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CAPÍTULO II

LAS FUENTES DEL DERECHO PROCESAL

Las fuentes del derecho procesal, se pueden clasificar


principalmente en fuentes directas e indirectas, que son las que
veremos a continuación.
I.- FUENTES DIRECTAS.
1.- LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA.
Nuestra Constitución Política, consagra las normas básicas relativas a
la Administración de Justicia; así su Capítulo VI, titulado del "PODER
JUDICIAL", consagra el principio fundamental de la Independencia del
Poder Judicial así como su imperio (art.76); normas básicas relativas al
nombramiento de los miembros del escalafón primario (Ministros y
jueces); el principio de la inamovilidad de los jueces (art.80),
disponiendo además que la ley que determine la organización y
atribuciones de los tribunales, revestirá el carácter de Ley Orgánica
Constitucional, la cual sólo puede ser modificada escuchando
previamente a la Corte Suprema (art.77).
Por otra parte, la Constitución Política establece, además,
normas de orden procesal funcional, especialmente de carácter
procesal penal, las que se contienen en el art.19, 20 y 21.
El art.19 de la Constitución Política República, asegura a
todas las personas, las siguientes garantías de naturaleza procesal:
N°1: El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica.
Inciso 4: Se prohíbe la aplicación de todo apremio ilegítimo.
N°3: La igual protección de la ley en el ejercicio de sus
derechos.
- Inciso 2: Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la
forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá
impedir, restringir o perturbar la debida intervención del letrado si
hubiere sido requerida. Tratándose de los integrantes de las Fuerzas
Armadas y de Orden y Seguridad Pública, este derecho se regirá en lo
concerniente a lo administrativo y disciplinario, por las normas
pertinentes de sus respectivos estatutos.
- Inciso 3: La ley arbitrará los medios para otorgar
asesoramiento y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos
por sí mismos. La ley señalará los casos y establecerá la forma en que
las personas naturales víctimas de delitos dispondrán de asesoría y
defensa jurídica gratuitas, a efecto de ejercer la acción penal
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reconocida por esta Constitución y las leyes.
- Inciso 4: Toda persona imputada de delito tiene derecho
irrenunciable a ser asistida por un abogado defensor proporcionado
por el Estado si no nombrare uno en la oportunidad establecida por la
ley.
- Inciso 5: Nadie puede ser juzgado por comisiones especiales,
sino por el tribunal que señale la ley y que se hallare establecido por
ésta con anterioridad a la perpetración del hecho.
- Inciso 6: Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción
debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado.
Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un
procedimiento y una investigación racionales y justos.
- Inciso 7: La ley no podrá presumir de derecho la
responsabilidad penal.
- Inciso 8: Ningún delito se castigará con otra pena que la que
señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a
menos que una nueva ley favorezca al afectado. (Beneficio indubo pro
reo y epiqueya)
- Inciso 9: Ninguna ley podrá establecer penas sin que la
conducta que se sanciona esté expresamente descrita en ella.
N°7: El derecho a la libertad personal y seguridad
individual.
- Nadie puede ser privado de su libertad personal ni ésta res-
tringida sino en los casos y en la forma determinados por la Constitu-
ción y las leyes. (Art.19 Nº7 letra b) de la C.P.R.).
- Nadie puede ser arrestado o detenido sino por orden de fun-
cionario público expresamente facultado por la ley y después de que
dicha orden le sea intimada en forma legal. Sin embargo, podrá ser
detenido el que fuere sorprendido en delito flagrante, con el solo
objeto de ser puesto a disposición del juez competente dentro de las
veinticuatro horas siguientes.
Si la autoridad hiciere arrestar o detener a alguna persona, de-
berá, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, dar aviso al juez
competente, poniendo a su disposición al afectado. El juez podrá, por
resolución fundada, ampliar este plazo hasta por cinco días, y hasta
por diez días, en el caso que se investigaren hechos calificados por la
ley como conductas terroristas. (Art.19 Nº7 letra c) de la C.P.R.).
- Nadie puede ser arrestado o detenido, sujeto a prisión preven-
tiva o preso, sino en su casa o en lugares públicos destinados a este
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objeto.
Los encargados de las prisiones no pueden recibir en ellas a na-
die en calidad de arrestado o detenido, procesado o preso, sin dejar
constancia de la orden correspondiente, emanada de autoridad que
tenga facultad legal, en un registro que será público.
Ninguna incomunicación puede impedir que el funcionario en-
cargado de la casa de detención visite al arrestado o detenido,
procesado o preso, que se encuentre en ella. Este funcionario está
obligado, siempre que el arrestado o detenido lo requiera, a transmitir
al juez competente la copia de la orden de detención, o a reclamar
para que se le de dicha copia, o a dar él mismo un certificado de
hallarse detenido aquel individuo, si al tiempo de su detención se
hubiere omitido este requisito. (Art.19 Nº7 letra d) de la C.P.R.).
- La libertad provisional procederá a menos que la detención o
la prisión preventiva sea considerada por el juez como necesaria para
las investigaciones o para la seguridad del ofendido o de la sociedad.
La ley establecerá los requisitos y modalidades para obtenerla.
La apelación de la resolución que se pronuncie sobre la libertad
del imputado por los delitos a que se refiere el artículo 9º, será
conocida por el tribunal superior que corresponda, integrado exclusi-
vamente por miembros titulares. La resolución que la apruebe u
otorgue requerirá ser acordada por unanimidad. Mientras dure la
libertad, el imputado quedará siempre sometido a las medidas de
vigilancia de la autoridad que la ley contemple. (Art.19 Nº7 letra e) de
la C.P.R.).
- En las causas criminales no se podrá obligar al imputado o
acusado a que declare bajo juramento sobre hecho propio; tampoco
podrán ser obligados a declarar en contra de éste sus ascendientes,
descendientes, cónyuge y demás personas que, según los casos y
circunstancias, señale la ley. (Art.19 Nº7 letra f) de la C.P.R.).
El Art.20: Establece el RECURSO DE PROTECCIÓN de garantías
constitucionales.
El Art.21: Señala el Recurso de Amparo o Habeas Corpus.
2.- LA LEGISLACIÓN PROCESAL. La ley procesal, es aquella
que se dicta para reglamentar al órgano jurisdiccional y sus funciones,
para establecer diversos procedimientos y las oportunidades procesales
que ellos contemplan.
La ley procesal es una ley autónoma, puesto que tiene existencia
y vida propia, no dependiendo de otras instituciones jurídicas para
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hacerla valer. Es, además, una norma de Derecho Público, puesto que
organiza uno de los poderes del Estado y le fija sus atribuciones,
regulando una función propiamente estatal. Como norma, tiene un
carácter instrumental, en cuanto está dirigida a tutelar los derechos
subjetivos que reconoce el ordenamiento jurídico. Finalmente, como
toda ley, es una norma imperativa, puesto que los derechos y
oportunidades que reconoce se ven coronados por la sentencia
definitiva que, una vez pasada en autoridad de cosa juzgada, da un
resultado inamovible que debe ser acatado.
Las normas positivas de Derecho Procesal, se encuentran
contenidas fundamentalmente en algunas disposiciones de la
Constitución Política de la República, Código Orgánico de Tribunales,
de Procedimiento Civil y Procesal Penal; sin embargo, existen
numerosas leyes especiales que consagran normas de procedimiento
igualmente especiales; así, por ejemplo, la Ley Orgánica de Juzgados
de Policía Local; la Ley de Alcoholes; Código del Trabajo, Código de
Justicia Militar, Código Tributario, Tribunales de Familia, etc.
3.- LOS AUTOS ACORDADOS. Son normas de carácter
general, dictadas por los Tribunales Superiores de Justicia (Corte
Suprema y Cortes de Apelaciones), tendientes a reglamentar materias
relativas al funcionamiento de los Tribunales que no se encuentran
suficientemente precisadas por la ley y que son necesarias para la
buena administración de Justicia. Estos autos acordados son dictados
en virtud de las facultades de orden interno o económico que les
reconocen a las Cortes el art.82 inciso 1 de la Constitución Política de
la República y art.3 del Código Orgánico de Tribunales.
Estos autos acordados pueden ser de carácter interno, cuando
se refieren a materias que afectan únicamente a los funcionarios
judiciales, como, por ejemplo, el auto acordado que reglamenta las
labores de los días sábados, y externos, cuando afectan a terceros,
como el auto acordado sobre tramitación y fallo de recurso de amparo.
Los autos acordados deben enmarcarse estrictamente dentro de
la ley, no pudiendo dar origen a normas que requieran tener carácter
de ley, es decir, vienen a constituir una especie de potestad
reglamentaria del Poder Judicial.
No obstante lo señalado, en la práctica existen algunos autos
acordados que han excedido las facultades propias de los tribunales,
como el auto acordado sobre Recurso de Queja. Sin embargo, teniendo
en consideración que estos autos acordados han venido a llenar un
vacío legal que entorpecía la buena Administración de Justicia, nadie
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ha cuestionado su validez.
Fuera de los autos acordados a que nos hemos referido y que
podemos llamar "propiamente tales", existen otros que podríamos
denominar "Autos Acordados con Fuerza de Ley", toda vez que son
dictados por la Corte Suprema, ya no en el ejercicio de las facultades
económicas, sino que por expresa disposición de alguna ley que le
encarga en forma directa la dictación de normas que regulen materias
determinadas. Como ejemplo de este tipo de autos acordados,
podemos señalar el que se refiere a la forma de las sentencias y
también el que señala el procedimiento en materia de recurso de
protección. En estos casos, existe una delegación de facultades del
Poder Legislativo o del Constituyente en la Corte Suprema.
4.- LOS TRATADOS INTERNACIONALES. Una vez ratificados
por Chile y publicados en el Diario Oficial, son ley de la República. En
consecuencia, en cuanto contengan normas de carácter procesal es
fuente tan directa como la propia ley procesal. 5
Existe diversidad de tratados internacionales, siendo los
principales:
1.- El Código de Derecho Internacional Privado de 1963; y
2.- La Convención de Viena sobre Relaciones Consulares y
Diplomáticas de 1961.6

II.- FUENTES INDIRECTAS.


1.- DOCTRINA DE LOS TRATADISTAS. La doctrina crea y al
mismo tiempo configura los principios generales, así como las
instituciones fundamentales del Derecho Procesal.
La doctrina propende al perfeccionamiento constante de las
normas procesales, lo que se hace indispensable con el transcurso del
tiempo, debido a las transformaciones que va experimentando el
mundo, las que traen consigo que muchas normas se hagan
insuficientes o inconvenientes. Por ello, los estudios de los tratadistas
normalmente sirven de base a las modificaciones legales.
Por otra parte, la doctrina constituye un importante auxiliar de
la interpretación de la ley procesal, tanto para los abogados que

5
DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO, Aldo Monsálvez Muller, 1ª Edición 2005, Universidad Internacional
Sek.
6
Dice el art.5 inciso 2 de la Constitución Política de la República: El ejercicio de la soberanía reconoce
como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana. Es deber de
los órganos del Estado respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como
por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes .
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tramitan en los tribunales, como para los que desempeñan funciones
de juez.
Entre los principales estudiosos del Derecho Procesal, podemos
señalar, en Italia, a Carnelutti, Chiovenda y Calamandrei; en Alemania,
a Goldschmidt, von Bülow; en España, a Guasp y Niceto Alcalá
Zamora; en Uruguay, a Couture y en Argentina, a Alsina; en Chile,
podemos citar a Manuel Egidio Ballesteros, Fernando Alessandri
Rodríguez, Rafael Fontecilla, Mario Casarino Viterbo, Carlos Anabalón,
etc.
2.- JURISPRUDENCIA DE LOS TRIBUNALES. Como
sabemos, en Chile la jurisprudencia de los tribunales sólo tiene fuerza
obligatoria en las causas en que se dicta la sentencia respectiva; sin
embargo, su trascendencia es de gran importancia, especialmente
cuando ella se uniforma al nivel de la Corte Suprema, toda vez que en
la práctica se impone. Lo que no significa que con el correr del tiempo
la jurisprudencia no pueda ir cambiando o evolucionando.
La jurisprudencia en Chile tiene un valor relativo, por
aplicación del art.3 del Código Civil, habida consideración que no es
vinculante para los tribunales.
3.- LOS USOS Y COSTUMBRE. Son formas de actuación no
contempladas en la ley, pero que constituyen normas de conducta. Son
también conocidas como la práctica judicial, cuya validez depende del
respeto que tenga por ellas el foro.
4.- LA EQUIDAD. Se la puede definir de la misma manera que
la virtud de la justicia. En consecuencia, la equidad es la constante y
perpetua voluntad de dar a cada cual lo que le corresponda. Más bien
la equidad es una norma que obliga a actuar con justicia.
Coordinando lo anterior con la obligación de los tribunales de
resolver los asuntos que le son sometidos a su conocimiento, aun a
falta de norma expresa, la equidad puede ser fuente de derecho
procesal.

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