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1.

Descuido injustificado en menoscabo de la tutela judicial efectiva


en la tramitación de los recursos de apelación interpuestos por los
apoderados judiciales de los terceros interesados (trabajadores),
contra la sentencia dictada el diecisiete (17) de mayo de 2013, por el
Juzgado Segundo (2°) de Primera Instancia de Juicio del Circuito
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, las cuales fueron recibidas
en fecha 9/8/13, y acumuladas en el expediente judicial número AP21-
R-2013-001123, en el Tribunal Sexto (6°) Superior Laboral del Circuito
Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas, decidiendo el
recurso con fundamento en un motivo de apelación presentado
extemporáneamente en detrimento del principio de igualdad de las
partes y en perjuicio de la parte contraria, al no pronunciarse sobre
la tempestividad de las adhesión a la apelación presentada en el
lapso para decidir en contravención con lo dispuesto en el artículo 301
del Código Procesal Civil, vulnerando el debido proceso y la preclusión
de los lapsos procesales. Falta disciplinaria que para el momento en
que ocurrieron los hechos la Inspectoría General de Tribunales la
subsume en la causal contenida en el numeral 23 del artículo 33 del
Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana del 2010,
actualmente prevista en numeral 24 del artículo 29 del Código de Ética
del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana vigente que acarrearía la
sanción de Destitución.

Para resolver la presente denuncia, esta Tribunal debe, en primer lugar,


precisar el contenido y alcance del ilícito descrito en la norma que sirvió de
fundamento a la Inspectoría General de Tribunales en su escrito de
imposición de la sanción y, en segundo lugar, determinar el contenido de la
conducta imputada y su reprochabilidad. En este orden de ideas, observa
este Tribunal, que la calificación atribuida por la recurrida a la conducta del
Juez denunciado, fue “descuidos injustificados en menoscabo de la tutela
judicial efectiva en la tramitación de los recursos de apelación
interpuestos por los apoderados judiciales de los terceros interesados
(trabajadores), contra la sentencia dictada el diecisiete (17) de mayo de
2013, por el Juzgado Segundo (2°) de Primera Instancia de Juicio del
Circuito Judicial del Área Metropolitana de Caracas, las cuales fueron
recibidas en fecha 9/8/13, y acumuladas en el expediente judicial número
AP21-R-2013-001123, en el Tribunal Sexto (6°) Superior Laboral del
Circuito Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas, decidiendo
el recurso con fundamento en un motivo de apelación presentado
extemporáneamente en detrimento del principio de igualdad de las partes y
en perjuicio de la parte contraria, al no pronunciarse sobre la
tempestividad de las adhesión a la apelación presentada en el lapso
para decidir en contravención con lo dispuesto en el artículo 301 del
Código Procesal Civil, vulnerando el debido proceso y la preclusión de los
lapsos procesales.”, ilícito que se encuentra previsto en el numeral 23 del
artículo 33 del Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza
Venezolana del 2010, actualmente prevista en numeral 24 del artículo 29
del Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana vigente
que acarrearía la sanción de Destitución.

Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana de 2010:


“Artículo 33. Son causales de destitución:
[…Omissis…]
23. Incurrir en retrasos o descuidos injustificados en la tramitación de los
procesos o de cualquier diligencia propia de éstos, siempre que con ello
se menoscaben derechos o garantías fundamentales en el marco de la
tutela judicial efectiva”.

Código de Ética del Juez Venezolano y Jueza Venezolana de 2015:


“Artículo 29: Son Causales de destitución:
[…Omissis…]
24. Incurrir en retrasos o descuidos injustificados en la tramitación de los
procesos o de cualquier diligencia propia de estos, siempre que con ello
se menoscaben derechos o garantías fundamentales en el marco de la
tutela judicial efectiva.”

Sobre el desarrollo del presente supuesto por parte del órgano de alzada
de este Tribunal, encontramos la sentencia N° 2, de fecha diecisiete (17)
días del mes de enero de 2013, con la ponencia de la Jueza Ana Cecilia
Zulueta Rodríguez, que señala:
[…Omissis…]
“El contenido normativo nos permite advertir la existencia de cuatro
modalidades de conducta, a saber: 1) incurrir en retrasos injustificados en la
tramitación de los procesos; 2) incurrir en retrasos injustificados en cualquier
diligencia; 3) incurrir en descuidos injustificados en la tramitación de los
procesos; y 4) incurrir en descuidos injustificados en la tramitación de
cualquier diligencia. Las cuatro conductas deben conducir, necesariamente,
a un menoscabo de los derechos o garantías fundamentales de las partes.
Se aprecia entonces, que en los cuatro supuestos, todos disímiles, la
condición para que el juzgador pueda imponer la sanción supone, establecer
si se trata de una actuación u omisión injustificada, es decir, sin que medie
justa causa que la determine y, además, verificar si la conducta bajo análisis
constituyó un retraso o descuido, si se produjo un menoscabo a los derechos
fundamentales a la tutela judicial efectiva y su ponderación a partir del
resultado jurídicamente reprochable que su concreción produjo.
Con relación al contenido y alcance del ilícito “descuido injustificado”
atribuido por el a quo a la Jueza denunciada, debe señalarse que tal
conducta revela una omisión o negligencia del operador de justicia en el
cumplimiento de una obligación que le es propia en el trámite del proceso,
sin que medie justa causa que excuse tal omisión y supone ausencia de
actividad intelectiva y volitiva del juzgador. La locución descuido ha sido
interpretada jurisprudencial y pacíficamente como un abandono total de la
obligación establecida en la norma, lo que supone falta de actividad volitiva e
intelectiva del operador, o su cumplimiento defectuoso.”

Por otro lado, la sentencia N° 12 del tres (3) de abril de 2014, que ratifica la
sentencia anteriormente aludida, hace referencia a la locución “descuido”
señalando “(…) que ha sido interpretada jurisprudencial y pacíficamente como un
abandono total de la obligación establecida en la norma, lo que supone falta de actividad
volitiva e intelectiva del operador, o su cumplimiento defectuoso. Al respecto, ha sido
criterio de esta Corte que el descuido injustificado comporta una omisión o
negligencia del operador de justicia en el cumplimiento de una obligación en el
trámite del proceso, sin que medie justa causa que excuse tal omisión y supone
ausencia de actividad intelectiva y volitiva del juzgador. (Vid. Sentencia de esta Corte

N° 2 del 17 de enero de 2013).”. (Resaltado de este Tribunal)

La determinación de la conducta delatada como descuido injustificado en


la tramitación de la causa, impone verificar en autos las circunstancias en
las cuales se produjo la conducta y las actuaciones cumplidas en el
proceso, de la que se evidencia que para el análisis del referido supuesto
se debe “verificar si la conducta bajo análisis constituyó un retraso o
descuido, si se produjo un menoscabo a los derechos fundamentales a la
tutela judicial efectiva y su ponderación a partir del resultado jurídicamente
reprochable que su concreción produjo.

En tal sentido, se hace menester por parte de este Tribunal, desarrollar lo


relativo al menoscabo a la tutela judicial efectiva por efecto del
descuido injustificado imputado por el órgano investigador, para lo cual
quienes decidimos, invocamos la sentencia N° 708 fecha diez (10) de
mayo de 2001 de la Sala Constitucional, en la que se desarrolla
ampliamente el contenido de este derecho consagrada en el artículo 26 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y dejó sentada lo
siguiente:
[…Omissis…]
“...El derecho a la tutela judicial efectiva, de amplísimo contenido,
comprende el derecho a ser oído por los órganos de administración de
justicia establecidos por el Estado, es decir, no sólo el derecho de acceso
sino también el derecho a que, cumplidos los requisitos establecidos en las
leyes adjetivas, los órganos judiciales conozcan el fondo de las pretensiones
de los particulares y, mediante una decisión dictada en derecho, determinen
el contenido y la extensión del derecho deducido, de allí que la vigente
Constitución señale que no se sacrificará la justicia por la omisión de
formalidades no esenciales y que el proceso constituye un instrumento
fundamental para la realización de la justicia (artículo 257). En un Estado
social de derecho y de justicia (artículo 2 de la vigente Constitución), donde
se garantiza una justicia expedita, sin dilaciones indebidas y sin formalismos
o reposiciones inútiles (artículo 26 eiusdem), la interpretación de las
instituciones procesales debe ser amplia, tratando que si bien el proceso sea
una garantía para que las partes puedan ejercer su derecho de defensa, no
por ello se convierta en una traba que impida lograr las garantías que el
artículo 26 constitucional instaura...”

En este sentido, la Sala Constitucional afirmar, en sentencia Nº 909, de fecha


ocho (8) de junio del año 2011, que la garantía procesal de la tutela judicial
efectiva, comprende la obligación del Estado de garantizar una justicia sin
formalismos inútiles a través del Órgano Jurisdiccional, como ha sido entendido
en función a lo siguiente:
[…Omissis…]
“Esta garantía impone en cabeza del juez, la obligación de atender, por
encima de los tecnicismos innecesarios, las pretensiones de las partes,
incluyendo las recursivas y específicamente las casacionistas, siempre que
de su lectura se desprenda el objeto impugnado y su petición, so pena de
incurrir en una flagrante violación de tal disposición constitucional.
Observa con preocupación esta Sala que, bajo el amparo de un excesivo
formalismo se cause indefensión a la parte recurrente, dejándose de lado el
fin último de la función jurisdiccional que es la justicia en apego de los
derechos y garantías previstas en el Texto Fundamental.”.

Por otro lado, esta instancia disciplinaria judicial, ha hecho énfasis en el


cumplimiento del derecho señalado, como potestad pública del Estado, “no
podría funcionar debidamente y, por ende, cumplir el propósito que le es
inmanente, si los juicios se prolongan y sufren dilaciones interminables, con la
carga y el peso de litigios y controversias perpetuas que atentarían no sólo
contra la propia dinámica del Poder Judicial, sino también contra el valor
superior de justicia al que tienen derecho los ciudadanos, por imperativo
constitucional” (TDJ-SD-2013-000123 del treinta y uno (31) de julio de 2013,
dictada por este Tribunal Disciplinario Judicial).

En orden con lo anterior, estima necesario este Tribunal precisar las actas que
tienen vinculación al presente supuesto incumplimiento y en tal sentido, se
observa de los hechos alegados por la Inspectoría General de Tribunales lo
siguiente:

Que el Juez sometido a proceso, le correspondido conocer los recursos de


apelación interpuesto contra decisión de primera instancia, acumulada al
expediente judicial número AP21-R-2013-001123, y el auto de entrada de
fecha nueve (9) de agosto del 2013 dejó establecido, “(…) este Juzgado establece
un lapso de diez (10) días de despacho, contados a partir de la presente fecha exclusive, para
que la parte apelante presente el escrito que contenga los fundamentos de hecho y de derecho
de la apelación. En el entendido que la apelación se considerará desistida por falta de
fundamentación y vencido este lapso el Tribunal abrirá un lapso de cinco (05) días de
despacho, contados a partir del vencimiento del lapso de diez (10) días indiciados
anteriormente, para que la otra parte de contestación a la apelación y vencido dicho lapso el
Tribunal decidirá dentro de los treinta (30) días (sic) despacho siguientes, prorrogables
justificadamente por un lapso igual. Todo ello de conformidad con los artículos 92 y 93 de la

Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa (…).”. (Folio 386, pieza 5)


Que a decir de la Inspectoría General de Tribunales, solamente una parte
representada por el abogado Charles Ramírez presentó escrito de
fundamentación de la apelación dentro de la oportunidad legal, que dicho
escrito de fundamentación, “(…) denunció vicios en la notificación de la Procuraduría
General de la República, pues a los oficios de notificación no le había adjuntado las
correspondientes copias certificadas de las providencia administrativas contra las cuales se
accionaba, ni los escritos de nulidad interpuestos; también solicitó al Juez Superior tener en
cuenta la existencia de una cuestión prejudicial penal de las estipuladas en el artículo 346 del
Código de Procedimiento Civil, de la cual había hecho caso omiso el juez a quo.”.

Por otro lado, la Inspectoría General de Tribunales resalto que “(…) la


consecuencia de la falta de fundamentación de la apelación presentada por los apoderados
judiciales de los terceros interesados (trabajadores) representada por el abogado Gustavo
Villanueva, (…), debió ser declarar (sic) desistida su apelación, no obstante, este profesional
del derecho –transcurrido el lapso para la fundamentación de la apelación-, presentó escrito de

adhesión a la apelación ejercida por el abogado Charles Ramírez (…).”.

Que el lapso para decidir fue prorrogado por el Juez denunciado, en auto de
fecha quince (15) de noviembre del 2013, y que en dicho auto, el Juez
investigado no se pronunció sobre la tempestividad de las adhesiones a la
apelación recibida dentro del lapso para decidir, que a decir de la Inspectoría
General de Tribunales “Si bien en el pronunciamiento especial no está previsto el acto de
informes, debe entenderse que la adhesión a la apelación sólo puede formularse antes del
inicio del lapso para dictar sentencia, que no fue el caso de autos, tal como se indicó
precedentemente, pues (…) había vencido el catorce de octubre de dos mil trece y transcurría
el lapso para dictar sentencia, y así lo reconoció el Juez investigado en el auto que dictó al día
siguiente (15/11/2013), en el cual acordó prorrogar el lapso para decidir por treinta (30) días de
despacho contados a partir del día hábil siguiente.”.

Que la consecuencia lógica, era entonces declarar la extemporaneidad de las


adhesiones a la apelación formulada, y a decir de la Inspectoría General de
Tribunales, el Juez denunciado, “(…) no solo las valoró sino que declaró con lugar la
apelación con fundamento en lo señalado en ellas, toda vez que desechó el alegato expuesto
en la única fundamentación presentada válidamente en el proceso que conoció, conducta que
deslinde de su idoneidad como Juez Superior, ya que subvirtió el debido proceso y decidió el
recurso con fundamento en un motivo de apelación presentado extemporáneamente, en
detrimento del principio de igualdad de las partes y en franco perjuicio de la parte contraria.”.

Que con su actuación, el Juez denunciado, incurrió en un descuido


injustificado que menoscabó la tutea judicial efectiva, “(…) ya que no estaba
facultado para valorar las adhesiones a la apelación, por cuanto fueron presentadas de manera
extemporáneas debiendo ser desechadas, de manera que al haber decidido con fundamento
en los alegatos expuestos en ellas, implicó la reapertura de un lapso que ya había precluido,
actuación esta que revela que no reúne los requisitos de idoneidad para desempeñar el cargo
que ostentas (…).”.

Para demostrar dicho incumplimiento por parte del Juez denunciado, la


Inspectoría General de Tribunales promovió las siguientes probanzas, de
actuaciones correspondientes al expediente judicial número AP21-R-2013-
001123, específicamente las mencionadas a continuación:

Que riela al folio 386 de la pieza 5, auto de fecha nueve (9) de agosto de 2013,
para comprobar que “en esa fecha el Juez investigado dio por recibido el expediente
contentivo de las apelaciones interpuestas”.

Que riela a los folios 470 al 472, de la pieza 5, certificación de días de


despacho transcurridos en el Juzgado Sexto (6°) Superior del Trabajo del
Circuito Judicial Laboral del Área Metropolitana de Caracas, emanada de la
Coordinación de Secretarios del Circuito Judicial del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, a los fines de
demostrar que “los diez (10) días de despacho siguiente al nueve (09) de agosto de dos mil
trece (2013), fueron: 16/09/2013, 17/09/2013, 18/09/2013, 19/09/2013, 20/09/2013, 23/09/2013,
24/09/2013, 25/09/2013, 26/09/2013 y 27/09/2013”

Que riela a los folios 387 [388] al 403, de la pieza 5, escrito presentado por el
abogado Charles Ramírez en fecha veintisiete (27) de septiembre de 2013,
mediante el cual fundamentó la apelación interpuesta; con el objeto de probar
que “fue presentado dentro de la oportunidad legal establecida en el artículo 92 de la Ley
Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa y, que se fundamentó en los vicios en la
notificación del procurador General de la República, así como en la prejudicialidad penal
existente”.

Que riela a los folios 415 al 424, de la pieza 5, comprobantes de recepción de


los escritos de adhesión a la apelación presentados por los ciudadanos
Gustavo Villanueva, actuando como apoderado judicial de la ciudadana Neyda
Karin Gómez Pacheco y Haydee Díaz, asistida por la abogada Anastacia
Rodríguez; para comprobar que “fueron presentados en fecha catorce (14) de noviembre de
dos mil trece”.

Que riela a los folios 470 al 474, de la pieza 5, certificación de días de


despacho transcurridos en el Juzgado Sexto (6°) Superior del Trabajo del
Circuito Judicial Laboral del Área Metropolitana de Caracas, emanada de la
Coordinación de Secretarios del Circuito Judicial del Trabajo de la
Circunscripción de Secretarios del referido Circuito Judicial; a los fines de
demostrar que “entre el nueve (09) de agosto de 2013 (exclusive) y el catorce
de noviembre de 2013 (inclusive) transcurrieron cuarenta y cuatro (44) días de
despacho, a saber:

16/09/2013 17/09/2013, 18/09/2013, 19/09/2013, 20/09/2013,


,
23/09/2013 24/09/2013, 25/09/2013, 26/09/2013, 27/09/2013,
,
30/09/2013 01/10/2013, 02/10/2013, 03/10/2013, 04/10/2013,
,
07/10/2013 08/10/2013, 09/10/2013, 10/10/2013, 11/10/2013,
,
14/10/2013 15/10/2013, 16/10/2013, 17/10/2013, 18/10/2013,
,
21/10/2013 22/10/2013, 23/10/2013, 24/10/2013, 25/10/2013,
,
28/10/2013 29/10/2013, 30/10/2013, 31/10/2013, 01/11/2013,
,
04/11/2013 05/11/2013, 06/11/2013, 07/11/2013, 08/11/2013,
,
11/11/2013, 12/11/2013, 13/11/2013 y 14/11/2013

Que por tanto, “(…) para esta última fecha ya habían transcurrido los diez (10) días de
despacho siguientes a la recepción del expediente para fundamentar la apelación, así como los
cinco (05) días de despacho para la contestación de la apelación, y habían transcurrido
veintinueve días del lapso para dictar sentencia, por lo que resulta concluyente que las
adhesiones a la apelación fueron presentadas extemporáneamente, en aplicación analógica de
lo dispuesto en el artículo 301 del Código de Procedimiento Civil”.

Que riela a los folios 433 al 449 de la pieza 5, sentencia dictada en fecha 15 de
enero de 2014, por el Juez sometido a procedimiento disciplinario, con el objeto
de demostrar que “el referido funcionario admitió las adhesiones a la apelación, omitiendo
pronunciamiento sobre su extemporaneidad, asimismo para evidenciar que su decisión se
fundamentó en los alegatos formulados en las adhesiones presentadas fuera del lapso
legalmente establecido, con lo cual perjudicó a la parte contraria, al declarar con lugar la
apelación con fundamento en alegaciones que debió desestimar, subvirtiendo el debido
proceso y dejando en entredicho su idoneidad y excelencia para el desempeño del cargo de
Juez Superior”.

Por su parte, alega el Juez sometido a procedimiento disciplinario que “En el


presente caso se trata de la apelación que se conoció bajo la nomenclatura AP21-R-2013-
001123, contra la sentencia dictada por el Juzgado Segundo de Juicio del Trabajo del Área
Metropolitana de Caracas, mediante la cual se declara la nulidad de algunas providencias

administrativas que ordenaron el reenganche de los trabajadores accionantes .”.

Que el Inspector General de Tribunales afirma con respecto a la apelación


interpuesta que “(…) debió declararse desistida” y que la falta de pronunciamiento
sobre la tempestividad de las adhesiones presentadas y el trámite de las
mismas “(…) condujeron a la violación de la tutela judicial efectiva, al debido proceso y a la
preclusión de los lapsos procesales, pues en su decir las adhesiones eran extemporáneas y
que ello constituyó descuido injustificado en menoscabo de la tutela judicial efectiva.”.

Señala el Juez denunciado que el “(…) asunto que conoció el tribunal a mi cargo bajo la
nomenclatura AP21-R-2013-001123, que consistía en una apelación formulada por la parte
actora integrada por un litisconsorcio activo, contra sentencia dictada por el Juzgado Segundo
de Juicio del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas, mediante la cual se declara la nulidad
de algunas providencias administrativas [(N° 002-12, 003-12, 004-12, 005-12, 007-12, 008-12,
010-12 dictadas por la Inspectoría del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas)] que
ordenaron el reenganche de los trabajadores accionantes, este asunto, en primer lugar por
disposición del artículo 148 del Código de Procedimiento Civil, por tratarse una relación jurídica
litigiosa común, debía ser resulta de modo uniforme para todos los litisconsortes
(trabajadores), por lo tanto, los efectos de todos los actos realizados por los comparecientes,
en este caso los apelantes aprovechan a los litisconsortes contumaces en algún termino o que
haya dejado transcurrir algún plazo para la realización de algún acto procesal (…).”.

Que en segundo lugar, en cuanto a la oportunidad para la adhesión en los


procesos contenciosos administrativos laborales, “(…) se observa que tal previsión
no está señalada en la ley especial, ni ha sido tratado jurisprudencialmente (…) por lo tanto en
criterio del Tribunal a mi cargo, resulta oportuno hacerlo el día antes de dictar sentencia, en
aplicación del principio pro actiones. Tampoco resulta cierto que no hubo un pronunciamiento
sobre las adhesiones, pues en el auto de fecha 15/11/2013, el Tribunal a mi cargo aduce como
uno de los motivos para prorrogar el lapso para decidir la causa, las adhesiones formuladas en
fecha 14/11/2013. Asimismo se hizo un pronunciamiento expreso en la propia sentencia
dictada en fecha 15/01/2014.”.

Que en tercer lugar, el Inspector General de Tribunales para sustentar el


supuesto descuido injustificado en la tramitación de los procesos o de
cualquiera diligencia propia de estos, señala “(…) una conclusión propia del acto de
juzgamiento, al considerar que la apelación debía declarase sin lugar ya que supuestamente la
única fundamentación valida había sido rechazada por el Tribunal a mi cargo conclusión que

en modo alguno estaría ajustada a derecho (…).“.

Que en cuarto lugar señala que “(…) la justicia de la decisión se manifiesta claramente
cuando la empresa CALOX INTERNACIONAL C.A, decide una vez dictada la sentencia
sobre el Tribunal a mi cargo voluntariamente con el fallo, la cual implica la aceptación de
sus fundamentos y validez, lo cual además confirma que no hubo ni descuido ni mucho menos
un menoscabo de derechos o garantías fundamentales en el marco de la tutela judicial

efectiva.”. (Negrilla y subrayado del original)


PRUEBA DEL JUEZ
Solicitó se desestime la acusación formulada por el Inspector General de
Tribunales y sea declarada por este Tribunal.

De lo antes resaltado, se hace menester por parte de este Tribunal puntualizar


sobre las normas adjetivas atinentes al caso de ilícito planteado por lo cual se
señala:

Con relación al lapso para decidir sobre la tempestividad de las adhesión a


la apelación presentada en contravención con lo dispuesto en el artículo 301
del Código Procesal Civil, se hace necesario señalar la norma in comento,
sobre la forma como debe proponerse la adhesión a la apelación, la cual
señala:

CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL G. O. (4209E) 18/9/1990


[…Omissis…]
“Artículo 301.- La adhesión a la apelación deberá formularse ante el Tribunal de alzada,
desde el día en que éste reciba el expediente, hasta el acto de informes.”
En función al tema de análisis, este Tribunal trae a colación lo señalado en el
artículo 303, eiusdem:
CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL G. O. (4209E) 18/9/1990
[…Omissis…]
Artículo 303.- En virtud de la adhesión, el Juez de alzada conocerá de todas las
cuestiones que son objeto de la apelación y de la adhesión.

De las disposiciones transcrita, la Sala de Casación Social, en sentencia 1423,


de fecha los días veintinueve (29) del mes de septiembre de 2009, señaló con
respecto a la adhesión como recurso accesorio a la apelación, que se
encuentra regulado en el Capítulo II del CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL
G. O. (4209E) 18/9/1990, observa lo siguiente:

[…Omissis…]
“Sostiene que la recurrida no consideró ni valoró que la
adhesión a la apelación se realizó en tiempo oportuno; y, que debió
conocer de todas las cuestiones objeto de la apelación y de la
adhesión, señalando que así como el recurso de apelación puede
interponerse en forma pura y simple, ha debido también conocer de la
adhesión a la apelación aun siendo genérica y no por ello dejar de oír y
valorar las razones expresadas en la audiencia oral de apelación.
En este sentido señala que la conducta asumida por el Juez de
alzada, al no conocer de todas las cuestiones objeto de la apelación
y de la adhesión, viola el artículo 300 del Código de Procedimiento
Civil, según el cual la adhesión puede tener por objeto la misma
cuestión objeto de la apelación o una diferente, pues, en su decir, si
los argumentos de la apelación son oídos en la audiencia oral de
apelación, es en ese acto que el adherente puede argumentar su
recurso, bien sea sobre los mismos puntos objeto de apelación o unos
diferentes, o aun opuestos de aquellos.
De igual forma agrega el formalizante que la recurrida al apoyar
su decisión en el criterio establecido por esta Sala en sentencia N° 1365
de fecha 19 de junio de 2007, violó el artículo 11 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, que dispone que los actos procesales deben
realizarse en la forma prevista en la ley y, a falta de regulación expresa
deben aplicarse por analogía las normas adjetivas contenidas en otras
leyes porque, en su criterio, el artículo 302 del Código de Procedimiento
Civil, que regula la forma para proponer la adhesión a la apelación, sólo
podría aplicarse en su primer aparte en el sentido de que…la adhesión
se propondrá en la forma prevista en el artículo 187 del mismo Código
(por escrito)… y ante el Juez de Juicio luego de su sentencia dentro de
los cinco días (respetando el principio de uniformidad del proceso), pero
no podría aplicarse su segunda parte que dice: … y deberán expresarse
en ella, las cuestiones que tenga por objeto la adhesión, sin lo cual se
tendrá por no interpuesta.”

La Sala para decidir observa:


De acuerdo con lo señalado por la doctrina, la adhesión es un
recurso secundario o accesorio de la apelación principal, que
permite a la parte que no apeló de la sentencia que le produce
gravamen someter a consideración de la Alzada, en forma
secundaria y accesoria a la apelación de la otra parte, los puntos o
cuestiones en que la sentencia apelada le ha sido desfavorable y
provocar así un efecto devolutivo total que permita al Juez de
segundo grado, considerar en su integridad la controversia
decidida por el Juez de Primera Instancia.
La adhesión como recurso accesorio a la apelación, se encuentra
regulado en el Capítulo II, Título VII, Libro Primero del Código de
Procedimiento Civil, en los artículos 299 al 304, cuyo procedimiento
resulta aplicable, al caso de autos, por expresa remisión del artículo 11
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, según el cual, si bien los actos
procesales deben realizarse en la forma prevista en la ley, a falta de
regulación expresa, el Juez del Trabajo puede aplicar por analogía las
disposiciones procesales establecidas en el ordenamiento jurídico,
cuidando que la norma cuya aplicación ha escogido por analogía, no
contraríe los principios de uniformidad, brevedad, oralidad, inmediatez y
concentración, entre otros, establecidos en la Ley Adjetiva Laboral.
De acuerdo con las normas señaladas, la adhesión puede tener como
objeto la misma cuestión objeto de la apelación, o una diferente o aun
opuesta de aquella –artículo 300-, y debe proponerse ante el Tribunal de
alzada, desde el día en que éste reciba el expediente, hasta el acto de
informes –artículo 301- mediante escrito o diligencia, expresando las
cuestiones que tenga por objeto la adhesión, sin lo cual se tendrá por no
interpuesta –artículo 302-. En virtud de la adhesión, el Juez de alzada
conocerá de todas las cuestiones que son objeto de la apelación y la
adhesión.” (Resaltado de este Tribunal)

En relación a lo plateado, es conteste este Tribunal, de lo referido por la


jurisprudencia de la Sala de Casación Social, siendo claro para valorar el caso
de marras, relativo a la adhesión a la apelación, así como las razones
expresadas por el Juez denunciado en su decisión, de lo cual se infiere que
desde el día en que éste recibe el expediente, hasta el acto de informes de
acuerdo a lo señalado en el artículo 301, puede interponerse en forma pura y
simple todas las cuestiones objeto de la apelación y de la adhesión,
cumpliendo al Juez que le toque decidir lo establecido en el artículo 302 y 303
del Código de Procedimiento Civil, que regula la forma para proponer la
adhesión a la apelación, y este deberá respetar el principio de uniformidad del
proceso, y aplicar según lo regulado en el Capítulo II, Título VII, Libro Primero
del Código de Procedimiento Civil, en los artículos 299 al 304, cuyo
procedimiento resulta aplicable, al caso de autos, por expresa remisión del
artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, según el cual, si bien los
actos procesales deben realizarse en la forma prevista en la ley, a falta de
regulación expresa, el Juez del Trabajo puede aplicar por analogía las
disposiciones procesales establecidas en el ordenamiento jurídico, cuidando
que la norma cuya aplicación ha escogido por analogía.

Colorario de lo anteriormente plateado, se hace necesario para este Tribunal,


analizar para el caso en debate, lo establecido en los artículos 92 y 93 de la
Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, que señalan:
[…Omissis…]
“Artículo 92. Fundamentación de la apelación y contestación. Dentro de los diez
días de despacho siguientes a la recepción del expediente, la parte apelante deberá
presentar un escrito que contenga los fundamentos de hecho y de derecho de la
apelación, vencido este lapso, se abrirá un lapso de cinco días de despacho para que
la otra parte de contestación a la apelación. La apelación se considerará desistida por
falta de fundamentación.
Artículo 93. Lapso para decidir. Vencido el lapso para la contestación de la apelación
el tribunal decidirá dentro de los treinta días de despacho siguientes, prorrogables

justificadamente por un lapso igual.” (Resaltado de este Tribunal)

Dichas disposiciones de manera análoga, precisa lo anteriormente planteado,


destacándose que, sobre el lapso para decidir la fundamentación de la
apelación y contestación, deberá considerarse: 10 días de despacho siguientes
a la recepción del expediente, donde la parte apelante deberá presentar un
escrito que contenga los fundamentos de hecho y de derecho de la apelación,
vencido este lapso, se abrirá un lapso de 5 días de despacho para que la otra
parte de contestación a la apelación. La apelación se considerará desistida por
falta de fundamentación, por lo cual vencido el lapso para la contestación de la
apelación el tribunal decidirá dentro de los 30 días de despacho siguientes,
prorrogables justificadamente por un lapso igual.

Bajo la anterior premisa, y del análisis de las actas que conforman el presente
expediente, se observa que riela al folio 386 de la pieza 5, auto de fecha nueve
(9) de agosto de 2013, donde consta que el Juez sometido a proceso
disciplinario, dio por recibido el expediente bajo la nomenclatura AP21-R-2013-
001123, contentiva de una apelación formulada por la parte actora integrada
por un litisconsorcio activo, contra sentencia dictada por el Juzgado Segundo
de Juicio del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas, mediante la cual se
declara la nulidad de algunas providencias administrativas [(N° 002-12, 003-12,
004-12, 005-12, 007-12, 008-12, 010-12 dictadas por la Inspectoría del Trabajo
del Área Metropolitana de Caracas)] que ordenaron el reenganche de los
trabajadores accionantes, por otro lado observa este Tribunal, que riela a los
folios 387 al 403 de la pieza 5, escrito de fundamentación de la apelación
presentado por el abogado Charles Ramírez en fecha veintisiete (27) de
septiembre de 2013, denotándose que fue presentado dentro de la oportunidad
legal establecida en el artículo 92 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, y que además contempla los vicios en la
notificación del procurador General de la República, así como la prejudicialidad
penal existente. Igualmente observa este Tribunal que riela a los folios 415 al
424 de la pieza 5, comprobantes de recepción de los escritos de adhesión a la
apelación presentado en fecha catorce (14) de noviembre de 2013, por el
ciudadano Gustavo Villanueva, actuando como apoderado judicial de la
ciudadana Neyda Karin Gómez Pacheco y Haydee Díaz, asistida por la
abogada Anastacia Rodríguez, no siendo presentada dentro de la oportunidad
legal respectiva.

En relación a lo esgrimido por ambas partes y lo observado por este Tribunal,


de las certificaciones que rielan a los folios 470 al 47, de la pieza 5, relativa a
los días de despacho transcurridos en el Juzgado Sexto (6°) Superior del
Trabajo del Circuito Judicial Laboral del Área Metropolitana de Caracas,
emanada de la Coordinación de Secretarios del Circuito Judicial del Trabajo de
la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, observa lo
siguiente en cumplimiento a lo establecido en los artículos 92 y 93 de la Ley
Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, el momento de la
recepción del expediente AP21-R-2013-001123, es de fecha nueve (9) de
agosto del 2013, desde ese momento empieza correr el lapso de diez (10) días
de despacho, contados a partir de la presente fecha exclusive, para que la
parte apelante presente el escrito que contenga los fundamentos de hecho y de
derecho de la apelación, es decir hasta el veintisiete (27) de septiembre de
2013, fecha preclusiva que sólo una parte presento escrito, que riela a los folios
387 al 403 de la pieza 5, dicho escrito fue presentado por el abogado Charles
Ramírez en fecha veintisiete (27) de septiembre de 2013, en el último día
según lo dispuesto en el artículo 92, para fundamental la apelación interpuesta,
vencido este lapso, se abrió un lapso de 5 días de despacho para que la otra
parte de contestación a la apelación, sino la apelación se considerará desistida
por falta de fundamentación.

En función a lo reseñado, observa este Tribunal que fecha catorce (14) de


noviembre de 2013 se verifica en autos, comprobantes de recepción de los
escritos de adhesión a la apelación presentados por los ciudadanos Gustavo
Villanueva, actuando como apoderado judicial de la ciudadana Neyda Karin
Gómez Pacheco y Haydee Díaz, asistida por la abogada Anastacia Rodríguez,
que riela a los folios 415 al 424 de la pieza 5, estando en curso el lapso para
decidir de 30 días de despacho siguientes, prorrogables justificadamente por
un lapso igual, observándose por parte de este Tribunal que ya habían
transcurrido veintinueve (29) días del lapso para dictar sentencia, por lo que
resulta concluyente para quienes aquí deciden, que las adhesiones a la
apelación fueron presentadas extemporáneamente, en aplicación analógica de
lo dispuesto en el artículo 301 del Código de Procedimiento Civil, ya analizado
previamente. Así se declara.

Con relación a que el Juez denunciado a decir de la Inspectoría General de


tribunales, decidió el recurso con fundamento en un motivo de apelación
presentado extemporáneamente en detrimento del principio de igualdad de las
partes y en perjuicio de la parte contraria, al no pronunciarse sobre la
tempestividad de las adhesión a la apelación presentada en el lapso para
decidir en contravención con lo dispuesto en el artículo 301 del Código
Procesal Civil, vulnerando el debido proceso y la preclusión de los lapsos
procesales, observa este tribunal, que por ser un Litisconsorcio, es menester
revisar lo reflejado por la regla general en materia de litisconsorcios contenida
en el artículo 147 y 148 del Código de Procedimiento Civil, y jurisprudencia
patria la cual señala:

CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL G. O. (4209E) 18/9/1990


[…Omissis…]
“Artículo 147.- Los litisconsortes se considerarán en sus relaciones con la parte
contraria, y mientras no resulte otra cosa de disposiciones de la ley, como litigantes
distintos, de manera que los actos de cada litisconsorte no aprovechan ni perjudican a
los demás.

Artículo 148.- Cuando la relación jurídica litigiosa haya de ser resuelta de modo
uniforme para todos los litisconsortes, o cuando el litisconsorcio sea necesario por
cualquier otra causa, se extenderán los efectos de los actos realizados por los
comparecientes a los litisconsortes contumaces en algún término o que hayan

dejado transcurrir algún plazo.” (Resaltado de este Tribunal)

Respecto a la figura del litisconsorcio pasivo, la Sala de Casación Social en


sentencia N° 341 de fecha cuatro (4) de mayo de 2012 (caso: Ramón Domingo
Valera Guerra y otra contra Inversiones Transporte de Fluidos, C.A. y otras),
asentó:
[…Omissis…]
“No debe pasar por alto esta Sala que la codemandada Servicios y Transporte JM C.A.
no compareció a la audiencia de juicio, por lo que, en principio, debería aplicarse la
consecuencia prevista en el artículo 151 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, esto
es, tenerse por confesa en relación con los hechos planteados por la parte actora. Sin
embargo, por tratarse aquí de un litisconsorcio pasivo fundado en la solidaridad,
lo que implica que la relación jurídica litigiosa deba ser resuelta de manera
uniforme para todos los litisconsortes, los efectos de los actos realizados por los
comparecientes se extenderán a aquella, es decir, que Servicios y Transporte JM
C.A. no puede tenerse por confesa. En este sentido, se ha pronunciado esta Sala,
entre otras, en sentencia N° 67 del 12 de febrero de 2008, en la cual dejó sentado lo
siguiente:

Así pues, y por cuanto la responsabilidad solidaria prevista en los artículos 54, 55 y 56
de la Ley Orgánica del Trabajo, supone un litisconsorcio pasivo necesario, los
beneficios procesales de una codemandada aprovechan a la otra. En tal sentido,
siendo que Perforaciones Delta C.A., y Pdvsa Petróleo y Gas, C.A., constituyen un
litisconsorcio pasivo, por efecto de la responsabilidad solidaria, en los términos
previstos en la Ley, los privilegios y prerrogativas de la República, otorgados a esta
última, también benefician y aprovechan a Perforaciones Delta, C.A., a pesar de que no
es una empresa del Estado; por ello, pese a su incomparecencia a la audiencia de
apelación, el recurso no puede tenerse como desistido, en virtud de que la decisión
apelada podría afectar directamente los intereses de la República. (…).” (Resaltado
de la cita))

En sujeción a la normativa in comento y al criterio jurisprudencial expuesto,


este Tribunal analizando el caso de marras, observa que los efectos de todos
los actos realizados por los comparecientes, en este caso los apelantes
aprovechan a los litisconsortes contumaces en algún termino o que haya
dejado transcurrir algún plazo para la realización de algún acto procesal, todo
ello, por efecto de la responsabilidad solidaria que surge un litisconsorcio
pasivo necesario de conformidad con el artículo 148 del Código de
Procedimiento Civil.

En cuanto a la oportunidad para la adhesión en los procesos contenciosos


administrativos laborales, es menester señalar que lo esgrimido por el Juez
denunciado que tal previsión no está señalada en la ley especial, ni ha sido
tratado jurisprudencialmente, por lo cual es menester señal de la norma
adjetiva especial, establecida en el artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, dispone “que los actos procesales deben realizarse en la forma prevista en la ley y,
a falta de regulación expresa deben aplicarse por analogía las normas adjetivas contenidas en

otras leyes”, por lo cual el artículo 301. 302 y 303 del Código de Procedimiento
Civil, regulan la forma para proponer la adhesión a la apelación, y lo
establecido en los artículos 92 y 93 Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa in comento.

Con relación al momento de ser decida la apelación, señaló la Inspectoría


General de Tribunales, que con su actuar el Juez denunciado, condujo a la
violación de la tutela judicial efectiva, al debido proceso y a la preclusión de los
lapsos procesales, pues en su decir las adhesiones eran extemporáneas y que
ello constituyó descuido injustificado en menoscabo de la tutela judicial
efectiva, al respecto observa este Tribunal, que el lapso para decidir fue
prorrogado por el Juez denunciado, en auto de fecha quince (15) de noviembre
del 2013, que riela al folio 425 de la pieza 5, dando como motivo de la prorroga
los escritos de adhesión a la apelación presentados por los ciudadanos
Gustavo Villanueva y Anastacia Rodríguez, que riela a los folios 415 al 424
respectivamente de la pieza 5, presentados de forma extemporánea, y que los
efectos de todos los actos realizados por los comparecientes, en este caso los
apelantes aprovecharon a los litisconsortes contumaces, siendo ello
garantizado en la decisión del Juez en el caso planteado, no evidenciándose la
vulneración de algunas de las partes de la tutela judicial efectiva, ni el debido
proceso.
Con relación a que con su actuar el Juez denunciado a decir de la Inspectoría
General de Tribunales, perjudicó a la parte contraria, al declarar con lugar la
apelación con fundamento en alegaciones que debió desestimar, subvirtiendo
el debido proceso y dejando en entredicho su idoneidad y excelencia para el
desempeño del cargo de Juez Superior, observa este tribunal que el Juez en
sus alegatos señaló que una vez dictada la sentencia sobre el Tribunal a su
cargo voluntariamente con el fallo, la empresa CALOX INTERNACIONAL C.A,
estuvo conforme y tuvo aceptación de sus fundamentos y validez, por lo cual
este Tribunal confirma que no hubo ni descuido ni mucho menos un
menoscabo de derechos o garantías fundamentales en el marco de la tutela
judicial efectiva, en función a lo planeado, no se observa en los autos del
presente expediente, en lo relativo al hecho debatido en este punto, que la
empresa CALOX INTERNACIONAL C.A, se le menoscabara su derechos y
garantías en el marco de la tutela judicial efectiva, por lo cual, pudo observa
este Tribunal que riela al folio 425 de la pieza 5, que el Juez denunciado,
estando en la oportunidad legal prevista para dictar sentencia en el presente
asunto, se amparo en lo establecido en el artículo 93 de la Ley Orgánica de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa, y decidió prorrogar la oportunidad para
decidir, por un lapso de 30 días. A su vez observa este Tribunal, que al
momento de proferir la decisión, en fecha quince (15) de enero del 2015, el
Juez denunciado no perjudico a la parte contraria al momento de decidir, al
contrario, en la consideraciones para decir que riela a los folios 440 al 449,
valoro tanto la fundamentación presentada por el abogado Charles Ramírez,
ajustada a derecho y los puntos establecidos por las partes apelantes en su
escrito de fundamentación de la apelación y de la adhesión de la misma.

Por otro lado, con relación a la falta de pronunciamiento sobre la tempestividad


de las adhesiones presentadas y el trámite de las mismas, que decir de la
Inspectoría General de Tribunales, condujeron a la violación de la tutela judicial
efectiva, al debido proceso y a la preclusión de los lapsos procesales, pues en
su decir las adhesiones eran extemporáneas y que con ello constituyó en
descuido injustificado en menoscabo de la tutela, a lo cual este Tribunal, reitera
lo antes señalado sobre la tempestividad de las adhesiones presentadas, y
reitera que en caso en marras, que no se produjo un menoscabo a los
derechos fundamentales en el marco de la tutela judicial efectiva, por lo cual,
quien deciden considera enervar, que dicha delación por parte del Juez en
cuanto al no pronunciamiento sobre la tempestividad de las adhesiones
presentadas, evidencia un descuido de su parte, que este Tribunal, en función
a la falta, considera oportuno ponderar, por lo que se evidencia de los autos
que el Juez denunciado tiene más de 10 años de servicio dentro de la
jurisdicción laboral, cuya trayectoria en el Poder Judicial riela a los folios 190 y
191de la pieza 18 del presente expediente, y no se denota que el Juez
sometido a proceso se le haya impuesto sanción alguna, ante lo cual, es
menester para este Tribunal, ponderar tal conducta.

Visto cómo ha sido el caso examinado y de acuerdo con lo expresado y lo


alegado por ambas partes, así como con base en las pruebas aportadas a los
autos y a los puntos sometidos a apelación, concluye este Tribunal, revisada la
cronología de las actuaciones narradas, que el Jueza denunciado no incurrió
en la conducta típica que le fue atribuida por la Inspectoría General de
Tribunales, del descuido injustificado en menoscabo de la tutela judicial
efectiva, en tal sentido, estima este Tribunal que resulta indefectible la
subsunción del hecho cometido dentro del tipo sancionatorio que corresponda,
en acatamiento del principio de legalidad, pero sin menoscabar la posibilidad
de adminicular lo anterior con el principio de proporcionalidad.

En este aspecto, este Tribunal Disciplinario Judicial considera que la conducta


descrita puede ser subsumida en el ilícito disciplinario establecido en el
numeral 6 del artículo 31 del Código de Ética del Juez Venezolano y Jueza
Venezolana, actualmente previsto en el numeral 6 del artículo 27 del Código de
Ética del Juez Venezolano y Jueza Venezolana 2015, que señala:

Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana de 2010:

“Artículo 31. Son causales de amonestación:


[…Omissis…]

6. Incurrir en retrasos o descuidos injustificados en la tramitación de los


procesos o de cualquier diligencia propia de éstos”.

Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana de 2015:


“Artículo 27. Son causales de amonestación:
[…Omissis…]

6. Incurrir en retrasos o descuidos injustificados en la tramitación de los


procesos o de cualquier diligencia propia de éstos”.

El contenido normativo nos permite advertir la existencia de cuatro


modalidades de conducta, a saber: 1) incurrir en retrasos injustificados en la
tramitación de los procesos; 2) incurrir en retrasos injustificados en cualquier
diligencia; 3) incurrir en descuidos injustificados en la tramitación de los
procesos; y 4) incurrir en descuidos injustificados en la tramitación de cualquier
diligencia.

Se aprecia entonces que en los cuatro supuestos, todos disímiles, la condición


para que el juzgador pueda imponer la sanción supone, establecer si se trata
de una actuación u omisión injustificada, es decir, sin que medie justa causa
que la determine y, además, verificar si la conducta bajo análisis constituyó un
retraso o descuido y su ponderación a partir del resultado jurídicamente
reprochable que su concreción produjo.

Quienes suscriben consideran, que el descuido injustificado revela una omisión


o negligencia del operador de justicia en el cumplimiento de una obligación que
le es propia en el trámite del proceso, sin que medie justa causa que excuse tal
omisión y supone ausencia de actividad intelectiva y volitiva del juzgador. En
este contexto, la locución descuido ha sido interpretada jurisprudencial y
pacíficamente como un abandono total de la obligación establecida en la
norma, lo que supone falta de actividad volitiva e intelectiva del operador, o su
cumplimiento defectuoso, lo que comporta actividad intelectiva y volitiva
inadecuada.

Del artículo antes transcrito se desprende que será sancionado con


amonestación, la persona que desplegare una conducta que produzca una
dilatoria u omisiva, en la tramitación general del proceso dentro de una causa,
o en la gestación de una actuación en una causa en concreto.
La doctrina venezolana ha descrito este supuesto aduciendo que “Esta causal
operaría por demoras, dilaciones, aplazamientos y prórrogas indebidas o
incumplimientos de actos, diligencias o trámites intra procesales, o el
generarlos de manera incompleta en su extensión o contenido, o sin la
diligencia y atención requerida por el ordenamiento legal.” (Carrillo Artiles,
Carlos Luis: Derecho Disciplinario Judicial, 2012, Editorial Jurídica Venezolana,
p.50).

No obstante, este Tribunal, a los fines de adecuar el hecho antijurídico y la


sanción que se deba imponerse al Juez denunciado, considera oportuno traer a
colación la sentencia N° 280 de fecha veintitrés (23) de febrero de 2007 dictada
por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia mediante el cual
estableció el principio de proporcionalidad, bajo las siguientes consideraciones:
[…Omissis…]

“Si un juez comete un error calificado de grave e inexcusable por una Sala, y se
trata de una materia con criterios jurisprudenciales disímiles, tal situación debe
ser ponderada por el órgano de jurisdicción disciplinaria, por lo que podría
absolverlo.
Igualmente, si el juez ha tenido una conducta intachable en cuanto a la
aplicación de la Ley, y no tiene denuncias o sanciones por esa causa, el órgano
disciplinario igualmente puede absolverlo, porque a pesar de la gravedad de la
falta, podría ser un error único en una vida profesional correcta, por lo que le
sería perdonable.
El órgano disciplinario siempre tendría que sopesar las razones del error.”

Así mismo podemos verificar el criterio reiterado por la Corte Disciplinaria


Judicial establecido en la sentencia N° 17 dictada 7 de agosto de 2012,
mediante el cual estableció el principio de proporcionalidad, bajo las siguientes
consideraciones:
[…Omissis…]
“Ahora bien, conviene destacar que el artículo 3 del Código de Ética,
establece un catálogo de principios que deben regir en el procedimiento
disciplinario y los cuales, a su vez, deben ser garantizados por los órganos
disciplinarios competentes, entre estos los principios de proporcionalidad,
adecuación e idoneidad. Asimismo, el artículo 37 del mismo instrumento
normativo, reitera la obligación de los órganos disciplinarios de garantizar
estos principios.

Entre los anteriores principios resalta el principio de la


proporcionalidad, sobre cuyo concepto esta Corte asume el criterio
sostenido por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
(Sentencia N° 1266 de fecha 06 de agosto de 2008, ponencia de la
Magistrada Carmen Zuleta de Merchán, caso: Nidia Gutiérrez de Atencio)
cuando refirió que el mismo implica
“la adecuación de la sanción impuesta a la infracción
cometida; esto es, a los hechos antijurídicos… la
proporcionalidad es el parámetro exigido para aquilatar el
alcance de la discrecionalidad del órgano… en la gradación de
la sanción, por cuanto en su imposición, entendida como un
todo, es que debe exteriorizarse o motivarse la relación que
existe entre el hecho antijurídico y el quantum de la
sanción”. (Negritas de esta Corte)

De allí que esta alzada afine que en cumplimiento de los principios de


adecuación y proporcionalidad, será necesario que el juez disciplinario
observe una ajustada y razonable proporción entre la sanción impuesta y el
hecho antijurídico, bien sea para salvaguardar que los hechos
comprobados sean adecuados -de forma objetiva- a los supuestos de
hecho previamente tipificados por la ley, o bien para que cuando el juez
disciplinario tenga la libre elección de escoger entre una sanción u otra, o
entre un límite mínimo y un límite máximo de las sanciones, dicha elección
sea fundada en un justo arbitrio y con una motivación, así sea sucinta, de la
relación existente entre el hecho antijurídico y el quantum de la decisión”.
(Resaltado propio de la sentencia citada).

Visto los criterios de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y


de la Corte Disciplinaria Judicial, y en observancia a la conducta desplegada
por el Juez denunciado, quien ha demostrado un desempeño excelente en el
cumplimiento de sus funciones y una conducta proba e intachable por más de
10 años, este Tribunal considera que la sanción debe atenuarse
proporcionalmente a la conducta demostrada por el Juez, desprendiéndose de
este modo de la sanción de destitución solicitada por la Inspectoría General de
Tribunales y en su lugar aplicar la sanción de amonestación contemplada en el
numeral 6 del artículo 31 del Código de Ética del Juez Venezolano y Jueza
Venezolana 2010 vigente ante la ocurrencia del hecho, subsumible en el
numeral 6 del artículo 27 del Código de Ética del Juez Venezolano y Jueza
Venezolana 2015, por ser la primera vez que el Juez denunciado incurre en
alguna conducta disciplinable en el desempeñando de sus funciones como
Juez del Juzgado Segundo de Juicio del Trabajo del Área Metropolitana de
Caracas y que no se ha visto incurso en algún proceso disciplinario judicial
diferente al presente.

A tal efecto, quienes suscriben la presente decisión consideran procedente


adecuar la sanción al ilícito contenido en el numeral 6 del artículo 31 del Código
de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana de 2010 y actualmente
subsumible en el numeral 6 del artículo 27 del Código de Ética del Juez
Venezolano y Jueza Venezolana de 2015, referido al ilícito de descuidos
injustificados en la tramitación de la causa, sancionable con AMONESTACIÓN.
Así se decide.

En función a lo anterior, este Tribunal DECLARA la RESPONSABILIDAD


DISCIPLINARIA del ciudadano MARCIAL ENRIQUE MUNDARAY SILVA,
titular de la cédula de identidad N° V- 12.267.598, en la condición como Juez
Sexto (6°) Superior del Circuito Judicial Laboral del Área Metropolitana de
Caracas, por haber incurrido descuido injustificado en menoscabo de la tutela
judicial efectiva en la tramitación de los recursos de apelación interpuestos por
los apoderados judiciales de los terceros interesados (trabajadores), contra la
sentencia dictada el 17 de mayo de 2013, por el Juzgado Segundo (2°) de
Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, las cuales fueron recibidas en fecha 9/8/13, y acumuladas en el
expediente judicial número AP21-R-2013-001123, en el Tribunal Sexto (6°)
Superior Laboral del Circuito Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de
Caracas, decidiendo el recurso con fundamento en un motivo de apelación
presentado extemporáneamente en detrimento del principio de igualdad de las
partes y en perjuicio de la parte contraria, al no pronunciarse sobre la
tempestividad de las adhesión a la apelación presentada en el lapso para
decidir en contravención con lo dispuesto en el artículo 301 del Código
Procesal Civil, hecho que no encuadra en la previsión establecida en el
numeral 23 del artículo 33 del Código de Ética del Juez Venezolano y Jueza
Venezolana de 2010, por lo cual este tribunal se separa de la calificación
solicitada por la Inspectoría General de Tribunales, y se le impone la sanción
de Amonestación, de conformidad con el numeral 6 del artículo 31 del Código
de Ética del Juez y la Jueza Venezolana 2010 vigente ante la ocurrencia de los
hechos, ahora subsumible en el numeral 6 del artículo 27 del Código de Ética
del Juez Venezolano y de la Jueza Venezolana 2015. Así se declara.

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