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para DIOS
Lección 1II
BENDIGO MI CASA
Génesis 2:20-23 “Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo;
mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo
sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de
la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces
Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del
varón fue tomada.”
¿Por qué?
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Uno solo que se levante en la familia. Gálatas 3:28-29 “Ya no hay judío ni griego; no hay
esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si voso-
tros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.”
En la biblia vemos los testimonios de muchas familias que Dios levantó a causa de UNA SOLA
PERSONA que respondió a Su llamado. Uno solo es suficiente para que Dios comience a obrar en
toda una familia. Alguien que esté dispuesto a ser la puerta de bendición para su casa. Alguien que
crea a las promesas de Dios para las familias y que se atreva a militar hasta conquistarlas.
Dios nos está dando el privilegio a nosotros. Si en nuestra casa somos los primeros en adquirir un
compromiso serio con Dios, somos los escogidos de Él para traer salvación a nuestra familia. Si ya
alguien conoce de Dios en medio de nuestra casa, ÉL nos ha escogido para complementar con ALGO
ESPECIAL al resto de la familia. Estamos aquí como representantes de nuestra casa y vamos a ver a
toda nuestra familia sirviendo al Señor.
No es un asunto que debe cargarnos, sino que debe haber paz en nuestro corazón, pues si
Dios nos eligió a nosotros es porque sabe que seremos útiles en Sus manos. A medida que nos
enfocamos en aplicar en nuestra propia vida la obediencia a Dios y nos esforzamos por crecer espiri-
tualmente, aprenderemos a escuchar a Dios y a seguir Su dirección para nuestra vida personas y la
de nuestra familia. Dios trabaja de manera integral y tiene cuidado de cada área.
No podemos ver a nuestra familia en los peores escenarios ni PREDISPONERNOS por eso,
sino que debemos aprender a ver a nuestra familia como Dios la ve. No importa que haya pasa-
do en medio de la casa hasta hoy, lo que nos interesa es entrar en comunión con Dios para que ÉL
nos muestre lo que quiere hacer con cada miembro de nuestra familia.
Hechos 2:38-39 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros
es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro
Dios llamare.”
Dios es el que lo hará, nosotros seremos instrumentos en Sus manos. No tenemos que conven-
cer, pues es el Espíritu Santo el que convence. Tenemos es que ser OBEDIENTES como en TODO
LO QUE HACEMOS en nuestra vida diaria. Debemos visionar nuestra familia y PROFETIZAR lo que
Dios nos muestre de ellos. Desde hoy tenemos que creer que las promesas de Dios son para TODA
NUESTRA CASA.
El ejemplo de Noé. Génesis 5:28 “Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo;
5:29 y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras
manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo.”
Fue marcado por Dios desde el nacimiento. Su padre profetizó bendición sobre Él.
Creció en un contexto lleno de pecados y maldad, pero Dios lo escogió en medio de todos.
Génesis 6:7-8 “Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado,
desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de ha-
berlos hecho. 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.”
Dios le comenzó a llamar a desarrollar Su ministerio. Le reveló Sus planes y le dio instruc-
ciones específicas. No le habló específicamente de su familia, sino para bendecir a otras per-
sonas, sin embargo ya Dios tenía a su familia en el plan. Génesis 6:13-14 “Dijo, pues, Dios a
Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he
aquí que yo los destruiré con la tierra. 14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en
el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.”
Comenzó a obedecer a Dios, SIN RESERVAS NI CONDICIONES. Génesis 6:22 “Y lo hizo
así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.”
Construyó un arca para salvar a otras personas y animales, y Su familia fue añadida directa-
mente por causa de él. Génesis 7:1 y 5-7 “Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en
el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. 7:5 E hizo Noé conforme a
todo lo que le mandó Jehová. 6 Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino
sobre la tierra. 7 Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé al arca, y con él sus hijos, su mu-
jer, y las mujeres de sus hijos.”
Noé presenta ofrenda a Dios en adoración por su grandeza y Dios recibe esa ofrenda y es-
tablece un nuevo pacto con el ser humano. Génesis 8:20-21 “Y edificó Noé un altar a Jehová,
y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. 21 Y percibió
Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del
hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a
destruir todo ser viviente, como he hecho.”
Dios e hace el llamado a TODA LA FAMILIA de Noé y los bendice. Génesis 9:1-2 y 8-
9 “Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. 2 El
temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cie-
los, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son
entregados. 8 Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: 9 He aquí que yo establezco mi
pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros”
Maldijo a uno de sus hijos por deshonrarlo, pero bendijo a los otros por honrarlo. En todo
se cumplió lo que profetizó. Génesis 9:24-29 “Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo
que le había hecho su hijo más joven, 25 y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus
hermanos. 26 Dijo más: Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su siervo.
27 Engrandezca Dios a Jafet, Y habite en las tiendas de Sem, Y sea Canaán su siervo. 28 Y vivió
Noé después del diluvio trescientos cincuenta años. 29 Y fueron todos los días de Noé novecien-
tos cincuenta años; y murió.”
AL igual que a Noé, Dios nos está llamando en medio de una generación perversa, donde en
nuestra familia pueda estar contaminada, pero que puede ser alcanzada por la misericordia de
Dios por cauda de uno solo que se levante. Noé comenzó a servir a Dios construyendo un arca
para animales. De igual forma Dios nos está llamando a predicar, a abrir células, a discipular
personas, a servirle en el ministerio que bendecirá a muchas personas INCLUYENDO NUES-
TRA FAMILIA. Al final, la promesa llegó a su familia y TODOS entraron en el arca.
Hoy debemos responder al llamado como Noé, SIN RESERVAS NI CONDICIONES. Que nos
esforcemos por obedecerle en todo lo que nos diga. Obedecer a Dios construye arcas para
salvar a nuestra familia. ¿Cómo está tu arca (obediencia)? ¿Tu familia se metería en tu arca? ¿Tu
obediencia inspira a tu familia? El Espíritu Santo quiere ayudarte a que crezcas tú para que pue-
das inspirar con la unción de Dios.
El Ejemplo de Obed-Edom. 2 Samuel 6:9-10 “Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Có-
mo ha de venir a mí el arca de Jehová? 10 De modo que David no quiso traer para sí el arca de Jeho-
vá a la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo.”
Obed-Edom fue tocado por la Presencia de Dios. Es como si alguien se acercara a nuestra casa
y nos predicara o si en nuestra casa hicieran una célula para predicar. Hay muchas maneras que
Dios puede atravesarse en nuestro camino para llamarnos a Él. Recibió el arca de Dios en su
casa y su vida entera cambió, al igual que toda su familia. Todos experimentaron la presencia
de Dios, tanto, que no quisieron apartarse del arca.
Hoy Dios nos está invitando a que le abramos las puertas de Su presencia en nuestra vida y en
nuestra casa. Que seamos el Obed-edom de nuestra casa y que podamos inspirar a toda la fa-
milia a servirle a Dios como nosotros. La manera como asumamos el llamado será de inspira-
ción o de desilusión para la familia. ¿Estamos inspirando a nuestra familia a seguir a Dios? El es-
píritu Santo quiere llenarnos de su pasión intensa por servirle y que podamos inspirar a nuestra
familia a servirle.
El ejemplo de José. Génesis 30:22-25 “Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió
hijos. 23 Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta; 24 y llamó su nombre
José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo. 25 Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que
Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra.”
José nació en uno de los momentos críticos de su familia. En medio de un conflicto entre su
padre y su suegro.
Cuando José tenía 17 años se desató un conflicto familiar muy fuerte a causa de que su pa-
dre lo consentía frente a sus hermanos. José ponía en conocimiento todo lo que sus herma-
nos hacían a su padre. Génesis 37:2-5 “Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo
de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hi-
jos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala
fama de ellos. 3 Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su
vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. 4 Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba
más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente. 5 Y soñó José
un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.”
Sus hermanos conspiraron contra él, intentaron matarlo, pero solo lo torturaron lo ven-
dieron como esclavo. Génesis 37:23-34 “Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos,
ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí; 24 y le tomaron y le echaron
en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua. 25 Y se sentaron a comer pan; y
alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos
traían aromas, bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Egipto. 26 Entonces Judá dijo a sus hermanos:
¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte? 27 Venid, y ven-
dámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra
propia carne. Y sus hermanos convinieron con él. 28 Y cuando pasaban los madianitas mercaderes,
sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte pie-
zas de plata. Y llevaron a José a Egipto. 29 Después Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José den-
tro, y rasgó sus vestidos. 30 Y volvió a sus hermanos, y dijo: El joven no parece; y yo, ¿adónde iré
yo? 31 Entonces tomaron ellos la túnica de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñeron la
túnica con la sangre;32 y enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto he-
mos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no. 33 Y él la reconoció, y dijo: La túnica de
mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado. 34 Entonces Jacob rasgó sus ves-
tidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días.”
Fueron más de 13 años que pasó por diferentes injusticias en su vida, pero SIEMPRE DIOS
ESTABA CON ÉL. TODO LO QUE HACÍA PROSPERABA. Hasta que llegó a ser el segun-
do en autoridad en Egipto y alcanzó renombre y autoridad. Dios lo respaldó y salvó a Egipto
de ser destruido por completo. Génesis 41:37-38 y 46 “El asunto pareció bien a Faraón y a
sus siervos, 38 y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien
esté el espíritu de Dios? 46 Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de
Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto.
Pasaron más de 7 años después y se reencontró con sus hermanos. En ese momento les
puso diferentes pruebas y los torturó. Estuvo en conflicto por muchos días mientras trataba de
perdonarlos. No les hablaba directamente, los puso en la cárcel y trató de vengarse de ellos.
Génesis 42:17-23 “Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días. 18 Y al tercer día les dijo
José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios. 19 Si sois hombres honrados, quede preso en la casa de
vuestra cárcel uno de vuestros hermanos, y vosotros id y llevad el alimento para el hambre de vues-
tra casa. 20 Pero traeréis a vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras palabras, y no mo-
riréis. Y ellos lo hicieron así. 21 Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nues-
tro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso ha
venido sobre nosotros esta angustia. 22 Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y
dije: No pequéis contra el joven, y no escuchasteis? He aquí también se nos demanda su san-
gre. 23 Pero ellos no sabían que los entendía José, porque había intérprete entre ellos.”
En medio del conflicto en su corazón, Dios le ayudó a tener misericordia de sus hermanos.
Génesis 43:29-30 “Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo:
¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti,
hijo mío. 30 Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su her-
mano, y buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí.”
Después de sus luchas, pudo perdonar a sus hermanos y ENTENDIÓ EL PROPÓSITO por
el cual había pasado todo lo que experimentó. Dios lo puso ahora para preservar la vida de
su familia. El plan de Dios no era la venganza, la separación ni la destrucción, sino la restau-
ración y preservación de su familia. Él recibió ese llamado hacia su familia. Génesis 45:1-
5 “No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced
salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus herma-
nos. 2 Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón.
3 Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron res-
ponderle, porque estaban turbados delante de él. 4 Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos
ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para
Egipto. 5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para pre-
servación de vida me envió Dios delante de vosotros.”
Dios le usó para darle COBERTURA INTEGRAL a su familia. Génesis 47:11-12 “Así José
hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de
la tierra, en la tierra de Ramesés, como mandó Faraón. 12 Y alimentaba José a su padre y a sus
hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, según el número de los hijos.”
Pudo cerrar el capítulo de resentimientos, ira, enojos en medio de su casa y estableció la
bendición en medio de su casa. Aunque sus hermanos temieron porque pensaron que él se
vengaría. Pudo ver a sus nietos y ayudarlos a criar. Dios le alargó la vida y le permitió honrar
a sus hermanos. Génesis 50:15-23 “Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, di-
jeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos. 16 Y enviaron
a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: 17 Así diréis a José: Te ruego que
perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, aho-
ra te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras
hablaban. 18 Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí
por siervos tuyos. 19 Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de
Dios? 20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que ve-
mos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. 21 Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sus-
tentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón. 22 Y habitó José en
Egipto, él y la casa de su padre; y vivió José ciento diez años. 23 Y vio José los hijos de Efraín has-
ta la tercera generación; también los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron criados sobre las
rodillas de José.”
José siendo un adolescente le tocó vivir todo el menosprecio en medio de su casa. Tenía mu-
chos motivos para odiar por siempre a sus hermanos vengarse de ellos y tratar de seguir su
vida, sin embargo, aceptó el reto de Dios. Entendió que Dios lo procesó para servir a su fami-
lia. Los hermanos de José nunca se imaginaron llegar a necesitar algo de su hermano, y lo me-
nospreciaron al extremo. Él descubrió que guardar esos rencores en el corazón no lo bendeci-
rían.
Dios nos está invitando a cerrar los conflictos en nuestra casa. Aunque no sea sencillo desatar
el perdón y dejar el pasado para restaurar el propósito de Dios, El Espíritu Santo nos ayuda pa-
ra establecer Su voluntad para nuestra familia. ¿Hemos perdonado a toda nuestra familia? po-
demos ser valientes y ser el instrumento en nuestra casa que desate el perdón y traiga sanidad
integral a nuestras vidas.
TALLER 1II
MI FAMILIA
Para DIOS
1. ¿Por qué es importante que por lo menos una persona de la familia se comprometa seriamente con
Dios? Susténtelo con 1 cita bíblica.
2. ¿Qué nos enseña Hechos 2:28-39 con respecto a las promesas de Dios para nuestra familia?
6. Lea la historia de Rut (Libro de Rut -4 capítulos-; Mateo 1:5) y señale 3 cosas que ella hizo que fue-
ron determinantes para traer bendición a su vida y ser parte de la genealogía de Jesús.
7. Aprenda de memoria: 2 Samuel 6:11 “Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom ge-
teo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa.”