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El Espíritu Santo está en ti, no lo desperdicies.

Carta a los Efesios, capítulo 5, versículo 18. Y allí hay un solo versículo que quiero
compartir con ustedes. El Apóstol Pablo le dice a su congregación en Éfeso: “No os
embriaguéis con vino – ahora como es con vino puede usar ron, whisky, eso no es lo que
quiso decir. Con alcohol, punto, porque yo sé que los que no corren vuelan aquí a veces.
Hay que ser bien claro. – en lo cual hay disolución… – Disolución quiere decir desorden,
conflictos, peleas, etc. – … sino antes bien sed llenos del Espíritu Santo.”

En vez de desperdiciar nuestra vida con cosas que no conducen a nada bueno, en vez de
llenarnos con cosas que no son nutritivas para el espíritu, para la vida, vamos a usar y
emplear nuestras energías para llenarnos de algo que verdaderamente es esencial para
nuestra prosperidad en el espíritu.

Esto es arroz con habichuelas, esto es lo básico, las tortillas y los frijoles de la vida
cristiana, es la cosa básica. No vengo con grandes banquetes ni con comidas muy finas sino
vengo con la esencia de la vida cristiana. Y cuando digo eso recuerdo las palabras del
Apóstol Pablo en Primera o Segunda de Corintios.

Él dice, “hermanos míos, cuando fui a vosotros no fui con excelencia de palabras o de
sabiduría de hombres sino que me propuse a mí mismo no presentarles nada sino a Cristo y
a este crucificado, porque no quiero que vuestra fe esté fundamentada en la sabiduría de los
hombres sino en el poder de Dios.”

Pablo no quería darle a los corintios cosas superfluas y exóticas y oscuras del Evangelio,
sino que dijo, yo les voy a dar lo básico, les voy a llamar a poner su atención en una sola
cosa, en el poder de Dios. y para que ustedes no se distraigan con otras consideraciones lo
voy a hacer bien sencillo y les voy a dar lo esencial de la vida cristiana.

Y Pablo siempre habló del poder del Espíritu Santo. En otro pasaje él dijo, “porque el
Evangelio no consiste en palabras sino en poder.” Pablo era un hombre, un teólogo que
habló en muchas diferentes ocasiones acerca del poder del Espíritu Santo y es algo que a
veces se nos escapa a nosotros porque Pablo habló de muchas diferentes componentes de la
vida cristiana pero una y otra vez como que él regresaba a recordarle a la gente de cuál era
la tecnología fundamental de la vida cristiana y que esa gasolina esencial de la vida
cristiana era la conexión con el poder de Dios, los dones del Espíritu Santo.

Y por eso en casi todas sus cartas hay una mención en alguna forma, algún llamado a la
vida llena del espíritu. Por ejemplo, aquí en Efesios tenemos eso, “sed llenos del Espíritu
Santo,” en otra porción él dijo, “porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.”

Y una y otra vez era un llamado a la plenitud, a la llenura del Espíritu Santo. Y a mí
siempre me ha gustado, no es que me ha gustado sino que lo he visto como un requisito de
mi pastorado periódicamente volver a los fundamentos de la vida cristiano y volver a
recordarle a mi congregación de qué se trata, de qué es el poder, la llenura del Espíritu
Santo, vivir la vida en el espíritu, tener una mentalidad sobrenatural, aprender a beber de las
aguas de la vitalidad y del poder de Dios. porque eso es lo que hace la diferencia en la vida
cristiana.

Y por eso Pablo cuando fue a donde los Corintios él les habló, él no fue allí como uno de
esos declamadores profesionales que había en el tiempo grecorromano donde iban a dar
discursos y a veces también evangelistas deambulantes que iban a hablar con toda su
sabiduría de las artes declamatorias del mundo grecorromano. Él fue como un hombre
sencillo a hablar de las cosas básicas y a volver a llevarlos a los fundamentos de la vida
cristiana.

Yo he sentido en el Señor que es tiempo de que nosotros volvamos a meditar sobre la vida
sobrenatural, la vida del Espíritu Santo. Y por eso también es que yo he a través de los años
querido tener estas jornadas del espíritu para que los que no tienen oportunidad de meditar
sostenidamente sobre lo que es el bautismo del Espíritu Santo específicamente, una
doctrina que está en todas las páginas de la Biblia en una manera u otra, que puedan tener
esa oportunidad.

Muchas veces cuando yo he hecho ese llamado tenemos que suplicarle a la gente para que
venga, tenemos que hacer ese anuncio, 4, 5, 6 veces. La últimas semanas en las reuniones
de la semana solo somos 4 0 5 personas. Y a mí me da vergüenza francamente decir eso en
esta congregación porque cuando se ofrece la oportunidad de tener ese tiempo, muchos de
ustedes necesitan beber de esa leche, mis hermanos.

Muchas veces los que más necesitan de estas cosas son los que menos reaccionan a esas
invitaciones. Yo diría que cada vez que nosotros hacemos una invitación a las reuniones
semanales ya sea Adoracion a a Casa o miercoles de enseñanza y Viernes a la oracion el
problema debería ser que la gente llegara y se llenara la iglesia, no lo opuesto. Y les digo
así porque les amo en el Señor. Todavía me quieren? Porque de nuevo, hermanos, tenemos
que… o somos o no somos.

Yo anhelo una iglesia pareja, siempre les he dicho eso. No una iglesia donde a veces
tenemos grupos fríos y grupos calientes por acá, gente dominguera, gente… Mire, si usted
lo que puede hacer es venir solamente el domingo, gloria a Dios, pero ese no es el destino
de la fe cristiana. El destino de la fe cristiana es que nosotros estemos siempre ardientes en
el espíritu como dice el Apóstol Pablo en otro pasaje, ardientes en la fe. Ardiente quiere
decir con fiebre, es la palabra que se usa en el griego original, con la fiebre del espíritu.

Pero es muy fácil caer en el convencionalismo y en la normalidad de la vida cristiana a


menos que uno no esté continuamente buscando del espíritu. Y yo quiero nos metamos en
una búsqueda colectiva acerca del bautismo del Espíritu Santo. Cuando una persona tiene
un encuentro frontal con el Espíritu Santo nunca vuelve a ser la misma. Un encuentro con
el Espíritu Santo vale por 10 años de dar vueltas en el desierto, de servicio tras servicio tras
servicio, siempre apretando el acelerador y nunca arrancando.
Yo soy un ardiente partidario de la relación íntima con el Espíritu Santo y eso requiere una
vida… esto no es para cobardes, esto es para atletas en el espíritu. Uno siempre tiene que
estar. Si usted quiere mantener la grasa fuera de su cuerpo tiene que estar corriendo todo el
tiempo y haciendo ejercicios porque al otro día de usted dejar de hacer ejercicio el cuerpo le
añade una onza extra por algún lugar, se la esconde y hay que tener una guerra continua. Y
así pasa con todo.

La maleza por igual, si usted no corta la grama y no le saca la mala hierba, la mala hierba es
la cosa más resistente. Porque es que las cosas malas son siempre tan resistentes, más que
las buenas. Las flores se mueren en un momento pero la hierba mala eso nadie lo mata. Los
mosquitos, las palomas, las cucarachas que no sirven para nada están con nosotros hace
miles de años. Sin embargo, otras cosas que son más útiles se mueren fácilmente, yo no sé
por qué. Pero las cosas malas hay que estar en continua guerra contra ellas y las cosas
buenas hay que cultivarlas, el poder de Dios en nuestras vidas, la llenura del espíritu.

Por eso es que Pablo en este pasaje de Efesios 5:18 cuando el Apóstol Pablo dice, “no
embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sé lleno del espíritu,” entonces
en el versículo 19 y 20 él da una ilustración de cómo es que uno se mantiene lleno en el
espíritu.

Dice, “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y
alabando al Señor en nuestros corazones, dando siempre gracias por todo al Dios y Padre en
el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”

No es que él está diciendo que esa es la única manera, solamente cantando o dando salmos.
No, la idea es, mira, esta es la manera y así como hacen eso también pueden hacer otras
cosas, alabando al Señor, cantando entre ustedes, ahí está hablando acerca de congregarse.

Cómo es que uno se mantiene lleno del Espíritu Santo? Leyendo la palabra, adorando al
Señor, confesando las buenas intenciones de Dios en nuestra vida, congregándonos,
santificándonos, limpiándonos de todo lo que no le agrada al Señor, dando al Señor, dando
nuestro tiempo, nuestras energías, nuestros talentos, cultivando los elementos del Espíritu
Santo, manteniendo nuestra mente enfocada en las cosas de Dios. Así es que uno se
mantiene lleno del Espíritu Santo.

La gente piensa que ser lleno del Espíritu Santo es como algo muy misterioso, muy
esotérico, muy exótico. Ser lleno del Espíritu Santo quiere decir tener esa vitalidad en el
espíritu, esa fuerza, esa salud, estar rollizos en el espíritu en una palabra.

Cuando los Apóstoles iban a escoger a los diáconos, sabe que la función de los primeros
diáconos no era gran cosa, era asegurarse de que hubiera justicia en la manera en que se
distribuía la comida que se daba a los pobres. Eso es lo que eran los primeros diáconos, si
usted lo busca en Hechos, capítulo 6 creo que es.

Y para ese trabajo tan básico, tan rudimentario ellos dijeron, búsquense gente llena del
Espíritu Santo. Aún para algo así, para el servicio básico. Y qué era gente llena del Espíritu
Santo? Es decir, gente que reflejaran compromiso con el Señor, una vida de entrega, salud
espiritual, consagración al Señor, vitalidad, seriedad, santidad, eso era lo que ellos querían
decir con llenos del Espíritu Santo.

Y así es que nosotros tenemos que ser. La vitalidad en la vida cristiana cuesta y requiere
una actitud incesante de cultivo en el espíritu, de estar siempre midiéndonos la temperatura
para saber cómo estamos. No es solamente cuestión de venir a la iglesia, eso no es
suficiente. Yo creo que nos ha quedado esa mentalidad católica, lo digo con todo respeto,
pero esa idea de que vamos a la misa y después nos quitamos la mantilla cuando salimos de
allí y nos vamos a… y ya hasta que el domingo que viene. Muchas veces yo sé que es una
simplificación, pero a veces tenemos esa mentalidad religiosa de la vida cristiana.

La vida cristiana tiene que vivirse 24 horas al día, 7 días a la semana y el poder del Espíritu
Santo es algo que requiere continuo ejercicio, continua entrega, continuo sacrificio delante
del Señor. Por eso es que el Apóstol Pablo también en Romanos dice que “presentad
vuestros cuerpos como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios.”

Presentar el cuerpo es como tomar un sacrificio y ponerlo sobre la mesa del sacrificio y así
nosotros tenemos que estar presentando nuestras vidas al Señor, 24 horas al día, 7 días a la
semana. No hay cristianos tiempo parcial, hermanos, lamento arruinarle el día, no hay
cristianismo tiempo parcial. El cristianismo es 24 horas al día, incluyendo cuando estamos
durmiendo. Pedirle al Señor que nuestro subconsciente esté meditando en las cosas del
Señor continuamente porque nosotros somos antenas y estamos siempre… el Señor quiere
usarnos en algún momento. No sabemos dónde nos va a usar, tenemos que estar
preparados, listos para toda buena obra en cualquier momento y no sabemos cuándo el
Señor nos va a decir, mira, quiero que vayas allí.

Como uno de los grandes hombres llenos del Espíritu Santo que es tan importante , que fue
usado para el eunuco, Felipe. Felipe estaba en un sitio predicando el Evangelio y estaba en
una campaña y Dios le dijo, mira, hay una persona que necesito que tu le hables y Dios lo
trasladó físicamente al desierto y allí había una limosina, no sé si era Cadillac o Mercedes,
y adentro de la limosina había un hombre, un alto funcionario de la reina de Etiopía, era un
embajador que había estado en esa área de Jerusalén por alguna misión diplomática o algo
así. Dios lo transportó allá y allí él se acercó a este hombre que estaba conociendo del
Señor, estaba hambriento de la palabra, estaba leyendo el libro de Isaías pero no entendía
porque no era un cristiano. No se sabía lo que era, si era judío, si era cristiano, en esos
tiempos todavía el Evangelio estaba apenas. Pero estaba leyendo acerca de Isaías.

Hay un pasaje en Isaías que habla acerca del Mesías y Felipe se le acerca, “sabes lo que
estás leyendo?” “No, cómo voy a saber si yo soy un neófito en esto.” Entonces, le explicó
que ahí hablaba acerca del Mesías que había de venir y que ese Mesías ya había venido y se
llamaba Jesús. El hombre aceptó a Cristo, se convirtió, ahí mismo se bautizó y se fue de
regreso a su nación para predicar el Evangelio.

Y sabe que los etíopes todavía hoy en día, en el siglo XXI sirven a Jesucristo, unas de esas
naciones de África, que todavía sirven a Jesucristo, y ahí tienen un contacto muy fuerte con
la nación judaica también, y se cree que fue de esos contactos que tuvieron con el etíope
que vino y también la reina Cándace, creo que era, que tuvo un embrujo ahí con Salomón y
nació un hijo y siguió la nación etíope allá el cristianismo.

Ellos dicen que ellos tienen el arca del pacto allá en Etiopía. El caso es que Dios usó a
Felipe en un momento lo llamó, porque Felipe era un hombre lleno del Espíritu Santo.
Estaba haciendo la obra de Dios y cuando Dios miró sobre la tierra, necesito alguien que
coja a este hombre y avance mi reino y avance mis planes, agarró a Felipe y lo llevó allá.

Usted no sabe cuándo Dios le va a hablar. Y por eso es que nosotros tenemos que estar
siempre preparados en el espíritu, llenos del Espíritu Santo con nuestra medida alta, porque
Dios quiere decirnos algo y muchas veces nosotros estamos torpes, toscos, brutos y no
entendemos lo que Dios nos quiere decir.

Ejemplo : Yo comencé esta mañana mi meditación hablándoles a los hermanos acerca de


una experiencia que tuve esta madrugada. A las 5:15 de la mañana yo me desperté
sobresaltado porque se me había olvidado poner la alarma, porque yo me levanto temprano
a hacer el sermón, perdónenme que lo haga a esa hora el domingo pero es la única hora que
yo… a veces trato de hacerlo antes pero no lo logro. Y no había trabajado el sermón y me
levanté porque las primeras luces del día estaban entrando por nuestra ventana. Y gracias a
Dios que me levanté porque tenía que hacerlo, lo necesitaba.

Pero me interrumpió la luz de la mañana un sueño que yo estaba teniendo en ese momento.
Es lo que digo que Dios nos habla en muchas diferentes maneras y tenemos que estar…
vivir esa vida llena del espíritu. El sueño había sido un sueño sostenido de mucho tiempo,
porque yo sabía que había pasado la noche como meditando en eso, y en el sueño yo estaba
en el basement de nuestra casa antes de que lo renováramos, que hace varios años atrás
renovamos el sótano completamente y aprovechamos para trabajar las fundaciones de la
casa, una cantidad de cosas. Una vez yo prediqué acerca de eso, y reestructurar la casa y
todo esto, un trabajo completo.

Pero este sueño era antes de que nosotros hiciéramos ese trabajo. Y yo podía ver una
serpiente verde que su presencia corría por muchas partes. Era bien larga y estaba enrollada
y enroscada en el basement de la casa. Y yo podía ver parte de su cuerpo encima de una
paredcita que nosotros tenemos ahí. Pero yo no le veía la cabeza. La cabeza no se podía ver
porque estaba escondida en alguna parte.

Ahora yo sé la temática de este sueño porque he vivido con esa temática durante muchos,
muchos años de mi vida. Guerra y lucha espiritual acerca de esta iglesia, acerca de mi vida,
mi ministerio, una cantidad de cosas. El caso fue que yo no sabía dónde estaba la cabeza y
en el sueño yo sabía que yo le había estado cortando pedazos a esa serpiente, comenzando
con la cola, pedazos a través de mucho tiempo, buscando hasta llegar a la cabeza, porque
usted sabe que en la cabeza es donde está la vida de una serpiente. Usted le puede cortar
partes de su cuerpo y no necesariamente matar una serpiente. Tiene que ser la cabeza.

El caso es que la serpiente estaba muy tranquila adormecida, no había problema, yo le


estaba cortando pedazos y sabía que me estaba acercando a la cabeza, pero todavía le
quedaba un buen pedazo. En el sueño también yo me vi hablando con dos personajes, uno
de ellos era por alguna razón mi nieto Caleb, que tienen 9 años ahora, y la otra persona era
un adulto. Yo tenía que ir como a un viaje breve en algún sitio y sabía que esa labor iba a
continuar y queriendo asegurarme de que si ellos se tropezaban con la cabeza que no fueran
sorprendidos, yo le estaba dando instrucciones a ellos acerca de esa posible confrontación.

Y recuerdo que le pedí un papel, creo que fue a Caleb, y le dibujó un pedazo del cuerpo con
la cabeza y le dije, “Mira, mientras ustedes más le corten al cuerpo, más se van a acercar a
la cabeza.” Ese era el tema de todo el sueño, mientras más le corten al cuerpo más se van a
acercar a la cabeza.

Y sabía que cuando llegara ese momento iba a haber una confrontación seria porque la
serpiente usted le puede cortar mucho pero mientras no le amenace lo esencial. Y yo
entiendo bien el sueño, a mi vida, la temática de mi vida y las luchas y la guerra espiritual,
y la oposición demoníaca, cosas que Dios quiere hacer y otro sueño que tuve hace un par de
semanas cuando fui a predicar a esas iglesias en Vermont y en New Hampshire, que Dios
me reveló otra parte de esto. Entendí bien porque yo creo que se está acercando una
definición y unas cosas que Dios quiere hacer en estos tiempos y tiene que ver parte con
una guerra, una confrontación espiritual seria.

Pero el caso fue que cuando me sorprendió la luz de la mañana estaba esa idea, mientras
más le cortes al cuerpo más te vas a acercar a la cabeza. Y a mí en realidad no me interesa
tanto explicarles acerca de eso. Yo entiendo bien lo que eso quiere decir, es un proceso y es
un proceso gradual que Dios tiene su control sobre ello de acercarme y acercarnos a la
cabeza.

Pero lo más importante de todo es que yo sé que esa fue una revelación de Dios y yo lo
recibo con instrucción para mí vida, mi ministerio, y la idea es que Dios siempre nos está
hablando. Cuando tu vives una vida en el espíritu el mundo se torna lleno de significado.
Dios te habla en maneras pequeñas y grandes. Tu todo lo interpretas a la luz de la intención
de Dios. tu nada lo ves como mera coincidencia. Tu sabes discernir qué es de Dios y qué es
simplemente otra cosa.

Porque no todos los sueños son de Dios. Muchas veces porque comiste demasiado arroz
con frijoles antes de dormirte, pero muchas veces sí son revelaciones de Dios y tienen su
significado.

Pero lo que yo quiero que ustedes entiendan es eso, hermanos, que Dios quiere tener
intimidad contigo. Dios quiere hombres y mujeres animados por el espíritu. Dios no ha
dejado de dar revelación a su pueblo. Dios no ha dejado de traer revelación profética a sus
hijos. Dios no ha dejado de hacer milagros de sanidad y de liberación en la vida de sus
hijos.

El diablo no ha cambiado y Dios tampoco ha cambiado en su metodología. Y lo que usted


ve retratado en las páginas de la Biblia es lo que Dios quiere que se repita en su vida
también. El libro de los Hechos no es un libro arqueológico que está ahí simplemente para
que digamos, guau, qué súper gente eran esos primeros cristianos, y que se quede allí. No.
está escrito así para que usted sepa que ese Dios quiere trabajar en su vida también.
Y cuando una iglesia y un pueblo están llenos del poder del Espíritu Santo y cultiva el
Espíritu Santo, Dios se mueve en ese espacio. Yo he visto aún cuando yo predico o cuando
predicamos acerca del bautismo del Espíritu Santo como que algo se despierta
inmediatamente. Como en este servicio aquí en el tiempo de la adoración, algo pasa. Yo he
aprendido que lo que uno predica es lo que se da en la vida de la iglesia también. Y que
nosotros tenemos que mantenernos siempre así, porque Dios quiere hablarte, Dios quiere
obrar a través de ti. Dios quiere hacer milagros a través de tu vida. Dios quiere darte
instrucción sobre cómo ser un mejor padre. Dios quiere darte autoridad, cómo ser un mejor
hombre o mujer de negocios, cómo ser una mejor ama de casa, cómo ser una mejor esposa
o un mejor esposo, cómo manejar tu vida mental, emocional, espiritual, cómo atender a tus
asuntos materiales y físicos.

Dios ha ideado ese poder del Espíritu Santo, esa tercera persona de la trinidad. Cristo dijo,
“yo me voy pero enviaré un ayudador, y ahora yo estoy con ustedes pero después en un
sentido yo estaré en ustedes.”

Sabes tu que la vida de Dios se mueve dentro de ti y se llama el poder del Espíritu Santo.
Cuando tu recibes a Cristo como Señor y salvador, el Espíritu Santo entra a tu vida, pero
ahí hay una diferencia, depende de lo que tu hagas con esa presencia del Espíritu Santo
dentro de ti, con esa tecnología del espíritu que Dios instala en tu vida. Depende de cómo tu
te mueves con eso porque para muchos de nosotros recibimos a Cristo y creemos que ya
eso es todo. Ya me apuntaron allá en el cielo y cuando me muera yo sé que ya me voy con
Dios y eso es todo. Y aquí de vez en cuando vengo a la iglesia porque ya ponché la tarjeta y
yo ya sé que voy para el cielo.

Mientras tu estás aquí en la tierra Dios quiere tener intimidad contigo. Dios quiere sacarte
el jugo mientras estás aquí en la tierra. Dios quiere hablarte, Dios quiere revelarse. Dios
quiere que tu lo conozcas y él quiere tener más de ti y que tu tengas más de él. Y eso se
llama la vida llena del Espíritu Santo.

Y todo depende de lo que tu hagas, la iniciativa que tu tomes. Por eso es que yo les digo
que a mí, por ejemplo, sí me molesta, es la palabra, cuando yo veo gente en nuestra
congregación que necesitaría buscar de esa experiencia del Espíritu Santo y se le ofrece una
gran oportunidad para pasar horas escuchando que yo creo que es buena palabra y teniendo
buenas experiencias, y se les habla y se les dice, “Mira la experiencia que otros han tenido,”
y se quedan simplemente sin hacer nada al respecto.

Si usted se siente culpable, eso es lo que yo quiero que suceda y que reaccione la próxima
vez. Porque todo depende de lo que usted haga. Si usted activa el poder del Espíritu Santo.
Qué dice el Apóstol Pablo en Segunda de Corintios, capítulo 1, versículo 6, le dice a
Timoteo:

“Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti…– Diga, está en ti. – …
por la imposición de mis manos, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de
poder, de amor y de dominio propio.”
Ese versículo todo el mundo lo debería saber de memoria. Aviva el fuego del don de Dios
que está en ti. Para muchos cristianos el don de Dios ya está, y yo digo que el problema
para muchos cristianos no es que no tengan el don, es que no lo están avivando. Y así le
digo también a los hermanos que vienen a las jornadas del espíritu. Yo les digo, “miren,
nosotros hemos estado en esta intimidad con el Espíritu Santo, le hemos dado enseñanza,
hemos orado para que reciban. Ustedes han recibido pero ahora, de aquí en adelante,
depende de lo que ustedes hagan con eso, porque si usted simplemente se va de un
encuentro con el Espíritu Santo y cree que como ya lo tiene no necesita cultivarlo, no se
vista que no va.

Eso es algo que de ahí en adelante usted tiene buscarlo, cultivarlo, animarlo, avivarlo. Y
cuando usted vive en ese fuego, esa pasión, entonces Dios puede hacer algo en su vida. Veo
a mi hermano Niron aquí, yo creo que ya lo he usado antes, pero me gusta cuando veo estos
hombres que se entregan al Señor y no son perfectos, aunque yo sé que tu esposa piensa
que tu eres perfecto, pero aparte de eso, no. pero tiene pasión y ama al Señor y uno lo ve
que tiene apetito por la palabra, está buscando de Dios, está testificándole a la gente. Y esas
son las personas que prosperan en la fe porque no solamente reciben a Cristo, no solamente
reciben el Espíritu Santo que viene con Cristo, sino que entonces están inquietos buscando
y yo espero que nunca lo pierdan ese ánimo, porque después con el tiempo la gente va
acostumbrándose a la vida regular, a la inercia de la vida cristiana, como pasa con las
congregaciones también.

Las iglesias comienzan muchas veces con fuego pero como le dijo el Apóstol Juan a la
iglesia en Revelación, en el Apocalipsis, pero tengo algo contra ti que has perdido tu primer
amor. Era a la iglesia en Éfeso, le dijo, tengo algo contra ti, tu has sufrido por el Evangelio,
has rechazado a aquellos que vienen a predicar un Evangelio falso, pero una cosita tengo
contra ti, que has perdido el primer amor.

Y eso pasa en la vida cristiana, por eso es como los carros que hay que darles un
mantenimiento cada seis meses u 8 meses porque sino se le aflojan todas las partes. Y así
son las iglesias, con el uso, con el tiempo, los chismes, las peleítas que se dan, los errores
de los líderes, la inercia de la vida, la convivencia, la familiaridad, qué pasa? Las iglesias
van perdiendo la energía y hay que volver a avivar el fuego del don de Dios que está en
ellas.

Eso tiene que hacerse continuamente. Para muchos de nosotros no es el problema que no
tengamos el don, el problema es que no lo mantenemos vivo. Y mi deseo a través de esta
palabra es volver a llamarnos, a volver a esa conciencia. Nosotros somos una iglesia
pentecostal, no somos pentecostales denominacionales, somos pentecostales en el espíritu,
somos pentecostales por nuestras convicciones espirituales y bíblicas, nuestra teología, que
eso es lo que importa.

Y según tu vivas esa vida ardiente en el espíritu, diligente en el Señor, Dios va a hacer algo
en ti. Y mi deseo a través de estas meditaciones es precisamente eso, que nosotros
aprendamos, a los que están tibios avivarlos más, a los que están fríos que cobren una
temperatura, los que están calientes que se mantengan allí.
Yo le digo a la gente, para recibir el Espíritu Santo no se cargue con esta idea de que tiene
que caerse al piso, llorar, babear, se te tiene que voltear los ojos, tienes que salir con una
voz extraordinaria, no, no se meta tanto lío en su cabeza. Reciba el Espíritu Santo, créalo,
aprópieselo y después el Señor le irá llevando en su momento y en su lugar a esa
experiencia exaltada, emocional, extraordinaria, espectacular que usted está buscando.

Pero lo primero que usted tiene que hacer es apropiarse, recibir activamente la llenura del
espíritu en su vida y afincar eso, ponerle un sello de recepción total y entonces continuar de
ahí en adelante buscando esa manifestación más poderosa, más plena, porque su vida va a
ser una búsqueda continua de la llenura del Espíritu Santo. Y van a haber diferentes
momentos que Dios lo va a llenar de nuevo, otra vez y lo va a visitar de nuevo.

Después de esa experiencia inicial yo he tenido experiencias muy poderosas en el Espíritu


Santo, emocionales inclusive pero en ese momento Dios lo que quería es que yo le diera la
mano y sellara ese pacto con él. Y Dios comenzó a hacer muchas cosas, siguió haciendo
cosas en mi vida grandiosas, se desataron moveres del espíritu en mi vida. Y años después
sirviendo esta congregación, la misma congregación donde yo recibí el bautismo del
Espíritu Santo o afirmé.

Porque yo les digo que estas son llenuras, son diferentes momentos. Ejemplos de como
empezo la iglesia La Hermosa con la llenura tiempos de adoracion

Dios lo que quiere es un mover, una acción que te lance.

Hay tantas cosas que yo hago en mi vida pastoral que yo les aseguro me llenan de terror
cuando las inicio, porque a veces son cosas serias y son muy públicas y uno las hace y dice,
Señor, si yo quedo mal voy a quedar mal ante una gran congregación, ante mucha gente.
Pero nunca he dejado que el miedo domine mis acciones y mis decisiones en el ministerio.

Yo me he preguntado, Señor, está conforme a tu voluntad, estoy obedeciendo a tu llamado?


Lo estoy haciendo con las motivaciones correctas? Es bíblico? Y si yo siento que el Señor
me dice, sí, sí, sí, yo me lanzo y comienzo a caminar en el nombre del Señor creyendo que
Dios me dará la dirección, el camino mismo y que él no dejará que yo sea avergonzado.

Muchas de las decisiones que hemos hecho, ustedes han visto, a través de los años es asi, es
simplemente por obediencia a lo que yo creo que es un llamado del Señor y a un Dios que
yo creo que no nos deja si obedecemos a su voz.

Pero yo he aprendido que yo no me dejo… aunque me irrite, si es de Dios yo lo voy a


recibir y voy a escuchar. Y Dios comenzó a traer personas que tenían experiencia con el
Espíritu Santo traer mas musicos , porque se nos habían ido algunos y ahora tambien
estamos pasando por eso , no nos hemos quedado sin ´música en la iglesia. Muchos
cantantes teniamos se nos fue, se nos fueron los músicos que tocaban los diferentes
instrumentos y me quedé con una pianista que solo sabía tocar por letra. Y Dios comenzó
también que traer gente en música. Todavía algunos de ellos están acá, y otros así,
comenzaron a venir. Dios trajo el depósito. Delmi yo creo que vino en ese tiempo.
Porque cuando algo sucede en el cuerpo que requiere refuerzo y cuando estamos haciendo
cosas para el Señor, Dios entonces comienza a mandar los recursos.

Sabe dónde Dios no manda recursos? Donde la gente no está haciendo nada. Pero si uno
está comenzando a buscar de Dios, Dios comienza a bendecirte y a darte lo que tu
necesitas. Comenzaron a venir guerreros en el espíritu para ayudarme y sostener mis
brazos. Comenzaron a venir músicos, comenzaron a manifestarse los dones del Espíritu
Santo también, manifestaciones, liberaciones, demonizaciones, gente bautizada en el
Espíritu Santo, gente que se caía independientemente que nadie les pusiera las manos
durante un tiempo de intercesión y adoración. Dios comenzó a levantar la temperatura
espiritual de la congregación, comenzó a darme un vocabulario pentecostal, ayudarme a
predicar en otra manera también.

Porque es lo que les digo, que la llenura del Espíritu Santo no es sí o no, es gradual, es
progresiva y hay muchas llenuras que Dios quiere traer a nuestras vidas.

Porque es que cuando tu comienzas a declarar cosas, y eso lo que yo digo a ustedes, mis
hermanos, si ustedes quieren moverse en el poder del Espíritu Santo usted tiene que decidir,
tiene que tener una crisis, un momento de crisis en su vida, en que usted diga, no, yo quiero
vivir mi vida en la llenura del Espíritu Santo. Yo creo que los dones son para mí, son para
hoy, son para la iglesia, y que Dios tiene un propósito en mi vida, Dios me quiere usar y yo
voy a comenzar a vivir esa vida pentecostal, esa vida de servicio, esa vida de entrega, esa
vida de tomar riesgos, esa vida de escuchar de Dios, esa vida de santificar las experiencias
que Dios me da y creer que vienen de él y comenzar a moverme en el poder del Espíritu
Santo.

Esa es la diferencia. La diferencia no es entre los que tienen y los que no tienen, la
diferencia está en los que hacen algo con los que tienen y los que lo dejan allí simplemente
depositado. La parábola del siervo infiel, dice la Biblia que un hombre cuando se iba de
viaje le dio a cada uno de sus sirvientes, sus empleados, una porción de dinero, que es
equivalente a la dotación del espíritu, y les dijo, negocien entre tanto que yo regreso. Les
dio dinero a cada uno, un capital, y se fue y cuando él volvió los llamó a cuentas y les dijo,
okay, ahora repórtenme qué hicieron ustedes con el don que yo les di.

Y eso va a pasar un día en el cielo. Dice la Biblia que un día nosotros vamos a tener que
comparecer ante el tribunal de Cristo, no el tribunal de determinar si somos salvos o no,
pero es un tribunal para saber qué hicimos con lo que Dios nos dio. Qué estás tu haciendo
con el don de Dios en tu vida? Estás haciendo tu como le dijo Pablo a Timoteo, avivando el
fuego del don de Dios que está en ti?

Porque el don que Dios te ha dado no es un don de cobardía, no es un don de ser


conservador, no es un don de darle al Señor la puntita del dedo nada más, darle el ala para
quedarte tu con la pechuga. No, es para darte todo, sacrificio vivo, santo, agradable a Dios,
entregarte todo, ponerte todo en la mesa del sacrificio. Todo, todo.

Cuántos de nosotros podemos decir, yo le he dado todo al Señor en mi vida. Y muchos no


lo pueden decir, te quiero retar esta tarde. Si tu no puedes decir que no, no hay deshonra en
ello, pero admítelo y entonces di, yo ahora le voy a dar todo al Señor. De aquí en adelante
yo no voy a vivir como un cristiano a medio tiempo, no, yo voy a vivir como un cristiano a
tiempo completo, una entrega total de mi vida al Señor. Todos mis dones.

Porque un día el Señor va a llamarte a cuentas. Eso es algo que a nosotros no nos amanece
muchas veces en nuestra mente. Cuando tu te mueras va a haber un momento en que tu vas
a tener que comparecer ante el evaluador de las vidas y te van a preguntar, no si tu
conociste a Cristo porque tu ya lo conociste, pero te van a preguntar qué hiciste con lo que
yo te di, y algunos van a entrar al cielo pero van a entrar en vergüenza. Eso como que no
nos… porque pensamos que cuando entremos al cielo todo el mundo va a estar…

Es esta idea primitiva que tenemos de la vida eterna como que es una vida de un solo color
y que no hay variantes, no hay trabajo, no hay logros, no hay diferenciación, todos vamos a
tener la misma vitola y la misma arpa para tocar en una nube. Eso es una patraña, eso es
una mentira del diablo. La vida eterna va a ser una vida de gran actividad, diferenciación,
niveles de gloria, tareas, cosas que se pueden lograr todavía sin el veneno del pecado y la
caída que lo otorga el trabajo en algo malo y sufriente. Pero va a haber trabajo, va a haber
diferenciación, va a haber diferentes niveles de gloria, va a haber diferentes premios que
vamos a recibir, va a haber diferentes niveles de autoridad y de poder. A unos se les dará
autoridad para una cosa a otros para otra.

Esa autoridad va a depender de lo que tu hagas aquí con el don que Dios te ha dado. La
cosa no es si tienes don, el don tu lo tienes, qué estás haciendo con el don? Te aconsejo que
avives el don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de
poder, amor y dominio propio. Dios te ha dado. Dios no te ha llamado a vivir del plato a la
boca, conservadoramente, dándole a Dios lo mínimo. Dios te ha dado poder, autoridad,
amor, control de tus pasiones, control de ti mismo, una mente lúcida, una mente pensante,
clara. Ese es el espíritu que tu has recibido. No lo desperdicies.

La parábola de Cristo termina de esta manera. El Señor reúne a todos sus siervos y los pone
enfrente y va a cada uno de ellos, qué tu hiciste con tu don? Señor, te lo multipliqué, aquí lo
tienes rendido 10 veces más de lo que tu me diste. El otro, Señor, aquí tienes, 5 veces más.
A cada uno le dice lo mismo, bien hecho. Al que hizo 10 veces y al que hizo 5 veces el don
no le dice, ah, qué bueno tu que diste 10 veces y el otro… No, hicieron algo con el don, lo
multiplicaron. Aún el que hace menos le dice, está bien, bien hecho. Pero hay uno de esos
siervos que es el cuarto o el quinto que dice, Señor, tuve miedo con el don que tu me diste,
porque tuve miedo de que se me perdiera el don, que lo invirtiera en algo que no iba a dar
fruto y que de momento yo perdiera todo lo que tu me diste y yo sé que tu eres un hombre
que no juegas con nadie, tu le cortas la cabeza a cualquiera.

De paso, así es Cristo, este Cristo pasivo, que todo lo ama y todo lo permite y todo lo
acepta, no es el Cristo que yo veo en la escritura, ni el Cristo que viene a juzgar a los vivos
y a los muertos. Y él le dice, tuve miedo porque yo sé que tu no te casas con nadie, hay que
cogerte en serio y yo tenía miedo de que si yo desperdiciaba el don y no me rendía y lo
perdía tu me ibas a cortar la cabeza, así que aquí tienes tu don, y abre un pañuelo todo
sudoroso con un moño y le dice, aquí está tu don.
Fíjese, no lo robó, no se robó el don, no lo desperdició, no lo botó, no hizo nada con él, ese
era el problema. No hizo nada con el don, se lo guardó, lo retuvo y el Señor de la parábola
se indigna con este hombre, y le dice, mal siervo, por tu propia palabra te juzgo, por qué
aunque fuera no lo metiste al banco para que cogiera 2 % de interés, y dice, échenlo al
fuego eterno. Eso es bien complicado ahí, teológicamente. Pero el caso es que la idea es
que tu has recibido algo en tu vida, ese don del Espíritu Santo es para que tu lo uses, es para
que tu lo rindas, es para que tu lo cultives y entonces Dios te pueda usar para su reino.

No le devuelvas al Rey de Reyes y Señor de Señores tu don intacto. Intacto, sabe lo que
quiere decir? no tocado, intacto. Dios quiere que tu don esté bien usado. Entrégale tu don al
Señor pero invertido, estrujado, exprimido de todo su contenido y todos sus beneficios.
Aviva el fuego del don de Dios que está en tu vida. El Espíritu Santo está en ti, no lo
desperdicies. Úsalo.

Yo les pediría que vayan preparándose en estos próximos días, órale al Señor para que él
nos lleve. Como congregación vamos a pedirle al Espíritu Santo que en estos días de hablar
acerca de su palabra, él aclare los aires encima de nosotros y que quite toda resistencia y
toda inercia que haya y que limpie los aires para que se de una visitación del espíritu en la
vida de todos los que deseen esa llenura del Espíritu Santo.

Vamos a sacar tiempo para orar, impartir, ungir y a pedir una visitación de Dios en las
vidas de ustedes. Yo desearía que todos los que estamos aquí en una manera u otra
entremos en esa llenura del Espíritu Santo, que esto transforme nuestra vida como
congregación. Amén. Puede decir amén a eso?

Vamos a estar en eso. Yo estoy preparando. Si usted puede orar, ayunar en estos días para
que el Señor haga algo en nuestra iglesia porque yo quiero este tiempo aprovecharlo bien.
Estas predicaciones las he meditado mucho y las he estado preparando y temiendo en un
sentido también, aunque usted no lo crea. Acompáñenme en oración para que el Señor haga
algo extraordinario entre nosotros.

Porque a la serpiente ya estamos llegando cerca de la cabeza y necesitamos algo nuevo y


fresco.

Yo sé que el Señor ha estado allí esperando su momento, su tiempo y yo no sé cuánto


tiempo más hasta que lleguemos a la cabeza de la serpiente misma, pero yo sé que estamos
cerca y necesitamos buscar más, santificarnos más. Yo le estoy pidiendo al Señor que
resuelva esto. Yo le pido al Señor, Padre, todo lo que no sea de ti que haya en esta iglesia, y
se lo digo aquí con temor y temblor al Señor ahora mismo, cualquier cosa que contriste su
santo espíritu, cualquier cosa que sea de obstáculo a la manifestación del poder de Dios en
esta iglesia, yo le pido al Señor que lo quite, sea como sea. Ojalá que sea con misericordia y
gracia pero si tiene que ser con mano fuerte y con brazo extendido, Señor, hágase tu
voluntad.

Toda impureza, todo lo que no sea de Dios en el nombre de Jesús, Padre, córtale la cabeza
y quítalo con mano fuerte y brazo extendido si es necesario, Padre, pero sácalo de esta
iglesia. Sácalo, Señor, en el nombre de Jesús, lo decimos con temor y temblor, Padre, con
temor y temblor, Señor.

Límpialo. Limpia lo que no sea de ti, Señor, lo que no sea de ti, cualquier comportamiento,
padre, cualquier hábito, cualquier cosa que contriste tu santo espíritu, Señor, llévatelo en el
nombre de Jesús. Oh, Señor quítalo de nuestra vida. Deja este lugar limpio, Padre, déjalo
limpio, Señor, necesitamos una visitación de tu espíritu, Señor, en este tiempo. Purifícanos,
Señor, santifícanos. Queremos que tu gloria se manifieste en este lugar, Padre, queremos
que tu gloria se manifieste en este lugar, Señor. Y queremos que el peligro de tu espíritu se
deje sentir en este lugar, Señor. Que el temor de Dios corra en esta congregación. Oh Señor,
yo entiendo lo serio de esta oración, Padre, y te pido que lo hagas, oh Dios. Ten
misericordia de nosotros, Padre, pero te necesitamos, te necesitamos Espíritu Santo,
necesitamos que tu nos visites. Ten misericordia de nosotros, Padre. Saca a la luz toda cosa
escondida, Señor, todo manto babilónico, Padre, todo lingote de oro que no deba estar en la
tierra de tu templo, Padre, sácalo a la luz.

Señor, te suplicamos, Padre, en tu misericordia obra, Espíritu Santo. No nos dejes dar
vueltas en el desierto más, Señor Jesús. Obra en esta congregación, Padre, en el nombre de
Jesús, en el nombre de Jesús aclara lo que tenga que ser aclarado, Señor. Saca a la luz todo,
todo lo que no te convenga, Padre.

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