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Cómo Ganar El Favor De Los Dioses

Dicen que los dioses no existen.

Ilusos…

Los dioses existen y ahora los vas a conocer.

Mejor dicho, ya los conocés.

Pero ahora vas a aprender a ponerlos de tu lado.

A lo largo de la historia los dioses decidieron el destino de batallas, la


caída de imperios, el nacimiento de ciudades…

No creas que desaparecieron.

Es verdad, están débiles y decrépitos.

Pero eso es porque nadie les presta atención… (peor para ellos).
Los dioses todavía tienen mucho trabajo que hacer.

Resucitando a Los Dioses


Te tengo noticias.

Pero antes una pregunta: ¿Quién sos?

“¿Cómo que quién soy? Soy yo, jaja”


No.

Esa voz que dice: “qué ganas de comer unos bifes”, ¿sos vos?

Esa voz que dice: “voy a matar a este imbécil”, ¿sos vos?

Esa voz que dice: “uff, qué buena que está laura”, ¿sos vos?

Nadie es uno.

Cada persona no es “uno” sino “muchos”.

¿Me vas a decir que sos una sola persona, con una sola voluntad,
aplicada a una sola cosa?

Por supuesto que no.

La verdad es que todos somos una mezcla de impulsos y motivaciones.

Decir que sos “uno” es equivocado.

Fijate…

Como todo el mundo, tenés varios impulsos que definen tus acciones:

 Necesidad de conexión social


 Necesidad de expresar enojo
 Necesidad sexual
 Necesidad creativa
 Necesidad de ganar dinero
 Necesidad de alimento, bebida
 Etc.
Y esos impulsos y necesidades no siempre están de acuerdo.

A veces para satisfacer a uno, es necesario ignorar otro.

¿Cómo decir entonces que sos “uno”?

Somos varios, y tenemos siempre una lucha interna dentro de nosotros.

A cada una de estas partes, los antiguos les llamaban “dioses”.

Los dioses son universales y todos pueden reconocerlos porque existen


en cada persona sobre la faz de la tierra.

Sin embargo, todas las mitologías están llenas de guerras y conflictos


entre los dioses.

Lo cual es lógico, porque los dioses viven en conflicto:

 A veces la necesidad de obedecer la ley (Zeus) entra en conflicto


con las ganas de robar un banco (Plutón)
 A veces la necesidad sexual (Afrodita) entra en conflicto con la
necesidad de mantener una familia unida (Hera)
 A veces la necesidad de ser disciplinado (Cronos) entra en
conflicto con la necesidad de dejarse llevar y perder el control
(Dionisio)

Etc

Usé nombres griegos para los ejemplos, pero cualquier panteón politeísta
sirve.

Las ideas son las mismas. Los impulsos humanos básicos son siempre
iguales.

A veces los panteones combinan ideas de diferentes maneras, pero al fin


y al cabo es lo mismo.

Por ejemplo Odín, en la mitología nórdica, es algo así como una mezcla
entre Zeus y Hermes.

Mientras que Tyr es una mezcla entre Ares y Zeus.

Pero no nos perdamos en detalles.


Lo importante es que los dioses existen y viven en cada uno de nosotros,
así que lo ideal sería que los pongas de tu lado.

Ahora te voy a explicar el método que se utiliza desde la antigüedad más


remota para ganar el favor de los dioses.

Templos Y Sacrificios
Los antiguos sabían que para ganar el favor de los dioses debían
hacerles sacrificios.

Por supuesto, estos sacrificios si son “a los dioses”…

En realidad son sacrificios que te hacés a vos mismo.

Odín lo deja bien claro cuando se sarifica a sí mismo colgando del


Yggdrasil (el árbol de la vida).

Hizo un sacrificio de sí mismo hacia sí mismo, y así ganó el conocimiento


de las runas.

Igual cuando sacrificó su ojo a cambio de sabiduría. Lo hizo para ganar


él.

Sacrificar es ofrecer algo, para ganar algo a cambio.

Un ejemplo de sacrificio:

En vez de quedarte jugando a la bestia de dos espaldas con tu novia,


levantarte de la cama e ir al gimnasio.

Eso es un sacrificio a Ares, y Ares te va a recompensar con mejores


músculos para mejores guerras.

Por supuesto, este sacrificio es a costa de otra diosa, Afrodita…

Pero ya vamos a hablar de conciliar a los dioses más adelante, para que
ninguno se enoje.

Ahora lo importante es hablar de los centros de culto.

Los lugares donde se hacen los mejores sacrificios, las mejores


ofrendas.
Ese lugar, por supuesto, son los templos.

¿Qué no hay templos?

Error.

Acá hay un templo:

Templo de Ares, dios de la guerra

Y acá hay otro:


Templo de Hermes, dios de la sabiduría

En fin, templos hay de sobra.

Y si no encontrás un templo, siempre podés construir uno nuevo.

Un templo es un lugar sagrado.

La palabra sagrado viene de una raíz que significa “separar”. La palabra


templo viene de una raíz que significa “cortar”

Un templo es un lugar separado de la vida corriente, un lugar apartado


para hacer cosas más importantes.

Y la verdad es que nada separa a un templo de una casa, un jardín, o el


resto del barrio.
La verdadera separación se da en tu mente.

El lugar se vuelve sagrado EN TU MENTE

Eso es lo importante.

Si levantás pesas en tu casa, en ese momento tu casa tiene que ser un


templo para el dios de la guerra.

Dejás de estar en tu casa y entrás en otra dimensión, una dimensión


divina.

Así estás en condiciones de sacrificar esfuerzo y sudor levantando hierro


(el metal de Ares)

Y tu sarificio tiene que ser solemne y de todo corazón.

Esfuerzo, sudor, dolor… todo eso lo paga el dios de la guerra.

Leer, estudiar, aprender… sacrificios a Hermes.

(Aprovecho para recomendarte estos 15 libros)

Pero tenés que tener en cuenta que cada decisión que tomes es un dios
tomando el control.

La lucha entre ellos no termina nunca.

Siempre están tratando de tomar las riendas y de conseguir que


sacrifiques todo para ellos… todos quieren ser tu patrono, el más
importante, el dios principal.

Claro, eso es útil a veces.

Si sos boxeador, que tu patrono sea el dios de la guerra es lógico.

Todos los demás van a estar subordinados a él.

Pero igualmente… va a haber conflicto.

En algún momento los otros dioses se van a poner celosos y se van a


querer rebelar.
Por suerte hay una forma de hacer que los dioses estén siempre de
acuerdo, todos tirando para el mismo lado.

EL CONCILIO DE LOS
DIOSES
Este es el punto máximo del recorrido.

Cuando todos los dioses están brindando contentos en la cima del


Olimpo, significa que hiciste las cosas bien.

Imagen: las cosas bien hechas


Pero para que los dioses se unan tienen que estar enfrentados a una
causa común.

Algo que es más importante que cualquiera de ellos a nivel individual.

Algo contra lo que no pueden solos.

Una razón de unión puede ser una invasión de titanes, el caos que
amenaza con destruir tu vida…

Reestablecer el orden se vuelve prioridad y los dioses forman una


alianza.

Luchan codo a codo, cada uno con sus armas, hasta que todo vuelve a
estar bajo control.

La amenaza está eliminada, y tu vida marcha bien otra vez.

Y entonces… empiezan otra vez los conflictos entre los dioses.

Claro, lo que ocurrió fue una emergencia.

Cuando hay una emergencia, es fácil ponerse de acuerdo para


solucionar las cosas.

Pero en el día a día, cuando todo está en calma, no tanto.

Si investigás sobre las vidas de los más grandes hombres de la historia


te vas a dar cuenta de una cosa.

Muchos tuvieron una etapa en su vida cuando las cosas se les vinieron
abajo.

Cuando el caos salió reptando desde lo profundo del Tártaro y amenazó


con destruir al Monte Olimpo.

En ese momento sus dioses se pusieron de acuerdo, forjaron una


alianza, y reestablecieron el orden.

La diferencia es que después de vencer a los titantes, los dioses


mantuvieron esa alianza viva y fuerte.
“La prueba del éxito no es lo que haces cuando estás en
la cima. El éxito es qué tan alto rebotas cuando llegas al
fondo”
-General George S. Patton

Un ejemplo es Sylvester Stallone, que estaba haciendo películas semi


pornográficas para no morir de hambre.

Cuando todo parecía haber llegado al final se le ocurrió la idea de escribir


Rocky (inspirada en parte en su propia vida, y sin duda una profecía
autocumplida).

Escribió el guión en 20 horas y se puso como loco a buscar alguien que


quiera filmar la película. No solo eso sino que además él tenía que ser el
actor principal.

Costó, pero con todos los dioses trabajando juntos, con “todos los
planetas alineados” consiguió lo que quería.

Salvarse del caos no es nada fuera de lo común.

(Sin embargo algunas personas son vencidas por los titanes y no se


levantan nunca más…)

Pero los grandes héroes no se quedan con eso.

Los grandes van más lejos.

Los capeones de este mundo saben mantener esa alianza de los dioses
y hacer que dure.

Saben cómo mantenerlos unidos incluso después de que haya pasado la


tormenta.

¿Cómo lo logran?

Porque tienen algo más grande… algo más importante que está por
encima de todo.

En el momento de la unión para vencer al caos, en ese momento


descubren algo que los une a todos… una misión divina.
Hay personas que tienen esta misión tan clara que ni siquiera necesitan
que haya habido una amenaza de los titanes en primer lugar.

Los dioses se confabulan en una alianza poderosa y no dejan que NADA


los detenga hasta alcanzar ese sueño.

Esta es la manera de unir a los dioses en un gran concilio: tener un


objetivo en la vida que sea más grande que todos ellos.

Algo que no nazca de una necesidad.

Algo que no sea temporal, sino eterno.

Digamos que tu meta es ser un gran artista. Verdaderamente sos un


sacerdote de Apolo.

No está nada mal, es mucho más noble eso que ser alguien que se
entrega al dios del momento sin siquiera pensar.

Pero digamos que sos artista.

Lograr el concilio de los dioses es tener una misión que trascienda tu


arte.

Que trascienda a Apolo y a cada dios individual.

Algo que es más importante, algo que vas a expresar con tu arte pero
que es más grande.

Un legado, un mensaje, la visión de un nuevo mundo, lo que sea.

Lo esencial es que sea algo trascendente.

Una causa poderosa.

Porque solo un gran poder puede unificar a los dioses.

Y si querés que se unan, tenés que darles una razón para unirse.

Ya sea el poder caótico y destructivo que trepa desde el Tártaro…

O un poder sublime y brillante que está por encima de todo.


La guerra es contra el enemigo. Que tus dioses estén de fiesta.

¿Cuál es ese objetivo que no te deja dormir?

¿Eso que te haría trabajar 20 horas seguidas, como Sylvester?

¿Ese deseo ardiente, esa marca que querés dejar en el mundo?

No te dejes arrastrar por los impulsos del momento.

Aplicate a una sola cosa y hacela bien.

Dejá tu marca en la Tierra.

Sé un maestro de este mundo.

Saludos
-Nil Bárbarus

PD: Dos de los dioses más irresistibles son Ares y Afrodita, o en sus
nombres romanos Marte y Venus. ¿Querés saber cómo usar toda su
energía para alcanzar tus propósitos más elevados?

Leé estos artículos:

 Cómo Transmutar tu Energía Sexual


 El Poder de La Ira: Cómo Convertir Furia en Fama

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