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MI FAMILIA

para DIOS
Lección VIII
HABLANDO EL LENGUAJE DEL AMOR
1 Juan 4:16-17 “Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios
es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 17 En esto se ha perfeccio-
nado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así so-
mos nosotros en este mundo.”

¿Todos reciben y entienden el amor de la misma manera?


Sí____ No____

¿Por qué?
___________________________________________________

El amor en la familia.

El amor filial debe fortalecerse y cultivarse continuamente. El amor es más que un sentimiento,
es la forma como podemos expresar el honor de habernos unido con un vínculo familiar. Dios mismo
nos da ejemplo de cómo es el amor, su incondicionalidad, sus múltiples expresiones y la forma como
debemos asimilarlo. El amor es más que una expresión sensorial, es un vínculo invisible, una semilla
que debe ser regada y cuidada para crecer, o podemos asimilarlo como una serie de EXPRESIONES
que demuestran la bendición de estar juntos.

Si desarrollamos la bonita costumbre de acercarnos a nuestra familia, todo lo que queramos


lograr en nuestra familia será desarrollado más rápida y eficazmente. Siempre hay retos en la
familia, sobre todo cuando no se tiene el hábito de la conversación, el interés por los asuntos de los
otros, o cuando existen algunos tipos de conflictos o barreras entre los miembros de la familia. Sin
embargo, dentro de nuestros retos, el mayor de todos es mantener el vínculo del amor, y para esto
tendríamos que acercarnos a cada miembro de nuestra familia y demostrarle el amor en su propia
forma de entenderlo. Además, estamos desarrollando una nueva actitud de bendición en nosotros
que posiblemente desconocíamos nosotros mismos. El amor debe ser expresado y presentado de la
manera correcta, la cual debemos APRENDER, EJERCITAR Y PRACTICAR CONSTANTEMENTE para
bendecir a nuestra familia.

1 Pedro 4:8 “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de
pecados.”

Cuando rompemos los paradigmas y aún hasta el estilo distanciado de comunicación, eso lla-
maría la atención de nuestra familia y les prepararía para recibir cosas buenas de nuestra parte,
facilitando la disposición al momento de extenderles la invitación a reunirse a orar, leer la Biblia
y buscar a Dios en unidad. A medida que nos acercamos a la familia podemos conocerles más, des-
cubrir sus verdaderas necesidades, y seremos más eficaces al momento de ayudarles en lo espiritual.
Por amor debemos cambiar nuestra forma de acercarnos a nuestra familia, desarrollar actitudes de
ATENCIÓN, CUIDADO Y EXPRESIONES DE CARIÑO. Sí podemos, porque tenemos el Amor de Dios
en nuestros corazones, y el Espíritu Santo nos enseña a ver a nuestra familia como Jesús la ve.

Ya sabemos que la oración e intercesión serían las estrategias básicas para proyectarnos a esta-
blecer un vínculo de amor con nuestra familia, para restaurar las relaciones con cada miembro
de nuestra casa, y es la forma más sencilla en que podemos empezar a ser apoyo espiritual a la
familia. Por otra parte, tenemos por lo menos cinco formas más de acercarnos a nuestra familia, y
esto tiene que ver con la forma directa con la que cada miembro en particular percibe que estamos
demostrándole el amor, aprecio, la compasión y el deseo de bendecirles. Cuando nuestra familia
percibe ese amor, accede con más facilidad a nuestras invitaciones a la iglesia, al Devocional Fami-
liar y a momentos de unidad y restauración, y ya no lo harán por simple interés u obligación, sino
porque el amor genuino que expresamos es irresistible ante ellos.

1 Juan 4:7-8 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama,
es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.”

El Señor nos llenará de amor y paciencia, y nos revelará de qué manera servir a nuestra familia,
de tal manera, que podamos acercarnos con éxito para establecer vínculos de bendición. Las
estrategias que apliquemos con nuestra familia no deben ser solo mientras estamos intentando
acercarnos o porque se nos sugiera como parte de nuestro proceso, sino que deben convertirse en un
estilo de vida para mostrar a Jesús en todo lo que hacemos. Dios quiere seguir obrando en nosotros,
formando nuestro carácter y haciéndonos las personas que Él quiere que seamos, y por eso debemos
DESARROLLAR estas formas de servir a nuestra familia, pues son instrumentos del Señor para unir-
nos más a ellos y al mismo tiempo tratar con nuestras vidas y carácter para ser más como Él. Al de-
mostrarle amor a nuestra familia estamos siendo formados por Dios en el carácter y al mismo tiem-
po comenzamos a erradicar el orgullo, el egoísmo y la altivez de nuestra vida. El primer lugar donde
debemos demostrar el amor que hemos recibido de Cristo es en nuestra casa, con nuestra familia.

1 Corintios 14:26 “¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene sal-
mo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edifica-
ción.”

Hay por lo menos 5 formas básicas en las que expresamos y recibimos amor, algunos expertos
le han llamado lenguajes del amor, y es importante que sepamos diferenciar entre cada una de
ellas e identificar tanto la que nos caracteriza como las que compaginan con los miembros de
nuestra casa, pues aunque nosotros prefiramos una forma, generalmente no es la manera co-
mo TODOS lo hacen, de seguro cada uno tendrá una forma diferente de hablar, expresar y
recibir el lenguaje de amor con más asertividad. A TODOS NOS GUSTAN TODAS LAS EXPRE-
SIONES DE AMOR, sin embargo, dentro de la identidad de cada persona, hay una de ellas, un len-
guaje en particular, el cual le hace sentir verdaderamente amado. Dios conoce perfectamente a ca-
da miembro de nuestra familia y nos enseñará cómo expresarle efectivamente ese amor que Dios
hace renacer en nosotros.
Generalmente tratamos de expresar el amor con el lenguaje que nos gusta sentirnos amados,
sin embargo, eso puede ser contraproducente si el lenguaje de las otras personas no es preci-
samente ese. Cuando queremos amar, no pensamos en cómo nos sentimos bien sino en CÓMO SE
SIENTE BIEN LA OTRA PERSONA, por eso es necesario que aprendamos a identificar los diferentes
lenguajes de amor. Esto nos obliga a conocer más a nuestra familia y fortalecer el vínculo perfecto.

Colosenses 3:14 “Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.”

I. SERVIR INCONDICIONALMENTE: Mateo 20:28 “como el Hijo del Hombre no


vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

Algunas personas aprecian mucho que hagan cosas por ellas, que les sirvan, que les atiendan
con actos de honra o que hagan algo que necesitan. Quienes perciben el amor así, les vemos
tratando de hacer todo eso, sin tratar de incomodar a nadie; no les escuchamos quejarse de lo
que les toca, y su forma de pedir favores es muy tímida y a veces, cuando definitivamente no
pueden encargarse ellos mismos, explotan de maneras inesperadas. La Biblia nos manda a ser-
vir a nuestros enemigos, cuánto más a nuestra propia familia. No está bien que sirvamos con
excelencia a quienes no son nuestra sangre y no lo hagamos así con nuestra familia.

Romanos 12:20-21 “Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de
beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo
malo, sino vence con el bien el mal.”

Cuando sabemos que a algún miembro de nuestra familia le gusta que le sirvan (si especialmen-
te ese es el lenguaje de amor), debemos vencer nuestra forma de ser, y dejarnos usar por Dios
para SERVIR CON AMOR. Debemos hacer lo contrario de lo que nos dicta el orgullo y el egoísmo,
y servir con amor, aunque nos toquen tareas que nunca hayamos realizado. Asear la casa, hacer
compras, servir la comida, y encargarse de algunas tareas que regularmente solo las hace esa perso-
na, sería una forma excelente de demostrar el amor de Dios e impactar a nuestra familia. Dios nos
dará oportunidades para servir en nuestra casa, hagámoslo con amor sincero y así mostramos nues-
tra intención de ser de bendición.

Lucas 22:27 “Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se
sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.”

Este tipo de lenguaje de amor, como todos los demás, generalmente ama expresarse cómo
desea recibir las expresiones de amor, en este caso, servir a los demás, aunque a veces solo
parezca que la persona está afanada por hacer todas las cosas ella misma. En ocasiones vemos
que la persona procura tener todo en orden, limpio y aseado. Está pendiente a las tareas mínimas
de lo que otros deben hacer, les ayuda a ordenar y no tiene problemas en hacer favores. A esta per-
sona le sorprende que TOMEMOS LA INICIATIVA DE ORDENAR LAS COSAS, que nos levantemos a
ayudarle repentinamente en lo que está haciendo, se alegra (aunque al principio cueste expresarlo)
cuando alguien se anticipa a hacer lo que pensaba haces. Si este es el lenguaje de amor de alguien
de su núcleo familiar, no dude en servirle con genuidad, pues quienes perciben este tipo de lengua-
jes, SABEN CUANDO LO ESTÁN HACIENDO CON VERDADERA GENUIDAD.

II. REGALOS SENCILLOS Y DETALLES DE AMOR: Proverbios 21:14 “La dádiva


en secreto calma el furor, Y el don en el seno, la fuerte ira.”

A todas las personas nos gustan los detalles y regalos; algunas los reciben como si los merecie-
ran, otras simplemente los reciben y los guardan, y hay otras que aunque les den algo muy pe-
queño les genera una gran felicidad en el corazón, estas últimas entienden que les amamos
cuando somos detallistas, pues consideran que pensamos en ellos la ver ese detalles. Quienes
piden grandes regalos no se llenan fácilmente, pero quienes valoran los detalles se impactan con
rapidez con el más sencillo presente que se dé con verdadero amor.

Si alguien en nuestra familia valora los detalles, deberíamos pedirle al Señor que nos de ideas
creativas para sorprenderle con regalos que impacten su corazón. Al final, nuestro mayor regalo
para darle es a Jesús. En medio de los detalles tendremos la oportunidad de abrirles el corazón, de
expresarles nuestro amor e invitarles a la iglesia o al Devocional Familiar. No debemos dar esperan-
do que también esa persona nos de algo a nosotros, pues de quien debemos esperar la recompensa
es del Señor, lo demás es añadidura. La mayoría de detalles NO destrozan nuestro presupuesto eco-
nómico, así que si nos dejamos dirigir por el Espíritu Santo, aprenderemos a ser detallistas con cosas
inusuales y sencillas, pero poderosas.

La persona que recibe este lenguaje como esencial para llenar su tanque de amor, también ex-
presa con detalles su amor. Se acuerda de fechas especiales para preparar los detalles, le gusta
estar pendiente a lo que a los otros les gusta, se acuerda de sus preferencias y sorprende a todos
con lo que esperaban. En ocasiones, prioriza los detalles para otras personas que para sí mismos.
Generalmente evade la pregunta de qué le gustaría y la responde con la necesidad de otros. A esta
persona es bueno dejarle detalles sorpresas, hacerle regalos y sorprenderle con las cosas que real-
mente desea. Una carta, un dulce, un regalo, un mensaje, una llamada, una invitación, o que le pre-
gunten por aquello que dijo que quería, podría ser parte de las expresiones asertivas para este len-
guaje de amor.

Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces,
en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

III. TIEMPOS DE EXCLUSIVIDAD: Isaías 32:18 “Y mi pueblo habitará en morada de


paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.”
Esta es una de las demandas que más se hace en las familias. La mayoría de nuestro tiempo está
comprometido en muchas cosas, sin embargo, es importante dedicarle tiempo a nuestra fami-
lia. Hay personas en nuestra familia que detectan fácilmente si en realidad queremos estar con ellas
o simplemente estamos cumpliendo un compromiso familiar. Cuando alguien de nuestra familia nos
reclama tiempo, puede que no sea un método de presión o de simple estrategia de fastidio, sino que
REALMENTE ESTÁ NECESITANDO QUE DEDIQUEMOS TIEMPOS en los que de verdad queramos
estar y desarrollemos el valor de compartirlos en armonía.

En ocasiones, las personas que necesitan ese tiempo de exclusividad, no saben cómo pedirlo,
por lo tanto, debemos tener discernimiento espiritual para entender esa necesidad y no moles-
tarnos con la persona. Solo Dios puede revelarnos lo que debemos hacer. NO ES ESTAR EN EL
MISMO LUGAR, ES TENER CONVERSACIONES AGRADABLES, IR A LUGARES A DISFRUTAR SIN
TENER PRESIÓN DEL TIEMPO, ES PERMITIRSE VERSE A LA CARA Y REÍR SANAMENTE, Y QUE SE
DEMUESTRE UN VERDADERO DESEO POR VIVIR MOMENTOS DE KOINONIA.

Salmos 133:1-3 “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armo-
nía! 2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y
baja hasta el borde de sus vestiduras; 3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes
de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.”

Cuando entendemos lo que es dar tiempo exclusivo, sabemos que no necesitamos muchos re-
cursos, sino aprender a dar lo mejor de sí en los pocos o muchos momentos que Dios nos
permite estar en familia. Esto también es de siembra y cosecha; pues le daremos tiempo de
calidad y cosecharemos buena disposición para buscar a Dios juntos. Nuestra familia sabe si es-
tamos concentrados en ellos si nuestra mente está dispersa en otras cosas. Las personas que DE-
MANDAN el tiempo de exclusividad como lenguaje de amor desean hablar, expresarse en esos
tiempos, que no se mezcle ese tiempo con otra cosa y que se preste completa atención a lo que ella
está expresando. El tiempo de exclusividad es TIEMPO, es apartar esos momentos, es ESTAR AHÍ
verdaderamente queriendo estar ahí.

Marcos 5:19 “Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales
cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.”

IV. RECONOCERLES Y FELICITARLES POR LO QUE HACEN BIEN: Hebreos


10:24 “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras”

La estrategia más usada por el enemigo es el menosprecio para con los que están en nuestra
propia casa, porque Él sabe que cuando hay honra y se reconocen las virtudes más que las de-
bilidades, el ambiente en la familia cambia por completo. La dificultad en reconocer y felicitar,
que sienten algunas personas, por lo general no es por envidia o desconocimiento de lo que hacen,
sino por UNA INFLUENCIA SATÁNICA QUE IMPULSA A LAS PERSONAS A ENFOCARSE MÁS EN LO
NEGATIVO QUE EN LOS LOGROS. Por ejemplo; alguien pudo tratar de arreglar su cuarto, pero se
les reclama por haber dejado algo en el piso.

Jeremías 15:19 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí esta-
rás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te
conviertas a ellos.”

Debemos pedirle al Señor que nos enseñe esa virtud espiritual, de entresacar lo precioso de lo
vil. Muchas personas son ovacionadas fuera de su casa por cualquier habilidad que desarrollen; sea
en un deporte, en conocimientos, por su creatividad o su facilidad de resolución de problemas, o
porque simplemente hizo algo gracioso; sin embargo, parece que EN LA PROPIA CASA SON EXPER-
TOS EN DESCUBRIR LAS FALLAS, ERRORES Y PECADOS. Debemos rescatar los saludos de buenos
días, el dar gracias por favores y el pedir perdón cuando nos equivocamos. Así evitamos discusiones y
peleas innecesarias que el diablo convierte en problemas serios. SI VEMOS LAS VIRTUDES AUNQUE
LA PERSONA COMETA ERRORES, ESTAMOS DESARROLLANDO EL CORAZÓN DE JESÚS EN NO-
SOTROS. No podemos levantar juicio sabiendo que nosotros estamos siendo juzgados con misericor-
dia por Dios.

Proverbios 15:1-4 “La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor. 2 La
lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces. 3 Los ojos de
Jehová están en todo lugar, Mirando a los malos y a los buenos. 4 La lengua apacible es árbol de vi-
da; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.”

Dios nos enseñará a ser humildes para reconocer cuando alguien de nuestra familia se esfuerza
por hacer algo, y felicitarle cuando hace algo que sobresale. Debemos ejercitar nuestra habilidad
para felicitar y ovacionar, pues esto nos ayuda a desarraigar la amargura, las discusiones y nos ense-
ña a limar las asperezas en las relaciones interpersonales. Nuestra familia se sorprenderá cuando
cambiemos nuestra perspectiva de lo negativo en sus vidas para comenzar a exaltar los dones, ta-
lentos, habilidades y el llamado que Dios ha puesto en cada uno de los miembros de nuestra casa. Al
felicitarles, se pueden utilizar versículos que hablen acerca de lo bueno que han hecho y aprovechar
para edificarles en lo bueno. Cuando carece este tipo de palabras y reconocimientos, el diablo siem-
bra baja autoestima, rechazo y pensamientos autodestructivos.

V. EXPRESIÓN CON CONTACTO FÍSICO: 1 Pedro 5:14 “Saludaos unos a otros


con ósculo de amor. Paz sea con todos vosotros los que estáis en Jesucristo. Amén.”

En estas épocas donde el concepto de amor se ha pervertido, se hace mucho más necesario
que en las familias se rescate el valor de las expresiones puras de amor y cariño. Las palabras
son poderosas, sin embargo, los gestos y el contacto físico son contundentes. En ocasiones, no habrá
palabras para expresar lo que sentimos, pero sí lo podemos hacer a través de un buen abrazo o una
sonrisa. LOS SALUDOS, LOS BESOS, LAS DESPEDIDAS, EL ROCE DE MANOS, LAS CARICIAS PU-
RAS, Y TODAS LAS EXPRESIONES DE AMOR, NOS UNEN A NUESTRA FAMILIA. Siempre es nece-
sario el contacto físico, pues es lo que naturalmente se desarrolla dentro de un vínculo tan impor-
tante como el filial.

Un beso tierno de una madre no tiene contraindicaciones. Un buen abrazo entre hermanos no
tiene comparación. Un beso sorpresa entra la pareja, un abrazo inesperado, una caricia tierna, una
felicitación acompañada de un gesto de alegría, un guiño, sentarse en las piernas del papá, agachar-
se para cargar a los hijos, y cada una de las innumerables formas de contacto físico, son poderosas
armas contra las tinieblas para reprender todo espíritu que quiera sembrar desunión y conflicto en la
familia.

Génesis 29:13 “Así que oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo
abrazó, lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Labán todas estas cosas.”

Satanás ha influenciado a la sociedad para arrebatar esa bendición entre las familias. El enemigo
ha querido robarnos el privilegio de ser expresivos, argumentando y engañándonos con conceptos
mundanos. Un abrazo de verdadero amor paternal no es dañino. Cuando los padres no enseñan a
sus hijos a expresar su amor de la manera correcta, el mundo tendrá una forma pervertida de ins-
truirles. Algunas personas, por no haber sido enseñadas a expresar amor con gestos y contacto, no lo
pueden hacer con su descendencia, y se arman del mas odioso argumento; “yo no soy así”. Debemos
aprender y ejercitar el contacto físico con nuestra hermosa familia, y el Espíritu Santo está dispuesto
a enseñarnos a expresarnos a través del contacto físico.

Génesis 33:4 “Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y
lloraron.”

Dios es quien puede restaurar y enseñarnos a expresar con gestos y contacto físico el amor
que sentimos por nuestra familia. Tampoco les rechacemos cuando nos abracen, nos besen o nos
expresen cariño de alguna forma, solo debemos corresponderles y aprovechar para unirnos más.
Cuando nuestra familia ve que estamos venciendo el orgullo y siendo más sensibles, estarán más
dispuestos a aceptar la convocatoria del Devocional Familiar.

Es necesario repasar nuevamente el tema hasta comprender las diferencias y descu-


brir en nuestra propia familia los lenguajes del amor. Además, se recomienda leer el
libro LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR de Gary Chapman para profundizar en el
tema de los lenguajes del amor y el tanque emocional de cada persona que hace par-
te de nuestra familia.
TALLER VIII
MI FAMILIA
Para DIOS

1. Diga en sus propias palabras qué es el amor filial. Sustente su respuesta con 3 citas bíblicas.

2. ¿Cuál es nuestra responsabilidad como hijos de Dios en el fortalecimiento del amor en nuestra familia?
Responda de acuerdo a los versículos.

1 Pedro 4:8:

1 Juan 4:7-8:

1 Corintios 14:26:

3. Describa resumidamente cada uno de los lenguajes de amor y mencione un versículo que nos enseñe a
aplicarlo.
Lenguaje de Amor Cita Bíblica
SERVIR INCONDICIONALMENTE:

REGALOS SENCILLOS Y DETALLES DE AMOR:

TIEMPOS DE EXCLUSIVIDAD:

RECONOCERLES Y FELICITARLES POR LO QUE HACEN BIEN:

EXPRESIÓN CON CONTACTO FÍSICO:

4. Descubra el lenguaje de amor de cada uno de los miembros de su NUCLEO familiar y comience a
ejercitarse en ellos.

5. Aprenda de memoria: 1 Pedro 4:8 “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cu-
brirá multitud de pecados.”

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