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Comunidad Cristiana vs.

Sistema Religioso
Por favor lee primero nuestro artículo 'Vivir en Comunidad Cristiana', para
entender la base bíblica de lo que significa vivir en una comunidad cristiana.

Cuando tomamos en serio el concepto de vivir en comunidad cristiana y nos


juntamos para servir a Dios en unidad, muchos pasajes de la biblia toman un
significado mayor al que vemos reflejado en la prá ctica dentro del sistema
religioso. 

Tomemos como ejemplo el siguiente mandamiento: "ÁMENSE EL UNO AL OTRO


DE LA MANERA QUE JESÚS NOS AMÓ" (Juan 13:34; Juan 15:12, 1
Tesalonicenses 3:12, 1 Tesalonicenses 4:9, 1 Pedro 1:22, 1 Juan 3:11, 1 Juan
3:23, 1 Juan 4:7, 1 Juan 4:11, 2 Juan 1:5).

Este mandamiento, repetido tantas veces en la biblia, tiene un significado mucho


má s profundo que el de juntarnos un par de días a la semana por un par de horas. 
El amor es, en realidad, el Ú NICO mandamiento que tenemos que practicar entre
nosotros.  Todos los demá s mandamientos nos muestra CÓ MO cumplir este
(Galatas 5:14, Romanos 13:8-10). En 1 Juan 3:16 leemos:

En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros;


también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. (1 Juan
3:16)

Este es el amor que Jesú s nos enseñ ó a tener el uno por el otro. ¿Pero cuá l iglesia
has encontrado donde las personas verdaderamente ponen su vida por sus
hermanos?  La verdad es que, en muchos de los casos, ni siquiera saben de la vida
del otro, ya que de lunes a sá bado cada uno hace lo suyo.  Algunos se pueden llegar
a reunir un miércoles o jueves por la noche para estudiar la biblia, pero en el día a
día de la vida cada uno se las arregla a solas como puede.

¿Está n dispuestos ellos a prestarle su auto a un "hermano"; a vender el auto, la tele,


la Playstation para pagarle una operació n a otro; a faltar al trabajo si el otro
necesita compañ ía; a invitar al otro a quedarse en su casa hasta que pueda
encontrar mejor alojamiento...?  La verdad es que el "amor" que se tiene en el
sistema religioso es un amor sin costos, un amor superficial. ¡Ni hablemos de estar
dispuestos verdaderamente a morir el uno por el otro!

Cuando uno vive en comunidad cristiana siete días a la semana con otros
hermanos y hermanas, entrega literalmente su vida (tiempo) por el otro.  Como
cada persona ya ha renunciado a todas sus posesiones (Lucas 18:22, Lucas
14:33), todas las cosas que ahora tiene no le pertenecen a esa persona sino a Dios,
bajo la administració n de la comunidad cristiana. Como resultado, no hay ningú n
necesitado entre los miembros (Hechos 4:32-35).

En una comunidad cristiana tenemos el mismo sentir unos con otros y trabajamos
uná nimes para glorificar a Jesú s (Romanos 15:5-6, 1 Pedro 3:8), mientras que en
el sistema religioso cada uno busca su propia gloria y compite por posiciones de
importancia.  Esto se ve claramente cuando los líderes (y aquellos que aspiran a
ser líderes) toman títulos de respeto como "Pastor", "Reverendo", "Maestro",
"Padre", etc. en vez de fomentar un ambiente donde todos se reconozcan como
hermanos y hermanas (Mateo 23:8-12).

En una comunidad cristiana todos somos un cuerpo unido (Romanos 12:5, 1


Corintios 12:25) y, si uno tiene un problema, entonces todos tenemos un
problema y tenemos que llevar la carga el uno por el otro (1 Corintios
12:26; Galatas 6:2).  En cambio, en el sistema religioso el "cuerpo" existe
solamente un día a la semana y se encarga de misiones tales como que los
parlantes suenen bien, alguien cuide a los niñ os por un par de horas, las sillas estén
acomodadas, y los cancioneros se devuelvan a la puerta.  El lunes cada uno vuelve a
sus propias metas individuales.  No se trabaja cada día por un propó sito en comú n.
Si un miembro tiene un problema personal, es su problema. 

A menudo, por medio de sus doctrinas religiosas, los líderes del sistema religioso
agregan a sus fieles cargas difíciles de llevar, pero no levantan ni un dedo para
ayudarlos con tal carga (Lucas 11:46).  Si los líderes mismos no está n dispuestos a
ayudar a los miembros de la iglesia, menos aú n lo estará n los miembros entre sí.
Uno no siente la responsabilidad de tener que meterse en una situació n
complicada por el otro, ya que el otro tampoco lo haría por uno.

En una comunidad cristiana nos exhortamos el uno al otro TODOS LOS DÍAS, y no
dejamos de congregarnos (Colosenses 3:16, Romanos 15:14, Hebreos
3:13; Hebreos 10:25).  Trabajamos juntos, comemos juntos, jugamos juntos. 
Disfrutamos verdaderamente de la compañ ía de los demá s. Nuestros mejores
amigos son los hermanos y hermanas que viven con nosotros (Lucas 8:21).  En
cambio, en el sistema religioso la exhortació n viene por medio de una revista, o un
sermó n del pastor.  Si un miembro trata de exhortar al otro, muchas veces se
responde con un "¿quién eres tú para decirme a mí tal cosa?"  La gente, a menudo,
se reú ne en la iglesia no porque ahí estén sus mejores amigos con quien comparten
todo lo que tienen, ni porque se predica la verdad, sino por el temor a ir al infierno
si no son fieles, porque han ido a esa iglesia desde chicos, porque les gusta la
mú sica, los sermones son entretenidos, o es la iglesia má s cercana a su casa.

En una comunidad cristiana nos sometemos el uno al otro (Efesios 5:21, 1 Pedro
5:5), renunciando el "yo" en pos del "nosotros".  En el sistema religioso es muy
difícil aprender a destrozar tu orgullo. (Lee el artículo "El Orgullo" para má s
informació n.)  En el sistema religioso no tienes que someterte a otra persona salvo,
quizá s, al pastor.  Y si te tienes que someter al pastor, suele ser sobre algú n
pensamiento de doctrina teoló gica que tienes que aceptar intelectualmente. Sin
embargo, en tu vida diaria puedes hacer lo que quieras, siempre que el pró ximo
sá bado o domingo vuelvas a la reunió n, ¡y no te olvides de traer el diezmo y la
ofrenda!

En una comunidad cristiana, como vivimos juntos, tenemos que verdaderamente


practicar el perdó n (Efesios 4:32, Colosenses 3:13), la compasió n (Efesios
4:32, 1 Pedro 3:8), la paciencia (Efesios 4:2, Colosenses 3:13).  Confesamos
nuestros pecados el uno al otro (Santiago 5:16). Si uno hace algo contra el otro, se
trata de resolver el problema primero entre los dos, después con dos o tres
testigos y después con toda la comunidad (Mateo 18:15-17). Lee el artículo
"Desacuerdos" para má s informació n.

En cambio, en el sistema religioso, si una persona no se lleva bien con la otra, el día
de congregarse ésta puede sentarse en otra parte de la iglesia, cambiar al otro culto
del día, y evitar a la persona sin que afecte a la reunió n en lo má s mínimo. A
menudo se murmura y se chismea sobre las faltas de los demá s y no se resuelven
los problemas entre los miembros.  Si se confiesan pecados, suele ser solamente al
sacerdote o pastor y es fá cil tener una "vida secreta" en la cual uno vive en pecado
sin que los demá s lo sepan.

Vivir en comunidad cristiana es algo completamente diferente a lo que el mundo


entero ofrece, incluyendo el sistema religioso.  No podemos decir que nos amamos
los unos a los otros si no estamos dispuestos a compartir nuestras vidas los unos
con los otros.

Si verdaderamente eres una persona que quiere seguir a Cristo, encuentra por lo
menos una o dos personas que también quieran seguir a Jesú s y tener unidad
contigo, aunque sea solamente tu esposa o esposo.  Pero tampoco te limites a dos o
tres, si es que conoces a má s cristianos.  Y ya que está s leyendo este artículo, aquí
nos ofrecemos a nosotros mismos como una comunidad cristiana dispuesta a
trabajar junto contigo en obedecer a Jesú s, si es lo que verdaderamente quieres.
¿Qué te parece?

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