas, pero un centro educativo por ejemplo, de 45 x 20 metros, tendría que ser
dibujado como un pequeño rectángulo de 0.9 x 0.4 mm, lo que si bien puede hacerse, consume tiempo
de edición, sobre todo, si como es perfectamente posible, existen en la población varias estructuras de este
tipo y con menores dimensiones reales. Por otra parte, llevar la representación a un detalle tan fino no
tiene mayor utilidad, en el sentido de que el usuario no apreciará las diferencias con facilidad. Por lo
tanto, estos detalles tienen que generalizarse y en lugar de las formas reales se usarán formas sencillas de
representación, sin que por esto se pierda el carácter de la información. Si ahora la escala es de 1:250,000
por ejemplo, ya no se pueden trazar calles y manzanas y probablemente lo único que se puede hacer es
delinear en forma general el contorno de la población y señalar las vías principales de acceso. En una
escala más chica todavía, lo anterior resulta imposible y hay que adoptar un símbolo. Lo que se ha hecho
con todo esto es generalizar la información a medida que se ha ido reduciendo la escala.

El caso de las curvas de nivel o de ciertos detalles lineales caracterizados por su irregularidad es
similar; en una escala grande las curvas pueden delinearse con toda fidelidad, pero a medida que la escala
se va reduciendo, esto se hace más difícil; la reproducción de todos los cambios de dirección, entrantes y
salientes, además de entrañar dificultad, conduce a una apreciación equivocada del carácter orográfico del
terreno y así si en la escala grande se está representando terreno de lomerío suave, en la escala chica el
mismo terreno puede aparentemente aparecer como montañoso, lo que es un error de apreciación. Lo que
se hace entonces es eliminar detalle de los entrantes y salientes de las curvas donde su reproducción fiel se
hace difícil, suavizando el trazo y sin llegar a hacer que se pierda el carácter de la información; es lo que
en el argot cartográfico se llama "peinar las curvas" y lo que en esta discusión constituye la
generalización, véase la figura 15.

Se podrían dar ejemplos similares para el caso de ríos, caminos, etc. Cuando estos últimos tienen
muchas curvas en terreno accidentado, resulta muy difícil reproducirlas en la práctica, por lo que tienen
que generalizarse. Por esta razón es que en mapas de escalas medianas y pequeñas que incluyen
información sobre distancias de recorrido a lo largo de caminos, las cifras indicadas pueden no coincidir
con las del trazo, si éste se mide. Dichas cifras son necesariamente mayores si el trazo del camino está
generalizado, iguales si no hay generalización, pero nunca menores.

Por lo que se ha visto, se deduce que la generalización está muy relacionada con la escala, de modo
que a medida que ésta es más pequeña, mayor es la necesidad de generalizar y viceversa. Este aspecto de

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la cartografía es uno de los que mayor atención recibe en los estudios e investigaciones sobre el tema,
depende en mucho de la experiencia del cartógrafo y normalmente se ejerce durante la etapa de edición.
Es algo que aún no se ha podido dominar del todo en los sistemas de cartografía automatizada.

Simbolización

Excepto para el caso de mapas de tonos continuos, la necesidad de usar símbolos es imperativa y
debe de entenderse como un recurso cartográfico al que se acude por consideraciones de orden práctico,
para normalizar la información mediante el agrupamiento, bajo un cierto tipo de representación
convencional, de un conjunto de elementos de información que tienen características comunes, para
facilitar la lectura e interpretación del mapa, para poder representar información idealizada y para ir más
allá del último nivel de generalización.

La simbolización, así como la selección y la generalización, se lleva a efecto durante la etapa de


edición, de acuerdo con un sistema establecido en la etapa de diseño y con apego a las siguientes reglas
básicas:

Los símbolos deben ser:

a) Simples,
b) Pequeños,
c) Distintivos,
d) Fáciles de dibujar o manejar.

Simplicidad

No deben emplearse símbolos complicados o de formas elaboradas que no puedan ser fácilmente
interpretados. El uso de puntos, círculos, cuadrados, cruces, líneas y sus combinaciones es lo más
recomendable desde el punto de vista práctico.

Pequeñez

Todo símbolo ocupa un cierto espacio en el mapa, por lo que debe ser lo suficientemente pequeño
como para no bloquear o interferir con otra información. Por otra parte, las dimensiones no deben ser
demasiado chicas y hagan difícil apreciar el símbolo por el usuario común.

Distintividad

Esta es una de las más importantes de las características de los símbolos, entendida como la cualidad
por la que en la medida de lo posible el símbolo conduce en el usuario la idea inmediata sobre la
naturaleza del detalle que está tratando de representar. Un ejemplo claro de distintividad es el siguiente,
figura 16.

Sin mayor explicación, el usuario identifica el símbolo anterior como representativo de un templo.

Los símbolos que no tienen directamente esta característica deben ser explicados en la leyenda del
mapa en la parte que corresponde a los signos convencionales o simbología.

37
De acuerdo con las características geométricas de la información, los símbolos pueden ser:

a) Puntuales, para elementos de información aislados y de pequeñas dimensiones; casas, escuelas,


templos, centros de salud, torres, etc.

b) Lineales, para elementos de información que tienen extensión en longitud; vías de


comunicación, líneas de transmisión, líneas de conducción, corrientes, canales, curvas de nivel, etc.

c) Areales, para información que se extiende en área; arenales, zonas de vegetación, áreas
pantanosas, áreas clasificadas en cartas temáticas, etc. Normalmente, estos símbolos se manejan en
forma de patrones o pantallas constituidos por un conjunto de símbolos puntuales y/o lineales
básicos.

Un aspecto de interés respecto a los símbolos en lo que se refiere a distintividad es el empleo de


colores. De este modo:

- El color azul se reserva mayormente para indicar características de la información relacionadas


con el agua. El color se escogió debido a que la experiencia humana normalmente asocia el azul
con el color del agua. No es buena práctica señalar áreas terrestres con este color.

- El sepia se emplea para indicar características orográficas; curvas de nivel, depresiones, dunas,
arenales etc., respondiendo así a la asociación mental humana del sepia o café con el color de la
tierra.

- El verde es muy obvio; con el mismo criterio, se usa para representar detalles asociados con la
vegetación.

- El negro se utiliza para la representación de información cultural, que como ya se vio, es toda
aquella de origen artificial, creada por la mano del hombre, relativamente dinámica y temporal.

Los anteriores son los colores básicos empleados tradicionalmente en la cartografía topográfica del
INEGI-DGG a la escala de 1:50,000. En otros países o para cartas topográficas a escalas menores se
emplea el color rojo para vías de comunicación de primera importancia y el amarillo o anaranjado para
poblaciones generalizadas. En las últimas versiones de la cartografía 1:50,000 ya se está empleando el
amarillo para poblaciones y tonos de gris cuando a la representación se agrega el relieve sombreado.

En los mapas de propósitos especiales y mayormente en el caso de cartas temáticas, se emplean


símbolos especiales y otros colores y combinaciones de los mismos. En las cartas marinas, el grueso de la
información está en blanco y negro.

Facilidad de dibujo y manejo

Esta es una necesidad obvia; el editor no debe emplear mucho tiempo y esfuerzo en el trabajo de
simbología. La facilidad de dibujo ya no es tan determinante en la época actual con respecto a los
símbolos puntuales y areales; en organizaciones que trabajan todavía con los métodos tradicionales, los
símbolos lineales son dibujados o grabados. En este mismo contexto, la facilidad de manejo se logra con
la preparación de catálogos de simbología normalizada, materializada en una base de algún material
plástico recubierto en su parte posterior por una sustancia adhesiva. El editor solamente tiene que recortar
el símbolo y pegarlo sobre el manuscrito del mapa en el lugar apropiado. Son los llamados "strippings" de
simbología.

En el caso de símbolos areales (siempre siguiendo el método tradicional), sobre el material de


edición se define el área de interés o se abren ventanas y sobre ello se sobrepone una pantalla con la
simbología apropiada (zipatone, por ejemplo). Incidentalmente, las pantallas de puntos o líneas con
diferentes densidades, se emplean para variar la intensidad de los colores. Excepto para detalles puntuales

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o lineales o para la tipografía, no se utilizan colores sólidos, por economía de tintas en el proceso de
reproducción.

Con el advenimiento de los sistemas de cartografía automatizada el manejo de la simbología se ha


facilitado en gran medida, de tal modo que es posible seleccionar los símbolos y aplicarlos trabajando
interactivamente enfrente del monitor de una computadora.

Finalmente, cabe mencionar que junto con la selección y la generalización, la necesidad de


simbolizar es mayor a medida que la escala es más pequeña y viceversa.

Énfasis

Esta no es una característica general de los mapas, sino que se aplica para ciertas cartas y
circunstancias, dependiendo de la importancia de la información o por consideraciones de orden práctico,
de modo que entre las características de información mostrada, se hace énfasis sobre las más importantes.
Un ejemplo aclarará el concepto:

En cartas aeronáuticas se enfatiza la ubicación de aeropuertos; el piloto debe estar concentrado en el


vuelo, vigilar sus instrumentos y atender otras tareas, por lo que debe estar en capacidad de hacer
consultas rápidas a la carta, sobre todo en situaciones de emergencia. En atención a esta necesidad, el
cartógrafo utiliza un símbolo grande para los aeropuertos y lo enfatiza aún más con un color llamativo
como el morado.

En cartas temáticas referidas a un elemento único de información, por ejemplo en cartas de


población o de densidad de la misma, se acostumbra enfatizar la simbología para destacar los contrastes
de valores y llamar la atención del usuario hacia los más significativos.

Titulación, rotulación y tipografía

Todo mapa lleva títulos y rótulos de identificación y ubicación, claves, y detalles de información
misceláneos tales como glosario, leyendas, explicaciones, notas a los usuarios, información técnica básica,
etc., así como una tipografía referida a la toponimia del área representada. Es evidente que todo esto es
necesario en el sentido de que define explícitamente muchas de las características del mapa y es parte
esencial de la información. Los mapas mudos son los que no llevan tipografía y rotulación; son de escalas
muy pequeñas y su única utilidad es con propósitos de ejercicio didáctico o para que sobre ellos el usuario
ponga lo que le interese.

Todo mapa se identifica normalmente con un nombre que es el del detalle de mayor importancia
contenido, y/o con una clave, de la que se hablará con mayor detalle más adelante, además de llevar una
declaración sobre el tipo de mapa de que se trata.

Como en el caso de los símbolos, la tipografía en un mapa está sujeta a un conjunto de reglas que
tienen que ver con los aspectos de presentación, ubicación y alineamiento de los letreros, tipos, estilos y
calibres de letras y su aplicación a los diferentes elementos de información. Una regla importante es que
la tipografía no debe bloquear o interferir con la información cartográfica relevante. En los sistemas
tradicionales la aplicación de la tipografía es una tarea importante dentro de la etapa de edición y
normalmente consume tiempo; en los sistemas modernos computarizados, la aplicación resulta más
expedita.

SISTEMA DE COORDENADAS

Todo mapa que se precie de serlo está referido a por lo menos un sistema de coordenadas universal,
cuyo objeto es el de dar su ubicación geográfica y con ella la de todos los puntos y detalles contenidos en
el mismo, además de facilitar la explotación de las características métricas del mapa. Es de señalar que

39
esto no se cumple en todos los casos y que hay mapas que no llevan esta referencia, por ejemplo, los
mapas de ilustración y propaganda y algunos mapas de escalas grandes en los que las referencias se dan
con arreglo a un esquema cuadricular ad-hoc o está ausente del todo. En relación con la cartografía formal
lo que se discute en este apartado está relacionado con la ubicación espacial en un marco geográfico de
referencia, y en este sentido se tratarán el sistema geográfico o curvilíneo y el sistema rectangular o
cartesiano.

Sistema curvilíneo o geográfico

El más frecuente, conocido y casi obligado sistema de coordenadas empleado en los mapas es el
llamado sistema geográfico o curvilíneo a base de latitudes y longitudes geográficas. El sistema, como ya
se vio en otra parte de este documento fue concebido inicialmente en la Grecia antigua por Ptolomeo,
quien a su vez parece haberlo tomado de los babilonios, y subsiste sin alteraciones hasta nuestros días. El
sistema es curvilíneo debido a que los círculos máximos que lo definen son líneas curvas (figura 17). Un
círculo máximo en una esfera es cualquier círculo cuyo plano contiene el centro de la esfera y por lo tanto
puede haber un número infinito de círculos máximos, aunque de interés para el propósito son dos tipos los
que interesan:

- El Ecuador terrestre, que es el círculo máximo perpendicular al eje de rotación de la Tierra.

- Los meridianos, que son círculos máximos que contienen a dicho eje, el principal de los cuales es
el llamado meridiano de referencia, particularmente el Meridiano de Greenwich.

El Ecuador es el origen para la medida de las latitudes y se define la latitud como la distancia
angular que existe entre el Ecuador y el punto, a lo largo del meridiano que pasa por el punto. La distancia
angular en este caso no es más que el ángulo en el centro de la Tierra entre el punto y la intersección con
el Ecuador del meridiano que pasa por dicho punto. La latitud se mide desde cero a 90 o, en ambas
direcciones (norte o sur).

El meridiano de Greenwich, Inglaterra, es el origen para la medida de las longitudes: La longitud de


un punto es la distancia angular medida sobre el Ecuador, entre el pie del meridiano que pasa por el punto
y la intersección del meridiano de Greenwich con el Ecuador. La longitud se mide desde cero a 180 0,
hacia el este o el oeste. En la siguiente figura (18), se ilustran estas definiciones.

40
Por sistema, en el manejo y expresión de coordenadas siempre se menciona en primer término la
latitud con su designación norte (N) o sur (S), y en segundo, la longitud, con la indicación de si es este (E)
u oeste (O). En el caso de México y para uso interno no es necesario mencionar la dirección, que ya se
sabe es siempre norte para las latitudes y oeste para las longitudes. Sin embargo, en ciertos paquetes de
software de aplicación, los mismos programas piden que se especifique la dirección.

La información en el mapa está limitada por un formato constituido por líneas que representan
paralelos de latitud y meridianos de longitud, las que aparentemente forman un rectángulo. Los paralelos
de latitud son círculos menores paralelos al Ecuador. A este conjunto de líneas se le llama comúnmente
canevá y en rigor las líneas no son paralelas como en un rectángulo, sino que constituyen lo que se llama
un cuadrángulo. Si se vuelve un poco a la figura 17, se puede reconocer que si bien los paralelos son
como su nombre lo indica, los meridianos son convergentes en los polos y la figura real del mapa es,
sumamente exagerada, como se indica en la figura 19. Sin embargo, formalmente las intersecciones de los
meridianos con los paralelos se dan a 90°

Consecuencia de lo anterior es que el paralelo superior tenga menor extensión que el inferior y
además que las áreas cubiertas por mapas situados más cercanos al Polo Norte sean menores que las de
mapas ubicados más al sur. Esto no es muy aparente en las cartas del INEGI-DGG, debido a la escala,
pero el interesado puede comprobarlo fácilmente haciendo unas cuantas medidas.

En el caso de estas cartas, el sistema de coordenadas se indica a través de cuatro niveles de


aproximación, diseñados para facilitar a los usuarios el trabajo de referenciación geográfica, véase la
figura 20 a continuación.

41
Primer nivel de aproximación

En cada una de las esquinas del mapa se indican las coordenadas geográficas, alineadas con los
respectivos paralelos y meridianos (la latitud es siempre el menor de los dos valores). En el ejemplo de la
figura 20 se puede ver que el mapa tiene un formato de 20 minutos de arco en longitud, por 15 minutos de
arco en latitud, en una relación de cuatro a tres. En otros mapas de iguales o diferentes escalas se pueden
dar formatos diferentes. El formato se define en la etapa inicial de diseño.

Con el objeto de tener una idea acerca de las dimensiones relacionadas con unidades cíclicas o
sexagesimales (grados, minutos y segundos de arco) sobre la superficie esferoidal terrestre al nivel del
Ecuador, se puede decir que aproximadamente:

Un grado equivale a 110 kilómetros


Un minuto equivale a 1,850 metros ó una milla marina
Un segundo equivale a 30 metros

Se reitera que estos son valores aproximados, al nivel del Ecuador, pero útiles para tener una idea
del orden de las magnitudes en la práctica. Las dimensiones a lo largo de los paralelos van disminuyendo
al alejarse del Ecuador, hasta hacerse cero en los polos. Si se quiere tener una aproximación, hay que
multiplicar los valores anteriores por el coseno de la latitud.

Si se usan los valores indicados para encontrar el formato lineal del mapa, se ve que horizontalmente
se tiene una extensión de:

1.85 x 20 = 37 km

Y verticalmente: 1.85 x 15 = 27 km,

O sea, un formato de 37 x 27 km.

42
Si se multiplican ambos valores, se encuentra el área aproximada cubierta por el mapa:

Area = 37 x 27 = 999 km2 ,

Por lo que se dice que cada carta básica del INEGI-DGG a la escala de 1:50,000 cubre
aproximadamente 1,000 km2.

Hay que recordar que estos no son valores precisos; si se quiere mayor exactitud es necesario
emplear fórmulas matemáticas de la Geodesia. En todo caso, el error cometido en términos de área por el
empleo de las anteriores aproximaciones no es mayor que un 14% en el ámbito territorial mexicano. En
efecto, la carta más extrema al norte cubre en realidad 855 km2, mientras que la que está más al sur abarca
una superficie de 993 km2.

Segundo nivel de aproximación

A lo largo del canevá y por la parte exterior, se hacen subdivisiones cada 5 minutos de arco y se
rotulan con el valor correspondiente.

Tercer nivel de aproximación

Internamente, dentro del cuerpo del mapa, se hacen subdivisiones a la mitad del intervalo anterior, o
sea cada 2.5 minutos de arco y se marcan con una pequeñas cruces, sin rotular.

Cuarto nivel de aproximación

El último nivel de aproximación está a lo largo de los bordes de la carta, en donde se hacen
subdivisiones cada minuto de arco.

Con este conjunto el usuario tiene varias opciones y puede determinar posiciones geográficas de
puntos de interés con relativa facilidad, con una aproximación de dos décimos de segundo de arco ( 0.2").

En la práctica, se puede proceder de dos maneras:

a) Por ejemplo, para el punto A señalado en la figura 20, se recomienda trazar un cuadro que una las
cruces de coordenadas de modo que el punto quede encerrado en dicho cuadro.

A continuación, hay que tomar algunas medidas. En el caso de la latitud, mídase con una regla o
escalímetro la distancia entre el lado inferior del cuadro y el punto, y entre el lado inferior y el superior.
Supóngase que estas medidads arrojaron 3.54 y 4.61 cm respectivamente. A continuación se aplica una
sencilla regla de tres:

4.61 cm es a 2.5 minutos de arco,

como 3.54 cm es a X minutos de arco ,

entonces:
X = (3.54 x 2.5 )/4.61 = 1.920 minutos de arco,

esto es X = 1.920' = 1' 55.2"

la latitud del lado inferior es de 20o 32.5', a la que hay que sumarle el valor encontrado:

43
20o 32' 30"
+ 1' 55.2"
Latitud de A: 20o 34' 25.2"

Lo mismo se hace en el caso de la longitud geográfica; en este caso se toman medidas desde el lado
derecho del cuadro, hasta el punto y hasta el lado izquierdo. Supóngase que las medidas fueron de 2.05 y
4.62 cm respectivamente. Nuevamente, se aplica la regla de tres:

4.62 cm es a 2.5 minutos de arco,


2.05 cm es a X minutos de arco,

resolviendo:
X = ( 2.05 x 2.5 )/ 4.62 = 1.109 minutos de arco,

esto es, X = 1.109' = 1' 06.5" ;

la longitud del lado derecho es de 102o 27.5', a la que hay que sumar el valor calculado:

102o 27' 30"


+ 1' 6.5"
Longitud de A: 102o 28' 36.5"

El resultado final se expresa indicando la pareja de valores, con la latitud en primer lugar; esto es:

Punto A: Latitud 20o 34' 25.2"


Longitud 102o 28' 36.5"

Si el punto está cerca de los bordes del mapa, se pueden emplear con ventaja las subdivisiones a
cada minuto.

Nótese que con el sistema descrito es necesario hacer cuatro trazos, tomar igual número de medidas
y efectuar varias operaciones, lo que puede consumir tiempo si se desea la determinación de varios
puntos. Además, existe el riesgo de cometer errores por lo repetitivo de las operaciones. El siguiente
método es más rápido y confiable una vez que se ha dominado en la práctica.

b) Como en el caso anterior, se traza un cuadro alrededor del punto uniendo las cruces de
coordenadas, y se procura extenderlo un poco.

Tómese un escalímetro cualquiera y escójase un cierto número de unidades, tales que su longitud sea
mayor que las dimensiones del cuadro y que sean un múltiplo cerrado del intervalo en minutos que se
quiere cubrir, en este caso, 2.5 minutos de arco. En el ejemplo que se da en la figura 21 se escogieron 150
segundos, equivalentes a los 2.5 minutos, en un escalímetro hipotético numerado de 20 en 20 unidades.

En el caso de las latitudes, se acomoda el escalímetro de modo que el cero coincida con la línea
inferior del cuadro y la marca de 150 segundos esté sobre la línea superior. Trasládese el escalímetro
paralelo a sí mismo, hasta que su borde coincida con el punto deseado. Hay que revisar y ajustar lo
necesario ya que en el momento de hacer la lectura las coincidencias deben ser poco menos que perfectas.

Tomando en cuenta la latitud de la línea inferior, váyanse contando las divisiones según su valor,
hasta llegar al punto, determinando así la coordenada buscada. A continuación se hace lo mismo para las
longitudes, sólo que en este caso el cero del escalímetro se hace coincidir con el lado derecho del cuadro y
la marca de 150 segundos deberá estar en el lado izquierdo, luego de lo cual el procedimiento es el
mismo. En la figura 21 se ilustra este método, que tiene la ventaja de no requerir medidas ni operaciones
numéricas, además de estar menos sujeto a errores. El ejemplo no es más que eso, un ejemplo y no
significa que necesariamente deba haber 150 unidades; de hecho, la selección del intervalo es un tanto
arbitraria y depende más bien del operador; lo importante en esto es el concepto.

44
Pueden haber otros métodos para estas determinaciones de coordenadas geográficas, alguno de ellos
basados en el uso de plantillas deslizables. En la actualidad y con los sistemas automatizados esta
operación es muy sencilla; basta con apuntar en la pantalla y pulsar un botón para obtener las coordenadas
instantáneamente, aunque se requiere que previamente el mapa esté en una base de datos geográficamente
referenciada.

Sistema rectangular

Como una opción al sistema geográfico o curvilíneo, se usa de manera intensiva el sistema
rectangular, puramente cartesiano, que desde el punto de vista de uso práctico ofrece varias ventajas, entre
ellas las siguientes:

a) Las coordenadas de puntos se pueden obtener con mayor rapidez y seguridad,

b) Los cálculos de distancias y orientación son relativamente sencillos,

c) La determinación de áreas es más precisa cuando se emplean sistemas digitales,

d) La digitalización se puede hacer con referencia a pares de coordenadas de más fácil manejo,

e) Ciertas aplicaciones son más eficientes (artillería, catastro, planeación urbana, etc.) si pueden
referirse a un sistema rectangular de coordenadas,

f) Los procesos fotogramétricos trabajan con sistemas numéricos basados en coordenadas


rectangulares.

45
Los sistemas rectangulares se sobreponen a la información del mapa mediante una cuadrícula en la
que los valores de coordenadas están referidos a una cierta proyección cartográfica (véase el tema de
proyecciones más adelante).

En el caso de la Dirección General de Geografía del INEGI, como en muchas otras organizaciones
cartográficas nacionales y del exterior, se utiliza la llamada cuadrícula Universal Transversa de Mercator,
basada en la proyección cartográfica del mismo nombre (Universal Transversa de Mercator ó UTM).
Dicha cuadrícula es un reticulado impreso en las primeras cartas editadas a la escala de 1:50,000 a
intervalos de 10 Km. en color negro, y posteriormente cada 2 cm., en color azul.

Las características de este sistema son las siguientes, ver figura 22:

a) Los ejes están orientados en las direcciones Este-Oeste y Norte-Sur,

b) El eje de las abscisas, orientado en la dirección Este-Oeste, es la línea del Ecuador Terrestre. Es
con referencia a este eje que se miden las coordenadas Y, denominadas "Norte" (N), en metros, en
el hemisferio norte que es el que corresponde a México y a partir del valor cero.

c) El eje de las ordenadas, orientado en la dirección Norte-Sur, es una línea que se define como el
meridiano central de la zona UTM en que está ubicada la carta. Es con referencia a esta línea que
se miden las coordenadas X, denominadas "Este" (E), en metros, a la derecha o izquierda de la
misma y a partir de un valor establecido arbitrariamente en 500,000 metros.

El concepto de meridiano central se explica a continuación, asociado al sistema universal UTM.

Imagínese el hemisferio norte visto desde un punto elevado sobre el Polo Norte. Sobre este
hemisferio se representa el Meridiano de Greenwich como una línea vertical, así como los meridianos a
90 grados de éste.

Divídase esta figura en 60 partes iguales, tal como se indica en la figura 23, de modo que cada
división tenga una extensión en longitud geográfica de 6 grados de arco. Lo que resulta de esta división es
la representación de las denominadas Zonas UTM.

46
Desde el meridiano de 180o, numérense las zonas de 1 a 60, en sentido contrario a las manecillas del
reloj. Con esto se identifican las diferentes zonas de la UTM.

Nótese que México abarca 6 zonas UTM, de la 11 a la 16 inclusive.

Figura 23. Zonas UTM

Si se aísla una cualquiera de las zonas, ahora vista de frente, por ejemplo la zona 14, se la puede ver
como un huso horario, figura 24.

Los límites entre zonas son desde luego meridianos con una longitud geográfica conocida. El
meridiano que divide la zona en dos partes es el llamado meridiano central de la zona, o eje Y de
coordenadas al que se hizo referencia anteriormente.

Las coordenadas de cualquier punto estarán entonces a uno u otro lado del meridiano central. Para
evitar la ocurrencia de valores negativos de la coordenada Este para puntos que estén a la izquierda del
meridiano central, se le da a éste un valor de origen arbitrario igual a 500,000 metros. Dicho valor asegura
que siempre habrá coordenadas Este positivas; recuérdese que 3 grados de arco son aproximadamente
330,000 metros.

Cada zona tiene su propio meridiano central con un valor de 500,000 metros. Por esta razón habrá
coordenadas repetitivas a lo largo del globo terrestre, por lo que cuando se trabaja en ámbitos geográficos
que comprendan varias zonas, junto con cada par de coordenadas debe especificarse el número de zona.

También ocurrirá que en los límites de zonas contiguas habrá puntos que tengan dos juegos de
coordenadas diferentes. Por ejemplo, para el punto A de la figura 24, se tiene:

A( Ea , Na) Zona 14,

A(E'a, N'a) Zona 13

De modo que

47
Na = N'a y:

Ea  E'a

Ea  500,000 ; E'a  500,000

Cualquier valor de coordenada Este que sea mayor que 500,000, indica un punto hacia el oriente del
meridiano central; si la coordenada es menor que 500,000, el punto se encuentra al oeste del meridiano
central.

En resumen:

La coordenada norte de un punto representa la distancia en metros que existe entre dicho punto y el
Ecuador terrestre.

La coordenada Este de un punto, restada de 500,000, representa la distancia en metros que existe
entre dicho punto y el meridiano central de la zona UTM en que está ubicada la carta que contiene al
punto.
En las cartas del INEGI-DGG a la escala de 1:50,000, los valores de las coordenadas UTM de
referencia se indican en la esquina inferior izquierda de cada carta, con los valores en metros, en color
azul. Luego, a lo largo de los bordes y alineado con la cuadrícula, con las dos últimas cifras en unidades
de kilómetros, véase la figura 25.

48
Usos del sistema rectangular

Determinación de coordenadas

La determinación de las coordenadas de puntos es de lo más sencillo. Si se quieren con una


aproximación de 100 metros, basta leerlas "al ojo", con referencia a los valores indicados. El punto A de
la figura tiene así las siguientes coordenadas:

A ( 677.8 , 2,335.6) en kilómetros

que permite obtener coordenadas dentro de  5 metros. Por ejemplo, para el mismo punto, las medidas
Si se quiere mayor aproximación, hay que medir con un escalímetro hasta el décimo de milímetro, lo

encontradas son de 1.63 cm. y 1.21 cm. en las direcciones horizontal y vertical respectivamente, a partir
de las líneas de la cuadrícula correspondientes. Recordando que para la escala de 1: 50,000 un cm.
equivale a 500 metros:

1.63 x 500 = 815 m ; 1.21 x 500 = 605 m

+ 677000 + 2335000

E= 677815 m N= 2335605 m

677000 y 2335000 son los valores cuadriculares de referencia, véase la figura 25.

Nota: para valores precisos conviene asegurar que el papel no se ha deformado. Si hay sospecha de
que esto ha ocurrido, debe comprobarse haciendo un par de medidas sobre la cuadrícula, de unos 20 cm.
en la vecindad del punto. Supóngase que en la dirección Este se encontraron 20.34 cm. en lugar de 20 y
que en la otra dirección se obtuvieron 20.19 cm. Las medidas son entre líneas de cuadrícula. Las
coordenadas corregidas se pueden calcular mediante una simple regla de tres:

49
Para Este Para Norte

20.34 cm.................10,000 m 20.19 cm................10,000 m


1.63 cm................. X m 1.21 cm................ X m

X = (1.63 x 10,000)/20.34 X = (1.21 x 10,000)/20.19

X = 801 m X = 599 m

Y así, las coordenadas del punto, tomando en cuenta las deformaciones del papel, son:

E = 677801 ; N = 2335599

En lugar de lo anterior, se podría calcular una corrección para varios puntos, de ser el caso, aplicable
a los valores encontrados. Se deja al estudiante comprobar que los factores de corrección son:

- 0.01672 en la dirección Este y - 0.00941 en la dirección Norte

Con estos factores, las nuevas coordenadas son:

Este : 677000 + 815 - 0.01672 x 815 = 677815 - 14 = 677801


Norte: 2335000 + 605 - 0.00941 x 605 = 2335605- 6 = 2335599

Determinación de distancias

En ocasiones, será necesario encontrar la distancia recta entre dos puntos con una precisión mayor
que la que pueden dar el empleo de la fracción representativa o la escala gráfica. En este caso, la
distancia puede calcularse determinando las coordenadas UTM de los puntos extremos de la línea y
aplicar las siguientes expresiones:

D1-2 = S

En donde S = (E2 - E 1 ) 2 + ( N 2 - N1 ) 2

(E1, N1) son las coordenadas UTM del primer punto y (E2, N2) son las correspondientes del segundo
punto. La solución requiere hacer dos substracciones, dos elevaciones al cuadrado, una suma y una raíz
cuadrada, lo que consume tiempo si se hace a mano, pero con el uso actual de calculadoras de bolsillo, las
cuales son muy accesibles, la operación requiere solamente unos cuantos segundos.

El procedimiento anterior es válido para cualquier distancia que se quiera calcular dentro de un
mapa o dentro de una zona UTM, pero pierde validez para líneas cuyos extremos estén en zonas
diferentes, debido a que las coordenadas de los puntos extremos no son compatibles por estar referidas a
meridianos centrales diferentes. En estas hay situaciones hay que recurrir a fórmulas geodésicas para
cálculo de distancias en función de coordenadas geográficas.

La distancia obtenida a base de coordenadas rectangulares es una distancia de cuadrícula. Si se desea


la distancia topográfica, es necesario aplicar una corrección por lo que se llama factor de escala, el cual es
la relación que existe entre la distancia recta de la cuadrícula y la correspondiente distancia curva sobre la
superficie terrestre. Más adelante, en el tema de proyecciones cartográficas se tratará con un poco de
mayor extensión el factor de escala. Sin embargo, queda al criterio del usuario hacer la corrección o no,
de acuerdo con la precisión requerida, considerando que el máximo error que se puede cometer es del
orden de una parte en 2,500.

50
Determinación de direcciones

La dirección de una línea (rumbo o acimut) se puede determinar usando las coordenadas de los
puntos extremos o de parejas de puntos intermedios a lo largo de la línea. Por ejemplo, el rumbo de la
línea A-B de la figura 25 se obtiene aplicando la siguiente fórmula:

Tan = (E2 - E1)/ (N2 - N1)

En donde  es el ángulo entre la línea y la dirección norte-sur. En este caso se obtiene un rumbo
sureste. Si se invierte el orden en los puntos, se obtiene un rumbo noroeste. Nuevamente, el cálculo se
puede hacer fácilmente con una calculadora de bolsillo.

El rumbo así obtenido corresponde a una dirección de cuadrícula, ya que como en el caso de la
distancia, los valores empleados son coordenadas que están en la cuadrícula UTM. El usuario puede estar
interesado en conocer ya sea la dirección astronómica real o verdadera, o bien la dirección magnética, lo
cual lleva a la consideración de que en la carta se manejan tres diferentes nortes; el norte astronómico, el
norte de cuadrícula y el norte magnético. Para tales efectos, se pueden hacer ciertas correcciones a las
direcciones cuadriculares:

- La corrección por convergencia en el caso de transformación de la dirección cuadricular a la


dirección astronómica, real o verdadera,

- La corrección por declinación en el caso de la transformación a dirección magnética, aplicada a


la dirección verdadera.

En el primer caso, hay que recordar que los meridianos que limitan el mapa definen la dirección
norte real y convergen hacia los polos, mientras que las líneas "verticales" de la cuadrícula son paralelas y
definen la dirección del llamado norte de cuadrícula.

Lo anterior quiere decir que entre ambos sistemas de coordenadas, el geográfico y el rectangular,
existe una relación angular que depende de la posición geográfica, tal que para un punto dado existe un
ángulo llamado ángulo de convergencia entre el meridiano que pasa por el punto y la correspondiente
línea de cuadrícula vertical, véase figura 26, ángulo c.

51
Como puede verse en la figura, la magnitud del ángulo de convergencia es variable; desde el valor
cero en el centro de cualquier zona UTM donde ambos nortes son coincidentes, con valores crecientes
que llegan a un máximo en los límites de la misma. Para una latitud de 30 o , por ejemplo, este máximo
vale 1.5o.

En el mapa topográfico del INEGI-DGG a la escala de 1: 50,000, el valor de la convergencia se


indica en la leyenda, junto a lo que se denomina el diagrama de convergencia, o diagrama de
declinación, o bien diagrama de declinación y convergencia, el cual tiene el aspecto mostrado en la
figura 27.

La línea rematada por una estrella representa la dirección del norte verdadero; la línea vertical
rotulada con "NC" representa en este caso la dirección del norte de cuadrícula y la línea con una flecha
indica la dirección del norte magnético. C es la convergencia de cuadrícula y d es el ángulo de
declinación magnética. Junto a diagrama se indican los valores de c y d, determinados para el centro de la
hoja. Obsérvese que el norte real puede quedar a la izquierda o la derecha del norte de cuadrícula,
dependiendo de la posición con respecto al meridiano central de la zona UTM y por lo tanto, la
convergencia puede ser positiva o negativa; positiva si se está al este del meridiano central, y negativa en
caso contrario.

52
El valor del ángulo de convergencia para un punto dado se calcula con la siguiente expresión:

C = sen

En donde  es la diferencia en longitud geográfica que existe entre el punto considerado y el


meridiano central que le corresponde, es decir,

 = o - p ,

y  es la latitud del punto.

Ejemplo: para un punto en México con una latitud de 22 0 y longitud de 1030, se tiene que

 = 220

Para determinar  se puede emplear la siguiente expresión:

 = 177 - 6n - p ,

en donde n es un número entero que se encontrará como se indica a continuación. En este caso,

 = 177 - 6n - 103

 = 74 - 6n

Ahora, búsquese un valor de n tal que multiplicado por 6, dé un resultado muy próximo a 74. En este
caso, n = 12 satisface este requisito, ya que 6 x 12 = 72; entonces,

 = 74 - 72 = + 20

Por lo tanto, la convergencia vale

C = 2sen220 = 2 x 0.375 = 0.750 = 45'

El signo positivo indica que el punto se encuentra al este del meridiano central.

Si se conoce el número de zona UTM, se puede encontrar  aplicando lo siguiente:

 = 183 - 6N - p

En donde N es el número de zona. Para la longitud del punto resulta que N = 13; luego,

 = 183 - 6 x 13 - 103

 = 183 - 78 - 103

 = 183 - 181

 = + 20

Nota: N = 13 corresponde a un meridiano central de 105 0

La corrección a la dirección de cuadrícula se aplica sumando o restando el valor de la convergencia


según el signo dado por la diferencia en longitud calculada.

53
El meridiano central tiene una longitud 0 determinada por

0 = 183 - 6N

Para N = 13, se tiene entonces que

0 = 183 - 6 x 13 = 183 - 78 ;

0 = 1050

Ahora se verá el caso de la conversión a dirección magnética.

En tanto el Polo Norte terrestre es una entidad geométrica relativamente fija, el Polo Norte
magnético es una entidad física variable, no coincidente con la primera. Debido a esto, las respectivas
direcciones son diferentes y por lo tanto existe un ángulo entre ambas, al cual se le conoce como
declinación magnética, véase figura 28.

En consecuencia, se define a la declinación magnética en un punto dado como el ángulo que existe
entre la dirección norte magnética y la correspondiente dirección norte astronómica. La declinación es
variable con el tiempo, debido a que la posición del Polo Norte Magnético está cambiando continuamente,
por razones no del todo conocidas. Se reconocen tres tipos de variaciones:

a) Variaciones seculares, medidas en períodos largos, del orden de siglos,

b) Variaciones anuales, computables de año en año, y

c) Variaciones diurnas, que corren de día en día.

Desde el punto de vista cartográfico interesan las variaciones anuales, que se determinan con el
objeto de conocer los valores de la declinación en un momento dado, con referencia a una cierta fecha. A
tal efecto, algunas organizaciones científicas, nacionales e internacionales realizan con una periodicidad
de 5 ó 10 años medidas tendientes a determinar los parámetros geomagnéticos de intensidad del campo,
declinación e inclinación. Conocidos los valores de declinación, es posible elaborar una carta de
isógonas.

54
Una carta de isógonas representa, sobre una base cartográfica, un conjunto de isógonas, o líneas de
igual declinación magnética (ver figura 29). Junto a éstas suele también representarse un segundo
conjunto de curvas de igual variación anual a las que se denomina isoporas, agregando a la información
en la carta la fecha (o época) para la cual los valores indicados empiezan a tener vigencia. De ahí en
adelante hay que corregirlos por variación anual.

Nota: La figura es puramente hipotética; el estudiante no debe interpretarla como una realidad, ya
que es solamente un ejemplo ilustrativo.

Esta carta forma parte de los elementos de trabajo empleados en la etapa de edición, en la que se
determinan los valores de declinación y variación anual que aparecen en cada mapa, como es el caso del
diagrama de la figura 27. Dichos valores se obtienen de la carta isogónica interpolando linealmente entre
las curvas que correspondan según la posición geográfica del mapa que se está editando.

En el caso de México, las curvas isogónicas indican valores de declinación hacia el Este, la variación
anual es hacia el oeste y la época es 1990.0 (las cero horas del 1 de enero de 1990).

Para encontrar la dirección magnética es necesario determinar el valor de la corrección a la dirección


astronómica, o sea la declinación en la época actual. Hay que recordar que el valor de la declinación
indicada en el mapa está referido a la época 1990.0, por lo que hay que corregirlo por la variación total
acumulada entre el 1 de enero de 1990 y la fecha de interés, teniendo en cuenta el valor de la variación
anual. Se ilustrará esto con un ejemplo.

Tómense los valores indicados en el diagrama de la figura 27; esto es, una declinación de 9 o con 15'
al Este y una variación anual de 15' al oeste. Supóngase que ya se conoce una dirección astronómica de
280 46' 34", obtenida por la determinación de una dirección de cuadrícula corregida por convergencia.
Asúmase que se desea obtener la dirección magnética para la fecha 5 de noviembre de 1996.

1. Calcúlese el lapso de tiempo transcurrido entre el 1 de enero de 1990 y el 5 de noviembre de


1996.

La fecha actual en años es 1996.85

El tiempo transcurrido es 1996.85 - 1990.0 = 6.85 años;

55
2. Calcúlese la variación magnética total:

6.85 x 15 = 102.75 minutos de arco = 10 42' 45" al oeste

3. Corríjase la declinación inicial:

90 15' 00"
- 10 42' 45"

Declinación al 5/11/96: 70 32' 15" al Este;

4. Aplíquese este valor a la dirección astronómica. Puesto que la declinación es hacia el Este, hay
que restarla de la dirección astronómica:

280 46' 34"


- 70 32' 15"
Dirección magnética actual: 21 0 14' 19"

Para efectos prácticos, el valor anterior se puede redondear a 21 0 14' (al minuto, que es la
precisión de interpolación en la carta isogónica, por lo que los segundos de arco ya no tienen significado
práctico).

Áreas por coordenadas

El área de una porción de terreno se puede obtener empleando las coordenadas UTM de los puntos
esquineros. Basta para ello obtener las coordenadas en el mapa y aplicar la siguiente rutina de cálculo:

1) Se hace un listado ordenado de las coordenadas, repitiendo al final el primer par. Este primer
par puede ser cualquiera, pero el orden del listado debe ser secuencial, en cualquier dirección que
se siga. Por ejemplo véase la figura 30 para un polígono de cinco lados.

56
Figura 30. Esquema para el cálculo de áreas

2) Se calculan los productos en el sentido indicado por las flechas, de arriba hacia abajo y se suman
los resultados; es decir, se hace:

E1N2 + E2N3 + E3N4 + E4N5 + E5N1

3) Luego se repite la operación, pero ahora multiplicando de abajo hacia arriba, nuevamente en el
sentido mostrado por las flechas:

E1N5 + E5N4 + E4N3 +E3N2 + E2N1

4) Tómese la diferencia en valor absoluto de los resultados obtenidos en los pasos 2 y 3 y divídase
por 2. El valor que resulte es el área buscada.

Ejemplo; supóngase que las coordenadas (cualesquiera, no necesariamente UTM) son:

P1 (30,55), P2(60,50), P3(50,25), P4(15,05), P5(10,30)


Paso 1:

P1 30 55
P2 60 50
P3 50 25
P4 15 05
P5 10 30
P1 30 55

Paso 2:
30 x 50 + 60 x 25 + 50 x 5 + 15 x 30 + 10 x 55 = 4250

Paso 3:
30 x 30 + 10 x 5 + 15 x 25 + 50 x 50 + 60 x 55 = 7125

 4250 - 7125  = 1437.5


Paso 4:

Por lo tanto, el área es: A = 1437.5 unidades 2

En la práctica, con el uso de las coordenadas UTM se tiene el inconveniente de tener que operar con
números muy grandes. Para esto, se pueden reducir las coordenadas a un valor mínimo si a todas ellas se
les resta la menor. Con esto, las operaciones numéricas se hacen con números más pequeños. En el
ejemplo anterior los menores valores en E y N son 10 y 5 respectivamente, con lo que el nuevo listado
quedaría en la forma siguiente:

Paso 1:
P1 20 50
P2 50 45
P3 40 20

57
P4 05 00
P5 00 25
P1 20 50

Paso 2: 20 x 45 + 50 x 20 + 40 x 00 + 05 x 25 + 00 x 50 = 2025

Paso 3: 20 x 25 + 00 x 00 + 05 x 20 + 40 x 45 + 50 x 50 = 4900

Paso 4: ABS[(2025 - 4900)/2] = 1437.5 unidades 2 = Área

En todo caso, se recomienda el uso de una calculadora de bolsillo con capacidad para almacenar
números grandes. Si se tienen que calcular muchas áreas, como por ejemplo en cartas catastrales o de
predios, conviene organizar el trabajo y automatizarlo de alguna manera; las coordenadas pueden ser
determinadas por digitalización y los cálculos se efectúan en una computadora, con un programa que
como puede verse en la rutina anterior, es fácil de elaborar. De hecho, existen ya muchos paquetes de
software para aplicaciones cartográficas que ya tienen incorporadas las rutinas de cálculo de áreas, con lo
que la operación se hace muy fácil, con la ventaja de que se pueden determinar áreas de contornos muy
irregulares. Esto último es posible debido a que dichas áreas se pueden asimilar a polígonos cerrados con
un número grande de lados que las computadoras modernas no tienen mayor dificultad para manejar.

Una nota de advertencia: las áreas calculadas con este método son áreas planas, obtenidas de valores
de coordenadas cuadriculares en la Proyección Universal Transversa de Mercator, por lo que están
afectadas por las deformaciones propias de la proyección. Esto quiere decir que no son las áreas sobre la
superficie elipsoidal terrestre. Sin embargo, las diferencias se deben juzgar desde el punto de vista
práctico y del propósito para el cual se calculan estas áreas. En la mayoría de las aplicaciones estas
diferencias son ignoradas.

Existen otras opciones para la determinación de áreas: uso de cuadrículas finas, cálculos
geométricos, planímetros de diversos tipos e inclusive por peso. Dichas opciones pueden ser utilizadas
dependiendo del usuario y sus necesidades. El método descrito aquí es uno de los más precisos.

CLAVES CARTOGRAFICAS

Ya que se ha estado hablando de sistemas de coordenadas para efectos de ubicación geográfica,


conviene discutir la clave de las cartas del INEGI-DGG a fin de explicar su significado y destacar su
característica identificatoria de localización espacial.

Cada carta en las escalas de 1:20,000, 1:50,000 y 1:250,000 se identifica con una clave única que la
ubica geográficamente sobre la superficie terrestre.

En el caso de la carta en la escala de 1:50,000, se tiene una clave alfanumérica integrada por cuatro
elementos, como por ejemplo, F-14-B-47.

El primer término alfabético (F) identifica una faja de latitud geográfica de 4 grados de ancho, con
los términos A, B, C,...F,... referidos al Ecuador:

FAJA RANGO EN LATITUD

A 00 a 04
B 04 a 08
C 08 a 12
D 12 a 16

58
E 16 a 20
F 20 a 24
G 24 a 28
H 28 a 32
I 32 a 36
J 36 a 40

De esta manera, la carta en cuestión está ubicada entre los paralelos de 20 0 y 240

El segundo término de la clave (14) identifica la zona UTM.

Para encontrar el rango de longitud geográfica correspondiente, resuélvase la siguiente expresión:

Límites = (183 - 6N)  3

Límites = (183 - 6 x 14 )  3 = (183 - 84)  3 = 99  3 ,

Lo que da:

990 + 30 = 1020

990 - 30 = 960 ,

Por lo que la carta está ubicada entre los meridianos de 96 0 y 1020 (recordar que es al oeste de
Greenwich).

Los dos términos anteriormente indicados definen un cuadrante básico sobre la superficie de la
Tierra, dentro de los límites de coordenadas geográficas encontradas, como se muestra en la figura 31 a
continuación.

59
Si este cuadrante se divide en cuatro partes iguales y éstas se designan como A, B, C y D, en la
forma indicada en la figura, se tiene el significado del tercer término de la clave (B). En este cuadrante,
los límites geográficos son ahora:

En latitud, de 220 a 240

En longitud, de 960 a 990

Para explicar el cuarto término de la clave, tómese el subcuadrante (B) y divídase verticalmente en 8
fajas y horizontalmente en 9 columnas, numerándolas sucesivamente de arriba a abajo y de izquierda a
derecha, respectivamente, como se muestra en la figura 32 de la siguiente página.

De acuerdo con el último término de la clave, la carta del ejemplo está ubicada en la cuarta columna
y en la séptima columna (cuatro, siete y no cuarenta y siete).

Como hay 2 grados de extensión en latitud, cada carta cubre un rango de 120/8 = 15 minutos de arco
y con esto es fácil ver que estará comprendida entre los 230 00' y 230 15' de latitud norte. Del mismo
modo, en longitud se tendrá un cubrimiento de 180/9 = 20 minutos de arco, con lo que los límites en esta
coordenada están comprendidos entre 960 40' y 970 00'.

Con esto, puede verse que la clave define en forma única cada carta escala 1: 50,000 en un formato
de 20 x 15 minutos de arco.

En el caso de ortofotomapas a la escala de 1: 20,000, se tendrá una clave con un carácter adicional,
indicativo del número de divisiones correspondientes a la carta 1: 50,000, dividida para estos efectos en 6
partes iguales, como se nota en la figura 33, con un formato de 6' 40" en longitud, por 7' 30" en latitud.
Las divisiones se designan con las letras de la A a la F. En este caso se tiene el fotomapa F14B47-E.

Para cartas en la escala de 1: 250,000, se conserva el cuadrante básico, pero ahora se le divide en 12
partes iguales que se numeran como se indica en la figura 34, en donde se tiene entonces una clave de tres
términos en cartas con un formato de 2 por 1 grados. Los dos primeros términos tienen el mismo
significado anterior, mientras que el tercero corresponde a la numeración en la subdivisión del cuadrante
básico. Nótese que una carta en la escala de 1:250,000 está integrada por el cubrimiento de 24 cartas en
la escala de 1: 50,000 y por lo tanto representa un área de aproximadamente 24,000 km 2.

60
Como detalle de interés, el sistema de clavificación expuesto forma parte ahora de una norma oficial del
INEGI-DGG

SISTEMAS DE REFERENCIA GEOGRAFICA

Como parte del conocimiento que se supone debe tener todo cartógrafo, se introducen ahora algunas
notas sobre los conceptos elementales relacionados con los sistemas de referencia geográficos en que se
apoya la producción cartográfica.

Conceptos sobre Dátum

Al discutir el tema de coordenadas geográficas se habló de términos tales como latitud y longitud y
que cada mapa y punto que se encuentre contenido en él está referido a dicho sistema, cuyo origen está en
el Ecuador y el Meridiano de Greenwich. Pero, ¿dónde están físicamente el Ecuador y dicho Meridiano?
De este último solamente se conoce un punto al cual arbitrariamente se le definió como el meridiano cero,
y eso es todo lo que se sabe. No hay líneas trazadas sobre la superficie de la Tierra que definan
meridianos y paralelos y en los que se puedan apoyar los levantamientos geodésicos y topográficos
necesarios para cartografía. El problema estriba entonces en disponer de un punto inicial, o Dátum de
coordenadas conocidas del cual se pueda partir, así como una línea de dirección también conocida. Es lo
mismo que tradicionalmente se necesita en cualquier levantamiento topográfico, con la diferencia de que
en éste las coordenadas pueden ser arbitrariamente establecidas y en el sistema geográfico deben ser
bastante absolutas y de aplicación a escala mundial. Esto conduce al concepto de Dátum Horizontal.

Dátum horizontal; el NAD27 y el ITRF92

Por lo que se dijo en el párrafo anterior, dátum quiere decir "dato" u "origen" de un sistema de
medición, punto de partida. Cuando se sintieron las necesidades geodésicas y cartográficas en los Estados
Unidos de Norteamérica, se llevaron al cabo una serie de determinaciones astronómicas de alta precisión
sobre la latitud, longitud y acimut en un punto situado en el centro geográfico aproximado del territorio
norteamericano. Esto es en el estado de Kansas, en un sitio llamado Meades Ranch y durante mucho
tiempo fue el origen de las coordenadas geográficas de la mayor parte del continente americano.

Desde este punto, designado como Dátum Norteamericano de 1927 se generó la red de apoyo
geodésico primario mediante triangulaciones y levantamientos geodésicos en general que se extendieron
en todas direcciones, por el norte hasta Alaska, pasando por Canadá, y por el sur internándose en México,
América Central y las Antillas, conformando así un sistema único en el que se apoyó la cartografía de
todas estas áreas geográficas.

De este modo, el dátum horizontal de referencia, hasta hace relativamente poco tiempo, fue el Dátum
Norteamericano de 1927, abreviado NAD27. Es el dátum al cual estuvo ligada toda la cartografía nacional
producida por el INEGI-DGG en lo que respecta a valores de latitud, longitud y acimut. Esto ha
cambiado, como se verá más adelante.

Para generalizar, existen y pueden existir otros data como resultado de determinaciones
astronómicas precisas, en los que las coordenadas astronómicas obtenidas se hacen iguales arbitrariamente
a las coordenadas geodésicas (por ejemplo, en Venezuela se desarrolló el llamado Dátum de las Canoas).
Sucede sin embargo, que si se trata de ligar un dátum con otro, no será posible sin tener en consideración
ciertos efectos físicos dinámicos, y de hecho se llegará a la conexión con un error no atribuible a causas
instrumentales, errores de medición o circunstancias ambientales.

Con el pasar del tiempo se llegó a percibir que el desarrollo de los levantamientos con base en el
NAD27 estaban acusando ciertas inconsistencias y distorsiones aleatorias no explicadas y que la extensión
de los mismos señalaba la presencia de errores y deterioro de la precisión esperada, en lo que se señalaron
causas tales como el efecto acumulativo de los errores con la distancia, densidad no uniforme de los
cubrimientos, las inconsistencias generadas por la aplicación de instrumentos, metodologías y normas no
uniformes en los levantamientos o la no rígida aplicación de las mismas, el hecho de que el sistema de

61
referencia estaba definido solamente en forma geométrica, y era bidimensional y topocéntrico (sobre la
superficie terrestre) y no consideraba los efectos dinámicos, además de la presencia de defectos en la
aplicación de correcciones a las observaciones, y otras causas. Todo esto dio lugar a una redefinición del
NAD27, materializada en lo que ahora se conoce como NAD83, nuevo dátum que ya se está aplicando en
los Estados Unidos, Canadá y algunos otros países americanos.

El NAD83 es el resultado de un masivo esfuerzo por reducir las inconsistencias del NAD27 a través
de un reajuste o compensación matemática de todos los datos disponibles levantados a lo largo del
tiempo. No se pretende aquí abundar en los detalles de tal trabajo y solamente se menciona para seguir la
secuencia e introducir el concepto del nuevo sistema de referencia que se está empleando en el INEGI-
DGG.

En el caso de México, no se está aplicando el NAD83. Las razones de esto estriban en que el dátum
continúa definido en forma puramente geométrica bidimensional y topocéntrica, y que en el proceso de
generación y aplicación del reajuste no se tomaron mayormente en cuenta los datos mexicanos, por lo que
los parámetros de transformación tienen más bien un carácter extrapolatorio en el que no se puede confiar,
ya que así persisten las distorsiones inherentes al NAD27. Hay que considerar por otra parte, que las
necesidades de información muy precisa son ahora más demandantes que en épocas anteriores, por lo que
los sistemas de referencia geográfica deben ser correspondientemente muy confiables.

Con el advenimiento de los sistemas satelitales para posicionamiento geodésico se entró de lleno en
el campo de la geodesia física, pues éstos han hecho posible definir los sistemas de referencia en una
forma dinámica y universal, con la tendencia a tener un sólo sistema a nivel mundial. De este modo, la
definición del sistema de referencia se hace más generalizada y universal. Por otra parte, los sistemas de
medición tradicionales han sido sustituidos mayormente por otros apoyados en la recepción de señales de
satélite, en particular la instrumentación asociada al Sistema de Posicionamiento Global (GPS), cuya
precisión y exactitud permite la determinación de posiciones geodésicas absolutas con errores de hasta
unos cuantos centímetros.

Sobre estas consideraciones, el INEGI-DGG tomó la decisión de adoptar un nuevo sistema de


referencia, el denominado ITRF92 (International Earth Rotation Service Terrestrial Reference Frame of
1992), época 1988.0. El sistema es geocéntrico, global, tridimensional, dinámicamente definido y de muy
alta precisión, tiene su origen en los estudios y trabajos del IERS (International Earth Rotation Service),
con base en la combinación de varias soluciones globales tridimensionales y se propuso como patrón al
cual referir todos los trabajos geodésicos. Este sistema ha dado lugar a la creación de la nueva red
geodésica nacional, denominada Red Geodésica Nacional Activa (RGNA), constituida por 16 estaciones
fijas distribuidas en todo el territorio nacional, equipadas con instrumental GPS y las cuales están
constantemente monitoreando el paso de los satélites de la constelación GPS-Navstar y además
constituyen la base de apoyo para los levantamientos geodésicos GPS que se efectúan en el ámbito del
territorio nacional. En adición a lo anterior, se ha creado y está en proceso de densificación la Red
Geodésica Nacional Pasiva (RGNP), constituida al momento por cerca de 80,000 vértices a lo largo de
todo el país.

Conforme a estos criterios, hay un cambio en el concepto de dátum, que en esta forma dejar de ser
un punto, para definirse en términos de una especificación relativa al marco de referencia y a la definición
del conjunto de coordenadas tridimensionales pertenecientes a puntos físicamente establecidos en el
terreno.

El hecho de que el nuevo marco de referencia se asocie a una determinada época se debe a que
habiendo sido definido dinámicamente, está cambiando constantemente en respuesta a diversos efectos
geofísicos; las estaciones de la RGNA monitorean estos cambios, los que por otra parte son relativamente
pequeños para tener mayores efectos en la cartografía.

Sin embargo, el cambio de sistema de referencia sí tiene implicaciones cartográficas, pues un punto
cualquiera que anteriormente tenía ciertas coordenadas en el NAD27, ahora las tendrá un tanto diferentes
en el nuevo sistema. De hecho, estas diferencias son tales que en términos de coordenadas UTM se tienen
diferencias de hasta unos 60 metros en la dirección este-oeste y de alrededor de unos 200 metros en la
dirección norte-sur. Lo que se hizo fue señalar en las cartas el valor de las correcciones aplicables a las
coordenadas geográficas y mostrar en las mismas una doble cuadrícula UTM, una para el NAD27 y otra

62
para el ITRF92. Esto se seguirá haciendo durante algún tiempo, hasta que se abandone en definitiva el
NAD27.

Las correcciones anteriormente mencionadas son el resultado de un algoritmo de transformación


desarrollado en el propio INEGI mediante la comparación de coordenadas geográficas en el NAD27 para
unos 300 puntos distribuidos en todo el país, sobre los cuales se hicieron medidas GPS. Este algoritmo se
está empleando en todas las transformaciones cartográficas y además está a disposición del público
usuario.

Como información de interés para usuarios que emplean receptores GPS en los cuales no se maneja
explícitamente el ITRF, cabe mencionar que sí cuentan estos con el denominado WGS84 (World
Geodetic System of 1984 (el cual es prácticamente coincidente con el ITRF). Por otra parte, ya se está
pensando en cambar el ITR92 por el ITRF00 (ITRF2000, época 2004), pero que esto no tiene influencia
para propósitos prácticos cartográficos, solamente tiene relevancia en el orden científico y de
investigación geodésica de muy alta precisión.

Conceptos sobre Elipsoide y Geoide

Las ideas y conceptos relacionados con los sistemas de referencia anteriormente tratados, están
estrechamente vinculados con el conocimiento sobre la forma terrestre, la cual ha venido evolucionando
con el tiempo, desde el concepto de Tierra plana, hasta la forma geoidal, pasando por la esfera y el
elipsoide de revolución

A pesar de que las ideas iniciales son conceptualmente erróneas, siguen teniendo vigencia en cuanto
a sus aplicaciones prácticas. Así por ejemplo, para el topógrafo interesado en levantamientos a gran
escala, donde no tiene que hacer consideraciones sobre curvatura terrestre, la Tierra es prácticamente
plana. Para el astrónomo práctico basta y sobra la consideración de una Tierra esférica, sin tener que
ocuparse de desviaciones con respecto a esta forma ideal.

A través de la medición de grandes sistemas de triangulación para determinar la extensión y


curvatura de meridianos de longitud, se descubrió que la curvatura no es uniforme, como debía serlo en el
caso de una Tierra esférica, sino que se encontró que un grado de latitud cerca del Ecuador es más corto

achatada en los polos, con el eje ecuatorial mayor que el eje polar, ver figura 35, de modo que a  b. En
que un grado de latitud cerca del Polo. Esto es posible solamente si la Tierra no es esférica sino elipsoidal,

dicha figura, que es una elipse, el contorno representa un meridiano cualquiera. Si a modo de un trompo,
se la hace girar alrededor del eje menor, se obtiene el sólido de revolución que en la terminología del
medio se designa como elipsoide, que es en la actualidad la aproximación geométrica adoptada como
forma de la Tierra.

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Lo anterior es extremadamente importante, por cuanto constituye un concepto puramente
geométrico, una superficie de referencia sobre la cual está el sistema de coordenadas geográficas que se
conoce y a la cual se llevan todas las medidas y levantamientos que se hacen sobre la superficie terrestre
real, o superficie topográfica.

Un elipsoide se define normalmente por la longitud de los semiejes mayor y menor a y b. A través
del tiempo, se han realizado diversas investigaciones en diferentes lugares del globo terrestre, las que
invariablemente han conducido a la determinación de ambos parámetros, con resultados que difieren entre
sí en cantidades relativamente pequeñas, pero no despreciables. Cada pareja de valores encontrados para
los semiejes ha dado lugar a la definición de un elipsoide particular, designado en la mayoría de las
ocasiones con el nombre del investigador principal envuelto en su determinación. De este modo, se habla
de elipsoides tales como los siguientes:

Bessel,
Clarke 1866,
Clarke 1880
Everest,
Hayford,
Airy,
Krassovsky,
Hough,
Internacional,
GRS80
Etc., etc.

A estos elipsoides se pueden agregar otros determinados más o menos recientemente, a base de
sistemas geodésicos dinámicos, ya sea terrestres o satelitales.

En el Continente Americano y por lo que respecta a México en lo particular, se usó (desde la época
revolucionaria) el Elipsoide de Clarke de 1866, asociado al NAD27, cuyos parámetros son:

a = 6378,206,4 m
b = 6356,583.8 m ,

con lo que puede verse que la diferencia entre los semiejes es de 21.6 km.

Otra forma de especificar un elipsoide es mediante el valor de a y de una cantidad a la cual se le


llama Relación de Achatamiento o Aplastamiento, definida por la siguiente expresión:

a b
f =
a

Esta relación es una medida del grado de desviación con respecto a la forma esférica. Si por
ejemplo, se tuviera una esfera, resulta que a = b, por lo que a - b = 0, lo que indica que no hay
achatamiento. Si se tuviera a = 2b se tendría que f = 0.5, con lo que se tendría un achatamiento en la
relación de 1 a 2.

En el caso del Elipsoide de Clarke de 1866 resulta que f = 1/295, lo que es una relación bastante
baja (0.34%), la cual es difícil de notar; en una esfera de 1 metro de diámetro esta diferencia es de apenas
3.4 mm La forma, sin ser perfectamente esférica, lo es muy aproximadamente, por lo que al elipsoide
también se le llama esferoide.

El Elipsoide de Clarke de 1866 fue adoptado en nuestro medio, debido a que se juzgó que en el
ámbito de aplicación se ajusta bien al geoide. Geoide, como término, significa "forma de la Tierra" y en

64
este sentido se dice que la Tierra tiene la forma de un geoide, lo que a pesar de lo redundante de la
expresión, conduce a la idea de que la Tierra tiene una forma muy propia. La figura geoidal, con ser en
primera aproximación la de un elipsoide de revolución, presenta irregularidades y ondulaciones que la
hacen apartarse en mayor o menor grado de dicha forma, véase la figura 36.

En el caso del elipsoide, una expresión analítica que permite su manejo en términos de coordenadas
cartesianas es:

b2( X2 + Y2 ) + a2Z2 = a2b2

La anterior es una expresión que puede manejarse con relativa facilidad.

Para el Geoide no existe una fórmula semejante y ni siquiera es práctico tratar de desarrollarla. En
lugar de ello, se procura determinar las desviaciones de la superficie geoidal con respecto a la superficie
elipsoidal de referencia, todo ello según los resultados de investigaciones geodésicas muy acuciosas. A
dichas desviaciones (N) en la figura 37, definidas como la separación vertical entre geoide y elipsoide se
les llama "ondulaciones del geoide".

Estas ondulaciones son variables en magnitud; pueden ser positivas o negativas y tener valores que
oscilan a nivel mundial entre +75 m y -100 m. En el caso de México y conforme al Modelo Geoidal
desarrollado por la DGG del INEGI en 2004, las alturas geoidales son sistemáticamente negativas, hasta
unos 30 metros por debajo del elipsoide en el Golfo de México, pasando por valores que van creciendo
hasta llegar a cero en algunos puntos aislados del continente y luego volver a decrecer y llegar a unos 40
metros, también por debajo del elipsoide en Baja California.

A diferencia del elipsoide, que responde a un concepto esencialmente geométrico, el geoide tiene
una naturaleza puramente física, definida como la superficie equipotencial (de igual capacidad para hacer
trabajo) al nivel medio del mar. Conceptualmente, el geoide está definido por las superficies medias
marinas prolongadas por debajo de los continentes, en equilibrio hidrostático. Nótese el aspecto físico del
concepto.

El mejor elipsoide será aquel para el que las ondulaciones geoidales sean mínimas, lo que hasta la
fecha es sujeto de mucha investigación geodésica especializada, fundamentalmente en lo que se refiere al
geoide. Al momento y en relación con el ITRF92 ya discutido, el elipsoide de referencia es el denominado
GRS80 (Geodetic Reference System of 1980) cuyos parámetros elipsoidales son:

a = 6378137.0 m

b = 6356752.3 m

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Considérese que en el momento de hacer una medida, el topógrafo o geodesta está trabajando sobre
el geoide; al instalar y nivelar su instrumento, la línea de la plomada se orienta en la dirección de la
vertical, la cual es en todo punto perpendicular al geoide. Al procesar sus observaciones, las proyecta al
elipsoide y ocurre entonces que por falta de coincidencia o paralelismo entre ambas superficies, se
produce un error que no puede reducirse si no se conoce el valor de N y el de la desviación de la vertical
con respecto a la normal al elipsoide (d en la figura 37).

Hay que recordar que el NAD27 se concibió como un punto, el cual se asumió arbitrariamente que
estaba sobre el geoide, coincidente con el elipsoide por lo que en dicho punto se hace N = 0, aunque sí
hay desviación de la vertical.

El Dátum vertical. Nivel medio del mar.

Así como en el plano horizontal se ha tenido un dátum para coordenadas y direcciones, para la
medida de alturas o elevaciones se tiene un dátum vertical, pero ahora en un plano o nivel de referencia
que para el caso de la mayoría de los sistemas cartográficos se define como el Nivel Medio del Mar.

Desde el punto de vista del método tradicional de obtención para satisfacer propósitos geodésicos, se
define el Nivel Medio del Mar como el promedio aritmético de las alturas horarias de la marea, obtenido
por el registro de un mareógrafo estándar a lo largo de un período de aproximadamente 19 años
(período de Saros).

Nótese en primera instancia que se trata de un promedio aritmético; en segundo, los valores por promediar
se obtienen mediante el registro continuo de una aparato llamado mareográfo estándar, el cual es un
graficador que registra las alturas de la marea, diseñado para tal efecto, de ahí lo de "estándar". Con este
instrumento se obtiene un gráfico diario de dichas alturas al cual se le llama mareograma o marigrama,
ver figura 38.

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La tercera característica en la definición es el período necesario para obtener el valor requerido con
una precisión que satisfaga propósitos de investigación geodésica, Esto se debe a que la marea es un
fenómeno físico que obedece a las leyes de atracción universal de Newton y depende así de las posiciones
relativas de la Tierra, el Sol y la Luna en un momento dado. La configuración indicada en la figura 39
produce una marea marina de una altura específica. Al día siguiente por ejemplo, las posiciones relativas
ya no son las mismas, el efecto es distinto en magnitud y por lo tanto la altura de la marea en el mismo
sitio será diferente.

Figura 39. Esquema del fenómeno de las mareas

Con el pasar del tiempo se seguirán observando diferencias y resulta que es necesario que
transcurran unos 19 años para que las posiciones relativas de los tres cuerpos celestes vuelvan a ser
exactamente las mismas y produzcan el mismo efecto inicial. De este modo, y para una determinación
precisa se habrán cubierto todas las variables posibles.

En la práctica y para propósitos cartográficos, no es necesario esperar tanto tiempo; determinaciones


iniciales de unos seis meses serán suficientes para satisfacer la precisión cartográfica requerida.

Debe aclararse que el nivel medio del mar determinado por estaciones mareográficas a lo largo de
las costas, no es el mismo en todos los sitios, debido en mucho a efectos dinámicos y de configuración
marina, además de lo que en un lugar determinado puede ser la altura geoidal.

En las cartas marinas no se usa directamente el nivel medio del mar, sino otros niveles más
relacionados con la navegación, tales como el nivel medio de mareas más altas para la definición de

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detalles costeros y canales de navegación seguros, y el nivel medio de mareas más bajas en relación con
obstáculos a la navegación tales como naufragios, bajos, escollos y bancos de arena.

Finalmente, y como dato complementario, así como hay mareas marinas, también las hay terrestres,
debido a que no siendo la Tierra un cuerpo rígido, también está sujeta a las efectos dinámicos de la
atracción del Sol y la Luna, aún cuando las amplitudes de las mareas terrestres son mucho menores que las
marinas.

Resumiendo todo este apartado, las cartas del INEGI-DGG han tenido como dátum horizontal el
NAD27 en el Elipsoide de Clarke de 1866 y el dátum vertical ha sido el Nivel Medio del Mar. En la
actualidad se ha cambiado al ITRF92, época 1988.0, en el GRS80 y se sigue empleando el Nivel Medio
del Mar, aunque hay que recordar que el ITRF es un sistema de referencia tridimensional y por lo tanto
abarca también la dimensión vertical.

Como información que puede ser de interés, el nivel de referencia en México ha sido hasta ahora el
denominado NAVD29 (North American Vertical Datum of 1929) determinado en esa fecha por los
Estados Unidos y Canadá con base en los registros de 26 estaciones mareográficas. La tendencia al
momento es adoptar el NAVD88 (de 1988), que ya incorpora información mexicana, apoyado en todo
caso en u una estación mareográfica ubicada en la desembocadura del Rio San Lorenzo en Canadá., con
un geopotencial correspondiente al nivel cero.

PROYECCIONES CARTOGRAFICAS

Todo mapa está en un determinado sistema de proyección, que responde a la necesidad de


representar en una forma sistemática la superficie terrestre, con sus detalles, sobre la superficie del mapa.
Para refrescar las ideas sobre proyección, considérese la figura 40 en la que O es un punto fijo en el
espacio al que se llamará centro de proyección, y P es un plano fijo, también en el espacio.
Para un punto cualquiera A, si se traza una recta desde el centro de proyección que pase por dicho
punto hasta que intersecte el plano, el punto A' es la proyección de A sobre el plano P, desde el punto O.

Lo mismo se puede hacer con el punto B y entonces B' es la proyección de B sobre P desde el punto
O.
En el espacio, los puntos A y B definen una línea recta. Si los puntos proyectados A' y B' se unen, se
tiene entonces que la línea A'B' es la proyección de la línea AB sobre el plano P, desde el punto O.

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Con un razonamiento similar se puede tratar el punto C y resulta que la figura A'B'C' es la
proyección de la figura ABC sobre P desde el punto O.
Con todo lo anterior, se tiene la idea sobre proyección de puntos, líneas rectas y áreas planas. Pero
una línea curva como la DF también puede proyectarse y lo mismo se puede decir de cualquier superficie
curva como la DEF, que en este ejemplo resulta proyectada en la figura D'E'F'. Aquí es donde se
principia a visualizar la relación con la cartografía, en el sentido de que en la práctica la superficie curva
es análoga a la superficie terrestre y P es el plano del mapa.
El centro de proyección puede ser cualquiera, estar en cualquier posición, así como el plano P, que
puede tener cualquier posición y orientación.
Si se reflexiona un poco y se observa la proyección de DF, se puede reconocer que no
necesariamente se reproduce fielmente. En efecto, y sólo para propósitos ilustrativos, la línea curva DE se
podría proyectar como una recta, lo que indica que en el proceso de proyección se produjo una
deformación. En cartografía, se desea que las representaciones sean fieles en cuanto a forma y
dimensiones y resulta que ningún sistema es capaz de resolver este requisito con toda fidelidad. De hecho,
no existe ninguna proyección que pueda representar una superficie curva (la superficie terrestre) sobre una
superficie plana (el mapa) sin que se produzcan deformaciones. Un ejemplo objetivo es el de una
semicáscara de naranja. Si se trata de hacerla plana, por ejemplo aplastándola, no se puede hacer sin
romperla; es decir, sin deformarla.
A lo largo del tiempo, los cartógrafos e investigadores han tratado de resolver este problema, con un
éxito relativo, en el sentido de que las soluciones han permitido el desarrollo de una considerable variedad
de proyecciones cuyas propiedades satisfacen determinados requisitos cartográficos, pero no todos, sin
que haya sido posible hasta la fecha llegar a una solución absoluta. Este es uno de los grandes problemas
de la cartografía.

Requisitos de las proyecciones


En términos generales, se requiere de una proyección que se satisfaga los siguientes requisitos:

a) Mantenimiento de la escala (equidistancia),


b) Preservación de las áreas (equivalencia),
c) Conservación de las formas (ortomorfismo)
d) Exactitud en las direcciones.

Estas cualidades no pueden ser satisfechas simultáneamente, y así, toda proyección operativa es una
solución de compromiso entre éstas. Su escogencia depende del propósito de uso de la proyección, según
el tipo de mapa.

Mantenimiento de la escala
Es imposible mantener una escala constante cuando se representa una superficie curva como la
terrestre, sobre una superficie plana. Dependiendo del tipo de proyección, la escala puede ser constante en
una cierta dirección, por ejemplo a o largo de un meridiano, mientras que es variable en la otra, Que la
escala se deforma, puede verse con claridad en la figura 41.

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En el caso de la figura 41a, se tiene una proyección central (O es un centro de proyección
definido); para puntos cercanos a A, no es mucha la diferencia, mientras que a medida que se va alejando
del centro, la diferencia entre la longitud proyectada A'B' y la longitud real AB, se hace mayor.

Lo mismo ocurre en el caso de la proyección ortográfica de la figura 41b, en la que el centro de


proyección está en el infinito y por lo tanto las líneas de proyección son paralelas, solamente que ahora la
relación se invierte.

Factor de escala

Respecto a la idea anterior, se define lo que se llama factor de escala de una proyección, el cual es
una medida de la distorsión entre la escala nominal y la escala real en un punto cualquiera de la
proyección. El factor de escala es variable en el espacio cubierto por la proyección y en la mayoría de los
casos según la dirección en que se midan las distancias. De este modo, se define el factor de escala (FE)
como:

FE = Distancia medida en el mapa sobre la proyección


Distancia real sobre la superficie terrestre a la
escala nominal de publicación.

En la relación anterior, la escala nominal es la indicada para el mapa.

Lo ideal sería tener un factor de escala igual a la unidad en cualquier punto del mapa, pero, ya se ha
visto que esto es imposible y que en la realidad se producen distorsiones en mayor o menor grado. En
mapas a escalas pequeñas el efecto es más notorio y puede aceptarse en determinada proporción con el
objeto de satisfacer ciertos requisitos cartográficos. Sin embargo, en la cartografía a escalas medias y
grandes el usuario debe estar en capacidad de medir ángulos y distancias sobre el mapa con un error
despreciable. Desde el punto de vista práctico, se puede decir que no se debe permitir que la magnitud de
los errores debidos a variaciones en el factor de escala supere a la de los errores naturales de trazo del
mapa.

Supóngase que un límite natural y razonable en el error de trazo y marcación de detalles es de 0.2
mm. y que la gran mayoría de las distancias que se pueden medir sobre el mapa no son mayores que 50
cm. Esto quiere decir que las medidas en este límite serán de:

50 cm.  0.2 mm, o sea:

50.02 y 49.98 cm.

70
En esta forma, se considerará que el mapa no tiene errores efectivos o apreciables en la escala, si el
factor de escala de la proyección está comprendido entre:

49.98 y 50.02
50.00 50.00

o sea, como límites prácticos:

0.9996  FE  1.0004

Normalmente y para efectos comparativos, en una proyección se consideran los factores de escala
separadamente, tanto en la dirección de los meridianos como de los paralelos.

Lo importante de estas consideraciones consiste en reconocer el hecho de que ningún mapa, debido a
la proyección empleada, tiene una escala uniforme, pero que en el caso de la cartografía a escalas medias
y grandes, es posible reducir el error a límites prácticos en los que ya su magnitud no es significativa. A
las proyecciones que conservan razonablemente la escala se les denomina equidistantes.

Preservación de áreas

A fin de satisfacer determinados propósitos cartográficos, puede ser necesario que las áreas se deban
representar en sus proporciones correctas; es decir, que cualquier área del mapa en relación con el área
real en el terreno, esté en la misma proporción que el área cubierta por el mapa con relación a la totalidad
de la región cubierta en el terreno.

Es evidente que esto puede lograrse a expensas de las formas. Así por ejemplo, un área de forma cuadrada
en el terreno de 1 kilómetro por lado (un km2), puede estar representada en un mapa a la escala de
1:50,000 por un rectángulo de 1.6 x 2.5 cm., o al contrario, o en otras formas, tales que siempre se
obtengan 4 cm2, véase figura 42.

En la práctica, resulta que cuando se logra la condición de preservación de áreas, se pierde la de


mantenimiento de las formas y viceversa. En otras palabras, si se quiere conservar la relación de forma
(un cuadrado en el mapa corresponde a un cuadrado en el terreno), ya no se preserva el área.

A las proyecciones que cumplen con el requisito de preservación de áreas se les llama de igual área,
o proyecciones equivalentes. Se puede demostrar matemáticamente que si el producto de los factores de
escala en dos direcciones mutuamente perpendiculares es igual a la unidad, la proyección es equivalente.
Se excluye el caso en que ambos factores son iguales a 1, condición que nunca se cumple. Por otra parte,
cualquier proyección que tenga un factor de escala igual a la unidad en una cierta dirección, no podrá
nunca ser de igual área, ya que el otro factor en la dirección perpendicular a la del primero ya no puede
ser la unidad.

71
Conservación de formas

Es evidente que resulta imposible tratar de representar correctamente la forma de un área sobre un
mapa. Si esto fuera posible, todas las áreas, distancias y direcciones serían poco menos que perfectas y el
problema general de las proyecciones no existiría. En mapas de escalas medias y grandes es muy
importante obtener una representación de las formas prácticamente perfecta, ya que debe ser posible
medir distancias y rumbos con exactitud en cualquier dirección.

Si para cualquier punto en un mapa que está en una cierta proyección se tiene que los factores de
escala a lo largo de los paralelos y meridianos son iguales, y además éstos se cruzan en ángulo recto,
resulta que la forma de cualquier área relativamente pequeña en el mapa, es la misma forma
correspondiente en el terreno.

Las dos condiciones anteriormente apuntadas definen lo que se llama una proyección conforme u
ortomórfica.

En la práctica cartográfica se considera que una proyección es conforme si la “igualdad” de los


factores de escala se mantiene dentro de los márgenes anteriormente apuntados (0.9996 y 1.0004).
Ninguna proyección es absolutamente conforme y se puede decir que el grado de ortomorfismo depende
de la escala.

Exactitud en las direcciones

Para ciertos propósitos como el de navegación, es importante comprobar la fidelidad con que los
rumbos son representados en una proyección dada. Se llaman acimutales o cenitales las proyecciones que
desde un punto central mantienen las direcciones con su verdadero valor. Existen proyecciones
concebidas específicamente para mostrar círculos máximos (distancia más corta entre dos puntos sobre la
superficie terrestre) o líneas de rumbo constante como líneas rectas sobre el mapa, a fin de facilitar su
manejo por parte de los navegantes.

Tipos de proyecciones

Por lo que se ha visto, el término proyección se refiere a la representación de la superficie terrestre


sobre una superficie plana de acuerdo con ciertas reglas de perspectiva. El concepto así definido es
puramente geométrico; sin embargo, la mayoría de las proyecciones son una modificación matemática del
canevá que se hubiera obtenido por la sola aplicación de las reglas de perspectiva, lo que se ha hecho para
satisfacer en cierta medida determinados requisitos.

72
Las superficies o planos de proyección tienen que ser planos, no necesariamente antes de proyectar,
lo que permite el uso de superficies desarrollables como las del cilindro y el cono. Se concibe igualmente
que las superficies empleadas tocan la superficie terrestre en forma tangente, o la cortan en cualquier lugar
y que el centro de proyección está igualmente en cualquier sitio, aunque en la mayoría de las proyecciones
en uso actual, es el centro de la Tierra, en cuyo caso se tienen las proyecciones centrales o gnomónicas. Si
el centro de proyección está en el punto antipodal por ejemplo, se tiene el grupo de proyecciones
estereográficas y si éste se va al infinito, como ya se vio, se tienen las proyecciones ortográficas.

Desde el punto de vista de construcción geométrica y según la superficie de proyección que se


emplee, las proyecciones pueden ser:

- Cilíndricas

- Cónicas

- Acimutales

A las que podría agregarse una cuarta categoría de proyecciones neutras o convencionales,
diseñadas más que todo para satisfacer ciertos requisitos de presentación a escalas muy chicas. No serán
discutidas aquí.

Proyecciones cilíndricas

En este tipo de proyección el centro de proyección está en el centro de la Tierra y el plano de


proyección es la superficie interna de un cilindro tangente a la superficie terrestre, algo así como
introducir una pelota dentro de un tubo. La concepción más simple es la representada en la figura 43 en la
que el cilindro se hace tangente al Ecuador. Una vez que se han proyectado los detalles, se corta el
cilindro a lo largo y se extiende; es decir, se desarrolla, obteniéndose así un patrón en que los meridianos
son líneas rectas paralelas uniformemente espaciadas y los paralelos son igualmente líneas rectas
paralelas, pero con un espaciamiento que aumenta rápidamente hacia los polos, los que como puede verse,
no se pueden proyectar; su proyección está en el infinito.

Es en este tipo de proyección que los círculos máximos pueden trazarse como líneas rectas, por lo
que es de mucha ayuda a la navegación.

73
Como se puede apreciar en la proyección, las deformaciones aumentan en magnitud a medida que la
proyección se extiende hacia los polos.

La llamada proyección simple o Plate Carreé (Placa Cuadrada) es una variante del concepto general
anterior y constituye una de las más antiguas proyecciones, concebida en la época griega y usada por
Eratóstenes alrededor del año 300 a.C. En dicha proyección los meridianos se representan por líneas
rectas paralelas equidistantes y de la misma longitud que los meridianos terrestres (en el caso anterior, son
de longitud infinita); los paralelos son perpendiculares a los meridianos y están representados por líneas
rectas paralelas equidistantes y de igual longitud que el Ecuador. En una proyección del Globo Terrestre
lo que se obtiene es una cuadrícula regular.

Por construcción, la proyección conserva la escala a lo largo de los meridianos, no así en los
paralelos, pues el único que tiene correcta la escala es el Ecuador (la línea de tangencia con el cilindro),
mientras que en los demás paralelos la escala se va haciendo más y más chica a medida que se avanza
hacia los polos. En el caso extremo de los polos, que son puntos, quedan representados en la proyección
por una línea de 40,000 km de longitud, lo que es una deformación extremosa.

La proyección no es equivalente ni conforme, no tiene utilidad práctica en cartografía topográfica y


se ha descrito solamente con el objeto de que el estudiante visualice mejor la idea acerca de las
proyecciones cilíndricas y lo que puede hacerse en términos de las variaciones matemáticas que pueden
introducirse dentro del concepto geométrico.

Para reafirmar un poco más la idea, se tiene la Proyección de Mercator, que es una proyección en la
que conservando las demás características descritas, se varía el factor de escala a lo largo de los
meridianos (antes era constante), de modo que sea igual al factor de escala a lo largo de los paralelos,
logrando en esta forma que la proyección sea conforme u ortomórfica.

Si con el concepto de la proyección cilíndrica simple o Plate Carreé se toma el cilindro y se le da un


giro de 900 de modo que ahora sea tangente a un meridiano, se obtiene la llamada Proyección Cilíndrica
Transversa, o Proyección de Cassini. Posteriormente se discutirá la Proyección Transversa de Mercator.

También se da el caso de proyecciones cilíndricas oblicuas, que son los casos entre las posiciones
normal y transversa del cilindro, con lo que las variedades son prácticamente infinitas.

Proyecciones cónicas

En este tipo de proyección el centro de proyección sigue siendo el centro de la Tierra, pero el plano
de proyección es ahora la superficie interna de un cono tangente a la esfera, como si se introdujera una
pelota dentro de un vaso cónico de papel, ver figura 44. El caso más simple es el de un cono tangente a lo
largo de un cierto paralelo de referencia...

Después de proyectar, se corta el cono a lo largo de una generatriz y se desarrolla, obteniéndose el


patrón indicado en la figura, en donde los meridianos son líneas rectas convergentes uniformemente
espaciadas y los paralelos son círculos concéntricos alrededor del vértice del cono, con un espaciamiento
variable que aumenta a medida que se avanza (en este caso) hacia las latitudes menores. El Polo Norte se
proyecta en el vértice del cono, mientras que el Polo Sur se va al infinito.

Existe una gran variedad de proyecciones cónicas que dependen de la posición del vértice del cono
(más, o menos alto), de la orientación del eje del mismo (normal, transverso u oblicuo), e inclusive del
uso de un cono secante (línea PAB en la figura 44), con dos paralelos de referencia, o de múltiples conos.
Mediante variaciones matemáticas, se pueden desarrollar proyecciones cónicas con ciertas propiedades,
la más común de las cuales es el ortomorfismo. Una de las más populares es la Proyección Cónica
Conforme de Lambert, que es una proyección secante con dos paralelos de referencia a lo largo de los
cuales la escala es correcta. Otra es la llamada Proyección Policónica, en la que se usan varios conos
tangentes con un espaciamiento en latitud de un grado. La proyección resultante no es conforme,

74
equivalente o equidistante, pero proporciona una buena solución de compromiso entre estas tres
características.

Proyecciones acimutales (o cenitales)

En las proyecciones acimutales se utiliza como plano de proyección una superficie plana tangente a
la superficie del esferoide en un punto dado, solamente que ahora el centro de proyección puede estar en
distintas posiciones como se indica en la figura 45b.

- Si el centro de proyección está en el centro de la Tierra, se tiene la llamada Proyección


Gnomónica.

- Cuando el centro de proyección se sitúa en el punto diametralmente opuesto al de tangencia,


resulta la denominada Proyección Estereográfica.

- En el caso en que el centro de proyección se vaya al infinito, los rayos de proyección se hacen
paralelos y se obtiene entonces la Proyección Ortográfica.

75
Observando la figura, se nota que la proyección Gnomónica es la que produce las mayores
distorsiones y que inclusive puntos como B no se pueden proyectar, mientras que la proyección
Ortográfica es la que acusa las menores deformaciones.

Las más conocidas de las proyecciones acimutales son aquellas en que el plano de proyección se
hace tangente a uno de los polos terrestres, en cuyo caso se tienen, según la posición del centro, las
proyecciones Polares Gnomónica, Estereográfica y Ortográfica respectivamente. El patrón que se observa
en la figura 45(a) es el de una serie de círculos concéntricos que representan los paralelos de latitud,
centrados en el polo y con espaciamientos variables, mientras que los meridianos son líneas rectas
divergentes a partir del polo, uniformemente espaciadas. Obsérvese en la figura 46 el caso de la
Proyección Estereográfica Polar.

En esta proyección en particular se pueden igualar los factores de escala de modo que se logre el
ortomorfismo.

La proyección no es equivalente, pero resulta que los factores de escala no son excesivos y así la
exageración en área no es mucha. Su importancia reside en el hecho de que es conforme y por lo tanto
puede usarse en la cartografía de escalas medias y grandes para las regiones polares, es decir, en las altas
latitudes. En la práctica cartográfica se usa al norte del paralelo de 84 o N y al sur del de 80o S para

76
completar el cubrimiento de la Proyección Universal Transversa de Mercator, que se describe más
adelante.

Una observación con respecto a todas las proyecciones discutidas hasta el momento: si en el caso de
la proyección cónica el vértice del cono se va al infinito, se obtiene la proyección cilíndrica, mientras que
en el extremo opuesto, cuando la altura del vértice del cono se hace nula, resulta la proyección acimutal,
con lo que puede verse que tanto las cilíndricas como las acimutales son casos especiales de la proyección
cónica.

LA PROYECCIÓN UNIVERSAL TRANSVERSA DE MERCATOR (UTM)

Aquí se complementa un poco lo explicado en la parte del Sistema Rectangular de Coordenadas.

ta proyección es semejante a la de Cassini en el sentido de que el eje del cilindro está girado 90 o ,
con la diferencia de que éste no es tangente, sino secante al esferoide, lo que se hace con el propósito de
reducir la magnitud del factor de escala, véase la figura 47.

Si se trata de proyectar la superficie terrestre de grandes extensiones, se obtendrá un patrón


sumamente deformado, pero para áreas vecinas a la zona secante, la proyección resulta extremadamente
uniforme en escala, conforme y equivalente. Para lograr esto, además de las transformaciones matemáticas
envueltas, cada zona UTM es proyectada a la vez, con lo que en realidad se obtienen 60 proyecciones
iguales. El procedimiento consiste en centrar cada meridiano central en la zona de corte secante,
proyectar, avanzar 6o a la siguiente zona, proyectar, y así sucesivamente. De este modo, limitando la
proyección a cada zona de 6o se reducen las deformaciones a valores compatibles con la cartografía de
escalas medias y grandes.

El cilindro se hace secante con el objeto de limitar el valor del factor de escala, como puede notarse
en la figura 48 (muy exagerada).

77
Si se conservara tangente el cilindro, el factor de escala en el meridiano central sería la unidad, pero
en el límite de la zona de 6o tendría un valor de 1.0009, mientras que con el cilindro secante se balancean
los errores, de modo que a lo largo del meridiano central el factor de escala vale 0.9996, en los dos
meridianos simétricos a 1.6o del meridiano central vale 1.0000 y en los extremos de la zona tiene un valor
de 1.0004.

Estas cantidades, como puede verse son compatibles con las obtenidas para la precisión requerida
teniendo en cuenta la precisión de trazo y marcación.

Cabe recordar que esta proyección tiene un rango de aplicación entre los 84 o N y los 80o S de
latitud, más allá de los cuales es sustituida por la Proyección Universal Estereográfica Polar (UPS).

La UTM es la proyección utilizada en el INEGI para su cartografía de escalas medias y grandes (no
menores que 1:500,000), así como en la mayoría de otras instituciones, nacionales y del exterior. De
hecho, la mayor parte de la cartografía topográfica americana está en este tipo de proyección junto con su
cuadrícula asociada del mismo nombre. Como una opción a la UTM se acostumbra el uso de la
Proyección Cónica Conforme de Lambert y en ocasiones sobre un mismo mapa y para regiones poco
extensas en otras latitudes, se han señalado sobre la cuadrícula UTM marcas de una cuadrícula asociada
con la proyección Lambert.

Toda proyección es susceptible de una expresión matemática que permite obtener los valores de
coordenadas rectangulares en función de las coordenadas geográficas. De este modo el canevá
correspondiente a una proyección dada puede trazarse con facilidad sobre un sistema cartesiano, sobre
todo si se dispone de un coordinatógrafo preciso, o un graficador electrónico.

Las proyecciones utilizadas en el INEGI son la UTM para escalas hasta 1:500,000, la Cónica
Conforme de Lambert con dos paralelos base a 17 o 30' y 29o 30’, y la Proyección de Mercator simple
para la cartografía oceanográfica.

Con esto, se termina la discusión sobre proyecciones y en general sobre las características
intrínsecas de los mapas. Se pasará ahora a otro tema, relacionado con el uso de la fotografía aérea para
propósitos cartográficos.

FOTOGRAFIAS AEREAS Y MAPAS

La cartografía básica de la DGG-INEGI, como ya se sabe, hace un uso intensivo de la fotografía


aérea mediante la aplicación de la fotogrametría para la producción de mapas topográficos, y de la
fotointerpretación para elaborar cartas de recursos. Conviene por lo tanto conocer ciertas características
de las fotografías aéreas con el propósito de establecer una relación lógica entre éstas y la cartografía y
comprender conceptualmente las posibilidades de explotación y las necesidades de transformación de las
mismas.

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Características de las fotos.

Dentro de las características propias de las fotografías aéreas que interesan desde el punto de vista
cartográfico, se pueden mencionar las siguientes (Se limita la discusión a las fotografías aéreas verticales,
aunque los conceptos se pueden extender con facilidad al caso de fotos oblicuas):



Son testigos fieles


Tienen escala


Poseen propiedades métricas


Son de proyección central


Son de tonos continuos


Cubren grandes áreas


Muestran relieve


Tienen distorsiones


Son identificables


La información es indiscriminada


No tienen toda la información


Son interpretables
Son digitalizables

Testigos fieles.

Con esto se quiere decir que una fotografía aérea es un testigo fiel e inobjetable de las
características del terreno en el momento en que se hace la exposición. De esto se deriva la alta
confiabilidad del uso de las fotografías para propósitos cartográficos. Por supuesto que existen
limitaciones dadas por el nivel de resolución fotográfica o resolución espacial (capacidad para registrar
detalles de dimensiones reducidas) y por el rango de operación del sistema, establecido en la parte visible
del espectro electromagnético. Otros tipos de sensor a distancia permiten obtener información
significativa en zonas del espectro distintas al visible.

Por otra parte, la propiedad mencionada permite que la fotografía se convierta de inmediato en un
documento de archivo invaluable, ya que "congela" la información en un momento dado y puede ser de
mucha utilidad para estudios que tienen que ver con las variaciones en el tiempo (resolución temporal) de
determinados detalles de información; por ejemplo, el crecimiento de una ciudad y la determinación de
sus tendencias, los cambios en el uso del suelo, el desarrollo de la infraestructura de una región, etc.

Una consideración de importancia que hay que hacer es que debido al "congelamiento", de la
información es conveniente complementarla por los cambios ocurridos entre el momento de toma de la
fotografía y la etapa de edición. Independientemente de que esto se haga o no, resulta que todo mapa o
carta está afectado por una cierta proporción de desactualización en el momento de ponerse a disposición
del usuario, sobre todo en el caso de cambios notables en regiones de alto desarrollo, áreas urbanas por
ejemplo.

Por esta razón y para información del usuario es conveniente indicar en la leyenda del mapa la fecha
de toma de las fotografías, la de edición y la de impresión, que en todo faso forma parte de los Metadatos
o datos sobre los datos.

Escala.

Toda fotografía aérea tiene una cierta escala nominal (nominal en el sentido de la necesidad de
definirla, ya que en realidad es aproximada y tiene variaciones, tanto internas, como de foto a foto) cuyo
valor depende de la altura de vuelo, de la topografía del terreno y del tipo de cámara usada. Solamente a
través de procesos fotogramétricos es posible conocer la escala precisa en un punto cualquiera o a lo largo

79
de una línea. Las variaciones internas de la escala se deben al hecho de que la foto es una proyección
central, a desviaciones en la altura de vuelo, a la topografía del terreno y a las variaciones del plano
fotográfico con respecto a un plano horizontal.

Propiedades métricas
.

El hecho de que una fotografía tenga propiedades métricas significa que sobre ella se pueden hacer
medidas equivalentes a las de un levantamiento topográfico, con ciertas limitaciones, por supuesto, en
cuanto a precisión. En el momento de la exposición fotográfica la cámara aérea constituye un instrumento
de agrimensura comparable a un teodolito, que mide ángulos, distancias y alturas, todo ello en un instante.
De este modo las relaciones métricas quedan registradas implícitamente en la exposición y solamente
queda explotarlas mediante procedimientos fotogramétricos. Con el propósito de que estas medidas sean
compatibles con los requisitos cartográficos, las cámaras aéreas son instrumentos de alta precisión que
requieren un proceso de fina calibración de sus componentes, el material fotográfico tiene propiedades
especiales (película de base topográfica con un alto índice de estabilidad dimensional) y los
procedimientos de toma, así como los de manejo en laboratorio, están gobernados por una serie de
especificaciones relativamente rígidas.

Cabe mencionar que si las fotografías aéreas van a ser empleadas para propósitos de
fotointerpretación solamente, las especificaciones no son tan rígidas como en el caso de las que van a ser
tratadas fotogramétricamente para la elaboración de mapas topográficos.

Proyección central.

Esta es una de las características más distintivas de la fotografía aérea, recuérdese un poco lo que se
dijo al principio del tema sobre proyecciones, y la figura 40. En este caso el centro de proyección es un
punto fijo instantáneo constituido por el lente objetivo de la cámara, situado entre el terreno, plano-objeto
o plano-espacio que contiene todos los detalles por proyectar, y el plano fotográfico o plano-imagen que
contiene los detalles proyectados. Las líneas de proyección son rayos luminosos que parten de cada punto
en el terreno, pasan por el lente e intersectan el plano de la película donde quedan impresos mediante las
reacciones químicas generadas por la energía luminosa. Se entiende con esto que la fotografía es
formalmente una proyección central (figura 49). Esta característica distingue a las fotografías aéreas de
los mapas, los que como se pudo apreciar en el tema de proyecciones aunque son fundamentalmente
proyecciones centrales, estando el centro de proyección en el centro de la tierra, se aproximan más a
proyecciones ortográficas ya que las líneas de proyección son mucho menos convergentes que en el caso
de fotografía aérea. En efecto, para un par de detalles separados por una distancia de 10 Km. en el terreno,
el ángulo subtendido por la cámara a una altura de 7 500 m. (Para una escala de 1:50 000) es de 67.4o,
mientras que en la proyección cartográfica desde el centro de la tierra es de 5.4 minutos de arco
solamente. En la práctica y mediante la aplicación de procesos fotogramétricos, la proyección central
fotográfica es transformada en una proyección prácticamente ortográfica.

80
Tonos continuos.

Esta es una propiedad obvia y muy característica de las fotografías, en la que la información aparece
registrada a través de cambios más o menos graduales en una escala de grises o de colores. En un mapa a
línea, la información se muestra en tonalidad de valores discretos y contrastantes, con límites definidos de
separación. En este sentido y para su transformación en un mapa a línea, la propiedad de continuidad en
los tonos fotográficos se generaliza para ser presentada en tonos discretos. En otros aspectos se conservan
los tonos continuos en la elaboración de fotomapas, pictomapas y ortofotomapas, con la adición de alguna
información a línea.

Cubrimiento.

Es característico que las fotografías cubran una superficie de terreno relativamente extensa, lo que
depende de la altura de vuelo y del tipo de cámara, condiciones que en conjunto definen la escala de la
fotografía. Esta propiedad de cubrimiento permite el poder trabajar sobre extensiones grandes de terreno
vistas en una sola unidad, integralmente, lo que no es posible por ningún otro medio. Para un formato
normal fotográfico de 9 x 9 pulgadas (22.86 cm x 22.86 cm). y distancia focal de la cámara de 152.4 mm,
la siguiente tabla es ilustrativa de los cubrimientos en área:

Denominador de la escala de la foto Cubrimiento (km2)

2 500 0.33
5 000 1.31
10 000 5.23
15 000 11.76
20 000 20.90
25 000 32.66
35 000 64.02
50 000 130.64
75 000 293.95
80 000 334.45
90 000 423.29

Relieve.

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Es posible observar las características de relieve del terreno en las fotografías aéreas, e inclusive,
mediante técnicas fotogramétricas se está en capacidad de medirlo. La posibilidad de observación del
relieve se logra mediante una analogía óptica que reproduce las condiciones por las que el sistema visual
humano puede detectar los objetos en tres dimensiones. Cada uno de nuestros ojos es una especie de
cámara fotográfica que detecta los objetos desde dos puntos distintos en el espacio. Por un proceso
fisiológico no del todo conocido, las imágenes en ambos ojos de un mismo objeto se funden en el celebro
creando automáticamente la sensación de profundidad, apreciación de distancia y por lo tanto de
tridimensionalidad. En la toma de fotografías aéreas, la cámara montada en la aeronave que vuela a lo
largo de una cierta alineación, va haciendo las exposiciones fotográficas a intervalos prefijados, de modo
que entre una fotografía y la siguiente siempre existe una zona de sobreposición en la que los detalles
registrados son los mismos. Esta zona común es la llamada sobreposición o traslape longitudinal
fotográfico con un valor de alrededor del 60%. Como puede verse con esto, los objetos que están en la
zona de sobreposición han sido "vistos" desde dos puntos distintos en el espacio, como con el par de ojos
humanos. La figura 50 trata de ilustrar gráficamente lo anteriormente explicado.

A la zona de traslape entre dos fotografías aéreas consecutivas o "par estereoscópico" en el que se
pueden observar tres dimensiones, se le llama comúnmente "modelo estereoscópico" o "modelo
fotogramétrico", porque es en realidad un modelo plástico del terreno en tres dimensiones.

Para la observación basta tener a la mano el par estereoscópico, una foto en cada mano, y observar
en la zona de traslape, la primera foto con el ojo izquierdo y la siguiente con el derecho, a una distancia de
unos 30 cm., fijando la vista independientemente sobre alguna imagen común. Lo importante aquí es que
el detalle observado en la primera foto sea con el ojo izquierdo y que el correspondiente detalle de la
segunda sea visto con el ojo derecho, sin caer en la tentación de ver una o la otra foto con los dos ojos.
Cuando se logra lo anterior el efecto tridimensional salta de inmediato pues se está logrando la fusión
cerebral de imágenes desde dos puntos de vista distintos. El procedimiento anterior puede ser un poco
difícil si los ojos no se "disciplinan" a observar independientemente, lo que requiere cierta concentración
mental. A fin de obviar esta dificultad se dispone de sistemas ópticos en forma de estereoscopios de
bolsillo o de espejos, en los que a través de un par de lentes se obliga a cada ojo a observar
independientemente.

Distorsiones.

Toda fotografía tiene en mayor grado distorsiones de las imágenes originadas por diversas causas,
dentro de las que se cuentan el hecho de ser una proyección central que deforma los objetos a medida que

82
se alejan del centro de la fotografía; la topografía del terreno que causa las llamadas distorsiones por
relieve, las desviaciones con respecto a las especificaciones de vuelo (altura, verticalidad, dirección),
curvatura terrestre, refracción atmosférica, defectos en la óptica de la lente y sus aberraciones,
imperfecciones en el ensamblaje y ajuste de las componentes de la cámara, desviaciones en la planitud del
negativo fotográfico, inestabilidad dimensional del mismo y otras causas menores. Parte de estas
deformaciones se previenen y reducen a límites tolerables antes y durante el vuelo, otras se eliminan
automáticamente por ser sistemáticas y controlables y las demás se eliminan durante el proceso
fotogramétrico.

De particular importancia es la distorsión por relieve, que es una deformación y desplazamiento de la


imagen que depende de la altura de los objetos, de su posición con respecto al centro de la fotografía y de
la altura de vuelo. En la figura 51, A es el pico de una montaña cuya proyección sobre el dátum de
referencia vertical es A’, representando la posición correcta de A para propósitos cartográficos. En la
posición fotográfica No. 1 A y A' están alineados con la vertical y se proyectan en el punto único a 1, sin
distorsiones. En la siguiente exposición fotográfica el punto A' Debía de proyectarse en a2, en su posición
correcta, pero en lugar de eso, la imagen que se observa es la proyección de A en a' 2. Como se puede ver,
la imagen requerida se ha desplazado en una magnitud igual a a2 a'2.

Cuando los desplazamientos por relieve son muy grandes, en terreno muy alto y accidentado,
resultan inconvenientes, sobre todo si se quiere trabajar en la elaboración de mosaicos y mapas puramente
planimétricos por métodos gráficos; por otra parte el hecho de que existan los desplazamientos es una
ventaja para el trazo de curvas de nivel con instrumentos fotogramétricos.

De hecho, para poder aplicar con ventaja los métodos fotogramétricos es necesario que haya relieve
en el terreno y los consiguientes desplazamientos. A lugares como Dinamarca o las Pampas Argentinas
que son grandes extensiones de terreno plano, no se les puede dar fácilmente un tratamiento
fotogramétrico debido a la ausencia de relieve y por lo tanto la cartografía tiene que hacerse con métodos
tradicionales de levantamientos de campo y uso de la plancheta.

Identificabilidad.

Esto quiere decir que el que observa las fotografías aéreas está en capacidad de identificar y separar
detalles, debido a la fidelidad del registro fotográfico, con ayuda de su experiencia, conocimiento personal
e imaginación. Existe la dificultad de que el usuario está más acostumbrado a observar los objetos en un
plano horizontal y no verticalmente, pero este no es un obstáculo que no pueda resolverse con un poco de

83
tiempo y práctica. De hecho, se da con frecuencia el caso de usuarios que no habiendo estado en contacto
previo con una fotografía aérea, pueden hacer de inmediato identificaciones muy precisas. Para un
cartógrafo experimentado, esto es de mucha utilidad en su trabajo, ya que una buena proporción de los
detalles que aparecen en la fotografía aérea se predefinen con certeza en gabinete sin tener que hacer
investigaciones exhaustivas de campo. Solamente en el caso de fotoidentificaciones dudosas, bloqueadas
o no definidas, se requerirá de comprobaciones de campo.

Información indiscriminada.

La fotografía aérea registra en el ámbito de su cubrimiento toda la información física visible, sin
hacer diferenciación o discriminación entre unos y otros detalles, a diferencia de los mapas en que como
ya hemos visto, la información es de carácter selectivo, se clasifica, se simboliza y se generaliza. En otras
palabras, la fotografía aérea muestra las cosas como se presentan, atendiendo solamente a sus
características de reflectancia luminosa, sin hacer diferenciaciones de otro tipo. De estas se encargarán los
cartógrafos posteriormente con base en prácticas de fotoidentificación y fotointerpretación.

Información incompleta.

Para los propósitos cartográficos, las fotografías aéreas no contienen toda la información requerida,
tal como la que se refiere a clasificación de detalles, toponimia y ubicación de detalles no visibles. En este
sentido la fotografía tiene limitaciones en cuanto a la información, las que hay que remediar mediante
visitas directas de campo para recopilar dicha información y/o ubicarla apropiadamente. En la fotografía
no aparecen clasificados los caminos ni se identifican dentro del sistema nacional de nomenclatura vial,
los arroyos no están diferenciados en cuanto a su régimen, las poblaciones no tienen indicado el nombre,
las líneas de transmisión de energía no se pueden ver, y así sucesivamente, constituyendo todo esto parte
de la información cartográfica que tiene necesariamente que ser investigada en el campo.

Fotointerpretabilidad.

Las fotografías aéreas se prestan a ser interpretadas en relación a elementos y detalles de


información no explícitos o no directamente mostrados en ellas. La fotointerpretación, que es la técnica
hermana de la fotogrametría para la elaboración de cartas temáticas de recursos naturales en el INEGI, se
apoya mucho en la fotoidentificación y muy fundamentalmente en un proceso de razonamiento lógico que
sigue un orden de análisis-síntesis, o inducción-deducción. El fotointérprete debe ser en mucho un
especialista en una determinada rama del conocimiento (geología, suelos, etc.), conocer las fotografías
aéreas y sus características y estar sobre todo en capacidad de establecer la asociación entre sus
conocimientos y las imágenes fotográficas (y también con otras imágenes no fotográficas).

Para implementar la técnica, el fotointérprete procede a hacer una serie de fotoidentificaciones


significativas para el tipo de información requerida. En este sentido la fotoidentificación ya no es
solamente en cuanto a forma y dimensiones sino que se extiende en área y tiene en cuenta aspectos de
tono, textura, patrones, las variables visuales en general, alineamientos, topografía, sombras, etc.
Complementa esto con observaciones relativas a la asociación y correlación entre las características
identificadas y el siguiente paso consiste en sintetizar la información así detectada y deducir del conjunto
el tipo específico de información temática de interés.

En este contexto se puede suponer que una carta dada tiene definido un conjunto de categorías
clasificables de la información, con sus variedades, las que para ser reconocidas requieren de poder
identificar ciertas características específicas o indicativas, cada una de las cuales puede tener un cierto
número de variantes. Con esto se puede tener una situación bastante compleja ya que el número de
combinaciones posibles es ciertamente alto, por lo que en la práctica se procura trabajar con un mínimo de
características significativas y determinantes, de modo que se pueda llegar con rapidez a interpretaciones
confiables.

84
Dentro del ejercicio de estas técnicas se encuentra que una cierta categoría de información responde
o está ligada con un cierto conjunto de características, o que tiene una "firma". El fotointérprete
experimentado sabe reconocer esta firma y puede por lo tanto definir las categorías de información con
rapidez, por lo que en este sentido se puede afirmar que los mejores fotointérpretes son aquellos que
mayor experiencia han acumulado.

El aspecto de las firmas está tan definido, que ya en la actualidad es susceptible, al menos
parcialmente, de ser automatizado y permite por lo tanto hacer clasificaciones de base computacional con
mayor o menor fidelidad. Esto es particularmente cierto en el caso del manejo y tratamiento de imágenes
multiespectrales (de satélite o tomadas por aeronaves) en las que las firmas están referidas a las
características de reflectancia de los materiales en las partes del espectro electromagnético
correspondientes a las radiaciones visible e infrarroja. Sin embargo y para el caso de fotointerpretaciones
corrientes los sistemas no se han podido desarrollar con igual éxito debido a que depende de más
parámetros y de juicios hasta cierto punto subjetivos, que no pueden, al menos por ahora, ser manejados
con facilidad por una computadora.

Volviendo atrás, puede ocurrir que la definición de una categoría no se pueda hacer con toda
certidumbre, debido a características no bien definidas, a condiciones de transición, inseguridad por
conjuntos de características que en condiciones de frontera corresponden a más de una categoría, bloqueo
de información por nubosidad, sombras o calina en exceso y también por defectos fotográficos en la
densidad y contraste requeridos. Debido a esto, se hace necesaria la visita de campo, la que además de
tener el objetivo de despejar dudas e indefiniciones, sirve para comprobar la fidelidad de las
interpretaciones efectuadas, mejora la confiabilidad, da experiencia agregada al fotointérprete y permite
mejorar los nexos entre la información en el terreno y la correspondiente en la fotografía.

Por supuesto que la visita al campo se hace fundamentalmente con propósitos de verificación y
observación adicional y no requiere de un recorrido total, sino en puntos preseleccionados o puntos de
verificación, en los que se hacen observaciones directas con un detalle superior al posible con la pura
observación fotográfica, incluyendo en su caso la obtención de muestras para análisis de laboratorio, en
una cantidad tal que permita la extrapolación a las áreas vecinas y un adecuado nivel estadístico de
confianza.

Habiendo así establecido las características de las fotografías aéreas de interés para la cartografía, se
pasará a continuación a discutir brevemente los puntos de coincidencia o diferencia entre éstas y los
mapas.

Digitabilizidad

Con el avance tecnológico de los últimos tiempos se han desarrollado sistemas que permiten la
transformación de la naturaleza básica analógica de las fotografías aéreas, en documentos digitales, lo cual
representa una ventaja de primer orden, ya que pone a las fotos en el contexto de la modernidad digital de
la época. Por otra parte, ya están apareciendo en el mercado cámaras digitales para aerocartografía.

Comparación entre fotografías aéreas y mapas

Con lo que ya se conoce a estas alturas, recordando lo que se expuso en relación con las
características propias de los mapas y teniendo presente las correspondientes de las fotografías aéreas, es
fácil establecer comparaciones que definan los puntos de coincidencia y los de diferenciación. Lo
importante de este conocimiento estriba en que para los primeros, la fotografía aérea se acerca a la
definición cartográfica de mapa, mientras que para los puntos de diferencia, una vez reconocidos, se
establecen los criterios, métodos y procedimientos que permiten transformar y manejar las fotografías, de
modo que se llegue finalmente a un mapa formal. Lo fundamental en términos de criterio es que la
fotografía aérea NO es un mapa; en esencia, es un documento que contiene información gráfica "natural",
necesaria para elaborar los mapas, muy parecida a ellos, pero con diferencias que obligan a la ejecución
de ciertos procedimientos y trasformaciones para llegar al mapa. La popularidad de la fotografía aérea
estriba en que para propósitos cartográficos difícilmente existe al momento algún otro tipo de documento,

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exceptuando probablemente a las imágenes de satélite de alta resolución, que pueda ser explotado con
tantas ventajas.

Puntos de coincidencia

En lo que respecta a los puntos en que hay cierta coincidencia entre los mapas y las fotografías
aéreas, se pueden mencionar los siguientes:

Escala

Tanto los mapas como las fotografías aéreas están a una cierta escala, con la diferencia de que en las
fotografías la escala no es uniforme, por causas ya explicadas. En el mapa tampoco hay una uniformidad
absoluta de la escala, recuérdese el concepto de factor de escala asociado con la proyección empleada. En
todo caso, el hecho de que ambos documentos tengan escala, establece un punto de coincidencia.

Vista vertical

Ambos documentos son fundamentalmente de vista vertical, excepto en los casos de fotografías que
se toman con el eje de la cámara inclinada (llamadas fotografías trimetrogon en algunos medios), que
pueden ser usadas para cartografía, o bien, con el eje horizontal para fotografías terrestres empleadas por
ejemplo en la restitución de detalles arquitectónicos o paredes geológicas verticales.

Propiedades métricas

Tanto el mapa como la fotografía aérea tienen propiedades métricas; es decir, se pueden hacer
medidas sobre ellos.

Cubrimiento

En función de la escala, ambos documentos cubren normalmente áreas relativamente extensas.


Durante un tiempo los mapas llevaron la delantera en este aspecto, pues es posible representar toda la
superficie terrestre con algún tipo de mapa en una determinada proyección, lo que no podía hacerse con
fotografías aéreas normales. En la actualidad y con los productos de la era espacial esto ya no es una
limitación; todos en alguna ocasión hemos visto fotos de la esfera terrestre tomadas desde el espacio
exterior

Relieve

Con las fotografías aéreas es posible apreciar y medir el relieve del terreno. En un mapa topográfico
se llega a lo mismo por la observación e interpretación de las curvas de nivel. De hecho, la circunstancia
de que en las fotos exista el relieve, permite el trazado de las curvas por métodos fotogramétricos.

Identificabilidad

Ambos documentos son identificables, aunque en distinta forma por el modo en que están
representados los detalles; en la fotografía aérea se requiere cierta experiencia y juicio para la
identificación, mientras que en el mapa todo es explícito; el usuario es, por decirlo así, llevado de la mano
a través de la representación, los símbolos y las notas explicativas.

Falta de información

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Como ya se discutió, la fotografía no contiene toda la información para propósitos cartográficos y se
hace necesario por lo tanto complementarla con investigación de campo. Por su parte, el mapa tampoco
contiene toda la información, pero esta ausencia es de un carácter distinto al de la fotografía, debido a que
como ya se sabe, el mapa contiene información de naturaleza selectiva y generalizada. Existe en este
sentido una especie de interacción en la información, ya que por una parte la fotografía aérea contiene
información indiscriminada que posteriormente hay que seleccionar y generalizar, y por otra parte, la
misma fotografía carece de cierta información cartográfica que hay que recopilar.

Interpretabilidad

Los dos documentos son interpretables, en la forma ya discutida para el caso de fotografías aéreas y
por el análisis de las características mostradas, en caso de los mapas. Esto último es de suma importancia
en lo que respecta a la utilización y manejo de la información geográfica, especialmente en relación con
las actividades de planeación. Se podría agregar que la interpretabilidad en el caso de los mapas y los
correspondientes aspectos de análisis de la información encuentran su mejor campo de acción en el
ambiente de sistemas de información geográfica contemporáneos.

Puntos de discrepancia

Fidelidad

Si bien la fotografía aérea es un testigo fiel de la naturaleza del terreno en el momento de toma, el
mapa no lo es en la misma dimensión, aunque formalmente debe conservar la característica de fidelidad
dentro de ciertos márgenes del espectro de información, recordando que existe un cierto nivel de la
misma, definido en la etapa de diseño y que además se ejerce el criterio de selección.

Discriminabilidad

En la fotografía aérea la información no está discriminada, mientras que en los mapas sí existe un
cierto nivel de discriminación resultante del ejercicio de los criterios de selección, además de la
generalización, simbolización y énfasis que forman parte de la etapa de edición cartográfica, y que no
existen en la fotografía aérea como tal.

Titulación y rotulación

Los mapas tienen títulos, rótulos y tipografía en general como parte integral y necesaria de la
información, mientras que las fotografías carecen originalmente de dichos elementos.

Proyección

La fotografía es una proyección central, en tanto que el mapa es esencialmente una proyección
ortográfica (considerando que el centro de proyección está bastante alejado). Esta es una de las
diferencias más marcadas existente entre ambos documentos, por lo que se requiere una transformación
que mediante procedimientos fotogramétricos lleva a efecto el cambio de la proyección central que es la
fotografía aérea, a la proyección ortográfica que es el mapa.

Continuidad tonal

Excepto en los casos de mosaicos fotográficos, fotomapas, espaciomapas y ortofotomapas, los mapas
son fundamental y tradicionalmente productos a línea, mientras que las fotografías son de tonos continuos.
En algunos medios existe una cierta resistencia a aceptar los productos inicialmente indicados como

87
mapas o productos cartográficos. En nuestro caso se puede adoptar el criterio de que mientras dichos
productos hayan pasado por un proceso de edición, se hayan eliminado distorsiones y sea posible
enmarcarlos en un sistema de coordenadas, las características cartográficas superan a las fotográficas y
pueden por lo tanto considerarse como mapas, con las ventajas involucradas en la presentación
fotográfica.

Distorsiones

Las fotografías aéreas tienen ciertas distorsiones naturales originadas por causas ya explicadas, a
menos que ya hayan sido sometidas a algún proceso de ortorectificación, mientras que en los mapas se
puede considerar que éstas prácticamente no existen en el caso de escalas grandes y medianas para las que
se ha empleado una proyección que como la UTM mantiene las distorsiones dentro de límites no
significativos. En todo caso, las distorsiones fotográficas son mayormente eliminadas durante el
procesamiento fotogramétrico.

Coordenadas

Todo mapa está en por lo menos un sistema de coordenadas, mientras que la fotografía aérea en el
momento de toma, está prácticamente "suelta" en el espacio y tiene todos los posibles grados de libertad,
entendida ésta como libertad de movimiento y giro en cualquier dirección. No es sino hasta que se
realizan las operaciones de levantamiento geodésico, topográfico y fotogramétrico para dar a puntos
fotográficos identificables y bien definidos un juego de coordenadas, ya sean éstas geográficas o
rectangulares, que se puede considerar que las fotos han sido ligadas rígidamente al terreno, se han
suprimido los grados de libertad y pueden por lo tanto ser referidas al sistema o sistemas de coordenadas
en que estará el mapa.

IMAGENES DE SATELITE

Si se considera el desarrollo a lo largo del tiempo de la cartografía, las imágenes de satélite


constituyen un insumo bastante joven, pues su advenimiento como elementos utilizables en el campo de la
información geográfica data de apenas unas cuatro décadas. En un principio su utilización estuvo más que
todo orientada hacia el análisis geográfico y el estudio de fenómenos relacionados con las ciencias de la
tierra, con muy pocas aplicaciones o aplicaciones muy limitadas en el campo de la cartografía. Esto se
debió en parte a las restricciones en el desarrollo computacional para las aplicaciones estrictamente
cartográficas y también por razones de lo que se consideró una baja resolución espacial de las imágenes,
resolución que no podía competir con la obtenida en sistemas aerofotográficos. Esta última es una
situación que prevalece al momento, aunque el desarrollo tecnológico en la materia está orientado a ir
mejorando la resolución espacial de los diversos sistemas satelitales, junto con el desarrollo de programas
de software dedicados al tratamiento de las imágenes con fines cartográficos. De hecho, ya hay sistemas
satelitales de muy alta resolución.

Las características generales de las imágenes satelitales son prácticamente las mismas mencionadas
para el caso de las fotografías aéreas en párrafos anteriores a las que pueden agregarse otras que en alguna
forma proporcionan ciertas ventajas adicionales, entre ellas, las siguientes:

a) Cobertura espacial. Las imágenes cubren áreas mucho más grandes que las que se pueden
obtener con sistemas aerofotográficos normales; de hecho, en el caso de las imágenes que más se
emplean en la actualidad:

Una imagen SPOT cubre cerca de 3,600 km2.

Una imagen TM del Satélite Landsat cubre un poco más de 34,000 km2.

A lo anterior se pueden agregar datos respecto a otros satélites, tales como el satélite de radar de la
ESA (European Space Agency ó Agencia Espacial Europea) y el canadiense Radarsat, o bien el
tipo de imagen AVHRR (Advanced Very High Resolution Radiometer) de la NOAA. En el caso

88
por ejemplo de Radarsat puesto en servicio apenas a finales de 1995, los cubrimientos son
variables conforme a 7 diferentes formatos posibles y las correspondientes resoluciones, de
acuerdo con la siguiente tabla:

Formato de imagen (Km.) cubrimiento (km2) Resolución (m)

50 x 50 2,500 10
75 x 75 5,625 25
100 x 100 10,000 30
150 x 150 22,500 30
170 x 170 28,900 35
300 x 300 90,000 50
500 x 500 250,000 100

Si se trata de la imagen AVHRR, el cubrimiento es mayor todavía, del orden de millones de


kilómetros cuadrados, aunque la resolución es un tanto baja, de apenas 1.1 km. Normalmente, estas
imágenes se proporcionan con coberturas de 2,500 por unos 1,500 km. En lo general, a medida
que mayor es la cobertura, menor es la resolución. También es un tanto reciente la puesta en
servicio del satélite hindú IRS (Indian Resources Satellite), el cual tiene una resolución de
alrededor de 5 metros.

b) Cobertura espectral. A diferencia de las fotografías aéreas que comúnmente proporcionan


imágenes en el rango visible del espectro electromagnético, las imágenes de satélite pueden cubrir
una gama de frecuencias más amplia. Así por ejemplo, las imágenes TM de los satélites Landsat 4
y 5 se han dado en siete bandas del espectro, con una resolución de 30 metros, excepto la banda 6
que es de 120 m, de acuerdo con la siguiente tabla en la que también se indican las
correspondientes longitudes de onda:

Banda Longitud de onda (m) parte del espectro

1 0.45 a 0.52 Visible


2 0.52 a 0.60 Visible
3 0.63 a 0.69 Visible
4 0.76 a 0.90 Infrarrojo cercano
5 1.55 a 1.75 Infrarrojo cercano
6 10.3 a 12.5 Infrarrojo Térmico
7 2.08 a 2.35 Infrarrojo cercano

Por su parte, los satélites SPOT franceses (Système Probatoire de l'Observation de la Terre) 2 y el 3,
además del más reciente SPOT 5 proporcionan imágenes en dos modalidades simultáneas; pancromáticas
y multiespectrales, de acuerdo con los siguientes datos:

Modo Longitud de onda (m) Parte del espectro Resolución

Pancromático 0.51 a 0.73 visible 10 m

Multiespectral 0.50 a 0.59 visible (verde) 20 m


0.61 a 0.68 visible (rojo) 20 m
0.79 a 0.89 infrarrojo cercano 20 m

c) Temporalidad. Una de las características especiales de las imágenes satelitales es la capacidad de


repetición. Por ejemplo, tanto los satélites Landsat como SPOT están ubicados en órbitas solares
sincrónicas a una altura de aproximadamente 700 y 830 Km. respectivamente, completando éstas en
aproximadamente hora y media, de tal manera que se tienen ciclos de repetitividad de imágenes cada 16

89
días en el caso de Landsat y 26 días si se trata de SPOT (24 días para las imágenes de Radarsat); esto es,
los satélites vuelven a pasar exactamente por el mismo sitio con estos intervalos permitiendo con ello
tener imágenes repetidas que son muy útiles para los efectos de estudios multitemporales en relación con
cartografía temática de recursos naturales y de particular interés para la cartografía topográfica, como
apoyo a la actualización con un producto que comparativamente con la fotografía aérea resulta menos
costoso.

d) Formato digital. Otra característica de las imágenes es que están en formato digital con una estructura
ráster o de rejilla, lo que por otra parte resulta muy apropiado y congruente con la naturaleza de imagen
de tonos continuos, en la que cada elemento o pixel tiene un valor específico de reflectancia. Sin embargo
y dada la resolución de los sistemas en cada caso, el tratamiento digital de las imágenes es bastante
demandante en términos de capacidad de memoria requerida por los sistemas computacionales. En este
sentido por ejemplo, una imagen SPOT pancromática requiere aproximadamente 40 Mb de espacio en
disco, mientras que una imagen Landsat TM con todas sus siete bandas, llega a requerir algo así como
medio Gb.

Una característica particular del sistema SPOT es que el satélite cuenta con dos sensores que se
pueden apuntar en direcciones predefinidas, de modo que se hace posible observar una determinada área
con mayor frecuencia y además se da la capacidad para obtener imágenes estereoscópicas, lo que es de
particular interés para la producción de mapas topográficos.

En este último caso, las estereoimágenes pueden ser analizadas con instrumentos fotogramétricos de
manera similar a la empleada con fotografías aéreas estereoscópicas, aunque los datos de elevación
obtenidos con estas imágenes no son tan exactos como los producidos con fotografías aéreas.

Las aplicaciones de las imágenes han estado orientadas en su mayoría a la investigación y estudios
sobre recursos naturales que luego se plasman en mapas base existentes o bien utilizan la misma base
satelital una vez que ésta se ha georreferido. En cuanto a cartografía topográfica, los productos SPOT
permiten en la actualidad la generación de cartas topográficas a la escala de 1:50,000 (y hasta 1:25,000),
aunque la precisión altimétrica puede ser de unas tres veces la obtenible con cartografía topográfica de

medio cuadrático de  3 m con un nivel de confianza del 90 %, el producto SPOT a la misma escala está
origen estrictamente fotogramétrico; esto es, si en una carta normal a 50,000 se puede obtener un error

en  10 m con el mismo nivel de confianza (datos de Aronoff).

En la DGG-INEGI las imágenes Landsat TM se han empleado para la generación de espaciomapas a


la escala de 1: 250,000 y otras escalas más chicas, de cubrimiento nacional completo y con el mismo
formato de la cartografía topográfica de la misma escala, así como para actualización. La información
SPOT se está empleando por ahora para apoyar los procesos de actualización topográfica.

Finalmente, cabe hacer mención de que México cuanta ya con dos estaciones receptoras de imágenes
satelitales; la primera, denominada ERMEXS, se estableció mediante un acuerdo entre la Secretaría de
Marina (en donde se ubica en la ciudad de México), la SAGARPA y el INEGI para la recepción,
almacenamiento, extracción, archivo, administración, procesamiento y distribución limitada de imágenes
del Satélite SPOT 5. La segunda es una estación receptora llamada ERIS, recientemente instalada en
Chetumal, Q. Roo, mediante convenio del INEGI con el Gobierno de Alemania, con el fin semejante de
recepción y acceso a imágenes de diferentes satélites, o sea que tiene una capacidad multicaptora, al
momento, de imágenes de radar. Se espera que en un lapso relativamente corto esté funcionando a toda
capacidad.

FORMAS DE REPRESENTACION DEL RELIEVE

El relieve es uno de los elementos de información más importantes de un mapa y es tal, que
conforma el grupo más conocido y difundido de mapas dentro de la clasificación de cartografía
topográfica, que como ya se vio, es la que contiene la representación de la tercera dimensión o dimensión
de altura del terreno. A lo largo del tiempo los cartógrafos se han preocupado por diseñar las formas más
útiles de representación del relieve, lo cual ha dado lugar a diversas formas, entre ellas la que utiliza las

90
curvas de nivel para caracterizar la orografía y en general los accidentes orográficos en una forma gráfico-
cuantitativa.

Dentro de las diversas formas se encuentran las que hacen representaciones de carácter cualitativo y
las que permiten expresiones de tipo cuantitativo. De este modo, se tienen las siguientes formas de
representación:

a) Topoformas en perspectiva,
b) Hachurado,
c) Curvas de nivel,
d) Sombreado plástico
e) Tintes hipsométricos
f) Combinaciones
g) Modelos tridimensionales
h) Modelos digitales de elevación

Topoformas en perspectiva

Este es simplemente un método por el cual se dibujan en perspectiva las formas del terreno en una
forma más o menos libre, sin precisión, aplicable al caso de levantamientos de esquemas de campo, con
propósitos ilustrativos y comúnmente a mano alzada. El método es puramente cualitativo. Un ejemplo es
el mostrado en la figura 52.

Hachurado

Este es un método ya pasado de moda que se empleó mucho para mostrar el relieve del terreno
durante el siglo XIX y la primera parte del siglo XX. Normalmente se le usaba en mapas en blanco y
negro debido a que resultaba menos confuso que las representaciones mediante curvas de nivel.

Las hachuras son líneas cortas más o menos paralelas (figura 52a) que se hacían gruesas en las
pendientes fuertes y un tanto delgadas en los sitios con pendientes suaves. Estas líneas se dibujaban a lo
largo de la dirección de la máxima pendiente del terreno, por lo cual se conformaban muy bien con las
líneas naturales en que corre el agua y eran más fáciles de entender que las curvas de nivel para los
usuarios comunes. El método tiene una base cuantitativa, pero la expresión es puramente cualitativa, por
lo que a partir de las hachuras no es posible determinar elevaciones ni pendientes del terreno. En el
método de Lehman para trazar hachuras se da exactamente el mismo número de líneas por centímetro y el
grueso de cada línea se prescribe matemáticamente para cada pendiente. Esto es extremadamente difícil y
laborioso, por lo que el sistema está prácticamente abandonado.

Fig. 52a. Ejemplo de hachuras

Curvas de nivel

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El método más común y conocido de representación del relieve es a través de las llamadas curvas de
nivel. Una curva de nivel es una isolínea, es decir, una línea a lo largo de la cual todos los puntos tienen
un mismo valor de elevación con respecto a un cierto nivel de referencia, que como ya se vio, es el nivel
medio del mar. El método es cuantitativo, lo cual quiere decir que se puede emplear para determinar
alturas de puntos y pendientes del terreno, lo cual es tremendamente útil para muchas aplicaciones.

El concepto de curva de nivel es muy sencillo: imagínese que se tiene una colina o un cerro y que
con un gran cuchillo se le hace un corte tal que sea paralelo al nivel medio del mar. Lo que resulta es una
figura cuyo contorno es precisamente la curva de nivel, como se pretende mostrar en la figura 52 en la que
el plano de corte deja la traza de una superficie encerrada por la curva, de modo que se puede definir
también una curva de nivel como la traza de la intersección de un plano paralelo al nivel medio del mar
(NMM), con el terreno. El valor h mostrado es la elevación de la curva con respecto a dicho nivel.

Si se hacen varios de estos cortes, se obtiene un conjunto de curvas de nivel y si además tales cortes
están igualmente espaciados y el resultado se proyecta sobre la hoja de papel que constituye el mapa, se
tiene la representación de la altimetría. Al espaciamiento mencionado, que es la distancia vertical entre
curva y curva es a lo que se llama intervalo o equidistancia entre curvas, designado con la letra i, el cual
siempre debe indicarse en los mapas.

La equidistancia entre curvas se define durante la etapa de diseño y depende en mucho de la


experiencia en consideración a la naturaleza del terreno, la escala de publicación, el propósito del mapa y
la capacidad de los sistemas fotogramétricos para trazar las curvas. En algunos lugares se sigue una regla
más o menos empírica que dice que un valor aproximado de la equidistancia se puede obtener con la

i  0.18 x m + 2 (en metros) ,


siguiente expresión:

en donde m es el denominador de la escala dividido por 1000. Así por ejemplo, para la escala de
1:50,000 resulta m = 50, y aplicando la expresión se tiene:

i  0.18 x 50 + 2 = 9 + 2 = 11 metros;

En el caso de la escala de 1:250,000 se tiene m = 250 y la operación es:

i  0.18 x 250 + 2 = 45 + 2 = 47 metros;

lo cual se aproxima a los 10 y 50 metros que se tienen para estas escalas en la actualidad. Sin
embargo, recuérdese que esta regla es empírica y que solamente proporciona una idea, una aproximación
a un valor que puede ajustarse según la experiencia, necesidades y naturaleza del terreno.

Características de las curvas de nivel

92
A fin de poder interpretarlas apropiadamente, es conveniente conocer algunas de las características
de las curvas de nivel, las cuales se enuncian a continuación:

- Las curvas de nivel siempre son curvas cerradas: Esta aseveración se comprende si se examina
nuevamente la figura 52; pudiera ser que en cualquier mapa en particular aparentemente las curvas
queden abiertas, pero la realidad es que donde llegan al límite del mapa continúan en otro mapa y
así sucesivamente hasta que se cierran. Dentro de un mapa cualquiera ninguna curva debe quedar
abierta.

- Dos o más curvas de nivel diferentes no se pueden cruzar. Si así fuera, querría decir que en la
intersección habría un punto con dos o más elevaciones diferentes, lo cual es imposible. Sin
embargo, hay excepciones a esta norma: en sitios de relieve difícil, en acantilados que se proyectan
por encima de las masas que quedan abajo, por ejemplo, podría darse el caso de que las curvas
aparentemente se crucen. Pero esta es una excepción muy rara.

- Por las mismas razones apuntadas en el párrafo anterior, las curvas no se pueden juntar; en el sitio
de unión se tendrían puntos con elevaciones diferentes. En ocasiones y por razones de trazo y
escala, en terreno muy abrupto, las curvas son difíciles de separar. Lo que se hace es interrumpir el
trazo en las zonas en que quedan muy juntas.

- Entre dos curvas cualesquiera no puede existir otra curva de mayor o menor elevación que ellas.
Esto quiere decir que las curvas siguen una secuencia que va con las elevaciones del terreno; de
otra manera, no habría continuidad.

- Las curvas de nivel siempre son perpendiculares a las líneas de máxima pendiente del terreno;
por lo tanto siempre cruzan a 90 grados en los sitios en que hay cauces o corrientes, formando una
especie de punta dirigida hacia donde va subiendo el terreno. Compruébese esto examinando
cualquier mapa topográfico.

- El espaciamiento horizontal entre curvas de nivel es inversamente proporcional a la pendiente del


terreno. Esto quiere decir que a mayor valor de la pendiente las curvas se van juntando y que si la
pendiente del terreno es baja, las curvas quedan separadas. Cuando la pendiente del terreno es
uniforme, las curvas de nivel son paralelas.

Todas estas características son de importancia para la correcta interpretación de las curvas y son de
mucha ayuda para interpretar asimismo la orografía o carácter topográfico del terreno. En la figura 53 se
puede apreciar una ilustración de la última característica mencionada.

93
Interpretación y uso de las curvas de nivel

Lo expresado en el párrafo anterior constituye la base para la interpretación de las curvas de nivel y
asimismo permite enunciar algunos de los usos de las mismas.

Desde el punto de vista de interpretación el fundamento está en la observación de los espaciamientos


horizontales entre curvas y la forma en que ocurren. Así, ya se ha visto que si la pendiente del terreno es
uniforme, el espaciamiento entre curvas es igualmente uniforme.

Si la porción de terreno analizada es una planicie con una determinada inclinación, las curvas son
paralelas y muy aproximadamente rectas.

Si se tiene una estructura tipo domo, las curvas son espaciadas en la parte alta y se estrechan a
medida que baja el terreno.

Si se tiene un cerro como el dado por el perfil en la figura 53, las curvas se aprietan en la cumbre y
se amplían en las partes bajas.

En el caso de un cerro tipo volcán o cono cinerítico, se le puede reconocer por la disposición de las
curvas en forma de círculos más o menos concéntricos.

Si se trata de una sierra, las curvas son más o menos alargadas.

Por otra parte, en terreno muy plano, las curvas están muy espaciadas y en ocasiones no reflejan del
todo la naturaleza orográfica, por lo que se hace necesario incluir o trazar las que se llaman curvas
suplementarias, normalmente a la mitad de la equidistancia especificada.

El proceso de trazo de las curvas de nivel se apoya en el tratamiento fotogramétrico de estereopares,


para lo cual es necesario que se pueda observar el terreno sin interferencia de la vegetación. Como esto no
siempre es posible, habrá ocasiones en que el trazo de las curvas presente dificultades, sobre todo cuando
la cubierta vegetal es muy densa, en cuyo caso el trazo se hace aproximado y así se indica en el mapa
mediante un símbolo específico para esta clase de curvas, y si se considera necesario, se señalan además
algunos puntos de cotas fotogramétricas.

Sin embargo, en los últimos tiempos, con la aplicación de la Tecnología Lidar, es posible que las
señales Laser penetren a través de los huecos en el follaje y lleguen hasta el suelo, con lo que el anterior
problema se minimiza. Esta tecnología está permitiendo la elaboración de modelos digitales del terreno y
de elevación de muy alta resolución y con ello coadyuvando en la generación de la nueva cartografía
topográfica en la escala de 1:20,000.

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En cuanto a usos, se pueden indicar los siguientes:

- Determinación de cotas puntuales mediante lectura e interpolación entre curvas,

- Elaboración de perfiles y secciones transversales,

- Estudios y determinación de visibilidad entre puntos,

- Definición de pendientes del terreno,

- Determinación de cuencas de escurrimiento,

- Definición de áreas de embalses,

- Cálculos de volúmenes, por ejemplo de embalses o bancos de materiales,

- Apoyo a estudios de carácter geomorfológico,

- Generación de otras formas de representación del relieve, inclusive modelos digitales de


elevación.

En lo general, la información altimétrica es de la mayor importancia en los mapas y desde el punto


de vista práctico sirve a una amplia gama de propósitos y aplicaciones, particularmente por lo que
respecta a la explotación cuantitativa de la información en apoyo a estudios y proyectos de ingeniería y
desarrollos de planificación de diversa índole.

Sombreado plástico

Esta es una técnica para mostrar relieve en una forma cualitativa y consiste simplemente en
representar las sombras que ocurrirían si se estuviera observando un modelo en tres dimensiones. Si se
tuviera un mapa en relieve se le podría aplicar una fuente luminosa a un lado y luego fotografiarlo. Se
puede obtener el mismo efecto si el trabajo se hace a mano, aunque esto es ciertamente laborioso y
requiere mucha dedicación y paciencia. El cartógrafo o dibujante simplemente se imagina que tiene una
fuente de iluminación en el ángulo noroeste de la carta o mapa topográfico con una elevación de 45
grados y luego dibuja a lápiz, carboncillo o con ayuda de un aerógrafo sombras de mayor o menor
intensidad en las pendientes que miran en dirección opuesta a la fuente de iluminación; esto es, se da una
mayor intensidad de sombra a las pendientes que miran al sureste, menos intensidad a las que están en
dirección suroeste y noreste, de modo que las más iluminadas son las que están viendo directamente a la
fuente de iluminación, o sea las pendientes dirigidas al noroeste; véase la figura 54.

Figura 54. Concepto de sombreado

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En la actualidad, este efecto de sombreado se puede obtener automáticamente mediante la aplicación
de capacidades para tal propósito de los modernos sistemas de cómputo

Tintes hipsométricos

En el caso de mapas a escala pequeña, es necesario generalizar las curvas de nivel y si se quiere
conservar todas, el resultado sería difícil de interpretar, lo cual se resuelve en primera instancia
modificando la equidistancia a mayores valores que los del mapa original. En escalas de presentación muy
pequeñas la generalización se hace tan grande que se llega a perder el carácter original de las curvas, las
cuales ya solamente expresan la altitud. En estas circunstancias se recurre usualmente a representar la
orografía mediante los llamados tintes hipsométricos, lo cual no es más que generalizar las curvas en
capas que representan rangos seleccionados de altitud, asignando a cada capa un determinado color, de
manera que se cree en el observador una imagen objetiva de cómo varían las diferentes elevaciones en el
área representada.

En ciertos medios se adopta una secuencia bastante convencional para elegir los rangos y asignar los
colores, como se indica a continuación:

Rango de alturas (metros) Color

Tierra debajo del nivel del mar Verde olivo


000 a 150 Verde
150 a 300 Verde amarillento
300 a 600 Amarillo
600 a 900 Naranja
900 a 1500 Sepia claro
1500 a 2500 Sepia
2500 a 3600 Sepia rojizo
3600 a 5000 Rojo
Mayor que 5000 Blanco

Este esquema no es universal de ninguna manera y solamente tiene un carácter ilustrativo de cómo
podría ser un determinado arreglo, ya que los colores pueden estar referidos a diferentes rangos y
elevaciones. En lo general, se da una situación psicovisual; un mapa es de vista vertical, por lo que las
partes elevadas “deben” estar más cerca del observador. Los pintores y artistas representan los objetos
cercanos mediante colores cálidos de longitud de onda larga, tales como los rojos, cafés y anaranjados,
mientras que los objetos más alejados están asociados a colores fríos tales como los azules pálidos, grises
y verdes. Una ventaja adicional de este esquema de color es que la tipografía, que va en negro, destaca
más sobre los amarillos y verdes de las partes bajas donde está la mayoría de los ríos y sitios poblados,
que en las áreas altas con menos de estos detalles, donde se usan los colores más oscuros.

Combinaciones

Es posible combinar algunos de los diferentes métodos existentes para la representación del relieve.
Por ejemplo, en algunos mapas europeos del siglo pasado y principios del presente se combinaban
presentaciones de hachurado con sombreado, o combinaciones de curvas de nivel con tintes
hipsométricos. En el INEGI-DGG se ha desarrollado una nueva presentación de la altimetría que combina
la presentación de las curvas de nivel con sombreado digital en las cartas topográficas a la escala de
1:50,000.

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Modelos tridimensionales

Los modelos tridimensionales son los que se conocen comúnmente como mapas en relieve, cuya
elaboración tiene en mucho aspectos artesanales. Requieren del conocimiento y manejo de las curvas de
nivel, utilizadas para elaborar los moldes o modelos tridimensionales en diferentes tipos de material. El
proceso de modelaje principia con las curvas de elevación superior y va descendiendo hasta llegar a las
menores elevaciones, creando una sucesión de “escalones” para cada curva de un determinado rango de
alturas. La carta editada se imprime sobre material plástico y posteriormente se somete a un proceso de
termoformado en máquinas especiales que le dan forma conforme al modelo previamente elaborado,
obteniéndose así el producto cartográfico en tres dimensiones.

Modelos digitales de elevación

Los Modelos Digitales de Elevación (MDE) son fundamentalmente estructuras ráster consistentes en
un conjunto de valores de elevación para puntos ubicados sobre la superficie terrestre. Estos modelos se
emplean para el análisis topográfico de un área y desde este punto de vista resultan extremadamente
importantes.

Un Modelo Digital del Terreno es una representación simplificada de una variable que se mide en
una superficie ondulada de tres dimensiones. Dos de estas dimensiones se refieren a la ubicación en un
sistema de coordenadas bidimensionales especificado, y la tercera mide la elevación en el caso específico
de los MDE.

Un MDE sirve para representar la altimetría del terreno y permite hacer análisis sobre ella. Sin
embargo, se puede trabajar con un Modelo Digital del Terreno si se refiere a cualquier variable de interés
que cumpla con ciertas características mínimas, esencialmente la variabilidad espacial continua de la
información, sin que se presenten saltos bruscos en el valor de la altura (Z.) De este modo, es posible
representar y analizar en el contexto de MDT fenómenos tales como la precipitación, temperaturas,
composición litológica o mineral, acidez o basicidad de los suelos, etc., e inclusive fenómenos de carácter
social como la población y la densidad de población.

Los métodos empleados para capturar y almacenar los datos de elevación se pueden agrupar en
cuatro tipos principales: a) empleo de retículas regulares, b) utilización de las curvas de nivel, c) uso de
perfiles, y d) explotación de estructuras TIN (una estructura TIN (Triangular Irregular Network) es una
red de triángulos irregulares interconectados cuyos vértices corresponden a puntos en los que se conoce la
altura, además de la posición geográfica). En cuanto a la generación de los modelos, estos pueden ser
elaborados a partir de la información altimétrica de mapas topográficos, por el análisis automatizado
fotogramétrico de estereofotografías aéreas, o bien a través del análisis automático de estereoimágenes
satelitales. A esto se puede agregar el empleo de la Tecnología Lidar, capaz de medir alturas georreferidas
con una muy alta densidad y resolución.

Un MDE se puede representar mediante dos modelos de datos; a través de una matriz de
elevaciones, correspondiente a un modelo ráster, o bien, mediante la estructura TIN de modelo vectorial;
ambas se emplean, aunque se prefiere la primera desde el punto de vista de una relativa mayor facilidad y
rapidez de procesamiento computarizado. En ambos casos, la base está en el empleo de puntos,
generándose el modelo a partir de una muestra de estos puntos distribuidos de alguna manera en el plano.
Otra posibilidad es obtener una muestra de alturas obtenidas a partir de las curvas de nivel, uno de los
métodos más utilizados.

Un aspecto de importancia está en la selección de los puntos que habrán de ser empleados en la
generación del modelo. Como su propio nombre lo indica, el MDE es un modelo de la realidad y
corresponde en mucho a una representación simplificada de información más compleja. Normalmente, un
MDE está basado en un conjunto de valores numéricos preseleccionados, los cuales deben ser
representativos de toda la complejidad de las elevaciones existentes en la realidad. Por lo tanto, la clave
está en cómo seleccionar los puntos que habrán de dar origen al modelo. Desde este punto de vista y para
estar del lado de la seguridad, conviene disponer del máximo posible de puntos, lo que puede lograrse en

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buena medida acudiendo a la información altimétrica contenida en los mapas topográficos a través de las
curvas de nivel, o en forma directa mediante el tratamiento de imágenes aerofotográficas o satelitales, y
desde luego, empleando sistemas computarizados de alta capacidad.

La digitalización de la información sobre alturas contenidas en un mapa topográfico constituye una


de las fuentes más importantes para la generación de los MDE, para lo cual solamente se necesita
digitalizar las curvas y en ocasiones las cotas puntuales.

Dentro de lo normal, cada curva se digitaliza como una línea vectorial a la cual se asigna la altura
como atributo. El resultado de este proceso es la generación de un archivo digital de líneas vectoriales
asociadas a una serie de alturas, cuya validez podría comprobarse, una vez generado el modelo final, si se
obtienen salidas gráficas que regeneren las curvas, las cuales se pueden comparar con las curvas
originales. Los resultados dependen en mucho de la resolución con que se pueda trabajar y desde luego de
las capacidades del software empleado.

Es conveniente señalar que la digitalización de curvas de nivel no constituye el modelo.


Independientemente de la forma de captura, que en este caso corresponde a una estructura vectorial, es
necesario ir más adelante para la conformación final del modelo en la estructura ráster, lo cual requiere
llevar a efecto operaciones con funciones de interpolación a fin de obtener los valores requeridos en la
posición de las celdas respectivas.

Un segundo método para la generación de los MDE consiste en acudir a la compilación


fotogramétrica de modelos estereoscópicos de fotografías aéreas, extensible en muchos paquetes de
software al empleo de las técnicas sobre imágenes de satélite estereoscópicas. La base de los métodos
fotogramétricos de generación de MDE reside en su capacidad para determinar, para cada punto del
modelo estereoscópico, la altura correspondiente. Esto se hace automáticamente y termina asignando
dicha altura a cada pixel o celda predeterminada, con lo que se genera el modelo a través de un archivo
digital de celdas con los tres valores característicos, los dos de ubicación espacial X, Y, y la elevación Z.

El análisis de un MDE permite describir una serie de parámetros que caracterizan a la superficie
terrestre en sus tres dimensiones. En lo general, estas funciones proporcionan una potente capacidad para
caracterizar un conjunto de fenómenos de gran interés práctico.

Un MDE constituye una herramienta en extremo poderosa para llevar a cabo diversas tareas de
descripción de la topografía, muy útiles y necesarias en estudios geológicos, geomorfológicos y de
ingeniería. En este sentido, es posible emplear diversos procedimientos apoyados en la información
contenida en los modelos. Así, es posible la generación de información hipsométrica ya sea en términos
de histogramas, tabulados, o mapas hipsográficos; o bien, la determinación de perfiles a lo largo de
alineaciones predeterminadas.

Se pueden definir capacidades y aplicaciones adicionales de los MDE, en términos por ejemplo de la
evaluación de la rugosidad del terreno, el señalamiento de puntos críticos del relieve, definición de
parteaguas para la delimitación de cuencas de drenaje y su caracterización y medida, definición de
talwegs, así como estudios de intervisibilidad que pueden ser muy útiles en su aplicación a proyectos de
diversa índole, por ejemplo en sistemas de comunicación. A esto se puede agregar la construcción de
vistas perspectivas, mapas de visuales, mapas sombreados, mapas de pendientes, estimaciones de
volúmenes y muy seguramente, otras aplicaciones, en forma muy similar a lo que se dijo en relación con
las curvas de nivel.

En el caso del INEGI-DGG se cuenta en la actualidad con la cobertura total del país en Modelos
Digitales de Elevación. Estos modelos se generaron mediante la digitalización altimétrica de la cartografía
topográfica 1:250,000, por lo que tiene la resolución de esta misma y además consiste de unidades con
cobertura de un grado en longitud por un grado en latitud en una estructura ráster espaciada cada 3
segundos de arco o aproximadamente 90 metros. Además de esto y como resultado de los procesos
cartográficos actuales, se han generando MDE sobre la base de la cartografía topográfica 1:50,000,
empleando tanto procesos de digitalización altimétrica, como procedimientos fotogramétricos. En la
actualidad se está dando una fuerte aplicación de la Tecnología Lidar

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NOCIONES SOBRE CARTOGRAFIA AUTOMATIZADA

Los sistemas CAM (Computer Assisted Mapping) o de Cartografía Asistida por Computadora
emplean la tecnología CADD (Computer Aided Design and Drafting, o Diseño y Dibujo Asistidos por
Computadora) fundamentalmente para producir mapas, es decir, constituyen sistemas de apoyo a la
producción cartográfica y en esencia son un sustituto computarizado de los procesos cartográficos
tradicionales basados en operaciones manuales.

Los datos en un sistema CAM se encuentran organizados en capas o cubiertas que conceptualmente
son como las hojas de película que se superponen y registran durante el proceso cartográfico tradicional.
Las cubiertas se utilizan para separar los detalles del mapa, ya sea por tema (por ejemplo, altimetría e
hidrografía), o por tipos de datos (como el trabajo a línea y la tipografía). Los resultados del CAM
rivalizan e inclusive superan en calidad gráfica y precisión a los obtenidos con los productos cartográficos
grabados o dibujados.

Los sistemas CAM reducen en mucho los tiempos y costos de producción en comparación con los
métodos tradicionales. Por ejemplo, resulta más fácil hacer correcciones; en el proceso manual se
requiere borrar y volver a entintar, u opacar y volver a grabar en las hojas de stabilene. En el Sistema
CAM se tiene siempre la posibilidad de corregir cualquier cosa en pantalla, sin tener que afectar otros
detalles.

Por otra parte, en el ambiente tradicional, los manuscritos en película requieren de tratamiento en
laboratorio para elaborar las separaciones de color. Este es un proceso caro y tardado, ya que tiene que
tratar con la combinación de trabajo a línea, tipografía, apertura de ventanas, y empleo de pantallas. El
sistema evita esto; puede trabajar sobre todos estos detalles y producir los gráficos del caso en una sola
operación, eliminando casi del todo la necesidad de acudir al laboratorio.

Sin embargo, un sistema CAM no es adecuado para el análisis; en el sistema, los detalles se
encuentran asociados por tema a través del empleo de cubiertas y los detalles tienen una ubicación
geográfica definida con respecto a un determinado sistema de referencia común, pero hasta ahí llega; no
se da una definición de las relaciones existentes entre los datos.

Para abundar en estos detalles, se puede decir que la base de datos cartográfica asociada al sistema
puede describir por ejemplo a dos caminos que se cruzan, pero el hecho de que se intersecten no
necesariamente se identifica o enuncia, ya que ello no es importante para producir el mapa impreso. De
manera similar, un grupo de líneas concatenadas ubicadas dentro de un sistema CAM pueden estar
describiendo un área cerrada o polígono. Estas líneas están relacionadas entre sí sólo porque aparecen en
una misma cubierta y porque tienen una cierta referencia geográfica; el hecho de que definen un área
cerrada no se puede determinar sin procesar los datos para inspeccionar si se da o no esta condición.

A menudo los usuarios hacen preguntas que requieren del análisis de relaciones espaciales que los
sistemas CAM, por su propia naturaleza, no son capaces de responder, debido precisamente a que dichas
relaciones (topológicas) no se encuentran explícitamente definidas en la estructura de datos; se requiere de
un procesamiento especial, en primer lugar para investigar estas relaciones, y en segundo, para dar las
respuestas. Los datos computarizados pueden estar compuestos por millares de elementos, cada uno de los
cuales tendría que ser comparado contra todos los demás a fin de definir las relaciones de interés. Como
puede apreciarse, el proceso de analizar los datos de un CAM para responder a estas preguntas resultaría
extremadamente difícil y complicado.

Los sistemas de cartografía automatizada o asistida por computadora son parte del concepto de SIG
y están inscritos en su origen conceptual, pero de ninguna manera se pueden considerar como sistemas de
información geográfica formales, aunque tengan que ver con información geográfica desde el punto de
vista de la edición cartográfica. Esta observación es para puntualizar el hecho de que un CAM no es un
SIG. Un CAM está orientado a la producción, no requiere tener definidas las relaciones topológicas y
depende de una base de datos cartográfica, en tanto que un SIG está orientado al análisis, forzosamente
necesita las definiciones topológicas y está íntimamente asociado a una base de datos geográfica.

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El software empleado para manejar las salidas varía mucho en cuanto a flexibilidad y facilidad de
uso; el enfoque más simple ha sido el de proporcionar uno o más formatos estándar de presentación, sin
dejar mucho al operador en lo que respecta a ubicación de títulos, bloques de leyendas y otras
anotaciones. Los sistemas más sofisticados proporcionan una amplia gama de funciones cartográficas que
comprenden por ejemplo la generación de cuadrículas, una amplia selección de fuentes de texto, calibres
de línea y colores, la definición de símbolos, e inclusive la ubicación automática de tipografía.

Las diversas funciones comprendidas en la paquetería de software se refieren a los aspectos de


Anotación, Tipografía, Patrones de textura y Estilos de línea, y Símbolos gráficos, y se refieren a
operaciones bien conocidas dentro del ámbito y la ortodoxia cartográfica, objeto de imitación dentro de
las funciones de los CAM.

CARTOGRAFIA Y SISTEMAS DE INFORMACION GEOGRAFICA

El tipo clásico de sistema de información relacionado con aspectos geográficos es el ampliamente


conocido como Sistema de Información Geográfica o SIG, el cual está concebido para realizar
operaciones de análisis sobre datos geográficos, y difiere del descrito anteriormente por el hecho de que
contiene la definición de las relaciones espaciales de todos los datos contenidos en el sistema, lo que va
más allá que la simple descripción de la geometría y ubicación de los detalles. Un sistema de información
geográfica se define como un sistema de base computarizada empleado para capturar, almacenar, editar,
desplegar y presentar datos geográficamente referenciados. En un SIG, la topología describe cómo se
conectan los detalles lineales, cómo están limitadas las áreas, qué áreas son contiguas y otros aspectos de
relación entre las diversas entidades, lo que es de extrema importancia para poder llevar a efecto las
diversas operaciones de análisis características de los SIG.

Con el propósito de definir la topología, en un SIG se emplea una estructura especial de base de
datos. Como en los sistemas CAM, todos los detalles del mapa están referidos a un determinado sistema
de coordenadas geográficas, pero a diferencia del CAM, que define dichos detalles en términos de líneas o
símbolos, el SIG emplea los conceptos de nodos, líneas y áreas, o bien, puntos, arcos o polígonos, para
definir la geometría.

Los nodos representan los puntos de intersección y los extremos de líneas; cada nodo recibe un
número de identificación único y se ubica mediante la especificación de un par de coordenadas
geográficas.

Las líneas o arcos también se numeran unívocamente y su geometría se describe por una serie de
pares de coordenadas. Una línea recta solamente requiere las coordenadas de los puntos extremos, en
tanto que para detalles lineales curvilíneos se puede requerir un conjunto más o menos extenso de pares de
coordenadas, en el entendido de que mientras mayor sea el conjunto, mejor definida estará la línea.

Las líneas también pueden codificarse con el número de código de los nodos inicial y final,
especificando asimismo las áreas que quedan a ambos lados. Los detalles del mapa mostrados como un
símbolo aislado, son detalles puntuales y en un SIG se representan como un tipo especial de detalle lineal,
conocido como línea degenerada, descrita por dos pares de coordenadas idénticos.

Cada área tiene un centroide codificado inequívocamente, el cual es un punto situado en cualquier
punto dentro del área, con sus coordenadas X,Y para definir su ubicación. Los límites de las áreas se
encuentran definidos por los números de las líneas que los conforman.

En adición a los datos geométricos y espaciales, en un SIG se encuentran contenidos los datos sobre
atributos; éstos se encuentran asimismo asociados con los elementos topológicos (nodos, líneas y áreas),
proporcionando información descriptiva adicional acerca de ellos. Por ejemplo, en un SIG empleado para
aplicaciones de catastro fiscal urbano, una parcela puede estar definida como un área y los datos
descriptivos pueden incluir el número de lote o catastral, el nombre del propietario, qué tanta área tiene,
los datos de zonificación, etc. Los datos de atributos se ubican en una base de datos separada de los datos
gráficos.

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El software del sistema se diseña para permitir el examen rutinario simultáneo de los datos
espaciales y de atributos. En este sentido, hay posibilidad de buscar los datos de atributos y relacionarlos
con los datos espaciales y viceversa.

Los tres sistemas, CAM, AM/FM ( Automated Mapping/Facilities Management, que es otro tipo de
sistema relacionado con aspectos administrativos y no se describe aquí) y SIG, tienen papeles específicos
que jugar. Por ejemplo, una empresa editorial de mapas puede apoyarse en el uso de sistemas CAM, ya
que su interés está en la producción de mapas; la compañía de teléfonos puede recurrir a un sistema
AM/FM para apoyar las operaciones y mantenimiento del sistema. Por ejemplo, debe ser capaz de
localizar rápidamente cualquier parte de la red y tener a mano sus atributos.

Por otra parte, una empresa maderera podría utilizar un SIG para manejar sus reservas forestales y
realizar varios tipos de análisis espacial, como podría ser, a modo de ejemplo, el conocimiento de cuántas
hectáreas, por especies arbóreas, existen dentro de una distancia dada de una línea de transmisión de
energía. También se da el caso de organizaciones que necesitan contar con las tres capacidades; esto es,
contar con capacidades cartográficas, de manejo, y de análisis de la información. Uno de los mayores
retos que han tenido que enfrentar los productores de paquetería de software es el desarrollo de sistemas
que soporten bien todas las funciones.

Como detalle conceptual entre Cartografía y SIG, probablemente convenga señalar que en tanto la
cartografía se ocupa de definir en un mapa qué hay y dónde está, los SIG están más relacionados con el
porqué, el cómo y el qué pasa si…

Los enfoques de SIG

Los SIG son relativamente nuevos y se están desarrollando con mucha rapidez. Para la gente nueva
en el campo, e inclusive para aquellos que han estado trabajando con SIG durante algún tiempo, no existe
mucha seguridad en cuanto a su alcance y contenido. El término SIG puede tener varios significados, de
modo que las diversas ideas acerca de ellos se pueden presentar sintetizadas desde tres enfoques
distintivos e interrelacionados: el mapa, la base de datos y el análisis espacial, a lo que en ciertos
medios se agrega la idea de aplicaciones, que considera a los SIG como la tecnología con la que hay que
tratar para la solución de problemas científicos globales. Sin embargo, esto último todavía no está bien
desarrollado.

El enfoque cartográfico

El punto de vista del mapa se enfoca en los aspectos cartográficos de los SIG, para lo que se postula
que éstos pueden verse como sistemas de producción cartográfica o de despliegue de información
geográfica. En el proceso cartográfico cada conjunto de datos está representado como un mapa o cubierta,
usualmente en formato ráster, y es manipulado por alguna función que puede sumar, restar o buscar
patrones, con una salida que es otro mapa. Este punto de vista es favorecido por las organizaciones
productoras de cartografía, que ponen énfasis en la capacidad de los SIG para producir mapas de alta
calidad, usualmente en formato vectorial. Por otra parte hay que recordar lo que se dijo acerca de los
sistemas de cartografía automatizada (CAM).

El enfoque de base de datos

En relación con la base de datos, se destaca la importancia de contar precisamente con una base de
datos bien diseñada e implementada, con su respectivo sistema administrador, parte integral de los SIG.
Este enfoque predomina entre los miembros de la comunidad de SIG que tienen antecedentes
computacionales; las aplicaciones orientadas al registro de transacciones y que requieren del uso frecuente
de consultas, son particularmente adecuadas a este enfoque, que por su parte se asimila al sistema AM/FM
anteriormente citado.

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El enfoque de análisis espacial

El tercer enfoque pone toda la atención en la importancia del análisis espacial, dentro de lo cual los SIG
son vistos más como una ciencia de la información espacial que como una tecnología. Aún cuando los
sistemas actuales tienen una funcionalidad hasta cierto punto limitada, resulta claro que ésta constituye un
área de desarrollo muy importante. Este punto de vista es probablemente el más aceptado dentro de la
comunidad de SIG y se le puede usar para diferenciar los SIG de otros sistemas de información. En este
sentido, la diferencia sustantiva entre un SIG y cualquier sistema cartográfico computarizado reside
precisamente en sus capacidades analíticas y en la necesidad de que los datos estén totalmente
estructurados.

RELACIÓN ENTRE SIG Y CARTOGRAFÍA

Otro aspecto que debe considerarse desde el punto de vista conceptual y que conviene señalar es
respecto a la relación SIG-Cartografía, lo que a su vez implica tener una idea clara de lo que es la
cartografía.

Durante mucho tiempo se ha manejado, conforme a la indicado al principio de estos apuntes, el


concepto de la cartografía como la "ciencia, arte y tecnología de hacer mapas y su estudio como
documentos científicos y obras de arte", de acuerdo con la definición original de la Asociación
Cartográfica Internacional, o bien, como la "disciplina que trata de la concepción, producción, difusión y
estudio de los mapas.

Desde el punto de vista de definición resulta un tanto difícil establecer una relación entre SIG y
cartografía, excepto cuando los sistemas incluyen el concepto de datos espaciales referenciados
geográficamente. Esto es común en la mayoría de las definiciones de SIG; sin embargo, el concepto de
vínculo con la cartografía no es absoluto desde este punto de vista, puesto que cualquier dato se puede
ahora ubicar espacialmente (por ejemplo con sistemas GPS) y entrar en una base de datos, sin tener
necesariamente que estar en un mapa.

Dentro de lo formal, ambos, cartografía y SIG, tienen que ver con información geográfica y son
instrumentos de comunicación Los dos, aunque con diferentes niveles de capacidad, permiten el manejo y
análisis de la información.

En cuanto a la relación de dependencia, se podría discutir mucho acerca de ello; los SIG son capaces
de generar presentaciones con todas las formalidades cartográficas, inclusive en medios distintos a los
tradicionales, y por su parte, la cartografía es normalmente el insumo más importante de los SIG. La
realidad es que cualquier relación de dependencia se debe dar en el contexto de los objetivos y propósitos
institucionales o de aplicaciones específicas, por lo que la interrelación puede ser muy particular y no
necesariamente estar ajustada a esquemas preestablecidos.

Para quienes han estado durante algún tiempo en el campo de la cartografía, es causa de inquietud,
con el desarrollo de los sistemas automatizados y la presencia de los SIG, el futuro de la cartografía,
concebida como ciencia, arte y tecnología y ahora como una disciplina. Si la referencia es a los aspectos
tecnológicos, se estaría hablando de la práctica asociada a una ciencia aplicada en un contexto de
tratamiento sistemático, conforme a un conjunto de principios y reglas aplicables a un determinado tema.
Se apunta esto en el sentido de que se ha postulado que la cartografía es una disciplina, en tanto que los
SIG son una tecnología, sin que se pueda estar seguro de que estas afirmaciones reflejen una realidad
objetiva.

Lejanos están los días en que los cartógrafos eran eruditos altamente apreciados y tardaban a veces
toda una vida en confeccionar un mapa. Ante las exigencias de hoy en día en relación con las crecientes
demandas de información geográfica, los cartógrafos, que han desarrollado habilidades, experiencia y
conocimientos, se ven sentados ante el teclado o la pantalla de una computadora, y a menudo se sienten un
tanto confusos y desconfiados, sin tener la seguridad o sentir el dominio sobre lo que están haciendo. Este
sentimiento o actitud es difícil de eliminar en tanto no se disponga de ideas claras; hay un alto riesgo de
que se pierdan los conceptos tradicionales válidos y de que el cartógrafo se convierta en un simple
espectador, o lo que sería más grave, en un mero pulsador de teclas.

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En relación con esta situación, se estima que el remedio consiste en fomentar y crear una nueva
conciencia cartográfica en el ambiente de nuevos desarrollos tecnológicos, dentro de los que se incluyen a
los SIG, por los medios a disposición, especialmente capacitación en aspectos teóricos, de conceptos e
ideas, y no exclusivamente para el adiestramiento operativo en términos de manejo de equipos y software.

Probablemente la relación entre cartografía y SIG pueda visualizarse mejor desde el punto de vista
práctico. Ya se vio, al hablar de los enfoques de SIG, que uno de ellos es precisamente el cartográfico,
pero que esto se da más bien en el contexto de aplicaciones y no necesariamente como una realidad
objetiva. La cartografía computarizada tiene un objetivo específico de producción pero carece de las
capacidades analíticas de un SIG. Por su parte, los SIG pueden incluir en su estructura las capacidades
cartográficas, que con ser importantes no tienen el mismo peso que las analíticas. Sin embargo, los SIG
dependen de la cartografía para la captura de información que luego tendrán que convertir a formato
digital, estructurar, ingresar en la base de datos, procesar en lo que se requiera y finalmente darle algún
tipo de salida, que normalmente también es cartográfico.

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