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Atmósfera

La Tierra se encuentra envuelta por una capa de gases, la cual recibe


el nombre de atmósfera. La atmósfera está constituida por una
mezcla de gases conocida como aire. Esta mezcla se da entre un gas
llamado aire seco y vapor de agua, junto con pequeñas gotas de agua,
cristales de hielo y otros materiales como gases industriales, humo y
polvo.

El aire seco se forma


principalmente por nitrógeno
(78%), oxígeno (21%), argón y
dióxido de carbono (menos del
1%). El porcentaje restante lo
constituyen distintas proporciones
de otros gases como hidrógeno,
ozono, metano, monóxido de
carbono, helio, neón, kriptón y
xenón. Por otra parte, el vapor de
agua (diminutas gotas de agua
invisibles para el ojo humano) es el constituyente más variable del
aire, cuya proporción no supera el 2%.

La atmósfera no tiene un límite superior definido, pero a medida que la


distancia desde la Tierra aumenta, esta se atenúa, es decir, la
cantidad de gases que contiene, va disminuyendo. Se ha propuesto
dividir a la atmósfera en cinco niveles diferentes, según sus
caracte
rísticas
, de la
siguien
te
forma:

La
capa
inferior,
que
puede
alcanz
ar una
altura
entre los 8 y 18 km, es conocida como la tropósfera. En ella se
forman la mayoría de las nubes y ocurren gran parte de los fenómenos
atmosféricos. Se caracteriza por un descenso gradual de la
temperatura con el aumento de altura y por contener la mayoría del
aire atmosférico. Su limite superior es conocido como tropopausa.

La capa siguiente es la estratosfera, que se extiende por encima del


límite superior de la troposfera hasta los 50 km de altura. En su parte
inferior, la temperatura varía muy poco y luego aumenta ligeramente
hasta su límite superior, conocido como estratopausa. Prácticamente
no se observan nubes en este nivel. En esta capa se encuentra la
mayor cantidad de ozono, el cual forma una capa entre los 19 y 23 km,
de vital importancia para la vida en nuestro planeta, pues actúa como
un filtro de los rayos ultravioleta procedentes del Sol, que son
peligrosos para la salud
humana, animal y vegetal.

Enseguida de la estratosfera y
entre los 50 y 80 km de altitud
se encuentra la mesosfera,
capa en la que se produce un
descenso regular de la
temperatura hasta su límite
superior o mesopausa. La
atmósfera al nivel de la
mesopausa tiene una
temperatura menor que en
cualquier otra capa atmosférica.

El nivel por encima de la mesopausa, llamado termosfera, es la


región que se caracteriza por un aumento progresivo de la
temperatura hasta cerca de los 400 o 500 km de altura.

Por último, encontramos la exosfera, la capa más exterior de la


atmósfera, en la cual la cantidad de gases es mínima, comparada con
las otras capas.
Ciclo del Agua
El agua es un compuesto con características únicas, de gran
significación para la vida, el más abundante en la naturaleza, y
determinante de los procesos físicos, químicos y biológicos que
gobiernan el medio natural.

La molécula del agua resulta de la combinación de un átomo de


oxigeno con dos de hidrógeno. Esta combinación se resume en la
simple formula H2O. Una de sus propiedades más importantes es su
papel como su solvente, es decir, su facilidad para disolver o
solubilizar una gran cantidad de sustancias, de ahí que rara vez se la
encuentre pura.

El agua cubre cerca del 71% de la superficie terrestre formando


océanos, casquetes polares, aguas superficiales y subterráneas.
Todos estos elementos conforman la hidrosfera. Se estima que el
volumen de agua de la hidrosfera es de 1.386 millones de km3. De
este volumen el 96,5 % se encuentra en los océanos como agua
salada y el 3,5 % restante como agua dulce proveniente del
continente. De este ultimo porcentaje, el 69 % se encuentra en forma
sólida en los glaciares y el 30 % como agua subterránea, quedando
solamente el 1 % conformando los ríos, lagos, lagunas, etc.

El proceso continuo de circulación del agua, en sus diversos estados


en la esfera terrestre se conoce como ciclo hidrológico.
Bajo la influencia de la radiación solar, el agua se evapora hacia la
atmósfera en grandes proporciones desde el océano y en menor
grado desde el continente. Este vapor de agua es transportado por el
viento y es luego condensado en las nubes. A partir de éstas, el agua
cae sobre la superficie terrestre en forma de lluvia o en forma sólida
(granizo, nieve, etc), hecho conocido como precipitación.

Una parte de esta precipitación es parcialmente retenida en las hojas


de las plantas antes de llegar al suelo. De allí, una parte es evaporada
nuevamente, en tanto que la fracción que cae al suelo, puede bien
infiltrarse o escurrirse por las laderas bajo la acción de la gravedad,
siguiendo la dirección de la inclinación del terreno.

El proceso por el cual el agua penetra en el suelo a través de sus


poros, y se dirige hacia las capas inferiores o subsuelo, se denomina
infiltración. Parte del agua que se infiltra es absorbida por las plantas
y otra cantidad continúa infiltrándose hasta llegar a alimentar las
aguas subterráneas.

Se pueden definir dos zonas en el suelo: una no saturada de agua y


otra inferior saturada. La zona saturada se caracteriza por que el agua
se encuentra en los poros del suelo conjuntamente con el aire,
mientras que a determinada profundidad en la zona saturada, el agua
llena completamente estos poros.

Parte del agua que se infiltra, se desplaza paralelamente a la


superficie a través de la zona no saturada del terreno como flujo
subsuperficial, hasta llegar a los nacimientos o los manantiales de los
ríos. Las aguas subterráneas, limitadas en su parte inferior por
formaciones impermeables, no permanecen estáticas, sino que se
desplazan y forman el flujo subterráneo, parte del cual alimenta
también los cursos de agua. El agua que se mueve a través de la
cuenca sobre la superficie, a manera de corrientes o cursos de agua,
forma el flujo superficial. Estos tres flujos, superficial, subterráneo y
subsuperficial, conforman el proceso conocido como escorrentía, y
son los que integran los cauces de las corrientes y alimentan los
diferentes almacenamientos para finalmente llevar el agua hacia el
mar.

Estas corrientes superficiales según su tamaño reciben diferentes


nombres, siendo las quebradas y los riachuelos las de menor tamaño
y los ríos las de mayor. El mayor tamaño se relaciona con la cantidad
de agua que puede transportar una corriente, para lo cual se mide el
caudal, es decir, el volumen de agua que pasa por una sección del río
por unidad de tiempo.
Cuando ocurre una elevación muy fuerte del caudal, hecho conocido
como creciente, se produce un desborde del agua del lecho del río y
una inundación en sus riberas o zonas circundantes causando efectos
catastróficos para las poblaciones vecinas a un río.

Las fábricas, los vehículos y la quema de combustibles liberan a la


atmósfera sustancias contaminantes como el óxido de nitrógeno y el
dióxido de azufre que, junto con el agua atmosférica, se combinan
para formar ácidos diluidos. La lluvia que contiene estas sustancias se
conoce como lluvia ácida, la cual tiene efectos nocivos en el suelo, la
vegetación, las edificaciones y la salud del hombre.

El agua durante su paso por el suelo, va disolviendo sustancias que se


encuentran en él, y las va transportando hacia las capas inferiores
para alimentar el agua subterránea, en un proceso conocido como
lixiviación. Las sustancias contaminantes producto de las actividades
humanas, que son disueltas por el agua y que son transportadas a los
depósitos subterráneos se llaman residuos lixiviados, los cuales
producen una severa contaminación de las fuentes de agua.
Meteorología

El conjunto de las condiciones atmosféricas que caracterizan el estado


medio de la atmósfera y su evolución en una zona determinada es lo
que llamamos el clima, a diferencia de lo que conocemos por tiempo
o estado de la atmósfera en un lugar y un momento dado. Por decirlo
de otra manera, al decir clima nos referimos a lo que sucede en la
atmósfera a lo largo de los años, mientras que el tiempo es lo que
sucede en ella hoy, mañana o pasado mañana. El clima solamente se
puede conocer después de una larga serie de observaciones en varios
periodos anuales, mientras que el tiempo se refiere a la observación
de los elementos climáticos en un periodo determinado.

El estudio de la atmósfera terrestre se conoce como meteorología.


Esta incluye el estudio de las variaciones diarias de las condiciones
atmosféricas, el estudio de sus propiedades eléctricas y ópticas, y el
estudio del clima (climatología). El estudio de la meteorología lo llevan
a cabo los meteorólogos, hombres encargados de reunir y analizar
toda la información de la atmósfera con el fin de predecir el tiempo.
Los elementos climáticos que más frecuentemente se estudian son la
presión atmosférica, la temperatura, la humedad, la velocidad y
dirección del viento, la precipitación, el brillo solar y la nubosidad.
Todas estas variables climáticas se miden en sitios llamados
estaciones meteorológicas, desde la superficie terrestre.

La energía solar es el motor de los procesos atmosféricos y una


medida de su intensidad es el brillo solar. La radiación solar no llega a
la superficie terrestre de la misma manera, siendo mayor en la zona
ecuatorial y menor hacia los polos. Además, el eje terrestre o línea de
rotación de nuestro planeta, se encuentra inclinado con respecto al
Sol, y se dan por tal motivo diferencias periódicas en la cantidad de
radiación que recibe la Tierra a lo largo del año, produciéndose las
estaciones climáticas, en las zonas templadas únicamente.

La temperatura está relacionada con la energía calorífica de los rayos


solares y es importante porque determina la formación de las nubes,
afecta los valores de humedad atmosférica o cantidad de vapor de
agua que se encuentra en el aire, e influye en la presión atmosférica,
es decir, la fuerza que ejerce el peso del aire sobre la superficie
terrestre. La temperatura hace que el aire se vuelva menos denso,
produciéndose una menor presión. La presión atmosférica junto con la
temperatura hacen posible la formación de viento el cual va a
presentar un movimiento desde las zonas de mayores presiones a las
de menores presiones.

También se pueden hacer


mediciones a diferentes
alturas en la atmósfera con
globos de helio, los cuales
llevan un equipo de
medición conocido como
radiosonda, el cual permite
medir la presión, la
temperatura y la humedad
atmosférica a medida que
asciende el globo. Un radio
detector sigue su dirección,
mientras éste es arrastrado
por los vientos de las capas
superiores de la atmósfera
y, midiendo la posición del mismo en momentos sucesivos, se puede
calcular la velocidad y dirección del viento a diferentes altitudes. Otro
instrumento artificial que permite conocer la atmósfera es el satélite
meteorológico, que ha construido el hombre y que ha puesto en
órbita alrededor de la Tierra, para tomar imágenes o fotografías
instantáneas de la atmósfera terrestre vista desde el espacio. Estas
imágenes suministran información de los patrones nubosos y
tormentas así como de su temperatura.

Las observaciones aisladas sirven para muy poco en la investigación


del clima, ya que el comportamiento de la atmósfera es un fenómeno a
escala mundial. Toda la información debe ser reunida en los Institutos
de meteorología, los cuales son servicios nacionales dedicados a la
recopilación y análisis de estos datos y de allí a los Centros
Mundiales de Acopio, sitios donde se registra la información
climática mundial y se hacen modelos de comportamiento de la
atmósfera para la predicción de los fenómenos atmosféricos.
Existen otros fenómenos atmosféricos interesantes de los cuales el
más conocido es el arco iris. Este se produce cuando la luz del Sol se
descompone en sus colores constitutivos por un efecto físico -llamado
refracción- en el momento que esta luz atraviesa gotas de agua
atmosférica. Otros fenómenos se relacionan con la electricidad
atmosférica, como lo pueden ser las centellas, las cuales son rayos
de poca intensidad, el fuego de San Telmo que es un penacho
luminoso que aparece en las extremidades de los mástiles de los
navíos o en los filamentos de las sogas y las tormentas eléctricas que
son perturbaciones atmosféricas violentas acompañadas de rayos,
ráfagas de aire y ocasionalmente lluvia.
Nubes

Las nubes son masas de agua visibles en la atmósfera. El agua de las


nubes se encuentra en forma de gotas o de cristales de hielo,
formados por condensación del vapor de agua atmosférico.

Las nubes reciben nombres diferentes basados en su forma, la altura


en la que se presentan y si producen precipitación o no. En general, si
las nubes adoptan una forma amontonada o esponjosa reciben el
nombre de cúmulos (cumulus); si se encuentran por capas se llaman
estratos (stratus) y se tienen una apariencia delgada se conocen como
cirros (cirrus). A su vez, las nubes aparecen a tres niveles de altura.
Las nubes altas por encima de los 6.000 m se denominan cirros o
utilizan el prefijo cirro. Las presentes a alturas medianas, entre los
2.000 y 6.000 m, utilizan el prefijo alto. Las nubes bajas, por debajo de
los 2.000 m, no llevan ningún prefijo. Por último, las nubes bajas que
son oscuras, amenazadoras y que de hecho, producen lluvia, reciben
el nombre de nimbos.

Las nubes delgadas y altas siempre son cirros de cualquier clase.


Normalmente son formas blancas y delgadas y contienen cristales de
hielo. Si las nubes cirros contienen ondas o son esponjosas, entonces
serán del tipo cirrocúmulos. Si se forman en capas continuas y dan la
apariencia de cubrir todo el cielo, entonces son cirroestratos.
Si las nubes de alturas medias se encuentran en capas, son
altoestratos y si son acumuladas y esponjosas, entonces son
altocúmulos.

Las nubes que se forman a alturas bajas pueden ser tanto de la familia
cúmulos como de la de estratos.

Los cúmulos, tienen una base plana y una cresta densa y


redondeada que la hace parecerse a una coliflor. Cuando la luz del sol
las golpea se tornan de color blanco brillante. Su base tiende a ser de
color gris oscuro y generalmente no producen precipitación.
Los estratos son nubes grises y están muy cerca de la superficie de
la Tierra. Normalmente lucen como una hoja delgada pero a veces se
las encuentra en forma de parches. Rara vez producen precipitación.
Los nimboestratos son nubes muy oscuras y de color gris que
bloquean la luz del sol. Son masivas y presentan una continua caída
de precipitación.
Los cumulonimbus son nubes grandes, pesadas y densas. Por lo
general tienen una superficie inferior plana y oscura con crestas muy
altas y grandes, como una montaña masiva o un yunque. Estas nubes
normalmente están asociadas a los rayos, truenos y a veces incluso
granizo. También pueden producir tornados.

Si bien tanto las nubes cúmulos como las cumulonimbos pueden tener
bases que se inicien por debajo de los 2.000 m, a menudo se
desarrollan con suficiente espesura como para extenderse hasta el
nivel medio o alto. Por tanto, a menudo se hace referencia a ellas
como nubes de desarrollo vertical.
Procesos Geológicos
Existen dos regiones en las que se pueden diferenciar procesos
geológicos dentro de la corteza (internos) y fuera de la corteza
(externos).

El proceso externo más importante es el proceso sedimentario, que


conduce a la formación de las rocas sedimentarias, las cuales son
las más abundantes en la superficie terrestre. Este proceso se
produce por
medio de los
siguientes
pasos:

 Intemperismo. Es una alteración física de cualquier material


sólido de la corteza o roca fuente, es decir, la roca a partir de la
cual se origina el proceso. Se da por efecto directo de factores
atmosféricos y por movimientos de la corteza sobre la roca
fuente produciendo su desintegración física.
 Meteorización. Simultáneamente con la alteración física, ocurre
la alteración química o meteorización de la roca fuente por
acción del agua y del oxigeno
del aire.

 Erosión. El material rocoso es


arrancado del sitio donde se
encuentra. Este material
erosionado queda muy cerca
de la roca fuente por acción
de la gravedad.
 Transporte. Este material
erosionado es transportado a otros lugares principalmente por
corrientes de agua y por viento.
 Depositación. El material arrancado y transportado, conocido
como sedimento, es acumulado en depósitos cuando las
corrientes transportadoras pierden energía. Se forman en estos
lugares sucesivas capas de sedimento quedando las más
antiguas en
el fondo de
los
depósitos.

 Diagénesis o formación de roca sedimentaria. Las rocas


sedimentarias se forman por compactación de los sedimentos
depositados y se producen en las capas de sedimento más
profundas por el peso que ejercen de las capas superiores. La
zona donde se producen estas rocas se conoce como zona de
diagénesis.

Los procesos internos más importantes son el magmatismo y el


metamorfismo. El magmatismo conduce a la formación de las rocas
ígneas, las cuales son las más abundantes dentro de la corteza. Una
roca ígnea proviene de la solidificación del magma al ascender a las
capas superiores, a través de fracturas de la corteza. Las rocas que se
forman en
un ascenso
lento se
llaman rocas
ígneas
plutónicas,
que son
masivas y
muy sólidas,
mientras
que las
rocas
ígneas
volcánicas se forman por un enfriamiento muy rápido del magma como
puede suceder en una erupción volcánica.

Por último, el metamorfismo es el proceso por el cual una roca sufre


cambios físicos y químicos por factores como la presión y la
temperatura, para formar otra roca conocida como roca metamórfica.
Estas rocas se pueden formar en dos sitios básicamente: por debajo
de la zona de diagénesis donde existen unas presiones y
temperaturas muy altas o en sitios de fallas, donde las rocas son
sometidas a fuertes presiones, producidas por movimientos de la
corteza.

Las Rocas

Rocas por su origen

Las rocas por su origen se dividen en tres tipos: ígneas, sedimentarias y


metamórficas.

Rocas ígneas

Se forman por el material que proviene del interior de la Tierra en estado


incandescente o ígneo. Estas rocas pueden ser intrusivas o extrusivas.

Las rocas ígneas se clasifican de acuerdo con dos características:


composición química o mineralogía y textura.

Rocas sedimentarias

Las rocas sedimentarias son el resultado de un largo proceso fisicoquímico y


abundan sobre la superficie terrestre. Como su nombre lo indica, están
compuestas por sedimentos que proceden de la desintegración, por
inemperismo y erosión de antiguas rocas ígneas, sedimentarias y
metamórficas.

Se dividen en dos clases por sus sedimentos formativos en: rocas


sedimentarias por presipitacióny rocas sedimentárias fragmentarias o clásticas.

Existen nueve tipos de rocas sedimentarias

 Conglomerado
 Brechas
 Calizas
 Areniscas
 Lutitas
 Yeso
 Sal de roca
 Carbón
 Petróleo

Rocas metamórficas

Como su nombre lo indica, son rocas ígneas y sedimentarias que sufren un


cambio o transformación ocasionado por las fuertes presiones y altas
temperaturas; el metamorfismo se caracteriza por el desarrollo de textura y/o
minerales nuevos.

El metamorfismo puede ser de dos clases: por contacto y regional.

Existen seis tipos de rocas metamórficas

 Gneis
 Esquistos
 Pizarra
 Mármol
 Cuarcita
 Asbesto
Suelos
El suelo es la cubierta superficial de la mayoría de la superficie
continental de la Tierra. Es un agregado de minerales y de partículas
orgánicas formado a partir de la acción conjunta del clima, el relieve,
los organismos y el hombre a través del tiempo. La composición
química y estructura física del suelo estarán determinadas por el tipo
de material parental o material geológico del cual proviene el suelo,
del tipo de cobertura vegetal que presenta y de la intensidad que
tengan los procesos de meteorización, es decir, los procesos de
desintegración física y química del
material rocoso originario del suelo.

Entre los componentes primarios


del suelo encontramos partículas
inorgánicas (no disueltas,
producidas por la meteorización y la
descomposición de las rocas
superficiales), nutrientes solubles
que son utilizados por las plantas,
distintos tipos de materia orgánica
viva o muerta, gases y agua
requeridos por las plantas y por los
organismos que habitan el suelo.

La naturaleza física del suelo está


determinada por la proporción de partículas de varios tamaños. Las
partículas inorgánicas tienen tamaños que varían desde muy grandes,
como pueden ser fragmentos de roca, hasta muy pequeños como las
arcillas, no visibles por el ojo humano. La parte orgánica está formada
por restos vegetales y animales, junto a cantidades variables de
materia orgánica que enriquece el suelo, llamada humus. El
componente líquido de los suelos es una solución de minerales,
nutrientes, oxígeno y dióxido de carbono. Los principales gases
contenidos en el suelo son el oxígeno, el nitrógeno y el dióxido de
carbono. Ambos componentes, líquido y gaseoso, se encuentran
alojados dentro de los poros del suelo.

La textura general de un suelo depende de las proporciones de


partículas inorgánicas de distintos tamaños que lo constituyen. Las
partículas del suelo se clasifican como arena, limo y arcilla si son
grandes, medianas o pequeñas, respectivamente. En general las
partículas de arena pueden verse con facilidad y son rugosas al tacto.
Las partículas de limo apenas se ven sin la ayuda de un microscopio y
parecen harina cuando se tocan. Las partículas de arcilla son
invisibles individualmente si no se utilizan instrumentos y forman una
masa viscosa cuando se mojan.

La textura de un suelo afecta en gran medida a


su productividad. Los suelos con un porcentaje
elevado de arena suelen ser incapaces de
almacenar agua suficiente como para permitir el
buen crecimiento de las plantas y pierden
grandes cantidades de minerales y nutrientes
por lavado del agua hacia el subsuelo durante
los procesos de escorrentía e infiltración. Los
suelos que contienen una proporción mayor de
partículas pequeñas, por ejemplo las arcillas y
los limos, son depósitos excelentes de agua y
encierran minerales que pueden ser utilizados
con facilidad. Sin embargo, los suelos muy
arcillosos tienden a contener un exceso de agua
y tienen una textura viscosa que los hace
resistentes al cultivo y que impide, con
frecuencia, una aireación suficiente para el

crecimiento normal de las


plantas.

Uno de los factores que afectan


la estructura del suelo
produciendo su desgaste, es la
erosión, proceso en el cual son
removidos materiales de la
superficie para su posterior
transporte. La erosión se produce
por la acción combinada del
agua, ya sea como precipitación o a manera de corrientes y del viento.
Su intensidad está dada por varios factores, entre los cuales están la
topografía, siendo mayor en las laderas o costados de las montañas
con un alto grado de inclinación; el grado de cobertura vegetal, ya que
las plantas aminoran el efecto del viento y el entramado de las raíces
mantiene la estructura del suelo, y la acción humana, la cual acelera
los procesos erosivos, dejando desprovisto de vegetación al suelo, a
través de actividades como la deforestación o extracción de material
vegetal, ya sea para explotación maderera o para adecuar la tierra
para la agricultura o la construcción.
Otros procesos que
ocurren en la superficie y
que tienen efectos
catastróficos son los
derrumbes y las
avalanchas. En estas
situaciones también se
producen movimientos de
materiales rocosos y del
suelo sobre la corteza
aunque de manera muy
rápida. Los derrumbes
ocurren cuando se desprende una gran masa de materiales de las
montañas por efecto de la gravedad, y su intensidad es mayor cuando
el suelo está desprovisto de vegetación y cuando la montaña en la
cual ocurre tiene una inclinación muy grande. Dichos materiales en los
derrumbes caen muy cerca de donde se desprenden. En las
avalanchas ocurre casi el mismo proceso, pero los materiales son
transportados y arrastrados violentamente por un torrente de agua.
Movimientos de la Tierra
La Tierra está formada por tres capas concéntricas. La del centro se
conoce como núcleo, en torno al núcleo se encuentra el manto y a
su vez el manto está cubierto por la corteza. La corteza es muy
variable en grosor y se encuentra dividida en varias placas, como
un cascarón de huevo agrietado. Hay seis grandes placas y seis
más pequeñas, así como fragmentos de menor tamaño. Algunas
placas son partes de continentes, como Eurasia, África y América;
otras están bajo las aguas de los océanos.

En el manto se encuentra material rocoso fundido, conocido como


magma, el cual fluye en corrientes, produciéndose una especie de
plataforma sobre la cual “flotan” las placas de la Tierra, conocidas
como placas tectónicas, que se mueven sobre la superficie del
planeta muy lentamente. Estas corrientes, conocidas como
corrientes de convección, se producen por diferencias de
temperatura entre los limites superior e inferior del manto. Cuando
el magma del limite superior se enfría, aumenta su densidad y se
hunde, haciendo ascender el magma más caliente del limite inferior
formando corrientes circulares.
Las orillas de las placas se llaman márgenes. Algunas placas tienen
un margen donde se forma corteza y otro donde es devuelta al
manto; otras placas tienen márgenes inactivos. Cuando una placa
se mueve con respecto a la otra produce fallas de transformación
ocasionando fenómenos en la superficie como los terremotos.

Un ejemplo para explicar la formación de corteza se da en el


océano Atlántico, donde hay una gran cadena montañosa
submarina con gran actividad volcánica, por donde fluye magma
que en contacto con el agua de mar, se enfría y forma roca sólida
que va a hacer parte de la nueva corteza, por esta razón se dice
que este océano se esta extendiendo.

Si se creara corteza nueva pero la corteza vieja permaneciera


intacta, entonces la Tierra crecería. Esto no sucede porque a lo
largo de los márgenes destructivos, la corteza oceánica está siendo
destruida. Cuando choca una placa continental con una placa
oceánica, alguna de las dos se destruye. La corteza oceánica al ser
más densa que la corteza continental se hunde por debajo de esta,
pero este choque causa un levantamiento y un agrietamiento en el
margen del continente, produciéndose una cadena montañosa con
numerosos volcanes formados en esas grietas, como ocurre en la
cordillera de los Andes.

Los volcanes no son más que montañas con un orificio llamado


cráter a través del cual puede suceder una erupción, es decir una
expulsión violenta de material proveniente del manto. Los
movimientos de la corteza a través de miles de años han sido los
causantes de la formación de los accidentes geográficos, es decir,
de las desigualdades del relieve como las montañas.

Los terremotos son movimientos repentinos y fuertes de parte de


la corteza terrestre que se producen en las zonas de choque de
placas y en las fallas que en general tienen efectos destructivos.
Estos terremotos están generalmente asociados a actividad
volcánica. Son una fuerte propagación de energía en forma de
ondas en la corteza, producidos cuando las rocas que se
encuentran ella, al no soportar las presiones a las que están
sometidas, se rompen súbitamente, hecho causado por el
movimiento de las placas.
Viento
El viento es aire en
movimiento producido por
diferencias de presión
atmosférica, atribuidas sobre
todo a diferencias de
temperatura. La variación de la
presión atmosférica y de la
temperatura se debe a la
distribución desigual del
calentamiento solar y a las
propiedades térmicas de la
superficie continental y marina.
Como el peso del aire caliente
es menor, éste asciende sobre
el aire mas frío y pesado. El
aire que sube forma lo que se llama un sistema de baja presión,
mientras que el aire cuando se enfría en las capas superiores de la
atmósfera desciende formando un
sistema de alta presión.

Los sistemas de baja presión en los


cuales los vientos se mueven en
sentido contrario a las agujas del reloj,
reciben el nombre de ciclones (en el
hemisferio norte) y si se mueven en
sentido contrario se llaman
anticiclones. En el hemisferio sur todas
estas direcciones del viento se
invierten. Los ciclones son conocidos
comúnmente como borrascas.

Los
vientos pueden alcanzar a veces
velocidades muy altas (más de 119
kph) que tienen efectos destructivos,
formados por sistemas de baja presión
y que, según donde se formen, reciben
el nombre de huracanes (océano
Atlántico) o tifones (noroeste del
Pacífico). Otro sistema parecido son los tornados, los cuales son
remolinos fuertes que se forman en el interior de una nube de
tormenta y que llegan hasta el suelo y que tienen consecuencias
igualmente catastróficas.

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