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MUJERES Y CÓLERA MORBO: UNA EPIDEMIA SECTARIA EN EL BENIDORM DEL SIGLO XIX.

MUERTOS EN VIDA: EL REGRESO DE ULTRATUMBA

Carbonell Beviá, L
Calle Xaloc Nº 6. Edificio Tamarindo, Torre E 2º E. 03570. Villajoyosa (Alicante)

I. La incidencia del cólera en el siglo XIX. eco enviando una circular con fecha de 28 de junio, en
la que se pedía a las poblaciones costeras de la Mari-
España fue asolada por seis epidemias de cólera mor- na Baja, concretamente Finestrat y Benidorm, que se
bo, de las cuales tres de ellas afectaron directamente auxiliasen para evitar la propagación del cólera morbo
a Benidorm, diezmando la población. Fueron las co- (2): “(…) Se ha servido disponer que este justicia se
rrespondientes a los años 1834, 1865 y 1885. El medio ponga de acuerdo con los de los Pueblos situados en
físico de Benidorm cumplía en el siglo XIX todos los la misma costa o sus inmediaciones para que auxilián-
condicionantes para que la enfermedad del cólera se dose recíprocamente se cubra la costa de modo que se
asentase y expandiese. Tal y como describió el jurista destine el [ilegible] de que puede propagarse el azote
e historiador Pedro María Orts Berdín existíeron 300 del cólera=morbo asiático avisando el desembarco
norias de extracción de agua salitrosa; pero además la clandestino de personas a efectos de lo cual pone a
población consumía agua procedente de aljibes (Orts esta en el caso de reclamar otro auxilio, no tan sólo
Berdín, 1892) (1): “(…) de las fuentes del barranco de para dar cumplimiento a las órdenes de la superiori-
Polop, cuya acequia abierta a la intemperie sirve de dad que nos amenaza (…)”.
lavadero público, a varios pueblos y de sumidero de
objetos putrefactos muchas veces (…)”. Casi dos meses después, el 26 de julio de 1834 conti-
nuaron extendiéndose las medidas preventivas y palia-
II. La epidemia de 1834 en Benidorm. tivas, a pesar de que el cólera todavía no había llegado
a Benidorm. En esta ocasión, el Ayuntamiento de la
La primera epidemia de cólera morbo que arrasó la villa recibió una circular donde quedaba comunicada
población benidormera fue la de 1834. Dicha investi- la Real Orden de 11 de julio de 1834, por la que se
gación se ha realizado partiendo de los libros de actas mandaba la recogida de aportaciones económicas para
de los Plenos del Ayuntamiento, del siglo XIX, exis- luchar contra el cólera (3): “(…) Enterado este Ayunta-
tentes en la actualidad en el Archivo Municipal. Y de miento de la Real orden de once del actual por la que
los libros de defunciones del Archivo Parroquial, de la s. Vtra., se ha servido mandar; que para atender al
iglesia de San Jaime y Santa Ana, de Benidorm. socorro de los pueblos afligidos por el cólera morbo se
habrá una suscripción voluntaria y se hiciere mención
De la compilación de las dos fuentes archivísticas, de cuantos fondos existen en los pueblos a excepción
se sabe que la epidemia de 1834 por cólera morbo en de las Contribuciones Reales (…)”.
Benidorm, causó la totalidad de 189 fallecidos, de los
cuales 73 fueron varones, y 116 mujeres. Durante el mes de agosto de 1834 comenzaron a surgir
los primeros casos de cólera en la comarca, hecho que
Tres meses antes del fallecimiento del primero de los se le comunicó desde Benidorm al Alcalde Mayor de
finados en Benidorm, -concretamente el 30 de junio de Polop, mediante carta, en la que se cita que ya existían
1834-, el cólera morbo ya había aparecido en España, dos casos de cólera en Alfaz del Pí (4): “(…) Que como
y a nivel provincial Gobernación Civil, se había hecho encargado de la observancia de las leyes sanitarias en

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la comprensión de su distrito y Callosa por la salud de llecido del cólera, consorte de Pedro Martínez, de que
todos sus habitantes, asegurado por los facultativos D. certifico D. Agustín Galiana (…)”.
José Pons otro de sus vocales que había observado en
el caserío del Alfaz de Polop un caso de cólera y ha- Durante la epidemia los cuerpos difuntos no esperaban
ver (…) ocurrido en el día anterior, otro igual caso en a que discurrieran 24 horas para ser enterrados, como
Miguel Such, que fue víctima de el, con otro y también ocurría con el resto de los cadáveres en periodos in-
murió días antes con todos los síntomas del cólera se- terepidémicos, donde el presbítero dejaba constancia
gún de público y notorio; no podía ni devía estar Fus- en su certificación “(…) En el cementerio de la villa
ter dejar de incomunicarse con el caserío del Alfaz de de Benidorm día treinta de Agosto de mil ochocien-
Polop, participándose a Ud y al Alcalde de La Nucía tos treinta yuno, se dio sepultura eclesiástica, pasadas
esta novedad (…)”. veinte y cuatro horas, al cadáver de Josef Ivars, que
falleció ayer de infantil edad, hijo de Luís y de Ángela
La descripción que hicieron los facultativos en 1834 Llinares, vecinos de esta de que certifico D. Agustín
de un enfermo colérico fue la siguiente (5): “(…) a Galiana (…)” (8).
una enferma con vómitos y diarreas pertinaces, hipo,
calambres, sed devoradora, voz sepulcral, ojos hú- Cuando terminó la epidemia, el párroco volvió a hacer
medos al interior de sus órbitas, frialdad marmórea otra anotación especificando el lugar donde se hallaban
y zonación al tacto como de [ilegible], síntomas todos registrados los cadáveres de la primera epidemia de có-
y según los profesores de arte de curar caracterizan lera morbo (9): “(…) Nota: Los comprendidos desde el
al verdadero cólera? ¿Será también una invención de 18 Setiembre hasta 18 Noviembre que son los finados
esta junta, los dos muertos que ya se citan, que fueron en la época del cólera se hallan de hojas 182 de este
cuasi repentinos (…)”. libro, ahora al folio 70 (…)”.

2.1. Más de un centenar de muertos en dos meses. En esta primera epidemia murieron tres niños califica-
dos como “albats” por el sacerdote, que fueron: Maxi-
El 18 de septiembre de 1834 fue un día fatídico para miliano Llorca (10), Francisco Orts (11), y Francisca
la historia de Benidorm. El cólera morbo comenzó su Orts (12).
asedio con siete entierros. Durante casi dos meses se
produjeron 189 fallecimientos por la enfermedad, sien- A lo largo de casi estos dos meses de fallecimientos,
do los días de máxima mortalidad el 28 de septiembre, tan solo hubieron dos días en los que no se produjeron
con 9 enterramientos; los días 5, 7 y 13 de octubre con enterramientos, que fueron el 11 y el 25 de octubre.
ocho; el 14 de octubre con dieciséis, seguido del 15 y
16 con once; y del 17 con diez. El 18 de octubre vol- De las 189 muertes que se produjeron, 116 correspon-
vieron a producirse siete entierros, y el 19 de octubre, dieron a mujeres y 73 a hombres. Un hecho que se re-
nueve. A partir del 20 de octubre, la enfermedad remi- petiría posteriormente en las siguientes epidemias de
tió hasta el 16 de noviembre en que fue sepultado el cólera. Pero como se puede comprobar, la mortalidad
último cadáver (6). de la población femenina duplicó a la masculina.

Agustín Galiana fue el párroco que se encargó de anotar Las inscripciones de los difuntos coléricos realizadas
las bajas por cólera de los católicos benidormeros, en por el cura párroco Agustín Galiana sirvieron para dar
el libro de defunciones. Para ello confeccionó un anexo a conocer el avance de la epidemia (13): “(…) la enfer-
que denominó “Libro de Difuntos en la Época del Có- medad asiática ya hace dos meses que aflige a esta po-
lera”, donde fue anotando las defunciones de adultos blación con las epidemias de calenturas intermitentes
y niños, siguiendo un mismo esquema (7): “(…) En el de que por desgracia se halla plagada la misma (…) 15
cementerio de Benidorm a diez y ocho de Septiembre noviembre al Sr. Cura de esta parroquia de Benidorm
de mil ochocientos treinta y cuatro se dio sepultura le adjunto relación de los individuos que han fallecido
eclesiástica al cadáver de Vicenta Llorca, que ha fa- en esta villa desde el 17 de septiembre último hasta el

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presente, época en que ha reinado con toda su estancia En medio de esta [ilegible] la Junta de Sanidad de esta
la enfermedad del cólera morbo (…)”. villa, ha hecho el último sacrificio que podía, man-
dando expresamente al veloz falucho El Rayo para la
2.2. Muerte por cólera de un cirujano benidormero: ciudad de Málaga a fin de conducir a esta al acertado
Francisco Vives Soler. profesor de medicina D. Vicente Orts que según la voz
pública ha tratado con el mayor acierto la enfermedad
El 19 de octubre de 1834 fue un día en el que fueron del cólera en Vélez Málaga y sus contornos, haciendo
enterradas nueve personas por la epidemia del cólera. curaciones prodigiosas (…)”.
Entre ellas se encontraba el cirujano don Francisco Vi-
ves, -como lo citó el párroco para diferenciarlo hasta en El 19 de noviembre de 1834, fecha en que fue sepul-
la muerte con el calificativo de ”don”, del resto de los tado el último colérico, la Junta de Sanidad Municipal
fallecidos-, quién dejó viuda a Rosa Orts (14). atribuyó la erradicación de la epidemia, -en primer
lugar a la “Divina Providencia”; y en segundo lugar, a
En 1832 fue promulgada una Real Orden por la que la labor ejercida por el profesor de medicina Vicente
las plazas de médicos y cirujanos pagados con fondos Orts-. Igualmente la Junta Municipal de Sanidad pidió
públicos se preveían por la Real Junta Gubernativa al Gobierno Civil de Alicante que le hicieran entrega
de Medicina y Cirugía, conforme a lo dispuesto en el –al citado facultativo-, de una mención honorífica por
reglamento de academias, en lugar de que los facul- el trabajo realizado de extinción de la epidemia (20):
tativos titulares fuesen elegidos y escriturados por los “(…) Esta junta de Sanidad tiene la satisfacción de
ayuntamientos (15). Pero la tutela del nombramiento y participar a V.S., que habiendo desaparecido de esta
cumplimiento del contrato fue encomendado a la Di- villa por la Divina Providencia, la enfermedad del
putación Provincial, que era la entidad que resolvía las cólera morbo que tantos estragos ha causado en ella
quejas oída la Junta provincial (16). Por ello, en caso se halla dicha villa en perfecto estado de salud (…)
de fallecimiento por cólera del médico o cirujano, la Al participar de V.S., tan plausible noticia no puede
Diputación Provincial tenía que compensar con una menos de recomendar a V.S., el mérito conseguido
pensión de entre 2.000 y 5.000 reales a la viuda (17). por el [ilegible] al profesor de Medicina don Vicente
Orts, que esta Junta de Sanidad en medio de los apu-
2.3. La labor del profesor de Medicina Vicente Orts. ros hizo venir de ciudad de Málaga para consuelo
de esta villa y ojalá que lo hubiera determinado más
Parece ser que fue generalizado que las medidas sanita- pronto y no llorarían tantas familias la pérdida de
rias fueron adoptadas en el siglo XIX cuando la morta- los marcados objeto. Este profesor intrépido y filan-
lidad epidémica asolaba las poblaciones (Viñes,J.) (18): trópico ha llevado las esperanzas de esta Junta que
“(…) en tanto que en los periodos interepidémicos, el ha desmentido la buena reputación que su acertado
gobierno, los delegados gubernativos y los alcaldes se método curativo contra el cólera y singular caridad
olvidan de la salubridad (…”). para todos los enfermos que ha gran [ilegible] en la
ciudad de Vélez-Málaga y sus contornos. La Junta de
Un caso similar ocurrió en Benidorm con el gobierno Sanidad de esta villa ha visto con admiración el be-
municipal hasta que se vieron desbordados por el nú- neficio para tan acreditado médico, el ningún temor
mero de muertos, y fue entonces cuando la Junta de que le causa la epidemia Reinante, la abil destreza
Sanidad Municipal envió una embarcación propia de con que sabe combatirla y lo participo a V.S., para
la misma, hasta Málaga para trasladar rápidamente a que la [ilegible] y de cuanto todo el Gobierno Su-
Vicente Orts, un brillante médico del que se decía que perior y se haga mención honorífica del profesor de
hacía curaciones prodigiosas (19): “(…) Sigue en esta Medicina Dn. Vicente Orts que tanto se ha distingui-
villa la enfermedad del cólera su curso ordinario sin do en el cumplimiento de sus deberes, prodigando a
haber llegado todavía al periodo descendente: En los los enfermos los socorros del arte con esmerado celo
ocho días anteriores ha entrado esta terrible enferme- e imperturbable constancia dándose a los pobres me-
dad arrebatando más de cien víctimas. dicinas gratis (…)”.

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Llegada la Navidad de 1834, todavía se hallaba en Be- Regimiento del Distrito de Villajoyosa (…) El arresto
nidorm el profesor de Medicina Vicente Orts, por lo fue motivado por ser notoria desafección al legítimo
que el Ayuntamiento remitió una misiva dirigida a la gobierno de la Reyna V.S. Dª Isabel 2ª por reunirse con
Junta de Sanidad de Málaga para comunicarlo (21): los ¿moderados? En esta villa (…)”.
“(…) Habiendo remitido de esta población la terrible
enfermedad del cólera=morbo que por espacio de dos III. Benidorm y el fantasma del cólera morbo en
meses la ha afligido, se cantó el Tedeum el 16 de No- 1859.
viembre, sin haberse [ilegible] ningún caso más desde
dicha época, y aunque permanezca en esta el indicado Según la información registrada en el Libro de Actas
profesor de medicina Don Vicente Orts, que desde esa Plenarias de 20 de junio de 1860, se produjo un brote
ciudad vino a esta villa invitado por esta Junta de Sa- de cólera morbo en Benidorm en octubre de 1859 que
nidad para la curación de dicha plaga (…)”. no fue declarado en el juzgado por la fuga de uno de los
tres médicos que atendían a la población, según aduce
1.4 Un médico perseguido por deserción: Vicente la fuente: (25): “(…) Por el Sr. Presidente se mandó
Llorca. dar lectura al escrito del juzgado de 1ª instancia del
partido de 29 de Mayo último del que enterados los
Los médicos decimonónicos juraban “(…) asistir de Sres del Ayuntamiento acordaron informar: Que el có-
limosna a los pobres de solemnidad y con el mismo lera morbo apareció a mediados del mes de octubre
cuidado que los ricos; despreciar todos los riesgos y del año pasado 1859, no declarándose oficialmente
contagios cuando lo exija la salud pública (…)” (22). por la fuga del Médico Titular. Esta enfermedad inva-
Por lo tanto, cuando un facultativo se ausentaba du- dió a un número de individuos bastante considerable,
rante una epidemia y no designaba ni proveía sustituto pero las defunciones fueron muy pocas en razón a que
podía ser sancionado con la suspensión del ejercicio de no era fulminante en lo general. Los facultativos D. To-
la medicina (23). más Llinares, D. Juan Bautista Rusafa y D. José Pérez
Vives tenían un contrato particular de asistir al vecin-
Pues esto fue lo que le sucedió al médico José Llor- dario que tenían igualadas para cuyo efecto dividieron
ca, que desertó de Benidorm durante la epidemia, re- la población en tres cuarteles que tenían a su cuidado
fugiándose en la Torre de Las Caletas, -perteneciente cada uno de ellos, supliéndose en ausencias y enferme-
al término de Benidorm-, donde fue apresado. El do- dades legítimas, pero de ningún modo cuando la falta
cumento admite un doble motivo para su arresto. En era de mal género como lo que se trata.
primer lugar, económico, porque presuntamente tenía
que haber entregado cien libras para los medicamentos Al fugarse el médico Pérez claro es que quedaron
de los coléricos, y solo entregó cincuenta; y en segundo abandonados todos los del cuartel confiados a su cui-
lugar, por razones políticas: su relación con los Mode- dado y por consecuencia sin la asistencia facultativa
rados benidormeros (24): “(…) Satisfaciendo a lo que necesaria, si bien procuramos los otros compañeros
V.S., previene en el decreto de 31 de octubre último, en llenar su falta lo mejor que les fue posible empleando
el oficio que dirigió a V.E (…) José Llorca de [ilegi- las horas que les dejaba libres sus visitas en hacer lo
ble] de la Torre de Las Caletas en este dicho término, que tenían obligación el Pérez, de modo que sin este
Debo Informar a V.E., que el arresto del apresado (…) acto de filantropía hubieran puesto al pueblo en el ma-
en este caso Capitular de esta villa, que traslado de yor conflicto. En cuanto en honor de la verdad pueden
una casa y de esta de la del campo con permiso a po- informar al juzgado (…)”.
der ir hasta la torre para que pudiera huir del peligro
que causaba entonces en toda esta villa la enfermedad Muy distinta es la realidad que aparece reflejada en el
del cólera morbo, no se verificó en debida forma por Libro de Defunciones del año 1859, donde del total
[ilegible] al fuero militar de que goza y puede dar a de 123 fallecidos a lo largo de todo el año –de ellos
V.E., con verdad que no fue motivado por las ocurren- 66 adultos y 57 párvulos-, no hay ninguna incidencia
cias que [ilegible] apresó a don Josef Lloret, Capitán de cólera morbo. Entre los adultos los casos de falle-

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cimiento se produjeron por: calenturas intermitentes fallecimiento; y en algunos casos el lugar exacto del
(26), “consumición” (27), parto (28), “erisipela” (29), enterramiento en el cementerio. Un dato interesante re-
pulmonía (30), vejez (31), apoplejía (32), tisis pulmo- side en que ninguno especifica que se dejaran pasar las
nar (33), asma de pecho (34), hidropesía (35), decre- 24 horas reglamentarias para el entierro (62).
pitud (36), derrame cerebral (37), ataque apoplético
(38), cáncer de matriz (39), cólico (40), naufragio (41), La epidemia comenzó a producir fallecimientos el 20
cólico nervioso (42), disentería (43), terciana (44), so- de octubre con dos entierros. Y su incidencia en la po-
breparto (45) y ahogado (46). blación –en cuanto a muertos- fue menor que en la del
año 1834, puesto que la cifra de inhumaciones diarias
Junto a esas causas de defunciones de fallecimiento el osciló entre uno y dos cadáveres, excepto los días seis
registro de defunciones del Archivo Parroquial no es- y siete de noviembre, con 6 y 8 entierros respectiva-
pecifica la causa de muerte en la inscripción de Luís mente; descendiendo a 5 el ocho de noviembre; para
Soler de 60 años que falleció el 11 de marzo. De Ángel estabilizarse entre cuatro y cinco los días 9 y 11 de
Liberato Rusafa, tan sólo dice que naufragó y murió en noviembre, y descender nuevamente a 1 y 2 entierros
1854. Y de Rosa Pérez de 70 años –enterrada el 24 de entre el 12 de noviembre y el 2 de diciembre, último
abril- apunta el nombre de una enfermedad ilegible. día de inhumaciones por cólera.

Por lo tanto las únicas causas de fallecimiento que se En esta epidemia hubieron más días sin que se presen-
registraron en octubre de 1859 señalan intermitentes, taran bajas, que en la primera. De hecho, los días sin
cólico nervioso, cólico y disentería. Y para nada apare- enterramientos fueron en octubre, el 21, 22, 23, 24, 25,
ce la denominación de cólera morbo, a no ser que fuese 28 y 30. Y en noviembre: el 2, 16, 18, 20, 22, 23, 25,
disfrazado bajo cualquiera de estas acepciones. 26, 27, 28, 29, 30 y 31.

Lo mismo ocurre con las causas de muerte de párvulos, En cuanto a la edad de la población, la epidemia de
a excepción de dos de ellos en los que no aparece espe- 1865 afectó prioritariamente a la población infantil,
cificado el motivo de la muerte (47). registrándose la mayor parte de las muertes entre la
población de menor edad: en el grupo de 5 años hubie-
El resto de los niños murieron a causa de: parto (48), ron 4 fallecimientos; seguido de los párvulos de 2 y 3
“dintinción” (49), “pasmo” (50), sarampión (51), in- años con tres casos en cada uno de los grupos de edad.
termitentes (52), diarrea (53), pulmonía (54), tercianas Los de 7 años con 3 casos; los recién nacidos hasta 14
(55), angina (56), disentería (57), cólico (58), calentura meses con un caso por cada uno de los grupos de edad,
(59), y gangrena (60). así como párvulos de 4 años con un caso; igualmente
un caso en los de 6, 8, y 10 años. De 10 a 19 años des-
IV. La epidemia del cólera morbo de 1865. cendió la incidencia de mortalidad produciéndose dos
muertes en adolescentes de 12 años; una de 14 años;
77 fueron las personas fallecidas de cólera morbo en uno de 15 años uno de 18 años; dos de 19 años y de
1865 en Benidorm. De ellos 17 eran hombres adultos, nuevo 4 fallecimientos en el grupo de 20 años.
40 mujeres adultas, y de los 20 párvulos restantes, 11
eran niños y 9 niñas (61). La población de entre 21 y 50 años no se vio casi
afectada, tan sólo se registraron decesos en los grupos
Igualmente como en la primera epidemia de cólera de de 23 años con uno; dos en el de 24 años; uno en el
1834, los datos de defunciones del Archivo Parroquial de 25 años; dos en el de 30; uno en el de 31; uno en
no facilitaban la edad de los finados, pero para esta epi- el de 32; no en el de 34; uno en el de 40; uno en el de
demia si que aparecen registrados, dado que en 1838 43; uno en el de 44; uno en el de 49; y dos en el de
cambió el formulario del acta de enterramiento incor- 50. Mientras que la población adulta y senil se vio un
porando la edad y acreditando la causa del fallecimien- poco más afectada, pero no en exceso. Hubo un falle-
to según certificación facultativa; así como la hora del cimiento en el grupo de 5 años; 3 muertes en el de 60

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años; dos en 64 años; otros dos en 65 años; uno en 70; Alcalde se manifiesta por dicho Sr. Que como a todos
y uno en 75 años. los S.S., presentes le constaba de una manera evidente,
en este pueblo existían varios solares o casas derrui-
4.1. La aplicación de medidas higienistas. das, que no tenían dueño, puesto que por que perte-
necían a varios que habrían sido vecinos de esta villa
La aplicación de la Ley de Sanidad en 1855 tuvo mucho y habían emigrado al extranjero, según presumía, ig-
que ver en la reducción de los fallecimientos de esta se- norándose su paradero, y que estos solares, se habían
gunda epidemia que afectó a Benidorm. Fue regulada convertido en cloacas o letrinas, donde arrojaban las
la sanidad marítima con cuarentenas y expurgos, así inmundicias todos los vecinos, produciendo con ellos
como la clasificación de las patentes de embarcaciones focos de insalubridad pública, y como quiera que se-
en limpias y sucias. Igualmente ocurrió con la sanidad gún las noticias oficiales reina en puntos y ciudades
terrestre regulándose por medio de una norma sanitaria cercanas a esta villa, la enfermedad conocida con el
extensiva a médicos, cirujanos y farmacéuticos titula- nombre de cólera-morbo, era de imperiosa necesidad
res quienes debieron encargarse de la asistencia a fami- estirpar estos lugares peligrosos a la salud pública.
lias pobres, mediante contratos con ayuntamientos, que En su vista, los S.S., presentes después de una larga y
debieron ser aprobados por las diputaciones provincia- distendida discusión acordaron por unanimidad tapar
les (63). Fue creada en 1847 dentro del Real Consejo todos los solares de la población que no tengan dueño
una comisión especial que se dedicó exclusivamente a conocido.
la incidencia del cólera morbo (64). Fueron prohibidos
los cordones sanitarios por el Consejo de Sanidad por Y al efecto y para los gastos que estas obras puedan
no tener funcionalidad frente al contagio (65). ocasionar, autorizan al Sr. Alcalde para que gaste lo
consignado en el presupuesto para imprevistos (…)”.
El Consejo de Sanidad emitió un informe en 1854 don- De nuevo, el 3 de septiembre de 1865, la preocupación
de propuso que fuese organizada la hospitalidad do- de la corporación ante el cólera quedó patente (69):
miciliaria higiénica, declarando de obligatoriedad la “(…) Se manifestó que en atención a las noticias que
permanencia de los médicos, cirujanos, eclesiásticos diariamente llegaban a esta villa sobre el desarrollo
y escribanos en los pueblos de su habitual residencia que en pueblos limítrofes había adquirido la enferme-
durante la epidemia (66). dad del cólera morbo, y en atención, tan bien, a que
podría ser fácil se presentara en esta villa (…) com-
En 1854 John Snow descubrió que la transmisión del pleta autorización al Sr. Alcalde para que adopte to-
cólera se producía por el agua de bebida, y en 1865 el das cuantas medidas le surgiera su celo por la causa
Consejo de Sanidad del Reino se ocupó “(…) en ma- común, y heche mano de todos los fondos existentes en
teria de sanidad interior del control del cólera (…)” Depositaría para socorrer a los pobres y prestar a la
(67), y más cuando la epidemia fue difundida desde masa común de vecinos (…)”.
Valencia, por lo que fueron publicadas: “(…) repetidas
instrucciones de higiene pública para cumplimiento de El 24 de septiembre se produjo el cambio de la corpo-
jefes políticos, alcaldes, ayuntamientos y autoridades ración (70), jurando el cargo Francisco de Paula Orts
en general (…)” (68). como alcalde (71) y apoyándole como uno de sus con-
cejales José María Orts Berdín (72). En uno de los pri-
A pesar de que el cólera morbo de 1865 se cobró en Be- meros Plenos al que acudió como asociado José Orts
nidorm las primeras víctimas en octubre, las medidas y Jorro (73), padre del edil José María Orts Berdín, se
preventivas ya se estuvieron tomando desde agosto de planteó la carencia de medios para atender a los pobres,
ese año, mediante la limpieza de solares (69): “(…) En ante la inminente llegada de la epidemia (74): “(…)
la sala capitular de la villa de Benidorm a las veinte y No habiendo en esta villa facultativos titulados para la
siete días del mes de Agosto de mil ochocientos sesenta visita de los pobres y teniéndose con fundamento que
y uno, reunidos los S.S., del Ayuntamiento anotados al puedan ser invadidos del Cólera Morbo, para que no
margen y bajo la presidencia del Sr. D. Pedro Fuster falte la asistencia (…) para poder contratar facultati-

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vos en caso de necesidad representan Dos mil reales La epidemia comenzó a provocar mortandad el 29 de
de vellón (…)”. junio de 1885 con un entierro, siendo los días 1, 2 y
3 de agosto los que más enterramientos aglutinaron
El 15 de noviembre de 1865 tuvo lugar un Pleno para con 6, 8 y 7 consecutivamente, descendiendo de nuevo
dar cuenta de la presencia de la epidemia en la pobla- hasta el 20 de agosto en que fue realizada la última
ción, una reunión en la que estuvieron presentes los inhumación.
miembros de la Junta Municipal de Sanidad formada
por Juan Thous, José Marió, Bautista Pérez Gil, Ri- En total fueron casi dos meses de asedio colérico. Du-
cardo Fuster, Joaquín Llorca y José Pérez (75): “(…) rante este periodo casi todos los días se producía algún
se manifestó: que habiéndose hecho presente los fa- fallecimiento, quedando libres de entierros los días 1,
cultativos y de la Junta de Sanidad D. José Pérez, D. 3, 7, 11, 12, 13, 14, 15 y 21 de julio; el 5, 7, 10, 11, 13,
Gaspar Llinares que se habían observado de algunos 14 y 16 de agosto.
días a esta parte varias diarreas coléricas, y que en
el día de ayer se habían presentado algunos casos de Por edades, el cólera morbo de 1885 afectó en primer
cólera confirmados, era deber hacerlo saber a los S.S., lugar a la población “simplemente joven”, predomi-
del Ayuntamiento y de la Junta de Sanidad para que nando los fallecimientos en párvulos de un año y me-
tomasen las disposiciones que creyeran del caso (…). dio, 2, 5, y 7 años con cinco muertes en cada grupo
Por unanimidad se autoriza al Sr. Presidente para que de edad; seguido de los grupos de 3 y 4 años, con tres
pase una comunicación al Sr. Gobernador de la Pro- fallecimientos respectivamente por grupo; en tercer lu-
vincia declarando el cólera en esa población y que no gar afectó a los grupos de 6, 9, 13 y 18 años con dos
se den patentes limpias a los buques que salgan de este muertes por cada uno de ellos. Y por último a los recién
puerto (…)”. nacidos de un año con una muerte. El resto de grupos
de 8, 10, 11, 12, 14, 15, y 16 años también se vieron
Según acta de 9 de junio de 1864 la estadística del ve- afectados con una muerte por grupo. Los jóvenes de 19
cindario que fue enviada al Gobernador Civil se com- a 29 años no salieron muy perjudicados pues se produ-
ponía de 989 vecinos (76), mientras que a fecha de 21 jeron escasas bajas en los grupos de en de 20, con dos
de mayo de 1865 el censo reflejaba 962 vecinos (77), muertes, 23, 25, 26 y 27 con uno por grupo.
por tanto la epidemia del cólera morbo de 1865 redujo
la población en 77 vecinos quedando a fines de año un Sin embargo la incidencia de muerte volvió a aumen-
total de 885. tar en el grupo de adultos jóvenes” de entre 35 y 45
años, es decir los que componían los grupos familiares
V. La epidemia del terror: el cólera de 1885. como padres. En el grupo de 30 años se produjeron tres
muertos; dos en el de 31 años; uno en el de 33; uno en
El cólera morbo de 1885 impregnó el terror por la el de 34; tres en el de 35; cuatro en el de 36; uno en el
muerte en la mente colectiva. Un hecho que se per- de 37; uno en el de 39; seis en el de 40; uno en el de 42;
petuó a lo largo de los años y que dio lugar a que se uno en el de 43; y tres en el de 45 años.
mantuvieran por tradición oral historias de resucitados
en toda España. En los adultos seniles, la incidencia de mortalidad fue
menor. Del grupo de 46 a 59 años se produjeron falleci-
En Benidorm, la epidemia de 1885 no fue la más viru- mientos en el grupo de 46 con uno, de 50 años con uno;
lenta, puesto que en total fallecieron 108 personas, de de 55 con tres muertes; y de 57 con dos. Y por último
las cuales 79 fueron adultos y 29 párvulos; frente a la en la población senil englobada entre los 60 y 85 años
de 1834 en que murieron 189 (78). Pero como en las la incidencia fue puntual en determinados grupos de
dos epidemias anteriores, el número de mujeres adultas edad: cuatro muertos en el grupo de 60 años; uno en
fallecidas superó al de varones. Fueron 47 las féminas 62; uno en 63; uno en 65; uno en 68; cuatro en 70; uno
fenecidas frente a 32 hombres. Y lo mismo ocurrió con en 75; uno en 77; tres en 80; uno en 84; y dos en 85.
los párvulos: 16 niñas frente a 13 niños. Como ejemplo curioso aunque tétrico que evidencia la

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MUJERES Y CÓLERA MORBO: UNA EPIDEMIA SECTARIA EN EL BENIDORM DEL SIGLO XIX
MUERTOS EN VIDA: EL REGRESO DE ULTRATUMBA

mortalidad entre el grupo de adultos jóvenes e infantil, (84): “(…) Bautista Berenguer Pérez. 30 años. Carabi-
destaca el fallecimiento de los cuatro componentes de nero residente de esta. Falleció a las cinco de la tarde
una misma familia, formada por los padres y dos niños del mismo día de cólera morbo (…)”.
de 2 y 5 años. El padre, Vicente Garrigós Fenollar de
33 años, natural de Torremanzanas y afincado en Beni- (85): “(…) Jerónima Bayona Valero. 27 años. Falleció
dorm murió el 20 de julio de 1885, a las dos de la tarde. a las once del mismo día del cólera morbo (…)”.
Su esposa, Silveria Bernabeu Pérez, de 42 años, natu-
ral de Onil, y afincada en Benidorm falleció ocho días (86): “(…) Francisca Llinares Vives. 22 años. Falleció
después, el 28 de julio, a las ocho de la tarde, tras ver nueve de la noche del mismo día de cólera morbo (…)”.
morir horas antes a su hijo Vicente Garrigós Bernabeu
de 5 años, que había nacido en Toremanzanas. Pero a la Y así con todos los finados se seguía la misma pauta: la
misma hora que la madre, -las ocho de la tarde- fallecía de enterrarlos el mismo día o llevarlos al cementerio a
igualmente el último miembro de la familia, la niña de la espera de poderlos enterrar a las pocas horas.
2 años Magdalena Garrigós Bernabeu, ya bautizada en
Benidorm (79). 5.1. Muertos en vida: el regreso de ultratumba.

Durante la epidemia del cólera de 1885 no se guarda- El temor al contagio, sumado a las medidas higienistas
ron las 24 horas para enterrar los cadáveres, sino que provocó que las inhumaciones fuesen muy rápidas, y
fueron sepultados rápidamente. Una vez que había fe- con ello los casos en que algunos cadáveres no estu-
necido la persona se le inhumaba sin funerales, para vieran realmente muertos. Cuando moría un individuo,
que fuese más rápido y evitar con ello el peligro de el párroco hacía rápidamente el entierro, y se llevaba
contagio. el cuerpo al cementerio donde se depositaba hasta que
pasaran las horas reglamentarias, para ser enterrados
De hecho, el cura párroco existente en 1885 no dejó posteriormente. Téngase en cuenta que desde el falle-
constancia en ninguna de las inscripciones de los difun- cimiento a la inhumación tan solo se permitían trans-
tos del cólera que se le hiciesen funerales (80): “(…) currir seis horas como máximo y que el único utensilio
Como Cura párroco de la iglesia de la villa de Beni- empleado por los sacerdotes para certificar la defun-
dorm, provincia de Alicante diócesis de Valencia, día ción era un pequeño espejo que acercaban a la boca
veinticinco de Julio de mil ochocientos ochenta y cinco, para comprobar si tenía aliento vital.
mandé dar sepultura eclesiástica en el cementerio de la
misma al cadáver de Filomena Devesa Ballester, natu- No resulta tan inverosímil pensar que algún colérico
ral y vecina de esta, de veinte años de edad, consorte fuese dado por muerto puesto que los síntomas previos
de Manuel Doménech Pérez, e hija de José y de María. al fallecimiento se caracterizaban por presentar un pul-
Falleció a la una de la tarde del mismo día de cólera so apenas perceptible; latidos del corazón tumultuosos
morbo. De que certifico Juan B. Catalá (…)”. e irregulares, tornándose después sumamente débiles;
descenso de la temperatura corporal a 32 grados; alien-
Durante los meses de junio a agosto en que se desa- to apenas perceptible; profunda somnolencia y nula
rrolló el cólera morbo en Benidorm, los entierros se reacción del cuerpo. Dicha sintomatología fue descrita
realizaban incluso por la noche (81): “(…) Rosa Aracil en 1885 por los médicos Vicente Rica Láfora, director
Cortés de 35 años falleció a las ocho de la noche del del Cuerpo Higienista y delegado especial del goberna-
mismo día de cólera morbo (…)”. dor de la provincia de Valencia; y Vicente Cubells Cal-
vo, numerario del mismo cuerpo y médico del hospital
(82): “(…) Mª Josefa Devesa Agulló. 31 años. Falleció de coléricos, en la descripción que publicaron sobre la
a las seis de la tarde del mismo día (…)”. incidencia del cólera morbo en Beniopa: “Memoria de
la epidemia ocurrida en dicha población en noviembre
(83): “(…) Antonia López Lloret. 57 años. Falleció a de 1884”, que fue publicada en Valencia en la imprenta
las ocho de la noche del mismo día (…)”. de Ramón Ortega en 1885.

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Carbonell Beviá, L

Algunos coléricos sobrevivieron porque sus cuerpos autoridades locales para prevenir el desarrollo de una
reaccionaron antes de ser enterrados, como la historia epidemia o enfermedad contagiosa o aminorar sus
que se refiere a continuación, pero otros recuperaron la efectos en el caso desgraciado de su aparición” (88),
conciencia y la vida en las sepulturas y murieron den- que recogió 35 puntos sobre precauciones higiénicas
tro del ataúd. tales como reparación y limpieza de los conductos de
aguas sucias, pozos, arroyos, corrales, patios y alba-
En Benidorm, tal como refiere Antonio Yañez, en su ñolas, fuentes, calles, plazas y mercados, entre otras.
obra (87), se produjo un caso de catalepsia por cólera “(…) Si bien aparece la desinfección con fumigaciones
morbo: “(…) mediados del siglo XIX, con motivos de con gas cloro y aún mejor con aguas cloradas, además
las epidemias de peste, se enterraba a los enfermos in- de la ventilación y limpieza. Esta Recopilación” insiste
cluso sin comprobar si realmente habían expirado. Se en la hospitalidad domiciliaria y de acuerdo a las ne-
dice que por aquella época un antepasado de José Ba- cesidades de los indigentes se extiende a la creación
yona, que habitaba en una casa en la Facció, fue des- de la “Casa de Socorro” en casos de epidemia como
pertado a medianoche por José Rigores “El Muerto”, “locales precisos para todas las clases y con especia-
a quién habían enterrado aquella tarde. Al llamar a la lidad los menesterosos, para que se hallen los recursos
puerta Bayona preguntó quién era y en la respuesta que en tan tristes circunstancias suelen reclamar con
creyó ver una broma macabra se levantó de la cama y vigencia”, y también contiene rigurosas medidas de
se asomó a la ventana, pudiendo así reconocer que se policía mortuoria y cementerios. Una importante no-
trataba de quien habían tomado por muerto y abando- vedad en las medidas de 1866 es la transformación de
nado en la fosa común. los lazaretos en enfermerías de cólera”, no debiendo
establecerse la curación en los hospitales comunes”
Se vistió y acompañó al “resucitado” a su casa a fin “se formarán enfermerías para la curación de los co-
de preparar antes a sus familiares para no ocasionar léricos. Ya no se trata de aislar con lazaretos en cua-
más muertes por infarto ante la fuere sorpresa que se rentena sino de curar (…)”.
les aproximaba (…)”.
La Real Orden e Instrucción de 12 de junio de 1865
5.2. Mujeres y cólera morbo: una epidemia sectaria determinaba que eran contaminantes (89): “(…) la
en el Benidorm del siglo XIX. ropa de uso y efectos de los pasajeros, trapos, pie-
les, plumas, pieles de animales, lana, sedas, algodón,
De 189 víctimas coléricas en 1834, 116 fueron muje- lino, cáñamo y papel que no procedan directamente
res. De 60 en su totalidad, en 1865, 32 pertenecían al de fábrica (…)” e incidieron en “(…) el agua proce-
sexo femenino. Y de 108 individuos en 1885, 63 fueron dente de río, pozo o aljibe debe hervirse, enfriarse y
féminas. airearse antes de su uso y en general toda clase de
alimentos deben sufrir la acción de una temperatura
¿Por qué el cólera morbo causó más bajas entre la po- elevada, no habiendo la práctica de desinfección del
blación femenina? aire, fumigaciones, y en paredes con desinfectantes
concretos gas cloro, ácido sulfurosos, ácido nítrico
La explicación se centra en que todos los trabajos rela- (…) recomendar la enérgica desinfección de letrinas,
cionados con el contagio estaban realizados mayorita- heces, urinarios, y desinfección de ropas con solucio-
riamente por mujeres, como se va a exponer. nes de cloruro de cal o fenicada y lo mismo vómitos
y heces de los enfermos. Ya se reconocía de manera
5.2.1. Instrucciones para la prevención del cólera imperiosa una transmisión o contagio por vómitos,
morbo. heces, si bien el contacto con el enfermo y no la trans-
misión hídrica parece que se reconocía expresamente
El 11 de julio de 1866 se publicó una Real Orden de- y por supuesto ya se habían prohibido desde 1879 las
nominada “Recopilación de las instrucciones que de- fumigaciones a las personas sospechosas, lo que se
ben observar los gobernadores de la provincia y las sustituye por baños (…)”.

569
MUJERES Y CÓLERA MORBO: UNA EPIDEMIA SECTARIA EN EL BENIDORM DEL SIGLO XIX
MUERTOS EN VIDA: EL REGRESO DE ULTRATUMBA

Las diputaciones provinciales mantuvieron dichas nor- previamente filtrada o hervida (…) Se reconocerán es-
mas higienistas a lo largo de la segunda mitad del siglo crupulosamente todos los domicilios y en especialidad
XIX y primer tercio del XX, ante la llegada del cólera. las casas pobres y de renta pública, plazas y mercados,
así como posadas y demás establecimientos (…) siendo
De hecho, todavía en 1910, la Junta Local de Sanidad examinados con el mayor cuidado todos los alimentos
de Benidorm acató las disposiciones emitidas por Go- y bebidas (…) se alquilará un carro a propósito que
bernación Civil de Alicante, y publicadas en el Boletín dos veces durante el día a horas convenientes, pase
Oficial nº 187, de 23 de octubre, que se centraban en por las calles avisando a los vecinos depositando en el
(90): “(...) evitar focos de infección en la localidad me- mismo las basuras y aguas sucias, cuyo conductor del
jorando sus condiciones de higiene y salubridad por carro tendrá señalado de antemano lugar a propósi-
el peligro que supone la proximidad del cólera en el to para el depósito de todas aquellas materias (…) se
Reino de Italia (…)” adquirirá por medio de arrendamiento una casa o dos
que estará destinada en los puntos más convincentes a
Las medidas de asepsia se basaban en doce puntos, co- las entradas de la población para que preparada con
menzando por la “(…) limpieza escrupulosa de todas todos los elementos necesarios de desinfección puedan
las letrinas mares y canales (…) Se prohíbe en ade- servir de lazareto y aislamiento de casos sospechosos
lante el arrojar a la era pública comprendida en Cas- o colonias (…) Informar a la población de la epidemia
tillo y Torreón, ni alrededor de la población materia y pedir socorros voluntarios para sufragar los gastos
alguna ni aguas sucias, vertiéndose dentro de la milla indispensables de salubridad (…) Se constituirán dos
del mar; y al objeto de conservar la higiene todas las brigadas sanitarias de personas idóneas (…) al cui-
vecinas barrerán las fronteras de sus casas todos los dado de los enfermos y conduzca las otras con toda
días por la mañana y a la caída de la tarde (...) Se garantía de humanidad los cadáveres al depósito del
ordena a todos los vecinos que tengan en sus casas Cementerio y después de pasadas las horas previstas
cerdos (…) los transporte a más de un kilómetro de por la Ley (…) ayudar al conserje del mismo cemen-
distancia de la población teniéndoles allí en buenas terio a dar cristiana sepultura (…) Los guardianes del
condiciones (…) lo mismo se ordena en los ganados campo se situarán a la entrada de la población para
en el plazo de tres días que los trasladen a más de un que desvíen a los transeúntes de clase pobre a 3 Km.,
kilómetro de la población (…) Los dueños de norias, de la población (…) Los viajeros deben documentar-
balsas, acequias de este término municipal cuidarán se y declarar el lugar y la habitación donde se van a
de tenerlas siempre completamente limpias a fin de hospedar (…) Como medidas preventivas se adquirirá
que no supongan ningún mal olor, no permitiendo el a tal inmediato la cantidad suficiente de cal viva para
lavado de ropas en la balsa y ni en las acequias a la ve- poderla proporcionar como desinfectante a los vecinos
cindad (…) Los dueños de lavadero particulares para pobres para rociar las cloacas, madera, etc., (…) cua-
servicio del vecindario los tendrán en condiciones de tro kilos de ácido férrico cristalizado, veinte de flor de
escrupulosa higiene, renovando las aguas diariamente azufre, seis de sosa, sulfato de cobre y la cantidad de
cuantas veces sea necesario para que no existan ema- zotal que crea prudencial para desinfección de aguas
naciones insalubres, y guardarán la clasificación de embalsadas y otro cualquier foco de infección que pue-
los lavaderos para las diferentes clases de ropas (…) da existir (…) Los vecinos enfermos de cólera deben
Se prohíbe verter el estiércol en caminos públicos tras- comunicar al inspector de Sanidad (…)”.
ladándose en ocho días [de la publicación de la orden]
a terrenos privados y serán cubiertos con tierra y are- Durante el siglo XIX y primera mitad del XX, las mu-
na (…) limpieza de solares en el plazo de ocho días de jeres eran las encargadas de la gran mayoría de labores
la orden cercándolos con alambre o pared (…) En el que aquí se especifican. Se ocupaban de de cuidar de
caso de que el cólera llegue a la población se tomarán la casa y de los hijos, lo que conllevaba elaborar la co-
medidas preventivas (…) si fuese la población invadi- mida, limpiar la casa y por lo tanto las letrinas, lavar y
da por la enfermedad colérica, se procederá por todos planchar la ropa, limpiar el establo y sacar el estiércol,
los medios que el agua que consumirán los vecinos sea pastorear el ganado, entre otras (91).

570
Carbonell Beviá, L

Ellas, las mujeres, permanecían expuestas las veinti- aquejaban a Benidorm se hallaban en el mal estado
cuatro horas del día al contagio. Si el virus del cólera del agua potable, y por ello durante su mandato lu-
se encontraba en las aguas, y el contagio se producía chó por paliar el problema (95): “(…) Considerando
a través de las heces y de los vómitos –como se creía que una de las mejoras materiales y tal vez la más
en el siglo XIX-, ellas eran las que sacaban el agua esencial que los gobiernos encargan a los pueblos
de los pozos, lavaban las ropas en las acequias, en el es el proveerse de aguas potables, porque su falta
río, y en los lavaderos. Ellas limpiaban los establos y es el origen de innumerables enfermedades que los
se ocupaban de transportar el estiércol. Ellas prepara- aquejan (…)”.
ban la comida. Ellas limpiaban las heces y los vómitos
de los familiares enfermos. Por lo tanto, no es insólito Tras veinticinco años en los que las obras de la canali-
pensar que ellas estuviesen más expuestas al contagio, zación del agua potable no pudieron concluirse, llegó
y muriesen en mayor medida que los hombres, durante el año del cólera de 1865, que tuvo unas precondicio-
las tres epidemias de cólera que asolaron a la villa de nes altamente positivas para que la epidemia se propa-
Benidorm. gase rápidamente. Por lo tanto, el cólera morbo entró
en Benidorm causando bajas en octubre de 1865, en un
VI. La higienización del agua potable y la sanidad. medio físico donde las aguas estaban sucias y conta-
minadas por el arrastre de tierras y de inmundicias; y
La escasez de agua en Benidorm fue un problema sin donde todavía no estaba construida la red de conduc-
resolver a lo largo del siglo XIX. Varios son los auto- ción de agua potable.
res que han descrito la gran cantidad de pozos, aljibes,
y norias para la extracción del agua destinada al uso Todos estos precedentes sumados a las pésimas con-
doméstico y agrario. Citan las fuentes archivísticas diciones sanitarias existentes en el siglo XIX en Beni-
municipales ya en el año 1841, que estaba en proceso dorm, -como fueron la escasez de facultativos, y la de
de construcción un acueducto y cañería para la con- cirujanos mal retribuidos una constante en la segunda
ducción del agua, y con ello evitar la propagación de mitad del siglo; junto a la negativa de los médicos titu-
las enfermedades que afectaban constantemente a la lares para atender a los pobres según la aplicación de
población, como fueron las tercianas. la asistencia domiciliaria emitida por la Ley Orgánica
de Sanidad de 1855; así como la destitución por parte
El desarrollo de este proyecto fue gestionado por nu- del Ayuntamiento en 1852 del cirujano Jaime Linares
merosas corporaciones a lo largo del siglo XIX, cen- y del médico titular Tomás Llinares por descuidar a los
trándose todas ellas en la mejora de la calidad del agua pobres del vecindario, cuyas plazas no fueron cubiertas
potable de Benidorm (92). Los miembros de la familia durante un periodo de 14 años (1852-1866)-, mantu-
Orts estuvieron influenciados, en gran medida, por las vieron a la población hasta el último cuarto del siglo en
teorías higienistas y las llevaron a la práctica en la mu- una situación sanitaria tercermundista.
nicipalidad de Benidorm (93). De modo que el 23 de
abril de 1860 reunidos en Pleno, Francisco de Paula VII. Notas bibliográficas.
Orts con los mayores contribuyentes asociados, hicie-
ron constar que las óptimas condiciones del agua pota- (1). ORTS BERDÍN, Pedro María. “Apuntes históricos
ble estaban relacionadas directamente con la salud de de Benidorm”. Alicante. Est. tip de El Liberal. 1892.
la población (94): “(…) Siendo una de las principales Página 221, 225, y 227.
causas que tanto influyen en la salud de los pueblos las
aguas del Consumo y teniendo en construcción en esta (2). AMB (Archivo Municipal de Benidorm). Año
para conducir las aguas potables una encañada que el 1834. “Borrador de oficios de esta villa de Benidorm”.
Ayuntamiento contrató (…)”. Carta dirigida a la “Justicia y Ayuntamiento de Fines-
trat”. 30 junio 1834. Página 10 anverso y reverso.
El alcalde José María Orts Berdín conocía perfec-
tamente que el origen de muchas enfermedades que (3). Ibidem. Página 12 anverso.

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MUJERES Y CÓLERA MORBO: UNA EPIDEMIA SECTARIA EN EL BENIDORM DEL SIGLO XIX
MUERTOS EN VIDA: EL REGRESO DE ULTRATUMBA

(4). Ibidem. Carta dirigida al “Alcalde Mayor de Po- sorte de Rosa Orts. Cirujano. 19 octubre 1834. Página
lop”. 13 agosto 1834. Página 17 anverso. 80 anverso.

(5). Ibidem. Página 17 reverso. (20). VIÑES, José Javier. “La sanidad española en la
segunda mitad del siglo XIX”. Opus citatis. Página 139.
(6). VIÑES, José Javier. “La sanidad española en el
siglo XIX”. Introducción. www.cfnavarra.es (21). Ibidem. Página 142.

(7). Ibidem. Página 32. (22). Ibidem. Página 142.

(8). Ibidem. Página 26. (23). VIÑES, José Javier. “La sanidad española en el
siglo XIX”. Opus citatis. Página 26.
(9). AMB. 1834. “Borrador de oficios de esta villa de
Benidorm”. Carta dirigida al “Muy Sr. Presidente de la (24). AMB. Año 1834. “Borrador de oficios de esta vi-
Junta Superior de la Provincia”. 25 agosto. Página 20 lla de Benidorm”. Página 27 reverso y 28 anverso.
anverso.
(25). Ibidem. Carta enviada al “Sr. Gobernador Civil”.
(10). VIÑES, Jose Javier. “La sanidad española en 19 noviembre 1834. Página 30 anverso y reverso.
la segunda mitad del siglo XIX”. Página 75 y 82.
www.cfnavarra.es (26). Ibidem. Carta dirigida al “Sr. Presidente de la
Junta de Sanidad de Málaga”. 23 diciembre 1834. Pá-
(11). A.P. (Archivo Parroquial). Libro de Defunciones gina 35 reverso.
en la época del cólera. Anexo. En “Quinqué Libri de la
parroquia de Benidorm que empieza en agosto de 1831 (27). VIÑES, José Javier. “La sanidad española en la se-
y comprende solo el título de Difuntos de la misma des- gunda mitad del siglo XIX”. Opus citatis. Página 139.
de dicho mes y año 1831-1859”. Páginas 70 a 83.
(28). Ibidem. Página 142.
(12). Libro de Defunciones 1831-1859. Página 70 an-
verso. Vicente Llorca. 18 septiembre 1834. (29). AMB. Año 1834. “Borrador de oficios de esta vi-
lla de Benidorm”. Carta enviada “Al Comandante Sr.
(13). Libro de defunciones 1831-1859. Año 1831. Pá- Capitán General de Valencia”. 20 noviembre 1834. Pá-
gina 1 anverso. Josefa Ivars. Cuerpo 224. Albat. gina 31 reverso y 32 anverso.

(14). Ibidem. Página 89. (30). LAAB (Libro Actas del Ayuntamiento Benidorm).
20 junio 1860. Página 27 anverso y reverso. Alcalde:
(15). Ibidem. Página 72 anverso. 29 septiembre 1834. Francisco de Paula Orts.

(16). Ibidem. Página 75 anverso. 10 octubre 1834. (31). LDPSJ (Libro de Difuntos Parroquia de San Jaime).
Ángela Timoner. 40 años. Se dio sepultura el 13 de enero
(17). Ibidem. Página 75 reverso. 13 octubre 1834. 1859. José Such. 46 años. 24 febrero. Ángeles Sellés. 40
años. 24 febrero. Josefa Cortés. 12 años. 26 marzo. Án-
(18). AMB. Año 1834. “Borrador de oficios de esta villa gela Pascual. 16 años. 11 julio. Ángela García. 16 años. 1
de Benidorm”. Carta enviada al “Comandante de Carabi- agosto. Ana María Llinares. 23 años. 30 septiembre. Jo-
neros de este punto”. 15 noviembre. Página 29 reverso. sefa Pérez. 30 años. 7 octubre. María Such. 49 años. 12
octubre. Magdalena Llinares. 60 años. 19 octubre. Rosa
(19). Libro de Defunciones 1831-1859. Francisco Vi- Blasco. 60 años. 24 noviembre. Ramón Ivars. 45 años. 8
ves Soler. Hijo de Pedro Vives y de María Soler. Con- diciembre. Silvestre Cerezo. 60 años. 8 diciembre.

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Carbonell Beviá, L

(32). LDPSJ. Antonia Aracil. 75 años. 17 enero. Euge- (46). LDPSJ. José Such. 25 años. 19 octubre.
nia Llorca. 48 años. 22 diciembre.
(47). LDPSJ. Vicente Llinares. 83 años. 20 octubre.
(33). LDPSJ. Trinitaria Lloret. 40 años. 23 enero. Leandro Llorca. 36 años. 26 octubre. José Devesa. 50
años. 27 octubre.
(34). LDPSJ. Vicente Llinares. 54 años. 1 febrero.
Concepción Orts. 36 años. 6 marzo. (48). LDPSJ. Antonio Fuster. 60 años. 4 noviembre.
Vicenta Devesa. 70 años. 13 diciembre.
(35). LDPSJ. Magdalena Miret. 70 años. 2 febrero. Vi-
cente García. 50 años. 20 febrero. José Gran. 70 años. (49). LDPSJ. María Crespo. 32 años. 16 noviembre.
1 marzo. Victorino Sanchís. 45 años. 17 junio. María
Llinares. 60 años. 4 julio. María Climent. 28 años. 4 (50). LDPSJ. José Pérez y Llorca. Ahogado en 1850.
julio. Clara Gran. 32 años. 28 julio. Antonia Pascual. En 1859 fue pedida la certificación de su partida de
50 años. 24 noviembre. Francisco Lanuza. 52 años. 8 defunción.
diciembre. Antonia Llorca. 50 años. 27 diciembre. Y
María Orts. 32 años. 28 diciembre. (51). LDPSJ. Juan Cortés. 3 años. 2 febrero. Y Josefa
Belmonte. 3 años. 3 noviembre.
(36). LDPSJ. Miguel Barceló. 72 años. 9 febrero. Paula
Bertoch. 70 años. 26 marzo. Isabel Llorca. 80 años. 13 (52). LDPSJ. Ana María Fuster (parto peligroso). 7
noviembre. Francisca Morales. 97 años. 19 noviembre. febrero. José Pérez. 1 día. 11 marzo. María Soler. 1
mayo. Nazario Baldó. (Un rato). 9 octubre. Juan Ló-
(37). LDPSJ. Miguel Llorca. 60 años. 21 febrero. Ma- pez (Después de nacer). 23 noviembre. Los hermanos
ría Belmonte. 60 años. 27 julio. Ventura y Jaime Devesa. (Un día por no ser viable). 16
diciembre.
(47). LDPSJ. María Llinares. 29 años. 26 febrero. Vi-
centa Llorca. 16 años. 21 septiembre. (53). LDPSJ. Dentición. José Pérez. 18 meses. 29 mar-
zo. Manuel Barceló. 2 años y medio. 22 junio. María
(38). Jerónima Ballester. 60 años. 19 marzo. Lledó. 20 meses. 26 julio. José Barceló. 7 años. 27 ju-
lio. Domingo Vives. Un año. 17 octubre. Pedro Men-
(39). LDPSJ. Joaquín Pérez. 30 años. 8 mayo. gual. Un año y medio. 30 noviembre.

(40). LDPSJ. Ramón Rodríguez. 75 años. 20 mayo. Ángela (54). LDPSJ. María Ivars. 6 años. 15 mayo. Gregorio
Pérez. 70 años. 9 junio. Rosa Fuster. 85 años. 23 agosto. Pérez. 7 años. 30 mayo. Francisca Solbes. 7 meses. 12
agosto. Antonio Alemañ. 10 meses. 18 agosto. Dolores
(41). LDPSJ. Francisco Ivars. 12 años. 23 mayo. Soler. 10 días. 18 agosto. Pedro Juan Lanuza. Un día.
20 agosto. Francisca María López. 3 días. 3 septiembre.
(42). LDPSJ. Vicenta Pérez. 70 años. 1 junio. Jerónimo María Cortés. 8 días. 7 octubre. María Orozco. Un año.
Perol. 59 años. 28 agosto. 15 octubre. Mariana Pérez. 6 meses. 19 octubre. José
Linares. 1 día. 27 octubre. Francisco Pérez. 2 años. 4
(43). LDPSJ. Josefa Bayona. 50 años. 11 agosto. diciembre.

(44). LDPSJ. Vicenta Pérez. 60 años. 17 octubre. Án- (55). LDPSJ. José Fuster. 3 meses. 18 abril.
gela Pérez. 18 años. 20 octubre. Matías Llorca. 65 años.
22 octubre. Miguel Barceló. 54 años. 19 diciembre. (56). LDPSJ. Jayme Agulló. 2 años. 23 abril. María Or-
tuño. 2 años. 9 agosto. Luis Cabot. 4 años. 10 agosto.
(45). Antonio Llorca. El naufragio se produjo en 1851, aun- María Pérez. 5 años. 12 septiembre. Vicente Canet. 15
que la certificación de la defunción se registró en 1859. meses. 7 octubre. Jaime Pérez. 2 años. 27 octubre. Luis

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MUJERES Y CÓLERA MORBO: UNA EPIDEMIA SECTARIA EN EL BENIDORM DEL SIGLO XIX
MUERTOS EN VIDA: EL REGRESO DE ULTRATUMBA

Cabot. 5 años. 2 noviembre. Antonio Cortés. 3 años. menterio (1700-1900). Los enterramientos en el Beni-
11 noviembre. dorm decimonónico del jurista e historiador Ots Ber-
dín”. IX Congreso Nacional de Paleopatología. Grupo
(57). LDPSJ. Catarina Soria. 3 años. 10 junio. Paleolab. Morella del 26 al 29 septiembre 2007. José
María Orts Berdín y Francisco de Paula Orts fueron fa-
(58). LDPSJ. María Giner. 3 meses. 10 junio. Jayme miliares, y en su vida política potenciaron en Benidorm
Llorca. 8 años. 6 agosto. las teorías higienistas.

(59). LDPSJ. Jacinto Zaragoza. 3 años. 2 octubre. Jo- (74). Ibidem. José María Orts y Jorro fue el padre de
sefa Cortés. 7 años. 17 octubre. Matías Ivorra. 3 años. José María Orts Berdín. Orts y Jorro fue alcalde de Be-
21 diciembre. nidorm, y él, al igual como sus antepasados, y descen-
dientes, trabajó para mejorar las condiciones de asepsia
(60). LDPSJ. María Josefa Crespo. 1 año. 6 octubre. en Benidorm.
José Such. 4 años. 1 noviembre.
(75). LAAB. Acta 22 octubre 1865.
(61). LDPSJ. Vicente Llorca. 2 años. 20 octubre. Mi-
guel Zaragoza. 1 año y medio. 4 diciembre. (76). LAAB. Acta 15 noviembre 1865.

(62). LDPSJ. José Pérez. 2 años. 21 octubre. Juan Blas- (77). LAAB. Acta 9 junio 1864.
co. 2 años. 22 octubre. Ana María Soler. 4 años. 21
octubre. (78). LAAB. Acta 21 mayo 1865.

(63). LDPSJ. Ángela Pérez. 7 años. 3 noviembre. (79). AP (Archivo Parroquial). LDPSJ. Libro de De-
funciones de Cuerpos Mayores que empieza en sep-
(64). LDPSJ. Vicente Baldó. 3 años. 21 diciembre. tiembre de 1879. Y Libro de Defunciones de Párvulos
desde 1859 a 1886.
(65). LDPSJ. Libro Defunciones Cuerpos Mayores de
1859 a 1879. Página 111 a 119. Libro de Defunciones (80). LDPSJ. Libro de Defunciones de cuerpos mayo-
de Párvulos de 1859 a 1866. Página 60 a 63 reverso. res que empieza en septiembre de 1879. Página 77 re-
verso y 78 anverso. Vicente Garrigós Fenollar. 20 julio
(66). Ibidem. 1885. Silveria Bernabeu Pérez. 28 julio 1885. Magda-
lena Garrigós Bernabeu. 28 julio 1885. Vicente Garri-
(67). VIÑES, José Javier. “La sanidad española en la gós Bernabeu. 28 julio 1885.
segunda mitad del siglo XIX”. Opus citatis. Página 75.
(81). Ibidem. Página 70. Certificado de defunción
(68). Ibidem. Página 79. de Filomena Devesa Ballester, de 20 años. Primer
caso de cólera fallecido por la epidemia en cuerpos
(69). LAAB. Acta 27 agosto 1865. mayores. 25 julio 1885. Los primeros fallecimientos
que se produjeron desde el día 29 de junio al 25 de
(70). LAAB. Acta 3 septiembre 1865. julio fueron párvulos. El 29 de junio murió Pascual
Ortuño Domingo, a la edad de 5 años, seguido de
(71). LAAB. Acta 29 septiembre 1865. Pascuala Muñoz Pérez de 1 año y medio, el 2 de
julio de 1885.
(72). LAAB. Acta 22 octubre 1865.
(82). Ibidem. Página 70 reverso. 2 julio 1885.
(73). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “La influencia de
los “Higienistas” en la construcción del primer ce- (83). Ibidem. Página 70 reverso. 5 julio 1885.

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Carbonell Beviá, L

(84). Ibidem. Página 70 reverso. 6 julio 1885.

(85). Ibidem. Página 71. 16 julio 1885.

(86). Ibidem. Página 71 reverso. 22 julio 1885.

(87). Ibidem. Página 71 reverso. 23 julio 1885.

(88). YAÑEZ, Antonio. “Calles, barrios y monumentos


de Benidorm”. San Vicente del Raspeig. Gráficas Díaz.
1988. Página 16 y 17. Protocolo nº 169.

(89). VIÑES, Jose Javier. “La sanidad española en la


segunda mitad del siglo XIX”. Opus citatis. Páginas
94, 96 y 98.

(90). Ibidem. Páginas 102 y 103.

(91). LAAB. Acta 24 agosto 1910. “Reunión de la Jun-


ta Local de Sanidad celebrada el 24 de octubre 1910”.
Alcalde: Vicente Zaragoza Soria. Vocales: Jaime Fus-
ter Barceló (médico). José Vives Orts (farmacéutico).

(92). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “El otoño de los carre-


teros”. San Vicente del Raspeig. Libro de fiestas de Hogue-
ras. 1994 (1ª parte), 195 (2ª parte) y 1996 (3ª parte).

(93). LLORENS BARBER, Ramón. “El condesta-


ble Zaragoza. Francisco Zaragoza y Such. Benidorm
1875-Santiago de Cuba 1898. Crónica de la vida y
del heroísmo de un marino benidormense”. Benidorm.
1998. Página 149.

(94). LAAB. Acta 22 agosto 1852. Página 45 rever-


so. LAAB. Acta 22 agosto 1852. Página 45 reverso.
LAAB. Acta 22 agosto 1852. Página 46 reverso.

(95). LAAB. Acta 22 agosto 1852. Página 45 reverso.


LAAB. Acta 22 abril 1860. Página 18 reverso.

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