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2. EL SISTEMA INMUNITARIO.

LA SALUD Y LA ENFERMEDAD

1. LA SALUD

La salud es un estado de bienestar y equilibrio físico y emocional, caracterizado por la


ausencia de enfermedad o cualquier tipo de dolencia, en el que el individuo es capaz de
desarrollar una vida individual y socialmente plena y productiva.

1.1 FACTORES DE RIESGO DE LA SALUD

Un factor de riesgo es una característica, condición o comportamiento que puede


comprometer la salud de una persona, y los principales pueden incluirse en alguno de estos
grupos: conductuales, biológicos o ambientales.

Factores de riesgo conductuales

Se derivan de ciertas acciones que el individuo realiza libremente, y pueden modificarse si se


modifica la conducta.

Estos factores son, por ejemplo, el tabaquismo, el alcoholismo, la mala alimentación, el


sedentarismo, las relaciones sexuales sin protección o la negativa a seguir el calendario de
vacunación.

Factores de riesgo biológicos


Se deben a la propia fisiología del individuo, condicionada por la herencia genética.

En ocasiones, su impacto puede reducirse si se modifica el estilo de vida de la persona


afectada.

La obesidad, la hipertensión, la hiperglucemia o el proceso de envejecimiento son factores de


riesgo biológicos.

Factores de riesgo ambientales

Son factores externos al individuo que repercuten en su salud.

Algunos ejemplos son los contaminantes químicos, físicos y biológicos del agua y del aire; los
accidentes de tráfico, domésticos o laborales; el entorno social, laboral y familiar, etcétera.

1.2 EL ESTILO DE VIDA SALUDABLE

El estilo de vida es el conjunto de comportamientos o actitudes que desarrollan las personas;


unas veces son saludables y otras resultan nocivos para la salud.

Los estilos de vida poco saludables originan numerosas enfermedades. Por esta razón, reviste
gran importancia destinar recursos a la promoción de la salud, con el fin de que arraiguen en
la población estilos de vida saludables.
Entre los factores que inciden directamente en la salud de las personas destacan tres: la
alimentación, el ejercicio físico y la higiene.

La alimentación y la salud

La alimentación es el factor que tiene una mayor incidencia sobre la salud. En este sentido, los
principales beneficios de una adecuada alimentación son los siguientes:

● Proporciona la energía necesaria para las actividades diarias.


● Fortalece el sistema inmunitario, por lo que incrementa las defensas frente a
enfermedades infecciosas.
● Ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad o la hipertensión, con lo que se
incrementa la esperanza de vida.
● Mejora el aspecto general, especialmente de la piel, el pelo y las uñas y fomenta las
relaciones sociales.
● Mejora el estado de ánimo y la calidad de vida.

El ejercicio físico y la salud

La práctica regular y moderada de ejercicio físico frente al estilo de vida sedentario es


positiva para la salud.
Entre los principales beneficios del ejercicio físico sobre la salud cabe mencionar estos:

● Favorece buenos hábitos alimentarios y el rechazo al consumo de sustancias nocivas y


adictivas.
● Mejora el funcionamiento cardiopulmonar y el tono muscular.
● Ayuda a conseguir y mantener el peso ideal.
● Combate el estrés, la ansiedad, la agresividad, la depresión y ayuda a conciliar el
sueño.
● Fomenta las relaciones sociales.

La higiene y la salud

La higiene es el conjunto de comportamientos, procedimientos y técnicas que lleva a cabo el


individuo con el fin de controlar o eliminar ciertos factores de riesgo sobre su salud. Incluye el
aseo y el cuidado del propio cuerpo, así como la limpieza de los utensilios del entorno
doméstico y laboral.

Se exponen los principales beneficios de la higiene sobre la salud:

● Previene el desarrollo de enfermedades infecciosas y promueve la salud pública, ya


que contribuye a la erradicación de estas.
● Mejora el aspecto físico y la integración y aceptación social.
● Es un signo de respeto hacia el propio cuerpo y hacia las demás personas de nuestro
entorno.

2. LA ENFERMEDAD

La enfermedad es el estado en el que alguna parte del organismo se ve alterada y no es capaz


de realizar su función correctamente. Genera una situación de malestar que se manifiesta a
través de una serie de síntomas y signos.
Síntomas de la enfermedad
Son las manifestaciones subjetivas de la enfermedad, sólo perceptibles para el enfermo.

Algunos ejemplos son el picor, el cansancio, el mareo o el dolor.

Signos de la enfermedad
Son las manifestaciones objetivas de la enfermedad, susceptibles de ser observadas por otras
personas o a través de pruebas médicas, como la presión arterial o la temperatura.

Existe un sistema de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), que establece 18

categorías.

En el primer grupo, la CIE, incluye las enfermedades infecciosas y parasitarias, que

engloban todas aquellas enfermedades causadas por microorganismos.

Nuestro sistema sanitario


La sanidad es pública y universal, lo que no significa que sea gratis. Para tomar conciencia de la
importancia del uso adecuado y racional de la misma, debes tener en cuenta estas recomendaciones:

● Siempre es mejor prevenir que tener que acudir al médico. Cambia tus hábitos poco saludables.
● Si necesitas una consulta, pide cita y sé puntual. Si no puedes acudir, anúlala.
● Antes de acudir al servicio de urgencias, pide cita con tu médico de atención primaria. Las
urgencias son para situaciones graves.
● Trata al personal médico con respeto.

2.1 ENFERMEDADES INFECCIOSAS


Las enfermedades infecciosas están causadas por microorganismos patógenos (virus,

bacterias, protozoos y hongos) que se introducen en el organismo, proliferan y alteran el

funcionamiento de uno o varios órganos.

Enfermedades víricas
Son provocadas por virus. Se tratan con antivirales.
Algunos ejemplos de estas enfermedades son la gripe, el herpes, la poliomielitis, la rabia, la
rubeola, el sarampión, las paperas, la varicela y la COVID-19, pandemia provocada por el
SARS-CoV-2.

Virus de la gripe.

Enfermedades bacterianas
Las bacterias son las causantes de estas enfermedades.

Se tratan con antibióticos.

El cólera, la lepra, la sífilis, la peste, el tétanos y la tuberculosis son enfermedades


bacterianas.

Bacterias del cólera.

Enfermedades protozoarias
Se deben a protozoos.

Se tratan con antibióticos y compuestos específicos.


Algunos ejemplos son la enfermedad del sueño, la enfermedad de Chagas, la malaria, la
leishmaniasis y la amebiasis.

Protozoos (enfermedad del sueño).

Enfermedades fúngicas
El origen de estas enfermedades está en los hongos.

Se tratan con antifúngicos.

La tiña y el pie de atleta son ejemplos de enfermedades provocadas por hongos.

Hongos dermatofitos.

2.2 EL CONTAGIO DE LAS ENFERMEDADES INFECCIOSAS


Solo las enfermedades infecciosas son contagiosas, es decir, pueden transmitirse de

individuos enfermos a individuos sanos. El resto son enfermedades no contagiosas. El

contagio puede ser directo o indirecto.


Contagio directo

El microorganismo pasa directamente de la persona en­ferma o portadora a la sana a través del


contacto físico, por inhalación de los patóge­nos presentes en microgotas de saliva que se
expelen al hablar, toser o estornudar.

Una persona se considera portadora de una enfermedad si lleva en su cuerpo el patógeno, aun
cuando no padezca dicha enfermedad.

Personas protegidas con mascarillas buconasales, como medida preventiva del contagio de
enfermedades respiratorias.

Contagio indirecto

El patógeno se transmite a través de un agente intermediario: agua, alimentos, utensilios,


animales… En este último caso, el animal que hace de mediador recibe el nombre de vector.
Los vectores suelen ser artrópodos que transportan y transmiten el patógeno sin sufrir ellos
mismos la enfermedad.

Un tipo particular de contagio lo constituyen las zoonosis. Se trata de enfermedades que son
transmitidas de forma natural entre los seres humanos y los animales. Un ejemplo es la rabia,
que puede ser transmitida por mordedura de perros enfermos.
Hembra del mosquito Anopheles. En su saliva porta los protozoos que provocan la malaria.

2.3 FASES DE LA ENFERMEDAD INFECCIOSA


Desde que se produce el contagio, toda enfermedad infecciosa transcurre en tres fases:

INCUBACIÓN DESARROLLO Y CONVALECENCIA

Incubación
Etapa que dura desde la entrada del patógeno hasta la aparición de los primeros síntomas y
signos.

Durante la fase de incubación la persona puede contagiar la enfermedad.

Desarrollo
Tiempo en el que la enfermedad avanza y se desarrollan las manifestaciones clínicas
asociadas.

En esta fase se requiere atención médica y farmacológica.

Convalecencia
Periodo que transcurre desde que se supera la enfermedad hasta que se recupera la salud
inicial.

La duración de esta fase depende del tipo de enfermedad y del estado fisiológico del paciente.

3. EL SISTEMA INMUNITARIO

El sistema inmunitario está formado por una serie de órganos, células y productos celulares
que protegen el organismo de la entrada, multiplicación e invasión de microorganismos
patógenos o de las propias células alteradas, como las cancerosas. El sistema inmunitario
actúa a través de un conjunto de defensas que pueden ser externas o internas.

3.1 DEFENSAS EXTERNAS


Son barreras que impiden la entrada de los microorganismos en nuestro cuerpo. Las defensas
externas son inespecíficas, ya que actúan siempre de la misma manera, independientemente
del patógeno. Son la epidermis y las mucosas.

Epidermis
Forma una barrera continua. Produce secreciones de grasa y de sudor que neutralizan a los
microorganismos.
Además, la epidermis posee una flora bacteriana natural que impide la proliferación de los
microorganismos patógenos.
Mucosas
Forman una barrera continua que recubre las cavidades internas y produce secreciones de
mucus. En la mucosa gástrica y vaginal, estas secreciones son ácidas para neutralizar a los
microorganismos. En la mucosa intestinal, la flora bacteriana natural (microbiota) impide la
proliferación de microorganismos.

3.2 DEFENSAS INTERNAS

Las defensas internas están formadas por un conjunto de células y moléculas que se activan
cuando las defensas externas son vulneradas por algún microorganismo. La intervención de las
defensas internas se denomina respuesta inmunitaria. Puede ser inespecífica o específica.
Respuesta inmunitaria inespecífica

Actúa contra cualquier microorganismo patógeno o cuerpo extraño que haya penetrado en el
cuerpo. La realiza un tipo de leucocitos llamados fagocitos. De ellos, los más abundantes son
los macrófagos, que destruyen los patógenos engulléndolos mediante fagocitosis y
desencadenan una reacción en la zona de la infección: la respuesta inflamatoria local.
Respuesta inflamatoria local
Se desarrolla en la zona de entrada de los microorganismos, por ejemplo, en una herida.
Sus signos y síntomas característicos son inflamación, enrojecimiento, aumento de la
temperatura local y dolor.
El pus que aparece en las heridas está formado por restos de macrófagos y microorganismos
muertos.
Respuesta inmunitaria específica
Se desencadena cuando los microorganismos no son neutralizados mediante la respuesta
inmunitaria inespecífica. Esta respuesta está mediada por un tipo de leucocitos
denominados linfocitos.
Además de la inmunidad natural que se desarrolla tras el primer contacto con el
antígeno, existe también una inmunidad artificial.
La inmunidad artificial se puede provocar mediante la vacunación y la sueroterapia.

Vacunación
La inmunidad se consigue mediante la inoculación en una persona de los
microorganismos patógenos atenuados. Así, estos no causan la enfermedad, pero sí
provocan la producción de los linfocitos de memoria frente a los antígenos que portan en
su superficie.
Es un tratamiento preventivo que no tiene efecto una vez que se ha contraído la
enfermedad.

Sueroterapia
La inmunidad se consigue mediante la administración de sueros hiperinmunizados.
Estos sueros contienen los anticuerpos contra los antígenos del microorganismo
patógeno responsable de la enfermedad.
Se trata de un tratamiento curativo, esto es, se usa para ayudar al enfermo a combatir la
infección.

Calendario de vacunación infantil

Las vacunas constituyen la principal medida de prevención contra las enfermedades infecciosas. Por ello,
seguir el calendario de vacunación infantil garantiza la inmunidad de niños y adolescentes frente a dichas
enfermedades.
Las vacunas, además, proporcionan inmunidad de grupo, ya que se benefician de ellas tanto las personas
vacunadas como las personas de su entorno que no lo están.
Un ejemplo de la importancia de la vacunación para salvar vidas, se ha puesto de manifiesto durante la
pandemia de la COVID-19.

4. LAS DONACIONES Y LOS TRASPLANTES


Las donaciones de órganos, células y tejidos, ya sea en vida o después de la muerte, son
esenciales para posibilitar los trasplantes.

Un trasplante es un procedimiento quirúrgico en el que un órgano o tejido enfermo, o parte


de él, se sustituye por otro sano.

En un trasplante se denomina donante a la persona que aporta el órgano sano, mientras


que el enfermo que lo recibe se llama receptor.
El donante cede de forma gratuita y voluntaria sus órganos, tejidos o células para su uso
con fines terapéuticos en otras personas.

Gracias a las campañas sociales y educativas, en los últimos años se ha incrementado el


número de donantes en España, con lo que el nuestro es uno de los países con mayor
tasa de donación del mundo. Aun así, se estima que aproximadamente el 10 % de los
receptores fallece mientras espera su trasplante.

Los trasplantes no solo permiten evitar


fallecimientos, sino que también
mejoran la calidad de vida de los
enfermos.

Corazón donado para ser trasplantado.

4.1 LOS TIPOS DE DONACIONES

Desde el punto de vista clínico, las donaciones se agrupan en tres categorías:

● Donación de órganos. Los órganos que más se trasplantan son el riñón, el hígado,
el corazón, el páncreas y el intestino. El proceso quirúrgico de extracción requiere
cortar vasos sanguíneos principales que, posteriormente, deberán conectarse en el
momento del trasplante. Ello se debe a que el órgano necesita un aporte de
sangre continuo para mantenerse con vida.

● Donación de tejidos. Algunos de los tejidos que se trasplantan son el cordón


umbilical, la médula ósea, la membrana amniótica, la córnea y la piel. Este
proceso quirúrgico no requiere el corte de vasos sanguíneos vitales, por lo que no
se necesita conectar vasos en el momento del trasplante. La razón es que los
tejidos reciben la sangre a través de finísimos capilares que se desarrollan
progresivamente tras el trasplante.
● Otras donaciones. Además de órganos y tejidos, también se puede donar la
sangre, la leche materna, los óvulos, el esperma y el propio cuerpo para el
estudio científico.

Las donaciones de sangre


Existen campañas, como la que responde al lema de «Donar sangre es donar vida», que
hacen hincapié en la importancia de la donación de sangre, ya que su demanda es muy
alta y la sangre donada solo se puede utilizar durante un tiempo limitado.
Las transfusiones de sangre son parte del tratamiento de numerosas enfermedades;
además, son un salvavidas ante situaciones médicas de gravedad.

4.2 LOS TIPOS DE TRASPLANTES

Existen cuatro tipos de trasplantes dependiendo de la procedencia del órgano que se


trasplanta: autotrasplante, isotrasplante, alotrasplante y xenotrasplante.

Autotrasplante
El donante y el receptor son el mismo individuo.
Los autotrasplantes más comunes son los de piel.

Isotrasplante
El donante y el receptor son individuos distintos; sin embargo, genéticamente son
idénticos.
Es el caso de los gemelos univitelinos.
Alotrasplante
El donante y el receptor son individuos distintos, además de genéticamente diferentes.
Es el tipo de trasplante más común.

Xenotrasplante
El órgano procede de un individuo que pertenece a una especie distinta a la del receptor.
Este tipo de trasplante se encuentra en fase de experimentación y tiene notables
implicaciones éticas.

Los gemelos univitelinos son genéticamente idénticos porque proceden del mismo óvulo y
del mismo espermatozoide.

4.3 EL RECHAZO DE LOS TRASPLANTES

Los autotrasplantes y los isotrasplantes no generan rechazo en el receptor; sin embargo,


en los alotrasplantes y xenotrasplantes, el problema es el rechazo inmunitario.
Este rechazo se debe a una respuesta inmunitaria específica del receptor contra los
antígenos del órgano extraño que se ha introducido en su cuerpo.

Para reducir el riesgo de rechazo, se deben tener en cuenta estos dos aspectos:

● Es preciso garantizar la máxima compatibilidad antigénica entre la persona


receptora y el donante con el fin de minimizar el rechazo.

● Después del trasplante, hay que tratar al receptor con fármacos


inmunosupresores, que disminuyen la respuesta inmunitaria.

La Organización Nacional de Transplantes


La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) es un organismo coordinador, encargado
de desarrollar las funciones relacionadas con la obtención y utilización clínica de
órganos, tejidos y células.

La ley de trasplantes en España se rige por cuatro puntos básicos:


1 Principio de no maleficencia. La certificación de muerte encefálica del donante
debe ser realizada por un equipo de médicos independiente del equipo de
trasplantes.

2 Principio de autonomía. Establece el respeto a la voluntad del fallecido en


cuanto a donar o no sus órganos.

3 Principio de beneficencia. La donación es un acto de carácter altruista y bajo


ningún concepto se admite la comercialización de los órganos.

4 Principio de distribución equitativa. La adjudicación de órganos se hace por


criterios estrictamente médicos, sin que influya la condición socioeconómica del
receptor.

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