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Teoría anticolonial de la lectura y


ontología de lo menor: supuestos
analítico-metodológicos1 2

Anticolonial theory of reading and ontology of the lesser:


analytical-methodological assumptions3 4

Aldo Ocampo González Genoveva Ponce Naranjo


aldo.ocampo@celei.cl gponce@unach.edu.ec

Aceptación: 08 de noviembre / Aprobación: 08 de diciembre / 2022

Resumen tribuido a reforzar una concepción monolingüe


y universalista de la acción cultural. Para com-
El descubrimiento de la voz de lo inclusivo solo
prender multifactorialmente las configuraciones
puede oírse por fuera de sus entendimientos
de las prácticas letradas a través de la coloniali-
y audibilidades habituales sancionadas por sus
dad es necesario reconocer la imposición de un
estructuras de pensamiento y por la sabiduría
patrón mundial de poder cultural que posee la
académica convencional. La inclusión requiere
capacidad de sancionar qué tipo de acción cul-
que conozcamos el mundo de una manera dife-
tural y estructuras lingüístico-literarias son le-
rente. El presente trabajo inscribe su actividad
gítimas y para qué colectividades, sumergiendo
en la contingencia interseccional-ontológica-re-
en la opacidad del acto a múltiples estructuras
lacional ‘lectura e inclusión’. La intención de
lingüístico-políticas y existenciales, reforzando
pensar anticolonialmente los bloques de racio-
así, una comprensión monolingüe y un sistema
nalidad de los mecanismos alfabéticos encuen-
de alfabetización basada fundamentalmente en
tra un punto de conexión con la metodología
un monoleguajeo que en ocasiones es improce-
de oprimidos. Su intención analítica consistió en
dente, de acuerdo a las estructuras de partici-
rastrear diversas clases de argumentos que per-
pación de diversos grupos culturales.
mitiesen pensar la razón alfabética occidental
atravesada por diversas tensiones ligadas al mo-
Keywords: lectura, acción anticolonial, logos,
vimiento político-cultural y al evento histórico
prácticas letradas anticoloniales; literacidades
denominado: ‘anticolonialismo’, lo que ha con-
subversivas.
1 Este artículo es el resultado de la conferencia presentada en el II Coloquio Internacional sobre Prácticas Letradas en clave Interseccional y Postcolonial: subjetividades
subversivas y desdenes ontológicos desde otros mundos, organizado por el Centro de Estudios Latinoamericanos de Educación Inclusiva (CELEI), Chile, la Universidad
Católica Silva Henríquez (UCSH), Chile, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Argentina, la Pontificia Universidad Javeriana (PUJ), Colombia y el INIDE de la Uni-
versidad Iberoamericana, México, los días 27 y 28 de mayo y 03 de junio de 2021.
2  Este trabajo ha sido publicado previamente en inglés en el número especial correspondiente a marzo-abril de 2022, en Journal for Critical Education Policy Studies.
3 Teórico de la educación inclusiva. PhD en Ciencias de la Educación, Universidad de Granada, España. Profesor de Filiación institucional: Centro de Estudios Lati-
noamericanos de Educación Inclusiva (CELEI), Chile. Correo electrónico: aldo.ocampo@celei.cl. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6654-8269. CELEI es el primer
centro de investigación creado en Chile y América Latina y el Caribe, dedicado al estudio teórico y metodológico de la Educación Inclusiva, articula su actividad desde
una perspectiva inter-, post-, y para-disciplinar. Centro miembro del Consejo Latinoamericanos de Ciencias Sociales (CLACSO) e institución afiliada al International
Consortium of Critical Theory Programs (ICCTP).
4 Escritora, investigadora y gestora cultural. Doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad de Granada. Filiación institucional: Universidad Nacional de Chim-
borazo, Riobamba-Ecuador. Correo electrónico: gponce@unach.edu.ec. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9631-5474
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Abstract cepción dominante sobre educación inclusiva


ampliamente difundida a nivel mundial. La domi-
Discovering the voice of the inclusive can only
nación de lo especial se convierte en un dispo-
be heard outside their usual understandings
sitivo que evita que emerjan los signos definito-
and audibilities sanctioned by their structures
rios del índice de singularidad de lo inclusivo. A
of thought and conventional academic wisdom.
este peculiar proceso de subyugación heurística
Inclusion requires knowing the world in a di-
se denomina edipización del objeto de lo inclu-
fferent way. This paper inscribes its activity in
sivo, metáfora que es mucho más compleja. Mi
the intersectional-ontological-relational contin-
interés en los desarrollos epistemológicos de
gency ‘reading and inclusion’. The intention of
la educación inclusiva asume la tarea re-orde-
thinking anticolonially the blocks of rationality
nadora de sus deseos, cuestión, que, en cierta
of alphabetic mechanisms, finds a point of con-
medida, toma parte de la influencia de Gramsci.
nection with the methodology of the oppres-
Actividad que destaca las contradicciones y am-
sed. Its analytical intention consisted in tracing
bivalencias de los procesos sociales, políticos
diverse kinds of arguments that would allow
y educativos. Regresemos a la pregunta por la
thinking the Western alphabetic reason crossed
razón teórica del territorio en discusión: ¿qué
by diverse tensions linked to the political-cul-
es exactamente la educación inclusiva?, ¿es un
tural movement and the historical event called:
concepto, un paradigma, una metáfora, un dis-
‘anticolonialism’, which has contributed to rein-
positivo heurístico, una metodología o bien, una
force a monolingual and universalist conception
teoría? Enmarcar la educación inclusiva a través
of cultural action. In order to understand multi-
de la noción de ‘teoría’ sugiere determinar cau-
factorially the configurations of literate practi-
telosamente que tipo de teoría designa. La ‘in-
ces through coloniality, it is necessary to recog-
clusión’ como categoría de análisis enfrenta un
nize the imposition of a world pattern of cultural
problema definitorio particular: participa de las
power that has the capacity to sanction the type
relaciones de poder estructurales y de las repre-
of cultural action and linguistic-literary structu-
sentaciones culturales que interroga.
res that are legitimate and for which collectivi-
ties, submerging multiple linguistic-political and
El trabajo que se presenta debe entenderse
existential structures in the opacity of the act,
como una ‘crítica’ en la medida que examina las
thus reinforcing a monolingual understanding
estructuras de producción del conocimiento y
and a literacy system based fundamentally on a
de la razón de lo inclusivo. El problema parte
monolingualism that is sometimes inappropriate
de un marco de referencia que no posee una
according to the structures of participation of
clase de imaginación teórica capaz de desafiar
diverse cultural groups.
la diversidad de problemas que estructuran los
engranajes del sistema-mundo y, por otro lado,
Keywords: reading, anticolonial action, logos,
la incapacidad para reconocer que el argumento
anticolonial literate practices; subversive litera-
más difundido es infértil en sí mismo para pro-
cies.
ducir la transformación educativa. Este es un
argumento que se mueve entre la mímesis y la
mascarada, entre el calco y la imitación y la re-
Introducción sistencia al cambio en cuanto a la fluctuación de
La principal tarea intelectual de los últimos años sus ideas. La intención radica en infringir las re-
ha consistido en rastrear diversas clases de ar- glas de la estructura falsificada de conocimiento
gumentos que posibiliten desestabilizar la con- sobre inclusión que hoy es legitimada con gran
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fuerza por la sabiduría académica convencional. la imaginación binarista que recurre a la técni-
Esta es una de las formas de sabotaje encontra- ca del ‘préstamo’ en esta oportunidad; noción
da para interferir en sus reglas. acuñada por Mike Bal (2021) en su reciente li-
bro publicado en español bajo el título Lexicón
La educación inclusiva como dispositivo heurís- para el análisis cultural y que se asume como
tico enfrenta cuatro problemas fundamentales, consecuencia del humanismo clásico, en cuanto
que oscilan entre lo ontológico, lo epistémico, forma de producción del ser occidental. Cuan-
lo metodológico y lo morfológico. Sumado a do incurrimos en el error de travestir lo especial
ello, podemos identificar que este es un espa- con lo inclusivo, o bien, asumir que esta última,
cio configurado a partir de múltiples influencias, es una mutación más avanzada de la educación
cada una de ellas, se desplazan incesantemente especial, nos encontramos en presencia de un
sin un rumbo fijo, conformando un desconocido argumento aparentemente cristalino que co-
figural y un espacio de meta-receptividad heu- mienza a enturbiarse intensamente cuando nos
rística. Este efecto de movimiento incesante interrogamos acerca de los verdaderos contor-
–un devenir de aceleración– reside en lo más nos de este terreno de investigación. Aquí, nos
profundo de su orden de producción, que en encontramos en presencia de una razón farisai-
adelante se entenderá como las leyes internas ca. En efecto, “lo cierto es que por la corriente
que trazan el funcionamiento del campo: lo mayoritaria [mainstream] nunca han circulado
diaspórico. aguas claras y tal vez nunca puedan hacerlo,
Parte de la educación mayoritaria [mainstream]
La interrogante por la naturaleza de su razón comporta aprender a ignorar por completo tal
teórica focaliza estrictamente en la función de su circunstancia, con una ignorancia sancionada”
objeto, noción que sea dicho de paso, no actúa (Spivak, 2010, p.14).
siguiendo los presupuestos epistémico-norma-
tivos sancionados por los canónicos. Más bien, La epistemología de la educación inclusiva no
este constituye un objeto involuntariamente tiene el propósito de desechar el ordenamiento
desconocido, incomprendido y perdido en las teórico-conceptual de lo especial –más bien, se
discusiones del campo, producto de la ausencia convierte en un palimpsesto heurístico1, algo que
de debates más radicales en cuanto a sus formas jamás podrá borrarse y aquello de lo que jamás
metodológicas y heurísticas; por ello, enfrentan podremos librarnos, por lo tanto, esta expresión
la compleja tarea de inscribirse en un marco más se usa a la inversa de la retórica ordinaria. Su
general de pensabilidad de sus dilemas defini- efecto, trabaja para explicar que será algo que
torios. La comprensión de la educación inclu- retornará una y otra vez. Por lo tanto, existe to-
siva cuando se centra exclusivamente en torno tal desacuerdo en que en aras de lo inclusivo (tal
a la figuración onto-semiológica heredada por como sostiene parte del argumento liberal del
lo especial –régimen especial-céntrico– corre el campo) desaparezca la educación especial– sino
riesgo de convertirse en un argumento neo-co- criticarlo para desestabilizar sus regulaciones y
lonial, que ha sido elaborado por el Norte Glo- referencias cognitivas, para interrumpir en sus
bal y transferido arbitrariamente a diversas rea- lógicas de producción, las que trabajan en es-
lidades fenoménico-estructurales-relacionales trecha sintonía con las articulaciones del logos.
constitutivas del Sur Global. Estas son, sin duda, Lo inclusivo nunca es el desplazamiento de los
manifestaciones de la cooptación efectuada por significantes de lo especial. Llegado a este pun-

1  Palimpsesto heurístico es un cconcepto desarrollado por Ocampo (2021).


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to, debemos preguntarnos acerca de los meca- El problema de la razón de la educación inclu-
nismos de complicidad negativa y constructiva siva habita un registro en el que el proceder de
que de esta operación pueden emerger. Inte- su razón no se comprende, ni conoce. Una obs-
resa encontrar el cambio de ‘alteración’ de los trucción en la razón que conoce su naturaleza
signos, no de desplazamiento. Tomar lo especial teórica. En tal caso, se construye una razón, sin
como lo inclusivo es poner de manifiesto una una cognición de sí misma, un objeto aparen-
singular represión heurística interna y externa temente sin ninguna referencia objetiva –es
en cuanto a su grilla de inteligibilidad, la que necesario encontrar las modalidades de control
condiciona mediante una retirada de su signifi- cognitivo sobre su red objetual–, legitima una
cante. Un repudio que opera a nivel simbólico y grilla de inteligibilidad que “representa un obje-
lo real-formal de su estructura, operatoria que to de cognición sin la referencia necesaria para
lleva implícita dos operaciones complementa- la verdadera cognición” (Spivak, 2010, p.22). Es
rias: la introducción de un argumento falso y la el reino de su razón teórica lo que debemos cui-
expulsión de este, mediante un peculiar movi- dadosamente encontrar, “al conmemorar invo-
miento de sentidos por desedimentación. luntariamente un objeto perdido” (Spivak, 2010,
p.14). A esto se agregan, los objetos que sirven
En tal trama argumental, la voz de lo inclusivo para delinear la cognición de lo inclusivo. Pero
como expresión de su índice de singularidad ¿cómo hacer que el objeto o, mejor dicho, su
queda edipizada, mientras que, la comprensión red objetual sea presa de un momento sublime
heurística queda constituida a través de un es- y acceda a su voluntad racional? El estudio de
pacio en blanco altamente generador. El descu- la razón teórica del territorio impone un senti-
brimiento de la voz de lo inclusivo solo puede miento de inadecuación sobre su imaginación al
oírse por fuera de sus entendimientos y audi- intentar superar el efecto de subrepción, esto
bilidades habituales sancionadas por sus es- es, una estructura cognitiva que actúa por su-
tructuras de pensamiento. Este problema no es plementación –modalidad de ocultamiento de la
sencillo, especialmente, cuando los contextos verdadera esencia del campo–. El problema es que
de recepción y las gramáticas de educacionis- el argumento que permite comprender a la educa-
mo pedagógico nos han familiarizado irreflexi- ción inclusiva en su verdadera inmensidad teórica
vamente con este tipo de elaboración cognitiva carece de una comprensión acerca de su deseabili-
en condición de habladurías triviales, sin una dad heurística adecuada a su índice de singularidad.
En efecto, la educación inclusiva es un fenómeno
cognición aparente –ausencia de consciencia
educativo que no es producido epistemológica-
heurística–. Se presentan las disculpas ante la mente por la educación, sino que, tal como se do-
crudeza de la expresión, pero cansan las sim- cumenta en trabajos anteriores, es informada por
plificaciones que se hacen una y otra vez del proyectos de conocimientos que escapan a la lógica
sintagma. Quedan al descubierto las reglas de intelectual sancionada por lo educativo.
inteligibilidad y las manifestaciones de su red
objetual por fuera de tales argumentos. Retorna Finalmente, la reflexión gira en torno a la si-
una vez más, la fuerza de la expresión: “exte- guiente interrogante: ¿edipización de lo inclusi-
rioridad del trabajo teórico”, que tomo prestada vo? En el trabajo intelectual de Ocampo Gonzá-
de Chambers. Es necesario “modificar nuestros lez (2021) se emplea este término por primera
presupuestos en función del texto que estemos vez para examinar las formas de dictadura del
abordando” (Spivak, 2010, p.21). significante y de la fuerza heurística de lo psi-
co- como forma de regulación del dominio de
lo psicopedagógico, estableciendo mecanismos
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de dominación. La edipización es siempre una primera vez, la luz, con motivo del trabajo pre-
forma de castración, de restricción o de control sentado para el libro: “Los estudios intercultu-
de algo, es, también, un sentimiento de inade- rales. Una ventana para el diálogo de saberes
cuación, de sentirse incomprendido, o bien, la desde Abya Yala”2, editado por la UABC, México
posesión de una imagen desajustada, negativa y la UdeA, Colombia. En dicha oportunidad, la
o contradictoria. Para develar las formas de edi- intención analítica consistió en rastrear diversas
pización de lo inclusivo a la sobre-imposición clases de argumentos que permitiesen pensar
del legado de lo especial se necesita de una la razón alfabética occidental atravesada por
insurrección conceptual contra las matrices ge- diversas tensiones ligadas al movimiento polí-
nealógicas que establecen esta singular vincula- tico-cultural y al evento histórico denominado:
ción. Incluso el intento de liberar dicha trama de ‘anticolonialismo’. Una teoría anticolonial de la
cadenas de vinculación suscita un mecanismo lectura puede ser significada como un corpus
de desobediencia a sistemas de razonamientos de “consideraciones, construcciones, produc-
restrictivos de su supuesta figura de autoridad ciones, creaciones, prácticas y acción-reflexión
genealógica ¿Es posible sostener que lo espe- basadas en la existencia y la resistencia, políti-
cial marca una cierta clase de respeto edípico a cas insurgentes, epistémicas” (Walsh & Migno-
lo inclusivo?, si esto fuese así, ¿de qué depen- lo, 2018, p.29). Esta postura toma distancia del
de? Interesa entonces explorar formas que po- argumento que “enuncia que el indio y el negro
sibilitan la des-edipización de lo inclusivo como son los únicos que pueden luchar por su libera-
sustrato medular de lo especial. La epistemo- ción contra las relaciones de poder coloniales,
logía de la educación inclusiva propuesta por sin usar la estrategia identitaria de clase” (Ávi-
Ocampo (2017) asume esta empresa; es decir, la-Rojas, 2021, s.p.).
la consolidación de una práctica de des-edipi-
zación de sus formas genealógicas para encon- Si bien, tal empresa no puede reducir su fuerza
trar su autenticidad y sus múltiples modos de analítica exclusivamente al mero acto de con-
existencia. Se observa que tanto las formas de traposición premisas teórico-metodológicas
deconstrucción y des-edipización consolidan emprendidas por quienes han grabado en sus
estrategias alterativas para remover los rígidos cuerpos la profunda huella del colonialismo en
patrones de imitación impuestos por la racio- todas sus expresiones. Este hecho, se convier-
nalidad del régimen especialcéntrico, también te en una pieza fundamental de su consciencia
conocido como el proceso de edipización. y proyecto argumental, su analítica trabaja más
allá y por fuera de los clásicos marcos inter-
pretativos ligados a la producción del proceso
alfabetizador, los que sean dicho de paso, han
Lo anticolonial en el proceso de contribuido a reforzar una concepción monolin-
güe y universalista de la acción cultural. En con-
alfabetización sugiere luchar por
cordancia, se examinan a continuación, algunos
otros desempeños epistemológicos usos y sentidos del sintagma ‘anticolonialismo’,
En esta sección, nos proponemos examinar los aunque de forma breve.
engranajes fundamentales de la operación heu-
rístico-política denominada: ‘teoría anticolonial El anticolonialismo como evento histórico no es
de la lectura’. Tal cadena de palabras vio, por fácil de categorización, ni mucho menos descri-

2  Proyecto editorial coordinado por Natalia Duque Cardona.


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bir su poder analítico y político. Según esto últi- gicas de producción del conocimiento letrado.
mo, sostendrá Lee (2018) que, su interpretación Su propósito central es producir desempeños
más extendida en las estructuras académicas y epistemológicos otros que permitan superar los
en las luchas ciudadanas ha reducido su signifi- tradicionales sistemas de castración intelectual
cante a un simple acto de oposición a la domina- impuestos a través del efecto monológico del
ción extranjera. Si trasladamos tal argumento al evento alfabetizador más utilizado en esta re-
contextualismo epistémico en el que se inscribe gión del mundo. Una teoría del acto de la lectura
este trabajo, sostendremos que, nuestro inte- en clave anticolonial supone el reconocimiento
rés va mucho más allá de una simple racionali- de una historia política y cultural que trabaja a
dad dicotómica incapaz de destrabar las confi- la inversa de los engranajes de múltiples siste-
guraciones que obstruyen el encuentro con la mas-mundo. La ‘teoría anticolonial de la lectura’
presencia de múltiples formas de literacidades no tiene la pretensión de crear un significado
excluidas, devaluadas y marginadas por la razón estable para explorar su racionalidad, más bien,
alfabética modernista imputada en Abya Yala. nos ubican en un terreno nebuloso que rompe
El presente trabajo ofrece una reevaluación del con toda forma de racionalidad conocida. Tam-
sintagma para interpelar críticamente los engra- poco es una teoría de los indígenas concebidos
najes a través de los cuales la cultura escrita oc- como otredad restrictiva y especular, una de las
cidentalocéntrica ha permeado las estructuras expresiones más conocidas de lo que Ocampo
educativas en nuestra región. Este propósito es, (2021) denomina problema ontológico de los
en sí mismo, una lucha contra el logos, es decir, grupos sociales. Este constructo toma ‘distancia
la razón que conoce en la zona imaginaria sig- crítica’3 de cualquier sistema de inestabilidad en
nada como occidente. En este punto, encuentra relación con el contexto histórico o de una ana-
una intersección con la decolonialidad, al refe- lítica que refiera
rirse a
[…] sólo al tiempo presente que resulta problemático
[…] aquellos procesos y posibilidades de análisis colecti- para quienes depositan en lo indígena el deseo de una
vo, teorización colectiva y práctica colectiva, todos entre- otredad radical respecto de la cultura occidental, pues
lazados, que ayudan a engendrar un ser relacional, pensar, como lo han constatado etnohistoriadores e historiado-
sentir, hacer y vivir en un lugar marcado por los extremos res del período colonial, los indios de la conquista no son
de la violencia, el racismo y el patriarcado en la matriz los mismos que los de tiempos prehispánicos (donde en
actual del capitalismo/modernidad/colonialidad global rigor no existían), así como el indio de la colonia tampoco
(Walsh & Mignolo, 2018, p.37). es el mismo que el de la conquista, y así sucesivamente
y sólo empleando una perspectiva temporal. De esto se
concluye que es imposible sostener la existencia de un
Su analítica sujeto indígena único y mucho menos suponer la auten-
ticidad de tales o cuales descripciones, pues la pluralidad
[…] estudia el proceso de liberación ideológica y política se impone en todos los períodos de la historia americana
de las resistencias, organizaciones, movimientos y las múl- (Zapata, 2011, p.24).
tiples expresiones de lucha que tienen los pueblos indios
y negros como sus propios sujetos frente al despojo, ex-
plotación, opresión y racismo impuesto desde la conquis- Otro mecanismo de distancia crítica que em-
ta europea (Ávila-Rojas, 2021, s.p.). prende nuestra propuesta reconoce que esta

[…] no es convertir la política indígena en una doctrina


Teoría anticolonial de la lectura es una opera- occidental de liberación; no es un proceso filantrópico
ción de desaprendizaje e interrupción en las ló- de “ayudar” a los en situación de riesgo y aliviar su su-

3  Concepto clave en cualquier empresa deconstruccionsta. El uso que hacemos del sintagma en esta oportunidad trabaja para interpelar los prejuicios ocultos en
la tradición de pensamiento que sustenta los bloques de racionalidad de lo que denominamos: razón alfabética. Un acto de distancia crítica es un peculiar recurso de
destrucción para dar movimiento y desedimentación.
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frimiento; no es un término genérico para luchar contra lo que sorprende, es que todavía se mantengan
condiciones y resultados opresivos. En el amplio paraguas
vigentes muchas de estas premisas que guiaron
de la justicia social puede haber espacio para todos estos
esfuerzos, pero nada de esto es descolonización (Tuck & el estudio de los “otros”” (Zapata, 2011, p.25).
Yang, 2012, p.21). Lo anticolonial designa un campo de profundas
disidencias contingentes-estructurales-ontoló-
Es una forma imaginativa que va al encuentro gicas-políticas, cuyo punto de partida es la libe-
con un texto en movimiento que es, en sí mismo, ración ideológica de los pueblos, una especie de
una otredad alterativa y desconocida. Es luchar borradura o dislocación de la matriz alfabética
por producir un cambio mental, otros desempe- dominante, responsable de las configuraciones
ños epistemológicos para poner en movimiento de la cultura escrita. Asume la tarea crítica de
el sublime acto de sabotear afirmativamente las darle la vuelta a la formulación universalista de
configuraciones de la matriz letrada. Su propó- tales engranajes a través de la particularidad
sito consiste en darle la vuelta a cualquier clase étnica y cultural, un proceso complejo e inter-
de esencialismo onto-político y epistémico que, seccional a favor de la liberación ideológica y
en mayor o en menor medida sustentan las in- política de múltiples colectividades, impuesta
vestigaciones sobre decolonialidad y literacidad. a través de la colonización, tal como sostendrá
Nos interesa promover un entendimiento que Ávila-Rojas (2021), las que al ser cooptadas por
conduzca al reconocimiento de la lectura la matriz letrada occidentalocéntrica han regis-
trado “un obstáculo para definir su propia sub-
[…] como una categoría política en tomo a la cual se jetividad política y social” (s.p.). Una de sus he-
articula una relación de poder/subordinación, donde el
bras intelectuales emerge a través de
factor cultural (la diversidad innegable en el ayer y en el
ahora, aunque con distintas formas y contenidos) es uno
[…] los aportes de los académicos e intelectuales men-
de sus elementos, fundamental por cierto, pero no el úni-
cionados se encuentran enmarcados en el amplio abanico
co, que ha sido utilizado ideológicamente en la construc-
de corrientes y posturas de pensadores anticoloniales y
ción de una hegemonía a partir de la conquista europea,
decoloniales que no han perdido su vigencia en el pensa-
hegemonía que a pesar de no haber durado para siempre
miento latinoamericano, en especial frente a las discusio-
y de haber dado lugar a otras, creó el lugar de inferioridad
nes contemporáneas con el marxismo de la región (Ávi-
y escaso prestigio en que se ha situado a estos colectivos,
la-Rojas, 2021, s.p.).
como se comprueba en la mantención de la categoría de
“indio” e “indígena” para nombrar ese tipo de particulari-
dad cultural (Zapata, 2011, p.25). Esta es una teoría que debe ser concebida
“como praxis, como caminar, preguntar, reflexio-
Lo ‘anticolonial’ de la lectura asume la incom- nar, analizar, teorizar y actuando—en continuo
patibilidad cultural que existe entre el mundo movimiento, contención, relación y formación”
cultural occidental y las múltiples formas de le- (Mignolo & Walsh, 2018, p.19), cuya tarea se
tramientos y literacidades que transitan sin re- orienta al “descubrimiento de nuevos paradig-
conocimiento y pertinencia cultural en las múl- mas, que desafían la teoría teórica existente
tiples estructuras del sistema educativo. Tiene conceptos y categorías que rompen las cons-
como función descentrar un corpus de imáge- trucciones mentales... como el descubrimien-
nes de pensamiento que asumen tal concepción to de otras cosmologías... otros conocimientos
de la literacidad en términos de “una diferencia que se han ocultado, sumergido, silenciado”
cultural radical, que lo asocia casi exclusivamen- (Mignolo & Walsh, 2018, p.18). No solo lucha
te con la ruralidad, la oralidad, la naturaleza y la en contra del régimen onto-político propugna-
ritualidad” (Zapata, 2011, p.25). Insiste la aca- do por el logos, sino que, asume “la necesidad
démica chilena, señalando que, “sin embargo, de tomar en serio la fuerza epistémica de las
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historias locales y pensar la teoría desde la pra- pretende ser una versión moderna (o posmo-
xis política de los grupos subalternos” (Mignolo derna) de Dios o de la ciencia/filosofía obser-
& Walsh, 2018, p.27). Enfrentarnos a la razón vadora” (p.114). A lo que agrega, “la decolo-
occidentalocéntrica de la lectura sugiere asumir nialidad es el ejercicio del poder dentro de la
que el significante de matriz colonial para socavar el mecanismo que
la mantiene en lugar que requiere reverencia.
[…] teoría —como conocimiento— deriva y se forma, Tal mecanismo es epistémico y tan descolonial
moldea y forma en y por actores, historias, territorios, y la liberación implica desobediencia epistémica”
lugar que, sean reconocidos o no, están marcados por el
horizonte colonial de la modernidad, y por los sistemas (Mignolo & Walsh, 2018, p.114).
de poder, conocimiento, ser, civilización y vida racializa-
dos, clasificados, genéricos, heteronormativizados y oc- En esta concepción el acto de lectura es un sin-
cidentales-euro-estadounidenses que dicho horizonte ha gular desplazamiento de sentidos, un proceso
construido y perpetuado. La producción de conocimiento de liberación de la consciencia, un sistema de
y teoría a través de práctica y desde cero, es decir, por
sujetos, identificados o no como mujeres y hombres, que inmersión en procesos revolucionarios que tra-
viven la diferencia colonial, da la vuelta al precepto domi- bajan para descentrar las configuraciones del
nante de la razón y su geografía y geopolítica. El interés “proceso de dominación ideológico y político
entonces, y parafraseando a Escobar, es prestar atención sustentado en patrones, prácticas y formas de
a las formas en que quienes viven la diferencia colonial poder y política de la modernidad occidental y
piensan la teoría desde la praxis política, teorizan su pro-
pia práctica y toman (muy) en serio los episodios (Migno- eurocentrismo” (Quijano, 2008; citado en Ávi-
lo & Walsh, 2018, p.28). la-Rojas, 2021, s.p.) impuesto a través de los
engranajes de la cultura escrita que es el resul-
Otra tarea crítica que asume la concepción an- tado de un complejo proceso estructural-hete-
ticolonial de la alfabetización es la descoloniza- rogéneo-ontológico-político de subordinación
ción del pensamiento que sostiene la matriz de cultural y control ideológico despojando a múl-
letramientos, operación atravesada por diversas tiples colectividades de pensar, expresar y vivir
clases de prácticas políticas y agencias cultura- sus propias prácticas de agenciamiento letrado,
les, sus campos de configuración confirman la demostrar sus modalidades de construcción del
recepción de diversas clases de enredos genea- código lingüístico y lector y la intimidad de sus
lógicos los que migran a través de contribucio- sistemas escriturales. Tal como sostiene Federi-
nes ci (2010), las prácticas letradas más conocidas
son el resultado de la “expansión capitalista, con
[…] marxistas, posestructuralistas, posmodernas, de- una lógica colonial, racista, clasista y sexista (Fe-
constructivistas, y autores que criticaron, en común, la derici, 2010, p.34). Nuestra propuesta no niega
lógica y racionalidad de la modernidad y el capitalismo.
Por otra parte, la influencia de estos debates tuvo su este tipo de fenómenos, más bien, explica cómo
impacto en las ideas de intelectuales autodenominados nos encontramos atrapados en una matriz alfa-
indios y negros, al igual que aquellos de origen latinoame- bética que imposibilita visibilizar determinadas
ricano, preocupados por pensar la etnicidad a partir de la “relaciones de poder se articularon y pusieron
problemática de la persistencia colonial en las sociedades en función del racismo y la persistencia colo-
modernas (Ávila-Rojas, 2021, s.p.).
nial” (Ávila-Rojas, 2021, s.p.).

No pretende la creación por fuera de esta ma- La matriz alfabética dominante responde a la
triz, pues, tal como informan Mignolo y Walsh intersección colonial racista encargada de re-
(2018) “decolonialmente hablando no hay afue- ducir la agencia cultural de múltiples colectivi-
ra y, por lo tanto, el pensamiento decolonial no dades, refuerza el diferencialismo por expresión
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y esencia de la multiplicidad de literacidades Lo único que no debemos olvidar es que, no-


presentes en el seno social. Al reconocer este sotros, los educadores, estamos al servicio de
hecho, asume “la necesidad de crear institucio- grupos subalternos, nuestra tarea es aprender
nes y una forma de gobierno que permitiera la de su entorno, convertirnos en un discípulo de
reproducción de dicha lógica de poder” (Ávi- su espacio cultural. Aprender cómo se configu-
la-Rojas, 2021, s.p.) y, con ello, logró afirmar su ran los agenciamientos letrados y sus eventos
identidad a través de la lectura como un provin- en grupos construidos al margen de la historia o
cialismo universalizado, una “parte constitutiva un interiorizados por las estructuras lingüísticas
del privilegio epistémico de los hombres occi- hegemónicas, es uno de los retos más inminen-
dentales” (Grosfoguel, 2013, p.39). tes en provisiones educativas ausentes de res-
ponsabilidad ética. Esta es una tarea compartida
por la justicia educativa, la educación inclusiva
Premisas para una teoría crítico-transformadora y la descolonización lin-
anti-colonial de la lectura güística.

El estudio de la cultura escrita asume la necesi- Tales procesos son el resultado de complejas
dad de promover una racionalidad que suponga articulaciones de lo que Spivak (2010) denomi-
una nueva consciencia en el manejo de la lengua na: ‘violencias epistémicas’. ¿Cómo se expresa
a través de recursos heterológicos. Un espacio este sintagma en la experiencia (neo)colonial
que nos haga conscientes de las diversas clases de culturización? Coincidiendo con el plantea-
de opresiones que tienen lugar y se reproducen miento de Raja (2021), la constitución de las
silenciosamente a través del discurso lingüístico matrices de inseminación colonial-cultural fue
colonial. En efecto, las estructuras lingüísticas materializada a través de dos modalidades. La
con las que mayoritariamente interactúan una primera, fundamentalmente, basada en el con-
multiplicidad de colectivos estudiantiles es pro- trol de la tierra y la violencia física, mientras que,
piedad de esta ingeniería. Examinemos a conti- la segunda, se cristaliza mediante un dispositi-
nuación, algunas ideas cruciales las respuestas vo ideológico-discursivo de empobrecimiento
que intenta ofrecer la teoría anticolonial de la existencial. Atribución que es producida me-
lectura a la alteridad y a la configuración de los diante el secuestro de los modos existencia-
márgenes. Tal empresa no es otra cosa que, un les de pensar, sentir y gobernar nuestra propia
conjunto de problemáticas propias de la subal- subjetividad. Una teoría anti-colonial de la lec-
ternidad. tura deconstruye los modos convencionales de
alfabetización sancionados por las estructuras
Las modalidades lingüísticas y, especialmente, educativas. Además, es una invitación a recupe-
lecto-escriturales son propiedad de la alta cul- rar el sentido de nuestra lengua, sus múltiples
tura letrada –presencia de principios teleológi- agenciamientos y, muy especialmente, la forma
cos y egológicos centrales en la comprensión en que pensamos a través de nuestra singula-
de una epistemología imperial–. Sería impensa- ridad idiomática. El trabajo de la alfabetización
do que un currículo de educación lecto-litera- no es, exclusivamente, que el estudiantado ma-
ria considerase saberes procedentes de grupos neje eficazmente la decodificación de las grafías
culturales construidos al margen de la historia. del idioma dominante, pues, es ampliamente
Este hecho documenta un problema metodoló- conocido que tal proceso, no asegura una lec-
gico más profundo: no sabemos con exactitud tura comprensiva del mundo que habitamos y
cómo es la agencia cultural de estos grupos. sus nudos problémicos.
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La pedagogía de este proceso se alimenta a tra- nos de una praxis de transformación o lo que
vés de un modo de pensar en la condición idio- constituye un momento plenamente revolucio-
mática del opresor –el colono–. Recordemos nario no solo nos enseña a cambiar el mundo
que el problema la lectura y del manejo de la y sus estructuras de regulación. ¿Cómo es po-
lengua, es una zona de tensionalidad crítica que sible lograr la afirmación del ser y de un proce-
nos habla acerca de cómo pensamos el mundo a so revolucionario a través del aprendizaje de la
través de tales desempeños mentales. El proce- lectura? Esta interrogante puede ser respondi-
so de inmersión en la cultura escrita no es otra da, poniendo a consideración que, el proceso
cosa que desafiar las reglas de inteligibilidad a de alfabetización necesita que los agentes de
través de las cuales funciona la cultura escrita la alfabetización se conviertan en discípulos del
colonial. Las condiciones de alfabetización de entorno del estudiante. Esto, con la intención
nuestro idioma trazan relaciones intersubjetivas de evitar convertir tal proceso un dispositivo de
que conduce a un acto de violencia semiótica inmersión cultural opresiva. Es una invitación a
en ciertos grupos con presencia en las estruc- cautelar las formas de reproducción silenciosas
turas educativas. Esto lo podemos graficar más de injusticias y opresión presentes en el mundo.
claramente a través de las condiciones que co-
sifican la voz-consciencia de los no-lectores o Una teoría anticolonial de la lectura tiene como
neo-lectores. Nos enfrentamos a un acto de in- misión ofrecer un sistema de acción-reflexión
habilitación funcional y política de los agencia- acerca de la realidad enfatizando en el carácter
mientos a través de los construyen sus códigos sistemático de las desigualdades e inequidades
lingüísticos. El aprendizaje de la lectura es una en el acceso a la educación en términos de in-
forma de aprender a pensar el mundo, algo que justicias. Este punto es medular para garanti-
se refuerza a través de diversas hebras ideoló- zar el derecho a la educación, especialmente,
gicas. cuando intentamos ser conscientes de las fisu-
ras ético-políticas y relacionales de la provisión
Examinemos, ahora, aunque brevemente, algu- educativa. Cuando asumimos esto, entendemos
nas premisas de orden metodológico ligadas a que en el proceso de alfabetización los sujetos
la construcción de una teoría anti-colonial de la se convierten en sujetos en la expectativa (Raja,
lectura. Para ello, recurriremos a ideas claves del 2021), es algo que les permite solidificar un
pensamiento de Paulo Freire, especialmente, en nuevo ethos pedagógico-cultural-relacional-po-
lo que respecta a su contribución en pedago- lítico-ontológico. Este hecho, informa a la cons-
gía del oprimido, pues de ella, se desprenden trucción de una teoría anticolonial de la lectura
matices epistemológicos cruciales para la confi- que, la fuerza revolucionaria de la sección ‘lec-
guración de la teoría anti-colonial de la lectura. tura’ reside en la acción, en la encarnación de
Se rozan algunas ideas acerca del mismo autor esta. aquello que disfrutamos definiendo como
en torno a la formación de la consciencia crítica un hábito de pensamiento pasional. Su verda-
(CC)4. Otra idea clave para desafiar las regula- dero sentido crítico se vive en la praxis. En ab-
ciones moderno/coloniales de la literacidad. Si soluto, una teoría anticolonial de la lectura es
partimos de la afirmación que, en ciertas oca- una simple práctica de pensamiento caracteri-
siones, la alfabetización puede actuar en térmi- zada por la ausencia de ninguna acción revolu-

4  La consciencia crítica articulada por Freire constituye una vía para romper los engranajes de tales desigualdades endémicas constitutivas de nuestro sistema-mundo.
Lo que intento hacer ver es el potencial transformador de la lectura y, particularmente, cómo el proceso de inmersión en la cultura escrita podría contribuir a producir
un cambio social positivo en los diversos niveles de participación cultural. Lo que se espera es que, “una persona con un alto nivel de potencial transformador reflexione
críticamente sobre las condiciones que dan forma a su vida y trabaja activamente consigo misma y/o con los demás para cambiar sus condiciones problemáticas” (Jemal,
2017, s.p.).
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cionaria. Más bien, convergen en su formación se reduce su poder a un uso esencializado del
acción y la reflexión para ofrecer una estructura, Otro, un aparato psíquico-comunicativo y sub-
una morfología, un sistema dinámico de com- jetivo de carácter especular, fundado en una
prensión de la alfabetización por fuera y más atribución negativa del ser. No se trata de ava-
allá de las imputaciones sistemáticas y regene- lar un argumento retóricamente complaciente,
rativas de la razón alfabética colonial. pero, perverso política y ontológicamente al
legitimar un sistema de reversión en su legiti-
Los marcos de alfabetización instituidos son, en mación cultural. Agrega Sarzuri-Lima (2012)
cierta medida, expresiones de la sordera colo- que, “se cree que este acto (el potenciar), en sí
nial empleada para reproducir las estructuras de mismo, permitiría la reproducción de las cultu-
dominación –concebida en términos de frenos ras indígenas. Es decir, existe una relación esen-
al autodesarrollo–. Las habilidades lecto-es- cializada entre lengua y cultura” (s.p.). La lengua
criturales en este contexto, se convierten en es siempre un determinante contextual, lo que
tecnologías al servicio de la matriz colonial del permite superar una comprensión homogénea
poder. Es un espacio donde la lengua es totali- del ser. De acuerdo con esto, los mecanismos
zada; por lo tanto, se propone un mecanismo de de inmersión en la cultura escrita no favorecen
desfetichización; es decir, una ruptura de la es- una comunicación real entre sus hablantes. Así,
tructura simbólico-política que posee la fuerza
para desbaratar la organización cultural, simbó- […] la conflictividad presente en el lenguaje verbal es mu-
cho más amplia y compleja. La negación lingüística no sólo
lico-relacional y lecto-escritural que ha conte- es un proceso de la colonización; la negación está presente
nido la organización de grupos atravesados por en el lenguaje mismo y esto rompe la concepción estruc-
la subalternidad. Nos enfrentamos a un sistema tural y determinista del lenguaje verbal. El lenguaje verbal
de represión de su verdadera consciencia lin- no es una potente caja de resonancia donde todos los
güístico-comunicativa. que compartimos una lengua simpatizamos con nuestros
“iguales” y construimos una comunidad: “El lenguaje ver-
[…] La colonialidad del poder y del ser, en este caso la bal se distingue de otros códigos comunicativos y más aun
colonialidad lingüística, aquella jerarquización colonial de de las prestaciones cognitivas pre lingüísticas, porque es
las lenguas y la palabra. El silenciamiento de los grupos capaz de negar todo contenido semántico” (Virno, 2006:
subalternos se debe al desplazamiento lingüístico, hecho 18). La negación es una función verbal, puedes afirmar
que se inició en la colonia. Pero este hecho no sólo subal- o decir algo, pero el uso de un elemento, el “no”, lleva a
ternizó las lenguas indígenas, ubicándolas en la base de la toda esa afirmación al ámbito de lo falso y lo inexistente.
cadena de dominación colonial por considerarlas dialec- Cuando negamos algo no lo hacemos en relación de su
tos premodernos carentes de escritura, sino también se contrario y de esa forma reconocemos el contenido de
“colonizó la palabra de los hablantes de dichas lenguas” lo negado en otro contenido. En todo caso, negamos con
(Garcés, 2007, p. 227) (Sarzuri-Lima, 2012, s.p.). un no-reconocimiento. Por ejemplo, cuando negamos
algo de color negro, no lo hacemos afirmando que sea
blanco, sino reconocemos que no es negro. La negación
De alguna manera, cuando se defiende la sub- reconoce lo que un determinado elemento no es, pero no
alternidad como una categoría político-relacio- nos llevará a reconocer lo que realmente es. La negación
nal-heterogénea-interseccional, se alude a una simplemente nos llevará al lugar de lo falso y lo inexisten-
posición de base móvil, que cruza más realida- te: al lugar del no-reconocimiento. La negación lingüista
neutraliza el co-sentir y la empatía entre semejantes (Sar-
des ontológicas definidas a per se, por un efecto zuri-Lima, 2012, s.p.).
de simplificación y neutralización del racismo
multicultural. Asimismo, se entiende la subal- El aprendizaje de inmersión en los engranajes
ternidad, la perspectiva de la descolonización y de la cultura es un proceso interiorizado por
la interculturalidad en el plano lingüístico, como medido de un acto de negación de la identidad
una mera potenciación del uso de las lenguas cultural, relacional y ontológica del Otro. Los
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procesos de alfabetización en clave de inclusión crea una nueva gramática, que también es de-
y justicia educativa no son, cuestión exclusiva colonialidad” (Ortiz, 2019, p.90). Da cuenta de
de “comunicación donde “diferentes” comien- un pensamiento decolonial configurativo que
cen a dialogar. Tampoco se puede deducir que permite correr el marco acerca de cada una de
el subalternizado “potencie” el uso de su lengua las tensiones antes señaladas, confirmando que,
en su particularidad; existe una matriz colonial necesitamos un “pensamiento alterativo se con-
de valoración de las lenguas y la palabra” (Sarzu- figura con/desde/por/para el otro, pero no para
ri-Lima, 2012, p.65). conformar binas, sino en el marco de la comu-
nalidad, que es su atributo esencial. El pensa-
miento alterativo es ontológicamente comunal,
El problema de la colonialidad de teleológicamente decolonial y epistemológica-
las prácticas letradas mente situado” (Ortiz, 2019, p.90).

Coincidentemente, se sostiene que la lectura ¿Cómo entender las relaciones lingüísticas y


como proyecto político-argumental, praxis cul- lecto-escriturales desde una perspectiva de-
tural y tecnología de poder, en la intimidad de colonial y anticolonial? Según explica Veronelli
la razón alfabética occidentalocéntrica confirma (2015), la colonialidad del lenguaje y, tal como
una configuración fundamente etnocéntrica e sostiene Ocampo (2021), la trama letrada confi-
imperial. Tal fuerza definicional frecuentemente gurada en la zona del no-ser, obedece en cierta
pasa inadvertida en las agendas de investiga- medida a profundos procesos de racialización,
ción de lo que cuenta como didáctica de la len- es sabotear afirmativamente la evocación de
gua y, específicamente, de la lectura y la escri- entendimientos intelectuales regulados por
tura. A partir de tal consciencia argumental, se la gramática del eurocentrismo, “métodos
observa que la fuerza de la lectura adquiere un igualitarios, participativos y comunitarios. La in-
carácter ambivalente; es decir, se mueve entre vestigación anticolonial prioriza la participación
el reconocimiento de su poder de dominación y el igualitarismo” (Carlson, 2016, p.7). Aquí las
tal como está concebida, al tiempo que deve- nociones ‘participación’ e ‘igualitarismo’ se dis-
la una de sus principales insistencias críticas: la tancian críticamente de los efectos discursivos
transformación y liberación de los oprimidos. que contribuyen a reforzar una imagen de otre-
El uso que hacemos de los oprimidos, en esta dad generalizada, tal como sostendrá, Benhabib
ocasión, alude al corpus de frenos al auto-de- (2016). Hecho que invita a la reconfiguración
sarrollo que afectan a diversas colectividades heterológica de las modalidades de participa-
en su interacción con múltiples estructuras de ción apostando por otras coordenadas de alte-
literacidades y lingüísticas constitutivas de los ridad. Para que este objetivo sea encarnado en
sistemas-mundo. Sumado a ello, el menospre- el proyecto intelectual que se presenta, será ne-
cio léxico y escritural, devenidas en un proyecto cesario crear interrogantes imaginativas y res-
más amplio de dominación lecto-escritural. puestas empáticas. En efecto,

La teoría anticolonial de la lectura asume una […] las formas en que la cultura dominada o colonizada
forma “otra” de conocer, para tal efecto recu- puede utilizar las herramientas del discurso dominante
para resistir su control político o cultural. La apropiación
rre a la configuralogía, es decir, “no utiliza las
puede describir actos de usurpación en diversas culturas
categorías creadas por/desde el giro decolonial. y dominios, pero los más potentes son los dominios del
Utiliza sus propias categorías, y a través de ellas lenguaje y la textualidad. En estas áreas, el lenguaje do-
se desprende de la retórica de la modernidad y minante y sus formas discursivas son más relevantes que
el texto de origen apropiado para expresar experiencias
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culturales muy diferentes, y para interpolar estas expe- […] la zona del no-ser, debido a que los sujetos son ra-
riencias en los modos de representación dominantes para cializados como inferiores, ellos viven opresión racial en
llegar a la audiencia más amplia posible (Ashcroft, Griffiths lugar de privilegio racial. Por tanto, la opresión de clase,
& Tiffin, 2007, p.15-16). sexualidad y género que se vive en la zona del no-ser es
cualitativamente distinta a como estas opresiones se vi-
Lo anticolonial es una forma de conocer, un dis- ven en la zona del ser (Grosfoguel, 2013, p.3).
positivo de acción, participación e intervención
en la realidad y una forma de comprender los Otra dimensión para destacar describe la fun-
ejes de configuración del yo a través del proce- ción de apartheid de los dominios teóricos
so de alfabetización y en interacción con diver- mediante métodos violentos devenidos en sis-
sos niveles de complejidad de sus letramientos. temas de apropiación escritural y lectora, las
Es también, “aquello que des-reifica los espacios que forman parte de tecnologías mayores de
socioculturales coloniales a medida que surgen regulación en la constitución del mundo, tales
dentro de la escuela y la educación y a través de como, opresión estructurales y relacionales que
las innumerables instituciones hegemónicas de condicionan la experiencia subjetiva de quien
la sociedad” (Simmons & Sefa, 2012, p.72). lee. Según esto, toda práctica letrada, así como,
las múltiples formas de literacidad oscilan on-
¿En qué consiste la operación micropolítica ana- dulatoriamente entre la zona del ser y la zona
lítico-afectivo-relacional de leer y ser alfabetiza- del no-ser, permitiéndonos afirmar que, la lite-
do en la zona del no-ser? Un nudo crítico que racidad es heterogénea y estratificada, a esto se
enfrenta la constitución de las prácticas letradas agrega que,
en este contexto refiere a la ausencia –produc-
[…] es que en la zona del no-ser, además de la opresión
to de las configuraciones antes indicadas– de que los sujetos viven de parte de los sujetos en la zona del
una comunidad de comunicación, impulsa una ser, hay también opresiones ejercidas dentro de la zona
nueva trama de argumentación entre las partes, del no-ser entre los sujetos pertenecientes a dicha zona
estructuradas a partir de supuestos de equidad que son también estratificadas (Grosfoguel, 2013, p.5).
y horizontalidad. En este punto, vale la pena re-
cuperar la contribución de Boaventura de Sou- Regresemos a la interrogante acerca de la colo-
sa Santos, referida a la hermenéutica diatópica, nialidad del lenguaje y de las prácticas letradas.
modalidad en la que dos o más cuerpos de sa- Una teoría anticolonial de la lectura asume que
beres se colocan en planos de igualdad forjando “el diálogo como proyecto y método de resis-
“un ejercicio de reciprocidad entre culturas que tencia a la unilateralidad y unidimensionalidad
consiste en transformar las premisas de argu- discursivas del eurocentrismo es central en va-
mentación (tópoi) de una cultura determinada rios autores que trabajan sobre formas de resis-
en argumentos inteligibles y creíbles en otra tencia a la colonización” (Veronelli, 2015, p.35).
cultura” (Sousa, 2009, p. 155). La autora reconoce que el ‘diálogo’ se encuen-
tra en sí mismo colonizado, tal reconocimien-
La herencia alfabética que mayormente disfru- to es clave para avanzar hacia otras formas de
tamos es una elaboración de la zona del no-ser interactividad onto-políticas. Para comprender
los sujetos no viven situaciones diferenciales multifactorialmente las configuraciones de las
sino singulares formas de privilegio, instauran- prácticas letradas a través de la colonialidad es
do un análisis monocentrado y lineal devenido necesario reconocer la imposición de un patrón
en prácticas analíticas que sobre-representan y mundial de poder cultural que posee la capa-
homogenizan la condición de abyección y sus cidad de sancionar qué tipo de acción cultural
problemáticas. En contraste, y estructuras lingüístico-literarias son legítimas
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y para qué colectividades, sumergiendo en la proceso de deshumanización de las poblaciones coloni-


zadas– se hace necesario un giro paradigmático, siendo
opacidad del acto a múltiples estructuras lin-
que el concepto de lenguaje que suponen las instituciones
güístico-políticas y existenciales, reforzando así, del Renacimiento y del Iluminismo hace imposible percibir
una comprensión monolingüe y un sistema de al colonizado-colonializado como un ser con lenguaje ‘en
alfabetización basada fundamentalmente en un sentido pleno’, o pensarlo como otra cosa que un comu-
monoleguajeo que, en ocasiones, es improce- nicador simple. El cambio de paradigma permitiría revelar
y explorar las relaciones lingüísticas de poder. Pero el giro
dente de acuerdo a las estructuras de partici-
paradigmático no puede ser solo relativo, no se puede
pación de diversos grupos culturales. Esto es simplemente ignorar la colonialidad. Es solamente desde
síntoma de algo mucho más complejo: un si- fuera de la filosofía, la ideología y la política lingüísticas
lencioso y desconocido efecto-de-legibilidad de moderno/colonia-les que se puede entender y revelar la
los engranajes de la razón alfabética y cultura racialización como un proceso de reducción, invisibiliza-
ción y eliminación de los mundos de sentido de los seres
escrita dominante. Tal racionalidad, reafirma lo
colonizados-colonializados. Aquello que está por fuera
que Veronelli (2015), comenta respecto que, “la de la colonialidad no se puede simplemente presuponer
colonialidad del lenguaje bloquea la comunica- (Veronelli, 2015, p.48).
ción dialógica racional entre colonizadores y co-
lonizados, al negar a los segundos la capacidad La teoría anticolonial de la lectura persigue el
y agencia comunicativa de los primeros” (p.36). propósito de agudizar un compromiso con un
Consecuentemente, este aporte se inscribe en sistema de inseparabilidad ontológica que, en sí
una dirección programática de transformación misma, en una política afirmativa en la compren-
estructural-relacional-política de la voz-con- sión del presente, un acto de reconocimiento
ciencia del diagrama de alteración de la razón a partir de las múltiples formas que adopta el
letrada conocida. lenguaje en relación a los múltiples devenires
y formas de conocer y participar en la realidad,
La colonialidad del lenguaje según Veronelli confirmando “una comprensión de las comuni-
(2015), puede ser leído en términos de “un pro- dades lingüísticas, de las personas que existen
ceso que acompaña la colonialidad del poder. a través del lenguaje y la realización de formas
Es un aspecto del proceso de deshumanización particulares de vivir juntas, espacios de con-
de las poblaciones colonizadas-colonializadas a vivencia que se (re)crean y mueven colectiva-
través de la racialización. El problema que plan- mente. Muestra una exterioridad que antes no
tea la colonialidad del lenguaje es el problema existía; es decir, dentro del paradigma colonial/
de la relación raza/lenguaje” (pp. 47-48). Es moderno” (Veronelli, 2015, p.123). Tal propósi-
un intento por descentrar el aparato epistémi- to es central en la imaginación heurística que
co-ideológico de la modernidad que prolifera denominamos ‘teoría anticolonial de la lectura’,
de una política eurocéntrica que da paso a una un espacio de receptividad orientado a investi-
singular política lecto-escritural adoptada uni- gar las fuerzas actantes de letramientos otros,
versalmente por diversos sistemas educativos. así como, asumir la crisis de la consciencia que
Agrega Veronelli (2015) que, “la idea eurocén- múltiples colectividades enfrentan en su paso
trica del lenguaje conecta la lengua, la gramáti- por el principal espacio de esperanza: la escuela.
ca, la civilización y la escritura alfabética con el
conocimiento, y naturaliza estas características
y atributos como lenguaje ‘en sentido pleno’”
(p.48). Insiste la erudita agregando que,

[…] así las cosas, para revelar cómo opera la coloniali-


dad del lenguaje –entendida como una de las facetas del
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La naturaleza actante diciones que explican su alcance más allá del


de la lectura en clave humanismo clásico y lógica universal. Interesa
anti-/post-colonial adentrarme en las huellas de funcionamiento
de la razón alfabética occidental. ¿Cómo ha sido
Se asume la concepción de teoría anticolonial pensado y articulado el proceso alfabetizador
de la lectura que la sección referida a ‘lectura’ en esta clave? A pesar de que la lectura y el len-
se convierte en el medio a través del cual la es- guaje sean un objeto de reflexión específica, la
tructura jerárquica del poder agudiza su auto- razón por los engranajes de la razón alfabética
ridad, ha sido arrebatada de la cultura europea occidental es una pregunta opaca y escasamen-
dominante (Ashcroft, Griffiths & Tiffin, 2007). A te cristalina, muy poco discutida en los circuitos
pesar de esto, el español y su razón alfabética académicos. Existe un distanciamiento del len-
no han sido objeto de intensas discusiones po- guaje en la intimidad de la historia es necesario
líticas, como tal no ha consolidado “una prácti- aprender a introducirlo en el funcionamiento
ca en la que el lenguaje y la literatura han sido del orden cultural. Tal operación requiere apren-
llamado al servicio de un nacionalismo profun- der a estudiar las diversas manifestaciones de la
do y abarcador” (p.3). Aquí, habría que obser- praxis social, esto exige develar el problema de
var cuál es el contenido ideológico desarrollado funcionamiento de la razón alfabética occiden-
idiomáticamente en el contexto colonial y sus tal; es decir, comprender cómo han sido pensa-
implicancias en el actual debate intelectual y su das las prácticas de alfabetización. En efecto, “si
relación con el compromiso liberal de la educa- planteamos así el problema, nos negaremos a
ción lectora. buscar una supuesta <<esencia>> del lenguaje
y presentaremos la praxis lingüística mediante
En este contexto, la lectura puede ser concebida el proceso que la acompaño: la reflexión que ha
como una red de diferencias que fundamentan suscitado, la representación que se ha ido ha-
sus formas de significación y/o comunicación, la ciendo de aquella” (Kristeva, 1988, p.8).
que se concreta según sugiere Kristeva (1988),
a través “por y en una materia concreta y las Finalmente, la pregunta por la actancia del len-
leyes objetivas de su organización” (p. 26). La guaje y sus poderosas fuerzas que actúan sobre
lectura es una forma psíquica y material del len-el proceso de alfabetización en el marco de un
guaje, un sistema complicado de elementos y proyecto (neo)colonial, es recuperar la pregun-
de relaciones a través de las que interactuamos ta acerca de los engranajes de funcionamiento
con el mundo. Su operación acontece a través de la matriz de letramientos legitimadas por el
de una operación que reorganiza “lo real y dan, régimen occidentalocéntrico. El interés de esta
a su vez, al sujeto parlante un conocimiento de sección no solo persigue la elaboración de una
dicho real conocimiento cuya verdad se confir- crítica radical a los sistemas de elaboración eu-
ma mediante la praxis social” (Kristeva, 1988, rocéntrica de conceptos alfabéticos, sino que,
p.8). La lectura es un campo en el que se ejerce busca explorar el potencial crítico de la agen-
el lenguaje, se concreta y se modifica. Esto per-cia del lenguaje desplegada por los subalternos,
mite concebirla en términos de un dispositivo constituir un dispositivo de otredad en movi-
psíquico de alteración y participación. miento, un dispositivo de pensabilidad que per-
mita completar condiciones de justicia cultural
¿Cuál es la visión del lenguaje que tiene nues- que tales colectivos no han tenido permitido.
tra civilización actual, el problema es que hoy? Nos referimos al espinoso problema de no po-
Hemos abandonado la pregunta por las con- der ser alfabetizados a través de los engranajes
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de su propia razón cultural. Tal operación debe jidades y las variadas procedencias culturales”
ser concebida como un sistema de sabotaje afir- (Ashcroft, Griffiths & Tiffin, 2002, p.11). Gran
mativo5 en la intimidad de los ejes de regulación parte de las teorías sobre el acto lector son
de la cultura escrita. objeto de regulación de falsas nociones de lo
universal, manteniendo el statu quo de diversas
Al reconocer que las experiencias de la coloni- clases de prejuicios, tal como sostiene Derrida
zación han producido nuevas modalidades de (1998), en De gramatología. En el pensamien-
literacidades estableciendo una práctica lec- to derridaniano, la sustantivación ‘prejuicios’
to-escritural específica en diversas zonas del alude a las diversas clases de reduccionismos y
sur global, espacialidad multiposicional en la esencializaciones en las que incurre parte de la
que los sujetos que viven en ella agudizan sus razón occidentalocéntrica, marginando diversas
estructuras de opresión y dominación. En esta expresiones letradas.
zona atravesada por interseccionalidades multi-
posicionales han sido cristalizadas prácticas es- Parte de la operación ‘teoría anticolonial de la
pecíficas de lectura, muchas veces, marginadas lectura’ se convierte en un mecanismo de dis-
por cultura escrita legitimada por los sistemas tancia crítica y recuperación psíquica del agen-
educativos. Nosotros como latinoamericanos ciamiento letrado de múltiples colectividades:
nos encontramos profundamente modelados la memoria. Tanto la lectura como la escritura
por el colonialismo. De hecho, las estructuras constituyen formas materiales del lenguaje. La
del sistema educativo están profundamente teoría anticolonial de la lectura orienta su activi-
atravesadas por está impronta. Sin embargo, su dad a la interpelación de las “características uni-
influencia en el mundo de la lectura es mucho versales del lenguaje, las epistemologías y sus
menos evidente. A pesar de que múltiples for- sistemas de valores” (Ashcroft, Griffiths & Tiffin,
mas de alfabetización surgen de la experiencia 2002, p.11). Es una actividad para descentrar
colonial, no todas logran denunciar este proce- alterativamente el monocentrismo alfabético
so de constitución, ni mucho menos la hegemo- productor de diversas clases de desdenes onto-
nía cultural imperial. lógicos o identidades alfabéticas expulsadas por
la razón modernista.
El estudio de la lectura y de las prácticas letra-
das es siempre un tema densamente político, […] Paradójicamente, sin embargo, la expansión imperial
ha tenido un cambio radical efecto desestabilizador sobre
muchas veces empleadas para mantener el con- sus propias preocupaciones y poder. En empujar el mundo
trol por vía de una razón alfabética improceden- colonial al margen de la experiencia, el “centro” empujó
te que contribuyó a borrar la agencia cultural conciencia más allá del punto en el que el monocentrismo
de múltiples colectividades en su paso por la en todas las esferas de pensamiento podría aceptarse sin
educación reforzando el disfraz liberal de esta. cuestionar. En otras palabras, el proceso alienante que ini-
cialmente sirvió para relegar la poscolonialidad mundo al
Es necesario esbozar una serie de cuestiona- “margen” se volvió sobre sí mismo y actuó para empujar
mientos a los supuestos que han contribuido a ese mundo a través de una especie de barrera mental en
tal tarea. En efecto, la teoría anticolonial de la una posición desde la cual toda la experiencia podría ver-
lectura surge de la “incapacidad de la teoría eu- se como no centrada, pluralista y multifacética. La margi-
ropea para abordar adecuadamente las comple- nalidad se convirtió así en una fuente sin precedentes de
creatividad energía. El ímpetu hacia el descentramiento y

5  Concepto acuñado por la teórica postcolonialista Gayatri Chakraborty Spivak. un “acto de auto-empoderamiento y apropiación de aquellos que hasta ahora han
sido sistemática y activamente excluidos de la cultura y la ciencia durante siglos” (IFAS, 2020, s.p.). El sabotaje afirmativo es coherente con el propósito de intervención
sociopolítica de carácter crítica que designa el texto de la educación inclusiva, es una forma textual que busca influir en la comprensión de diversas condiciones sociales
complejas afectadas por diversas categorías ontológicas de regulación/sujeción. El sabotaje afirmativo requiere de un dispositivo de revolución de la consciencia, es
convertir al maestro alfabetizador en un discípulo del entorno del subalterno, un sistema de enseñanza al margen de la historia.
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el pluralismo siempre ha estado presente en la historia del (2016), las prácticas decoloniales han existido
pensamiento europeo y ha alcanzado su último desarrollo
casi desde el momento mismo de la coloniza-
del postestructuralismo. Pero la situación de los margina-
dos las sociedades y las culturas les permitieron llegar a ción. Sin embargo, nos damos cuenta de que lo
esta posición mucho antes y más directamente (Brydon decolonial es algo mucho más complejo. “Como
1984b). Estas nociones son implícitas en los textos pos- reflexión es reciente, con aportes de pensado-
coloniales desde el período imperial hasta el presente día res y pensadoras indias, latinas, negras y chi-
(Ashcroft, Griffiths & Tiffin, 2002, p.12).
canas” (p.2), mientras que lo postcolonial es el
resultado de diversas luchas emprendidas por
La educación lectora que práctica el mainstream euritos de origen indio y asiáticos, influenciados
educativo es el resultado de una profunda ela- en cierta media por los Estudios de la Subalter-
boración colonial. Este hecho, permite recono- nidad. No obstante, las partículas ‘de-’ y post-
cer que todos estamos colonizados. La premisa ’ que cristalizan dos poderosos movimientos
básica de este trabajo reconoce que la lectura político-activistas y de transformación cultural,
en tanto dispositivo político y cultural es una ambos parten de momentos socio-históricos y
forma de complicidad con el imperialismo y el sociopolíticos diametralmente diferentes.
colonialismo. Se propone desmantelar la razón
alfabética y los engranajes de la cultura letrada, La decolonialidad orienta su actividad a la com-
manteniendo intacta la formación cultural y las prensión de la herencia colonial traducida a tra-
instituciones ideológicas de la educación y la li- vés de la matriz colonial del poder, del saber y
teratura. Intenta deshacer el patrón de afirma- del ser, todas ellas, patrones capitalísticos. Sus
ción de la diferencia con el centro de poder im- legados pueden se movilizan entre el marxismo
perial en su dimensión político-cultural. ¿Cómo negro, feminismos negros y los estudios chica-
son integradas las formas de alfabetización he- nos. Lo postcolonial por su parte, inscribe su
redadas por el régimen imperialista que hemos analítica
vivenciado? El problema es que, en cierta me-
dida, las configuraciones de la razón alfabética […] en el anverso y reverso del sistema colonial que se
esconden el discurso imperial dentro del cual instauró en el seno de los imperios. Como diría Stuart
han sido creado. Este tipo de maniobras se ven Hall “Nos está obligando a reinterpretar la propia forma
binaria en la que se ha representado durante tanto tiem-
en diversas clases de recursos lingüísticos y cul- po el encuentro colonial. Nos obliga a reinterpretar las
turales, ¿cuáles son las formas de legitimidad? divisiones binarias como formas de transculturación, de
Queda el desafío de comprender cómo opera traducción cultural, abocadas a perturbar para siempre
parte de los engranajes de la cultura letrada he- las divisiones binarias culturales del aquí y el allí.” (Hall,
gemónica y el tipo de consecuencias que esto 2008:128). Es decir, que no es un problema local, sino
global. Tanto en lo decolonial como en lo poscolonial
tiene para la vida psíquica y material de amplios confluye la crítica del dominio y el discurso colonial esta-
colectivos de ciudadanos en su paso por la es- blecido por los imperios. Con la diferencia que parten de
colaridad. experiencias concretas distintas, pero con el telón colo-
nial de fondo (Rodríguez, 2016., p.1).
Detengamos el argumento unos instantes para
adentrarnos en otra urgencia analítico-metodo- ¿Cómo funcionan los procesos de alfabetización
lógica: descifrar los signos de lo post- y decolo- en el campo multiversal del subalterno? No es
nial. Aunque ambas nociones pueden funcionar intentar comprender el espacio de producción/
en términos parasinónimos, es importante cap- apropiación de Otro desconocido, es necesario
turar los ejes diferenciadores que trazan la ana- entrenar la imaginación para conocernos me-
lítica de cada cual. Tal como señala Rodríguez jor a nosotros mismos (Spivak, 2018). Insiste la
teórica postcolonialista, afirmando que, “todos
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los intentos externos de abordar las condicio- xis que produce la superestructura cultural
nes de los oprimidos hablando por ellos están alfabética legitimada por de nuestra época. La
cargados de “violencia epistémica”. El oprimido, intención de pensar anticolonialmente los blo-
subalterno, por lo tanto, no puede hablar a tra- ques de racionalidad de los mecanismos alfa-
vés de otro y no puede articularse por sí mismo” béticos encuentra un punto de conexión con
(Spivak, 2014, s.p.). La inclusión requiere que la metodología de oprimidos desarrollada por
conozcamos el mundo de una manera diferen- Sandoval (2002). Tal proyecto argumental po-
te. Esta es una de las principales obstrucciones sibilita comprender cómo las prácticas letradas
de la enseñanza de la educación inclusiva en la son el resultado de “formaciones sociales pre-
formación pre- y post-gradual de nosotros los vias, y que ahora resurge como útil para todos
educadores. Ello radica en algo mucho más pro- los ciudadanos-sujetos que deben aprender
fundo: la falta de imaginación, especialmente, a negociar, sobrevivir y transformar las condi-
de tipo política y epistémica. ciones sociales actuales en mundos mejores”
(Sandoval, 2002, p.180). Teoría anticolonial de
La inclusión debe mantener activa la conscien- la lectura se convierte en una operación auto-
cia del mundo, trabaja en contra de la subalter- consciente al intervenir en dicha “praxis social a
nidad. Si esta, no es concebida en términos de través del estudio constante de los poderes so-
un entrenamiento epistemológico para que la ciales e interjección en ellos por un nuevo tipo
imaginación se convierta en una imaginación de ciudadano-guerrero repolitizado” (Sandoval,
política, activista y activadora, el rediseño y la 2002, p.180).
re-imaginación del mundo acontecerá débil-
mente. La inclusión establece una relación sin La lectura desde un punto de vista anticolo-
relación con la justicia, ambas no son universa- nial adhiere a un compromiso antihumanista y
lizables, han de superar el impulso kantiano de a una ontología de lo menor, afirmando que,
trascendentales, aquellas cosas que no pueden todo proceso de alfabetización se encuentra
ser palpadas. La tarea es dejar que la singula- mediado por un singular materialismo subjeti-
ridad hable para que sea capaz de rastrear lo vo cuyas funciones constructivistas “perciben el
universalizable dentro de esta, no volverla uni- poder como su espacio mundial, y la identidad
versal (Spivak, 2018). Volver universal la singu- como la unidad monádica de poder a través de
laridad es cometer el mismo epistemicidio legi- subjetividad capaz de negociar y transformar
timado por la matriz del humanismo clásico: un las configuraciones del poder” (Sandoval, 2002,
sistema ontologizador especular y negativo o la p.180). Es una fuerza que produce un sistema
potesta del ser. de desplazamientos de los dispositivos de con-
figuración de la cultura escrita al desafiar nues-
tros horizontes culturales actuales al deshacer
Conclusiones las formas de consciencia producidas en el mar-
co de una razón indolente y marginadora de la
Al afirmar que la teoría anticolonial de la
multiplicidad onto-política de la acción letrada.
lectura es un dispositivo de subversión de
El sentido diferencial de la lectura anticolonial
la matriz de letramientos legitimados por la
reside en la intimidad “donde el significado es-
racionalidad occidentalocéntrica, se sostie-
capa a cualquier ancla final punto, escabullirse
ne que esta se convierte en un movimiento
para sorprender o acurrucarse dentro de los
diferencial de la consciencia y en una crítica
contornos móviles de poder: es parte integran-
tal como plantea Sandoval (2002), a la pra-
te del significado indefinible que escapa cons-
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tantemente a todo análisis” (Sandoval, 2002, Sousa Santos. Recuperado el 27 de agos-


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