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LA LUNA

La Luna se encuentra a 385.000 km de la Tierra.


La Luna es el único satélite natural que gira alrededor de la Tierra a una distancia de 385 mil
kilómetros aproximadamente. Es el quinto satélite más grande del Sistema Solar.

Origen y formación de la Luna

Existen diversas teorías científicas que explican el posible origen de la Luna. La teoría más reciente
se llama “teoría del gran impacto” y postula su formación hace cuatro millones y medio de años,
como el resultado de una gran colisión entre la Tierra y Marte (cuando los protoplanetas estaban en
su fase de formación).

A partir de los fragmentos que se desprendieron del choque, se formó un cuerpo celeste en el que su
magma se fundió hasta cristalizarse y dar lugar a la corteza lunar. El astro mantuvo
su órbita alrededor de la Tierra y se convirtió en su satélite natural.

Otras teorías formuladas años anteriores son:

De la creación binaria. Sostiene que la Luna y la Tierra se originaron en paralelo, y que el satélite


fue consecuencia de pequeñas partículas que se fusionaron con el paso de miles de años.

De la captura. Sostiene que la Luna fue originalmente un planeta independiente que, debido a la


órbita y la fuerza gravitacional de la Tierra, se mantuvo como su satélite atrapada en la órbita
terrestre.

De la fisión. Sostiene que la Luna fue separada de la Tierra mientras esta última estaba en proceso
de formación y de manera paulatina se fue solidificando hasta convertirse en el satélite natural. Esta
teoría fue descartada por las diferencias que presentan en su composición ambos cuerpos celestes.

Características de la Luna

La superficie de la Luna tiene cráteres profundos y altos sistemas montañosos.


La Luna es un cuerpo celeste rocoso. Su diámetro es de 3.474 kilómetros (un cuarto del diámetro
del planeta Tierra) y se caracteriza por tener una superficie con cráteres profundos y altos sistemas
montañosos. Está compuesta, en su mayoría, por oxígeno, silicio, calcio, magnesio y aluminio.

Su atmósfera (denominada “exosfera”) es débil y ligera, por lo que no puede contener gases como
el oxígeno ni tampoco mantener la temperatura, que oscila de manera drástica entre los 110º y -170º
centígrados.

La Luna no brilla con luz propia, sino que refleja la luz que recibe del Sol y por eso puede ser vista
desde la Tierra y se la puede apreciar en sus diferentes instancias o “fases”.

Estas fases se producen por las variaciones de la posición de la Luna respecto al astro luminoso y a
la Tierra, que generan mayor o menor sombra en el satélite. El ciclo completo que engloba todas las
fases de la Luna es de 29 días, 12 horas y 44 minutos, también denominado “mes lunar”.
Fases de la Luna

La parte que se ve iluminada de la Luna depende del hemisferio del observador.


Las fases de la Luna son los cambios de la parte iluminada, que permiten apreciarla en su totalidad
o de manera parcial. Siempre es visible la misma cara debido a la sincronización que existe entre lo
que tarda en dar la vuelta a la Tierra y en girar sobre su propio eje (ambos procesos los realiza en 28
días).

Las fases de la Luna son cuatro y duran alrededor de una semana cada una:

Luna nueva. Se produce cuando la Luna está más cerca del Sol, su parte iluminada no es visible
desde la Tierra y por eso resulta casi imperceptible desde el planeta.

Cuarto creciente. Se produce cuando la mitad de la Luna está iluminada: el lado derecho se ve
iluminado desde el hemisferio norte y el lado izquierdo se ve iluminado desde el hemisferio sur.
Ocurre luego de la Luna nueva y es posible observarla por la tarde y en la primera mitad de la
noche.

Luna llena. Se produce cuando el satélite está más distante del Sol y una de sus caras se ilumina de
manera total, por lo que la Luna se ve completa desde la Tierra, durante toda la noche.

Cuarto menguante. Se produce cuando se ve la mitad de la Luna iluminada, pero de manera


decreciente (a diferencia de la Luna creciente) y, la mitad visible varía según el hemisferio terrestre
desde el que se la observe. Es posible verla en la madrugada y por la mañana.

Relieve de la Luna

La superficie de la luna fue estudiada a través de varias expediciones (tanto tripuladas como no
tripuladas) realizadas durante los años 1969 y 1972.

A partir de las muestras obtenidas, se comprobó que presenta un suelo sólido y rocoso con multitud
de escombros, cráteres y cuencas. Entre otras razones, los accidentes de su relieve se deben a que no
posee una atmósfera consistente que la proteja contra el impacto de asteroides u otros cuerpos
celestes de menor tamaño.

Tiene montañas de hasta 9.140 metros de altura y algunos volcanes que están inactivos desde hace
millones de años. Se estima que, además de los cordones montañosos, las zonas de llanura o
mesetas corresponden a viejos mares, el mayor detectado es de 1.120 kilómetros de diámetro.

Movimientos de la Luna

La Luna gira alrededor de la Tierra, alrededor del Sol y sobre su propio eje.
La luna realiza dos movimientos primordiales:

La traslación. Es el movimiento del satélite alrededor de la Tierra, que tarda 28 días, es decir, un
mes aproximadamente. Además, realiza el movimiento de traslación alrededor del Sol.
La rotación. Es el giro del satélite sobre su propio eje y en sentido hacia el este que realiza también
en 28 días.

La órbita de la Luna está inclinada en un ángulo diferente al de la Tierra y el Sol, por lo que
únicamente en dos puntos de su trayectoria se pueden producir eclipses de Sol y de Luna,
respectivamente.

Cuando el satélite se alinea de manera exacta entre el Sol y la Tierra, se produce un eclipse
lunar (ocurre cuando el planeta se interpone entre el astro luminoso y la Luna).

Las mareas

La gravedad de la Luna provoca las mareas en el planeta Tierra.


La fuerza gravitatoria de la Luna ejerce influencia sobre las mareas en la Tierra. Cuando ambos
astros se encuentran a una distancia cercana, parte de la masa de agua terrestre que está de cara a la
Luna, es atraída por ella y el flujo de agua terrestre se acrecienta.

El Sol también ejerce influencia en las mareas debido a su fuerza gravitatoria, pero con menor
intensidad debido a su distancia de la Tierra.

Las mareas no varían siempre en el mismo horario, sino que dependen de las fases de la luna y de
su alineación con el Sol. Pueden ser:

Mareas vivas. Son aquellas mareas altas que se generan con la Luna nueva, en la que el satélite y el
Sol se alinean, fusionando ambas fuerzas gravitatorias.

Mareas muertas. Son aquellas mareas pequeñas que se generan durante las fases de la Luna
creciente y menguante.

"La Luna". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en:
https://concepto.de/la-luna/. Última edición: 6 de septiembre de 2020. Consultado: 16 de noviembre
de 2022

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